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ESCRITOS

Hola.
Sé que no me conoces ni yo a ti, sé que has vivido mucho y que seguramente estás
cansado, sé que eventualmente te sientes triste y no encuentras una salida, que las
circunstancias en las que vives pueden mejorar y estoy segura de que trabajas para
ello.
No te voy juzgar por aquello que has hecho, por las decisiones que has tomado, por
los caminos que has seguido. No te juzgaré por absolutamente nada porque estoy
segura de que tuviste tus motivos, que de alguna u otra manera escuchaste a tu
corazón y a tu instinto... Y mírate, hoy estas aquí, más grande, más sabio, más
fuerte.
Definitivamente hoy solo quiero agradecerte por dar lo mejor de ti, por seguir
aquí, por caminar a diario, por sonreír; por ser tú, sin máscaras, sin ataduras.
Gracias por la pasión con la que enfrentas el día a día, por inyectarle alma y luz a
todo lo que haces. Gracias infinitas por la esperanza con la que esperas el porvenir.
Y por tus deseos de continuar.
La invitación es simple: SIGUE ADELANTE. Porque solo tú y nadie más que tú
puedes posees la fuerza, aún cuando creas que el cuerpo, el alma y la mente no te
dan para más.
Sigue adelante y demuestrate a ti mismo que no hay límites que te detengan... La
competencia no es con nadie, es contigo.
Yo, aunque no te conozca o no sepa mucho de ti, creo en tus capacidades, en tus
sueños y en tus anhelos.
No te rindas, que el camino es largo y traerá mejores cosas. Éste no es el fin.
-Lau Zambrano, 2017. (03 – 12 – 17)
ESCRITOS
Si un día tuviera que decidir entre el navegar por el mundo y tu presencia, sin
duda escogería tu presencia. Porque ella puedo andar por caminos misteriosos
llenos de romance y complicidad. En tu presencia puedo vivir las más gratas
emociones y las más profundas tristezas. En tu presencia puedo olfatear la
fragancia de tu pelo y reconocer ese perfume que anuncia tu llegada.
En tu presencia me encuentro conmigo y reconozco que nunca estuve mejor, que
nunca me sentí igual tomado de otra mano, que jamás debo dejarte ir y que la
inmensidad fue diseñada para nosotros.
-Lau Zambrano, 2017. (29 – 11 – 17)

Hubo una persona en el mundo que me enseñó el significado del amor puro y
sincero, que me mostró una llanura abierta llena de caminos y decisiones... Pero
que sin importar cuál de ellos decidiera seguir y que paso quisiera dar estuvo
siempre a mi lado, soportando los golpes que la vida nos dio, superando a mi lado
los obstáculos que se presentaran y sujetando mi mano tan fuerte que sentía que
estando con ella el miedo no tocaría mi alma.
Pasando tantos meses de su ausencia física entiendo que si soy fuerte es por su
ejemplo, que si sonrío es por su sonrisa, que si vivo es por su recuerdo y que si sigo
adelante es porque confío en que en algún momento la vida nos reúna
nuevamente, o la muerte en su defecto.
Ocho meses parecen mucho tiempo, pero sinceramente se siente como si hubiera
sido ayer.
Donde sea que estés, deseo tu paz y tu tranquilidad.
-Lau Zambrano, 2017 (28 – 11 – 17)
ESCRITOS
Le agradezco a la vida por los malos momentos porque gracias a ellos he
conocido al verdadero amigo, a el amor incondicional, a la guerrera que me
habita, los alcances de mi ser, a mi poeta interior, a mi sonrisa más fuerte, a mis
lágrimas más sinceras, a los milagros imposibles, los abrazos más deseados; pero
sobre todo aprendí que hay que saber de tristezas para conocer y valorar las más
pequeñas alegrías.
-Lau Zambrano (27 – 11 – 17)

Aún en las tinieblas existe una luz que te enciende el camino y te saca de la
oscuridad. Esa luz protectora que nunca nos falla y nos acompaña así estemos
errando... Esa luz la posees tú y tu fe en Dios la fortalece.
Sé que lo que pueda decir es muy poco para subsanar esas heridas que hoy hacen
sangrar tu alma y llenar tus ojos de lágrimas... Sólo espero que en medio de la
distancia sientas mi abrazo fraternal, mi cariño sincero, mi compañía silenciosa
y mis deseos de verte siempre bien y sonriente porque realmente de ninguna otra
manera te vez mejor.
Eres una guerrera y la vida jamás te ha quedado grande. Has callado bocas y
sorprendido gente que pensó que no podías, pero mírate... Fuerte y soñadora.
Se vale llorar y me tienes para ti, pero lo que jamás te permitiré es que te quedes
estancada mientras el mundo avanza.
Te invito a tomar mi mano, que juntas podemos más.
-Lau Zambrano, 2017 (22 – 11 – 17).
ESCRITOS
Realmente esperaba mucho de otros que no tenían tanto para ofrecer. Ahora sólo
mira al futuro con ojos de esperanza, con la tranquilidad de la luna nueva, con la
experiencia de aquello que le dolió tanto y de lo que hoy se cuida. Ahora no espera
nada de nadie más que de ella misma porque sabe que puede con todo, porque
aprende que cada golpe la hace más fuerte y cada decepción mucho más sabia.
Aprendió que debe tocar fondo para subir, aprendió que sólo en ella reside la
fuerza para continuar.
Lau Zambrano, 2017. (7 – 11 – 17).

Hay muchos motivos que la razón entiende, pero el corazón no. Es por eso por lo
que aún se me dificulta entender que tu vida terminó y el destino nos arrebató
todos los planes que un día nos proyectamos, es por eso que el alma no se me
acostumbra a dormir sin tu presencia, a soñar con buenos días, a terminar el
caos sin tus buenas noches.
Es contradictorio todo esto que hoy escribo porque me considero fiel creyente de
la ley de la causalidad, pero tu partida para mi aún no tiene causa aparente.
Espero que el tiempo cure esas heridas que todavía sangran y que duelen, que no
me dejan descansar mis ojos y mi voz que se mueren por verte y decirte al oído
que la noche es nuestra y el mundo nos espera... Pero ¿Qué mundo si no estás?,
¿Qué fuerzas si me faltas?, ¿Qué impulso si no me impulsas?, ¿Qué coraje sin tu
templanza?, ¿Qué ternura sin tus manos?, ¿Qué esperanza sin tu luz?
-Lau Zambrano, 2017. (29 – 11 – 17).
ESCRITOS
Esas sonrisas que compartimos, y esas lágrimas que nos secamos me bastan para
valorar cada momento que vivimos juntas. Ese primer cumpleaños, y mi tonto
regalo... Ese que al abrir te hizo llorar de melancolía y felicidad. Esas canciones
que solíamos entonar y esas largas conversaciones en la madrugada son, entre
otros, los más lindos recuerdos que mantengo de ti.
Y no sé como te sientas, y no sé cuanto has llorado (aunque no creo que se pueda
estando en tan magnifica presencia...) No sé en realidad donde estés o que tan alto
hayas volado... Solo sé y estoy segura de que, en este, tu primer cumpleaños sin mí,
seguirás aquí, como siempre has estado, librándome de caminos peligrosos,
abrazándome en las noches de frío y abriendo las nubes del cielo para que pueda
observar, como tú, esa luna que une en su resplandor...
Recibe un sincero saludo, el más tierno de los besos, el más fuerte abrazo y
escucha con atención: desde mi alma, hasta donde quiera que te encuentres, feliz
cumpleaños, mi amor... Deseo que en el cielo te decoren con globitos, con muchos
postrecitos, te griten muchos ¡Urra! Y te recuerden que, en esta tierra, en la
misma cama y con las misma alma soñadora y ocurrente... Se te quiere, se te
extraña y se te recuerda.
Feliz cumpleaños, hermosa estrella, hermosa Star Lady.
ESCRITOS
A veces siento que nada de esto tiene sentido y que estoy errando el camino. Es
esa confusión ideológica entre la mente y el corazón que me empuja y me detiene.
Pero luego, cuando lo veo, lo escucho, lo siento, y sonreímos juntos entiendo que si
el camino nos tiene aquí, no podemos separarnos; que si de alguna manera hoy
nos tenemos así debemos mantenernos...
Sé que en algún momento se nos verán retribuidas nuestras acciones, y es
entonces cuando recordaré que por su tranquilidad yo veía y que mi felicidad se
debía grandemente a su presencia en mi vida. Es entonces cuando diré con toda
certeza que valió la pena cada instante de locura.
Es muy grato saber que puedo compartir contigo esta fecha y que puedo
contribuir con esa felicidad y esa sonrisa el día de hoy.
Te agradezco por tu grata compañía, por tus sabios y valiosos consejos, por tu
cariño y por la felicidad que me trae saber de ti. Y agradezco también a la vida
por el maravilloso momento que nos permite compartir hoy, justo en nuestra
situación.
Debo confesar que no sé cuánto tiempo nos tome, que no sé qué tanto viviremos y
como lo viviremos... Sólo sé que eres una de las pocas certezas que hoy tengo y que
poco a poco se ha vuelto más importante.
Deseo con todo el corazón que éste nuevo año este cargado de felicidad, armonía
y tranquilidad. Que tu salud, tu trabajo, tu corazón y tu alma sean grandemente
bendecidos y que cada paso que des te lleve a un lugar mejor.
Feliz cumpleaños, vida.
ESCRITOS
No hay manera de "hacer las cosas bien" si todos improvisamos a diario.
No hay una forma correcta de actuar si cada momento tiene sus variables.
No existe un sentido adecuado de caminar si en cada paso debes pisotear algo o
alguien para sobrevivir al atentado de la vida.

A veces siento que no es normal disfrutar tanto de la soledad y empiezo a


esquivarla, empiezo a ocultarme en otros brazos, a esconderme en otros labios, a
buscar un corazón similar al mío; pero, no muy parecido: no sería interesante no
tener un tema para debatir o música diferente que escuchar...
En la búsqueda de ese corazón, esa alma y ese cuerpo encuentro seres tan vacíos y
superficiales que prefiero volver a la oscuridad de mi soledad, a sumergirme en
esos libros, a dormir por largo tiempo, a caminar por verdes campos, a
encerrarme en mí y botar la llave.

Hay mucho que quisiera decirte, iniciando... Solo quiero que sepas que deseo que
leas esto atentamente.
Hace un tiempo largo no vivía lo que viví a tu lado, fueron cortos días, fueron
pocas horas; pero fue bastante el sentimiento que imprimí a cada segundo que
pasé contigo, fueron muchas las esperanzas que sembré en lo nuestro... Y tal vez
pequé por ignorante, por creer que podía funcionar.
Hoy no sé qué pensar de todo esto, no sé si pedirte que volvamos a empezar o
simplemente dejarte marchar. Hoy sólo sé que Te extraño inmensamente,
que me haces falta, que ayer y hoy han sido días fatales.
Y si después de leer esto en verdad no sientes nada, deseo para tu vida el éxito
más grande del mundo. Sé que serás un gran profesional y que en tu camino
vivirás cosas excepcionales que me gustaría compartir contigo, aunque a nadie se
le obliga a nada en este mundo.
Te quiero y agradezco por lo que compartimos.

Te ocultas entre los restos de este amor. Huyes de lo que deseas sentir y que hoy
pongo a tu disposición, o eso siento. El tiempo ha pasado y te he echado de menos,
recordando que todo aquello que hacíamos era por las dos. Me podías besos a
escondidas y cuando te los mandaba sonreías de manera tímida.
Vives, si... Entre las notas de esas canciones, en la sabana que compartimos, en la
voz que me derrite, en el mar de pasiones que despertamos, en los suspiros que
emanan de mi interior.
Me hice a un lado y ahora no planeo regresar, aunque no puedo negar que no más
de imaginarlo se desbordan mis deseos.

Indudablemente los retos nos impactan en un primer momento; sin embargo, son
la oportunidad perfecta para despertar ante nuestras capacidades, generar
nuevos conocimientos, conocer nuestras debilidades; pero sobre todo son el
momento propicio para crecer como persona, para dejar huella, para dar lo
mejor de sí, para reivindicarse con la vida, presentarnos el guerrero interior que
habita en cada uno de nosotros, y para reafirmar nuestra posición en este mundo.
Superar esos retos implica, a veces, conocer el aparente frío del suelo y de la
soledad para luego emerger y triunfar.
Gracias por demostrarte una vez más la capacidad, el liderazgo, la calidad
humana y la sabiduría que hay en ti.
Gracias por enseñarme la resiliencia, la fortaleza, el empeño y la perseverancia
que se requiere para hacer lo que se debe y lo que se quiere. Gracias, por hacerme
ver la grandeza de tu ser y convertirte en mi ejemplo.
Dejas huella donde vayas, y ya sabes que la huella que has dejado en mí está
marcada con tinta indeleble.
Admiración total, PAPÁ.

Entregarlo todo sin medida, creyendo ciegamente día a día... Hasta que la vida
decida si he ganado o he perdido la partida.

No digo que sea perfecto porque no lo es. No digo que lo amo total y ciegamente
porque es muy pronto para ello... Es solo que al estar con él siento que no hay
nada que perturbe ese momento, es su compañía y su afecto, es su particular
personalidad que hace de él un hombre fuerte y firme sin perder esa nobleza y
ternura.

Hace un tiempo no escribía para ti porque después de cien escritos ya no sé que


más decir, era mi alma quien hablaba hasta que en medio de una fría y oscura
noche leí esas acusaciones de deslealtad que muchas levantaron. Lo que ellas no
sabían ni se imaginaban es que esos actos que para ellos te ofendían para mi eran
y son la única manera de salir momentáneamente de lo que siento, de la soledad
que amarra mi alma a la frialdad y el temor.
Tu vivir ahora para mi es incierto.
No tengo duda de que respiras, literalmente respiras, de que ves y sigues cada uno
de mis pasos, y no sé... No sé porque lo hiciste o lo hicieron, no sé cuál era la
necesidad de alejarte o alejarnos cuando la tranquilidad que buscábamos por
años por fin la habíamos encontrado, cuándo solo faltaban 20 días para soltar el
mundo y sostener nuestras manos.
No me culpes ni que me culpen otros cuando conocen mis actos, pero no los
motivos que me llevaron a ellos.
No me culpes ni me culpen por intentar refugiar mi alma del miedo que aún me
ataca tan sólo de pensar que el tiempo pasa y tal vez nunca estés aquí.
El amor es un mundo diferente para cada uno: unos amamos con el alma y nos
tatuamos allí lo que amamos y lo que no dejaremos ir jamás. Otros emiten juicios
por defender o proteger sin saber que solo aumentan el dolor y la incertidumbre.
Yo sé que te llevo en el alma y que si algún día decides regresar aquí me tienes
recordando lo que vivimos y planeamos para el futuro.
Si decides no volver cumpliré la promesa que te hice y que reiteré: ser la mejor
profesional y amar a los míos sin apagar la luz de otro.

Después de todo ese tiempo de intentar sacarte de mi mente y de no querer esos


besos, después de olvidar el color de tu voz y de tu cuerpo, después de caminar día
a día con tu imagen y con la misma meta clara. Después de tanto y tanto que he
pasado y que contigo he soñado me decido a no renunciar a ti, me decido a
permanecer de pie y a tu lado, me decido a estar aquí para cuando quieras venir y
robarme el aliento.
Aunque ella crea y piense que no significo nada en tu vida, que no soy nada para
ti... Yo sé y siento que la página no se ha cambiado, que nuestra historia no se ha
dejado de escribir.

Ella cumple un dos de marzo, seguramente es el mes en el que nacen altas y las de
carácter fuerte.
Seguramente en ese mes y en ese día, nacieron mujeres que se enfrentan al mundo
con la fuerza de un huracán y la ternura de una flor en la combinación perfecta
para protegerse y no hacer daño. Pero, de las muchas que nacieron ese día y ese
mes, ella es única. Su singularidad radica en el disfrute de su soledad y de ella
misma, en la capacidad de dar amor y cariño sin necesidad de abrazar, en la
inteligencia emocional que implica una inusual independencia que la tiene en su
punto exacto de atracción, en su imponencia cuando llega a algún lugar y no
porque lo reclame, sino porque a pulso se lo ha ganado.

Anoche vi como terminando el primero, se acababa una ilusión. Anoche vi la


transformación que unas copas pueden generar en alguien.
Anoche vi como pasamos de las flores y las cartas, a la pesadez y la locura.
Anoche fui testigo del afán mediático de estar acompañado, de tener alguien a tu
lado y no por gusto, por deseo, por cariño. Si no, por necesidad, porque no
sabemos estar solos y disfrutar de ello.
Porque no nos damos el tiempo (en realidad, hoy nadie se lo da) De enamorarse,
de quererse, de cuidarse mutuamente. Y es por eso por lo que nos estrellamos,
pues nos enamoramos de lo que creemos que es esa persona y no de lo que
realmente es.
El amor es como un jardín: se trata de sembrar mucho, cultivar y cuidar
pacientemente y cosechar con gratitud eterna.

Desearte una buena noche no es solo decirlo. Para mi desearte una buena noche
implica soñar antes de dormir, soñar despierta que me meto entre tu cama, te
abrazo desde la espalda, te acaricio los hombros y te rodeo con mis brazos.
Respirar tu aliento y distinguir ese aroma característico que emana de tu cuerpo.
Seguir consintiéndote y no dejarte descansar.
Desearte una buena noche es, de manera singular, hacerte desear que esto nunca
acabe, que esto que no ha empezado nunca termine. Desearte una buena noche no
es solo deseártelo, es producirlo. Es no hacerte el amor, es no irrespetar tu cuerpo.
Es solo poder sentirte y que me sientas.

Al cabo de unos años, y unos cuantos daños se termina la bobada del físico y
comienza la importancia del alma, del pensamiento, de la calma y de la actitud.
De cómo te traten y no cómo se vean.
Se acaba la exploración física y visual y comienzas a preferir el alma y el
espíritu.

Dicen que la vida no termina cuando un amor se va.


Dicen que eso no es todo y que debes continuar.
Dicen que de amor nadie se muere y que nada dura para siempre.
Pero mienten, porque puedes quedar en medio de la oscuridad aun cuando el sol
te pega en la cara.
Porque llegas a sentirte en total soledad mientras muchas personas te rodean.
Porque, aunque te falten dedos en la mano para contar a tus amigos nadie ni
nada llenará la ausencia de esa persona que tenía un lugar privilegiado en tu
vida.
Y es así, medio muerto y olvidado que vas por el camino... Arrodillado o
arrastrándote, continúas. Coses tus heridas abiertas con el hilo del tiempo, pero
nadie sabe que por más curada la herida las cicatrices te siguen doliendo en el
alma. Finalmente es allí donde todo inicia y todo acaba, dónde te tatúas lo que
los días no calman.
ESCRITOS
Hace años no hablábamos como hoy, tan directo, tan sincero.
Hace mucho tiempo no me dedicaba una noche para decirnos las verdades, para
gritar y reír, para callar y suspirar.
Pasó mucho tiempo desde la última vez que me dijo muñeca y que le dije yo que si
ella vuelve yo vuelo en nubes blancas.
Los días consumieron lo que construimos, como rocas que se pierden en la hierba,
como amores que se mueren sin lamento.
Hoy fue una noche rara, llena de sinceridad, de recuerdo, de cariño, de formas y
tatuajes: unos corporales y otros espirituales. Esta noche me olía a pasado con
algo de remordimientos y deseos encerrados.

Volver a reír contigo.


Volver reír contigo me hace sentir que todavía existe esa historia en la que las
dos actuábamos
Tu mi guía, y ahora mi musa favorita.
Yo, tu niña suspirando cada que tu reías.
Una obra de tres meses que se traslada ahora, ahora que reímos de cosas
pequeñas, ahora que recordamos lo que solía divertirnos... Ahora que el tiempo y
la vida nos dan permiso para hablar sin tapujos de lo que queríamos y
compartíamos. Ahora que ya no me guías, ahora que no me dices "Te amo"...
Ahora que no dudaría en hacerte lo primero en mi vida. Ahora que el destino no
quiere y que yo muero por eso.
ESCRITOS
Te ocultas entre los restos de este amor. Huyes de lo que deseas sentir y que hoy
pongo a tu disposición, o eso siento. El tiempo ha pasado y te he echado de menos,
recordando que todo aquello que hacíamos era por las dos. Me podías besos a
escondidas y cuando te los mandaba sonreías de manera tímida.
Vives, si... Entre las notas de esas canciones, en la sabana que compartimos, en la
voz que me derrite, en el mar de pasiones que despertamos, en los suspiros que
emanan de mi interior.
Me hice a un lado y ahora no planeo regresar, aunque no puedo negar que no más
de imaginarlo se desbordan mis deseos.

Solíamos conversar hasta el amanecer y reír de todo lo que se nos ocurriera.


No era malo reírnos de lo que decíamos y nos teníamos la confianza suficiente
para contarnos hasta lo más mínimo.
Amábamos la música, de una artista en especial, de esa mujer que con su voz nos
unía en un solo canto. Voz que era similar a la de ella, a ese acento que
reagrupaba mis pasiones, mis alegrías, mi única tranquilidad y certeza: su amor.
La sentía en cada borde, en cada aliento, en cada gota.
La respetaba con las fuerzas de mi alma y cuidaba de lo nuestro como si el
mañana nunca llegara.
Era una niña que decía te amo como una mujer enamorada, y es que para ella yo
era su mujer.
Y si, herré, tengo que confesarlo, el temor a perderla me helaba el alma. El dolor
que me producía imaginarla en otros brazos me pasmaba en el tiempo, me ataba
las alas... No creía en ningún otro ser en el mundo, no esperaba ningún otro
llamado porque era a ella a quien le había permitido verme desnuda con todos
mis miedos, mis complejos, mis vacíos y mis sueños.
Hoy que a mi lado no está y que el tiempo ha ido consumiendo el cuerpo de ese
amor, yo la siento; si, sería inútil negarlo. Y le agradezco ¿Por qué no? Si en sus
brazos conocí el cielo en un sentimiento y bajé al infierno aferrada a su recuerdo.
Juro que yo escucho su voz y aún me produce un 'no se qué' que invade mi cuerpo e
inesperadamente nace de mis labios una sonrisa que le pertenece, y de mis
entrañas un profundo suspiro que espero que llegue hasta su oído y le haga
recordarme que en esa niña que hoy es una mujer vive un recuerdo, un
sentimiento, un deseo: poder mirarla a los ojos, sujetar sus manos y decirle
"Gracias".

Al salir con él, miró a su alrededor y se fijó en todos los lujos y detalles del lugar
en dónde estaban: un centro comercial con las mejores marcas, los más caros
objetos, la gente más fina... Y él, vestido de lino y con los más educados gestos que
alguien podría tener. Lo miró fijamente a los ojos y él sonrió de la manera más
amena.
Ella, una chica común, proveniente de un sitio de la ciudad al que pocos irían,
vestida con ropa no tan fina, no tan cara...
Lo tomó de la mano, lo abrazó y le dijo al oído que ahora ella lo llevaría a su
mundo.
Le pidió que salieran de allí, ella le guiaría en el camino a ese lugar en dónde se
sentía libre. Condujeron por una hora o más hasta un lugar inhóspito, solitario y
callado; lleno de verde y ella sonrió.
Lo miró nuevamente y le dijo fuerte: ¿Ves? Es aquí donde pertenezco, es éste verde
y éste aroma el que me hace feliz. Ven, compartelo conmigo.
Lo tomó de la mano y quiso caminar por el pasto, pero él no se movió, de hecho, su
mirada estaba perdida y era notorio el temor a que sus zapatos de cuero se
ensuciaran.
Se soltó de ella y la miro rechazando todo lo que ella puso a sus pies, su mundo, su
esencia, su ser. Le dijo con una voz fría que esa no era la dama que él buscaba, que
quería una mujer con etiqueta y que estuviera a la altura del gran hombre que él
era. Esa mujer que dejara de ser ella misma para convertirse en la mujer perfecta,
en la que cualquier hombre desearía tener.
Entonces ella entendió que no renunciaría a lo que era por dar gusto a un ser que
nunca se enamoró de ella, de su alma; sino, todo aquello que se imaginaría que
sería. Él nunca observó lo salvaje que podría ser y, además, lo independiente que
era, la fuerza que por naturaleza tenía.
Fue así como ella supo que no necesitaba lujos para amar; más bien, desea ser
aceptada y compartir su pequeño paraíso con alguien a quién la humildad no lo
ahogara.

He llegado a ese momento en el que no espero que alguien haga algo por mí.
Llegas a ese punto en el cual cosas como cenar, dormir y festejar solo no te
afecta... Porque aceptas tu soledad, porque disfrutas de tu compañía. Porque
entiendes que no dependes de alguien más para lograr lo que deseas y estar
tranquilo.
Entre los miles de personas que se cruzan en tu andar, hay muy pocas que toman
tu camino y lo hacen especial.
Ella, entre muchas otras, es especial.
En muy poco tiempo me ha enseñado y compartido tantas y tantas cosas que
cuesta imaginar cómo le he de pagar.
Lleva en lo más alto de su cuerpo su característica más inusual: una cabellera
que deja ver su personalidad no tan ardiente como el fuego ni tan frío como el
hielo, así es ella.
Leo entre líneas su imponencia y su calidez. No teme ayudar cuando es necesario,
y entre sus ojos claros descubres lo tierna que puede ser y lo mucho que tiene para
dar.
Percibes en su caparazón los golpes que le ha dado la vida y que han forjado esa
fortaleza que hace que no se rinda.
Es una dama en medio de bestias, una dama que no tiene necesidad de insultar
para hacerte saber que tus espinas no la hieren.
Ha aprendido a quién sonreírle, y tiene la facilidad de hacerte sentir a salvo, de
escucharte y brindar su apoyo porque sabe que en esas pequeñas cosas se
fundamentan lazos de confianza.
Yo la admiro, porque a pesar de las caídas y las zancadillas que ha esquivado
sabe mantenerse, sabe expresarse. Es linda física y espiritualmente.

En la noche surgen muchas cosas.


Nace la misticidad,
nace el amor,
nace el deseo...
Despiertan los recuerdos,
los remordimientos,
los pesares,
los sentimientos.
Y viajas, si... ¡Viajas!
Al futuro que deseas,
al pasado que te agobia,
a los momentos y los espacios
donde te mantienes feliz.
Guardas aquello que añoras,
eso que extrañas,
eso que alimenta tu fuerza.
Percibes ese viento y la calma,
ese viento que te quita
el cabello de la cara,
esa brisa que te hace sentir vivo,
que te abre las alas
y te empuja al vacío
para que las uses,
porque...
¡Diablos, para eso las tienes!

Gracias, gracias, gracias.


Por tu entrega y tu dedicación, por formar seres maravillosos, por crear ilusión,
por hacernos soñar y creer, por sembrar en tus alumnos la esperanza, por generar
sonrisas, por darnos las mejores enseñanzas del mundo es las aulas y reflejar el
rostro del esfuerzo y la pasión por la educación.
Gracias por su amor a la docencia y su amor a los estudiantes.
Gracias por darme las herramientas necesarias para actuar consciente y
correctamente en la sociedad.
Feliz día, maestro.

El temor a que un día la vida te dé un giro, se te desordene la monotonía y te veas


en la necesidad de improvisar... El temor a que un día pierdas un poco de ternura
y esperanza, y lo conviertas en fuerza y coraza para no dejarte derrumbar.

Oscuridad y penumbra... Características de lo que me rodea y lo que empieza a


habitarme.

Llegas a una etapa en la que ya no buscas, ya no te intrigas, ya no te emocionas.


Llega el momento en el que dejas que la vida traiga consigo lo que desee y se lleve
lo que necesite.

Esos ojos de luna, esos labios exóticos y tus lunares estratégicamente ubicados...
Hacen de ti un pecado imposible de evadir.

El impacto de la soledad sólo puede dimensionarlo quién esté en medio de muchas


personas y aun así sienta que algo le falta.

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