LEVÍ MARRERO

Ex-Profesor de Historia Económica de

Cuba en la Universidad de La Habana

CUBA:
Economía y
Sociedad
AZÚCAR, ILUSTRACIÓN Y CONCIENCIA
(1763-1868) (VII)

Editorial PLAYOR, S.A.

Santa Clara, 4,
MADRID
dacia. No obstante la ofensiva de
Piñeres, en las elecciones triunfa
ron, como vimos, como diputados
a Cortes, el Padre Várela, Leonardo
Santos Suárez y José Antonio Sa
co, elegido miembro de la Diputa
ción Provincial de La Habana.
El notorio capitán Domingo Ar-
mona, quien mandaba una partida
encargada de perseguir delincuen
tes y finalmente intervino en per
secuciones políticas —fue quien
arrestó en Guanabacoa en 1823 al
jefe de la conspiración de los Ra
yos y Soles, José Francisco Le-
mus—, dirigió el más escandaloso
ataque contra la libertad de pren
sa, al asaltar el taller de imprenta
de Pedro Nolasco Boloña, donde
era confeccionado el periódico pi-
ñerista El Esquife Constitucional.
Armona golpeó a varios artesanos
y provocó un caos en el equipo de
producción. Ante el escándalo, Ar
mona fue suspendido temporal
mente por Mahy, quien precisa
mente, junto con el Capitán, había
sido atacado mediante un acrós
tico en El Esquife, provocando la
ira de Armona. La prensa piñerista
continuó su campaña, pero tras las
protestas el tono de los más exal
tados disminuyó.
Durante el Trienio la libertad de
imprenta permitió no sólo publicar
periódicos de tendencias genui-
namente liberales, sino libros de
franca inspiración democrática
que servían de indirecto apoyo al
propósito de la independencia. El
guayaquileño Vicente Rocafuerte,
radicado brevemente en Cuba
(1821-22), amigo de José A. Mira-
lia, publicó en La Habana, con un
falso pie de imprenta de Filadelfia,
una traducción de Sentido común
(Common Sense) del revoluciona
rio angloamericano Thomas Paine
(1737-1809), de destacada actua
ción como ideólogo en el proceso
de la independencia norteameri
cana. Incluyó el libro, publicado
bajo el título de Ideas necesarias a
todo pueblo americano que quiere
ser libre, la Disertación sobre los pri
meros principios de Gobierno, del
propio Paine, así como la Decla
ración de Independencia y la Cons
titución de los Estados Unidos. 164
Otro acto de audacia ocurrió en
Santiago de Cuba, donde circula
ron proclamas informando sobre
la independencia de México, lo que
daría lugar a un proceso contra
Salvador Duany y otros co-reos por
haberlas impreso.1
La libertad de prensa encontra
ría numerosos enemigos, acogidos
a muy diversas razones. En 1 822 el
alcalde de Santiago de Cuba, An
drés de Jústiz, se quejaba, pues la
libertad,
degenerada en licencia que será
insignificante para los malvados y
ludibrio para los hombres de las
mejores intenciones, convirtién
dose nuestra liberad nacional en
una efervescencia atrabiliaria de
algunos, con el desenfreno absoluto
de todas las pasiones. 166
Con su superior inteligencia y
conocimiento de los hombres, el
Presbítero Félix Várela buscaría
una explicación razonable al caos
que provocaban los periodistas im
provisados que se batían desde los
más contradictorios ángulos, con
armas no siempre limpias. A Vare-
la le parecía preferible la libertad,
con todos sus peligros, antes que
arrebatar a las gentes el derecho a
expresarse:
Si hubiera un gran pueblo privado
del don de la palabra, y que al pun
to se le concediera, todos tal vez
reclamarían contra los daños cau
sados por este modo fácil y pronto
de comunicar las ideas, y aunque
conocieran sus ventajas, no faltarían
hombres temerarios que quisieran
destruirla bajo el pretexto de que no
se difundan ideas perniciosas.
¿Sería conveniente que este afortu
nado pueblo volviese a su antigua
mudez? Lo mismo puede decirse de
la libertad política de la imprenta,
sin la cual [el pueblo] es mudo.
Várela reclama ante las Cortes
el fin de la esclavitud y
amplia autonomía colonial
El diputado por La Habana, Pbro.
Félix Várela, encontró escollos
para acceder a las Cortes de 1822,
pero el año siguiente su participa
ción fue destacada, previsora y au
daz, si consideramos los criterios
dominantes en los círculos oligár
quicos habaneros. En 1811 el dipu
tado por La Habana, Andrés de
Jáuregui, hacendado electo por los
miembros del Ayuntamiento, salió
al paso y frustro, apoyado por un
memorial redactado por Francisco
de Arango, un proyecto moderado,
destinado a extinguir paulatina
mente la esclavitud en la América
española, presentado por el diputa
61
Documentos

PRESENCIA SUDAMERICANA EN CUBA DURANTE EL TRIENIO CONSTITUCIONAL

En los agitados y confusos dfas del Trienio Constitucional se radicaron en Cuba algunos distinguidos sudamericanos, quienes no sólo participarían
como liberales activos en los conflictos frecuentes, sino que más tarde, en el nuevo mundo republicano de la América del Sur, ocuparían
posiciones relevantes. Entre estas figuras destacarían el ex-oidor Manuel Lorenzo Vidaurre, peruano, que llegaría a presidir el Congreso de
Panamá; el poliglota y brillante orador José Antonio Miralla, argentino; el Dr. José Fernández Madrid, nacido en Bogotá, médico y publicista; y el
poeta Vicente Rocafuerte,nativo de Guayaquil, quien llegaría a ser presidente del Ecuador.
Un neogranadino, realista obseso, el doctor y sacerdote Juan Manuel García del Castillo y Texada, quien tras vivir refugiado en La Habana pasó a
Madrid, envió desde allí memoriales a Fernando Vil en 1825, sugiriendo planes —un ano después de Ayacucho— para recuperar el Imperio
perdido. En uno de estos memoriales trazó los retratos que siguen, más reveladores de su intención y del ánimo con que escribía que de las
personalidades que pretendía enjuiciar y delatar.

ANTONIO MIRALLA. Creo es natural
de Buenos Aires, y según tengo enten
dido vino a esta Península como secre
tario de Vaquixano [José Baquijano,
conde de Vista Florida], diputado a
Cortes por el Perú. Es hombre de bas
tante viveza y literatura y habla muy
bien cinco idiomas, fuera del nativo.
Se acomodó de socio de una casa in
glesa establecida en La Habana, lle
vando su nombre al frente de la com
pañía. Es revoltoso, descarado, editor
de papeles empapados de máximas
subversivas. Su trato ha sido siempre
con los más revoltosos y tildados por
enemigos del Rey y de la nación, y de
cididos como él por la independencia
de América. Fue oficial muy señalado
de milicias nacionales en la misma
Habana. Poco antes de que abortase en
agosto de 1 823 la revolución de Lemus
y Peoli, Miralla, que es astuto sobre
manera, se fue a Norteamérica, despi
diéndose de los nacionales y sus demás
amigos con un papel lleno de frases
preñadas en que les ofrecía se verían
en mejores circunstancias. No se cuál
sería su misión en aquel viaje, lo cierto
es que la víspera del día en que debía
estallar la revolución indicada, se dijo
públicamente que Miralla había estado
escondido en una goleta norteameri
cana fondeada en la bahía y que vien
do descubierta la trama levó anclas y
se hizo a la mar. Sé de cierto que este
sujeto se halla hoy en Santa Fe de Bo
gotá, residencia del Congreso colom
biano, y estoy persuadido que sus ma
quinaciones pueden ser muy dañosas.
DON VICENTE ROCAFUERTE. Natu
ral de Guayaquil. Fervoroso promotor
de la independencia; tiene buen trato y
luces, carácter en extremo reservado,
mucha actividad. Lo vi en La Habana
en dos épocas diferentes. En ambas
pasó a Norteamérica, creo que a pro
mover ideas contrarias a la seguridad y
la dependencia de Cuba. No estaba allí
a mi salida, pero supe que lo espera
ban en breve sus amigos.
DON JOSÉ FERNÁNDEZ MADRID.
Natural de Santa Fe, hijo del superin
tendente que fue de aquella Real Casa
de Moneda. Tiene bastantes conoci
mientos, mucho reposo y reserva. Se
ejercita en La Habana en la Medicina,
con acierto, y así por esto como por
haber escrito varias disertaciones que
han sido premiadas, sobre las enferme
dades epidémicas de la Isla, obtiene
mucha estimación. A la entrada del
[ejército] expedicionario en Santa Fe,
dispersado del ejército insurgente y su
gobierno, se hallaba de presidente del
Congreso de Nueva Granada. Se ocultó
hacia la provincia de la Plata o Popa-
yán, y desde desconocido retiro ofició
al General Morillo implorando indulto
y ofreciendo suministrar luces impor
tantes. Se le indultó en efecto, y yo lo
vi en la Gaceta del Gobierno del Reino.
Madrid fue remitido a esta Corte a
disposición de S.M., pero el goberna
dor de La Habana, entonces don Juan
Manuel de Caxigal, le permitió que
dase allí. Con motivo de haber publi
cado un periódico titulado El Argos
—bien incendiario— y composiciones
poéticas, adquirió mala nota entre los

96
considerable, los Artilleros, los Exal
tados, los Moderados, los Constitucio-
nalistas, etc. Esa enfermedad cismática
cundió también en nuestra Isla, y en
medio de la anarquía, del desorden, de
las pasiones y de los extravíos políticos
asomó su cabeza la sociedad de los
Rayos y Soles, para que los miembros
que la componían jurasen su indepen
dencia de la Madre Patria... La razón,
la paz pública y el mismo interés de la
Sociedad parece que, en armonía, im
ponen su silencio a las leyes penales...
En estos principios se Funda la saluda
ble teoría de las amnistías a que han
recurrido todas las naciones civilizadas
antiguas y modernas... Me inclino mu
cho a esta medida conciliadora... De
llevarse el procedimiento adelante con
todo rigor jurídico, será necesario
prender 500 personas, además de las
que existen encarceladas, embargán
doles sus bienes, pues contra todas
resulta mérito suficiente... Esta perse
cución producirá graves inquietudes y
desolación a muchas familias intere
sadas.
239. BANC (1910), DC, pág. 105.
240. AGÍ. Estado, 18 (A.A.).
241. Portell Vilá, H., (1935), Sobre el
ideario político del Padre Várela, R.C.,
págs. 243-265.
242. Guiteras, Pedro José, (1929), III,
págs. 79-80.
243. AGÍ. Ultramar, 114.
244. AGÍ. Estado, 19 (Memorial del
Dr. Juan Manuel García del Castillo a
Fernando VII, San Ildefonso, 3-VIII-
1825).
245. La Comisión Militar Ejecutiva y
Permanente creada en La Habana por
S0 •
Vives fue calcada de la establecida en
la Península por Fernando VII en 13-1-
1824.
246. BANC (1909), Vn.
247. Pezuela, J. de la (1878), Historia,
IV, págs. 177-178.
248. AGÍ. Estado, 17 (Martínez de
Pinillos a Francisco Zea Bermúdez; La
Habana, IV- 1825) (A.A.).
249. En estos años se concentraron
en Filadelfia y Nueva York numerosos
cubanos perseguidos a quienes se unie
ron notables figuras llamadas a ocupar
altas posiciones en las nuevas repúbli
cas. Coincidieron allí, además de los
comisionados mencionados, Bernabé
Sánchez, el Pbro. Félix Várela, quien
había votado en Cádiz la incapacidad
de Fernando VII; José Antonio Saco, el
antiguo oidor de la Audiencia de Puer
to Príncipe Manuel Vidaurre, quien se
enfrentaría con las autoridades colo
niales de Cuba y que en 1826 sería pre
sidiría el Congreso de Panamá; Vicente
Rocafuerte, que había visitado La
Habana en distintas ocasiones y ocu
paría más tarde la presidencia de
Ecuador. Estos dos últimos entregaron
a los comisionados cartas de presenta
ción y respaldo destinadas a personali
dades del gobierno colombiano.
250. Ver la reseña de Iznaga, bajo el
título de Peregrinación patriótica a Co
lombia, en Morales, Vidal (1931), I.
251. Cita en González, Margarita
(1984), págs. 100-101. El proyecto
grancolombiano sobre Cuba pudo
tener en cierto momento una enorme
magnitud. Según el historiador inglés
R.B. Cunnigham Graham (1959), págs.
197-198, el General José Antonio Páez
mostró entusiasmo por dirigir el pro
yecto libertador: «México había pro
metido apoyar la empresa. A la luz de
la historia no era el proyecto tan utó
pico como parece. Sin duda los ejér
citos de Venezuela y Nueva Granada
eran la mejor fuerza combativa de
aquel tiempo en las Américas... Páez,
quien desde el principio había luchado
por abolir la esclavitud en Venezuela,
contaba con la vasta población de ne
gros cuya libertad intentaría conquis
tar... Bolívar había concebido un plan
que sólo podía haberse originado en
un cerebro como el suyo. Consistía en
formar un ejército con los negros cu
banos, una vez libertados, y llevarlo a
España como demostración de la
grandeza de Colombia, y liberar aquel
país de los malos gobiernos que lo ha
bían llevado a la ruina... Páez, sin du
da, se vio liberando esclavos... Para
hacerle justicia, nunca había vacilado,
desde el comienzo de su lucha, en sus
ideas humanitarias sobre los negros.
En sus Memorias escribió Páez: No
olviden jamás que un pueblo no puede
ser libre si mantiene esclavos en su
seno».
252. Bierk, Harold (1947), Vida pú
blica de don Pedro Gual, Caracas.
253. Diplomáticos de Estados Unidos
informaron a Colombia, anticipada
mente, la oposición de su gobierno a
una invasión de Cuba, pues en 9-III-
1826, una semana antes de que se di
rigiera al Congreso de Washington el
Presidente Adams, escribía Santander
a Bolívar: «Los Estados Unidos, y sea
esto reservado para usted, se han inter
puesto con este gobierno para que sus
 cuba españa

Justo Vélez traduce una síntesis del Tratado de economía

1811 política de J.B. Say, orientado a difundir la idea de la libertad
económica. Nace Carlos Manuel de Céspedes.
a • 1820: Los militares amotinados obligan al Capitán general
Cagigal a proclamar la Constitución de 1812, impuesta a
1820 Fernando VII por una rebelión militar. Termina la intro
ducción legal de esclavos al entrar en vigor el primer tratado
con Inglaterra. Calculados en 225.600 los esclavos llevados a
la Isla entre 1790 y 1820, con una media de 18.000 anuales
entre 1815-19. Creadas 29 compañías de milicianos nacio
nales. La Habana: El Americano Libre. Arango y Parreño,
consejero de Estado. Visita La Habana el pintor Garneray
(1820-25). Santiago de Cuba: Prohibe el Cabildo el triste es
pectáculo de los bozales conducidos desnudos al ser ex
traídos de los barracones de la Marina; se limita la cons
trucción de casas de guano a cuatro cuadras de la iglesia de
Santo Tomás y en los barrios extremos de Santa Ana, Tri
nidad, Los Hoyos, El Calvario y Tívoli.

1821 • 1821: Nicolás Mahy, capitán general (1821-22). Muere Ale • 1821: Plan Quintana reorganiza
jandro Ramírez. Claudio Martínez de Pinillos, intendente y reglamenta la instrucción pri
a (1821-1852). P. Félix Várela: Observaciones sobre la Consti maria. Fiebre amarilla propagada
tución española. Santiago de Cuba: gobernador interino el desde Barcelona; se propone im
1830 Marqués de San Felipe y Santiago; epidemia de viruela; pro pedir el arribo de buques de La
cesado Francisco Muñoz del Monte, director del periódico La Habana entre 15-VI y 15-XI.
Minerva. Huracán azota Baracoa. Miralla y Rocafuerte fun • 1822: Convocatoria a elecciones
dan El Argos. para diputados a Cortes. Organi
• 1822: Muere Mahy de fiebre amarilla. Sebastián Kindelán, zada la Milicia Nacional.
capitán general (1822-23). Desórdenes en La Habana durante • 1823: Los Cien Mil hijos de San
las elecciones para diputados a Cortes al enfrentarse criollos Luis, apoyados por la reacción eu-
 américa resto del mundo

• 1819: Reunido el Congreso de Angostura,

convocado por Bolívar. Las victorias de Páez 1811
abren a Bolívar el camino hacia los Andes;
derrotados los realistas en Pantano de Vargas a
(6-VII) y Boyacá (7-VIII); Bolívar toma Bogotá
y domina toda Nueva Granada. Creada en An 1820
gostura la Gran Colombia, integrada por Vene
zuela, Nueva Granada y el territorio de la an
tigua audiencia de Quito (Ecuador). Estados
Unidos declara piratería la trata africana.
• 1820: Los ejércitos libertadores, desde el nor
te y el sur, avanzan sobre Perú, último reducto
de los realistas. Sustituido Morillo por el Gene
ral La Torre. Ecuador se declara independiente.
San Martín desembarca en Perú y avanza sobre
Lima, mientras las autoridades virreinales
juran la Constitución de Cádiz, restablecida tras
la sublevación de Riego. José Antonio Miralla:
Soberanía del pueblo y elecciones populares. Es
tados Unidos: Compromiso de Missouri; Maine
entra a la Unión como estado libre y Missouri
como estado esclavista; fijado en $1.25 el precio
mínimo del acre de tierra; la Sociedad colo
nizadora de Washington funda Liberia para la
reubicación de los libertos. El Savannah, buque
de vapor y vela, cruza el Atlántico en 26 días.

• 1821: Proclamada en Guatemala la inde
pendencia de Centroamérica (15-IX). Bolívar,
presidente de la Gran Colombia; Santander,
vicepresidente; Sucre, jefe de las tropas para la
campaña del Sur. San Martín toma Lima y es
designado Protector de Perú. Batalla de Cara-
bobo; consolidada la independencia de Vene
zuela. Bolívar y San Martín se entrevistan en
Guayaquil. Batalla de Pichincha; Ecuador inde
pendiente. José Núñez Cáceres proclama la in
dependencia de Santo Domingo (1-XII) con el
• 1821: Napoleón muere en Santa Elena. Gue 1821
rra de independencia de Grecia (1821-29). Mi
sioneros norteamericanos a Hawaii. Se consti a
tuye en Londres la sociedad antiesclavista,
presidida por Willberforce. 1830
• 1822: El Congreso de Verona acuerda resta
blecer el absolutismo en España; oposición in
glesa. Champollion descifra los jeroglíficos
egipcios al estudiar la Piedra de Rossetta, lle
vada por Napoleón.
• 1824: Carlos X, rey de Francia. Nicolás I, zar

• 413
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