Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
La fotografía y el cine son quizá las dos disciplinas artísticas con mayor hegemonía en la
actualidad. No es gratutito. Ambas son dependientes de la imagen y de las pantallas. Son las
disciplinas que mejor han establecido una conexión con las generaciones actuales y venideras
y, aun cuando la mirada ortodoxa y con olor a naftalina critique a las nuevas generaciones
por estar absortos en la pantalla de su teléfono celular, la realidad es que no hay escapatoria,
como enunciara el fotógrafo László Moholy-Nagy: “no el que ignore la escritura, sino el que
ignore la fotografía, será el analfabeto del futuro”. Y estamos en el futuro.
Por supuesto el éxito de las pantallas está en buena medida regulado por el capital. Es éste el
que se ha beneficiado principalmente de las dinámicas de la visibilidad. A nivel político ha
resultado más sencillo controlar la psique que el bios, y la vista ha resultado ser una de las
mejores vías. Desde Aristóteles ha quedado en claro que somos una sociedad ocularcentrista.
Se le ha dado primacía a este sentido sobre los otros por la capacidad con que registra el
mundo. A diferencia de otros sentidos, la vista nos provee de mayor información en menor
tiempo, y con el paso del tiempo, incluso se le ha tomado como dictaminadora de la verdad
(lo verdadero es aquello que puede ser visto).
Pero las imágenes a las que nos enfrentamos trabajan desde hace tiempo con ciertos
regímenes oculares que han condicionado nuestra vista y la forma en que disfrutamos las
imágenes y entendemos el mundo, tal es el caso de la incorporación de la perspectiva lineal,
aquella que presupone la idea de horizonte, linealidad y plano. Sobre esto, Hito Steyerl
comenta que:
Las imágenes que nos asedian nunca son realmente objetivas, ni nos muestran el mundo tal y
como es sin mediación del hombre. Siempre hay una subjetividad, un intermediario y sobre
todo, una lógica escópica que ha tenido impacto directo sobre el goce de la vista. Somos
voyeristas, quizá por naturaleza. Nos causa placer ver y en un segundo momento, ser vistos.
La fotografía y el cine satisfacen precisamente nuestra pulsión escópica. El registro de los
afectos de la mirada.
László Moholy-Nagy , “Mecánica humana”, circa 1920. Fuente: Heckman Digital Archive.
Susan Sontag, en su famoso libro Sobre la fotografía escribía lo siguiente: “Para ser legítima
como arte, la fotografía debe cultivar la noción de foto como auteur”.6 A lo que se asiste en la
postfotografía es, en buena medida, al desdibujamiento de esta figura. Sabemos que aún
existe esa especie en peligro de extinción: los fotógrafos profesionales, aquellos que tienen
estudios en la materia y que usan cámaras especializadas (en México, por ejemplo, los
mexicanos Santiago Arau, Dominic Bracco, Adriana Zehbrauskas, Daniel Berehulak o Brett
Gundlock, por citar a los más recientes). No obstante, la mayoría de las imágenes que circulan
en internet, el mayor registro fotográfico que se hace a diario, es creada por usuarios
comunes. La fotografía digital posibilitó la emergencia del homo photographicus que, a
diferencia del auteur, de esa foto que guardaba sacralidad, toma fotos con otra finalidad (no
se fotografía esperando que la captura aparezca en una revista o en un museo, hay otros
motivos). En la medida en que la foto digital significa conceptos, ésta se ha afianzado un uso
conversacional en las generaciones actuales: nos comunicamos también a través de fotos. Y
las fotos han roto con ese papel ritual. No hay necesidad de materialidad, ni de solemnidad, ni
de registrar sólo fenómenos, ni tampoco se requiere forzosamente al auteur especializado. La
fotografía ya es dominio de todos. Y en el uso cotidiano desritualizado, como apunta otra vez
Fontcuberta, “lo primordial ya no es imprimir la imagen, sino enviarla integrándola en un
proceso conversional”.7
La postfotografía es todo aquello que escapó de las lógicas con las que se pensó la foto en el
sentido canónico. La postfotografía también ha generado otros cambios y evoluciones hacia
otras nuevas visualidades como lo son los vlogs (blogs en formato de video como cualquier
canal de algún youtuber) o las “instahistorias”, que han llevado a los sujetos a vivir bajo un
estado de reality show personal y permanente. El exponencial éxito de los youtubers frente a
los programas televisivos clásicos se debe, en buena medida, a que se atiende la visibilidad de
la vida del youtuber en cuestión, pero ¿qué es un vlog sino una selfie ininterrumpida? ¿qué son
las “instahistorias” sino un mero compendio de lo más atractivo de nuestra vida, en términos
de mercado (nuestros seguidores), para hacer más vendible nuestra persona?
Las redes sociales en general, pero principalmente Instagram y Youtube, son las plataformas
de la postfotografía. Todos pueden subir ahí su visión del mundo. Es interesa destacar la
estructura que subyace a la plataforma, es decir el proceso de edición: en el caso de
Instagram, los filtros, los balances, las escalas y, ahora en sus “instahistorias”, el tipo de historia
que se quiere subir y compartir acompañada de otros filtros. Nuestro feed se convierte ya no
sólo en un sitio de imágenes conversacionales sino en uno de comercio. La imagen
conversacional es la que mandamos primariamente vía mensajes. Pero la que encontramos en
sitios como Instagram, aunque esté inmersa en un canal comunicativo, es soliloquio a la
espera de seducir a alguien, por eso los hashtags, o el poderles poner ubicación a las fotos.
Son códigos que atraen espectadores.
2012, p. 22.
5 Véase, Jorge Carrión,“La fotografía ha muerto, viva la postfotografía”, New York Times en
español.
21, subió una foto de su labio partido a un foro, donde en la descripción se disculpaba por el
enfoque, diciendo que era una “selfie”. Era el año 2002. Aquí puede leerse más al respecto.
9 Ibid., p. 85.
Jemaine Clement, 2014), los vampiros (todos de diferentes épocas) por fin pueden dar con el
reflejo de su imagen a partir de la fotografía digital.
12 Ibid., p. 115.
Ensayo.
Buscar
Buscar …
La precariedad laboral
en la cultura en México
Mesa de novedades