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Contenido léxico-gramatical por niveles del español

(enfoque pragmático).

L.Kovalenko, la profesora titular del departamento de


idiomas extranjeros de la facultad de economía mundial
y política mundial de la Universidad Nacional Científica-
Escuela Superior de Economía.

Con el tránsito de la enseñanza de lenguas extranjeras a una nuevo sistema


de niveles (A I – C II) a los profesores del español como lengua extranjera (ELE)
se les enfrentó una serie de problemas de carácter metódico. En 2001 el Instituto
Cervantes publicó la edición española del Marco Común Europeo de Referencia
para ELE – un documento de orientación para todo el ámbito europeo. Sin
embargo, esta guía de referencia en la enseñanza del ELE no se aplicó
universalmente debido a ciertas dificultades. Durante un período determinado las
indicaciones del Marco se presentaban y se debatían en distintas universidades,
foros, centros de idiomas extranjeros, etc. Los profesores de ELE no disponían de
correspondientes concresiones gramaticales, funcionales y comunicativas pues el
documento citado no las contenía. Hasta 2005 no esxistía aún una versión española
semajante, y a partir de 2006 un grupo de investigadores de la Universidad
Pompeu Fabra (en colaboración con profesores de la Escuela Oficial de Idiomas
Drassanes, Barcelona) empezó un análisis resultando este trabajo en la publicación
de la Guía rápida del marco para ELE de contenidos lingüísticos para cada nivel
(A, B y C). En 2008 el Instituto Cervantes publicó su nuevo Plan curricular, en
tres tomos. Sin embargo, según los investigadores del los centros arriba
mencionados hasta a los profesores del ELЕ de Еspaña les faltaba un documento
«ágil, unificado, de rápido manejo y estructurado a la manera de los modelos
ingleses» (6 p, 12). El trabajo realizado por este grupo en los dos años seguidos
culminó con la eidicón de la Guía de contenidos lingüísticos por niveles de
español (2011) en la cual los autores propusieron unos nuevos niveles B I y B II,
«en sintonía con las versiones más detalladas actuales en el ámbito
nociofuncional» (6, p. 13). En cuanto a las cuestiones socio-pragmáticas, sólo se
elaboraron unas cuantas por nivel (A, B, C) con caracter orientativo.
Los problemas referentes a la adquisición de la lengua estranjera (LE), y
en particular del ELE, a finales del siglo pasado - principios de nuestro siglo se
presentaron en una serie de investigaciones de autores europeos (entre ellos
españoles). Unos de ellos centraron su atencíon en el aspecto puramente
cognitivo, otros desplazaron el foco de la investigación hacia el proceso del uso
de la lengua y el resultado conseguido, los terceros pusieron atención en los
factores y variantes dependientes del contexto más que en los aspectos
cognitivos. Unas teorías daban más importancia a los factores sociales, otras a
los factores del aprendizaje, otras atendían más las cuestiones específicamente
lingüísticas. Para muchas teorías, según algunos autores españoles, fue
característica una simplificación en el aprendizaje de la LE, las hipótesis del
aprendiente se basaban más en el conocimiento de su lengua materna (LM) y su
conocimiento del mundo. Las variables que influían en el proceso de
adquisición de la LE estaban relacionadas con cuestiones afectivas como el
grado de identificación con el grupo de la LE, la comparación del nivel social y
económico de los grupos, etc. (ver 4, 10, 12, 14). Muchas nuevas ideas de
aquellos años se plasmaron en el enfoque comunicativo del aprendizaje de la
LE y ELE, en particular, y sus distintas realizaciones: desde los años setenta del
siglo XX a base de los planteamientos comunicativos, como una parte
integrante más importante, a las clases de idioma se incorporan los temas
interculturales. En el umbral del siglo nuestro (en condiciones de la apertura
económico - política de Europa) en algunos casos más de lo necesario se
acentuó el enfoque comunicativo llevado hasta el modo de que las habilidades
lingüísticas se perciben de forma natural, sin atención conciente a las formas y
contenidos gramaticales. Sin embargo, ninguna de las teorías de la adquisición
del idioma fue capaz de proporcionar una explicación convincente de los
factores influyentes en el aprendizaje de la LE y, en resumidas cuentas, «lo
único que no se puede hacer es pretender que una teoría, por muy
multidimencional que sea, abarque todos los aspectos que hacen posible la
apropiación de una lengua nueva» (4, p.69).
El carácter multifacético de las tareas del aprendizaje del ELE en una
nueva etapa para los adeptos de la escuela tradicional rusa de la enseñanza de la
LE, con su máxima atención a los contenidos gramaticales y reglas de la
gramática, se tradujo en numerosos debates y hasta revisiones de la experiencia
acumulada en las décadas anteriores. Como resultado en los diez años pasados,
apareció un sinfin de programas de una u otra forma coherentes a las referencias
del actual Marco del Insituto Cervantes. Sin pretender a abarcar el tema
completo, podríamos ofrecer nuestro aporte práctico al estudio de la materia.
Siguiendo las recomendaciones del Marco Común Europeo para ELE por un
lado, y tomando en consideración las condiciones reales: una candidad de horas
de aula determinada, el programa de la enseñanza del ELE en la Universidad
Nacional Científica - Escuela Superior de Economía se subdivide en cuatro
etapas. La primera – con 288 horas de aula y 144 de autoaprendizaje a la que
corresponden los niveles A I – A II – tiene duración de un año docente; la
segunda - con 288 horas de aula y 90 de autoaprendizaje - comprende los
niveles B I y la mayor parte de B II – también tiene la misma duración; la
tercera, de un año docente, con 288 horas de aula y 36 de autoaprendizaje,
comprende la parte restante de B II (142 horas de aula) y un nivel C I (idioma
con finas específicos de 146 horas de aula). La cuarta etapa tiene duración de
tres curtas partes del año docente con 208 horas de aula y 116 de
autoaprendizaje comprende un nivel C I: idioma con fines especificos (144
horas de aula); C I – la gramática discursiva – 64 horas de aula.
De acuerdo a las recomendaciones del Marco y Guía de contenidos
lingüísticos por niveles del español, los contenidos gramaticales de un nivel A I
incluyen la fonología del ELE con la introducción gradual de morfosíntaxis y
semántica: géneros de sustantivos y adjetivos; artículos determinados e
indeterminados con las particularidades de su uso y contraste entre unos y otros;
presencia y ausencia de artículos; demostrativos; formas comparativas de los
adjetivos y adverbios; numerales cardinales; numeros ordinales; relativos;
interrogativos; exclamativos; cuantificadores; pronombres personales sin y con
preposiciones. La definición del verbo; verbos regulares e irregulares; tipos de
conjugación; contraste entre ser y estar; estar y haber. Perífrasis verbales: estar
+gerundio; ir a + infinitivo; tener que + infinitivo; hay que + infinitivo. Estilo
indirecto del plan presente. Los tiempos verbales para este nivel se dan en Plan
presente de indicativo (Presente, futuro simple, pretérito perfecto) lo que se
diferencia de la sucesión de tiempos recomendada en varios manuales de la
grámatica española para extranjeros: presente - pretérito indefinido - pretérito
perfecto - pretérito imperfecto - pretérito pluscuamperfecto - futuro simple -
condicional (ver 5, 6, 11, 15, 16, 17). Según nuestro punto de vista, la sucesión
de tiempos del Plan presente que se da en la enseñanza del ELE en muchos
centros docentes de Rusia se acondiciona por las particularidades de la
gramática del idioma materno de los alumnos rusohablantes permitiendo a los
estudiantes formar una especial sensibilidad hacia las formas verbales del
español en todas sus variedades. En el A I, según verifica la práctica, es
importante empezar las clases con las actividades de práctica gramatical
recurriendo a las siguientes actividades para fijar la forma:
- atención centrada en la forma
- familiarización con el significado
- tiempo para pensar (de importancia cardinal en esta etapa)
y actividades para automatizar el uso (de importancia cardinal en los
niveles A I y A II):
- atención centrada en el significado
- producción e interpretación en condiciones «normales»
- objetivo extralingüístico
- elementos de repetición natural.
La competencia gramatical general del nivel A I permite a los
estudiantes reconocer el léxico básico relacionado con identificación personal;
descripción de la vivienda; centro de estudios; alimentación; transporte; etc.;
verbos en presente pasado y futuro del plan presente. La competencia textual se
basa en el entendimiento de los textos orales y escritos de una escritura clara y
sencilla en los cuales la información no requiere interpretación alguna, el léxico
y las formas gramaticales no desbordan los límites de la competencia lograda.
Los textos tienen una estructura clara y sencilla, la información es explícita. Los
alumnos son capaces de procesarlos cuando los textos van acompañados (como
se recomienda en los manuales españoles) de apoyos visuales y hasta sin éstos.
En el nivel A I las transacciones son básicas en las situaciones muy concretas y
limitadas; las interacciones sociales se limitan a encuentros en situaciones
cotidianas del intercambio de la información sobre uno mismo; los amigos,
compañeros de trabajo o estudios.
Los contenidos gramaticales de un nivel A II incluyen los conocimientos
de los siguientes tiempos verbales: pretérito indefinido con la morfología de los
regulares e irregulares; contraste pretérito perfecto – pretérito indefinido;
pretérito imperfecto; contraste pretérito indefinido – pretérito imperfecto;
condicional simple: verbos regulares e irregulares; contraste futuro simple –
condicional; pretérito pluscuamperfecto; voz pasiva; estilo indirecto del plan
pasado; condicionales con si (I-er tipo) en el presente y plan pasado. A
diferencia de las recomendaciones de la Guía no se prevé volver de nuevo a los
tiempos del plan presente (está acondicionado por la cantidad de clases de aula).
La competencia gramatical general del nivel A II permite a los estudiantes
reconocer verbos en tiempos del plan pasado, reconocer el léxico relacionado
con los temas del deporte, teatro, personalidades destacadas de la historia de
España, turismo (orientación en una ciudad desconocida), etc. y reproducir
léxico del repertorio memorizado o aprendido. La competencia textual permite
procesar los textos relacionados con las necesidades inmediatas. Los textos ya
no son tan breves como en el A I pero es deseable que vayan acompañados de
apoyos visuales. Las interacciones sociales en el A II se dan en la esfera
próxima a los estudiantes y muestran la integración del alumno en una
comunidad social (más amplia) compuesta por amigos, compañeros de trabajo o
estudio, vecinos y personas conocidas.
Los contenidos gramaticales de los niveles B I y B II re refieren a los
aspectos bastante complicados para asimilar por los estudiantes rusohablantes
por no haber en muchos casos adecuación en la gramática del idioma materno.
Tradicionalmente, el subjuntivo es uno de los temas que más «preocupa» a los
alumnos, a ser con frecuencia motivo de incorreciones e inseguridades a la hora
de expresarse en español. De la maestría del profesor, en mayor medida,
depende de cómo se presentan las ideas más relevantes que se van a tratar y
practicar. Para practicar se usan numerosos exercicios de cuya tipología
ampliada en mayor medida posible depende el dinamismo y automatismo de la
expresión. La morfología de los tiempos del subjuntivo de B I y B II (contenido
gramatical de duración de un año docente) es la siguiente: presente de
subjuntivo; pretérito perfecto de subjuntivo; pretérito imperfecto de subjuntivo;
pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo. Equivalencia de los tiempos del
modo indicativo y modo subjuntivo. Modo imperativo afirmativo y negativo
(se da en paralelo con el presente de subjuntivo debido a la semejanza de las
formas de conjugación de verbos). Modo subjuntivo en las oraciones
independientes, oraciones finales, temporales, sustantivas, y oraciones
adverbiales. Condicional compuesto. Correspondencia de condicional simple y
condicional compuesto. Oraciones condicionales del II, III tipo y mixtas.
En el tercer año de la enseñanza del ELE (142 horas de aula) sigue el
proceso del aprendizaje del modo subjuntivo logrando mayor familiarización
con el objeto y mejoramiento del uso real de la lengua. En esta etapa del B II
los profesores buscan crear en el estudiante una sensación, comprobación de
conocimientos, prácticas libres, avance, etc. Los contenidos gramaticales
incluyen: breve repaso y sistematización de los tiempos del subjuntivo;
oraciones relativas, concesivas, consecutivas; construcciones con infinitivo
(repaso y sistematización); construcciones con gerundio y participio; adverbios
de tiempo, cantidad, modo; adverbios y expresiones de frecuencia;
preposiciones (repaso y sistematización); verbos con preposiciones.
En la Guía y la mayor parte de los manuales del ELE de las últimas
ediciones los niveles B I y B II vienen juntos (ver 6, 9, 10, 14, 16, 17); en dos
partes se dividen sólo los contenidos gramaticales (6, p. 101 – 106) mientras
que las tareas comunicativas y recomendaciones generales para el léxico se dan
para los dos niveles juntos. En nuestra práctica tanto las tareas comunicativas
como el material léxico están diferenciadas por niveles. En el nivel B I se inicia
la familiarización con el léxico de medios de comunicación, se toman textos no
adaptados sino adecuados al nivel del conocimiento de la gramatica. De aquí los
textos escritos no siempre corresponden a los requisitos de la Guía: «tener una
estructura clara y sencilla tanto formal como conceptualmente y la información
concisa y explícita» para no requerir «excesivo esfuerzo de interpretación o
inferencia» (6, р.74). Superando con el apoyo del profesor las dificultades de
los textos no siempre «explícitos» los estudiantes, como muestra la práctica, se
preparan mejor para el trabajo individual con los textos más complicados
todavía en las etapas superiores. En el B II los estudiantes se familiarizan con
las características culturales, historia, vida político - social de España y países
de habla española (basándose en el material textual no adaptado) lo que
coincide con las recomendaciones de la Guía (con las observaciones arriba
mencionadas y referentes al componente textual).
Las tareas comunicativas de los nivele B I y B II son más amplias y
exigen que los estudiantes sean capaces de enfrentarse a situaciones de vida
cotidiana que requieren un uso del lenguaje «altamante previsible» ( 6, p. 69).
En el caso del B II sería lógico agregar - no siempre previsible. En la etapa de
B I los estudiantes son capaces de pedir aclaraciones, información adicional
oral o escrita en las situaciones comunicativas referentes a distintas formas de
actividades: actos sociales; cuestiones de viajes (incluidas de inmigración,
aduanas, controles de seguridad, etc.) y alojamiento; compras; transporte
público; uso de coche, de los sevicios públicos y de los de información; visitas
a lugares públicos (museos, teatros, estadios, etc). En el nivel B II con la
ampliación del léxico y familiarización con las condiciones de vida, relaciones
interpersonales y principales valores y actitudes de los habitantes de España y
países donde se habla el español (incluida la experiencia personal de los viajes
a estos países) los estudiantes son capaces de efrentar a las situaciones en las
cuales no siempre es posible prever de antemano el lenguaje a usar.
La competencia textual del B I (y en mayor medida todavía) del B II
permite a los alumnos procesar los textos escritos no adaptados de temas
incluidos en el plan docente de cada semestre (año), disponer del léxico
necesario para abordar temas político – sociales generales, de sanidad, compras,
trabajo, situaciones cotidianas de más detalle, etc. Al finalizar la etapa del B II
el aprendiz, en general, debe disponer de «técnicas y estrategias para reaccionar
ante las necesidades que surjan y que vayan más allá de su repertorio
lungüístico» (6, p. 76).
El mismo problema enfrenta a los profesores del ELE de los niveles
superiores debido a que C I y C II en la Guía no se subdividen planteando los
contenidos gramaticales y tareas comunicativas semejantes (6, p. 137 - 149).
Raras veces en nuestras universidades se alcanza el C II y realmente no se toma
en consideración. La gramática discursiva de esta etapa supone, más bien, la
pragmática de los modelos psicolingüísticos de procesamiento de la
información. Los contenidos gramaticales comprenden reglas de acentuación,
conocimiento de las posibilidades ortográficas, reglas de escritura de la
correspospondencia comercial. De acuerdo a las solicitudes de los estudiantes
el profesor puede volver al repasar los aspectos gramaticales de mayor duda de
los niveles anteriores.
Respecto a las recomendaciones léxicas del C I, los autores de la Guía
centran la atención en la integración social, urbana, laboral; turismo, geografía;
sanidad, derechos sanitarios; ocio; vida laboral, profesional y académica de
ámbitos específicos (6, p. 192). Sin embargo éstas no van más allá de incluir en
las tareas prácticas aspectos de comunicación en la esfera laboral sólo
considerando al alumno como solicitante: lectura de ofertas de trabajo,
presentación de currículos, cartas de solicitud de empleo; conversaciones en las
entrevistas de trabajo, negociación de condiciones referentes al salario,
horarios, vacaciones, seguro sanitario, etc. Se abordan, entre otros, también
aspectos de comunicación adecuada con colegas, superiores y subordinados y
participación en la vida social de la empresa (6, p. 145 - 146). Partiendo de las
necesidades de la especialización de los estudiantes de nuestra universidad
consideramos necesario ampliar las orientaciones con el lenguaje profesional
de especialistas en economía internacional.
El léxico referente a los temas generales de la economía internacional,
comercio mundial, relaciones económicas externas, bancos y finanzas (temas de
interés específico de los estudiantes de nuestra facultad) está presente en varios
manuales de distintas editoriales españoles (1, 2, 7). Sin embargo en ellos no se
abarcan todos los aspectos necesarios y para que los aprendices logren un nivel
adecuado de poder obtener el significado de los textos de su especialidad,
transmitir el sentido a pesar de algunos elementos lungüísticos desconocidos,
ayudar(se) conjuntamente en la resolución de problemas de comunicación,
según nuestra experiencia, se debe recurrir a los materiales extralingüístcos -
manuales de especialidades económicas editadas en español. Los estudiantes
del nivel CI disponen de una necesaria competencia textual para poder entender
e interpretar textos de especialidad y «desenvolverse adecuadamente ante
diferentes tipos de texto de acuerdo con sus necesidades e intenciones,
extrayendo la información necesaria o detalles relevantes» en unos casos y en
otros «escuchando con atención los detalles y usando las referencias» (6, p.
147).
Al finalizar el curso con el nivel C I los estudiantes de nuestra
universidad están familiarizados no sólo con los contenidos gramaticales del
español en su versión recomendada por el Marco Común Europeo sino con las
características político – sociales y culturales de la mayoría de los países de
habla española, condiciones de vida, etc. y dominan bastante el español para
poder evitar los peligros de ser malentendidos cualescuiera que sean sus causas.

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