Вы находитесь на странице: 1из 2

“La Aprendiz”

Hilda era una joven y guapa mujer, morena alta y delgada pero generosa en sus atributos, nacida
en santa clara Durango lugar donde la conoció Don Nacho, hombre maduro y prospero que
sintiendo que había llegado el momento de sentar cabeza se caso con la joven casi veinte años
menor que el, que a pesar de la diferencia de edad, el hombre le ofrecía estabilidad emocional y
económica ademas de no ser mal parecido, en pocas palabras ambos tenían lo que el otro mas
deseaba.

por un par de años vivieron felices en Tuitan, lugar donde era originario Don Nacho, no habían
tenido la bendición de un hijo pero ambos lo deseaban intensamente, todo parecía marchar bien,
el hombre muy consentidor con su mujer y la trataba verdaderamente como una diosa y ella era
muy sociable y salia mucho con las demás mujeres del pueblo y de preferencia casadas, pues
Nacho era un buen hombre pero celaba a su mujer por obvias razones, a pesar que ella no daba
ningún motivo para desconfiar, el grupo de mujeres que frecuentaba, aunque todas ellas
respetables y sus maridos hablaban siempre lisonjas de ellas, había algo que no era normal, de
unos meses hacia acá Hilda se había desentendido de las labores del hogar y de sus deberes como
cristiana y los viernes regresaba muy entrada la noche siempre con un buen pretexto, que si una
amiga estaba enferma, que era el cumpleaños de la otra y así cada semana una nueva historia, y
poco a poco los celos se apoderaron del hombre, a pesar que las amigas testificaban y justificaban
las demoras de la mujer, Don Nacho decidió espiar a su mujer, el viernes que salio por la tarde
dejando la cena preparada como anticipando que llegaría muy noche y aunque sus amigas
llegaban hasta su casa por ellas, bien podían ser alcahuetas en alguna aventura de su mujer con un
joven acorde a su edad, por eso Don Nacho se decidió a seguirlas a una prudente distancia, se
estuvieron largo rato en casa de una de ellas y casi al anochecer salieron y caminaron hasta las
afueras del pueblo y siguieron su marcha perdiéndose en la oscuridad, en unos instantes Don
Nacho perdió el rastro de las mujeres y tardo en encontrarlas de nuevo, no fue si no hasta que la
luna estaba en su cenit que logro verlas en medio de la nada, el grupo de mujeres estaban
completamente desnudas y ante las mirada incrédula del hombre podía ver como se elevaban al
tiempo que gritaban “de villa en villa, sin Dios ni Santa Maria” flotaban por segundos a alturas
considerables unas mas torpemente que otras, pues mientras unas manoteaban desesperadas
para después desplomarse y caer de costalazo en la tierra, algunas se veía que tenia algo mas de
dominio, si bien resultaba claro que todas eran principiantes pues ninguna lograba vuelos como
los de las leyendas de las luces de fuego que saltan de cerro en cerro y que no son si no brujas
desplazándose con su blasfema oración “de villa en villa, sin Dios ni Santa Maria”

Don Nacho no pudo seguir viendo esto, regreso anonadado a su casa y cuando regreso su mujer
este la confronto, ella al saberse descubierta le confeso al marido que poco a poco esas mujeres la
habían seducido para iniciarse en las artes de la hechicería, primero prometiendole fertilidad para
engendrar al tan deseado hijo y casi sin darse cuenta se fue haciendo parte del grupo, Don Nacho
abrió la puerta del zaguán y gritaba que siguiera confesando lo que era para que todos la
escucharan, aunque era ya la madrugada la gente podría despertar y si se juntaba una chusma
seguramente tratarían de linchar a la mujer, por eso ella quiso hace gala de sus flamantes poderes
y escapar de ahí tan lejos como le fuera posible, sabiendo que ya no podría seguir al lado de su
marido, se preparo arrancándose la ropa y profirió la frase que le permitiría escapar, pero entre la
premura y la inexperiencia equivoco la frase y dijo “de viga en viga, sin Dios ni Santa Maria…” y la
mujer se elevo y violentamente se estrello contra las vigas de madera del techo, bajaba un poco y
de nuevo se elevaba para estrellarse con violencia en la siguiente viga, ya habían llegado un par de
testigos y vieron la inverosímil escena de la mujer chocando contra el techo hasta que su cuerpo
cayo desnudo y ensangrentado… ese fue el final de esa aprendiz de bruja el caso fue muy sonado y
cuando buscaron al resto del grupo fue imposible encontrar a ninguna, los maridos de ellas
entendieron lo que sucedía y quizá debido a algún hechizo les impidió darse cuenta a tiempo del
oficio de sus mujeres, todos recuerdan que un principio les parecía sospechoso pero después una
especie de sopor les impedía ser suficientemente agudos como para cuestionar a sus esposas y
por eso ahora de daban cuenta de la terrible verdad, sus mujeres eran brujas y ya no volverían,
algunas dejaron hijos pequeños otras eran viejas y tenían muchos años de casadas, pero a ninguna
se le pudo ver nunca mas….

Son muchas las historias que se cuentan de las brujas de Tuitan, si conoces alguna otra por favor
compártela para que no mueran esas historias en el olvido, de nuevo agradezco el favor de su
atención por ustedes esta pagina es la mas grande y mejor en cuanto a leyendas de Durango se
refiere, muchas gracias.

Вам также может понравиться