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La pajarera confederada.

Tercer aniversario de Levadura

La relatividad del tiempo. Tres años han pasado desde que una fría noche de diciembre
lanzamos, en un local de comida francesa que ya no existe, Levadura al público. Entonces
pensamos que si sobrevivíamos al primer número podríamos darnos por satisfechos. Así
llegamos al primer año sintiendo que habían pasado décadas; y hoy, que ya se han
cumplido tres ciclos, sentimos como si hubiéramos iniciado ayer.
Muchas reflexiones vienen a cuento: ¿por dónde empezar? El aprendizaje: cada número nos
depara una suerte de desafío (decir las cosas de la mejor manera y el tiempo más oportuno)
y nos empuja a asomarnos al exterior (el entorno y al mundo). La diversidad: suena a
palabreja de moda, de las que queriendo decir mucho no dicen nada, pero, en nuestro caso,
Levadura es una confluencia de diferencias, con preocupaciones y obsesiones diversas. El
dar cuenta del pasado inmediato: en estos tres años hemos registrado una transformación
radical, tanto mundial, como nacional y local. ¡Cuánta distancia entre 2015 y 2018!
Me parece que celebraremos este nuevo aniversario como solemos hacerlo: con un largo
ejercicio de autorreflexión: ¿qué hemos hecho hasta ahora? Y qué nos falta por hacer. En el
ínterin nos daremos la oportunidad de brindar y celebrar que seguimos siendo un colectivo
de colectivos.
Víctor Barrera Enderle

https://www.youtube.com/watch?v=HgzGwKwLmgM

Me dicen que cumplimos tres años, a mí me parecen cuatro, qué quieren que les diga. En
ese tiempo, Levadura fue explorando, perdiendo, ganando espacios. Un día amanecíamos
con potentes voces de mando, al siguiente desaparecían para ocuparse de tareas más
discretas. Porque la revista se nos transformó en una pajarera de muchos pisos por la que
circulamos libremente: el porche, la sala, los grupos de Facebook, los comentarios en
DropBox, el correo de redacción, la plataforma siempre abierta en segundo plano, la
cafetería, el estudio, las reuniones mensuales. Gente, mucha gente comprometida en sacar
adelante este proyecto, discutiendo.
Porque discutimos todo, sólo el día a día nos une: “Joven, ¿para cuándo lo que le encargué?
Vato, ¿ya hablaste con la gente del Fondo? Escribile un mail a X, ya hablé con ella, le
interesa participar con nosotros. Robert, mañana subo eso. Espero que podamos tomarnos
ese café pronto. Por supuesto que es inaceptable. Doctor, ¿vamos a pedalear? Kaput, ¿este
es el perfil de Y? Jajajaja, amanecí inspirado con los post. Besos muchos.” Esas son las
voces que se escuchan por las rendijas de esta pajarera confederada.
“Somos, de arriba a abajo, una panda de tarambanas”, le dije, no hace mucho, a uno de
nuestros actuales editores. “Pero se bebe bien, se discute mejor, de cuando en cuando
llegamos a alguna clase de acuerdo. ¿Te interesa entrar?” Si alguien me preguntara con qué
se sostiene una revista como la nuestra, no dudaría en contestarle: con queso y vino. Todo
lo importante acontece ahí: coberturas, dossiers, entrevistas, mesas de análisis, programas
de radio, el anuncio de futuros nacimientos, la alegría.
Tres años, entonces; espero que aseguremos el cuatro acercándonos a los temas que
marcarán la agenda política de América Latina. Me interesa mucho fortalecer nuestros
vínculos con Brasil: solidaridad aparte, ahí se juegan muchas cosas de interés para la
autocrítica de la izquierda mexicana. Con o sin Trump, el fenómeno migratorio nos coloca
del lado de los compas centroamericanos, espero que alguien sepa construir ese diálogo.
En fin, no sé, me gustaría que este año el amor se cumpla puntual en todas sus formas. Si
algo aprendí en este tiempo, es que sólo los desenamorados te niegan en redondo un
artículo; todos los demás, aunque sea de manera esporádica, envían algo. Porque la
independencia económica y el ISSN nomás no llegan. También eso, las carencias. “Mete
todos los perfiles, este es el libro que querías publicar, no hay otro”, le contesté hace no
mucho a un compañero que editaba la segunda antología de Levadura. El proyecto se cayó,
sigo creyendo que ese era el libro. Estos son los problemas internos que habremos de
resolver en 2019.
Salud, entonces, espero que este año nuestra difícil comunidad se fortalezca. Mi voto es a
favor de continuar con la revista, la fecha de cierre es el 30 de cada mes, manden sus
colaboraciones a redaccion@revistalevadura.mx. Salimos sin falta los días 20.
Roberto Kaput

https://www.youtube.com/watch?v=0-Jq_GAgrEo

No tengo la menor idea si esto mismo escribí en el primer aniversario, en el segundo y


ahora repito por tercera vez. No importa, lo que importa es el organismo que resuelve la
memoria y que se juega en el presente.
Hace tres años, el 2 de diciembre de 2015 Víctor Barrera, Roberto Kaput, Damián Cano,
Miguel Martínez y yo, fundadores de la revista virtual Levadura, con un alarde de recién
llegados y un aire entre soberbio e inocente lanzábamos el primer número. Lo hacíamos a
lo grande como si vaya a saber qué destino privilegiado compartiéramos con los dioses o
los demonios, a través de una conferencia de prensa que debe haber sorprendido un poco a
los periodistas de cultura pues vinieron todos. El lugar, ya desaparecido de La Panadería
nos acogió durante ese mediodía y también en la noche. En el convite nocturno con insólita
confianza y afecto hubieron de presentarnos dos escritores y promotores de lujo: Alejandra
Rangel y Joaquín Hurtado. Habían aceptado un reto bastante dudoso pero nosotros no
pensábamos defraudarlos. Teníamos la seguridad de nuestra prepotencia de trabajo, diría
Roberto Arlt.
El convivio se llenó de amigos, colegas, conocidos, familiares que correspondían así, con la
misma confianza a nuestro arrojo, a pesar del invierno. Nos azoramos un poco, por qué no
confesarlo, tantos y tantas amigas y compañeros expresaban de ese modo no sólo su apoyo
sino y sobre todo la certeza que esta gente, estos nosotros, podíamos con la encomienda.
Hubo alegría sorpresa, algarabía y sobre todo una complicidad inédita al cruzar nuestras
miradas y sentirnos hombro con hombro. Todo era bello y posible en ese instante. Luego
vendríamos a experimentar lo que Kaput recuerda con sorna, no teníamos la menor idea en
qué nos metíamos y hasta dónde el acto era pura manifestación de deseos.
Desde entonces hemos viajado entre el entusiasmo y la desilusión frente a cada número que
logramos parir. Ha predominado el desencanto: todavía no somos lo suficientemente
buenos. No obstante nunca se nos ocurrió dar marcha atrás y con una obstinación rayana en
la sinrazón, (¿qué razones, a ver, para sostener esta cosa, este ente, esta letra desprolija?)
hemos logrado venir desde entonces hasta aquí.
Levadura, ahora lo sabemos, si existe por nuestra tozudez, vive y pervive sobre todo por
nuestros colaboradores, esto es, por los que escriben en ella, por los que miran el mundo
críticamente, por los que aman la poesía, la literatura, el cine, el teatro, la fotografía…Por
los que recuerdan y con su memoria vuelven a reeditar nuestra identidad, por los que se
juntan para armar jaleo y confrontar enfrentando lo que debe cambiar, por las que se
empeñan en tirar abajo este universo nuestro tan vertical y masculinamente autoritario.
Levadura suena con muchas voces femeninas (debieran ser más) con voces estudiantiles
(debieran ser más) de Norte a Sur y de regreso. Voces que acusan, señalan, informan,
describen, juzgan, declaran y mucho más pero que por encima de todo ello, SUEÑAN. Si
no soñaran, no pondrían un dedo sobre el teclado ni un signo en la pantalla.
Así Levadura es hoy después de tres años, lo que nunca hubiéramos sospechado, la casa
común donde vivimos deslizando la herencia recibida de padres, maestros, madres ideales,
héroes míticos, creadoras e intelectuales de toda laya y color que nos fertilizó.
Ya no somos los mismos del primer día pues se ha agregado gente que al igual que
nosotros, se obstina en la tarea de proseguir y sin la cual Levadura no existiría. Gente que
viene y se va y que a veces se queda para hacernos más ricos. Y al igual que el resto hace
posible este pedazo de nebulosa, estrella o nube que anda por el espacio.
Por todo ello nos comprometemos a seguir juntos un día más.
Coral Aguirre
https://www.youtube.com/watch?v=3jMysAv_New

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