Вы находитесь на странице: 1из 7

Fecha: 31 de mayo de 1998

Titulo del Sermón: Todos fueron llenos del Espíritu Santo


Versículo de la Biblia: Hechos 2:1-4

Los discípulos del Señor no supieron por que Jesús tenía que morir. Ellos perdieron toda
esperanza al ver a una persona quien había realizados grandes prodigios y milagros perder su
vida en la cruz. Como si esto fuera poco, ellos quedaron perplejos y aturdidos por la aparición
del Señor después de su muerte. Después del día de panes sin levadura hasta el día de
Pentecostés pasaron unos 50 días, y para los discípulos del Señor fueron unos días muy
difíciles de soportar. Pero cuando en el día de Pentecostés llego el Espíritu Santo a los
discípulos todas sus dudas desaparecieron, en su lugar estuvieron llenos de la presencia del
Señor.
El cambio que produjo en la vida de los discípulos del Señor fue algo asombroso, pues
entendieron el padecimiento de Jesús. Comprendieron que la muerte de Jesús no fue en vana.
La muerte de Jesús fue planificada desde la eternidad por Dios, por tanto su muerte fue la
realización de la voluntad de Dios; comprendieron esta verdad cuando llego el Espíritu Santo.
La muerte y la resurrección de Jesús les mostro el plan perfecto de Dios, que su muerte no
fue en vana, sino para redimir el pecado del hombre, el se sacrifico a símismo. Y su sangre
nos limpia de todo pecado.
Romanos 8:1-2 dice “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del
Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. Mediante
la cruz del Señor, Dios nos limpia de todo pecado y nos libera del dominio del pecado
mediante el Espíritu Santo. Asimismo comprendieron que Jesús murió para liberarles de lo
mundano, de la inmundicia y del dominio del demonio. En 2Tesalonicenses 2:13 dice “Por lo
cual también nosotros in cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de
Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en
verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes”. Dios nos santifica
mediante Cristo Jesús. Ellos comprendieron que la providencia y la victoria de Dios está en la
cruz cuando el hecho fuera lo mundano, la inmundicia y los espíritus malos, mas los lleno del
Espíritu Santo, los hizo pueblo de Dios. Así también entendieron que la crucifixión de Jesús
fue para rescatarlos de la tristeza y de las enfermedades. En Hechos 10:38 dice “Como Dios
ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y como este anduvo haciendo
bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.
Entendieron el deseo del Señor; que deseando liberarlos de la opresión del diablo, tomo la
cruz. Asimismo entendieron que su muerte fue para liberarlos de la maldición que los tenía
bajo su sombra por mucho tiempo, en su lugar los llenos de bendición.
En Gálatas 3:13 dice “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición (porque esta escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”. Llegaron a
entender esta maravillosa verdad. Consecuentemente entendieron que la muerte y
resurrección de Jesús fue necesaria para sacarlos del infierno; por tanto, es una mano de amor
por parte de Dios. En Colosenses 1:13 dice “El cual nos ha librado de la potestad de las
tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”. Como dice la Escritura, el nos ha librado
de la potestad de las tinieblas, para que lleguemos a ser pueblo del Reino de Dios.
Comprendiendo la verdad, ellos quedaron inmediatamente libres de las confusiones,
desesperaciones, y temores. Cuando pensaban que la muerte de Jesús es fracaso, sacrificio
innecesario, habían quedado presos de desesperación y desilusionados; pero cuando llego el
Espíritu Santo, entendieron que la muerte y la resurrección de Jesús es victoria y gloria,
además una fuente de salvación; así ellos se llenaron de esperanza.

Segundo, con la llegada del Espíritu Santo, ellos llegaron a tener una experiencia diferente en
la relación con Jesús. Anteriormente sus relaciones fueron de contacto físico, pero ahora era
de espiritual. Antes ellos guardaban una relación humana; palpaban con sus manos, lo veían
con sus ojos y escuchaban sus palabras con sus oídos, pero ahora que había llegado el
Espíritu Santo sus relaciones fueron transformadas totalmente a espiritual. Ya Cristo no
estaba en medio de ellos en forma física, más en forma espiritual habitaba dentro de cada uno
de ellos. En Romanos 8:9 dice “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu,
si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no
es de él”. Si recibimos a Jesús en nuestro corazón, el ya no está más en forma física, sino que
entrara dentro de su vida en forma espiritual. Pues dice la Escritura “En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mi, y yo en vosotros”. Los discípulos del
Señor pudieron entrar a establecer esta relación con el Señor. Asimismo entendieron que ellos
también participaron de la muerte y la resurrección de Jesús. Pues, llegaron a tener una fe
tremenda. De modo que Pedro, Santiago, y Juan no eran los mismos apóstoles de antes; eran
personas totalmente transformadas, el hombre viejo paso, mas fueron creados nuevamente en
hombre santificados. En II Corintios 5:17 dice “De modo que si alguno esta en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Esta experiencia
maravillosa lo tuvieron mediante el Espíritu Santo. Por tanto, ahora por medio del Espíritu
Santo, Cristo estaba con ellos en forma espiritual dentro de sus vidas. No solo eso, también
recibieron una nueva posición. En I Pedro 2:9-10 dice “Mas vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”. Es decir, sus posiciones fueron
totalmente cambiadas. Ya no eran más el viejo hombre, sino el nuevo. Hijo de Dios, pueblo
de Cristo y del Espíritu Santo.
En I Pedro 1:4 dice ““Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas,
para que por ellas legaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. No eran personas ordinarias,
sino familia de Dios. Entendieron esta verdad con la llegada del Espíritu Santo.

Tercero, con la llegada del Espíritu Santo los discípulos experimentaron gran gozo. Sintieron
gran gozo dentro de sus corazones. Así también usted cuando tenga un encuentro personal
con Dios y el Hijo, experimentara el gozo del reino de Dios. Porque está escrito en Salmos
16:11 “Me mostraras la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias
a tu diestra para siempre”. Decimos que el reino de Dios es hermoso, porque, porque allí hay
plenitud de gozo. Si decimos que los cristianos son valiosos son porque dentro de nosotros
hay gozo como una fuente, gracias a la presencia de Jesús en nuestra vida. En Romanos 14:17
dice “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo”. Asítenemos un ejemplo en apóstol Pablo, quien estando encarcelado escribió a los
filipenses diciendo “Regocijaos en el Señor, otra vez os digo, regocijaos”. La fuerza de
nuestra fe viene del gozo, porque el gozo genera gran energía dentro de nosotros.
Los agricultores celebran festividad al ano algunas veces. Ellos realizan este tipo de
festividad con la finalidad de encontrar descanso y gozo; de modo que les ayuda a olvidarse
de las penas y comenzar nuevamente. Asimismo cuando llega el Espíritu Santo a nuestra vida,
nuestra vida se transforma en festividad.
Cuando Felipe en Samaria sanaba a los enfermos, o echaba fuera a los demonios, la ciudad se
habia llenado de gozo. El evangelio de Cristo es gozo. En otras palabras, un cristiano no
puede estar triste, porque Cristo es gozo. Cuando usted acepta a Cristo, entrara el Espíritu
Santo a
su vida y el derramara el gozo de Dios. Los discípulos del Señor experimentaron gran éxtasis
cuando fueron llenos del Espíritu Santo. De manera que cuando ellos salieron a predicar las
palabras del Señor, todos habían quedado perplejos y creyeron que estaban embriagados.
En Hechos 2:13 dice “Mas otros, burlándose, decían; Están llenos de mosto”. Esto fue
posible por el Espíritu Santo. También nosotros si estamos llenos de gozo, sentiremos deseos
de seguir hacia adelante, fuerzas para vencer cualquier adversidad. Si pierde el gozo, no
habrá deseo de seguir hacia adelante, ni fuerzas para vencer a los enemigos. De manera que
cuando llego el Espíritu Santo sobre los discípulos del Señor, ellos que habían estado
totalmente desanimados, en desesperación y confundidos, fueron llenos de valor, fe y amor.
La llenura del Espíritu Santo los transformo totalmente, les nacieron valor y fidelidad. En
Hechos 4:31 dice “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y
todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.
Porque el Espíritu Santo les había llenado de gozo y de valor, ellos predicaron la palabra de
Dios aun en contra de persecución, amenazas, encarcelamiento, todo porque fueron llenos del
Espíritu Santo. Pedro había negado a Jesús tres veces, pero después que fue llenos del
Espíritu Santo en un día se convirtieron 3 mil personas y en el segundo día levanto a un
paralitico en la entrada del templo, luego unas 5 mil personas se convirtieron escuchando la
palabra de Dios; él se había convertido en un gran predicador. II Corintios 5:8-9 dice “Pero
confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto
procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables”. Por tanto, si estamos llenos
del Espíritu Santo, seremos llenos de valor para predicar la palabra de Dios sin temor y sin
titubeo. Los discípulos del Señor eran todas personas ordinarias, algunos eran pescadores,
otros recolectores de impuestos, pues, eran personas de baja categoría, eran ignorantes.
Pero cuando fueron llenos del Espíritu Santo, fueron llenos también de gozo y de energía, de
valor y fidelidad, aun ante la amenaza de muerte predicaron, aun ante los azotes hablaron y
aun ante persecución predicaron, y aun ante encarcelamientos hablaron. Fueron testigos del
Señor de Jerusalén, a Judea, a Samaria, a Roma y hasta los confines de la tierra y hasta en
nuestro país.
Cuarto, consecuentemente ellos se convirtieron en testigos de la palabra de Dios. En el
mundo existen dos clases de personas, el uno el que da testimonio verdadero y el otro
el que da falso testimonio. El falso es el que inventa mentira para robar, matar y destruir,
divulga falsos testimonios. Si uno conoce el hecho tal como es y habla solamente la verdad,
este es testigo fiel, pero si divulga cosa que sale de su imaginación o de lo que conoce
vagamente, este es testigo falso.
Uno de los mandamientos del Señor dice “no hablaras contra tu prójimo falso testimonio”.
Uno de los pecados que mayormente cometemos es hablar falso testimonio contra nuestro
prójimo. Asimismo contamos con muchos falsos testigos del evangelio. ¿Por qué? Porque
ellos no tuvieron experiencia, no entendieron, por tanto, inventaron una historia para hablar.
Sin embargo, los testigos de los discípulos del Señor no eran falsos; los que guardaban la
tumba del Señor, los soldados, ellos si mintieron. Ellos vieron la resurrección del Señor, pero
cegados por el dinero mintieron que los discípulos de Jesús robo el cuerpo del Señor.
En Hechos 5:29-32 dice “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer
a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levanto a Jesús, a quien vosotros
matasteis colgándole en un madero. A este, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y
Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos
suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”.
Ellos experimentaron la muerte y la resurrección del Señor. Vieron la muerte del Señor en el
Calvario, experimentaron el desanimo por la muerte del Señor, y vieron la luz de la
resurrección del Señor y en el día de Pentecostés fueron llenos del Espíritu Santo. Por tanto,
ellos estuvieron llenos del conocimiento del Señor, asísus testigos son verdades.
En Hechos 2:32 dice “A este Jesús resucito Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos”.
Si nosotros queremos ser testigos del Señor, debemos estar llenos del Espíritu Santo como los
discípulos. Entonces vendrá el Espíritu Santo a nosotros y ordenara nuestro corazón, y el
Espíritu Santo nos hará comprender que Jesús es nuestro Salvador y esta certeza que tenemos
lo testificaremos como testigo verdadero.
Por otra parte el Espíritu Santo derramara su poder sobre los testigos, así predicara la palabra
de Dios con un poder que sobrepasa todo entendimiento humano. Sin la llenura del Espirita
Santo, la predicación de la palabra será infructuosa, porque no habrá en ella vida, ni poder;
será como la predicación de los fariseos y saduceos, llenos de teorías. Pero cuando este llenos
del Espíritu Santo, predicara como hizo el Señor, manifestara poder y prodigios.
En Hechos 2:4 dice “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Serán llenos del poder del Espíritu Santo.
Cuando los discípulos del Señor, pescadores, recolectores de impuestos, débiles fueron llenos
del poder del Espíritu Santo, ellos predicaron la palabra del Señor y todos quienes
escuchaban sus predicaciones quedaron perplejos. Esto fue posible porque ellos estuvieron
llenos del Espíritu Santo. Durante mis 44 años de ministerio sé por experiencia que la
predicación de la palabra de Dios no se hace con poder humana. Sino con la unción del
Espíritu Santo. Cuando estoy lleno del poder del Espíritu Santo hay una fuente de agua dentro
de mí. Y esta ejerce gran poder en la predicación de la palabra. De modo que las palabras
pronunciadas del hombre no ejercen cambio en el hombre, solo cuando se manifieste el poder
del Espíritu Santo. Asimismo cuando llega el Espíritu Santo echa fuera los demonios.
En Marcos 16:17-18 dice “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echaran
fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; tomaran en las manos serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanaran”. Esto no se
hace con fuerza y poder humana, sino con el Espíritu Santo. Vean la vida de Pedro y Juan.
Ellos levantaron a un cojo en la entrada del templo. Extendido sus manos les dijo “no tengo
oro ni plata, lo que tengo te doy, en el nombre de Jesús de Nazaret, levántate” y él se levanto,
un cojo de nacimiento y glorifico a Dios. Esto no fue todo, dondequiera que Pedro iba se
manifestaban prodigios. Sano a un paralitico desde hacía 8 años y levanto a Dorca que ya
estaba muerta. Estos prodigios y señales se manifestaron por el Espíritu Santo. Asimismo con
la llegada del Espíritu Santo sentiremos pasión por evangelización. Antes no sentía deseo de
evangelizar, pero una vez que este llenos del Espíritu Santo sentirá pasión por las almas
perdidas. Una vez que este lleno del poder del Espíritu Santo, sentirá deseo de llegar a
Jerusalén, a Judea, a Samaria y hasta los confines de la tierra; no podrá estar quieto.
En Hechos 5:42 dice “Y todos los días en el templo y por las casas, no cesaban de ensenar y
predicar a Jesucristo”. Cuando el cristiano esta llenos del Espíritu Santo no podrá estar quieto,
deseara salir a predicar el evangelio. En tiempo antiguo no contaban con aviones, barcos,
carros ni trenes. Con lo único que ellos contaban eran barcos de velas. No tenían ni la TV; ni
teléfonos ni Internet. Ellos tenían que caminar para evangelizar, pero ellos se llenaron del
deseo de llevar el evangelio hasta los confines de la tierra.
En marcos 16:15 dice “Y les dijo: Id por todo el mundo y predican el evangelio a toda
criatura”. Este era el sueno que el Señor había infundido en el corazón de sus discípulos.
En Mateo 28: 19-20 dice “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ensenándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo”. Este era el sueno y ordenanza que el Señor había dejado a sus discípulos. ¿Cómo se
realizara? Para nosotros es imposible. Pero en Hechos 1:8 dice “Pero recibiréis poder, cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria y hasta lo último de la tierra”. Esto se cumplirá con la llegada del Espíritu Santo.
En 1866 en el rio Dae Dong de la provincia de Pyungyang llego un barco americano, ellos
resistieron contra los soldados coreanos armados; pero por el ataque de estos soldados el
barco fue quemado y los tripulantes perdieron sus vidas. Dentro del barco estaba un
misionero ingles llamado Tomas, el fue enviado como misionero a Corea, pero sin haber
realizado su ministerio murió en la arena; pero el antes de ser degollado, evangelizo y
repartió literatura, entonces un joven de 12 anos recibió esta literatura y el fue el primer
cristiano en nuestro país. Luego antes de morir, entrego su Biblia al general encargado de
matar al misionero. Este hombre después leyendo la Biblia se convirtió en cristiano. Aunque
el misionero Tomas nunca pudo realizar su ministerio en nuestro país como misionero, su
sacrificio valió para salvar al general y a un joven, gracias a ellos en Pyung yang se levanto la
primera iglesia. Hermanos si ellos pudieron evangelizar hasta con sus vidas es porque
estuvieron llenos del Espíritu Santo. El Espíritu Santo que hace 2000 anos atrás llego a la
iglesia, nunca se alejo de nosotros. En dondequiera el llenara, si hay un profundo
arrepentimiento. Nuestra iglesia no se hizo solo por los edificios, sino por la
compañía del Espíritu Santo. Contamos con 60 mil millones de personas en el mundo, entre
ellos un 20 mil millones son cristianos. Es decir un 33%. Aun contamos con 40 mil millones
que no creen en Jesús. Un 10 mil millones son musulmanes, 80 millones practican hinduismo,
unos 40 millones budismo. Contamos con 332,000 misiones, entre ellos unos 4000 están en
tierra adentro. En nuestra nación contamos con 70 millones de personas pero unos 60
millones aun no han escuchado el evangelio. Por tanto para que la palabra del Señor se
divulgue debemos evangelizar. Como una orden del Señor en el año 1975, primero de abril se
llevo a cabo la primera Cruzada de Misión Mundial. Y hoy contamos con 629 misioneros en
51 país y 509 iglesias. Esto ha sido posible por sus oraciones, y ofrendas.
En II Corintios 9:6-8 dice “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segara
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segara. Cada uno de
como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que,
teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. Los
cristianos estamos obligados a ser bendecidos en Cristo Jesús. No tenemos por qué padecer
de pobreza, ni de maldición.
Debemos gozar de prosperidad en todas las cosas, prosperidad del alma y salud. Debemos
unir nuestros esfuerzos para llevar el evangelio hasta lo último de la tierra.

Вам также может понравиться