Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
In t r o d u c c ió n a l e s tu d io d e l D e r e c h o y p r in d p lo e d e l d e re c h o
n fttu r& i.— Vn volumen tn 8.® dc 35ft (m k íi &s. I’u d o : T R h S PESETAS cfi
Madrid.
L a U l U m a e t a p a d e l l i b e r a l i s m o c a t ó li c o . -^Aiücnlos pi.blkaiio^ en ¿ h
Y ESPECIALMENTE
Cíffuia C'rif/iam. y ahora revisados y aituiadoK po- su autor.— Hrecio: HOS
PE SE TAS. — El <]ue tome este opúsculo, recibiú grÁtí^ d otrv del mismo
autor: M etm flk i^ e d n i rtUldúi.
B 1 C r e d o p o l í t i c o d e l o s c a t ó l i c o ® . — V E lN 'n C IN C O C É N T IM O S de
peseta.
E l A s c e t i s m o L i b e r a l . — Precio; U N A P E S E T A .
S I O a t o l i o i a m o y e l U b r e c a m b i o . — C IN C U E N T A C E N IIM O S de peseu
eo toda EspaAa.
: Í
/
r
NTRODUCCION A LA FILOSOFIA
Y B S P E C IA L H B N T B
A LA METAFISICA
F IL O S O F IA EN G E N E R AL.
1 D e o ffic m .T ly i,
% R p . 8 d , pág. « d . de L c ip s ig , 1741.
3 c * p . I I I , p«^g. 6 8 7 , e d i c . M i f o « .
4 C o D tra Á c a d . , U b . i)> n . 6.
pro fe sa b a , respondió q u e n in g u n a en particular, sino
únicam ente era filó s o fo E s te fué despuos
e l n o m b re q u e tom aron los qu e se dedicaban á in
v e s tig a r las m ás altas verdades d e las c ie n c ia s, en
lu g a r d e l n o m b re de sabios con qu e ántos eran cono
cidos.
1x1 gno enundi»Ti 3. L o s an tígu os filósofos entendían p o r sa Ü d u ria
e l conociraiento d 6 * todas las cosas y d e todas sus
prop iedad es, así las m ás generales como las más
p a rtic u la re s; es d e c ir, la sa b id u ría e ra p a ra ellos la
su m a ó con ju n to d e todas la s ciencias» careciendi)
p o r tanto d e ve rd a d e ra u n id ad . T o m a d a e n este sen-
tid 6 , n o p o d ían m énos d e conocer, q u e á n in g u íi
h om bre le e ra po sible alcanzar l a sa b id u ría ' ; y cu
ta l concepto d ijo P i t á g o m á L e o n te , q u e s61o D io s
es verd aderam en te sabio P e r o Sócrates y P lató n ,
y sobro todo Adietó te le s, fija ro n p a r a siem pre e l sen
tido d e la p a la b ra s a b id u ría , diciendo qu e e l hábito
p o r e lla significado v e rsa sobre las causas y p rin c i
pios prim eros, sa p ie n tia m om n iu m o p in io n e v e rs a ri
c ir a i p rim a n causas e t p r in c ip ia ^ ; y en otro lu g a r
a ñ a d e , qu e la sa b id u ría debo Je contom plar lo s p r i
meros principios y causas, oporte^ Ü la m esse contem -
p ia if'i^ e m p rim o ru m p rin c ip io ru m a tqu e causar\m
V ie n e á se r, pu es, la sab id u ría u n a ciencia más p e r
fecta qu e las dem ás ciencias, y á contener u n conoci-
aÉÉ
f i a ; p o rqu e e l parentesco q u e tienen entre sí esas dos
p alabras, y e l uso com ún d e h a b la r n os autorizan
p a ra u sar indistintam ente d e u n o y otro n o m b re , lla
m an do F ilo s o jia á lo q u e hem os llam ado sa b id u ría ,
a u n q u e atendiendo a l v a lo r p rop io d e cada u n o d e es
tos dos n o m b r e s , sa b id u ría d e n o to , p o r la s razones
a rrib a d ic h a s , ciencia acabada y p e rfe c ta , y F U o s o fia
u n a sa b id u ría tan sólo in c o a d a , p u e s conaiste, según
su etim ología, en e l a m or y estudio d e la sa b id u ría ^
Podem os definir, pues, la F ilosofía, diciendo qu e es « la
m ism a sa b id u ría ,* ó sea « l a ciencia q u e es dsido alcan
zar a l h om bro con las fuerzas n atu rales de su in g e
n io, considerada en su g ra d o más alto d e perfección, >
ó « e l conocimiento cierto y evidente de la s cosas en
sus causas ú ltim as, a d q u irid o con la lu z de la razón,
c o g n ifio c e rta e t evid en s re ru n i p e r a it ¡ores causas n a -
tn r a li lum iyie p a rta
Decim os: 1 .« co n o cim ie n to c ie rto y evid en te, porque
am bas dotes pertenecen, com o ántes vim os, a l concep“
to d e ciencia, y p o r consiguiente á la F ilo so fía , q u e es
s a b id u ría ó ciencia perf(»cta; 2 .o cansas, entendiendo
tam bién p o r esta p a la b ra las ra zon es ó fu n d a m e n to s
d e la s cosas; S .o ú ltim a s , p o rqu e la F ilo so fía n o se d e
tiene en la s causas p ró sim a s, qu e proceden de otras,
sin o elévase á los principios suprem os, donde única
m ente descansa el entendim iento discursivo; y 4.^^ ad
q u irid o con la Juz d e la ra zó n , p o rq u e se distin ga de
1 D e o r a t , l , 4 9 .
ob rt A&ade e l Santo D o c to r: «In fe rio re « cr«*tu rae in usam bom inij cede
re videotar, et el quodummodo subject&e. >
las supremas y universales, porque sólo por éstas pueden
explicarse todas ; y que de esta suerte la expresada defi
nición no difìere de la que dan ordinariamente los auto
res, haciendo á la Filosofía idéntica con la sabiduría. Esta
misma definición puede considerarse reproducida en aque
lla otra de H u g o de San Víctor: Fhilosophia est disciplina,
ojnnium rerum hum anarum atque áivinarum raiiones plbnb
invesfigans ^, donde la palabra p U ne denota que no se
contentala Filosofía con el conocimiento de las causas que
invoetigan las ciencias inferiores, porque éstas no explican
adecuadamente las cosas, ántes necesitan ser explicadas
por otras, sino se eleva á las razones primeras y univer
sales, en cuyo conocijiüeDto descansa únicamente la razón.
Con 1a definición de Cicerón y la de G o u d iu , coinciden
eiactatncntc las de los autores modernos restauradores
y represen tantcs de la antigua escuela. L a Filosofía, dice el
padre Liberatore > es la cieoda de ias cosas por sus causas
últimas, adquirida con la luz de la razón, scienHa rerum
p e r causas ultim as n a turali lum ine comparata E l cardenal
Zigliara la define: Bcienlia rerum p e r eomn» ultim as raiiones
(seu caucas) na turali ra tion is lum ine ccm parala Para
Stóckl es*«la ciencia de las últimas y supremas razones
de todo lo que tiene sér ^ » y según Hagem ann « la cien
cia de la naturaleza, razones y destino de todo el órden
de co^as inteligible ^.> Palmieri la definió: Sd entia notti-
r a li lum ine acquisita, qiíoe suprotnas rerum raiiones conside
ra ta ^ y Lepidi recientemente: Cognitio certa et evidens re-
rum sv2)rem arum , quae n a turali lum ine raciocinando acqui-
ritu r Nuestro ilustre Fr. Ceferino González: Cognitio
1 E r u d i t , d id o íc . J, b . E d ic. M ign «.
2 InsiitutiODes philosopb. ad tr. u c o ra . v o l. 1, p. 1.
8 Summft philosoph. Tot. 1. p¿g. 1.
4 Compendio d e Filoâofïe (en alem ^c). P . 1, p ^ . 4.
¿ Klcmeutos de F ilosofía (e a a le a u o ). F a rt. 1, p « ; . 1.
6 Inatit. philoe. 70l. 1» pá¿. 262.
7 Elementa phÍ!oa. cbnst. vol. 1, 6.
cietUyica d rQixonal\$ I k i , mundi ei Jiotninis quae vir¿-
bus ra¿ioiiis p e r ai/iores causas seu principia Ju:ü>etur Por
último, el msigne Sanaeveriao, definióla Filosofía: Scten^
fia supreitufTum prificipiorum seu ^prem arum cauearum
,
(um cogniiionis tum rerum quae raüone hunuina cognosci.
pcssuni
Como explicación y complemento de estas definiciones,
debemos advertir dos cosas: la primera, que La sabiduría
que significan todas ellas, coutieno á las ciencias univer
sales on que La misma sabiduría se divide, y además los
principios supremos de las ciencias especiales; y la se
gunda, que aunque estas últimas dependea por consi-
guiente de la Filosofía, pero difiereu de ella, y se mueven
en su respectiva esfera como ciencias propiamente dichas,
distintas asimismo las unas de las otras e a razón do su
objeto respectivo. Como los miembros del cuerpo hum a
no son diferentes entre sí> y á todos ellos los dom ina la
cabeza, así se han las ciencias particulares unas con
o tra s, y de un modo singular con la Filosofía, que ee ca
beza de todas ellas^.
1 D e C iv itD e i,X lX y l.
2 I » Ub, X Etbic.
a 1. 2, q. I I I , ■. 6.
tafem quam p h iloscp h i penxperwnt^ D eo ¿¿?is revdarUey ut d ici’
tu r ad Rom .
N o estará de más añadir, que por grande que sean el
rango y dignidad de la Filosofía, todavía^ comparada con
la Sagrada Teología, debe juzgarse por de m uy hunülde
condicion.
£ n efecto, abora se ationda á las cosas de que trata
la Sagrada Teología , ahora á la certidumbre con que
ensofia sus principios y conclusiones, no h ay duda sino
que debe sor tenida por sabiduría superior á la puramente
natural 6 ñlosóñca ^ ; la certidumbre de la primera es
m ayor que la d é la última, pues se fun da>y tiene su origen
en la autoridad infalible de D ios, infinitamenta supe
rior á la razón del ñlósofo; y las cosas sobro que principal
mente versa, son también superiores a l humano entendi
miento, y exceden los límites en que se contieno natural
mente su acción.
Decimos las cosas sobre que vetsóp rin cipa ln ien ie la Teo
logía, porque oo se entienda ser misterios sobrenaturales
todas las verdades que enseña esa sagrada ciencia; pues
1 In . 1. Mctaphía. prol.
2 Disput. I , gect. 1, n. 20.
S Ib id . n. 19.
porque s ion do oculta para Dosotroe su naturaleza, no
liay de ollas ninguna ciencia particular. Luego con ma
yoría de razón debe decirse que Dios ea objeto de la Me
tafísica , como quiera que eu Dios contemplamos la razón
do ente eu grado perfectísimo, y no hay otra ciencia na
tural quo trato de la naturaleza y atributos do D ios fue
ra de la Metafísica-
Conviene, sin em b also, declarar quo una cosa es decir
que en D ios consideramos i>or modo excelentísimo el o b
jeto formal de la Metailsica, que es el ente y todo lo que
sigue al ente, ó que tal como nosotros podemos natural-
mente conocerle, está comprendido en este mismo objeto;
y otra, el decir ab?iolutamonte que Dios es objeto formal
de <licha ciencia. Esto último uo puede decirse, porque la
propia naturaleza do Dios d o es conocida de la razon na
tural; á Dios no le conocemos aquí tal como es, esí^
síqo por conceptos tomados de las cosas criadas, mediáis-
te los cuales contemplamos en Dios el sér y las perfeccio
nes que tales conceptos representan, exentos de toda im
perfección y defecto, y por modo do infinita eminencia. N i
áun á los mismos espíritus finitos los conocemos natural
mente según la razon propiay objetiva que en sí tioneü; pa
ra conocerlos , habemoa necesidad de razones ó conceptos
comunes á las cosas materiales y á las inmateriales, puoe
el objeto proporcionado á nue.<^tro entendimiento en la
presente vida es la esencia de la cosa material ( quiddUaá
re i n u U eria li'i) ; y así, con mayor ra'¿ou debemos decir,
que á Dios no le conocemos naturalmente seguu eu pro
pia ruzon, sino valiéndonos de los conceptos que repre
sentan el sér y las perfecciones de las cosas criadas. Si le
conociéramos como es eu sí, ó como el mismo Dios se co
noce á sí mismo, por su propia esencia y naturaleza, Dios
sería objeto fir m a l de ia Metafísica; mas no conociéndole
de eeta suerte, sino por medio de conceptos comunes al
mismo Dios y á las cosas criadas, tanto visibles como in
visibles, conviene, á saber, loa conceptos de sít,
ciUy verdad. ele.. Dios es sólo objeto material de
nuestro estudio, puea es para nosotxM invisible in siaht viae.
IjO mismo puede decirse de las inteligencias separadas,
inclusa ol alma racional^ considerada como espiriíu.
B e esta m aoera se concilian dos eontencias al parecer
diversas, y se puede responder á la cueetion de si Dios
es objeto formal ó material de la Metafísica, 6 si única*
mente trata esta ciencia de Dios como principio de su ob
jeto. Dios es o b je to fo rm a l de la Metafísica on cuanto está
comprendido bajo La razón formal de enie, la caal es de
suyo indiferente, y tione aptitud para representar así lo
finito como lo infinito, siendo realmente análoga cuan do se
A p lic a á Dios y á las cosas criadas, porque en P io s el ente
se d a con infinito exceso; y Dios es objeto m aterial de la
Metafísica, según que es considerado on sí mismo, 6 en
su propia raxon 6 esencia, naturalmente inaccesible á los
ojos de nuestro enteadimiento. A d em ás, la Metafísica con
sidera á Dios como causa altísima do su objeto, pues se
eleva á É l partiendo de la consideración dol ente 6 sér co
m ún á todas las cosas, a l modo como e] filósofo natural,
partiendo de las cosas visibles, sube con la mente á la
causa primera, si bien áun bajo este concepto se aventaja
la Metafísica á la Filosoña natural, do sólo porque del
concepto de causa primera deduce las demás perfecciones
del sér divino ^, sino además porque despues de conocer á
Dios por modo científico, procede luégo á darse razón de
todas las cosas, siguiendo el procedimiento de la sínieeis,
V
ipsum . P e r o y a híanos visto qu e en e l objeto form al
d e la M etafísica están com prendidos en cierto m odo
D io s y las inteligeneias c ria d a s; d e donde resnlta
q u e la ciencia m ism a qu e trata d e l ente rea l cu co*
m un, d e be tra tar d e las substancias espirituales,
especialm ente d(» D io s , no solam ente com o causa de
su propio o b jeto , sino com o parte prim dpalísim a del
juif^mo.
7. !M u c 1 lo s nom bres d iero n los an tiguos á la M e - dtro»
Ift
tafísica. L o s intérpretes d e Ar¡st45tcle8 pusiéronle
este n om bre d e M e t({fi$ ica y p o rq u e trata d e cosas á
cu y a consideración se eleva la m ente despues d e es
tu d ia r las n atu rales ^ ó sujetas á ilu ta c io n e s sensi
b le s , y esto m ism o qu ie re dociv en g n e g o la p a la
bra despues d e lu F ísic a Y fué llam ad a
p r im a 2 >hiJo$ophia, en razón de re c ib ir las dem ás cien
cias sus principios d e la iletaftsio a. E l mif^mo A r i s
tóteles lo dió el n om bre de T h e d ^ g ia (n a t u n il), p o r
tra tar principalm ente d e D io s y de las cosas d iv i
n a s , so g u n q u e podem os conocerlas con la lu z d e la
razou.
in t e r e a s s c ilic e t U e t a p h is ic a , d is p u tâ t c o n t r a n e g a n te m s u a p r i n c i p i a , si
a d v e r s a riu s a liq u ld c o n c e d it ; s i a u tc m c i b l l c o n c e d i t , n o n p o t e e t c u m e o
d is p u ta re ; p o t e s t a u te m s o lv e r e r a t ío a is s p e c ie s . 1 . ^ I , 8 i o c .
e n se ñ a r, haciéndole fácil responder á las cueationos
q u e se le prop on gan . L o q u in to , es sobi-emanera d ign a
de ser apctocida y c u ltiv a d a p o r sí m ism a, ó sea p o r
razoQ d e su intrínseca excelencia. Y lo sexto, es
señ ora d e la s dem ás ciencias ^ F á c il es ah ora v e r
c u á n b ie n la convienen á la M etafísica esiaa prop ie
dades d e la aabiduría. P o rq u e en efecto» la M e ta fì
sica trata d e todas las cosas b a jo la ra7.ou com ún
de só r, especialm ente de aqu ellas en qu e p o r modo
principalísim o se con sidera esta razón : v e rsa sobre
la s cosas m ás distantes de l a m ateria y d e la a p re
h en sión del v u lg o , inclin ado a l conocim iento de lo
sen sible: posee u n a certeza su p e rio r á todas las cien
cias p articulares, "piiQs á la certidum bre q u e le con
vien e p o r ser ciencia, añ ad e e l g ra d o q u e pertenece
á la m ayor evidencia intrínseca de las verd ades que
con sidera, tanto m ás int<*ligibles de s u y o , cuanto
m ás exentas están de toda m ateria: h a b ilita sin g u
larmente. p a ra ensenar, p o r la am plitud y firm eza
con q u o dom ina e l m etafisico e l conocim iento de las
causas, d e dond<* procedo u n a disposición especial
p a r a com unicar á otros p o r m edio de la enseñanza
la s verd ades científicas, en q u e se contiene e l cono
cim iento d e las causas; y p o r ú ltim o, es señora de
las ciencias p articu lares, no á la v e rd a d en calidad
d e ciencia R uhaitem ante, cuyas conclusiones sean p rin
cipios de las otras ciencias, sino en concepto de ar-
qiiitectónica y m oderadora, qu e ejerce en ellas según
v :í ' ^
la felÌ55 expresió n del ilu stre H a r p e r \ im a acción ó
influencia sem ejante á lo q u e lla m aro n los griegos
h egem on ía y ó suprem acía de u n a c iu d ad sobre las
ciudades confederadas» las cnales conser\’aban su
respectiva auton om ía, m oviéndose librem en te en
todo lo qu e pertenecía á sus propios asuntos.
** Jÿ \X
■C^
'S-
ì
Sf
r ^ -
V
V i
•: - ‘ ^ . ^ 1 / a j g L .
# 3 M s ^ A -v -^ :
'> 1 ^ ?
k ^
•;
- ' *•
1
.VÄ* |ft » ,ji
4 À ? ^ - ^ â '^ : ^ S S Î t
1 •
• ,
A 'S j--. ; *
W. ■ IIB r ~
* < ’
»> ^ ä k
i i i f e W ^ '" '- ^ '’
•-»4p
• ¿ r * « «t
L W r
'y ^ '^ ç
-■,,,.^ < r
.<*i ...
iLGOAS flBaASy OPCSCtiOS BED. JUAS JIASUEl ORTI V LiRi
In tr o d Q C o lo n a1 e B to d lo d e l D e r e c h o y p r in c ip io s d e l d e r e c h o
n a t u r a l . — V n vu!ùuk*u in 8 * de i«»KÌnas, J*recio: IKK*^ P E S K T A S cn
MAtirbl.
L a B d lle s a y la a B e lla s A x t e s , U fìlo s o fln s o ct^ U ca j c r i s t M n i ( \ rr -
iio n <}«} tle n ia n ).— D o s v o lú m e n e s en cu adcrn adris Á Ja h o lA n d e u . rs. cn
Madrid.
L a U l t i m a e t a p a d e l l i b e r a l i s m o o a t ó l i o o . ^ A r t í c t i k i s pubU co/lci« en
G e n tia y n h o ra re v is a d o s y a n o u d o s p o r su aintor.— P r e c i o : D O S
P E S E l ’A S . — E l q u e t o m e e s te opi^úculc», re c ih ii< í grálÍN e l o t r v del ra itn to
autor : N i c m p l k i d g f i n i r t b t l d i a .
£n O ra d o p o l í U o o d e l o s c a t ó U o o s . — V K lN T iC lN C X ) C É N -D M O S de
peseta.
S I A a c e t i e t n o L i b e r a l . — P re c io ; U N A P R S tn 'A .
P u n d a m e a tO B d e l a U d ii s io n . o b r a c o n tie n e la * n u o n e s y co n c e p to s
l u m b o f ^ q u e » e e itcu en U a n e n tr e lo s n ú ^ ilu s t r e « a p o l< ^ k la a d e la v e r
d a d cat'* H c t e n a u e it .'o s días.— Su p r e c i o e ^ 8 e n M a d r id ^ l u e o p i uvincúc>.
B 1 O a t o l i o l s m o y e l l i b r e c a m b i o . — C IN C U E N T A C É N T IM O S d e peseta
eo toda EspaAa.
I
impresión. — E n Madrid Q N C O P E S E T A S , y C IN C O I'V :S K 1 A S C IN C U E N
T A C ¿ N 1IM O S ea proviDciu^.