Lección 1: Introducción a las parábolas Mateo 13:13–15; Marcos 4:12, 33–

34; Lucas 8:10

Lección 2: El Sembrador Mateo 13:1–23.
Lección 3: El Trigo y la Cizaña Mateo 13:24–30, 36–43.
Lección 4: El Grano de Mostaza y la Levadura Escondida Mateo 13:31–33.
Lección 5: El Tesoro Escondido y la Perla de Gran Precio Mateo 13:44–46.
Lección 6: La Red del Evangelio Mateo 13:47–50.
Lección 7: El Siervo sin Misericordia Mateo 18:21–35.
Lección 8: Los Obreros de la Viña Mateo 20:1–16.
Lección 9: Los Dos Hijos Mateo 21:28–32.
Lección 10: La Boda del Hijo del Rey Mateo 22:1–14.
Lección 11: La Higuera Mateo 24:32–34.
Lección 12: Las Diez Vírgenes Mateo 25:1–13.
Lección 13: Los Talentos Mateo 25:14–30.
Lección 14: La Semilla que Crece Sola Marcos 4:26–29.
Lección 15: Los Dos Deudores Lucas 7:36-50.
Lección 16: El Buen Samaritano Lucas 10:25–37.
Lección 17: El Amigo Importunado Lucas 11:1–13.
Lección 18: El Rico Necio Lucas 12:13–21.
Lección 19: La Higuera Estéril Lucas 13:1–9.
Lección 20: La Oveja Perdida y la Moneda Perdida Lucas 15:1–10.
Lección 21: El Hijo Pródigo Lucas 15:11–32.
Lección 22: El Mayordomo Injusto Lucas 16:1–12.
Lección 23: Lázaro y el Hombre Rico Lucas 16:19–31.
Lección 24: El Juez Injusto Lucas 18:1–8
Lección 25: El Fariseo y el Publicano Lucas 18:9–14.
Lección 26: El Buen Pastor Juan 10:1–18
Lección 27: La Vid y los Pámpanos Juan 15:1–8
Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:

1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.

2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos.

En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a

Moisés en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogidos a cumplir
la ley divina.

Jesucristo, en la ley evangélica, confirmó los Diez Mandamientos

y los perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.

Nuestro amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los

Diez Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia.

En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: amar

a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno
mismo, y más aún, como Cristo nos amó.

¿Basta creer para salvarse?

No basta creer para salvarse, pues dice Jesucristo: Si quieres

salvarte, cumple los mandamientos.

¿Quién dio los Diez Mandamientos?

Dios mismo dio los Diez Mandamientos a Moisés, y Jesucristo los

confirmó y perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.