El tímpano de la portada occidental de la iglesia de Saint-
Foy de Conques en Languedoc (Francia), es uno de los más representativos de la escultura románica. En un semicírculo de piedra de 6,70 metros de ancho por 3,60 de alto, el artista da cabida a 124 personajes que configuran una de las escenas típicas del románico, el Juicio Final.
Desconocemos el nombre del autor del relieve, aunque
podemos calcular que fue hecho entre 1120 y 1135. La imagen de Cristo se encuentra encerrada en una mandorla, que es un símbolo de lo celeste y la eternidad, al igual que un atributo de poder. A la derecha de Cristo se representa a los santos encabezados por la Virgen y San Pedro con la llave del cielo, junto con los elegidos que serán sometidos al juicio. Al otro lado se encuentran los condenados, representados con figuras retorcidas, que son los que irán al infierno.
En la parte superior se encuentran los ángeles
anunciando la llegada del Juicio Final y sosteniendo alguno de los elementos necesarios para su ejecución. En la parte baja del tímpano se representan las sentencias y las penas de los castigados que acaban en el infierno junto con seres monstruosos en un caos total y los elegidos con los santos en el cielo en un orden celestial.