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CONDUCTORES ELÉCTRICOS.

DIAGNOSTICO DE
FALLAS DE AISLAMIENTO
Publicado: 12 julio, 2010 en ENERGIA ELECTRICA

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AISLAMIENTOS

Necesidad de los aislamientos.


Los conductores que constituyen los bobinados de máquinas eléctricas deben estar convenientemente aislados
entre sí, así como de las partes metálicas que forman el circuito magnético, la caja de la máquina y el cuerpo del
colector o de los anillos. El aislamiento del bobinado es de gran importancia para su buen funcionamiento y larga
vida. Es evidente que, cuanto mayor sea el aislamiento, mayor seguridad existirá. Sin embargo, el buen
aprovechamiento de los materiales exige una conveniente utilización de las ranuras, para lo cual la proporción
de cobre dentro de la ranura debe ser lo más elevada posible. Por tal motivo, el aislamiento no debe ser superior
a las exigencias de las normas. Por otra parte, siempre conviene utilizar aislantes de excelente calidad que, con
espesores pequeños, den suficiente garantía de funcionamiento.
Propiedades de los aislamientos.
Los materiales a emplear en los aislamientos deben ser fácilmente trabajables, no reblandecerse ni
descomponerse químicamente en las condiciones normales de funcionamiento de la máquina y no ser
higroscópicos, es decir, que no absorban humedad. Además de estas cualidades generales se exigen otras dos
características aún más importantes, la resistencia de aislamiento y la rigidez dieléctrica.
Resistencia de aislamiento es la relación que existe entre la tensión V aplicada entre dos superficies que limitan
un material aislante y la pequeña corriente I que lo atraviesa, es decir, P = V / I . Esta resistencia depende del
espesor del material, de las superficies de contacto con los materiales conductores y de la resistividad del
aislante.
Rigidez dieléctrica es el límite de tensión al cual se produce la perforación del aislamiento, es decir, que es la
resistencia mecánica ofrecida por el material aislante a ser atravesado por una descarga disruptiva. Si esta se
produce, quedaría perforado el aislamiento, por lo que, de seguir aplicada la tensión, continuarían
produciéndose descargas que acabarían por quemar el aislamiento, dando lugar a cortocircuitos entre espiras o
con masa. La rigidez dieléctrica depende, además de la calidad y espesor del aislamiento, de la configuración
geométrica de las superficies conductoras que lo limitan (lo que es fácil de entender observando que una chispa
salta con más facilidad entre dos puntas que entre dos aristas, y entre éstas mejor que entre dos superficies
planas).
Influencia de la humedad y de la temperatura.
Tanto la resistencia de aislamiento como la rigidez dieléctrica de un aislante disminuyen considerablemente
cuando contienen humedad. Por eso es necesario emplear como aislamientos materiales no higroscópicos,
bien por naturaleza (vidrio, mica, etc.), bien por que hayan adquirido esta propiedad mediante un proceso de
impregnación en otra sustancia apropiada (barniz, goma laca, etc.).
Por su parte, la elevación de temperatura influye notablemente en las propiedades de los aislamientos, aunque
sus efectos son muy diferentes, según el estado en que se encuentre el aislante en el momento en que se
presenta la elevación de temperatura. Un aislamiento que contenga humedad se secará al ser calentado,
aumentando de esta manera, tanto la resistencia de aislamiento como la rigidez dieléctrica.
En cambio, si se trata de un aislamiento ya seco, una elevación posterior de temperatura disminuye sus
cualidades aislantes, y si esa elevación sobrepasa cierto valor límite, puede ocasionar la modificación definitiva
de las mismas y dar lugar a la perforación del aislamiento, aun a la tensión nominal de la máquina, dejando a
ésta fuera de servicio.
Aislamiento de los conductores.
Los conductores que entran en un bobinado deben poseer un aislamiento proporcionado a la tensión de la
máquina. Por otra parte, este aislamiento debe satisfacer las siguientes condiciones:
1. Perfecta continuidad, sin que existan zonas sin aislar por las cuales pudieran originarse cortocircuitos entre
espiras.
2. Espesor constante, lo que determina que las dimensiones del conductor aislado sean también constantes en
toda su longitud, facilitando así la ejecución práctica del bobinado.
3. Buena flexibilidad, a fin de que puedan adaptarse convenientemente a las distintas curvas que se presentan en
el desarrollo de la bobina.
Hasta hace pocos años los materiales casi únicamente usados en el aislamiento de los conductores de
bobinados eran algodón y seda, pero en la actualidad los adelantos de la técnica han conseguido excelentes
aislamientos a base de resinas sintéticas, fibra de vidrio o compuestos de amianto, etc.
Conductores aislados con hilo de algodón o seda.
El algodón y la seda son productos textiles constituidos por sustancias orgánicas. Tienen buena resistencia
mecánica y eléctrica y son de gran flexibilidad, pero presentan dos inconvenientes importantes:
a) Ser higroscópicos, es decir, que absorben fácilmente la humedad, exigiendo para su uso una impregnación
en barniz aislante.
b) No resisten temperaturas superiores a 1000 C, lo que limita el calentamiento de la máquina y, en
consecuencia, su potencia.
Ambos productos son empleados en forma de hilo para recubrir conductores redondos y pletinas de pequeña
sección. Ordinariamente se disponen dos capas arrolladas en sentido contrario, aunque en algunos casos se
emplea la capa única, y, más raramente, tres o cuatro capas.
La seda es muy empleada para aislar conductores de diámetro muy pequeño, en los cuales el empleo de
algodón supondría un mal aprovechamiento de las ranuras, ya que el aislamiento ocuparía demasiado espacio.
En cambio, en los conductores de diámetro mediano y grande, no es interesante el aislamiento a base de seda,
por ser ésta de mayor precio y peor manipulación que el algodón.
Conductores esmaltados.

Los progresos alcanzados por la técnica han permitido conseguir aislamientos de conductores que, además de

tener excelentes condiciones dieléctricas y mecánicas, ocupan poco espacio. Estos aislamientos son

preparados a base de esmaltes o barnices, distinguiéndose los esmaltes grasos y los sintéticos.
Aumento de diámetro por esmaltado
Diámetro desnudo Aumento
Hasta 0,2 0,020
0,21 a 0,4 0,035
0,45 a 0,7 0,065
0,75 a 1 0,080
1,05 a 1,5 0,085
1,55 a 3 0,090
a) Esmaltes grasos.
Hasta hace pocos años, los esmaltes únicamente empleados eran fabricados con aceite de ricino o
similares.
Su empleo supuso un gran paso en el buen aprovechamiento del espacio de las ranuras, lo cual permitió
reducir el tamaño de muchas máquinas excesivamente voluminosas. Sin embargo, estos esmaltes presentan el
inconveniente de su pequeña resistencia mecánica.
b) Esmaltes sintéticos.
El descubrimiento de esmaltes sintéticos, a base de acetato de polivinilo, poliéster poliamidas ha
permitido mejorar enormemente las ca-
características de los bobinados formados de hilos redondos o pletinas de pequeña sección. Los esmaltes
sintéticos poseen muy buenas cualidades de flexibilidad, dureza, resistencia mecánica y adherencia; no se
alteran por el calor, son insolubles en benzol, alcohol, toluol y aceite de transformadores y, además, no son
higroscópicos.
El esmaltado se emplea en hilo hasta de 3 mm de diámetro. El espesor debido al esmalte varía según la calidad
de éste y del proceso de fabricación, preparándose esmaltados de espesores débil, normal y fuerte. En la tabla
XV aparecen los aumentos de diámetro con esmaltado normal.
Conductores aislados con vidrio.
Los progresos alcanzados por la industria del vidrio han permitido aislar los conductores con el llamado vidrio
textil material que ha contribuido a solucionar importantes problemas planteados en la construcción de los
bobinados de máquinas eléctricas.
El vidrio textil, además de ser un buen dieléctrico y no ser higroscópico, posee una elevada resistencia al calor,
por lo que su uso resulta de gran interés en máquinas sometidas a fuertes sobrecargas o que van a funcionar
en ambientes de temperatura elevada. Por otra parte, ofrecen una gran resistencia a los ácidos, aceites
minerales y a los vapores corrosivos, por lo que también son empleados en máquinas que van a funcionar en
ambientes de esta clase.
El uso del vidrio textil queda, sin embargo, limitado por presentar serios inconvenientes debido a ser inelástico
y muy duro, así como ocupar un espacio mayor que los aislamientos a base de esmaltes sintéticos ya que el
aumento de diámetro es de 0,12 a 0,20 mm., según el diámetro del hilo conductor.
Aislamiento de pletinas de gran sección.
Las pletinas de gran sección no conviene aislarlas con hilo de algodón o vidrio, ya que las capas de estos
materiales se abren en los codos y curvas, debilitando el aislamiento. En estos conductores se recurre a cintas,
telas o fundas de algodón, seda o vidrio, crudas o aceitadas, así como a cintas de mica. Se distinguen las de
corte recto y diagonal, según que la urdimbre sea paralela o formando un ángulo de 45º con los bordes. La
cinta de corte diagonal es de mayor precio, pero con ella se consigue un encintado más fuerte, al mismo tiempo
que más elástico, que con la cinta de corte recto.
Las cintas y telas bañadas en barniz aislante y secadas a la estufa dan cintas y telas aceitadas, que
pueden ser negras o amarillas, según el color de barniz empleado. Este barnizado mejora notablemente las
características aislantes, 1 que es muy importante en el aislamiento de los lados activos que van colocados
dentro de la ranura, los cuales son embebidos con dificultad por el barniz de impregnación después de
terminado el bobinado.
También se emplea para aislar pletinas el papel aceitado, que es un producto obtenido de forma similar a la
cinta aceitada, pero con la diferencia que el material básico consiste en papel fino de buena calidad.
Aislamiento entre bobinado y masa.
El aislamiento del bobinado contra el hierro de la armadura exige una atención especial, aumentando su
importancia con la tensión de la máquina. Como quiera que los lados activos de las bobinas están colocados en
ranuras, es preciso que en el interior de éstas no existan rebabas que puedan perjudicar el aislamiento. Para
tener esta seguridad es conveniente limar ligeramente las ranuras y redondear los cantos de los extremos del
paquete.
Para aislar los lados activos del hierro en máquinas de baja tensión y ranuras semicerradas con bobinas
colocadas pasando los conductores por la hendidura, se emplean cajetines cortados previamente, de una
longitud algo mayor que la del paquete y un desarrollo de acuerdo con las dimensiones de la ranura. El espesor
varía entre 0,5 y 0,8 mm., según que la tensión nominal sea de 127 a 500 voltios.
En bobinados de ranuras abiertas y bobinas moldeadas sobre modelo se emplean cajetines de
micafolio, que se disponen directamente sobre los lados activos de las bobinas.
Se conoce con el nombre de mica folio el material aislante que resulta de pegar sobre un papel fino de
excelente calidad, mediante goma laca pura, láminas de mica grandes, muy finas y cuidadosamente super-
puestas, resultando un producto ideal para aislar bobinas por su gran resistencia mecánica y rigidez
dieléctrica, así como por su facilidad de moldeado. Para su empleo se arrolla el micafolio sobre el lado activo
que se trata de aislar y, después de calentarlo a 120 ó 1300 C, se prensa a fin de darle las dimensiones
correspondientes.
El espesor necesario para el cajetín depende de la tensión nominal de la máquina. En la Tabla se dan
los espesores para tensiones hasta 6.000 voltios.
Espesor de cajetines de micafolio

Tensión nominal V Espesor del cajetin mm


Baja tensión 1
500- 1.000 1,4
1.001- 2.000 1,6
2.001-3.000 1,8
3.001-4.000 2
4.001-5.000 2,2
5.001- 6.000 2,4
286. Aislamientos de cabezas de bobinas.

Las cabezas de bobinados de estator de baja tensión no son, en la actualidad, provistas de un aislamiento
suplementario, y lo único que se hace es colocar un material plano aislante entre bobinados o fases
independientes y sujetarlos con amarres de cuerda de algodón o vidrio.
Impregnación de bobinados.
Después de ejecutado el bobinado debe ser sometido a una impregnación de barniz aislante
después de un secado previo.
El proceso de secado e impregnación, además de aumentar el aislamiento, da una mayor seguridad
contra la acción de la humedad, aceites y ácidos.
Los barnices normales son combinaciones de aceites vegetales con derivados de petróleo, por lo que
reciben el nombre de barnice3 grasos. Para su aplicación deben disolverse en un disolvente apropiado; por
ejemplo, bencina o aguarrás.
Los barnices grasos se clasifican en cuatro grupos: a) claros, secantes al aire; b) claros, secantes a
la estufa; c) negros, secantes al aire, y d) negros, secantes a la estufa. Los barnices secantes a la estufa dan
mejores resultados que los secantes al aire. Por tal razón serán usados con preferencia siempre que se
disponga de estufa apropiada. Los barnices negros son más resistentes que los claros a la acción de la
humedad y de los ácidos. Por consiguiente, se debe dar prioridad al barniz negro secante a la estufa.
El proceso de impregnación abarca las siguientes operaciones:
1. Se calienta el bobinado a la temperatura de 100 a 1100 C, durante ocho a diez horas, en una estufa dotada de
ventilación adecuada. Esta operación tiene por objeto secar el bobinado, ya que si quedara algún vestigio de
humedad sería revestido por el barniz, con el peligro de una rápida destrucción del aislamiento.
2. El bobinado, aún caliente, es sumergido en el baño de barniz, en el que se mantiene hasta que dejen de
aparecer burbujas. Prácticamente se tendrá sumergido durante un tiempo no inferior a una hora.
3. Después de impregnado, vuelve a ser introducido el bobinado en la estufa, donde primeramente se efectúa la
evaporación del disolvente y, después, la oxidación del barniz, lo que no es otra cosa que el endurecimiento de
su masa mediante un proceso químico de transformaci6n.
4. Finalmente, con un pulverizador, se le darán dos manos de barniz secante al aire, cuyo objeto es aumentar la
resistencia mecánica del barniz secante a la estufa.
Las estufas empleadas pueden ser calentadas por cualquier procedimiento, pero el más empleado es
el eléctrico. Deben tener prevista una ventilación adecuada que permita la rápida evacuación de los gases
resultantes en el secado. Respecto a la temperatura de secado, se debe tener en cuenta que si es suficiente,
quedará el barniz blando, mientras que si es excesiva, puede disminuir su rigidez dieléctrica y su duración. Por
eso se recómienda que la evaporación sea hecha en un principio a la temperatura de 65 a 700 C, aumentando
luego hasta 100 ó 1100 C durante el proceso de oxidación.
En motores de tracción eléctrica se emplean barnices compound, preparados a base de brea y aceites pesados
derivados del petróleo. Por ser sólidos a la temperatura ordinaria, deben ser usados a temperatura y presión
elevadas (1 500 C y 6 a 7 kg/cm2), lo que exige instalaciones especiales que se salen de lo corriente.
Sin embargo, estos barnices son empleados por tener una rigidez dieléctrica muy superior a la de los barnices
grasos.
. Clasificación de los aislamientos.
De acuerdo con las normas vigentes, los materiales aislantes son clasificados en las siguientes clases:
Y. Algodón, seda natural, rayón, papel y materiales orgánicos similares no impregnados.
A. Los mismos materiales de la clase Y pero impregnados (1). Hilos esmaltados.
E. Hilos esmaltados con resinas sintéticas de acetato de polivinilo, de poliuretano o epóxidos. Piezas
moldeadas de melamina. Estratificado de papel y algodón. Películas de triacetato de celulosa y tereftalato de
polietileno.
B. Fibra de vidrio o de amianto impregnado (1), compuestos a base de mica, amianto o materias
inorgánicas similares, conteniendo una materia aglomerante, p. e.: resinas siliconas.
F. Fibra de vidrio, amianto, tejidos de vidrio o de amianto impregnados, mica aglomerada, resinas
poliuretanos.
H. Fibra de vidrio, amianto, tejido de vidrio impregnados, mica aglomerada con resinas siliconas.
Las máquinas pueden funcionar con seguridad siempre que la temperatura de régimen o el
incremento de temperatura correspondiente al servicio nominal sean inferiores a los especificados en las
Normas.
Calentamientos limites

Incremento de
Procedimiento de Temperaturas
Clase de aislamiento temperatura limite
medida límiteC
C
Termómetro 37 35
Y
Resistencia 85 45
Termómetro 90 50
A
Resistencia 100 60
Termómetro 105 65
E
Resistencia 115 75
Termómetro 110 70
B
Resistencia 120 80
Termómetro 125 85
F
Resistencia 140 100
Termómetro 150 110
H
Resistencia 165 125
Colectores, anillos y cojinetes de bolas. 100 60
cojinetes de fricción 90 50
Medición del calentamiento.
El calentamiento de una parte cualquiera de una máquina eléctrica puede ser determinado mediante
un ensayo apropiado. Para ello, se hace que funcione la máquina a su marcha nominal hasta que resulte
establecido el equilibrio térmico, lo que ocurre cuando la temperatura (medida por un termómetro) aumenta
menos de 2ºC en 1/2 hora.
Se distinguen dos clases de calentamiento:
a) Calentamiento local. Es la diferencia de las temperaturas de un punto dado y del ambiente, medidas
ambas con termómetro.
b) Calentamiento medio. Es el que resulta de aplicar la fórmula (164), es decir, que para calcularlo es preciso
conocer las resistencias del bobinado en frío Pi y en caliente Pc.
ENSAYOS DE BOBINADOS
Generalidades.
Aunque los bobinados de las máquinas eléctricas no requieren atenciones extraordinarias para
mantenerlos en buen estado de funcionamiento, es conveniente revisarlos de vez en cuando para asegurar la
continuidad de servicio de la máquina.
Los bobinados se conservarán lo más limpios posible, para lo cual, si fuera necesario, se limpiarán con
un aspirador o ventilador, debiendo efectuarse esta operación a máquina parada. Además, se someterán a
pruebas y ensayos que serán, en definitiva, los que indiquen con toda precisión su buen estado.

Ensayo de rigidez dieléctrica.


El ensayo de rigidez dieléctrica constituye un medio excelente para comprobar si las calidades,
espesores y disposición de los materiales aislantes empleados en el bobinado son suficientes para la tensión
nominal de la máquina, con
el coeficiente de seguridad que se exige.
El ensayo de rigidez dieléctrica debe efectuarse a la temperatura de régimen, por lo que será ejecutado
inmediatamente después del ensayo de calentamiento. No obstante, también se ejecuta este ensayo en frío
durante el proceso de fabricación del bobinado.
La
Potencia Tensión de ensayo tensión de
ensayo será
V alterna y de
KVA o KW
un valor que
Menos de 1 2 Vb + 500 (1) depende de
la potencia
De 1 a 3 2 Vb + 1.000
de la
2 Vb + 1.000, pero como mínimo máquina. En
Más de 3 la tabla,
1.000 voltios
aparecen los
(1) valores de la
tensión a
aplicar en los bobinados de máquinas rotativas.
El ensayo de rigidez se efectuará siguiendo el siguiente proceso:
Se empezará por aplicar una tensión no mayor que la mitad de la de ensayo y luego se irá elevando
progresivamente hasta alcanzar, en un tiempo no menor de 10 segundos, la tensión de ensayo, manteniéndose
este valor durante un minuto. La tensión se aplica entre el bobinado y masa. En las máquinas de corriente
alterna polifásicas se aplicará, además, la tensión entre cada fase y las restantes, para lo cual, estas últimas
serán conectadas, eléctricamente, a masa.
Para efectuar el ensayo de rigidez dieléctrica se necesita una instalación especial. Una muy usada
para ensayos con tensiones de prueba hasta 5.000 voltios es la representada esquemáticamente en la fig.
Consiste en un potenciómetro P con una resistencia de valor apropiado a la tensión V aplicada a sus
bornes. T es un transformador monofásico cuyo primario de baja tensión BT recibe la tensión de
potenciómetro, regulada ésta entre el valor nulo y el nominal de la red V. Por lo tanto, la alta tensión secundaria
también puede ser regulada entre amplios límites.
El voltímetro V mide la tensión entre bornes del secundario AT del transformador. Uno de estos bornes se une
permanentemente a tierra o masa, y la otra termina en una varilla de cobre convenientemente aislada, excepto
en la punta. Esta punta se aplica al bobinado cuya rigidez se desea medir. Si no se presenta fallo en el bobinado,
el voltímetro V señalará constantemente la tensión secundaria de prueba. En cambio, en caso contrario,
quedará el bobinado secundario en cortocircuito. Como quiera que el transformador del equipo ha sido
construido especialmente para que tenga muy baja la tensión de cortocircuito, cuando haya un fallo a masa el
voltímetro señalará una medida también baja, indicando así la existencia de ese fallo de aislamiento, que es
precisamente lo que se trata de descubrir.
Resistencia de aislamiento.
El valor de la resistencia del aislamiento entre bobinado y masa es una buena indicación del estado
de los materiales aislantes. Para determinar la resistencia de aislamiento se hace uso de un aparato de medida,
conocido con los nombres de Megómetro y Ohmímetro. También podrá ser determinada mediante medidas
simultáneas de la tensión continua aplicada entre bobinado y masa y de la intensidad que atraviesa el
aislamiento.
Según las normas más aceptadas, el valor de la resistencia de aislamiento, en megohmios, debe ser
superior al obtenido mediante la siguiente fórmula:
En la cual Vb representa la tensión en bornes y P su potencia en kW o kVA. Con potencias pequeñas y
medianas, la fórmula queda reducida a la siguiente:
Para las tensiones más corrientes se indican en la Tabla XIX los valores correspondientes de la resistencia de
aislamiento en megohmios.
Tensión Resistencia
en bornas de aislamineto
V MQ
120 0,12
220 0,22
380 0,38
440 0,44
500 0,5
Cortocircuito entre espiras.
El cortocircuito entre espiras se presenta por dos causas distintas: 1ª.- Por producirse un fallo de la bobina,
y 2ª.- Por producirse fallos del aislamiento entre la bobina y masa, por lo menos, en dos puntos diferentes.
Tanto en uno como en otro caso, podrá observarse cómo se calienta anormalmente la bobina en la cual existen
espiras en cortocircuito aislamiento entre dos espiras de una
Los cortocircuitos pueden ser localizados mediante un electroimán excitado con corriente alterna. La
forma del electroimán varía según se trate de ensayar el bobinado de un rotor o de un estator.
Electroimán para la exploración
de cortocircuitos en bobinados retóricos
Para explorar un bobinado de rotor se emplea un electroimán como el representado en la fig. 193, excitado por
la bobina arrollada en la culata cuando es sometida a una tensión alterna. Al colocar el rotor sobre el
electroimán cierra el circuito magnético y el conjunto es similar a un transformador cuyo bobinado primario
es la bobina de excitación y cuyo secundario es el propio bobinado del rotor. Para efectuar prácticamente este
ensayo, es preciso girar el rotor lentamente.
Empleo de una lámpara en serie.
Como se ve en la fig., consiste en un dispositivo formado por una lámpara conectada a una red de tensión
apropiada, dejan4o libres dos terminales, T1 y T2, los cuales, al ser aplicados a dos puntos unidos por un
cuerpo conductor, ponen en serie a este cuerpo con la lámpara, formando un circuito que será recorrido por
una corriente que será acusada por la lámpara, ya que ésta quedará encendida.

La lámpara en serie sirve para determinar fallos de aislamiento e interrupciones en


la continuidad de los circuitos.
Cuando existe un fallo del aislamiento (sea entre fases o entre bobinado y masa), es posible descubrirlo
mediante el empleo de la lámpara en serie. Para ello se aplican los terminales T1 y T2, bien a las fases, bien uno
de ellos al bobinado y el otro a la masa. Si se encendiera la lámpara, señalaría el fallo de aislamiento que se
trata de determinar.
Empleo de la aguja magnética.
La aguja magnética (brújula) es de gran utilidad para la localización de ciertos defectos de los bobinados de
corriente alterna. Su empleo está basado en el fenómeno expuesto en el párrafo 35, en el cual vimos cómo toda
bobina recorrida por corriente continua crea un campo magnético cuyo sentido depende del que tenga la
corriente al recorrer las espiras.
Si la bobina pertenece a un bobinado de corriente alterna, podremos determinar la polaridad acercando a ella
una brújula y observando cuál de los polos de ésta es atraído por la bobina.
De acuerdo con lo que acabamos de exponer, si aplicamos a los extremos de una fase la tensión constante
producida en un generador de corriente continua (por ejemplo, una dínamo o simplemente una batería de
pilas o acumuladores), dicha fase será recorrida por una corriente también continua, originando, en
consecuencia, polos alternativamente contrarios, en número igual al que tiene el bobinado.
.
Si el bobinado que se trata de explorar es trifásico, el ensayo será efectuado de distinta forma, según que las
tres fases estén conectadas en estrella o en triángulo.
Para comprobar un bobinado en estrella, conectaremos uno de los bornes del generador de corriente continua
al punto neutro de la estrella y luego llevaremos el otro borne, sucesivamente, a los tres principios de fase. Con
ello, al recorrer el bobinado con la brújula, obtendremos tres series de polaridades, estando formada cada
serie por tantos polos como los que tiene el bobinado.
Señalando con tiza los sentidos de los polos obtenidos en las tres series de polaridades, podremos
comprobar, al final del ensayo, que se ha obtenido un número total de polos tres veces mayor que el que tiene
el bobinado. Además, todos esos polos tendrán, alternativamente, sentido contrario.
Para comprobar un bobinado trifásico conectado en triángulo es preciso abrir uno de los vértices y conectar
los dos extremos asi obtenidos con las dos bornas del generadór de corriente continua.
Alimentado de esta forma el bobinado en conjunto,
si recorremos su periferia, ofreciendo al mismo la brújula, comprobaremos la presencia de un número de polos
triple del que tiene el bobinado, o sea, los mismos que cuando el bobinado estaba conectado en estrella.
Con el ensayo de la brújula podemos descubrir los siguientes defectos:
1. Grupo en Cortocircuito. Si uno de los grupos que forman el bobinado esta’ en cortocircuito, podrá ser
localizado fácilmente, ya que al pasar la brújula delante del mismo no se manifestará polaridad alguna.
2. Grupo invertido. Se localizará este defecto observando que el grupo invertido señala una polaridad
contraria a la que le corresponde.
3. Fase invertida. Este defecto será localizado observando que al final del ensayo quedarán señalados
los polos en grupos de tres en tres de igual sentido (en lugar de ser de sentido alternativamente contrario).
Localización de cortocircuitos en inducidos de colector.
En muchas ocasiones pueden ser localizados los cortocircuitos en inducidos de corriente continua valiéndose
del método que se explica a continuación:
La instalación necesaria está representada en la fig, en la cual P1 y P2 son los terminales de una fuente de
corriente continua de baja tensión y T1 y T2 dos puntas de exploración conectadas a las bornas de un vol-
tímetro V.Apoyando los terminales P1 y P2 sobre dos delgas, distanciadas en la cuarta a sexta parte de la
periferia del colector, conseguimos que se encuentren bajo tensión todas las secciones conectadas en serie
entre dichas delgas. Así, en la fig, los terminales están apoyados sobre las delgas 1 y 9, con lo cual las secciones
inducidas 1 y 8 inclusive se encuentran bajo tensión.
Localización de cortocircuitos en un bobinado imbricado
Si el bobinado está correctamente ejecutado y todas las secciones inducidas son iguales, deberá ser
uniforme la tensión que exista entre cada dos delgas consecutivas. Esta tensión será medida por el voltímetro
V, para lo cual iremos recorriendo las delgas del colector apoyando simultáneamente las puntas T1 y T sobre
dos delgas contiguas.

Si el voltímetro acusara una tensión inferior a las restantes, será


indicio de la existencia de un cortocircuito entre espiras en la sección conectada a las delgas, en las cuales, al
apoyar las puntas de exploración, se ha acusado la anormalidad. (Si el bobinado es ondulado, el defecto puede
estar en cualquiera de las p secciones en serie entre las delgas testigo).
Si el voltímetro no acusara tensión alguna, es indicio de que, casi seguramente, existe un contacto directo
entre delgas (rotura de mica, gota de estaño, etc.) o un fallo de aislamiento entre los extremos de las secciones
unidas a dichas delgas.
Fuentes: Monografias.com; Archivos personales

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Análisis de Fallas y Control de Protecciones de
Riesgos Eléctricos (página 2)
Enviado por Pablo Turmero

Partes: 1, 2, 3
ARCO ELÉCTRICO Entre las principales causas de un posible arco eléctrico citamos las
siguientes: Impurezas y polvo. Corrosión. Contactos accidentales. Sobrevoltajes en espacios
estrechos de la instalación. Falla de los materiales aislantes. 17
FALLA DE AISLAMIENTO La pérdida de aislamiento de un conductor eléctrico y el
contacto de éste con la carcaza de algún equipo eléctrico, personas
o estructuras arquitectónicas pueden originar una falla a tierra, lo cual implica un alto
peligro de electrocutarse en las personas y los equipos en algún lugar de la instalación
puedan ver afectado su funcionamiento. 18
FALLA DE AISLAMIENTO En redes de baja tensión es importante establecer el régimen de
neutro o esquemas de conexión a tierra (ECT) en cualquier tipo de instalación industrial o
residencial. Los tipos de esquemas son: Esquema TN. Esquema TT. Esquema IT. 19
FALLA DE AISLAMIENTO Esquema TN. Esquema TN-S. Tanto el conductor neutro como
el de protección están separados en toda la instalación. 20
FALLA DE AISLAMIENTO Esquema TN-C. El cable del neutro y de protección se
combinan en un solo conductor en toda la instalación, las masas se conectan a tierra por
medio del conductor de protección. 21
FALLA DE AISLAMIENTO Esquema TN-C-S. Este esquema se caracteriza porque en una
parte de la instalación el conductor neutro y el de protección en un solo conductor puesto a
tierra en el origen de la instalación y en un punto determinado dicho conductor se desdobla
en un neutro y en uno de protección. 22
FALLA DE AISLAMIENTO Esquema TT. En este esquema tanto el neutro y las masas de las
cargas se encuentran conectados a tierra independientemente. 23
FALLA DE AISLAMIENTO Esquema IT. En este tipo de esquema no existe conexión directa
entre el neutro del transformador y tierra así como las masas se encuentran a tierra en
forma directa. 24
SOBRECARGAS Los valores de voltaje o corriente en una instalación superan
los valores preestablecidos como normales. 25
SOBRECARGAS Una pequeña variación de tensión puede deteriorar las conexiones
reduciendo la cantidad de tensión suministrada, lo cual hace que los motores requieran de
mas corriente lo cual produce un calentamiento en los conductores llegando así a la
destrucción del aislamiento y causando un incendio en las instalaciones. 26
ELEMENTOS DE PROTECCIONES ELÉCTRICAS La protección de un sistema eléctrico se
encarga fundamentalmente de: Evitar daños a las personas. Evitar o minimizar daños a
equipos. Minimizar las interrupciones de suministro de energía en el lugar de trabajo.
Limitar los efectos de una perturbación sobre las partes no directamente afectadas del
sistema. Minimizar los efectos de perturbaciones internas de la instalación sobre el sistema
de la distribuidora de energía eléctrica. 27
FUSIBLES Los fusibles son aparatos de protección de las instalaciones o sus componentes,
diseñados para interrumpir la corriente por el derretimiento de uno de sus elementos
integrantes, cuando los valores de corriente en el punto protegido exceden de
ciertos valor durante un tiempo determinado. 28
FUSIBLES Los fusibles son unos de los dispositivos de protección eléctrica más apropiados
para solucionar los problemas de sobrecorrientes. Para una correcta selección del tipo de
fusible se toma en cuenta los siguientes parámetros: Capacidad de interrupción.
Característica corriente/ tiempo. Limitación de corriente. Coordinación selectiva.
Amperaje. Voltaje. 29
DISYUNTORES MAGNETOTÉRMICOS (BREAKERS) Es un aparato utilizado para la
protección de los circuitos eléctricos contra fallas eléctricas, la ventaja que presenta frente a
los fusibles es que no hay que reponerlos cuando desconectan al circuito debido a una falla,
se rearman de nuevo y siguen funcionando. 30
DISYUNTORES MAGNETOTÉRMICOS (BREAKERS) La selección de un breaker
corresponde con la aplicación que se deba realizar, se debe tener en cuenta su intensidad
nominal, tensión de trabajo, la curva de disparo y su aplicación. 31
DISYUNTORES MAGNETOTÉRMICOS (BREAKERS) 32
DISYUNTORES MAGNETOTÉRMICOS (BREAKERS) Cuando existe una pérdida de fase
en un circuito trifásico, el breaker actúa abriendo todos sus contactos. En el caso en que el
circuito se hubiese protegido con fusibles, se fundiría el correspondiente a la fase afectada y
dejaría a todo el sistema en marcha con solo dos fases. 33
INTERRUPTOR DIFERENCIAL Un interruptor diferencial mide la corriente que circula
entre fase y neutro, que en condiciones normales debiese ser igual, si ocurre una falla de
aislamiento la corriente que circulará por el neutro será menor a la que circula por la fase.
34
INTERRUPTOR DIFERENCIAL Estas protecciones se caracterizan por su sensibilidad, es
decir el nivel de corriente de fuga a partir del cual comienzan a operar, por eso es muy
importante recalcar que estas protecciones deben ser complementadas con un buen sistema
de puesta a tierra. 35
RELÉ TÉRMICO Es uno de los equipos más utilizados en la protección de motores contra
las sobrecargas prolongadas. En caso de ausencia de corriente en una fase, el relé térmico
también procede a su disparo. 36
RELÉ TÉRMICO CURVA DE DISPARO. La duración del arranque normal del motor es
distinta para cada aplicación; puede ser tan solo unos segundos, por lo que es necesario
contar con relés adaptados a la duración de arranque. Existen tres tipos de disparos para
los relés térmicos: Relé de clase 10. Relé de clase 20. Relé de clase 30. 37
EQUIPOS DE PROTECCIÓN PERSONAL 38 Guantes. Cascos de Seguridad. Botas
dieléctricas. Gafas.
EQUIPOS DE PROTECCIÓN PERSONAL 39 Cinturón de seguridad contra caídas.
Banquetas aislantes. Pértigas. Ropa ignifuga.
EVALUACIÓN DE RIESGOS La evaluación de los riesgos es la base de la planificación
preventiva y de todas las actuaciones para la implementación de medidas preventivas y de
seguimiento y control para asegurar su eficacia. 40
Partes: 1, 2, 3

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