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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD

QUINTO JUZGADO PENAL UNIPERSONAL (EX LIQUIDADOR)


DECRETO LEGISLATIVO N° 124 – PROCESO SUMARIO
Sede Av. América Oeste Mz. P Lote 7 - Natasha Alta de la Urb. Covicorti

EXPEDIENTE : 03211-2004-0-1601-JR-PE-05
JUEZ : CARLOS RAÚL SOLAR GUEVARA
ESPECIALISTA : EMILIO MATIENZO REYES
ACUSADOS : JULIO CÉSAR RODRÍGUEZ FERNANDEZ y OTROS
DELITO : USO DE DOCUMENTO PÚBLICO FALSO y OTRO
AGRAVIADOS : FELIPE VILLANUEVA RAMIREZ y OTRO

SENTENCIA CONDENATORIA

RESOLUCIÓN NÚMERO DOCE


Trujillo, veinte de octubre
Del año dos mil diecisiete. -

VISTA, la presente causa penal signado con el número 3211-2004, seguido contra
Julio César Rodríguez Fernández, Carlos Manuel Chávez Vargas, Virginia Amelia Álvarez López,
Javier Enrique Cabrera Pérez y Tomás Jaime Cabrera Pérez como presuntos autores del delito contra
la Fe Pública en la modalidad de Uso de Documento Público Falso y Falsedad Ideológica previsto en
el artículo 427º - segundo párrafo y 428º del Código Penal respectivamente, en agravio de Felipe
Villanueva Ramírez, María Elena Vera de Villanueva y El Estado.

I. PARTE EXPOSITIVA

Resulta de Autos: Que, en mérito al Atestado Policial Nº 304-2004-DIVICAJ-


DEPAPJUS-SECAMP y Nº 216-2004-DIVICAJ-DEPAPJUS-SECAMP de folios 35/37 – 85/95, y
formalización de la denuncia fiscal de folios 168-170 se apertura la presente instrucción mediante
Resolución de fecha 29 de octubre de 2004 (aclarado a folios 715 – 871) contra los procesados Julio
César Rodríguez Fernández, Carlos Manuel Chávez Vargas, Virginia Amelia Álvarez López, Javier
Enrique Cabrera Pérez y Tomás Jaime Cabrera Pérez por el delito de Uso de Documento Público
Falso y Falsedad Ideológica en agravio de Felipe Villanueva Ramírez, María Elena Vera de
Villanueva y El Estado; proceso penal que se tramitó bajo las reglas del proceso penal sumario, y con
la medida de comparecencia restringida; al vencimiento de los plazos de investigación, los autos
fueron remitidos al Ministerio Público, de donde es devuelto con dictamen de acusación fiscal de
folios 274/277 (renovada a folios 861/865, aclarada a folios 870 y 969/970, ampliada a folios
1025/1030), contra los referidos procesados; por lo que, habiendo vencido el plazo otorgado para que
las partes presenten sus informes respectivos, y estando a lo advertido por la Segunda Penal
Liquidadora Permanente en la Sentencia de Vista de fecha 27 de setiembre 2010, mediante la cual
declara nula la Sentencia de Primera Instancia de fecha 09 de junio de 2010; corresponde emitir la
resolución que a su estado corresponde.-

II. PARTE CONSIDERATIVA

PRIMERO.- Que, los hechos atribuidos a los acusados y la calificación jurídica realizada por el
representante del Ministerio Público consiste:

1. Imputación:

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Según Acusación Fiscal se atribuye a los acusados Julio César Rodríguez Fernández, Carlos
Manuel Chávez Vargas, Virginia Amelia Álvarez López, Javier Enrique Cabrera Pérez y Tomás
Jaime Cabrera Pérez ser autores del delito contra la Fe Pública en la modalidad de Uso de
Documento Público Falso y Falsedad Ideológica en agravio de Felipe Villanueva Ramírez, María
Elena Vera de Villanueva y El Estado. Que del estudio de los actuados aparece, que los
agraviados mediante escritura pública de fecha 29 de diciembre de 1995, adquieren el inmueble
ubicado en la Avenida Nicolás de Piérola N° 1300 – Urbanización San Fernando de la ciudad de
Trujillo; es así que el 28 de Enero del 2004, al apersonarse a la Oficinas de Registros Públicos de La
Libertad, con la finalidad de pagar sus tributos, tiene conocimiento que el inmueble antes
mencionado no se encontraba registrado como su propiedad, al solicitar una copia literal de
dominio se dan con la sorpresa que se encontraba registrada como propiedad de Julio César
Rodríguez Fernández, en el que aparece que lo había adquirido mediante contrato de compra
venta el 22 de octubre de 2003, ante la Notaría de Chiclayo Carlos Alberto Caballero Burgos, acto
transferido por los agraviados por la suma de 25,000 dólares, escritura pública inscrita en los
Registros Públicos de Trujillo el 29 de octubre de 2003; en dicha venta no han intervenido los
agraviados, pues les han suplantado con la documentación que obra en la Notaría, falsificando
las firmas y huellas digitales, empleando libretas electorales falsificadas de los agraviados,
minuta de compra venta autorizada por la Abogada Silvia R. Pastor. Al constituirse a la Notaría
Caballero Burgos adujo que el que coordinaba la ejecución de la venta fue Carlos Manuel Chávez
Vargas. No contentos Julio César Rodríguez Fernández transfiere la propiedad del inmueble a
Carlos Manuel Chávez Vargas y a su cónyuge por la suma de 30,000 dólares, mediante escritura
pública el 24 de Octubre de 2003, ante la Notaría de Chiclayo Dr. Carlos A. Caballero Burgos,
minuta también autorizada por la Abogada Silvia Pastor Ríos – Abogada de la misma Notaría.
Posteriormente Carlos Manuel Chávez Vargas y esposa suscriben un contrato de Mutuo con
Garantía Hipotecaria ante el Notario Pedro Bonilla Solís a favor de Javier Enrique Cabrera Pérez y
Tomás Cabrera Pérez, por el importe de 45,000 dólares, con fecha de vencimiento a 3 días
calendarios y como garantía el inmueble de la calle Nicolás de Piérola N° 1300 en la Urb. San
Fernando – Trujillo, conforme aparece de la escritura pública de fecha 13 de noviembre de 2003,
realizada en la Notaría Pedro Bonilla Solís.

2. Calificación Jurídica:
Que, los hechos antes descritos han sido subsumidos por el representante del Ministerio Público
en el delito de Uso de Documento Público Falso y Falsedad Ideológica previsto en el artículo 427º -
primer párrafo y 428º del Código Penal que establece lo siguiente:

Uso de Documento Público Falso – Art. 427º.- “(…) El que hace uso de un documento falso o
falsificado, como si fuese legítimo, siempre que de su uso pueda resultar algún perjuicio, será reprimido, en
su caso, con las mismas penas”.

Falsedad Ideológica – Art. 428º.- “El que inserta o hace insertar, en instrumento público, declaraciones
falsas concernientes a hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlo como si la
declaración fuera conforme a la verdad, será reprimido, si de su uso puede resultar algún perjuicio, con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco
días-multa”

En tal sentido Fiscalía solicita se le imponga al acusado CUATRO AÑOS de pena privativa de
libertad para cada uno, OCHENTA días – multa, más el pago de CINCO MIL SOLES de forma
solidaria por concepto de reparación civil a favor de los agraviados.

SEGUNDO.- ACTIVIDAD PROBATORIA

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Que durante la investigación preliminar y la etapa de instrucción se han recabado los siguientes
medios probatorios:

DECLARACIONES
1. Declaración Preventiva de la Agraviada María Elena Vera de Villanueva de folios 181.
2. Declaración Preventiva del Agraviado Felipe Villanueva Ramírez de folios 183.
3. Declaración Testimonial de Carlos Alberto Caballero Burgos (Notario Público de Chiclayo) de
folios 272.
4. Declaración Testimonial de Silvia Raquel Pastor Ríos (laboraba en la Notaría Caballero) de
folios 274.
5. Declaración Testimonial de Pedro Isaías Bonilla Solís (Notario Público de Chiclayo) de folios
319/320.
6. Declaración Instructiva del Acusado Julio Cesar Rodríguez Fernández de folios 330/333.
7. Declaración Instructiva del Acusado Javier Enrique Cabrera Pérez de folios 428/431.
8. Declaración Instructiva del Acusado Tomas Jaime Cabrera Pérez de folios 438/441.
9. Declaración Instructiva del Acusado Carlos Manuel Chávez Vargas de folios 604/606.
10. Declaración Instructiva de la Acusada Virginia Amelia Álvarez López de folios 650/651.

DOCUMENTALES
a. Copia Simple de la Partida Registral Nº 03088674 (28/01/2004) de folios 10 correspondiente al
inmueble ubicado en Avenida Nicolás de Piérola N° 1300.
b. Copia Simple de la Partida Registral Nº 03088674 de folios 12, en donde figura la inscripción
de la Escritura Pública de Compraventa del inmueble sub litis de fecha 22 de octubre de 2003,
celebrado supuestamente entre los agraviados (vendedores) y el acusado Julio Cesar
Rodríguez Fernández (comprador), por ante Notario de Chiclayo Dr. Carlos Alberto Caballero
Burgos.
c. Copia Simple de la Partida Registral Nº 03088674 de folios 13, en donde figura la inscripción
de la Escritura Pública de Compraventa del inmueble sub litis de fecha 24 de octubre de 2003,
celebrado entre el acusado Julio Cesar Rodríguez Fernández (vendedor) y los acusados Carlos
Manuel Sánchez Vargas y Virginia Amelia Álvarez López, por ante Notario de Chiclayo Dr.
Carlos Alberto Caballero Burgos.
d. Copia Simple de la Partida Registral Nº 03088674 de folios 14, en donde figura la inscripción
de la Escritura Pública de Hipoteca del inmueble sub litis a favor de los acusados Javier
Enrique Cabrera Pérez y Tomas Jaime Cabrera Pérez de fecha 13 de noviembre de 2003 y la
inscripción de la Escritura Pública de Aclaración y Ratificación de fecha 03 de diciembre de
2003, por ante Notario de Chiclayo Dr. Pedro Isaías Solis Pedro.
e. Copia Simple del Testimonio de Compraventa del inmueble sub litis de fecha 22 de octubre de
2003 de folios 65/68.
f. Copia Simple del Testimonio de Préstamo de dinero con garantía hipotecaria de fecha 13 de
noviembre de fecha 13 de noviembre de 2003 de folios 69/70.
g. Dictamen Pericial de Grafotécnica Nº 108-2004 y Anexos de folios 78/83.
h. Copia Simple del Testimonio de Poder General y Especial celebrado en la Notaria Caballero
Burgos (Chiclayo) de fecha 23 de octubre de 2003, a través de la cual la acusada Virginia
Amelia Álvarez López otorga poder al acusado Carlos Manuel Chávez Vargas (su cónyuge),
de folios 124/126.
i. Informe Pericial Grafodactiloscópico y Anexos de folios 199/217.
j. Copia Certificada del Formato de Solicitud de Inscripción de Título de folios 507.
k. Esquela de Observación expedida por la SUNARP de fecha 30 de octubre de 2003 de folios
508.

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TERCERO.- FUNDAMENTOS DE DERECHO.-
Aspectos a tener en cuenta a fin de emitir la presente sentencia:

 Derecho de Presunción de Inocencia: Toda Persona imputada de la comisión de un hecho


punible es considerada inocente, y debe ser tratada como tal, mientras no se demuestre lo
contrario y se haya declarado su responsabilidad penal mediante sentencia firme debidamente
motivada, precisión normativa que se encuentra contemplada en el artículo 2º inciso 24) literal e.
de la Constitución Política del Perú.

 Reátegui Sánchez, nos enseña: “Se llama falsedad ideológica porque el documento no es falso en sus
condiciones de existencia, sino que son falsas las ideas que en él se quieren afirmar como verdaderas. Ella
puede consistir en hacer aparecer en el documento como ocurrido algo que en la realidad no ocurrió o acaeció
de manera distinta. En la doctrina (…) el concepto de falsedad ideológica se refiere a cuando la alteración de
la verdad recae en el contenido ideológico del documento, es decir, a la verdad expresada en el documento.
(…) La conducta de insertar solo puede ser protagonista de esta actividad el que tiene el poder jurídico
(competencia) para extenderlos, por lo cual es conducta propia y exclusiva del funcionario fedatario (…)
Hacer insertar implica declaraciones falsas de un documento público el cual logra que el fedatario incluya en
él manifestaciones que no revelan la verdad pasada, dando como ocurrido de modo distinto del que sucedió.
Así, solo quien otorga el documento es el que asume esta conducta típica.”1.

 Recurso de Queja Nº 939-2010-Lambayeque, establece: “Que para la determinación del delito de


falsedad ideológica no es imprescindible que se practique una pericia grafotecnica sobre el documento,
pues se trata de instrumentos verdaderos en sus condiciones esenciales: signos de autenticidad formalmente
auténticos, pero se alteró la verdad real del contenido sin modificar o imitar los caracteres de veracidad del
mismo; que es de puntualizar que ese examen realizado por los especialistas de la materia tiene como objeto
el estudio y análisis de los documentos desde el punto de vista material y no el aspecto ideológico, en tanto
en cuanto, su finalidad esencial es determinar la autoría del contenido del documento y la naturaleza o
constitución del material utilizado para su confección”.

 CASACIÓN N° 1121-2016-PUNO (fundamento jurídico décimo quinto y décimo sexto), establece


que: “(…) En ese sentido, en los citados de considerandos jurídicos esta Sala Suprema determinó que en lo
que se refiere al elemento objetivo perjuicio la redacción del artículo 427° del CP, era clara, no presentaba
ambigüedades, y por tanto lo correcto era interpretar que para la materialización del delito de falsificación de
documentos –inclusive en su modalidad de uso- se exigía un peligro potencial de generar un perjuicio, mas
no un perjuicio concreto (…) así, pese a que no se había materializado un perjuicio concreto con el uso del
documento falso, resulta suficiente para la configuración del tipo penal el perjuicio potencial hacia los
sujetos agraviados (…)”.

 RECURSO DE QUEJA N° 1678-2006-LIMA, determina que: “El delito de falsedad es de comisión


instantánea y se consuma, en todo caso, cuando a sabiendas se utiliza el documento falso –un supuesto
típico de la confección, alteración o modificación falsearía del documento y que, asimismo, puede concurrir
con él y ser perpetrado por el propio autor de la elaboración del documento falso o por un tercero- el cual en
el presente caso sustentó una demanda y dio lugar a una sentencia que consolidó el propósito criminal del
agente es de insistir que el uso de un documento falso es un delito de estructura instantánea aunque sus
efectos puedan prolongarse más allá, por lo que, en principio, el plazo de prescripción empezará a contarse
desde el momento de su utilización”.

1
REÁTEGUI SANCHEZ, James; Tratado de Derecho Penal Parte Especial – 4º Volumen; Ediciones Legales,
2016, pág. 2228.

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CUARTO.- ANÁLISIS Y VALORACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRUEBA RECABADOS

1. El artículo 283° del Código de Procedimientos Penales, como norma general establece que (en los
procesos de naturaleza penal) los hechos y las pruebas que los abonen serán apreciados con
criterio de conciencia. Sobre el criterio de conciencia se ha pronunciado el Tribunal Constitucional
en la sentencia del Expediente 05131-2007-PA/TC, de fecha cuatro de febrero del dos mil nueve, al
sostener que “(…) los jueces para apreciar la prueba aportada lo hará a criterio de conciencia por lo que
resulta indispensable que las informaciones que les proporcionen los colaboradores estén corroboradas con
pruebas que acrediten fehacientemente las incriminaciones formuladas”.

USO DE DOCUMENTO PÚBLICO FALSO

2. Del análisis riguroso de la Acusación Fiscal se establece que los acusados Julio Cesar Rodríguez
Fernández, Carlos Manuel Chávez Vargas, Virginia Amelia Álvarez López, Javier Enrique Cabera
Pérez y Tomás Jaime Cabrera Pérez habrían utilizado la Escritura Pública de Compraventa del
inmueble ubicado en Av. Nicolás de Piérola Nº 1300 de fecha 22 de octubre de 2010 (documento
cuestionado) ante los Registros Públicos, para posteriormente celebrar diversos actos jurídicos
consistentes en una compraventa y una hipoteca respecto del inmueble antes indicado.

3. Ahora bien, corresponde al juzgador valorar las pruebas recabadas para verificar si se ha
cumplido con acreditar los elementos típicos del delito de Uso de Documento Público Falso,
debiendo determinarse tres aspectos centrales: primero, la falsedad del documento cuestionado,
segundo, el uso del documento cuestionado, y tercero, el dolo.

4. Falsedad del Documento Cuestionado.- En efecto del universo probatorio se puede advertir lo
siguiente: i) Que, conforme se desprende del Testimonio de Compraventa de folios 65/68, el día
22 de octubre de 2003 supuestamente los agraviados Felipe Villanueva Ramírez y María Elena
Vera de Villanueva, en calidad de vendedores y el acusado Julio Cesar Fernández Rodríguez en
calidad de comprador, suscribieron una Escritura Pública de Compraventa del inmueble ubicado
en Av. Nicolás de Piérola Nº 1300, respecto del cual los agraviados ostentaban su derecho de
propiedad (véase la Partida Registral Nº 03088674 de folios 10); ii) Que, en el presente caso se ha
logrado acreditar que la Escritura Pública de Compraventa antes indicada resulta ser falsa, puesto
que, del Dictamen Pericial de Grafotécnica Nº 108-2004 de folios 78/83 elaborado por los peritos
Carlos Augusto Herrera Sánchez y Diana Esparta Cárdenas se concluye que la firma atribuida a la
agraviada María Elena Vera de Villanueva que se encuentra contenida en la Escritura Pública de
Compraventa de fecha 22 de octubre de 2003 presentan características gráficas incompatibles con
el provenir de su puño gráfico, del mismo modo, se concluye que la firma atribuida al agraviado
Felipe Villanueva Ramírez que se encuentra contenida en la Escritura Pública presentan algunas
similitudes gráficas estructurales, pero que no son suficientes para un pronunciamiento
categórico, es decir, respecto del agraviado no se logra establecer de fehacientemente la falsedad
de su supuesta firma, sin embargo, en el mismo dictamen se concluye que las impresiones
digitales estampadas en dicho documento no guardan identidad papilar con las impresiones
digitales del índice derecho de los agraviados, es decir, se tratan de impresiones digitales
diferentes (falsa), lográndose de esta manera acreditar la falsedad del documento cuestionado,
debiendo resaltarse que el acotado Dictamen Pericial ha sido debidamente ratificado en sus
conclusiones por los peritos que lo elaboraron, conforme se aprecia de folios 257, por tanto, existe
certeza en su contenido. iii) A mayor abundancia, se tiene el Informe Pericial
Grafodactiloscópico de folios 199/217, elaborado por el perito Tito Loyola Mantilla, quien
respalda o corrobora las conclusiones arribadas en el Dictamen Pericial antes expuesto,

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concluyendo que las firmas atribuidas a los agraviados y que aparece en la Escritura Pública de
fecha 22 de octubre de 2003 son producto de una falsificación por imitación, asimismo, concluye
que las impresiones dactilares atribuidas a los agraviados y que aparece en el documento
cuestionado no le corresponden por ser producto de una suplantación de personas, hecho éste
último que el testigo Carlos Alberto Caballero Burgos -notario público- (folios 272), ante quien se
suscribió el documento cuestionado, ha aceptado indicando que existió una suplantación de
personas que con documentos de identidad falsos suscribieron dicho documento, habiendo
cumplido con identificar a los intervinientes conforme a la Ley del Notariado, versión que ha sido
corroborada por la testigo Silvia Raquel Pastor Ríos (folios 274) quien da cuenta del mismo
hecho. vi) En ese orden de ideas, a criterio del juzgador se encuentra plenamente acreditado que
la Escritura Pública de Compraventa de fecha 22 de octubre de 2003 resulta ser falsa, al contener
firmas e impresiones digitales que no pertenecen a los agraviados, por ende, el derecho de
propiedad que le fue transferido al acusado Julio Cesar Rodríguez Fernández, técnicamente
hablando es nula, es decir, no tiene relevancia para ser considerada como acto jurídico válido.

5. Uso del Documento Cuestionado.- Al respecto, de las pruebas documentales recabadas, se tiene
el Formato de Solicitud de Inscripción de Título de folios 507, mediante cual se acredita que el
acusado Javier Enrique Cabrera Pérez presentó (utilización) ante los Registros Públicos, la
Escritura Pública de fecha 22 de octubre de 2003 para su inscripción en la Partida Registral Nº
03088674 correspondiente al inmueble ubicado en Av. Nicolás de Piérola Nº 1300 – Trujillo,
habiéndolo presentado el día 29 de octubre de 2013 bajo el Título Nº 2003-00020213, hecho que
además se comprueba con la Partida Registral Nº 03088674 de folios 12, en donde figura la
inscripción del documento cuestionado, celebrado supuestamente entre los agraviados
(vendedores) y el acusado Julio Cesar Rodríguez Fernández (comprador), por ante Notario de
Chiclayo Dr. Carlos Alberto Caballero Burgos; siendo así, tenemos que también encuentra
acreditado que el acusado Javier Enrique Cabrera Pérez efectivamente llegó a utilizar el
documento cuestionado ante los Registros Públicos, logrando que su coacusado Julio Cesar
Rodríguez Fernández aparezca como nuevo propietario del inmueble sub litis, y de esa manera
poder celebrar y materializar los actos jurídicos posteriores, como la Escritura Pública de fecha 24
de octubre de 2003 (folios 13) y la Escritura Pública de Hipoteca (folios 14).

6. Dolo.- En cuanto a éste aspecto, corresponde al juzgador determinar si cada uno de los
acusados tenía conocimiento que el documento cuestionado que se presentó ante los Registros
Públicos era falso. Al respecto, debe resaltarse que el acusado Carlos Manuel Chávez Vargas
al momento de rendir su declaración instructiva (folios 604-606) ha aceptado su
responsabilidad en el delito imputado, añadiendo que, conoce a sus coacusados Julio Cesar
Rodríguez Fernández, Javier Enrique y Tomás Jaime Cabrera Pérez desde aproximadamente
diez años, teniendo con ellos relaciones comerciales, esto es compraventa de propiedades,
asimismo que la idea de despojar a los agraviados del inmueble sub litis surgió únicamente de
su persona a raíz de que los bancos le estaban quitando sus propiedades, habiéndose
contactado con su coacusado Julio Cesar Rodríguez Fernández, quien es su testaferro ante los
Bancos, para realizar la primera compraventa del inmueble sub litis utilizando documentos
falsos de los agraviados, y luego de unos días realizar la transferencia a su nombre y a la de su
esposa Virginia Álvarez López quien no tiene nada que ver en la transferencia porque le firmó
un poder amplio y suficiente, dejando en claro (Escritura Pública de fecha 22 y 24 de octubre
de 2003), así como el hecho de que los hermanos Javier Enrique y Tomas Jaime Cabrera Pérez
le entregaron la suma de cuarenta y cinco mil dólares americanos por dejar en garantía el
inmueble sub litis, y además quien corrió con todos los gastos fue su coacusado Javier Enrique
Cabrera Pérez; en ese contexto, el juzgador determina en PRIMER TÉRMINO que el acusado

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Carlos Manuel Chávez Vargas acepta su responsabilidad penal en el delito imputado,
circunstancia que no solamente se sustenta en su propia declaración, sino que, además se
encuentra corroborado de manera periférica con el Certificado Judicial de Antecedentes
Penales de folios 1078, documental que da cuenta que el citado acusado tiene un record de
condenas que por delitos contra la Fe Pública, como Falsificación de Documentos y Fraude
Procesal, es decir, se trata de un acusado que siempre está vinculado a la comisión de este tipo
de delitos, por lo que, al acreditarse los elementos típicos del delito de Uso de Documento
Público Falso, corresponde emitir una sentencia condenatoria en su contra. EN SEGUNDO
TÉRMINO, se aprecia que el acusado Chávez Vargas en su declaración instructiva es tajante
en afirmar que su coacusada Virginia Amelia Álvarez López (su esposa), puesto que, le firmó
un poder amplio y suficiente para llevar a cabo la suscripción de la Escritura Pública de fecha
24 de octubre de 2003, versión que ha sido respaldada por la acusada Álvarez López en su
declaración instructiva de folios 650/651, y que además se encuentra acreditada con el
Testimonio de Poder General y Especial celebrado en la Notaria Caballero Burgos de fecha 23
de octubre de 2003 (folios 124/126), siendo así, el juzgador determina que la acusada Álvarez
López no está relacionada con los hechos materia de imputación, asimismo, tampoco se ha
advertido que haya tenido conocimiento oportuno de los mimos, habiendo únicamente
firmado un poder a favor de su esposo Carlos Manuel Chávez Vargas, por lo que, al no
acreditarse el elemento subjetivo en la conducta de la acusada, corresponde absolverla de la
acusación fiscal. EN TERCER TÉRMINO, tenemos que el acusado Chávez Vargas ha
manifestado que su coacusado Julio César Rodríguez Fernández era su testaferro antes los
Bancos, y la persona con quien se contacta para realizar la Escritura Pública de fecha 22 de
octubre de 2003 (documento cuestionado), en donde justamente aparece como comprador del
inmueble sub litis; frente a esta sindicación, el acusado Rodríguez Fernández ha referido que
desconoce cómo en los Registros Públicos aparece como propietario de dicho inmueble,
solicitando que se realice una verificación grafotecnica a fin que se establezca la verdad de los
hechos; al respecto, si bien es cierto el acusado Chávez Vargas en su declaración instructiva
incrimina en los hechos materia de imputación a su coacusado Julio César Rodríguez
Fernández; no obstante, debe tenerse en cuenta que no existe ningún elemento probatorio que
corrobore su incriminación, ni mucho menos se ha realizado una pericia grafotecnica a efectos
de establecer si la firma que aparece en el documento cuestionado proviene del puño gráfico
del acusado Rodríguez Fernández, asimismo, el testigo Carlos Alberto Burgos Caballero,
notario público ante quien se suscribió el documento cuestionado, no ha brindado ningún
objetivo que el acusado haya estado presente al momento de la suscripción del documento
cuestionado, limitándose únicamente a manifestar que existió una suplantación de personas;
por lo que, al no existir suficientes medios probatorios que acrediten la responsabilidad penal
del acusado Julio Cesar Rodríguez Fernández, corresponde absolverlo de la acusación fiscal,
manteniéndose incólume su derecho de presunción de inocencia, con el cual ingresó al
presente proceso. EN CUARTO TÉRMINO,

y que se encuentra acreditada con la

7. 2) Respecto al acusado Julio César Rodríguez Ferández

8. En consecuencia,

FALSEDAD IDEOLÓGICA

9. En principio

7|Página
FALSEDAD IDEOLÓGICA

CUARTO.- EN CUANTO A LA PENA Y REPARACIÓN CIVIL


1. La pena se determina conforme a los parámetros establecidos en el artículo 186º del Código Penal,
y compulsando los hechos probados en autos con los criterios de determinación e
individualización de la pena previstos en los artículos 45° y 46º del mismo cuerpo normativo.

2. Que, para la graduación de la pena debe atenderse a la naturaleza de la acción, la importancia de


los deberes infringidos, las circunstancias de lugar, tiempo, modo y ocasión, los móviles y fines y
la pluralidad de agentes, y las condiciones personales del acusado Jose Cristhian Guzman
Romero, asimismo se debe tener en cuenta que su conducta ha infringido el patrimonio del
agraviado, al haberle sustraído mediante destreza del bolsillo de su camisa la suma de
cuatrocientos soles; por otro lado, cabe indicar que el referido acusado no cuenta con antecedentes
penales conforme se puede apreciar de la documental que obra a folios 32, por lo que,
consideramos que resulta atendible imponer una pena inferior a la solicitada por el Ministerio
Público, teniendo en consideración que el delito de Hurto Agravado se encuentra sancionado con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años; aunado a ello, también resulta
razonable disponer la suspensión de la pena en mérito al artículo 57° del Código Penal: La
condena a imponer al acusado por el delito imputado no supera los 04 años, por la conducta del
procesado se prevé que no volverá a cometer nuevo delito (ha rendido su declaración instructiva),
asimismo el ente acusador no ha acreditado que el acusado tenga la calidad de reincidente o
habitual.

3. En cuanto a la reparación civil a imponerse debe tomarse en cuenta la magnitud del daño causado
al agraviado, siendo que, en éste caso el acusado le sustrajo su dinero, por lo que, debe imponerse
una reparación que satisfaga tal daño y aplicando los principios de proporcionalidad y
razonabilidad, más aún, si el agraviado logró recuperar el dinero sustraído, debiendo fijarse el
monto de la reparación civil conforme a lo solicitado por el Ministerio Público.

III. PARTE RESOLUTIVA

POR ESTAS CONSIDERACIONES , en uso de las atribuciones que me confieren los artículos 138º y
139º, inciso 1º de la Constitución Política del Estado, el artículo 1º de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y los artículos 283º y 285º del Código de Procedimientos Penales, administrando justicia a
nombre de La Nación; FALLO:

1. CONDENANDO al acusado JOSE CRISTHIAN GUZMAN ROMERO, como autor del delito
contra El Patrimonio en la modalidad de HURTO AGRAVADO tipificado en el artículo 186º
incisos 3) y 6) del Código Penal, en agravio de FERNANDO WENCESLAO PORTAL
TALAVERA; y como tal se le impone TRES AÑOS de pena privativa de libertad suspendida en
su ejecución por el plazo de DOS AÑOS; asimismo se fija el monto de la reparación civil en la
suma de CIEN SOLES que deberá cancelar el sentenciado a favor del agraviado; debiendo
cumplir las siguientes reglas de conducta:

1.1. Comparecer personal y obligatoriamente cada sesenta días al Juzgado para informar y
justificar sus actividades.
1.2. No cometer nuevo delito doloso.

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1.3. Reparar el daño causado por el delito cometido pagando el íntegro de la reparación civil, el
día 28 de agosto de 2017.

Todo ello bajo apercibimiento, en caso de incumplimiento de las referidas reglas de


conducta, de aplicarse lo dispuesto en el artículo 59° incisos 1) y 3) del Código Penal, es decir
la Amonestación y posterior Revocatoria del plazo de suspensión por pena efectiva.

2. DÉJESE SIN EFECTO la condición jurídica de contumaz del sentenciado Jose Cristhian Guzman
Romero.

3. CONSENTIDA O EJECUTORIADA que sea la presente resolución, INSCRÍBASE en el Centro


Operativo del Registro Central de Condenas, remitiéndose los testimonios y boletines de
condenas de su propósito. En su oportunidad ARCHÍVESE el expediente en el modo y forma de
ley en la sección que corresponda; con AVISO a la Sala Penal.

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