Вы находитесь на странице: 1из 4

Las acusaciones que

rodean al ámbito cultural


DOSIER
parecen centrarse en el
reconocimiento: a quiénes
benefician los premios,
las becas y las ediciones

20 financiados por el Estado.


Una mayor transparencia en
las decisiones es la mejor
forma de terminar con las
LETRAS LIBRES
FEBRERO 2017 prácticas deshonestas.

¿CORRUPCIÓN
EN EL
TEMPLO
DE LA

CUL La corrupción consis-

TU
te en actos de deshones-
tidad o abuso de poder
que afectan la cohesión
y dañan la economía de
una sociedad. La corrup-
ción no solo comprende

RA?
sus formas más crudas
y ostentosas como el
robo, el soborno, el frau-
de y la extorsión, sino que se extiende en modalidades
atenuadas, pero también nocivas, como el tráfico de
influencias o el intercambio de favores. En estas meta-
morfosis, la corrupción no siempre puede castigarse,
pues muchas prácticas poco éticas no violan normas
ARMANDO GONZÁLEZ legales.1 Por lo demás, no existen espacios inmunes a la
TORRES 1 Un libro panorámico y actual sobre el fenómeno es el de Manuel
ilustración Villoria y Agustín Izquierdo, Ética pública y buen gobierno. Regenerando la
ALEJANDRO MAGALLANES democracia y luchando contra la corrupción desde el servicio público, Madrid,
Tecnos, 2016.
corrupción y esta suele manifestarse aun en los ámbi- megaproyectos de los últimos años, como la Biblioteca
tos más sacralizados. Vasconcelos, la Enciclomedia o la digitalización de acer-
En efecto, cierta imaginería suele atribuirle a la cul- vos bibliográficos, han sido cuestionados por expertos.
tura un carácter de superioridad moral, pues se supone Curiosamente, estos casos no han estado en el centro
que constituye un espacio neutro orientado al cultivo del debate de la comunidad cultural. Y es que, entre
de valores universales, una república ideal habitada por los propios creadores, la preocupación por las prácticas
una aristocracia del espíritu, cuyos únicos criterios para irregulares en la cultura suele ser esporádica y tiende
la admisión son el talento y el mérito. Este estereotipo ha a manifestarse cuando un individuo o grupo se sien-
brindado a la cultura una suerte de blindaje con respecto te agraviado por una decisión particular. No siempre
al escrutinio creciente de la sociedad hacia otros ámbitos los escándalos han culminado en mejores reglas del
de la vida pública. Se pensaría que la raíz casi mistérica juego, pues cuando los fragores de una batalla se disi- 21
y no utilitaria de la cultura tendería a ligar esta actividad pan las aguas vuelven a su opaca calma. No obstante,
con altos estándares morales; sin embargo, su inmersión en los últimos lustros, lentamente parece arraigarse una
en el mercado así como el carácter cerrado de las comu- mayor conciencia sobre la inaceptabilidad de prácticas
nidades culturales generan una marcada tensión entre abusivas, a partir de diversos casos que han acapara-
LETRAS LIBRES
el ideal y la realidad. De modo que, al lado de ejemplos do la atención mediática. En particular, los principa- FEBRERO 2017
de virtud y desinterés, también se presentan las grandes les focos de atención para las polémicas culturales han
y pequeñas corruptelas. Acaso el carácter particular de la sido políticas públicas en materia de reconocimientos,
producción cultural (productos altamente subjetivos, no como son los sistemas de estímulos, los premios litera-
sujetos a parámetros universales y fabricados por lo que rios y las antologías.
George Steiner ha denominado “oligarquías del gusto”) Los estímulos polémicos. En 2004, el poeta Manuel
propicia que ciertos comportamientos distorsionados Andrade denunció ante la Secretaría de la Función
sean vistos como un hecho natural. Ejemplos sobran: en Pública que el poeta Hugo Gutiérrez Vega, miembro
el mundo del arte contemporáneo pueden encontrarse del jurado del Sistema Nacional de Creadores de Arte
casos donde la complacencia intelectual se combina con (snca), había votado para dar una beca a Luis Tovar,
la especulación financiera y circuitos de inversionistas, quien fungía como jefe de redacción del suplemento
críticos y galeristas establecen notorias colusiones para cultural de La Jornada, que dirigía el propio Gutiérrez
inflar prestigios y precios. En el ámbito editorial, la con- Vega. Según el reclamante, este era un acto ilícito pues,
centración del mercado propicia que un mismo conglo- por un lado, el becado no parecía reunir los méritos
merado de comunicaciones llegue a producir, distribuir, suficientes (apenas tenía un libro publicado y no goza-
elogiar y premiar sus productos, lo que provoca el con- ba de trayectoria ni de reconocimiento en el ámbito de
flicto de intereses. En la academia abundan los ejem- la narrativa) para recibir el apoyo destinado a creadores
plos de abuso y venalidad como las mañas para engordar consolidados y, por el otro, existía una relación labo-
el currículum y el frecuente canje de poder burocráti- ral directa entre jurado y beneficiario. Acaso Gutiérrez
co por crédito intelectual. Por lo demás, los habituales Vega no violó ninguna regla pues no existían previsio-
entrecruzamientos entre las actividades burocráticas y nes respecto al perfil del aspirante, ni protocolos para
las creativas, así como el papel primordial de las rela- el jurado; sin embargo, su decisión resultaba profunda-
ciones interpersonales para el ascenso profesional, pro- mente cuestionable. No era, por cierto, ni el primero ni el
pician que el artista enfrente numerosos dilemas y que único caso de compadrazgo o nepotismo, pero gene-
haya una compleja yuxtaposición entre lo público y lo ró tal controversia que propició una paulatina pero sig-
privado y entre lo político y lo estético. nificativa mejora en los métodos de selección de los
becarios, introduciendo requisitos mínimos para
BREVE ANECDOTARIO MEXICANO los aspirantes y la posibilidad de excusarse ante casos
Si bien en la cultura mexicana no puede hablarse de de parentesco y relación profesional o personal estre-
una corrupción sistemática y de grandes dimensiones cha. Los métodos de selección vigentes ahora hacen
como en otros campos, sí existen múltiples resquicios mucho más difícil, aunque no imposible, tomar deci-
para las prácticas indebidas. Esto se agudiza por la uti- siones arbitrarias.
lización de la cultura como insumo para construir iden- Los premios controvertidos. Los premios son una forma
tidad, por el crecimiento anárquico de la infraestructura de conferir valor a la producción artística y, en el caso de
cultural y por el florecimiento de formas de promoción la literatura, se han convertido en uno de los instrumen-
y mecenazgo en la materia que solían operar con la tos predilectos para alimentar el atractivo de los autores.
mayor discrecionalidad. En particular, la profusión No es extraño que exista una hiperinflación de pre-
de proyectos faraónicos y de relumbrón suele generar mios y que en las pasarelas desfilen escritores plagados
coyunturas propicias para la opacidad y muchos de los de galardones y escasos de obras. En el plano oficial, el
premio se ha convertido en el instrumento más soco- a incluir un elenco lo más plural y razonado posible
rrido de promoción literaria, pues es más sencillo de y cualquier decisión discrecional la vuelve falible. En
implementar que otros mecanismos (por ejemplo, la el caso de la antología de poetas menores de cincuenta
formación y promoción artística), brinda un estímulo años, México 20. La nouvelle poésie mexicaine, coeditada por
tangible al autor y, de paso, ofrece visibilidad a la auto- la Secretaría de Cultura y Le Castor Astral, y orientada
ridad otorgante. Pese a que sería deseable que se combi- exclusivamente al público en idioma francés, se susci-
nen con formas de difusión más extensivas, los premios tó una sonada polémica, en la que participaron poetas
cumplen una función social significativa en materia como María Rivera, Víctor Manuel Mendiola y Tedi
de motivación y difusión. Si bien muchas editoriales López Mills (la única de los antologadores que tomó
comerciales hacen del premio publicidad engañosa, se una postura pública). Los críticos de la antología argu-
22 esperaría que los premios que involucran recursos públi- mentaron los criterios poco claros y uniformes para la
cos constituyan un contrapeso a la dinámica y los intere- selección de los autores, la estrechez de la perspectiva
ses del mercado, apuesten por auténticos nuevos valores en cuanto a tendencias y poéticas, la falta de un aparato
y productos alternativos y se deliberen con la máxima crítico, el apresuramiento e improvisación en la factu-
imparcialidad y transparencia. Esto no siempre ocurre ra, el papel ornamental de los antologadores y el papel
LETRAS LIBRES
FEBRERO 2017 así y durante varios años los premios han sido sujetos protagónico del editor institucional, Julio Trujillo, y
a debate. Estos debates alcanzaron un clímax en 2012 del promotor Philippe Ollé-Laprune. Por supuesto,
cuando Sealtiel Alatriste y Alfredo Bryce Echenique es imposible, sobre todo en materia de gusto poético,
ganaron, respectivamente, los premios Villaurrutia y lograr consensos perfectos; sin embargo, los proyectos
fil de Literatura en Lenguas Romances. Se trataba de editoriales con apoyo oficial deben cuidar su transpa-
premios prestigiados que se concedían a autores muy rencia y consistencia en todas y cada una de sus fases a
cuestionados: Alatriste era mucho más conocido por su fin de que no resulten, como en este caso, tan vulnera-
labor de funcionario y editor que por su discutible obra bles a los cuestionamientos y contrarios a su propósito.
creativa; por su parte, Bryce, un espléndido escritor en En los pocos casos reseñados del amplio catálogo de
sus inicios, se había visto involucrado en bochornosos querellas culturales recientes, pueden verse desde deci-
escándalos. A ambos les habían demostrado plagios siones impropias hasta descuidos y ligerezas. El ele-
recurrentes. Alatriste, tras la presión social, renunció a mento unificador es la discrecionalidad que propicia
la condecoración. El caso Bryce fue más tortuoso pues que las atribuciones o recursos públicos se utilicen de
dividió a la comunidad entre quienes opinaban que manera interesada o laxa, distorsionando el objetivo
la consideración del plagio para retirar el premio era un de las políticas culturales y, sobre todo, obstruyendo la
criterio moralista y quienes opinábamos que el plagio no competencia y la equidad de oportunidades.
es un descuido trivial, sino una traición a la esencia del
acto creativo y una violación al contrato de buena fe con ALGUNAS PROPUESTAS
el lector. Al final, el premio se entregó subrepticiamen- A continuación, sin ánimo de ser exhaustivo y sin
te en el hogar del galardonado. Más allá de su resultado, apelar más que al sentido común, aventuro algunas
con estos debates se sienta un antecedente valioso para propuestas para propiciar que estas indignaciones
limitar la arbitrariedad e impunidad de jurados y pre- mediáticas se encaucen en mejores reglas e incentivos.
miados. De cualquier manera, quedan muchos premios Se trata de medidas administrativas que ya han sido
de menor proyección, que requieren de mejores proto- esbozadas anteriormente y que tienen como denomi-
colos para evitar ser capturados por grupos de interés. nador común una mayor transparencia.
Coediciones y antologías. Las antologías están lejos de Estímulos. En materia de apoyos a creadores, los avan-
ser neutrales y constituyen uno de los instrumentos ces en transparencia deben consolidarse y abarcar abso-
predilectos para emprender las batallas por el reco- lutamente todo el proceso. Por ejemplo, sería deseable
nocimiento cultural. Las querellas por las antologías que no solo se difundiera en internet la lista de ganado-
son frecuentes (sobre todo en el hipersensible medio res de todos los estímulos del Fonca (desde las becas hasta
de la poesía) y desde la legendaria Antología de la poe- las coediciones), sino que estuviera disponible la lista de
sía mexicana moderna (una de las más parciales que sea todos los aspirantes con su currículum y su proyecto. Esta
dado recordar) firmada por Jorge Cuesta hasta las más mayor publicidad permitiría una especie de supervisión
recientes han generado controversia. Si bien la polé- social de la calidad de los proyectos, posibilitaría com-
mica es connatural al género, una antología institucio- parar trayectorias e inhibiría exclusiones arbitrarias. Por
nal no debería ser sujeta a las acusaciones de militancia supuesto, las actas con las calificaciones y consideraciones
e improvisación que abundan en otras antologías. Al de los jurados también deben ser públicas. Asimismo,
ser impulsada por el Estado, una antología promueve para certificar los resultados y legitimar los apoyos, los
una noción oficial de representatividad, está obligada informes anuales íntegros de los becarios deberían estar
disponibles en internet, en tanto que el Fonca podría (antologadores, editores, coeditores, gestores) a fin de
tener un banco de datos actualizado con todas las obras que haya claridad en la atribución de responsabilidades.
que se han creado con el patrocinio de las becas.
Premios literarios. La desconfianza persistente hacia los LA CONVENIENCIA DE LA CREDIBILIDAD
premios daña la credibilidad y función promotora de La corrupción ha sido una forma ancestral de homeos-
este mecanismo, desorienta con respecto a los prestigios tasis en el medio político y, de paso, en el medio cultu-
y desestimula la participación de aspirantes ajenos al ral. Acaso las desviaciones de la norma y las decisiones
círculo de intereses literarios. Por esta razón es impor- a modo resultan aceptables para muchos participantes
tante brindar mayor publicidad a todas las fases del en tanto que no se distribuyan de un modo demasia-
premio: incluyendo número de trabajos recibidos, do desequilibrado entre los grupos. Así, muchos par-
difusión de la identidad de los pre-jurados, cuando ticipantes del medio cultural asumen cierta tolerancia 23
los haya, actas que contengan una deliberación crítica a lo irregular, como un acuerdo tácito de baja calidad,
amplia y, en casos de premios muy relevantes o con his- lleno de zonas grises, pero finalmente funcional. Puede
toria polémica, versión estenográfica o videograbación pensarse, incluso, que la corrupción, en la forma del
de la deliberación. Cuando los premios no consideran amiguismo y tráfico de influencias, no solo existe en la
LETRAS LIBRES
el anonimato de los participantes, es imprescindible un operación cotidiana del mundo cultural, sino que tiene FEBRERO 2017
buen protocolo para el manejo del conflicto de interés una inquietante incidencia en el canon, pues, para lograr
entre jurados y concursantes.2 movilidad en el arte y la literatura, lo de menos son
Por lo demás, resultaría clave contar con un registro los méritos profesionales y lo determinante llega a ser la
histórico y público de todos los premios en México, que capacidad para tejer relaciones. Por supuesto, la cultura
señale jurados y ganadores. Este sencillo registro cons- es una forma de sociabilidad y la interacción personal
tituiría un documento útil para la historia y la sociología resulta fundamental para el desarrollo de la creativi-
de la literatura y, además, permitiría a cualquier intere- dad y la proyección de las obras. Sin embargo, cuando
sado observar los patrones de distribución de recom- el cabildeo se vuelve la modalidad predominante de
pensas, establecer cruces de información y detectar ascenso, el genuino comercio intelectual se pervier-
eventuales conflictos de interés o casos rampantes de te, pues se excluye a quienes no pertenecen a los círcu-
intercambios de favores, lo que serviría como un meca- los privilegiados o están lejos de los centros geográficos
nismo de prevención. El lugar más propicio para que del poder cultural, se promueven patrones de compor-
se elaborara este registro sería el Centro Nacional de tamiento cortesanos y se desincentiva el trabajo serio y
Información y Promoción de la Literatura. riguroso en favor de la mera grilla. Las simpatías con
Antologías y selecciones de artistas. La toma de decisio- grupos y las lealtades interpersonales son fenómenos
nes en materia de selección de autores representativos inevitables; sin embargo, deben existir los incentivos y
(ya sea para antologías, ferias o exposiciones) debe cui- controles para impedir que estos sean los que definan
darse escrupulosamente favoreciendo el mérito y pro- la toma de decisiones en materias de política cultural.
curando la pluralidad; sin embargo, las formas más El combate a la corrupción en el ámbito de la cultu-
incluyentes de operar deben tener viabilidad práctica ra es significativo como ideal, pero también un instru-
y no convertirse en una consulta interminable. En par- mento pragmático para un funcionamiento más eficiente
ticular, para la elaboración de antologías o para la invi- del mercado de las ideas y las artes. Porque la claridad,
tación a foros internacionales especialmente relevantes imparcialidad y efectividad en el uso de los recursos legi-
puede pensarse en convocatorias abiertas para autores timan la actividad (los escándalos vuelven vulnerable al
que reúnan criterios mínimos de obra, reconocimientos sector cultural, siempre en la mira de las tijeras adminis-
y prestigio crítico. Por supuesto, a fin de evitar el asam- trativas); en tanto que la mayor apertura y competencia
bleísmo, el antologador o funcionario tendrá la autori- propician más participantes y mejores productos. Por
dad final para decidir a quién incluir; sin embargo, el eso, es importante que las instituciones elaboren mapas
hecho de que haya mayor apertura y publicidad impli- de riesgos en las áreas en las que pueda haber casos de
ca un acotamiento para las decisiones unipersonales corrupción y establezcan códigos de conducta y protoco-
y la necesidad de una auténtica justificación y apues- los preventivos. Por lo demás, aun la normatividad más
ta crítica. Igualmente, en el caso de las antologías es sofisticada puede ser burlada, de ahí la importancia de
importante que se transparenten las funciones y com- una creciente conciencia y sanción social con respecto a
petencias de cada uno de los involucrados en el proyecto los perjuicios de tolerar cualquiera de las manifestacio-
nes, grandes o menudas, de la corrupción. ~

2 Véase “Justicia literaria” y “Claridad en los premios” de Gabriel Zaid ARMANDO GONZÁLEZ TORRES es escritor. En 2016 publicó
en Dinero para la cultura, Ciudad de México, Debate, 2013, pp. 73-85. Es el decir el que decide (Cuadrivio).

Вам также может понравиться