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NIÑEZ

Unidad nº1
Desarrollo: designa los cambios progresivos y acumulativos, que con el tiempo ocurren en la
estructura, pensamiento o comportamiento de una persona, a causa de los factores biológicos y
ambientales.
Aprendizaje: es un cambio relativamente permanente del comportamiento que ocurre como
resultado de la práctica.
Crecimiento: aumento de tamaño, función o complejidad en dirección de la madurez óptima.
Maduración: desarrollo físico de un organismo que realiza su potencial genético.
Herencia y ambiente: la herencia es la transmisión de rasgos de una generación a la siguiente, el
proceso por el que una persona adquiere características de los padres y después las transmite a sus
hijos.
El material genético del padre y madre se unen cuando el espermatozoide se fusiona con el oocito
secundario y se forma el cigoto. Los hijos tienen semejanzas con sus progenitores porque heredan
rasgos que estos últimos le transmiten.
Los núcleos de todas las células humanas, contienen 23 pares de cromosomas, el número diploide.
Un cromosoma de cada par proviene de la madre y el otro, del padre. Cada cromosoma homologo
(uno de los que compone un par) contiene moléculas de ácido desoxirribonucleico y largas cadenas
de sustancias químicas, que combinadas de diferentes maneras constituyen los genes (unidades
más básicas de las características heredadas) que controlan los mismos rasgos y en los que se
almacena toda la información acerca de las características biológicas de cada individuo.
A 23 pares de cromosomas se le denomina autosomas, son cromosomas que no están relacionados
con la expresión sexual. El par 23 corresponde a los cromosomas sexuales que determinan el sexo
del hijo. Éste último, en la madre es un cromosoma X, y el padre porta un cromosoma X o uno Y.
Cuando un espermatozoide portador de cromosoma X fecunda un ovulo X, se forma un cigoto XX
que es mujer. Cuando el espermatozoide porta un cromosoma Y, y fecunda un ovulo X, se forma un
cigoto XY que es hombre.
En el acoplamiento de los cromosomas que aporta cada progenitor pueden producirse errores, lo
cual conduce a anomalías genéticas que pueden traducirse en un desarrollo anormal.
La herencia no solo influye en los aspectos físicos, sino también en un amplio rango de
características que incluyen el estado de salud, el nivel intelectual y la personalidad.
Los genes que gobiernan expresiones alternas de una característica se llaman alelos. Cada persona
recibe un par de alelos para una característica dada, uno de cada progenitor. Cuando ambos alelos
son igual la persona es homocigota para la característica, cuando son diferentes la persona es
heterocigota. En una situación heterocigota se manifiesta el alelo dominante, condición que se
conoce como herencia dominante. La herencia recesiva se presenta solo cuando una persona
homocigota ha recibido el mismo alelo recesivo de cada padre, entonces se manifiesta el rasgo
recesivo. Entonces existen dos alelos:
- alelo dominante: el que predomina o nulifica y oculta la presencia de otro alelo y se expresa
plenamente y rasgo dominante al que se expresa.
- alelo recesivo: su presencia queda oculta por completo y el rasgo que codifica se denomina
rasgo recesivo.
Un genotipo es la configuración genética, el patrón subyacente que una persona ha heredado en el
DNA (acido desoxirribonucleico). Excepto para los gemelos idénticos, nunca dos pares tienen el
mismo genotipo. Un fenotipo es la parte medible y observable como se expresa un genotipo. Sin
embargo, las experiencias de una persona modifican la manera en como el genotipo se expresa en
un fenotipo, ya que los genes interactúan con el ambiente para influir en el desarrollo del individuo.
Otras formas de transmisión genética:
 Herencia relacionada con el sexo: ciertos rasgos recesivos los heredan de manera diferente
los niños y las niñas. La mayoría de los genes relacionados con el sexo son recesivos, por
consiguiente, si una niña recibe de uno de sus padres un gen dominante en el cromosoma
X y un gen recesivo en el cromosoma X del otro padre, el gen dominante superara al recesivo
y la niña no manifestara el rasgo, pero puede transmitirlo porque se convierte en portadora
del mismo.
 Dominio incompleto: en algunos casos, un rasgo combina los atributos de ambos alelos, es
decir, la interacción entre los alelos no siempre produce efectos completamente
dominantes. Algunos genes existen en los estados de tres o más alelos, y se conocen como
alelos múltiples.
 Herencia poligénica: interacción de varios genes diferentes para producir rasgos
determinados.
 Transmisión multifactorial: interacción de factores genéticos y del ambiente para producir
rasgos determinados.
El poder de la herencia es grande, del mismo modo como lo es el del ambiente. Los factores
ambientales son tan importante como los genéticos.
El carácter heredable describe el estimativo estadístico del nivel de contribución de la herencia en
las diferencias de un individuo en un rasgo específico, en un cierto punto del tiempo, y rara vez
excede el 50%, por lo que hay una gran cantidad de espacio para la influencia del ambiente. Este
ambiente incluye, desde la influencia de la familia, la cual incluye la clase social, nivel de ingresos,
personalidad de padres y número de hijos en el hogar, hasta llegar a las instituciones más grandes
de la sociedad que incluyen los centros de cuidado diarios, la escuela, las políticas gubernamentales.
Tanto la genética como el ambiente trabajan juntos para afectar el desarrollo y se retroalimentan
mutuamente de una forma compleja.
 rango de reacción: se utiliza para evaluar la situación naturaleza-crianza. Para cualquier
aspecto que reciba la influencia de la herencia existe un rango de posibles respuestas que
un niño puede dar, dependiendo del ambiente en donde se desarrolla.
Los genes no se expresan directamente como comportamiento, sino que pueden
manifestarse en forma distinta en diferentes ambientes.
 canalización: describe el impacto de la programación genética. Algunas características
humanas están programadas con tanta fuerza por los genes, que se dicen que son altamente
canalizados, es decir, hay menos posibilidad de variación en su manifestación. Se requiere
un cambio más que extremo en el ambiente para alterarlos.
 maduración: la maduración no es inmodificable, las fuerzas del ambiente afectan el
momento en que se presenta. La herencia provee el terreno base para el desarrollo, pero el
ambiente afecta el ritmo con el cual avanza la construcción e incluso la forma específica de
la estructura.
Cualquier fenotipo es el resultado de la interacción de factores complejos. Sin embargo, algunos
rasgos demuestran el impacto de la herencia más que otros. Cada persona dentro de una familia,
experimenta un ambiente único que se conoce como efectos no compartidos del mismo ambiente.
La mayor parte de las características son fruto de la interacción entre herencia y ambiente. El nivel
de influencia de cada uno resulta útil para saber porque puede afectar la manera como la personas
actúan hacia otros. Y a su vez, los genes influyen en la manera en como la personas reaccionan ante
el ambiente.
Formas para estudiar los efectos relativos de la herencia y el ambiente:
 estudios de familia (parentesco): se buscan semejanzas entre personas que tienen relación
entre sí. Se descubre el grado en el cual los parientes comparten ciertos rasgos y la cercanía
de la relación genética se asocia con el grado de similitud Si esto último se da, se puede ver
la influencia de la herencia. Sin embargo, no es una buena manera de evaluar las posibles
fuentes de similitud del medio ambiente.
 estudios de adopción: investigan las influencias genéticas y del ambiente al observar los
niveles de similitud entre niños adoptados y sus padres y hermanos adoptivos y entre niños
y sus familias biológicas.
 estudios genéticos: compara gemelos idénticos con gemelos fraternales. Un problema es
que el ambiente del hogar de ambos gemelos puede ser muy similar, incluso aunque sus
familias adoptivas sean diferentes.
Características que reciben influencia de la herencia y el ambiente:
 rasgos y condiciones físicas como hipertensión, enfermedades cardiacas, artritis reumática,
úlcera péptica, epilepsia y obesidad.
 inteligencia: la herencia puede ejercer una influencia mayor sobre la inteligencia general, y
esto se hace cada vez más importante a través del ciclo de la vida. Muchos genes se
combinan para crear una influencia general sobre la inteligencia, establecen un rango de
posibles reacciones ante un rango de posibles experiencias. El ambiente familiar influye más
en los niños que en los jóvenes, mientras que los adolescentes son más aptos para encontrar
sus nichos en la vida sobre la base de sus capacidades e interés innatos. Esta influencia
aumenta con la edad. Cambiar el ambiente puede tener un impacto en el aprendizaje y la
inteligencia del niño.
 personalidad: es el patrón general de los rasgos mentales, de carácter, comportamiento,
temperamento y emociones. Algunos de estos aspectos son heredados en parte
- temperamento: estilo básico de una persona para percibir y reaccionar ante las situaciones. Si
bien parece innato, el ambiente es importante, ya que puede provocar el cambio de estilo de
comportamiento según experiencias especiales o al manejo de los padres.
- desordenes de la personalidad: existe evidencia de una influencia hereditaria en el alcoholismo,
la depresión, el autismo infantil y la esquizofrenia. Estas tienden a presentarse por familia, pero
se hereda la condición y esta puede dispararse por factores ambientales.

La socialización del ser humano se realiza gracias a la cultura, que es como una segunda matriz en
la que el niño se desarrolla. Desde la etapa anterior al nacimiento pueden producirse sucesos que
afecten el desarrollo posterior.

Unidad nº 2
(VER IMÁGENES CICLO MENSTRUAL)
Embarazo: Se produce cuando un espermatozoide y un oocito secundario se han desarrollado
gracias a la meiosis y maduración y se depositan los espermatozoides en la vagina. Es un fenómeno
que se inicia con la fecundación y continua con la implantación y el desarrollo embrionario y fetal,
hasta terminar normalmente con el nacimiento, unas 38 semanas después. Por lo tanto la duración
total de la gestación o embarazo es de 9 meses y se puede dividir en tres periodos:
- pre embrionario o del cigoto: dura dos semanas. Comprende la fecundación, la segmentación y
la implantación.
- embrionario: donde aparecen los primeros órganos y va desde la cuarta semana hasta la octava
semana y media, es decir, hasta los dos meses.
- fetal: se prolonga hasta el nacimiento. Se perfilan las estructuras que se han ido elaborando
anteriormente y van adoptando aspecto humano. El feto realiza diversas actividades y practica
varios reflejos en el interior del útero. Además manifiesta tres estados diferenciados: el sueño
profundo durante el cual no reacciona a los estímulos y permanece quieto, el sueño con
movimientos oculares rápido, durante el cual además de mover los ojos bajo los parpados
mueve diversas partes del cuerpo y el estado de vigilia, en el que se mantiene los ojos abiertos,
mueve los miembros y reacciona ante estímulos.
Durante la fecundación, el material genético del espermatozoide y del oocito secundario haploides
se fusiona en un solo núcleo diploide. Ocurre normalmente en una de las trompas de Falopio 12 a
24 horas después de la ovulación.
El proceso que lleva a la fecundación se inicia cuando las contracciones peristálticas y la acción de
los cilios transportan el oocito por la trompa de Falopio. Los espermatozoides ascienden por el útero
a la trompas, impulsados por los movimientos de sus colas y guiados por sustancias quimiotácticas
que libera el oocito. Las contracciones musculares del útero, además ayudan al movimiento de los
espermatozoides hacia el oviducto. Los espermatozoides no pueden fecundar los oocitos hasta
varias horas después, por lo tanto, durante este lapso sufren una serie de cambios funcionales
denominado capacitación. Luego de pasar por este periodo, para que se produzca la fecundación,
un espermatozoide debe penetrar la corona radiante y solo el primero que penetre por completo
esta zona se fusiona con el oocito y llega a su membrana.
La fusión del espermatozoide con el oocito se denomina singamia, la cual produce un conjunto de
fenómenos que bloquean la poliespermia (fecundación del oocito por varios espermatozoides).
Una vez que el espermatozoide entra en el oocito secundario, se completa la meiosis II, dividiéndose
en un óvulo grande y un segundo cuerpo polar pequeño que se fragmenta y se desintegra. El núcleo
de la cabeza del espermatozoide es el pronúcleo masculino y el del óvulo fecundado es el pronúcleo
femenino. Luego ambos se fusionan y se produce un solo núcleo diploide, que contiene 23
cromosomas de cada pronúcleo. Así, la fusión de los pronúcleos haploides restaura un numero
diploide de 46 cromosomas y el nombre del ovulo fecundado cambia a cigoto.
Gemelos cigotos: liberación independiente de dos oocitos secundarios y su fecundación por igual
número de espermatozoides. Difieren genéticamente.
Gemelos monocigotos: a partir de un solo ovulo fecundado, de modo que contienen el mismo
material genético y son de igual género. Las células en desarrollo se separan en dos embriones.
Cuando la separación tiene lucha en fecha posterior, se producen los gemelos siameses que están
unidos y comparten estructuras corporales.
Después de la fecundación, se produce la segmentación de células cada vez más pequeñas, que se
denominan blastómeras, y que producen finalmente una esfera solida de células llamada mórula y
tiene casi el mismo tamaño que el cigoto original.
Hacia el final del cuatro día, aumenta el número de células de la mórula, conforme esta se mueve
por la trompa de Falopio hacia la cavidad uterina. Entre el cuarto día y el quinto, el grupo de células
se convierte en una esfera hueca que entra en la cavidad uterina y su nombre cambia a blastocito.
Este, tiene una cubierta externa, el trofoblasto, una masa interna de células y una cavidad interna
llena de líquido, el blastocele.
El blastocito permanece libre en la cavidad uterina durante unos dos días antes de fijarse a la pared
del útero. Durante esta fase, se desintegra la zona pelúcida y crece el blastocito. Unos seis días
después de la fecundación, este se fija al endometrio y se produce la implantación. Al implantarse
el blastocito, se orienta de mal manera que la masa interna de células se coloca hacia el endometrio.
En la región de contacto de estos, se desarrollan dos capas del trofoblasto, el sincitiotrofoblasto que
secreta enzimas y el citotrofoblasto, que se vuelven parte del corion. Finalmente, el blastocito queda
incluido en el endometrio.
La gestación es el periodo que va de la fecundación al nacimiento. Dura 38 semanas a partir del día
calculado de la fundación. Al final de periodo embrionario, que comprende los primeros dos meses
de desarrollo, hay un esbozo de todos los órganos principales del organismo y se han desarrollado
las membranas embrionarias. Durante el periodo fetal, que es el subsiguiente al segundo mes, recen
rápidamente los órganos que se producen a partir de las capas germinativas primarias, y el feto
adquiere aspecto de ser humano. Hacia el final del tercer mes, ya funciona la placenta, que es el
sitio de intercambio de nutrientes y desechos con la madre.
El primer fenómeno importante del periodo embrionario es la gastrulación, en la cual la masa
interna de células de blastocito se diferencian en tres capas germinativas primarias: ectodermo,
endodermo y mesodermo. Estas capas son los tejidos embrionarios principales, en los cuales se
originan todos los tejidos y órganos del cuerpo humano.
En los ocho días que siguen a la fecundación, proliferan las células del citotrofoblasto interno y
forman el amnios, que es una de las membranas fetales, y un espacio, la cavidad amniótica,
adyacente a la masa interna de las células. La capa de células de la masa interna más cercana a la
cavidad amniótica se convierte en el ectodermo, y la que está junto al blastocele en endodermo. Al
formarse la cavidad amniótica, la masa interna cambia su nombre al de disco embrionario, que
contiene las células ectodérmicas y endodérmicas, mientras que las mesodérmicas están fuera del
disco.
Luego, las células del endodermo forman el saco vitelina, las células del citotrofoblasto originan el
tejido conectivo lazo, el mesodermo extraembrionario que llena el espacio entre el citotrofoblasto
y el saco vitelino. Después de la unión de los espacios del mesodermo extraembrionario se forma el
celoma extraembrionario que formara más tarde la cavidad corporal ventral.
Hacia el día 14, ya tenemos diferenciadas las tres capas: ectodermo, endodermo y mesodermo. El
segundo se convierte en el revestimiento epitelial del aparato digestivo y respiratorio, el tercero
origina los tejidos muscular y óseo y el primero se transforma en la epidermis y el sistema nervioso.
Un segundo fenómeno importante es la formación de las membranas embrionarias, que se sitúan
por fuera del embrión, lo protegen y nutren y más adelante, al feto. Dichas membranas son el saco
vitelino, el amnios, el corion y alantoides.
El saco vitelino es la fuente principal de vasos sanguíneos que transportan nutrimentos al embrión,
es pequeño y funciona como sitito inicial de formación de sangre, contiene células que emigran a la
gónadas y se diferencian en células germinativas primitivas (espermatogonios y oogonios).
El amnios es una delgada membrana protectora que se forma hacia el octavo día y cubre el disco
embrionario. Rodea por completo el embrión y crea una cavidad llena de líquido amniótico, que
sirve para la absorción de impactos, regula la temperatura y evita la adherencia entre la piel del feto
y los tejidos circundantes, es el que se rompe antes del nacimiento.
El corion tiene origen en el trofoblasto del blastocito y en el mesodermo que recubre el trofoblasto.
Rodea al embrión y al feto y se convierte en la parte embrionaria principal de la placenta. Su capa
interna se fusiona con el amnios.
La alantoides, es una estructura vascularizada que sirve como otro sitio inicial de formación de
sangre, después sus vasos forman parte de la conexión entre la madre y el feto.
El desarrollo de la placenta, ocurre durante el tercer mes de gestación y la forman el corion del
embrión y una parte del endometrio materno. Permite que el oxígeno y nutrimentos se difundan de
la sangre materna a la fetal, mientras que el dióxido de carbono y otros desechos lo hacen en sentido
opuesto. Sirve como barrera protectora, almacena nutrimentos que liberan hormonas que
mantienen el embarazo.
Cuando ocurre la implantación, una porción del endometrio se modifica y su nombre cambia al de
decidua. Las diferentes regiones de la misma reciben nombres según su posición relativa al sitio del
blastocito implantado. La basal, se convierte en la parte materna de la placenta; la capsular y la
parietal revisten áreas del resto del útero que no participan en la gestación. Al crecer el embrión y
luego el feto, la decidua capsular sobresale en la cavidad uterina y desaparece más tarde.
Durante el desarrollo embrionario crecen prolongaciones del corion, denominadas vellosidades
coriónicas, en la decidua basal. Estas contienen vasos sanguíneos fetales de la alantoides y su
crecimiento continúa hasta que quedan bañadas por los senos sanguíneos maternos llamados
espacios intervellosos. Desde los capilares de las vellosidades, los nutrimentos y el oxígeno llegan al
feto por la vena umbilical. Los desechos salen del producto de la concepción por las arterias
umbilicales, pasan a los capilares de las vellosidades y se difunden a la sangre materna.
El cordón umbilical, es la conexión vascular entre la madre y el feto y consta de dos arterias
umbilicales que transportan la sangre fetal desoxigenada a la placenta y una vena umbilical que lleva
sangre oxigenada al feto, además de tejido conectivo mucoso de sostén y la jalea de Wharton. Una
capa de amnios rodea al mismo.
Luego del nacimiento, la placenta se desprende del útero y se llama secundinas. En este momento
se corta y anuda el cordón umbilical que luego se desprende, y el área donde estaba el mismo queda
cubierta por una delgada capa de piel que al cicatrizar se denomina ombligo.
Cambios representativos del crecimiento embrionario y fetal:
1º mes: se forma la columna vertebral y el conducto y pequeños primordios (extremidades), se
forma y empieza a latir el corazón, se inicia la formación de aparatos corporales y sistema nervioso
central.
2º mes: ojos separados y parpados fusionados, nariz plana, osificación. Se distinguen extremidades,
dedos, se forman los vasos sanguíneos principales.
3º mes: desarrollo del puente nasal, oídos externos, formadas por completo la extremidades, se
continua la osificación, se desarrollan las uñas, la formación de la orina, comienzan los movimientos
de brazos y piernas, se empiezan a diferenciar los órganos sexuales y se hacen visibles.
4º mes: cabeza más grande que el cuerpo, aparece el pelo, se forman las articulaciones, la madre
comienza a sentir los movimientos del feto.
5º mes: cabeza menos desproporcionada, vello fino, se forma la grasa parda.
6º mes: cabeza menos desproporcionada, se separan los parpados y se forman las pestañas, se
arruga la piel.
7º mes: cabeza y cuerpo proporcionados, se arruga la piel, puede sobrevivir fuera del útero, esta de
cabeza, se inicia el descenso de los testículos al escroto, ya está completo el número de neuronas o
células del cerebro. Comienza el periodo de consolidación de los desarrollos anteriores y de
preparación para aumentar las posibilidades de supervivencia fuera del útero.
8º mes: se deposita la grasa subcutánea, disminuyen las arrugas de la piel.
9º mes: se acumula la grasa subcutánea, se altera el vello fino, las uñas crecen hasta el extremo de
los dedos o más allá.
Factores que afectan al desarrollo del feto: el niño vive en un ambiente estable dentro de la
placenta, flotando en el líquido amniótico y unido a la madre a través del cordón umbilical. Si bien
el feto se encuentra protegido en el interior del útero, la exposición repetida a los rayos X produce
graves malformaciones, al igual que los teratógenos, consumir grandes cantidades de
medicamentos, el tabaco puede producir efectos en el desarrollo intelectual al igual que el alcohol
y otras drogas pueden presentar conductas semejantes al síndrome de la abstinencia. También los
insecticidas, pesticidas, disolventes, pinturas e incluso artículos de limpieza pueden ser dañinos,
pero todo depende de las cantidades absorbidas y la edad del embrión o feto. Los efectos más
intentos y peligrosos son en el primer trimestre de la gestación.
Un elemento importante es la nutrición, ya que la desnutrición afecta al feto durante los últimos
meses del desarrollo intrauterino; los efectos suelen ser intentos sobre el desarrollo del sistema
nervioso y también aumentan la mortalidad infantil y puede provocar la desnutrición del recién
nacido, que responden poco a la estimulación, son lentos e irritables.
Aspectos psicológicos del desarrollo intrauterino: La ansiedad, la tensión inducen a la producción
de hormonas en la madre que se transmiten al feto y algunas como la adrenalina reducen la cantidad
de sangre que le llegan. Por lo tanto las madres en tensión transmiten la misma al feto. Al igual que
los hábitos y costumbres de la madre pueden tener influencia en el desarrollo del ser en gestión. El
feto se mueve más rápido cuando las madres están fatigadas o en situación psicológica difícil,
soportando tensiones emocionales, en este caso los fetos son más irritables e inquietos. La
comunicación parece que es de tipo químico, se establece a través de las sustancias que la madre
envía.
El parto es un momento de choque profundo en que el feto va a abandonar un medio estable para
empezar a llevar una vida independiente. Durante el parto se pueden producir situaciones y
accidentes que tengan influencia psicológica duradera como hemorragias cerebrales por rotura de
vasos debido a las fuertes presiones que experimentan o por la falta de oxígeno o anoxia, incluso
estos pueden provocar la muerte.
Crecimiento y desarrollo del cerebro: al comenzar su desarrollo dentro del útero, el cerebro produce
más células de las que necesita y aquellas que no funcionan morirán después del nacimiento. Esta
remoción del exceso de células ayuda a crear un sistema nervioso eficiente. Antes del nacimiento y
recién ocurrido este, el cerebro humano crece muy rápido. Justo antes del nacimiento y durante un
breve tiempo después del mismo se produce un aumento de las células cerebrales. Dentro de los
dos meses siguientes, prácticamente no hay formación de células nuevas, aunque las existentes
continúan creciendo. Las células determinan sus funciones por si mismas al migrar hacia las
posiciones apropiadas, bien sea en la corteza cerebral o en los niveles subcorticales. En un recién
nacido, estas últimas están más desarrolladas, mientras que las de la corteza no se encuentran bien
conectadas, y aumentan cuando el niño madura, se hacen más flexibles y funcionan a un mayor
nivel motor e intelectual. El desarrollo de la corteza se da en varias etapas, primero las capaz interna
y luego las externas.
A los 12 años el cebero tiene el tamaño de un cerebro adulto. Aunque este desarrollo intelectual y
motor esta genéticamente determinado, también es afectado por el entorno.
El cerebro es plástico, puede moldearse fácilmente mientras se desarrolla.

Hormonas del embarazo: durante los primeros tres a cuatro meses, el cuerpo lúteo continúa la
secreción de progesterona y estrógenos, que son hormonas que mantienen el revestimiento uterino
y preparan a las glándulas mamarias para la secreción de leche. Desde el tercer mes hasta el fin del
embarazo, la placenta produce altos niveles de dichas hormonas. El corion placentario secreta la
gonadotropina coriónica humana en la sangre, la cual estimula el cuerpo lúteo a fin de mantener la
producción de progesterona y estrógenos, necesaria para evitar la menstruación y para que el
embrión y el feto continúen implantados en el revestimiento uterino.
Hacia el octavo día después de la fecundación, esta hormona es detectable en la sangre de
embarazadas. Su nivel máximo ocurre hacia la novena semana y disminuye abruptamente durante
el cuarto y quinto mes, estabilizándose hasta el parto.
El corion placentario inicia la secreción de estrógenos luego de las primeras tres o cuatro semanas
de embarazo y el de progesterona hacia la sexta semana. Estas hormonas se secretan en cantidades
crecientes hasta el momento del parto. Hacia el cuarto mes la secreción de la GCh ha disminuido.
Desde el tercero al noveno, la placenta proporciona concentraciones de estrógenos y progesterona
necesaria para que continúen el embarazo. Un alto nivel de progesterona garantiza que el
miometrio este relajado y el cérvix contraído. Después del parto, disminuyen hasta llegar a los
valores normales.
La relaxina, aumenta la flexibilidad de la sínfisis del pubis y de los ligamentos de las articulaciones
sacroilíacas y la sacrococígea, además ayudan a dilatar el cuello uterino durante el parto, facilitando
el nacimiento.
La secreción de la somatomamotropina coriónica humana, también llamada lactógeno placentario
humano se incrementa en proporción a la masa placentaria y es máxima luego de 32 semanas.
Prepara las glándulas mamarias para la lactación, mejora el crecimiento de la placenta, aumenta la
síntesis de proteínas y regula ciertos aspectos del metabolismo maternofetal.
La hormona liberadora de corticotrofina es el reloj del que depende el momento del parto. Su
secreción placentaria se inicia hacia la duodécima semana y aumenta al final del embarazo. Esta
hormona provoca el aumento de la secreción de cortisol, necesario para la maduración de pulmones
fetales y producción de surfactante.
Cambios anatómicos y fisiológicos durante el embarazo: hacia el final del tercer mes, el útero ocupa
gran parte de la cavidad pélvica y a medida que continúa el crecimiento fetal, dicha víscera se
extiende cada vez más arriba en la cavidad abdominal. Hacia el final de un embarazo a término,
llena casi por completo el abdomen y su extremo superior se ubica arriba del borde costal, cerca de
la apófisis xifoides del esternón. El útero desplaza hacia arriba los intestinos, hígado y estomago
maternos, eleva el diafragma y ensancha la cavidad torácica. Además aumenta el líquido amniótico,
aumento de agua corporal, crecimiento uterino, reserva de proteínas, triglicéridos y minerales,
crecimiento mamario, aumenta el volumen sistólico, el gasto cardiaco, frecuencia cardiaca,
aumenta el volumen corriente pulmonar, la reserva respiratoria se puede reducir, la capacidad
residual disminuye, aumenta el consumo corporal de oxígeno, dificultad para respirar, aumenta el
apetito, nauseas, vómitos, presión del útero sobre vejiga, incontinencia, aumenta la capacidad de
filtrado de los riñones, cambia la piel, estrías, caída del pelo, flexibilidad y vascularidad vaginal y de
la vulva mayor.

Parto: proceso mediante el cual se expulsa al feto del útero por la vagina hacia el exterior.
La progesterona inhibe las contracciones uterinas, de modo que este proceso no puede ocurrir sino
hasta que disminuyan sus efectos. Hacia el final del embarazo, aumenta el nivel de estrógenos en la
sangre materna, con lo que se generan cambios que anulan los efectos inhibitorios de la
progesterona. El ascenso de la concentración de estrógenos estimula la secreción de
adrenocorticotrofina en la adenohipófisis fetal, que induce la secreción de cortisol y
dehidroepiandrosterona que es el principal andrógeno suprarrenal en el feto. Luego la placenta
convierte esta última en un estrógeno. Los niveles altos de este último hacen que las fibras
miometrales desplieguen receptores de oxitocina que se formen uniones de abertura entre ella. La
oxitocina estimula las contracciones uterinas y la relaxina auxilia al incrementar la flexibilidad de la
sínfisis del pubis y participar en la dilatación del cuello uterino. Los estrógenos estimulan la
liberación placentaria de prostaglandinas, las cuales inducen la producción de enzimas que digieren
las fibras de colágena en el cérvix y causan su reblandecimiento.
Las contracciones del miometrio fuerzan en paso de la cabeza o cuerpo del feto al cuello del útero
que se distiende. La oxitocina viaja por la sangre del útero, donde estimula contracciones cada vez
más fuertes del miometrio. Al intensificarse las mismas, el cuerpo del feto estira incluso más el
cuello uterino y los impulsos nerviosos resultantes hacen que se libere todavía más oxitocina.
El parto verdadero se inicia cuando las contracciones uterinas ocurren a intervalos regulares,
generalmente acompañadas de dolor. Al abreviarse el intervalo entre las contracciones, estas se
intensifican. El indicador fiable consiste en la dilatación del cuello del útero y la salida de moco
sanguinolento por el conducto cervical durante el parto. En el caso del parto falso, el dolor se siente
en el abdomen a intervalos irregulares, no se intensifica y se no se modifica considerablemente con
la caminata, además no existen los indicadores mencionados. El parto verdadero se divide en tres
etapas:
1- etapa de dilatación: periodo que comprende del inicio del parto hasta la dilatación completa
del cérvix. Dura de seis a doce horas e incluye contracciones uterinas, rotura del saco
amniótico y dilatación completa del cérvix.
2- etapa de expulsión: el intervalo que media entre la dilatación cervical completa y el
nacimiento.
3- etapa placentaria: el lapso que sigue al alumbramiento o nacimiento y continua hasta que
se expulsa la placenta o secundinas gracias a las contracciones uterinas potentes.
Gran parte de la protección contra el sufrimiento propio del parto, que sirve además como
preparativo para sobrevivir después del nacimiento, proviene de las hormonas de la medula
suprarrenal, que además aclaran los pulmones y modifican su funcionamiento como
preparativo para la respiración de aire, movilizan los nutrimentos disponibles para el
metabolismo celular y promueven el aumento del flujo sanguíneo al cerebro y corazón.
Los nacimientos postérminos pueden facilitarse mediante la inducción del parto o con el parto
quirúrgico.
Después del nacimiento y la expulsión de la placenta, hay un periodo de seis semanas en el cual
los órganos reproductores y la fisiología maternos regresan al estado que tenían antes. Dicho
intervalo se denomina pulperio. Gracias a este proceso de catabolismo tisular, ocurre la
reducción considerable del tamaño uterino, llamado involución. El cérvix pierde elasticidad y
recupera la firmeza que tenía. Durante dos a cuatro semanas después del parto, las mujeres
expulsan un exudado uterino llamado loquios.
Ajustes del organismo del niño al nacimiento: durante la gestación el embrión depende por
completo de la madre para su existencia. Al ocurrir el nacimiento él bebe fisiológicamente maduro
se vuelve mucho más independiente y sus aparatos corporales realizan diversos ajustes.
- Ajustes respiratorios: el feto depende por completo de la madre para obtener oxígeno y eliminar
dióxido de carbono. Los pulmones fetales se hallan colapsados o llenos de líquido amniótico, el
cual se absorbe al nacimiento. Luego del nacimiento, se interrumpe el aporte de oxigeno de la
madre al neonato. La circulación de sangre continúa en este último y al aumentar la
concentración sanguínea de dióxido de carbono, ocurre la estimulación del centro respiratorio
del bulbo raquídeo, lo cual hace que se contraigan los músculos auxiliares de la respiración y
que el pequeño inhale por primera vez.
- Ajustes cardiovasculares: el cierre del agujero oval entre las aurículas del corazón fetal desvía
por primera vez la sangre desoxigenada hacia los pulmones. Dicho agujero se cierra gracias a
dos colgajos de tejido del tabique cardiaco, que se pliegan y fusionan de manera permanente.
Los residuos del mismo se denominan fosa oval.
Una vez que se inicia el funcionamiento de los pulmones, el conducto arterioso también
ocluye como respuesta de la contracción del musculo liso de su pared y se transforma en el
ligamento arterioso. El conducto no se cierra por completo, sino hasta unos tres meses
después.
Después de cortar y anudar el cordón umbilical, las arterias umbilicales se llenan de tejido
conectivo y su porción distal se convierte en el uraco. La vena umbilical se transforma en el
ligamento redondo del hígado.
En el feto, el conducto venoso conecta la vena umbilical con la cava inferior, lo cual permite
que la sangre de la placenta evite el hígado fetal.
El residuo del conducto venoso cambia su nombre a ligamento venoso.
El neonato: las primeras cuatro semanas de vida se conocen como periodo neonatal, un tiempo de
transición entre la vida intrauterina, cuando el feto depende por completo del cuerpo de la madre
y su existencia independiente.
- Características físicas: el tamaño al nacer está determinado por factores como raza, sexo,
estatura de los padres, nutrición y salud de la madre durante la gestación. Durante los primeros
días, se reduce cerca del 10% debido a la perdida de fluidos. Alrededor del quinto día comienza
a ganarlo y vuelven al peso que tenían al nacer entre el décimo y decimocuarto día después del
nacimiento.
La cabeza puede ser alargada y no muy bien formada debido al moldeo que facilita su paso a
través de la pelvis matera. Este moldeamiento es posible porque los huesos craneanos no se
encuentran totalmente soldados y no están del todo unidos hasta los 18 meses.
Son bastantes pálidos y tiene un tinte rosáceo debido a lo delgado de su piel, la cual cubre
débilmente la sangre que fluye a través de los capilares. Algunos son muy velludos y están
cubiertos con lanugo, una pelusa prenatal que cae a los pocos días.
- sistemas orgánicos: antes de nacer, la circulación del feto al igual que la respiración, nutrición,
eliminación y regulación de la temperatura, se realizan a través de la conexión con el cuerpo de
la madre. Después de nacer deben desarrollar estas funciones por sí mismos. La transición entre
la vida intrauterina y el exterior exige un mayor trabajo de todos los sistemas:
1- sistema circulatorio: la sangre del feto se oxigena por medio del cordón umbilical que lleva
la sangre hacia y desde la placenta. Al nacer el sistema del bebe debe hacerse cargo de esa
función. Los latidos son rápidos e irregulares y la presión se estabiliza recién al décimo día.
2- sistema respiratorio: el feto también recibe oxigeno por medio del cordón umbilical que
también elimina el dióxido de carbono. Luego al nacer, necesita obtenerlo de forma
independiente.
3- sistema gastrointestinal: también es a través del cordón umbilical que el feto recibe
alimento y expulsa los desechos. El recién nacido tiene un reflejo de succión para tomar la
leche y cuenta con secreciones gastrointestinales para digerirla.
4- regulación de la temperatura: las capas de grasa que se desarrollan durante los últimos
meses de vida fetal permiten que los niños nacidos a término conserven constante la
temperatura de su cuerpo, a pesar de los cambios en la temperatura del ambiente. También
mantienen el calor mediante el aumento de su actividad.
Los reflejos del recién nacido: los reflejos son respuestas automáticas ante estímulos externos.
Muchos se presentan al nacimiento, durante el mismo o muy poco después de este. Algunos
parecen relacionados con la supervivencia y la protección. Los primeros se denominan “primitivos”
y desaparecen en el primer año de vida. Por ejemplo: reflejo de moro o sobresalto, el de succión.
En cambio los de protección como cerrar los ojos, bostezar, toser, dar arcadas, estornudas y pupilar
se mantienen.
 7 reflejos al nacer: palpebral (parpadeo), moro (sobresalto), plantar (en cerrar los dedos
como en la mano cuando algo estimula el pie cerca de la base de los dedos), signo de
Babinski (extender los dedos del pie en forma de abanico, separando el dedo gordo cuando
se toca la planta del pie), búsqueda (con la boca o los ojos), succión y prensión.
Debido a que la subcorteza controla los reflejos primitivos, su desaparición indica el nivel de
desarrollo de la corteza y un giro haca la conducta voluntaria. Es muy importante probar los reflejos
normales después del nacimiento para valorar el estado de salud y el nivel del funcionamiento del
niño. Alguna de las herramientas que se utilizan son:
- escala de Apgar: se utiliza al minuto y luego a los cinco minutos después de nacer. Evalúa
apariencia (color), pulso (latidos del corazón), gesto (reflejo de irritabilidad), actividad (y tono
muscular) y respiración. Se califica del uno al diez. Es una prueba rápida, sin costo y fácil de
aplicar, pero no tiene en cuenta medidas recientes, tiene poco valor como elementos de
predicción y su aplicación es lenta.

- examen neonatal de las condiciones médicas: es muy costosa y evalúa si el niño heredo la
enzima fenilcetonuria que hará que sufra un retraso mental.
- escala de Brazelton: es una prueba neurológica y de comportamiento que se emplea para medir
respuestas de los neonatos a su entorno. Evalúa cuatro dimensiones del comportamiento:
conducta de interacción, conductas motrices, control fisiológico, respuesta al estrés. Toma cerca
de 30 minutos y sus resultados se basan en el mejor desempeño del bebe. Puede ser un mejor
recurso para predecir el desarrollo futuro que la de Apgar y la prueba neurológica estándar.
Bajo peso: existen varios factores asociados con esta tendencia: demográficos, médicos previos al
embarazo, médicos asociados con el embarazo en curso, comportamiento prenatal y factores
ambientales. Muchos se interrelacionan y puede provocar que el niño nazca antes de termino
(prematuro) o que sean bebes pequeños para la fecha.

Reflejo miotático: El que se produce ante el estiramiento de un músculo esquelético. Normalmente


tiene lugar al golpear suavemente, con el martillo de reflejos, el tendón de un músculo, lo cual
provoca la contracción de ese músculo. Es el reflejo más simple, pues en él solo intervienen la
neurona sensitiva y la motora.
La exploración de este tipo de reflejos informa sobre la normalidad o no del segmento espinal,
donde tiene lugar la integración de dicho reflejo.

Fisiología de la lactación
La lactación es la secreción y expulsión de leche de las glándulas mamarias. Una hormona que
promueve de manera importante la secreción es la prolactina, que la produce el lóbulo anterior de
la hipófisis. Después del parto, disminuye la contracción de estrógenos y progesterona maternos y
se interrumpe dicha inhibición. La succión del lactante es el estímulo principal para que continúe la
secreción de prolactina durante la lactancia. Dicha succión genera impulsos nerviosos que se
transmiten al hipotálamo, donde decrece la liberación de la hormona inhibidora de la prolactina
aumenta la liberadora, de modo que el lóbulo anterior de la hipófisis libera más prolactina.
La oxitocina causa la liberación de leche en los conductos mamarios gracias al reflejo de expulsión
(descenso) de la leche. La oxitocina que llega a las glándulas mamarias por el torrente sanguíneo
estimula la contracción de las células mioepiteliales que rodean a las células y conductos
glandulares. La compresión resultante desplaza la leche de los alveolos de las glándulas a los
conductos mamarios, donde es posible su succión. Dicho proceso se denomina expulsión de la leche
o descenso. Estímulos como el llanto del bebe o el contacto con los órganos genitales, puede causar
la liberación de la oxitocina y el descenso de la leche.
Hacia fines del embarazo y en los primeros días después del parto, las glándulas mamarias secretan
un líquido lechoso llamado calostro. El mismo, resulta adecuado hasta la aparición de la leche
verdadera, hacia el cuarto día de vida postnatal. El calostro y la leche materna contienen anticuerpos
que protegen al lactante durante los primeros meses de vida.
Después del parto, el nivel de prolactina empieza a descender hasta el que había antes del
embarazo. La acción de la prolactina en las glándulas mamarias es que se produzca la leche para la
siguiente sección de amamantamiento.
Uno de los beneficios principales del amamantamiento es el nutricional: la leche humana tiene
grandes cantidades de ácidos grasos, lactosa, aminoácidos, minerales, vitales y agua ideales para la
digestión, desarrollo cerebral, crecimiento del bebe, proporciona células y moléculas benéficas, hay
menos probabilidades de enfermedades, mejora el desarrollo neurológico e intelectual, intensifica
la relación maternoinfantil, es de fácil absorción, menos probabilidades de alergias, etc.

Nacimiento: la salida al mundo exige una adaptación y unos cambios, y lleva consigo algunos
riesgos. El primer problema es que en el momento de nacer el niño debe empezar a respirar
inmediatamente y debe empezar a controlar la temperatura rápidamente.
El recién nacido pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, entre 16 y 20 horas al día. Se alimenta
varias veces al día y cada sesión dura alrededor de 20 minutos, después permanece unos minutos
despierto y luego se duerme durante tres o cuatro horas, al cabo de las cuales la sensación de
hambre le despierta y le puede provocar el llanto. En los primeros días los periodos de la
alimentación pueden ser irregulares. Luego se inician los baños y diversos rituales que acompañan
su vida en la casa durante los primeros meses. Otra función, es la eliminación de residuos; durante
los primeros días el niño puede orinar entre 15 a 20 veces diarias y defecar hasta 7 u 8 veces, pero
al cabo de un tiempo estas funciones también se regularizan.
Él bebe, pasa a lo largo del día por diversos estados que se distinguen tanto por el aspecto que el
niño presenta como por indicadores fisiológicos. Estos estados son cinco:
1- sueño regular: descansa tranquilo, con una respiración regular, sin movimientos de los
miembros, cara relajada, sin gestos, ojos cerrados y sin movimiento bajo los parpados.
2- sueño irregular: sueño agitado, respiración irregular y rápida, pueden hacer muecas o
gestos, movimiento de miembros, tronco o cabeza presentando resistencia al quererlos
mover, movimientos de ojos vertical y horizontalmente.
3- inactividad alerta: descansa en la cuna relajado y quieto pero con los ojos abiertos,
explorando el ambiente y lo que sucede.
4- actividad despierto: realiza movimientos de todo el cuerpo, a veces muy bruscos, esta
callado o produce pequeños ruidos pero no llora y la respiración es irregular, los ojos
exploran el ambiente.
5- llanto: llora con más o menos intensidad con la cara contraída y roja, los miembros están
rígidos y no se dejan mover, no atiende a estímulos exteriores.
Capacidades del recién nacido: puede alimentarse, succionando y tragando, eliminar los residuos,
dormir, llamar la atención de otros, reaccionar ante estímulos del entorno y actuar de alguna
manera, aunque sea rudimentaria, sobre las cosas. Su capacidad de atención es muy limitada y un
exceso de estimulación puede perturbarle mucho.
A veces el desarrollo no sigue su curso lineal, sino que sufre aceleraciones, retrasos, detenciones y
aparentes vueltas atrás.
El recién nacido presenta muchas capacidades variadas que se clasifican en tres grupos:
- sistemas para recibir información: capacidad de percepción, visual, auditiva, táctil, gustativa y
olfativa.
- sistemas para transmitir información y comunicar necesidades y manifestar sus estados: lo hace
a través de la capacidad de llanto, expresión emocional, sonrisa, etc.
El primer llanto es el que se produce al nacer y es importante porque indica que el aire ha entrado
a los pulmones y el niño ha comenzado a respirar. El llanto posterior indica algún grado de malestar.
Además hay un llanto básico que es regular y rítmico que generalmente está asociado con el hambre
y otros más específicos como el de cólera, el de dolor y el de atención que aparece después de la
tercera semana.
La cara es el principal medio de expresión, en ella se manifiesta el cansancio, bienestar, alegría,
desagrado. Las primeras sonrisas son puramente fisiológicas y traducen una situación de bienestar,
pero en poco tiempo comienza a ser una manifestación de reconocimiento de objetos y situaciones
y va adquiriendo un valor social. Al cabo de pocos meses el niño es capaz de expresar sorpresa
mediante los gestos de la cara y diversos estados y emociones como miedo, alegría, tristeza,
tranquilidad, interés, cansancio, etc.
Las expresiones emocionales constituyen un medio valioso para la comunicación mucho antes de
que empiece a aparecer el lenguaje.
- sistemas para actuar: capacidad de reflejo, succión, prensión, marcha, etc.
El sujeto dispone una serie de mecanismos, denominados reflejos, que son conductas que se ponen
en marcha cuando se producen determinadas condiciones. Los del recién nacido son numerosos y
variados y algunos se parecen a los de los adultos, mientras que otros solo existen en los bebes y
desaparecen al cabo de un tiempo.
Lo característico de los reflejos del recién nacido es que se trata de conductas, a veces complejas,
que se ponen en funcionamiento cuando aparece un estímulo interno o externo. Algunos se
producen ante determinados estímulos específicos y constituyen una respuesta igualmente
específica, mientras que otros son producidos por una gran variedad de estímulos.
Uno de los más importantes es el de succión, que le permite alimentarse. Este es un conjunto de
conductas complejas que se combinan con gran perfección. Hay también un reflejo de búsqueda y
uno de deglución que permite tragar. Otro de gran importancia es el de prensión que permite
mantener los objetos de la mano y comenzar a explorarlos con la mirada, la boca, el tacto y poco a
poco se convertirá en conductas deliberadas que llevaran hasta el manejo de la mano para alcanzar
objetos y que conducirá a los movimientos finos. Otros reflejos son el de estornudo, los de evitación,
los que cierran la pupila del ojo, los que cierran los parpados, los de eliminación de desechos, etc.
Hay un grupo de reflejos que desparece al cabo de unos meses, como el de movimientos de natación
rítmicos, de reptación, de marcha y de ascensión. Otros importantes son el de Babinski que consiste
en extender los dedos del pie en forma de abanico, separando el dedo gordo cuando se toca la
planta del pie; el de prensión plantar que consiste en cerrar los dedos como en la mano cuando algo
estimula el pie cerca de la base de los dedos; y el reflejo moro que consiste en un movimiento
simétrico de apertura de brazos y piernas.
Otras capacidades de los niños es la imitación a los adultos, aunque es complicado porque exige que
sean capaces de realizar la percepción intermodal, es decir, que sepan combinar la percepción a
través de dos órganos sensoriales distintos como la visión y la actividad muscular.
Es a partir de todas estas capacidades iniciales que se va a empezar a formar el conocimiento. El
niño no tiene conciencia de sí mismo ni de la existencia del mundo y de los objetos. Las
características de este mundo son algo que el niño va a ir construyendo durante la etapa de
desarrollo.
La búsqueda de la estimulación le va llevando durante los primeros meses a interesarse por los
objetos, a tratar de encontrarlos. Esto pone en funcionamiento unos mecanismos que van a ser de
largo alcance y constituirán la base de la construcción del conocimiento.

Unidad nº 3
El mecanismo del desarrollo
A los tres o cuatro meses se observa que el niño pasa mucho más tiempo despierto y explora su
entorno de forma activa, interesándose por las personas y objetos. El niño de dos años se mueve
libremente y se dirige activamente hacia otros niños, empieza a hablar y a ser más social. El de siete
años, asiste a la escuela, busca la explicación de muchas cosas y toma iniciativas en su relación con
otros.
A medida que los niños crecen se van diferenciando unos de otros y mientras que los progresos de
los primeros meses son muy semejantes en todos los sujetos, más adelante los que viven en medio
más desfavorecidos, en peores condiciones sociales y materiales, se desarrollan con más problemas
y con peores resultados en la escuela o en su adaptación social.
Hay aspectos que son generales y comunes a todos los hombres, rasgos que se desarrollan igual en
todas las culturas, mientras que otros son específicos y propios de cada sociedad, y a estos hay que
añadir los rasgos de las familias y las diferencias individuales.
Los organismos reciben información sobre su propio estado y sobre el ambiente. Es característico
del hombre que la satisfacción de las necesidades se puede hacer de una manera indirecta, dilatada
en el tiempo e incluso simbólica. Pero el motor de la actividad son esas necesidades básicas,
comunes a todos, a las que añaden las necesidades que la cultura ha ido edificando sobre ellas, y
que para un individuo pueden llegar a ser tan esenciales como las primarias.
El origen de la actividad del organismo hay que verlo como un desequilibrio que se produce en la
situación en la que se encuentra. Una vez que ha realizado esas acciones, el equilibrio se restablece
momentáneamente hasta que vuelva a surgir otro motivo de desequilibrio, que iniciara un nuevo
ciclo.
Los organismos son seres activos que están actuando en su medio y modificándolo. Pero en su
actividad el organismo tiene que adaptarse al medio, lo que supone tanto que el medio es
modificado, como que el organismo se transforma.
El desarrollo mental que se ha producido en el hombre y que le diferencia de los animales es un
resultado de la adaptación, es una variación que facilita la supervivencia de la especie y que
precisamente ha dado al hombre unas posibilidades excepcionales con respecto a los animales. El
desarrollo psicológico es una prolongación del desarrollo biológico.
La adaptación no es un proceso pasivo, sino activo, lo cual quiere decir que el organismo, al
adaptarse, se está modificando, pero, a su vez, modifica el medio. El organismo no sufre adaptación,
sino que es un actor de ella.
Equilibrio  no hay acción
Desequilibrio  acción para modificar la situación.
En un proceso adaptativo podemos distinguir dos aspectos que son indisociables, que no pueden
darse el uno sin el otro. Por un lado la asimilación, es decir, la incorporación que el organismo hace
del medio, o a más en general, de la acción del organismo sobre el medio; y por otro lado el de
acomodación, es decir, de la modificación del organismo por efecto de la influencia del medio. La
adaptación es entonces una modificación del organismo en función del medio, que favorece la
conservación de ese organismo, pero que a su vez modifica el medio.
A partir de estos procesos, se van formando un conjunto de acciones, que llamaremos esquemas,
que son adecuados para manipular un nuevo objeto.
Son los desequilibrios con el medio lo que lleva a un individuo a actuar. Mientras el organismo no
experimenta tensiones ni desajustes puede permanecer inactivo, pero en el momento en que se
produce una modificación en el medio, tanto externo como interno, se inicia una desadaptación y
el organismo tiene que actuar para contrarrestarla.
Para resolver el desequilibrio aplica los medios que dispone y que ha utilizado en situaciones
anteriores, pero la situación puede ser diferente, lo que lleva a buscar nuevas soluciones, que van
constituir un progreso. Por este procedimiento se van formando nuevos esquemas que van
permitiendo nuevas adaptaciones, es decir, la posibilidad de reestablecer el equilibrio en situaciones
nuevas y eso constituye el desarrollo intelectual.
Un esquema es una sucesión de acciones (materiales o mentales) que tienen una organización y
que son susceptibles de repetirse en situaciones semejantes. Tienen un elemento desencadenante
y un elemento efector. Se automatizan, es decir que se realizan de una manera automática, sin
necesidad de una actividad consciente; y son esquemas de acción, ya que no son una pura forma de
almacenar el conocimiento sino que sirven para actuar sobre el mundo mental o real.
Es una sucesión de acciones ya que está compuesto por una serie de acciones encadenadas que se
suceden en un orden establecido.
Son reales o mentales ya que puede ejecutarse mediante acciones reales de tipo motor que
modifican materialmente al ambiente o de forma mental, sin acciones externas.
Tienen una organización, ya que las acciones se suceden en un orden establecido y en general no
pueden alterarse.
Puede aplicarse a situaciones semejantes, ya que la capacidad de asimilación de un esquema puede
ejercerse en una situación semejante a otra anterior siempre que no difiera mucho de aquella.
Tienen un elemento desencadenante y efector, es decir, un elemento del ambiente selecciona un
esquema y a continuación se ejecuta.
Los reflejos son semejantes a los esquemas, pero guardan con ellos dos diferencias esenciales. Por
una parte, son hereditarios y se reciben ya hechos. Por otra, los reflejos no son apenas modificables
por la experiencia y precisamente cuando empiezan a modificarse hablamos de esquemas, que son
más variados, flexibles y complejos.
El niño asimila el mundo circundante actuando sobre él, y al mismo tiempo se acomoda produciendo
nuevos esquemas por diferenciación o por combinación de esquemas anteriores. Al actuar, sus
esquemas se multiplican, se diversifican y su número crece sin cesar mientras el sujeto aprende. Por
lo tanto, el número de esquemas se modifica durante toda la vida.
Cuando el niño se encuentra en una situación idéntica a otra anterior, lo único que tiene que hacer
es aplicar los esquemas de los que ya dispone y los aplica hasta que llega un momento en que el
proceso se automatiza por completo. En este caso decimos que se forma un hábito. Mientras el
nuevo esquema se está formando el sujeto experimenta y varia su conducta, pero llega un momento
en que se automatiza. En cambio, cuando la situación es nueva, el sujeto tiene que hacer cosas
distintas, aplicar esquemas por semejanza con otras situaciones que guarden algún parecido.
Comenzará por utilizar los esquemas que ya dispone.
El sujeto aprende principalmente en situaciones que difieren algo de situaciones anteriores, y que
no aprende, en situaciones idénticas a otras pasadas en la que solo aplica esquemas ya formados,
ni tampoco en situaciones totalmente nuevas para las cuales n dispone esquemas adecuados ni
próximos.
Cuando la discrepancia entre la situación nueva y una situación anterior es intermedia, ni muy
grande ni muy chica, es cuando se produce el mayor progreso, mientras que si la discrepancia es
mínima o máxima, el progreso no es posible.
Los esquemas se van combinando entre sí a lo largo del desarrollo dando lugar a sucesiones de
acciones cada vez más complejas. Hay un problema cuando no disponemos de esquemas para
resolver una situación, cuando si disponemos de ellos no hay un problema.
Estos esquemas son principalmente de tipo perceptivo motor, pero lo mismo sucede con otros más
abstractos. De la misma manera que formamos esquemas para la resolución de problemas, también
elaboramos esquemas que dirigen nuestra acción en situaciones sociales, a los que llamamos
guiones. Estos guiones dirigen nuestra acción y las expectativas sobre las acciones de los otros.
Cambios de los esquemas: un esquema se modifica cuando no puede aplicarse de una manera
automática a una situación, es decir, cuando no se puede asimilar de forma completa una situación.
Es un caso de acomodación.
- por modificación: al no poder aplicarse de forma completa se realizan modificaciones en algunas
de las acciones del esquema para poder asimilar la situación u objeto.
- por combinación: la resolución de una situación requiere que se utilicen diversos esquemas, que
se reúnen en uno solo. Los distintos esquemas independientes hasta ahora, se convierte en uno
único que se va a automatizar con el ejercicio.
Funciones de los esquemas:
- repetir: se pueden ejecutar indefinidamente y de forma automática en situaciones semejantes.
- reconocer/recordar: la aplicación con éxito de un esquema en una situación permite reconocer
esa situación y en ese sentido son una forma de recuerdo.
- generalizar: los esquemas tienen variables o lugares vacíos, que pueden ser rellenados por
distintos objetos o situaciones. Al variar lo que rellena los lugares vacíos con nuevos objetos
semejantes a otros anteriores, pero no idénticos, los esquemas se generalizan.
Aplicación del esquema:
1- cuando se aplica el esquema a la situación, puede asimilar el objeto o noción sin
modificación del esquema  no hay modificación del esquema
2- cuando el esquema solo puede asimilarse parcialmente  éste necesita modificarse
(acomodarse) para realizar una asimilación completa  nuevo esquema
3- cuando no se puede asimilar el esquema  no hay modificación del esquema porque
resulta inaplicable.
Los esquemas no tienen las mismas características a lo largo de toda la vida. Los primeros son solo
perceptivos y motores, sirven para obtener información, reconocer y actuar materialmente sobre
el entorno. Poco a poco el niño va haciendo progresos en la simbolización y empieza a servirse de
representaciones en vez de cosas, ya sean gestos, palabras o dibujos. A medida que progresa en su
desarrollo el sujeto forma esquemas más abstractos. Por esto es conveniente dividir el desarrollo
en una serie de etapas, estadios o períodos, cada uno de los cuales tienen unas características
específicas. Siguiendo a Piaget pueden establecerse tres grandes períodos que, a su vez, se
subdividen en otros:
Nivel senso-motor: Abarca los dos primeros años. Se le llama así porque a falta de función simbólica,
el lactante no presenta todavía pensamiento ni afectividad ligada a representaciones que le
permitan evocar las personas o los objetos ausentes. Sin embargo, el desarrollo mental durante los
18 primeros meses es rápido y de importancia especial, ya que el niño elabora un conjunto de
subestructuras cognoscitivas que servirán de punto de partida a las construcciones perceptivas e
intelectuales posteriores, así como cierto número de reacciones afectivas elementales que
determinaran su afectividad subsiguiente. El niño utiliza los sentidos y las aptitudes motoras para
entender el mundo. No hay pensamiento conceptual o reflexivo. Acción directa sobre los objetos
(golpea los objetos)
Para Piaget, la inteligencia existe antes del lenguaje y en este nivel puede hablarse de inteligencia
sensomotora.
El niño está en posesión de un grupo práctico de desplazamientos, que le permiten volver a
encontrarse con idas y venidas.
I. La inteligencia senso-motora
Existe una inteligencia antes del lenguaje, dicha inteligencia en esencia práctica, tiende a un
logro y no a enunciar verdades. Esa inteligencia no deja de resolver un conjunto de
problemas de acción, construyendo un complejo sistema de esquemas de asimilación ni de
organizar lo real según un conjunto de estructuras espacio-temporales y causales. A falta de
lenguaje y de función simbólica, esas construcciones se efectúan apoyándose
exclusivamente en percepciones y movimiento, mediante una coordinación senso-motora
de las acciones, sin que intervengan la coordinación y el pensamiento.
1- estimulo-respuesta y asimilación: si existe una inteligencia senso-motora, pero es difícil
precisar en qué momento aparece. Se da una sucesión continua de estadios, cada uno
de los cuales señala un nuevo progreso parcial, hasta el momento en que las conductas
alcanzadas se reconocen como de inteligencia. Por lo tanto, de los movimientos
espontáneos y del reflejo a los hábitos adquiridos y de estos a la inteligencia hay una
progresión continua, el problema es alcanzar el mecanismo de esta progresión. Muchos
dicen que ese mecanismo es el de la asociación, que permite adicionar por vía
acumulativa los condicionamientos a los reflejos y otras adquisiciones a los
condicionamientos mismos. Toda adquisición debería ser concebida como una
respuesta a los estímulos exteriores y cuyo carácter asociativo expresa una dependencia
pura y simple de las relaciones adquiridas a las exteriores.
Otros han supuesto, que ese mecanismo consistía en una asimilación, es decir, que toda
relación nueva está integrada en un esquematismo o en una estructura anterior.
Por lo tanto, el asociacionismo concibe el esquema estimulo respuesta bajo una forma
unilateral, mientras que el punto de vista de la asimilación supone una reciprocidad
entre el estímulo y la respuesta.
Estadio I: ejercicio de reflejos. Desde el nacimiento hasta el primer mes de vida. La actividad
conductual del bebe gira en torno al ejercicio de los reflejos, principalmente el de succión y prensión
y al ejercitar los mismos, van adquiriendo cierto control sobre ellos. Su reacción ante los
determinados objetos es similar, los asimila de forma indiferenciada y generalizada. Poco a poco
van adaptando su conducta a las características de la estimulación activadora de algunos reflejos y
al final de la etapa aparecen las primeras acomodaciones, que son fruto de la diferenciación de los
esquemas reflejos originales. Es decir, que la constante repetición del reflejo (asimilación
reproductora) evoluciona en una asimilación generalizadora y posteriormente en una asimilación
recognoscitiva.
Estadio II: primeros hábitos. Desde el primer mes hasta los cuatro meses. Los niños repiten
conductas que se han producido en un primer momento por azar y se van a convertir en los primeros
hábitos. Los hábitos por lo tanto, son conductas adquiridas que no implican inteligencia y en los
cuales no existe diferenciación entre los medios y los fines. Se alcanza la coordinación de la mano y
de la boca.
Estadio III: reacciones circulares. Desde el cuarto al octavo mes. Existe una coordinación entre la
visión y la aprehensión: ojo-mano. El niño realiza una acción que conlleva un resultado, por lo que
repite ese acto una serie de veces. Se desarrolla sobre los objetos y es casi intencional, ya que el
niño busca repetir un efecto que se ha obtenido por casualidad. Es un estadio de transición entre
los hábitos y los actos de inteligencia. Empiezan a vislumbrarse ciertos actos de inteligencia.
Estadio IV: adquisición de medios. Desde el octavo al duodécimo mes. El niño va a aplicar lo que
conoce y lo va a repetir, y en ese repetir va a afianzar los esquemas de asimilación permitiendo una
adaptación al medio que ya conoce. Comienza a construirse la intencionalidad y Piaget ubica aquí
el umbral de la inteligencia, ya que el niño ya se diferencia del mundo. Puede anticipar eventos.
Aparecen actos más complejos de inteligencia práctica. El niño tendrá un objetivo previo y buscará
los medios para llegar a él. Estos los tomará de los esquemas de asimilación conocidos.
Estadio V: medios nuevos. Desde los 12 a los 18 meses. Es capaz de crear medios nuevos a través de
la experimentación y la exploración de la realidad que circula, manejándose a través en el ensayo y
en el error, o con la ayuda de otra persona (busca nuevos medios por diferenciación de los esquemas
conocidos). La acción recae sobre el medio, pero se le agrega la exploración activa y la acción directa.
Se relaciona con el objeto de conocimiento y a la vez relaciona los objetos entre sí.
Estadio VI: Insight. Desde los 18 a los 24 meses. Todo lo que fue asimilando y estaba quieto de golpe
se utiliza. Hay intencionalidad y cuando logra lo que quería se sorprende, se da una verdadera
operación mental. No hay afectividad unida al pensamiento. El logro de esta etapa es la noción de
objeto permanente, es decir, saber que los objetos existen más allá de que el niño los vea o no; lo
que le permite lograr también la noción de tiempo, espacio, causalidad, en el sentido de que
determinado efecto va a producir determinadas consecuencias. El niño no piensa, simplemente
acciona pero si hay intencionalidad y al final de este período logra la representación tal cual es,
construyéndose además una invariante, los instrumentos. Permite el paso hacia el periodo
siguiente.
El Niño es capaz de encontrar medios nuevos por combinaciones interiorizadas que dan como
resultado una comprensión repentina o Insight.
II. La construcción de lo real: La inteligencia sensomotor conduce a un resultado importante:
organiza lo real, construyendo las grandes categorías de la acción que son los esquemas del
objeto permanente, del espacio, del tiempo y de la causalidad.
El niño al nacer no tiene plenamente desarrollado su sistema senso-motor.
Evolución:
1- Egocentrismo (se centra en él, en su acción y propio cuerpo). Después del primer año ocurre
una descentración y el niño se reconoce como un objeto entre otros.
2- Hacia los tres meses, su universo se encuentra formado por cuadros móviles que aparecen
y desaparecen; o sea, un objeto no presente, es como si no existiera.
3- Hasta antes de los 8 meses no hay permanencia de objeto; este proceso más una falta de
organización del espacio y del tiempo provoca que el niño "se crea" la causa de todos los
eventos (como la aparición y desaparición de los objetos)
4- Puede prever ciertos acontecimientos. A partir del año su conducta es exploratoria, es la
forma como empieza a conocer nuevos significados: crea una serie de representaciones
sensorio-motrices en su mente. Hay permanencia del objeto con lo que se crea un sistema
de relaciones y hay también organización espacio-temporal, por lo que la causalidad se
vuelve objetiva
- el objeto permanente: el universo práctico en el segundo año está formado de objetos
permanentes. El universo inicial es un mundo sin objetos que consiste en cuadros móviles e
inconscientes, que aparecen y luego se reabsorben por completo, es decir que aparecen y se
borran. Cuando el niño de entre 5 a 7 meses, va a agarrar un objeto y éste se tapa con una
sábana, el niño retira la mano o si es un objeto de interés comienza a llorar y reacciona como si
el objeto hubiera sido reabsorbido. Él sabe bien que el objeto existe pero no consigue resolver
el problema de buscarlo y levantar la pantalla. Pero luego comienza a buscarlo primero en
función de sus desplazamientos y luego se añade a esto un juego de inferencias que logran
dominar ciertas combinaciones.
- el espacio y el tiempo: al principio no existe ni un espacio único ni un orden temporal de los
objetos y los acontecimientos. Solo se da un conjunto de espacios centrados en el cuerpo
propio: espacio bucal, táctil, visual, auditivo, posicional y ciertas impresiones temporal pero sin
coordinaciones objetivas. Esos espacios luego se coordinan progresivamente pero estas, siguen
siendo parciales mucho tiempo. Los desplazamiento se organizan finalmente en una estructura
fundamental que se denomina grupo de desplazamientos:
1- transición: ruta directa y con escala. ABC
2- desplazamiento de retorno: ir y volver. AB
BA
3- nulo: del mismo lugar al mismo lugar, n hay desplazamiento, es quedarse quieto.
4- de radio: distintos pasos para un mismo lugar, distintas opciones. Es el más difícil de
aprender pero el mas común. ABCD
ACD
- la causalidad: solo se hace adecuada por una larga evolución, cuyas frases iniciales se centran
en la acción propia. La causalidad inicial puede denominarse mágico-fenomenista: fenomenista
porque cualquier cosa puede producir cualquier otra según reacciones anteriores observadas;
y "mágica" porque se centra en la acción del sujeto, sin consideración de los contactos
espaciales (el niño piensa que el causa el efecto).

El desarrollo de las percepciones: las estructuras senso-motoras constituyen la fuente de las


posteriores operaciones del pensamiento. Esto significa que la inteligencia procede de la acción en
su conjunto, porque transforma los objetos y lo real, y el conocimiento, cuya formación puede
seguirse en el niño, es esencialmente asimilación activa y operatoria.
La percepción constituye, un caso particular de las actividades senso-motoras.
- Constancia de la forma: es la percepción de la forma habitual del objeto. Hacia los seis meses,
antes de la constitución del objeto permanente y de la aprehensión.
- La constancia de los tamaños: es la percepción del tamaño real de un objeto situado a distancia.
Desde los siete u ocho meses.
- Objeto permanente y percepción:
1- efecto pantalla: el paso de un objeto A bajo otro B se reconoce, cuando A esta en parte
oculto, en la organización de las fronteras según leyes de figura-fondo.
2- efecto túnel: cuando A pasa bajo B a una velocidad constante percibida antes de la entrada,
se experimenta una impresión perceptiva, pero no sensorial, de sus posiciones y se anticipa
una salida. No es primitivo y no se constituye sino una vez adquirida la permanencia del
objeto
3- figura-fondo: La percepción sucede en forma de "recortes"; percibimos zonas en las que
centramos la atención y a las que llamamos "figura" y zonas circundantes que quedan
justamente en un plano de menor jerarquía al que denominamos "fondo". Según donde
pongamos la atención, vamos a ver la figura o el fondo.
- la causalidad perceptiva:
1- cuando un cuadradito A puesto en movimiento toca un cuadrado inmóvil B, y este se
desplaza quedando inmóvil A después del impacto, se experimenta una impresión
perceptiva de lanzamiento de B por A sometido a condiciones precisas de velocidad y de
relaciones espaciales o temporales.
2- arrastre, cuando A continua su marcha detrás de B después del impacto
3- disparo, cuando la velocidad de B es superior a la de A
El niño no reconoce el lanzamiento hasta los siete años, mientras que los sujetos de siete a doce
años y el adulto experimentan una impresión de lanzamiento a distancia. La causalidad senso-
motora o mágico-fenoménica es precisamente independiente de todo contacto espacial y no puede
derivarse de la causalidad perceptiva.

Nivel pre operacional: se extiende desde los 2 a los 7 años (comparable con los estadios del 1 al 3).
Es un periodo de preparación. En éste el niño utiliza símbolos para representar objetos, lugares y
personas. En esta etapa los niños adquieren el lenguaje y aprenden que pueden manipular los
símbolos que representan el ambiente. En esta etapa pueden manejar el mundo de una manera
simbólica pero aun no son capaces de realizar operaciones mentales reversibles.
Piaget llamo así a la segunda etapa del pensamiento porque una operación mental requiere
pensamientos lógicos, y en esta etapa los niños aun no tienen la capacidad para pensar de manera
lógica. En lugar de ello los niños desarrollan la capacidad para manejar el mundo de manera
simbólica por medio de representaciones. Abstracciones simples
Se va operando, pero esas operaciones son mínimas y se van complejizando hasta luego ser
operacionales en el siguiente nivel. Experiencia física (manipulación de los objetos).
El niño recorre trayectos cortos, pero si se le pide que represente ese trayecto no consiguen
resolverlo, ya que sus recuerdos son motores y no desembocan en una reconstitución simultánea
en conjunto. Su pensamiento se caracteriza como egocéntrico.
Función semiótica o simbólica: consiste en poder representar algo por medio de un significante
diferenciado y que solo sirve para esa representación: lenguaje, imagen mental, gesto simbólico,
etc. Se denomina simbólica a la función generadora de la representación, pero se emplea el término
función semiótica para designar al conjunto de significantes diferenciados. La función simbólica es
la capacidad de evocar un objeto ausente.
[Significante diferenciado: se le asigna un nombre a cada cosa. Una palabra cualquiera sea
significada según el contexto, una sola definición. Es necesario contextualizarlo.]
[Significante indiferenciado: una palabra o cosa puede tener muchos significados sino se
contextualiza]
[Significado: puede variar]
[Significante: son sonidos. La palabra es la representación del sonido. Es lo importante]
1- aparición de la función semiótica: en el curso del segundo año aparecen un conjunto de
conductas que implica la evocación representativa de un objeto o acontecimiento ausente
y supone la construcción o el empleo de significantes diferenciados. Pueden distinguirse
cinco conductas:
- imitación diferida, se inicia en ausencia del modelo. Comienza por imitar en presencia de este y
continúa en su ausencia. Se inicia la representación como tal. El gesto imitador es un inicio del
significante diferenciado.
- juego simbólico o juego de ficción: la representación es neta y el significante diferenciado es un
gesto imitador, pero acompañado de objetos que se han hecho simbólicos.
- el dibujo o imagen gráfica: es un intermediario entre el juego y la imagen mental, aunque no
aparece apenas antes de los dos o de los dos años y medio. Desconocido en el nivel sensomotor
- la imagen mental: aparece como una imitación interiorizada. No aparece en el nivel sensomotor.
- el lenguaje: permite la evolución verbal de acontecimientos no actuales. Representación verbal
+ imitación.
2- papel de la imitación: Las cuatro primeras formas o conductas de representación se basan
en la imitación y el lenguaje mismo (que no es inventado) se adquiere en un contexto
necesario de imitación que es una prefiguración de la representación. (El niño imita lo que
ve, lo que escucha). La imitación implica la representación de una representación y es el
paso entre el nivel sensomotor y el de las conductas propiamente representativas. Hay que
considerar que es la imitación la conducta que precede permite construir finalmente el
símbolo, la imitación es el precedente del símbolo.
Cuando un niño copia, imita, alguna acción que hace otra persona delante del niño y el niño
reproduce el modelo, se puede considerar pre-representación.
Al término del periodo sensomotor el niño adquirió la capacidad suficiente para que se haga
posible la imitación diferida.
Con el juego simbólico y el dibujo, el paso de representación en acto a representación-
pensamiento se ve reforzado: simular dormir es acto desligado de contexto pero símbolo
generalizable. Con la imagen mental la imitación es diferida e interiorizada y la
representación esta lista para convertirse en pensamiento. La adquisición del lenguaje
cubre el conjunto del proceso.
La función simbólica engendra dos clases de instrumentos:
- Símbolos: son motivados, presentan alguna semejanza con sus significados. Pueden ser
construidos por el individuo solo y los primeros símbolos de los juegos del niño son buenos
ejemplos de esas creaciones individuales que no excluyen los simbolismos colectivos ulteriores:
la imitación diferida, el juego simbólico, y la imagen gráfica o mental dependen directamente
de la imitación como paso de la pre-representación en acto a la representación interior o
pensamiento.
- Signos: son arbitrarios o convencionales. Es colectivo, el niño lo recibe por el canal de la
imitación, pero esta vez como adquisición de modelos exteriores.
Juego simbólico: señala la plenitud del juego infantil. Su motivación no es la adaptación a lo real,
sino la asimilación de lo real al yo, asegurada por un lenguaje simbólico construido por el yo y
modificable según las necesidades. Mientras que la imitación es acomodación a los modelos
exteriores y la inteligencia un equilibrio entre acomodación y asimilación. Es indispensable para el
niño que pueda disponer de un medio propio de expresión, de un sistema de significantes
construidos por él y adaptable a sus deseos, tal es el sistema de los símbolos propios del juego
simbólico, tomados de la imitación a título de instrumentos.
Lenguaje: en el niño normal, el lenguaje aparece al mismo tiempo que las otras formas de
pensamiento semiótico. En el sordomudo, el lenguaje articulado no se adquiere sino mucho después
de la imitación diferida, el juego simbólico y la imagen mental, lo que parece indicar su carácter
genético derivado, ya que su transmisión social o educativa supone la constitución previa de esas
formas individuales de semiosis. Esa constitución es independiente del lenguaje. Ellos consiguen la
elaboración de un lenguaje por gestos, puesto que es a la vez social y surgido de los significantes de
carácter imitativo, que intervienen bajo una forma individual en la imitación diferida, el juego
simbólico y en la imagen relativamente próxima del juego simbólico. Ese lenguaje por gesto
constituirá una forma independiente y original de función semiótica.
Comienza tras una fase de balbuceo espontaneo (de los 6 a los 11 meses) y una fase de
diferenciación de fonemas por imitación (11-12 meses) por un estadio situado al término del
periodo sensomotor y que ha sido descrito como el de las palabras-frases. Esas palabras únicas
pueden expresar, uno tras otro, deseos, emociones o comprobaciones.
Desde el fin del segundo año se señalan frases de dos palabras, luego pequeñas frases complejas
sin conjugaciones ni declinaciones y después una adquisición progresiva de estructuras
gramaticales.

Nivel de las operaciones concretas: se extiende desde los 7 años hasta los 12 años (comparable con
los estadios 4 al 6). Se caracteriza por el empleo de algunas comparaciones lógicas para responder
al estímulo y ya no son influidos únicamente por la apariencia. Sin embargo, no maneja
abstracciones. Está marcada por una disminución gradual del pensamiento egocéntrico. Es capaz
de realizar operaciones reversibles. Experiencia física y lógico-matemática. Abstracciones simples y
reflexivas.
- Nociones de conservación: el niño descubrirá la conservación de la sustancia hasta los siete u
ocho años, del peso hacia los nueves-diez años y de volumen hacia los once-doce, ya se trate de
la conservación de longitudes, de superficie o de volúmenes.
- Las operaciones concretas: pueden llamarse concretas en el sentido de que afectan
directamente a los objetos y aun no a hipótesis enunciadas verbalmente como en el caso de las
operaciones formales. Las operaciones concretas forman la transición entre la acción y las
estructuras lógicas más generales que implican una combinación y estructura de grupo
coordinante de las dos formas posibles de reversibilidad. Esas estructuras son seriaciones,
correspondencias de un punto a otro o a varios, matrices o tablas de doble entrada, etc. Lo
propio de estas estructuras que llamaremos agrupamientos, es que constituyen
encadenamientos progresivos, que implican composiciones de operaciones directas (una clase
A reunida a su complementaria A’ da una clase total B, luego B+B’=C, etc.), inversas (B-A’=A),
idénticas (+A-A=0), tautológicas (A+A=A) y parcialmente asociativas (A+A’) + B = A+(A’+B’) pero
(A+A) – A ≠ A+A (A-A). (todas las operaciones concretan deben tenerlas).
- La seriación: consiste en ordenar los elementos según sus dimensiones crecientes o
decrecientes. (esbozos sensomotores en niño de año 1 y medio o 2 que construye torre con
tacos cuyas diferencias dimensionales son inmediatamente perceptibles). Cuando se le dan
reglas con diferencias poco aparentes se observan 3 etapas: 1- parejas o pequeños conjuntos
incoordinables entre sí. 2- construcción por tanteos empíricos (que constituyen regulaciones
semi reversibles pero aun no operatorias). 3-método sistemático, buscando por comparaciones
2 a 2, el más pequeño elemento aparente luego el más pequeño de los q sigue, etc...(Método
operatorio, un elemento cualquiera está comprendido de antemano como simultáneamente
mayor a los precedentes y menor q los siguientes. (reversibilidad por reciprocidad). Pero en el
momento en que la estructura llega a su cierre, resulta una transitividad. De esta seriación
operatoria, adquirida a los siete años se derivan correspondencia seriales o seriaciones de dos
dimensiones.
- La clasificación: Compara una cosa con la otra. Constituye un agrupamiento fundamental con
raíces en esquemas sensomotores. Cuando se les da de a 3 a 12 años objetos para clasificar
(poner juntos los parecidos) se ven 3 grandes etapas: 1) Colecciones de figura: según semejanzas
y diferencias individuales sino también yuxtaponiéndolos espacialmente en filas, cuadrados,
círculos, etc. Su colección implica una figura en el espacio, la cual sirve de expresión perceptiva
o imaginada a la extensión de la clase. 2) Colecciones no figurativas: pequeños conjuntos sin
forma espacial diferenciables en subconjunto. Parece racional pero analizándola atestigua
lagunas en la extensión (hay más flores o primaveras, no acierta) 3) el encaje de clases en
extensión a los 8 años (es operatoria)
- El número: La construcción de Nº enteros se efectúa en estrecha ligazón con la de las seriaciones
y de las inclusiones de clases. Un niño no posee el número por el solo hecho de que cuente
verbalmente: a evaluación numérica para él está unida a la disposición espacial de los elementos
y en analogía estrechas con las “colecciones figurativas”. No puede hablarse de números
operatorios antes que se haya constituido una conservación de los conjuntos numéricos, con
independencia de las disposiciones espaciales.
- El espacio: la medida espacial se constituye independientemente del Nº, pero en isomorfismo
estrecho con él. La medida empieza por una partición de lo continuo y un ajuste de las partes
en isomorfismo con la inclusión de clases. Una de las partes debe ser aplicada sucesivamente
por el todo por desplazamiento ordenado. Lo que corresponde a una seriación: la medida
aparece como una síntesis del desplazamiento y de la adición partitiva en el mismo sentido q el
número es la síntesis de la seriación y de la inclusión. Si consideramos las operaciones espaciales
en su conjunto se observa en el niño una situación de gran interés general y teórico.
- Tiempo y velocidad: la noción de velocidad se inicia en forma ordinal: un móvil es más rápido
que otro si le rebasa (si de estar atrás pasa a estar adelante). A un nivel preoperatorio el niño
no considera más que los puntos de llegada y luego estructura operatoriamente los
rebasamientos anticipados tanto como los comprobados.
En cuanto a la noción de tiempo, se basa sobre tres clases de operaciones 1) una seriación de
los acontecimientos, constitutiva del orden de sucesión temporal. 2) un ajuste de los intervalos
entre los acontecimientos puntuales, frente de la duración 3) una métrica temporal isomorfa de
la métrica espacial. Estas operaciones son independientes de la rapidez mayor o menor de
transcurso del tiempo y dependen del contenido físico y psicológico de la duración, de la que no
se puede disociar. El niño comienza a juzgar la duración según su contenido únicamente,
olvidando la velocidad, así estimara que un móvil ha caminado más tiempo si ha llegado más
lejos.

Nivel de las operaciones formales: se extiende desde los once-doce a los catorce-quince años y se
consolida sobre la base de las operaciones concretas ya presentes. En esta etapa se consolidan y
solidifican los periodos, subperíodos y estadios o etapas anteriores. Abstracción reflexiva.
- capacidad de pensar en abstracto, a partir de este momento los sujetos no tienen que razonar
acerca de objetos o situaciones concretas sino que puedes despegarse de la realidad de forma
abstracta, haciendo operaciones con símbolos, representaciones, es decir, con palabras.
- el sujeto comienza a concebir lo que podría ser además de lo que es, ya no parte de lo real y de
lo concreto sino de lo posible y hasta de lo real. Para manejar lo posible es necesario utilizar un
instrumento lógico que se denomina combinatoria y permite disponer de forma sistemática
todas las variables para obtener todos los casos posibles.
- lógica proposicional, que permite afirmar la verdad o falsedad de los enunciados sin pensar su
correspondencia con la verdad.
- razonamiento hipotético deductivo: el sujeto ya no va a resolver un problema emitiendo
conductas al azar, sino que planteara hipótesis que irán guiando la actuación. Con este
pensamiento formal se extraen conclusiones desde premisas.
- En esta etapa se desarrollan estructuras lógico-matemáticas.
El grupo de las dos reversibilidades (máximo nivel de inteligencia que deberíamos tener):
- inversión o negación: la operación inversa, lleva a una anulación. Caracterizan los
agrupamientos de clases, sean aditivos o multiplicativos.
- reciprocidad o simetría: la operación de partida, compuesta con su recíproca, concluye en una
equivalencia. Caracteriza a los agrupamientos de relación. Existen simetrías espaciales,
perceptivas, representativas, motoras, etc.
Cada operación será a la vez, la inversa de otra y la reciproca de una tercera, lo que da cuatro
transformaciones: directa, inversa, reciproca e inversa de la recíproca, siendo esta última al
mismo tiempo correlativa o dual de la primera.
En esta etapa, el preadolescente será capaz de manipular transformaciones según cuatro
posibilidades: transformación idéntica (no variar una determinada posición), inversa o negación
(consiste en la inversión de la proposición idéntica), recíproca ( consiste en la producción del
mismo efecto que la operación idéntica pero en otro sistema) y correlativa (consiste en la
negación o inversión de la operación anterior), lo que constituye un grupo de cuatro
transformaciones o de cuaternalidad que reúne en un solo sistema las inversiones y las
reciprocidades.
Además en este periodo, aparecen una serie de nuevos esquemas operatorios, cuya formación
sincrónica parece indicar una ligazón entre ellos. Tales nociones son:
- de proporción: (once-doce). esta noción aparece en ámbitos muy diferentes, pero siempre
inicialmente de forma cualitativa. Esos ámbitos son: las proporciones espaciales (figuras
semejantes), las velocidades métricas, las probabilidades, las relaciones entre pasos y
longitudes de los brazos de balanza, etc.
- los dobles sistemas de referencia: esquema necesario para comprender todas aquellas tareas o
situaciones en las que exista más de un sistema variable que pueda determinar el efecto
observado.
- la comprensión de un equilibrio hidrostático: Dominio del principio de acción y reacción
newtoniano. A toda acción le corresponde una reacción de la misma intensidad pero en sentido
contrario.
- nociones probabilísticas: Puesta en marcha de la predicción de eventos, teniendo en cuenta que
toda probabilidad es igual al número de casos favorables divididos entre el número de casos
posibles.
En el análisis de cada uno de estos esquemas, se muestra e implican una combinatoria, un sistema
de cuatro transformaciones que dependen del grupo de cuaternalidad anterior.

Durante el período sensorio-motor los intercambios del sujeto con el medio son puramente
prácticos, motores, el niño sólo resuelve los problemas con acciones, sin que la representación
desempeñe todavía un papel esencial en su conducta. Durante el período de las operaciones
concretas el sujeto va siendo capaz de realizar acciones más complejas pero todavía sin poder
anticipar completamente las consecuencias de acciones no realizadas anteriormente. Esto hace que
dependa considerablemente de las apariencias perceptivas, que se deje engañar a menudo por
éstas y que su capacidad de demostración sea todavía reducida. Durante el período de las
operaciones formales, por el contrario, el sujeto comienza a ser capaz de abordar los problemas, o
al menos determinados tipos de problemas, de una forma científica, es decir, de una forma
hipotética-deductiva. Para dar cuenta de un problema el sujeto puede formular una hipótesis
explicativa y tratar de comprobar si de hecho las previsiones se cumplen o no se cumplen. Depende
entonces menos de la acción puesto que es capaz de anticipar sus resultados. Aquí el lenguaje
desempeña un papel fundamental pues el pensamiento hipotético-deductivo no puede darse sin
él, ya que lo posible sólo puede representarse mediante el lenguaje.
El problema de las edades en que se llega a cada uno de estos estadios es secundario, lo
fundamental es que el orden de sucesión de las adquisiciones permanece constante. Es posible
acelerar el ritmo de desarrollo del sujeto, pero no parece posible cambiar el camino que recorre en
esos aspectos generales a que nos referíamos antes y que son las formas de abordar los problemas.
También es preciso tener en cuenta otra de las características de los estadios y es que en cada uno
de ellos se conservan las adquisiciones anteriores.
Cada estadio está caracterizado por estructuras de conjunto, estructuras que permiten organizar
los contenidos del conocimiento que el sujeto adquiere a lo largo de su aprendizaje. Esos contenidos
pueden variar, pero las estructuras se mantienen y esas estructuras están dando forma a todos los
contenidos, de tal manera que un sujeto de una determinada edad que adquiere un conocimiento
lo va a adquirir apoyándose en las estructuras que posee, es decir, en sus conocimientos anteriores
y en una determinada forma de abordar los problemas.

Factores del desarrollo mental


El desarrollo mental del niño es una sucesión de tres grandes construcciones, cada una de las cuales
prolonga la procedente, reconstruyéndola, en un nuevo plano para sobrepasarla luego cada vez
más. Esa integración de estructuras sucesivas, cada una de las cuales lleva a la construcción de la
siguiente permite dividir el desarrollo en grandes periodos o subestadios que obedecen a los
siguientes criterios: 1)orden de sucesión constante: aunque las edades promedio pueden varias de
un individuo a otro según su herencia, grado de inteligencia o ambiente social, el desarrollo de los
estadios puede dar lugar retrasos o alteraciones, pero el orden de sucesión persiste constante en
los ámbitos en que puede hablarse de estadios. 2) cada estadio se caracteriza por una estructura de
conjunto, en función de la cual puede explicarse las principales reacciones particulares. 3) esas
estructuras de conjunto son integrativas y no se sustituyen unas a otras, cada una resulta de la
precedente, integrándola como estructura subordinad ay prepara la siguiente, integrándose antes
o después de ella.
Factores generales de la evolución mental:
1- crecimiento orgánico y la maduración, en especial de los sistemas nervioso y endocrino. Son
factores explicativos de conductas como por ejemplo la coordinación de la visión. La
herencia. Sin esto, es imposible conocer.
2- Factores del equilibrio de las acciones: el desarrollo es función de una serie de actividades
de ejercicio, de experiencia y de acción del individuo sobre el medio, que van deviniendo
cada vez más coordinadas y que se generalizan. La equilibración es la compensación por
reacción del sujeto a las perturbaciones exteriores. Para lograr el conocimiento hay que
valerse de la acción.
3- Factores de la coordinación interindividual: corresponde a las interacciones y transmisiones
sociales espontáneas, ósea, el aprendizaje, que intervienen en el proceso de socialización
de los niños. El individuo no solo contribuye a la socialización, sino también recibe de ella.
Tiene que ver con las nociones de acomodación, asimilación y adaptación.
4- Mecanismo interno de autorregulación, el cual lleva al organismo a un estado de equilibrio
móvil, psicológico, biológico y social. Equilibrio entre la adaptación y la organización, entre
el estímulo y la respuesta.
Estos 4 factores, son solitarios del desarrollo de la afectividad y motivación. Para Piaget, la
afectividad es la dimensión energética de todo comportamiento, ya que no existe ninguna conducta
humana, que no implique factores afectivos. Inversamente, no existe ningún comportamiento
afectivo sin la intervención de procesos cognoscitivos.

Aspectos en el desarrollo intelectual del niño


 Psicosocial: todo lo que el niño recibe desde afuera, aprende por transmisión familiar,
escolar o educativa.
 Espontáneo: psicológico, que es lo que el niño aprende o piensa, aquello que no se le ha
enseñado pero que debe descubrir por sí solo, y esto es lo que toma tiempo.

H. Wallon
El desarrollo humano se produce una transición desde lo biológico o natural, a lo social o cultural.
Wallon coincide con Vygotsky al afirmar que el niño es un ser social desde que nace y que en la
interacción con los demás va a residir la clave de su desarrollo.
Estadios:
1- Impulsivo reflejo: simbiosis fetal. Desde el nacimiento hasta los seis meses. Está dirigida
hacia la construcción del individuo. Se caracteriza por una actividad motora refleja.
2- Emocional: La emoción permite construir una simbiosis afectiva con el medio/entorno.
Desde los seis meses hasta los catorce. Está dirigida a la construcción del individuo. Se
caracteriza por la simbiosis afectiva con la madre.
3- Sensomotor: objetivación del principio de la actividad simbólica. Desde los catorce meses
hasta los dos años. La actividad sensomotriz presenta dos objetivos básicos: la manipulación
de los objetos y la imitación. Está dirigida hacia el exterior, orientada hacia la relación con
otros y los objetos. Adquisición del andar y del lenguaje hablado.
4- Proyectivo: el pensamiento es proyectado por y dentro de la actividad motriz. Desde los dos
hasta los cuatro años. Está dirigida hacia el exterior, orientada hacia la relación con otros y
los objetos. El niño se proyecta en las cosas para percibirse asimismo.
5- Del personalismo: estructuración de la personalidad, conciencia de sí, crisis de oposición y
negativismo y afirmación de la personalidad propia. Desde los cuatro hasta los seis años. Se
dirige hacia adentro: la necesidad de afirmación. Tiene subperíodos:
 entre 2-3: oposicionismo, intento de afirmación, insistencia de la propiedad de los objetos.
 entre 3-4: edad de la gracia en las habilidades expresivas y motrices. Búsqueda de
aceptación y admiración de otros. Periodo narcisista.
 después de los 5: representación de roles, imitación.
6- Personalidad polivalente: adaptable al medio. Desde los seis años hasta los once-doce. La
conquista y el conocimiento del mundo exterior. Comienza el desarrollo del pensamiento
lógico y la socialización. Se dirige hacia el exterior: especial interés en los objetos.
Subperíodos:
 6-9: pensamiento sincrético: global e impreciso, mezcla lo objetivo con lo subjetivo.
 a partir de los 9: pensamiento categorial. Comienza agrupar categorías por su uso,
características u otros atributos.
7- de la pubertad y la adolescencia: desde los doce años en adelante. Contradicción entre lo
conocido y lo que se desea conocer. Conflictos y ambivalencias afectivas. Desequilibrios.
Está dirigido hacia el interior, dirigida a la afirmación del yo.

Imitación y representación: la imitación es el acto por el cual se reproduce un modelo. La


representación del modelo es su condición necesaria, por consecuencia, el poder de formar
representaciones seria anterior a la imitación.
En la imitación se implica el movimiento y la representación.
La imitación es una totalidad, y la entiende como una inducción del acto por un modelo exterior.
Distingue la imitación de los gestos de acompañamiento que aparecen precozmente en el infante,
ya que estos se originan miméticamente. Igualmente rechaza las relaciones de participación en el
ambiente, la perseveración o tendencia a repetir un mismo acto, las ecopraxias, las ecosinesias y las
ecolalias. Estas actividades no sin diferidas, no implican la representación de un modelo opuesto al
acto imitativo, pero sin embargo, son su materia prima, ya que al ejecutarse modifican a su vez al
que las hace.
La imitación verdadera, aparece a mediados de los dos años. No es posible relacionar con la
imitación las sonrisas que el niño intercambia con su madre, ni sus gorgoritos cuando oye cantar, ni
la repetición de los gestos o sonidos que acaba de emitir el mismo cuando son reproducidos delante
de él. A estas reacciones, que aparecen entre los 3 y los 4 años, siguen hacia los 6 u 8 meses, gestos
convencionales, como batir las manos, saludar, etc. Estas, son simples respuestas a una seña
habitual, obtenidas por medio de procedimientos diversos como movimientos pasivos o selección
entre los movimientos espontáneos del niño. Hacia la misma época se observan gestos de
acompañamiento, ritmados, frente a un objeto balanceado o de un movimiento. Un poco más tarde,
a los 9 comienzan las manifestaciones ecocinesia.
Un periodo bastante largo transcurre antes de que puedan señalarse hechos auténticos de
imitación. Lo que se llama imitación-copia comienza a los dos años junto a la actividad de orientación
o investigación que caracteriza el periodo sensoriomotriz.
A los 3 o 4 años, se produce otra forma de imitación “imitación fantástica o dramática”, que coincide
con la “crisis de la personalidad”. En la medida en que el niño experimenta la necesidad de
afirmarse, se interesa por otras personas como tales y lo manifiesta imitándolas, que a la vez tratar
de conocerlas mejor.
La imitación, al integrarse al comportamiento, recibe su sello y no es más que uno de sus medios. A
partir de los 6 años se torna razonada y reflexiva. La imitación se convierte en una demostración.
Wallon diferencia la imitación espontanea, en la que el sujeto se identifica con el modelo,
borrándose ante él, de forma que el modelo se impone al sujeto. Es la coincidencia que se realiza
entre una estructura perceptiva y la estructura motriz que le corresponde, es un modelo sensible
que pasa de sí mismo al estado de movimiento; y la imitación inteligente, en la que el modelo no se
impone al sujeto sino que se deja elegir, oponiéndose el sujeto al modelo como una cosa de imitar
o no. En esta se tiende a hacerse una disociación entre lo que es percibido, imaginado o querido y
lo que es efectuado. Al plano de la acción pura, va a poder oponerse el de la representación. Al
mismo tiempo el sujeto se percibirá más como distinto de sus actos y representaciones. Desde el
momento en que él se opone al modelo como una cosa a imitar o a no imitar, es necesario que el
sentimiento de su propia persona lo conduzca momentáneamente al acto encarado.
La imitación, participa de las etapas de la evolución psíquica, sometiéndose a su ley o contribuyendo
en su progreso.
Pasado el periodo de la imitación automática o espontanea, su imitación no se dirige
indistintamente a todas, sino a las que, por un motivo cualquiera, se le imponen más.
La semejanza es una noción que agrega al desdoblamiento del yo y del otro, el desdoblamiento de
los objetos sobre los que recae el juicio de semejanza. También a ella le es necesario desprenderse
de un confusionismo inicial. Se ubica en el origen de la imitación, y es instinto de conformidad que
impulsa a los individuos a parecerse entre sí.
A los tres años, el niño comienza a hacer gestos cuyo propósito es indicar una semejanza. Sin
embargo, indicar una semejanza y reconocerla son dos cosas distintas. A esta edad, se realiza el
desdoblamiento entre la cosa y lo que se siente que la representa o se le asemeja. Esto parece
suponer la existencia previa de la representación. Esta última, es el fruto de un trabajo, del cual la
imitación puede ser considerada como su preludio y también como su antagonista.
La representación, tiene su origen en la imitación, ya que la copia del modelo implica interiorizar lo
sensible de él, transformando las impresiones sensoriomotrices. Pero a su vez, se oponen. La
representación pura integra la experiencia difusa en una fórmula que parece imponerse en la
conciencia como definitiva y completa en el instante mismo en que se presenta, mientras que la
imitación se realiza a través del tiempo, mediante una sucesión de actos con lo que se debe
reproducir la sensación percibida. La representación una formula estática, delimitada, que parece
bastarse a sí misma en el momento en que es pensada, mientras que la imitación es dinámica,
global, un acto en potencia que se desarrolla a través del tiempo.
Representación e imitación se oponen, desarrollándose la primera en el plano simbólico y la
segunda en el plano motor, y poseyéndose a la vez, condiciones comunes que se refieren a su origen
y a la similitud de su papel. Una y otra se desarrollan como una actividad plástica al configurarse a
si mismas frente a un modelo. Los símbolos y gestos que siguen implican una vuelta al exterior y al
movimiento, pero conservan la significación de la primera fase. Ambas son la reducción de
impresiones a una unidad global e intemporal, ambas han de resolver esa intuición global en
términos sucesivo. Esta relación de semejanza, implican conexiones de acción recíproca.
Los factores del desarrollo psíquico del niño. Wallon defiende que en el desarrollo humano se
produce una transición desde lo biológico o natural, a lo social o cultural. Esta transición se va a
producir gracias a la presencia del otro. El niño es un ser social desde que nace y que en la
interacción con los demás va a residir la clave de su desarrollo.
En dicho desarrollo intervienen una serie de factores relacionados: la emoción, el otro, el medio, el
movimiento y la imitación. Estos no son factores aislados, sino en constante interacción unos con
otros.
- El papel de la emoción: es gracias a ella que el niño se convierte de un ser biológico a uno social.
La individuación se produce gracias al papel que desempeña la emoción en el desarrollo,
llegando a afirmar que gracias a ella los niños construyen su psiquismo. Los primeros gestos del
recién nacido y del niño de menos de tres meses, son llamadas de atención para los adultos que
le rodean. Estos gestos expresivos se convierten en culturales en la medida que son capaces de
suscitar en los otros un conjunto de reacciones dirigidas a satisfacer sus necesidades, sean éstas
biológicas o afectivas y en la medida que los adultos atribuyen intenciones a las conductas de
los niños que inicialmente no las tienen. A partir de estos primeros momentos, el bebé establece
una simbiosis afectiva con sus cuidadores que le posibilita el desarrollo. Pero para Wallon la
emoción no tiene sólo un valor adaptativo sino que posee también un valor genético, ya que es
capaz de generar nuevas estructuras de conocimiento.
- El papel del otro: El niño parte de una situación en la que sus reacciones tienen necesidad de
ser interpretadas, compensadas y completadas. Es “manipulado” por el otro. Es el otro el que
le hace pasar de las manifestaciones espontáneas a las reacciones útiles; el que le lleva al plano
de la expresión y la comprensión. Las relaciones entre la persona y sus medios no son mecánicas,
sino de transformación mutua y afectan, modifican y estructuran la personalidad del niño.
- El papel del movimiento: Antes de que aparezca la palabra el niño puede expresarse mediante
gestos o movimientos. De esta forma el niño podrá modificar sus relaciones con el medio.
- El papel de la imitación: Wallon distingue entre imitación espontánea e inteligente. Es decir, al
plano de la acción pura se sucede el de la representación, que significa pensamiento. Para que
se produzca el desarrollo es necesaria, especialmente, la relación del niño o niña con los adultos,
con los otros niños y con el medio en general. Dicha relación es la constante en el proceso de
desarrollo; siendo, a la vez, causa y efecto del mismo.
La afectividad: es la primera forma de interacción con el medio ambiente y la motivación primera
del movimiento. A medida que el movimiento proporciona experiencias al niño, va respondiendo a
través de emociones, que son la exteriorización de la afectividad y actúan como elemento mediador
de las relaciones sociales.
El juego: es expansión y en este sentido se opone a la actividad seria que es el trabajo. Esto no quiere
decir que el juego no exija a veces esfuerzo. A veces el juego exige que se empleen cantidades
considerables de energía incluso a veces más que para la tarea obligatoria.
Muchos juegos incluso buscan la dificultad. Pero para que sea con considerado juego es necesario
que esta dificultad sea buscada por sí misma.
El juego, es el modo que tiene el niño de acercarse a la realidad, conocerla y asimilarla. Por lo tanto,
en las diferentes edades, el juego varía dependiendo del desarrollo de los niños y niñas.
Los temas que se propone el juego no deben tener su razón fuera de sí mismos. Dice Wallon que se
ha podido aplicar al juego la definición que Kant dio del arte “una finalidad sin fin”, o una finalidad
en sí misma. Desde que una actividad se vuelve utilitaria y se subordina como medio a un fin, pierde
los caracteres de juego.
Clasificación:
- funcionales: Son los más simples, que consisten en mover diferentes partes del cuerpo,
estirarse, encogerse, etc. Estos movimientos se realizan buscando un significado, pese a que son
muy elementales y que en ellos predomina la causa-efecto, Wallon los relaciona con una
evolución del gesto y la postura.
- de ficción: Son los que ahora denominamos juegos simbólicos, y que se corresponden con
- estructuras ya más compleja.
- de adquisición: le van a permitir percibir y comprender a los seres humanos y a las cosas que lo
rodean por medio de sus sentidos y su razón.
- de fabricación: el niño se complace en reunir, combinar objetos entre ellos, modificarlos,
transformarlos y crear nuevos. En estos, la ficción y la adquisición sueles desempeñar un papel
importante.
De edad en edad, los juegos señala el advenimiento de las funciones más diversas: sensoriomotrices,
con sus pruebas de habilidad, precisión y rapidez, pero también de clasificación intelectual y de
reacción diferenciada. Funciones de articulación, de memoria verbal, de enumeración o también
funciones de sociabilidad.
Los juegos son la prefiguración y el aprendizaje de actividades que se imponen más tarde.
Los elementos del juego son: reglas, éxito, azar, ficción e imitación.
El pensamiento sincrético: está caracterizado por:
 confusión entre el todo y sus partes.
 El niño ve los objetos no como debería verlos sino como los conoce. De manera que se
produce una discontinuidad entre el realismo intelectual y el realismo visual.
 La imagen que el niño percibe de las cosas está dominada por sus tendencias espontaneas
y adquiridas y por las circunstancias del momento. Su percepción no es analítica y
conceptual, sino que es global y personal. A este conjunto de rasgos, Wallon los llamo
sincretismo. Este, se opone al análisis y a la síntesis, que son dos operaciones
complementarias.
 Es el paso de lo individual a lo individual. Es decir, el niño cuando relaciona objetos distintos
entre sí, no reconoce tipos sino que procede por analogía o asociación de alguna
característica o experiencia concreta. Cuando percibe una impresión, comienza por
identificarla, contrastándola con sus experiencias pasadas.
 Es la incapacidad de distinguir entre sí, en un mismo objeto, o en una situación, las
cualidades o circunstancias a través de las que objeto o situación son percibidos o conocidos
y para aislar después estas cualidades o circunstancias de tal modo que se la sepa volver a
encontrar en otro nivel.
 Marcado por la predominancia de la afectividad sobre la objetividad, de lo existencial sobre
lo pensable. Los niños y niñas expresan su pensamiento globalmente, formado por
impresiones en las que se confunde lo afectivo y lo objetivo.
 Para superarlo es necesario reconocer lo uno de lo múltiple y que varias impresiones
pueden constituir una unidad.
 yuxtapone elementos del objeto a medida que los recuerda, por ejemplo lado a lado, en la
misma cara pone un ojo de perfil y uno de frente.
 Con el sincretismo la inteligencia emerge de la actividad práctica y de la vida afectiva

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