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Causas de la dependencia emocional

Las relaciones humanas son una parte importante de una vida sana y equilibrada, como

seres humanos hay mucha necesidad de conexión emocional, física, y tal vez espiritual,

y más cuando se habla de las relaciones entre padres e hijos. Los padres son los

responsables de críar y formar personas que sean útiles y funcionales, todo esto lo hacen

de acuerdo a sus creencias, algunas veces los padres puede tener una participación

excesiva y alterar la forma en la díada padre-hijo.

El papel de los padres será de asegurarse de que las necesidades del niño se

cumplan, (Padres => Niño). Esta matriz tiene un ego sano y las relaciones sociales

equilibradas a donde es capaz de proporcionar y dar al niño un espacio seguro y una

conexión emocional y física saludable. Este padre respetará los límites del niño.

Pero cuando los padres comienzan a buscar al niño para cumplir sus propias

necesidades personales (Padre <=> Niño). La mayoría de los padres hacen esto

inconscientemente, ya que pueden no ser conscientes de su estilo de vida desequilibrado

y el niño es su única fuente de interacción. Este niño puede llegar a ser la fuente que los

padres necesitan, y comienzan a llenar esos espacios vacíos en la vida de los padres.

Este tipo de relaciones puede resultar en dependencia.

En 1961 Harlow realizó un experimento con monos recién nacidos, en una jaula colocó

a un muñeco de alambre con un biberón y al lado un muñeco sin comida, pero cubierto

de un suave trozo de felpa, cuando el monito entraba en la jaula pasaba 17 horas

agarrado a su mamá de trapo y sólo se separaba de ella una hora para comer de la mamá

de alambre. Este impulso a buscar la protección de un cuidador se denomina necesidad


de apego y está presente en la especie humana, es una conducta biológica que va más

allá del deseo de ser alimentado.

Padres e hijos partimos de la dependencia más extrema para avanzar hacia la autonomía

personal y la interdependencia sana. Para esto se ha de transformar la relación infantil

marcada por la figura de autoridad y la dependencia del hijo en una relación entre

adultos. A veces el proceso queda incompleto y tanto los padres como los hijos

permanecen atrapados en la sobreprotección y la dependencia.

Las causas de la dependencia emocional se encuentran durante la infancia en la relación

primaria del niño con sus padres o personas significativas del entorno. Por diversas

razones, bien sea por abandono, por abuso de autoridad o incluso por una protección

extrema del niño, los padres no logran infundir en el niño la confianza y la estima en sí

mismo, que, de adulto, continuará buscando en los demás. Esto se puede acrecentar

durante el período escolar y durante la adolescencia, ya de adulto el dependiente

emocional recrea situaciones en las que asume un papel sumiso intentando siempre

complacer a los demás con el fin de mantener el vínculo con los otros a toda costa y

evitar así un posible rechazo que teme con pavor.

Las personas que han sido criadas en un ambiente de control, es decir, la gran mayoría

de nosotros, a menudo tienen una percepción errónea de sí mismos “baja autoestima”.

La falta de autoestima generada en la infancia es la principal causa de la dependencia

emocional. Es fruto de un chantaje emocional en el que se le enseña al niño que se le

ama mientras cumpla con las expectativas que los padres o las personas significativas

que le rodean tengan sobre él. Cualquier intento de afirmarse o de demostrar su

individualidad por parte del niño es reprobado o castigado. Sus alas se cortan y el

dependiente emocional aprende rápido a no crear conflicto o a no molestar para


asegurarse el afecto que necesita. Lo que conduce a una incapacidad para percibir con

precisión a los demás y tener relaciones sanas.

A los niños que no se les permite ser ellos mismos a sentir, a pensar, a tener

necesidades, preferencias, intereses y límites saludables aprenden que:

 Sus emociones y pensamientos son incorrectos (problemas de auto-

confianza, autoestima y autovaloración.

 Sus necesidades, preferencias e intereses son menos importantes que los de los

demás (ser complaciente con las personas, ansiedad social, miedos sociales, “timidez”,

pasividad, sentimiento crónico de vacío y aburrimiento).

 Está bien que los demás los traten mal, y/o tratar a los demás

pobremente (establecimiento de límites pobres, relaciones poco saludables, auto-

devaluación, codependencia / contra-dependencia, problemas de confianza, pasivos y / o

agresión activa).

 Chantaje emocional durante la infancia: al dependiente emocional se le enseña de

niño que se le ama mientras cumpla con las expectativas que los padres o las personas

significativas que le rodean tengan sobre él. Cualquier intento de afirmarse o de

demostrar su individualidad por parte del niño es reprobado o castigado. Sus alas se

cortan y el dependiente emocional aprende rápido a no crear conflicto o a no molestar

para asegurarse el afecto que necesita.

 Manipulación y sentimientos de culpa: mediante la culpa se manipula al niño a que

mantenga la actitud deseada. Es frecuente oír a madres que se lamentan de múltiples

dolores que achacan al“disgusto” que le han dado sus hijos o sus maridos y es frecuente

oír sentencias en un tono desproporcionado de padres autoritarios a sus hijos como

“calla y obedece”, “aquí se hace lo que yomando”, etc


 Fallos en la construcción de la autoestima: La autoestima del niño así como su

capacidad para estar solo se construyen a través del reflejo, del espejo de la confianza

que sus padres le otorgan. El niño que tiene fallos durante esta etapa porque recibe

mensajes contradictorios sobre su capacidad por parte de los padres no logra interiorizar

esas cualidades y necesita que el adulto esté siempre a su lado para sentirse seguro.

Los padres dependientes generan en sus hijos el dilema entre vivir su vida y mantenerse

en relación con ellos. Los sentimientos de culpa por dejarlos atrás provocan angustia,

pena e ira. Romper ese tipo de vínculo es difícil porque representa perder la forma de

relación que uno ha tenido desde la niñez. Independizarse es igual a traicionar y

abandonar a los que te quieren. Los padres que han convertido a sus hijos en centro de

su universo sufren el Síndrome del nido vacío, una profunda sensación de pérdida que

se produce cuando los hijos se emancipan y ellos descubren que han renunciado a otras

áreas importantes de su vida.

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