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Participación popular

en las políticas públicas

LOS LÍMITES Y
LOS UMBRALES
Elementos de análisis y criterios de acción
desde la perspectiva de las organizaciones sociales
Participación popular
en las políticas públicas

LOS LÍMITES Y
LOS UMBRALES
Elementos de análisis y criterios de acción
desde la perspectiva de las organizaciones sociales
PARTICIPACIÓN POPULAR
EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS /
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES
Elementos de análisis y criterios de acción
desde la perspectiva de las organizaciones sociales

Cuaderno mapas # 1

Dirección
Néstor Borri / Fernando Larrambebere

Edición y diseño
Sebastián Prevotel

Publicación del CENTRO NUEVA TIERRA


PARA LA PROMOCIÓN SOCIAL Y PASTORAL
Piedras 575 PB / CP1070AAK
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina
Tel/fax: +54 - 11 - 4342 0869 / 4345 4774
Email: info@nuevatierra.org.ar
www.nuevatierra.org.ar

Impreso en Minigraf
minigraf@speedy.com.ar

Primera edición: Octubre de 2006


Segunda edición: Agosto 2007
Tercera edición: Mayo 2008

w w w . c i u d a d a n i a . o r g . a r / mapas@ c i u d a d a n i a . o r g . a r
ÍNDICE

Introducción / LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES............................................................... 5

Participación, incidencia y políticas públicas: AMBIGÜEDADES Y OPORTUNIDADES


DE UNA ETAPA DE RECOMPOSICIÓN..........................................................................7

LAS TENSIONES Y LOS DESAFÍOS A LA HORA DE RECREAR LA PARTICIPACIÓN............11

POSICIONAMIENTOS, DEFINICIONES Y NUEVOS UMBRALES


PARA LA PARTICIPACIÓN.........................................................................................21
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 5

LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES


Los tres documentos que componen este cuaderno recogen reflexiones y debates referidos a los
desafíos de la construcción de políticas públicas en Argentina y su relación con las prác-
ticas de participación popular, la construcción de ciudadanía y las organizaciones
sociales
sociales.
Son el fruto de la reflexión compartida de varios ámbitos de trabajo que el Centro Nueva Tierra lleva
adelante junto con dirigentes de organizaciones sociales y equipos de formadores de la iniciativa
nacional llamada Escuelas de Ciudadanía.
Una parte de los mismos fueron re-trabajados en el Noroeste Argentino, en un encuentro que abor-
dó la cuestión en el marco de una dinámica de articulación regional –elel Espacio NOA–,
NOA que intenta
pensar todos estos temas en un territorio definido
definido.
Cada documento plantea, de manera sintética, 10 cuestiones o entradas a la pro-
blemática.
No se trata de textos teóricos ni de criterios cerrados, sino de puntos de entrada y nociones que
buscan interrogar la acción de las organizaciones sociales. A su manera, también reflejan es-
fuerzos compartidos por parte de las organizaciones y sus dirigentes para realizar una mirada
crítica sobre los escenarios y una revisión de sus prácticas y proyectos. De sus capacidades y de
sus inercias.

Aunque venimos desarrollando acciones con organizaciones sociales en todo el país y valoramos
ampliamente a las mismas como instancia de creación colectiva, nos parece necesario en esta
etapa ser profundamente críticos -y lo más valientes que podamos- al considerar el lugar ellas en
la misma.
Más allá de ciertas mistificaciones que se dan en algunos ambientes, entendemos algo que es obvio
pero que muchas veces se desdibuja en algunas propuestas: que las organizaciones sociales
están lejos de ser un «sujeto central» en la sociedad argentina. Ellas son en todo caso,
un actor significativo. O, mejor dicho, han sido un actor significativo en estos muchos años de resis-
tencia y de lucha por la sobrevivencia. En estas tres décadas fueron capaces de procesar, de ma-
neras diversas, aspectos del conflicto social y de las demandas populares. Pero lo hicieron sin ser
el actor principal –tendencia interpretativa que fue alimentada desde diversos sectores a veces
demasiado funcionales a la desresponsabilización y deslegitimación del Estado y a una
«sobreimplicación» de la sociedad en la resolución de los problemas, así como a una fuerte
despolitización–. Son, sí, un lugar desde el cual ha sido posible y puede ser hoy viable, repensar
6 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

estrategias que permitan ampliar la democracia, sostener la ciudadanía y recrear la participación


en Argentina.

«Incidir en política públicas» puede transformarse, fácilmente, en un eufemismo, para otra vez,
esquivar la política. Puede convertirse en un tecnicismo más o menos vacío, más o menos lleno de
prácticas marcadas por la inercia. Pero puede ser, también, una conjugación, un escenario y
un canal de repolitización de las problemáticas sociales y de los proyectos de país
y de sociedad
sociedad.. Partiendo de una interpelación del conflicto social,, se puede trasformar en un
ejercicio de traducción de las demandas populares en políticas apropiadas que promuevan
la calidad de vida, la democratización y la distribución de la riqueza riqueza.
Hacerlo «desde las organizaciones sociales» tiene sentido siempre y cuando seamos capaces de
asumirlas como espacios colectivos desde los cuales reconstruir lo público, reconocer una ciuda-
danía más amplia y construir estrategias políticas que permitan reconstruir el estado democrático
–superando el antiestatimo que, durante décadas, los organismos multilaterales y sectores de la
llamada «sociedad civil» alimentaron utilizando un lenguaje progresista e incluso «popular»–. Las
organizaciones sociales tienen el desafío de politizarse
politizarse, y en ese sentido, no se trata
tanto ni sólo de incidir desde la sociedad, sino también de sumar esfuerzos para desactivar y des-
mantelar la sociedad civil formateada por el neoliberalismo hegemónico durante 30 años en Argen-
tina.

Finalmente, «participar» es un valor, siempre y cuando no sea la coartada y la fórmula legitimante


de un tipo de experiencia donde, en una sociedad fuertemente desigual y con tendencia a naturalizar
su fractura y su dualización, algunos pueden «comprar» su calidad de vida y otros deben participar
en infinidad de «microespacios» para adquirir a cambio de esa participación degrada, servicios y
bienes que les corresponden por derecho. No se trata sólo de participar, sino de desman-
telar las participaciones que reproducen la sociedad fragmentada y la subordina-
ción de amplios sectores sociales sociales..
Por eso, más allá de la brevedad de estos documentos, de lo que se trata es de abrir interrogantes
en un proceso largo pero no infinito, difícil pero no imposible, parcial pero significativo; donde poda-
mos replantearnos las preguntas y preguntarnos juntos qué debemos preguntarnos preguntarnos. Eso
es politizarse. Los párrafos de los documentos que siguen intentan aportar a esa dinámica. La de la
política, que transforma los límites y los umbrales.

Néstor Borri - Fernando Larrambebere


Escuelas de Ciudadanía
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 7

PARTICIPACIÓN, INCIDENCIA
Y POLÍTICAS PÚBLICAS:
AMBIGÜEDADES Y 1
OPORTUNIDADES
DE UNA ETAPA DE RECOMPOSICIÓN
10 puntos de partida. Situaciones, tensiones y contradicciones para
pensar hoy la construcción de ciudadanía, la participación popular y
las políticas públicas

1. Las lecturas sobre la situación social: 2. Cambio de condiciones


¿Cuál es la tendencia general en el actual de las relaciones con el Estado.
contexto, la percepción de la sociedad y lo
que dicen los diversos sectores? Tanto en la experiencia como en la estruc-
tura y la tendencia general de esta relación
La evolución en términos de «números» de hay un cambio. Relación de las organizacio-
la situación social: los índices generales de nes con el Estado, relación del gobierno (so-
pobreza, indigencia y empleo muestran me- bre todo a nivel nacional) con las demandas
joras. Efectivamente éstas se manifiestan en populares, valoración desde el Estado mismo
la experiencia cotidiana de mucha gente (aun- de su propia función/rol y revalorización de la
que sea como una sensación de alivio). Sin sociedad sobre el rol –la presencia– necesi-
embargo, las situaciones concretas de mu- dad del Estado. El Estado ha vuelto a ser un
chos no mejora y en no pocos casos empeora. espacio de disputa. ¿Cómo intervenir en ella?
Frente a esto, necesitamos ser lúcidos y pen- Una cuestión central que constatamos
sar qué decir, qué plantear: no sirve el reper- cuando analizamos estas cuestiones desde
torio de siempre, diciendo «está todo igual o ámbitos donde participan compañeros de di-
estamos peor». Tampoco lo contrario. Necesi- ferentes provincias y regiones, es que no hay
tamos planteos claros que asuman las con- que olvidar que los principales cambios –en
tradicciones de la situación actual y sean ri- las palabras o en los hechos– se dan a nivel
gurosos. nacional y que en las regiones, las provincias
8 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

y lo local, muchas cosas siguen igual. Lo na- 4. ¿Cuál es el sentido y cómo evoluciona la
cional «tracciona», y hay una tendencia de incorporación de referentes del movimiento
cambio, pero a diferentes escalas las prácti- social por parte del gobierno y del Estado?
cas y realidades son diferentes.
No vemos «cooptación» como una palabra
3. Necesitamos un nuevo con significado positivo o negativo a priori.
mapa del campo popular.. Constatamos que la incorporación de referen-
tes del movimiento social es un hecho am-
En esta etapa hay cambios muy importan- plio. Tenemos experiencias anteriores en eso
tes en la configuración del campo popular. (tanto durante el menemismo como durante
La situación del movimiento de los Dere- el gobierno de la Alianza). El contexto es dife-
chos Humanos y la del movimiento de traba- rente y los resultados de esto pueden de he-
jadores (especialmente la Central de Trabaja- cho ser diferentes. ¿Qué lectura hacemos de
dores Argentinos) muestra que hay cambios los matices, tensiones y contradicciones que
en los consensos y confrontaciones tanto de tiene eso? ¿Como apoyamos/aprovechamos/
lo que se configuró en los ’80 (ej. DDHH) como condicionamos?
de lo que se conformó en los ’90 (ej. CTA).
Cambios en los movimientos más amplios, en 5. ¿Cómo transcurren los procesos de
las organizaciones e instituciones y en las ar- movilización?
ticulaciones que se conforman. Nuevas alian-
zas y confrontaciones. Nuevos logros y nue- Ya no estamos en el ciclo de movilizaciones
vos conflictos. Nuevas fronteras. Por lo tanto: de la secuencia del 2001. Ni por la forma, ni
nuevos actores. Sin embargo, los procesos es- por el contenido, ni por los actores. ¿Quién se
tán en marcha y todavía no tenemos un «nue- moviliza? ¿Qué significa movilizarse hoy?
vo mapa» del campo popular. Nos manejamos
con los viejos. Necesitamos construir uno 6. Ubicación y contenidos de los conflictos
nuevo, por lo menos uno «en movimiento». significativos hoy para la sociedad.

El conflicto salarial y, más en general, el


LOS PROCESOS ESTÁN EN MARCHA Y conflicto entre el capital y el trabajo to-
TODAVÍA NO TENEMOS UN «NUEVO man un lugar central en el actual escenario.
MAPA» DEL CAMPO POPULAR. NOS Eso es diferente a lo que venía pasando en
años anteriores y en alguno de los casos pasa
MANEJAMOS CON LOS VIEJOS.
por otras organizaciones y otros actores que
NECESITAMOS CONSTRUIR UNO
no somos nosotros. ¿Qué significa eso desde
NUEVO, POR LO MENOS UNO «EN una mirada pedagógica y política y desde los
MOVIMIENTO». desafíos de nuestras organizaciones?
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 9

7. ¿Qué zonas de articulación EL CONFLICTO SALARIAL Y, MÁS EN


sociedad/estado y de participación popular GENERAL, EL CONFLICTO ENTRE EL
efectiva se abren o no?
CAPITAL Y EL TRABAJO TOMAN UN
El gobierno actual atiende o se muestra sen-
LUGAR CENTRAL EN EL ACTUAL
sible de diversas maneras a las demandas po- ESCENARIO.
pulares actuales, pero al mismo tiempo tiene
una gran dificultad para legitimar y plasmar
institucionalmente la movilización popular en 9. ¿Por dónde vemos que pasan dinamismos
espacios de participación institucionalizada. que a nosotros nos interesan a nivel
Al menos hay una brecha grande entre am- políticas públicas?
bas cosas. Al mismo tiempo, en el conjunto de
la sociedad y especialmente en las organiza- Mirando a los escenarios y actores desde
ciones es necesario revisar los modos y los cuales se toman decisiones para «hacer
direccionalidad de la participación. Necesita- las políticas» necesitamos señalar dónde hay
mos superar la forma de participación más posibilidades y en qué tensiones, brechas
«neoliberal» (tanto la de cogestión con las y contradicciones trabajar, incidir y concen-
políticas focalizadas como las de resistencia y trar las fuerzas. Necesitamos ver como se ma-
confrontación). nejan todos los actores (económicos, políti-
cos, sociales, culturales) y construir una mi-
8. ¿Cómo es el mapa de expectativas y rada común sobre los lugares y los temas donde
posibilidad de incidencia? vemos posibilidades, aunque sean parciales.

Es un momento oportuno para ejercer y plas- 10. Es necesaria, para esta etapa, una
mar otro tipo de relación sociedad Estado, otra redefinición de los símbolos, los códigos, las
participación. Desafío para las prácticas y para contraseñas y los argumentos.
la creatividad institucional. Sin embargo,
cambió el escenario, pero no todas las organi- Aquellos que tenemos para reconocernos y
zaciones hemos podido hacer un replanteo a también para intervenir y sumar, entre noso-
fondo de nuestras expectativas y posibilida- tros, con el Estado y con el conjunto de la
des de incidencia. Hay nuevas posibilidades y sociedad. Necesitamos símbolos comunes
también nuevos obstáculos. para construir una mirada sobre la realidad,
También, al menos en parte, la sociedad en para sostener el sentido de los cambios y para
general ha cambiado sus expectativas o acti- animar un proyecto compartido de sociedad y
tud respecto a la participación, el reclamo y la de país.
incidencia. Necesitamos salir de la inercia y
fortalecer los nuevos movimientos y formas.
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 11

LAS TENSIONES
Y LOS DESAFÍOS
A LA HORA DE RECREAR
2
LA PARTICIPACIÓN
10 cuestiones para una mirada crítica de la cultura política, las
miradas sobre el cambio y las prácticas de participación.

Los 10 puntos que siguen recogen aprecia- ta al contenido de las políticas, sí señalan al-
ciones volcadas en el marco del trabajo co- gunos problemas de fondo que en la reflexión
lectivo realizado en un encuentro de organi- del colectivo se han considerado centrales
zaciones del Noroeste Argentino (NOA), so- para abordar la incidencia en políticas públi-
bre la temática «políticas públicas para el cas.
NOA».
Se inserta en una secuencia de reflexión y 1. Asumir las contradicciones, como criterio
análisis colectivo más amplia, que comenzó y condicion básica de participación.
con un planteo de la relación de las organiza-
ciones y movimientos sociales con la cues- Aparecen, a veces, preocupaciones respec-
tión del poder , continuó con la cuestión del to a las contradicciones que hay en las dis-
involucramiento en política de las organiza- tintas políticas públicas. La preocupación es
ciones y siguió luego con la cuestión de la válida, siempre y cuando no esperemos que
democracia y la democratización. Finalmen- las políticas no sean contradictorias. En una
te, esta fase sobre políticas públicas y partici- sociedad compleja como la de Argentina, si
pación popular está planteada como un pun- queremos que las políticas sean una cues-
to de inflexión: es el inicio de un mapeo sobre tión política, necesariamente van a ser con-
la relación de las organizaciones populares, tradictorias.
los espacios de participación popular y las po- La pregunta no es si son contradictorias o
líticas existentes y necesarias. no, sino qué podemos hacer con esas con-
Los puntos desarrollados a continuación, en- tradicciones. No podemos esperar que todas
tonces, plantean una serie de cuestiones las políticas vayan en el mismo sentido. Sí
marco que, si bien no hacen referencia direc-
12 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

podemos esperar un cierto grado de coheren- METERSE, INVOLUCRARSE EN


cia, pero no que ésta desemboque en políticas INCIDENCIA POLÍTICA SUPONE COMO
configuradas exactamente como nosotros CONDICIÓN DEJAR DE SER «MUY»
queremos. Porque de ser así, lo que estaría-
NOSOTROS. RECONOCERSE EN
mos pretendiendo es eliminar el conflicto de
la cuestión política. Por lo tanto, eliminar la
NOSOTROS MÁS AMPLIOS,
política. CONTRADICTORIOS, COMPLEJOS,
Justamente, en política el «nosotros» nun- IMPUROS E INCOMPLETOS.
ca se termina de constituir: está en discusión. CONFLICTIVOS.
Meterse, involucrarse en incidencia política
supone como condición dejar de ser «muy» marcadas, incluso,por cierta «distancia»
nosotros. Reconocerse en nosotros más am- con lo de cada uno.
plios, contradictorios, complejos, impuros e Por eso «lo local, lo sectorial, lo propio» tie-
incompletos. Conflictivos. ne que ser revisado a la hora de proponer po-
Esto no significa «abandonar las reivindica- líticas.
ciones propias»: pero sí supone entender que Porque no todas las organizaciones son igua-
lo «propio» en términos políticos, ciuda- les, y porque la organización no es todo:
danos y democráticos es fruto de una ar- ningún actor agota la representación de la
ticulación. sociedad.
Tampoco significa abandonar ni descono-
cer lo singular: pero sí requiere reconocer los 2. Las luchas por el sentido
límites de lo singular, para ver cómo interroga
y cómo es interrogado por cuesitones mas ge- Nos preguntamos también por el sentido
nerales. de las políticas. El problema no es entender
Este punto pone en cuestión la lógica de o descubrir qué sentido tienen las políticas.
muchas organizaciones sociales, de muchas Se trata de disputar ese sentido.. Porque si
ONGs y de sus prácticas, luchas y reivindica- esperamos que el sentido venga hecho, sen-
ciones: están construidas sobre la identidad y cillamente no tenemos ningún lugar en esas
el prota-gonismo, pero deben ser traccionadas políticas.
y transformadas por el desafío de meterse en Es decir: no esperar que las políticas sean
lo colectivo, en identidades más amplias y claras y transparentes, sino asumir que no lo
abiertas y en la construcción de ciudadanía. van a ser y pelear para que tengan una u otra
Están construidas sobre el conocimiento di- dirección.
recto y la apropiación cercana, pero las polí- Las políticas siempre son opacas, y la inter-
ticas públicas necesariamente tienen que vención en ellas también lo es. No se trabaja
ver con lo indirecto, lo mediado, lo que ni se incide con proyectos «claros». Se lo hace
supera lo micro y su especificidad. Están con proyectos interpelantes, en apuesta, que
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 13

preguntan a la sociedad y el estado. La tra- los cambios que vienen de abajo son buenos?
ducción de las demandas populares en Los cambios vienen de quienes deciden
políticas públicas siempre es parcial y está cambiar. No surgen siempre desde abajo ha-
en camino. cia arriba. Y no siempre que vienen de abajo
¿Esto significa que todo es negociable? No. son buenos.. Lo sabemos por experiencia. Lo
Siempre hay un resto que no se negocia, unos sabemos perfectamente, más allá de que nues-
mínimos que no se resignan. Pero esto es muy tras propias matrices ideológicas, allí donde
diferente a pensar que «todo tiene que estar no son matrices políticas, no nos dejan ver
claro para que nos involucremos, y mucho algo tan elemental.
más para que apoyemos». Suponemos que la sociedad está abajo y el
Una política siempre está inconclusa. Y Estado está arriba. Y eso no es necesariamen-
una estrategia de incidencia, si quiere ser es- te así. El poder es complejo. No es un ascen-
tratégica e incidir, debe no sólo reconocer eso, sor.
sino que además debe ser formulada como Si miramos la sociedad argentina, los cam-
abierta, como incompleta. Parcial. bios no han venido necesariamente desde
¿Dónde encontrar la «claridad» y el «senti- abajo. Y cuando han venido desde abajo, no
do» de una política: en varios lugares y siem- necesariamente han sido liberadores,
pre parcialmente. En su diseño, en el actor o emancipadores, democratizantes.
los actores que la proponen, en su implemen-
tación, en los actores que convoca, en sus
resultados directos o indirectos.
NO SE TRABAJA NI SE INCIDE CON
La pregunta entonces no es qué dice, qué PROYECTOS «CLAROS». SE LO HACE
claridad tiene esta política, sino dónde po- CON PROYECTOS INTERPELANTES, EN
demos seguir construyendo un significa- APUESTA, QUE PREGUNTAN A LA
do y unas implicancias populares y de- SOCIEDAD Y EL ESTADO.
mocráticas de esas mismas políticas.
Esto hace que una política nunca esté ter- Actualmente, en unas cuantas áreas de pro-
minada, y al mismo tiempo que siempre sea blemáticas y de conflictos en nuestro país, la
posible dar nuevas batallas. En política, y en sociedad está por detrás del Estado.
incidencia política, en ese tipo de interven- Hay que pensar cuál es nuestra idea de cam-
ción, nunca está dicha la última palabra. bio social, de cambio democrático, y ver qué
significa eso en relación a las expectativas
3. Los caminos del cambio: que tenemos de los distintos sectores.
superar esencialismos Esto supone buscar maneras de compren-
der la sociedad y los procesos políticos en
¿De dónde estamos suponiendo que vienen toda su complejidad. No supone abandonar
los cambios? ¿Por qué suponemos que todos ni desconocer el valor y el sentido de la parti-
14 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

LOS CAMBIOS VIENEN DE QUIENES muy formateadas por el neoliberalismo..


DECIDEN CAMBIAR. NO SURGEN Debemos asumir esto y cambiarlo. ¿Cómo
SIEMPRE DESDE ABAJO HACIA ARRIBA. hacemos para pensar este problema, no como
algo que está afuera, sino en referencia a cómo
Y NO SIEMPRE QUE VIENEN DE ABAJO
nosotros pensamos y hablamos de estas co-
SON BUENOS.. LO SABEMOS POR sas?
EXPERIENCIA. ¿Cuáles son las principales características
de esa «gramática neoliberal» de las organiza-
cipación de las mayorías, ni supone un todo ciones? ¿Cómo podemos hacer para revisarla
vale ético. Pero si exige una mirada más ri- históricamente y hacer un «desaprendizaje»
gurosa sobre la idea de cambio, sobre el discursivo, ideológico y práctico de eso? ¿Cómo
sentido político del campo popular y de «desactivarla» políticamente?
la práctica democrática. Esto es un desafío muy fuerte ya que mu-
Ni basismo, ni esencialismos sirven para chas organizaciones no son «accidentalmen-
construir para las mayorías. Porque son la con- te» neoliberales. Sus prácticas -las prácticas
trapartida en espejo del elitismo y del conser- que las constituyeron en el período de los ’90-
vadurismo. son tan hondas, tan fuertes, tan constituti-
Hay que elaborar criterios rigurosos de lec- vas, que no son algo «que les pasa» o «que
tura e interpretación, formas de acción efica- hacen», sino que en algún punto les da todo
ces y modos de participación democráticos su carácter de organización.
que asuman lo que la realidad y el campo po- Esto plantea algo muy duro a la hora de
pular tienen de político, de construido, de comprender el sentido y las consecuencias
apuesta. políticas no sólo de nuestras prácticas sino de
la identidad misma de las organizaciones: en
4. Transformar lo que somos muchos casos son fuertemente funciona-
les a la reproducción de lo que dicen com-
¿Cómo hacemos para transformar la «gra- batir.
mática» neoliberal que todavía tenemos para Una clave para desactivar esto es decir: la
hablar del Estado, la sociedad civil, las organi- práctica política y el ejercicio de la incidencia
zaciones y la política? no sólo fortalecen a las organizaciones po-
Seguimos hablando en términos bastan- niéndolas ante nuevos desafíos. A veces, la
te neoliberales. No sólo Menem, Cavallo, De incidencia, la política, invitan e incluso
la Rúa, hablan en términos neoliberales. No- exigen desarmar las organizaciones que
sotros también. No es nada más la sociedad tenemos y crear otras. Hay que transfor-
«no concientizada». Las organizaciones so- mar las prácticas: también las prácticas
ciales, y quizás muy especialmente las or- de creación de organizaciones.
ganizaciones socio-comunitarias, estamos Dicho de otra manera: la incidencia no es
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 15

sólo incidir sobre otros, sino que en el tra experiencia. Que no sean nuestro techo.
mismo movimiento incide sobre nosotros. Esto supone una comprensión de cómo di-
La política no sólo es algo que «sacamos de versas políticas atraviesan nuestra realidad, y
nuestra identidad» para trasformar «el afue- asumir un tipo de lucha que no sólo se para
ra», sino que nos transforma a nosotros mis- en la «sobrevivencia», sino que se plantea en
mos. Lo público no es sólo el contexto al que términos de ciudadanía. Que no asume sólo
hay que llegar, que está «ahí afuera»: es tam- lo cotidiano sino que mira con mirada de
bién un campo que hay que construir y defi- proyecto.
nir, por un lado, y es algo que nos atraviesa, También supone levantar la cabeza por so-
nos hace «públicas» como organizaciones, nos bre las políticas sectoriales –que en realidad
«publiciza» invitando a correr y abrir las fron- muchas veces son sólo políticas focalizadas
teras de lo que hacemos, lo que nos organiza maquilladas de amplitud, tanto desde los
y lo que nos define. planteos estatales y mucho más desde algu-
nas propuestas de organizaciones– . Revisar
5. Ampliación y articulación de las políticas esto en cinco sentidos: ver los otros sectores,
ver lo intersectorial, ver lo que atraviesa como
Desde una «gramática neoliberal» de la po- común a todos los sectores, revisar la clasifi-
lítica pública –que, como dijimos, es todavía cación misma de sectores disponibles, y ver lo
fuertemente hegemónica– aparece muchas que no queda contemplado en ningún sector.
veces que las únicas políticas que nos incum- (Donde dice «sector» podemos ver tema, re-
ben a las organizaciones sociales son –en el gión, aspecto de lo social, clase o grupo social,
mejor de los casos– las vinculadas a la lucha etc.: estamos acostumbrados a pensarnos,
contra la pobreza. Todas las demás resultan pensar la realidad y evaluar las políticas a par-
lejanas o son prácticamente ajenas y desco- tir de clasificaciones que muchas veces no
nocidas. ayudan a la transformación.)
Las políticas públicas que tenemos que
trabajar son de diverso tipo. ¿Cómo hacer 6. La participación inflacionada
para que aquellas que nos incumben no sean
sólo las del Ministerio de Desarrollo Social? ¿Cómo dar cuenta de que la cuestión no es
Éstas últimas son el punto de partida de nues- si se participa o no se participa, sino qué ca-
lidad de participación tenemos y a qué
conduce la misma? No basta con valorar a
A VECES, LA INCIDENCIA, LA POLÍTICA, espacios, prácticas y proyectos poniéndoles
INVITAN E INCLUSO EXIGEN la etiqueta de «participativos». El carácter
DESARMAR LAS ORGANIZACIONES QUE participativo es necesario e indispensa-
TENEMOS Y CREAR OTRAS. ble, pero también es insuficiente.
Además, hay participación con distintos sig-
16 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

nos. Se trata más bien de establecer cuál es es entonces la relación?


la direccionalidad de esa participación.. El hecho de que el Estado dé participación a
Es importante reconocer en qué medida las organizaciones sociales no garantiza que
nuestra idea de participación está fuertemen- haya participación ciudadana y participación
te condicionada con la idea y propuestas de social democrática amplia. Es más, en mu-
participación elaboradas sobre todo por el Ban- chos casos las organizaciones sociales taponan
co Mundial y otros organismos similares en las posibilidades de participación, acaparan
los ’90. Lo podemos decir así: hay que promo- oportunidades, y no son un factor
ver la participación, pero no olvidar que el democratizante de vinculación con el Estado.
neoliberalismo fue y es muy participativo. Es una obviedad pero debemos recordárnos-
Se trata, en el marco general del sentido lo: las organizaciones sociales no son la
político de la participación y sus resultados: esencia última de la sociedad.. Porque efec-
- Ver los límites de la participación. tivamente no lo son, pero además porque la
- Ver quiénes no participan. sociedad no tiene esencia última.
- Ver las consecuencias de la participación. Esto no quiere decir que las organizaciones
sociales no sean fundamentales o valiosas:
7. Organizaciones sociales, ciudadanía, justamente marca en qué medida son funda-
sociedad mentales y cuál es el valor real que tienen.
Las organizaciones sociales son valiosas por-
¿Cómo se relaciona, cómo descubrimos y que son capaces, o han sido capaces en de-
reafirmamos, que organización social no es terminados contextos, de procesar ciertos con-
lo mismo que ciudadanía, y ciudadanía no flictos sociales, de responder a ciertas deman-
es lo mismo que sociedad? Muchas veces das materiales y simbólicas.
damos por hecho que las organizaciones so- La ciudadanía -sus mediaciones, sus for-
ciales somos la sociedad o la ciudadanía. Y no mas de organizarse, sus formas de movi-
es cierto. La mayoría de las personas, de los lizarse- siempre es mayor que las organi-
vecinos, no están en las organizaciones. No- zaciones sociales: porque hay otras formas
sotros somos sólo un sector, una parte. ¿Cuál organizativas que no son lo que nosotros lla-
mamos organizaciones sociales, porque hay
NO BASTA CON VALORAR A ESPACIOS, otras organizaciones sociales, porque hay ciu-
PRÁCTICAS Y PROYECTOS dadanía no organizada pero sí movilizada, hay
PONIÉNDOLES LA ETIQUETA DE ciudadanía no movilizada pero sí activa, y hay
ciudadanía no activa pero que también
«PARTICIPATIVOS». EL CARÁCTER
es sujeto –y muchas veces sujeto popular
PARTICIPATIVO ES NECESARIO E
y democrático– de derecho.
INDISPENSABLE, PERO TAMBIÉN ES Y lo mismo podemos decir de la relación
INSUFICIENTE.
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 17

LAS ORGANIZACIONES SOCIALES NO blicas y en qué medida las políticas que


SON LA ESENCIA ÚLTIMA DE LA hay asumen dimensión y horizonte de
SOCIEDAD.. PORQUE EFECTIVAMENTE proyecto. Vemos que hay propuestas, dis-
cursos con contenido político, medidas, etc.
NO LO SON, PERO ADEMÁS PORQUE LA
Pero la pregunta es en qué medida pueden
SOCIEDAD NO TIENE ESENCIA ÚLTIMA.
ser enhebradas, hiladas en un proyecto.
Esto no se circunscribe sólo al Estado, lo
mismo pasa con las organizaciones sociales.
ciudadanía/sociedad: no toda la sociedad Tenemos iniciativas, propuestas, demandas.
se ha constituido en ciudadanía. Por eso ¿Pero cómo se articula todo eso en clave de
mismo la ciudadanía es una construcción.. proyecto? A veces nos jactamos de la gran
Incluso nunca se puede terminar de decir cantidad de experiencias e iniciativas que te-
«esto» es la sociedad, «hasta acá llega». La nemos. Pero, ¿son consistentes entre sí?
historia, justamente, es una historia de cómo ¿Acaso no es posible pensar también que
ampliar las fronteras de la sociedad, de trazar el problema es que son demasiadas ini-
nuevas fronteras. La ciudadanía es lo que ciativas, todas pequeñas o incluso, a ve-
resulta del trazado de esas fronteras con ces, insignificantes?
ánimo, objetivo y apuesta de ampliar y Por diversos motivos, en los últimos años se
crear igualdad y libertad.. Las organizacio- abrió la posibilidad de pensar el país como pro-
nes son los modos de reconocimiento y ac- yecto, la sociedad como construcción. Uno
ción que permiten, justamente, organizar esa de los motivos centrales fue y es la profundi-
creación colectivamente. Lo que llamamos dad de la crisis, que, justamente, puso en du-
«organizaciones sociales» hoy es un conjunto das lo dado, y cuestionó profundamente las
situado en el tiempo y el espacio, en relacio- propuestas de urgencia y corto plazo, los par-
nes de poder y fruto de procesos concretos ches. También, la crisis puso y pone en evi-
más o menos recientes, que sirvieron para eso. dencia que la realidad, la experiencia, lo
«Incidir» en políticas públicas es una parte cotidiano, son fruto de políticas, de deci-
de esa construcción en varios niveles: en tor- siones. La crisis, la catástrofe social profunda
no a temas, frente a experiencias, vivencias y que vivió –y de manera diferente todavía
conflictos, y con proyectos y sujetos concre- vive– el país puso en evidencia los límites de
tos que disputan. las políticas y las políticas mismas. Justamen-
te, puso en escena que no eran la realidad, la
8. Horizonte de proyecto / única alternativa. También reabrió el espacio
proyectos de horizonte de lo público, y la forma y los límites del poder
de los actores que sostenían esas políticas:
Vale la pena que nos preguntemos por el antes parecía de alguna manera que era la
grado de consistencia de las políticas pú- historia misma, de manera automática, la que
18 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

sostenía los procesos y constituía las realida- con las estrategias de politización de la socie-
des. dad con la creación de actores, con la inven-
Por eso, los procesos e iniciativas de inci- ción de participación y también con recons-
dencia en política públicas están –en térmi- truir los símbolos que nos permiten
nos pedagógicos y de comprensión de los ac- politizarnos y hacernos públicos.
tores–, en la secuencia de seguir procesando
aquello que la crisis nos enseñó. Seguir des- 9. Del aprendizaje a la acción
aprendiendo lo que se había incorporado y pro-
fundizar las posibilidades de salir del shock y ¿Dónde, quiénes, con quiénes transfor-
la tendencia a la urgencia y lo inmediato, al mamos las experiencias de logros y las expe-
mismo tiempo que se atiende, sin dudas pero riencias de fracasos en aprendizajes? ¿Cómo
a fondo, lo urgente. se traduce el aprendizaje en capacidad, y
Pensar proyectos, modelos, medianos y lar- la capacidad en acciones?
gos plazos, replantear matrices, revisar las Quienes participamos en organizaciones so-
prácticas historizando, crear nueva institu- ciales ponemos muchas energías en la for-
cionalidad y reglas de juego: estas acciones mación. ¿Cuánto de lo que hoy tenemos en
son la contracara, el complemento y la base nuestras agendas se traduce en acción? ¿Y
necesaria para realizar procesos e iniciativas cuánta de esa acción adquiere consistencia
de incidencia en políticas públicas. Si no, se de proyecto?
plasmarán en un escenario que las abortará Entonces, la pregunta es cómo se va del
rápidamente, reabsorbiendo su potencial aprendizaje a la capacidad, de la capacidad a
transformador, y profundizando la frustración. la acción, y de la acción al proyecto. ¿Cómo
Esto es como un segundo plano: la necesi- podemos emplear una secuencia que nos per-
dad de una «meta política»: una política que mita hacer eso y hacerlo ampliando la es-
permita pensar políticas. Tiene que ver con la cala de nuestra incidencia?
democratización, con la institucionalización, Plantear iniciativas de incidencia en políti-
cas públicas supone cambiar ciertos equili-
brios internos a veces muy afianzados en las
instituciones y las organizaciones sociales:
LOS PROCESOS E INICIATIVAS DE muchos dirigentes y miembros están suma-
INCIDENCIA EN POLÍTICA PÚBLICAS mente formados, esclarecidos sobre lo que su-
ESTÁN –EN TÉRMINOS PEDAGÓGICOS cede, pero en lo que se proponen y lo que se
Y DE COMPRENSIÓN DE LOS les propone para utilizar ese conocimiento y
ACTORES–, EN LA SECUENCIA DE esas capacidades hay un déficit importante.
Muchas organizaciones se han especializado
SEGUIR PROCESANDO AQUELLO QUE
en denunciar y protestar, pero no tienen ele-
LA CRISIS NOS ENSEÑÓ. mentos –y a veces no tienen ni el registro de
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 19

la necesidad– en pos de actuar para cambiar. NO SE TRATA SÓLO DE TENER IDEAS Y


Lo mismo sucede con las organizaciones o PROYECTOS SINO TAMBIÉN DE
sectores sociales que tienen propuestas ex-
CONSTITUIR UNA INTERPELACIÓN,
celentes para hacer, pero no tienen ninguna
estrategia ni fuerza social para implementar,
UNOS PROCESOS Y UNAS
ni ninguna percepción de que no se trata sólo ORGANIZACIONES QUE PERMITAN
de tener ideas y proyectos sino también de CREAR Y SOSTENER LOS ACTORES Y EL
constituir una interpelación, unos proce- PODER QUE SOSTENGA ESAS IDEAS.
sos y unas organizaciones que permitan
crear y sostener los actores y el poder
que sostenga esas ideas. Sólo que éstas, si bien dicen eso, son más in-
teligentes que nosotros funcionalizando al Es-
10. La superación de la tado en relación a sus intereses. Y, cuando es
impugnación del Estado y la política necesario, metiéndose con toda tranquilidad
del otro lado del mostrador y asumiendo el
¿Cómo hacemos para desandar, des- poder del Estado –como lo hicieron especial-
aprender, desactivar y transformar en mente en los años ’90– para direccionalizarlo
otra cosa el fuerte antiestatalismo que en torno de sus políticas.)
manejan nuestras organizaciones (el cual ¿Cómo hacemos para no ser tan «ONGs»,
que se manifiesta aún cuando éstas hablan para no ser tan «no gubernamentales»?
de la relación con el Estado)? Antiestatalismo No es casual que, de entre todos lo términos
que tiene componentes democráticos, pero con que se denominan a las organizaciones
también tiene componentes comunitaris- sociales, y a pesar de ser uno de los más hos-
tas: oponemos la comunidad al Estado. tiles y lejanos al lenguaje común, sea éste
¿Cómo pensar eso en una articulación dis- quizás el que más se instaló como denomina-
tinta? ¿Cómo hacer que nuestra mirada sobre ción general. En el mismo movimiento donde,
la política no sea sólo impugnatoria? ¿Y cómo para las personas «comunes» y en el discurso
hacer que nuestra mirada sobre el Estado no «habitual», organizaciones «populares» es una
sea sólo una mirada demandante, que mira a denominación entre vergonzante y
otro actor que pareciera que no tiene nada anacrónica.
que ver con nosotros? Preguntémonos si esa definición de «no gu-
¿Cómo hacer, entonces, para que nuestro bernamentales», con todos los valores que
discurso y nuestra práctica no sea tan pareci- pude tener y efectivamente aporta, no tiene
da a la que se espera que tengamos en un país acaso una matriz demasiado funcional a un
en el que el Estado es pequeño y condenable? modelo donde la fuerza del mercado es la que
(Esta expectativa, es algo bastante parecido a termina regulando lo que pasa en nuestra so-
lo que dicen del Estado las grandes empresas. ciedad, aunque sea bajo la forma de una so-
20 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

ciedad civil hecha a su imagen y semejanza, las organizaciones. Reconociendo que, en una
y limitando –aunque siempre y sólo en clave democracia, el Estado tiene un componente
de «achicar»– al Estado. democrático, un componente técnico –
Las organizaciones sociales tenemos el de- tecnocrático, vale decir sin miedo– y buro-
safío de proponer políticas públicas y de inci- crático. Y que esto es no sólo inevitable, sino
dir en ellas. Pero, tanto como eso, existe el necesario. Representantes, funcionarios, téc-
desafío de reconstruir el Estado democrá- nicos: todos son necesarios, con sus lógicas,
tico, y caben a las organizaciones unas ta- para la creación e implementación de políti-
reas y unos esfuerzos en esto. Reconducir, cas públicas. Las organizaciones sociales es-
redireccionar, ampliar, desmantelar o disci- tamos en contacto con estos diversos secto-
plinar allí donde se ha funcionarizado a inte- res, los acompañamos y/o los combatimos, los
reses no populares o privatizantes. Recompo- legitimamos o los marginamos, les brindamos
ner un tipo de eficacia y de eficiencia, volver insumos o los consideramos enemigos.
a valorar al Estado en todos sus niveles. Te- También los cuadros y miembros, dirigen-
niendo en cuenta que tiene que ser un Estado tes y expertos de las organizaciones, se
al servicio de la sociedad y no a la medida de involucran de diferente manera en instan-
cias y agencias gubernamentales. Puede ser
visto como un proceso negativo, de «coopta-
LAS ORGANIZACIONES SOCIALES ción», pero también puede considerarse que
TENEMOS EL DESAFÍO DE PROPONER la cooptación no es mala en sí misma, sino
POLÍTICAS PÚBLICAS Y DE INCIDIR EN que debe ser juzgada por su sentido y resulta-
ELLAS. PERO, TANTO COMO ESO, dos. Por otro lado, el involucramiento de las
EXISTE EL DESAFÍO DE RECONSTRUIR organizaciones sociales con la reconstitución
de los cuadros estatales y políticos puede ser
EL ESTADO DEMOCRÁTICO, Y CABEN A
pura inercia, o puede tomar la forma y ser
LAS ORGANIZACIONES UNAS TAREAS
parte de proyectos de incidencia también en
Y UNOS ESFUERZOS EN ESTO. este nivel.
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 21

POSICIONAMIENTOS,
DEFINICIONES Y
NUEVOS UMBRALES
3
PARA LA PARTICIPACIÓN
10 ejes y criterios de intervención: desafíos para aportar a la
construcción de políticas públicas desde la participación popular y
las organizaciones soicales.

1. ¿Cómo posicionarnos? soportar las contradicciones y ambigüedades


que supone el intento que muchas organiza-
Las organizaciones sociales deben propo- ciones están haciendo -y que se está hacien-
ner esquemas y maneras de posicionamien- do también desde el Estado mismo- de cons-
to, propuestas y definiciones de luchas y con- truir un tipo de relación entre la sociedad y el
flictos en términos más dinámicos y creativos Estado, y entre Estado y las organizaciones
que aquellos que se definen a partir de la dis- sociales, que sea diferente al modelo neoliberal
tinción «ser oficialismo u oposición». Las or- de cogestión, fortalecimiento de la sociedad
ganizaciones sociales podemos y debemos civil y otros.
marcar otro tipo de tensiones. En todo caso,
respecto a «oficialismos» y «oposiciones», lo LAS ORGANIZACIONES SOCIALES
que podemos y debemos hacer las organiza- DEBEN PROPONER ESQUEMAS Y
ciones sociales es forzar y cuestionar los lími- MANERAS DE POSICIONAMIENTO,
tes de ambas posiciones.
PROPUESTAS Y DEFINICIONES DE
LUCHAS Y CONFLICTOS EN TÉRMINOS
2. La relación con el Estado
MÁS DINÁMICOS Y CREATIVOS QUE
Valoramos la relación con el Estado en sus AQUELLOS QUE SE DEFINEN A PARTIR
diferentes niveles y estamos dispuestos a cons- DE LA DISTINCIÓN «SER OFICIALISMO
truir condiciones (que ya reconocemos) de U OPOSICIÓN».
22 PARTICIPACIÓN POPULAR EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

3
3. La reconstrucción del Estado CONSTRUIR CIUDADANÍA HOY ES
CONSTRUIR SOBERANÍA POPULAR,
Consideramos que el Estado está en fase de INSTITUCIONALIZAR LA
construcción y valoramos las apuestas de
PARTICIPACIÓN Y HACER CRECER
compañeros de personas y organizaciones que
ESPACIOS Y MOVIMIENTOS EN UN
ejercen su acción desde la estructura estatal,
desde distintas formas de ejercicio del poder y
PROCESO PEDAGÓGICO Y POLÍTICO
la decisión. Para las organizaciones sociales QUE PROMUEVA POLÍTICAS PÚBLICAS
hoy, no se trata sólo de relacionarse de mane- DISTRIBUTIVAS Y DEMOCRATIZANTES.
ra diferente o exigir al Estado, sino también se
trata de aportar a la reconstrucción y de-
mocratización del estado democrático. 6. Posibilidades y capacidades

4. Construir ciudadanía hoy Reconocemos que hay más posibilidades


abiertas que capacidades nuestras para ac-
Construir ciudadanía hoy es construir so- tuar. En muchos casos los límites y obstácu-
beranía popular, institucionalizar la par- los no son «culpa» o responsabilidad «de otros»
ticipación y hacer crecer espacios y movi- sino que son obstáculos propios y desafíos
mientos en un proceso pedagógico y político nuestros.
que promueva políticas públicas
distributivas y democratizantes. 7. Lo nacional, lo provincial
y lo municipal
5. Políticas públicas:
más que reclamar Reconocemos que los procesos y posibili-
dades se dan de manera distinta según las
Promover, proponer y fortalecer políticas pú- escalas y las estructuras estatales. Hay que
blicas e incidencia desde estos procesos es un ampliar las tendencias positivas que se
eje central para esta etapa. «Promover políti- dan a diferentes niveles y usarlas para in-
cas e incidir» es algo más que demandar y exi- tervenir en los otros y transformar las
gir. Supone salir de lo particular y levantar prácticas. Si por «conveniencia» gobernado-
la mirada más allá de la coyuntura. res o intendentes dicen «sumar» a otra cosa y
LOS LÍMITES Y LOS UMBRALES 23

ser parte de «lo nuevo», debemos aprovechar 10. Distribución y participación:


eso y presionar para que se haga real. ejes centrales

8. Detectar los nuevos riesgos La sociedad, las organizaciones y el Estado,


en esta etapa, se están repolitizando. En esta
Los cambios del escenario social y político «repolitización», la reconstrucción de la pre-
constituyen nuevas oportunidades pero tam- sencia y la autoridad del Estado es una carac-
bién nuevos riesgos. Valoramos las nuevas terística central. Desde nuestras organizacio-
oportunidades, pero también advertimos el nes, construyendo ciudadanía y apostando a
riesgo y los intentos de naturalizar situa- políticas públicas, afirmamos que la distri-
ciones y cosas que quedan afuera de es- bución de la riqueza y la participación
cena y siguen igual. activa son centrales para que este proceso
sea verdaderamente democrático.
9. Nuevos actores y articulaciones
LOS CAMBIOS DEL ESCENARIO SOCIAL
Reconocemos también a otras institucio- Y POLÍTICO CONSTITUYEN NUEVAS
nes y grupos que pueden confluir en procesos
OPORTUNIDADES PERO TAMBIÉN
de construcción de ciudadanía, que no son
aquellos con los que hemos trabajado en los
NUEVOS RIESGOS. VALORAMOS LAS
últimos años. Algunos no existían y son nue- NUEVAS OPORTUNIDADES, PERO
vos, y otros estaban en espacios diferentes. TAMBIÉN ADVERTIMOS EL RIESGO Y
Esto nos desafía a reconocer otra vez a los LOS INTENTOS DE NATURALIZAR
actores y a pensar como acercarnos y SITUACIONES Y COSAS QUE QUEDAN
articularnos. AFUERA DE ESCENA Y SIGUEN IGUAL.
www.ciudadania.org.ar

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