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La idea básica consiste en lo que dice el título, diferencias y relaciones entre los

conceptos de Educación y Pedagogía, Enseñanza y Didáctica. Todo a la manera


de verlo por parte del autor.

I. PRECISIÓN CONCEPTUAL
Se ha vuelto común el confundir el que hacer educativo con la enseñanza, lo que
ha llevado a que se superpongan los términos como si se tratasen de sinónimos.

Educación: de todos es el más amplio. Dado que el hombre crece (con todo lo
que implica crecer) a medida que intercambia con su medio social, la educación es
el proceso por el cual la sociedad facilita el crecimiento de sus individuos, es decir,
es una práctica social en la que el individuo integra su percepción acerca de su
propio crecer. Sin embargo la sociedad capitalista restringe este crecimiento a lo
necesario para convertir al hombre en trabajador-mercancía y a una edad
determinada.

Pedagogía: Existe un saber implícito no tematizado en todos los pueblos que en


palabras breves se llamaría "saber educar". En cuanto se tematiza y se hace
explícito, aparece la pedagogía, es decir, el reflexionar sobre la educación, sus
cómos, sus por qué o sus "hacia dóndes". Su desarrollo como ciencia o saber
científico implica la sistematización del saber, los métodos, procedimientos y
objetivo, es decir, una disciplina teórico-práctica. Por tanto la pedagogía está
condicionada al concepto que se tenga de educación y de la noción del hombre
como ser que crece en sociedad. Según Rafael Ávila: La educación es una acción
continua mientras que la pedagogía es intermitente; la educación puede ser
conciente o no, la pedagogía es siempre conciente y reflexiva; "La educación es a
la pedagogía como la práctica a la teoría" (NOTA 1: es decir no existe la una sin la
otra, y funcionan como lo dice la frase, respectivamente, la educación como
práctica y la pedagogía como teoría, que es lo que dice Ávila en el siguiente
punto); "La pedagogía es una teoría práctica cuya función es orientar las prácticas
educativas. Las teorías prácticas son ciencias aplicadas" (NOTA 2: podría inferirse
que la educación, cuando lleva un esfuerzo concienzudo de pedagogía, de
reflexión, se convierte en toda una ciencia aplicada.)

Enseñanza: o instrucción, es un aspecto de la práctica educativa. Esta supone la


institucionalización del quehacer educativo y su sistematización y organización en
torno a procesos de enseñanza/aprendizaje. Esto supone una especialización de
las funciones de la sociedad, condensando el quehacer en los fenómenos de
"escuela" y "sesión de clase".

Didáctica: Ésta tematiza el proceso de instrucción, orienta sus métodos, sus


estrategias, su eficiencia, etc. "Está orientada por un pensamiento pedagógico, ya
que la práctica de la enseñanza es un momento específico de la práctica
educativa". Mientras que la pedagogía tiende a especializarse a partir del concepto
del hombre, y la enseñanza gira en torno a procesos cognitivos e intelectuales, la
didáctica tiende a especializarse en torno a áreas del conocimiento. "La didáctica
es entonces a la enseñanza, lo que la pedagogía es a la educación" (NOTA 3:
misma dinámica, "didáctica y pedagogía" son teoría, y "enseñanza y educación"
son práctica). La didáctica es un componente importante, aunque no único, de la
pedagogía, y también ha evolucionado hacia un saber científico, a una ciencia
prospectiva.

Pedagogía y didáctica: En resumen, la Educación es un proceso amplio e


integral: la enseñanza es uno específico. La ciencia pedagógica es la orientación
metódica y científica del quehacer educativo, la ciencia didáctica lo es de la
enseñanza. Es una relación entre los cuatro componentes, entre saber y práctica
social, entre lo global y lo específico. En ese orden de ideas: la pedagogía
responde a ¿cómo educar? y la didáctica a ¿cómo enseñar?; cada una tiene su
horizonte específico, del ¿cómo educar? es el por qué y para qué de la educación,
algo del tipo antropológico-filosófico, y del ¿cómo enseñar? es el por qué y el para
qué de la enseñanza, algo del tipo histórico-práctico; la pedagogía es la ciencia
que orienta la labor del educador, la didáctica orienta su labor como docente.
"Toda ciencia prospectiva se apoya en la ciencia explicativa. Para saber cómo se
educa, hay que conocer cómo es el hombre, cómo crece: la pedagogía se apoya
en la psicología y en la sociología evolutiva. Para saber cómo se enseña, hay que
saber cómo se aprende: la didáctica se apoya en la psicología del aprendizaje.";
En el hecho en que las ciencias se apoyan en ciencias auxiliares, la pedagogía
recurre a la antropología y a la sociología. La didáctica a la metódica, los medios
de comunicación, al diseño curricular, etc.; La didáctica se expresa en un
currículo, la pedagogía en un programa educativo o en un proyecto pedagógico; la
didáctica se concretiza en el aula de clase, la pedagogía escolar se concreta en la
escuela, la familiar en la familia, etc.

Didáctica sin pedagogía: quitando la visión global que da la pedagogía, la


didáctica es un instrumento para enseñar mejor sin preocuparse a quién va
dirigida, el alumno es una máquina pensante, acumuladora y productora de
conocimientos. Aunque la didáctica puede manejarse como un saber autónomo,
como toda ciencia necesita un horizonte, y éste debe ser la pedagogía, y el de la
pedagogía la concepción del hombre y su crecimiento en sociedad. El autor señala
que el pecado en la actualidad es aislar la didáctica del pensamiento pedagógico,
convirtiéndola en una serie de fórmulas eficientes pero sin objetivo específico
alguno.

Pedagogía sin didáctica: En el otro extremo, la tentación más frecuente en


momento s de reflexión educativa y replanteamientos pedagógicos es el olvidarse
de la didáctica como arte y ciencia concreta de enseñar. Resulta muy fácil
enfrascarse en discusiones acerca del quehacer educativo si se olvida el
enriquecer el saber sobre la tarea a desarrollar en el aula de clase. Es olvidarse de
que existe un patrimonio cultural importante en todas las áreas al cual tienen
derecho de acceso y de participación en su construcción y enriquecimiento todos
los educandos, de que aunque el quehacer educativo es compartido por la
sociedad en general, la enseñanza ordenada y sistemática es responsabilidad casi
exclusiva de los maestros. En síntesis, el pecado de luna pedagogía que
prescinde de la didáctica es su diletantismo, su incapacidad de orientar la labor
diaria y concreta del docente.

II. COHERENCIA MUTUA


La falta de claridad conceptual y práctica hace que los dominios de los cuatro
términos de interés respondan a orientaciones diferentes y contradictorias,
desperdiciando esfuerzos, anulando adelantos prácticos y visiones teóricas
importantes. A continuación algunas perspectivas desde las que se puede lograrse
una coherencia en estos dominios.

Una visión del hombre: Se parte de las características del individuo y de su


situación en la sociedad, pero hay que distinguir entre la ilusión metafísica y la
direccionalidad de la utopía. Muchas veces se promueve la pedagogía social o se
desarrollan metodologías didácticas que enfatizan el aprendizaje individual. O se
define al ser social como un ser para la cooperación y los procesos educativos son
altamente competitivos. En otro extremo, se diseñan metodologías didácticas muy
refinadas y perfectas que no consultan el medio concreto de la práctica educativa.
(NOTA 4: En otras palabras, algunas veces no hay compenetración entre lo que
se planea para llegar al individuo y la realidad de éste, como lo que dice de
promover pedagogía social cuando las didácticas son individuales). Dentro de la
visión del hombre se encuentra la concepción de crecimiento y desarrollo. Un
concepto limitado de desarrollo restringe la educación a “un diálogo entre dos
generaciones”, donde el adulto educa al joven. Por otro lado la evolución social va
desde el continuismo (didáctica de transmitir) hasta el renovacionismo total en el
que cada generación inventa todo de nuevo, negando la posibilidad de la
enseñanza. Para unos el hombre conoce acumulando saberes y experiencias
transmitidos, para otros los construye. Se conoce a partir de las ideas y de ellas se
pasa a las aplicaciones prácticas, o bien, se conoce a partir de lo concreto de allí
se abstraen los conceptos. Estas nociones de aprendizaje que se aclaran en la
psicología moderna del aprendizaje influyen en la investigación didáctica, pero
pueden ser desmentidos en la práctica docente.

Una visión de las ciencias: Es importante aclarar las relaciones entre teoría y
práctica. La especialización de la sociedad moderna ha traído una separación
entre los teóricos y los prácticos, y aunque se habla de acciones integradas, éstas
quedan reducidas a la interdisciplinariedad, si es que la hay, o a la cooperación
entre expertos pero no a una interacción entre la teoría y la práctica, y la brecha se
hace más notoria en diferentes campos del quehacer educativo: investigadores y
educadores viven en contextos diferentes. Si bien es cierto que debe haber
especialización en la educación distinguiendo la formación profesional y la
formación para la investigación, deben buscarse medios para la interacción entre
las dos actividades ya que solo se hace ciencia, ciencia prospectiva basada en la
práctica que a su vez se apoya en el pensamiento científico, el eterno problema de
la universidad entre sus funciones de docencia, investigación y extensión. Es el
sentido de un movimiento que, sin quitar la especificidad profesional, dé elementos
de reflexión teórica a los maestros y aterrice un poco a los investigadores. (NOTA
5: En resumen, que los investigadores que son muy teóricos sepan lo que
realmente se hace en el aula y que los docentes o maestros sepan cómo realizar
bien una reflexión que los lleve a la investigación.)

Una visión de los científicos de la educación: Muchos se habla de Piaget como


el gran pedagogo del siglo XX, sin embargo, él nunca intento desarrollar ciencia
prospectiva (es decir, cómo enseñar o cómo educar) ya que se enfocó más en el
cómo se desarrolla la inteligencia y el pensamiento. Por lo anterior, su trabajo se
remonta al campo de la ciencia interpretativa, a partir de la cual se puede construir
una pedagogía o una didáctica, pero que no constituye ni un saber pedagógico ni
didáctico. Hans Aebli, discípulo de Piaget, sí se mete de lleno en el campo de la
didáctica. Este confronta la teoría de su maestro con los nuevos hallazgos de la
escuela cognitiva, con las reflexiones en torno a la inteligencia artificial y
basándose en su experiencia como educador de educadores, consolidando una
didáctica más completa. En las orientaciones que acompañan a los nuevos
currículos publicados por el Ministerio de Educación Nacional, hay que buscar más
una serie de principios didácticos (de cada una de las áreas en que se divide el
currículo), que una teoría pedagógica completa. Montessori y Freinet fueron a un
mismo tiempo, educadores y pedagogos, ya que, respectivamente, protagonizaron
experiencias educativas concretas y, sistematizaron y analizaron metódicamente
sus experiencias y propuestas educativas. Montessori, en didáctica propone un
espacio físico para el aprendizaje del niño cualitativamente igual al del adulto pero
a escala. Freinet, pedagogo de la escuela del trabajo, propone una didáctica
especial con métodos para la elaboración y manejo de ficheros escolares.
Durkheim, interpretándolo más como un sociólogo que como un teórico de la
educación, su obra se entiende como un acercamiento a la pedagogía desde la
perspectiva parcial de una de las ciencias auxiliares y habría que complementarlo
con otras ciencias auxiliares como la psicología y la psicología educativa. Freire se
entiende como un pedagogo de adultos, produce un saber didáctico cuando
investiga los universos, temático y vocabular, para la alfabetización de los adultos.

Una visión del hacer ciencia: Un caso en concreto, en el cual la coherencia entre
las distintas ramas del saber educativo, tanto teórico como práctico, está todavía
por lograr: En el horizonte de la concepción del hombre como ser activo en el
mundo implica que no solo filogenéticamente el “homo sapiens” se hace posible a
partir de que es capaz de manejar instrumentos para manipular el medio, sino que
ontogenéticamente el hombre se hace hombre en la medida en que manipula su
medio e interactúa con otros. En este mismo horizonte se concibe la pedagogía
escolar como activa: a través de la manipulación de su mundo y de la interacción
con otros el niño debe ser capaz de desarrollar valores y actitudes sociales,
reconstruyendo las herramientas conceptuales, los saberes que le permitan
construir una visión coherente del mundo y su papel en él, es decir, una educación
orientada al desarrollo integral de las manos, la cabeza y el corazón. Ésta visión
se concretiza en una didáctica específica: la enseñanza sistemática se hace
necesaria porque el niño tiene que apropiarse paulatinamente de una cultura
acumulada por la sociedad en la que vive, apropiación significa reconstruirla
activamente y enriquecerla. El tratamiento didáctico parte de la acción que se va
convirtiendo el operación a medida que se reflexiona sobre sus componentes
intrínsecos y se construyen los conceptos. Así, con los objetos a la mano
reconstruye el concepto de cantidad y número, a partir del agua en reposo el de
horizontalidad, y a partir de la manipulación entre espacio y tiempo el de
velocidad, etc. Hasta el momento la coherencia entre práctica educativa,
enseñanza propuesta, y el saber pedagógico y didáctico se mantiene. Ahora se
hace el proceso científico de construir esos saberes pedagógicos y didácticos,
prescindiendo de diversos enfoques del método científico, poniendo todo en
coherencia con las reflexiones ya enunciadas.

El hacer ciencia sigue las mismas reglas de producción del conocimiento humano
en general, el proceso cognitivo que va de lo concreto a lo abstracto, de la
manipulación del mundo a su comprensión. Lo que sucede es que una cosas es
proceso de construcción de un área del conocimiento y otra es su sistematización
o archivado posterior, ordenado y lógico. Hacer pedagogía y didáctica es hacer
ciencia según las reglas del proceso del conocimiento. Las cuestiones se
complican hacia la formación de futuros profesionales en educación: de la
pedagogía de la pedagogía y de la didáctica de la didáctica. Surge entonces de
nuevo el eterno problema de la docencia y la investigación en el campo
universitario. Aún en el caso particular de la formación profesional del docente
habría que pensar no en la transmisión sino en la reconstrucción activa por parte
del alumno, siguiendo las reglas de lo concreto a lo abstracto, de reflexionar a
partir de la acción, la relación entre teoría y práctica. En palabras breves, los
conceptos (pedagógicos o didácticos) se construyen a partir de hechos
(pedagógicos o didácticos, respectivamente) concretos: teoría y práctica deben ir
de la mano.

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