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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

“Francisco García Salinas”


UNIDAD ACADEMICA DE ANTROPOLOGÍA

LOS CAJETES DE BASE ANULAR CON DECORACIÓN AL NEGATIVO.


UN FENOMENO DE VINCULACIÓN CULTURAL EN EL NOROCCIDENTE DE
MÉXICO (ca. 500-900 d.C)

TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE


LICENCIADO EN ANTROPOLOGIA
CON ESPECIALIDAD EN ARQUEOLOGIA

PRESENTA:
MARÍA MAGDALENA SÁNCHEZ RAMÍREZ

DIRECTOR:
ARQLGA. LAURA SOLAR VALVERDE

ASESORES:
ARQLGO. PETER FRANCIS JIMÉNEZ BETTS
DRA. MARTHA LORENZA LÓPEZ MESTAS CAMBEROS

CIUDAD DE ZACATECAS, SEPTIEMBRE 2017


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS
“Francisco García Salinas”
UNIDAD ACADEMICA DE ANTROPOLOGÍA

LOS CAJETES DE BASE ANULAR CON DECORACIÓN AL NEGATIVO.


UN FENOMENO DE VINCULACIÓN CULTURAL EN EL NOROCCIDENTE DE
MÉXICO (ca. 500-900 d.C)
Contenido

Agradecimientos

Apartado 1. Introducción [pág. 1]

Apartado 2. La dispersión de rasgos, sus vínculos culturales y la expansión cultural hacia


el Noroccidente: un proceso de larga duración con profundas raíces temporales [pág. 5]

2.1. La cerámica al negativo y sus variantes formales en la región del Noroccidente. Del
Formativo terminal al año 400 d.C.- 450 d.C.
2.2. Los cajetes de base anular con decoración al negativo como un fenómeno de
vinculación cultural durante el Clásico Tardío-Epiclásico (ca.450-500 d.C-900 d.C)

Apartado 3. Los cajetes de base anular con decoración al negativo como un fenómeno de
distinción regional [pág. 35]

3.1. La colección de Totoate


3.2. La colección de la zona Apozol-Juchipila
3.3. Las colecciones del Cerro del Teúl

Apartado 4. Patrones de identificación y diferenciación cultural-espacial: los cajetes de


base anular con decoración al negativo y sus variantes [pág. 125]

4.1. Motivos geométricos simples o compuestos


4.2. Motivos abstractos
4.3. Motivos figurativos: antropomorfos
4.4. Motivos figurativos: zoomorfos
4.5. Posibles numerales
4.6. Aspectos generales
4.7. Particularidades estilísticas (trazo)

i
4.8. Con respecto a los contextos

Apartado 5. Epílogo: un acercamiento al trabajo realizado y lo que nos ha faltado por


hacer [pág. 145]

Apartado 6. Bibliografía [pág. 153]


Anexo CD. Texto e imágenes en versión digital

Lista de figuras

Figura 2.1. Modelo de “difusión blanda” o “gradual”, propuesto por John Charles Kelley
en 1974 para explicar las dinámicas de expansión mesoamericana en la frontera norte
(Redibujado de Kelley 1974: 21. Fig. 1)
Figura 2.2. Materiales cerámicos procedentes de tumbas de caja en la zona de El Grillo-
Tabachines (Redibujado de Schöndube y Galván 1978). En recuadro anaranjado el cajete
de base anular o pedestal con posible decoración al negativo.
Figura 2.3.Esferas de interacción para la región Noroccidental de Mesoamérica y sus
enlaces con el área de dispersión del cajete de base anular decorado al negativo
(Redibujado de Jiménez y Darling 2000: 168, Figura 10.13)
Figura 2.4. Cajetes de base anular con decoración al negativo procedentes de la Sierra de
Comanja (Lorenza López Mestas comunicación personal 2014, fotos cortesía de Laura
Solar. Dibujo A3 tomado del artículo Pereira, Michelet y Migeon 2013)
Figura 2.5. Cajetes de base anular con decoración al negativo del área Apozol-Juchipila en
la región del sur de Zacatecas (Fotos tomadas del inventario original de la Colección
Sescosse cortesía de la Sra. Gabriela Sescosse)
Figura 2.6. Cajetes y fragmentos de base anular con decoración al negativo del sitio de
Alfaro, León Guanajuato (López y Ramos 1992; 131-132, fig. 33, fotos cortesía de Peter
Jiménez Betts)
Figura 2.7. Cajetes de base anular con decoración al negativo en contexto de entierro en las
excavaciones de Alfaro, León Guanajuato (Imágenes tomadas de Ramos y Ramírez 1992:
285-286)

ii
Figura 2.8. Entierro y cajete de base anular con decoración al negativo en la región de la
cuenca de Sayula. (Imágenes tomadas de Noyola 1994: 79 y Acosta 1994: 109)

Figura 4.1. Cajete de base anular con decoración al negativo (pieza 104 procedente del
Cerro del Teúl) donde se observa el fenómeno de reúso de cerámica con la técnica
Cloisonné
Figura 4.2. Gama de motivos decorativos de mayor representación. Motivos geométricos
simples o compuestos
Figura 4.3. Motivos de aparente uso exclusivo en la región del surponiente de Zacatecas.
Motivos geométricos simples o compuestos
Figura 4.4. Diversidad, agrupación y división por sub-grupos de elementos decorativos
abstractos. Elementos exclusivos del sitio arqueológico de Cerro del Teúl
Figura 4.5. Motivos figurativos antropomorfos
Figura 4.6. Motivo figurativo antropomorfo. Posible representación de un infante visto de
perfil asociado a círculos y diseños de reloj de arena en una posible alusión al ciclo lunar.
Figura 4.7. Motivo figurativo zoomorfo. Tipos de representación de aves
Figura 4.8. Motivo figurativo zoomorfo. Tipos de representación de cuadrúpedos
Figura 4.9. Posibles numerales
Figura 4.10. Tipos y agrupación de los cajetes de base anular con decoración al negativo
de acuerdo a la presencia-ausencia de motivos decorativos
Figura 4.11. Recurrencias y variedades que permiten diferenciar los cajetes de base anular
con decoración al negativo por regiones geográficas
Figura 4.12. Particularidades estilísticas. Ejemplo del grado de perfección y fineza de
algunas piezas bicromas rojo y negro negativo (Cajete 166-Cerro del Teúl, Colección
Raíces)
Figura 4.13. Particularidades estilísticas. Recipientes “clásicos” de predominancia
geométrica tricomos rojo, bayo y negro negativo (Cajete 106-Cerro del Teúl, Colección
Raíces)

Figura 5.1. Copa Cloisonné, espécimen 8, La Escondida (Holien 1977)

iii
Abstract

El Noroccidente de México durante el periodo Epiclásico (ca. 500-900 d.C.), alberga una
gran cantidad de elementos arqueológicos importantes para comprender el desarrollo e
interacción cultural de los diversos grupos humanos. El presente documento trata de una
expresión alfarera poco común, la cual se ve involucrada en distintos tipos de redes de
interacción, donde la asimilación, adaptación y recombinación de patrones dan paso a
diferencias regionales de un mismo estilo.

The North Western Mexico during the Epiclasic period (ca. A.D. 500-900), it hosts a lot of
important archaeological ítems for understanding the development and cultural interaction
of the various groups. This document is a singular pottery expression, which is involved in
different types of interaction networks, where assimilation, adaptation and recombination
patterns give way to regional differences in the same style.

iv
A la memoria de
María del Refugio Díaz Ruiz y
Guillermo Ramírez Candelas
La alegría, luz y comprensión de un tiempo corto

A mis padres
José Antonio Sánchez y Lucila Ramírez
Pilares fundamentales en este largo y a veces sinuoso camino

A mis hermanos
José Antonio y Benjamín

A mis sobrinos
Guillermo y Santiago
Quienes llegaron a revolucionar mi mundo

v
“Nothing happens unless is first a dream”

Mi reconocimiento y agradecimiento más sincero para quienes han sido y son un sostén tan
necesario en esta etapa de un largo proceso…

Peter Jiménez Betts


Por crear y creer en segundas oportunidades, por depositar a ciegas su confianza para
realizar este trabajo, porque sin importar nada siempre me ha echado una mano

Laura Solar Valverde


Por esa paciencia, por ese compromiso adquirido que no siempre ha sido fácil, por el
tiempo robado, por su apoyo académico porque sin sus aportaciones y comentarios a este
trabajo no hubiera sido posible y por esa capacidad de enseñanza que nos permite avanzar y
cambiar

“Gracias, por permitirme soñar”

vi
Agradecimientos

Somos parte de los que nos precedieron, somos inevitablemente un eslabón más en una
larga cadena, somos el momento actual de una historia común que inició hace algunos
siglos atrás y, como nosotros, la gran mayoría de las cerámicas y objetos arqueológicos de
Mesoamérica tienen tras ellos enormes y complejas historias de caracterización. Un solo
objeto en sí mismo es extremadamente rico, en contexto y unido a otros materiales,
personas, espacios y tiempos, se vuelve un ente con capacidad de brindar una gran cantidad
de conocimiento, pero para esto es de vital importancia el trabajo de los investigadores.

Los trabajos que nos preceden han formado una parte fundamental que nos ha permitido
conocer el universo empírico objeto de este estudio, sin los trabajos de Rosario Acosta
(1994), Betty Bell (1972, 1974), Beatriz Braniff (1972, 1995), Teresa Cabrero (1993, 2007,
2012), Aleš Hrdlička (1902), Peter Jiménez (1988, 1989, 1992, 1995, 1998, 2007, 2011,
2013), Lorenza López Mestas (2007), López Mestas y Jorge Ramos (1992, 1998), Marisol
Montejano (2007), Andrés Noyola (1994), Susana Ramírez (2005), Otto Schöndube (1978,
1983) y Laura Solar (2010, 2011), por mencionar a algunos de los diversos investigadores,
este trabajo no habría sido posible; resulta de vital importancia para esta investigación el
trabajo realizado por J. Charles Kelley (1974), sin sus ideas hoy no estaríamos aquí.

¿Alguien alguna vez se ha fijado para qué sirven las líneas laterales en una carretera?, pues
para no salirse del camino y llegues a donde tengas que llegar; a mí me ha tocado la suerte
de contar con dos líneas laterales que no me han dejado salir: gracias Peter Jiménez y Laura
Solar porque al igual que las líneas de la carretera han sabido ser mi guía, gracias por
llevarme hasta el final, sin su apoyo académico y amistad sincera, este trabajo, las
experiencias, el aprendizaje y la evolución jamás hubieran sido posibles.

Agradezco de forma especial a la Dra. Martha Lorenza López Mestas Camberos del Centro
INAH-Jalisco, extraordinaria investigadora de la arqueología del Noroccidente por aceptar
asesorar y comentar este trabajo.

vii
De igual manera agradezco al Dr. Ciprian Ardelean y Arqlgo. Leonardo Santoyo Alonso,
personal docente de la Unidad Académica Antropología de la UAZ por aceptar leer y
comentar este trabajo.

Me gustaría agradecer de manera especial la colaboración de los distintos proyectos


arqueológicos que nos han brindado y prestado su información para poder terminar este
documento. Estamos conscientes de que sin su trabajo previo nos habría sido más difícil el
nuestro: Salvamento arqueológico Sierra de Comanja, León Guanajuato 1985-1987 (López
Mestas y Ramos 1992); Proyecto Arqueológico Altos de Jalisco, 1990-1991 (López
Mestas, Ramos y Santos 1994); Proyecto Arqueológico Cuenca de Sayula, 1992-1994
(Noyola 1994); Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl, 2008 a la fecha (Solar, Jiménez et
al. 2010, 2012); También queremos hacer una mención especial con todo el cariño al
personal que labora y forma parte del Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl (PACT), su
contagiosa alegría, apoyo y el sentirse familia han hecho que el tiempo dedicado a este
trabajo sea memorable.

De igual manera, queremos reconocer el apoyo prestado por diversas instituciones como el
American Museum of Natural History de Nueva York (AMNH-NY) y el Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH) al facilitarnos material gráfico y documental que nos ha
sido vital en el desarrollo de este trabajo. De igual manera agradecemos la colaboración de
la Sra. Gabriela Sescosse quien tuvo a bien facilitarnos el acceso a varias piezas de la
colección que fuera de su padre.

Este trabajo ha sido la culminación de un sueño, que no hubiera sido posible sin el apoyo de
muchas personas que están y otras que estuvieron, porque me han dado un pedacito de ellos
y de todos he aprendido, mi “hermano mayor” Armando Ramírez y Lucy Ruiz, Cuquis
Ramírez, Lore Gamez y Ricardo Ramírez; mis amigos Leila González, Anabel Ávila,
Lupita Tapia, Yesenia Domínguez y Felipe Jiménez; mis muchos compañeros de trabajo
Elvia Estrada, Gema Elías, Mónica Carrillo y a todos los que omití mencionar pues la lista
se ha hecho muy larga, gracias por todo. De manera muy personal me gustaría agradecer el
apoyo incondicional de quien ha sido maestra y amiga la Dra. Maricruz Romero Ugalde.

viii
He dejado para el final esos agradecimientos que son muy especiales, esos en los que no
tienes palabras para expresar lo que sientes, para mi madre quien no me ha dejado tirar la
toalla por nada ni por nadie, tu interés, tu emoción, tus consejos y tu capacidad para
escucharme ha sido la luz vital en este proceso.

Padre al escribir estas líneas, no puedo dejar de rememorar aquellas palabras tuyas
diciéndome que esto no era lo correcto, más sin embargo nunca he dejado de contar con tu
apoyo incondicional, a pesar de todo y de todos, hemos pasado juntos por alegrías y
desencantos, con tu trabajo constante me enseñaste a nunca rendirme y debido a eso hemos
podido llegar juntos hasta aquí, papá este trabajo es tan tuyo como mío, gracias.

ix
“Provistos de formidables habilidades comunicativas y sociales, nuestros antepasados
crearon redes de interacción cada vez mayores para responder a los beneficios del
intercambio […] Al crecer y fusionarse las redes la complejidad puso la regla […] las
mejores prácticas se difundieron por todo el mundo y las sociedades se decidieron por una
serie estrecha de rasgos, creencias e instituciones, todas compatibles con la vida dentro de
redes interactivas de gran alcance”.
J.R. McNeill y William H. McNeill (2004)

x
Introducción

En diciembre de 2013 el Arglgo. Peter Jiménez y la Arqlga. Laura Solar tuvieron a bien
recibirme en el Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl para comenzar un trabajo de
investigación arqueológica con fines a la titulación. Durante algunas charlas amablemente
ellos me mostraron una cerámica policroma realizada bajo la técnica al negativo;
sinceramente, yo no conocía este tipo de piezas, aunque la técnica me sonaba más común
por su relación con la tradición de tumbas de tiro de Bolaños y Juchipila. Fue sorprendente
que me comentaran que se encontraban dispersas en una región amplia del noroccidente y
que en el sitio del Teúl se encontraban con relativa frecuencia, pero que
desafortunadamente no había un trabajo que se ocupara únicamente de ellas, a pesar de su
importancia para entender los vínculos del surponiente de Zacatecas con el norte y Altos de
Jalisco y hasta Guanajuato.

Fue así que, con un compromiso común entre ambos, comenzamos a trabajar con
estas cerámicas. El trabajo no fue fácil, sobre todo a la hora de poner sobre la mesa desde
qué punto de vista debíamos ver, entender e interpretar estos característicos recipientes.
Todos parecían tener una historia cultural común, ese algo que los lleva muy atrás en el
tiempo, que los vincula, eso que los hace partícipes de un mismo proceso que tiene
permanecía, nexo y que al mismo tiempo los diferencia.

El resultado de todo esto quedó expuesto en el segundo apartado de este


documento. Aquí desde los fenómenos de difusión “suave o gradual” y “dura o repentina”
hemos querido explicar de manera teórica-práctica una serie de patrones y dinámicas
culturales que se combinaron desde el Formativo y derivaron en los desarrollos cerámicos
del Epiclásico (cajete de base anular con decoración al negativo). Estos procesos de
transferencia de conocimientos (técnicas cerámicas y motivos decorativos) que vinculan
diversas regiones han dado lugar a una zona de engranaje cultural entre las regiones del sur
de Zacatecas, norte de Jalisco y los Altos, definitivamente un área donde la relación mutua,
la interacción cultural y la evolución local, dieron origen a variados elementos

1
arqueológicos. De esta manera y si bien estos elementos parecen contener semejanzas y
diferencias, lo que los caracteriza es un precedente temporal común.

Sin embargo, para poder apreciar todas y cada una de las características y cada uno
de los vínculos culturales que contenían estas piezas cerámicas fue necesario primeramente
buscarlas, y con esto me refiero física y bibliográficamente, y debo decir que para esto
último hubo que leer bastante, pues algunas veces a nivel descriptivo parece que se habla de
nuestros objetos y terminas descubriendo que no es así 1. De la misma manera hubo que
describirlas y caracterizarlas y esto quedo expuesto en el tercer apartado del presente texto.

En cuanto a la cuestión “física”, el Proyecto Cerro del Teúl fue muy generoso al
permitir realizar fotografías y dibujos de los materiales bajo su custodia, al igual que las
piezas bajo resguardo de la familia Sescosse por mediación de Peter Jimenez. Para las otras
áreas (Altos de Jalisco, valle de Atemajac y la cuenca de Sayula) contamos con el apoyo de
distintos investigadores que nos permitieron el acceso a material gráfico de sus respectivas
cerámicas. También resultaron importantes las imágenes y datos que del área del cañón de
Bolaños tiene bajo su custodia el American Museum of Natural History de Nueva York.

Una vez identificadas las piezas que formarían parte de este estudio nos dimos a la
tarea de describir de manera concisa y general cada una de las piezas localizadas, su
contexto, su forma, sus diseños, entre otros atributos y características pues nos resultaban
muy importantes al momento de plantear sus orígenes y vínculos entre las distintas áreas
del noroccidente; así, a la par de esta labor nos percatamos de que estas cerámicas

1
Este fue el caso de vasijas procedentes de Aguascalientes y el sureste de Zacatecas; fotografías de las
primeras nos fueron amablemente mostradas por Jorge Jiménez y Ana María Pelz con lo cual constatamos
que, si bien comparten la técnica al negativo, en forma y motivos decorativos difieren. Del mismo modo al
consultar el trabajo de Enrique Pérez (2007, 2013) se observa que la cerámica al negativo presente en el sitio
de Buenavista nuevamente comparte técnica decorativa, pero no corresponde en sus demás atributos con las
piezas que conforman este trabajo. Por otra parte, se consultaron las publicaciones de la parte central del
cañón de Bolaños (Cabrero 1992, 1993, 1998, 2005, 2007, 2010, 2012, Cabrero y López 1994, 2010),
Michoacán (Carot 1992, 2010 Faugére 2007, Filini y Cárdenas 2007), el Bajío (Crespo 1998, Brambila y
Crespo 2005, Pereira et. al. 2005), Aguascalientes (Pelz 2007, Valencia y Bocanegra 1995), el centro de
Jalisco (Beekman 1995, 1996, Beekman y Weigand 2000) en busca de piezas semejantes a las de este estudio,
pero o no han aparecido en estas áreas o no han sido reportadas.

2
aparecían distribuidas en un aparente eje este-oeste al interior de lo que Jimenez (1989)
alguna vez denomino sub-esfera Altos-Juchipila.

Es importante mencionar que con este trabajo no sólo buscábamos una bonita
presentación de materiales. Nuestra intención al plasmar cada uno de los atributos en una
cédula de identificación con dibujo fue que quien lo tuviera a mano gozara de la mayor
cantidad de información disponible. El trabajo “pesado” o “talacha” como le dice Peter
Jiménez al trabajo de descripción, dibujo, fotografías, entre otros, nos llevó algún tiempo,
pero una vez finalizado conocíamos bien cada una de las piezas.

Así, nos empezamos a percatar de ciertos patrones o recurrencias, incluso


diferencias, en las cerámicas de la muestra; empezamos a confirmar lo que Jiménez y Solar
(comunicación personal 2014) han propuesto a propósito de estas pizas: que parecen ser
expresiones diversas de un mismo estilo. Esto quedó plasmado en el cuarto apartado donde
se abordan esos patrones de identificación y diferenciación cultural basados en sus
características, recurrencias y posibles vínculos, pero también en aquello que las hace
únicas, en eso que les permite ser diferentes, pero muy en lo profundo iguales.

Nuestro quinto y último apartado no pretende ser concluyente con los datos
contenidos en estas páginas; por el contrario lo que hemos querido mostrar es ese abanico
de posibilidades que surge de un primer acercamiento a un material arqueológico, pues
muchas de las veces al tratar que querer dar respuesta nos surgen una serie interminable de
nuevas preguntas. En este último espacio hemos dado cabida a todas esas preguntas que nos
surgieron conforme terminábamos este trabajo y que según creemos dan paso a nuevos
trabajos de investigación.

Así, como alguien me dijo un día, siempre aunque “todo” este hecho, hay que ver
más allá de un simple tepalcate, con esta investigación hemos querido ver un poco más allá
de la cerámica, ya que este texto es simplemente uno de los muchos pliegues de ese enorme
abanico de posibilidades llamado Noroccidente.

3
4
2. La dispersión de rasgos, sus vínculos culturales y la expansión cultural
hacia el Noroccidente: un proceso de larga duración con profundas raíces
temporales

El año es 1974, John Charles Kelley ha concluido desde hace casi ocho años su trabajo de
campo en el Noroeste de Zacatecas (márgenes del río Suchil) y Norte de Jalisco (Totoate)
(Kelley 1963, 1971) y está a punto de iniciar una nueva temporada de campo en el sitio
arqueológico de Alta Vista (Kelley 1974-75); su preocupación es entender los procesos
involucrados en la difusión de patrones y complejos culturales que tuvieron lugar en el área
Noroccidental o periférica de Mesoamérica (Kelley 1974: 19-20).

Estos procesos culturales que se ven reflejados desde el Preclásico en los


complejos cerámicos de los grupos humanos del Norte y Occidente de Mesoamérica
constituyen lo que Kelley llamó un proceso de “segregación-reducción, recombinación,
variación y esencialmente arrastre cultural”, lo que él definió como “difusión suave o
gradual” (Kelley idem) (Figura 2.1).

Este marco conceptual de Kelley por el cual la cultura se separa, se adapta, se


mezcla y, finalmente, se transforma tiene mucho en común con aquella ley de la
conservación de la materia en aquellas clases de química, que dice “la materia no se crea ni
se destruye sólo se transforma”, un principio básico en las ciencias naturales que se puede
aplicar a aquella cultura básica mesoamericana del Noroccidente de México.

Siguiendo el principio básico de esta ley, los átomos no aparecen ni se destruyen


en una reacción química, sino que éstos simplemente forman nuevos enlaces con otros
átomos, es decir, se reordenan (Lapp 1983: 34-36). Pues lo mismo pasa con los procesos
culturales, con la diferencia de que mientras que las reacciones químicas o
reordenamientos de la materia suelen ser rápidos, los fenómenos culturales son lentos, se
van esparciendo sobre el espacio y su resultado es visto hasta mucho tiempo después.

5
Figura 2.1. Modelo de “difusión blanda” o “gradual”, propuesto por John Charles Kelley para
explicar las dinámicas de expansión mesoamericana en la frontera norte (Redibujado de Kelley
1974: 21. Fig. 1).

6
Esta larga y perdurable sucesión de fenómenos, que en este caso tienen un origen
cultural común en el área Noroccidental desde el Preclásico tardío (Kelley idem) se
extiende sobre el curso y afluentes norteños del corredor hidrológico Lerma-Santiago
(Solar 2010: 1). Este es un sistema fluvial que se abre paso en dirección Este-Oeste sobre
un accidentado sistema orográfico conocido como la Provincia de la Sierra Madre
Occidental, que abarca entre otros los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco,
Nayarit y Zacatecas (Benassini 1974:183, 188).

Los datos obtenidos por investigadores como Kelley (1960-1971), Bell (1974),
Schöndube (1980), Hrdlicka (1902), José Corona (1958), entre otros, en los inicios y las
postrimerías del siglo pasado, contribuyeron ampliamente al conocimiento cultural de la
región Noroccidental de Mesoamérica. Durante este periodo se definieron cinco grandes
desarrollos culturales en el área: por un lado la tradición de tumbas de tiro (Corona 1958,
Schöndube y Galván 1978, López Mestas y Ramos de la Vega 1998, Schöndube 2011), el
complejo Morales en Guanajuato (Braniff 1972), al centro del área la “cultura” Bolaños-
Juchipila, al norte Malpaso en Zacatecas y hacia la parte más Noroccidental el complejo
Canutillo en el mismo estado (Kelley 1971: 769).

De estas cinco, dos son las que darán el primer paso dentro de este complicado
proceso de difusión gradual a las prósperas sociedades del Epiclásico: en el Occidente la
tradición tumbas de tiro y en el Bajío el complejo Morales (Kelley 1971: 769, Braniff 1972,
Bell 1974: 161-163, Schöndube y Galván 1978: 156-158, Schöndube 1980, Solar 2010a).
Por su parte, los desarrollos Malpaso y Canutillo que se inician ya en los albores de nuestra
era, algún tiempo después que el inicio de los arriba mencionados, parecen contener
rasgos de estos primeros combinados y variados con un factor local (Jiménez 1995: 40, 49-
50), en términos químicos éstos ya muestran señales de nuevas cadenas de átomos.

El último desarrollo, al que Kelley (1971: 769) llamó cultura Bolaños/Juchipila,


con una serie de datos sueltos (Jiménez 1995) se puede definir como una especie de mezcla,
evolución, adaptación o transformación de los desarrollos antes mencionados a un nivel

7
local, que trascendió y se expandió sobre o a través de los tributarios norteños del río
Grande de Santiago (Kelley 1974: 20).

Como ya mencionamos, la cuenca hidrológica del río Lerma-Santiago cubre una


parte considerable del Noroccidente de Mesoamérica. Sus tributarios norteños, los ríos
Verde Grande, Juchipila, Bolaños y Huaynamota, pueden considerarse culturalmente como
las vías de acceso natural a las regiones de las mesetas y cañones del sur de Zacatecas y
Norte y Altos de Jalisco (Síntesis Geográfica 1981: 29-30, 34, 148, Jiménez 1995: 36,
Mapa 1, Solar 2010a, 2010).

Retomando el modelo de expansión cultural propuesto por Kelley, debemos decir


que junto con esta difusión “gradual”, en la que los grupos humanos se enlazan con otros
para formar nuevas variedades de su cultura a través o durante largos periodos de tiempo
(Jiménez 1989: 9); existe un complemento a la anterior, que Kelley (1974: 20) denominó
“difusión dura o repentina”.

Esta difusión repentina, retomando nuestra analogía, en términos químicos


vendrían a ser aquellos enlaces de átomos que se generan de manera rápida y que si bien no
alteran la formula básica sí aportan nuevos componentes. Culturalmente este tipo de
difusión vendría a representar una intrusión favorable en el grupo humano que la recibe,
permitiendo que se mezcle y acentúe con algunos elementos producto de un proceso de
larga duración ‒difusión “gradual”‒, en diferentes momentos del tiempo (Jiménez 1988:
350-351, 1989: 9).

Esta serie de enlaces o procesos culturales por los cuales las características de
ciertos grupos humanos ‒en este caso los complejos cerámicos‒ se relacionan de manera
directa o indirecta en una región determinada, en un momento específico del tiempo,
permiten definir una esfera de interacción cultural (Kelley 1974: 22-24, Jiménez 1989: 9).

Para la región Noroccidental de Mesoamérica y con los pocos datos arqueológicos


que se tenían en aquel momento, Kelley (1974) definió en base a la distribución de ciertos

8
rasgos entre diversas culturas dentro de un mismo marco geográfico la esfera de interacción
cerámica pseudo-cloisonné. En años posteriores esta esfera sería redefinida por Jiménez
(1988, 1989, 1995, 2000, 2007) como Esfera Septentrional, añadiendo nuevos datos
arqueológicos y señalando su importancia, “porque articula el área de Chalchihuites, con
otras áreas vecinas y con el corredor Santiago-Lerma” (Jiménez 1989: 9).

Sin embargo, y mucho antes de la redefinición de esta esfera, fueron los trabajos
de Betty Bell en Teocaltiche, Jalisco, los que imprimieron dudas en los arqueólogos con
respecto a la conformación de los diversos patrones y complejos culturales del área
Noroccidental de Mesoamérica. Las excavaciones de Bell en el Cerro Encantado mostraban
evidencias de que el área compartía elementos tanto de los complejos materiales de las
tumbas de tiro como de la derivación tardía de Chupícuaro, el complejo Morales (Bell
1974: 162).

Estas relaciones eran evidentes en la cerámica, los espejos de pirita, los caracoles y
las grandes figurillas huecas del estilo “cornudos” con decoración de pintura al negativo
(Jiménez 1995: 39-40). Además de estos enlaces de cultura material entre la zona central de
Jalisco y la región del Bajío, Bell notó que existía un grado de semejanza entre sus
cerámicas de filiación Chupícuaro y las cerámicas tempranas de Chalchihuites, sobre todo
en las piezas rojo sobre bayo divididas en cuadrantes (Bell 1974: 163, Jiménez 1995: 40):

Hemos visto que la cerámica del Cerro Encantado pertenece al complejo Morales
[Mixtlán], descrito por Braniff como afín a Chupícuaro pero con un desarrollo local
y temporal diferente de dicho sitio, en una región que abarca la mayor parte del
Bajío y el sur de Zacatecas (Braniff 1972, 1974). Braniff señaló las relaciones de la
cerámica gris esgrafiada de la fase Morales y las cerámicas San Miguel rojo sobre
bayo, de la fase San Miguel, ambas en Guanajuato, con la cerámica Canutillo
esgrafiada y la cerámica rojo sobre bayo o café de la cultura Chalchihuites (Jiménez
1995: 40).

9
Por otro lado y al margen de estas coincidencias, también se dejó entrever que
podría existir una conexión entre Cerro Encantado y Chalchihuites a través de las cerámicas
Negativo A y Vista Cloisonné, como ya había sido señalado por los Kelleys en su texto de
1971 (Kelley y Kelley 1971: 162). Los tiestos Negativo A de Alta Vista presentaban un
patrón de puntos o lunares similar a los tiestos de Cerro Encantado, siendo en este último
sitio donde su presencia era abundante en comparación con Chalchihuites, por lo que Bell
(1974: 163-164) supuso un origen en la región de los Altos para posteriormente ser llevado
a Alta Vista.

De la misma forma que los trabajos de Bell y Kelley contribuyeron al


conocimiento y en cierta medida a la explicación de ciertos patrones culturales en la zona
Noroccidental, también resultaron importantes los trabajos que venían realizando Braniff
(1972) en Guanajuato y Schöndube (1980, 1983) en el área central de Jalisco. Por su parte
Braniff propuso la existencia de una tradición de cerámica rojo sobre bayo desde fechas
tempranas, con posibles orígenes en el Bajío guanajuatense y la cual se extendía hasta el
área Hohokam en Arizona, pasando por los estados de Zacatecas y Durango, fenómeno
reflejado en los materiales cerámicos con decoración cuatripartita (Braniff 1972, 1995,
1998).

En Jalisco, Schöndube (1980) se percató de que la tradición de tumbas de tiro y la


zona de influencia Chupícuaro tendían a excluirse mutuamente, salvo en la confluencia de
la región de los Altos y el sur de Zacatecas (Jiménez 1995: 39-40, 2000: 168, Solar 2010),
una zona donde el río Verde Grande (o río Verde) y el río Juchipila a diferentes alturas se
unen al corredor hidrológico Lerma-Santiago, paso natural por donde probablemente se
dispersó esta nueva amalgama cultural.

Considerando estos datos arqueológicos y los aportados mediante la redefinición


de la Esfera Septentrional, se puede mencionar que los rasgos que dieron origen a los
desarrollos del Epiclásico en el área Altos-Juchipila (norponiente de Guanajuato, sur de
Zacatecas y Altos de Jalisco) al parecer se derivaron de una intersección o enlace cultural
desde el Clásico temprano, manifestada en los tipos esgrafiados y rojo sobre bayo de

10
Chalchihuites, Juchipila, Malpaso y Guanajuato (Jiménez y Darling 2000: 168); sin
embargo, su origen o “ancestro distante” tal vez se encontraría en la interacción que en esta
región tuvieron la tradición de tumbas de tiro y Chupícuaro (Jiménez y Darling 2000: 160,
Solar 2010a: 11-14).

En los siguientes siglos, esta “recombinación” y posterior variación cultural será


reflejada no sólo sobre estos mismos tipos de cerámica, sino que se incluirán aquellos que
participan en la Esfera Septentrional como lo son el negativo y el pseudo-cloisonné. Todos
éstos en diferentes zonas o sitios de la misma región alcanzaron su clímax durante el
periodo Epiclásico y se vieron involucrados no sólo con lugares distantes sino dentro de
una sub-esfera de interacción conocida como Altos-Juchipila (Jiménez 1992, 1998, 2005,
2005a, 2007, 2013, Jiménez y Darling 2000), lo que se tratará con mayor detalle en los
siguientes apartados.

2.1. La cerámica al negativo y sus variantes formales en la región del Noroccidente.


Del Preclásico terminal al año 400 d.C- 450 d.C.

La decoración al negativo fue muy popular y abundante en Mesoamérica. La técnica Al


Negativo, Color perdido o Resist paint aplicada en cerámica consiste en crear con cera o
resina un sin número de elementos decorativos sobre la superficie de algún recipiente antes
de colocarle un baño de color. Posteriormente, la pieza es cocida y al derretirse la cera o
resina, ésta deja sobre el tono natural del barro (o sobre una capa preliminar de pintura) el
motivo elaborado. El diseño resultante es negativo, ya que la colocación de esta sustancia
evita que el color del baño se apropie de la superficie total de la vasija (Noguera 1975: 43,
Smith y Piña Chán 1962 apud Pelz y Jiménez 2007: 97, Benz y Benz 1998: 268, Balfet et
al. 1992: 131). En algunos casos este proceso puede ser repetido o combinado pintando
algunas zonas de la pieza, dando como resultando piezas policromas.

Tanto en el Occidente como en la cuenca de México la cerámica al negativo


cuenta con un largo precedente temporal; así lo testifican fragmentos de cerámica
preclásica encontrados por George Vaillant en Cuicuilco, Sigvauld Linné dentro de la

11
Pirámide del Sol (Noguera 1975: 43), Paul Tolstoy y Louise Paradis (1970) en Tlapacoya y
Grove (1970) en río Cuautla (Oliveros 1974: 187). En cuanto al Occidente de México, las
vasijas al negativo aparecen en El Opeño desde por lo menos 1100 a.C., con un
considerable dominio en el uso de la técnica, lo que llevó a investigadores como Piña Chán
(1958) y Grove (1970) a proponer que la decoración al negativo fue una aportación del
Occidente a Mesoamérica y su origen se encontraba muy probablemente en aquel sitio
michoacano (apud Oliveros ibid.: 188, ver también López Mestas y Ramos 1992: 139).

Entre las piezas encontradas en las tumbas de tiro del sitio del Opeño en la década
de los setenta del siglo pasado, se presenta una inconfundible técnica al negativo, con un
grado de elaboración incipiente pero bien lograda, comparándolas con otras piezas de
periodos subsiguientes decoradas bajo la misma técnica.

Llama la atención que en este periodo únicamente se presenta la técnica decorativa


sobre ollas globulares de cuello corto y paredes gruesas (Oliveros 1974: 187), estando
ausentes las piezas trípodes al negativo. Esto contrasta con el hecho de que esta forma
resulta una de las más frecuentes entre la cerámica al negativo del periodo de tumbas de tiro
en la región del norte de Jalisco y sur de Zacatecas. Lo anterior puede tener una explicación
temporal, ya que la falta o escasez de esta característica forma cerámica en las tumbas de
tiro de la mayor parte del Occidente coincide con que éstas son más antiguas que la
expresión norteña de la misma tradición funeraria.

Tomando lo anterior y los datos arqueológicos proporcionados por Bell (1972,


1974) y Schöndube (1980) en los cuales se pone de manifiesto la confluencia entre la
tradición de tumbas de tiro y el complejo Morales derivado de Chupícuaro, llama la
atención que en los desarrollos tempranos del Bajío guanajuatense la forma de cajetes
trípodes es la más común, no así la técnica decorativa al negativo.

La técnica de decoración imperante en esta última región es la pintada; suele


encontrarse de dos maneras, en rojo sobre bayo o crema (Bicromos) y rojo sobre negro y
blanco o crema (Policromos), mientras que la técnica al negativo como tal, no se presenta

12
(Braniff 1998: 73). Sin embargo, un rasgo que podría ser una aportación de esta área a los
posteriores desarrollos del Noroccidente es el referente a los motivos de la decoración. En
la cerámica Chupícuaro y en los complejos derivados de ésta, los diseños no se limitan a
trazos geométricos simples como en El Opeño, sino que incluyen una serie de elementos
zoomorfos y geométricos complejos. Además de esto, es claro que estas piezas presentan
un orden de representación y no una simple colocación de elementos decorativos al azar. Es
importante mencionar que algunos de los motivos presentes en el complejo Morales
permanecerán dentro del corpus de representación hasta el periodo Epiclásico, como es el
caso del “reloj de arena” o la pirámide escalonada (Braniff ibid: 74-75).

En el grado que estos datos arqueológicos aportan información con respecto a


estos antiguos desarrollos culturales, es preciso volver al concepto de difusión gradual de
Kelley. Siguiendo este fenómeno y sobreponiéndolo en estas dos tradiciones, podemos
proponer que durante algún tiempo (no sabemos cuánto) existió un tipo de enlace entre los
grupos que habitaron las regiones del norte de Michoacán, Guanajuato y Altos de Jalisco
(Kelley 1974, Bell 1974, Jiménez 1989, 1995). Esta interacción o conexión se hizo
ampliamente visible en los desarrollos culturales asentados en el norte y centro de Jalisco y
sur de Zacatecas. Con esto no queremos decir que los objetos que conjuntan características
de ambos surgieron de manera espontánea o rápidamente en esta región, sino que
posiblemente atienden al fenómeno de segregación, recombinación y variación cultural.

En este caso, lo que derivó de estos contactos al parecer es producto de una


transferencia de conocimientos entre dos complejos bien asentados y un tercero incipiente
que recibe, adapta y transforma la cultura a lo largo de varias generaciones sin perder la
esencia original. Es importante mencionar que estos enlaces o conexiones o flujos “no son
esporádicos, sino evidencias de un proceso dinámico y específico, generado para alcanzar y
vincular regiones diversas” (Jiménez 1989: 29), en este caso el Noroccidente de
Mesoamérica.

La presencia de estas vajillas cerámicas que muestran rasgos de dos o, en algunos


casos, más tradiciones culturales amalgamadas, podría ser “[…] el resultado de desarrollos

13
culturales y evoluciones cerámicas centradas a lo largo de la cuenca hidrológica Lerma-
Santiago importante eje de […] tránsito de distintos grupos […]” (Sánchez 1995: 65-66).

Tres de esas regiones diversas o desarrollos culturales que se vieron vinculados,


enriquecidos y unidos por aquellos lazos creados y transformados generaciones atrás por
las regiones donde se localizan El Opeño y Chupícuaro, son el cañón de Bolaños, el sur de
Zacatecas y los Altos de Jalisco. Es decir, los pasos de entrada natural al Noroccidente, nos
referimos a los cauces de los ríos Bolaños, Juchipila y Verde Grande. Toda esta región
permaneció articulada durante los siglos que siguieron, lo que se ve reflejado en sus
complejos cerámicos.

En el caso de los cajetes trípodes con decoración al negativo éstos reflejan en


cierta medida, al igual que otros, la permanencia, el nexo y el grado o avance de expansión
que pueden tener algunos rasgos. Sin embargo, en ellos se observa un grado más avanzado
de especialización de la técnica y el agregado iconográfico de puramente geométrico a
incluir motivos naturalistas y abstractos, lo que en el esquema de Kelley podría estar
reflejando el fenómeno de recombinación y variación cultural.

En un periodo posterior la técnica al negativo se conserva, pero se aprecian


cambios formales, dando paso ahora por un lado a un cuenco trípode de soportes globulares
y fondo punzonado (Jiménez y Darling 2000: 171 fig. 10.18) y por otro a un cuenco de
borde directo con terminación plana, con un fondo inciso o punzonado y soporte anular o
pedestal corto, semejante a una copa. Estos últimos objetos han sido reportados
principalmente para la región del sur de Zacatecas, pero también se encuentran ilustrados
por Schöndube y Galván (1978: 161, fig. 27) como parte de los objetos recuperados de las
tumbas de caja de Tabachines en el centro de Jalisco (Figura 2.2). Por otro lado se conocen
para el valle de Tlaltenango procedentes de saqueo.2

2
Algunos ejemplares de estos recipientes se encuentran actualmente bajo resguardo del Proyecto
Arqueológico Cerro del Teúl del CINAHZ.

14
Figura 2.2. Materiales cerámicos procedentes de tumbas de caja en la zona de El Grillo-
Tabachines (Redibujado de Schöndube y Galván 1978). En recuadro anaranjado el cajete
de base anular o pedestal con posible decoración al negativo.

De ambos tipos de vasijas desconocemos su temporalidad precisa y datos sobre sus


contextos, aunque los hallazgos en Tabachines sitúan las piezas recuperadas en este lugar
hacia 400-600 d.C. (Schöndube y Galván 1978:163).

Posiblemente contemporáneos o ligeramente posteriores a los recipientes a los que


se ha hecho mención, se presenta en las regiones del sur de Zacatecas, cañón de Bolaños y
Altos de Jalisco una variante morfológica, mas no técnico decorativa: el cajete de base
anular con decoración al negativo, elemento cerámico que será tratado en el apartado
siguiente.

15
2.2. Los cajetes de base anular con decoración al negativo como un fenómeno de
vinculación cultural durante el Clásico tardío-Epiclásico (ca.450-500 d.C-900 d.C)

En la década de los setenta tanto Charles Kelley como Thomas Holien habían propuesto la
existencia de una esfera que articulaba el área de la cultura Chalchihuites con áreas vecinas
y con el corredor Lerma-Santiago (Jiménez 1989: 9). Una década más tarde la
configuración de la esfera, sus alcances y sus principales materiales diagnósticos fueron
trabajados a mayor profundidad por Peter Jiménez (Jiménez 1992, 1995, 1998, 2005 y
2013, Jiménez y Darling 2000) denominándola Esfera Septentrional.

La Esfera Septentrional está representada por la aparición conjunta de la figurilla


tipo I y la cerámica pseudo-cloisonné; sus límites están marcados hasta ahora desde el sur
de Durango pasando por Zacatecas, Guanajuato y hasta el centro de Jalisco (Jiménez
1992: 183, 190, Jiménez y Darling 2000, nota 13 y figura 10.13). En el centro y sur de ésta
se distingue una sub-esfera de interacción regional, que Jiménez (1992) designó “subesfera
Altos-Juchipila”, donde además de los diagnósticos ya mencionados (figurilla tipo I y
cerámica pseudo-cloisonné) aparece con frecuencia un cajete policromo de base anular con
decoración al negativo:

“La distribución geográfica del cajete policromo negativo de base anular de los
Altos está centrada en su mayor parte en el río Verde, lo cual señala su importancia
como arteria de comunicación en el Epiclásico. La mayor parte de la esfera de los
Altos ocurre dentro de los límites de la sección sur (sur del valle de Malpaso) de la
“Esfera Septentrional” (i.e. figurilla tipo I). Una extensión al oriente de la esfera de
los Altos se proyecta en la región de Cerrito de Rayas cerca de León, Guanajuato
(Ramos y López Mestas 1992), aunque la figurilla tipo I no ha sido identificada allí.
Su extensión más norteña está en las regiones de La Montesa y Villa García al este
del valle de Malpaso. También se extiende a través del valle de Juchipila hasta la
región de Jalpa (sitio del Cerro Tepisuazco) y al sur a través del valle de Juchipila
hasta la región de Tepatitlán. Como ya se ha mencionado, este tipo cerámico [cajete

16
policromo al negativo de base anular] es intrusivo en la cuenca de Sayula como
también lo es la figurilla tipo I” (Jiménez y Darling 2000: 180, nota 13).

La sub-esfera Altos-Juchipila resulta de interés, ya que puede considerarse un área


de traslape entre el Noroccidente y regiones al oriente y sur, sus límites cubren una parte
considerable de la Esfera Septentrional, pero hacia el oriente alcanza un poco más de
extensión. En palabras de Jiménez esta zona “podría definir la caracterización de los
contactos entre grupos distintos, algo análogo a una franja heterogénea fronteriza, una zona
de engranaje de la interacción norte-bajío” (Jiménez 1992:190) (Figura 2.3).

Algunos de los elementos arqueológicos que caracterizan esta sub-esfera hunden


sus orígenes en esa amalgama cultural entre la tradición de tumbas de tiro y el complejo
Morales durante el Preclásico tardío (Cerámica al negativo, esgrafiada, rojo sobre bayo y
pseudo-cloisonné). Así, como parte de un proceso de larga duración con profundas raíces
temporales y una constante recombinación, transformación y variación donde los rasgos
característicos se extendieron debido a contactos continuos a través del tiempo e interacción
inherente entre los diversos grupos humanos [esferas] (Jiménez 1992: 192), es que los
complejos culturales en este caso cerámicos evolucionaron y alcanzaron su máximo
desarrollo.

Como ya se mencionó, uno de los artefactos marcadores más importantes de la


sub-esfera Altos-Juchipila son los cajetes de base anular con decoración al negativo, un
objeto muy elaborado y diagnóstico del Epiclásico (Jiménez 2005: 68), muy común en las
regiones del sur de Zacatecas y Altos de Jalisco, de los cuales sorprende su presencia
intrusiva en regiones tan distantes del núcleo de concentración como la cuenca de Sayula
(Ramírez 2005: 160, Ramírez et al. 2013: 123, Liot et al. 2007: 17, Noyola 1994: 79).

17
Figura 2.3. Esferas de interacción para la región Noroccidental de Mesoamérica y sus enlaces con
el área de dispersión del cajete de base anular decorado al negativo (Redibujado de Jiménez y
Darling 2000: 168, Figura 10.13).

18
Los cajetes de base anular con decoración al negativo se han considerado por
excelencia un marcador de los alcances y vínculos de esta sub-esfera. Este elemento
cerámico ha sido identificado “como intrusivo en la cuenca de Sayula, como parte de
ofrendas en el altar central de Totoate” (Jiménez 2013: 205), además se ha reportado su
aparición como cerámica foránea en Alfaro, Guanajuato (Ramos y Ramírez 1992: 269),
durante los recorridos por los Altos de Jalisco (López Mestas et al. 1994: 26, Ramos y
López Mestas 1999), y en colecciones procedentes del sur de Zacatecas (Apozol-Juchipila)
y más recientemente en el valle de Tlaltenango (Solar y Padilla 2013: 196) con énfasis en el
sitio arqueológico de Cerro del Teúl. Respecto a estas últimas regiones la presencia de los
cajetes de base anular y otros materiales diagnósticos como la Figurilla Tipo Cerro de
García, las Tablillas, las Figurillas II y IV y la cerámica de motivos rojos delineados con
blanco han motivado la propuesta de la existencia de una esfera más dentro de la misma
esfera septentrional, que corre en dirección oriente-poniente atravesando los valles y
barrancas del sur de Zacatecas y norte de Jalisco (Solar y Padilla 2013:191-199).

Durante los años ochenta y noventa del siglo pasado, Jiménez (1989, 1995) venía
haciendo referencia a esta cerámica con decoración al negativo que podría mostrar distintos
tipos de interrelación regional entre las diversas áreas del Noroccidente (ibid. 1989: 12). Su
amplia distribución, su baja frecuencia (con respecto a otras cerámicas suntuarias), su
típica forma y un trazo distintivo, su variedad de motivos pero la recurrencia casi idéntica
de algunos (Solar y Padilla 2013: 196), son características o rasgos que nos han permitido
reconocer ‒en cierta medida‒ una serie de patrones y vínculos regionales marcados por
estas distintivas piezas cerámicas.

Las vasijas de base anular con decoración al negativo se caracterizan por ser
generalmente cajetes de paredes divergentes, borde directo o ligeramente evertido, con
terminación plana o redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. El acabado
de las piezas es casi siempre bruñido o pulido con excepción de la base y el soporte, que
solamente son alisados. La decoración es siempre en el interior y exterior en una
combinación de decoración pintada en rojo sobre café o bayo con diseños al negativo de
trazo muy fino (Solar y Padilla 2013: 196). Los motivos decorativos son en gran medida

19
geométricos, pero también existen algunas representaciones de carácter antropomorfo y
zoomorfo; su distribución en el interior y exterior de los recipientes es generalmente sobre
bandas decorativas divididas en paneles de representación, que en la mayoría de los casos
tienden a ser reflejos, aunque hay otros donde todos son distintos. En la mayoría de los
casos “en el interior, un círculo sólido cubre el fondo de los cajetes” (idem), pero también
existen piezas con motivos centrales o con división cuatripartita, esta última posiblemente
reminiscencia de las cerámicas tanto del complejo Morales como de la tradición de tumbas
de tiro.

Se ha mencionado con anterioridad que estas piezas tienen una amplia distribución
pero una baja frecuencia, con esto queremos ejemplificar que si bien las piezas cubren un
gran espacio geográfico, su aparición se limita a sitios muy específicos y a un número
reducido de piezas, en comparación con otros elementos cerámicos, aunque esto puede
deberse a la escasez de excavaciones o a insuficiencias en el registro.

Dentro de la sub-esfera Altos-Juchipila, de la que es marcador diagnóstico, estas


piezas se localizan en variados espacios geográficos. La región de los Altos de Jalisco (el
sector Oriente de la sub-esfera) es una zona donde se ha reportado la aparición de varias de
estas piezas arqueológicas. Aquí son de suma importancia los trabajos realizados por el
Proyecto Arqueológico Altos de Jalisco entre 1990 y 1991, de los cuales tenemos
interesantes datos (López Mestas et al. 1994: 279). Durante el desarrollo del proyecto ya
mencionado se recolectaron en superficie algunos ejemplares de piezas al negativo dentro
de las que figuró lo que los especialistas denominaron “Negativo Tardío”, un tipo cerámico
que permitió a los arqueólogos relacionar la zona directamente con Zacatecas y asociarlo
temporalmente con el Clásico tardío (ibid: 286). Más recientemente, se cuenta con los datos
del proyecto de Salvamento Arqueológico en la presa El Zapotillo, y otros salvamentos
motivados por el tendido de varias líneas eléctricas, incrementando el acervo de estos
recipientes diagnósticos conocidos para dicha región (López Mestas comunicación personal
2016).

20
Por otro lado, una colección importante de estas piezas se exhibía en el museo del
INAH en Lagos de Moreno. En comunicación personal (2014 y 2016) la Dra. Lorenza
López Mestas nos compartió que algunas de ellas fueron recuperadas en la región entre los
Altos y la Sierra de Comanja (ver López Mestas y Ramos 1992) y otras proceden de saqueo
en el sitio de La Chona (Figura 2.4).

Figura 2.4. Cajetes de base anular con decoración al negativo procedentes de la Sierra de
Comanja (Lorenza López Mestas comunicación personal 2014, fotos cortesía de Laura Solar.
Dibujo A3 tomado del artículo Pereira, Michelet y Migeon 2013).

Los vínculos que posiblemente existieron entre estas dos regiones y de los cuales
da fe el cajete de base anular con decoración al negativo, no son exclusivos del periodo
Clásico tardío y como ya hemos expuesto en apartados anteriores existe un cierto grado de
evolución o reordenamiento en las cerámicas posteriores a este periodo, un proceso que
muy probablemente se originó desde Morales, Guanajuato, tal como lo exponen Lorenza
López Mestas, Jorge Ramos y Carlos Santos (1994: 286, 288), quienes mencionan lo
siguiente:

“Este tipo se presenta en la zona del cañón, al parecer derivado del Negativo
temprano detectado por Bell (1974) y que se asocia a la fase Morales de Guanajuato

21
(Braniff 1972). […] El periodo Clásico (300-900 d.C.), es referido por las
características de los tipos locales como el grupo Naranja-Guinda y variantes
policromas y el tipo Negativo tardío; el último de los cuales nos permite, asociado a
otros rasgos como los referidos por Jiménez (1989), observar una integración mayor
de nuestra zona con otras circunvecinas del norcentro y norte de Mesoamérica
principalmente”.

La identificación de estos materiales arqueológicos en la región de los Altos de


Jalisco, los cuales conllevan una profunda raíz temporal y un fuerte vínculo con la región
del sur de Zacatecas, ha permitido suponer o corroborar la “relación mutua”, la interacción
cultural y evolución local, a lo largo de todo el periodo Clásico y Epiclásico en estas zonas.
Pero al mismo tiempo que los desarrollos humanos se adaptan y transforman, se mantiene
un sustrato común de origen temprano (Ramos y López Mestas 1999: 257).

Es claro que los distintos grupos humanos que habitaron la región de los Altos de
Jalisco desarrollaron características cerámicas propias, pero éstos no perdieron su esencia
temprana ni su interacción con otras regiones, algo que queda muy bien explicado por
Sánchez (1995:4), quien refiriéndose a los vínculos y antecedentes de la región del Bajío
guanajuatense menciona lo siguiente:

“De esta manera con la identificación de ciertos rasgos culturales de los pueblos
prehispánicos asentados en el Bajío guanajuatense compartidos con los de esa
importante región ‘Noroccidental’ se puede sugerir una ‘interacción’ a partir del
Formativo superior que deriva, durante el Clásico en una serie de estilos cerámicos
regionales que comparten la misma raíz cultural”.

Como podemos apreciar con base en los datos arqueológicos (cajete de base anular
con decoración al negativo), la región de los Altos de Jalisco se vio envuelta en el
fenómeno de segregación-reducción, recombinación y variación cultural, que muy
posiblemente contribuyó al florecimiento, apogeo y vinculación entre los diversos centros
regionales durante el Epiclásico.

22
Al interior de la misma sub-esfera y, como ya hemos visto, “íntimamente”
relacionada con la zona de los Altos de Jalisco, se encuentra la región del surponiente de
Zacatecas, un espacio geográfico que cubre actualmente distintos municipios, pero que muy
probablemente en algún momento formaron una misma unidad cultural con diversos
centros autónomos distintivos (Jiménez 2013: 203).

De esta región procede la mayor cantidad de cajetes de base anular con decoración
al negativo. Aunque muchas de las piezas son de saqueo, su aparición en la zona ya es por
demás importante. Algunas de ellas fueron mencionadas por vez primera por Jiménez
(1988, 1989), procedentes de una zona entre los municipios de Apozol y Juchipila, donde
fueron recuperadas por el Sr. Federico Sescosse y actualmente conforman una parte de la
“Colección Sescosse” (Figura 2.5).

Figura 2.5. Cajetes de base anular con decoración al negativo del área Apozol-Juchipila en la
región del sur de Zacatecas (Fotos tomadas del inventario original de la Colección Sescosse
cortesía de la Sra. Gabriela Sescosse).

Además de las piezas provenientes del área ya mencionada, también contamos con
los nuevos datos arqueológicos proporcionados por Achim Lelgemann, quien ha trabajado
durante los últimos años en el sitio arqueológico de Tepisuazco, en el municipio de Jalpa,
dentro del cañón de Juchipila (Lelgemann 2010). Los datos proporcionados por este
investigador provienen de la excavación de un altar central de donde se obtuvieron un

23
sinnúmero de objetos de barro, entre los que encuentra cajetes de base anular con
decoración al negativo (Lelgemann 2013).

Los trabajos arqueológicos de Lelgemann le han permitido distinguir tres tipos


distintos de cerámicas con decoración al negativo en la región de Tepisuazco. De estos
tipos nos interesan los que ha denominado “Policromo Negativo Intermedio” y “Policromo
Negativo Tardío”. El primero cuenta con cajetes de base anular o pedestal corto, con
decoración geométrica; se encuentran asociados a vasijas con decoración pseudo-cloisonné
en contexto funerario y probablemente correspondan al periodo circa 400-600 d.C.
(Lelgemann 2013).

El segundo tipo cerámico corresponde a cajetes de base anular que presentan


cambios formales como paredes más largas, soportes más bajos o cortos, una ligera
curvatura del borde hacia afuera (borde ligeramente evertido) y una “elegante” curva entre
el anillo y la pared. Su decoración e iconografía son finas en el interior, mientras que el
exterior es menos fino y muestra motivos decorativos en paneles y zonas particulares.
Lelgemann (2013) considera que el tipo puede corresponder al Clásico tardío/Epiclásico
(ca. 600-900 d.C.) ya que en el periodo siguiente no se tiene presencia de materiales
realizados bajo la técnica al negativo.

Tepisuazco es uno de los pocos sitios que hasta ahora presentan los tres tipos
cerámicos que podrían estar emparentados o reflejar el fenómeno de segregación-
reducción, recombinación y variación cultural descrito con anterioridad: los cajetes trípodes
negativos tan comunes en la tradición de tumbas de tiro del Cañón de Bolaños, Tlaltenango
y Juchipila, el cajete de base anular o pedestal corto con o sin punzonado interior asociado
a cerámica pseudo-cloisonné y, finalmente, un cajete de base anular estéticamente más
cuidado y con una simbología más compleja que sigue apareciendo en contextos de
entierro. Como veremos más adelante, el caso de Tepisuazco no es único y los rasgos con
los que cuentan los cajetes de base anular con decoración al negativo, o el contexto
distintivo en el que se encuentran, no son exclusivos de la zona del cañón de Juchipila.

24
Los análisis de los materiales cerámicos provenientes del cañón de Juchipila
mostraron distintos tipos de interrelaciones con diversas áreas en distintas épocas (Jiménez
1989: 12), así como cambios significativos en las formas y motivos decorativos de las
cerámicas. Algunos de estos materiales mostraron que el área podía estar fuertemente
relacionada, además de con los sitios en los Altos de Jalisco, con el sitio del Ixtépete en el
valle de Atemajac (Jiménez 1988: 358).

En algunos de sus primeros trabajos, Jiménez (1989: 12-13; 1995) menciona que
los cajetes de base anular con decoración al negativo se cuentan entre las piezas en común
entre Juchipila y Atemajac, basándose en una mención de Weigand (1978 cit. Jiménez
1989: 13) y en las ilustraciones presentadas por Schöndube y Galván (1978); sin embargo,
una mirada más detallada a estas colecciones, y al contar ahora con el referente de la
colección procedente del Teúl, permite aclarar que no se trata de los mismos objetos.
Posiblemente la correlación inicial de Jiménez se enfoque a los cuencos al negativo de
soporte pedestal, que sí se encuentran en ambos lugares. En comunicación personal (2014,
2016), Lorenza López Mestas nos ha confirmado que en los sitios excavados en el Valle de
Atemajac y Tonalá no se han reportado los cajetes polícromos al negativo de soporte anular
que son el tema central de este trabajo.

Schöndube y Galván (1978: 160) ilustran cuencos de base pedestal corto con
decoración rojo sobre café al negativo con y sin líneas incisas formando rombos, que
aparecen colocados en línea uno detrás del otro, y escasas cantidades de cajetes trípodes al
negativo; sin embargo, es importante señalar que en forma y estilo de representación
difieren de los cajetes aquí tratados. Las piezas reportadas por estos investigadores
aparecen en contextos de tumbas de caja asociadas a distintos objetos como las bateas, las
ollas globulares con o sin efigie y decoración pseudo-cloisonné.

En el caso de las tumbas de caja de El Grillo y sus objetos asociados, éstos han
sido ubicados cronológicamente entre el 600 y 1000 d.C., periodo que según Galván se
encuentra marcado por un cambio en el sitio (Schöndube y Galván 1978: 163, Galván
comunicación personal a Jiménez [1995:41]). Este cambio bien puede ser la respuesta a un

25
largo proceso de adopción o adaptación a nuevas configuraciones culturales que darán
como resultado un cambio, variación o reacomodo reflejado por un lado en la arquitectura
(civil y funeraria) y por otro en su cultura material en un momento determinado en el
tiempo, es decir, que volveríamos a estar frente a un fenómeno de difusión gradual.

Un vínculo interesante entre el valle de Atemajac y Juchipila viene dado en lo


referente al contexto general del cual formaron parte las vasijas de base anular en sus dos
varianes. Así nos lo deja ver Jiménez, quien menciona:

“Los cajetes de base anular, arriba mencionados, aparecen en el cañón [de


Juchipila], procedentes de entierros con los cajetes sobrepuestos tal como Galván
(1976: 28) muestra en las tumbas de caja del Grillo y Schöndube (1983), en las
tumbas de caja encontradas, bajo el Hospital de Belén en Guadalajara,
pertenecientes a Ixtépete-El Grillo” (Jiménez 1989:14).

Con respecto al hallazgo en el Hospital de Belén, se trata de un depósito funerario,


una tumba de caja que contenía un entierro en posición sedente y un conjunto de varias
vasijas de barro embrocadas (Schöndube 1983: 52). La mayoría de los objetos recuperados
en estos trabajos corresponden a ollas; sin embargo, también se recuperaron tres cajetes de
fondo inciso y soporte pedestal, en rojo y negativo sobre bayo (Schöndube ibid.: 53). Estas
piezas presentan “decoración geométrica en el interior como en el exterior a base de líneas
ondulantes, espirales y líneas paralelas; su base se decoró con paneles en los que aparecen
elementos cruciformes” (Schöndube ibid.: 54-55). Dentro de todo el conjunto funeral estas
son las únicas piezas que presentan una decoración al negativo y “si bien se elaboraron
diseños muy simples, presentan una elaboración muy cuidadosa dado el pequeño tamaño de
los objetos” (Schöndube idem).

Si bien la descripción anterior podría parecer que alude a los cajetes de base anular
con decoración al negativo de los que hemos venido hablando a lo largo del texto, es
importante mencionar que no se trata de los mismos objetos, aunque éstos podrían estar de
alguna manera emparentados: la forma no parece corresponder con los recipientes aquí

26
estudiados, el estilo decorativo es más sencillo y los motivos iconográficos son menos
complejos; sin embargo, la posible disposición de las piezas dentro del entierro y la técnica
al negativo extremadamente bien lograda nos permiten un ligero acercamiento a aquellas
piezas en otras regiones carentes de un contexto.

Estos objetos asociados culturalmente al complejo El Grillo nos son importantes


desde el punto del contexto en el cual se encontraron, pues como ya hemos mencionado
para el caso de las piezas localizadas en Apozol/Juchipila, las de Hospital de Belén
presumiblemente también se ubicaron en la misma posición que las anteriores.

Algo similar pasa con las piezas recuperadas en La Higuerita cerca de Tala,
Jalisco; aquí el hallazgo corresponde a tres tumbas de caja intactas y con un alto contenido
de objetos y bienes de prestigio (López Mestas y Montejano 2003). De forma similar a la
tumba del Hospital de Belén (Schöndube 1983) y a las de Tabachines (Schöndube y Galván
1978), las de Tala presentaron conjuntos de objetos de barro embrocados colocados en las
cuatro esquinas de las cajas o en medio. En estos contextos se localizaron cajetes de base
anular, con decoración pseudo-cloisonné, (López Mestas y Montejano 2003: 22-28).

En síntesis, hasta donde sabemos, en el centro de Jalisco por un lado tenemos la


presencia de cuencos de soporte pedestal con decoración al negativo y por otro los cajetes
de base anular con decoración pseudo-cloisonné, pero ambos en contextos de tumbas de
caja, colocados de manera similar y asociados claramente al complejo El Grillo; sin
embargo, en ninguno de los dos casos encontramos cajetes de base anular con decoración al
negativo, algo que sí pasa en la zona Apozol/Juchipila, donde incluso el contexto podría ser
similar (Jiménez 1995: 43).

Continuando con la distribución de los cajetes de base anular con decoración al


negativo, su existencia se extiende cerca de los límites de la sub-esfera Altos-Juchipila,
según nos han dejado ver los trabajos recientes en el valle de Tlaltenango (sur de
Zacatecas) (Solar y Padilla 2013). Sin embargo, de la misma forma que en la región del

27
cañón de Juchipila, en esta zona los recipientes también proceden del saqueo, en su mayoría
del sitio arqueológico de Cerro del Teúl, en el municipio de Teúl de González Ortega.

Las piezas procedentes del sitio Cerro del Teúl ‒actualmente bajo custodia del
PACT‒ conforman una de las colecciones más grandes de este tipo de objetos de barro. La
morfología e iconografía de estos recipientes son semejantes a las descritas con
anterioridad; sin embargo, es importante mencionar que también presentan una serie de
cambios que las diferencian de las de otras zonas, como se mostrará en un apartado
posterior.

La cerámica al negativo proveniente de los saqueos de Cerro del Teúl muestra una
similitud con las piezas de Tepisuazco. Por lo que han dejado ver las colecciones
entregadas al PACT o en custodia de particulares, aquí también se cuenta con los ya
mencionados cajetes trípodes negativos, además se han observado vasijas de base anular y
pedestal corto con y sin punzonado y los cajetes de base anular objeto de este estudio. Cabe
mencionar que, al ser una de las colecciones más grandes de este tipo de cerámica, hemos
podido identificar una serie de rasgos particulares que parecen diferenciar las piezas de este
sitio de las de otros, pero desconocemos si estas características se repetirán en otros sitios
pues sus muestras hasta ahora son muy escasas o se trata de piezas únicas, de lo que sí
estamos conscientes es de que el fenómeno descrito por Kelley es igualmente visible que en
Tepisuazco, agregándole aquí un posible factor de distinción regional.

Hasta aquí es claro que los distintos rasgos culturales que confluyeron en la región
sur de Zacatecas, evidenciados desde el Preclásico tardío (cajete trípode al negativo) y
continuados y extendidos hasta el Epiclásico (cajete de base anular al negativo), a través del
corredor hidrológico Lerma-Santiago y sus afluentes norteños, reflejan la importancia de
los vínculos y el arrastre simbólico existente entre las distintas unidades políticas que
integraron la sub-esfera Altos-Juchipila, es decir, entre las élites de los grandes centros
ceremoniales regionales, durante un largo periodo de tiempo (Jiménez y Darling 2000: 175,
Jiménez 2013: 203).

28
Dejando ahora el área central de la sub-esfera Altos/Juchipila, pasemos a los
espacios geográficos que se encuentran en los límites de la misma y donde se ha reportado
la presencia de cajetes de base anular con decoración al negativo. A la fecha son dos los
sitios donde se ha recuperado material de este tipo.

El primero de ellos se localiza en el extremo oriente de la sub-esfera dentro de la


Sierra de Comanja y muy cercano a la actual ciudad de León, Guanajuato. El sitio
arqueológico de Alfaro se localiza entre los afluentes hidrológicos del río Lagos y el río de
la Laja, estas dos corrientes fluviales son tributarias del Lerma-Santiago a través de los ríos
Verde y Lerma respectivamente. En este sitio los trabajos llevados a cabo por López
Mestas y Ramos en la década de los noventa del siglo pasado mostraron la participación o
vinculación de esta zona con la del Noroccidente (1992: 125, 159)

Durante los trabajos de excavación en la unidad habitacional número 2 ‒la cual


representa el último momento de ocupación del sitio‒ (López Mestas y Ramos 1992: 68),
se localizaron varios entierros que contenían, entre otros muchos objetos, varios cajetes de
base anular con decoración al negativo (ibid. 125), denominados por estos investigadores
como tipo Negativo Foráneo. Éste consiste en:

“Una cerámica de pasta fina y compacta […] Las formas más comunes son:
escudillas de paredes recto-divergentes, platos, ollas de cuello largo y bordes cortos,
cajetes semiesféricos de base anular. La decoración es al negativo, velando ciertas
partes y pintando de color rojo sobre diseños y en partes libres complementando los
tres colores que se combinan. Los diseños decorativos comunes son líneas, grecas,
espirales, círculos concéntricos, así como figuras zoomorfas y antropomorfas.
Regularmente se decora tanto en el interior como en el exterior de las vasijas”
(López Mestas y Ramos 1992: 131-132).

Este tipo negativo es identificado como cerámica foránea en esta zona, ya que los
investigadores han observado su distribución principalmente hacia la parte de Jalisco y
Zacatecas, donde la tradición alfarera de negativos presenta mucha más antigüedad (ibid

29
138-140). Las piezas recuperadas en Alfaro presentan una gran similitud con las piezas de
la zona central de la sub-esfera Altos-Juchipila, por no decir que en algunos casos son casi
idénticas, como se verá en el apartado siguiente (Figura 2.6).

Figura 2.6. Cajetes y fragmentos de base anular con decoración al negativo del sitio de Alfaro,
León Guanajuato (López Mestas y Ramos 1992; 131-132, fig. 33, fotos cortesía de Peter Jiménez
Betts).

Con respecto a su contexto de entierro, estos investigadores la han considerado


como una cerámica de funciones específicas debido a su carácter de ofrenda y a su relación
con tipos como el rojo sobre bayo y blanco levantado (idem). Además de esto en la región
de Comanja esta cerámica puede llamarse también de contacto interregional, ya que con su
presencia queda manifiesto el vínculo existente entre esta zona del Bajío y el suroccidente
de San Luis Potosí, Aguascalientes, Altos de Jalisco y sur de Zacatecas entre 400 y el 1100
d.C. (López Mestas y Ramos 1992: 140, 156, 169) (Figura 2.7).

Figura 2.7. Cajetes de base anular con decoración al negativo en contexto de entierro en las
excavaciones de Alfaro, León Guanajuato (Imágenes tomadas de Ramos y Ramírez 1992: 285-286).

30
Por último, debemos mencionar la existencia de cajetes de paredes rectas
decorados al negativo presentes en la región de La Gavia, particularmente en el sitio de la
Gloria, que Sánchez (1995: 56) interpreta como vinculados a las regiones de Jalisco,
Michoacán y Zacatecas; sin embargo, no ofrece ilustraciones ni descripciones detalladas
que permitan definir si corresponde a las piezas objeto de este estudio.

Ya hemos hablado de manera general de cómo se presentan y hasta dónde se


dispersan los cajetes de base anular con decoración al negativo, desde el centro hasta los
límites de la sub-esfera Altos/Juchipila; ahora toca el turno a aquellos espacios geográficos
que se ubican fuera de la sub-esfera y que cuentan con mucha o poca representación de
estos mencionados cajetes.

El primero de estos sitios se localiza sobre la parte norte del cañón de Bolaños,
dentro del valle de Mesquitic a 5 km al sur de Nostic y, al igual que muchos de los sitios
de los que hemos hecho mención con anterioridad, se ubica cercano a una corriente fluvial,
conocida como río Mesquitic-Bolaños. El sitio de Totoate es un asentamiento conformado
por plataformas de mampostería, patios, rocas con petrograbados y restos que cubren una
parte de la mesa. Sin embargo, de especial interés resulta un patio circular de mampostería
con plataformas terraceadas orientadas a los puntos cardinales (Kelley 1971:770).

De este sitio arqueológico procede uno de los primeros cajetes de base anular y
decoración al negativo de los que se tiene información; además de otras piezas similares
excavadas posteriormente y depositadas actualmente en el American Museum of Natural
History de Nueva York. Estos recipientes muestran características idénticas a las reportadas
para las zonas del sur de Zacatecas y Altos de Jalisco.

Los primeros trabajos de excavación llevados a cabo en Totoate fueron realizados


por Aleš Hrdlička en 1902 y se enfocaron sobre una estructura denominada “mound A”. De
esta estructura ‒que ahora sabemos es el altar central de un gran patio circular‒ proceden
varios objetos arqueológicos entre los que podemos mencionar cerámica pseudo-cloisonné,
vasijas rojo y negro pulido junto con rojo sobre crema o bayo, cerámicas pintadas en negro

31
negativo, blanco sobre rojo y un recipiente esgrafiado relleno de rojo (Kelley idem), que
han sido interpretados como una ofrenda intrusiva sobre el altar central del sitio (Jiménez
2013: 205)3.

Esta suposición responde a los trabajos posteriores de Kelley en el mismo sitio,


sobre una estructura de planta cuadrangular y altar central de donde el investigador
recolectó una cantidad considerable de fragmentos cerámicos correspondientes a los tiestos
mencionados y a cerámicas más tardías, mientras que en sus excavaciones en la estructura
circular únicamente recolectó material más temprano (Kelley 1971).

La cerámica pintada en negro negativo comprende varias formas, entre ellas


nuestros cajetes de base anular, que como hemos visto presentan grandes similitudes con
las piezas de la sub-esfera Altos-Juchipila:

“Las decoraciones sobre las vasijas pintadas al negativo se caracterizan sobre todo
por grupos de grandes espirales en negro, tanto dentro como fuera. Las formas
comunes de los recipientes son pequeños cuencos sencillos sobre bases anulares o
sobre pequeños soportes trípodes y pequeñas jarras de cuello estrecho” (Kelley
1971: 770)

Los trabajos de Hrdlička (1903) y Kelley (1963) en Totoate, son de los primeros
intentos por explicar en conjunto un área cultural que hasta entonces había permanecido
“desconocida”. Los datos arqueológicos obtenidos por estos investigadores, en la actualidad
han contribuido al conocimiento sobre la dinámica y los vínculos que sostuvieron los
desarrollos culturales de esta zona del cañón con otras áreas vecinas entre los años 400-
1000 d.C.

3
En comunicación personal (2016), Lorenza López Mestas nos comentó que estas ofrendas intrusivas
también ocurren en sitios de la tradición Teuchitlán del Centro de Jalisco, asociadas al complejo El Grillo.

32
Dejando el área al noroeste de la sub-esfera Altos-Juchipila, nos vamos al sur a la
cuenca de Sayula, el otro espacio geográfico donde se ha reportado la presencia de este tipo
de cerámica. El sitio de San Juan Atoyac es un asentamiento característico de la fase Sayula
(600-1000 d.C.) que se conoce en este sitio por “ofrendas cerámicas principalmente […]
Aquí sobresale la presencia de ollas y copas decoradas con motivos sencillos en naranja-
rojizo sobre bayo y en policromía […] la abundante utilización de cajetes de base anular y
pedestal […] y la presencia de decoración al negativo” (Noyola 1994: 75).

Durante los trabajos de excavación en San Juan Atoyac, se recuperó cerca del
entierro 34 “un fragmento de cajete de base anular y paredes curvo divergentes, decorado
con bandas y volutas rojas sobre café. En el espacio dejado por las bandas rojas se aprecian
espirales y grecas al negativo (en forma de Xicalcolihuiquis estilizados)” (Noyola 1994:
63). Este fragmento ha resultado ser muy útil para los investigadores pues por su
semejanza en forma y decoración con materiales procedentes de las regiones de Juchipila y
Altos de Jalisco ha reflejado en cierta medida una relación con estas zonas (idem, Ramírez
2005: 169, Liot et al. 2007: 173-174) (Figura 2.8).

Dentro del sitio la presencia de cajetes decorados al negativo ha sugerido que


durante esta época (fase Sayula) se tenía mayor contacto con gente o ideas de regiones más
al norte de los que se tuvo durante la fase Verdía (0-600 d.C.) y, posteriormente, en la fase
Amacueca (1100-1520 d.C.) (Noyola 1994: 64). Por sus características estilísticas y escasez
el cajete de base anular al negativo es intrusivo en la cuenca, pero su presencia podría
reflejar su participación dentro de la sub-esfera Altos/Juchipila (Jiménez en prensa apud
Ramírez 2005: 169).

Para finalizar este apartado “se podría señalar que la tradición de negativos en
Jalisco y Zacatecas observa el desarrollo del tipo y sus variantes a través de todos los
momentos” (López Mestas y Ramos 1992: 140) desde el Preclásico hasta el Epiclásico.
Este fenómeno de adopción, adaptación, transformación y variación cultural, sugiere una
constante interrelación entre distintos grupos de élite, relación que derivó en los cajetes de

33
base anular al negativo, reflejo de un importante arrastre simbólico para estos centros
políticos (Jiménez y Darling 2000: 175).

Figura 2.8. Entierro y cajete de base anular con decoración al negativo en la región de la cuenca
de Sayula. (Imágenes tomadas de Noyola 1994: 79 y Acosta 1994: 109).

34
3. Los cajetes de base anular con decoración al negativo como un
fenómeno de distinción regional

Cuando se inició este trabajo de investigación, contábamos con datos sueltos y esparcidos
por el área geográfica mencionada en el apartado anterior. El primer paso fue buscar o más
bien rastrear toda la información con respecto a estas piezas en cada área que nos pudiera
servir para formar un conglomerado de datos. Como se dijo en la introducción, se
consultaron muchas fuentes bibliográficas y se pidió apoyo a varios investigadores para ver
sus cerámicas al negativo, pero la mayoría fueron descartadas de este trabajo por no
corresponder al mismo tipo de piezas aquí tratadas. Después de varios meses de acopio de
información sobre estas vasijas o tiestos, nuestro universo empírico quedó conformado por
un total de cuarenta y seis piezas arqueológicas repartidas de la siguiente manera: veinte del
Cerro del Teúl, diez de Totoate, seis de la zona de Apozol-Juchipila, tres de Cerrito de
Rayas, seis de la zona entre los Altos y León y una de San Juan Atoyac.

De estas piezas, sabemos con certeza el contexto del que provienen catorce de
ellas, las restantes forman parte de colecciones en manos de particulares, entregas
voluntarias al INAH a través del Proyecto Arqueológico Cerro del Téul (PACT) y museos.
La gran mayoría de ellas están completas o semi-completas y además contamos con la
información de cuatro tiestos.

Durante nuestro trabajo, en el caso de veintidós de estas vasijas la información se


obtuvo directamente de la pieza; con el resto de piezas se completó la información de la
cédula con datos, fotografías y dibujos que otros investigadores amablemente nos
proporcionaron. Las cédulas que se presentan a continuación contienen de manera general
datos sobre procedencia y ubicación actual de la vasija, además se tomaron las medidas
básicas de diámetro, altura y grosor. Completa la información una gama cromática
proporcionada por los pixeles de la imagen en la computadora (Paleta de color RGB) y una
descripción detallada de la pieza. Tradicionalmente las clasificaciones de materiales en
arqueología utilizan como referencia cromática la tabla Munsell (Munsell Soil Color
Chart); en este trabajo se optó por una herramienta cromática digital basada en la

35
composición del color en términos de la intensidad de los colores primarios con respecto a
la luz que recibe el objeto y no a la percepción de color que define el ojo humano como
sucede con la tabla Munsell, su preferencia aquí se debe de manera general a que una parte
considerable del trabajo se llevó a cabo sobre fotografías digitales de las piezas.

Para uniformar los criterios descriptivos utilizados en las siguientes páginas se ha


usado “línea” para describir un segmento largo y delgado no mayor a 2mm; “franja” para
referir un segmento largo más ancho que una línea, pero no mayor a 1cm; “banda” para
hacer referencia a una cinta el doble o triple de ancha que una franja, pero no mayor a 3.5
cm en el interior y alcanzando los 4 o 4.5 cm en el exterior de los recipientes; y “panel”
para describir cada sección en la que se divide una banda.

Finalmente, las piezas en su mayoría pasaron por un trabajo de dibujo a lápiz, que
posteriormente se escaneó para poder realizar un trabajo de edición en la computadora.
Cuando se nos permitió las láminas se componen de despliegues del interior y exterior de
las piezas, perfiles y una proyección isométrica en 2D siguiendo el mismo tipo de
representación usado por Gregory Pereira, Dominique Michelet y Gerald Migeon (2013) a
propósito de una de las piezas procedentes de Tepatitlán; la ventaja de esta proyección es
que nos permite estandarizar visualmente todos los ejemplares de la colección, lo que
favorece el trabajo comparativo. Estos dibujos están realizados milimétricamente y guardan
la mayor fidelidad posible como puede apreciarse en las siguientes páginas.

3.1. La colección de Totoate


Durante su primer viaje de investigación arqueológica a Jalisco en 1898, Aleš Hrdlička
recuperó del área del valle de Mesquitic uno de los primeros cajetes de base anular y
decoración al negativo de los que se tiene información. Fuera de la información técnico-
morfológica de la pieza se desconoce el sitio exacto del cual el investigador sustrajo la
vasija.

36
Sin embargo, tres años después de este descubrimiento y sobre la barranca del río
Mesquitic-Bolaños, al norte de una mesa alta sobre el lado este del cañón, a 5 km al sur de
Nostic y pasando Mesquitc, Hrdlička excavó el sitio arqueológico de Totoate (Hrdlička
1903, Kelley, 1971: 770). Las vasijas al negativo de base anular recuperadas por él que se
ilustran a continuación se encuentran actualmente en el American Museum of Natural
History de Nueva York y pudieron consultarse gracias a la generosidad del Dr. Charles
Spencer, curador de Arqueología Mexicana y Centroamericana de la División de
Antropología del mencionado museo.

Casi sesenta años después el sitio volvió a ser excavado, en esta ocasión fue
Charles Kelley, investigador de la Southern Illinois University quien realizó exploraciones
sobre un conjunto de patio cuadrangular con altar central y estructuras asociadas, además
de re-excavar el área intervenida por Hrdlička. Entre los materiales recuperados por este
investigador resaltan algunos fragmentos de cajetes con decoración al negativo que
corresponden al tipo de cerámica objeto del presente estudio. La descripción que aquí se
presenta de estos tiestos se basó en fotografías y dibujos proporcionados por el Arqlgo.
Peter Jiménez.

Los materiales cerámicos al negativo recuperados por Hrdlička y Kelley en


Totoate muestran una gran similitud con las vasijas de base anular de la región del sur de
Zacatecas, no sólo morfológicamente, sino que en su mayoría comparten elementos
decorativos.

Es importante subrayar que el material de Totoate sólo se conoce por imágenes y


no por contacto físico, por ello mucha de la información que se presenta a continuación es
parcial.

37
38
Pieza cerámica número: 30/6260 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1898, American Museum of Natural
History)
Procedencia: Valle de Mezquitc, Jalisco
Contexto: Sin contexto

Dimensiones:
Altura: 8.5 cm
©2014 AMNH. All rights reserved.
Diámetro de la boca: 17 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Vasija de silueta ligeramente compuesta, borde directo con terminación redondeada, fondo
cóncavo, base convexa y soporte cilíndrico sólido. Acabado pulido con excepción del
soporte, que únicamente fue alisado. Decoración interior y exterior con diseños al negativo
y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la superficie de la
pieza.

Decoración interior:
Se cuenta sólo con una imagen donde se aprecia un segmento muy pequeño del interior.
Solamente se ha podido observar una franja de pintura roja que cubre una parte del labio y
una franja un poco más ancha hacia la parte media del recipiente. El resto del diseño
interior se desconoce.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-6260)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

39
Decoración exterior:
Únicamente es visible una franja que cubre el borde y el trazo de un motivo poco claro que
podría corresponder a una greca escalonada. La decoración restante no se conoce.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

40
Pieza cerámica número: 30/11350 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones: ©2014 AMNH. All rights reserved.
Altura: 6.5 cm
Diámetro de la boca: 16.5 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de silueta ligeramente compuesta, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada y fondo cóncavo. El tipo de soporte no se aprecia en la fotografía. Acabado
pulido. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado
sobre la capa de engobe color bayo que cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
Partiendo de la boca hacia la base, la composición se conforma por una franja sólida de
pintura roja que cubre el labio de la pieza, por debajo una línea delgada regular que
constituye el límite superior de una banda donde se despliega una secuencia de cuatro
paneles sobre la pared del contenedor. Alternan en esta banda dos motivos geométricos
diferentes, separados por un conjunto conformado por dos líneas rectas verticales paralelas
seguidas de una línea dentada y dos líneas más, verticales paralelas.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11350)” del American Museum of Natural History, Division of Anthropology.

41
El primer motivo geométrico está compuesto por dos franjas dentadas encontradas,
separadas por una línea recta. El segundo diseño lo conforman dos líneas o franjas
quebradas o en zigzag, con series de líneas cortas que parten de ellas en sentido
perpendicular. Fueron dispuestas también de manera encontrada y separadas por una línea
simple también en zigzag. Como límite inferior de esta banda se colocaron dos líneas
delgadas concéntricas, seguidas en el fondo de una franja sólida. Posteriormente, aparecen
nuevamente dos líneas rectas concéntricas que sirven de marco al diseño colocado al centro
del fondo de la pieza.
El motivo central consta de cinco grecas trapezoidales que rematan en un triángulo
escalonado. La serie de grecas enmarca dos líneas concéntricas y un círculo sólido.

Motivo central

Decoración exterior:
Al igual que la decoración interior, sobre el exterior se han colocado principalmente
motivos geométricos. Constituyen estos diseños una franja que cubre el borde de la pieza y
sirve de marco superior a una banda decorativa dividida en tres o cuatro paneles de
representación. En estos espacios el diseño exterior reproduce también la greca escalonada.
Encima de la sección escalonada se colocó una espiral de un giro. Por debajo de esta banda
sigue una franja sólida que cierra la decoración.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

42
Pieza cerámica número: 30/11351 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones: ©2014 AMNH. All rights reserved.
Altura: 7 cm
Diámetro de la boca: 16 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de paredes curvo-divergentes, borde ligeramente ensanchado al exterior con
terminación redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado pulido.
Decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la
capa de engobe color bayo que cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
Del borde al fondo la decoración se encuentra constituida por una franja sólida de pintura
roja que cubre el labio de la pieza y sirve como límite superior a una banda decorativa
dividida en seis paneles, separados por series de tres líneas verticales paralelas. Se alternan
una figura antropomorfa con otra geométrica compuesta, que se describirán a continuación.
El motivo geométrico está conformado por una espiral de tres giros en un caso y cuatro en
el otro. En cuatro extremos de la espiral se colocaron líneas rectas diagonales cortas y


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11351)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

43
formas de peine con cinco o seis dientes dispuestas en diagonal. Un detalle importante en
este motivo es la sobreposición de un círculo de pintura roja traslucida.
El motivo antropomorfo está conformado por tres partes distintas, de arriba hacia abajo: (a)
el “tocado” o adorno capital; (b) el rostro de forma triangular con ojos y boca circulares y
nariz insinuada con una línea vertical; (c) los “brazos” formados con dos líneas curvas de
las que sobresalen cuatro líneas rectas diagonales cortas.

La decoración continúa con una franja roja sólida ubicada en la unión de la pared y el fondo
de la vasija, además sirve de límite a una segunda banda de decoración al negativo en la
que se plasmaron nueve formas de gancho unidos a peines de tres dientes.
Esta banda sirve de circunferencia a un círculo sólido que domina el fondo del recipiente.

Decoración exterior:
Sobre el exterior y del borde a la base la decoración consiste de una franja roja que cubre el
labio y marca el límite superior a una banda de al menos ocho paneles de representación
delimitados por dos líneas rectas paralelas diagonales. Dentro de estos espacios se
encuentra el mismo motivo geométrico compuesto por una línea quebrada irregular en
posición también diagonal en sentido contrario a las líneas divisorias. La banda es limitada
inferiormente por una franja roja sólida horizontal que sigue la circunferencia de la pieza.
El resto de la pieza (base anular) carece de decoración.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

44
Pieza cerámica número: 30/11359 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones:
©2014 AMNH. All rights reserved.
Altura: 7.5 cm
Diámetro de la boca: 16 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de silueta compuesta, borde directo con terminación redondeada. Posiblemente el
fondo sea cóncavo y el soporte cilíndrico sólido. Acabado pulido. Decoración interior y
exterior con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color
bayo que cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
En el segmento de la pieza que se aprecia en la fotografía únicamente se alcanzan a apreciar
unos pocos fragmentos de una banda decorativa que deja entrever dos paneles de
representación.
En el primer panel se puede apreciar un motivo parecido a una “u” rematada en un gancho,
pero la imagen no es muy clara. En el segundo panel apenas se aprecia una línea diagonal
ondulada, pero es imposible de definir. El resto de la decoración se desconoce.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11351)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

45
Decoración exterior:
Sobre el exterior colocaron motivos geométricos, iniciando con una franja de pintura roja
que cubre el borde de la pieza y sirve de marco superior a una banda decorativa dividida en
dos o tres paneles. En el único que es visible en la imagen se observa una greca escalonada
de gran formato, lograda mediante negativo. Debajo de esta banda se colocó una franja al
negativo. El soporte de la pieza carece de decoración.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

46
Pieza cerámica número: 30/11361 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones: ©2014 AMNH. All rights reserved.
Altura: 8 cm
Diámetro de la boca: 17 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de paredes con tendencia recta-divergente, borde evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo y soporte anular. Acabado bruñido con excepción del soporte,
que solamente fue alisado. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura
rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la superficie visible de la
pieza, con excepción del soporte.

Decoración interior:
El diseño interior de la pieza está conformado por una franja de pintura rojo-anaranjado que
cubre el labio del recipiente, por debajo una línea quebrada con ángulos rectos; entre los
espacios formados por la línea se colocaron tres pequeñas líneas rectas verticales. Le sigue
otra franja sólida de pintura rojo-anaranjado que sirve de marco superior a una banda
decorativa dividida en seis paneles de representación.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11361)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

47
Del segmento de la pieza que podemos apreciar se observa que en los paneles se alternan
dos figuras de trazo geométrico, separadas por un conjunto de tres líneas rectas verticales.
La primera imagen corresponde a una espiral de cuatro giros acompañada en sus extremos
por motivos en peine, al centro y por encima de la espiral un pequeño círculo con líneas
cortas. Todo el motivo completo parece semejar un ave. La segunda figura muestra dos
triángulos rectángulos encontrados, aserrados en su cara interna, y en medio de ellos tres
líneas paralelas en zig-zag. Delimita la banda en la parte inferior una franja sólida de
pintura rojo-anaranjado que demarca el diseño central.
Sobre el fondo de la pieza se aprecian ocho franjas rectas que fueron logradas aplicando un
poco de presión antes de la primera cocción y, posteriormente, fueron cubiertas con pintura
roja.

Decoración exterior:
La mayor parte del cuerpo exterior del cajete fue cubierta por una banda ancha de pintura
roja. En ésta se dejaron libres de pintura espacios rectangulares donde se localizan motivos
al negativo. La única foto disponible de la pieza sólo deja ver uno de estos recuadros y el
inicio de un segundo, pero lo más seguro es que en la cara oculta se repita el patrón.
La figura abstracta, muy similar a otras representaciones, está trazada a partir de dos
ganchos de dos giros que fungen como “brazos y torso”, un arco rectangular que hace de
“piernas y pies” y una forma en “T” inversa sobresale al centro del arco.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

48
Pieza cerámica número: 30/11367 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones: ©2014 AMNH. All rights reserved.

Altura: 8 cm
Diámetro de la boca: 17 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de silueta compuesta, borde directo con terminación redondeada, fondo cóncavo y
soporte cilíndrico sólido. Acabado bruñido. Decoración interior y exterior con diseños al
negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la
superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
Del borde al fondo, se observan una franja sólida de pintura rojo-anaranjado, seguida de
una banda donde se dejó aparente el color bayo. Por debajo una banda de pintura roja y
nuevamente una banda de color bayo. Un círculo sólido de pintura roja domina el fondo de
la vasija.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11367)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

49
Decoración exterior:
Sobre el exterior se colocó una franja de pintura rojo-anaranjado que sirve de marco
superior a una banda de decoración. En esta banda se plasmó lo que parece corresponder a
una greca rectangular escalonada al negativo. Delimita este motivo en su parte inferior
otra franja sólida de pintura roja.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

50
Pieza cerámica número: 30/11370 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones:
©2014 AMNH. All rights reserved.
Altura: 4.5 cm
Diámetro de la boca: 10 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Fragmento de cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con
terminación redondeada. Acabado bruñido. Decoración interior y exterior con diseños al
negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la
superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
En el fragmento únicamente se observa una franja que cubre el labio del recipiente, por
debajo una banda con decoración al negativo de la que no se puede distinguir detalles y
enseguida una franja de pintura roja que sigue la circunferencia de la vasija.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11370)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

51
Decoración exterior:
Sobre el exterior se colocaron dos franjas de pintura roja que enmarcan una banda con
diseños al negativo sobre el engobe bayo. En la banda se plasmó una secuencia de motivos
en forma de “s” dispuestos de manera horizontal (xonecuilli). La serie está delimitada en la
parte superior e interior por líneas rectas horizontales también logradas al negativo.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

52
Pieza cerámica número: 30/11709 (Colección Dr.
Aleš Hrdlička, 1902, American Museum of Natural
History)

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Altar central del patio circular (Hrdlička
1903, Kelley 1971)

Dimensiones: ©2014 AMNH. All rights reserved.
Altura: 7 cm
Diámetro de la boca: 16 cm
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de paredes divergentes, borde ligeramente evertido con terminación redondeada,
fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y
el soporte que fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y
pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la superficie visible
de la pieza, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo la decoración consta de una franja sólida de pintura rojo-anaranjado que
cubre el labio de la pieza y sirve como límite superior a una banda decorativa de seis
paneles de representación divididos por tres líneas rectas paralelas. Los motivos que
alternan estos espacios son de trazo geométrico y antropomorfo.


Dimensiones tomadas de la cédula de registro: “Dark colored bowl. Mexican and Central American
Archaeological collection (30-11709)” del American Museum of Natural History,. Division of Anthropology.

53
El motivo geométrico es una espiral de cinco giros en la que sobre cuatro de sus lados se
han colocado líneas rectas cortas y una forma de peine. Sobre su lado izquierdo un círculo
pequeño con dos líneas con tendencia curva. El motivo pudiera sugerir un elemento de tipo
zoomorfo.
El motivo antropomorfo se encuentra conformado de tres partes distintas, de arriba hacia
abajo: (a) el “tocado” o adorno capital; (b) el rostro de forma triangular, ojos circulares,
nariz rectangular y boca en forma de peine; (c) los “brazos” formados por dos líneas curvas
unidas a figuras de peine.

En la parte inferior de esta banda una franja sólida de pintura rojo-anaranjado sirve de
límite a una segunda banda de decoración sobre la que se plasmaron al negativo siete
formas de gancho unidas a formas de peine. Un círculo sólido de pintura roja domina el
fondo del recipiente.

Decoración exterior:
La mayor parte fue cubierta por una banda ancha de pintura roja. En ésta se dejaron libres
de pintura espacios rectangulares donde se localizan motivos al negativo. En las fotos de la
pieza sólo deja ver uno de estos recuadros y el inicio de un segundo, pero lo más seguro es
que en la cara oculta se repita el patrón.

El cuerpo exterior del cajete fue cubierto por una banda ancha de pintura rojo-anaranjado.
En ésta se dejaron libres espacios rectangulares donde se colocaron formas de “S”
horizontal de gran formato al negativo.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

54
Pieza cerámica número: s/n
Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco
Contexto: Structure 1 (site LCBH 3-1) Plaza con
altar central (University Museum of Southern
Illinois-National Science Foundation, 1963) (Kelley
1971)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo: Foto de Peter Jimenez

Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Hasta donde la imagen permite observar se trata de un fragmento de cajete de paredes
curvo-divergentes, borde posiblemente evertido con terminación plana y fondo cóncavo.
Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre la capa de engobe color bayo
que cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
El diseño interior de la pieza está conformado por una serie de pequeños círculos con punto
central al negativo que se distribuyen cerca del borde del recipiente, seguidos de dos líneas
rectas concéntricas que sirven de marco superior a una banda decorativa.
De la banda únicamente se alcanza a apreciar diseños poco claros con contornos
redondeados. Delimitan esta banda dos líneas concéntricas que siguen la circunferencia del
fondo. Al centro solamente son visibles partes de algunos círculos en varios tamaños.

55
Decoración exterior:
Por la perspectiva en la que fue tomada la fotografía no es posible saber si el recipiente
cuenta o no con una decoración al exterior.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

56
Pieza cerámica número: s/n

Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco


Contexto: Structure 1 (site LCBH 3-1) Plaza con altar
central (University Museum of Southern Illinois-
National Science Foundation, 1963) (Kelley 1971)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo: Foto de Peter Jiménez
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
La imagen únicamente permite observar un fragmento lustroso indicando posiblemente un
acabado bruñido y una decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura rojo-
anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
La decoración se conforma por una franja sólida de pintura rojo-anaranjado que cubre el
labio de la pieza y sirve como límite superior a una banda decorativa sobre la que se
colocaron dos motivos al negativo de trazo geométrico y antropomorfo.
El motivo geométrico está conformado por una espiral de cinco giros, sobre su parte visible
va acompañada por dos figuras de peine curvo. Sobre este motivo se colocó un círculo de
pintura roja traslucida como una acuarela.
El motivo antropomorfo se encuentra conformado de tres partes distintas, de arriba hacia
abajo: el “tocado” o adorno capital; el rostro de forma triangular, con ojos circulares; los
“brazos” formados por una línea recta diagonal de la que sobresalen cinco líneas cortas.

57
A cada lado de la figura se han colocado dos líneas ligeramente curvas que parecieran
unirse al motivo geométrico aledaño.

Decoración exterior:
La decoración consta de una franja de pintura rojo-anaranjado que cubre el borde de la
pieza seguida de una línea recta concéntrica al negativo, la cual sirve de marco superior a
una banda decorativa sobre la que se plasmaron dos figuras también al negativo. La primera
parece corresponder a una figura abstracta trazada a partir de dos ganchos, dos líneas rectas
paralelas quebradas en sus extremos y una forma en “L” que sobresale al centro de las
líneas rectas. Este es un motivo decorativo mucho más estilizado que los observados en
otros ejemplares del mismo tipo.
El segundo motivo está incompleto, pero podría corresponder a un xonecuilli o a una greca
de gran formato y trazo rectangular.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

58
Pieza cerámica número: s/n
Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco
Contexto: Structure 1 (site LCBH 3-1) Plaza con altar
central (University Museum of Southern Illinois-
National Science Foundation, 1963) (Kelley 1971)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Foto de Peter Jiménez
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Al igual que en la pieza anterior, la imagen únicamente permite observar un fragmento
lustroso indicando posiblemente un acabado bruñido y una decoración interior y exterior
con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que
cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
La decoración inicia con una franja sólida de pintura rojo-anaranjado que cubre el labio del
recipiente, seguida de una primera banda sobre la que se ha desplegado una serie de
pequeños triángulos al negativo unidos en la base. El límite inferior de esta banda lo
constituye una franja sólida de pintura rojo-anaranjado, que además forma el límite superior
de una segunda banda de decoración. Sobre ésta se colocaron espirales triangulares o
triángulos concéntricos delimitados por otra franja de pintura roja.

59
Decoración exterior:
Sobre el exterior y del borde a la base la decoración consiste de una franja de pintura rojo-
anaranjado que cubre el labio y marca el límite superior a una banda de decoración. Dentro
se colocó una forma de “S” (xonecuilli), en posición horizontal, que alterna con un motivo
de reloj de arena. La banda es limitada inferiormente por una línea delgada irregular al
negativo y una franja sólida de pintura rojo-anaranjado.

Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

60
Pieza cerámica número: s/n
Procedencia: Sitio arqueológico Totoate, Jalisco
Contexto: Structure 1 (site LCBH 3-1) Plaza con altar
central (University Museum of Southern Illinois-
National Science Foundation, 1963) (Kelley 1971)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Foto de Peter Jiménez
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Al igual que en la pieza anterior, la imagen solamente permite observar un fragmento
lustroso indicando posiblemente un acabado bruñido y una decoración interior y exterior
con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que
cubre la superficie visible de la pieza.

Decoración interior:
Únicamente se observa una franja que cubre el labio del recipiente, la cual delimita una
banda decorativa con un gran círculo sólido de pintura rojo-anaranjado y enseguida una
franja sólida también de pintura roja que sigue la circunferencia interior de la vasija.

Decoración exterior:
Sobre el exterior se observa una franja que cubre el labio del recipiente y sirve de límite
superior a una banda decorativa con diseños al negativo. Sobre la banda se presentan una
serie de líneas diagonales escalonadas que se unen a una línea recta ligeramente diagonal.
Una franja sólida delimita la banda en la parte inferior.

61
Observaciones y notas:
Con respecto a las piezas que conforman esta colección y a las cuales no hemos tenido
acceso de manera física, la descripción de la decoración y algunos aspectos de las formas
han quedado limitados por los segmentos representados en las fotografías.

62
3.2. La colección de la zona Apozol-Juchipila

Entre los años de 1937 a 1950, el señor Federico Sescosse recuperó variados objetos de
carácter arqueológico, mismos que conforman lo que se conoce como Colección Sescosse,
procedentes de las localidades de La Purísima y La Tirisia, ubicadas entre los municipios
de Apozol y Juchipila en el sur del estado de Zacatecas.

La colección se encuentra conformada por un total de 185 piezas arqueológicas, de


las cuales cinco corresponden a las cerámicas objeto de estudio en este trabajo. Posterior a
su hallazgo, las vasijas fueron restauradas y conservadas por especialistas, por lo que su
estado actual es sumamente bueno. Considerando la falta de información contextual, estas
piezas nos han resultado relevantes en los ámbitos morfológico, estilístico e iconográfico.

La colección fue inventariada por el INAH en junio de 1991 y una parte de ella se
pudo observar y dibujar físicamente gracias a las gestiones del Arqlgo. Peter Jiménez y al
apoyo de Gabriela Sescosse, actual depositaria de la colección. Los datos de las piezas que
no se pudieron consultar se tomaron de fotografías proporcionadas por el mencionado
investigador.

63
64
Pieza cerámica número: P.F. 257-s/n (No. de
registro-INAH)
Procedencia: La Purísima-La Tirisia, Apozol-
Juchipila, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Sescosse)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Foto de Peter Jimenez
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada y fondo cóncavo. Se desconoce si se trata de un soporte anular o cilíndrico
sólido. El acabado al parecer es bruñido con excepción del soporte, que fue alisado.
Decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la
capa de engobe color bayo que cubre la totalidad de la pieza, con excepción del soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo la decoración inicia con una franja sólida de pintura rojo-anaranjado que
cubre el labio del recipiente. Por debajo se percibe una banda de decoración dividida en
paneles que, debido a la baja calidad de la fotografía, no han sido reconocibles; un detalle
importante es la sobreposición de algunos círculos de pintura roja traslucida sobre algunos
de los motivos.
Delimita la banda una franja sólida de pintura roja y una del color natural del barro (bayo).
En el fondo de la vasija se observa un gran círculo sólido de pintura roja.

65
Decoración exterior:
Sobre el exterior se colocó una franja sólida de pintura rojo- anaranjado que cubre el borde
de la pieza, por debajo de ésta se dejó una banda en tono bayo sobre la que se colocó una
franja en forma de zigzag de gran formato de pintura rojo-anaranjado. Delimita esta banda
otra franja sólida de pintura roja.

Observaciones y notas:
Únicamente se han reconocido estos rasgos al ser una de las pocas piezas a las cuales no
tuvimos acceso de manera física, sino solamente fotográfica.

66
Pieza cerámica número: P.F. 257-94 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: La Purísima-La Tirisia, Apozol-


Juchipila, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Sescosse)
Dimensiones:
Altura: 6.4 cm
Diámetro de la boca: 15.10 cm
Diámetro del soporte anular: 9.5 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R191/G128/B75
Negro Negativo: R45/G44/B26
Rojo-anaranjado: R172/G89/B59

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con
diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre
la totalidad de la pieza, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una franja sólida de pintura rojo-anaranjado
que cubre el labio del recipiente. Enseguida, una línea delgada que sirve de límite superior
a una línea aserrada o dentada. Por debajo, una línea recta concéntrica seguida de una franja
sólida de pintura roja. Una línea recta concéntrica forma el límite superior de una segunda
banda de decoración, donde se han colocado 11 grecas escalonadas rectangulares unidas,
logradas mediante negativo y delimitadas en la parte inferior por una franja sólida también
al negativo.

67
En el fondo de la vasija el motivo central está conformado por seis conjuntos de tres
medios círculos, el último de ellos aserrado, colocados alrededor de un gran círculo sólido
de pintura roja.

Decoración exterior:
Sobre el exterior se han colocado una franja sólida de pintura rojo- anaranjado que cubre el
borde de la pieza, por debajo de ésta una banda de decoración dividida en diez paneles de
representación de los cuales sólo se aprecian siete. Alternados se encuentran dos motivos
geométricos.
El primero es un motivo en forma de dos líneas aserradas horizontales entre los cuales se
han trazado dos líneas paralelas horizontales. El segundo diseño es una espiral de dos o tres
giros con un pequeño círculo sólido al centro; de manera similar a otras piezas, sobre este
motivo se ha plasmado un círculo de pintura roja traslucida, como acuarela. Delimita esta
banda una franja sólida de pintura roja.

Observaciones y notas:
No se observaron huellas de uso en la pieza. El exterior de la vasija presenta una pérdida de
pintura roja sobre el borde.

68
Pieza cerámica número: P.F. 257-100 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: La Purísima-La Tirisia, Apozol-


Juchipila, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Sescosse)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo: Foto de Peter Jimenez
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de paredes recto-divergentes, borde directo con terminación redondeada, fondo
cóncavo y soporte anular. El acabado al parecer es bruñido con excepción del soporte, que
fue alisado. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado
sobre la capa de engobe color bayo que cubre la totalidad de la pieza, con excepción del
soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una línea de pintura rojo-anaranjado que cubre
el labio del recipiente y que sirve como límite superior a una banda decorativa dividida
presumiblemente en seis paneles. Los motivos alternantes son dos, ambos geométricos.
La primera figura consta de una espiral de cinco giros colocada dentro de un cuadrado
limitado superiormente por una línea quebrada. Sobre este diseño se colocó un círculo de
pintura roja traslucida. La segunda figura se conforma de una serie de medios círculos
superpuestos y líneas curvas que forman un rectángulo en cuyos extremos tiene líneas
dentadas.

69
En el límite inferior de la banda una franja sólida de pintura roja; por debajo tres líneas del
tono bayo del engobe que sirven de marco a un gran círculo rojo-anaranjado en el fondo de
la vasija.

Decoración exterior:
Sobre el exterior se colocó una franja sólida de pintura rojo- anaranjado que cubre el borde
de la pieza, por debajo dos pares de líneas ondulantes concéntricas del color del engobe que
enmarcan una línea irregular en forma de zigzag. Por debajo una franja sólida de pintura
roja.

Observaciones y notas:
Únicamente se han reconocido estos rasgos al ser una de las pocas piezas a las cuales no
tuvimos acceso de manera física, sino solamente fotográfica.

70
Pieza cerámica número: P.F. 257-122 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: La Purísima-La Tirisia, Apozol-


Juchipila, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Sescosse)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Foto de Peter Jimenez
Rojo-anaranjado:

Descripción general:
Cajete de paredes curvo-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo y soporte anular. El acabado al parecer es bruñido con
excepción del soporte, que fue alisado. Decoración interior y exterior con diseños al
negativo y pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la
totalidad de la pieza, con excepción del soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una franja de pintura rojo-anaranjado que
cubre el labio del recipiente y que sirve como límite superior a una banda decorativa
dividida presumiblemente en cuatro paneles por medio de líneas rectas verticales. El
motivo representado en estos espacios es zoomorfo.
La figura zoomorfa puede representar un cuadrúpedo trazado a partir de una espiral de
cuatro giros a los que se une una “cabeza” con orejas y fauces, además de dos líneas
aserradas, una debajo de la cabeza y la otra posiblemente formando la “cola”.

71
En el límite inferior de la banda se observa una línea de color bayo y una franja sólida de
pintura roja; esta última sirve de marco a un gran círculo en tono bayo en el fondo de la
vasija, el cual estuvo decorado al negativo; sin embargo, su diseño no se aprecia.

Decoración exterior:
En esta pieza únicamente hemos podido identificar dos franjas sólidas de pintura rojo-
anaranjado: una cubre el borde de la pieza y la otra a la altura de la unión entre pared y
fondo. Ambas enmarcan un diseño al negativo que no se aprecia en la fotografía.

Observaciones y notas:
Únicamente se han reconocido estos rasgos al ser una de las pocas piezas a las cuales no
tuvimos acceso de manera física, sino solamente fotográfica.

72
Pieza cerámica número: P.F. 257-123 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: La Purísima-La Tirisia, Apozol-


Juchipila, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Sescosse)
Dimensiones:
Altura: 7.9 cm
Diámetro de la boca: 16.4 cm
Diámetro del soporte anular: 8.9 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R172/G155/B115
Negro Negativo: R75/G61/B50
Rojo-anaranjado: R140/G70/B44

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde evertido con terminación redondeada, fondo
cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el
soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y
pintura rojo-anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la totalidad de la
pieza, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo la decoración inicia con una franja sólida de pintura rojo-anaranjado
sobre el labio que sirve de límite superior a una primera banda de decoración, en la que se
ha colocado una línea cuadrangular quebrada. Debajo dos franjas sólidas concéntricas de
pintura roja que delimitan una segunda banda decorativa, que ha sido dividida en ocho
paneles por medio de pares de líneas rectas verticales. Los motivos alternantes en estos
espacios son geométricos y antropomorfos.
El diseño geométrico en una greca cuadrangular con sus vértices redondeados, en dos de
los casos el centro es casi redondo. La figura antropomorfa pueden ser dividida en tres

73
partes: (a) el “tocado” o adorno capital, trazado mediante dos líneas paralelas horizontales y
varias líneas cortas verticales encima; (b) el “rostro” o cabeza de forma triangular, ojos
ovalados, nariz lineal y boca cuyas comisuras se encuentran hacia abajo; (c) las “manos”
están conformadas por cinco líneas rectas verticales que se unen a una línea diagonal muy
cerca del rostro.

Delimitando la banda anterior se encuentra una franja sólida de pintura roja que sirve de
circunferencia a una línea quebrada en forma de pirámide lograda mediante negativo y que
alterna con pequeños círculos también al negativo. En el fondo un círculo sólido al
negativo.

Decoración exterior:
La decoración exterior se conforma por una franja sólida de pintura roja sobre el borde, por
debajo una banda decorativa de seis paneles al negativo, de los cuales únicamente se
conservan cuatro; el lugar de los dos restantes es ocupado por una restauración. Alternando
estos espacios de representación se encuentran una figura geométrica y otra antropomorfa.
La figura geométrica es una forma de “S” horizontal (xonecuilli) de gran formato pintada
en tono rojo-anaranjado. La segunda imagen lograda mediante negativo, está trazada a
partir de dos ganchos de dos giros que fungen como “brazos y torso”, una línea quebrada
que forma un medio rectángulo hace de “piernas y pies” y una forma en “L” sobresale al
centro del medio rectángulo. Finalmente delimita esta banda una franja sólida de pintura
roja que sigue la circunferencia de la vasija.

Observaciones y notas:
No se observaron huellas de uso sobre la pieza. La vasija ha sido restaurada.

74
Pieza cerámica número: P.F. 257-125 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: La Purísima-La Tirisia, Apozol-


Juchipila, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Sescosse)
Dimensiones:
Altura:
Diámetro de la boca:
Diámetro del soporte anular:
Grosor:
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe):
Negro Negativo:
Rojo-anaranjado: Foto de Peter Jiménez

Descripción general:
Cajete de paredes irregulares de tendencia recta-divergente, borde directo con terminación
redondeada, fondo cóncavo y soporte anular. Acabado bruñido con excepción del soporte,
que fue alisado. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y pintura rojo-
anaranjado sobre la capa de engobe color bayo que cubre la totalidad de la pieza, con
excepción del soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una línea de pintura rojo-anaranjado que cubre
el labio del recipiente y que sirve como límite superior a una franja decorativa de rombos
sólidos alternados con rombos lineales con cuatro puntos en el centro. Por debajo se
encuentran dos líneas concéntricas que enmarcan una banda decorativa dividida en ocho
paneles por medio de líneas rectas verticales. Los motivos alternantes en estos espacios son
geométricos y antropomorfos al negativo.
El diseño geométrico es una forma de “X” que abarca toda la sección del panel
representado; en sus vértices se plasmaron líneas rectas perpendiculares.

75
La figura antropomorfa puede ser dividida en tres partes: (a) el “tocado” o adorno capital,
trazado mediante una línea paralela horizontal y varias líneas cortas verticales encima; (b)
el “rostro” o cabeza de forma triangular, ojos y una boca circulares, nariz lineal y a los
lados parece presentar “orejeras”; (c) el “torso” conformado por el pecho y brazos de forma
redondeada, al centro un adorno en forma de espiral.

En el límite inferior de la banda se añadió una franja sólida, que además sirve de marco a
una segunda banda decorativa en la que se plasmaron, también al negativo, 11 ganchos que
rematan en figuras de peine y un gancho simple. En el fondo de la vasija un gran círculo
sólido de pintura roja.

Decoración exterior:
Sobre el exterior vemos una franja sólida de pintura rojo- anaranjado que cubre el borde de
la pieza, por debajo de ésta se conservó una banda del tono bayo de la vasija, sobre la que
se colocó una franja en zigzag de gran formato de tono rojo-anaranjado. Delimita esta
banda por la parte inferior una franja sólida de pintura roja.

Observaciones y notas:
Únicamente se han reconocido estos rasgos al ser una de las pocas piezas a las cuales no
tuvimos acceso de manera física, sino solamente fotográfica.

76
3.3. Las colecciones del Cerro del Teúl

Los cajetes de base anular de la zona del Teúl, no provienen de excavaciones controladas
en el cerro, sino de saqueos de los cuales no se tiene mucha información, a sabiendas de
que en su mayoría provienen de la ladera oeste del cerro. A lo largo de estos últimos años
de trabajo en el Teúl, el proyecto arqueológico homónimo se ha dado a la tarea de recuperar
la mayor cantidad de objetos arqueológicos procedentes de dicho asentamiento.

Como resultado de estos trabajos contamos con diecinueve cajetes de base anular
al negativo, una de las muestras más grandes de este tipo de objetos en toda la región. Las
piezas del Teúl no son todas iguales, pero sí comparten una serie de elementos idénticos
entre sí (forma, composición y motivos) y, en algunos casos, iguales a los de otras áreas,
como en el caso de las piezas de la región de Apozol/Juchipila, Tototate y San Juan Atoyac
en Jalisco, como ya había sido notado por Jiménez (Jiménez, 1989: pág. 12-14. Jiménez,
1995: pág. 41).

Las piezas que se muestran a continuación se corresponden a las colecciones


Raíces del Teúl y Cristal Bertaud (en custodia del INAH a través del PACT), Museo Casa
Cural (colección registrada por el PACT bajo custodia de particulares) y Don Aurelio
Lamas (registrada por el PACT en custodia de particulares).

77
78
Pieza cerámica número: P.J. 2013-001 (No. de
registro-INAH)
Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl
de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 8 cm
Diámetro de la boca: 16.3 cm
Diámetro del soporte anular: 9.2 cm
Grosor: 7 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R182/G122/B68
Negro Negativo: R18/G8/B16
Rojo-anaranjado: R116/G55/B36

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con
diseños al negativo y pintura traslucida rojo-anaranjado en algunos sectores, sobre la capa
de engobe color bayo que cubre la totalidad de la pieza, con excepción de la base y el
soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración se conforma por una franja sólida de pintura roja que
cubre el labio de la pieza y sirve como límite superior a una primera banda decorativa sobre
la que se plasmaron una serie de grecas rectangulares escalonadas. Por debajo, dos líneas
rectas concéntricas que delimitan una segunda banda decorativa dividida en ocho paneles
de representación y separados por un par de líneas verticales paralelas. Los motivos
alternantes colocados en estos espacios son geométricos y antropomorfos.

79
El motivo geométrico es una espiral de tres giros con una figura en forma de “y” en la parte
superior, además de esto se han colocado cuatro líneas curvas en forma de peine.
Únicamente uno de los cuatro motivos carece de la figura en “y”.
El motivo antropomorfo está conformado por tres partes distintas, de arriba hacia abajo: (a)
el “tocado” o adorno capital; (b) el rostro de forma triangular, ojos circulares, narizy boca
mediante líneas verticales; (c) los “brazos” formados por dos líneas paralelas unidas en
cueva y una figura de peine a cada lado.

Por debajo, una franja de pintura roja en la unión de cuerpo y fondo circunda una línea
quebrada asimétrica lograda mediante negativo, la cual a su vez enmarca en el fondo un
círculo sólido de pintura roja.

Decoración exterior:
Sobre el exterior la decoración consiste de una franja de pintura rojo-anaranjado que cubre
el labio y marca el límite superior de una banda decorativa dividida en seis paneles de
representación. Alternan en esta banda dos motivos geométricos. El primero una figura de
“S” horizontal (xonecuilli) de gran formato. El segundo es un motivo de reloj de arena.
Una franja sólida de pintura rojo-anaranjado delimita la banda en la parte inferior.

Observaciones y notas:
La vasija fue reutilizada con decoración pseudo-cloisonné por encima del negativo. Se
observó un ligero desgaste en el fondo de la vasija.

80
Pieza cerámica número: P.J. 2013-005 (No. de
registro-INAH)
Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl
de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7.6 cm
Diámetro de la boca: 17 cm
Diámetro del soporte anular: 8.4 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R116/G104/B88
Negro Negativo: R109/G44/B22
Rojo-anaranjado: R208/G94/B58

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre un engobe
rojo-anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
El diseño al negativo en el interior de la pieza no se logró de manera óptima, además de que
el desgaste por el uso provocó la pérdida de la decoración en el fondo, de modo que
únicamente se aprecia una franja sólida que cubre el labio del recipiente. Por debajo cuatro
líneas horizontales concéntricas que siguen la circunferencia de la vasija. El resto del
diseño no se aprecia.

81
Decoración exterior:
Del exterior únicamente es visible una banda ancha en la que se dejó libre un espacio
rectangular donde se plasmó un motivo antropomorfo al negativo. La figura antropomorfa
está compuesta de: (a) la “cabeza” triangular y (b) el “cuerpo” trazado a partir de dos
ganchos de uno y dos giros que fungen como “brazos y torso”, un arco rectangular que hace
de “piernas y pies” y dos pequeños ganchos que sobresalen al centro del arco. Por debajo
de esta banda la vasija no presenta decoración.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: color rojo y negro negativo. Se aprecian en
el fondo de la vasija un desgaste por uso.

82
Pieza cerámica número: P.J. 2013-017 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7 cm
Diámetro de la boca: 13.5 cm
Diámetro del soporte anular: 7.5 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R127/G125/B113
Negro Negativo: R70/G64/B64
Rojo-anaranjado:R198/G109/B60

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre un engobe
rojo-anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una franja sólida sobre el labio de la pieza, que
sirve de límite superior a una banda decorativa sobre la que plasmaron seis paneles
separados por un par de líneas rectas paralelas verticales. Alternan las divisiones un motivo
escalonado y una figura abstracta.
El primero está compuesto por dos formas triangulares escalonadas o dentadas en su eje
mayor, dispuestas sobre dos líneas delgadas seguidas de una forma de “S” horizontal con
puntos en una de sus curvas, o por tres círculos con punto central, estas figuras recuerdan
numerales (ver capítulo siguiente).

83
La segunda está compuesta por una espiral de tres giros al centro del panel, flanqueada por
una curva que remata en espiral en ambos extremos. Completan el conjunto series de líneas
curvas o rectas que se proyectan en diversas direcciones en forma vertical, horizontal y
diagonal. Es posible que esta figura compuesta sea una representación abstracta o una
unidad de significado.
Dos líneas concéntricas marcan el límite inferior del diseño y circundan otra banda, ya en el
fondo del cajete, en la que se plasmaron al negativo siete ganchos con líneas rectas cortas y
ligeramente curvas. Finalmente, dos líneas rectas concéntricas, una franja ondulante y un
círculo sólido cubren el fondo de la vasija. La franja ondulante y el círculo semejan una flor
de cuatro pétalos.

Decoración exterior:
La decoración exterior está conformada por una franja sólida que cubre el labio del
recipiente y sirve de límite superior a una banda decorativa que fue dividida en cuatro
paneles. Sobre éstos se han plasmado cuatro figuras de “S” horizontales de gran formato y
no se observa ningún otro elemento limitando la banda.

Observaciones y notas:
No se observaron huellas de uso sobre la pieza. Algunas manchas de cocción sobre el
exterior del recipiente. La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro.

84
Pieza cerámica número: P.J. 2013-018 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7.4 cm
Diámetro de la boca: 15.3 cm
Diámetro del soporte anular: 8.6 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R141/G125/B100
Negro Negativo: R95/G69/B54
Rojo-anaranjado (engobe): R184/G92/B45

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre un engobe
rojo-anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo la decoración interna se compone de una franja sólida sobre el labio del
recipiente. Por debajo, una banda decorativa dividida en seis paneles de representación
separados por tres líneas rectas paralelas. Alternan en esta banda tres figuras geométricas y
tres abstractas.
La figura geométrica consta de dos triángulos rectángulos con el eje mayor aserrado, fueron
colocados encontrados y separados por dos líneas diagonales; dentro de los triángulos se
colocó un pequeño círculo.

85
Las tres figuras con las que alternan son diferentes y se describirán por separado. Siguiendo
el despliegue del diseño interior, de izquierda a derecha tenemos: (a) una espiral con tres
giros con un extremo terminado en gancho de cuyo borde externo parten series de líneas
rectas cortas; por encima una línea que sigue la curvatura de la espiral, termina en gancho y
también presenta series de líneas; (b) similar a la anterior imagen, la espiral se encuentra
del lado opuesto y cuenta con menor número de líneas rectas sobre su borde externo; (c)
una espiral de dos giros asimétricos con un extremo terminado en gancho cuyo borde
cuenta con líneas rectas cortas, del lado contrario una línea que sigue la curvatura de la
espiral remata en gancho y también presenta líneas cortas y una en forma de “L”.

Delimitando esta banda decorativa en su parte inferior, se observan una línea recta, una
franja sólida y una segunda línea; por debajo, una franja sólida quebrada, una línea recta y
una franja sólida concéntricas, las cuales enmarcan un círculo dividido en cuatro a partir de
una forma un reloj de arena en el fondo de la vasija.

Decoración exterior:
Del borde a la base, la decoración externa cuenta con una franja sólida sobre el labio de la
pieza. Por debajo, una banda decorativa que ha sido dividida en cuatro paneles de
representación separados por un pequeño rectángulo sólido. Sobre esos espacios una figura
en forma de “S” horizontal de gran formato. Limitan la banda una línea recta, una franja
sólida quebrada y una segunda línea recta.

Observaciones y notas:
La vasija ha sido reutilizada colocándose decoración pseudo-cloisonné encima del
negativo, de la cual sólo quedan pocos espacios con pigmentos en tonos blanco
(R216/G213/B106) y negro (R75/G67/B65). No se observaron huellas en la pieza. La
vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro.

86
Pieza cerámica número: P.J. 2013-019 (No. de
registro-INAH)
Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl
de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7.7 cm
Diámetro de la boca: 15.5 cm
Diámetro del soporte anular: 8.9 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R147/G147/B139
Negro Negativo: R100/G88/B72
Rojo-anaranjado (engobe): R149/G76/B44

Descripción general:
Cajete de paredes curvo-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Piezas como ésta son descritas
por otros investigadores (ej. López Mestas y Ramos 1992: 132) como cajetes semiesféricos,
quizás debido a la silueta del segmento inferior de la vasija; sin embargo, si observamos el
perfil completo de la pieza es posible segmentar la silueta en tres partes: por un lado la
curvatura en la base propia de un cuenco semiesférico (lo que Lelgemann describe como
“una elegante curva entre el anillo y la pared”), por otro lado un espacio de cuerpo recto y
finalmente un borde ligeramente evertido, que en conjunto dan la sensación de observar un
recipiente de paredes curvo-divergentes.
Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración
interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-anaranjado, con excepción de
la base y el soporte.

87
Decoración interior:
De la boca a la base, la composición se conforma de una franja sólida que cubre el labio de
la pieza; por debajo una línea recta constituye el límite superior de una banda decorativa
que ha sido dividida en seis paneles. Alternan en esta banda dos tipos de figuras
geométricas.
El primero es un motivo en forma de peine de gran formato con cuatro o cinco dientes
anchos asimétricos redondeados en las puntas.
La segunda es una figura compuesta por una espiral de dos giros al centro; sobre el borde
externo y en cuatro de sus lados se colocaron espirales irregulares de uno y dos giros
acompañados por líneas rectas cortas, diagonales aserradas y líneas ligeramente curvas.
Delimitan esta banda una línea recta y una franja sólida que sirve de marco a una segunda
banda de decoración, ya en el fondo de la vasija, donde se han plasmado seis figuras en
forma de “S” horizontal terminadas en espirales de dos giros y dos espirales de tres giros.
Al centro de la vasija, tres líneas rectas concéntricas enmarcan un círculo dividido en cuatro
a partir de una forma de reloj de arena y dos ganchos con líneas verticales cortas.

Decoración exterior:
La composición externa consta de dos líneas rectas concéntricas en el labio que sirven
como marco superior a una banda decorativa dividida en diez paneles. Alternan en ésta dos
motivos geométricos de gran formato.El primero es un diseño en forma de reloj de arena
que en su parte más angosta cuenta con dos pequeños círculos a cada lado. El segundo es
una espiral de cinco giros.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro.La vasija fue reutilizada
colocándose decoración pseudo-cloisonné por encima del negativo, de la cual sólo quedan
restos de la capa base (R208/G209/B193) y algunos espacios con pigmentos verde
(R168/G181/B164), rojo (R193/G101/B62) y negro (R104/G94/B82).

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Pieza cerámica número: P.J. 2013-104 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 8.1 cm
Diámetro de la boca: 16.8 cm
Diámetro del soporte anular: 9.1 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R138/G130/B111
Negro Negativo: R100/G98/B86
Rojo-anaranjado: R144/G61/B29

Descripción general:
Cajete de paredes irregulares principalmente rectas-divergentes, borde ligeramente evertido
con terminación redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado
bruñido con excepción de la base y el soporte, que solamente fueron alisados. Decoración
interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-anaranjado, con excepción de
la base y el soporte.

Decoración interior:
La decoración comienza con una franja sólida que sirve de límite superior a una banda
decorativa sobre la que se han plasmado nueve paneles, separados por un par de líneas
rectas verticales paralelas. Sobre estos espacios alternan un motivo geométrico y uno
zoomorfo.
El motivo geométrico es una greca cuadrangular con sus vértices redondeados cuya
terminación se prolonga y une hasta el par de líneas verticales.

89
En cuanto al diseño zoomorfo, éste se encuentra en seis variaciones que se describirán por
separado, siguiendo el desplegado interno, de izquierda a derecha: (a) una figura en forma
de ave descendente, trazada a partir de una espiral de un giro, presenta “brazos y manos”;
(b) una ave ascendente, cuerpo de espiral de dos giros, un “brazo”, dos “alas” abiertas y un
gancho inferior; (c) ave ascendente, cuerpo en espiral de tres giros, cuatro “alas” abiertas y
dos “patas”; (d) ave ascendente, cuerpo en espiral de dos giros y cuatro “alas” abiertas; (e)
ave descendente de trazo esquemático, cuerpo en espiral de dos giros, un “brazo” y “cola”,
sobre un costado un peine curvo de tres dientes; (f) una ave ascendente, cuerpo en espiral
de dos giros, cuatro “alas” abiertas y dos ganchos.

Como límite inferior de la banda una franja sólida sirve de marco a una segunda banda
decorativa en la que se plasmaron ocho ganchos, que en un extremo terminan en una
espiral de dos giros y en el otro en una línea diagonal de la que se proyectan líneas
perpendiculares; estas figuras alternan con seis círculos pequeños. Finalmente, una línea
recta concéntrica sirve de marco a un círculo sólido al centro de la vasija.

Decoración exterior:
Sobre el exterior se observa una franja que cubre el labio y marca el límite superior a una
banda decorativa dividida en ocho paneles de representación donde alternan dos tipos de
diseños geométricos. El primer motivo es una figura en forma de “S” diagonal. El segundo
motivo es una figura de reloj de arena. Limita la banda una franja sólida que sigue la
circunferencia de la pieza.

90
Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La vasija fue reutilizada
colocándose decoración pseudo-cloisonné por encima del negativo. En esta pieza es donde
el pseudo-cloisonné se encuentra en mejor estado de conservación, ya que presenta una
capa base (R242/G237/B205) y pigmentos en tonos verde (R95/G157/B142), rosa
(R214/G185/B153), amarillo (R213/G196/B127), rojo (R162/G109/B55) y gris
(R100/G98/B80). No se observaron huellas de uso en la pieza.

Exterior pieza 104.

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92
Pieza cerámica número: P.J. 2013-105 (No. de
registro-INAH)
Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl
de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 8.1 cm
Diámetro de la boca: 15.5 cm
Diámetro del soporte anular: 9.1 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R148/G113/B91
Negro Negativo: R62/G19/B3
Rojo-anaranjado: R193/G83/B34

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-
anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración se compone de una franja sólida que cubre el borde de la
pieza y sirve de límite superior a una banda decorativa dividida en ocho paneles separados
por medio de un par de líneas rectas verticales paralelas. Alternan sobre la banda cuatro
motivos geométricos y cuatro abstractos.
Dos de los motivos geométricos son formas de peine con cuatro dientes anchos asimétricos
y redondeados en las puntas. Las dos restantes corresponden a grecas rectangulares de un
giro con sus vértices redondeados. Los motivos abstractos se describirán por separado,
siguiendo el despliegue del diseño interior, de izquierda a derecha vemos: (a) una espiral de

93
cuatro giros a la que se le colocaron en el borde series de líneas rectas diagonales,
ligeramente curvas, rectas verticales y dos formas de gancho de dos giros, sobre su extremo
izquierdo se colocó una forma de “ala”; (b) una espiral de dos giros que presenta series de
líneas rectas horizontales, diagonales y ligeramente curvas y dos ganchos de un giro; (c)
casi idéntica a la primera figura, se trata de una espiral de tres giros con series de líneas
rectas verticales y ligeramente curvas, a los lados se colocaron dos motivos en forma de
“ala”; (d) una espiral de dos giros con series de líneas rectas verticales y horizontales,
ligeramente curvas y dos ganchos de un giro.

Debajo de la banda se colocó una franja aserrada. Enseguida se plasmó una franja sólida en
la unión del cuerpo con el fondo, seguida de una línea que sirve de límite a otra franja
escalonada. Al fondo de la vasija un círculo cuyo diseño no se aprecia.

Decoración exterior:
La composición exterior inicia con una franja sólida sobre el labio del recipiente; debajo
tres líneas ondulantes concéntricas y otra franja sólida que sirve de marco superior a una
banda decorativa dividida en ocho paneles de representación. Alternan en estos espacios
formas geométricas.
La primera es una forma de “S” diagonal acompañada de dos pequeños círculos a lados
opuestos. La segunda imagen presenta variedades, por lo que se describirán por separado,
siguiendo el despliegue del diseño exterior, de izquierda a derecha se observa: (a) una
espiral de dos giros unida a líneas cortas verticales, curvas y un gancho de un giro; (b) una
espiral de dos giros con líneas curvas que rematan en gancho; (c) similar a la primera
figura, con la diferencia que el gancho es de dos giros y está colocado al lado contrario; (d)
una espiral de tres giros, similar a las figuras a y c, con la diferencia que no presenta
gancho. Delimita la banda una franja sólida que sigue la circunferencia de la vasija.

94
Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La vasija fue reutilizada
colocándose decoración pseudo-cloisonné encima del negativo, de la cual sólo quedan
manchas y algunos pequeños restos de pigmentos blanco (R211/G189/B166), verde
(R151/G156/B136) y rojo (R177/G101/B49). No se observaron huellas de uso sobre la
pieza.

95
96
Pieza cerámica número: P.J. 2013-106 (No. de
registro-INAH)
Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl
de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 8.25 cm
Diámetro de la boca: 16.5 cm
Diámetro del soporte anular: 9.9 cm
Grosor: 1.1 cm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R199/G145/B98
Negro Negativo: R63/G45/B45
Rojo-anaranjado: R173/G93/B60

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación biselado
interno, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de
la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al
negativo y pintura rojo-anaranjado traslucida sobre la capa de engobe color bayo que cubre
la superficie de la pieza.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración se compone de una franja sólida de pintura rojo-
anaranjado que cubre el labio del recipiente y sirve como límite superior de una banda
decorativa donde se plasmaron seis paneles de representación. Alternando la banda se
encuentran tres figuras equidistantes en forma de greca de pintura roja y tres series de tres o
cuatro triángulos aserrados logrados mediante negativo.
Por debajo se colocó un par de líneas concéntricas que sirven de límite a una segunda banda
decorativa donde se representaron diez grecas escalonadas cuadrangulares unidas entre sí.

97
Como límite inferior se colocó una franja sólida de pintura roja que rodea a una franja
quebrada irregular al negativo. Finalmente, sobre el fondo, un gran círculo sólido de pintura
roja.

Decoración exterior:
El exterior se conforma de una franja sólida de pintura rojo-anaranjado sobre el borde y que
sirve de marco superior a una banda decorativa que ha sido dividida en cinco paneles.
Cuatro de ellos son ocupados por formas de “S” horizontal (xonecuilli), el quinto presenta
un motivo en forma de reloj de arena. Limitando la parte inferior de la banda, una franja
sólida de pintura roja.

Observaciones y notas:
No se observaron huellas de uso en la pieza. El recipiente fue restaurado.

98
Pieza cerámica número: P.J. 2013-107 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.4 cm
Diámetro de la boca: 15.10 cm
Diámetro del soporte anular: 9.5 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R212/G178/B140
Negro Negativo: R45/G27/B17
Rojo-anaranjado: R202/G87/B33

Descripción general:
Cajete de paredes curvo-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con
diseños al negativo sobre engobe rojo-anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Partiendo de la boca hacia la base, la composición se integra por una franja sólida que
cubre el labio de la pieza y constituye el límite superior de una banda decorativa donde se
plasmaron ocho paneles. Alternan en la banda dos motivos geométricos.
El primero es un diseño en forma de peine con tres o cuatro dientes anchos asimétricos y
redondeados en las puntas. El segundo motivo presenta variaciones significativas y por eso
se describirán por separado, siguiendo el despliegue del diseño interior, de izquierda a
derecha: (a) una espiral con cuatro series de líneas rectas o ligeramente curvas; (b) dos
pares de líneas paralelas diagonales que dan lugar a una cruz doble, en cuyos vértices se

99
colocaron líneas cortas, rectas o ligeramente curvas y un gancho en las aristas superior e
inferior; (c) una espiral con cinco giros de donde se proyectan líneas rectas cortas; (d) otra
cruz doble, con líneas rectas que llenan el espacio formado por los cuatro vértices.

Delimita la banda, en su parte inferior, una franja sólida que a la vez sirve de marco
superior a una segunda banda decorativa donde se plasmaron seis figuras en forma de peine
que rematan en espiral. Enseguida otra franja sólida que enmarca un círculo dividido en
cuatro, al centro de la vasija. Dentro de dos cuadrantes se colocaron espirales con líneas
rectas cortas.

Decoración exterior:
La composición externa consiste en una franja sólida en el labio, que sirve como marco
superior de una banda decorativa dividida en doce paneles de representación. Alternan en
estos espacios dos figuras geométricas.
La primera es una espiral de tres, cuatro o cinco giros. La segunda un reloj de arena que, en
su parte más estrecha, cuenta con dos pequeños círculos sólidos. Delimita la banda una
línea recta que sigue la circunferencia de la vasija.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La vasija fue reutilizada
colocándose decoración pseudo-cloisonné encima del negativo de la cual sólo quedan
pocos espacios en tonos blanco (R245/G208/B182) y verde (R218/G215/B180). No se
observaron huellas de uso en la pieza.

100
Pieza cerámica número: P.J. 2013-108 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7.3 cm
Diámetro de la boca: 14.9 cm
Diámetro del soporte anular: 8.3 cm
Grosor: 7 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R190/G152/B105
Negro Negativo: R52/G53/B48
Rojo-anaranjado: R126/G46/B39

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con
diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado traslucida sobre la capa de engobe color bayo
que cubre la superficie de la pieza.

Decoración interior:
Del borde al fondo, una franja sólida de pintura rojo-anaranjado cubre el labio de la pieza;
por debajo una línea recta sirve como límite superior a una primera banda decorativa sobre
la que se plasmaron al negativo una serie de líneas quebradas rematadas en gancho. Le
siguen dos líneas rectas concéntricas y una franja sólida de pintura roja que limitan una
segunda banda decorativa donde aparece una serie de grecas rectangulares escalonadas
unidas entre sí. Por debajo, otra franja sólida de pintura roja sirve de marco superior a una

101
línea quebrada irregular. Un gran círculo sólido de pintura roja domina el fondo de la
vasija.

Decoración exterior:
Del borde a la base, la decoración externa consta de una franja sólida de pintura roja y una
línea recta lograda mediante negativo que cubren el labio. Por debajo, una banda decorativa
sobre la que se colocaron dieciséis paneles de representación. Alternan estos espacios dos
figuras geométricas y una posible antropomorfa.
La primera es un motivo de reloj de arena y éste se repite siete veces. La segunda
corresponde a un círculo sólido logrado mediante negativo y al que se le sobrepuso otro
círculo de pintura roja. El diseño se repite en total ocho veces.
El posible motivo antropomorfo se ubica de izquierda a derecha en el panel número
catorce, donde debería aparecer un reloj de arena; sin embargo, se observa una figura de
perfil en posición sedente, y muy parecida a un “niño” (c) (una discusión sobre este motivo
se presenta en el siguiente capítulo). Como límite inferior, una franja sólida de pintura roja
sigue la circunferencia de la vasija.

Observaciones y notas:
La vasija fue reutilizada colocándose decoración pseudo-cloisonné encima del negativo de
la cual únicamente quedan restos de la capa base (R189/G168/B151). No se observaron
huellas de en la pieza.

102
Pieza cerámica número: P.J. 2013-115 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7.6 cm
Diámetro de la boca: 15.5 cm
Diámetro del soporte anular: 8.7 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R122/G41/B93
Negro Negativo: R37/G41/B53
Rojo-anaranjado: R138/G20/B85

Descripción general:
Cajete de paredes irregulares rectas o curvo-divergentes, borde ligeramente con
terminación redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido
con excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior
con diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado traslucida sobre la capa de engobe color
bayo que cubre la superficie de la pieza.

Decoración interior:
La decoración comienza con una franja sólida de pintura roja y una línea irregular, que
sirven de límite superior a una banda decorativa que ha sido dividida en ocho paneles.
Alternan estas divisiones dos motivos geométricos
El primero corresponde a una espiral de cinco giros de cuyo borde exterior se proyectan
cinco, once o nueve líneas cortas en forma de “L”; a los lados se colocaron dos o tres
líneas curvas que sirven de límite entre cada diseño. Sobre este motivo se colocó un círculo
de pintura roja traslucida, a modo de acuarela.

103
El segundo motivo es una figura de cruz que presenta variaciones por lo se describirán por
separado, de izquierda a derecha tenemos: (a) dos pares de líneas paralelas diagonales que
dan lugar a una cruz doble, sobre dos de sus vértices se colocaron peines triangulares y en
las dos restantes líneas cortas; (b) una figura de cruz doble que sobre tres de sus vértices
presenta peines triangulares y sobre uno líneas cortas; (c) un motivo de cruz doble en esta
ocasión con peines triangulares sobre sus cuatro vértices; (d) un par de líneas formando una
cruz, sobre sus cuatro vértices se han colocado peines triangulares.

Por debajo de la banda se colocó una franja sólida de pintura roja que rodea una línea
ondulante irregular. El fondo de la vasija está cubierto por un gran círculo sólido de pintura
roja.

Decoración exterior:
Sobre el exterior la decoración inicia con una franja sólida de pintura roja que sirve de
marco superior a una banda decorativa donde se colocaron cuatro figuras en forma de “S”
horizontal, de gran formato, con pintura roja traslucida. Por debajo, una franja sólida en el
mismo tono.

Observaciones y notas:
Se observaron huellas de desgaste en el fondo de la pieza. Algunas partes del exterior
presentan manchas originadas durante la cocción.

104
Pieza cerámica número: P.J. 2013-128 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.0 cm
Diámetro de la boca: 13.3 cm
Diámetro del soporte anular: 6.4 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R143/G100/B83
Negro Negativo: R46/G43/B52
Rojo-anaranjado: R185/G88/B53

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-
anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del labio al fondo, la decoración consiste de una franja sólida que marca el límite superior
de una banda decorativa que ha sido dividida en ocho panales de representación. Cuatro de
ellos muestran series de líneas rectas, aserradas y franjas verticales. Los cuatro paneles
restantes son ocupados por figuras abstractas que se describirán por separado: (a) una
espiral de dos giros que, sobre su borde, presenta líneas cortas verticales y ligeramente
curvas, además de un pequeño círculo sólido arriba a la derecha y dos círculos sólidos de
distinto tamaño abajo a la izquierda; (b) una espiral de dos giros con tres pares de líneas
rectas en acomodo triangular de las que sobresalen líneas rectas cortas; (c) una espiral de

105
dos giros con tres pares de líneas rectas, alternando con líneas rectas cortas y un par de
líneas ligeramente curvas; (d) una espiral de dos giros, con dos pares de líneas rectas que
alternan con líneas rectas cortas y un par de líneas ligeramente curvas, sobre el lado
derecho un pequeño círculo sólido y dos más de igual tamaño sobre la parte baja del lado
izquierdo.

Por debajo de la banda se colocó una franja sólida, que sirve de marco a una segunda banda
decorativa sobre la que se colocaron cuatro motivos, dos ganchos largos o prolongados
sobre los que se colocaron líneas rectas cortas y en su terminación una línea curva a modo
de “ancla”; y dos pares de ganchos cortos con una línea recta corta aserrada. Sobre el
fondo una línea recta y un gran círculo sólido.

Decoración exterior:
El diseño externo de la pieza no se distingue por completo y únicamente son visibles una
franja sólida sobre el labio de la pieza y, por debajo, fragmentos de una banda decorativa
con líneas rectas verticales paralelas y lo que parece ser un peine curvo.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. Se observaron manchas de
desgaste en el interior de la pieza, en fondo y pared.

106
Pieza cerámica número: P.J. 2013-134 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 7.2 cm
Diámetro de la boca: 16.2 cm
Diámetro del soporte anular: 8.1 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R141/G124/B106
Negro Negativo: R42/G40/B41
Rojo-anaranjado: R194/G72/B35

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que solamente fueron alisados. Decoración interior y
exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-anaranjado, con excepción de la base y
el soporte.

Decoración interior:
Desde el borde de la pieza, la decoración comienza con una franja sólida que sirve de límite
superior a una banda decorativa dividida en siete paneles, separados por un par de líneas
rectas verticales paralelas. Sobre estos espacios alternan dos motivos geométricos y
abstractos.
El motivo geométrico es una greca rectangular de un solo giro, con sus vértices
redondeados, que en uno de los casos presenta sobre su borde superior líneas rectas
verticales cortas. El diseño abstracto se presenta con variaciones, por lo que se describirán

107
por separado, de izquierda a derecha: (a) una espiral de cinco giros a la que se le colocaron
líneas rectas cortas y ligeramente curvas, al lado derecho se colocó un círculo y un medio
círculo solido más pequeño; (b) una pequeña espiral de cuatro giros con líneas rectas
prolongadas, rectas cortas y ligeramente curvas, a los lados se colocaron una línea
ondulante aserrada y una curva en forma de peine; (c) una espiral de cuatro giros sobre la
que se colocaron cuatro pares de líneas rectas diagonales que alternan con líneas cortas,
entre dos de los vértices formados por las diagonales se aprecia un pequeño círculo sólido y
un peine curvo; (d) una espiral de tres giros que presenta dos pares de líneas diagonales a
lados opuestos, alternan líneas rectas cortas, sobre su lado izquierdo dos peines ligeramente
curvos; (e) una espiral de cuatro giros con líneas cortas, ligeramente curvas y un par de
líneas diagonales, al lado izquierdo cuatro pequeños círculos sólidos y un peine curvo.

Limita la banda una franja sólida, ésta sirve también como límite a una segunda banda
decorativa donde se plasmaron cuatro formas de “S” horizontal, que alternan con cuatro
conjuntos de tres líneas diagonales cortas. Por debajo, una línea delgada sirve de marco a
un círculo sólido en el fondo de la vasija.

Decoración exterior:
Del decorado exterior únicamente se observaron fragmentos de figuras en forma de
espirales, líneas rectas verticales con líneas cortas, líneas aserradas (dentadas) y un círculo
con divisiones.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. No se observaron huellas en la
pieza.

108
Pieza cerámica número: P.J. 2013-135 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.5 cm
Diámetro de la boca: 12.5 cm
Diámetro del soporte anular: 5.8 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R108/G92/B69
Negro Negativo: R78/G54/B42
Rojo-anaranjado: R182/G86/B28

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-
anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una franja sólida sobre el labio; por debajo, una
línea delgada que marca el límite superior a una banda decorativa que ha sido dividida en
seis panales de representación, separados por tres líneas rectas verticales paralelas. Los
motivos alternados en estas divisiones son geométricos y abstractos.
En dos casos observamos una figura conformada por dos pares de líneas paralelas
diagonales que dan lugar a una cruz doble, sobre sus vértices se colocaron líneas rectas
cortas.

109
En dos casos más se trata de una espiral de dos giros de la que sobresalen líneas rectas
cortas, por encima de la espiral una línea curva terminada en gancho con líneas rectas y
ligeramente curvas. Los dos paneles restantes muestran un rectángulo sólido incompleto
con sus vértices redondeados.
Como límite inferior se colocó una línea recta seguida de una franja sólida que rodea la
decoración central de la vasija, la cual consiste una espiral de cinco giros de la que
sobresalen líneas cortas sobre su terminación y rodeada de formas de “S” horizontales.

Decoración exterior:
El decorado exterior no es completamente visible y únicamente se observan fragmentos de
una franja sólida sobre el borde, seguida de una línea recta que sirve de límite superior a
una banda decorativa de la que solamente hemos podido observar restos de cuatro espirales
de dos, tres y cuatro giros, así como dos pequeños círculos sólidos.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La vasija fue reutilizada
colocándose decoración pseudo-cloisonné encima del negativo de la cual únicamente se
observan restos de la capa base en tono blanco (R245/G208/B182). No se observaron
huellas de uso en la pieza.

110
Pieza cerámica número: P.J. 2013-139 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.4 cm
Diámetro de la boca: 13.3 cm
Diámetro del soporte anular: 7.8 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R155/G129/B94
Negro Negativo: R47/G19/B7
Rojo-anaranjado: R196/G79/B25

Descripción general:
Cajete de paredes irregulares rectas-divergentes, borde directo con terminación redondeada,
fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y
el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre
engobe rojo-anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
La decoración inicia con una franja sólida sobre el labio de la pieza, que sirve de límite
superior a una banda decorativa dividida en cuatro paneles, separados por un par de líneas
rectas verticales paralelas. Alternan estas divisiones motivos geométricos y abstractos.
Dos paneles muestran un diseño compuesto por dos o tres formas triangulares escalonadas
o dentadas; por debajo, cuatro líneas rectas horizontales y una franja sólida seguida por
cuatro círculos con punto central. Estas figuras semejan numerales (esto se tratará en el
siguiente capítulo).

111
Los dos paneles restantes exhiben una espiral de cuatro giros y unida a ésta una curva
terminada en espiral a ambos lados. Siguiendo la curvatura de la línea y de la espiral se
colocaron dos líneas curvas más, con líneas rectas cortas que alternan con líneas rectas
diagonales. Por debajo de la espiral, se encuentra una segunda curva sobre la que colocaron
líneas rectas cortas, rectas horizontales, verticales y ligeramente curvas.
Delimitan está banda, tres líneas rectas concéntricas que sirven de límite superior a una
línea ondulante y dos líneas concéntricas. Sobre el fondo únicamente se han podido
apreciar cuatro líneas diagonales encontradas a lados opuestos de un círculo.

Decoración exterior:
La composición externa consiste de una franja sólida sobre el labio de la pieza, que limita
en la parte superior una banda decorativa dividida en seis paneles de representación. Los
motivos alternantes en estos espacios son tres figuras geométricas. La primera un
rectángulo sólido acompañado de líneas rectas verticales aserradas. La segunda una espiral
ovalada de cuatro giros. Finalmente, una forma de “S” horizontal de gran formato. Como
límite inferior de esta banda se colocaron dos líneas rectas concéntricas.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La vasija fue reutilizada
colocándose decoración pseudo-cloisonné encima del negativo de la cual sólo se aprecian
pequeñas manchas de una capa base en tono blanco, no presenta restos de pigmento. No se
observó desgaste en la pieza.

112
Pieza cerámica número: P.J. 2013-156 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.4 cm
Diámetro de la boca: 13 cm
Diámetro del soporte anular: 8.7 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R129/G122/B103
Negro Negativo: R46/G5/B1
Rojo-anaranjado: R208/G109/B54

Descripción general:
Cajete de paredes y dimensiones irregulares rectas-divergentes, borde directo con
terminación redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido
con excepción de la base y el soporte, que solamente fueron alisados Decoración interior y
exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-anaranjado, que no cubrió de manera
uniforma la pieza.

Decoración interior:
La decoración interior al negativo no se logró por completo y únicamente se aprecian
segmentos de una franja sólida sobre el labio, que sirve de límite superior a una banda
decorativa sobre la que se plasmaron algunos motivos geométricos. Los diseños visibles se
componen de líneas rectas verticales, horizontales y líneas curvas dentadas. El límite
inferior de la banda lo conforman tres líneas rectas concéntricas que sirven de marco a dos
franjas concéntricas que enmarcan un diseño en cruz en el fondo de la vasija, en cuyos
vértices se colocaron líneas rectas cortas y un diseño de “V” redondeada.

113
Decoración exterior:
La decoración exterior únicamente permite observar una franja sólida sobre el labio, que
limita una banda decorativa sobre la que se plasmaron varias espirales ovaladas de tres,
cuatro o cinco giros. Como límite inferior dos líneas rectas concéntricas.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. No se observaron huellas de
uso sobre la pieza.

114
Pieza cerámica número: P.J. 2013-166 (No. de
registro-INAH)

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.5 cm
Diámetro de la boca: 14.3 cm
Diámetro del soporte anular: 8.4 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R224/G227/B216
Negro Negativo: R69/G44/B40
Rojo-anaranjado: R190/G98/B47

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-
anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
La decoración inicia con una franja sólida sobre el labio, que sirve de límite superior a una
banda decorativa que fue dividida en seis paneles de representación, separados por un par
de líneas rectas verticales paralelas. Sobre cada espacio alternan motivos abstractos.
El primero es un diseño conformado por un triángulo sólido con sus vértices redondeados;
por debajo, dos líneas rectas horizontales y dos círculos pequeños con punto central. Este
conjunto semeja numerales (este tema será tratado en el siguiente capítulo).
La segunda imagen está conformada por una forma de “V” con sus extremos terminados
en una espiral de un giro. Tanto al interior como al exterior de la forma, se colocaron líneas

115
curvas horizontales. De las últimas líneas sobresalen líneas rectas cortas verticales que,
grosso modo, simulan un par de alas abiertas.
En el límite inferior de la banda se encuentran una línea recta y dos franjas sólidas, que
además sirven de marco a una segunda banda decorativa en la que se plasmaron nueve
ganchos con líneas rectas cortas verticales y ligeramente curvas.
Como límite inferior, dos líneas rectas concéntricas enmarcan una franja sólida quebrada
delimitada por otras dos líneas rectas concéntricas. Al fondo de la vasija, un círculo sólido
dentro del cual se observan dos peines triangulares en puntos opuestos.

Decoración exterior:
La decoración exterior está conformada por una franja sólida que cubre el labio del
recipiente y sirve de límite superior a una banda decorativa que ha sido dividida en seis
paneles de representación. Alternan estos espacios una figura espiral ovalada de cinco giros
y una figura de “S” horizontal de gran formato. El límite inferior está marcado por dos
líneas rectas concéntricas que siguen la circunferencia de la vasija.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. El recipiente presenta dos
fisuras y un despostillamiento sobre el borde y pared interna. Se observaron sobre toda la
vasija, en el interior y en el exterior, una serie de pequeñas “picaduras”; desconocemos si
se trata de desgaste o de una preparación para colocar otra técnica de decoración encima. 1

1
En comunicación personal (2016) Lorenza López Mestas comentó que estas marcas también pudieron ser
causadas por el desgrasante, cuando este es muy grueso y se desprende de la vasija; o bien, deberse a
reacciones químicas por el contenido o el contexto del enterramiento.

116
Pieza cerámica número: 1AMA00098995

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Entrega al INAH a través
del PACT)
Dimensiones:
Altura: 6.3 cm
Diámetro de la boca: 12.9 cm
Diámetro del soporte anular: 6.6 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R127/G125/B113
Negro Negativo: R100/G63/B37
Rojo-anaranjado: R164/G66/B21

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido, con excepción de la base y el soporte que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo y sobre engobe rojo-
anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una franja sólida sobre el labio de la pieza, que
sirve de límite superior a una banda decorativa que fue dividida en cuatro paneles,
separados por un par de líneas rectas verticales paralelas. Alternan en estos espacios figuras
geométricas y abstractas.
En dos paneles se observan dos formas triangulares escalonadas o dentadas, debajo de la
cuales se colocaron dos líneas rectas horizontales que sirven de margen a una línea
aserrada o dentada y a una línea recta horizontal.

117
Los dos paneles restantes muestran espirales de tres giros en el centro de dos líneas curvas
paralelas, que se prolongan en ambos extremos rematando en espiral. De las líneas curvas
se proyectan líneas rectas cortas.
Por debajo de esta banda se colocaron una franja sólida, una línea ondulante y otra franja
sólida concéntrica que rodean a una franja ondulante. En el fondo de la pieza se observan
un par de líneas rectas concéntricas que enmarcan a un motivo en cruz, en cuyos vértices
se colocaron líneas rectas cortas en diversas direcciones.

Decoración exterior:
El exterior está conformado por una franja sólida que cubre el labio del recipiente y sirve de
límite superior a una banda decorativa dividida en seis paneles de representación. Alternan
en estos espacios dos espirales y una franja horizontal de gran formato que en ambos
extremos remata en ganchos. El límite inferior está marcado por dos líneas rectas
concéntricas, una línea ondulante y dos líneas rectas concéntricas que siguen la
circunferencia de la vasija.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La pieza muestra algunas
manchas formadas durante la cocción.

118
Pieza cerámica número: 1AMA00104348

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Particular
“Aurelio Lamas Luna”)
Dimensiones:
Altura: 6.6 cm
Diámetro de la boca: 13.2 cm
Diámetro del soporte anular: 7.5 cm
Grosor: 5 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R127/G125/B113
Negro Negativo: R111/G90/B85
Rojo-anaranjado: R203/G117/B82

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con
diseños al negativo sobre engobe rojo-anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una franja sólida sobre el labio de la pieza, que
sirve de límite superior a una banda decorativa que ha sido dividida en ocho paneles de
representación, separados por un par de líneas rectas verticales paralelas. Alternan estos
espacios motivos geométricos y abstractos.
En cuatro paneles se observan pares de formas triangulares escalonadas o dentadas, debajo
de las cuales se colocaron dos líneas rectas horizontales y tres círculos con punto central.
Estas figuras semejan numerales (este tema se tratará en el siguiente capítulo).
Los cuatro paneles restantes están ocupados por figuras abstractas conformadas por una
espiral de cuatro giros y, unida a ésta, una curva terminada en espiral a ambos lados.

119
Siguiendo la curvatura de la línea y de la espiral se colocaron dos líneas curvas más con
líneas rectas cortas que alternan con líneas rectas diagonales.
Debajo de la banda continúan una línea recta y una franja sólida, que también sirven de
marco superior a una segunda banda decorativa donde se plasmaron 11 ganchos con líneas
rectas cortas y ligeramente curvas. En el fondo de la vasija, dos círculos concéntricos
enmarcan un motivo “floral” de 13 pétalos, cada uno con un punto central. El centro de este
motivo fue dividido en cuadrantes.

Decoración exterior:
Del borde a la base, la decoración externa se conforma de una banda ancha en la que
dejaron libres tres espacios rectangulares, delimitados por un par de líneas rectas verticales
paralelas. Dentro de estos espacios se plasmó un motivo en forma de “S” horizontal de gran
formato. Por debajo, una línea recta seguida por una serie de espirales entrelazadas y unidas
a un motivo “tipo flecha”. Remata la secuencia una línea recta que sigue la circunferencia
de la vasija.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro.

120
Pieza cerámica número: 2777 P.M.-150

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Museo “Casa
Cural”)
Dimensiones:
Altura: 8.2 cm
Diámetro de la boca: 17.5 cm
Diámetro del soporte anular: 9.7 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta): R126/G97/B67
Negro Negativo: R72/G54/B52
Rojo-anaranjado: R159/G84/B63

Descripción general:
Cajete de paredes rectas-divergentes, borde directo con terminación plana, fondo cóncavo,
base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con excepción de la base y el soporte, que
fueron alisados. Decoración interior y exterior con diseños al negativo sobre engobe rojo-
anaranjado, con excepción de la base y el soporte.

Decoración interior:
Del borde al fondo, la decoración inicia con una línea sólida sobre el labio de la pieza, que
sirve de límite superior a una primera banda decorativa donde se plasmaron 13 figuras
zoomorfas iguales. Por debajo, una franja sólida sirve de límite superior a una segunda
banda decorativa que fue dividida en nueve paneles de representación, separados por un par
de líneas rectas verticales paralelas. Alternan estas divisiones motivos geométricos y
abstractos.
El motivo es una greca rectangular con sus vértices redondeados. Los cinco motivos
restantes son todos diferentes y se describirán por separado, siguiendo el despliegue del
diseño interior, de izquierda a derecha tenemos: (a) una espiral con tres giros de donde

121
parten dos líneas curvas prolongadas a las que se unen líneas rectas cortas; (b) una espiral
de cuatro giros terminada en gancho, a la que se le colocaron líneas rectas largas y cortas,
por encima de la espiral y entre un grupo de líneas se colocó un pequeño círculo; (c) una
espiral de tres giros con dos terminaciones en gancho a lados opuestos donde se colocaron
series de líneas rectas largas y cortas, así como curvas, sobre el lado izquierdo entre un
grupo líneas se plasmó un círculo; (d) una espiral de cuatro giros con líneas rectas largas y
cortas terminada con dos ganchos a lados opuestos, de uno de ellos sobresalen líneas cortas;
(e) una espiral de tres giros terminada con dos ganchos a lados opuestos de la que
sobresalen tres pares de líneas rectas prolongadas a los cuatro lados.

Por debajo de la banda descrita, dos líneas rectas sirven de marco superior a una tercera
banda decorativa donde se colocaron nueve motivos zoomorfos idénticos a los primeros. Al
fondo de la vasija una franja sólida y una línea recta concéntricas sirven de marco a una
línea escalonada y un círculo sólido.

Decoración exterior:
La decoración externa se conforma de una línea delgada sólida sobre el labio de la pieza.
Por debajo, una primera banda decorativa sobre la que plasmaron 15 motivos zoomorfos
idénticos a los del interior. Enseguida, una franja sólida que sirve de marco a una segunda
banda de decoración ahora perdida, de la que únicamente se puede apreciar un motivo de
“trinche o tenedor” de tres puntas y un diseño posiblemente antropomorfo. Delimita a esta
banda en su parte inferior una franja sólida que sigue la circunferencia de la vasija.

Observaciones y notas:
La vasija únicamente muestra dos tonalidades: rojo y negro. La pieza presenta una capa
irregular de velos salinos.

122
Pieza cerámica número: 2777 P.M.- 151

Procedencia: Sitio arqueológico Cerro del Teúl, Teúl


de González Ortega, Zacatecas
Contexto: Sin contexto (Colección Museo “Casa
Cural”)
Dimensiones:
Altura: 7.4 cm
Diámetro de la boca: 14.5 cm
Diámetro del soporte anular: 7.8 cm
Grosor: 6 mm
Composición de color (Paleta de color RGB):
Bayo (pasta y engobe): R214/G206/B195
Negro Negativo: R59/G52/B46
Rojo-anaranjado: R189/G100/B82

Descripción general:
Cajete de paredes curvo-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada, fondo cóncavo, base convexa y soporte anular. Acabado bruñido con
excepción de la base y el soporte, que fueron alisados. Decoración interior y exterior con
diseños al negativo y pintura rojo-anaranjado traslucida sobre la capa de engobe color bayo
que cubre la superficie de la pieza.

Decoración interior:
De la boca a la base, la decoración se compone de una franja sólida de pintura rojo-
anaranjado que cubre el labio de la pieza; por debajo, una línea quebrada y dos líneas rectas
concéntricas que constituyen el límite superior de una banda decorativa donde se plasmaron
nueve figuras zoomorfas idénticas logradas mediante negativo y acompañadas de un par de
líneas diagonales aserradas encontradas. Los motivos zoomorfos están compuestos por una
espiral que forma el cuerpo; unida a ésta, dos líneas rectas prolongadas y un círculo que
forma la cabeza de la figura.

123
Por debajo de la banda, se colocaron tres líneas rectas concéntricas seguidas de una franja
sólida de pintura roja, que sirve de marco superior a una segunda banda decorativa donde se
colocaron otros motivos que no son visibles. En el fondo se observa un gran círculo sólido
de pintura rojo-anaranjado.

Decoración exterior:
La decoración inicia con una franja sólida de pintura rojo-anaranjado, que sirve de límite
superior a una banda de decoración donde se colocó una franja ondulante de pintura roja y
terminada en dos puntas que se encuentran, pero no se juntan. Por debajo, una franja sólida
en el mismo tono.

Observaciones y notas:
Algunas secciones del cuerpo de la pieza presentan velos salinos.

124
4. Patrones de identificación y diferenciación cultural-espacial: los cajetes
de base anular con decoración al negativo y sus variantes

Como hemos mencionado en apartados anteriores, los cajetes de base anular con
decoración al negativo forman parte de un conjunto de artefactos diagnósticos del Clásico
tardío- Epiclásico en la región noroccidental de Mesoamérica (Solar y Padilla 2013: 191-
198). Estos objetos muestran, sobre un espacio geográfico considerablemente amplio, una
regularidad en la forma, una estandarización en las composiciones y una reproducción casi
idéntica en los motivos decorativos (Ibid.: 196).

Estas coincidencias en la adopción, adaptación o rechazo de ciertos patrones


formales y decorativos en el sector noreste del Occidente de México se han interpretado en
este texto como un fenómeno de difusión gradual asociado a varios eventos de difusión
repentina. Las similitudes cerámicas compartidas por los distintos grupos humanos de la
zona, y que posiblemente tienen un origen común, se vieron enriquecidas regionalmente a
lo largo del tiempo y se transformaron hasta alcanzar su máximo desarrollo.

La presencia de distintas expresiones locales como traducciones o asimilaciones de


un mismo estilo o concepto común a nivel regional es el testimonio de la construcción y
mantenimiento de distintos vínculos sociales y culturales dentro de una esfera de
interacción durante un tiempo específico (Solar 2002: 182, 223).

Contemplando lo anterior, este apartado tiene como finalidad principal describir y


dar a conocer aquellos patrones de identificación y diferenciación presentes en las vasijas
de base anular con decoración al negativo a nivel local “para poder hallar los lazos de unión
que completen el panorama general” (Schöndube apud Jiménez 1995: 35) de la región
noreste del Occidente durante el Epiclásico.

La siguiente exposición de patrones no pretende llegar a conclusiones definitivas


con respecto a este tipo de cerámica, es más bien la punta de un inmenso iceberg que
apenas hemos empezado a conocer.

125
Como ya se ha mencionado, cuando se inició este trabajo se conocían varios
ejemplares de cajetes de base anular al negativo distribuidos en distintos sitios
arqueológicos del Noroccidente de Mesoamérica. Estas piezas habían sido mencionadas e
ilustradas por varios investigadores a lo largo de los años, pero hasta ese momento carecían
de una apreciación detallada que permitiera abordar en profundidad su situación cultural.

A pesar de encontrarse, ya sea concentrados o esparcidos, en la zona surponiente


del estado de Zacatecas, los Altos de Jalisco, el cañón de Bolaños, Jalisco, y la sierra de
Comanja, Guanajuato, contábamos con muy pocos datos y éstos aparecían sueltos por el
área geográfica antes mencionada. Considerando esto, el primer paso fue rastrear toda la
información con respecto a estas piezas en cada área, que nos pudiera servir para formar un
conglomerado de datos.

De esta manera, nos percatamos de que la gran mayoría de las piezas conocidas de
este tipo pertenecían a colecciones privadas, se encontraban en museos, en el extranjero o
simplemente eran objetos producto del saqueo, por lo que carecían de un contexto o
depósito arqueológico, como es el caso de las colecciones Raíces, Aurelio Lamas, Bertaud
y Casa Cural (del Teúl de González Ortega) y la colección Sescosse (de Juchipila). Claro
que también contábamos con algunos pocos ejemplares con contexto arqueológico como
resultaron ser algunas de las piezas del American Museum of Natural History de Nueva
York (AMNH-NY), la pieza de Sayula y las de Guanajuato. Así fue como quedó
conformado nuestro universo empírico.

Un total de 46 piezas arqueológicas forman parte de este trabajo de investigación.


Es importante mencionar que, de este total, únicamente 23 fueron observadas a detalle y los
datos son fieles, ya que se contaba con las piezas de manera física, las restantes 23
proporcionaron datos y observaciones aproximados, basados en los segmentos
representados en las fotografías que amablemente investigadores e instituciones
gubernamentales pusieron a nuestro alcance.

126
Se pensará que el campo de información que se ha reunido es pequeño y que
puede presentar limitantes debido a la cantidad de piezas, comparándolo con otros trabajos
similares donde su universo es bastante amplio. Además, este trabajo adolece de no haber
embestido aspectos como las técnicas de factura o composición de las pastas; sin embargo,
este conjunto de datos, en el que se encuentran representadas casi todas las regiones que
conforman la Esfera Septentrional y todas las de la esfera Altos-Juchipila, nos ha resultado
muy rico y generoso en información.

Lo primero que vamos a destacar de este tipo de vasijas es, sin duda alguna, la
forma. Ya hemos mencionado con anterioridad que las piezas se caracterizan
morfológicamente por ser básicamente cajetes de base anular; pero, dentro de nuestra
muestra, hemos encontrado ligeras variaciones regionales de esta forma genérica.

Las piezas procedentes del Teúl de González Ortega, en la región surponiente de


Zacatecas, se presentaron en las siguientes formas: (1) cajetes de paredes curvo divergentes,
borde ligeramente evertido con terminación redondeada y soporte anular; (2) cajetes de
paredes recto divergentes, borde ligeramente evertido con terminación redondeada y
soporte anular; (3) cajetes de paredes recto divergentes, borde directo con terminación
redondeada o plana y soporte anular; y (4) cajetes de paredes curvo convergentes y borde
evertido, dando la imagen de una silueta compuesta.

Las primeras tres formas antes descritas también se presentaron en las piezas de
Apozol-Juchipila, predominando el cajete de paredes curvo divergentes, borde ligeramente
evertido con terminación redondeada y soporte anular, al contrario que en la zona del Teúl
de González Ortega, donde aparece con mayor frecuencia el cajete de paredes recto
divergentes, borde directo con terminación plana y soporte anular.

Con respecto a la región del cañón de Bolaños, en el sitio arqueológico de Totoate


se presenta con mayor recurrencia el cajete de paredes curvo divergentes, borde
ligeramente evertido con terminación redondeada y soporte anular. Sin embargo, y casi
compitiendo en frecuencia con la anterior forma, encontramos cajetes de paredes curvo

127
divergentes o de silueta compuesta, borde ligeramente evertido con terminación redondeada
y soporte cilíndrico sólido.

En el área que cubre la sierra de Comanja y en particular en el sitio de Alfaro,


según los datos gráficos proporcionados por los investigadores, observamos que la forma
más común es el cajete de paredes divergentes, borde ligeramente evertido con terminación
redondeada y soporte anular.1 Aquí queremos mencionar que contamos con una imagen
(proporcionada por Josué Márquez 2007) que podría sugerir un “cajete”, pero por su
diámetro y abertura se puede considerar un plato con decoración al negativo al que
desafortunadamente le falta el soporte.2

Para la región entre los Altos de Jalisco y el noroccidente de Guanajuato contamos


con algunos ejemplares que corresponden a tres de las cuatro formas presentes en la zona
del Teúl, con la diferencia de que, al igual que en Apozol-Juchipila y el cañón de Bolaños,
aquí la forma imperante según las imágenes con que contamos es el cajete de paredes
curvo-divergentes, borde ligeramente evertido con terminación redondeada y soporte
anular.

Para el caso de las piezas aisladas regionalmente hablando, en la cuenca de Sayula


se presenta la forma de cajete de paredes curvo divergentes, borde ligeramente evertido con
terminación redondeada y soporte anular.

Complementando la morfología general de las vasijas anteriormente descritas,


todas sin excepción presentan un fondo cóncavo, un acabado bruñido o pulido dependiendo
del área del recipiente, un acabado únicamente alisado en la base y el soporte y una técnica
de decoración al negativo, tanto en el interior como en el exterior de los objetos. No
1
Como se señaló en el capítulo anterior (pieza número PJ2013/019 procedente del Cerro del Teúl), la forma
de estos cajetes es descrita por López Mestas y Ramos (1992: 131-132) como semiesférica, debido a la silueta
del segmento inferior de la vasija; sin embargo, si observamos el perfil completo de la pieza es posible
segmentar la silueta en tres partes, por un lado la curvatura en la base propia de un cuenco semiesférico (lo
que Lelgemann [2013] describe como “una elegante curva entre el anillo y la pared”), por otro lado un
espacio de cuerpo recto y finalmente un borde completamente evertido, que en conjunto dan la sensación de
observar un recipiente de paredes curvo-divergentes.
2
La pieza se encuentra en la bodega de Salamanca y aparentemente proviene de la zona de Cerrito de Rayas-
Alfaro.

128
ahondaremos aquí en detalles con respecto a la técnica de decoración al negativo, lo que sí
nos gustaría resaltar es la calidad y dominio con que ha sido empleada en estos recipientes.

Esta técnica se venía perfeccionando y transformando junto con una serie de


vínculos sociales y culturales desde el período Preclásico; es claro que durante el Epiclásico
los alfareros habían alcanzado un grado de especialización en el uso de la técnica bastante
alto, tal como se ve reflejado en los cajetes de base anular.

Además de las identificaciones y diferenciaciones morfológicas ya mencionadas,


creemos que resulta de suma importancia mencionar aquellas que tienen que ver con la
gama cromática en la que se presenta la técnica de decoración y los motivos representados
en las vasijas. Esta característica tiene que ver con los colores utilizados en las piezas
cerámicas.

Durante nuestro trabajo nos percatamos de un dato interesante con respecto al uso
del color. Dentro de nuestra muestra se presentaron dos tipos distintos de policromía usada
en las vasijas de base anular. La primera corresponde a un rojo y negro negativo, mientras
que la segunda es un rojo, bayo y negro negativo. En un principio esta información nos
pareció algo normal en estas piezas, pero conforme íbamos analizando más objetos nos
percatamos de que realmente era una característica importante.

Resultó que las piezas cerámicas que presentaban únicamente una tonalidad rojo y
negro negativo eran exclusivas de las colecciones del Teúl de González Ortega. Además de
esto había que sumar que esta bicromía únicamente aparece en cajetes de paredes recto
divergentes, borde directo con terminación plana y soporte anular. No hemos registrado la
presencia de esta posible “variedad regional” en algún otro sitio o área del Noroccidente,
pero no por eso negamos que pueda existir. Con respecto a la segunda gama de color, es
decir aquella de tonos rojo, bayo y negro negativo, ésta parece ser la más común y afín en
todas las áreas que cubre la subesfera Altos-Juchipila, incluso en aquellas zonas donde
únicamente se cuenta con un único ejemplar.

129
Como un dato aislado de este trabajo, pero que no podíamos pasar por alto, nos ha
parecido importante mencionar que durante nuestro análisis cerámico nos topamos con
algunas piezas que habían sido reutilizadas agregándoles sobre el negativo una decoración
de tipo pseudo-cloisonné, esta característica no distingue forma o gama cromática. El
fenómeno de reúso de la cerámica al negativo en pseudo-cloisonné ha sido mencionado por
varios investigadores (ej. Schöndube 1983: 54)3 (Figura 4.1).

Figura 4.1. Cajete de base anular con decoración al negativo (pieza 104 procedente del Cerro del
Teúl) donde se observa el fenómeno de reúso de cerámica con la técnica pseudo-cloisonné.

En cuanto a los motivos decorativos representados en estas vasijas podemos decir


que contamos con una gran diversidad de elementos. Dentro de este abanico de
posibilidades decorativas existen algunas que son recurrentes en varias zonas, otras que son
exclusivas de un área determinada y algunas más que son únicas.

No es nuestra finalidad describir cada uno de los motivos involucrados en la


creación del corpus iconográfico de cada vasija (lo que ya se hizo en el apartado previo), ni
mucho menos adentrarnos en el complejo mundo de la interpretación de estos elementos.
Hemos querido aquí describir de manera general el vasto universo de motivos decorativos

3
Observación de Otto Schöndube, Laura Solar y Carlos Torreblanca en el Segundo Taller de cerámica
regional organizado por el Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl, Julio 2014, en Teúl de González Ortega,
Zacatecas.

130
agrupándolos en tres grandes grupos de identificación básica: geométricos simples o
compuestos, abstractos y figurativos.

4.1. Motivos geométricos simples o compuestos


Este grupo engloba todas las formas básicas en geometría (círculos, cuadrados, triángulos y
líneas) y las que derivan de ellas (diamantes, espirales, trapecios, pirámides, grecas,
etcétera). Ésta es la gama de motivos decorativos con mayor representación en las piezas
que conforman nuestra muestra, la cual básicamente se compone de espirales, formas de
“s”, ganchos, círculos y círculos concéntricos, puntos, peines, líneas aserradas, ondulantes
y quebradas, triángulos, cruces, pirámides, bandas simples, diseños de damero y una forma
de reloj de arena (Figura 4.2). La variedad de todos estos elementos permite ubicarlos en
distintas áreas de la pieza.

Así, algunas veces los encontramos como motivo central plasmado en el fondo de
las vasijas, en otras ocasiones se han colocado sobre las paredes de la pieza, tanto en el
interior como en el exterior. Mientras en el interior del recipiente es frecuente una
saturación de motivos en distintas dimensiones, en el exterior predominan los motivos
geométricos simples de gran formato. Los motivos anteriormente señalados pueden
encontrarse con cierta recurrencia en todas las regiones que componen tanto la subesfera
Altos-Juchipila como la esfera de los valles y barrancas del sur de Zacatecas y norte de
Jalisco; sin embargo, así como existen similitudes también hay diferencias, o más bien
espacios geográficos donde el uso de ciertos motivos es exclusivo y otros donde tienen una
preferencia por alguno.

131
Figura 4.2. Gama de motivos decorativos de mayor representación. Motivos geométricos simples o
cumpuestos: (a) Grecas, (b) espirales (c) formas de “S”, (d) ganchos, (e) círculos, (f) peines, (g)
líneas aserradas, (h) líneas rectas, diagonales, ondulantes y quebradas, (i) cruces, (j) pirámides,
(k) diseño de damero, (l) reloj de arena, (m) triángulos y diamantes, y (n) cuadrados y rectángulos.

Como motivos de uso aparentemente exclusivo de la región del Teúl de González


Ortega, hemos podido identificar dos, nos referimos al peine de gran formato y a las
espirales que componen motivos abstractos (ver apartado siguiente); éstos se encuentran
plasmados sobre todo en las piezas bicromas rojo y negro negativo y hasta ahora no los
hemos observado en otras regiones, por lo que sí parece ser una característica muy
particular de las piezas del Cerro del Teúl, ya que hasta ahora es un rasgo o elemento único
en las colecciones de este sitio. Otro ejemplo de motivos exclusivos lo encontramos en las
piezas del área de Apozol-Juchipila, donde el diamante con cuatro puntos internos es un
diseño que se presenta en una sola pieza y que no aparece en otros lugares (Figura 4.3).

132
Figura 4.3. Motivos de aparente uso
exclusivo en la región del surponiente de
Zacatecas. Motivos geométricos simples. (a)
Peine de gran formato y (b) Diseño de
diamante.

En cuanto a los elementos de decoración geométrica más repetidos y extendidos


por todas las áreas, están por ejemplo las formas en “S” que encontramos un sinnúmero de
veces en las piezas de la Sierra de Comanja, Guanajuanto (Ramos y Ramírez 1992: 259).
Otros elementos con estas características son la greca o voluta de forma cuadrangular y la
triangular, que encontramos en varias piezas en las distintas zonas. Nuestro último ejemplo
es quizá uno de los más importantes, pues corresponde a un motivo que aparece desde
épocas muy tempranas en el desarrollo cultural Morales y permanece hasta el Epiclásico;
nos referimos al diseño en forma de “reloj de arena”, un motivo trazado a partir de dos
triángulos encontrados en uno de sus vértices. Este rasgo decorativo, común entre diversos
sitios, es también un marcador de permanencia y aceptación constante de atributos
decorativos que conllevan durante el Epiclásico una fuerte herencia de siglos anteriores.

Aunque los motivos geométricos pueden ser más recurrentes en ciertas regiones,
no dejan de ser un elemento común en las vajillas cerámicas del Noroccidente y su
reproducción repetida –ya sean simples o compuestos- podría estar mostrando en cierta
medida el grado de vinculación cultural que tuvieron los distintos desarrollos humanos del
Noroccidente de México. Considerando lo anterior, un aspecto que con más claridad podría
ser capaz de reflejarnos una afiliación o bien una diferenciación entre grupos o sitios es el
uso de diseños abstractos o compuestos, así como los diseños figurativos (antropomorfos y
zoomorfos) amalgamados en una misma composición, junto a una serie de motivos
geométricos, como se verá en adelante.

133
4.2. Motivos abstractos
En este apartado se refiere a espirales de las que se proyectan varios elementos y que por
su complejidad y recurrencia podrían representar unidades de significado. Hasta ahora y
dentro de esta muestra parecen ser una característica muy particular de las piezas de Cerro
del Teúl. Considerando que parece ser un rasgo o elemento único de este sitio y debido a su
diversidad, los hemos agrupado en siete sub-grupos que corresponden básicamente a las
similitudes existentes entre ellos (Figura 4.4).

Figura 4.4. Diversidad,


agrupación y división
por sub-grupos de
elementos decorativos
abstractos. Elementos
exclusivos del sitio
arqueológico de Cerro
del Teúl.

134
4.3. Motivos figurativos: antropomorfos
Los elementos de este carácter son relativamente escasos en comparación con la diversidad
de formas geométricas y abstractas; sin embargo, al igual que en estas últimas, existen
diferencias y recurrencias al momento de plasmar el diseño. Los motivos antropomorfos se
encuentran presentes únicamente en piezas con una gama cromática rojo, bayo y negro
negativo, además de que son más comunes en las piezas de paredes curvo divergentes y
borde ligeramente evertido.

Dentro de nuestra muestra hemos podido identificar tres posibles motivos


antropomorfos diferentes. El primero es el de más clara identificación; consiste en un
motivo realizado a partir de trazos geométricos, se trata del “busto” de un individuo
ataviado con un adorno capital, el cual se reproduce con ligeras variaciones en ocho de las
piezas objeto de este trabajo. El personaje muestra un rostro triangular con grandes ojos,
nariz, una insinuación de boca o colmillos y brazos flexionados que rematan en una forma
de peine que representa las manos. Esta imagen aparece, con ligeras variaciones, en las
zonas del surponiente de Zacatecas, Altos de Jalisco, sierra de Comanja y el cañón de
Bolaños. En esta última región, el motivo aparece con más recurrencia que en las demás
áreas (Figura 4.5 a).

El segundo diseño posiblemente antropomorfo corresponde a lo que parece una


figura completa de un individuo, trazado en forma más esquemática a partir de elementos
geométricos. El motivo se presenta en cuatro vasijas pero su identificación como personaje
antropomorfo es más clara en una de las piezas procedentes del Teúl, ya que en este caso se
incluyó una cabeza triangular (Figura 4.5 b). En el resto únicamente se muestra la figura
que hoy consideramos representa un torso, brazos, piernas y pies estilizados (Figura 4.5 c).
Este tipo de imagen únicamente la hemos encontrado plasmada sobre el exterior de las
piezas. Su recurrencia al igual que en el primer diseño es mayor en el sitio de Tototate (dos
ejemplares), pero hemos encontrado casos aislados (dos) en la región del surponiente de
Zacatecas (Cerro del Teúl y Apozol).

135
Figura 4.5. Motivos figurativos antropomorfos. (a) Personaje de cabeza “triangular”,
(b) Personaje completo esquematizado y (c) Figura que representa del torso hacia bajo.

Cabe mencionar que los diseños antropomorfos correspondientes al primer motivo


(a) se presentan en tres ocasiones sobre cajete de paredes curvo divergentes y soporte
anular y una sola vez en un cajete de paredes recto divergentes. Con respecto al segundo
motivo (b) este sólo aparece una vez sobre la parte exterior de un cajete de paredes recto
divergentes. Mientras que la última figura (c) se presenta sólo en la parte exterior de un
cajete de paredes recto divergentes, y únicamente, en dos casos se muestra en un cajete de
paredes curvo divergentes junto con el primer tipo (a).

El último diseño posiblemente antropomorfo es una representación vista de perfil.


La imagen podría ser resultado de un error del artesano durante el proceso decorativo, o
bien podría resultar de un defecto en la técnica; sin embargo, en nuestra opinión podría
tratarse de un infante en posición sedente. Esta imagen es única y aparece asociada a una
serie de círculos y formas de “reloj de arena”. La sucesión de círculos parece representar
una secuencia deliberada, valiéndose de círculos de pintura roja sobrepuestos a los círculos
negativos en distintas posiciones, lo que podría aludir al ciclo lunar (Figura 4.6). Lo
anterior, sumado a la posible representación antropomorfa que parece tener la expresión de
un infante, nos sugiere que la vasija podría estar aludiendo a la fertilidad. Procede de la
región del Teúl de González Ortega y no tenemos constancia de que una composición
semejante haya aparecido en otros sitios o áreas.

136
Figura 4.6. Motivo figurativo antropomorfo. Posible representación de un infante visto de perfil
asociada círculos y diseños de reloj de arena en una posible alusión al ciclo lunar.

4.4. Motivos figurativos: zoomorfos


Los diseños zoomorfos aparecen con menor frecuencia que los antropomorfos; únicamente
los encontramos en cuatro vasijas, todas ellas procedentes de colecciones del surponiente
de Zacatecas y norte de Jalisco (una en Totoate, dos en el Teúl de González Ortega y una
en Apozol-Juchipila). Aunque es importante mencionar que López Mestas y Ramos
(1992:132) hablan de la presencia de figuras zoomorfas en su cerámica al negativo de la
Sierra de Comanja. Los motivos se presentan en pieza bicromas y tricomas. Aparecen de
dos tipos distintos de animales: un ave y un cuadrúpedo; en algunos casos ambos
elementos comparten un rasgo muy característico, y es que están trazados a partir de una
forma de espiral. Es importante mencionar que algunos motivos de espirales compuestas
podrían ser abstracciones de motivos zoomorfos como los aquí expuestos, pero no se
contabilizaron como tales por no ser tan clara su identificación (ejs. Piezas 2777 P.M.-151,
2777 P.M.-150, 30-11361 en el apartado anterior).

El motivo de ave más figurativo se localiza en una vasija bicroma rojo y negro
negativo procedente del Cerro del Teúl, donde se muestran varias imágenes de este animal,
todas ellas con la cabeza de lado y en posición de vuelo exployado, es decir, con las alas y
plumas desplegadas (Figura 4.7 a-b). El cuerpo fue diseñado a partir de una espiral de dos o
tres giros, en algunos casos se colocaron las dos patas. Es posible que el motivo presente
en una vasija tricoma rojo, bayo y negro negativo de Totoate también se refiera a un ave,
aunque de forma más esquemática (Figura 4.7 c).

137
Figura 4.7. Motivo figurativo zoomorfo.
Tipos de representación de aves: (a) Aves
ascendentes en “vuelo exployado”; (b)
aves descendentes en “vuelo exployado”;
y (c) aves esquemáticas posiblemente en
“vuelo exployado”.

Por su lado, los diseños zoomorfos que pueden representar cuadrúpedos se


encuentran plasmados de perfil y en dos variedades distintas. La primera de ellas consta de
una cabeza con fauces sin dentar, un ojo circular y dos pequeñas orejas ovaladas; como
cuerpo una espiral de varios giros de la cual se proyectan las patas, además de una cola
aserrada (Figura 4.8 a). Este cajete tricomo rojo, negro y bayo negativo forma parte de la
colección Sescosse de la zona de Apozol-Juchipila. La segunda variedad de cuadrúpedos se
observa en una de las piezas bicroma en rojo y negro negativo que procede de la colección
Casa Cural del Teúl de González Ortega; consiste en una imagen compuesta por una
cabeza redonda, fauces terminadas en punta y lleva unos “cuernitos” en la parte posterior.
Del cuerpo trazado a partir de una curva sobresalen dos patitas con tres dedos. Hacia el
final una cola retorcida unida a un motivo en forma de peine. Este motivo únicamente lo
hemos observado en una pieza de la región surponiente de Zacatecas y cabe mencionar que
este elemento se encuentra sobre toda la vasija, tanto en el exterior como en series
repetitivas en el interior (Figura 4.8 b).

Figura 4.8. Motivo figurativo zoomorfo. Tipos de


representación de cuadrúpedos:. (a) Trazo a partir de una
espiral; y (b) Trazo de cuerpo relleno o curvas

138
4.5. Posibles numerales
Existen tres ejemplos, todos ellos procedentes del Cerro del Teúl, donde se aprecia lo que
podría tratarse de numerales, localizados en la banda decorativa ubicada al centro de la
pared interior de las vasijas. En dos casos (piezas 017 y 139) debajo de una doble pirámide
escalonada se colocaron dos líneas horizontales paralelas y por debajo de éstas dos círculos
o formas de “S” horizontal con punto al centro, dando en conjunto una apariencia
semejante a la numeración maya. El tercer ejemplo (166) es una variante en la que la
pirámide es sustituida por una figura triangular que podría representar un cerro (Figura 4.9).

Figura 4.9. Posibles numerales

Haciendo referencia al trabajo de Kelley (1962) para las cerámicas de Alta Vista él
también menciona que algunos motivos pueden tratarse de numerales, cuentas o fechas, por
lo que tal vez sería importante abundar en el tema.

4.6. Aspectos generales


También queremos hacer hincapié en una característica de la decoración que se presenta
con cierta frecuencia, nos referimos aquí a la sobreposición de un círculo traslúcido en tono
rojo que cubre casi por completo al motivo decorativo.

Para terminar con los datos decorativos quisiéramos hacer notar que si bien los
motivos fueron separados de su contexto, es importante mencionar que dentro de nuestra
muestra existen seis tipos distintos de piezas de acuerdo a la presencia-ausencia de ciertos

139
elementos: (1) las que representan elementos antropomorfos y zoomorfos, acompañados de
motivos geométricos y un fondo sólido, (2) las piezas que muestran grandes círculos
acompañados de otro geométrico y un fondo sólido, (3) las que son completamente
geométricas al interior y exterior y muestran un fondo sólido, (4) las piezas con motivos
compuestos y fondos cuatripartitas, (5) las que muestras diseños compuestos y geométricos
simples con una figura central en el fondo, y (6) los de motivos compuestos y fondos
sólidos (Figura 4.10).

De los elementos que hemos mencionado en las anteriores páginas queremos hacer
notar que los motivos por separado únicamente nos sirven como unidades o patrones de
diseño, que nos permiten conocer la distribución y alcance de los distintos elementos de
decoración compartidos y comunes entre los diversos sitios donde se han recuperado
cajetes de base anular con decoración al negativo. La variedad y diversidad con que se
intercalan los motivos para formar un “discurso iconográfico” vuelve a estas piezas objetos
únicos e irrepetibles, aunque en algunos casos semejantes.

Estas inclinaciones y variedades en ciertos atributos han permitido diferenciar


regionalmente algunas piezas (figura 4.11). Como es el caso de las piezas del Teúl de
González Ortega, que no sólo se diferencian por los motivos decorativos geométricos
compuestos, sino también por su forma y gama cromática. O las piezas del cañón de
Bolaños, donde se observa una preferencia por los motivos antropomorfos. Y las piezas de
los Altos de Jalisco y la sierra de Comanja, que son predominantemente geométricas, por
dentro y por fuera.

4.7. Particularidades estilísticas (trazo)


Con respecto a las piezas que conforman la muestra, hemos podido distinguir entre dos
tipos diferentes de estilo decorativo. Esto a través del tipo de trazo y preferencias plásticas
al momento de decorar el objeto cerámico. Estas inclinaciones y variedades de ciertos
atributos o rasgos en esta colección, han permitido diferenciar regionalmente algunas
piezas.

140
Hemos mencionado que algunos motivos decorativos aparecen en todas las áreas,
otros son determinantes de ciertas regiones o sitios en particular, pero todos comparten una
especie de lazos de identidad que los ligan.

En estas piezas hemos podido observar una convención de símbolos, no sólo


regional, sino también por sitio arqueológico. Además, estos conjuntos decorativos
responden a un trazo específico, lo que a ciencia cierta aún no sabemos a qué se debe,
aunque en opinión de la Arqlga. Laura Solar podía estar reflejando la existencia de distintos
gremios o distritos de alfareros. De los 46 cajetes de base anular que hemos revisado, 15 de
ellos corresponden a un trazo distintivo y a un sitio determinado.

Los 15 cajetes apenas mencionados sólo se encuentran en las colecciones del


Cerro del Teúl. Se distinguen por ser las únicas piezas bicromas rojo y negro negativo de
nuestro universo de estudio, éstas muestran una delicadeza al momento en que se plasmó el
diseño decorativo. Líneas finas, largas, rectas y curvas mezcladas formando motivos
compuestos en armonía con la composición general de la pieza (Figura 4.12). Es en estas
piezas donde la destreza del artesano al momento de crear estos conjuntos fue puesta a
prueba. El significado de los mismos es, en este momento, incomprensible para nosotros,
pero el hallar símbolos casi idénticos entre piezas nos sugiere un mismo concepto o
expresión simbólica en un momento y sitio específicos.

Figura 4.12. Particularidades estilísticas. Ejemplo del grado de perfección y fineza de algunas
piezas bicromas rojo y negro negativo (Cajete 166-Cerro del Teúl, Colección Raíces).

141
Con referencia a estas piezas, podemos mencionar que se trata de una “variante”
local de los típicos cajetes de base anular que encontramos distribuidos a lo largo de las
márgenes norteñas del corredor hidrológico Lerma-Santiago. Aunque también debemos
mencionar que existen en el mismo sitio los “clásicos” recipientes tricomos rojo, bayo y
negro negativo con motivos geométricos y figurativos comunes a las demás regiones.

Con respecto a las restantes, que denominamos como “clásicas” por decir que son
las más comunes, éstas presentan un trazo muy similar, líneas gruesas o medias, cortas,
rectas y curvas. Los motivos con este tipo de trazo son de mayor tamaño, más sencillos y en
la mayoría de los casos predominan los diseños geométricos (Figura 4.13).

Figura 4.13. Particularidades estilísticas. Recipientes “clásicos” de predominancia geométrica


tricomos rojo, bayo y negro negativo (Cajete 106-Cerro del Teúl, Colección Raíces).

Al igual que en las otras piezas, en éstas también parece existir una convención o
concepción de acuerdo a la representación, generando algunas diferencias dependiendo de
la región donde se encuentren las vasijas. De este modo, por ejemplo, nuestro personaje
antropomorfo presenta las mismas características generales, aunque cambia el tocado o
adorno capital que lleva, o el tipo de ojos y boca que presentan de una región a otra.

142
4.8. Con respecto a los contextos
Ya hemos mencionado que una porción considerable de las piezas proceden de saqueo.
También hemos comentado que existen indicadores morfológicos y decorativos que nos
han permitido observar semejanzas, pero del mismo modo diferencias. Sin embargo, existe
algo en lo que presumiblemente son casi idénticas (así lo dejan ver algunas de ellas), nos
referimos al contexto, pues 16 de las piezas que conforman nuestra muestra cuentan con un
contexto arqueológico y éste no parece cambiar mucho de una región a otra.

La selección de motivos decorativos y de objetos de prestigio responde a un


sinnúmero de factores que generalmente vienen marcados por las élites (Filini y Cárdenas
2007: 144); en el caso de estas piezas, los factores ideológicos ligados con patrones
funerarios son los responsables de su aparición y dispersión por el área que cubre la
subesfera Altos-Juchipila y algunas otras regiones de la Esfera Septentrional, como se verá
a continuación.

De las piezas en contexto, ocho provienen del sitio de Totoate en el cañón de


Bolaños. Como se mencionó previamente, estos cajetes fueron recuperados por Hrdlička en
1902, de lo que él describió como un conjunto de cuartos sobre una plataforma circular
(Kelley 1971: 770-771). Al día de hoy y gracias a los trabajos posteriores de Charles Kelley
en Totoate, sabemos que se trata de un altar circular al centro de una plaza de iguales
características, por lo que muy probablemente las piezas excavadas por Hrdlička, asociadas
a otros objetos suntuarios, formaron parte de una ofrenda intrusiva como parte de un ritual
mortuorio o de conmemoración (Jiménez comunicación personal 2014).

Por otro lado, del sitio arqueológico de Alfaro en las inmediaciones de la sierra de
Comanja, es de donde proceden tres de estos cajetes en contexto. Aquí los recipientes
fueron localizados como parte de las ofrendas colocadas en entierros individuales y
múltiples dentro de la unidad habitacional 2 del sitio (Ramos y Ramírez 1992: 270). Al
haberse encontrado en contexto de entierro, estos investigadores proponen un uso y
funciones específicas al detectarse en contextos mortuorios para una clase particular de
individuos (Ramos y Ramírez ibid. 273, López Mestas y Ramos 1992: 140).

143
Otra de las piezas en contexto proviene de los trabajos de la OSTORM (Instituto
de Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación) en la cuenca de Sayula. Este
es el recipiente que se encuentra más alejado del núcleo de dispersión o aparición (las
márgenes norteñas del río Lerma-Santiago). El cajete en cuestión fue recuperado del sitio
de San Juan Atoyac, explícitamente del área 2 de entierros: “Cerca del entierro 34 se
localizó un fragmento de cajete con base anular y decoración al negativo” (Noyola 1994:
63). Al encontrarse en un área de entierros, este fragmento de cajete probablemente llegó a
Sayula como una vasija destinada a uso funerario de acceso limitado a los grupos de élite

En cuanto a las seis piezas de la región Apozol-Juchipila que forman parte de la


colección Sescosse, según comunicación personal del arqueólogo Peter Jiménez, quien en
su momento habló con el señor Federico Sescosse, las piezas en cuestión se encontraron
sobrepuestas, muy al estilo de deposición de los objetos encontrados en las tumbas de caja
en Tabachines (Schöndube y Galván 1978), Hospital de Belén (Schöndube 1983) y Tala
(López Mestas y Montejano 2003), pertenecientes al complejo Ixtépete-El Grillo (Jiménez
1989: 14); sin embargo, con excepción de los materiales de La Higuerita (López Mestas y
Montejano 2007, Montejano 2008), se desconoce si las vasijas se encontraban asociadas a
otros artefactos o individuos, la posición de cada una y si éstas contenían algún tipo de
material ahora perdido.

Finalmente y en síntesis, queremos mencionar que aquí no sólo estamos tratando


con una red de bienes, sino también con una de ideas, donde la técnica y los motivos
decorativos se están viendo involucrados en una serie de procesos de asimilación,
adaptación y recombinación que dan paso a una serie de diferencias intrarregionales, que
guardan rasgos de un origen compartido y común desde periodos tempranos hasta el
Epiclásico. También asumimos que las élites locales se vieron involucradas y son las
responsables de la dispersión de estos rasgos.

144
5. Epílogo: un acercamiento al trabajo realizado y lo que nos ha faltado
por hacer

De manera general, a lo largo del texto anterior se ha tratado de esbozar la situación actual
de los cajetes de base anular con decoración al negativo. Nos hemos acercado a ellos
siguiendo una línea marcada hace ya más de 40 años por Charles Kelley (1974) y que
generaciones posteriores han decidido seguir y expandir a nuevos horizontes. Los
fenómenos de adaptación, segregación, recombinación, transformación y vinculación
cultural han estado presentes a lo largo del tiempo en los distintos desarrollos humanos y su
alcance como modelos de explicación social han resultado muy satisfactorios.

Los cajetes de base anular con decoración al negativo han probado ser un
fenómeno de amplia distribución geográfica, no así temporal, ya que son exclusivos del
periodo Clásico tardío-Epiclásico. En cuanto a su manufactura, las sutiles diferencias
parecen haber resultado de la producción de variantes locales, que reflejan posiblemente la
existencia de varios centros productores, si bien muchos de sus aspectos estéticos y
decorativos son herencia compartida, de siglos anteriores.

Así como menciona Kelley, en términos culturales y usando la evidencia derivada


de lo expuesto en anteriores apartados, estamos de acuerdo en que la expansión y
distribución de esta cerámica en el Noroccidente es el resultado de:

“una serie de comunidades, distribuyendo una cultura básica mesoamericana pero


demostrando diferencias locales, esparcidas a lo largo de una frontera irregular […]
cada grupo tomó una parte de esta cultura básica mesoamericana, desarrollando una
nueva mezcla cultural […] así las siguientes colonizaciones [generaciones] llevaron
consigo nuevas variaciones del patrón básico mesoamericano, con una reducción de
herencia cultural básica más adiciones de las culturas Chichimecas” (Kelley 1974:
20).

145
Con respecto a lo anterior y de una manera muy similar a lo que Kelley (1974)
expone, para Jiménez y Darling la distribución, los estilos y la iconografía, no sólo de estos
materiales sino de muchos otros, durante el Epiclásico, sugieren un importante arrastre
simbólico entre las distintas unidades políticas a lo largo y ancho de la sub-esfera Altos-
Juchipila (Jiménez y Darling 2000; 175). De la misma manera, para la región de los Altos
de Jalisco Ramos y López Mestas, basados en los materiales cerámicos con los que
cuentan, proponen que:

“existen elementos que permiten observar relaciones interregionales para un primer


momento; así la cerámica policroma y negativa en la zona se reconoce como
relacionada con la tradición Morales del Bajío (Braniff, 1972). Se pueden observar
tipos relacionados con estas tradiciones, pero que a su vez evolucionaron
localmente, manteniendo un sustrato simbólico temprano, que se reflejará en
diferentes tipos cerámicos norteños [cajete de base anular con decoración al
negativo, tipo que ellos denominan como Negativo Tardío], que aparecen inclusive
hasta la región del noroeste de México” (Ramos y López Mestas 1999: 257).

También hemos notado una convención en el uso de ciertos motivos decorativos


geométricos, zoomorfos y antropomorfos. De acuerdo con Filini y Cárdenas (2007: 144) la
selección de motivos responde a un sinnúmero de factores que generalmente son marcados
por las élites, a la vez que “la adopción de un corpus específico de motivos y símbolos por
diferentes regiones culturales es un proceso consiente de eclecticismo y selección que se
impone por factores económicos, políticos e ideológicos”. En el caso de nuestras vasijas la
selección y reproducción de motivos implicaría principalmente factores ideológicos ligados
con patrones funerarios.

Tomando en cuenta el tipo de objeto y el contexto en el aparecen, con los datos


disponibles hasta el momento, es posible considerar que los cajetes de base anular con
decoración al negativo (a reserva de nuevos contextos) son un objeto creado para fines de
carácter mortuorio. Es decir que este cajete para nosotros representa un bien de prestigio y
de información que se ve inmerso en una serie de relaciones y de intercambios de carácter

146
ideológico, religioso y cultural al que únicamente tiene acceso una parte restringida de la
población. Así lo explica Solar (2002: 104 nota 86):

“El que un objeto se considere de ‘lujo’ tiene mucho que ver con sus características
materiales y su distribución desigual puede estar basada en diferencias económicas.
En este caso la posesión de un objeto de lujo otorga a sus dueños un grado de
prestigio que en particular obedece a la reafirmación de distancias sociales en los
planos económico y político. Sin embargo algunos bienes reúnen cualidades que
rebasan su materialidad adentrándose en el plano simbólico, y las restricciones en su
adquisición y uso obedecen a otros factores”.

Por otro lado, como ya mencionamos, hasta ahora y con los datos obtenidos se
puede proponer que los cajetes motivo de este estudio fueron manufacturados en distintos
distritos alfareros a partir de la asimilación de un concepto regional, pero involucrando la
fusión de rasgos locales, denotando un fenómeno como el que explica Kelley (1974: 33
nota 8):

“series de culturas arqueológicas locales y más o menos contiguas, vinculadas por la


presencia compartida de uno o más “estilos horizonte” […] donde compartir dichos
estilos implica algún grado de interacción cultural”).

En este apartado final, queremos dejar ver que el trabajo presentado ofrece una
gran cantidad de posibilidades en cuanto a investigación arqueológica se refiere y que, por
ser éste un trabajo “introductorio”, no nos ha sido posible desarrollarlos de manera más
profunda y concisa.

Una de las primeras ideas que tuvimos con estos materiales, una vez que
conocíamos nuestro universo, surgió a partir de la recurrencia de ciertos motivos en las
piezas; estas repeticiones, que nos hizo notar la arqueóloga Solar al observar uno de los
primeros borradores de lo que sería la figura 4.11, nos dejó pensando sobre esa posibilidad
de que en cada región existieran gremios de artesanos que reproducían de manera consiente

147
una serie de unidades de diseño aprobadas por la comunidad, o simplemente “por encargo”,
ya fuera de las élites locales o de un grupo de “sacerdotes”. Pero, también puede ser que
esta reproducción de motivos sea inconsciente, algo así como modas en el uso de ciertos
diseños simplemente basados en el gusto particular del diseñador, de la sociedad
contemporánea o de la élite en ese momento en el poder, y no responder a alguna razón más
compleja ¿Se trata de artesanos especializados con un bagaje ideológico común?
¿Artesanos especializados con motivos regionales distintivos? ¿Artesanos de trazo libre
bajo ciertas convenciones? o ¿Artesanos creando piezas “sobre pedido” con un amplio
conocimiento ideológico?

Mientras llevamos a efecto la separación de motivos con la finalidad de obtener el


cuadro descrito anteriormente (figura 4.11), nos percatamos de que existían motivos que si
bien eran iguales o semejantes no siempre aparecían en la misma ubicación dentro del
cuerpo general de la pieza; unos aparecían sobre la pared exterior, otros sobre la interior y a
veces en el fondo. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Tiene algún valor (representativo o
simbólico) la ubicación de ciertos motivos dentro o a fuera de los recipientes? ¿Algunas
imágenes pudieran tener mayor o menor importancia dependiendo de la posición que
ocupan en la vasija? Valoramos la acción del artesano en la colocación de motivos sobre el
recipiente, pero nos es imposible saber si esta acción fue consiente al artista, ajena al
mismo y preconcebida por un tercero, o simplemente derivó de una moda o tendencia
regional.

También pensamos en la posibilidad de que la complejidad de algunos motivos, en


contraparte de otros extremadamente sencillos, pudiera poner de manifiesto un uso
predefinido para ciertas piezas, lo que junto con las que se han encontrado asociadas a usos
funerarios, así como su control restringido dentro de ciertos grupos, nos llevó a pensar si
existen unidades de diseño compartidas por todos o restringidas localmente, o si la
complejidad o sencillez se relacionan con el uso y función de ciertas piezas. Esto último
considerando que existen vasijas con diseños realmente sencillos que se presentan en el
mismo tipo de contexto.

148
Además de todo lo anterior, queremos mencionar que hasta ahora el diseño
antropomorfo más recurrente (el individuo triangular) que presenta ligeras variaciones y
guarda cierta homogeneidad en algunos atributos, nos ha parecido reconocerlo en una
representación muy similar en una de las copas pseudo-cloisonné ilustradas por Holien
(1977) y recuperadas en La Escondida; eso nos ha permitido generar la interrogante de si
estas representaciones son referentes ideológicos comunes de deidades o se trata de
sacerdotes o guerreros, o si son motivos asociados a la función funeraria en la que han
sido encontrados.

Figura 5.1. Copa pseudo-cloisonné, espécimen 8, La


Escondida (Holien 1977).

Todo esto nos sugirió una pregunta que tal vez esté muy lejos de ser contestada:
¿Son las piezas dentro de su contexto manufacturadas con propósitos únicamente
mortuorios para la gente de élite o son de uso ceremonial exclusivo de miembros de un
grupo sacerdotal, que al fallecer son enterrados con “sus” piezas? Y finalmente ¿Son los
individuos asociados en los entierros parte de la ofrenda o son “guardianes” del corpus
ideológico que representan estas piezas?

Nuestro último punto importante surgió al observar la distribución de algunas


piezas, sobre todo de las que se encontraban en los límites o afuera de la sub-esfera Altos-
Juchipila y la Esfera Septentrional. Estas piezas parecen corresponder con las aquí tratadas;
sin embargo guardan diferencias en algunos casos significativas. Esto nos sugirió las
siguientes preguntas ¿Están marcando estas piezas los límites de la esfera en un punto de
traslape? ¿La aparición o desaparición de ciertos elementos nos sirve para marcar los

149
alcances de la esfera? ¿La concentración de otros marca el centro de la esfera? ¿Estamos
frente a regionalismos dentro la misma esfera?

Conocer los alcances geográficos de la subesfera Altos-Juchipila marca un primer


acercamiento sobre la distribución de los cajetes de base anular con decoración al negativo.
Sin embargo, su presencia-ausencia en sitios arqueológicos localizados dentro de la
subesfera, en el límite y afuera de ella nos permite realizar inferencias respecto al
comportamiento y dinámica de estas piezas en una región más amplia. Es el caso del
ejemplar localizado durante los trabajos de salvamento arqueológico del fraccionamiento
San Juan de Atoyac en la Cuenca de Sayula. Esta pieza, desde su localización, figuró como
material foráneo e intrusivo en la región de la cuenca:

“[…] asociados a la fase Sayula se tiene materiales alóctonos, o que por sus
características estilísticas parecen ser intrusivos en la cuenca […] Uno de ellos, ya
reportado por Noyola, es un fragmento de base anular con decoración al negativo
que puede provenir de los Altos de Jalisco o el cañón de Juchipila, zonas donde es
muy común. Su presencia en la cuenca pone de manifiesto su participación en la
red marcada por la distribución de dicho recipiente […]” (Ramírez Urrea 2005:
169).

La ubicación de esta vasija tan al sur de la subesfera llama nuestra atención,


porque verdaderamente comparte una serie de rasgos muy semejantes con las reportadas
para la región surponiente de Zacatecas, por lo que no podemos dejar de preguntarnos
cómo llegó a Sayula y para qué.

La distancia existente entre el cañón de Juchipila y la cuenca de Sayula es


considerable, pero el recipiente parece ser idéntico a los observados en el surponiente de
Zacatecas, no sólo en su forma sino en sus motivos decorativos; debido a esto,
consideramos que esta pieza proviene del Noroccidente y no es una manufactura local de la
cuenca tratando de imitar las de aquella región. La pieza probablemente llegó a Sayula

150
como una vasija destinada a uso funerario de acceso limitado a los grupos de élite en
congruencia con lo que describe López Mestas (2007: 47):

“[…] en vasijas mortuorias hay mayor complejidad de los diseños decorativos, lo


que a su vez también es indicativo de mayor especialización artesanal […] tipos
elaborados para ser utilizados como ofrendas funerarias de un sector reducido […]
confirmado por su escasez fuera de contextos funerarios, así como por no
presentar huellas de uso […] reforzado por su asociación a otros objetos de
carácter suntuario.”

La distancia geográfica en este caso no implicaría un menor grado de


diferenciación social sino que por el contrario estaría reafirmando el poder de las élites de
Sayula al vincularse a una red importante y distante como la Altos-Juchipila.

Hemos querido en estas últimas páginas mostrar que el trabajo aquí presentado y
las “conclusiones” expuestas lo único que han hecho es generar una serie interminable de
preguntas que creemos podrían ser material para otros trabajos que nos ayuden a completar
el enorme y complejo rompecabezas del Noroccidente de México durante el Epiclásico.

No ha sido un trabajo fácil, pero esperamos que lo aquí expuesto pueda ser
enriquecido en un futuro, ya que sólo vinculándonos como investigadores, interactuando y
compartiendo nuestros resultados o percepciones es que podremos conocer aquello que nos
ha sido velado.

151
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