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Los mercados internacionales de productos alimenticios son cada vez más exigentes en
término de su calidad de importación. Mientras que en los
países desarrollados las sociedades son cada vez más selectivas hacia la adquisición de
productos provenientes de un sistema de producción
orgánica, que este fundamentado en estándares específicos y precisos de producción, con
el objetivo de alcanzar un agro ecosistema social,
ecológico y económicamente sostenible.
Es en este contexto donde es requerida la implementación de buenas prácticas a través de
todo el proceso productivo asociado a los cultivos y
producción de aceite de Sacha Inchi (Plukenetia volubilis L), ya que estas son la bases para
el aseguramiento y trazabilidad de la calidad que
garantiza que los productos alimenticios obtenidos son uniformes y están controlados según
los estándares de calidad apropiados para su uso
requerido y según lo previsto por la autoridad de comercialización. Actualmente en
Colombia, y específicamente en el departamento de Boyacá, la
producción de aceite de Sacha Inchi es mayormente artesanal. Es decir, no se dispone de
ningún registro, documento o soporte que permita
asegurar la calidad y trazabilidad del aceite comercial.
El Sacha Inchi pertenece a la biodiversidad de Colombia, es un cultivo con un gran
potencial, por lo que se buscan nuevas estrategias de
comercialización y un mejor posicionamiento de cara a clientes potenciales. El aceite de
Sacha Inchi presenta actualmente una amplia aceptación
por parte de los consumidores, tanto a nivel nacional como internacional, debido a que
posee niveles altos de ácidos grasos insaturados (linoleico
y linolénico) y es rico en vitaminas A y E [1]. Por otra parte, en febrero del 2014, se
levantaron las barreras comerciales del Noovel Food en la
Unión Europea y el GRASS en los Estados Unidos para el aceite de Sacha Inchi, motivo por
el cual actualmente se ha convertido en un mercado
demandante que viene creciendo aceleradamente [2].
El presente proyecto se plantea como objetivo mejorar el proceso productivo asociado a la
obtención de aceite de Sacha Inchi, donde se
incremente el valor agregado del producto en base a las demandas y especificaciones de
calidad exigida en los mercados internacionales. A través
del estudio de factibilidad científico, técnico y económico para la generación de un producto
comercial con aplicaciones en la industria
farmacéutica, cosmética y alimenticia. Donde se desarrolle la estandarización de buenas
prácticas en el proceso de producción y la caracterización
y evaluación de trazadores del aceite de Sacha Inchi producido en el Departamento de
Boyacá. Así como, el estudio y propuesta de mejoras en el
proceso de producción en el marco de la integración de los conceptos de biorrefinación y el
desarrollo sostenible.
Descripción del problema u oportunidad a la cual responde el proyecto
En la actualidad existe una tendencia mundial de cambio de valores, que basan en una
mayor preocupación por la calidad de vida, el medio
ambiente y la sociedad, la autorrealización, la democracia, etcétera. Esta tendencia es
mayormente observada en las sociedades de países
desarrollados, que están en posibilidad de satisfacer sus nuevas necesidades. Esta
tendencia también ha creado una demanda de productos
verdes, entre ellos los orgánicos [3]. Así como una mayor exigencia en la calidad de los
productos finales que llegan al consumidor.
La Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas
en inglés) coinciden en que los principales mercados demandantes de productos orgánicos
se encuentran en Europa, Estados Unidos y Japón,
países industrializados cuya población se caracterizan por sus altos ingresos [5]. Para que
un producto sea reconocido en el mercado como
INFORMACIÓN GENERAL
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Sacha inchi (Plukenetia volubilis L.) es una buena fuente de lípidos insaturados.
•
Compuestos bioactivos de sachi inchi semillas, conchas y hojas resumidas.
•
Propiedades fisicoquímicas y aspectos sensoriales del aceite de sachi inchi revisado.
•
La utilización diversificada de toda la planta de sachi inchi tiene un gran potencial.
Resumen
Sacha inchi (Plukenetia volubilis L.) es nativa de la Amazonía peruana y es reconocida en
otras partes del mundo como un cultivo sostenible con aplicaciones comerciales viables. En
los últimos años, ha habido un interés creciente en desarrollar la planta de sacha inchi como
una fuente novedosa de aceite rico en ácidos grasos insaturados. Esta revisión presenta
información sobre los componentes químicos mayores y menores, los efectos en la salud y
la utilización de diferentes partes (semillas, cáscaras de semillas y hojas) de esta planta. En
particular, se describen las propiedades fisicoquímicas y la estabilidad oxidativa del aceite
de semilla de sacha inchi. Toda la planta de sacha inchi se ha utilizado para generar
productos nutricionales, cosméticos y farmacéuticos con el objetivo de maximizar su valor
económico. La planta de sacha inchi puede convertirse en un recurso valioso para los
compuestos de alto valor agregado utilizados en muchos productos alimenticios y no
alimenticios diversos
1. Introducción
Sacha inchi (Plukenetia volubilis L.) de la familia Euphorbiaceae también se conoce como
maní sacha, maní de montaña, nuez inca o maní inca (Follegatti-Romero et al., 2009,
Guillén et al., 2003). Es nativo del bosque tropical lluvioso de la región amazónica de
América del Sur, que incluye partes de Perú y el noroeste de Brasil (Duke & Vasquez,
1994). Los representantes de otras especies reportadas del género Plukenetia incluyen P.
brachybotrya, P. polyadenia, P. loretensis y P. huayllabambana. Sus propiedades
morfológicas y fisicoquímicas difieren de P. volubilis (comúnmente conocida como sacha
inchi) (Chirinos et al., 2015, Chirinos et al., 2016, Rodríguez et al., 2011a). Sacha inchi se
está desarrollando en otras partes del mundo (por ejemplo, el sudeste asiático) debido a su
gran potencial como cultivo económico (Chandrasekaran y Liu, 2015, Gutiérrez et al., 2017).
Sacha inchi tiene una cápsula de fruta en forma de estrella (3–5 cm). A medida que la fruta
madura, el color cambia de verde a marrón negruzco. Las cápsulas de fruta contienen
semillas ovales de color marrón oscuro comestibles (1,5–2 cm) (Fig. 1A) (Fu et al., 2014,
Sathe et al., 2002). Estas semillas generalmente germinan a una temperatura óptima entre
25 y 30 ° C (Da Silva, Vieira, Boneti, Melo y Martins, 2016). La planta de sacha inchi se ha
aclimatado a condiciones de crecimiento de luz alta en altitudes que van desde 200 a 1500
m (Cai, 2011). La elevación y la estación afectan la fotosíntesis de las hojas, la formación de
biomasa y el rendimiento y calidad de las semillas (Cai et al., 2012). Se ha registrado la
diversidad genética de las plantas de sacha inchi de la Amazonía peruana (Ocelák et al.,
2015). La información detallada sobre la ecología y el cultivo de esta planta es esencial para
la utilización de manera sostenible.
La cantidad de cada componente químico varía en diferentes partes de la planta de sacha
inchi. Las semillas contienen lípidos (35–60%) (incluidos los ácidos grasos ω-3, 6 y 9),
proteínas (25–30%) (incluidos aminoácidos esenciales como cisteína, tirosina, treonina y
triptófano), vitamina E , polifenoles, minerales y otros (Cai, 2011, Cai et al., 2011, Chirinos et
al., 2013, Fanali et al., 2011, Prado et al., 2011, Sathe et al., 2002). Cuando se comparó con
el grano de la semilla, la cáscara tenía un nivel más alto de α-tocoferol y cantidades iguales
de ácidos grasos ω-6 y ω-3 (Tabla 1) (de Souza et al., 2013). Las hojas de Sacha inchi son
una fuente de terpenoides, saponinas y compuestos fenólicos (flavonoides) (Kumar et al.,
2014a, Kumar et al., 2014b). Debido a estos nutrientes, las semillas tostadas, las hojas
cocidas y el aceite de semilla forman parte de las dietas tradicionales en Perú (Guillén et al.,
2003). El aceite de sacha inchi es un ingrediente a base de plantas utilizado para
aplicaciones alimenticias, medicinales y cosméticas. El aceite de sacha inchi disponible en
el mercado se valora por sus propiedades beneficiosas para la salud y sus perfiles
sensoriales únicos (sabor y sabor) (Garmendia, Pando y Ronceros, 2011). La biomasa de la
cáscara de Sacha inchi (Fig. 2A), la hoja (Fig. 2B) y el aceite (Fig. 2C) son ingredientes
naturales prometedores para la síntesis de nanopartículas (Kumar et al., 2014a, Kumar et
al., 2014b, Kumar et al ., 2016, Kumar et al., 2016, Kumar et al., 2017). Según el análisis de
microscopía electrónica de transmisión (TEM), las nanopartículas sintetizadas fabricadas
con sacha inchi tenían una forma esférica con un tamaño de partícula que oscilaba entre 4 y
25 nm (Fig. 2). Farmacéuticamente, el aceite de sacha inchi se ha usado tradicionalmente
para el cuidado de la piel para suavizar la piel, curar heridas y tratar las picaduras de
insectos e infecciones de la piel (Moser, Freis, Gillon y Danoux, 2007). Las preparaciones
cosméticas y farmacéuticas que contienen proteínas y aceites (nativos o modificados) de
sacha inchi se han desarrollado y patentado continuamente. Los productos cosméticos
relacionados con el aceite de Sacha inchi exhibieron efectos antibacterianos,
antiinflamatorios, estiramiento de la piel y antienvejecimiento (González-Aspajo, Belkhelfa,
Haddioui-Hbabi, Bourdy y Deharo, 2015). Las hojas de Sacha inchi han mostrado
actividades antioxidantes y antiproliferativas contra ciertas células cancerosas, pero no son
tóxicas para las células normales (Nascimento et al., 2013, Quino et al., 2016). En general,
la planta de sacha inchi está experimentando un aumento en el interés como una nueva
fuente prometedora de aceite y otros ingredientes funcionales. Hasta ahora, la información
de las propiedades y usos de sacha inchi está bastante dispersa. Se necesita una revisión
sistemática para proporcionar una base para respaldar la explotación actual de este cultivo
de aceite único
El aceite de semilla de sacha inchi contiene lípidos neutros (97.2%), ácidos grasos
libres (1.2%) y fosfolípidos (0.8%) (Gutiérrez et al., 2011). Los lípidos están
altamente insaturados y solo el 6.8–9.1% de los ácidos grasos están saturados
(Chirinos et al., 2013, Follegatti-Romero et al., 2009, Gutiérrez et al., 2011, Maurer
et al., 2012). Las cantidades de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y ácidos
grasos monoinsaturados (MUFA) en las semillas son 77.5–84.4% y 8.4–13.2%,
respectivamente (Chirinos et al., 2013, Follegatti-Romero et al., 2009, Gutiérrez et
al. al., 2011, Maurer et al., 2012). La composición de saturado, PUFA y MUFA en
semillas de chia es 8.6%, 80.4% y 10.9%, respectivamente, y en semillas de lino la
composición es 7.8%, 73.6% y 18.5%, respectivamente, que es similar a las de
sacha inchi semillas (Chirinos et al., 2013, Ciftci et al., 2012). La semilla de Sacha
inchi tiene un contenido menor de ácidos grasos saturados totales que la semilla de
canola, la semilla de girasol, la semilla de lino, el maíz, la oliva y los aceites de
semilla de algodón (Chirinos et al., 2013, de Souza et al., 2013, Fanali et al., 2011,
Guillén et al., 2003, Gutiérrez et al., 2011, Maurer et al., 2012, Ruiz et al., 2013).
2.2. Proteína
El contenido de proteína de las semillas de sacha inchi crudas fue de 24.2 a 27.0%
(Gutiérrez et al., 2011, Hamaker et al., 1992). El contenido de proteínas de las
semillas desgrasadas varió de 27 a 59.1% (base seca) (Hamaker et al., 1992, Sathe
et al., 2002, Ruiz et al., 2013, Chirinos et al., 2016). El nivel de proteína de las
semillas de sacha inchi (27%) fue ligeramente más bajo que el de las semillas de
soja (28%), las semillas de algodón (33%) y más alto que el de las semillas de
girasol (24%) y el maní (23%) (Hamaker et al. ., 1992). El contenido de proteínas
depende del método de extracción y del ensayo de proteínas utilizado. En un
estudio comparativo, la extracción asistida por enzimas [54.2 ° C, 5.6% de enzima
(alcalase), 50: 1 (v / w) de disolvente a muestra, pH 9.0, 40.4min] dio un rendimiento
de proteína de 44.7% de semillas de sacha inchi desgrasadas. En contraste, el
rendimiento de proteína de una extracción alcalina [54.2 ° C, 42: 1 (v / w) de
disolvente a muestra, NaCl 1.65M, pH 9.5, 30min] a partir de semillas desgrasadas
fue solo del 29.7% (Chirinos et al., 2016)
2.3. Carbohidrato
El contenido de carbohidratos de las semillas de sacha inchi varió de 13.4 a 30.9%.
Según los cacahuetes (18.8%) tienen un mayor contenido de carbohidratos que las
semillas de sacha inchi (13.4%). El contenido de fibra dietética de las semillas [fibra
dietética insoluble en agua (IDF), 72.4%; y la fibra dietética soluble (SDF), 9.0%] fue
mayor que la de los cacahuetes (IDF, 37.2%, y SDF, 2.1%). La información sobre
los carbohidratos de la semilla es muy limitada. La composición de la fibra y la
existencia de almidón en las semillas quedan por estudiar.
2.5. Polifenol
El contenido fenólico total (TPC) de las semillas de 16 variedades de sacha inchi
varía en un amplio rango [64.6–80.0 mg de equivalente de ácido gálico (GAE) / 100
g de semilla, base húmeda] (Chirinos et al., 2013). El contenido de compuestos
fenólicos solubles en metanol solubles y metanol acidificados en harinas
desgrasadas fue de 0.117 y 0.112 g / 100 g de harina, respectivamente (Sathe et al.,
2002). Fenolicos de fenil alcohol, flavonoides, secoridoides y lignanos se han
identificado en el aceite de semilla de sacha inchi (Fanali et al., 2011). Se necesita
la cuantificación de muchos fenólicos más específicos en estas semillas. En
comparación con las semillas de sacha inchi, las almendras, las macadamias y los
piñones mostraron un TPC más bajo (32–47mg GAE / 100g). Sin embargo, las
semillas de sacha inchi tienden a tener un TPC más bajo que algunas nueces
comunes (nueces brasileñas, anacardos, avellanas, cacahuetes, pacanas,
pistachos, nueces) (112–1625mg GAE / 100g) y semillas oleaginosas (semillas de
lino y semillas de cártamo). ) y 383–559mg GAE / 100g) (Bozan y Tenelli, 2008,
John y Shahidi, 2010, Kornsteiner et al., 2006).
2.6. Mineral
En las semillas de sacha inchi de Colombia, el mineral más dominante fue el potasio
(5563.5mg / kg), seguido del magnesio (3210mg / kg), calcio (2406mg / kg), hierro
(103.5mg / kg), zinc (49.0 mg / kg), sodio (15,4 mg / kg) y cobre (12,9 mg / kg)
(Gutiérrez et al., 2011). La semilla de cártamo tiene un nivel similar de calcio
(2140mg / kg) a la semilla de sacha inch
4.1.1. Semilla
Las actividades antioxidantes in vitro de los extractos de semilla de sacha inchi
(crudos o procesados) y el aceite de semilla se determinaron mediante el análisis de
la eliminación de radicales DPPH (2,2-difenil-1-picrilhidrazilo) y ORAC (capacidad de
absorción de radicales de oxígeno) (Chirinos et al., 2013, Sterbova et al., 2017). Los
valores de ORAC de los extractos de las semillas crudas de 16 cultivares de sacha
inchi variaron de 6,5 a 9,8 µmol de equivalente de trolox (TE) / g de semilla, de los
cuales los valores de ORAC hidrófilos y lipófilos fueron 4,3–7,3 y 1,0–2,8 µmol TE /
g de semilla, respectivamente (Chirinos et al., 2013). El valor de DPPH para el
extracto de metanol de semillas de sacha inchi (sin procesamiento) fue de 241 mmol
de TE / 100 g de semillas (Sterbova et al., 2017). Las semillas de Sacha inchi
(crudas o procesadas) y el aceite de semilla contienen diferentes niveles de
componentes antioxidantes, incluidos los fenólicos, α, β, γ y δ-tocoferoles y
carotenoides. La clasificación de la actividad antioxidante (mayor a menor) para los
tocoferoles de la semilla es γ> δ> α> β (Schmidt & Pokorný, 2005)
4.1.3. Hoja
La hoja de sacha inchi contiene terpenoides, saponinas, compuestos fenólicos
(flavonoides) y otros componentes responsables de su actividad antioxidante. Las
capacidades antioxidantes totales y los valores de DPPH para los extractos de hojas
fueron 59.31–97.76 equivalente de ácido ascórbico / gy 62.8–88.3%,
respectivamente (Nascimento et al., 2013).
4.5.2. Hoja
Se encontró que los extractos de hojas no son citotóxicos para las células normales,
3T3 (células de fibroblastos del ratón suizo) y CHO (células de ovario del hámster
chino) (Nascimento et al., 2013).
El aceite prensado en frío de las semillas de sacha inchi tiene un sabor refrescante
único, una textura ligera y una cantidad sustancial de ácidos grasos ω-3. El
rendimiento (35,4%) de aceite prensado en frío de las semillas fue similar al del
cártamo (35,8%) y fue mayor que el de la soja (19%) y las semillas de algodón
(16%), mientras que fue menor que el de los cacahuetes ( 45%) y canola (48%)
(Bodwell y Hopkins, 1985, Carvalho et al., 2006). En comparación con el prensado
en frío, la extracción Soxhlet ofrece mayores rendimientos de aceite, un mayor
riesgo de degradación térmica y la posibilidad de contaminar el aceite con residuos
tóxicos de hexano o éter de petróleo utilizados como disolventes de extracción. La
extracción de fluido supercrítico (CO2) minimiza la degradación térmica de la
mayoría de los compuestos lábiles y anula cualquier posibilidad de que queden
residuos de solventes tóxicos en el aceite. Las extracciones supercríticas se
realizaron en semillas molidas de sacha inchi utilizando condiciones óptimas (60 ° C,
450 bares de presión, flujo de CO2 a 1270 g / min). Los resultados mostraron que el
rendimiento total alcanzó el 60%, que fue más alto que Soxhlet (54.3%) y la
extracción por prensado en frío (38.4%) (Follegatti-Romero et al., 2009,
Triana-Maldonado et al., 2017). La composición de los aceites puede variar según
las condiciones de extracción implementadas (Follegatti-Romero et al., 2009,
Triana-Maldonado et al., 2017, Zanqui et al., 2016). Zanqui et al. (2016) informaron
diferentes perfiles de ácidos grasos de los aceites de la extracción subcrítica de
lípidos con n-propano presurizado y el método Soxhlet. Otro estudio mostró que no
se observaron diferencias significativas en los perfiles de ácidos grasos de los
aceites de semillas obtenidos por extracción supercrítica con CO2 y por el método
Soxhlet con hexano (Follegatti-Romero et al., 2009). En la actualidad, la extracción
de CO2 supercrítico es solo una técnica en el laboratorio y en las instalaciones de la
planta piloto, mientras que el proceso de extracción supercrítica a escala industrial
se encuentra en la etapa de desarrollo
Los atributos químicos del aceite de sacha inchi incluyen el perfil de ácidos grasos y
la estabilidad oxidativa (Tabla 1, Tabla 3). Los indicadores oxidativos son el índice
de acidez, los ácidos grasos libres, el valor de yodo, el valor de peróxido (mide los
productos de oxidación primaria), el valor de p-anisidina (mide los productos de
oxidación secundaria) y el número de saponificación. El número de saponificación
(185–193 mg KOH / g) y el valor de yodo (193–198g I2 / 100g) se han reportado
para el aceite de sacha inchi (Follegatti-Romero et al., 2009, Gutiérrez et al., 2011).
El valor del yodo mide el grado de insaturación del aceite de sacha inchi. El valor de
yodo del aceite de sacha inchi fue mayor que el de la soja (131.5g I2 / 100g), el
maíz (115.5g I2 / 100g), el girasol (126.5g I2 / 100g), la semilla de algodón (109g I2 /
100g) ) y la linaza (177 g I2 / 100 g), y similar a la del aceite de canola (191.5 g I2 /
100 g) (Knothe, 2002, Vicente et al., 2015). Esto está de acuerdo con la
composición química del aceite de sacha inchi como se describe en la Sección 2.1.
6.3. Biodiesel
Zuleta et al. (2012) estudiaron las mezclas de biodiesel de los aceites de palma y
sacha inchi y determinaron su tiempo de inducción (indicador de estabilidad
oxidativa) y el punto de obturación del filtro frío (CFPP) (indicador de propiedades de
flujo frío). Se establecieron como criterios de calidad un tiempo de inducción
superior a 6h y un CFPP por debajo de 0 ° C. La estabilidad oxidativa dependía
principalmente del contenido de ésteres metílicos poliinsaturados (Zuleta et al.,
2012). El biodiesel basado en Sacha inchi contenía una cantidad significativa de
ésteres metílicos de ácidos linoleico y linolénico y es más propenso a la oxidación,
debido a la presencia de restos doble alílicos en sus cadenas (Zuleta et al., 2012).
Las mezclas binarias de biodiesel de palma y sacha inchi se hicieron a las
proporciones 25:75, 50:50 y 75:25, es decir, P25 / S75, P50 / S50 y P75 / S25. La
disminución de la dosis de aceite de palma disminuyó el tiempo de inducción de las
mezclas resultantes. La disminución del tiempo de inducción indica una pérdida de
estabilidad (consumo de antioxidante). La estabilidad de oxidación varía en el orden
de P25 / S75 (tiempo de inducción de 1.68 h) <P50 / S50 (tiempo de inducción de
2.52h) <P75 / S25 (tiempo de inducción de 4.54h). Ninguna de las mezclas de aceite
de palma y sacha inchi cumplió con el estándar de calidad de estabilidad oxidativa.
En cuanto a las propiedades de flujo en frío, solo P25 / S75 tenía un CFPP inferior a
0 ° C, que cumplía con los criterios de calidad para CFPP (Zuleta et al., 2012). La
CFPP no estaba correlacionada con los índices estructurales (posición equivalente
alílica, posición equivalente bisalítica, contenido de ésteres metílicos saturados,
contenido de éster metílico monoinsaturado y contenido de éster metílico
poliinsaturado) (Zuleta et al., 2012). Las mezclas de biodiesel que contienen sacha
inchi y otros aceites o el uso de aditivos para lograr las propiedades fisicoquímicas
deseadas requeridas por el biodiesel relacionado con el aceite aún están por
determinarse
7. Conclusiones
Hay muchos compuestos químicos valiosos distribuidos en las distintas partes de la
planta de sacha inchi. Las semillas de Sacha inchi son ricas en ácidos grasos
poliinsaturados, fitoesteroles y tocoferoles. Los principales compuestos encontrados
en estas tres categorías químicas son ácido α-linolénico, β-sitosterol y γ y
δ-tocoferoles, respectivamente. Los taninos condensados e hidrolizables, los
lignanos, los flavonoides y los ácidos fenólicos son los bioactivos en la semilla de
sacha inchi y la cáscara. Terpenoides, saponinas, compuestos fenólicos
(flavonoides) son los componentes bioactivos en las hojas. Los factores que influyen
en las concentraciones de estos constituyentes en la planta de sacha inchi y sus
productos son el cultivar, la práctica agrícola, el procesamiento poscosecha, los
métodos de extracción y los ensayos de cuantificación. Debido a estos diversos
nutrientes presentes en el sacha inchi, diferentes partes de la planta de sacha inchi
mostraron un rango de bioactividades. Los niveles variables de actividad
antioxidante se midieron utilizando ensayos de antioxidantes in vitro en la biomasa
de aceite de semilla, hoja y cáscara de semilla. El aceite y la hoja mostraron
capacidades antibacterianas, antihiperlipidémicas y antiproliferativas.
Las siguientes son sugerencias para futuros estudios para desarrollar mejor el
sacha inchi como un cultivo sostenible. (1) Desarrollar tecnología para crear aceites
de alta calidad con las propiedades funcionales (por ejemplo, vida útil) y / o
nutricionales deseadas mediante la modificación del aceite o la mezcla del aceite de
sacha inchi con otros aceites; (2) investigar los efectos en la salud de las proteínas y
el aceite de las semillas y hojas de sacha inchi; (3) investigar los mecanismos
moleculares responsables de los beneficios para la salud de los compuestos
bioactivos que se encuentran en la planta de sacha inchi; (4) desarrollar productos
innovadores para usos alimenticios, medicinales y cosméticos de todas las partes
de la planta de sacha inchi, con un enfoque particular en las partes infrautilizadas,
como la hoja, el tallo y la cáscara de la semilla. La aceptación por parte del
consumidor de los nuevos productos debe estudiarse para aplicaciones
comerciales.
Declaración
Los autores declaran no tener conflicto de intereses