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DICCIONARIO DE
ÉTICA CRISTIANA Y
TEOLOGÍA PASTORAL
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DICCIONARIO DE
ÉTICA CRISTIANA Y
TEOLOGÍA PASTORAL
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EDITORIAL CLIE
Galvani, 113
08224 TERRASSA (Barcelona) España
E-mail: libros@clie.es
Web: http://www.clie.es

PUBLICACIONES ANDAMIO ®
C/Alts Forns nº 68, sót. 1º
08038 Barcelona
Tel-Fax 93/432 25 23
E-mail: andamio@andamio-gbu.org
Publicaciones Andamio es la sección editorial de los Grupos Bíblicos Unidos de España (G.B.U.)

DICCIONARIO DE ÉTICA CRISTIANA Y TEOLOGÍA PASTORAL


Preparado por: David Atkinson y David H. Field
Consultores: Oliver O’Donovan y Arthur F. Holmes

© Universities and Colleges Christian Fellowship, Leicester, England, 1995


All rights reserved
This translation of New Dictionary of Christian Ethics and Pastoral Theology first published in
1995 is published by arrangemente with Inter-Varsity Press, Leicester, United Kindgom

Traducción del inglés: Daniel Menezo

© 2004 Publicaciones Andamio® / Editorial CLIE para esta edición en castellano

Todos los derechos reservados

ISBN: 84-8267-414-5

Printed in Colombia

Clasifíquese: 43 TEOLOGÍA: Ética


CTC: 01-01-0043-15
Referencia: 22.44.06
5

Índice

Prefacio .............................................................................................................. 7
Cómo usar este diccionario .......................................................................... 9
Abreviaturas ................................................................................................... 11
Lista de colaboradores ................................................................................. 16

Primera parte
1. Dios ............................................................................................................ 25
2. El amor ..................................................................................................... 34
3. La justicia y la paz ................................................................................. 42
4. La humanidad ......................................................................................... 49
5. El pecado y la salvación ........................................................................ 57
6. Historia de la ética cristiana ................................................................. 65
7. Teología práctica y pastoral .................................................................. 75
8. La ética en el Antiguo Testamento ...................................................... 82
9. La ética en el Nuevo Testamento ........................................................ 92
10. El carácter .............................................................................................. 102
11. La sexualidad ........................................................................................ 110
12. El cuidado pastoral, consejería y psicoterapia ............................... 120
13. La vida, la salud y la muerte ............................................................ 131
14. La ética de la asistencia médica ........................................................ 138
15. La ética mundial ................................................................................... 147
16. La ética comunitaria ............................................................................ 158
17. La ética económica ............................................................................... 167
18. El razonamiento moral cristiano ....................................................... 176

Segunda parte .............................................................................................. 183


6
7

Prefacio

Mediante su recopilación de artículos sobre la ética cristiana y la teología pastoral, los


editores esperan que este Diccionario constituya un instrumento útil para pastores, obreros
sociales, médicos y asesores que trabajen dentro de un contexto cristiano, así como para
diáconos, líderes de iglesia, maestros, estudiantes de teología y personas interesadas en
estos temas. Hemos intentado, en la medida de lo posible, integrar, dentro de los términos
de cada área, las teologías moral, pastoral y práctica. La toma de decisiones suscita a
menudo preguntas sobre psicología pastoral, temperamento individual, factores sociales
y personales, así como elementos determinantes de diversa índole, psicológica, sociológica,
económica e ideológica. Tras estas cuestiones subyace un trasfondo moral determinado,
centrado en la pregunta básica «¿Qué hay que hacer?»; trasfondo que incluye una serie
de valores, obligaciones y principios morales. A su vez, tras ésta, hallamos un conjunto
de asunciones básicas respecto a cómo es el mundo, y a cómo son las personas; en otras
palabras, una determinada «teología».
Nuestro punto de vista teológico se fundamenta en la convicción esencial de que Dios
se ha dado a conocer en la persona de Jesucristo, su Hijo, y que sigue manifestándose a
nosotros por medio del Espíritu Santo que se mueve en la vida de su iglesia. La Biblia
constituye nuestra guía autoritativa respecto a la manifestación que hace Dios de sí mismo:
es la Palabra de Dios en forma escrita. Las tradiciones propias del pensamiento cristiano,
a través de los siglos, iluminan las variopintas maneras en que Dios ha guiado al ser
humano en la interpretación de la Biblia, en diversos contextos, ayudándole a discernir
su verdad y voluntad. El Espíritu Santo, que nos ha sido concedido para guiarnos a toda
verdad, nos informa y santifica nuestro raciocinio, de manera que con nuestras mentes,
así como con nuestros corazones y almas, podamos hallar formas adecuadas para expresar
nuestro amor por Dios y por el prójimo, así como para manifestar la justicia en todos las
facetas relativas a la raza humana.
Una característica especial de este Diccionario radica en que, en la Primera Parte, hemos
reunido dieciocho artículos «clave». Estos artículos no se encuentran colocados según el
orden alfabético tradicional, sino en un orden teológico (numerados del 1 al 18). Estos
artículos ofrecen una introducción básica a los temas esenciales dentro de la ética cristiana
y la teología pastoral, como si se tratase de un río caudaloso en el que confluyen arroyos
tributarios. Su orden teológico ilustra a las claras nuestro método. Comenzamos, tal y como
debería hacerlo todo pensamiento cristiano, con Dios, analizando luego las implicaciones
de su carácter, su amor y su justicia. Luego centramos nuestra atención en la naturaleza
del agente moral cristiano, y en los temas evangélicos del pecado y la salvación. Tras
realizar un examen general e histórico de la ética cristiana y de la teología práctica y pas-
toral, nos centramos en áreas de interés más específicas. Abordamos en artículos distintos
la ética del Antiguo y del Nuevo Testamento, analizando luego de forma concreta temas
tales como la sexualidad, la ética médica y los asuntos económicos. A modo de conclusión
para estos artículos fundamentales, incluimos un ensayo más amplio, escrito por el Pro-
fesor O’Donovan, que ilustra el método y el sentido de todo razonamiento moral cristiano.
Prefacio 8

Esperamos que estos artículos, cual piedras angulares, puedan utilizarse como un libro
de texto, que ofrezca al lector una amplia panorámica del campo a estudiar, incitándole
al mismo tiempo a examinar temas más específicos y detallados por medio de las refe-
rencias contenidas en las muchas entradas de la Segunda Parte. Por ejemplo, un lector
interesado en la «Ética económica» recibirá información sobre entradas más detalladas
contenidas en la Segunda Parte, relativas a temas como la gestión bancaria, el monetarismo,
las corporaciones multinacionales y los impuestos.
Este Diccionario también puede utilizarse en orden inverso, pasando de lo específico
a lo más general. El lector podrá descubrir, tras leer una entrada de la Segunda Parte
relativa a las segundas nupcias, que le interesa analizar más a fondo las tradiciones
teológicas cristianas relativas a éstas y al divorcio; entonces le remitiremos al artículo clave
introductorio que versa sobre la «Sexualidad», sito en la Primera Parte.
Cuando se debe elegir entre un número finito de artículos, es inevitable que se pro-
duzcan ciertas lagunas. La labor de sopesar el interés de nuestros lectores, contrapesándolo
con la necesidad de reducir este volumen a un tamaño manejable, no ha sido sencilla.
Excepto en el caso justificable de una o dos personas, no hemos incluido artículos biográ-
ficos sobre personas que siguen vivas.
Si bien los editores son conscientes de que algunos usuarios de este Diccionario pre-
fieren la expresión «Two-Thirds World» a la de «Tercer Mundo», esta última se encuentra
tan enraizada en el uso popular (como, por ejemplo, en la frase «ayuda al Tercer Mundo»),
que resultaría difícil, si no imposible, erradicarla de la conciencia pública. Por consiguiente,
han optado por la utilización de la expresión «Tercer Mundo», a pesar de las críticas que
algunos le prodigan.
Estamos muy agradecidos a todos los autores que han contribuido a esta obra con su
experiencia. Hemos recibido una ayuda importantísima del personal editorial de IVP, y
especialmente del Editor de Literatura Teológica, el reverendo David Kingdon, y de Jane
Horner, que ha demostrado ser una coordinadora administrativa muy eficiente para este
proyecto tan ambicioso. Hazel Medcalf ha contribuido con su gran experiencia, y no
pequeña dosis de paciencia, como editora, y el Dr. Philip Hillyer se ha encargado de la
revisión de los datos biográficos y de muchos que no aparecían en las biografías. Jo
Bramwell y Simon Fox han sido lectores de pruebas tremendamente diligentes Nuestros
editores consultivos, los profesores Oliver O’Donovan y Arthur Holmes, nos han ayudado
en gran medida gracias a su sabiduría y acertados consejos.
Esperamos sinceramente que este Diccionario resulte ser un instrumento útil para un
amplio círculo de cristianos, de modo que les ayude en la misión y el ministerio que
conlleva el reino de Dios.

David J. Atkinson
David H. Field
9

Cómo usar este diccionario

Esta introducción ofrece instrucciones para sacar el mejor partido posible al presente
diccionario.

Distribución

Con sólo hojear este diccionario, el lector verá que éste tiene una distribución diferente
a la de otras obras de consulta. En lugar de seguir el orden alfabético normal, está dividido
en dos partes.
La Primera Parte, tal y como explica el Prefacio, está dispuesta siguiendo un orden
teológico, comenzando con DIOS y acabando con EL RAZONAMIENTO MORAL CRIS-
TIANO. Cada uno de los 18 artículos de la Primera Parte ofrece una panorámica razo-
nablemente amplia de un área central dentro de la ética cristiana o la teología pastoral,
e incluimos una lista de entradas en el Índice. De manera que, por ejemplo, si el lector
desea tener un punto de vista general sobre el tema LA HUMANIDAD, debería empezar
leyendo el artículo de la Primera Parte. Una vez concluida la lectura del mismo, encontrará
al final una lista de referencias bajo el encabezado «Véase especialmente». Esto le indica la
existencia de artículos relacionados con el tema, incluidos en la Segunda Parte. Así, en
relación con LA HUMANIDAD, es posible que usted desee estudiar asuntos como LA
ADOLESCENCIA, EL TRABAJO, EL MATRIMONIO, LA JUBILACIÓN y LA MUERTE Y
LA AGONÍA, por mencionar tan sólo una secuencia posible.
La Segunda Parte del diccionario contiene artículos más breves, dispuestos alfabé-
ticamente y que tienen una longitud de entre 250 y 2.000 palabras. En muchas de esas
entradas, hallará referencias que incluyen números contenidos en un recuadro, que hacen
referencia a los primeros 18 artículos de la Primera Parte. Por ejemplo, el artículo sobre
PLANIFICACIÓN FAMILIAR contiene, en la página 905, la referencia «… sexualidad…
(véase 11 )…». Esto remite al lector al decimoprimer artículo de la Primera Parte sobre
el tema de LA SEXUALIDAD.

Referencias

En este diccionario hemos seguido la política editorial de agrupar los temas más breves
considerándolos dentro de un artículo más grande. Por ejemplo, «huelga» se aborda dentro
del artículo sobre MEDIDAS DE PRESIÓN LABORAL, y «cierre de negocio» en el
artículo sobre SINDICATOS. Algunos de los artículos introductorios de la Primera Parte
agrupan también ciertos temas. Por ejemplo, el apartado ASISTENCIA, CONSEJERÍA Y
PSICOTERAPIA PASTORALES aborda un amplio número de materias.
Por consiguiente, las referencias constituyen una parte importante de este diccionario.
En él se utilizan seis posibles métodos:
Cómo usar este diccionario 10

1. Numerosas entradas de una sola línea remiten al lector al título del artículo o
artículos donde se aborda la materia en cuestión. Por ejemplo:
CONSERVACIÓN, véase MEDIO AMBIENTE.
LUTO, véase DUELO; PÉRDIDA DE SERES QUERIDOS.
2. Un asterisco tras una palabra o frase indica que en el artículo con ese encabezamiento
el lector encontrará más información relevante. Es equivalente a la abreviatura q.v.
Debería tener en cuenta que:
a. La forma de la palabra con asterisco no coincidirá siempre exactamente con el
título al que se refiere el asterisco. Por ejemplo: «teleológico*» remitiría al lector
al artículo sobre TELEOLOGÍA, «alcohol*» a ALCOHOLISMO y «adopción*»
a MATERNIDAD ADOPTIVA.
b. En ocasiones, el asterisco hace referencia a dos o más palabras, no sólo a la
palabra que acompaña. Así, «reino de Dios*» le remite al artículo EL REINO DE
DIOS, no a «Dios», y «Tomás de Aquino*» a la entrada TOMÁS DE AQUINO,
no a «Aquino».
3. Una referencia entre paréntesis, incluida en el cuerpo de un artículo, como «(véase
consecuencialismo)» es explicativa por sí misma.
4. Una referencia que incluya un número recuadrado le remite a uno de los 18 artículos
básicos de la Primera Parte. Por ejemplo, «(véase 2)» o «(véase Amor 2)», remite al
lector al segundo artículo de la Primera Parte, titulado EL AMOR.
5. Las referencias al final de los 18 artículos de la Primera Parte llevan como encabe-
zado «Véase especialmente». Éstas hacen referencia a las entradas de la Segunda Parte,
aunque, sólo ocasionalmente, puedan remitir al lector también a otro artículo
introductorio que posea una relevancia especial.
6. Las referencias al final de las entradas en la Segunda Parte están tituladas «Ver
también». Éstas, por lo general, hacen referencia a otras entradas contenidas en la
Segunda Parte, y a veces a uno de los artículos introductorios de la Primera.

Abreviaturas
En las páginas 11-15 se incluye una lista de las abreviaturas utilizadas en el presente
diccionario.

La autoría de las entradas


Los autores de las diversas entradas se indican mediante sus iniciales colocadas al final
de cada entrada. En las páginas 16-22 se incluye una lista completa de todos los colabo-
radores, según el orden alfabético de sus iniciales, no sus apellidos.

Bibliografías
En la mayoría de las entradas hemos incluido algunas pautas para análisis ulteriores;
en ocasiones, en el mismo cuerpo del artículo, pero, en la mayoría de los casos, en la
bibliografía del final. Las obras incluidas en la lista bibliográfica pueden incluir estudios
que siguen una línea de pensamiento distinta a la del escritor de la entrada. Dentro de
los artículos biográficos, las obras del autor de la entrada se colocan al principio, seguidas
de cualquier otro estudio pertinente.

Versiones de la Biblia
Las citas de la Biblia se toman de la Versión Reina-Valera, a menos que se especifique
de otro modo.
11 Abreviaturas

Abreviaturas

1. Libros y revistas

ACPAN CD
Association of Christians in Planning and Church Dogmatics, Karl Barth, 4 vols. en 13 +
Architecture Newsletter, publicada por UCCF Vol. índice (ET, Edimburgo, 1936-81)
(Leicester, 1983-)
CDP
ACW A Critical Dictionary of Psychoanalysis, C. Ry-
Ancient Christian Writers (Westminster, MD, y croft (Londres, 1968)
Londres, etc., 1946-)
CH
AJP Church History (Scottdale, PA, etc., 1932-)
American Journal of Psychiatry (Washington,
DC, 1844-) Con
Contact (Edimburgo, 1960-)
AJS
American Joumal of Sociology (Chicago, IL, CQR
1895-) Church Quarterly Review (Londres, 1875-1968)

AJSMF Crim
Australian Journal of Sex, Marriage and Family Criminology (Columbus, OH, 1963-)
(Concord, NSW, 1980-)
CT
AJTP Christianity Today (Washington, 1956-)
American Journal of Theology and Philosophy
(West Lafayette, IN, 1980-) CTJ
Calvin Theological Journal (Grand Rapids, 1966-)
Anv
Anvil (Bristol, 1984-) DCE
A Dictionary of Christian Ethics, ed. J. Mac-
ASR quarrie (Londres y Philadelphia, 1967)
American Sociological Review (Washington, DC,
1936-) DCS
A Dictionary of Christian Spirituality, ed. G. S.
AV Wakefield (Londres, 1983) = The Westminster
Authorized (King James’) Versión, 1611 Dictionary of Christian Spirituality (Philadel-
phia, 1983)
BCP
Book of Common Prayer DME
Dictionary of Medical Ethics, ed. A. S. Duncan,
BDCE G. R. Dunstan y R. B. Welbourn (Londres,
Baker’s Dictionary of Christian Ethics, ed. C. F. 1981)
H. Henry (Grand Rapids y Glasgow, 1973)
DPC
BMJ A Dictionary of Pastoral Care, ed. A. V.
British Medical Journal Campbell (Londres y Nueva York, 1987)
(Londres, 1832-)
DPCC
CC A Dictionary of Pastoral Care and Counselling,
Carer and Counsellor (originariamente The ed. R. J. Hunter (Nashville, TN, 1990)
Christian Counsellor; Farnham, 1991-)
Abreviaturas 12

DSp ILR
Dictionnaire de spiritualité, ed. International Labour Review (Ginebra, 1921-)
M. Viller etal. (París, 1937-)
Int
DSt Interpretation (Richmond, VA, 1947-)
Death Studies (Nueva York, 1977-)
Inter
DTC Interchange (Surrey Hills, NSW, 1967-)
Dictionnaire de théologie catholique, ed. A.
Vacant et al., 15 vols. (París, 1903-50) ISBE
International Standard Bible Encyclopedia, ed. J.
EBio Orr, 5 vols. (Chicago,2 1930); nueva edición,
Encyclopedia of Bioethics, ed. W. Reich, 4 vols. ed. G. W. Bromiley (Grand Rapids, 1979-)
(Nueva York, 1968)
ISM
ECJ In the Service of Medicine, ahora Journal of the
Encyclopedia of Crime and Justice, ed. S. Kadish Christian Medical Fellowship (Londres, 1952-)
(Nueva York, 1983)
ISQ
EcR International Studies Quarterly (Stoneham, MA,
Ecumenical Review (Ginebra, 1948-) 1957-)

EP JAP
Encyclopedia of Philosophy, ed. Journal of Analytical Psychology (Londres,
P. Edwards, 8 vols. (Nueva York, 1967) 1955-)

ER JB
The Encyclopedia of Religion, ed. M. Eliade, 16 Jerusalem Bible, 1966
vols. (Londres y Nueva York, 1987)
JBP
ERE The New Testament in Modern English, J. B.
Encyclopaedia of Religión and Ethics, ed. J. Phillips (Collins, 1958)
Hastings, 13 vols. (Edimburgo, 1908-26)
JCH
Eth Journal of Christian Healing (Narberth, PN,
Ethics (Chicago, 1890-) 1979-)

FP JCP
Faith and Philosophy Wilmore, KY, 1984-) Journal of Consulting Psychology, ahora Journal
of Consulting and Clinical Psychology (Washing-
FT ton, DC, 1968-)
Faith and Thought (London, 1866-)
JETS
HS Journal of the Evangelical Theological Society
Handbook of Sociology, ed. N. J. Smelser (Wheaton, IL,1969-)
(Newbury Park, CA, 1988)
JFCJ
IDB Juvenile and Family Court Journal (Reno, NV,
The Interpreter’s Dictionary of the Bible, ed. G. 1949-)
A. Buttrick, 4 vols. (Nueva York y Nashville,
TN, 1962) JJS
Journal of Jewish Studies (Oxford, 1948-)
IESS
International Encyclopedia of the Social Sciences, JPalC
ed. D. E. Sills, 17 vols. (Nueva York, 1968) Journal of Palliative Care (Toronto, 1985-)
13 Abreviaturas

JPC
Journal of Pastoral Care (Decatur, GA,1948-) NDT
New Dictionary of Theology (Leicester y Dow-
JPCo ners Grove, IL, 1988)
Journal of Pastoral Counselling (New Rochelle,
NY, 1966-) NEJM
New England Journal of Medicine (Waltham,
JPP MA, 1812-)
Journal of Pastoral Practice (Laverock, PA,
1978-) NIDNTT
The New International Dictionary of New Testa-
JPT ment Theology, ed. C. Brown, 3 vols. (Exeter Y
Journal of Psychology and Theology (La Mirada, Grand Rapids, 1975-86)
CA, 1973-)
NIV
JR New International Version of theBible, 1973, 1978,
Journal of Religion (Chicago, 1921-) 1984

JSOT NovT
Journal for the Study of the Old Testament Novum Testamentum (Leiden, 1956-)
(Sheffield, 1976-)
NPNF
JSSR A Select Library of Nicene and Post-Nicene
Journal for the Scientific Study of Religion Fathers of the Christian Church, 1ª serie, ed. P.
(Wetteren, etc., 1961-) Schaff, 14 vols. (Nueva York, 1886-90);
2ªserie, ed. H. Wace y P. Schaff, 14 vols.
JTS (Nueva York, 1890-1900); nueva ed. (Grand
Journal of Theological Studies (Oxford, 1899-) Rapids, 1980)

JTSA NRSV
Journal of Theology for Southern África (Bra- New Revised Standard Version, 1989
amfontein, 1972-)
OED
LCC Oxford English Dictionary (Oxford,2 1989)
Library of Christian Classics, 26 vols. (Londres
y Philadelphia, 1953-70) PalM
Palliative Medicine (London, 1987-)
MI
Medicine International (Oxford, 1981-; n.s. PP
1984-) Pastoral Psychology (Nueva York, 1950-)

Miss Psy
Missiology (Denver, CO, etc., 1953-) Psychiatry (New York, 1937-)

NASB PsyM
New American Standard Bible, 1963 Psychological Medicine (Cambridge, 1970-)

NCE PTR
New Catholic Encyclopedia, ed. W. J. McDonald, Princeton Theological Review (Philadelphia,
17 vols. (Nueva York,1967-79) 1903-29)

NDCE REB
A New Dictionary of Christian Ethics, ed. J. Mac- Revised English Bible, 1989
quarrie y J. F. Childress (Londres, 1986)
Abreviaturas 14

RRR Th
Review of Religious Research (Washington, DC, Theology (Londres, 1920-)
etc., 1959/60-)
Them
RSV Themelios (Lausanne, 1962-74; n. s. Londres,
Revised Standard Version, etc., 1975-)
NT 1946, 21971; OT 1952
ThW
SJT Third Way (New Malden, 1977-)
Scottish Journal of Theology (Edimburgo, etc.,
1948-) TOS
The Other Side (Philadelphia, 1965-)
STh
Summa Theologiae, Tomás de Aquino, 60 vols. Tr
+ vol. índice (1265-73; ET, Londres y Nueva Transformation (Exeter, 1984-)
York, 1964-81)
TrInJ
TDNT Trinity Journal (Deerfield, IL, 1971-78; n. s. 1980-)
Theological Dictionary of the New Testament, ed.
G. W. Bromiley, 10 vols. (Grand Rapids, 1964- TWOT
1976), ET de Theologisches Wörterbuch zum Theological Wordbook of the Old Testament, ed.
Neuen Testament, ed. G. Kittell y G. Friedrich R. Laird Harris et al., 2 vols. (Chicago, 1980)
(Stuttgart, 1932-1974)
TynB
TDOT Tyndale Bulletin (Londres, etc., 1956-)
Theological Dictionary of the Old Testament, ed.
G. J. Botterweck y H. Ringgren (Grand VE
Rapids, 1974-); ET de Theologische Wörterbuch Vox Evangelica (London, etc., 1962-)
zum Alten Testament
VTSupp
TE Vetus Testamentum Supplements (Leiden, 1953-)
Theological Ethics, H. Thielicke, vol. 1 (21958;
ET resumida, Philadelphia, 1966, y London, WTJ
1968); vol. 2 (21959; ET resumida, Philadelphia Westminster Theological Journal
y Londres, 1969); y ed. de 3-vols. (Grand (Philadelphia, 1938-)
Rapids, 1978)

2. Libros bíblicos

Libros del Antiguo Testamento Libros del Nuevo Testamento


Gn., Éx., Lv., Nm., Dt., Jos., Jue., Rt., 1 S., 2 Mt., Mr., Lc., Jn., Hch., Ro., 1 Co., 2 Co.,
S., 1 R., 2 R., 1 Cr., 2 Cr., Esd., Neh., Est., Job, Gá., Ef., Fil., Col., 1 Ts., 2 Ts., 1 Ti., 2 Ti., Tit.,
Sal., Pr., Ec., Cnt., Is., Jer., Lm., Ez., Dn., Os., Flm., He., Stg., 1 P., 2 P., 1 Jn., 2 Jn., 3 Jn.,
Jl., Am., Abd., Jon., Mi., Nah., Hab., Sof., Jud., Ap.
Hag., Zac., Mal.
15 Abreviaturas

3. Abreviaturas generales

ad. loc. ad locum (lat.), en el lugar lat. latín


al. alemán lit. Literalmente
Árab. árabe loc. cit. loco citato (lat.), en el lugar ya
Aram. arameo citado
AT Antiguo Testamento LXX Septuaginta (versión gr. del AT)
c. circa (lat.), aproximadamente m. muerto
CD Compendio de ética Mac. Macabeos (apócrifo)
cf. confer (lat.), comparar mg. margen
cap(s). capítulo(s) MS(MSS) manuscrito(s)
col(s). columna(s) n. nacido
DC Diccionario de Controversia n. s. nueva serie
DTI Diccionario teológico ilustrado NT Nuevo Testamento
Ecles. Eclesiástico (apócrifo) op. cit. opere citato (lat.), en la obra
ed(s). editor(es) antes citada
ET traducción inglesa par. y paralelo(s)
et al. et alii (lat.), y otros p.ej. por ejemplo
EVV versiones inglesas 1QS Regla de la Comunidad (Texto de
fl. flourit (lat.), floreció Qumran)
fr. Francés reim. Reimpreso
gal. galés s.(ss.) y los siguientes (versículos, etc.)
gr. Griego s. f. sin fecha
heb. Hebreo sir. sirio
ibíd. Ibídem (lat.), la misma obra tr. traducido, traducción
íd. ídem (lat.), el mismo autor v.(vv.) versículo(s)
ing. inglés viz. Videlicit (lat.), a saber
it. Italiano vol.(s) volumen, volúmenes
16

Lista de colaboradores
A. B. A. Brown, B. A., M. Ed., profesor y escritor A. P. P. A. P. Parkinson, Pastor de la iglesia
independiente. bautista reformada de Leeds; Presidente de
A. B. C. A. B. Cramp, B. A., .A., Ph. D., Fellow Caring for Life, Leeds.
de Emmanuel College, Cambridge. A. R. W. D. A. R. Wingfield Digby, B. A., Cert.
A. C. A. Chaplin, M. Phil., escritor indepen- Theol., Director de Christians in Sport, Oxford.
diente. A. S. A. Storkey, M. Sc., M. A., Dip. Ed., Ph. D.,
A. C. B. A. C. Berry, M.B., B. S., Ph. D., Consultor Profesor de Sociología, Oak Hill Theo-logical
de Genética Clínica, Guy’s Hospital, Londres. College, Londres.
A. C. P. S. A. C. P. Sims, M. A., M. D., R. C. B. A. C. B. A. Clouse, B. A., M. A., Ph. D.,
Psych., F. R. C. P. E., Profesor de Psichiatría, Uni- Profesor de Psicología Educativa y escolar, In-
versidad de Leeds. diana State University, Terre Haute, Indiana.
A. C. T. A. C. Thiselton, B. D., M. Th., Ph. D., B. B. B. Batson, B. A., M. A., Ph. D., Coordinador
D. D., Profesor de Teología cristiana y Director de la Colección Especial sobre Shakespeare
del Departmento de Teología, Universidad de (Shakespeare y la tradición cristiana) Wheaton
Nottingham. College; ex-profesor y presidente del Departa-
A. D. V. A. D. Verhey, B. D., Ph. D., Profesor mento de Inglés, Wheaton College, Wheaton,
Evert J. y Hattie E. Blekkink de Religión, Hope Illinois.
College, Holland, Michigan. B. H. B. Harris, B. Sc., M. B., B. S., F. R. C. Psych.,
A. E. McG. A. E. McGrath, M.A., D. Phil., B. D., D. P. M., Profesor Senior, Facultad de Medicina
Profesor investigador en Teología, Universidad de la Universidad de Gales, Cardiff.
of Oxford; Profesor investigador de Teología Sis- B. K. W. B. K. Waltke, A. B., Th. M., Th. D., Ph.
temática, Regent College, Vancouver; Profesor D., Profesor Marshall Sheppard de Estudios Bí-
de Teología Histórica y Sistemática, Wycliffe blicos, Regent College, Vancouver.
Hall, Oxford. B. L. S. B. L. Shelley, B. A., M. D., Ph. D., Profesor
A. F. H. A. F. Holmes, B. A., M. A., Ph. D., Senior de Historia de la Iglesia, Denver Se-
Profesor de Filosofía, Wheaton College, Whea- minary, Denver, Colorado.
ton, Illinois. B. S. B. Stanley, M.A., Ph.D., Profesor de His-
A. F. K. A. F. Kreider, B. A., M. A., Ph. D., Teó- toria de la Iglesia, Trinity College, Bristol.
logo residente, Northern Baptist College, B. T. A. B. T. Adeney, B. A., B. D., Ph. D., Pro-
Manchester. fesor de Ética y Estudios Transculturales, Pro-
A. G. V. A. G. Vos, B. A., M. A., Ph. D., Profesor grama de postgrado de Religión y Sociedad,
de Filosofía, Universidad Western Kentucky, Satya Wacana Christian University, Salatiga,
Bowling Green, Kentucky. Java, Indonesia.
A. H. A. C. E. A. H. A. Crum Ewing, B. A., M. B. W. R. B. W. Reynolds, B. A., M. A., Ph. D.,
Th, artista y grabador autónomo. Professor of History, Asbury College, Wilmore,
A. J. H. A. J. Hartropp, B. Sc., Ph. D., ordenando Kentucky.
anglicano en el Oak Hill Theological College, C. A. B. C. A. Brown, B. D., M. A., Ph. D., S. Th.,
Londres; ex-profesor de Economía Financiera, Decano Académico, Spurgeon’s College, Lon-
Brunel University, Uxbridge, Middlesex. dres.
A. J. T. A. J. Townsend, M. B., B. S., M. R. C. S., C. E. H. C. E. Hart, B. A., M. A., M. Th., M. Phil.,
L. R. C. P., consejero psicodinámico; Deán de Profesor de Teología Práctica, St John’s College,
Ministros en Empleos Seculares, Diócesis de Nottingham.
Southwark; coadjutor honorario. C. F. A. C. F. Allison, B. A., M. Div., D. Phil.,
A. J. W. A. J. Wing, M. A., D. M., F. R. C. P., exobispo de South Carolina.
Médico consultor, St Thomas’Hospital, Lon- C. F. G. C. F. Green, F. C. I. B., F. B. I. M., F. L.
dres. C. M., ex-Director y Director del Grupo de
A. N. S. L. A. N. S.Lane, M. A., B. D., Prof. Senior Diputados, National Westminster Bank.
de Doctrina cristiana, London Bible College. C. G. K. C. G. Kruse, B. D., M. Phil., Ph. D.,
A. O. I. A. O. Igenoza, B. A., Ph. D., Profesor Se- Profesor Senior, Ridley College, Universidad de
nior de Estudios Bíblicos, Director del Depar- Melbourne.
tmento de Estudios religiosos, y Vicedeán, Facul- C. H. S. C. H. Sherlock, B. A., Th. L., M. A., B.
tad de Arte, Universidad Obafemi Awolowo, Ile- D., Th. D., Prof. Senior, Ridley Coll., Melbourne.
Ife, Nigeria. C. J. H. H. C. J. H. Hingley, M. A., Capellán,
A. P. F. A. P. Foster, B. Sc., B. V. S c., Cert. S. A. Whitestone School, Bulawayo, Zimbabwe.
D., M. R. C. V. S., Miembro de la Cats’ Protection C. J. H. W. C. J. H. Wright, M. A., Ph. D., Di-
League, Escuela de veterinaria de la Universidad rector, All Nations Christian College, Ware,
de Bristol. Hertfordshire.
17 Lista de colaboradores

C. M. N. S. C. M. N. Sugden, M.A., M. Phil., Ph. D. J. E. A. D. J. E. Attwood, M. A., B. A., Ph. D.,


D., Director Oxford Centre for Mission Studies. Jefe de estudios, Trinity Theological College,
C. P. C. Partee, A. B., M.A., B. D., Ph. D., P. C. Bristol.
Profesor Rossin de Historia de la Iglesia, Semi- D. J. P. D. J. Pullinger, B. A., M. Sc., Ph. D.,
nario Teológico de Pittsburgh. Director de Productos Electrónicos, Instituto de
C. S. E. C. S. Evans, B. A., Ph. D., Profesor de Física, Edimburgo.
Filosofía y Director, Biblioteca Howard and D. J. T. D. J. Tidball, B. A., B. D., Ph. D., Director
Edna Hong Kierkegaard, St Olaf College, del Depto. Misionero, Unión Bautista de Gran
Northfield, Minnesota. Bretaña, Didcot, Oxfordshire.
C. Y. C. Yeats, M. A., M. Th., M. B. A., Solway D. L. M. D. L. Mathieson, B. A., LL. B., B. C. L.,
Fellow y Capellán, University College, Durham. LL. D., Q. C., ex-Profesor de Derecho, Victoria
D. A. L. D. A. Lyon, B. Sc., Ph.D., Profesor y University of Wellington, N. Zelanda.
Director de Sociología, Queen’s University, D. L. O. D. L. Okholm, B. A., M. Div., M. A., Th.
Kingston, Ontario. M., Ph. D., Profesor asociado de Teología,
D. A. N. F. D. A. N. Fergusson, B. Sc., M. B., B. Wheaton College, Wheaton, Illinois.
S., M. R. C. G. P., Secretario General, Christian D. L. P. D. L. Parkyn, B. A., M. Div., Ph. D., Pro-
Medical Fellowship, Londres. fesor de Estudios Religiosos, Messiah College,
D. A. S. D. A. Stone, M. A., B. M., B. Ch., Vicario Grantham, Pennsylvania.
de St Jude’s Church, South Kensington, Londres. D. M. C. D. M. Cansdale, M. Sc., Jefe de policía
D. A. W. D. A. Westberg, B. A., M. A., M. Div., asociado, central de Hertfordshire.
D. Phil., Profesor adjunto, Departmento de Estu- D. P. K. D. P. Kingdon, M. A., B. D., Editor de
dios Religiosos, Universidad de Virginia, Char- libros teológicos, Inter-Varsity Press, Reino Uni-
lottesville, Virginia. do; Ex-director del Irish Baptist College, Belfast.
D. B. F. D. B. Fletcher, B. A., M. A., Ph. D., Pro- D. P. N. D. P. Negus, LL. B., Socio Senior de Ellis-
fesor Asociado de Filosofía, Wheaton College, Fermor and Negus, Solicitors, Nottingham.
Wheaton, Illinois; Profesor adjunto de Bioética, D. R. D. Ratzsch., B. A., M. A., Ph. D., Profesor
Trinity Evangelical Divinity School, Deerfield, de Filosofía, Calvin College, Grand Rapids,
Illinois. Michigan.
D. B. G. D. B. Garlington, B. A., M. Div., Th. M., D. R. G. D. R. Groothuis, B. S., M. A., Ph. D.,
Ph. D., Profesor de Nuevo Testamento, Semina- Profesor adjunto de Filosofía de la Religión y la
rio bautista de Toronto. Ética, Denver Seminary, Denver, Colorado.
D. B. W. D. B. Winter, B. A., Sacerdote en activo, D. R. L. P. D. R. L. Poner, B. A., A. L. A., autor
Ducklington, Oxfordshire; exdirector de Reli- y editor independiente.
gious Broadcasting, BBC, Londres. D. R. S. D. R. Shell, B. Sc., M. A., Profesor Senior
D. C. S. D. C. Spanner, B. Sc., Ph. D., D. Sc., F. de Ciencias Políticas, Universidad de Bristol.
Inst. Biol., Profesor Emérito de Biofísica Vegetal, D. W. A. D. W. Augsburger, B. D., Ph. D., Prof.
Bedford College, Universidad de Londres; mi- de Asistencia y Consejería Pastorales, Seminario
nistro anglicano sin sueldo. Teológico Fuller, Pasadena, California.
D. D. B. D. D. Burke, B. Sc., M. Phil., Ministro D. W. Be. D. W. Bebbington, M. A., Ph. D., F. R.
de la Knighton Evangelical Free Church, Hist. S., Profesor adjunto de Historia, Universi-
Leicester. dad de Stirling.
D. F. W. D. F. Wright, M. A., Profesor Senior de D. W. Br. Dale W. Brown, A. B., B. D., Ph. D.,
Historia Eclesial, New College, Universidad de Profesor Emérito de Teología y Director de Estu-
Edimburgo. dios sobre la Paz, Seminario Teológico Bethany,
D. G. B. D. G. Bloesch, B. A., B. D., Ph. D., Oak Brook, Illinois.
Profesor Emérito de Teología, Seminario Teoló- D. W. Bro. David W. Brown, M. A., M. A., Ph.
gico de la Universidad de Dubuque, Dubuque, D., Profesor Van Mildert de Teología, Univ. de
Iowa. Durham; Canónigo de la catedral de Durham.
D. G. J. D. G. Jones, B. Sc., M. B., B. S., D. Sc., D. W. G. D. W. Gill, B. A., M. A., Ph. D., Profesor
Profesor de Anatomía y Biología Estructural, de Ética Aplicada, North Park College, Chicago.
Universidad de Otago, Dunedin, N. Zelanda. D. W. P. D. W. Parish, M. C. I. T., Director de
D. H. F. D. H. Field. B. A., Director de Ministerio Desarrollo de Instalaciones, British Airways.
Profesional, Church Pastoral Aid Society, D. W. V. D. W. Vere, M. D., F. R. C. P., F. F. P.
Warwick; ex-Vicedirector y Profesor de Ética M., Profesor de Terapéutica, Universidad de
Cristiana, Oak Hill College, Londres. Londres; Médico consultor, Royal London Hos-
D. J. A. D. J. Atkinson, B. Sc., M.L itt., Ph. D., pital.
M. A., Rector honorario del Canon de la catedral D. W. V. N. D. W. Van Ness, LL. M., J. D., B. A.,
de Southwark, Londres; ex-Fellow del Corpus Profesor ayudante invitado, Escuela Mercy de
Christi College, Oxford. Derecho de la Universidad de Detroit.
Lista de colaboradores 18

E. D. C. E. D. Cook, B. A., M. A., Ph. D., M. A., G. L. B. G. L. Bray, B. A., D. Litt., Profesor de
Director, Whitefield Institute; Fellow Estudios Anglicanos, Beeson Divinity School,
y Capellán, Green College, Oxford. Samford University, Birmingham, Alabama.
E. J. M. E. J. Muskus, B. Sc., Dip. Th., Tutor en G. O. S. G. O. Stone, M. A., M. A., P. G. C. E.,
Teología Contemporánea, Evangelical Theolo- Cert. TheoL, Rector de equipo, Bucknall Team
gical College of Wales, Bridgend, Mid Ministry, Stoke-on-Trent.
Glamorgan. G. R. C. G. R. Collins, B. A., M. A., Ph. D.,
E. M. B. G. E. M. B. Green, M. A., M. A., B. D., Director ejecutivo, American Association of
D. D., Asesor de Evangelismo para los Arzobis- Christian Counseling.
pos de Canterbury y York. G. S. G. Smith, Oficial investigador, unidad de
E. M. S. E. M. Smith, B. A., Administrador Pas- Aston Charities Community Involvement,
toral Senior, Caring for Life, Leeds. Newham.
E. R. M. E. R. Moberly, M. A., D. Phil., Director G. S. F. G. S. Forsier, M. A., Dip. Soc. Anth.,
de Educación y Terapia Psicosexuales, BCM Rector de Northenden, Manchester; Coordina-
International, Upper Darby, Pennsylvania. dor sindical del Grupo Editorial para los Estu-
F. C. Sir Frederick Catherwood, M. A., F. C. A., dios Éticos Grove.
Presidente de la Alianza Evangélica; ex-miem- G. S. T. G. S.Tomlin, M. A., M. Á., Tutor, Wycliffe
bro del Parlamento Europeo. Hall, Oxford; Capellán, Jesus College, Oxford.
F. L. F. Lyall, M. A., LL. B., LL. M., Ph. D., Decano G. W. G. G. W. Grogan, B. D., M. Th., Director
de la Facultad de Derecho, Universidad de Emérito, Glasgow Bible College.
Aberdeen. H. A. G. B. H. A. G. Blocher, B. D., D. D., Pro-
F. S. F. Schäfer, B. A., B. A., M. A., D. Phil., fesor de Teología Sistemática y Decano de la
pscólogo; oficial de Chief Human Resources, Faculté Libre de Théologie Evangélique, Vaux-
Oficina sudafricana de Correos. sur-Seine, Francia.
F. V. W. F. V. Waddieton, B. Sc., B. D., Decano H. C. H. H. C. Hendry, B. A., P. G. C. E., M. A.,
Académico, Bible College de Glasgow. Profesor de Consejería y Religiones del mundo,
F. W. B. F. W. Bridger, M. A., Dip. Th., Ph. D., Oak Hill Theological College, Londres.
Vicario de Woodthorpe, Nottingham; Profesor H. H. D. H. H. Davis, B.A., Ph. D., Profesor de
Asociado en St John’s College, Nottingham. Sociología, Universidad de Kent en Canterbury.
G. A. C. G. A. Colé, B. A., B. D., M. Th., Th. D., H. K. J. H. K. Jacobsen, B. A., M. A., Ph. D.,
Directorl del Ridley College, Universidad de Ministro, Northwest Covenant Church, Mt
Melbourne, Australia. Prospect, Illinois; Profesor adjunto, North Park
G. B. McG. G. B. McGuinness, B. Sc., M. Sc., College, Chicago.
G.M.E.C., Ministro Asociado, Christ Church, I. D. B. I. D. Bunting, M. A., M. Th., Director
Chilwell, con St Barnabas, Inham Nook, diocesano de Ordenandos, Diócesis de South-
Nottingham. weil, Nottingham.
G. C. M. G. C. Meilaender Jr, B. A., M. Div., Ph. I. H. M. I. H. Marshall, B. A., B. D., M. A., Ph.
D., Profesor de Religión, Oberlin College, D., Profesor de Exégesis del Nuevo Testamento,
Oberlin, Ohio. Universidad de Aberdeen.
G. D. G. Davies, M. B., B. S., F. R. C. Psych., M. I. R. D. I. R. Davis, Dip. Arch. R. I. B. A., F. R.
Phil., D. P. M., ex-psiquiatra consultor, King’s G. S., Ph. D., Director, Oxford Centre for Disaster
College Hospital y Maudsley Hospital, Londres. Studies.
G. D. S. G. D. Skinner, T. Cert., D. A. S. E. (R. I. R. W. I. R.WaIlace, M. Sc., M. Sc., Conferen-
E.), M. Phil., Profesor de Educación, Centre for ciante, Agricultural Extensión and Rural Deve-
Ethnic Studies in Education, Universidad de lopment Department, Universidad de Reading.
Manchester. J. A. H. F. J. A. H. Francis, B. Sc., M. A., C. Q.
G. H. T. G. H. Tweiftree, B. A., M. A., Ph. D., S. W., psicoterapeuta y escritor independiente.
Ministro de la iglesia Unitaria de Australia, J. A. M. J. A. Mathisen, M. A., Ph. D., Profesor
Adelaide. de Sociología, Wheaton College, Wheaton,
G. J. J. G. J. Jenkins, B. A., B. A., Coajutor de St Illinois.
Luke’s Church, West Norwood, Londres. J. A. R. J. A. Ross, B. A., B. A., M. Phil., Ministro
G. J. P. G. J. Pigott, B. D., M. Phil., Vicario de asociado, Trinity Baptist Church, Bexteyheath,
St Paul’s, Wilford Hill, West Bridgford, Kent; profesor visitante, Spurgeon’s College,
Nottingham. Londres.
G. J. W. G. J. Wenham, M. A., Ph. D., Prof. Senior J. A. T. J. A. Temple, B. Sc., Ph. D., A. E. P.,
de Estudios Religiosos, Cheltenham y Glouces- Director de gestión de grupos, Plessey Tellumat
ter College of Higher Education, Cheltenham. SA Ltd, South África.
G. K. S. G. K. Smith, LEng., M. LElect. E., M. J. A. V. J. A. Vale, M. D., F. R. C. P., F. F. O. M.,
LHosp. E., Doctorando, De Montfort University, F. A. A. C.T., Director, National Poisons
Leicester.
19 Lista de colaboradores

Information Service (Birmingham Centre), West J. N. D. A. Sir Norman Anderson, O. B. E., M.


Midlands Poisons Unit, Dudley Road Hospital, A., LL. D., D. D., F. B. A., Q. C., Profesor Emérito
Birmingham. de Derecho Oriental, Universidad de Londres;
J. B. G. J. B. Green, B. S., M. Th., Ph. D., Profesor ex-Director del Institute of Advanced Legal
asociado de Nuevo Testamento, American Bap- Studies.
tist Seminary of the West and Graduate Theo- J. N. H. J. N. Hall, B. A., M. Sc., Ph. D., F. B. Ps.
logical Union, Berkeley, California. S., Psicólogo consultor clínico y Profesor de Psi-
J. B. W. J. B. Webster, M. A., Ph. D., Profesor de cología Clínica, Wameford Hospital, Oxford.
Teología Sistemática, Wycliffe College, Universi- J. P. C. J. P. Chaplin, B. A., M. Phil., Ph. D., Tutor
dad de Toronto. de Ciencias Políticas, Plater College, Oxford.
J. C. D. J. C. Doggett, C. B. E., Barrister (Middie J. R. G. J. R. Guy, B. A., M. S. W., ex-Director
Temple); abogado; ex-procurador asistente, adjunto, Central Council for Education and
Inland Revenue. Training in Social Work, Londres.
J. D. H. J. D. Healey, H. N. C., LL. B., L. R. P. J. R. McG. J. R. McGrath, M. A., M. PhiL, Di-
S., Director de Marketing, Anthony Collins rector de Psicología clínica, Rivermead Reha-
Solicitors, Birmingham. bilitation Centre, Oxford.
J. D. M. J. D. Masón, B. A., Ph. D., Prof. de J. R. P. J. R. Peck, B. D., A. L. B. C., Ministro de
Economía, Gordon College, Wenham, Mas- la Earl Soham Baptist Church, Suffolk; Trabaja-
sachusetts. dor Senior de Proyectos, College House,
J. E. J. Evans, B. Sc., Ph. D., D. Sc., F. LC. For., Cambridge.
Jefe de investigación, Forestry Commission; Di- J. S. E. J. S. Escobar, B. A., M. A., Ph. D., Profesor
rector de TEAR Fund, Teddington, Middlesex. Thornley B. Wood de Misiones en el Eastern
J. E. H. J. E. Haré, B. A., Ph. D., Profesor, De- Baptist Theological Seminary, Philadelphia; Pro-
partmento de Filosofía, Calvin College, Grand fesor visitante, Orlando E. Costas School of
Rapids, Michigan. Missiology, Lima, Perú.
J. G. C. J. G. Child, B. A., B. D., M. Th., Ministro J. W. G. J. W. Gladwin, M. A., Dip. Theol., Rector
de Christ Church, La Lucia, Durban, South de Sheffield.
África. K. E. Y. K. E. Yandell, B. A., M. A., Ph. D., Pro-
J. G. McC. J. G. McConville, B. D., M. A., Ph. D., fesor de Filosofía y Estudios del Sur de Asia,
Profesor de Antiguo Testamento, Wycliffe Hall, Universidad de Wisconsin, Madison, Wisconsin.
Oxford. K. F. K. Ferdinando, B. A., M. A., Ph. D., Pro-
J. H. C. J. H. Court, B. A., Ph. D., F. B. Ps. S., fesor del Institut Supérieur Théologique de
C. Psychol. Dip. Clin. Hyp., Profesor de Psicolo- Bunia, Zaire.
gía y Director, Psychological Center, Graduate K. G. E. K. G. Elzinga, B. A., M. A., Ph. D.,
School of Psychology, Fuller Theological Semi- Profesor de Economía, Universidad de Virginia,
nary, Pasadena, California. Charlottesville, Virginia.
J. H. G. J. H. Gillespie, B. A., Ph. D., Dip. Th., L. B. K. L. B. Keeble, J. P., B. D., M.T h., Ministro,
Porfesor Senior de francés, Universidad de Hilihead Baptist Church, Glasgow; ex-Tutor y Dir.
Ulster. de Estudios Pastorales, Regent’s Park College.
J. H. O. J. H. Olthuis, B. A., B. D., Ph. D., Miem- L. E. A. G. L. E. A. Gladwin, M. A., C. Q. S. W.,
bro Senior de Teología Filosófica, Institute for consultor independiente de trabajo social; ex-
Christian Studies, Toronto; psicoterapeuta en Director de Trabajo Social, London Diocesan
consulta privada. Board of Social Responsibility.
J. H. S. J. H. Saühamer, Th. M., M. A., Ph. D., L. H. O. L. H. Osborn, B. D., M. Sc., Ph. D.,
Profesor asociado de Antiguo Testamento, Fellow de Templeton, Ridley Hall, Cambridge.
Trinity Evangelical Divinity School, Deerfield, L. M.-Y. C.-J. L. M.-Y. Cheung-Judge, B. Sc., M.
Illinois. A., Ph. D., Director de Formación en Calidad e
J. I. P. J. I. Packer, M. A., D. Phil., Sangwoo Igualdad y Servicios de Consultoría, Oxford.
Profesor Youtong Chee de Teología, Regent L. R. L. Ryken, B. A., Ph. D., Profesor de inglés,
College, Vancouver. Wheaton College, Wheaton, Illinois.
J. K. C. J. K. Cundy, M. A., procurador en con- M. A. B. M. A. Bourdeaux, B. D., M. A., Director,
sulta privada. Keston Instítute, Oxford.
J. M. S. J. M. Sentamu, B. A., LL. B., M. A., Ph. M. A. J. M. A. Jeeves, C. B. E., M. A., Ph. D., Hon.
D., Vicario de Holy Trinity y St Matthias, Tulse D. Sc., C. Psychol., F. B. Ps. S., F. R. S. E., Profesor
Hill, Londres. Investigador Honorario, Escuela de Psicología,
J. M. V. B. J. M. V. Blanshard, M. A., F. I. F. S. Univ. de St Andrews, St Andrews, Fife.
T., Profesor de Ciencia Alimentaria y Decano de M. A. N. M. A. Noli, B. A., M. A., Ph. D., Profesor
la Facultad de Ciencias Agrícolas y Alimentarias, McManis de Pensamiento Cristiano, Wheaton
Universidad de Nottingham. College, Wheaton, Illinois.
Lista de colaboradores 20

M. A. R. M. A. Reid, B. A., M. Div., Ph. D., M. T. N. M. T. Nelson, B. A., M. A., Ph. D.,
Profesor de Filosofía y presidente, Dept. de Filo- Profesor asociado de Filosofía, Hampden-
sofía, Gordon College, Wenham, Massachusetts. Sydney College, Hampden-Sydney, Virginia.
M. A. S. M. A. Swann, M. D., D. C. H., Oficial N. J. B. N. J. Biggar, B. A., M. A., Ph. D., Master
Senior clínico de Medicina, Belfast. en Estudios Cristianos, Capellán y Fellow, Oriel
McC. Profesor Lord McColl, M. S., F. R. C. S., College, Oxford; Profesor de Ética Cristiana,
F. A. C. S., F. R. C. S. E., Presidente, Departmento Wycliffe Hall, Oxford.
de Cirugía de las Escuelas Unidas Médica y N. J. S. N. J. Smith, B. A., B. D., D. Th., Profesor
Dental Schools de los hospitales St Thomas’ y en la Universidad de Sudáfrica; Pastor de una
Guy, Londres. iglesia holandesa reformada, para gente de color,
M. C. G. M. C. Griffiths, M. A., D. D., Ministro, en Pretoria, Sudáfrica.
International Fellowship of Evangelical Stu- N. L. G. N. L. Geisler, B. A., M. A., Th. B., Ph.
dents; ex-profesor de Estudios Misioneros, D., Decano, Southern Evangelical Seminary,
Regent College, Vancouver. Charlotte, Carolina del Norte.
M. C.-J. M. Chave-Jones, Dip. Soc. Sci., ex- N. M. de S. C. N. M. de S. Cameron, B. D., M.
psicoterapeuta en práctica privada, y fundador A., Ph. D., Decano asociado de Programas docto-
de Care and Counsel, Londres. rales académicos y presidente del Depto. del de
M. D. J. M. D. Jenkins, M. A., M. A., ex-Director Teología Sistemática, Trinity Evangelical Divi-
de Área Central, Prison Service, Reino Unido. nity School, Deerfield, Illinois.
M. E. A. M. E. Alsford, B. A., Ph. D., Profesor N. P. H. N. P. Harvey, M. A., S. T. L., escritor y
Senior de Teología, Universidad de Greenwich, conferenciante independiente sobre teología
Londres. moral; ex-profesor de Ética Cristiana en el
M. F. G. M. F. Goldsmith, M. A., Profesor y Queen’s College, Birmingham, y Profesor de
Representante Internacional, All Nations Chris- Teología Moral en la abadía de Downside.
tian College, Ware, Hertfordshire. N. P. W. N. P. Wolterstorff, Ph. D., Profesor Noah
M. G. B. M. G. Barker, M. B., Ch. B., F. R. C. P. Porter de Teología Filosófica, Universidad de
Ed., F. R. C. Psych., D. P. M., Psiquiatra consultor Yale, New Haven, Connecticut.
y director de Medicina, Heath House Priory O. M. T. O’D. O. M. T. O’Donovan, M. A., D.
Hospital, Bristol. Phil., Profesor Regius de Teología Moral y Pas-
M. G. G. S. M. G. G. Schiuter, B. A., Ph. D., toral, Universidad de Oxford; Canónigo de
Director del Jubilee Centre y la Keep Sunday Christ Church, Oxford.
Special Campaign, Cambridge. O. R. B. O. R. Barclay, M. A., Ph. D., ex-Secretario
M. J. B. M. J. BarteLB. A., M. Div., Ph. D. candi- General de las Universidades y colegios univer-
dato al Princeton Theological Seminary, Prince- sitarios de Christian Fellowship, Leicester.
ton, New Jersey. P. A. H. P. A. Hicks, B. D., M. A., Ph. D., Profesor
M. J. D. M. J. Dowling, B. A., B. D., M. Th., Ph. y Director de Ministerio, London Bible College.
D., Tutor de Historia Eclesial y Teología Histó- P. A. M. P. A. Marshall, B. Sc., M. Sc., M. A., M.
rica, Irish Baptist College, Belfast. Phil., Ph. D., Fellow Senior en Teoría Política,
M. J. E. M. J. Evans, B. Ed., B. A., M. Phil., Institute for Christian Studies, Toronto, Ontario.
Profesor de Estudios sobre el Antiguo Testamen- P. A. Mi. P. A. Mickey, B. A., B. D., Ph. D., ex-
to, London Bible College. Profesor asociado de Teología Pastoral, Duke
M. J. H. A. M. J. H. Allison, M. A., Miembro del University Divinity School, Durham, North
Parlamento y Comisionado de Second Church Carolina.
Estates, Londres. P. D. H. P. D. Hill, B. A., Ministro de la
M. J. M. M. J. Moss, S. R. N., C. Q. S. W., Director, Pantygwydr Baptist Church, Swansea; Capellán
Residential Care Services for Oider People, So- bautista del Swansea University College.
cial Services Department, London Borough of P. D. McK. P. D. McKenzie, LL. M., B. D., Pro-
Richmond-upon-Thames. curador y Presidente de la New Zealand
M. J. N.-A. M. J. Nazir-Ali, M. Litt., Ph. D., Securities Commission.
Obispo de Rochester; ex-Secretario General, P. D. W. P. D. Woodbridge, B. A., Ph. D., Tutor
Church Missionary Society, Londres. de Estudios Bíblicos, Oak Hill Theological
M. K. B. M. K. Batchelor, B. A., escritor autónomo. College, Londres.
M. M. M. Moynagh, M. A., Ph. D., Rector de P. E. H. P. E. Hodgson. M. A., D. Sc., Ph. D., A.
equipo, Wicton, Taunton, Somerset. R. C. S., D. I. C., C. Phys., F. Inst. P., Fellow in-
M. P. C. M. P. Cosgrove, M. S., Ph. D., Prof. de vest. Senior, Corpus Christi College, Oxford; Di-
Psicología, Taylor University, Upland, Indiana. rector del Grupo Teórico de Física Nuclear,
M. S. L. M. S. Langley, B. D., M. A., Ph. D., H. Depto. de Física, Universidad de Oxford.
Dip. Ed., F. R. A. L, Director de Formación, Dió- P. F. S. P. F. Sims, M. B., B. Ch., F. R. C. S., M.
cesis de Carlisle, y Director del Carlisle Diocesan R. C. O. G., obstetra y ginecólogo consultor, Hex-
Training Institute. ham General Hospital, Northumberland.
21 Lista de colaboradores

P. H. P. Helm, M. A., Profesor de Historia y R. E. P. R. E. Parker, B. A., M. Th., Director


Filosofía de la Religión, King’s College, Londres. adjunto, Acorn Christian Healing Trust, Bordon,
P. H. de V. P. H. deVries,B. A., M. A., Ph. D., Hampshire.
Sillón de Ética, King’s College, Nueva York; R. F. R. Fowke, M. B., B. Ch., M. R. C. Psych.,
Presidente del Intemational Research Institute D. P. M., D. P. A., Psiquiatra consultor.
on Values Changes. R. F. H. R. F. Hurding, M. A., M. B. B. Chir., D.
P. H. L. P. H. Lewis, Pastor Sénior, Cornerstone R. C. O. G., consejero, psicoterapeuta, médico
Evangelical Church, Nottingham. jubilado; conferenciante visitante sobre Estudios
P. J. C. P. J. Clarke, B. A., Capellán Sénior en el Pastorales, Trinity College, Bristol.
Mildmay Mission Hospital (Hospicio para enfer- R. G. C. R. G. Clouse, B. A., B. D., M. A., Ph. D.,
mos de SIDA), Londres. Profesor de Historia, Indiana State University,
P. J. H. A. P. J. H. Adam. B. D., M. Th., Ph. D., Terre Haute, Indiana; Ministro de la First
Vicario de St Jude’s, Carlton, Melbourne, Aus- Brethren Church, Clay City, Indiana.
tralia. R. G. T. R. G. Twycross, M. A., D. M., F. R. C.
P. M. C. P. M. Clifford, B. A., B. D., D. Phil., P., Conferenciante clínico Macmillan de Medici-
Profesor, Magdalen College, Oxford. na Paliativa, Universidad de Oxford.
P. M. F. P. M. Fackler, A. B., M. A., M. A., Ph. R. J. B. R. J. Bauckham, M. A., Ph. D., Profesor
D., Profesor asociado y presidente, Departmento de Estudios sobre el Nuevo Testamento, Univer-
de Comunicaciones, Wheaton College, sidad de St Andrews, Fife.
Wheaton, Illinois. R. J. Sh. R. J. Sheehan, B.D., Ministro, Welwyn
P. N. H. P. N. Hillyer, B. D., Ph. D., autor y editor Evangelical Church, Welwyn, Hertfordshire.
teológico independiente; ex-profesor de Teolo- R. J. Si. R. J. Sider, B. D., M. A., Ph. D., Presidente
gía, Bishop’s College, Calcuta. de Evangelicals for Social Action, EE.UU.; Prof.
P. N. P. P. N. Palmer, D. Comm., Profesor en el de Teología y Cultura, Eastern Baptist Theolo-
Departamento de Administración de empresas, gical Seminary, Philadelphia, Pennsylvania.
Universidad de Sudáfrica, Pretoria. R. J. So. R. J. Song, B. A., M. A., D. Phil., Tutor
P. T. P. Toon, M. A., B. D., M. Th., D. Phil., de Ética, St John’s College, Durham.
Profesor de Teología, Philadelphia Theological R. J. T. R. J. Toyn, LL.B., Juez del Tribunal Supe-
Seminary. rior (jubilado).
P. W. T. P. W. Timms, M. R. C. Psych., Profesor R. J. W. R. J. Whiteley, B. A., M. A., estudiante de
Senior de Psiquiatría Comunitaria, Escuelas Teología, Ridley College, Melbourne, Australia.
Médicas y Odontológicas Unidas de los hospi- R. K. McC. R. K. McCloughry, B. Sc., M. Sc.,
tales St Thomas y Guy, Londres. Director de la Kingdom Trust, Nottingham; Pro-
R. A. B., R. A. Burridge, M. A., Ph. D., Decano fesor de Ética Social en St John’s College,
de King’s College, Londres. Nottingham.
R. A. Hig. R. A. Higginson, M. A., Dip. Th., Cert. R. L. P. R. L. Purtill, B. A., M. A., Ph. D., Profesor
Ed., Ph. D., Profesor de Ética Cristiana y Direc- de Filosofía, Western Washington University,
tor de la fundación Ridley Hall Foundation, Bellingham, Washington.
Ridley Hall, Cambridge. R. L. S. R. L. Sturch, M. A., D. Phil., Rector de
R. A. Hin. R. A. Hiñes, B. Sc., M. Th., Ph. D., Islip, Oxfordshire.
Profesor de Adoración Cristiana, Oak Hill Theo- R. M. H. R. M. Hanson, B. A., M. Phil., ex-
logical College, Londres; Vicedirector, North Investigador Honorario y Fellow, Departmento
Thames Ministerial Training Course, Londres. de Psiquiatría, University de Leeds.
R. A. R. R. A. Russell, B. A., M. A., M. A., M. R. P. L. R. P. Loy, A. B., M. A., Profesor de
Ed., P. G. C. E., Dip. H. E. Theol., Vicario de Ciencias Políticas, Taylor University, Upland, In-
Widcombe, Bath; Director de la Unidad de Estu- diana.
dios Cristianos, Widcombe, Bath. R. P. M. El difunto R. P. Moss, B. Sc., Ph. D., Dip.
R. C. B. R. C. Baldwin, B. Sc., B. M., M. R. C. en Ciencias de la Tierra, últimamente Profesor
P., M. R. C. Psych., Consultor de Psiquiatría para investigadoe en Ecología Humana, University
la Tercera Edad, Manchester Royal Infirmary. de Salford.
R. C. C. R. C. Chewning, B. S., M. B. A., Ph. D., R. S. A. R. S. Anderson, B. S., B. D., Ph. D.,
Profesor Chavanne de Ética Cristiana en los Profesor de Teología y Ministerio, Fuller
Negocios, Baylor University, Waco, Texas. Theological Seminary, Pasadena, California.
R. C. M. R. C. Macaulay, B. D., M.A., miembro R. T. F. R. T. Forster, M. A., Líder, Ichthus
de la L’Abri Fellowship. Christian Fellowship, Forest Hill, Londres.
R. C. R. R. C. Roberts, B. A., B. D., M. A., Ph. R. V. R. Vincent, B. Sc., M. D., F. R. C. P., A. K.
D., Profesor de Filosofía y Estudios Psicológicos, C., F. E. S. C., Cardiólogo consultor, Royal Sus-
Wheaton College, Wheaton, Illinois. sex County Hospital, Brighton, East Sussex;
R. E. N. O. R. E. N. Oake, LL. B., Jefe de policía, Profesor de Medicina, Universidad de Sussex,
Isle of Man Constability. Brighton.
Lista de colaboradores 22

R. W. G. R. W. Green, B. A., Miembro del equipo T. E. E. G. T. E. E. Goodacre, B. Sc., M. B. B. S.,


Springboard Team (la Iniciativa Arzobispal para F. R. C. S., Consultor de cirugía plástica y
la Década del Evangelismo). reconstructiva; Radcliffe Infirmary, Oxford.
R. W. H. R. W. Heinze, B. S., M. A., Ph. D., T. J. Ch. T. J. Chester, B. D., Oficial de Asuntos
Decano de colegio universitario, Oak Hill Theo- Públicos, TEAR Fund, Teddington, Middlesex.
logical College, Londres. T. J. Co. T. J. Cooling, B. A., Dip. Th., M. A., Ph.
S. D. S. Dex, B. A., M. Sc., Ph. D., secundado por D., Oficial de proyectos, Association of Christian
la Universidad de Keele para el Profesorado in- Teachers, Nottingham.
vestigador en la Universidad de Essex, ESRC T. O. K. T. O. Kay, A. B., M. A., Ph. D., Profesor
Centre for Micro-Social Change asociado de Historia, y Coordinador de los Es-
S. E. Al. S. E. Alsford, B. A., Ph. D., Profesor tudios interdisciplinarios y generales, Wheaton
Sénior de Teología, Universidad de Greenwich, College, Wheaton, Illinois.
Londres. T. O. W. T. O. Walker, M. A., Arcediano de
S. E. At. S. E. Atkinson, B. Sc., A. K. C., Profe- Nottingham.
sor de escuela primaria y conferenciante sobre T. R. A. T. R. Albin, B. A., M. A., Instructor de
educación. Formación Espiritual Cristiana, Universidad de
S. L. J. S. L. Jones, B. A., M. A., Ph. D., Profesor Dubuque Theological Seminary, Dubuque,
y presidente, Departmento de Psicología, Iowa.
Wheaton College, Wheaton, Illinois. V. G. V. Griffiths, B. A., M. A., P. G. C. E., ex-
S. M. S. Motyer, M. A., M. Litt., Ph. D., Profesor, profesor temporero, Regent College, Vancouver.
London Bible College. V. K. S. V. K. Samuel, B. Sc. B. D., M. Litt., D. D.,
S. N. W. S. N. Williams, M. A., Ph. D., ex- Director ejecutivo, International Fellowship of
Profesor de Teología, United Theological College, Evangelical Mission Theologians, Oxford.
Aberystwyth, Dyfed. V. M. S. V. M. Sinton, M. A. Cert. Ed. Dip. H. E.
S. S. H. S. S. Harakas, B. A. Th., B. D., Th. D., Theol., Director de Estudios
Arzobispo Iakovos Profesor de Teología Orto- Pastorales, Wycliffe Hall, Oxford.
doxa, Holy Cross Greek Orthodox School of W. A. S. W. A. Strange, B. A., B. A. D. Phil.,
Theology, Brookline, Massachusetts. Vicario de Llandeilo Fawr, Dyfed.
S. W. S. Webley, M. A., Director, British-North W. F. S. W. F. Storrar, M. A., B. D., Ph. D., Profe-
American Research Association, Londres. sor de Teología Práctica, Departamento de Teo-
T. A. D. T. A. Dearborn, B. A., M. T. S., Th. M., logía y Estudios Religiosos, Universidad de
Ph. D., Director Ejecutivo de la Seattle Associa- Aberdeen.
tion for Theological Education y Profesor adjun- W. J. D. W. J. Dumbrell, B. A., M. A., B. D., M.
to de Teología Práctica, Fuller Seminary, Pasa- Th., Th. D., Director de estudios de posgrado,
dena, California, y Regent College, Vancouver. Moore Theological College, Newtown, New
T. D. T. Dean, Productor Sénior, Programas Re- South Wales.
ligiosos, BBC World Service; ex-Editor, Third W. R. W. Riggans, B. D., M. A., Ph. D., Director
Way. general, Church’s Ministry Among the Jews, St
T. D. K. T. D. Kennedy, B. A., Ph. D., Profesor Albans.
asociado de Filosofía, Valparaíso University, Z. G. L. Z. G. Lindblade, B. A., M. A., Ph. D.,
Valparaíso, Indiana. Profesor de Sociología, Wheaton College,
T. E. C. H. Sir Timothy Hoare, M. A., M. A., Wheaton, Illinois.
Director, Career Plan Ltd, Londres.
23

PRIMERA PARTE
24
25

1
Dios
L a teología moral cristiana (véase El
razonamiento moral cristiano 18 ) y la
teología pastoral (véase Teología práctica y
maestros reformadores prosiguieron con
esta integración de doctrina y moral, como
vemos en el relato que hizo Juan Calvino*
pastoral 7 ) están decisivamente conforma- de los actos cristianos durante el curso de
das por las convicciones cristianas acerca de su exposición acerca de la obra santifica-
la naturaleza de Dios. El determinante fun- dora de Cristo y del Espíritu. La escolástica
damental de nuestra comprensión de los protestante del siglo XVII actuó de un modo
actos cristianos (morales y pastorales) es, y ligeramente distinto: la tendencia fue dejar
debe ser, el evangelio de Dios, proclamado a un lado la visión más amplia del relato
y encarnado en Jesucristo*. El llamamiento bíblico acerca de la relación entre Dios y los
del evangelio se transmite por medio de hombres, favoreciendo en su lugar la com-
una comunidad de agentes influidos por su prensión formal de la revelación divina co-
confesión del don redentor que hizo Dios mo una serie de proposiciones doctrinales
de sí mismo mediante la vida, muerte y o morales; partiendo de éstas se deducen
resurrección* de Jesús, y de la presencia de recomendaciones aplicables a los actos hu-
éste en el Espíritu Santo*. La teología moral manos mediante un método casuístico*
y la pastoral reflexionan sobre los hechos de derivado en gran parte de la lógica aristo-
la comunidad de propagadores del evange- télica (que disfrutó de una renovada popu-
lio, a la luz de su origen y conjunto de dog- laridad en las academias protestantes euro-
mas cuya fuente última es Dios. peas). Así, el teólogo de Basilea Wollebius
(1586-1629), en el Libro II de su Compendium
1. Consideraciones históricas Theologiae Christianae (trad. En W. Beards-
La teología cristiana tradicional está de lee, ed., Reformed Dogmatics, Oxford y Nue-
acuerdo con la definición introductoria, en va York, 1965), esboza la teología moral y
el sentido de que, por lo general, no trata pastoral exponiendo el Decálogo* (interpre-
las cuestiones morales o pastorales sin tener tado como «preceptos») de tal modo que
en cuenta su exposición del contenido doc- considera a Dios «el legislador celestial»
trinal del cristianismo. Tales cuestiones sólo (II.xi.1). Esto va unido a un concepto de la
se abordan desde un punto de vista relati- práctica pastoral como aplicación extendida
vamente independiente en obras de exhor- de los principios propios de la conducta
tación ética (a menudo dentro de un contex- cristiana, derivados, por deducción lógica,
to catequístico, bien cuando se tratan pun- del texto bíblico. Si bien este método cons-
tos en debate (como la conveniencia de tituyó a menudo una manera de articular
que los cristianos asistieran a los Juegos buena parte de la sabiduría bíblica y prác-
Griegos en la antigüedad o formen parte del tica (especialmente en escritores ingleses
ejército en nuestra época), o bien en obras como Richard Baxter* o John Owen (1616-
polémicas escritas para rebatir a paganos o 1683), su formalismo amenazaba con redu-
herejes, en las cuales suelen tener promi- cir las dimensiones trinitaria y cristológica
nencia las cuestiones éticas. De forma simi- de la enseñanza cristiana acerca de Dios a
lar, la teología escolástica considera que los un mero esquema dogmático abstracto.
puntos éticos y prácticos forman parte inte- Es debatible el hecho de que esta inter-
gral de sus Summae o Sentencias (si bien en pretación de la relación entre Dios y los ac-
el período escolástico abundaron los co- tos humanos, como la que existe entre pre-
mentarios de la Ética de Aristóteles*). Los cepto y obediencia, preparase el camino
1 Dios 26

para la afirmación que hizo Immanuel esencial de la exposición de la doctrina cris-


Kant*, quien sostenía que un buen acto tiana. El fundamento dogmático sobre el
moral nunca puede observar una ley exte- que trabaja Barth en este proyecto es su
rior a sí mismo (p.ej., un mandato divino), forma de comprender el pacto*, según el
dado que el yo moral es esencialmente cual Dios elige ser Dios desde toda la eter-
autónomo. Para Kant, hablar de la ley o la nidad, manteniendo con la humanidad una
gracia divina, etc., corrompe nuestro senti- relación de agencia recíproca, en la que la
do de nosotros mismos como agentes mo- acción de la gracia divina* provoca la con-
rales, cuya libertad de determinismos exter- siguiente gratitud del ser humano. Am-
nos es esencial para la atribución de la res- pliando los conceptos de Barth (y, en algu-
ponsabilidad. La crítica inmensamente sutil nos casos, criticando su aparentemente in-
que hizo Kant de la «heteronomia» divina adecuada psicología moral), hay quien pro-
ha conformado en gran medida el debate y pone un análisis de los actos humanos en
la crítica sobre la teología moral cristiana en términos de las convicciones que tiene el
la Era Moderna. Podemos percibir esto en agente sobre Dios y el mundo, sobre todo
la crítica persistente del potencial que tiene cuando éstas se encuentran imbricadas en
el concepto de obedecer* la voluntad de narraciones que conforman la identidad del
Dios, alienador a nivel político y psicológi- agente moral (véanse las obras de Stanley
co, tal y como se manifiesta en el ateísmo- Hauerwas en la Bibliografía). Siguiendo un
protesta de Ludwig Feuerbach (1084-1172), rumbo bastante diferente, otros (como T.
Karl Marx*, Friedrich Nietzsche* y Sig- Rendtorff, en Ethics 1, ET, Philadelphia,
mund Freud*. Siguiendo una vena ligera- 1986, y J. Gustafson) continúan sosteniendo
mente distinta, los éticos analíticos de me- la independencia de la ética respecto al dog-
diados del siglo XX argumentaron, podero- ma, y encuadrando la teología moral cristia-
samente, a favor de la independencia de la na con las ciencias humanísticas y sociales,
moral respecto a los compromisos religio- como elemento contributivo de su análisis
sos (véase la colección representativa de particular de la realidad humana. Esos di-
esta postura en Ian Ramsey, ed., Christian versos enfoques del contenido teológico de
Ethics and Contemporary Philosophy, Londres, la teología moral y pastoral reflejan, a me-
1966). En nuestro siglo, y dentro de la teo- nudo, la relación única que tiene el cristia-
logía pastoral, podemos detectar un desa- nismo con su entorno cultural. Los que ven
rrollo paralelo en la marcada preferencia una correlación significativa entre la fe y su
(sobre todo en el protestantismo norteame- contexto enfatizan la necesidad de integrar
ricano) por el análisis científico social, antes los conocimientos seculares y la doctrina
que teológico, de la situación pastoral, y el cristiana; otros, que no desean renunciar a
gusto por los modelos clínicos y terapéuti- un contenido teológico importante, tienden
cos de la asistencia pastoral (véase El cuida- a oponerse a las tendencias o modelos de
do pastoral, consejería y psicoterapia 12 ), conocimiento culturales, que más prevale-
relegando a menudo el contenido teológico cen hoy día, basándose en el hecho de que
de la actividad pastoral a ulteriores «re- la fe cristiana en Dios propone una visión
flexiones teológicas». de la realidad radicalmente distinta.
Sin embargo, algunas obras más recien-
tes que abordan el tema de la teología moral 2. La doctrina cristiana sobre Dios
y pastoral, muestran un considerable inte- a. Padre, Hijo y Espíritu. La doctrina
rés por la reintegración de tales disciplinas cristiana acerca de Dios es la doctrina de la
a la doctrina cristiana, en especial a la doc- Trinidad. Este punto queda a menudo en-
trina de Dios. Un ejemplo importante de sombrecido por el análisis que se hace de
esto es la obra de Karl Barth*, cuya monu- cuestiones acerca de «Dios» (como p.ej. las
mental Church Dogmatics constituye el in- pruebas de su existencia) aislado de cues-
tento más significativo, desde la Reforma, tiones relativas a la Trinidad; este proceso
de convertir la ética en un componente da pie a que la doctrina trinitaria quede re-
27 Dios 1

ducida a una versión particular de ideas no conlleva ineluctablemente una identifi-


teístas más amplias, lo cual impide conside- cación de «Dios» y «Jesús» hasta el punto de
rar la enseñanza trinitaria como la forma que ambos términos resulten intercambia-
distintivamente cristiana de conceptuar a bles (aunque algunos pasajes de escritores
Dios. Aunque en ocasiones se considera antiguos como Ignacio de Antioquía, c. 35–
fruto de especulaciones metafísicas inco- c. 107, se acercaron bastante a esto). Según
rrectas, es mejor entender la doctrina de la el pensamiento patrístico desarrollado, la
Trinidad como el intento de reconstruir la doctrina de Dios incorpora asertos sobre la
imagen de Dios como creador, redentor y distinción, dentro de la Trinidad, entre Pa-
perfeccionador de todas las cosas, sobre la dre e Hijo. Esta distinción está relacionada
base del don que Dios hizo de sí mismo en con otra ulterior: la existente, dentro de la
la persona de Jesucristo. La doctrina de la teología de la encarnación, entre la huma-
Trinidad condensa el relato escritural de los nidad y la divinidad de Cristo. Esta segun-
actos y el ser de Dios, así como la experien- da distinción enraíza al hombre Jesús en el
cia eclesial de la salvación (véase El pecado ser de Dios, mientras, al mismo tiempo,
y la salvación 5 ), proveyendo un análisis evita la adscripción literal e injustificable de
sobre la identidad divina como sujeto y la historia de Jesús a Dios, y afirma las dos
agente de tales actos. «naturalezas» presentes en el «personaje» o
Las Escrituras no manifiestan una doc- sujeto histórico, Jesús de Nazaret. La dife-
trina trinitaria explícita, si bien existen fór- renciación entre Padre e Hijo se caracteriza-
mulas y líneas argumentales (sobre todo en ba por la extraña idea del «engendramien-
las epístolas de Juan en el NT) de las que to» o «generación» del Hijo por parte del
puede derivarse el concepto central de esta Padre. Este término identifica al Padre co-
doctrina. Las categorías trinitarias son una mo el origen absoluto o el propósito funda-
implicación de la confesión cristiana prima- cional, que cumple su voluntad eterna en
ria que dice que Jesús, como ser humano relación al Hijo, quien es distinto y deri-
contingente, es Señor; es decir, que es quien vativo del Padre, pero (en contra de lo que
encarna la presencia universal y la eficien- decía Arrio, c. 250–c. 336), en ningún senti-
cia del designio salvífico de Dios. La con- do posterior o subordinado a Él. Tras estas
fesión del señorío de Cristo le atribuye una distinciones subyace la intención principal
importancia más allá de lo provisional, par- y soteriológica de retener la divinidad de
cial o local: como Señor, constituye el marco Cristo como agente de la salvación, sin
de referencia más amplio posible, dentro menoscabar la libertad o globalidad del ser
del cual se conocen y juzgan todas las cosas. divino. El lenguaje trinitario consigue este
Su persona y su obra, especialmente su objetivo considerando la relación entre Je-
muerte y resurrección, reordenan la rela- sús y el Padre como la encarnación de una
ción entre la creación* global y Dios, de un «relación» intrínseca que se da dentro del
modo tan radical y enteramente eficiente propio ser de Dios.
que sólo se le puede atribuir un carácter La doctrina se ve completada por las
divino. De aquí que Jesús ocupe el lugar afirmaciones sobre la divinidad del Espíri-
absoluto, o sea, no relativo, que característi- tu, que radican en la comprensión del poder
camente ocupa Dios, siendo objeto, en el NT radicalmente creativo de Cristo presente
y demás lugares, de unas expresiones ver- como Espíritu en la experiencia cristiana
bales que están reservadas en exclusiva de la regeneración. Dado que el Espíritu es
para Dios. quien efectúa la unión con Cristo, así como
Esta confesión nos lleva claramente a la adopción de la iglesia en la vida divina,
una reconstrucción del concepto de Dios, el ser y la mediación del Espíritu son tam-
dado que se pone un gran énfasis en el len- bién divinos. Según la tradición occidental,
guaje usado y en los conceptos transmiti- esta tercera distinción trinitaria ha gozado
dos, mediante esta relación de lo trascen- de unos cimientos menos sólidos (en parte
dente (Dios) con lo contingente (Jesús). Esto debido al inmenso énfasis depositado sobre
1 Dios 28

la cristología, y en parte a la interpretación consuma. Por último, como la esfera en la


que hizo Agustín* de las «personas» de la que opera el Espíritu, la creación (y, sobre
Trinidad como «relaciones sustanciales», un todo, la iglesia* como nueva creación) se
concepto que enfatizaba la unión antes que considerarán una realidad en proceso de
la diferenciación). En Oriente se ha dado transformación, por medio de su reorien-
una teología del Espíritu, más ricamente tación hacia los propósitos de Dios, quien
desarrollada, que ha fomentado una com- las capacitará para servirle de una forma
prensión más pluralista de la Trinidad. renovada.
Por consiguiente, la idea fundamental b. Los atributos de Dios. El léxico rela-
de la doctrina trinitaria sostiene que el sig- tivo a los atributos de Dios intenta carac-
nificado cristiano del término «Dios» queda terizarle como ese ser particular que se ma-
establecido en la historia de Jesucristo, en- nifiesta a sí mismo. El sujeto de tales
tendido como la encarnación de la voluntad atributos (Dios) define los predicados, y es
salvadora de Dios, su actividad y su ser, y necesario estar siempre alerta para evitar
presente y activa en el Espíritu. Definido de que influyan en este concepto los remanen-
tal guisa, Dios no es un único ser no dife- tes extraídos de contextos humanos. Los
renciado, sino intrínsicamente relacional; la atributos divinos han sido clasificados de
unidad esencial de Dios consiste en la «re- muchas maneras distintas, cada una de las
lación» de las «personas» del Padre, Hijo y cuales tiene un mayor o menor grado de
Espíritu (no hay que pasar por alto la fuerza complejidad. La mayoría de ellas funcionan
metafórica de «relación» y «persona»). En basándose en una distinción esencial entre
un sentido crucial, esta relación intratri- aquellos atributos que manifiestan la liber-
nitaria es el fundamento de la relación que tad absoluta de Dios y aquellos otros que
existe entre Dios como creador, redentor y expresan el amor incondicional divino.
perfeccionador, con todo lo que existe fuera Como ser libre, Dios es la fuente perfecta de
de él. De aquí que el lenguaje trinitario su propio ser, poseyendo aseidad (lit. «de sí
interprete los actos de Dios respecto a su mismo»), no sometido a determinación al-
creación como una expresión de su propio guna de cualquier realidad fuera de sí mis-
ser, y no tanto como actos externos realiza- mo (de aquí que sea «impasible»); a la hora
dos mediante agentes intermediarios. de conformar sus intenciones y actos,
La doctrina de la Trinidad es, por tanto, irresolubles en cualquier estadio anterior,
un elemento esencial para la reflexión cris- Dios está gobernado únicamente por su
tiana sobre la ética y la práctica pastoral. propia voluntad. En este sentido, la relación
Como plasmación de la identidad divina, la entre Dios y la creación es una de gracia, tan
doctrina de la Trinidad también establece sólo el fruto del modo en que él dispone de
las pautas fundamentales para el punto de sí mismo, una relación en la cual retiene sus
vista cristiano sobre el mundo tal y como es, absolutas majestad, soberanía, gloria y san-
y sobre la manera en que los agentes huma- tidad. Dada su libertad, Dios trasciende las
nos deben comportarse en él. Tanto el cam- condiciones existenciales de los seres crea-
po moral como el agente moral deben cons- dos, tales como el tiempo, el espacio y la
truirse a partir de la manifestación que Dios contingencia; de este modo, Dios es eterno,
hace de sí mismo como creador, redentor y inmutable, omnipresente y omnipotente.
santificador. Así, desde un punto de vista Sin embargo, esta trascendencia no implica
trinitario, el mundo se considera algo crea- que Dios esté aislado de toda contingencia
do por, relacionado con, e incondicional- o sea incapaz de asumir libremente tales
mente deudor a Dios Padre, persona de la condiciones cuando el Verbo se hace carne.
cual se deriva el orden ético y funcional del Por encima de todo, la libertad de Dios no
mundo. Más adelante, se verá el mundo se puede concebir como una ausencia total
como inmerso en y transfigurado por la ac- de limitaciones, sino más bien como la liber-
tividad redentora del Hijo, en quien el pro- tad en la que como Padre, Hijo y Espíritu,
pósito original de la creación se renueva y elige, crea, sustenta, redime y santifica a su
29 Dios 1

creación. La libertad divina es una libertad te, creer en Dios, si bien constituye una re-
para amar; su soberanía es su invicto domi- ferencia primaria y objetiva a la realidad
nio a favor de su creación; su santidad es su trascendente de su Persona, también inclu-
poder para santificar; su justicia es el acto ye ciertos aspectos que tienen que ver con
mediante el cual defiende su causa (y, por el ser humano como tal y que le son intrín-
ende, la de sus criaturas) frente al caos del secos: describe el mundo en el que actúan
pecado; su gloria se manifiesta en el modo los agentes cristianos, prescribe las pautas
en que la comparte con la humanidad; su morales y fomenta o prohíbe determinadas
unidad como Dios trino queda explícita en prácticas, hábitos y estructuras de delibera-
su establecimiento de la comunión consigo ción y acción (veáse D. D. Evans, The Logic
mismo, mediante la creación y elección de of Self-Involvement, Londres, 1963). El con-
la humanidad según una fórmula pactual. cepto de la relación que hay entre la creen-
Así, los atributos de Dios no describen una cia en Dios y la acción moral debe trascen-
realidad divina anterior a la manifestación der el modelo formal precepto-obediencia,
salvífica que Dios hizo de sí mismo, sino definiendo las conexiones entre la estructu-
que apuntan a sus actos voluntarios en la ra dogmática, la comprensión de uno mis-
creación y el pacto sellado mediante Cristo mo y la práctica.
Jesús, como elementos esenciales de su ser. b. El campo de acción. La doctrina cris-
tiana de Dios se traduce en una compren-
3. Dios, sión particular de la realidad. Esta com-
la ética y la teología pastoral prensión no es meramente «teísta» en un
a. Dios, el credo y la acción. Un elemen- sentido genérico, sino más bien una forma
to fundamental de la convicción cristiana de entender la realidad como la esfera de la
acerca de la realidad es el aserto de que acción creadora y redentora de Dios. Sobre
«Dios existe». En consecuencia, cualquier todo, la forma que tiene el cristianismo de
proposición sobre los actos cristianos mora- entender la realidad queda especificada en
les y pastorales ha de serlo, al mismo tiem- la resurrección de Jesús de entre los muer-
po, de Dios y de sus obras: la teología moral tos, como anticipo de la recreación de todas
y la pastoral son modos dentro de la doc- las cosas. Su resurrección, y la participación
trina de Dios. No podemos aislar la agenda que, por medio de la gracia, tiene en ella el
cristiana, sin que ésta no se vea perjudicada, pueblo de Dios mediante el poder del Espí-
de la credenda cristiana relativa al carácter y ritu, constituyen la «nueva creación» que es
los propósitos de Dios. De este modo, la determinante de la propia naturaleza de la
reflexión sobre la obra cristiana se funda- creación. Basándonos en la resurrección de
menta en el credo básico de la comunidad Jesús, podemos considerar que la creación
cristiana. Esta estructura dogmática se se halla en un proceso de transformación,
manifiesta a través de una serie de activida- cuyo objetivo es la perfección gloriosa (Ro.
des, propias de un credo, cúlticas y prácti- 8:19-23). La «novedad» de esta creación im-
cas, pero, sobre todo, en la Escritura, que plica que su transfiguración escatológica no
proporciona la base normativa y crítica de es la plasmación de posibilidades latentes,
la identidad cristiana, tal y como la confor- sino una alteración completa de la creación,
ma la actividad creadora y redentora del de tal modo que pueda alcanzar su consu-
Dios trino. Las creencias cristianas, expresa- mación al convertirse en lo que Dios pro-
das de tal modo, hacen que los creyentes yecta que sea.
cristianos adopten cierto modo de entender Este proceso escatológico constituye el
el mundo y a sí mismos. Este credo carac- orden de la realidad como creación. El orden
teriza el campo dentro del cual tienen lugar de la creación no viene determinado, pri-
las prácticas morales y pastorales, y al mis- mariamente, por referencia a su orden pri-
mo tiempo a los agentes dentro de ese cam- migenio «en el principio», sino por su re-
po, sobre todo en referencia a las conviccio- dención a través de Cristo, en quien se
nes básicas acerca de Dios. Por consiguien- cumple su verdadero propósito. Así, el or-
1 Dios 30

den moral de la creación (su sentido u or- tiempo, la dota de una forma específica. La
denación como esfera de la actividad huma- acción cristiana está limitada en el sentido
na) es un proyecto consumado de Dios, y de que el triunfo del nuevo orden de Dios
constituye su regalo. Esto quiere decir, en no necesita de la actividad humana para
primer lugar, que existe un orden moral: la completarse, activarse o ponerse por obra,
realidad no es un mero proceso aleatorio. dado que ya está asegurado en Cristo y es
En segundo lugar, conlleva que el orden efectivo mediante el Espíritu. Sin embargo,
moral se descubre mediante actos de obe- esto no quiere decir que la actividad cristia-
diencia, no tanto por la imposición de agen- na sea superflua, sino que deriva su poder
tes autónomos. En este punto la fe cristiana generador (así como su estructura defi-
discrepa de los dogmas existencialistas nitoria) de la actividad del propio Dios, en
(véase Ética existencialista*) acerca del va- la que se ve incluida por su gracia, y en la
lor moral como creación pura de la volun- que existe como testimonio humilde y pro-
tad humana; también se separa de la com- visional, pero verdadero. Además, esto exi-
prensión exclusivamente tecnológica de la ge de nuevo un conjunto distinto de cate-
realidad, que sostiene que ésta carece de gorías según las cuales construir ese campo
más orden que el que le atribuyen los pro- moral, interpretando el mundo, su historia
pósitos humanos. Por consiguiente, cuando y la actividad humana en ésta como ele-
deliberamos sobre el estatus del feto huma- mentos en correspondencia u oposición al
no, por ejemplo, la doctrina cristiana de reino venidero de Cristo, el del buen orden
Dios se opone a los intentos de definir (y divino. El gobierno de Dios en Cristo (en el
por tanto circunscribir) ese estatus median- que participa la comunidad de los creyen-
te la sola referencia al proyecto de vida de tes, por gracia, al estar «sentados… en los
cada uno de los dos progenitores. También, lugares celestiales en Cristo», Ef. 2:6) cons-
al abordar los temas ecológicos relativos a tituye el contexto en el que debemos inter-
la utilización de la naturaleza, la doctrina pretar toda realidad. Y esto es extensivo
de Dios nos impedirá delimitar el significa- también al área de la actividad moral. «La
do de la naturaleza como la mera materia iglesia precede al mundo a nivel epistemio-
bruta destinada a la administración huma- lógico» (J. H. Yoder, The Priestly Kingdom,
na. Por tanto, un elemento intrínseco a las Notre Dame, IN, 1984, p. 10).
afirmaciones cristianas acerca de Dios es la c. El agente. La mediación humana del
aseveración de que el agente humano no es orden moral de la realidad no se limita a la
el origen del orden moral, sino más bien el percepción intelectual del mismo; más bien
mediador de un orden establecido mediante tiene que ver con la disposición obediente
los actos trascendentes de Dios (véase T. F. del yo moral en todos sus hábitos, prácticas
Torrance, Divine and Contingent Order, y modos de existencia, tanto individuales
Oxford, 1981, pp. 128-142). como sociales, frente al gobierno salvador
Como realidad en proceso de transfor- de Dios en Cristo. En consecuencia, la doc-
mación hacia su meta escatológica, la nueva trina cristiana de Dios proporciona una
creación existe como antítesis al antiguo comprensión específica del yo*, y deriva su
orden del pecado y de la muerte*, que ha existencia de la respuesta a y responsabili-
quedado definitivamente desbancado me- dad ante Dios. En términos formales, esto
diante la obra de Dios en Cristo. En conse- significa que el punto de vista cristiano
cuencia, la teología cristiana entiende el sobre el yo moral se interesará menos que
campo de la actividad humana como uno algunos estilos de filosofía moral por los
en el que el desorden, la injusticia y la opo- actos particulares, la voluntad o el proceso
sición a los designios de Dios ya han que- de deliberación; en cambio, se centrará en
dado «despojados» (Col. 2:15), y en el que las convicciones sobre la realidad que se
se halla firmemente establecido el triunfo expresan y transmiten en el estilo de vida
de los propósitos divinos. Esto limita el del agente, para el cual son fundamentales
alcance de la actividad cristiana y, al mismo las convicciones acerca de Dios.
31 Dios 1

La implicación primaria que tiene la Being 3: Labour, ET, Londres, 1980). La doc-
doctrina cristiana de Dios sobre la com- trina cristiana de Dios libera al agente hu-
prensión del agente humano es que los mano de la responsabilidad por la creación
seres humanos son criaturas de la gracia de un sentido y orden moral últimos, o del
divina. Discrepando con el énfasis insis- establecimiento y mantenimiento finales
tente, nacido en la Ilustración*, sobre la de la identidad de la persona (dado que tal
dinámica de la autocreación como elemen- identidad queda fijada por el proceso di-
to básico de la personalidad moral, la teo- vino de la elección, el llamamiento y la
logía cristiana considera el ser interior glorificación).
como algo esencialmente dependiente de No obstante, dado que, como criatura de
la palabra y obra creadora y redentora de la gracia, el ser humano queda restaurado
Dios. De aquí que la fe* y la gratitud sean al pacto que rompió el pecado, él o ella
fundamentales para la definición del agen- vuelve a entrar en la esfera de la obligación
te humano: la fe, en su sentido más amplio, pactual. La gracia es teleológica: su fin no
como apertura, receptividad a y confianza es únicamente la erradicación del pecado,
en la determinación divina, y la gratitud sino la evocación de una vida de actos de
como la orientación de la vida activa de la obediencia, en conformidad con la volun-
persona hacia la gracia y la bondad divi- tad de Dios. La pasividad fundamental de
nas. Dentro del contexto de la redención, la criatura humana se ve así complementa-
este énfasis en la pasividad como algo da por una actividad no menos fundamen-
adecuado para la humanidad se expresa tal, como copartícipe del pacto establecido
en términos de la centralidad que tienen por gracia. Como colaborador en este pacto,
los actos divinos de la justificación* y la el agente moral existe bajo el mandato de
santificación*, como elementos primarios Dios, Señor del pacto.
para la psicología moral del creyente. Tan- El término «mandamiento» exige una
to la justificación como la santificación se definición precisa, para evitar que se inter-
enraízan profundamente en la creencia tri- prete como mera tiranía cuyo origen está en
nitaria: en la eterna voluntad salvadora del un poder absoluto y superior. Los manda-
Padre, la obra reconciliadora del Hijo y el mientos absolutos de Dios, como mandatos
convencimiento subjetivo que provoca el del Creador y Redentor, son expresión de
Espíritu de esta reconciliación*. El efecto los amantes propósitos divinos para sus
que tiene este proceso de convertir tales criaturas; su objetivo no es el menoscabo o
conceptos soteriológicos en algo básico la esclavitud de la persona, sino su libera-
para la definición del ser humano es el de ción para desarrollarse dentro del buen
restar importancia a los actos humanos a la orden del pacto. Por tanto, la «ley» (en el
hora de evaluar el valor de la humanidad. sentido de mandamiento divino) es una
La obra humana no es el origen de la jus- forma de la gracia, y da testimonio de la
tificación (aceptación según el juicio divi- mutualidad del pacto, en el que la agencia
no) ni de la santidad; en cambio, tales actos divina exige como respuesta determinados
son medios por los cuales la persona en patrones de actividad humana (véase C. H.
Cristo corresponde a la obra previa de Dodd, Gospel and Law, Cambridge, 1951 y
Dios, es decir, la renovación del ser. Esto Barth, CD II/2). El mandamiento de Dios,
separa claramente la antropología cristia- al ser mandamiento de Dios, exige una
na de esa derivación de la tradición mar- obediencia sin reservas. Sin embargo, esto
xista (expresada a menudo en la ética de al- no conlleva un rechazo absoluto de la de-
gunas teologías contemporáneas sobre la liberación moral; antes bien, implica añadir
justicia y la liberación; véase la Teología de un nuevo matiz al significado de la misma.
la liberación*) según la cual la actividad La deliberación no es el sometimiento vo-
humana es el punto donde se constituye la luntario de los mandatos divinos al juicio
realidad como algo dotado de propósito humano: en este sentido es perfectamente
(véase G. Lukacs, The Ontology of Social correcto el concepto que expone Dietrich
1 Dios 32

Bonhoeffer* sobre este punto, presentando en su contenido como en su método está


la esencia del pecado humano por medio de determinada (como toda la teología cristia-
la imagen del «fariseo», que establece la na) por la referencia al primer mandamien-
ordenación de toda la vida en torno a su to, manifestado de forma suprema en el
persona, como baremo de discriminación Verbo hecho carne.
moral (véase Ethics, de este autor, pp. 16ss.).
Propiamente dicha, la deliberación es el or- Bibliografía
denamiento consciente del ser humano, que Sobre la doctrina de Dios y la Trinidad: L.
ofrece su confiada aceptación y compromi- Clavell, El nombre propio de Dios (EUNSA,
so con el mandamiento de Dios, conside- Navarra, 1980); Edmund J. Fortman, Teología
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dores humanos mediante su pacto, conse- Paso); Hans Jonas, Pensar sobre Dios y otros
guida en la persona de Jesucristo (Ef. 1:5, 11, ensayos (Herder, Barcelona, 1998); Eberhard
12), constituye así la fuente de la obligación Jüngel, Dios como misterio del mundo (Sígue-
moral*. La obra de Dios en Cristo conforma me, Salamanca, 1984); Walter Kasper, El Dios
también específicamente la vida humana de Jesucristo (Sígueme, Salamanca, 1990, 3ª
en obediencia a Dios. Ésta es la fuerza que ed.); Jürgen Moltmann, Dios en la creación
destila la expresión «imitación de Cristo». (Sígueme, Salamanca, 1987); Agustín, Trata-
Imitar a Cristo no supone hacerlo como un do sobre la santísima Trinidad (BAC, Madrid,
esclavo, sin entenderlo, o anular la distinción 1948); Leonardo Boff, La Trinidad, la sociedad
esencial entre la obra consumada de Cristo y la liberación (Paulinas, Madrid, 1986); Bru-
y los actos éticos cristianos. La imitación es no Forte, Teología de la Historia (Sígueme,
consecuencia de la obra redentora de Dios, Salamanca, 1995); Eberhard Jüngel, La doc-
no su continuación ni la puesta en práctica trina de la Trinidad (Caribe, Miami, 1980); F.
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nar a Jesús como modelo de la agencia mo- Terrassa, 1974); íd., Curso práctico de Teología
ral humana, cuyo seguimiento conlleva tan- bíblica (CLIE, Terrassa, 1998); íd., Un estudio
to la conformidad previa con Cristo, hecha de la Trinidad (CLIE, 1990); Jürgen Molt-
por el Espíritu, como la rigurosa demarca- mann, Trinidad y Reino de Dios (Sígueme,
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33 Dios 1

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