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Revista Geológica de América Central, 48: 15-39, 2013

ISSN: 0256-7024

DEPÓSITOS VOLCANICLÁSTICOS:
TÉRMINOS Y CONCEPTOS PARA UNA CLASIFICACIÓN
EN ESPAÑOL

VOLCANICLASTIC DEPOSITS: TERMINOLOGY AND CONCEPTS FOR A


CLASSIFICATION IN SPANISH

Hugo F. Murcia1*, Carlos A. Borrero2, Natalia Pardo3,


Guillermo E. Alvarado4, Marcelo Arnosio5 & Teresa Scolamacchia6
1
The University of Auckland, School of Environment, Auckland, Nueva Zelanda
Universidad de Caldas, Departamento de Ciencias Geológicas, Manizales, Colombia
2
3
Massey University, Institute of Resources, Palmerston North, Nueva Zelanda
4
Instituto Costarricense de Electricidad, Área de Amenazas y Auscultación
Sísmica y Volcánica, San José, Costa Rica
5
Universidad Nacional de Salta – Instituto Geonorte, Salta, Argentina
6
Ludwig Maximilians Universität, Dept. Geo- und Umweltwissenschaften,
Muenchen, Alemania
*Autor para contacto: hugofmurcia@gmail.com

(Recibido: 3/10/2012; aceptado: 11/06/2013)

ABSTRACT: The terms used to define the clastic deposits related to volcanic activity have important implications for
the society in volcanic regions. Taking into account the importance of using a common terminology when considering
natural hazards in the Spanish-speaking world, this study presents a classification of volcaniclastic deposits. This
classification attempts to integrate the terminology related to the formational and depositional processes (eruptive and
non-eruptive) taking place at volcanoes with the resulting volcaniclastic deposits and their constituent components.
The classification emphasizes on how both physical and temporal variations in volcanic activity are responsible for
observed differences in the related deposits. The purpose of this classification is to be a reference for the Spanish-
speaking scientific community in order to avoid the numerous inconsistencies derived from the existing translations
from multiple authors. Additionally, we present a flow diagram in both Spanish and English to illustrate that this
classification system can be used to define and classify consolidated/lithified, and unconsolidated deposits. The
appropriate classification of volcaniclastic deposits and their constituents can ultimately improve the definition and
communication of potential volcanic hazards.
Keywords: volcanic terminology, volcaniclastic deposit, epiclastic deposit, juvenile clast, accessory clast, accidental
clast, Latin-American examples.
Murcia, h.f., borrero, c.a., pardo, n., alvarado, g.e., arnosio, m. & scolamacchia, t., 2013: Depósitos
volcaniclásticos: términos y conceptos para una clasificación en español.- Rev. Geol. Amér. Central, 48: 15-39.
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RESUMEN: La terminología empleada para definir los depósitos clásticos relacionados con la actividad volcánica,
tiene importantes implicaciones para la sociedad en regiones circundantes a volcanes. Teniendo en cuenta la importan-
cia de un lenguaje común, que se incrementa cuando se relaciona el registro geológico con las amenazas volcánicas
potenciales, y la sociedad en general, en este trabajo se presenta una clasificación integral que conecta las características
de los depósitos volcaniclásticos y los fragmentos constituyentes con la formación y los procesos de sedimentación
(eruptivos y no eruptivos). Esta clasificación se propone como base de referencia para la comunidad científica hispano-
hablante con el fin de saldar las incontables inconsistencias dadas a partir de múltiples traducciones. Adicionalmente,
se presenta un diagrama de flujo tanto en español como en inglés, que ilustra el sistema de clasificación integral el cual
es útil para describir y definir tanto depósitos consolidados/litificados como no consolidados. Esta clasificación es útil
para ser usada tanto en definición como en comunicación de la amenaza volcánica potencial.
Palabras clave: terminología volcánica, clasificación de depósitos volcaniclásticos, depósito epiclástico, fragmento
juvenil, fragmento accesorio, fragmento accidental, ejemplos latinoamericanos.

INTRODUCCIÓN de país en país, tanto en Hispanoamérica como


en España, ya sea en su denominación o en su
En la vulcanología, como en muchas de las significado. En este sentido, el presente trabajo
ramas de las ciencias geológicas, la precisión en es una propuesta para unificar y hacer aplicable
la descripción de la estructura, textura y com- la terminología con implicaciones genéticas,
posición de los depósitos conlleva a la mejor en la descripción de depósitos volcaniclásticos
comprensión de los mecanismos asociados a los independientemente del país hispanoparlante,
eventos que intervienen en su formación, trans- además de especificar la nomenclatura a utilizar
porte y acumulación. Además, en esta rama de para la denominación de tales depósitos usando
la geología, existe una necesidad apremiante de los términos en lengua castellana, acorde con la
entender y diferenciar claramente los depósitos evolución de la vulcanología moderna.
asociados o no a la actividad eruptiva, ya que En este trabajo se presentan las características
estos no solo representan la base de los estudios principales a describir en los depósitos volcani-
geológicos y mineros sensu stricto, sino que clásticos, las características de los fragmentos que
también son fundamentales para la definición los constituyen, los tipos de clastos involucrados
de la amenaza volcánica. Sin embargo, por ser en los mismos según su origen de fragmentación,
una ciencia en pleno desarrollo con los mayores los tipos de depósitos según los procesos que los
avances en los últimos decenios, en la vulcano- producen (fragmentación, transporte, acumula-
logía se ha generado una numerosa cantidad de ción) y el marco temporal que define la actividad
nuevos términos, por lo general definidos ini- volcánica. El trabajo presenta también unas con-
cialmente en inglés, que al ser traducidos a otras sideraciones finales que aclaran el porqué del uso
lenguas no necesariamente recogen la esencia de o no de algunos términos, y además se hacen otras
la definición del término original. Esta situación precisiones sobre algunos términos o definiciones
es reconocida para las lenguas italiana, francesa, que en conjunto son parte fundamental de la pro-
alemana, portuguesa y castellana. En el caso de puesta. Para la nomenclatura y definición de los
la lengua castellana, es mayor la divergencia en fragmentos y de los depósitos se consideraron im-
el uso de los significados de los términos origi- portantes trabajos publicados sobre el tema, como
nales, ya que por los “localismos”, los términos son los trabajos pioneros sobre la clasificación de
para describir depósitos volcaniclásticos varían las rocas volcaniclásticas de Fisher (1961 y 1966)

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hasta el más reciente de Manville et al. (2009), pa- gruesa >100 cm según Ingram (1954)), además de
sando por los trabajos de Schmid (1981), Fisher & la continuidad y los contactos entre las mismas, es
Schmincke (1984), Cas & Wright (1987), Fisher decir la estructura (tipo de estratificación si existe,
& Smith (1991), McPhie et al. (1993), Martínez gradación, estructuras sedimentarias que indiquen
et al. (1996). Gillespie & Styles (1999), Vincent dirección de transporte, o cualquier característica
(2000), Dasgupta (2003), White & Hougthon sedimentaria relevante).
(2006), Borrero et al. (2008), Sohn et al. (2008) Para el caso particular de la selección de un
y Cas et al. (2008). Adicionalmente, se hace re- depósito, inicialmente cuantificada por Folk &
ferencia a los trabajos de Araña y Ortiz (1984), Ward (1957), los criterios de clasificación di-
Mazzoni (1985) y Tilling (1989, traducción de fieren, cuando se considera la clasificación pro-
Beate, 1993), los cuales introdujeron algunos puesta por Cas & Wright (1987), basada en los
términos en español actualmente muy usados en resultados de Walker (1971), debido a que los
escuelas y servicios geológicos de habla hispana. procesos volcánicos, en los cuales el medio de
Se deja a responsabilidad del lector la revisión bi- transporte es gaseoso, no consiguen desarrollar
bliográfica detallada de la primera referencia para el mismo nivel de selección que se logra cuando
cada término en inglés, la cual queda por fuera el medio de transporte involucrado es el agua.
del alcance de este manuscrito, para así ahondar En este sentido, debería utilizarse una clasifica-
concretamente en la unificación de la termino- ción distinta según el medio de transporte. En
logía. Esta propuesta incluye los depósitos vol- el Cuadro 1 se muestra la comparación entre la
caniclásticos hasta ahora definidos, divididos en clasificación de selección sedimentológica tradi-
primarios y secundarios, y separados de los de- cional según Folk & Ward (1957) y la referente
pósitos epiclásticos. Es importante aclarar que a depósitos volcaniclásticos primarios según Cas
en este trabajo el término general “volcaniclás- & Wright (1987).
tico” (introducido por Fisher, 1961 y redefinido
por Fisher & Smith 1991), incluye el espectro
completo de depósitos clásticos, compuestos en Cuadro 1
parte o enteramente de fragmentos volcánicos
originados a partir de fragmentación mecánica Comparación entre el grado de selección de fragmentos en un
depósito, considerando los criterios sedimentológicos tradi-
por procesos volcánicos primarios o de re-sedi- cionales (Folk & Ward, 1957) con los volcánicos propuestos
mentación. En este contexto es importante tener por Cas & Wright (1987)
en cuenta también que los términos clasto y frag-
mento son sinónimos. Cas & Wright
Selección Folk & Ward (1957)
(1987)
Muy bien
<0,35 Φ
CARACTERÍSTICAS DE LOS DEPÓSITOS seleccionado
Muy bien
VOLCANICLÁSTICOS 0,35 a 0,49 Φ Bien seleccionado
seleccionado
Moderadamente
0,50 a 0,99 Φ
Los depósitos volcaniclásticos se describen seleccionado
siguiendo los procedimientos sedimentológicos Pobremente Bien
1,00 a 1,99 Φ
tradicionales, considerando la identificación de seleccionado seleccionado
capas, la geometría de las mismas, y su espesor 2,00 a 3,99 Φ
Muy pobremente Pobremente
(lámina <1 cm, capa muy delgada entre 1 y 3 cm, seleccionado seleccionado
capa delgada entre 3 y 10 cm, capa media entre 10 >4,00 Φ
Extremadamente mal Mal
y 30 cm, capa gruesa entre 30 y 100 cm, capa muy seleccionado seleccionado

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Cuadro 2

Clases de tamaño estándar que muestra la equivalencia entre escalas de clasificación de clases de tamaño de fragmentos (Udden, 1914; Wentworth, 1922; Wentworth & William,
1932; Fisher, 1961; Schmid, 1981; Sohn & Cough, 1989; White & Houghton, 2006; Cas et al., 2008; este trabajo). Nota: En lengua italiana, lapilli es plural y lapillo singular,
mientras que en latín, el término singular es lapillus y el plural es igualmente lapilli. Tanto en inglés como en español se ha generalizado el uso de lapilli tanto para el singular
como para el plural
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CARACTERÍSTICAS TEXTURALES DE & Sparks, 1998) tratada en términos de porcenta-


LOS FRAGMENTOS je en volumen (%), distribución de tamaños, for-
ma, grosor de las paredes (Navon & Lyakhovsky,
Tamaño 1998), grado de conectividad (Klug & Cashman,
1994) y modificaciones de tamaño y forma, por
El tamaño de los fragmentos de los depósitos ejemplo por coalescencia y/o colapso (Thomas et
sedimentarios es comúnmente descrito en térmi- al., 1994; Gardner et al., 1996; Klug & Cashman,
nos de la escala de Udden (1914), modificada por 1996). Varios de estos parámetros se obtienen en
Wentworth (1922), que define los tamaños arci- el laboratorio: los métodos más usados para la
lla, limo, arena, gránulo, guijo, guijarro y bloque distribución de tamaños, formas y grosor de las
como los constituyentes de los mismos. Para de- paredes incluye el análisis de imágenes en 2D
pósitos volcaniclásticos se utiliza también la es- (Cashman & Mangan, 1994; Rust & Cashman,
cala de Wentworth & William (1932), que define 2004; Shea et al., 2010) y en 3D (Giachetti et
los tamaños en términos de ceniza fina, ceniza al., 2011); o mediante el uso de porosímetros
gruesa, lapilli, bloques y bombas, la cual ha sido de mercurio (cf., Whithman & Sparks, 1986;
modificada por Fisher (1961), Schmid (1981), Bouvet de Maisonneuve et al., 2009). El grado
Sohn & Cough (1989), White & Houghton de interconectividad (p.e., porcentaje de vesícu-
(2006), y Cas et al. (2008). En este trabajo, se las conectadas y aisladas) se puede obtener con
introduce una nueva modificación que subdivi- picnometría de gas (cf., Klug & Cashman, 1994).
de los fragmentos mayores a 64 mm (bombas/ Considerando el porcentaje de vesículas, la clasi-
bloques) en fino, medio y grueso, esto con el ficación de Houghton & Wilson (1989) es la más
objetivo de obtener mayor consistencia en las adecuada, con fragmentos no vesiculados 0%,
subdivisiones independiente de los tamaños en muy pobremente vesiculados 0-20%, pobremente
general (ceniza, lapilli o bomba/bloque). Ambas vesiculados 20-40%, moderadamente vesiculados
clasificaciones, así como sus modificaciones, son 40-60%, muy vesiculados 60-80% y extremada-
óptimas para fines descriptivos, sin embargo, se mente vesiculados >80%. Cuando los fragmentos
recomienda utilizar la clasificación genética pro- igualan o superan el rango de moderadamente
puesta por Wentworth & William (1932) modifi- vesiculados (40-60%), términos como pómez
cada en este trabajo (Cuadro 2). o escoria son utilizados dependiendo de unas u
otras características. Al respecto se propone hacer
referencia al término pómez para denominar un
Redondez fragmento de origen piroclástico compuesto por
vidrio (generalmente de colores claros), vesícu-
La redondez de los fragmentos en un depósito las y cristales (pueden o no estar presentes), poco
se define de acuerdo con la clasificación tradicio- denso (usualmente <1g/cm3), en el cual la mayo-
nal sedimentológica propuesta por Wadell (1933) ría de vesículas existentes son pequeñas (<5mm)
que denomina los fragmentos como muy angula- y se encuentran comúnmente interconectadas y
res, angulares, sub-angulares, sub-redondeados, deformadas, sugiriendo magmas viscosos ricos
redondeados y bien redondeados. No obstante, en volátiles. Por el contrario, se propone hacer
discusiones con base en el origen o tipo no son referencia al término escoria, para denominar un
abordadas para los fines del presente trabajo. fragmento de origen piroclástico compuesto por
vidrio (generalmente de colores oscuros), vesícu-
las y cristales (pueden o no estar presentes), mo-
Vesicularidad deradamente denso (usualmente >1g/cm3), en el
cual la mayoría de vesículas existentes son rela-
Un parámetro textural indispensable en la tivamente grandes (>5mm), con formas esféricas
descripción de los fragmentos piroclásticos es la o irregulares debido a coalescencia (vesículas con
vesicularidad (Houghton & Wilson, 1989; Gilbert paredes gruesas de donde resulta un color más

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oscuro generalmente negro, café o de tonalidad 2008). Sin embargo, la discusión se ha mantenido
rojiza) y que de tal manera sugieren magmas poco hasta la actualidad, entre otras cosas, debido a la
viscosos. Esta separación se propone teniendo en practicidad o no de la aplicación de los términos
cuenta las implicaciones en la explosividad del al momento de describir los depósitos, y a la di-
magma, donde la distribución de tamaños de ve- ferencia que suscita en la aplicación dependiendo
sículas (y la densidad de las mismas) está íntima- de si los depósitos son antiguos o recientes y de
mente relacionada con la intensidad de la erup- si involucraron agua o gas durante su transporte.
ción (cf., Polacci et al., 2006). Cuando la vesicu- Esta situación tiene un origen conceptual, en don-
laridad es superior al 98% es apropiado usar el de algunos autores definen los fragmentos volca-
término reticulita (McPhie et al., 1993). Aunque niclásticos acorde con el proceso que los genera
los términos pómez y escoria son independientes y otros acorde con el proceso que los transporta
de la composición (p.e., Mangan & Cashman, (Fisher & Smith, 1991). En este ítem, se propo-
1996; Navon & Lyakhovsky, 1998; Mader, 1998), ne una clasificación del tipo de fragmentos que
generalmente la pómez está asociada a magmas componen los depósitos volcaniclásticos según su
ácidos e intermedios y la escoria/reticulita (cf. proceso de fragmentación, basados en las deno-
Rust et al., 2009) a magmas básicos. En ocasiones minaciones de los autores mencionados anterior-
los fragmentos comparten características comu- mente y con las apreciaciones de las experiencias
nes o intermedias y en ese momento su definición prácticas de los autores del presente trabajo. Tal
queda a criterio del investigador. clasificación y sus definiciones, son aplicables
para la descripción de los fragmentos, tanto en
depósitos volcaniclásticos recientes como en de-
Otras características pósitos volcaniclásticos antiguos.
En este sentido, un depósito volcaniclástico
Una definición detallada de los fragmentos puede estar formado por uno o varios de los si-
incluye la identificación y descripción de bombas guientes cinco tipos de fragmentos: piroclásticos,
y fragmentos de salpicaduras (spatter), bloques hialoclásticos, autoclásticos, epi-volcaniclásticos
densos angulares de magma solidificado, pómez y epiclásticos. Cada uno de ellos tiene una defi-
y escoria, incluyendo esquirlas de vidrio (shards) nición en términos del origen de fragmentación
(también llamadas trizas vítreas), agregados de mecánica como se describe a continuación:
ceniza (cf., Scolamacchia et al., 2005; Brown et Los fragmentos piroclásticos (pyroclastics)
al., 2011; Van Eaton et al., 2012, y referencias ci- hacen referencia a aquellos fragmentos origina-
tadas en estos artículos), cabellos y lágrimas de dos durante una erupción volcánica explosiva
Pelé, cristales y demás fragmentos volcánicos o tanto (1) magmática (por exsolución y expan-
de origen diferente, incluyendo tanto plutónicos sión de volátiles durante la descompresión rá-
como metamórficos y sedimentarios. pida del magma), (2) hidro-magmática (por el
contacto de agua externa con magma en ascen-
so), (3) freática o hidrotermal (por fragmenta-
TIPOS DE FRAGMENTOS SEGÚN EL ción de rocas pre-existentes a causa del calen-
ORIGEN DE FRAGMENTACIÓN tamiento y sucesiva despresurización de agua
freática o fluidos del sistema hidrotermal del
Múltiples definiciones y clasificaciones han volcán por parte de un cuerpo magmático). Los
sido reportadas para describir los fragmentos fragmentos piroclásticos pueden subdividirse en
que componen un depósito volcaniclástico (p.e. juveniles, accesorios y accidentales. Los frag-
Fisher, 1961; Schmid, 1981; Fisher & Schmincke, mentos juveniles (juveniles) son aquellos forma-
1984; Cas & Wright, 1987; Fisher & Smith, dos directamente de la fragmentación de magma
1991; McPhie et al., 1993; Martínez et al., 1996; emitido en una erupción. Estos incluyen bombas
Gillespie & Styles, 1999; Vincent, 2000; White y fragmentos de salpicaduras, fragmentos que
& Hougthon, 2006; Sohn et al., 2008; Cas et al., indiquen magma nuevo solidificado, tales como

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bloques densos angulares, pómez y escorias, ca- también en productos subaéreos que entran en
bellos y lágrimas de Pelé. Asimismo, están in- contacto con cuerpos de agua).
cluidos todos aquellos fragmentos derivados del Los fragmentos autoclásticos (autoclastics)
enfriamiento abrupto y fragmentación explosiva hacen referencia a fragmentos formados por la
del magma al contacto con agua externa en erup- fragmentación de flujos de lava en movimiento o
ciones hidro-magmáticas subaéreas y submari- domos de lava en crecimiento al contacto inme-
nas (p.e. Scolamacchia & Macías, 2005 para las diato con el aire.
primeras y Schipper et al., 2010 para las segun- Los fragmentos epi-volcaniclásticos (epi-
das). Por ejemplo, esquirlas de vidrio denso o volcaniclastics) hacen referencia a fragmentos
pobremente vesiculado con morfologías en blo- de composición volcánica, fragmentados ex-
que, en musgo y con microtexturas tales como clusivamente debido a procesos de alteración
superficies fundidas y/o escalonadas y grietas meteórica física (erosión) o química, los cua-
de enfriamiento (cf. Wohletz, 1983; Heiken & les son transportados por agua, hielo, viento o
Wohletz, 1985; Büttner et al., 2002). Cristales gravedad. Cuando tales fragmentos tienen una
pirogénicos, formados durante el enfriamiento y composición diferente a la volcánica, se deno-
ascenso del magma en erupción, también entran minan simplemente epiclásticos (epiclastics).
dentro de esta categoría. Los fragmentos acce- En algunos depósitos, es posible que no se
sorios (accesories) son aquellos volcánicos co- puedan diferenciar los fragmentos piroclástico,
magmáticos pre-existentes, involucrados desde hialoclástico y autoclástico de un fragmento epi-
el conducto, el edificio volcánico o los depósitos volcaniclástico.
asociados a éste, durante una erupción (p.e. in- En las figuras 1A (en español) y 1B (en in-
corporados de las paredes de conducto o fuera glés) se presenta un diagrama de flujo que ilustra
de él durante el transporte). Un fragmento juve- el origen de cada una de los fragmentos.
nil y uno accesorio pueden ser muy similares y,
por ende, puede no ser posible su diferenciación.
Por ejemplo, en un depósito, una bomba es ju- TIPOS DE DEPÓSITOS SEGÚN SU
venil siempre y cuando se haya formado en la ORIGEN
erupción que dio origen al depósito, sin embar-
go, si la bomba es reciclada por otra erupción o Similar a lo que sucede en la descripción
proceso sedimentario, deja de ser juvenil aunque de los fragmentos que componen los depósitos
su apariencia lo sea, y se convierte en accesorio. volcaniclásticos, la definición de éstos últimos
En este caso no es posible su diferenciación, a ha suscitado múltiples denominaciones depen-
menos que el depósito en el cual el fragmento diendo de su origen con respecto al proceso
accesorio se encuentre sea muy diferente al ori- de fragmentación que los produjo (p.e. si este
ginal y que el investigador logre diferenciarlo está o no asociado a una erupción, y en caso
por composición o aspecto físico del fragmento. de que lo esté, del tiempo transcurrido entre
Los fragmentos accidentales (accidentals) son la erupción y el proceso de origen/sedimenta-
aquellos provenientes de rocas metamórficas, ción -ver Fisher, 1961; Schmid, 1981; Fisher &
rocas o depósitos sedimentarios, o rocas o de- Schmincke, 1984; Cas & Wright, 1987; McPhie
pósitos ígneos no co-magmáticos e involucrados et al., 1993; Martínez et al., 1996; Gillespie &
durante una erupción. Styles, 1999; Vincent, 2000; Dasgupta, 2003;
Los fragmentos hialoclásticos (hialoclas- White & Hougthon, 2006; Sohn et al., 2008;
tics) hacen referencia a fragmentos formados Borrero et al., 2008; Manville et al., 2009).
por enfriamiento rápido y consecuente fragmen- En este ítem se propone una clasificación para
tación pasiva de flujos de lava en movimiento denominar los tipos de depósitos volcaniclás-
o domos de lava en crecimiento al contacto in- ticos teniendo en cuenta su origen y que ade-
mediato con el agua o hielo (generalmente en más pueda aplicarse tanto a depósitos recientes
erupciones subacuáticas o subglaciares, aunque como a depósitos antiguos. Tal clasificación

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Fig. 1A: Diagrama de clasificación que ilustra los tipos de fragmentos que forman un depósito volcaniclástico, y los tipos de depó-
sitos volcaniclásticos primarios y secundarios.

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Fig. 1B: Traducción al inglés de la Fig. 1A: Flow diagram illustrating the types of fragments that form a volcaniclastic deposit,
and the types of primary and secondary volcaniclastic deposits.

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incluye los depósitos volcaniclásticos (diferen- definiciones tratadas en los ítems anteriores, en
ciados de los depósitos epiclásticos) como se este apartado se hace énfasis en los conceptos
describe a continuación: que enmarcan cada tipo de depósito volcaniclás-
Un depósito se denomina volcaniclástico prima- tico y a su vez en sus constituyentes, como se
rio (primary volcaniclastic) si sus facies indican una describe a continuación (Figs. 1A y 1B).
acumulación que ocurre a partir de una caída piro- Un depósito de caída piroclástica (pyroclastic
clástica, de una corriente de densidad piroclástica o fall) es el producido por una lluvia de fragmentos
de una peperita, y si los fragmentos predominantes piroclásticos (juveniles, accesorios o accidentales)
son piroclásticos (juveniles, accesorios o accidenta- que por definición tienen su origen en una erup-
les) o autoclásticos. En el caso particular de depósi- ción volcánica (Figs. 2A y 2B). Los fragmentos se
tos clásticos formado por fragmentos hialoclásticos, acumulan por gravedad desde la nube o pluma de
el término hialoclastita es necesario para diferenciar cenizas desarrollada al tope de una columna erup-
su origen. Un depósito se denomina volcaniclástico tiva. Cuando los fragmentos son lanzados siguien-
secundario (secondary volcaniclastic) si sus facies do una trayectoria parabólica desde el volcán, sin
indican una acción gravitacional, o agentes como el ser incorporados en la zona convectiva de la co-
agua, viento y/o el hielo actuando directamente en lumna eruptiva, se denominan proyectiles balísti-
procesos de remoción y sucesiva re-sedimentación cos (ballistic projectiles) (Figs. 2C y 2D).
(avalanchas de escombros volcánicas y lahares) a Un depósito de corriente de densidad piro-
partir de un depósito volcánico; en este caso los frag- clástica (pyroclastic density current) hace refe-
mentos pueden ser de cualquier tipo (piroclásticos rencia al depósito producido por un flujo de frag-
-juveniles, accesorios o accidentales-, hialoclásticos, mentos, gases y vapor en fase de condensación u
autoclásticos, epi-volcaniclásticos y epiclásticos). Un agua líquida (flujo con una densidad mayor que
depósito se denomina epiclástico (epiclastic) si las la del aire) que se mueve sobre un terreno bajo la
facies indican remoción por procesos meteóricos (no influencia de la gravedad y que tiene su origen en
asociadas a la actividad volcánica) de cualquier tipo una erupción volcánica (ver Fisher, 1966; Druitt,
de roca (p.e. ígnea, metamórfica o sedimentaria) o 1998; Branney & Kokelaar, 2003). Los fragmen-
depósito pre-existente y además los fragmentos pre- tos constituyentes son piroclásticos (juveniles,
dominantes son epiclásticos o epi-volcaniclásticos. accesorios o accidentales) o autoclásticos con o
En algunos depósitos es posible que no se pueda sin presencia de fragmentos epiclásticos o epi-
definir si se trata de un depósito volcaniclástico se- volcaniclásticos. Los depósitos de corrientes de
cundario o de un depósito epiclástico con fragmentos densidad piroclástica se generan a partir de flujos
epi-volcaniclásticos. En este caso se recomienda la con alta concentración de fragmentos (corriente
búsqueda de otros criterios que indiquen la relación de densidad piroclástica concentrada -concentra-
directa con el vulcanismo. ted pyroclastic density current-) (≥10% en volu-
men, Freundt & Bursik, 1998) o de flujos con
baja concentración de fragmentos (corriente de
Definiciones densidad piroclástica diluida -diluted pyroclastic
density current-) (1-10% en volumen) (Wilson
Una acertada definición de los depósitos & Houghton, 2000; Valentine & Fisher, 2000;
volcaniclásticos, es la base indispensable para Branney & Kokelaar, 2003). De esta manera
entender los mismos en términos de sus implica- los flujos concentrados forman depósitos tam-
ciones genéticas. En este sentido, la observación bién llamados de flujo piroclástico (pyroclastic
de los procesos volcánicos y la evolución de la flow) mientras que los flujos no concentrados o
vulcanología como disciplina han permitido di- diluidos forman depósitos también llamados de
ferenciar tipos de depósitos volcaniclásticos con oleada piroclástica (pyroclastic surge). Cuando
base en su origen, además de sus implicaciones los depósitos presentan características de ambos
directas con respecto al medio de transporte y tipos se recomienda conservar el término co-
a los fragmentos involucrados. Acorde con las rrientes de densidad piroclástica (Figs. 3 y 4).

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Fig. 2: Depósito de caída piroclástica. A) Caída piroclástica de pómez (volcán Doña Juana, Colombia). B) Caída piroclástica de
escorias de la erupción de 1723 (volcán Irazú, Costa Rica). C y D). Proyectiles balísticos (C, bomba fusiforme, volcán Tecuitlapa,
México; D, bloque juvenil, volcán Irazú, Costa Rica).

Es importante tener en cuenta que los depósitos Alvarado & Soto, 2002; Miyabuchi et al., 2006)
de corrientes de densidad concentradas (p.e., los (Fig. 3B); o depósito de flujo de pómez (pumice
flujos piroclásticos), pueden presentar facies flow) o ignimbrita (ignimbrite) si está asociado al
asociadas con partes diluidas del flujo como tal, colapso gravitacional de una columna eruptiva ge-
sin embargo, tales facies no hacen referencia a nerada a cráter abierto o a procesos de desborda-
depósitos de oleadas piroclásticas por sí mismas. miento por ebullición (boiling over) (Smith, 1960;
A su vez, los depósitos de flujo piroclástico se Spark et al., 1973; Fisher & Schmincke, 1984; Cas
denominan depósitos de flujo de bloques y ceniza & Wright, 1987; Freundt et al., 2000; Branney &
(block and ash flow) si están asociados al colapso Kokelaar, 2003) y por ende, está compuesto prin-
gravitacional y/o explosivo de domos o flujos de cipalmente de fragmentos de pómez (independien-
lava, o al colapso de una columna eruptiva que in- temente del tamaño de los fragmentos y del grado
volucra la destrucción de los mismos (ver Freundt de soldadura del depósito) (Fig. 3C, 3D y 3E). Si
et al., 2000), y está compuesto principalmente de los principales fragmentos constituyentes del de-
fragmentos piroclásticos (juveniles, accesorios o pósito de flujo piroclástico son definidos como
accidentales) o autoclásticos (no se excluye la po- escoria, entonces el depósito se denomina de flujo
sibilidad de que contenga pómez o escoria) (Fig. de escoria (scoria flow) (Druitt, 1998) (Fig. 3F).
3A); depósitos de flujo de bombas y ceniza (bomb Los depósitos de oleadas piroclásticas se
and ash flow) si el proceso de formación involu- denominan depósitos de oleadas basales (base
cra lava fundida emitida en forma de bombas (ver surges) si son producidos por la depositación

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26 REVISTA GEOLÓGICA DE AMÉRICA CENTRAL

Fig. 3: Depósitos de corriente de densidad piroclástica concentrada. A) Facies de flujo piroclástico de bloques y ceniza (volcán
Azufral, Colombia). B) Facies de flujo piroclástico de bombas (volcán Cotopaxi, Ecuador). C) Facies de flujo piroclástico de
pómez o ignimbrita no soldada (volcán Tuzgle, Argentina). D y E) Facies de fujos piroclásticos de pómez con diferente grado de
soldadura (D, Guanacaste, Costa Rica y E. Ignimbrita Vizcachayoc, Argentina). F) Facies de flujo piroclástico de escoria (sector
norte del abanico de Lérida, Tolima, Colombia).

de corrientes de densidad generadas desde una se desarrollan desde la base y por colapso (cf.
columna eruptiva durante erupciones freato- Wohletz, 1998) de columnas eruptivas bajas y
magmáticas o hidro-magmáticas y freáticas propulsiones a chorro (jets), por lo que la ener-
(Fig. 4A). Por lo general, este tipo de oleadas gía cinética y alcance son menores de aquellas

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murcia et al.: Depósitos volcaniclásticos: términos y conceptos para... 27

Fig. 4: Depósitos de corriente de densidad piroclástica diluida. A) Facies de oleadas piroclásticas basales (volcán Sotará, Colombia).
B) Facies de oleada piroclástica de explosión dirigida (volcán Doña Juana, Colombia).

asociadas a flujos piroclásticos. Generalmente, et al., 2008; Németh & White, 2009), y en los
estos depósitos forman estructuras de conos y fragmentos constituyentes pueden encontrarse
anillos de toba y maares (Moore, 1967; Fisher fragmentos piroclásticos, hialoclásticos, epi-
& Waters, 1970; Crowe & Fisher, 1973), pero clásticos y/o epi-volcaniclásticos (Fig. 5).
también se generan por fases freáticas y freato- Un depósito hialoclastítico o hialoclastita
magmáticas de cualquier tipo de volcán (p.e., (hyaloclastite) es el/la producido/a por una exten-
Nairn et al., 1979; Scolamacchia & Macías, sa fragmentación pasiva al contacto magma/lava
2005). Tales oleadas se denominan húmedas con grandes cuerpos de agua o hielo (ver Watton
(wet surges) si son depositadas a una tempera- et al., 2012) y los fragmentos constituyentes son
tura menor a 100ºC, y por tanto involucran agua principalmente hialoclásticos (Fig. 6).
en estado líquido (o vapor en fase de conden- Un depósito de avalancha de escombros
sación), o secas (dry surges) si son depositadas volcánica (volcanic debris avalanche) es un de-
a una temperatura mayor a 100ºC (Sheridan & pósito producido por el flujo debido a un colapso
Wohletz, 1983), sin presencia de agua líquida. de una parte del edificio volcánico, el cual está
Cabe notar que la condensación del agua pue- o no asociado a una erupción (Siebert, 1984;
de generar una variación longitudinal de oleadas Ui et al., 2000). Los fragmentos constituyentes
secas a oleadas húmedas con la distancia desde pueden ser de cualquier tipo (piroclásticos, hia-
la fuente. Los depósitos de oleadas asociadas a loclásticos, autoclásticos, epi-volcaniclásticos
explosiones laterales debido a la despresuriza- y epiclásticos). (Fig. 7A y 7B). Si la avalancha
ción de un criptodomo (Kieffer, 1981; Fisher et está asociada a una erupción, el depósito se
al., 1987; Belousov, 1996; Alvarado et al., 2006) denomina de avalancha volcánica sin-eruptiva
se denominan depósitos de oleadas de explosión (syn-eruptive debris avalanche), y si está aso-
dirigida (blast surges) (Fig. 4B). ciado a un sismo o a un mecanismo disparador
Un depósito peperítico o simplemente una desconocido, el depósito se denomina de ava-
peperita (peperite) es el/la producido/a por el lancha volcánica no-eruptiva (non-eruptive de-
contacto de magma/lava (o de corrientes de den- bris avalanche).
sidad piroclástica con comportamiento similar) Un depósito de lahar (lahar) hace referencia
con sedimentos no consolidados tanto secos al producido por un flujo denso de fragmentos
como húmedos o saturados en agua (Fisher, 1961; y agua, que desciende desde un volcán debido a
White et al., 2000; Skilling et al., 2002; Jerram la remoción de los fragmentos presentes en de-
& Stollhofen., 2002; White & Houghton, 2006; pósitos volcaniclásticos (Smith & Fritz, 1989;
Petry et al., 2007; Waiche et al., 2007; Branney Rodolfo & Arguden, 1991; Smith & Lowe, 1991;

Revista Geológica de América Central, 48: 15-39, 2013 / ISSN: 0256-7024


28 REVISTA GEOLÓGICA DE AMÉRICA CENTRAL

Fig. 5: Peperita (Gofito, Costa Rica). A) Afloramiento. B) Detalle del depósito.

Vallance, 2000). Los fragmentos constituyentes conservar simplemente el término depósito de


pueden ser de cualquier tipo (piroclásticos, hia- lahar. Independiente de esta subdivisión, si la
loclásticos, autoclásticos, epi-volcaniclásticos concentración de fragmentos es alta (factor di-
y epiclásticos). Si el lahar es inducido por una rectamente relacionado con su comportamiento
erupción, el depósito se denomina depósito de reológico), el flujo originado se denomina lahar
lahar sin-eruptivo (syn-eruptive lahar), pero si el sensu stricto (Fig. 8A) o flujo de escombros vol-
lahar es inducido por factores externos posterio- cánico (volcanic debris flow), de lo contrario se
res a la erupción, el depósito se denomina depó- denomina lahar diluido (diluted lahar or lahar
sito de lahar post-eruptivo (post-eruptive lahar), run out), que puede comportarse reológicamen-
y si el lahar no está asociado a una erupción se te como un flujo hiperconcentrado volcánico
denomina depósito de lahar no-eruptivo (non- (volcanic hyperconcentrated flow) (ver Pierson,
eruptive lahar). Para depósitos de lahar antiguos 2005 para límites superiores e inferiores de con-
puede ser difícil, y a veces imposible, diferen- centración de sedimentos y otros factores impor-
ciar su origen específico, por lo que se sugiere tantes) o como un flujo de corriente (stream flow

Fig. 6: Depósitos de lavas en almohadilla e hialoclastitas. A) Lavas almohadilladas con hialoclastitas inter-almohadas (Punta
Burica, Costa Rica). B) Depósito de hialoclastitas (Quepos, Costa Rica).

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murcia et al.: Depósitos volcaniclásticos: términos y conceptos para... 29

Fig. 7: Depósitos de avalancha de escombros volcánica. A) Mesobloque con estructura en rompecabezas (volcán Nevado del Ruiz,
Colombia). B) Bloques deformados (volcán Colima, México).

or normal streamflow) (Iverson, 1997; Vallance re-sedimentación (avalanchas de escombros vol-


& Scott, 1997; Iverson & Vallance, 2001). (Fig. cánicas y lahares) a partir de un depósito volcá-
8B). Finalmente, si un depósito de lahar tiene nico; en este caso los fragmentos pueden ser de
más del 5% en peso de arcilla en la matriz se de- cualquier tipo (piroclásticos -juveniles, acceso-
nomina cohesivo (cohesive) y si tiene menos se rios o accidentales-, hialoclásticos, autoclásticos,
denomina no cohesivo (non-cohesive) o granular epi-volcaniclásticos y epiclásticos) y representar
(granular) (Vallance & Scott, 1997). cualquier porcentaje dentro del depósito. La figu-
Como se mencionó anteriormente, un de- ra 9, por ejemplo, muestra fragmentos epi-volca-
pósito se denomina volcaniclástico secundario niclásticos dentro de una secuencia fluvio-lacus-
(secondary volcaniclastic) si sus facies indican tre (Fig. 9A) y dentro de una fluvial (Fig. 9B).
una acción gravitacional, o agentes de transporte En las figuras 1A (en español) y 1B (en in-
como el agua, viento y/o el hielo actuando di- glés) se presenta un diagrama de flujo que ilustra
rectamente en procesos de remoción y sucesiva la clasificación de cada uno de los depósitos.

Fig. 8: Depósito de lahar. A) Facies de lahar sensu stricto (volcán Tacaná, México). B) Facies de lahar diluido (volcán Sotará,
Colombia).

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30 REVISTA GEOLÓGICA DE AMÉRICA CENTRAL

Fig. 9: Depósitos epi-volcaniclásticos. A) Facies fluvio-lacustres (La Ese, volcán Miravalles, Costa Rica).B) Facies fluviales
(Tolima, Colombia).

MARCO TEMPORAL DE LA ACTIVIDAD cuenta que una definición y/o clasificación tiene
VOLCÁNICA implicaciones en términos de orígenes y mecanis-
mos de sedimentación, tanto de los fragmentos
Los depósitos volcaniclásticos conforman como de los eventos volcánicos generadores de
una unidad eruptiva si son acumulados entre dos los depósitos volcaniclásticos y de las caracterís-
paleosuelos o superficies erosivas, las cuales re- ticas físicas que los enmarcan. En este sentido, en
presentan un tiempo importante de erosión y/o diferentes trabajos es común que usen diversos
no acumulación. En términos de actividad volcá- términos que pueden estar indicando interpreta-
nica, una unidad eruptiva como unidad física es ciones similares o viceversa. En este trabajo se
acumulada durante una erupción y está formada abordaron los términos y conceptos con implica-
por uno o varios depósitos relacionados a fases y ciones de facies para la descripción y clasificación
pulsos eruptivos; entre ellos se pueden identificar textural, composicional y de origen de los depó-
diastemas que corresponden a periodos muy cor- sitos volcaniclásticos, con el objetivo de proponer
tos de erosión y/o no acumulación. Una erupción un vocabulario práctico y cercano a la realidad,
dura minutos, horas, días o años y puede contener para unificar los términos en lengua castellana y
varias fases eruptivas que duran entre minutos y a su vez, que esté acorde con los avances de los
días, y que a su vez involucran varios pulsos erup- estudios vulcanológicos a nivel mundial. Para tal
tivos que duran entre segundos y minutos. Varias propuesta, se definieron y enmarcaron los depósi-
erupciones constituyen un periodo eruptivo que tos y los distintos tipos de fragmentos con base en
dura entre decenas, cientos y miles de años, y a su el mecanismo de fragmentación, y se ampliaron
vez varios periodos conforman una época erupti- los conceptos o rangos de definiciones dentro de
va que dura entre miles y millones de años (Fisher un marco genético debido a su implicación en la
& Schmincke, 1984; Freundt & Schmincke, 1985; interpretación de la dinámica de las erupciones
Schmincke & van den Bogaard, 1991). (mecanismos eruptivos, y transporte y acumula-
ción de los productos volcánicos) y en el estable-
cimiento adecuado de los eventos que definen las
CONSIDERACIONES FINALES amenazas volcánicas.
Términos como depósito de ceniza (ash de-
Amplias discusiones han sido abordadas en posit), depósito de lapilli (lapilli deposit), y sus
torno a denominar tanto los depósitos volcani- equivalentes litificados de toba (tuff), lapillita
clásticos como los fragmentos que los conforman. (lapillistone), toba lapillítica (lapilli-tuff), brecha
Tales discusiones son apenas obvias teniendo en volcánica (volcanic breccia), brecha piroclástica

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murcia et al.: Depósitos volcaniclásticos: términos y conceptos para... 31

(pyroclastic breccia), brecha tobácea (tuff-brec- es un fragmento lítico magmático juvenil no vesi-
cia) y aglomerado (agglomerate), entre otros, culado, diferente a uno accesorio que hace refe-
son también utilizados para denominar depósitos rencia a un fragmento involucrado de la roca caja
volcaniclásticos (Fisher, 1961, 1966; Pettijohn, (p.e. accidental de Pettijohn y también de Fisher
1973). Estos términos son texturales, granulo- & Schmincke). En el presente trabajo, el término
métricos y petrográficos, pero no son genéticos no es considerado debido a que los demás defini-
como los acá utilizados. dos aquí (p.e. piroclásticos -juveniles, accesorios,
Fragmento hidroclástico (hydroclastic) es accidentales-, hialoclásticos, autoclásticos, epi-
un término comúnmente usado para diferenciar volcaniclásticos y epiclásticos) agrupan todo el
un fragmento piroclástico generado cuando una espectro de los fragmentos en términos de su ori-
erupción explosiva es producida por el contac- gen y de su posibilidad de diferenciación tanto en
to agua/magma. Este término mencionado por los depósitos recientes como antiguos. El término
Fisher & Smith (1991), aunque está asociado a cognato entonces, no es necesario, y el no usarlo
un mecanismo de fragmentación diferente, es evitaría más confusiones.
producido directamente por una erupción explo- En la actualidad, corrientes de densidad
siva y en ocasiones no es posible de separar de piroclástica concentrada y diluida, son térmi-
uno generado exclusivamente por fragmentación nos que claramente subdividen las corrientes de
magmática (p.e., una erupción pliniana -freato- densidad teniendo en cuenta la concentración de
pliniana?, ultra-pliniana?-). En este sentido se fragmentos en el flujo. Sin embargo, una nueva
recomienda evitar el término fragmento hidro- subdivisión (Doronzo, 2012) sugiere abando-
clástico y denominarlo fragmento piroclástico nar estos términos y usar corrientes de densidad
juvenil haciendo énfasis en que el mecanismo de dominadas por fuerzas de convección (forced
fragmentación de magma fue debido al contacto convection-dominated) y dominadas por inercia
explosivo con el agua (p.e., hidro-magmático). (inertia-dominated), teniendo en cuenta eviden-
Para los fragmentos producidos en erupciones cias de las características del flujo. Esta situa-
efusivas al contacto con el agua existe el termino ción es un claro ejemplo del dinamismo que aún
hialoclástico (como fue definido anteriormen- existe en la terminología vulcanológica debido a
te). Estos mismos criterios son utilizados para su “juventud” y al conocimiento emergente, si-
recomendar el no uso del término corrientes de tuación que seguramente continuará por décadas
densidad hidroclástica (hydroclastic density cu- con el incremento en las observaciones de cam-
rrent) mencionado en algunos trabajos. po y los avances instrumentales, simulaciones y
El término cognato (cognate) ha sido utiliza- modelos numéricos. Tal subdivisión no fue con-
do normalmente para definir los fragmentos co- siderada en el presente trabajo.
magmáticos. No obstante, su definición es dife- El término depósito de flujo de ceniza (ash
rente en textos ampliamente conocidos como los flow) es un término que define un depósito de flujo
de Pettijohn (1973), Fisher & Schmincke (1984) piroclástico de pómez con un contenido de frag-
y Cas & Wright (1987), ocasionando un amplia mentos tamaño ceniza mayor al 50%. Sin embar-
confusión. Para Pettijohn (1973), los fragmen- go, este término ha sido erróneamente extrapolado
tos cognatos son tanto los fragmentos esenciales para ser usado por ejemplo, en facies de grano fino
(op. cit) como los accesorios siendo los primeros de depósitos de flujos de bloques y ceniza. De esta
definidos como los generados desde el magma manera, se recomienda no usarlo teniendo en cuen-
ascendente (p.e. juveniles) y los segundos como ta que representa una facies de un depósito y que,
los generados desde erupciones previas (p.e. co- además, los otros términos, tienen implicaciones
magmáticos). Para Fisher & Schmincke (1984) genéticas mucho más específicas (como se men-
cognatos hace referencia exclusivamente a los ciona en cada definición). Ignimbrita es un térmi-
fragmentos co-magmáticos y el término es sinó- no también usado para definir depósitos de flujo
nimo de accesorio (no se incluyen los esenciales piroclástico de pómez. Sin embargo, por diferen-
de Pettijohn). Para Cas & Wright (1987) cognato tes motivos, el término ha tomado acepciones en

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32 REVISTA GEOLÓGICA DE AMÉRICA CENTRAL

diferentes países o en diferentes usuarios en donde et al., 2000). Esta clasificación puede ser poco
se ha relacionado principalmente con depósitos de práctica, principalmente cuando no se está rela-
flujos piroclásticos soldados, depósitos ácidos en cionado con los nombres de los volcanes que la
composición o depósitos muy grandes, la mayoría definen. Adicionalmente, cuando el mecanismo
de veces asociados a colapsos caldéricos. Este tér- disparador de la avalancha no es una erupción,
mino ha sido ampliamente tratado aun desde prin- puede no ser posible su asociación con un sismo
cipios el siglo XX como lo reporta Cook (1959). directamente. De esta manera es que se sugiere
Más recientemente, Branney & Kokelaar (2003) usar los términos de sin-eruptivo o post-eruptivo
presentan un análisis detallado de las ignimbritas para otorgar una clasificación más precisa en tér-
y su sedimentación asociada partiendo del hecho minos de su relación o no con una erupción de
de que se trata de un depósito de flujo piroclásti- cualquier tipo.
co de pómez. En nuestra propuesta se mantiene lo Para autores como Beverage & Culbertson
mencionado por estos autores independiente de las (1964) y Pierson & Costa (1987), los flujos de
características ampliamente mencionadas y rela- escombros tienen una concentración de sedi-
cionadas con la ignimbrita (grado de soldamiento, mentos >80% en peso y >60% en volumen,
vitrofídica, presencia o no de disyuncion colum- mientras que los flujos hiperconcentrados entre
nar) siendo la descripción del depósito lo que im- 40-80% en peso y 20-60% en volumen. A partir
prime su condición de sedimentación y estructuras de nuevos estudios, Smith & Lowe (1991) pro-
desarrolladas. Definiciones y características sobre pusieron valores un poco diferentes siendo 70-
las ignimbritas pueden ser encontradas también 90% en peso o 50-80% en volumen de concen-
en Smith (1960), Spark et al. (1973), Fisher & tración de sedimentos para los flujos de escom-
Schmincke (1984), Cas & Wright (1987), Freundt bros y 55-80% en peso o 35-60% en volumen
et al. (2000) como se complementa en las defini- para los flujos hiperconcentrados. No obstante,
cies en el presente texto. análisis posteriores (ver Pierson, 2005) muestran
Definiciones antiguas diferenciaron los de- como los límites no son tan claros debido a que
pósitos de oleadas piroclásticas asociadas a la no dependen exclusivamente de la concentración
porción inferior de un flujo piroclástico como de los sedimentos. Por esta razón se sugiere no
depósitos de ground surge (literalmente oleadas considerar estos límites como definitivos para la
de terreno), y los depósitos resultantes de la elu- subdivisión.
triación de las porciones más finas de un flujo y Por otra parte, el término lahar con sus sub-
depositados sobre o adyacentes a flujos piroclás- divisiones, han sido términos referidos de diversas
ticos como ash cloud surge (literalmente oleadas maneras. En español se reconocen principalmente
de nube de ceniza) (Fisher, 1979; Cas & Wright, los términos de flujo de lodo, avalancha de lodo y
1987). Sin embargo, a la luz de estudios recientes flujo de detritos, aunque en inglés Pierson (com..
(ver Branney & Kokelaar, 2003 y referencias allí escrita, 2011) encontró muchos más (debris flood,
citadas), estas definiciones pueden considerarse debris slide, debris torrent, flow slide, hipercon-
obsoletas, por lo que se sugiere discutir los meca- centrated flow, landslide, liquefaction flow, mud
nismos de emplazamiento en términos de la defi- avalanche, mudflow, mudslide, mudspate). En
nición de corrientes de densidad piroclástica o de este trabajo se propone unificar el uso de lahar y
facies diluidas asociadas a los flujos piroclásticos. sus subdivisiones (flujo de escombros, flujo hi-
Los depósitos de avalanchas de escombros perconcentrado y flujo de corriente) con el califi-
han sido tradicionalmente diferenciados con cativo de volcánico, con el objetivo de evitar y/o
base en su origen en términos de si el flujo está seguir ampliando las confusiones existentes hasta
asociado a una erupción magmática o hidro- el momento.
magmática (tipo Bezymianny), si está asocia- En muchas ocasiones pueden confluir di-
do a una erupción freática o hidrotermal (tipo ferentes procesos de formación de depósitos
Banday) o si no está asociado a actividad volcá- en una erupción y, por ende, producirse una su-
nica y es generada por un sismo (tipo Unzen) (Ui cesión de éstos que estrictamente tendrían un

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murcia et al.: Depósitos volcaniclásticos: términos y conceptos para... 33

nombre diferente; en este caso se sugiere para de aplicación, lo que ha constituido un verdade-
la descripción, la utilización del término facies ro marco de discusión para la definición y unifi-
de… a nivel de afloramiento para hacer referen- cación de criterios durante la descripción de los
cia al depósito como se presenta en cada lugar depósitos volcaniclásticos. No obstante, es claro
específico. Es igualmente importante anotar que que esta discusión seguirá siendo parte del día a
el grado de detalle descriptivo de uno o varios día en el desarrollo de la reciente ciencia de la
depósitos varía según el objetivo del estudio; no vulcanología.
obstante, se recomienda llevar a cabo análisis
texturales cuantitativos de los fragmentos y de-
pósitos volcaniclásticos. Tales análisis ayudarían AGRADECIMIENTOS
a realizar una mejor definición (ver una descrip-
ción exhaustiva en Dellino et al., 2005, Sarocchi A Thomas Pierson por las extensas discu-
et al., 2005 y Sarocchi et al., 2008). siones acerca de la clasificación de los depósitos
De igual modo, una vez identificado un de- volcaniclásticos, y por los comentarios y suge-
pósito, con el fin de establecer su origen, se debe rencias en la versión final de este manuscrito.
de tener en cuenta una serie de parámetros que in- Igualmente, agradecemos las acertadas revisiones
cluyan su distribución areal, forma de dispersión de Katrin Sieron (Centro de Ciencias de la Tierra,
(variación lateral y vertical de facies), volúmenes, Universidad Veracruzana, Xalapa, México),
relaciones de altura y longitud, etc. Igualmente re- Gerardo Carrasco (Centro de Geociencias,
levante es tener en cuenta que para cada depósito Universidad Nacional Autónoma de Mexico,
específico, pueden existir diversas posibilidades Juriquilla, México) e Ivan Petrinovic (CONICET
de interpretación de su origen de acuerdo a los - Museo de Ciencias Naturales, Universidad de
parámetros definidos. Para depósitos muy anti- Salta, Mendoza, Argentina).
guos, la principal limitación es la identificación
del origen de los fragmentos (debido a procesos
de meteorización, diagénesis o metamorfismo), y REFERENCIAS
la verificación de la extensión y continuidad del
depósito original. ALVARADO, G.E. & SOTO, G.J., 2002:
Para el establecimiento de la amenaza volcá- Pyroclastic flows generated by crater-
nica es importante diferenciar los depósitos sin- wall collapse and outpouring of the lava
eruptivos, post-eruptivos y no-eruptivos, ya que pool of Arenal volcano, Costa Rica.- Bull.
un reconocimiento inadecuado influye en la inter- Volcanol. 63: 557-568.
pretación del área que podría ser afectada y de la
probabilidad de ocurrencia de los diferentes fenó- ALVARADO, G.E., SOTO, G.J., SCHMINCKE,
menos volcánicos. No obstante, existen muchas H.-U., BOLGE, L.L. & SUMITA, M.,
dificultades en el estudio estratigráfico de la ac- 2006: The 1968 andesitic lateral blast
tividad volcánica en términos del reconocimiento eruption at Arenal volcano, Costa Rica.- J.
de la simultaneidad de los eventos caracterizados Volcanol. Geotherm. Res. 157: 9-33.
a partir de los depósitos generados.
La terminología propuesta en este trabajo ARAÑA, V. & ORTIZ, R., 1984: Volcanología.-
para la identificación de fragmentos y depósitos 510 págs. Servicio Publicaciones Consejo
volcaniclásticos ha sido usada en cursos de cam- superior de Investigaciones Científicas y
po y en diversos proyectos de instituciones como Rueda. Madrid.
Universidad de Caldas (Colombia), Servicio
Geológico de Colombia, Universidad de Costa BELOUSOV, A., 1996: Deposits of the 30 March
Rica, Instituto Costarricense de Electricidad 1956 directed blast at Bezymianni volcano,
y Universidad de Salta (Argentina), donde se Kamchatka, Rusia.- Bull. Volcanol. 57:
han estudiado ampliamente sus posibilidades 649-662.

Revista Geológica de América Central, 48: 15-39, 2013 / ISSN: 0256-7024


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