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STANLEY F. BONNER
Lector de lalin en la Universidad de Liverpool

LA EDUCACIÓN

EN LA ROMA ANTIGUA

Desde Calón el Viejo a Plinio el Joven

Fig, 1, Niño romano, con un rollo de papiro y una caja de lihms

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habilitados, que se necesitaban pala Illla ,lIl1plia ~allla de deberes


uOlllésticos en las grandes I¡unil ias'/H.
Estos muchachos, que tenían cntre doce y diecinueve ¡\lios, eran
llamados paedaj;oj;iani. y sus maestros, que casi siempre eran
.pedagogos del cuerpo de esclavos» (paedaj;oj;i puerorumJ. Muchos de
los niños se convertían en pajes, servidores en la mesa o coperos,
especialistas en la preparación de la comida o barberos, y se les
preparaba no solamente para realizar estos deberes, sino a ser delica­
dos en el vestir y en el porte. Pero había también aquellos que llegarían v
a ser taquígrafos, secretarios, contables o administradores con respon­
sabilidad financiera. Por consiguiente, debían ser buenos en escritura y ESCUELAS DE GRAMÁTICA Y LITERATURA
en cálculo, y el paedagogium se convirtió así en una especie de
colmena caracterizada por su febril actividad en todo 10 relativo a la
educación primaria. Algunos de los que recibieron la educación ele­
Muchos griegos educados, de distinta procedencia y posición so­
mental en estas circunstancias podían al conseguir, más adelante, la
cial. que habían llegado a Roma a partir de la mitad del siglo 11 a.c.,
libertad hacer un buen uso de ella organizando una escuela propia.
debieron quedar tan sorprendidos como Polibio al encontrar que no
Por lo tanto, además de los miembros de la familia, fue el esclavo,
había un sistema de educación oficialmente establecido, como el que
o el liberto, antes que el ciudadano nacido libre, el que aportó la mayor
existía en tantas ciudades griegas l. Echaban de menos las comunida­
contribución a los cimientos de la educación de los niños romanos. De
des altamente organizadas de los gimnasios griegos, equipados por el
hecho, como resultado del bajo origen y la posición social de estos
erario púl;>lico o por benefactores privados, con un personal profesio­
maestros, los ciudadanos de nacimiento libre que buscaban su profe­
nal muy eficaz, y atestados de muchachos y jóvenes en sus distintos
sión en la dirección de escuelas primarias eran considerados con des­
grupos, según la edad, todos imbuidos en el amor griego de la perfec­
deño 99 , Su remuneración, como veremos, era mínima, y estaban en un
ción y la valentía físicas, estimulados por las competiciones constantes,
nivel muy inferior al del .gramático» y del rétor. Hay muy pocos datos
e inducidos al máx,imo esfuerzo por la esperanza de alcanzar un día la
documentados sobre la vida de estos maestros de Jos niños más jóve­
anhelada distinción de una victoria en los juegos nacionales. Pero el
nes. Sus discípulos, muchos, habiendo aprendido a leer y a escribir, a
atletismo, aunque predominante, no excluía otros intereses, pues había
contar y a calcular, salían a ganarse la vida, pero algunos tenían más
también, en muchos lugares, competiciones y premios en temas como
suerte y encontraban un interés nuevo y más amplio en los estudios de
lectura, escritura, recitación, canto y lira, y premios por el conoci­
la escuela de «gramática».
miento general y la buena conducta. También podía haber conferen­
cias a cargo de eruditos visitantes, y gimnasios-bibliotecas donde ir a
hurgar 2. Era todo esto muy distinto en la Roma republicana, donde el
campo de Marte era el lugar de entrenamiento, y los ejercicios que
gozaban de mayor predicamento eran los que estaban directamente
relacionados con las necesidades militares futuras. Pero incluso en
Grecia, en el período helenístico, los sistemas más avanzados de ense­
ñanza, en gramática y literatura, y en retórica, eran aún en gran parte
un asunto de competencia privada, y los maestros de escuela ponían el
mejor precio que podían. En Roma no había nada tampoco que
pudiese impedir que un maestro abriese su propia escuela, si pensaba

98. S.L. Mohler. en T.A.Ph.A .• 71 (940) p. 262-80; CA. Forbes. Le.. p. 334-6; P.W" R.E .. s.v. l. Cicerón. De Rep" IV, 3, 3. ,
paedagogialli. paedagogium Fa/alini. 2. E. Ziebarth, Aus dem griechischen Schulwesen, leipzig-Berlin- 1914; M.P. Nilsson, Díe hellenisfische
99, Tácito. AIIII.. III, 66. 4, alude a los obscura inifla del senador Junio OIón. en otro tiempo maestro de Schule. Munich 1955; AH.M. Jones. The Greek C!/y. Oxford 1940, cap. XIV; 1. Delorme. Gymllasion. Paris
escuela primaria, Floro. Virg" 3. 2 rem indignissimam. 1960. cap. XI.
V. Escuelas de gramática y literatura 73
72 El marco histórico

poder obtener un rendimiento económico, y este fue el paso que discípulos se familiarizasen con los escritos de los poetas, especial­
algunos de los mejor cualificados recién llegados, que habían podido mente Homer~, y no solamente les hacían aprender de memoria
ser durante algún tiempo preceptores, pensaron que valía la pena dar. muchas poesías sino que realzaban las lecciones morales que con­
En los capítulos precedentes, hemos tratado de marcar la diferen­ tenían 5.
cia entre el "pedagogo», el cual si era capaz de enseñar, no aspiraba. en El alumno que era buen estudiante en este nivel era llamado
la mayor parte de los casos, a ir más lejos del nivel elemental. y el grammatikos, que por entonces era un adjetivo, y significaba simple­
preceptor que era experto en alguna cosa en concreto. Mientras el «pe­ mente «letrado», como opuesto a agrammatos, «iletrado» 6. Pero en el
dagogo» tenía que servir normalmente durante un largo período antes período posclásico, en los círculos de bibliotecarios y eruditos más
de poder ganar su libertad. un hombre de habilidades superiores, si exaltados, muy en particular en Alejandría, la clasificación, la correc­
acontecía que era esclavo de origen, o reducido a la esclavitud por las ción y la elucidación textual de las obras coleccionadas dieron muy
circunstancias, podía esperar obtener la manumisión de un modo pronto como resultado un enorme volumen de erudición literaria. Las
mucho más rápido. Este reconocimiento generoso del talento no era obra, de los poetas eran examinadas con cuidado particular (algunos
de ningún modo poco común en Roma. Terencio, por ejemplo, debió de los alejandrinos más importantes, como Apolonio de Rodas y
tanto su educación como su libertad al senador romano Terencio Calímaco, eran poetas ellos mismos), y ninguno con tanto cuidado
Lucano J• Y algunos preceptores eran, como hemos visto. ciudadanos como Homero; pues Zenodoto, Aristófanes de Bizancio y Aristarco,
de nacimiento libre de distintas clases. De aquí que el preceptor todos ellos directores de la biblioteca de Alejandría, pusieron los
pudiera rhuy bien ser el tipo de persona capaz de coleccionar una fundamentos de la erudición homérica 7. Pero el problema estribaba en
biblioteca propia, de familiarizarse con la enseñanza superior en su cómo había que llamar a un erudito con estos intereses y estas especia­
especialidad, y quizá de publicar sus propias obras. Estos hombres, lidades. Eratóstenes, un hombre de conocimientos enciclopédicos, se
como dice Quintiliano, deseaban con mucha frecuencia hacer algo llamaba a sí mismo philologus, «amante del saber» (pues la palabra
más que ser preceptores en un medio en el que podían ser fácilmente entonces significaba infinitamente más que la moderna «filÓlogo»),
confundidos con simples pedagogos; eran más ambiciosos, les parecía pero este era un término muy amplio, abarcando mucho más que el
que merecían un auditorio mayor, y por lo tanto decidían probar estudio de las obras literarías 8. Era mucho más frecuente la palabra
suerte abriendo una escuela4. kritikos, nuestro «crítico», pues el erudito tenía que ser «juez» (krites) de
Había otros, también, además de los preceptores griegos de tierras la literatura. Polibio nó hacía ninguna distinción entre el «crítico» y el
lejanas, que tenían ideales semejantes y la cultura necesaria; eran «gramático»9, pero erates, el primer director de la biblioteca de Pér­
hombres, esclavos o libres, de ciudades de Italia o de la Galia cisalpina. gamo, y su discípulo Taurisco, insistían en ser descritos como «críli­
que, después de haber tenido a veces experiencia de enseñanza. deci­ cos», y este término siempre tuvo connotaciones muy respetables .
dían iniciar una escuela en Roma. Aquellos cuyos servicios gozaban Pero ser (~uez», aunque esto incluía necesariamente la valoración de
de mayor demanda eran los maestros que, a falta de un término más cualidades literarias, estaba particularmente asociado, en los tiempos
apropiado, tenemos que llamar .gramáticos», reconociendo al mismo helenísticos, con decisiones sobre la autenticidad de los versos, pi.."¡,;CS
tiempo que esta palabra da una definición bastante inadecuada de su u obras enteras, atribuidas dudosamente al autor estudiado, y no loJos
trabajo, pues, aunque tenían cada vez más algo que decir sobre la los estudiosos de literatura podían pretender una pericia tun
gramática, el centro real de interés de los grammatici, tanto en Grecia Por consiguiente, el término aceptado más generalmente, a purlil' del
como en Roma, había sido siempre la literatura, y su principal campo siglo III a.c., vino a ser grammatikos, que significa «hombre Je letrus.
de estudio era la poesía. Para entender cómo se originó el término en el sentido más amplio, o «erudito literario». Pero, ya en la anli)(uc
grammaticus, y se desarrolló su significado, es necesario, como tantas dad, era objeto de investigación entre los eruditos saber quién fue el
otras veces, volver a Grecia.
En la Grecia clásica, para el maestro de lectura y escritura, que era I'mt" ;))l'
llamado grammatistes porque empezaba con las letras del alfabeto (1 .lt:nofotHt.', MeIH IV .1, .)0
H "k-jlft'f, U/101m v nf ('llI'i..,>¡ú,¡ ,!'ú1folar\1ti1'. OXfOHI 11)6X, p l'\1 II \
(grammata), una parte importante de su trabajo consistía en que sus lhld ti I 'ti t) Ver ¡::"plTlahn SUt"1!1I110, Ih- (ifllmm. 10 l/\tl'l\I" '-iuloIOtlW,) (k{~IOII
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! ·1 1".1 IlUIIt'll hl~MllIl" V. ESL:uelas de gramática y literatura 75

primero que lIevú esle tílulo ll . Pum Illleslro propllsllo, lo importante


es que la erudición que emanaba de celllros lan grandes como Alejan­
dría y Pérgamo se filtró y descendió hacia las escudas. con el resultado
de que un maestro de escuela, que conocía muchas más cosa,> que el
ordinario maestro primario, llegó a ser distiguido como grammatikos.
y de aquí que iniciase un nivel superior, o, como diríamos nosotros,
un nivel secundario en la educación. Pero el mismo término tenía
entonces que ser aplicado tanto al erudito profesional que podía no
tener ningún discípulo, como al maestro de la escuela secundaria. Es
necesario, ahora, ver qué pasó con esta apelación, que originalmente
estaba asociada especialmente con la literatura y que llegó a incluir de
un modo creciente el estudio de la gramática formal. y nos dio así
11 uestro «gramático».
Mientras no hubo enseI1anza literaria en las escuelas de Grecia a
un nivel superior al del grammatistes, la gramática no era una materia
del programa. En la Grecia clásica, en efecto, no estaba aún formulada
como tal; pero se había iniciado por parte de los primitivos sofistas,
como Protágoras y Pródico, y en el Cratylus de Platón no sólo hay
especulaciones sobre los orígenes del lenguaje, sino discusiones sobre
el valor fonético de las letras. una consideración sobre su clasificación.
y algunas indicaciones de las categorías gramaticales (nombres, verbos
y géneros) 12.
Pero fueron los eruditos de la escuela estoica. a partir de Crisipo,
los que más hicieron entre los filósofos para proseguir el estudio de la
gramática 1.1. El esquema gramatical formal más antiguo que poseemos
(aunque desgraciadamente sólo como simple bosquejo) 14 es el de Dió­
genes de Babilonia, discípulo de Crisipo y cabeza de la escuela estoica,
que visitó Roma en la embajada del aI10 155 a.c. Su trabajo empezó
con una clasificación de las letras del alfabeto sobre líneas fonéticas,
seguía distinguiendo e ilustrando las partes de la oración (cinco, desde
el punto de vista de la ortodoxia estoica), y después enumeraba las
virludes del estilo (empezando por el importante «griego correcto»), y
condenaba los vicios del barbarismo y del solecismo. Entretanto, los
mismos alejandrinos no habían permanecido ociosos en esta rama del
conocimiento, sino que habían hecho evolucionar su propio sistema.
I;ue bajo el nombre de Dionisio de Tracia, discípulo de Aristarco, que
cnsel1ó en Rodas hacia el aJ10 100 a,C, que había aparecido el manual
mús antiguo de gramática griega l5; tuvo una influencia asombrosa­
Fig. 8. Epafrodito de Queronea.•gramático» griego, Enseñó en Roma desde elliempo
mente prolongada, fue adquiriendo un acrecentamiento inmenso de de Nerón al de Nerva

(,dio, XIV, 6.3. P,W. R.I", S.\I. (irtlmmaliko.';

1) ('L IllUS auc!anl\.!. cap XIV. n. h:~p. StcinthaO


allliguas glosas, y estaba aún en uso en el renacimiento y mucho
1\ (', m'-L"w.Jt..~l;~tlh.: cap XIV.n. I (esp. HHfW!<:k)
tiempo después. Tenemos aquí un tratamiento sucinto y metódico de
1·\ J)io~t..'lIcs l.acH'lo, \'11, 5(1-9

1'; It·XIHjl¡hh~I.I,t'lp/l}l. I?\X, Sdlíllio{fl¡I~¡Ht.H. ielpll¡.!, llJOI


las letras, cualidad de las sílabas y de las ocho parles de la oración,el
!fI Jil 1111111'(\ h¡~I"1I h'" V. I':scuclas dc gramülica y lill'rahlla 77

mislllo número que el recollocido pOI Alisiar l'\lIf, Se ha puesto en cuánto tiempo permaneció allí, pero luego transfirió sus actividades al
duda, a veces, la uutenticidad de la obra, pero de nillglrll 1110do se ha sur de España, donde residió y enseñó entre los turdetanos en la
desechado, provincia de la Bética. Realizó una descripción de las tribus de aquella
Una vez evolucionadas, las clasificaciones básicas que constituían zona, que fue más tarde usada por el geógrafo Estrabón. También fue
la gramática formal, a pesar de las diferencias de las opiniones indivi­ el autor de una muy importante Gramática, de biografías de gramáti­
duales, podían exponerse, como en el caso de Dionisio de Tracia, en cos, de una obra separada sobre la ortografía y de comentarios sobre
un alcance bastante modesto. Pero cuando había que tomar decisiones Homero y TeócrÍto, a las que hacían referencia los antiguos glosado­
sobre cuál era el griego correcto, en particular las formas de las res. Estuvo lejos de ser una figura aislada, pues la expresión .los
palabras, y si era legítimo el uso de una u otra forma paralela en la seguidores de ASclepiádes», usada en el siglo JI d.e. por Sexto Empí­
declinación o conjugación, se abría un gran campo para las discusio­ rico 19, muestra que debió tener entre sus discípulos a algunos que
nes mordaces, que daban como resultado extensiones considerables en llegaron a ser a su vez .gramáticos» profesionales. Sexto fue el autor de
los manuales de gramática. Aristófanes y Aristarco habían desarro­ un ensayo Contra los gramáticos, sátira inteligente y divertida sobre su
llado el principio, y los prerrequisitos, de la analogía o «semejanza», y enseñanza y sus pretensiones. La importancia de este ensayo para
aplicaron su doctrina (Jo cual, desde luego, constituía la base misma de nuestro propósito estriba no tanto en los argumentos sagaces, aunque
todo lo que en gramática era «regular,,) en casos de duda; sus oponen­ a veces complicados. con los que busca quitarles importancia, como en
tes, por otro lado, rehusaban estar atados así, y mantenían que había el hecho de que sigue sistemáticamente su plan de trabajo, y nos da
que permitir ampliamente la anomalía, y (especialmente si eran estoi­ sumarios de su contenido, sección por seccíón. Las autoridades de las
cos) clamaban para que el uso fuese el único verdadero criterio. La que hace uso, y que a veces cita, eran mucho más antiguas que su
disputa está especialmente asociada con los nombres de Aristarco y propio tiempo, y son de la época del final de la república. Una de sus
erates, pero duró mucho tiempo aún después de su propia época, fuentes mayores fue indudablemente la Gramática de Asclepíades, y
tanto en latín como en griego 17. La etimología, que durante mucho hay que hacer notar en particular que la estructura principal de su
tiempo había sido un tema de especulaciones eruditas, especialmente ensayo corresponde íntimamente a las divisiones del tema, que él
entre los estoicos, también fue incluida en este problema de la correc­ mismo cita de Asclepíades 2o. La parte primera, que llama «técnica», o
ción que todo lo invadía. Por consiguiente, se presentó una situación parte sistemática, se refiere a la gramática, y trata de las letras, sílabas,
en la que el grammalikos se vio Obligado tanto a presentar a sus partes de la oración, análisis y escansión, ortografía, griego correcto
discípulos un curso preliminar de gramática, en el exacto sentido, (con la analogía, barbarismos y solecismos) y etimología. La parte
como a dar lecciones sobre los poetas. No solameñte necesitaría hacer segunda. llamada «histórica», trata de la mitología, y la tercera parte, ti
referencia a este material ya explicado en sus comentarios, sino que veces llamada «parte especializada" porque trata de autores antes que
debía tener presente el ingreso de su discípulo en los estudios retóricos, de principios generales o material de fondo, está dedicada a la lectura y
y, para los rétores también, la primera cosa esencial era el habla a la exposición de escritores, especialmente de los poetas. De aquí que
correcta. Este cambio de equilibrio en el trabajo del grammatikos sea evidente que, en griego, antes del final de la república, la gramática
puede ser bien ilustrado, en griego, por un maestro, poco conocido había llegado a formar parte integral del equipo intelectual y del
pero muy importante, de los últimos tiempos de la república, cuyo programa de enseñanza del grammatikos, y, en la opinión de algunos,
nombre era Asclepíades. estaba al mismo nivel que la literatura. Los intereses individuales
Asclepíades había nacido en Mirlea de Bitinia, probablemente podían ser diferentes; algunos se dejaron absorber más por el lenguaje,
hacia el final del siglo" a.e. la. Adquirió grandes conocimientos sobre otros se sentían más atraídos por la metodología y otros se interesaban
la historia de su propio país, una de sus mayores obras fue Historia de más por la exposición de los poetas mismos. Los mejores maestros se
Bitil/ia. en diez volúmenes; pero también viajó ampliamente, y fue esforzaban en mantener un equilibrio, aunque el incremento de los
maestro en Roma en tiempos de Pompeyo el Grande. No sabemos conocimientos especializados, en las diversas partes, hizo que no fuese
larea fácil. Si volvemos la vista al latín, podemos ver que, a partír de la
mitad del siglo 11 a.e., los acontecimientos habían empezado a 1110­
16. Quinliliallo. L 4. 20
"1 (';UIS!íl, p. 149, Harwick
(Aristúfllncs): VlirrÓIl, Oí' Lil/K. l.al" VIII y IX.l'as.'iim, t'sr IX. 1; (,cliü,
1', .) ~ «', d!C~y An... tan.:nl 19 Sc\ln Ltnpilko. 1.1>', (iramm" 47

1X (. 1 t'hnsí-Sdlll1id. IL p 430: B A. Mullcr. De Asc{('pilldt' Myr/t'flllfl, (.<-'¡P/I" I I Hi ,lO tbld t::-.p, 91;0.;:-'" V. paraklallit"llít', ),\)

IX FI IIlHI\'1) 11I~1i111l1l V Escuelas de gramática y literatura 79

VCISl' l'11 la misma dircl'{;iún 411e l'l! (;rccia, y hacía el siglo I d,C. Anales de Ennio, que atrajeron grandes auditorios. Posteriormente, las
habían o{;urrido hechos notablemente paralelos, Sátiras de Lucilio se dieron a conocer de un modo más amplio por
Para la historia primitiva del estudio «gramatícai» latino tienen medio de lecturas que realizaron sus amigos. Lelio Arquelao y Vetio
íntcrés considerable los capítulos iniciales de un ensayo de Suetonio, Filocomo. Pero esto tan sólo fue el inicio, y Suetonio tiene razón al
411C apareció en el siglo quince, en el monasterio de Hersfeld, El hacer una distinción entre estos pioneros primitivos de la erudición
üldigo, del que formaba parte, contenía también las obras menores de literaria y los estudios mucho más amplios y detallados de Elio Estilón
Tácito, hasla entonces desconocidas, y fue el descubrimiento del y de su yerno, Servio Clodio. ambos eruditos profesionales y los dos
lluevo Tácito lo acogido con entusiasmo particular. La obra de Sueto­ caballeros romanos, Elio, como veremos, tuvo contactos con los méto­
lIio, escrita a principios del siglo II d,C., quizá antes de la más famosa dos alejandrinos de la corrección de textos, y merece la pena recordar
Vidas de los césares, se titula De grammaticis et rheloribus, y formaba no solamente que Aristarco tuvo muchos discípulos, sino que, después
parle originalmente de una serie entera de biografías, que incluía a de la gran "dispersión» (diaspora) de los sabios que huyeron de esta
poelas, historiadores y oradores 21 Los veinticuatro capítulos sobre los ciudad en la mitad del siglo 11 bajo Ptolomeo VIII, los hombres que se
«gramáticos» se han conservado intactos (aunque las copias que sobre­ habían formado allí dieron a conocer sus trabajos eruditos en muchas
viven del código original perdido presentan aún problemas textuales): partes del mundo mediterráneo. Posteriormente Estrabón dirá que, en
pero solamente quedan seis capítulos de la sección sobre los rétores, el su tiempo. había muchos alejandrinos eruditos en Roma 26•
reslo está representado simplemente por un índice de nombres 21 • Esta El nombre completo de Elio era 1... Elio Estilón Preconino, ha­
pequeña obra sin pretensiones, de la cual hizo uso san Jerónimo al biendo recibido el nombre de Etilón porque era un «hombre de pluma»
l'ompiJár su Cronica, empieza discutiendo la introducción de los estu­ (de stilus) que escribió discursos para sus amigos entre la nobleza, y
dios «gramaticales» en Roma. y después sintetiza la vida de los maes­ Preconino porque su padre había sido heraldo público (praeco) de
tros más distinguidos sobre un período de dos siglos, anotando breve­ Lanuvi0 27• Elio era un extraordinario conocedor de las antigüedades
mente sus orígenes. sus experiencias, sus intereses, sus logros y sus de Roma, y realizó un comentario sobre los casi ininteligibles Himnos
fracasos. Anécdotas ocasionales le dan vida en el estilo auténtico de salios, Se interesaba por las palabras raras y obsoletas (glosografia),
Suelonio, y es un valioso pequeño diccionario de personalidades de la aunque usó la etimología de un modo muy caprichoso en algunas de
educación romana, sus notas sobre significados y derivaciones. Pero su contribución más
Según Suetonio (que con toda probabílidad sigue a Varrón en la valiosa a la erudición fue su obra crítica sobre el teatro de Plauto.
illlroducción)2J, el interés serio por la erudición literaria se inició en Varrón, que fue discípulo suyo, (de un modo privado, pues Elio no
Roma por medio de las conferencias de Crates. el bibliotecario de enseñó en ninguna escuela) nos transmitió su observación, un tanto
Pérgamo. Trataron seguramente de Homero H , y sugirieron a algunos hiperbólica, de que si las musas hubiesen hablado latín, hubiesen
de sus oyentes la idea de dar una amplia publicidad a sus propios hablado el latín de Plaut0 28 . En las obras escritas para el teatro. fuesen
poetas nacionales por medio de lecturas públicas, a las que podían comedias o tragedias, había una necesidad particular de realizar una
miadir sus propios comentarios. Para hacer esto, tenían que realizar el recensión autorizada, pues se habían hecho muchas alteraciones e
necesario trabajo editorial, como los eruditos de Alejandría y Pér­ interpolaciones, a través de los años, por parte de los que las habían
gamo. preparando los textos. Así Q. Octavio Lampadio se ocupó de la llevado a la escena. Hay pruebas definitivas en una fuente tardía de
(¡liara púnica de Nevio, que dividió en siete libros, y tuvo que que Elio usó en su trabajo textual los signos críticos de Aristarco,
transcribir a otros poetas también, pues en el siglo II d.C. cualquier como también lo hizo Valerio Probo bajo el Imperi0 29• Estos signos
manuscrito de la mano de Lampadio era una posesión rara y valiosa25. habían sido diseñados por los alejandrinos como método claro de
De un modo semejante, Q. Vargunteyo dio lecturas públicas de los indicar su opinión a los usuarios de sus recensiones, y tenemos la lista
tal como fue usada por Aristarco. Si, por ejemplo, pensaban que un
verso o pasaje era espurio o indigno con relación al nivel normal del
21 Schalll.-Hosius, 111 p. 55ss.

,): 1':1 texto ha sido editado por G. Brugnoli. Teubner. Leípzig 1960; otras ediciones: R.P. Robinson (Pa­
11,19.',1 V F <leila COrle <Tunn 1968). ,'tl AII.'lli.'ll. IV. p. IH4h. t.:.: EstrabúlL XIV. p. 675; PfCiffer: O.t.> , p 252ss.

! I n (;RF. IFunaiolil, p .127-9 IVarrón fr. .\20), .:J Sill..~itlIllO. Ot' (¡ralíllll .. J: t;,lLI", (FUllalO!i), p. 51:-;:-0.

.l4 Sohre los c~lu(.hos homéricos de erales. d. \V. Kroll en P.W., R 1" .... v Arate,. Pf(:ílleL 0\.: .. .lX ()uilllllmuo. \, 1, 9~)

P<l~IIIi!:-' .? lXss
.",1 I Bl'l~k O¡IlI ....IIJII /, p ~xOs~ (11lndnJOfl l'ari"illwfIIJ,- (; 1 ' VIL.5 l hs: S,I". Bonlll'! l'n <,ill.'¡llK'S"
,'S hOHlúll, p 15, V<JII ut:n IInut.. (;.R 1:. (Fullaioli), p. 21 XI Il1lhOl P !'o,b",
y litclalUla XI
xo 1" I IlIl1ll'1) III~I ¡"I ti " V, Escuelas de gmmúlÍca

aulor, ponían una lillca corta I\Olí/olllal. 1111 (I/ldo,\, ell el margen para libro de texto (ars) de gramática l5 . Hay más, este libro de texto. incluso
indicarlo, Ilabia también, por ejemplo, el as\erisco 1*) para subrayar en el tiempo de Cicerón, contendría no solamente un análisis estructu­
versos repetidos erróneamente en olro lugur. el anlisiKIlIU, (J) para ral del lenguaje sino también la ampliación, que hemos mencionado
marcar los versos en orden equivocado, el antisig/ll(} con punto (:) ) en el griego, sobre la determinación de lo que era correcto, No
panel marcar la duda sobre cuál era el genuino de dos pasajes similares. solamente el autor menciona los barbarismos Y los solecismos, sino
y muchos otros. Elio heredó este sistema, Ahora sabemos que en el que Cicerón habla también de "los preceptos de la latinidad correcta.
mio 100 a.c. Elio acompañó a su amigo, Metelo Numídico, al exilio, y que se comunican en la educación de los niños" '6. Indudablemente,
que una parte de este exilio lo pasó en Rodas, donde Metelo asistió a Varrón aportó grandes contribuciones a todas las ramas de la erudi­
las conferencias de sabios distinguidos. Es, pues, una suposición vero­ ción gramatical, cuyas obras voluminosas (que incluyen el tratado que
símil que él y Elio aprovecharan la ocasión para escuchar a Dionisio aún subsiste actualmente Sobre la lengua latina) fueron una mina de
de Trada lO• En este caso, Elio pudo aprender de él el uso de los signos información para los gramáticos posteriores. Es una casualidad que la
de Aristarco y más tarde introducirlos en los textos latinos. Servio gramática latina más antigua, que puede ser reconstruida de alguna
Clodio pudo haber hecho 10 mismo; también él tenia interés especial manera. sea la que Palemón en el siglo I d.C. pues este libro se
en Plauto, y Cicerón, que lo conocía, observó que podía declarar sin convirtió en un libro de texto normal)7. Pero, desde un punto de vista
dificultad: «F~ste es un verso de Plauto, y éste no" -tan entrenado tenía general, lo importante es que, hacia el siglo I d.C., el equilibrio entre la
el oído para discernir la idiosincrasia del estilo genuino de Plaut0 31 -. gramática y la literatura en el plan de estudios del «gramático» era muy
Tanto Elio como Servio llegaron más lejos que a la simple corrección semejante en latín al que había existido en Grecia. Séneca, hablando
de textos individuales; también separaron, de la masa de obras de del latín, da la misma división en tres partes del trabajo que hemos
teatro que habían llegado con el nombre de Plaüto, las que considera­ encontrado en Asclepíades: estudio de la lingüística. (cura serll1ollis),
ron definitivamente genuinas, y los dos formaron su propio índice. mitología y exposición de los poetas (que incluía la métrica)Jx. Pero el
Elio aceptó solamente veinticinco obras como genuinas, pero bastan­ punto de vista general era el que presenta Quintiliano, que decía quc
tes otros «gramáticos» latinos, como V oleacio Sedígito y Aurelio Opilo, había dos partes principales en esta materia, la gramática y la litera­
realizaron también su propia lista en este período primitivo; todas ellas tura, aunque Quintiliano, que no concedía una preeminencia tan
fueron tomadas en consideración, posteriormente, por Varrón J2 . importante a la mitología, se daba cuenta de que era una condensación
De este modo los primitivos eruditos romanos estaban particular­ de tres partes, las que encontramos en Asclepíades 19
mente interesados en los poetas latinos, y, como sus predecesores de Como sucediera previamente en Grecia, se debió plantear antes de
Alejandría y Pérgamo, estaban preocupados por las cuestiones de la época de Cicerón la cuestión del nombre que debía darse al erudito
autenticidad y por la transmisión exacta y la elucidación de los textos. que poseía este tipo de conocimiento. Evidentemente distaba mucho
Pero para poder realizar este trabajo de «corrección" a su propia de ser satisfactorio llamarlo litterator, que lo hubiese asemejado al
satisfacción, necesitaban examinar su propio lenguaje más atepta­ grammatistes griego, y hubiese dado a entender un nivel demasiado
mente, para reducirlo a alguna especie de sistema y poder usarlo como elemental. De hecho solamente existe. en nuesro período. un ejemplo
norrnativo, y determinar lo que era latín correcto y lo que no lo era, cierto en el que un «gramático» es llamado litterator, y casi con toda
Cuando una rama del conocimiento era sistematizada, podía ser pre­ certeza se trata de un sarcasmo 40. Era mucho más obsequioso llamarlo
scntada en forma de manual breve (en griego, tecllne; en latín ars)3l, y liueratus, "hombre de letras», pero esto no daba a entender completa­
Cicerón incluye la gramática entre los estudios que habían sido forma­ mente el grado requerido de pericia 41 • La mejor solución parecía ser
lizados así (collclusa a rtibus)J 4. Esto tuvo que haber sw;;edido en el
Itllín ya en el tiempo de Si/a, pues el autor del tratado retórico dirigido 35, Rhcl ad "eren"" IV. 12, 17

a llerenio (un manuaL también) menciona que pretende componer un .16. Cicerón. De Oral, 111. 1.1. 4H.

37 JuvenaL VL 452; K Barwkk. Remmiu.\' falm:mofl und die túmi""lte Ar,., (,rammtlftnJ I ,elpll~ I el'!}

.lX, Séneca, Ic'flfl., XX. J


39 Quin!iltano. 1. 4. 2 (h,.('I'i\~im(:): 2. 14 (ma.·.. di..·It.'ll1d~lmt.:nll·)
40 SUdonio, Ik (inmtm , 4. t:llamio d l'vksala ('orvillu pero ~Hl p\.!n.~jhir ttl 1I01ml:, ("<tItilo. 14. '1. "'iullll
10 L Marx, ¡'ro/q,:oHl('I¡¡J ¡J ~u cdk:ión de In Rile!. ud Herenn, Leipzig 1894,0, 1JSss, ;¡Un'tlfot !lo ~~ k'\:tura dt~1 inJo sC,¡l,ura. aunque Marciallo <- 'apdlü IIL 2:9 IOIllO };¡ Icfl'ICrK'¡il ","nUlo PI IftlOl dlld

ti CH:<"'lún. "td h.UfI, IX, tú, 4; ti R."" (FunaioID, p, 95ss: HOIUlCf, 1.:. p ~5t). d Apulevo. ¡"Ior 20 ('f no tlh,ttHlll', L \\i I\ovcr ell .. Ilcrmt·~. lit) ( I ')61 ) P 4t,-77 (In w.'lm' t'tl ... tI m;~v"' ptl r 11'
1.1 (:clio, 111. 1, i ".) 1;1I(lIa,J

11 (l. J\'t hu Jllalltl , Ihl\ \l'\!('lIIoti\dlt, I.t'hrhuc¡'. U,J!illgi.l 1960 41 ('1 How,,'!, J1 '¡h.?~... , ('1 aU114UC el lcrnHlltl 1)(}(.1n'l aplk'¡jl'<.' a f ¡VIO An..holilt'o y ;¡ I I\IHn

t·I ('h'('IOII,I'h·Oroi.1. 4~. IXl


V l:sl.:lIc1as de gralllatil.:a y literatura lD
K.\ 1'1 111111 U I hl~h'IIIl'\'

1,,¡illi¡.1t los 101'11111l0S griegos y 11:1111.1110 cTili(,lI, o ,.;rw/lllwli¿·l/.'; la Festo aceptaron 4ue la escuela era llamada ludus porque era precisa­
primera palabra. sin embargo. estaba 4ui¡ú demasiado íntimamente mente lo opuesto a un lugar de juego H . Según Festo, esta palabra fue
asociada con la crítica textual y líteraria. y. aun4ue aceptada • se
42 elegida porque otra menos atractiva hubiese podido desanimar a los
usaba con mucha más parquedad que grammaticus, que se convirtió niilos de ir a la escuela 45 • Sir Walter Scott, con humor mordaz, hace
en la palabra normal. Pero. como en griego. tenía que servir para una que Erasmo Holyday (JIO/iday significa en inglés día festivo) el maestro
doble finalidad. y era aplicable igualmente. por ejemplo. a Varrón. que de escuela de Kenilwonh cite esta vieja derivación. y haga notar «que
no tuvo nunca una escuela. y a Orbilio. que sí la tuvo. La influencia estaba inclinado a pensar que llevaba el nombre de Boliday q/lusi
griega también puede verse en el hecho de que en la época de Cicerón. /ucus a non /ucendo, pues daba muy pocos dias de fiesta en su escue­
la palabra scho/a habia sido introducida para describir la escuela de la,,46. Esta derivación. sin embargo. es demasiado dudosa; la noción de
nivel más alto. y de allí después se fue aplicando regularmente a la del contraste está subyacente en el uso. pero es un contraste de naturaleza
«gramático•. a la del rétor o del filósofo. La palabra griega schole tenía diferente. Quizá se pueda sustentar una nueva explicación. esto es. que
originalmente el significado de ocio. más tarde la ocupación del ocio la palabra ludus, que llegó a aplicarse a diversos tipos de lugar de
C011 discusiones o conferencias eruditas, y después un grupo al que se entrenamiento (lectura y escritura. música. danza. teatro 4 ? ~incluso
daban estas conferencias o el lugar donde se daban. La palabra original una escuela de retórica podía también llamarse ludus dicel1di~)4S se
latina para significar «escuela» era ludus, pero estaba asociada con la aplicó originalmente en un contexto militar; los ejercicios de entrena­
escuela primaria (tudus IitterarÍus, o «escuela de letras»), como muestra miento de los jóvenes reclutas eran llamados «juego». en contraposi­
la expresión ludí magister «maestro primario»)43. Ha sido siempre una ción a la dura realidad de la batalla. La forma más antigua de entrena­
especie de rompecabezas saber por qué la palabra romana /udus, que miento organizado de la juventud, revivida por Augusto y descrita por
Virgilio, era llamada lu.dus Troiae, «juego de Troya»4'I, y Virgilio hace
decir a Ascanio que en el deporte (fudo) «se fomentaba el simulacro de
la guerra» (belli símulacra)50.
Además. las palabras pro/udere y pro/usío (que Cicerón usa burlo­
namente como juego sobre /udus, «escuela») 51 conservó una connota­
ción militar particular. esto es, la práctica preliminar para la batalla s2 •
De aquí que un grupo de soldados jóvenes organizados para realizar
tales prácticas fuese llamado ludus, y que se usase el mismo término
para designar un edificio construido para estos ejercicios preliminares.
como en la «escuela de gladiadores». De aquí. metafóricamente. un
crítico de declamación declara que «la escuela de retórica (sc!lOlam)
haya sido siempre considerada como un /udus ("terreno de ejerci­
cios"). y el foro una arena» 53. Es fácil entender, por lo tanto. cómo, en
los tiempos primitivos. un grupo de muchachos jóvenes. reunidos para
un entrenamiento mental elemental y para ejercicios físicos. hubiese
adquirido el nombre de /udus. Finalmente. para volver al tema inme­
Fig. 9. ¡Ave magister! Sesión de lectura perturbada. Relieve de Neumagen. siglo 111
diato. una más amplia indicación del nivel más elevado de que gozaba
d.C.. conservarlo en Tréveris
44, Elio. fr. 59 iU,R,F, p, 72. FunalulD: Quinllliano. 1. 6, 34.

45, Feslo. p. 470. L. s.v. :,chola,

significa "juego»: llegó a significar .escuela». Los etimologistas anti­ 46. Sco((. KenUworlh. cap. IX, (p. 150 en la edidón de Andrew Lang),

guos se sentían muy orgullosos de explicar que el significado de las 47, ef. i>lauto. Rud.. Prol. 43:
Terencio. Phoml.. 116 (musica). EScipiól1, fr, 30. en O.RI. pdgína /3.1

(teatro, danza).
palabras podía derivarse de la idea contraria; Elio Estilón. probable­ 48 Suelon!o. De Rhel, 4: ef. 1: Cícerón. De Oral .. 11. 22. 94: 24. 100. 111. 9. 35

mente el primero en sugerirlo. Quíntiliano y el lexicógrafo 49 Virgilio. Aef/. V. 552ss: Suelonio. Aug" 4.1.

50. Virgiliu, ¡bid. 674: cf. TilO Liviü, VII. J," 2 {ludo mi!ilariJ

51 Cicerón, ni\'. in Cm'c, 14.47

4~ Cil.'I:IOIl. -1,1 rom 1\, 10. ! (texto critico); Horado. Epp., 11, L 5\ Hit. crit}.
52 hL Oc O'-al" 11. MU, l25, Virgílio, (;t'(I"~ 111. 214

..¡ \ ('f DHI Sa,.', ,\ 1 !i./u" I-lIt1im.i/o:i.\It'I', Jullien, l"e8 pm[e."i.seurs. p. l! .1, 14
S.' Séneca el VH'}O. ("war, IIl.l'nH'f 12; .:f IX,l'rac/

H,I ".1 tlIHll'O 1111\11\11111 V. ":s\.·uclas <le gramülil'a y Iill'llIlLll a X5

el glWllIllIIticlI, puede verse e1l el hecho \lUt'. l'n el periodo imperial. bajo la república, había, a la vez, más de veinte escuelas de gramática
d, oíros Illllestros de «artes liberales». era descrito cOl1lunmenle
COIllo bien atendiJas en Roma'\).
C0l110 pmf¿'sor, término cuyo uso estaba expresamentc denegado a los En algunas de estas escuelas. se daba por lo menos un curso
Illaestros Jd grado primari0 54. introductorio, en latín. sobre retórica, al que seguían la" ensel'ianzas
I.a acumulación creciente de conocimientos que tuvo lugar en los principales de gramática y literatura; siguió siendo así bajo el imperio.
últimos tiempos de la república y al principio del imperio. que afectó aunque por entonces las dos profesiones tenían una distinción mucho
C1l primer lugar a la erudición en general y después a los programas de más neta. y esto era, como se quejaba Quintiliano. un abus0 611 • Abor­
cllsellunza. se reflejó también en ciertas distinciones que llegaron a dar la retórica significaba tratar de la prosa y de los prosistas, y el
aplicarse dentro de los límites de la misma profesión. B~jo la república. punto de vista aceptado en general era que los grammatici eran, según
parece que fue bastante habitual que la misma persona enseñase latín y las palabras de Cicerón, «intérpretes de los poetas». y que «el trata­
griego. pero gradualmente. como muestran las inscripciones. llegó a miento completo de los poetas» era su deber principal 61 • No puede
formarse una separación. y el grammaticus graecus 55 se distinguía del existir duda de que, como eruditos y como maestros, los grammatici
grall1l11aticus latinus 56 • conservando los dos sus competencias propias. estaban ciertamente familiarizados con los autores en prosa, y no
Bajo el imperio habría más griegos enseñando solamente griego. y más podían permitirse descuidarlos. Pero, como puede verse por Quinti­
romanos que se especializaban en el latín. Por otro lado. hay también lian0 62 • cuando exponían un texto en clase, y lo ilustraban con comen­
inscripciones en las que no se especifica más allá de «gramático»57. y tarios amplios y detallados, era un texto en verso, y no en prosa; pues
por lo tanto tuvo que haber muchos que enseí'íaban ambas lenguas. la poesía siempre fue su preocupación principal.
Suetonio. desde luego. trata solamente de los maestros más distingui­ Es un hecho digno de mención que incluso los grammatici de más
Jos (elari professores), pero parece que no se ha prestado suficiente éxito, que llegaban de lugares con frecuencia muy distantes de Roma.
atcnción. en general. al hecho de que nos presenta el cuadro desde un eran por lo común antiguos esclavos. que habían conseguido la liber­
solo lado. Dirige su atención hacía aquellos que tanto por sus conoci­ tad. o, si habían nacido libres, procedían de origen humilde y con
mientos como por sus enseñanzas. prestaron servicios valiosos a los frecuencia, de condiciones de dificultad excepcional. De los gramáti­
estudios latinos. tanto si enseñaron al mismo tiempo griego como si cos mencionados por Suetonio, muchos eran libertos, aunque algunos
110. De aquí que no diga nada de aquellos que eran principalmente. o eran libres de nacimiento. Séneca el Viejo hizo notar que, bajo la
exclusivamente. maestros de griego, como Tiranio o Asclepiades. Vale república, las mejores disciplinas estaban en manos de libertos 6 l; bajo
la pena hacer notar. también. su omisión de Epafrodito de Queronea. el imperio, esta gen.eralización hubiese tenido que ser modificada, pues
crudito importante. que enseñó durante muchos años en Roma en la tanto la gramática como la retórica habían ganado terreno y habían
última parte del siglo I d.C., la ba"e de cuya estatua-retrato. que aún atraído también a hombres libres de nacimiento. De los gramáticos
subsiste. lleva la inscripción grammaticus graecus (cf. fig~ 8)5g. Hubié­ mencionados por Suetonio, algunos que eran o pretendían ser libres de
semos podido muy bien hacer lo mismo para el griego con el tipo de nacimiento, habían sido víctimas de circunstancias adversas en edad
testimonios que Suetonio nos ha dado. principalmente. para el latín. muy temprana. Orbilio. que enseñó a Horacio, había perdido a su
Seguramente contenía informaciones bien importantes la obra de Her­ padre y a su madre en el mismo día, asesinados por un acto traidor de
mipo de Berito, titulada Sobre los esclavos que consiguieron dislinción sus enemigos personales; abandonado, estuvo como subalterno (appa­
C/I el saber, que ya no existe. Tal como están las cosas, aunque
rilar) de los magistrados locales en Benevento. cargo humilde ocupado
Suclonio nos dice que los estudios gramaticales eran ya florecientes en comúnmente por esclavos. Sin embargo estudió con mucha intensidad
las provincias. especialmente en la Galia Togata a principios del siglo I cuando muchacho en su tiempo libre. y puso los cimientos para el
ae., no nos informa de si alguno de los eruditos griegos. que estuvie­ trabajo de su vida posterior 64. Su joven contemporáneo, Valerio Ca­
ron en Roma antes de aquella época, había pa<;ado de ser preceptor a
abrir una escuela en griego. Pero es interesante saber por él que ya
59 Suclonio, /)c (framm ,
60. ()uillliliallo. 11, l. I

54 Quinlilümo, XII, 11, 20: Suctonio, De GramnL, 4, suh fin.: Dig., L 13. I Y 6,

61 Citwoll. Ik /Jil· .. 1, I X.14. D" (lrm 1, 42. IH7.

5, \'11. VI. 945\.9454, 11. 2216, 111, 12702, X . .1961.

.Ii, \'11 11. 2H'I), 111. 40(,. V ..14.11. 527H, VI, 9455, IX, 5545
62 ()uilltiliallo. L x,5·:"i: el' 4,

1 SCnccH el VÍl'jn, ('01111' 11, I'rad. $. el' ('iccroll, ni' (}!l L 47, IS1: p:lla m;¡'" detall ..,s. eL S
\1 1.1. 11. Ixn ..101'1. VI. '1444,5), IX. 1654

11l'¡,q,WIlL RnmfiJt ¡·'rt'l'dmt'J/ dw;,,}; lIJe 1<l1t' Ht'Jlllblic. OxJ\l\d It}(lt). 11 110
5H (' II . VI. íJ4~4. l' \\' H 1, , s.v. r,I'(/J!hrndi¡ns

(¡,I Sm:íotllo, O/' (¡nmml.


Hh 1'1 IlUlIl'O IWMlIh'l\
, V, Escuelas de gramática y Iileratllnl 117

1011, 1~ll1llliell III pasú mal en la juvenlud; lalllhiell el. según su propio demanda de educación secundaria en la noticia de que un caballero
leslilllllllio, fue huérfano, y fue despojado de su patrimonio en los romano muy rico, Eficio Cal vino, contrató a L. Apule~o para enserlar
dislurhios de la época de Sula, pero se levantó con su propio esfuerzo por un precio anual de 400 000 sestercios; evidentemente había tantos
hasta granjearse un nombre en Roma 65. Como hemos visto, Antonio alumnos que Calvino fue capaz de recobrar con creces la cantidad
(~nifúll, el maestro de César, fue un expósito, pero fue criado y desembolsada por medio de las cantidades pagadas por los padres.
educado por su salvador. Otro niño abandonado, de nacimiento libre, Esto. sin embargo, quizá no ocurriera en Roma, sino en algún centro
fue C. McIiso, que llegó de Espoleto, en Umbría; cuando sus padres se provincial. donde no era tan fácil obtener los mejores maestros 71.
pelearon, fue dejado a su propia suerte, pero, como Gnifón, fue criado Solamente ha llegado hasta nosotros una pequeña fracción de la
y educado por un benefactor cuyo nombre desconocemos, que luego historia de las transacciones comerciales relacionadas con los maes­
lo presentó como un regalo a Mecenas. Vivió en términos amistosos tros, pero hay una historia que tiene un interés particular. En el tiempo
con Mecenas, fue manumitido, y se ganó el favor de August0 66 . de Sula (c. 83 a.CJ un joven llamado Eros. y posteriormente Estaberio
A veces un niño esclavo debía su educación al hecho de estar en la Eros, formaba parte de una multitud de esclavos, todos amontonados.
¡¡lIllilia de un grammaticus que consideraba que valía la pena ense­ como rebaüo, en un barco de transporte, que hacía el servicio entre
Ilarlc. Eseribonio Afrodisía, que se labró un nombre como maestro Antioquía e Italia. Con él se encontraban dos compañeros. uno de
bajo Augusto, había sido el esclavo y el alumno de Orbilio, hasta que ellos Siro, posteriormente Publio Siro, que se hizo un cierto nombre
fue comprado y manumitido por Escribonia, la antigua mujer de escribiendo para representaciones de pantomimas y muchos de sus
Octaviano"}. De un modo semejante Julio Modesto, que llegó a ser un escritos llegaron a ser conocidos de memoria en las escuelas romanas;
erudito, siguió las pisadas de su patrón, el gramático Higiní0 68 . El el otro era Manilio. posiblemente un antepasado del escritor sobre
griego Epafrodito fue un esclavo (quizá un expósito) en casa de un astronomía. Cuando llegaron a Italia. les marcaron los pies con tiza
gramático llamado Arquias en Alejandría. Fue luego adquirido por M, blanca para indicar su origen extranjero, y fueron colocados con otros
Metio, prefecto de Egipto, como preceptor de su hijo. fue manumitido, en una plataforma alta para la venta. conocida como calasta. Ignora­
y, como Metio Epafrodito, enseñó y trabajó como erudito con enorme mos cuál fue el destino de Manilío, pero Siro y Eros tuvieron suerte.
éxito en Roma 69. De esta suerte, estos futuros maestros pudieron muy Siro fue comprado por un liberto, a cuyo patrón impresionó por su
bien ser autodídactos, o pudieron beneficiarse de un acto de generosi­ inteligencia viva y por su ingenio, y pronto ganó la libertad. Eros
dad, o pudieron ser educados con la finalidad de elevar su precio en el también encontró a un dueño que reconoció su habilidad y le dio la
mercado. pues, incluso en el nivel del grammaticus, con frecuencia, la libertad. Formó una escuela, e incluso durante los horrores de las
comercializacíón [enía su importancía. proscripciones de Sula, tiempo de las más brutales carnicerías, conti­
Ya en los comienzos del siglo 1 a.c.. un esclavo que tuviese la nuó, se dice, enseñando a los hijos de los proscritos sin aceptar
distinción de la mente y las enseñanzas requeridas para ser valioso ninguna paga -buena acción en un mundo perverso-o Posteriormente,
como maestro o colaborador literario, podía ser puesto a subasta y Estaberio tuvo tanto a Bruto como a Casio entre sus discípulos 72. Su
vendido al mejor postor. El precio más alto que nunca se pagó durante trabajo publicado es también importante, y fue conocido y estimado
la época romana se dice que fue por un cierto Dafne; según parece fue por aquel lector omnívoro, el viejo Plinio, que lo llama «fundador de la
educado por el poeta Accio, que lo vendió por 700 000 sestercios a M. gramática latina». Esto hace referencia seguramente a sus estudios
Scauro. dirigente del senado, quien posteriormente lo transfirió, por la sobre la analogía 73. Estaberio también copió, con sus propias manos,
misma cantidad, al pudiente mecenas de las letras, Q. Lutacio Catulo. textos de escritores clásicos, algunos de los cuales sobrevivieron, y
Catulo le dio generosamente la libertad, y se convirtió en Q. Lutacio fueron tenidos en gran aprecio siglos más tarde 74. Su carrera sintetiza
Dafne 70. A veces un grammalicus era contratado para enseñar, y la tenacidad extraordinaria, la valentía en la adversidad, y la devoción
puede verse una sorprendente indicación del rápido crecimiento de la al estudio que tuvieron tantos de estos maestros del período republi­
cano.
Aquellos que habían adquirido de alguna manera un buen conooi­
liS IbIJ.. 11

(,6 Ibid. 21

(o 7 Ibid, !'J.
71. IbiJ" esp. las palabras «~l(1m in pruvincias . . It.
¡,x Ibid. lO
72. IbnJ. 1.1. con I'linio. N.H .. XXXV, 58. 199.

69 Suitl;I',. s v ¡',/1tIJ,/¡rnflilo'i d además la thl(a 58 tIc este mi\l1lO ,up


7l n l·.IU·. IluIl¡oíom. p. IOó·7.

lO Su('\onio, n· (,"lImm 74 honlún, p. 15. van Jen lIoul

HH 1-:1 111<11 eo 111),11,. 11"


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Al
V. Escuelas de gramática y literatura 89

IlIi~1l10 d~ d~sde sus \lIl~l'Il~S vmiados y sus


la lellgU¡1 y tle la literatma,
l'xp~ricll~ias diversas, 110 se dedicaban inlllediatalllente a enseúar; las
,'ilL'UIlSla/lcias los conducían, a veces. hacia campos de actividad bas­
lalllt' uilcrelltes. quizá durante muchos años, y Juego, solamente en los
lIllillJOs mios de su vida, abrían una escuela. Esto aconteció con
Orbilio; uespués de un período de servicio con los magistrados en
Ikll~vellt(), ingresó en el ejército y fue enviado a Macedonia, donde
;lsl'endió para llegar a ser una especie de ayudante, o jefe de una
oficina legionaria (cornicularius), y posteriormente transferido desde
este trabajo administrativo a la caballería. Solamente después de este
s~rvicio militar volvió a emprender sus estudios, y empezó lo que
IUlbía ue ser una larga carrera de enseñanza, primero en Benevento y
después en Roma. Pero pocos pudieron ver más mundo que Pompeyo Fig. 10. «Trabaja duro. niño, si no serás azotado., Aviso saludable o imposición:
I.eneo, que empezó su vida como esclavo, fue rescatado de manos de escrito por el maestro y copiado cuatro veces por el niño
1I110S secuestradores o de alguna clase de cautiverio, y, después de una
íuventud llena de aventuras. se las compuso para obtener una buena res de pantomimas; Pomponio Marcelo había sido originalmente bo­
educación y compró su libertad. Sus habilidades literarias y lingüísti­ xeador (arte que quizá encontró útil al tratar con alumnos díscolos) y el
GlS lo convirtieron en un miembro útil del estado mayor de Pompeyo, célebre Remio Palemón había sido instruido para ser tejedor 76. Es
y en su capacidad de secretario, acompañó a aquel general errante en lástima que no fuesen más numerosos los que publicaran sus memo­
casi todas sus expediciones. En el año 63 a.c., cuando Orbilio empezó a rias, que probablemente nos hubiesen llevado por algunas sendas
ensóíar en Roma. Leneo estaba investigando para Pompeyo el conte­ interesantes de la vida de la sociedad romana. A juzgar por el testimo­
nido de la biblioteca del derrotado Mitríades en el Ponto; allí apareció nio de Suetonio, parecería que los hombres libres de nacimiento sólo
~n una caja de libros la colección del monarca de tratados médicos, y se dedicaron a enseñar cuando no les quedaba otra opción mejor.
I.eneo recibió la orden de Pompeyo de traducirlos al latín, lo que éste Valerio Probo, que pasó los primeros a110S de su vida en Berito, en
realizó. I _eneo se convirtió en una autoridad reconocida en farmacolo­ Siria, en el siglo I d.C., habia realizado repetidos intentos de obtener un
~ia (había una gran cantidad de hierbas en el Ponto). y sus trabajos se puesto de centurión antes de que finalmente se dedicase a los estudios
encontraban entre los que fueron usados posteriormente por Plinio el y a la enseñanza. Evidentemente tuvo medios suficientes para poder
V¡ejo. Siguió siendo siempre apasionadamente leal a la familia de contentarse con unos pocos alumnos a la vez, a los que enseñaba en
POll1peyo durante toda su vida, y se encolerizó tanto por una frase privado. Era un verdedero erudito en la tradición de Aristarco y de
insultante dicha sobre su héroe por el historiador Salustio que replicó Elio; realizó grades esfuerzos para rescatar los textos de la literatura
con una sálira extremadamente injuriosa tanto sobre la propia vida latina primitiva de la amenaza del olvido, y escribió recensiones críti­
personal de Salustio, como sobre su obra histórica. Fue en el distrito ca<; no solamente sobre Terencio, sino también sobre Lucrecio. Hora­
de Roma conocido como Carinae, lugar distinguido. donde había cío y Virgilio, señalando sus textos con los signos críticos de Aristarco.
eslado la casa de Pompeyo. donde él finalmente se instaló para enseñar El suyo fue uno de los nombres más distinguidos de la erudición
k. 35 a.c'l durante el resto de su vida. En conjunto. fue una carrera
latina 77.
hastante notable después de unos comienzos singularmente poco pro­
Con una fama menos perdurable que la de Probo, un número
metedores 7'.
bastante elevado de aquellos de cuya vida nos da testimonio Suetonio
Probablemente muchos otros gramáticos, también, habían puesto
eran grammatici en el sentido de «eruditos en literatura» y también en
sus manos en una gran variedad de ocupaciones antes de abrir una
el de «maestros». Es un hecho notable que, aunque su lengua nativa
escuela. En los primeros tiempos del imperio, Crasicio, un liberto de
era el griego con bastante frecuencia, figuraron entre las autoridades
Tarento, había tenido relaciones con el teatro, y ayudado a los escrito­ dirigentes de la lengua y la literatura latinas, y de la antigüedad de

/(, SndOlll(). f}t' (,'romm, IX, :: y : \

/., SIII'hllllU nt'f,'ltlllllll 1),t.'HII P11I110, NIL \'\v, ',tiHI Ulln,w!lil p ,IO\·~ 1i Jlud .1.1 (·1 adt·IH"I~ I '\¡sh'IIi\;¡11l1 0(' ,J,f "lIft,tú I'mhi IIt'f'\'lii j'{la el ,\t'I'Í¡J/i,\, 1\01111 I¡¡{ji!

(lO hl Illan..:o hislú'ICll V. Escuelas de gramática y literatura 91

¡{oma. <. 'ubriel'On un amplio campo de intereses. Algunos, como y consejero tanto de Anisio Polio como de Salustio, y compuso para
!\lllonio (;nil'ón. Estaberio Eros y Palemón, fueron principalmente este último un compendio de historia romana&5. Cecilio Epirota, que
crudilos en lingüística; otros se preocuparon de la investigación litera­ estaba estrechamente vinculado a la escuela neotérica de poesía, era un
ria, y algunos, como Aurelío Opilo y Ateyo Pretextato, que se hizo amigo íntimo de Cornelio Galo&6. En el más alto nivel, un gramático
llamar Filólogo (siguiendo a Eratóstenes), eran perfectos especialistas podía llegar a ser aceptado en los círculos de la corte, y esperar ganar
ell la antigüedad. A veces, estas actividades variadas estaban combina­ el patronazgo del emperador. Así Julio Higinio, liberto de Augusto,
das. Opilo, un liberto. que en diversas ocasiones enseñó filosofía, fue nombrado por él director de la excelente biblioteca Palatina, y no
retórica y gramática, y que finalmente cerró su escuela para acompa­ solamente siguió enseñando a muchos discípulos, sino que hizo diver­
llar a Rutilio Rufo al destierro en el año 92 a.e., fue un escritor sas aportaciones importantes a la erudición, tales como un comentario
prolífico, y tenía un amplio campo de erudición diversa; también sobre Virgilio&7. De un modo semejante, e. Meliso llegó a estar en
contribuyó, en particular, al estudio sobre Plauto 7S . Pompilio Andró­ términos amistosos con Augusto, y se le encargó la dirección de la
nicn realizó un estudio crítico de los Anales de Ennio 79, y Curcio biblioteca en el porlicus Octaviae 8g • Incluso era posible subir más alto,
Nicias, que provenía de la isla de cos, escribió líbros sobre Lucilio, que pues Dionisio de Alejandría, que estuvo en Roma desde el tiempo de
obtuvieron el reconocimiento subsiguiente go. Yalerio Catón y Pom­ Nerón al de Trajano, no sólo llegó a ser jefe bibliotecario, sino que fue
peyo Leneo tuvieron también un interés especial en Lucilio; pero nombrado para la secretaría imperial, puesto de muy grande inOuen­
Catón, ademá.." de escribir tratados gramaticales, compuso también cia 89.
poemas al estilo alejandrino, ganó una alta reputación como maestro Es comprensible, por lo tanto, que cualquier gramático que aspi­
de jóvenes poetas, y fue aceptado como figura dirigente de la escuela rase a labrarse un nombre se esforzase por mejorar sus relaciones
neotérica sl . Otra ilustración interesante de la relación entre la poesía sociales. De nuevo, una y otra vez, Suetonio anota que los grammatici
contemporánea y los grammalici puede verse en el hecho de que el célebres ensel1aron, no meramente a «muchos discípulos», sino a «mu­
poema mitológico titulado Smyrna, escrito por el amigo de Catulo, chos discipulos de alto nacimiento» 90. También era verdad, en todos
llelvío Cina, que le llevó nueve años componerlo, estaba tan lleno de los tiempos, que la categoría y las perspectivas de un maestro podían
alusiones eruditas, e incluso oscuridades, que el gramático Crasicio se reforzarse por el conocido hecho de que algunos de sus alumnos
ganó un renombre elaborando un comentario sobre éPl. Sin embargo, habían conseguido distinción en la vida y ocupaban puestos importan­
algunos gramáticos, incluso en el tiempo de Horacio, eran aún admira­ tes 91 • Un buen ejemplo del éxito de un maestro de escuela, lo consti­
dores de la vieja literatura, y se oponían obstinadamente a la acepta­ tuye el caso del padre del poeta Estacio. A su escuela en Nápoles
ción de la nueva. asistían muchachos de buenas familias (generosa pubes)no solamente
Aunque Horacio desdeñaba su compañía s3, el respeto que se tenía de los alrededores inmediatos, sino de una amplia zona del sur de
por los grammatici más eruditos queda claramente ilustrado tanto por Italia. Cuando más tarde se trasladó a Roma, fue para ensel1ar allí a «fu­
las amistades que hicieron, como por el hecho de que los romanos turos dirigentes», y entre sus discípulos hubo quienes llegaron a ser
cultos, interesados en la literatura, la historia o la antigüedad, se gobernadores provinciales, magistrados, miembros del sacerdocio y
dirigían con frecuencia a ellos en busca de ayuda y consejo. Cicerón oficiales del ejército. Él mismo provenía de una familia que, en otro
reconoció en su amigo Curcio Nicias una autoridad sobre Homero, tiempo, había sido acomodada, pero se había visto reducida a circuns­
«un segundo Aristarco», y seguramente es él el Nicias cuyo nombre tancias de penuria 92; y puede notarse también que, en los últimos
aparece con frecuencia en las glosas homéricas en relación con asuntos tiempos del imperio, había muchos más maestros de buena familia 93.
de puntuación. Asimismo el orador le consultó sobre cuestiones de Pero, todo esto representaba sólo el lado más atractivo del cuadro; en
correcta latinidad 84. Ateyo Filólogo, natural de Atenas, se hizo amigo
85 Ibid.. 10.
X6. loiú., 16
n. loiú .. 6: Gclio, 111. 3, 1
X7 Ibid, 20.
79 Suctonio. /),/ (iramm., 8
XX It'id. 21
xn Ihid. 14 H9 Sllidas, s v J)j¡lIIy....io...' Alexmuireus: Chrisl-Schnlld, 11. p. (,77
XI. lI"d" 11. RY Rohíllsollcn T.AI'h./\" 54 (923) p. 98·116.
90 SW.'toIHO. J)e (;l'oll1m, 10, 11, I Ir(
Xl Ihlt,Í IX, (L ('''lUlo. 95
91 ('f P Pt..'lil, 1,1'." ellldianl.... .. 1(' Uha,,¡u.'i. Paris. 1956, p 101
X \ 1I0¡¡K!1I J.'JI/', L 1tj \1}·40,
9/ Fslw.':UI, .\'ilnw. \' '. lló~"i <fumilia); I 46:.;s (N<i.po1cs). 176ss (KOrlHl)~ IX5ss (aIUmrlt1,\)
lH ('llTIOII, '.11 J 11111 J \, f 0, 1, }, SUl'lonin, Ih.¡ (iramm, 14
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Suclonio muestra claramente \.jUC, incluso para los gramáticos


que se habían ganado un nombre, existían muchas trampas en el
camino de la vida. Pues para aquellos que pertenecían a esta profesión,
y a los que la fortuna no les sonreía y que no encontraron una mano
\.jlle les ayudase, el camino era duro, y algunos, como el futuro
emperador, Pertinax, abandonaron porque la enseñanza no les hacía
ganar dinero'J4. Lo máximo que podían esperar, aquellos que perseve­
raban bajo las dificultades, era que sus alumnos triunfasen en el
siguiente nivel de educación, y ganasen algún reconocimiento para sus VI
maestros, al llegar a la escuela retórica.
LAS ESCUELAS DE RETÓRICA Y SUS CRÍTICOS

El arte de la retórica, creaclOn de los griegos, tardó mucho en


conseguir su aceptación en Roma. Ciertamente, en los siglos que
precedieron a su introducción, tuvo que haber siempre hombres que
sobrepasaron al resto en facilidad para hablar (facundia), y que eran
elegidos para representarles, pues «portavoz» era el significado original
de aratar. Pero no existen pruebas de que fuesen preparados especial­
mente para ello. En una comunidad que había visto tantas contiendas
políticas y tantas causas por las que se había luchado con dureza, tuvo
que haber siempre personas capaces de influir en sus conciudadanos
con discursos que llevaban el sello de su propia personalidad t. El
modo de hablar de Fabio Máximo Cunctator, dice Plutarco, concor­
daba estrechamente con su vida, «pues no habia en él embellecimiento,
ni ninguno de los encantos superficiales del orador forense, sino la
expresión de sus propios pensamientos, que tenían una forma personal
y sentenciosa y de mucho peso»2. La oratoria tribunicia, por otro lado,
tuvo que haber sido con frecuencia mucho más vehemente y apasio­
nada. Pero, en cualquier circunstancia, aquellos oradores primitivos
tenían lo que Quintiliano llama una «elocuencia natural», que no debía
nada a los ejercicios preparatorios y al estudio de las reglas de los
libros de texto!.
Por un breve fragmento picante de Ennio, del que no Conocemos
el contexto, pero que díce «algunos darán retórica» 4, parecería que ya
antes del año 169 a.c., fecha de su muerte, era posible lograr instruc­
ción sobre la matería. Si era así, los profesores de aquel tiempo, como
mucho tiempo después, debían ser exclusivamente griegos, y tuvo que
haber muchos más disponibles después de la derrota de Macedonia en

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