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PECK
SEGUNDA
EDICION
MECANICA DE SOElOS
EN LA INGENIERIA PRACTICA
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Ve,'1én españoLa
ORESTE MORETTO
SEGUNDA EOICióN
Primeraedición.19S5
himffil rt/mprn16,i, /9S8
�nd11 rffmprnldn. /961
TttttnJ rr<mprn/611. /9611
C1111n11 fflmptti/611. 1911
Squodaedición.197)
Prl,,1m1 rdmprnl6n. 197$
Sti"lld" rdmprnl6n. 1976
T�rctra rtlmprnMn, /918
ISBN: 8◄,7021·020-J
Dq,ósitoLepl:B. ◄2.731-1978
ÜRESTE MORETI'O
Cran parle del trabafo de reOOidn realizDdo para preparttr uta ,egunda
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��t!:brc;mJ/��- ª;��ª ��!::.c';,": e':at1'�:i''� =fh �
amplitud de lo., cambie, y el doctor Terzaghi había preparado lo, borra-
't:,e;f;et;"i:����;,fa":;; ra; ;� ,:��::� fms;:::i:
i m e
1:m:;;;e:
bían sido obfeto de ro atención. Quien suscribe eate prefado ,e .riente
agradeddo de que dicha, página, reflejen, en la medida en que rutJt6
,mible, la cootribución de Terzaghl, p e ·o alÍ y todo lamenta y debe aceptar
la re,ponwbilidad por la., lncultabk, /imiwcione, que pudieron contener
y que no hubiesen &capado a la atencidn de aquél en ro cuidado,o y crítica
reoi.rión final del manwcrito.
En parl.icultu, el doctor Ter1Aghl preparó la, reol.rionu de lo, artículo,
,ob·e la utabilidad de talud.e, y lo, n:tenwa agregado, con referencia a
!:!�"�Ya'';,/U,:Y':j:'ia ���,;::}:�,,;'enOC:::W::a=.
dicho, agregado, pueden con.ritlerarae como la e.senda de ro pen,amlento
y ro erperiencia en la materia.
El ter:to ha rido complementada con referencia, y lista, de lectura,
selectas que pueden .reroir de guía bibliográfica. Se 110 adíclooado, ademcú,
un nueoo capítulo sobre ob,ervaciones del comportamiento en obra, para
ayudar al ingeniero en los método, por utllliar en la, medíclonu, un paso
que hace n la esencia mimla de la eficaz aplicación de lo m.ecónica de los
mela,,
El enorme crecimiento habido en la, últimas do, década, con ru-pecto
a la literatura sobre la mecánica de ,ueloa ha aumentado vaatamenle el pro
hlema de ,eleccionar lo lnformoción que debía ,er incluída. Para concte•
tarlo, la, autora se han atenido al tratamiento ,eguido en el libro.
En la preparaci6n del manwcrlto, la ,eñora Jruephlne B. Hegenbart ha
,obrepasado ampliamente lo, límites de roJ debere, u.wale, de dactilágrafa.
Su incan,able ayuda le e, altamente reconocida aquf.
RALPH B. PEa
Urbána, ll/inoi,
F.nero (U 19ffl
PREFACIO DE LA PRIMERA ED1ClóN
y no puetkn aer ignoradM .rin duafinr 8UI propóritos. Ello, rigen el tf'Dta.
miento conceptual del contenido de este libra.
La PatUA.trata de la, prOJ}iedotiafirica, th b,uelo, y la Parle B
de la, t� de la mecánica de .tuelol. E,ta,.t do, parlu ami muy brlttlM,
pero contienen todo lo que lo, e.rtudiantu y el ingeriiel"o no upecializado
neceritan conocer en la actuaUdad con respecto II la mec6nlca de lo, .Ntlo.t.
La Parle C, que con,tituye la parte medular del libro, trota del arle de
obtener remltado, 8afufactorlol en la lngenferla th jundacionu, y de .tuelo,
en gennal, a tm costo razonable, a puar de la compltjidad de la utructura
de lo, utrato, naturalu de ruelo y de la, ineoitabl& laguna, que riempn
quedan en el conodmlento adquirido ,obre la, condk:ionu del .rubmelo.
Para alcam:ar este objetivo, el Ingeniero debe oaler.te de todos lo, método,
y recurro, que tiene a ,u di.,po.rici6n, incluyendo la teoria, la experiencia y
el eruayo de lo, melo.r. Empero, todo, esto, ret:f4rSOI no ,on de ningún be·
ne/fcio, a meno, de que sean utilJmdo, con cuidado.ta di.tcriminodón, ptW
pr4ctfcamente tado problemlJ a ,e,oloer en ute campo de la ciencia pre,enta
por lo meno, algún a.,pecto que no tiene precedenle.
En la Parte C, el utudlo de los problemas práctico, empina con un
namen crlffco de los métodos convencionale, 11 proligue luego pa.,o a paro
a describir el progre,o realiWo con la ayuda de lo, rmdtodo, ob1enldo,
con la lnv,e,Hgacfd'n en. mecdnfca de melo8. Por uta circt4n.8tancia, le acon
ttfa que el fngeníero no upeciallzado empiece a leer el libro por la Parte C
y recurra a la, Partu A y B '6lo para referencia, 11 fin de utudiar aquello,
concepto, ton lo, cual& no uté familiarluuio. De otro modo ,e oeria obli
gado a digerir una cantidad con.riderable del material canten.Ido en ute libro
ante., de que ducubra ,u función en el campo de su interú particular.
Lo.t detallu de lo, método, para ruol.oer lo8 problemas prdcHco! th,.
cripta, en la Parte C puetkn cam.bw- a medido que aumenta la �.
y alguno, pueden tomarle ob&oleto, en el tbmfno de poco, ailos, pue, no
.ron md.r que recurso, temporarios. No olmante, 1e conridera que el método
general, de ,ol.uci6n semicmplrlca, p,econi%0do tiene mérito, que ,on Inde
pendiente, del tiempo.
Al final de coda artículo, el luto, encontrard en la Parte C una lúta
de referencial. Para ,u eleccf6n ,re dio prioridad a aquella, publfcaclonu
que por ,u noturalna incitan y demm>llan la tendencia a la ob.teroacl6n
cuidadosa e lnteligerite del comportamiento de la, estructura, en el terreno.
En relaci6n con tsfal referencia, debe hacene nota, que alguna., de la., di,.
cu.rione.t, y contutacion& a la, ml.tma.t, pueden contener Información m4.t
Importante que los artú:ulos originales.
Como el campo de accl6n de la ingeniena de los .Ntlor e, dema.rlado
amplio pera ,er cubierto en forma. adecuada en tm ,ola volumen, vario,
t6pícos lmpo,tantu, como 1er: camino,, aerop11e110, y t6nelel, han rido
e.rcluido,. En un apéndice, se han resumido alguna, referendo, brew, con
cerniente, a uta, t6pico,.
Lo, primeros borradoru del original del Ubro fueron utudlados en for•
ma crltica por el profuor C. P. Si.ea, cuyo, comentarios ruultaron upe
dalmente útile,_ Lo, autoru también agradecen la, .rugerencia8 de oorlo,
Xll PRD'AQO DE: LA PIUMDA IDICIÓN
A(c:mt)=l...
A=ooefi cieotedepresiónde poro1 1W/J.,
A..(eml)=ire a de la basede un pllo te o pila r
A,=Úldice de úea,de uo saca te5tíg01
11, = (C1111/ka: ó cinl/¡m)
B (aD) :::ancho
=roeflcl ontede compresibilidad
�{znd���tevJ�
C(k g)=�rerultante
C.(kg)=adberenciatllta1
C,=indicedeC0111presi óndel1uelo enla nat11rale:r.a;coeficieotedere,::-...rrido
C.'=lndice de compresióndelruelo a masado
C,=índice de hinchamiento
C. = ooefic!enlede reco rr idocompenado (rotw'a por áfona;e)
c(lcg/aDI)=�
e(cm)= OOftSlantedela fórmula •�ng News"
e, (kg/c:mt) =cobesión como ordenada a l origen ffl arcilla s precomolidadas
c. (kg/cm•) = a dhettncla enttt suelo y pilo«!, pila r de Mldación, pared o table.tac.a
c. (cmJ/seg) = coeficientede COlllOlldación
D (cm) = tamañode gnino¡ pro fundidad;diámetro¡distancia en tre centrode ¡,i lotes
D,.( cm) = dlámelro o tamai\o efectivo
g� �ct!.:c::
=
d (cm)
d
:! !:i! :"�vo
ª
i � 1n:ln� : �;.:ira:e��
vo e
=o.'mnosi1)
f=¡n.dleoteh!driulico
L.= gradlentehldriullcocrílico
:: ��r= �,::�c�a�
K = reilción eatre la intensidad de la presión horiwntal y la de la pre$lón �rtical en un
mismo punto de una masa de 1uelo.
K. = coeficiente de la presilm lateral de 111 liern.s en reposo; es decir, valor de K pan. el
esbdo inici•l de equilibrio elblico
=
K. coeficiente del empuje ,divo de las ticríU
�=coeficientede] empuje pasivo de !u tieT,-s
= =
K (aal) permeahllid■d
K. (k¡JonS) coeficimle de retod6n de la lUbrasanle
k (on/aeg)=coeficiente de penneabilldad
k1 (cm/,eg) = coeficiente de perme■bllidad en dlreedón paralela a loa pla!IOI de estrati•
ficaclón
k,, (cm/se¡)=
ficacl6n
coeficiente de perm,t;11billdad en direccióu normal a los planos de estr,l.li•
==
k, (,;:m/,e¡) coeficlenffl de permeabilidad de an::llla amasada
ko' k, (kg/ml) coeficientes pan. calcular el empu¡e que se ejeroe sobre un muro de so1-
== t:m':,�=traco=i'..::ones
tenlmlento
k, (an/ie¡)=coeficientede penne,.bllldad en la dirección horiz.ontal
k, (cm/seg)=coefideotedeperme■billdad en la direccklP vertical
k,(an/,e¡)=coeficiente de penneabiUd,d electroosmótica
L (cm)= lon¡ihid de b. línea de recorrido; longitud
L,. = Hmite liquido
l(cm)=k,rigitud
:•�?,:! J: =
de cortes a delo abierto/
m. ( cml/kg 6 cml/gm) coeficiente de compresibilidad volumétrica
m� = coeficiente (,nálisis de est:abilld•d ,e¡íin ecuaciOO 35.11)
N = coeficiente sin dimeruión (N., N., y N. = coeficientes de ctpjidd,d de c■r¡a;
N, = coefi ic ente de estabilidad en la toorla de la estabilidad de taludes); número de
golpe1 para hincar la cuchan. sacamuestras durar,te la efecuclón de un ensayo n o r •
·mal d e penetración
. N,=valo r d e fluencia=tgt (45' +11>/2)
N, = Número de caldas de potenCU.I (red de filtración)
N, = número de canales de filtración (red de filtTación)
XIX
n= porosidad¡ 11úmero depllotes ea UD grupo
n.=reladóoentreladistanda delpunto de aplica,ción dela resultante del einpuje a l
bordemlerbdelaestrvc::tutadelOlteuimientoylaa ltun: total dema6ltima
", =
n.=factord.pdundidad (estabilidad de taludee)
flltenl:ldad de UD te:mmol:O
=-�
l fuerua de gnwidad IDbre una particu la
P, (kg/m)= empuje puiw. l'\iede dividirse en P/,que dependedel pe111 unitario del
ruek,,yen.P,",quedependede lacobesi6oyde al 90brecar¡•Pr"puede an,.vez
rficle
;: \�C:) �=.td�1':za'�ia:":
subdivldlne e o P. yP,, req,ect{vamente
de una partkula
P• .:::llmitop úl tioo
� (:f::::�
p.' (kg/cmt) = rnh:ima pffSl6n d, consolidación 4"" actúa sobre el suelo eo la natu•
= blo de p,alón; trnsilm de con,nlld� pralón a.da! adicional eo
�
4,,_ (kg/,:mS)
Ap, (kg/cml) == ruiJtenr:ia deadhe�
difermcia de tensión m rotuno
4µ. (kg/ cm1) = valor fhw <k la difem>cia de tensión
Q (cm' o eint) = descarp. total en la unidad de tiem po
Q (kg)=c.w¡aoonoentrada
Q.(kg)=carga adtn.u:lb1'deunpilnte
=
Q, (kg) capacidad decarp de fal a l estática de UD pilote
Q• (kg ó q/m) = carp. critica de una zapata o � de fl1Ddaci6oque descansa en
Alelo denloofeli.stmte. Puededividine eo Q', debldt. al pe,o del suelo yQ", de
blda a lacohesl6oyala 10brecarp. La capacidad de �deum. zapataéin:u.laT
se de:si¡na por Q,.; l a de una zapata cuadrada por Q,,
Q,' (kg ó kg/m) = carga critica JObre,ma upata o un pi u
c:ama eo suelo sudto o blando
l dt fu ndación que def-
t:ct::�
S, =gradode.saturacl{iu
,(kg/cml)=reslatencia a l c orte
=
,,(kg/cmt)=resistt::odialoorteraidual
T (kg/m) fuma de corle en al s caras de una ÍIJa (wlisisde estabilidad)
T(gra00$oeot!grad01)=tmrperaturl
T, (gm/cm)=teosl6n ruperficia l de un liquido
T, =(aeb)r de tlempo
l{seg)=tiempo
1 (kg/cml) =teoJi6o t:aog'-'Dcial
11(k&lcmt)=JObrep,ai6Qhidrostitn
11,( )
= �=�u:'8�presióahidrodjtnp.;inaerneatodela
.,. {kg/cml) = presl6o de poros cal1$ada pot 1,, diferencia de te1u:l6n 6p en un ema,.o
triuialnodrenado.
~·
111 {kg/cml) = preri611depororeo el lllOIIJeotode la rot u ra en une11S11yotrlu:lalcoruo
=
lidadonodrenado.
11, (kglcml) presióndel aire o de la fase gueosa (vapor de agua) contenida en un
Propiedades físicas
de los suelos
por ser chatos. Para una partícula chata, en forma de lámina, la relación
entre volumen y superficie y, por consiguiente, la relación entre P, y P, es
relativamente mucho menor que la que tienen las partículas equidimensio
na.les, de modo que la influencia del tamaño de los granos en la porosidad
y en las otras propiedades físicas del agregado resulta mucho más evidente.
Además de adquirir cohesión con la disminución del tamaño de los granos, el
agregado de partículas saturadas también adquiere un considerable grado
de plasticidad.
Las importantes diferencias que existen entre el comportamienlo de las
parúcu1as de cuano y de biotita tienen su origen en la diferente estructura
cristalina de los dos minerales. La estructura cristalina del cuano oonducc
a un hibito de buena cubicidad mientras que aquella de la blotita lo hace
a un Mbito chato. Se ha determinado que el hábito chato que exhiben
algu00$ minerales va invariablemente asociado a una estructura cristalina
foliada. Más aún, se ha encontrado que las fracciones más finas de los dife•
rentes minerales con estructura cristalina foliada también muestran propie•
dades algo diferentes, porque las características eléctricas de las superficies
de estas hojas dependen de la estructura cristalina particular que corres•
ponde a cada mineral
Práctk:amente todos los minerales de estructura foliada, presentes en Lis
fracciones más finas de los suelos, pertenecen a un grupo que se conoce
como mineralu arcillom,. La mayorla de los minera1es de este grupo se
puede clasificar en tres 5Ubgrupos conocidos por: las caaliniuu, las llito& y las
montmorllonita.r. Cada uno de ellos se caracteriza por una distribución de
,tomos que produce una carga eléctrica negativa en las superficies chatas
de los cristales.
Una partfoula simple de arcilla puede estar formada por muchas hojas
apiladas unas sobre las otras. Cada hoja tiene u n espesor definido, pero no
está limitada en .rus dimensiones perpendiculares a su espesor. Por ello, las
partículas de arcilla tienden ·a adquirir fonna de láminas o adoptar dispo
siciones que asemejan terrazas chatas (fig. 4.1). Las superficies cha�as
llevan cargas eléctricas residuales negativas, pero los bordes rotos de las
láminas o de las tena:zas pueden ser asientos de cargas positivas o negativas,
según cuál sea el ambiente en que se encuentran.
En los problemas que interesan al ingeniero civiL las partículas de arcilla
están siempre en CGnlacto con agua. Las interacciones entre las partlculas de
arcilla, el agua y los minerales disueltos en ella son las re,ponsabl!S princi
pales de las propiedades de los suelos compuestos por estas partículas.
El agua pura se compone príncipabneote de moléculas de H20, auoque
algunas de ellas siempre se disocian en iones de H+ y en Iones hidroxilos
OH-. Si hay impurezas., como ácidos o bases, éstas también se disocian en
catione5 cargados positivamente y anfooes cargados negativamente. La sal,
por ejemplo, se disocia en Na+ y en CI-. Como las superficies planas de los
minerales arcillosos llevan carga eléctrica negativa, los cationes. incluyendo
el H+ proporcionado por la propia agua, son atraídos hacia la superficie de
las partlcu1as. Se dice que dicho catión está ad8orbído. Los varios minerales
arcillOIOI difieren ampliamente en su propiedad de adsorber cationes; la
/lRT. 4 PROPIEDADES DE LOS SUELOS DE FMCClONES !rlUY FINAS ],']
Montmorilooita :J60..500
m,a 120-240
Caolinlta 20-90
lo/ lb/
Fl«. 4.S. (•) D:ltpoei,,� borde renlra ura de puticlWI, de ue1lla
de lof'ma lamlnn y rembln11e>Ofl de la mlama en ílóctotoe. (1,) Flócul011
de .,..eilh, en an.a dlqlotlelón paralela.
hacer contra las fuerzas de repulsión entre partículas; otra parte se emplea
en la defonnación elástica de éstu
Si se retira en cualquier momento la presión, manteniendo el suelo en
contacto con agua libre. el contenido de humedad y el volumen aumentan.
Este fenómeno se conoce como hinchamiento. Una parte de la energía recu
perada como consecuencia del hinchamiento representa el trabajo realizado
por las fuerzas repulsivas para separar las part!culas; otra parte proviene de
la restitución elástica.
Las causas de la consolidación y del hinchamiento suelen ser distintas
para las diferentes fracciones granulométricas. Si se altera la presión que
actúa sobre una mezcla de arena gruesa y mica, por ejemplo, mucho de la
consolidación o del hinchamiento se debe a la deformación elástica o restitu
ción de los granos. En las fracciones muy finas de los suelos, sin embargo, los
fenómenos asociados con las cargas eléctricas pueden predominar.
Si se pudiese someter a un único ílóculo de particulas de arcillas con
orientación paralela, como uno de los que se muestra en la figura 4.3b, a
una deformación tangencial de corte, la resistencia al desli7.amiento a lo largo
de las superficies situadas entre partículas sería extremadamente pequeña,
siempre y cuando las superficies de las partículas fueran planas. En realidad,
las partículas no son planas sino que poseen una configuración terrazad« que
supone algunas interferencias que desarrollan resistencia al corte. Si un sedi;
mento formado de muchos ílóculos, cada uno paralelo pero con orientación
diferente, íuese sometido al corte, se desarrollarla una resistencia considera•
blemente mayor debido a la interferencia entre flóculos. Si el sedimento
estuviese constituido de ílóculos que tienen una estructura borde contra
cara (fig. 4.3a), se produéirla U:na sustancial interferencia entre particulas".
Más aún, se ofrecería también resistencia a causa de la atiacción en los
contactos entre los bordes y las caras de las partículas. Las interferencias y
atracciones descriptas son responsables de la resistencia al corte del sedimento.
Si un sedimento natural se amasa a fondo, los flóculos en su mayoría
se deshacen y muchas de las partículas de arcilla se orientan fonnando
conjuntos casi paralelos. Como consecuencia, la resistencia al corte puede
decrecer sustancialmente. Se dice, por tanto, que la arcilla es tt11.ribl.e a una
alteración.
Ciertas arcillas marinas de los países escandinavos y de la parte oriental
del Canadá se caracterizan por tener una sensibilidad extraordinariamente
alta y son, por ello, identificadas como arcillas fT.uidas. Después de una alte•
ración, como puede ser un deslizamiento, estas arcillas toman las caracte
rísticas de un fluido viscoso y comúnmente fluyen desplazándose en una
gran distancia (artículo 49). Su alta sensibilidad se atribuye a una reducción
de la concentración de iones de sodio en el agua de los poros como conse
cuencia del lavado por lixiviación. Esta teoría está llpoyada en datos del te•
rreno, como así también en los resultados de experimentos de laboratorio.
Cuando se depositaron, las arcillas fluidas tenían sus huecos ocupados
por agua de mar, con un contenido sustancial de sal, en una concentración
que pudo haber alcanzado basta 3.5 g por litro. Los análisis químicos del
agua de los poros de cierto número de arcillu fluidas de Escandinavia han
AR'f', 4 PROPIEDADES DF: LOS SUELOS DE FRACCIONES MuY HNAS 17
demostrado que éstas contienen ahora muy poco o nada de sal mientras
que, en la misma localidad, el agua de los poros de otras arcillas marinas
similares, de solo moderada sensibilidad, posee considerable concentración
de sal. En general, entre las arcillas marinas de Escandinavia que se han
analizado, las menores sensibilidades van apareadas con los mayores conte
nidos de sal (Skempton y Northey, 1952).
Si se agrega cloruro de sodio a una muestra amasada de arcilla fluida
y se la deja después reposar, la sensibilidad no aumenta en fonna signifi
cativa. No obstante, si el contenido de sal de la arcilla amasada se separa
después por lixiviación, la arcilla se toma de nuevo altamente sensitiva { Ro•
senqvist 1946). El envejecimiento sin la adición de sal no está asociado con
un notable aumento de la sensibilidad.
Después que una muestra de una fracción muy fina de suelo ha sido
intensamente amasada, las posiciones de las partículas, una respecto de otra,
oo están necesariamente asociadas con el equilibrio de las otras fuen.as de
atracción y repulsión. Por lo tanto. las partículas pueden tender a rotar y
asumir configuraciones más estables a volumen inalterado. La resistencia
a1 corte puede aumentar paralelamente. El suelo exhibe así tixotropía.
Un fenómeno algo similar, conocido como sinéresis, hace disminuir len
tamente la porosidad de la capa superior de muchos sedimentos frescos, a
wia velocidad que disminuye hasta que la capa se reduce a una pequeña
hacción de su volumen original. La contracción gradual no se puede explicar
ffl base a las fuer.tas de la gravedad. En algunas arcillas pnxluce una red
dt>fisuras capilares.
Como consecuencia de las múltiples repercusiones prácticas de los intrin
cados procesos fisicoquímicos y de la gran demanda de arcillas con propie
dades físicas específicas para propósitos industriales, se han realizado muchas
im-estigaciones durante las últimas décadas con respecto a la mineralogía
,. a la interacción entre partículas de arcilla y el medio que las rodea. Se
han hecho también muchas investigaciones para estudiar las relaciones entre
b procesos fisicoquímicos y las propiedades ingenieriles de los suelos arci
losos. No obstante, para la mayoría de los problemas prácticos de la inge
aieria, los beneficios que se obtienen de dichas investigaciones son todavía
-,y limitados a causa del gran número de factores responsables de las
iwopiedades significativas que posee la arcilla. La iníluencia combinada de
todas las interacciones fisicoquímicas se refleja en las propiedades índices
(artículo I), que son expeditivas y económicas de determinar. Una situa
ción similar prevalece en la tecnología del honnigón.
Los procesos por los cuales el cemento Portland adquiere su resistencia
DI también intrincados e imperfectamente conocidos, pero a pesar de ello,
el hormigón es una rama ya antigua y bien establecida de la ingenieria ele
estructuras. Se basa sobre hipótesis que han sido derivadas de ensayos de
laboratorio, de carácter puramente mecánico, ejecutados sobre probetas ele
lionnigón, y algunas de sus propiedades, tales como el aumento de resistenci<1
a,o la el!lad, se desprecian. A pesar de ello, las teorlas elaborada5 con estas
hipótesis simplificativas son suficientemente exactas para los prnptisitos dr.
la práctica corriente.
18 PROPW>ADES ÍNDICE DE LOS SUELOS
1,eet...,.. ..,te«ionaclu
Loshitosprincipalesde1desam:illode las presentes ideas, relativas a la influencia
de la estructura y de los prota0$ fulooqulmlcos en las propiedades de los suelos de
granos finos, estm contenidos en las siguientes referencias dispuestas en Oroell cronológico:
Atterberg, A. (1911). "Oa the investigatlon of the physical properties of soils and. the
Terzaghi, K. (1925). "Structure and volwne of voids of soils", r!·
plasticity of cla}'I�, e-u alerml.n, lnt. Mltteilungtn für Boden�. vol. l, pai.g. 10.
10-13, ErdbourM-
_chanlk awf Botkflphyrikalirhn Grundlag11, A. Casagrmde, ,- � - ,..C,W
-
foundation engt -
4, pai.g. 168.
�. Jiwmal [/mlotl
nivel se determina el e so
as
� �::��e/b¡�J:i:� u:�n::�:��ti:1::d:, ; C:�cu�:
de las partfculH menores
q ed
que
=:
de la ley de Stokes, mientras que con la densidad de la suspensión a dicho
p
19
a:
en que se mide la-densidad. El e nsayo requiere varios días para su realización.
Por medio del análisis por vfa húmeda se pueden s eparar las partículas
del suelo hasta un tamafio de 0,5 micrones. Las fracciones más finas puede n
separarse utilizando una centrífuga, pero los resultados de métodos tan refi
nados son de interés solo en relación con investigaciones de carácter cie ntffico.
La agitación en agua trasforma a muchas arcillas en suspensiones que
no están formadas por partlculas individuales sino por flóculos y, al efecto
de dividir dichos flóculos en granos individuales o sea dispersar el suelo, se
debe agregar al agua un agente defloculante. Los enores más comunes
que se cometen al efectuar análisis granulométricos por vía húmeda se
originan de una dispen.ión incompleta de las partículas del suelo.
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,100 .Q, b.
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lo'1 O (mn,J
Fic, 5. 1. RePNHnlMión aemilo,:ari1mka de los re,rullados
del anál;.i■ gnnWOmé1rleo.
Los resultados del análisis granulométrico por vía húmeda no son estric·
tarnente comparables con los obtenidos por tamizado, porque lo"s granos
no son nunca esféricos; los más pequeños tienen, por lo común, forma de
ncama�. Con el tamizado, lo qu� se mide es el ancho d� la partícula, mien
tras que la dimensión que se obtiene· po� sedimentación es el diámetro de
ia esfera que sedimenta a la misina ·velocidad que la partícula, diámetro
que puede ser mucho menor que el ancho de ésta.
La forma más conveniente para representar el análisis granulométrico
la proporciona el gráfico semilogarítmico indicado en la figura 5. l. En
nte, las abscisas representan el logaritmo del diáme tro de las partículas, y
las ordenadas el porcentafe P en peso de los granos menores que el tamaño
iadicado por la abscisa. Cuanto más uniforme es el tamaño de los granos,
tanto· más inclinada es la curva; una línea recta ve rtical representa a un
polvo perfectamente uniforme.
La ventaja más importante de la representación semilogarítmica estriba
2lJ
-2 ,.o
Fls. 5.2. Curva• Jranulomitrir• tipicQ. (g) Cur•• de ÍN!<tuencl•
normal ¡ (b) y (e) curvu par■ IUel.o. que tierw:n írat'Clorlea nn.. y
,ruuu de di,tlnlfl uniformidad; (J) y (e) cunN cemp11e1ta,,
dades representativas. Sin embargo, las ventajas a obtener p:ir este cambio
oo son de importancia suficiente como para justificar la modificación de
una práctica bien establecida.
En el artículo 8 se describe el uso de slmbolos para indicar las c&TI.C•
teristicas granulométricas.
Leduru aeleeefonadu
Lasdiferenta:técnicuutiliudu pan. realiz.aranüuismed.nicosyotro1ema)'Olde
clasifie.elón M hallan descrit.N en Soil lating fo, fflginttn, T. W. Lambe (1951), New
York, John Wlley & Som, 165 �p.
lntrotlucci6n
El ténnino agregado se refiere al suelo mismo, en contraposición con
cada uno de sus elementos constituyentes. Cualitativamente, los agregados
de suelo pueden diferir en textura, estructura y coruistencla. Cuantitativa
mente, pueden diferir en porosidad, densidad relativa, contenido de hume•
dad y de gas, y también en consistencia. Los datos cualitativos se obtienen
en el terreno por inspección visual y sirven como base para preparar los
perfiles de las perforaciones y obtener otras informaciones que permitan
describir la sucesión de los estratos del subsuelo. Los datos cuantitativos
se obtienen por medio de ensayos de laboratorio o ensayos In .ritu. Sin estos
datos, toda descripción de un suelo resulta inadecuada.
V - volumen total
V• • volumen total de vacíos,
"-i, (6.la)
(6.lb)
e- " (6.2<,)
¡-=-;;
e (6.2b)
n = TTe
La porosidad de una masa estable no cohesiva de esferas iguales depeo•
de de la fonna en que éstas están dispuestas. En la disposición más densa posi
ble, n es igual a 26 por ciento y en el estado más suelto a 47 por ciento. La
porosidad de un depósito natural de arena depende de la forma de sus
granos, de la unifonnidad del tamaño de éstos y de las condiciones de
sedimentación, y varía entre extremos que se extienden de .25 a 50 por ciento.
El efecto que la forma de los granos ejerce sobre la porosidad de los
agregados de suelo puede ser ilustrado mezclando varios porcentajes de
mica con arena angular uniforme. Si los porcentajes en peso de mica en
las mezclas se hacen iguales a O, 5, 10, 20 y 40 por ciento, las porosidades
resultantes, cuando las mezcla� son vertidas en forma suelta en un reci•
piente, alcaDZlil,D respectivamente a 47, 80, 70, 77 y 84 por ciento (Cilboy
1928). La porosidad de las arcillas naturales blandas, que oontienen un
AHT. 6 AC:M;CADOS DE SVELO
(6.31
en la que:
e, = relación de vacíos del suelo en su estado más suelto, estable;
e.1• = relación de vacíos en el estado más denso que puede obtenerse
en el laboratorio;
e - relación de vados del suelo natural en el terreno.
Para llevar una arena mediana o gruesa a su estado más suelto posible.
correspondiente a una relación de vados e 0, la arena es primero secada }'
luego vertida desde una altura muy pequeña dentro de un recipiente. Las
arenas finas y muy finas pueden, en ciertas circunstancias, ser llevadas a
su estado más suelto mez.clando una muestra con suficiente agua para tras
formarla en una espesa suspensión que después se deja sedimentar. El valor
de eo es igual a la relación de vacíos del sedimento obtenido. En otros
casos, el estado más suelto se puede obtener depositando cuidadosamente
arena ligeramente húmeda, ele modo tal que las fuerzas capilares den lugar
a una estructura en nido de abeja, para elespués permitir el ascenso lentu
ele! nivel del agua a fin de producir el derrumbe de la estructura inestab!c.
El estado más denso se obtiene por vibración prolongada bajo una pequeña
carga vertical a uoa frecuencia de 20 a 30 ciclos por segundo.
La densidad relativa de la arena tiene un significado bien definido, y:i
que su valor es prácticamente independiente de la presión estática a q11e
el material está sometido. Depenele principalmente del proceelimiento utili
-zado para sedimentario y compactarlo. Por el contrario, el grado de densi•
dad de las arcillas y de otros suelos cohesivos depenele en fonna primordial
de las cargas que éstos han soportado y, en algunos casos, de la velocidad
con que las cargas fueron aplicadas. Por ello el grado ele densielad de los suelos
cohesivos es reflejado en forma más clara por medio del lnelice ele liquidez 1,
(articulo 7).
El contenido de humedad w de un suelo se define como la relación
entre el peso del agua conteniela en el suelo y el peso ele] suelo seco, y
Ml e•presa comúnmente en porcentaje. En las arenas y otros suelos situados
por arriba de la napa freática, parte ele los vacíos pueden estar ocupados
.. PAOPIEOAl>ES Í!<,'DIO:,DE LOS $VELOS
T.W. 6.1
....
1-25
2<h50
,100
51-75
Las arenas gruesas situadas por arriba de 1a napa freática, por lo general,
están ligeramente húmedas. Las armu finas o limosas se hallan muy húme
Wll, mojadas o saturadas. Las arcillas casi siempre están completamente
saturadas o casi saturad.115, salvo la capa .ruperticial que e5tá sujeta a las
variaciones de temperatura y humedad que se producen en las distintas
estaciones del año•. Si una arcilla contiene gas, éste se presenta en torma
de burbujas esparcidas por todo el material, burbujas que pueden estar
compuestas de aire que entró en el depósito durante su sedimentación o de
gas producido más tarde por procesos químicos tales como la descomposi•
ci6n de materia orgánk:a. El gas puede encontrarse bajo una presión sufi
cientemente grande como para hacer experimentar a la arcilla un hincha
miento enérgico, a C"Ontenido de humedad constante, cuando se dibninuye
la presión de confinamiento. La determinación del contenido de gas de
una arci11a es una tarea muy diflci� si no imposible, que requiere un equipo
especial, no siendo, desde ningún punto de vista, un ensayo de rutina.
ART, 6 AGREGADOS DE SUELO
T•Ma 6,z•
r- Npecí./i«M •lt.olMro• ,le lo. •-- a,6lidot, mú i1",-"1<ln'N ,le lor ,,w.,.
arenosos y de 2,70 gramos por centlmetro cúbico para las arcillas. Los
valores tabulados deben considerarse solo como aproximados y, en casos
prácticos, antes de efectuar los cálculos finales, hay que determinar expe
rimentalmente el peso unitario del suelo en estudio.
r.w. 6.J
Po,.,,..M, reladó,. 4• _..,,. T� •NNrio ,
...... á,.;- ett f'flMo _,_
(:) ,v=•
1.mnauniforme,1ueha
!. Arena uniforme,dm•1
3.Arenagradu.Mla,iuelta
"40
º·"
0,1
"
32
1 9
1,43
1,75
1,59
1,89
2,00
1, 99
"'
.
0,67
◄ . Areno. gradUMU, derw 0,43 16 1,86 2,16
..
5. Morena gladaroon partleulu
de todo t&lnailo
6.Arcillaglaciarbl1nda " u
20
3 7
º"
0,6
" 9 2,12 2,32
1,77
2,<11
¡:=:i:c�i: teorginlea
9. An::ilb. blandamuyorginka
10.Berillmitablanda
" ,, 1,9
M
70
110
1 9'
1,59
1,43
1,2 7
w = ro11tellidodeh1,unedad cid ""'lou.t�, en por dento del pao del sudo seco.
y,= peso unitario del sueloseco.
y= peso unitarlo del,uelosaturado.
ProWemu
1
gramo!-�..:":���� e'i- ='J'::n. t,"
eo
h�� e1 =
==
e:specificoabsolutode los elementoss6lidosesde 2,7gramosporc,entímetrocúbico,¿cuil
es la relación de vados,la porosidad y el ¡>eJO unitario?
S<>luci6n: w=45,0%; e = l,22¡ n = 0,M; y = l,76 g/cm'.
2. Una muestn de ard.Ua muydura tiene en esb.do natural un peso de 12 9,1
gramos y un volumen de 56,4 centímetro, ai.bicos.. Unavez JeCada estufa,s u peso se
•� !!fr:,.":' J�.�¡ji:i! �=::
2
gr-.do de atunciói,?
oo
=n�� •
�v!_ ,�
2
es su��= =:�ir:�t1º esü. seca, 1550 kg. por metro cúbico. r,Cuál
�J:.:°:<.C:..
los valores del contenido de humedad w y del peso unitario y. Para los suelos l a 5. y, =
centímetro cúbico; para los sue los 8 a JO, y, = 2.70 gramos por
Consistencia
(7.2)
El gráfico está dividido en seis regiones, tres de ellas situadas por encima
de la línea A y las otras tres por debajo. El grupo al cual pertenece un
suelo dado viene determinado por el nombre de la región que contiene
el punto que representa los valores de L. e J. para dicho suelo. Todos los
puntos que representan las arcillas inorgánicas están situados por encima
de la línea A., mientras que todos los puntos que representan los limos
inorgánicos están situados por debajo, de modo que si se sabe que un suelo
es inorgánico puede ser clasificado con el simple conocimiento de los valo
res de J,,, y L,,,. Sin embargo, los puntos que representan las arcillas orgá
nicas están normalmente situados en la misma regi6n que les COJTesponde
, '-,-'---"4L...f--'--'--'----'-......L-'--
!lmH inwgdnlt'O• Limo• inN'fldnin,1 � m«Jiana
dlt!Jo_;.('Olnpr,s/bl/Ñ/od CO"'f)l't,ibi/idtnf
ylimolo,,µiniro,
Fts. 7. 2. Cr.i.Oeo de lu pluticld.de. (Hf'ln A. c-«rande).
1:��
-11r'--L--'---J.-J.....L
,.
n•. 7.3. Lladón entre linilte Jiqulclo e Indice pllLfti,;ci, para •elo. tlpi.
{9el'Ún A. C..,nnde).
loo N 10 I 02 41 0024171
Tamaño lN tJIV"" den mkmm, (esrala kg./
Fir, 8.1. Gr■nulometria r eompoadón 1>1lneralódea de D1U1 areliÍa tilat:l•r 111■rin■
(�n R, E. Grbn),
4�'.::.+-•
'ftf/,11111, #tprlr dt<lto-&,ordlltl«co� ,n/f.JS##4WS- 04()()2- .Ji11
_,,.;�'-••Amir-o• l'r/'-hl,úr,"o. ol,ot,,,,-.,.;g;no/ ,;1�
Fir. 8.4. Gráfico modificado de la pfqdcidad, adaptado para &er 111rl;cado con la
c1..1nudón unificada de ,uc!o.. Loo ,uc'oo que se nhie,m en la wna ..,mbre•·
da .., .,.,ntldeun •uck,,. limitca y .., identifican u,ando do• ,imbo'o� (..,.,;., C
S. Bureau of R..cl11mation. 1963).
Cropo
Reacción al ensayo Rigidez en el
de ucudimiento limite plistico
ML
CL
OL
MH
CH
:Cº,m�r_baJa
muy baja• mediana
muy b.ja a mediana
alta• muy alta
....
ripicb. a�ta
nula o muy lenta
lenta a nula
nula
nul•
mediana
""
pequeña
pequeña a mediana
OH mediana a alta oul, • muy lenta pequeñlo a media.na
Lec:tvu .iemonad.u
El estudio definitivo de i. duiflcación de suelos como el de las bases para el
51.!:tema de Cluiflcacfóo Unificada de los Suelos están contenidos en Casagra,ñde A.,
"Cludflcalloo and ldenlificatlon nf solls�. Troni. ASCE, ( 1948), vol. 113, p!gs. 901,992.
Tc,&lo 9.1
lo.....,.
ll
D•CO. req11nid'0<1 para lo Uend/i«ldón 4.e
Tipo
1 ••
85
..
Greda'" ........ . - - - X I X
Arena,grava,ripio. X X - - X -
Limo inorgánico.
'
Umo orginico.
Arcilla ...........
A:r<:illa orgá.nica.
Turba ...
Morena ••...•.•..
Tufa de grauos fioos
l..oesli'" ··••··••·• - X 7
Loes:! modificado .
Marga .. - X X - X - I - - X X X
T= - X - - - X - - - X X -
=t: !:r=;,:�
'SI n o s e di�ponen muestras inalteradas o en tubos, utilícense las muestras obtenidas
en cuch111a uomial (vbue articulo 44).
'Si el olor es muy débil,calentar un pocola muestra: el calor lo intensifica.
opaca:
a
/�ie:: ���
a
�re:'ñad�:dadde�J�ª�i:;;\,,(�J;:!ª�
���"::1.
describa la sensación que le produoe (harinosa, su.ave, arenosa, áspera). Si las muestras
m f aspecto de las paredes
���:sf�r: ro;.!as�f:,:) ;•�::a
'Realloe un en,s¡¡.yo de sacudimiento, página 6. Describa sus resultados (intenso,
Jéhil, nulo), según la intensidad de los fenómen<:J5 observados.
• Dt,scriba la forma (angulat, roru, redonduda, bien redondeada) y las caracterls
ticas mineralógicas de las partículas rnacrosoópicas únicamente. Las caracterimcas mioe-
;.!t�:ntili:" d s
e� �: !!:m �:¡: lu��ba �;=tosl de�=
p os
(f,J:.
a.l¡¡;o d<?SCOmpuesta II muy descompuesta: durl o friable). Si ••na arena oontiene escamas
44 l'ROPIEO,\DES ÍNDICE DE LOS SUELOS
du � i�:.::
• Rompa por compresión un fragmento de suelo seco enh'e los dedos e indique su
a
� ��:aib��•::���n:1�:,:�i:tsustitúyase por ensayo de penetración
normal (arL 44) u otro ensayo equlvale nte.
• ApHquese solo a arcillas y limo fino wn un L'Onlenido de humedad mayor de l
límite
f1t5r!;!e la mue,tra en la forma indicada en la pág. 25.
,. Determínese utiliuu1do el método descripto en la pág. 25 para arenas o grova¡;
�=
paro otros materiales utilizando e! método de Proctor, pág. 440):'siguientft.
- ite liquido del
s¡�so;;d�;� t� s��l�� :Í :%g! ¡
co !e
:{;i� \� ��
e n
materl:l u d �] n e
,. Además del valor numérico del limite plástico, indique si 10$ dlindritos eran
dl,lrOS, firmes, medianos o débilell,
"Presente los resultados en la forma de un gráfico se mllogarltrnico, o bien por
medio de los valores D,,. y U= (art. 5) acompañados de ad}ctlvos que indi•
Introducción
Se dice que un material es permeable cuando contiene vacíos continuos.
Como tales vados existen en todos los suelos, incluyendo las arcillas mis
compactas. y en todos los materiales de construcción no metálicos, compren
didos el granito sano y la pasta de cemento, dichos materiales son permeables.
La- circulación de agua a través de su masa obedece también aproximada
mente a leyes idénticas, de modo que la diferencia entre una arena limpia y
un granito sano es, en este concepto, solo una diferencia ele magnitud.
La permeabilidad de los suelos tiene un efecto decisivo sobre el costo
y las dificultades a encontrar en muchas operaciones constructivas, como lo
son, por ejemplo, las eicavaciooes a cielo abierto en arena bajo agua o la
velocldnd de consolidación de un estrato de arcilla blanda bajo el peso de
un tenaplén. Hasta la permeabilidad de uo hormigón denso o de una roca
sana puede tener importancia práctica, ya que el agua ejerce presión sobre
el material poroso a través del cual circula, y esta presión, que se conoce
con el nombre de preri6n de ¡;ltraci6n, puede llegar a ser muy alta. El con
cepto generalizado y erróneo de que la arcilla compacta y el hormigón denso
son impermeables, se debe a que la cantidad de agua que escurre a través
del material es tan pequeña que, en el caso de superficies expuestas al aire,
ésta se evapora totalmente aunque la atmósfera esté muy húmeda y la super
ficíe tiene aspecto de estar seca. Sin embargo, y dado que los efectos mecá
nicos del escurrimiento son independientes de la velocidad de circulación del
agua, la ausencia de una descarga visible oo es una indicación de c¡ue no
existan presiones de filtración. Una manifestación notable de este hecho
ocurre a veces en excavaciones efectuadas en limos muy finos. A pesar de
que la permeabilidad es muy baja, una pequeña variación en la presión del
agua de sus poros puede resultar suficiente para trasformar una gran can
tidad del material en una masa semillquida.
Fl,J. 11,1. Dl•inim• que lndiu el 1lplfie.do de ura• hldráutlu y J4, •lum,
o ura• plezomét.riea; p.n el �- del �ul'Timlento llnul del ..,.. • 1nvell de
■na muntr• de ..,elo.
,urr. 11 PU>,tltARlLIDAD DE LOS SUELOS 47
(11.1)
(11.2)
(11.4)
{ll.5)
con lo cual
o - Id (11.6)
En ingeniería civil k se denomina como el coeficiente de penneabilitlad
y la ecuación 11.6 se conoce como la ley de Darcy (Darcy, 1&56).
1,8
,,, [\
";s..
"�
I'----.....
460 10 z,,
Tr�l'rllw-o a,,,,,..,c�
1-1•- 11. 2, Reh1clón enlre lempeHIUr'II y vi-idad del a1ua.
no solo de las propiedades del material poroso, sino que también de las del
líquido que circula. Por esta causa el uso del coeficiente k, tanto en este 1ibro
como en ingeniería civil en general, se justifica solo por razones <le conve•
niencia.
En una masa de suelo, los canales a través de los cuales circula el agua
tienen una sección trasversal muy variable e irregular. Por ello, la velocidad
real de circulación es extremadamente variable. Sin embargo, la velocidad
media obedece a las mismas leyes que determinan el escurrimiento del agua
en los tubos capüares rectos de sección constante. Sí la sección trasversal del
tubo es circular, la velocidad aumenta, de acuerdo con la ley O.e Poiseuille,
con el cuadrado del diámetro del tubo. Como el diámetro medio de los
vacíos de un suelo con una porosidad dada aumenta prácticamente en rela
ción directa con el tamaño D de las partículas, es posible expresar k en fun
ción de D tomando como base la ley de Poiseuille:
k = constante X D•
Para el caso de arenas sueltas muy uniformes para filtros (coeficiente
de uniformidad no mayor de 2), Allen Hazen obtuvo la ecuación empírica
siguiente:
(11.7)
en la que D10 es el tamaño efectivo en centímetros (véase artículo 5) y el
1
coeficiente C1 (-- -)vana entre 100 y 150. Como se ha hecho notar,
om seg
la ecuación 11.7 es aplicable solo al caso de arenas bastante uniformes en
estado suelto.
[ml
meabilidad aumenta con la carga hidráulica. En las arcillas que contienen
agujeros de rafees o fisuru abiertas, la circulación del agua trae casi siempre
i':
..i ,,,
¡41
_,,
"42 4-' Q.,6 {),4 /,Q
&/rtt;ó,rot,wr,i,,f!
�. ll.3. Rel■don enlft la penne■bllldad y l■ reladóJI de 1'Aciot de""ª
....,,., ,..,du■da (linu Uen■) y de 111'1 suelo - irlernenlOI _..._
(linea p11J1tead■).
aparejada una erosión interna y las partículas erosionadas van a llenar poco
a poco los pasajes má.s estrechos, con lo cual el coeficiente de permeabilidad
disminuye a un valor muy pequ!OO con respecto al valor inicial. Por ello, la
ley de Darcy no es válida más que en el caso en que el volumen y la forma
de lo, canales de escurrimiento son independientes de la presión y del tiempo.
Eruayo, th permaibilJdad
La figura ll .4 indica en forma esquemática los principales tip05 de apa
ratos utilizados para determinar el coeficiente de permeabilidad de muestras
de suelos. El permeámetro con carga hidráulica. constante (o y b) es Indicado
para suelos muy permeables, mientras que el penneámetro con carga blddu
lica decreciente (e) se utiliza en los suelos menos penneables. Para realizar
un ensayo coo cuaJquiera de estos aparatos, se establece una diferencia de
carga entre los extremos de la muestra y se hace circular agua a través
de la misma.
En el permeámetro de carga hidráulica constante (figura U .4a), se man•
tienen fijos los niveles del agua y se mide la descarga. En el permeámetro
de carga hidráulica decreciente (figura 11.-k), el agua pasa del tubo peque•
ño P de sección trasversal A.1 a la muestra de área At y de alli al recipiente V
de nivel constante. El coeficiente de permeabilidad k se calcula observando
AllT. 11 PEU.!&UnI,IDAD D& LOS .SUELOS 51
la velocidad con que el nivel del agua desciende en el tubo P mientras que
el nivel en el recipiente V permanece constante.
En los eosayo.s de permeabilidad, las fuentes más importantes de enor
experimental son: ·la formación de una pequeña capa de material fino en la
superficie de la muestra, que actúa luego como filtro, y la exi.steocia o for
mación de burbujas de aire dentro de la muestra de suelo. Ambos fenómenos
(e)
(11.9)
10-• 10 1.0 10-' 10-' 10-• 10-• 10-" 10-• 10-' 10-• 10-•
T 1 Crava limpia Arenu limpias y meulas lim- Arenu muy rmas, limo$ orginl001 e Sueb �hlm", e11
Z'
M�
pw de arena y grava. 1
::r.;cos. ��:O¿ ::da,
arcilla estntificaa._
I
por &T.��
zo na de ae.con,postd6n. :::
Determinól- Enu.yo directo del s11do ..In Jitu� por ensaym de bombeo,
d6n d irecl:i 1 Se requiere much, uperiencla, pero bien reama&» son bas- ¡
de lc tante euctos. ·
!:l
54 PBOPIEDADES HIDRÁULICAS Y MECÁNICAS DE LOS SUELOS
además
de modo que
{11.11)
ABT, 11 PERMEABILIDAD DI!: LOS SUELOi s.;
..
Bnm graduado a pobrt!mente graduado
{no uniforme) particuW angulares •• 30 6al8
;r:e�:i�
2. Un es:lnto de arena consta de tres capas horizontaJes de igual espesor. El
;n���: r-;: 1�-�r;_,,1:r,7cu� ¡:i!°'reÍ:ci6� !n�
n-edio d..1.-strato,.nsentidóhorizoot,.l y enscnlidovm:ical?
e
�e �:birl:i
Solud6n: 23 • J.
3. Una muestra de arena graduada de partlculllS redondeadas tiene una �ladón
de vacíos �e 0,62 y un coeflcieote de permeabilidad de 2,5 X 10--' an/seg. Estime5t
elvalor ele k para el mismo materlal a un a relación de vacíos igual a 0,73.
Sr.iuci6n:k=3.S X J0-'crn/seg.
. __J
:r(:,��·
,,
··;,;� =..1
-ri'
_lH�
!;)-
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/2
V
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º
06rcd�ni,1t,<1,-dvliro/•1/H
fl,1. 1%.2. (•) Apa.ralo para de-.-... blo' eondiciona hldriuUca. qae .....,J.,C'ffl
• I• ehallkkin dOl I• aren•; (lt) r-eladón enlre el ....,ti..nle hidrá.,liro Neendrnt"
y la deae•rJ• dt, •cu• por .,1 plano 1upuinr de I• .,..,na en el •par•W indica,\o en (•J•
AIIT, 12 TJ:NSIONES EFECTIVA Y NEU'IRA, CJ\ADIENTE HIDRÁULlCO CRÍTICO 59
......,_
l. Una amia compuesta deelemeolm 16lidos o:m � específico 2,60 grpor
an cúbico tiee n UD& niba6n de adot
v e
d 0,572. c.kvleel pe:so u.ollario de la arena
$tta,de l aarenasatunday compani estos valores con el pesounitarioefectivode l a
ar e n asumergia d .
Soluci6n, Y• = 1,65; y = 2,02; y· = 1,02 gr/cm'.
!� :�.�rjo
2.Enunespe,odepósitodeanina mu yfi na, laoapa f reitlcaie�nlral
de el 1
u:� i::\at:,::J:·el � \(t
lo
;-c:nJb :. 7c:.i:
¡
l a p� vert1ca1dectiva sobre un plano homontal s i tuado .1,()() m dehiljo de a
l
JUpmiciei'
Solud6n, 0,52 kg/cm'.
S. Un estratou s mergiod dearcila l tieneun espesode
r 15 m. El contenido "'edio
de humedad e d llS rr.uestns tomada, e d l estratoes e
d l 54 por den o
t y el pesoespe
cifü:oab&olu.llD de SW1 elementoli 161idosde2,78 g por crn'. Sedesea aber cuil n a l
prm6a W!l'tical efectiva en el fon o d del estraloorigin
, ada por el pe,o d
d mi m
s o.
Solucfón, 1,07 kg/an'.
4.Elpe:soespeclfiooab.olutode a
l pa
s t
r !culasdeu
aar
n enaesde2,66grpor
de e s . del
d n o
bi
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º
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��:!::a�r! :r::��n��nJ:°��
as u
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u
udd �li...\!! !;
'":1� ��
d oa
=��� �� :roiiub� � ,! c:;,: de :ere,�s�
ªS:
e
ua �:ha
antes de a
l ucavadóo se hubieraefectua
do unaperforación.
Solud6n: 6,10 metros por encima e
d l plano 1u
perior del ntutode arena.
fotrodiu:ción
Si las zapatas de fuodación de un edificio se encuentran apoyadas direc•
lamente sobre una capa de arcilla blanda, es probable que sufran un asen•
tamiento excesivo y que quizás lleguen hasta a hundir se en el suelo. Con
diciones tan desfavorables del suelo de fundación se perciben fácilmente,
de inodo que los proyectistas reconocen generalmente las posibles dificul
tades y establecen sus fundaciones sobre pilotes o pilares que atraviesan la
capa blanda y descansan sobre estr atos firmes.
_
62 PROPIEDADES lUIIIIÁULIC.\S Y MECÁNICAS DE LOS SUELOS
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oC, -, I(}
Prnid11 p e11 K9/r,ml
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64 PflOPIEDADES K.DRÁUUC.U Y MECÁNICAS Dls LOS SUELOS
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Fla. 13.3. <• r /,) R..ladOn enltt., r I' para en..r- • la eom-ion la1er•�
m.,n1eronllnada dean,,,.._
obtiene para una mezcla de 90 por ciento de arena y 10 por ciento de mica,
.con la diferencia de que la relación de vacíos de la arcilla bajo una presión
dada es mucho menor que la relación de vacíos de la mezcla arena-mica
bajo la misma presión.
Todas las curvas e -log p indicadas en la figura 13.2b tienen ciertas
caracterirticas en común: se inician con una tangente horizontal y proba
blemente terminan con una tangente que es también casi horizontal, estando
lo� dos trows extremos unidos por una parte central bastante recta. Para
las arenas, la parte central es recta para presiones comprendidas entre apro-
ART. 13 COMPRle:SIBlUDAD DE ESTI\ATOS C,.JNFll'IADOS DE SUELO 6.5
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(16 PIIOP!EDADl:S HIDRÁULICU Y MECÁNICAS DE LOS SUELOS
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K, p■r■ I■ ar,:111■ n, _....., nalur■I en el ten-eno.
tra sometido por efecto· del peso de la cubierta. La presi6n J)G es igu1I a
la suma del peso del suelo sumergido situado entre la profundidad D ·y la
napa freática y el peso total, suelo más humedad, del material situado por
encima de la napa.
Durante la toma de muestra, la presión que soporta la arcilla es reducida
a un valor muy pequeño, mientras que ru contenido de humedad permanece
casi inalterado. En la figura 13.5 este proceso viene representado por la
l!nea punteada aeo. Si la presión en la muestra es nuevamente aumentada
sometiendo el suelo a un ensayo de consolidación, la relación de vados de
las arcillas ordinarias de baja o mediana sensibilidad disminuye al aumentar
la carga, siguiendo la ley indicada por la línea K.. La parte curv11 de K,,.,
que representa la recompresión del material y es similar a la curva c:.d d.,
la figura 13.4b, empalma con una Hnea recta. La prolongación hacia arriba
de la parte recta de K. corresponde a la tangente db de la curva Ctd de la figura
13.4& e intersecta a la horizontal trazada por el punto a, figura 13.5, en el
punto b. La experiencia indica que, para arcillas nonna1mente consolidadas,
el punto b se encuentra siempre situado a la izquierda del punto a.
Si se toma la misma muestra de arcilla y mezclándola con agua se la
trasforma en una pasta espesa para consolidarla luego gradualmente, sorne•
tiéndola a cargas crecientes, se obtiene en el diagrama e-log p, la línea �
de la figura 13.5. Por debajo del punto e esta linea es casi una recta y, si
bien su inclínación es algo menor que la de la parte recta de K.., su prolon
gación hacia abajo inter:secta la continuación de la parte recta de K. en un
punto f, que corresponde a una relación de vacios aproximadamente igual a
0.4eo (Schmertmann, 1953).
La linea de consolidación K, que representa la relación real entre e
y el log p en el terreno, debe pasar, como es obvio, por el punto a. A pesar
de ello, ninguna de las dos curvas de laboratorio, K. y K,., pasa por dicho
punto, resultando entonces evidente que la línea K puede solo ser determi
nada por medio de una extrapolnción de los resultados obtenidos de los
ensayos de laboratorio. Como las dos Ilneas K,. y K, son rectas y se inter
sectan aproximadamente a la altura e .., 0,4eo. parece razonable suponer
que la línea e-log p del suelo en el terreno sea también una linea recta que,
pasando por el punto a, al ser prolongada hacia abajo corte la ordenada
e - 0,4e, en el punto f. La línea así obtenida, se llama lír11:a de coruolida
ción en el terreno.
Si no se dispone de muestras inalteradas, el punto f puede ser detenni
nado con suficiente aproximación por medio de una linea e-log p para una
muestra amasada, K, de la figura 13.5, siempre que la carga sea llevada
por lo menos hasta 20 lcg por cm cuadrado.
El valor de la relación p./p0 entre las presiones representadas por las
abscisas de b y a, figura 13.5, indica hasta qué grado la estructura de la
muestra ha sido alterada. Los valores de esta relación oscilan entre 0,3 y
.0,7, con un término medio de 0.5, con la característica de que una dispersión
oonsiderable de valores es muy común aun para muestras tomadas con un
mismo sacamuestras de una misma perforación. Se deduce, por lo tanto,
que el valor de p./p¡, depende en gran parte de factores accidentales, tales
ABT, 13 COMFRESJBILIDAD DE lSTRATOS 00:."FINADOS ¡;¡; SUELO 69
:�=
reduce el espesor del eilrato en el valor:
S - 11 · Ap · m, (1:,.4¡
00�01�<:: :i:i,� te
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lo
C:�!:O:
im;ill,,, Si�portantoparacalcululosuentamientn.squeprod..aqu .cee
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desuei.... 'luecum(l!en oon aa (l()ndición. En particulat, la aperiencia ha ido de·
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�� :�mi::ui�n::n,: •e�;ti;;:ia:i: �:a1":.�01: :::;::t, dr:1.;ti��l��:
,dcJgadares peetoal11DCho dea l fundaciónyqueseve50ir.etidaaunacargaqueeo
su espnor puede considerarse corno ulliforme1ree nt distribuida o biepoco
n vua
i ble.
En casos divenosp roporciona .,Judonel que pueden llegaar ser10lo grosen,menteapro
J<imadu yaún muy alejadas de1' ttalida.d (N. d- T.)
70 PROPl:El>ADD HIDRÁULICAS Y MECÁNICI.S DE LOS S'JELOS
Po:
C.Ombinando la ecuación 13.5con las 13. l y 13.3resulta:
Ap
a. - � Jog11 (13.6)
Po:A p
m., - Ap(l C+ eo) g10
lo (13.7)
(13.8)
Po!
set" expresada por la ecuación:
e - e0 - C.' log10 Ap
(13.9)
11� LtHifil
,,,, I!" ,,,, u .,, '""
Lhnif� /i(l{Hi/o(,{ .,_. _...;
,,,,, 14"
�'¡I 13.6. Rel■dOn '""'"' limile lí'lllido e indice de eomprHli.n p■H ■noill■s
■m■ud.■1. (Sq:,,11 A. '9:", Skempt,..., 19-14, -, otl'OL)
por el peso de hielo que m1h tarde se derritió, o bien por desecación debida
a que la arcilla estuvo temporariamente expuesta al aire. Si esta presión
mayor á.p0 fue menor de unos 4 kilogramos por centímetro cuadrado, la
arcilla puede encontrarse aún en estado blando; pero si fue mayor, la arcilla
es compacta.
La figura 13. 7 ilustra dos procesos geológicos que llevan a la precon-
50lidación de arcillas. Todos los estratos simados por arriba de la roca fueron
depositados en un lago cuando el nivel del agua se encontraba por e n
cima d e l a superficie actual del terreno alto. Luego parte d e los estratos
fueron erosionados y el contenido de humedad de la arcilla del estrato B
aumentó un poco en la woa erosionada (a la derecha en la figura), y
disminuyó considerablemente en la parte no erosionada (a la izquierda) a
causa del descenso de la napa íreMica. Con respecto a su cubierta actual,
Fl1. 13.7.
i=1
Roca
=dre
-·-:.;
fl¡r. 13.8. (■) Rc:ladón en1"1 e y p, en e! lffftno, pan una •rdl!.. normalnwnle
...,.,o.ldada: (bJ relariona ,:nlre r !' fl pan una arcilla •imilar pN"f"OnMlld.da.
74 PROPIEDADES HJDRÁULICAS Y MECÁNICAS DE LOS sun.0S
al mismo nivel o por encima del terreno alto actual y que, además, la napa
freática llegaba hasta muy cerca de dicha superficie original. Pero, si la
evidencia geológica no es tan clara o si la preconsolidación fue causada por
desecación o por el peso de una capa de hielo que se derritió sin dejar seña
alguna de su espesor, la estimación geológica de la máxima presión de conso
lidación es muy incierta. En tales casbs, el único procedimiento que queda
para obtener por lo menos una idea general del valor de p0' consiste en
estimarlo en función de los resultados de ensayos de laboratorio.
Se han propuesto varios métodos para detérminar, en función de los
n:sultados de ensayos de laboratorio, el valor de la máxima presión de con
!Dlidación. La figura 13. 9 ( A. Casagrande, 1936b), que representa la cur
a e-log p de una muestra inalterada de arcilla, ilustra uno de los métodos
111ás utilizados. Por el punto e, en que la curva tiene el mínimo radio de
curvatura, se traza una linea horiwntal y una tangente a K.. La bisectriz
del ángulo o que forman estas dos rectas intercepta a la continuación de la
parte recta de K. en el punto d, cuya abscisa se supone que es igual a p¡.
El método indicado en la figura 13.9 se basa en la observación del
efecto que la carga y descarga tiene en la relación de vacío, de muestras
inalteradas de arcilla y provee una buena concordancia con la presión efec
tiva resultante del peso de las capas sobrepuestas en depósitos que se
sabe que están nonnalmente consolidados, siempre que los ensayos se hayan
hecho oon muestras inalteradas de la más alta calidad. En los pocos casos
en los cuales la máxima presión de consolidación de una arcilla preronso.
lidada ha sido fehacientemente detenninada por evidencia geológica u otros
rnedios independientes, la concordancia entre la presión de consolidación
máxima real y la determinada por medio del procedimiento gráfico ha sido
bastante satimctoria, siempre y cuando las muestras utilizadas para los ensa
yos de comolldación fuesen inalteradas.
Cuando una arcilla ha sido altamente preconsolidada, puede darse que
en un ensayo de consolidación no rrsulte posible incrementar la presión
mucho mú allá de la máxima pretión de preconsolidación y que la parte
recta del diagrama e -log p no quede bien definida. Sin embargo, cuando
la magnitud de la preconsolidación pennite determinar bien esta parte de
la curva, se puede obtener una mejor aproximación a la curva e-log p real
del suelo en el terreno por medio de un procedimiento gráfico debido a
Schmertmann, 1953. El procedimiento requiere descargar la muestra en
incrementos, después que se ha alcanzado la mh:ima presión del ensayo,
con el objeto de obtener una curva de descarga de laboratorio. La curva
de consolidación de laboratorio se representa por K.. en la figura 13.10. El
punto b representa la relación de vacíos e. y la prttión efectiva p. causada
por el peso de los estratos que cubren la arcilla en el terreno y que la solici
tan antes del muestreo. La curva e-log p debe pasar por este punto
y la línea vertical define p'u como la máxima presión de consolidación
determinada por el procedimiento gráfico de la figura 13.9. La parte
de la curva real e-log p en el terreno, comprendida entre P• y p.', es
una curva de recompresión. Como en el laboratorio hay muy poca dife
rencia en la inclinación de las curvas de descarga y recompresión, se supone
oue en el terreno la curva entre P• y p; es paralela a la curva de descarga
de laboralorio. Con esta idea se trua una línea que pase por b paralela
a cd. Su intersección con la vertical que pasa por p; se designa ú. Para
presiones superiores a p.', se supone que la línea recta áf representa el com
portamiento en el terreno, donde f es la intenección de la extensión hacia
abafo de la parte empinada recta de K. y de la ordenada que corresponde
a e .. 0.4e .. Entre by á se b'aza una curva suave "como la indicada en la
figura 13.10.
Para los propósitos de la práctica es con frecuencia suficiente saber si
una arcilla es o no altamente preconsolidada. Esta decisión puede reaüzarse
mualmente sin necesidad de recurrir a la oonmucclón gráfica de la figura 13.9.
Si una arciDa es normalmente consolidada, los puntos b de la figura 13.5
se hallan invariablemente situados a la izquierda de los puntos a, de modo
.un', 13 00MPJ\ESIB1LIDAD DE ES'IRATOS CONFINADOS llE SUELO 77
qae si se han· ensayado varias muestras inalteradas de un estrato de arcilla y
11 todos los puntos b obtenidos de los ensayos están a la iu¡uierda de los a
el va1or de Po' es seguramente no mucho mayor que la presión que la arcilla
mporta en la actualidad, as! que el efecto que la preconsobdación pudiera
llmer sobre el asentamiento puede despreciar�- Si por el contrario, la presión
de precomolidación es mucho mayor que la presión actuaL por Jo menos aJgu.
mi,s de los puntos b están situados a la derecha de los a. En este caso, el asen•
tamiento de la estructura a construir sobre la arcilla será pequeño comparado
-- -- ___ r __ _
),_
Po Pd
Pr�skin r�sc. log J
l-1s, 13.10. Cc,n.truec,ión p-áíka par• .,.,1n..r la r,.lación que
"•lote en el terrenoenlree 11' 1'9"" •n• an,II'• pn,ron,nlidaiia
C•�l'Un Schmer1man, 1953).
CIOD el calculado en función de los resultados de ensayos, pues la relación entre
la cUTVas de consolidación en el laboratorio y en el terreno, para una arcilla
de este tipo, se asemeja a la que exjste entre las curvas K.' y K" de IR figu�a
13.8b.
Si parte de un estrato de arcilla oormalmente consolidada ha sido pre
cx,nsolidado por desecación, el contenido de humedad de las capas preconsoli•
dadas es relativamente bajo, de modo que la situación y el espesor de estas
c,apu puede deducirse del perfil de contenidos de humedad. Cuando se hace
el cálculo de asentamiento, las capas preconsolidadas pueden frecuentemente
aiponerse incompresibles.
.hdllu i-.lteradtu estriue,uidwu
Para las arcillas inalteradas ordinarias la curva K.. del diagrama e -log p,
(6g. 13.5) es apromn&damente parabólica. En cambio, para las arcillas
mrasensitivas tiene la fonna indicada por K. en la figura 13.11. Pennane('('
prácticamente horizontal hasta que la presión sobre la muestra se aproxima
o excede en algo la presión efectiva P• que soporta en el terreno, a partir
de cuyo instante se torna hacia abajo de una manera bastante abrupta. A
medida que la intensidad de la presión aumenta, la inclinación de la curva
de nuevo decrece apreciablemente harta que al final pasa a constituirse en
una linea recta inclinada K,. La prolongación hacia arriba de la tangente
a la parte empinada de K., en su punto de inflexión e intercepta a la hori
zontal que pasa por e. en el punto b'.
SI el depósito de arcilla extrasensitiva fuese nonnalmente consolidado y
la muestra perfectamente inalterada, podría esperarse que b' coincidiese con
el punto a, que tiene por coordenadas (p., e.). Si la muestra fuese lige
ramente aherada, b' debiera situarse hacia la izquierda de a. Teniendo en
cuenta estas condiciones, la construcción de un edificio que contribuye solo
con un muy pequeño aumento a la presión p. debiera ser seguida de un
dramático asentamiento de la ohm. En la realidad se ha encontrado que,
en general, es posible Incrementar la presión desde p. a un valor mayor
p. + Ap. sin que se produzca un asentamiento desproporcionado, pero que
para valores de A, que exceden Ap., el comportamiento corresponde al que
se obtiene de una curva e--log p por lo menos tan empinada como lo es
la parte mis vertical de la porción superior de K.. (fig. 13.11). La facultad
de una arcilla e:rtraseruitiva de sostener sin mayor asentamiento una presión
que exceda la presión existente en el terreno puede ser, en algunos ca.sos,
una consecuencia de un ligero grado de preconsolidacl6n simílar al tratado
en el apartado anterior. Por otro lado. puede ser la consecuencia del des•
arrollo de fuerzas de adherencia entre las partículas de arcilla ( artículo 4).
Por ello, la fuerza Ap• se denomina, a veces, ruistencia de adherencia (Ter•
'Z8ghi 1941a).
Cuando se puede estimar esa resistencia de adherencia, es dable apro
ximarse a la curva K en el terreno de la siguiente manera. La parte recta
Inferior de K.. se extiende hacia abajo hasta el punto f sobre la ordenada
6 - 0,4e11- El punto b se sitúa en la Une8 e = e0 a un valor de p igual a
Po + dp¡. Finalmente, se traza una linea vertical por el punto f que
Intercepta a la horizontal que pasa por e = e0 en el punto A. La curva K
se construye de tal manera que, para cualquier valor de e, la relación entre
la distancia horiwntal que va desde K hasta fA y la distancia horizontal que
va desde K.. hasta fA sea igual a:
� bA
Ti". VA
En algunas localidades, como la ciudad de Méjico, la resistencia de adhe
rencia puede estimarse bastante bien sobre la base de la experiencia de obra.
· Pero si no se puede hacer una estimación fehaciente, es preferible suponer
que los puntos b y b' coinciden.
La línea K.. puede obtenerse únicamente ensayando una muestra inalte•
rada. Si la muestra se encuentra muy alterada o ha sido amasada y meu:lada
con suficiente agua para trasformar la arcilla en una parta espesa, la curva K,
AllT. )3 OOMI'RESIBlIJDi\D DE FSIRATOS OONFINADOS DE SUELO 79
del material amasado se parece en todos sus a.sp,,'Ctos a la Clllva K,. (fig. 13.5)
de las arcillas ordinarias, siendo prácticamente recta sobre una gran extensión
de su desarrollo. Su inclinación es algo menor que la de la tangente K, a la
parte inferior de la línea K. de la figura 13.11. En otras palabras, la alterad6n
de la estructura de la arcilla destruye las propiedades responsables de la fuerte
flexión que tiene la línea K. por debajo del punto b de la figura 13. ll. Por
ello, los datos necesarios para coDStruir la línea de consolidación en el terreno
de las arcillas extrasensitivas pueden obtenerse únicamente realiz.aodo ensayos
de consolidaci6n sobre muestras inalteradas. Afortunadamente, utilizando saca
testigos a pistón con tubos de pared delgada ( artícu1o 44) se obtienen, con
frecuencia, muy buenas muestras inalteradas de arcillas extraseositivas, porque
,,
a 6 tli A
,¡,
Pre.sit:in (e.K./og.J
FI,". 13.U. Rdackma entn • -, I' pan, ardlla e:,:trQenolthQ.
F;., eJ lahonloriot K, •muad•, K, ln.t1.,...dri. En .,1 l"'"""noen su
Mtadon•lural,K.
_
fuente y la importancia de los errores involucrados en los cálculos de asenta
mientos basados en Jos resultados de ensayos sobre tal tipo de muestras
se trataron en la página 74.
......
l. Un estnto de lll'cilla oon un límite
,50 me 5 00
liquido
u
promedio de 45 por ciento tiene
:Í: f�U:tn! por �¡o de� su���cles Q � S::. • na
El ro::1n':t�!
humedad de la .'.ll'ci.lla es del 40 por ciento y el peso especifiro de las partículas M'.idas
2,78 gramos por centlmetro cúbico. Entre la superfide y la arcilla, el subsuelo oons.iste
f
nac
��do �!.!o 1a":::. es t l�g � meteo
u ni tros
��:t�r !.ri:do�ru:�:
evidencia geoJógica, se sabe que la arcilla es nonnalmente consolidada. El peso del
=
edificio a construir sobre la arena aumenta la presión existente mbre l a arcilla en l,2 ki
por centimetro cuadrado. Calcúlese el asentamiento pron-.edio del edificio.
So/uci6n, 28 centlmetros.
2. El estrato de arcilla B de la figura 13.7 tiene un es�r de 7,50 metros y
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arcilla está cub ierta por un estrato de arena que tiene el mismo peso unitario qoe .-1
�t= �:m=�al= d!
del problema anterior. CaJcúlese la márima presión de roruolidación para la rr.itad
derecha del estrato.
Solud6n, 4.S kg por centímetro cuadrado m ayor que la presi6n 'I"" soportl\ rn
la actualidad.
E 18 de
d estr!io Je 'í� kg �: !�í':ie�· �U:�d:� Jj n
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82 PBOPUCDADES HIDRÁULICAS Y MECÁNICAS DE LOS 5Um..OS
�dela m:illa u del -45 pot ciento. Uljl datos relati- al espesor del estrato
y a la pos_lcilm del lugu,on los mbmos del problema 2. El contenido de humedad
inf:;:!
J:i !;!t!::'?i �1:tro
�delaardlla esdeJ 35¡,ordento y el �\IJlÍtario de las puticulas J61idu
c-ó.bfco. Estímense los límites superiores e
Solucl6ri: No mú del 25 por dento de SS oentlmetros, o tea 8,8 oesitimetros y
probablemente no meno. del 10 por ciento de 35 centlmetro5, es decir, WIOli 3,5 oenlimetros.
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punteada es nmy diferente para las distintas arcillas. Para las arcillas orgá
nicas la inclinación inicial puede ser casi tan grande como la de la curva
llcr>a, La consolidación progresiva, representada por las curvas llenas, se
co11oce 1..-omo consolidación primaria, mientras que la representada por la
· di,ttancia w:rtical entre las curvas llenas y las punteadas, como efecto secun
daria. El efecto secundario es probablemente una coruecueocia del hecho
ele que la compresión de una capa de arcilla está asociada con el desliza•
ART. l4 CONSOLIDACIÓN DE CAPAS DE AltCll..LA 85
lidaclón de modo que sus características y las condiciones bajo las cuales
se producen solo pueden investigarse por observación directa.
A pesar de las simplificaciones radicales que implica, la teoría de la
consolidación sirve a un propósito útil, pues permite, en base a los resultados
de ensayos de laboratorio, hacer por lo menos un cálculo aproximado de la
velocidad con que se producirá el asentamiento originado por la consoli
dación. Por esta raz.6n, dicha teoria se presenta en forma breve en el
artículo 25 de la parte 2.
Problema
l. Los resultados de un ensayo de consolidación sob!ll una muestra de arcilla
con WI espesor de 2 centímetros i ndican que la mitad de la consolidación tol.al ,¡e
pnxluee durante tos primeros 5 minutos. En condiciones similares de drenaje, ¿cuinto
tardaría un edificio construido encima de una capa de la misma arcilla, de 3,60 metros
.= para experimentar la mitad de su asentamiento total? (Desprecie el efecto
: :j.
Solucl6n: 1 = 112 días.
2. La relación de vaclOS de la ar cilla A disminuyó de 0,572 a 0,505 por un ombio
d 0 8 e1 m n d
:a=� �:J; de1¡: :�· c:n.1::;t
B de 0�:12 a d,51;. i ru:;::r de ��:· 1�
e
� :=da�ó� 18;.,Y t! :::•!::,,:� �i!�� S ��:1�Ía
��!'ta
relación entre ID! coefi ci e ntes de penneabilidad de A y de B?
ª
��.�ÁI
º
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Soludón,:n a l.
3. El subsuelo en que está construido un edificio coruiste en un espeso depósito
e
:�t Ei :1 ia::etori :, !�ai:�:s:�: :r:11acaJ': /; ::\�e��ºt ti!,.�Z:nat
ª u
por arriba y por abajo, al canza el 80 por ciento de la consolida ción en una hora. ;.Cuánto
tiempo se necesitará para que el estrato de arcilla alcance un grado de consolidación
del SO por clentoP
Solucl6n: t=600días.
Consideracione, pi'áciico,
=
puedtl ser variada independienttmente de la anterior.
Los elementos esencial<:s dtl uparato triaxial Sil muestran en forma
esquemática en la figura 15.1. La superlide cilin<lrica de la muestra se
cuhn: con una membrana <le guma sellada a un pe<le�tal en la parte inferior
y 11. una cabeza en la parte su¡itrlor. El (:Onjunto está contenido en una
p,.,..;,¡,,_;,.,
>'ilC. IS. l.
::;��-:: --:·
A"P.•A
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88 PROPIEDADES lllDRÁUWCA5 Y Mn:ÁNIC.U DE LOS SUEL05
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Pr.sióninlCiul,f';
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n.,. IS. 2, Comportamiento de un■ probel■ dlindrk■ b■jo 1■ pl'ftión unl•
íono>e lnld■I p, del _,,...,o 1rl■1d■L (•) Ten>k,...,,. prlr..-lpa'� que arlll■n
■obn la probeta; (6) 7 (e) Ui■mln■ricn .!e wo'um.-n c,11 fu...-'6n tk' •�mpo
cuando.., permite el drenaje; (11) E,, ftCal.■. ■rlt,....llr■, (r) �.:.., e,w:■1■ lo«•
rí1mic■¡ (') P!fflun de poro■, eon,o um, fundOn de la pre,;lón unUO)l'me¡
(■) ffitmlnueión de wulumen en fundjn del 11empo ru■111lo no .., pe<'mlle
c,ldren■je.
r,,
),l_.. 15.3. CompoM•miento de una probt:la triaxlal ...,unda .,.,•ntlo o.t:
Jn,.remt:nl• I• renairln ven;.,.1 á,p. (a) Ten,ione• pri,..,,ipale. que •f:IÚan
,;vbre I• ,,...,het•¡ (b) 1 (e,) 1>;1.,...,,...¡• de len,i:jón 7 umhlo de vnlumt:11 en
rundún do, 111 do,formui6.n .-.pc,,,iflu par• •rt:n• auc,ha 7 an:11111 normal
mcnlo, nm110lid•d•1 (,l) 1 (e) Dllerencl• de lt:nt<lón y umb;o de vol.,mr.n
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92 PftOPIED,\DE'i HIDRÁULICAS Y Yll!.CÁNICAS DI:: LOS SlJU.OS
Fi�. 15.4. Reladón para •r-en• enlft .,1 módulo 1 ...,.,.,1., lnld•I y I• pre
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et- de la clelw-macJón esperilka pan •�• de.,. -, ucill• ■lt■mente
_
ART. 15 TENSJOi,,'ES Y DEFORMACIONES DE LOS SUELOS 95
obtienen en este caso las líneas punteadas de las figuras 15.Sb ad y el valor
de A puede exceder la unidad ( artículo 18).
Cuando se realizan ensayos tria.Iiales consolidados no drenados sobre
una arena densa o una arcilla altamente preconsolidada, los resultados <iue
se obtienen son similares a los que se representan en las figuras 15.Se a g. La
primera muestra la relación entre la diferencia de tensión axial Ap y la
deformación específica. En c1;anto a la presión de poros, para pequeñas
deformaciones específicas, suele aumentar positivamente, pero, para defor
maciones mayores, tiende a disminuir y tomarse negativa con respecto a la
presión ahnosférica (fig. 15.51). La disminución de presión de poros va
asociada con la dilatancia del suelo. Sin embargo, como no se puede produ
cir un cambio de volumen porque el drenaje de la muestra está impedido,
la tendencia a la absorción desarrolla una deficiencia de tensión en el agua
contenida en los poros.
El ooefJcieote de presión de poros Á que corresponde a esta situación tiene
valor positivo para bajas deformaciones especificas, pero disminuye con el
aumento de la deformación y se puede tomar negativo (fig. 15.5g), En este
respecto, el comportamiento de materiales densos o preconsoliclados difiere
radicalmente del que corresponde a los materiales sueltos o normalmente
consolidados. Para la relación de vacíos crítica, una muestra de arena ensa
yada en condiciones no drenadas experimenta un cambio de presión de
poros muy pequeño o despreciable.
La inclinación de la tangente al origen de la curva llena o de la curva
punteada de la figura 15.5b representa el m�dulo tangente inicial E,. para
el ruelo en estado consolidado no drenado. Durante un ensayo consolidado
no ·drenado de una muestra de arena suelta o de una arcilla normalmente
consolidada, la presión de poros permanece positiva durante to<lo el ensayo.
Si se representan en la misma escala, la cur\'a tensión-deformación llena de
la figura 15.Sb es más achatada que la correspondien!e curva 11nm de la
fi�ra 15.3b. En cambio, para arena densa o arcilla ¡irecimsolidada (fig.
IS.Se), la curva es más empinada (¡ue la rorrespondieote curva ele 1:-t
figura 15.3d.
Como consecuencia. en la figura 15. 4, que representa la rPlacicin cutre
la presión de confinamiento y los valores de E;, la curva <ll' F.,. parn arena
suelta estarla situada por debajo de la linea E, de ésta. mientras <¡ut>, para
arena densa, se situaría por endma de la línea E, �·orresp,.ndicntl'
Si al final de su consolidación inicial baju la presión de ,�mfinamicnto
p3, una probeta no está saturada, el cierre de las conexiones de drenaje
antes de aplicar la presión .externa ..\p no impide el cambio de volumen, a
causa de que se comprime el aire contenido en ella. .-\ medida que la dife
rencia de tensión aumenta, la presió11 de poros también lo hace, no sólo
en el agua sino también en el aire contenido en los hueros. 1 .a relación
entre la presión que se desarrolla en el aire y la que se produce en el agua
·es compleja, y la medida por separado de la presión del aire y del agua
contenida en los poros no es todavía un procedimiento de rutina. La rela
ción tensión-deíormaci/m clepende en una mrdida considerable del grado
96 PIIOPJEDADES HlDIIÍ.ULICAll Y MECÁNICAS DE LOS SUELOS
1 -
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parueadu).
inicial de saturación. Para los suelos compactados, dicha relación se ve
también influenciada de una manera significativa por el método de com•
pactación (Seed et al 1900}.
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vías grúas. las consecuencias que acarrean las variaciones de carga deben
�=
ser consideradas especialmente.
1-1urq .elecdonacla,,
Andreseu, A. y N. E. SimoDS (1960), �NOIW1'gian triaxial equipmeut and technique",
Procudingr ASCE Ruearch Confntncc on Sh«u Stmagth o/ Cohuwtl Solu, pigs.
695-709. Diu:usión wbre equipos especialiu.dN y prooedimlentos para ensayos
e:
trluiales.
Bisho�2�J.,ºLo���1�� :;-;:;,�-:' 50�
técnicas y resultados típicos.
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Tensiónnomtt1t,p o·
-��lr�-:·;d
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minadas por las coordenadas de los puntos contenidos por las circunferen
cias dibujadas en punteado en la figura 16.lb. Como en el ensayo triaxial
usual la tensión principal mayor actúa en la dirección vertical y la presión
de cámara es a la vez tensión intennedia y menor, el diagrama de Mohr se
reduce a la circunferencia exterior que corresponde a las tensiones princi
pales mayor y menor p1 y p3• Esta circunferencia se conoce como la cir
cunferencia de ten.rionu.
Las coordenadas de todo punto, como el D, situado sobre la circunfe
rencia de tensiones, representan la tensión nonnal y la de corte que actúan
sobre un plano especifico, inclinado de un ángulo a con respecto a la
dirección del plano sobre el que actúa la tensión principal mayor. De la
geometría de la figura se observa que el ángulo al centro AO'D es igual
a 2 a.
Siempre que las tensiones principales p¡ y p, corresponden al estado
de rotura d� una probeta, por lo menos uno de los puntos de la circunfe
rencia de tensiones debe representar una combinación de tensión nonnal
y de corte que conduce a 1a rotura en algún plano a través de ella. Más
aún, si las coordenadas de dicho punto fuesen conocidas, la inclinación del
plano sobre el cual se produce la rotura podría ser detenninada por el
conocimiento del ángulo a.
Cuando se cooducen una serie de ensayos y se dibujan, para cada uno
de ellos, las circunferencias de tensiones que corresponden al estado de
rotura, al menos un punto de cada circunferencia representa la combina
ción tensión normal y de corte asociada con la rotura. Si el número
de ensayos awnenta iodefinidamente y el material es homogéneo e isótropo,
resulta evidente que la envolvente de las circunferencias de rotura ( figura
16.lc) representa el lugar geométrico de los puntos asociados con la rotura
de las probetas. La envolvente se conoce como la linea ch rotura o la
lfnea de rainencia intrínseca y, para un material dado, depende de las
condiciones específicas que corresponden a la serie de ensayos ejecutados.
De la geometrla de la figura 16.ld se puede ver que para cualquier
circunferencia de rotura:
(16.3)
EllCliuu:ión th e y ,t,
Las ecuaciones 16.3 y 16.4 son válidas solamente si tg ,t, tiene el
mismo valor para cualquier sección plana que pasa por un punto dado del
material solicitado. Si los vacíos de un suelo isotrópico están ocupados
solamente por aire bajo presión atmosférica, esta condición se satisface. En
cambio, si están ocupados con un líquido bajo una tensión u,., una parte
de p de la presión p (ecuación 16.4) la soportan los componentes sólidos,
los que exhiben un valor definido del parámetro tg ,t,, mientras que la
diferencia p - 'P = u.. la soporta el liquido que tiene tg ,t, = O. La relación
f,/u... es distinta para las diferentes secciones que pasan por un mismo
punto, de modo que la ecuación y la interpretación física precedente de la
linea de rotura de Mohr son válidas solo en la coodición de que p en las
ecuaciones 16.1 a 16.4 se remplace por la tensión efectiva P - p - u_ con lo
cual:
, = e+ (p - u..) tg ,f , = e+;; tg .t, (16.5)
•tri=
Ecuación que se designa como la ecuación revisotkJ de Coulomb (Ter
zaghi, 193&).
Cuando las abscisas del diagrama de Mobr representan presiones efec
tivas ¡; y la línea de rotura es una recta, la inclinación de dicha línea se
�==�,e:
�n tres mue!ltru iguales de un mismo material o tresprobetas de una misma muestra.
No obstante, utilíundo una mAqulna de ens.yo co11 deformaeiÓII controlada , en todoslos
=���:
suelos cuy• curva temión-defonnadón tiene unpico mblmo ,como el de la fig. 16.2 (b),
espos.iblerealizarlostresensayosconunasol&muestrapara lo cual solo es indispensable
do
��•es�C: no� J:'�q�Ü��
o
d!JoiÍ:6 !1
º
f;� ';'_:
ello, tan pro11f0 como i!p adqllie� una tendencia a disminuir, ,e da por terminado el
ensayo y &e Inicia otro aumentando p, pua repetir elproceJO. Según l& &pmeocia del
e
: : ,�
a r I
t�:1 :�== rocJd �/:, te orm �: �
b
�=::
rocabland.a ,incluidoslaaren.ay lagrava.Duranle losensayos,elminúan avec,esplanos
potenciales defraeturadelaprobeta que ,enprinclpio,la debilitaran pan los �yos
siguientes,pero debido a que 1a Jlne. real dé resistencia Intrínseca es curva como lo
indica la fig. 16.1 (e), el ,ngu!o 11 varia 0011 1apresión de confinamiento p, de modo
1 a l
'"��:¡¡iJ ��i�. �=� se osllev��i: �a '::eni': r:�1;:i
� � g-�;�/s!:.
Lw par6m6tfW de
,�LRo!t'������\;' �':l.:';_
oblenldoa partir de � en.,ayo, ucolonoda,, 2º Ccmgr. Pan. de
corle a
0;
--
necesarias para llegar a una rotura simultánea, pues, aun en un material
1 ,,:v-
·"¡,,,Dº' '
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Pdormodo"n
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th mor,on
PNJi<innormofe/«ti.-o,,P
1,1
Fis, 16,2, (o) C11rv• 1�ón-ddormaeióo pan un material pl.iolieo idW con
rou,ra 1lrnuluío:,..a1 (b) CurH ten,ión-deformadón para an 1uelo real,
mo.1.-.ndo la ml11eneia pleo o mUlma -, la linal; (e) Llnea, de romra
tiple-■ pa.-. la !'ffblencla pleo y I• linal de un mbmo 1uelo,
=';J"'�
l.eduru..Jea:k>nadM
lifflkel, D. J. (1960), '"Tho $heu 1trengtb of Ntwaled remolded clays-, Proadtng, ASCE
llir#MCh Conf� on Shur Sinmgtli of CohUiw: Sea,, P'� 5J3.,M4, R�umen
de emayos triuuilet expresados en tfflninos de relaciones fundamentale$ entre
r�- i!!�
tendones.
i°"f�i:ss�� �-=oeklea5i:·
Newmarlt, N. M. ( 1960), MFallure hypothesa: for IOib", Pf'OCeedtng, ASCE llumrch
9
w.m:::.'::1. H�:'f"'o���•1�·.� :pmmental rtudy ol tbe develop-
ment of oohesioo and frictlon witli uial strain in Ntunted cobeslve ,otls- Procudin.,,
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Vol. 16, P'P· 91-128.
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11ón de eim■r■ ff mantiene eo,..t■nte en 1 kl'/eml (aepin Seed y I-. 1966),
ART. 17 RESISTENCIA AL 00RTI: O::; SUELOS NO COHESIVOS 1()9
F�. 18.l.
1:BfllJ
0 i?0 40 60
/nd� p/4ish"co (¾J
80 100
llegar a disiparse con rapidez. Como las presiones de poros asociadas con
el corte son posjtivas (fig. 15.5c) la resistencia indicada por la ecuación
18.1 puede requerir un largo tiempo para desarrollarse, pues el lapso nece•
sario para la dis.ipación de dichas presiones está gobernado por las carac
terísticas de consolidación y las dimensiones de la masa cohesiva ( artículos
14 y 25).
Las condiciones asociadas con una falta completa de drenaje pueden
aproximarse ejecutando ensayos triaxiales consolidados no drenados { artícu
lo 15). Los resultados de tales ensayos, en los cuales p1 y¡;, son las tensiones
efectivas principales de rotura. se representan por la circunferencia de rotura
E de la figura 18.2a. Esta circunferencia es tangente a la línea intrínseca
definida por la ecuación de Coulomb:
, - ji tg 4> (JB.I)
En el momento de la rotura, la presión de poros positiva u1 actúa por
igual en todas direcciones (véase la figura 18.2a). Por tanto, las tensiones
principales totales de rotura son:
Pi = Pi + u, {18.2)
1'3 = Pa + u, �18.3)
,,,_J
"'
Tensión m,rtrl(I/. p
= �:::
como consecuencia del concepto ; - O, el ensayo de compresión simple
adquiere una importancia inusitada •.
Cuando en problemas que Involucran depósitos de arcillas saturadas se
presentan condiciones que van a ser controladas por la resistencia no dre-
nada del materia), con frecuencia se pueden usar ventajosamente otros tipos
de ensayos expeditivos para evaluar la cohesión c. Los más importantes son
los ensayos con el aparato de paletas, también llamado la t;eleta o el molinete,
aparato éste que se halla esquematizado en la figura 44.17 y que se utili:za
con el equipo que se describe en el articulo 44. En el laboratorio se usan
también veletas similares de tamafío menor, especialmente para investigar la
resistencia de muestras de arcilla muy débiles o de arcillas amasadas. Entre
ellos el más conveniente, por sus particularidades, es el aparato manual deno
minado torvane (Sibley y Yamane, 1965) (fig. 18.3). Las veletas que lo
/el
lb)
Fi•• 18.3. Veleta rnanu•I '"lo"'•11e" p•r• dc1"'min•r 1• ...,.;.,-da al corte
de ,r,ateriaJ,,., pa.-. loa cu.lea •=c. (•) Vb1a l•1crel ¡ (b) Vht• de lq p..
lelq dnde ebejo.
0.1
O ,--",c-,,=--�'c---cc-c,=---,�c,�'c'---!���'c--n ,ºa•
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Indice plti,Nco 1.,
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FI•• 18,4. (•) 01-,.ranu, d., "ohr de rou1ra que mu"1ra la íorm• de
deln-min•r la relHlún enlu e 7 ;;. pani an f'n ..yo eon90lld.do no dn"?
n..lo; (I>) Corrapondend• e,.t•di&1IC11 f:ftlre I• relación clj' 7 el íncUe.
plútko <•rún Sk....,p1on, 1957).
AHT, 18 IU'.SlnENClA AL COtlTI!: Di!: SUELOS COHESIVOS 117
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Flr. 18.5, (•) DI.......,• de rotura eneondldon" dr-enad.. para ar
ellla prec:on1<1lldada haot.a Pt'1 (I,) Uneu de n>lvl'fl thnpll(�da, pan
la mian• ardlla.
=���
La continuidad· de las arcillas altamente preconsolidadas est6. común
mente interrumpida por una malla de fisuras capilares. SI la presión media
que actúa sobre .esas arcillas se ve reducida, sea por excavación o por procesos
geológicos, cotñn una erosión, la resistencia al corte disminuye a solicitación
tangencial constante y puede finalmente llegar a ser tan pequeila como
e 1
�/���n:, r:n:t!:de ��jj:S
e
C:! o��«:"f�ta!::
tal tipo de materiales se puede producir muchos años después que se han
practicado.. .
El mecanismo por el cual se produce el ablandamiento se explica en el
artículo 4,9. Cua1quiera sea el instante que se considere, . la resistencia al
corte de la arcilla aumenta rápidamente con la profundidad por debajo
de la superficie. Después que se produce un deslizamiento, el material
situado por debajo de la nueva superficie expuesta com. ien� a ablandar Y el
proceso continúa hasta que se produce un nuevo deslizanueoto. Por tanto,
las laderas de los valles formados en tal tipo de arcillas se veo expuestos
al deslizamiento superficial intermitente de sus masas inclinadas desde. el
momento mismo en que dichos valles se originan y el proceso no tennma
hasta que el ángulo de los taludes así formado se torna compatible con la
conslstencla más blanda que la arcilla puede alcanzar. Es a través de este
mecanismo que los taludes se hacen cada vez más chatos. En algunas regio•
aes, como lo es, por ejemplo, el valle del rlo Saskatcbewan al sw de Sas
katoon en Canadá, todavia se producen deslizamientos sin provocación alguna
en taludes que se levantan con una Inclinación de l vertical cada 15 hori
wntal. El problema de determinar las caracterlsticas de resistencia al corte
de tales arcillas para propósitos de proyecto no ha sido aún resuelto ( Peter
,on et al, Uleo)•.
:r::
el e,I� lmpliai \UI incremento de d.k:1i.:. lenlloaes, t"ODlO ocurre OOD una fundación
�j
;:iuc1m:i':,:ti���·J; casos, s, v que exist,a
lo otras Influencias,
122 PROPlEOADE!l HIDRÁULICAS Y MECÁNICAS DE LOS SUELOS
ltº � -�--�-----�
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- ---::,,..-<j=::::_--+------l
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1 ºº!,-- -�,-----'�t�-"'"-,t�,--�M
Tensión normr:,I lofq/.pf�/bl�)
"-· 11.6. Li- ,t,. ...,,.,,.� ,.b,,.nidu - ien,a� no d..-nadot die
9NI &Pdlla n,qn "'" 1r,-,,..1nn <lr lrn,inn<!"I totalt!! PflH "ª"°" .,..,t...
iniria1.,,.,1.,.-1w-ación.
ello que todas las líneas de rotura de la íigura 18.6 se aproximan a asíntotas
horizontales, para alcanzar la condición 4> - O a presiones nonnales, que
están en relación inversa con el grado de saturación iniciaL
Un terraplén compactado se coloca ordinariamente en una condición
parcialmente saturada. La resistencia en el momento de la compactación
depende, para un procedimiento de compactación dado, del contenido de
humedad con que se coloca el suelo, como lo ilustra la figura 18. 1a, que
muestra los resultados de ensayos no consolidados no drenados realizados
sobre una arcilla limosa. No obstante, si el terraplén se toma total o casi
totalmente saturado, la resistencia puede variar significativamente con res
pecto a la que tenía en el momento de ser colocado, como bien lo demuestra
la figura me11cionada. Las relaciones que ejemplifica la figura 18. 7 difieren
grandemente para distintos suelos, y para un mismo suelo dependen de los
dííerentes procedímientos de compactación utilizados (Seed et al., 1900).
También dependen de si el cambio de humedad se produce con o sin varia
ción de volumen del sucio.
Debido a la naturaleza compleja de los fenónicnos asociados con la
resistencia al corte de los suelos parcialmente saturados, se 11ecesita una
experiencia considerable para seleccionar el procedimiento de ensayo apro
piado para medir su resistencia e interpretar los resultados.
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l.Los resultados de una8erie deensayos drenados$0bre unaarcilla111agravienen
P en c
: :!j;!::: c:t¡;! :r:ri�� J:"na�ec::6�.;;e:¿ �� :: ;ebct"':t�
una presión hidrostátiea de confinamiento de Z k;iClll• y despOO.'I aumentando la carga
..i je
� k;icm�:: cx:: Jeia5;!i"t:de
1
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poros en la probeta sometida a la 00111preslón simple?
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Soluci6n: 1,15 kglcm' negativa
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¿Cuü es la prob.ble resistencia a la compresión simpledel material?
Soluci6n: Aproximadamet1!8 0,55 kg/cm'
�rrcsi�
4. Sobre wia muestra de areilla amasada se realium dos ensayos tria.tialesconso
lidados no dttnados. Una d8 las probetas seconsolida bajo una presión de cimaro. de
�.f:1�! J:�U:c� � :e la�:;:
ón
��v�� ;:J':
ª
ª de 4
�=:· d
Solucioo:15,5"y30º
l.eeturq .elerdonadq
Elestado actual delronocurdcntoconrespectoa la resistencia alcorte de los
• 5ue1os oohes:ivm fue analizado dunuil8 u.o congreso que se tituló HReuarch Confe,enu
on Shear Strmgth of Coh&l" Sollr" rcali7.ado por la ..American Society of Chil Engi-
ART. J9 EFECm DE LAS VllIBAC!ONES SOBRE LOS SUELOS 127
Bjerr��t�� r,f
pá
t�7 .Simons. Compat-iaon of 1Mlr drength chamctemtie, of normally
con,o/ldated cla!P, pág. 7ll.
Casagrande, A. and R. C. Hirschfeld. Streu-deformotion an ltrenglh characteri.stia of o
e/ay compacted to a con.dant dry unit we>ght, pág. 359.
77
undi.Jturhed Oslo clay, 4 págs.
011
Fi@• 19. J. (u) Priw::ipio en que ,;,e b&1• el ..,;brador de .,u,,J,,-; (b) relulón enlre
íreeuendM y amplitud de I•• ..,;i;radone.¡ (e) relación enlre íirecaencla y •11e1uamien1o
d.- ¡., ba..., ,1.,1 •·lbrador (se.,in A, H,-rtwi,IJ et al., 1933),
Tablu 19.1
Relleno suelto uu
Relleno artificial, dt:nso, de escorias de carbón mineral 21.S
Arena mediana butante densa 24.1
Afflna bien graduada muy densa 26.7
Grava fina densa 28.1
Roca calcirea blanda 30.0
Arenisca 34.0
ART. 19 UECIO DE LAfl \'IIIRACIOSl'..S SOIUlE LOS SUELOS 129
de ensayos, una de ellas sobre arcilla limosa cohesiva y la otra sobre una
arena no cohesiva. El peso del vibrador y su base varió entre 5.850 y
29.250 kg; el diámetro de las áreas cargadas entre 1.5 y 4,8 m y la superficie
•Loshina,pilotesavibración10nrnuyeficaoesparallll<.trpenetrarpilotesy ta
b1esbiau en arena, perornuy poco efiden t:et o mdicaoes en lim o y ardlla. (N. d d T.)
Capítu1o 3
De/iniciolU!I
{al (h}
•·1•. 20.1. (f>) �-•·•·••sF-u ,1,•1 •<irn• .-n un lubo u11i1H, (b) .,.1.do
,1,. l<'n•if,n ,l�I ••n• ,.n 11n 1ubo .-•pilH.
(l'JJ.l)
Por arriba del nivel del agua libre, la presión hidrost.Itka 11.,. ejercida
por el agua es negativa, y para una altura ::; es igual a
·u,. ,.-z·:,,, (20.3)
(c0.4)
h. - e;1Q
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111,,
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:.¡:,¡� dr(.,__.,""""",_¡..¡
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iog.
1,q 41 4111 ;;,,
Flg. 20.3. Reladón entN tamaño de flnno de polvo de cuan.o uniforme r allun de
ueenaión capilar en un periodo de 24 horaa (ae¡¡:ún A. AUerber¡r, 1908).
Sifonaje capilar
- .....
�.
FiJI'.. 20.1. Corrienle r.apilar por Fl¡i. 20.5. Corriente eapilar 10bre el ná
""" rMIIHrM t,n, -m• dt, "· e(..., im�rmeable de un dique de tien"a.
AJIT, 20 NAPA nu:ÁTICA, HUMJ!l)AD DEL SUUO, f'ENÓME>.'JOS CAPJ.LARES 135
Entre las alturas h,e y he (véase figura 20.2a), una parte de los espa•
cios vacíos se haUa ocupada por canales continuos de aire, y el resto por
hilos de agua. Como estos hilos de agua son también continuos, la tensión
en el agua hasta la a1tura h� se halla gobernada por la ecuación 20.3. Pero,
si la arena solo está humedecida, las partículas de agua no se comunican
entre si y la ecuación 20. 3 no es aplicable.
El agua contenida en una arena humedecida se denomina humedad de
contacto, porque cada gota de agua rodea un punto de contacto entre dos
granos en la forma en que lo indica la figura 20.6. La tensión superficial en
el límite de separación entre aire y agua acerca los granos del suelo con una
fuerza P, llamada p1"uión de contacto. La resistencia de fricción producida
por la presión de contacto da lugar a un efecto similar a la cohesión, es
decir, que desarrolla cierta cohesiói'I entre los granos ( véanse figuras 21. 3o
y b ), pero si se sumerge el su�lo, se elimina la tensión superficial, desaparece
la presión de contacto y la arena se desintegra.
El efecto mecánico de cohesión debido a la presión de contacto depenc':e
de la densidad relativa de la arena. Si la arena es densa, la cohesión aurnen;·a
a tal punto su resistencia al corte, que taludes \·erticales de bastante altura
permanecen estables sin soporte lateral alguno.
Si por el contrario, wia arena húmeda ha sido depositada en forma suel
ta, por ejemplo, por volcamiento sin compactación, la cohesión impide que
las partículas del suelo se asienten a posiciones estables, de modo que
reduce la capacidad de carga de la arena casi a cero. El volumen <le una
arena en estas condiciones puede ser superior en un 20 ó 30 por ciento al
de la misma arena seca en estado también suelto. Este fenómeno se dis
tingue a veces con el calificativo de abultamiento. Como las fuerzas que
mantienen los granos en posiciones inei;tables son extremadamente peque
ñas, el fenómeno descripto solo puede producirse en los primeros decímetros
mperiores (30 a 60 cm) de una capa de arena. Si dicha arena se moja,
\a porosidad se reduce a la que tiene la misma arena seca o saturada en
estado suelto, ya que la saturación elimina la tensión superficial del agua.
Errorea �omune,
Como las causas físicas que producen el movimiento capilar del agua
en los suelos no son tan evidentes como las que originan el escurrimiento
gravitacionaL se han deslizado varios errores en ciertas publicaciones téc
nicas. Se ha aseverado, por ejemplo, que el agua no puede ascender en un
tubo capilar a una altura mayor que en el caño de una bomba de succión
(10 metros). La altura a que el agua puede ser elevada por succión depende
de la presión atmosférica y es independiente del diámetro del tubo, mien
tras que la altura de ascensión capilar es independiente de la presión atmos
férica y aumenta al disminuir el diámetro del tubo. Es, por lo tanto, evi
dente que dichos fenómenos no tienen nada en común. En el vado· es impo•
sible levantar el agua por succión, mientras que la altura de ascensión capilar
es la misma que a la presión atmosférica.
Se ha dicho que la mayor parte del agua contenida en una arena fina
no puede escurrirse o filtrar por efecto gravitacional, porque es retenida en
la arena por atracción molecular. Esta opinión resulta incompatible con el
bien conocido hecho de que el espesor de la capa de agua retenida por la
atracción molecular del sólido no e:,¡cede 0,1 micrón. Más allá de esta dis
tancia, el agua tiene propiedades normales y puede desplazarse libremente
como si estuviera en un conducto. La cantidad de agua retenida en la dis
tancia de 0,1 micrón de la superficie de los granos de una arena saturada
resulta despreciable frente al total del agua de saturación, de modo que
desde el punto de vista práctico puede considerarse que toda el agua está
en estado normal y participa en la filtración gravitacional.
Probleznq
l. ¿Cual es la ascensión capilar en una arena muy fina cuyo tam•ilo efectivo es
Igual a 0,05 trilimetros y su relación de vacíos igual a 0,6?
Solucl6n: entre 33 y 165 centímetros.
2. La resistencia a la compresión simple de una arena fina densa y húmfide.
alcanza a 0,2kg por centímetro cuadrado y su ,ngulo de fricción interna es i�ual a 40".
esi tri
r::is���alad:':":;�::!s�� j� :::\fti�:d �ia:iJF productr �
So/ucl6n:0,056kgporcentímetrocuadrado.
Por otro lado, la presión de filtración del agua que escurre consolida el
suelo situado debajo de la z.ona de congelamiento.
Las .secciones que siguen contienen una descripción de los diferentes
tipos de drenaje.
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De.ecación de •uelo•
Si se expone un trozo de arcilla al aire, el agua que contiene el suelo
se desplaza del interior hacia la superficie donde se evapora. Durante este
proceso. la arcilla se hace más y mú resistente hasta que finalmente deviene
muy dura. El momento en que cesa la evaporación depende de la hwnedad
relativa del aire circundante, ya que, de acuerdo con las leyes de la física,
A.RT. 21 POflMA.S Y TIPOS U DflENAJ! 141
el agua se evapora en toda zona de separación entre agua y aire, salvo que
la humedad relativa sea como mlnimo igual a cierto valor que es función
de la temión a· que está sometida el agua. La humedad relativa h,,. se
define como la relación entre el peso de vapor de agua que enste en el
aire a una temperatura dada y la máxima cantidad de vapor que puede
contener el aire a la misma temperatura. En climas húmedos, la humedad
relativa varía comúnmente entre 0,15 y 0,95, alcanzando excepcionalmente
a 0,99. Cuando la humedad relativa del aire en contacto con la superficie
libre del agua es menor que uno, el agua se evapora hasta que la humedad
del aire se haga igual a uno, o bien hasta el secado completo. Si el agua se
halla bajo tensión, la evaporación cesa para una humedad relativa menor
que uno. Este valor menor h, se designa prerión relativa de vapor. Para
temperaturas comprendidas entre 10º y 30ºC y para presiones relativas dc
vapor comprendidas entre 0,7 y uno, la relación entre la tensión neutra ,i,.
del agua y la presión relativa de vapor h, puede expresarse en forma
aproximada por la ecuadón:
u,.( kg/cm1 ) -= - 1500( l - h,) (21.2)
Por ejemplo, para h, - 0,90, u,. =- - 150 kg por centímetro cuadrado,
es decir, que si la tensión neutra de un trozo de arcilla expuesto al abe es
igual a 150 kg por cm cuadado, el contenido de humedad de la misma no
permanece constante a menos que la humedad relativa del aire circundante
sea igual a 0,90. Si la presión relativa de vapor es menor, la arcilla sigue
perdiendo agua por evaporación; si es mayor, el agua se condensa en la
superficie del suelo produciendo un hinchamiento de la arcilla hasta que la
tensión del agua desciende al valor determinado por la ecuación 21. 2. Este
hecho puede ser utilizado para calcular la tensión del a_s:ua contenida en
materiales porosos de granos finos, como lo son las arcillas.
Si de un tubo capilar de radio r (centímetros) se evapora agua, la
curvatura del menisco y la tensión u,. del agua aumentan hasta que u,.. se
hace igual a - h,:y,.. Sustituyendo h. de la ecuacién 20.2, se llega a:
,lS cms)
u.-s (gm/cm1 ) .,. - O y;:::; cosa (21.3)
Una evaporación mayor origina un descenso del agua dentro del tuh:,
capilar conservándose constante la tensión neutra. Un proceso similar se
produce cuando los suelos se secan. En efecto, al principio el valor de u,.
aumenta hasta alcanzar el mayor valor compatible con el tamaño de los
vados en la superficie del suelo. Una evaporación mayor hace penetrar
aire en el suelo cambiando su color de oscuro a claro. Al principio de esta
seg\lnda etapa, el contenido de humedad del suelo es igual al límite de
contracción (véase artículo 7), pero con su progreso la tensión neutra u.
puede aún aumentar, ya que los meniscos de agua se retiran a las acanala.
duras y rincones más angostos de los vados.
La evaporación no cesa hasta que la presión relativa de vapor h, (ecua•
ción 21.2) se hace igual a la humedad relativa h,..
142 DRENAJE DE WS SUELOS
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t'i(I, 21.3. Res.i1tw<l• • t. o:ompreekin llitl'lp1e de vario. .uelOI Nl1l eontenW...
de humedad Q1u1doa .,.... endm■ del límite de eontnffió• y par■ diatinu.. estado,,
d.-, de,oec,ffión por debajo de dleho límlle (b ., e, .,..in A. Anttbers, 1916).
Duecación en el ierreno
En la naturaleza se produce desecación en los suelos siempre que su
superficie no se eocuentre bajo agua en forma permanente. Debido a la
desecación periódica, la cohesión laparente de las arenas muy finas limosas
puede llegar a ser bastante importante. El agua de lluvia no llega a desalo
jar más que una pequefia parte del aire contenido en los vacíos y la cohesión
sobrevive periodos lluviosos de larga duración. Por ello, estos suelos han
sido confundidos, particularmente en las zonas áridas y semiáridas, con rocas
blandas. Sin embargo, si se llega a inundar la superficie, la cohesión des
aparece gradualmente y el suelo puede desintegrarse.
La desecación de una cata de arcilla blanda progresa muy lentamente
de la superficie expuesta hacia abajo y da lugar a la formación de una
costra que se hace más y más espesa con el COJ"Jer del tiempo. Si esta cos•
tra es posterionnente tapada por nuevos sedimentos y permanentemente
inundada, forma una capa de arcilla resistente preconsolidada situada en
tre dos estratos de arcilla normalmente consolidada (articulo 13). Espesas
capas de arcilla blanda pueden ser consolidadas haciendo circular aire seco
caliente por un sistema de túneles de ventilación, pero este procedimien!o
muy raras veces resulta económico.
En zonas semiáridas, como ser el oeste de Texas, la desecación de
arcillas en la estación seca progresa hasta profundidades que alcanzan los
6 metros (Simpson, 1934), quebrándose el suelo como consecuencia de las
grietas de contracción que se p,oducen. Durante la época de lluvias, el
agua penetra en las grietas y la arcilla se hincha originando un levanta
miento importante de la superficie del terreno. Debajo de las zonas cubiertas
por edificios, la pérdida de humedad por evaporación es mucho menor que
en las zonas adyacentes. Por ello el contenido de humecla:l de la arcilla
situada debajo de las superficies cubiertas aumenta por muchos a�os a velo
cidad decreciente y produce una elevación de la parte central de las mismas,
respecto a sus bordes exteriores. El valor de esta elevación es práctica
mente independiente del peso de los edificios y su efecto es muy similar al
producido por asentamientos desiguales. Bajo condiciones clim:hicas des
favorables, la elevación en ciertos suelos puede, con el tiempo, suterar lm
30 centímetros.
Si el subsuelo de un edificio con calefacción central descansa sobre
arcilla, la humedad del suelo puede evaporane por los vacíos del honnigón
originando una contracción de la misma, que se separa del piso de hormi
gón dejándolo sin su soporte. El efecto pernicioso puede evitarse cubrienrlo
la superficie de la arcilla con una capa. bituminosa antes de colocar el
hormigón.
Dedeimienlo o deiinu1ración tk •uelo, seco., por el 01ua
Cuando una probeta de arcilla 5eCll se sumerge rápidamente en agua
(fig. 21.4), la zona exterior de la misma se satura atrapando aire en la zona
interior. La presión del aire origina una tracción en el esqueleto sólido y
146 DRENAJE DE LOS SUELOS
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,an,,_,,
Fi6. 21.4.
,..n
Diap'ama 1¡ue il..an có- .e pnwl-e el deeldmie1110
de la •�•• eu,ndo .,. ■umeraida en q,aa.
r·.r·-�!. fi!7·
� :!"'r;:
Tan pronto como se aplica un potencial eléctrico a un suelo, el agua
PorlrN-inN..
IIIWA.��n/
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k�i-�."
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1 º
•1
"'-¡;;;;¡;,¡
·•·1a, 21.5. Di■jlr■m■t que llu■tran .obre la di(erenr:i■ que e.J.1e, (1,,) entre el
......ummienlo del ■rw• en tubo■ opll...,.. y en sudo., pl'Ovoeada por una Hr,:■
hidraulic■ ¡ (e) y el _..rrimiento oripn■do por una "'IN"l'iente déetriea.
14¡¡ D!l&...-AJE DE LOS SUELOS
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n.,. 21.6, Dlap,1n1a crue llu.i,.. la acdón de lu h•(ada� -1:r., to. •.,.,J.,... (■)
SiUf'ma «rrado; (6) sialema ■blerto¡ (e) n1c\1odo para 1ran1Íor•n•r un 1i•lcn1■
■bletto en ""° c,err■do, por medio de un■ c,apa de ar-en■ .:ru"a que ln1nrep1a
la ...-..nde>n ,:apl'ar hada la zona he•■<f■•
=: �
º
ciento��uE�':fl es�� !n:i'y d� =�d=t� : 1: ��cu�
a n
2,70 gnmos por centlmetro c6bioo. Ca1culu la rebdóo espacio de aitt.
Soluci6n,0,40.
2. Un.a muestra inalterada de arcilla muy blanda se mantle11e en una cámara
húmeda dn prote«:ión alguna. La arcilla re haoe cada vez mú reshtente, hasta que al
&
m rw
��r sucenr::=�� ti !'.:m�t=n�:1utr:�
1"lstencla al corte de la ardlla es igual a 20•. ¿Ciúl es la humNl1d relativa del 1i1e de
b cámara húmeda?
Soluc16n,0.9936.
Leetun....Lec:don.dq
Casagrande, A. ( 1931). "Discussion, A uew ti*"°'}' ol frost he.ving", l'rocttdffll!.1 dd
Hlghway Ruea,ch Board, Vol. 11, P'V- 168-172.
ART, 21 t'OR'.'.IAS Y TIPOS DE DRENAJE 151
PARTE 11
Mecánica teórica
de los suelos
Fi¡c. 23. l. (11) Filuadón del •11'.a& por debajo de la pwita de una fila \Ul.iea de
1..1,1,.,,,.,.,.. en """n• honu,,.;nea; (b) praioneo hidro.tátic,.. aetaanteo en lu cuall'O
earaa del .,¡,.m,.nlo de arena indicado en C•).
(23.1)
.. ..
considerarse como derivadas parciales con respecto a :r y a z. de la expresión:
• - kh
Va-- Y º• =
a; az
ilh - � (23.3)
y la velocidad de descarga:
v = ki = k�=-¾i;
AQ=lw=k �¼
Para simplificar los cálculos, las redes de filtración se construyen de
modo que b = a, es decir, de modo que cada campo sea un cuadrado. En
este caso se obtiene:
AQ=k�-k� (23.4)
aN, N,
*
Si N1 es el número total de canales de filtración {N1 - 9 en la figura 23.la),
la filtración Q por unidad de ancho del tablestacado y en la unidad de
tiempo es:
Q = N,ó.Q =kh1 (2.3.5)
��
�
--�- ·. ·.
_ .. ·_· ·.·_. _·.· ..
. . . ,,-
,'
�a' / \
�·1,i:. 23.2. p._ ■ ..,,uir par■ constndr out■ ftd de fllu-aeMJit. (a) Settion
m,..-.,..,.a/ 111 dique r 111 ....ir■lt> p,,rme■hle¡ (b) re.uh.ado. del primer l■nlco
1•�r11 �011�1r11ir l■ ""d de, fi:1r...,iUn; (e) ...,.uh■do. de 1■ corTeCCIOn de la red
inJlr11J11 t:n (b); (fl) red de Jlllraclón fin■L
162 11m11.Auuc.1. 1>t-.: uis sunos
/'Wa/o ,;'lJpe,-=ók
Fla-. 23,3. Ahradon en aren• homosinu por debajo de la ba,oe de un diq11
de horml1ón. (Ses,l,n A. Cuasr•nde, 193S o).
ART. 23 cÁLCULO DE LA nt.Tl\AQÓS 163
libre, y que está situada enteramente dentro del medio poroso. A lo largo
de esta superficie, la distancia vertical entre pares adyacentes de líneas
equipotenciales es una constante igual a M,
Toda red de filtración se construye en la hipótesis de que el suelo de
un estrato dado, por donde filtra el agua, es uniforme en su permeabilidad.
En realidad, en los estratos de suelos naturales, la permeabilidad varía de
punto a punto, especialmente a lo largo de líneas normales a los limites·
del estrato. Por ello, la diferencia entre una red de filtración crudamente
esquematizada y otra exacta es comúnmente pequeña, comparada con la
diferencia entre la fluencia del agua en el suelo real y la que indica la red
de filtración exacta La universalidad de esta circunstancia hace que los refi
namientos en la construcción de redes de filtración, como los estudios deta
llados sobre modelos, no se justifiquen desde el punto de vista práctico.
El uso de modelos, basados en la analogía entre la filtraci6n de agua
en medios porosos y la fluencia de electricidad en conductores, ofrece un
medio conveniente para construir una red de filtración como la de la figura
23.4a, que contiene tma superficie de agua libre. No obstante, el armado
del eqWpo necesario es laborioso y no se justifica, a menos que deban tra
zarse muchas redes de filtraci6n de este tipo.
Q - h1 !iJ...Vk,k11
N, (23.7)
,on. 23 CÁLCUUJ DE LA )"lLTI\ACJÓS 165
Fi�. 23,5. C.,11.1rm·riim ,l., la red de íihr.eóón c11ando loto coeílcienlu de p,:r•
uwMhilidMd ,i,,¡ o-•lruon ,l.-, areno, M>n diotintoa en ""ntido horizenUI y vfl-tic.91,
(u) .Wd:in ddnrm•d■; (b) ..,,.dón verdadera.
Q - kl A - k -#f. 2MHo
J''..!!!..
integrando resulta:
Q
,, r
J
= 2:t1f0k
11
I¡
dh
.. 2..-rH0k(h1 - hi)
Q (23.8)
lng,¾
= nk(h2Z -h,2)
Q (23.10)
bg,....:!...
,,
de donde
k = :it(h2' � h1Z)
log
, ¾ (23.11)
Pr-oblemH
::,��";!�
l. La arena eu que se apoyan los diques indkados en la figura 23.3 tiene una
t7drL.i����=I �7,� �:,,��i=Ía�rdif:1;
segundo Po• metro de dique?
�íltr��Ón �:::;s
Solución.- (a) 1,05 X IO-'; {b) 1,05 X llr'; (e) l,75 X 10-';
(d) 0,79 X 10-' metros cúbicos por segundo por metro.
2. Estimese la subpresión,enexceso a la eilitenleagua abajo. en el punto n,eJ;Q
de la base de hormigón de los diques del problema l.
Solución: (a) 4,50; (b) 2,75; (e) l,70; (d) 0,80metros de carga hidr8.ulio.
· 3. El subsuelo en que está fundado el dique de la figura 23.3b contiene una
capa horimotal de limo de 2,5 centímetros de espesor que iotersecta la fila de lablestaca�
a wrta distancia de la punta de las mismas. No hay medios para detectar la presencia
de esta capa pm ninguno de los métod05 prktico,, de e�ploración. El roeficitnte de
168 HIDRÁULICA DE LOS SUELOS
s de n se do
�� j��t x it!, ��� �n;e:;�_ f:. �:.:,tr; e'!��
total del manto de arena alcanza a 16,50 metrosyla punta de las tablestacas se hali.. a
7,50 metros del limite inferior del estrato de arena. Se d�: a) una descripción de
cómo se podria,valorar la influencia que la capa de limo ejerce sobre la filtración, supo
niendo que la e11pa et continua; b) una desaipción del efecto de las posibles disoontinui
dades de la capa sobn la filtración; e) saber cómo puede de�nninarse a priori el grado
de COPtmuidad de la capa de limo.
Solución: (a) La capa de limo tiene el mismo efecto que resulta de aumeatar·eJ
}!!,,���:1=do�
espesor de la capa de arena de 16,50 a 66,SO metros, y la penetración del tablestacado de
9 a 59 metros. Por ello, la pérdida por filtración podría calculane dibujando la red
defiltración pan estas<xmdiciooes licticia:1. Como la socción libre situada debajo de las
puntas de las tablestacas es pequeña comparada con la longitud que las mismas adquieren
en el diagruna ficticio, la phmda de agua calculada con esta red de filtración solo
alcanuuia UDa pequeii.a fracción de la que resulta cwmdo no existe la capa de limo;
ru"� 1 ci
cd's!n!i: :e: 1:n: dee�:r�: h�tii.,trca.S\:!:
�:=:J°:Ot�:Ouoo':.
11
a�
oorresponde a la capa continua; (e) no es posible.
ART. 24 SlFONAJE
Definición de tifo-je
Muchos diques fundados sobre suelos han roto por la formación, apa•
rentemente instantánea, de un túnel o sifón de descarga debajo de la base
del dique y dentro del suelo de fundación. La erosión, causada por el torrente
de agua que se produce, aumenta rápidamente el ancho y la profundidad
del túnel o sifón hasta que, en un momento dado, la estructura, que ha
quedado en el aire, rompe en fragmentos y es arrastrada por el torrente.
La fonna de rotura descripta se conoce como ro(ura por rifonafe.
Las roturas por sifonaje pueden tener su origen en dos procesos distintos.
En uno de ellos es el producto de la socavación o erosión subterránea que
�� inicia en la zona agua abajo cerca del pie del dique o en algún plano de
sediml!r.t.ación (artículo 63). La rotura se produce tan pronto como la punta
de la galería de erosión alcanza el fondo del embalse. La forma de gestación
de este tipo de sifonaje, que se describe en el artículo citado, hace imposible
todo estudio teórico del mismo.
En el otro proceso, el sifonaje tiene su origen en el levantamiento instan•
táneo de una gran masa de suelo situada agua abajo, en las cercanías del
pie del dique. Una rotura de este tipo se produce solo cuando la presión de
filtración del agua que circula hacia arriba en el suelo situado al pie del
dique se hace mayor que la presión efectiva del suelo.
Las roturas de la primera ca.tegoria se denominan rotura., por erosión
aubten-ánea, las de la segunda roturas por levantamiento. En lo que sigue
solo se estudian las roturas por levantamiento; la erosión subterrinea se trata
en el artículo 63.
La magnitud y la distribución de la sobrepresión hidrostática se deter
minan por medio de la red de filtración. En el artículo 23 se hizo notar
que la red de filtración teórica nunca es idéntica a la que representa la
filt�ación del agua en el suelo real y que en ciertos casos ambas redes pueden
no tener parecido alguno. Por ello, los resultados de investigaciones teóricas
sobre los efectos mecÁnicos que produce la filtración deben servir solo como
una guía y una base para planear instalaciones apropiadas para la observa•
ción du_rante y después de la construcción.
F1,. 24 .1. Uao d• la red de li11rael,6n para determJnar d eoelielenlc, de, ee•urid•d
de, una fl'• de iabJ.,.laeH en arena eon .-..pedo •I 1iíonaje. (•) Red de, Ohrfflón;
(6) ÍUffU1 que, aetúan tt1. la�• en la u,n• de le.,.nlamlerllo polnÑ:ial.
AJIT. 24 SJFOSAJE 171
en dicho punto o, teniendo en cuenta la ecuación 2.5 .1, viendo cómo varia h
por medio de un piezómetro imaginario colocado en el mismo.
La figura 25. l ilustra sobre la consolidación de una capa compresible
situada entre otras dos de arena. Debido a la construcción de un gran
edificio o a la instalación de un terraplén sobre la superficie del terreno, la
capa compresible se ve sometida a una presión de consolidación /:,,.p. Se
supone que la capa puede dremu libremente por sus límites superior e
inferior y que. dentro de la misma, el agua fluye solo en la direcdón vertical.
Se supone, asimismo, que la tensión de consolidación Ap es cnnstante en
toda la altura de la capa.
Se puede estudiar la forma en que progresa la consolidación observando
el nivel del agua en una serie de piezómetros colocados, como lo indica
la figura 2.5.1, sobre una recta vertical que atraviesa la capa. Como la
sobrepresión hidrostática es independiente de la posición de la napa freática,
se supone que la misma se halla en correspondencia con el límite superior
de la capa compresible. Si se disponen los piezómetros de mo<lo que las
distancias horizontales 1-2', 1-3', etcétera, sean iguales a las verticales 1 -2,
l 3,
- et<.-étera, en la forma en que lo indica la figura, la curva que da el
!ugar geométrico de los niveles de agua en los piezómetros en un instante
dado n,presenta la uócrcma de ese instante (véase artículo 14). El gra
diente hidráulico i a cualquier profundidad d debajo de a es igual a la pen
diente de la isócrona a una distancia horizontal d a partir de a. Más aún,
si la pendiente en un punto de la isócrona está dirigida hada arriba y hacia
la derecha, el escurrimiento del agua en ese punto se realiza hacia arriba.
La distribución inicial de la sobrepresión hidrostática que actúa en una
sección vertical cualquiera de la capa de arcilla viene representada por la
reda horizontal de, situada a una distancia Ap/y. por encima del nivel del
HIDRÁULICA OE J.0S SUD.OS
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Fi,:. 25.2. J.cí,.ron•• qHe repreHnt•n el pro,- del• eonoolid•eión de una upa
Jd.,.,J de •ttill• bajo dlferenlea rondldonea de dttaaje r di1tlnlH ÍOrn,u de
di11rlbudón de I• prnN>n .,enical de _.,Hdadón. (Sepn TttU11hl r Fri:>tleh).
ART. 25 TEORÍA DE U CONSOUDACIÓS' 175
fa)
Flg. 25. 3. (a) Sf«lón vertlul de un elemenlO del,:ado de una upa en to>nlfO•
lidad(,n, .-n la qu• H lndkan Ju preoiGntt hldníulieq 61 los bordN del �lemenlo:
(b) eorte vttdnl por la e■pa de arelll• en eont0Udaeión, donde K indican la,
eondidonN hidráulica• de borde.
177
� .. m. ac:;>
(25.5)
\ {o)
\\
\l,rc,
\ \.1\.
!\ l\.\rc,
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h�OI qor 4aJ4JU(J()IRIM41' 4f a,a,t (/,i{!ll,G 2 .J,t I IIQ
/achlr w lfrlltflO TI' /'heo/11 lo,j
.....,.._
l. De una capa de arcilla de fl metros de espear situada entre do. estraloll de
ateoa, "" obtuvieron vuiu muestru representt.tivas, que ens.)'8:du a ooDSOlid..ción,
dieron pan c. un valor medio de 4,92 X 10-' cendmebvs cuadrados por segundo. Un
edifido comtruido encima de la car aume.11t6 la. temión vertical media sobre la misma
y el edificio empezó a a,mtaf'se, ¿Cuántos díu 1011 necesarios para que prodmca la
mitad delueiitamieu.tntntal?
Solucl6n:423diu.
2. Si la capa de arcilla del problema 1 oontiene una delgada capita de drenaje,
situada a 1,50 metrm de 1u borde superior, ¿c:uintos dlu"' requerirían pan alcanuu la
mitad de la oomolidadónP
=�e:.
Solud6n: 238 diu.
3 9 90
rooosa in.;1:m:�,':..,
�� de��a �•1� =-:trm :!mU::..�
segundo. La temión de 00N01idaclón a kl largo de una recta vertical "' 1upone <¡ue
vana u.nifonnemente de 1.111 mhimo en la parte 1uperi_or a oero eo la bue rocosa.
Cuin
¿�blede
�au:anma.
d 4:���T1aaii-3! �":'��
Solud6n: fl,2; 4,75 at\ol.
Leeturu�u
En las rdereocias que siguen III encuentran toh.::iones para la consol!daclón d.!
masas de 1uekl 0011 dif�tes ClOl>d.icioms d.! borde.
Terughi, K. y O. L. Frillicb (1936). TheOIW dff Set:wn¡¡ oon Ton.rchlchten (Teoría
ca
Gray,� 1-:'S:�:!�us =.:!kh:2; �=us°iatr:•J� �preaible
gs
d�bléndose hacer ootu, ademú, que deben tenerse en cuenta los cambios
que se pudieran producir con el tiempo en la estabilidad del elemento que
se anallia. El efecto del tiempo puede predecirse en algunos casos estimando
las modificaciones que experimentarán las presiones de poros, pero usuaJ
mente solo es dable tenerlo en cuenta de una manera general en base al
conocimiento de las propiedades físicas del suelo. Algunos de los efectos
producidos por el tiempo se tratan en el articulo 18 y otros en la Parte III.
La condición de rotura expresada por la ecuación 16.5 se correspoode
oon el diagrama de Mohr, cuando se supone que la llnea de resistencia
intrlnseca es una recta (fig. 26.1). Por consiguiente, en el instante de la
rotura, existe una relación definida entre la presión principal mayor JJi. y la
menor p,, que se deriva por geometría como sigue:
P1+d=OA+AB= OA (l+sen♦)
Pt+d-OA-AB-= OA (l+sen♦)
De estu npresíones resulta:
I+sen ♦ l+sen ♦
PI _ Pa I-sen♦ +d( 1-sen.;_ 1)
pero como:
005
d-c •-c�
sen ,t, sen 4'
se obtiene:
I+sen,p
P1-P•1-sen.,.
+2c /l+sen,t,
'Vl-sen,d,
Llamando:
l. Se somete a ensayo triuial una muestra de vena deDR ,e,;:.. Se� que el
���-� !�:r�1i.rn;r:l&i�
��s�:· r!:u!
-,
pttsión principalme1111r es de
Solua6n, 8 kg/cm'.
2. Resolver el problema l en la hlp6te:si.s de que la &reDI tiene una pequeña
cohesión Igual a 0,10 kglcm'.
Soluc'6n, 8,4 kgtcm•.
3. LaresistePeiaalcortedeuosueloestidetermmadaporlaecuaeión:1=c+p
tg •· Se reallzan doa eosayos trianales ,olm e l material. En el primero la presión de
tt!�i �!�f:'�n=� �{g� ::1,.�n:1.dew!=
adidonaf de 10,5 l:gtcm'. ¿Qui valores de e y ♦ corresponden a estos resultadc:J.P
Soluc'6n,0;87•.
Con�pltn J�nJala
Una masa de suelo está en utado ds equilibrio pld,tico s:i cada punto
de l a misma se encuentra al borde de la rotura. Ranlcine ( 1857) investigó
los estados de tensión correspondientes a aquellos estados de equilibrio
plástico que se producen simultáneamente en todos los puntos de una masa
semünfinita de suelo sujeta solo a su propio peso. Los estados de equilibrio
plástico similares a los considerados por Ranldne se denominan utadcu de
equUibrio plástico de Ronkine. La consideración de los estados de equilibrio
de Ranlcine, aplicables a una masa semiinfinita, tiene como propósito prin
cipal servir de introducción a estados más complicados de equilibrio plás
tico, que son los que tienen importancia práctica.
Los estados de equilibrio plástico de Rankine están representados en la
figura 9:7. l. En ella, AB representa la superficie horizontal de una masa
semiinfinita de arena sin cohesión de peso unitario y, y E un prisma de arena
de base unitaria y de altura :.:. Como el prisma es simétrico con respecto a
cualquier plano vertical, la presión normal en la base
p. = y% (27.1)
es una tensión principal y las presiones p,, normales a las caras verticales,
son tamb�n tensiones principales.
Según lo establecido en la ecuación 26.3, en un material sin cohesión,
la relación entre las dos tensiones principales no puede exceder el valor
186 EQUlLlBJIIC" PLÁSTICO DE LOS SUELOS
f.-
puede ser tanto la tensión principal mayor como la menor, es decir, que la rela-
ción K =- puede adquirir cualquier valor entre los límites:
(27.3)
las caras del cajón en contacto con la misma y produce, si las superficies
son rugosas, tensiones tangenciales verticales y horizontales. Como en el
estado activo de Rank.ioe las tensiones tangenciales en dichos planos son
nulas, este estado no es posible a menos de que las caras y el fondo del
cajóo sean perfectamente lisos. Este requerimiento constituye la condición
de borde necesaria para que la masa de arena del cajón pueda alcanzar el
estado activo de Rank:ine. Si se satisface, dicho estado se alcanza tan
pronto como ab llega a la posición a1b1. La CK¡>ansión unitaria del suelo
es ento� d¡/J. Cualquier movimiento adicional de la paml dará lugar
a un desplazamiento de las partlcu1as de suelo según dos conjuntos de
superficies, indicadas en lineas punteadas en la figura 27. 2a, sin que por
ello cambien las tensiones internas de la masa.
Si la pared ab es perfectamente lisa pero la base del cajón es rugosa.
la arena situada entre la pared ab y la superficie potencial de deslizamiento
be puede deformarse libremente de la misma forma que lo harla si la base
fuese lisa. Las tensiones internas en el resto de la arena no resultan mate•
rialmente modificadas, pues la. fricción a lo largo de la base impide que
!e produu:a la deformación requerida. Por lo tanto, un desplaumiento
hacia afuera de la pared ab produce un estado activo de Rankine sola•
mente dentro de la cuna abe. Como el ancho de la cuña aumenta de cero
en la base a un valor 11 en la superficie, la e�ansión unitaria d,/1 que se
requiere para producir un estado activo se alcanza tan pronto como ab
pasa a la posición oi'b (fig. 27.2a}. tsta es la coodición de deformación
necesaria para este caso. Si la pared ob se desplaza mb allá de a1 'b, la
cuña de suelo se .mueve a lo largo de un plano de deslizamiento be, que
forma con la horizontal un ángulo de 45° + .¡./2.
Si las paredes y la base del cajón son perfectamente lisas, y se empuja
la pared ab contra la arena, toda la masa pasa al estado pasivo de Ran�ne
( fig. 'Et. 2b) tan pronh, como la pared haya recorrido una distancia d,. En
este caso, los planos de deslizamiento forman un ángulo de 45 º - .¡./2 con
ln horizontal.
Si la pared ab del cajón es perfectamente lisa y su base rugosa, el
estado pasivo de Rankine se produce solamente dentro de la cuña abe.
La transición del estado elástico a1 plástico no se produce hasta que ab
se haya desplaudo hasta o m:í.s allá de �'b.
. FI•. 27.3. Kotuni d,: I• •- lih•Mia dittri1 del par&fflflllO ""'"Kili 100 d,: u11
muro J., -t•nil<Uf:nto, -,uan<k, no °"' ulid'att la -,ondidUn de ddOf'madón para
r.' r.>itado aelivo de Rank.lne. (•) Corte tralY� •• para..-to in1en,o; (1,)
empuj,: ronlra ,:l muro.
100 LQUlLIB!UO J>L.ÁmCO DE WS SUELOS
1-hlru �...._,,
Unadiscw:ióne g e n del
a
r l a1plicacióndelatn1riade al piastickh,dae:stadosde
iml u rob w da
:;�� � �.1'::ni. ;;,�o:!iG�v-�1= s� :1_,.de� tra:
ducido del ruso alln 1g 6. porD. H. Jooes y A. N. Sehofield, London, llutterwt1rth1,
23'Tpigii.
(28.1)
+
y el empuje total viene dado por:
(28.3)
El empuje total efectivo por debajo de la napa freática viene dado entonces
por el área bced de la figura 28.2h. A este empuje debe agregarse el origi
nado por el agua:
194 EQUILIBRIO PLÁsTico DE W:S SUU.05
l"rr..,•11v.p,,r le
'"º
:;:," "" cl,,la.w; (b)
\[J\ ¡1,SJl.-,,,.f.w;
'
1:,
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(a)
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L
f •
6,�!!"j L'N.r
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,v _, _.
que actúa en la parte inferior be del paramento y que está representado por
el triángulo def en la figura 28.2b.
Si el terraplén soporta una sobrecarga uniformemente distribuida q
por unidad de bea, la presión vertical efectiva p. aumenta, a cualquier
profundidad, en dicho valor q, y el empuje activo unitario de Rankine
aumenta en:
("1.5)
con lo cual:
P,. = 1/. yH1 - 2cH '.28.10)
196 EQUlLlBRIO PLÁSTICO DE WS SUELOS
H. = f (28.ll)
=+
Para�= O,
P'- ylf2-2cH+ � (28.13)
Fla:, 28.4. Rotun, de la arel.lla .tillada detrú del pan,menlO lnleft>n Tfltiea.l 1
IUOO de un muro, enando se, alld'ace la --Udón pan. el empuje p••ho. (a) Corte
,,...,NMJ al paramento i.ntenlO¡ (b) empuje .obrr el mara.
·--
suelos cohesivos. La subdivisión de P,. en dos parles P,.' y P,." es estricta
mente correcta solo cuando el paramento interno de la pared es vertical y
Í:��=
perfectamente liso. Para cualquier otra condición, el procedimiento es
únicamente aproximado.
agua oontra el muro? ¿A qu6 .,Jtura de la base pan la restiltante de e$\e empu¡e tota1?
�
So/ución:3410kgpor m; 0,85 m .
3 . ¿Cuil seria e l vlllor del empuje tota l de Rankine en e l <:UO del problema l
d la mau el,,, attna 10p0rb. una IObrecarga uniformemente disbibuida de 2000kg por
m. cuadrado? ¿A qu6 altura de la base del muro actúa 4 resultante del empuje?
So/uci6n: 3670kgporm; l,21 m.
4. El espacio comprendido entre dos muros con �tos lisos ha Pdo llenado
con arena de peso unitario 1800kg por m cúbloo. Las fundaciones de los muros están
��da.:,: U::, :,er;;,e !°:�:;n;d!1In•�=:: ':"1�:�: :;•:�ta�a��
superfide del relleno rl!'Y<! para dq,ositarsobre ella lingotes dt, acero, cuyo peso es de
1500 kilogramos por metro cuadrado. Si el ooeflciente de la presión laten.! de la
en = º ° el empuje tota1 rontn b muros a11tes y
� d:,:S:pi:.Zn de ¡! �?
Solud6n.- 9110 kglm; 11550 kg/m.
m b n vo
unita!· l� k:'°porm=trod:.l'i': �� =:n �:o:tot� !itin:!, �.='.
El valor de ♦ es igual a oero. ¿Cuil es el empule total de Ranktne? 1.A q� distancia
de la ba!le del muro se encuentra la resultante de dicho empuje? ¿A qu6 profundidad
el empuje unitario es Igual a cef'O?
Solucl6n:2100Jcg/m;0.36metros;l,11�-
tl. En una •�:.J.listic;, de pe,o unitario 1900 Jcg por metro cúbico, te .,f«tu(¡
una eraivaci6n con &°S:t verticales sin apuntalu. Cu■ndo b e.cavad6n habla llepdo
,..
: � oJ'."'�:I v��'7e
Solool6n:0,26kg/cm".
t� ¡: a�?bó. SI ,e supone que
7. IJ;.:i mur(l liso vertical de 6 metros de altura es empujado OOllln llJla masa de
::��ór: w: �::b,11:'�• � � .z Ó Ol: ;:15:n�:.e:, c:!dr.t� :-� 1� Jj
n u n
peso unltaricJ del •uelo es de 1920 k.1t por metro cúbico y ·su wperficle ,oporta wia
soh.-ecarga uniforme de 1000 lcg p0f metro cuadrado. ;_Ct.'1 es el empufe pulvo total de
Ranlcine y la disbmc:ia de 1a bue del muro a la rm,ltante de dicho empuje? Detaml
nese , ade""5, el empuje uni tario en la bue del muro.
Soluci6n:99700Jcg/m: 2, 4 2m;263.fOlcglm'.
be consta de una porción inferior curva, seguida de una línea recta. Dentro
de la zona adc de la cuña de desliumiento, el esquema de los deslizamientos
es idéntico al que corresponde al estado activo de Ranldne (fig. 27.2a),
mientras que en el área adb consiste en dos conjuntos de líneas curvas.
Si el muro se desplaza hacia abajo con respecto al suelo, por ejemplo,
por la acción de una fuerte carga en su cresta, el valor de b se hace negativo
y la curvatura de la parte inferior de la superficie de deslizamiento se in
vierte, como lo indica la figwa 29. lb.
Cuando el muro se desplaza hacia el terraplén, su movimiento es resis
tido por el empuje pasivo. Si el peso del muro es mayor que la fricción
total entre la arena y el paramento interno, la arena se levanta con respect:,
al muro y la reacción de la resultante del empuje pasivo forma un ángulo b
con la oonnal a1 mismo. La componente tangencial de esta fuerza tiende
a impedir el movimiento hacia arriba de la arena. En estas condiciones se
considera que bes positivo (fig. 29.lc). Se puede ver en la figura que la
porción recta de la superficie de deslizamiento está inclinada de un ángulo
de 45 ° - <f,/2 con respecto a la hcrizontal y que, dentro del triímgulo
isósceles ad.e, el esquema de los desliz.amientos es idéntico al indicado en la
figura 'Z7. 2b, es decir que en dicha zona el material se encuentra en el
estado pasivo de Rankine. Dentro del área adb los dos conjuntos de líneas
que fonnan el esquema de los deslizamicntfü wn t·urvas.
Si el peso del muro es menor que la Jricción entre are11a y parilmento
interno, el ángulo que fonna la normal a dicho paramento <:On la reacción
de la resultante del empuje pasivo es menor que � Finalmente, si el mu. .:;
está sometido a la acción de una fuerza vertical hacia arriba igual a la suma
del peso del muro y de la fricción del mismo con la arena, la resultan;c del
empuje pasivo está orientada como lo indica la figura 29. ld, y el ángulo b
se considera negativo. En este caso, la curvatura de la parte curva de la
superficie de deslizamiento se encuentra invertida.
29. l, EMJUemu de loa detlizamlen101 que te produeen pur ru1,m, ,l., l,o
•r.,n• itltuad. detrit d,e,I p•nmento ,·ertlul r\11(080 de un "'""''·
000 EQUll.lBRIO Pt.ÁsnCO DE LOS SUELOS
Teoría de Coulomb
La superficie de deslizamiento que se origina detrás de un muro de
sostenimiento real es ligeramente curva, como lo indican las figuras 29.la
y b, pero, al efecto de simplificar los cálculos, Coulomb supone que es un
plano. El error introducido con esta hipótesis es muy pequeño.
En la figura 30. la se indican las fuerzas que actúan sobre la cuña de
deslizamiento, cuya superficie límite inferior se supone arbitrariamente cons
tituida por un plano cualquiera be1. La cuña abe1, de peso W1, está en
equilibrio con la reacción al empuje P1 y la reacción F1 en el plano de desli
umiento. La reacción F1 está inclinada en un ángulo ♦ con respecto a la
normal a bc1, ya que se supone que en dicho plano se movlllza toda la
ART. 30 TEOIÚA DE C'OULOMII DE.L EMPUJE ACTIVO 201
,
(o}
' w,
(b
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,-:;-,
l'i.-. 30.1. (,i r b) Diagnunu que rep.--tan lu hipót.,..;,, en qu., ..,, ha.a la
leor:a de Couk,mb de! empuj., ae1l.-o; (t:) método g'1Ífi.:o de Culmarin para
deh,rminar el empuje de arena,
202 EQCLl.111RIO l'LÁSri:co DE LOS S\1ELOS
muro, que forme un ángulo ♦ con la horizontal Esta recta se conoce como la
línea de pendiente, ya que representa la peooiente natural del suelo. Se
traza Juego la línea de lo, empufu bC... colocada por debajo de la línea de
pendiente y formando con la misma el ángulo 6 igual al que forma la verti•
cal con la linea de acción del empuje P, (fig. 30.l). El ángulo 8 depende
del ángulo 6 de fricción entre muro y suelo y de la inclinación o del para•
mento interno del muro.
Para determinar el empuje P1 , ejercido por el suelo situado dentro de
la zona delimitada por un plano de deslizamiento arbitrario bc1, es necesario
computar primero el peso W1 de la cuña de suelo que, en cualquier escala
conveniente, es luego representado sobre la línea bS. Se obtiene asl el
punto d1, por el cual se traza la recta d1e 1 paralela a bL. Como el triángulo
e 1d,b (fig. 3C.lc) es semejante al polígono de fuenas de la figura 30.lb,
la distancia d1e 1 es igual al empu¡e correspondiente a la superficie de des
lizamiento be,. Para determinar el empuje activo PA, se repite la construc
ción para diíerenles planos be,, bes, etcéte·ñt, y los puntos 61 , ei, e,, etcétera,
que se obtienen, son unidos por medio de una curva C, conocida con el
nombre de curva de Culmann. Se traza la tangente a la curva C paralela
a bS y la distancia ed representa el empuje P�. La superficie real de desli
zamiento pasa por el punto e.
d,<,
,,.
1
\¿
flc. 30.2. Mitodo Jriílco de Culm•nn p•n dt:tfffflin•r .-1 .,..,puje que ejen:•
un relleno de •ren• qut ,ooport• un• .-atkll liu.-al.
Flg. 30.3. O... llpot de «rlÍfii,os pan obtener loe coeílelenlN p,,ra el eiiku.lo
del empuje 11ctivo [(o) aesún O. S:,Hert, 1929].
..........
representa dos tipos de gráficos de esta naturaleza.
h;r:1J: t!:fn�!1 =�
1. Un muro de ,ostenimiento vertical de 6 metros de a1tura sostiene uo terraplái
no oohedvo de pe.� unitario 1800 kg por metro cúbico. La superficie límite del terrapl&i
W; :Íf1°rn��•enC: � �:C, ��-p!�
h
medio del mttodo de CulmaDn determínese el empuje activo total contra el muro.
Solucsdn: 15.000 kg/m,
2. Un muro l. de solera Inferior tiene un alma de altwa igual a 11 metros
Slll·oontar la so1era. El muro, de secdón simétric. con respecto a su eje vertica1, 10Stiene
una pila oo cohes:iva de materialdehlerro. Trene 1,80metros de ancho en la cresta y
3,60metros en su uni6n oon la solera. Desde un punto situado eu su paramento Interno
1 1,20metrosde la cresta, l a superficie límite de la pila de iniDeTal se·Jevanla C011 UD
=�� Si=
ART, 31 PUNTO DE APLICACIÓN DEL EMPUJE 205
cresta, y5e desea saberc,i.6.1 es la dirtincia horizontal mínima entre muro y sobrecarga,
a fin de que no $0 inen:mente el empuje sobre el muro.
Solución: 5 metros.
empu;·,:..:� �:�:se
Soluci6ru 1300 kg/m.
de
J �!1¡;�¡= :-�:e:•e tc;'oose.td:ta"'� 30��
tud
- 1"
siguiente:
p,t (31.1)
200 EQUILIBIUO PLÁsTIOO DE LOS SUELOS
ción de deformación, asi que la teoría fue con frecuencia utilizada para
calcular el empuje activo contra estructuras de sostenimiento que no cum
plen con esas condiciones, tales como las entibaciones de excavaciones a
cielo abierto (véase artículo 37). Ahora bien, como los resultados de los
cálculos no concordaban con la realidad, muchos ingenieros experimentados
llegaron a la conclusión de que la teoría no era del todo correcta. Por ello
es necesario desta,car que, si se satisfacen las condiciones de deformación
para su validez, la teoría de Coulomb es tan satisfa1.toria como lo pueda
ser cualquier otra teoría de la ingeniería de estructuras.
Problema,
l. ¿A qu� dUtancia del pie del alma del muro de sostenimiento del problema 2
{arUculo 30) actu. la resultante del empuje?
Solución: 3,30 metros.
2. Detenni- la áefclón de lu te$ultaoles pardales de los empujes debido:; 1 Ju
:"<b'°:; Up=
a
��m � r�d=:/)), suponiendo que la influencia de
a
So/ud6n: 3 melri>e:, 2 metros.
Definición
E n su sentido más amplio, se entiende por empuje pasivo la resistencia
que una masa de suelo opone a su desplazamiento cuando es solicitada por
una fuerza lateral. El elemento que ejerce dicha fuerza lateral puede estar
constituido por la foodación de un muro de sostenimiento, por la cara exte
rior de la parte enterrada a un tablestacado, o por un bloque de mampos
tería u hormigón, como ser, el estribo de un arco cargado. Puede también
estar formado por una masa de suelo que ejerce una presión horizontal,
como consecuencia de la carga vertical que la misma soporta, como ¡:or
ejemplo, la masa de suelo que soporta una base o zapata de fundación. Es
decir, entonces, que la estabilidad de casi todos los muros de sostenimiento
y la capacidad de carga de todas las fundaciones poco profundas dependen
en algún grado del empuje pasivo, de modo que el estudio de dicho empuje
es de mayor importancia práctica.
El plano de separación entre el objeto que ejerce el empuje y el suelo
se llama superficie de contacto. Coulomb calculó el empuje pasivo, en el
caso de superficies de contacto rugosas, tomando como premisa la hipótesis
simplificativa de que la superficie de de.dizamient:i era plana ( véanse figuras
32.la y b). Con esta hipótesis, el error que se origina se encuentra siempre
del lado de la inseguridad. Si ll es pequeño, la superficie de deslizamiento
es en realidad casi plana y el error es tolerable, pero si & es grande, el error
es excesivo y el método de Couk>mb no debe ser utilizado.
208 EQUILIB1UO Pl.Á.STICO DE LOS SUELOS
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1 (}o�,,....U.L<,---,éco--,f=,--,ec,-=-,cc,�
(el
Fi¡r. :JZ. 2. Dlq:nm• que n:praenla la. hip61esi, en que se ltua la leoría d 1
empuje pa.oivo eoatr• panmenlOII de ronl11<:lo r<IJ-.
"º EQUILIBIIIO PL.ÁmOO DE LOS SUELOS
(32.2)
arbitraria bd1e1, hay que considerar primero ·1as fuerzas que intervienen
en el cálculo (véase figura 32.3b). El valor de P,1" se obtiene hacicn<lo
y"" O, q.., Oy H = H,1 en la ecuaci6n 28.16:
P,¡'' = 2cH•1 V"N;
El punto de aplicaci6n de esta fuerza está eu el Ci!ntro de d,f,.
La influencia de la cohesión sobre la superficie bd, puede cakubrse
.:a:�
es cdt y el momento con respecto a 01 :
Como la fuena F1" pasa por 01, tomando momentos con respecto a este
punto, se obtiene:
dt: donde:
El valor de P 1" se dibuja a escala (fig. 32.3a) partiendo del punto C,'.
Como Pi' y P1" representan las fuerzas necesarias para vencer las dos partes
de que está compuesta la resistencia total al deslizamiento a lo largo de la
misma superficie bd1ei, la ordenada del punto C1 representa la fuen:a totBl
requerida. En forma similar se obtienen los valores de P" pitra otras super•
ficies arbitrarias de deslizamiento, uniéndose luego los puntos C, así obteni
dos por medio de una curva P. El empuje pasivo Pp lo ,�a la ordenada mfni
ma de dicha curva, y la superficie de deslizamiento pasa p...� el punto de aD
que se encuentra en la proyección vertical del punto C. U presión total
en la superficie de contacto es igual a la resultante de P, y de la fuerza de
adherencia C•.
La forma real de la parte curva de la superficie de deslizamiento es
intermedia entTe un arco de clrculo y una espiral; pero, como la diferencia
entre ambas curvas es pequeña, el error resultante de remplazar la curva
real por un circulo o una espiral es despreciable. Comparaciones efectuadas
entre los resultados obtenidos con el método exacto y los métodos aproxi
mados descriptos demuestran que éstos dan valores del empuje pasivo que
son al menos tan exactos como los que se obtienen para el empuje activo
calculado por el método de Coulomb, que supone una superficie de desli
zamiento plana en lugar de la real que es ligeramente curva.
Los estudios realizados precedentemente se basan en la hipótesis de
que la masa de suelo en contacto con el paramento interno es empujada
hasta una posición situada más allá de a1b1 (fig. 32.2). Si la parte superior
de la superficie de contacto no llega a desplazarse hasta a1bi . la superficie
de deslizamiento es curva en tocia su longitud y solo la parte ·inferior .de
la ·masa de rucio pasa al estado pasívo de Ranldne. Si por el contrario, la
parte inferior no llega a desplazarse hasta o1b1, es el suelo situado en sus
inmediaciones el que no alcanza el estado de equilibrio plástico. En estos
AJrr. 33 CAPAClDAl> DE CAIICA DE ZAPATAS DE YUNDACIÓN P<XX) PROF. 213
......,_
igual�- u�::;:tt:h� =
ri
::, �.3:• �t valor der. debe tun1use
27 _
2. Calcule por el imtodo de la espiral logarítmica el emJ)\lje pa5ivv total contn
unasuperlkieverticaleuoontactoooaunrdleDDdellttDaoonsuperliCW!libmhol'Wltltal.
:;.:t��o� D�11eoo tiene�����Y(k
l
�tr
ángulo de fricción Interna de 36º. Para facilitar la utili7.ación
f
OO: trooocit;c:i : ..':
n ue
la espiral oorutrui<I.
en el problema 1,la resoluci6ngriflcadebe efectuarse utilizando papel tra,;pa�nte.
Solud6n: 25CUXXI kg/m,
�• �� �
all
1:!YV�� m
��.rtt � ,�fm���,_i� et�
2
Lcd...,.. Kle«6onlldu
Tahlu: para empujes puivv y activv de suele., aplicables a ma�riales con frie•
eión. eohesi6n o ambos, y para diversos ángulos de fricción entre muro y sucio fueron
publicadas por Caquot, A. y ICerúel, J. { 1948) bajo el tltulo: Table, for the ca/culatkm
����la �z2' ;!�':"'1 ,
datiom miducido del
�"'::"� "f.��':.
ART. 33 CAPACIDAD DE CARGA DE ZAPATAS m,; FUNDACIÓN
POCO PR0FUNDAS
Hipóte,i, JundamenuJ.e,
Cuando se aplica una carga sobre un área limitada de la superficie del
su�Io, la superficie sufre u n asentamiento. La relación entre el asenta
miento y la carga unitaria o presión media sobre el suelo puede represen
tarse por una curva d e lo, asentamiento., (fig. 33.l). Si el suelo es b1utante
denso o compacto, la curva de los asentamientos es similar a la curva C1 y
la abscisa q, de la tangeDte vertical a la misma representa la capacidad de
carga del suelo. J>or el contrario, si el suelo es más bieD suelto o blando, la
curva de los asentamientos puede ser similar a la curva C, y la capacidad de
carga no estar bien definida. En estos casos se toma generalmente como
capacidad de carga la abscisa q,' del punto en que la curva de los asenta
·m.ientos se hace muy empinada y recta.
En la práctica, las cargas son trasmitidas al suelo por medio �e zapatas
o bases de fundación como la que iodica la figura 33.2. Las bases o z..patas
214 EQlJWBRIO PI.ÁS'nOO DE LOS SUELOS
1M4
1' "''"
B• Ar1Clloo1Pta.rq.oola
F',a. 33.l. Rebdón enlN: ln1enlid•d de la eara:a 'J uen1amiento de 1HI• zapata
,oob..., •uelo dcnoo o n>mpadado (C,) y 110bre ,u.,lo 1n1ello o blando (C,).
N, = E"11' •tg2 ( 45 °
1 +-f) (33.4)
, . .. ,,
: •� I •• 8/n�(t•O/
lj J
�&•·-fJO,Sftl,T/
t
' •
'6�·-1
� •
e-o; ¡, ,,.�o
¡·' , l(nilfeuimpli/k11do$
condiciones específicas, las que difieren entre sí. Se obtienen por tanto super
ficies de deslizamiento distintas, que a su vez discrepan de la superficie
real de rotura que se desarrolla en el material natural. El error es sin embargo
pequeño y se inclina hacia el lado seguro.
El valor aproximado de la capacidad de carga está dado por la ecuación:
+
q4 = cN, yD1N, + 1/• yBVl (3.1.7)
en la cual N0 y Nv son, respectivamente, los fact<Jres de capacidad de carga
relativos a la cohesión y a la sobrecarga, y pueden ser evaluados con las
ecuaciones 33.5 y 33.4, La sobrecarga se halla representada por el peso
por unidad de área yD1 del suelo que rodea la zapata. El factor de capacidad
de carga N., considera la influencia del peso del suelo. Todos los factores
de capacidad de carga son cantidades sin dimensión que dependen solo de 4>.
C.Omo no hay disponible una solución teórica para evaluar N., se usa
una aproximada, en la cual los límites curvos ad y bd de la zona elútlca abd
(fig. 33,3b) se remplaza por lineas rectas (íig. 33.Jc) con inclinación 'I'
F.;;.-pecto de la horizontal. El peso unitario del suelo es igual a y. En el
momento de la rotura la presión en cada una de las superficies ad y bd es
igual al empuje pasivo P,., Como el deslizamiento se produce a lo largo de
estas caras, la resultante de la presión pasiva actúa con un ángulo 4> res
pecto de la nonnal de cada cara, Despreciando el peso del suelo situado
dentro de abd, el equilibrio de la zapata en sentido vertical requiere que:
Q - 2P,.cos (\11-4>)
218 E(,_>ll!LIP.1\10 l'l.ÁS'íJCO DE LOS SIJfil.OS
!�
lntroduciendo el símbolo:
N.,, = cos ("'-</>) (33.9)
...........
l. Calcule la capacidad de carga por nidad de irea de una bue oonlir1ua de
2,40 metros de ancho situada SiOhre un suelo upara el cual e = O,ZO kg por centimetro
adrad
cu
7
\:
�\�: l �/1a"1;�':\�gy re�': :� �n�t/:t=�'�C:
oo
��=
1,80 metros.
Sokd6n: .f,l kg/cm".
d�=d:
�f:!Jo��1:' �'t7�tºcli:_ 1,
1a ��
so 00 y .f,
50 metros. El
Sofudón,12;17;2-1;36;481:g/cm".
ART, 34 CAPACIDAD DI': CARCA or; PILARES DI': f'\!NDAOÓN T Df: PILOTES 2.2J
E
POT .,;tro �t��eet,� u:n �i 1: ::; !b.�1::�ll� � �; i�.ili
::'t;:k,r t :;t1c;.8Sed::'1:'i: cu!6: el��1o�'1en;ede�l�:,,:1 :=�-ª carga
! 1
Soluciórl:39".
Fórmultu M hinco
J.a capacidad de carga Q, de un pilote resistente de punta puede, bajo
ciertas circunstancias (ver artículo 56), ser aproximadamente Igual a la
resistencia Q,, del suelo contra la penetración rápida del pilote bajo el
efecto del impacto del martillo del martinete. Existe al menos una posi
bilidad te6rica de estimar Q,,, llamada remtencio dinámica del pll.ote, en
función de la penetración media S del mismo bajo el efecto de los ú1timos
golpes, siempre que el peso Wn del martillo y su altura de calda H sean
AJO', J4 C\J'ACIDAJ) U C'.AJICA DE PJLAB.ES DE FUNDACIÓN Y Df: Pll.OTl:S 225
de donde:
Q -= W;H
.,
(34.4)
Si se supone que la pérdida de euergia está constituida solamente por
la deformación elástica del pilote y que ademú no es influeocUlda por la
penetración de su punta, la ecuación 34.3 se trasforma en la siguiente:
[ �1
K. - C, 1 + '\J 1 + 2c,si"" (34.7)
ART, 34 CAPACIDAD DJ;; CAl\CA DI!: PJLARES DE FUNDACIÓN Y DE PIJ.OTES 'lZl
Q,. - :¡�
Wellington consideró la cantidad e como una penetración adicional de
la punta del pilote, que se hubiese producido en caso de no existir pérdidas.
Lo evaluó en base a los datos empíricos que pudo tener a ru disposición y
concluyó que e es aproximadamente igual a 2,5 cm para pilotes hincadoJ
con un martillo de caída libre y 0,25 cm para pilotes hincados con un mar
tillo a vapor. Como se dio cuenta de que esta estimación encerraba mucha
incertidumbre, propuso que la capacidad de carga admisible Q. por pilote
no excediese 1/6 de la calculada como carga de rotura Ql•• De esta f,onna
obtuvo:
-/F¡;- ,- _
H
p
b
�
!Ja,efin,�
Fiir. 35,2. PO<ilclón dd drculo cúloo p■r■: (a) rolura por cl ,.,'ud: (h) rot11ra
por !■ b■,... (Scgún V.. Fcllcniu,,, 1927).
el�uelo situado debajo del nivel del pie del talud no tiene suficiente resis
tencia para soportar el peso del material situado encima del mismo, h,
rotura se produce a Jo largo de una superficie que pasa a cierta distancia por
debajo de dicho pie. La figura 35.2b indica este tipo de rotura. que SP
conoce como una rotura por la base.
En los cálculos de estabilidad, la curva que representa la superficie real
de deslizamiento se remplaza por un arco de cín.ulo o por una espiral
logaritmica. Cualquiera de estos dos procedimientos tiene un grado de
aproximación semejante al que tiene la hipótesis de Coulomb, que esped
fica que la superficie de deslizamiento de la masa de suelo que soporta un
muro de sostenimiento es plana (artículo 30). En nuestro caso solo se
utilizará el circulo como sustituto de la superficie real de deslizamiento.
forma que satisfaga la seguridad requerida. Resulta obvio que este método
es utilizable solo en los casos en que las condiciones del suelo penniten deter
minar 8 con cierta euctitud poi medio de ensayos adecuados.
de donde:
W1l1-W�l,
s -
------;::;=;;:;
r d1e:i
W1 es el peso de la masa de ruelo akfe, que tiende a producir la .rotura, y W,
el peso de la masa kbd¡ f, que tiende a resistirla.
Si la forma de 1a superficie de deslizamiento no puede sustituirse, aun
en forma aproximada, por un circulo, el procedimiento a seguir debe modi
ficarse de acuerdo c:on lo que se indica bajo e] subtitu1o de superficies de
deslizamiento compuestas.
�� 101---+--+---+-+--t--+
�
s,1----t---+------t-+--t--+-tl-�llc-7
��
�•1---+--+---+-+--t--+-f
;
t ,f--+-+----t-+ h��
-
t
1 61--+-+----t----b�G-f=,,...4-----.,1'--4
!
� 5
F-f (35.4)
,<
\
\
d,Circulo
F m,
' · " ;,
i�
;
>
�
�/' d :,, J(
C
'..\/
• ,
Ya/OJ'P., rMá.,ut,,Nll,lud¡S
Fla, 35.6, Rotura dr ••luda, t:n m.1terialee que tienen .,.,he,dón y íricdÜn;
(•) · diq.,.m• que llul<lr■ el m,•1odo del drculo de fricción¡ (b) reladot, enln
el ,ínsulo fl del t•lud y el �íieienle de aubllldad N. pan ••"'- .,alora de •
(Sqún D. W. Tarlor, 1937).
AIIT, 35 ESTABII.IDAD D& TALUDES 239
lb/
Fla,. 35. 7. Mlttodo de l,u (ajq para invMIJar la1 condldonu de equUibriu dr
ia!Dda I01u..i... endma del ni"f:I lrúriro. (•) RelHiona fr<>,...;lrirH pua unil
,uperfkie de dallum'eoro ci,,:.tlar¡ (/,) [.,.,...,., qae ..-tUan -bre una laja 1i-
plea, -mola 2 N1 (a).
240 EQUILIBRIO PLÁSTICO DE LOS SUELOS
S= 1f f
1 = co! 0 (35.6)
¡• por tanto:
(35.7)
de lo cua1 se deduce:
:E(sb/cos a)
F= (35.8)
YW sen o
La resistencia unitaria al corte a, empero, está determinada por:
s - e +P tg ef,
donde p es la tensión normal que actúa en la superficie de deslizamiento 1.
Para evalm.rp se debe considerar el equilibrio vertical de la faja (fig. 3.5.7b),
de la cual se obtiene:
W=�sen n+Pcosa
P P cosa W S
sena (35.9)
p .. T=- b-""b-b
Por tanto:
resulta:
Y,[e + (W/b) tg ,;] b
f - """' m. (35.12)
l:Wsena
La ecuación 35.12, que produce el coeficiente de seguridad F para el
circulo tentativo que se está analizando, contiene en el segundo ténnino
la cantidad m. {ecuación 35.11), que es a su vez una función de F. Por
ello, la ecuación 35.12 debe ser resuelta por aproximaciones sucesivas en
las cuales se adopta un valor F - Fi, que se usa en el cAlculo de m. para
" /M!lftz/g,
mr1.•COJt;1.+-,-
0 l0 20 JO
o:(0,wt,I)
fa/
/<cj, º
No. o.
:Z:(8;
½ffi F-�
'"
Pr,"in,r lrmlrJo, r. -
}.;(4)
r,.. 35.B. Cálftalo doe! -ridente de .e,:,,ridad de un talud par■ 1L1U1 ..,pa-flcle
de de.liumlento drntl■r d�do la, foenu entre f■ju. (■) Crifko par■ ev•
lu■r el eoelleieate m0 ¡ (6) dltpO■idOn tabular del dlealo,
242 EQUILIBRIO l'L�STIOO DE LOS SUELOS
t·i,:, 35.9, Miaodo de lae r■ju para un.a 1upe.-fide de de.liumiénlo cittul■r
cuando el u,lud allÍ pard•l�nle 111m�OO. (•) Rcladonea 1eo�rieq pan .....,
tllperfide dnular; (b) Íuel'UII que 11erii■n tobre un■ Caja típOH como la 21 (e)
poligono de f...,...,.. p...., la faja 2 euando M eon.Jderan IOdae lq íuenu; (d) pu
lilfono de íuenu para la faja 2 ca.ando.., .,,,,..,lderan T y E que actü■n 1111bre 1..
carulatualeo ..,., irualea a cero.
faja. Si toda la faja está situada debajo del nivel freático, como la faja 5
(fig. 35.9a), el peso del agua situada encima de la faja debe ser incluido
en la expresión zby_. La presión de poros en el punto medio O de la base
de la faja es igual a zy., + u, donde u es la sobrepresión de poros con
respecto al nivel externo del agua. Si el nivel del agua externo A - A está
ubicado por debajo de 0' en la base de la faja (fig. 35.9b), la presión de
poros en (Y es h/y.., donde h es la altura hasta la cual el agua sube en un
piezómetro en O'. Si la presión de poros se debe a capilaridad, h es
negativa.
Teniendo en cuenta que las fuerzas que actúan sobre una faja están
en equilibrio, éstas pueden ser representadas por un polígono de fuerzas
(fig. 35.9c). La fuerza normal P consta de una componente efectiva P',
de la fuerza ul causada por la sobrepresión de poros, y de las fuerzas zly,.
causada por la presión hidrostática del agua con respecto a A - A. La
resistencia t a lo largo de la superficie de deslizamiento es igual a:
, 1 _ 1 '
t = F =-p(c+,ng 4>) = F [ e+ ( -zy., -u ) tg 4> l (35.14)
1
de donde:
s- t 1 -½[el+ {P-:dy.,-ul) tg 4>] ... 7(cl + P' tg <f,)
(35.15)
El equilibrio de momentos de todo el desliumiento con respecto al
centro del círculo tentativo requiere que:
�(w.+w,+wy.,) rsena"" �S • r+1;1 y..,tfl-a1
�(el+ 1" tg ;)
F - (35.19)
l:(W. + w.¡ sen a
El valor de F (ecuación 35.19) depende de P', que puede ser deter
minado para cada faja por medio de un pollgono de fuerzas (fig. 35.9c).
244 EQUIWBHIO rl.Ásnco DE LOS SUELOS
w.+w1-ub-i'se n a
P'------�-- (35.21)
m.
�= :
en
:n C:��
es
8
e u l
:\r ::�� �����rc::.
miento que se va a desarrollar puede, si así se desea, ser utili7.ado también
para tomar en cuenta las fuerzas entre fajas para una superficie circu1ar de
desliz.amiento.
Superfide- tM ,uJu,ami.enw comp,,ahll
En muchas circunstanciu, las condiciones geométricas o geológicas del
problema son tales que la superficie de desliz.amiento de ninguna manera
puede suponerse circular. .Para estas condiciones el método de las fajas
puede extenderse (Jaubu, 1954a, y Nonveiller, 1965).
. La figura 35.10 muestra una masa desliz.ante con una superficie de
deslizamiento no circular. Las fuerzas que actúan en la faja cualquiera n
estin represeI!fadas de la misma manera que lo indica la figura 3.5. 9b, y el
polígono de fuerzas es idéntico al representado en la figura 35.9c.
-6�-
AllT, 35 ESTABU..IDAD DE TALUDES 245
,·,
r"""T· _.;
Fls, 35 .10. Relaciona scoQleuieae del ....!todo de 1., íaj"" p11ra in...,.tisar 1
..
mndkionee de eqallibrlo de un talad euando la 6Uperíide de deaUuimle:nto no
a dreular.
:I:(d+ P' tg 0 ) a
F = :I:(W0+w�+zby ,.)x - 'l:,Pf-1h ,.dla (35.24)
y 1
(35.28)
+ )
F = l:(�:� :.)�� ;Pi f
Esta expresión puede evaluarse si se conocen P' y P1, cantidades que
se pueden determioar por medio del polígono de fuerza (fig. 35. 9c). La
suma de las fuerzas de las componentes verticales COaduce a la e.r;presión:
w.+w.+&T,,.+:d,y.. =z:.ly,. ros o+(P'+ul) coso+
+ ½ (el+ P' tg ,;) sen o
.de alll que:
P' = w.+w.+&T.-ub-(c!F)btga (35.27)
m.
246 EQ\!WllRlO PLÁSTICO DE LOS SUELOS
ademáJ:
Pi= P' + ul = w.+ w,+Ar.. + (l:)(ubtg 4>-cb) tga
(35.28)
sustituyendo y combinando términos:
"" k[cb +(W. +W, +A.T. uh) tg ,¡!,] (a/m..)
F
i:(W, + W,), - i:rW, + W, + AT, +
+(ubtg-,.-cb) �](f/m..)
(35.29)
Esta ecuación debe resolverse por aproximaciones sucesivas debido a
que el coeficiente de seguridad F y la cantidad m.. aparecen expllcitamente en
el segundo término de la expresión. Más aún, el valor de F depende de
AT•. Como la primera aproximación, l:i.T. se puede suponer igual a O. Los
cá1culos se facilitan por medio del gráfico de la figura 35. 8a y recurriendo
además a una disposición tabular oomo la de la figura 35.11. De nuevo,
teniendo en cuenta que el valor de F determinado de esta manen. se refiere
solo a un circulo tentativo, los cá1culos deben repetirse para otros círculos
hasta obteoor el valor mínimo de F.
Para la _mayoría de los problemas pricticos que involucran superficies
de deslizamientos no circulares, la hipótesis de que !J.T. es igual a O conduce
a resultados suficientemente eiactos. Si la sección trasversal de una super
ficie de deslizamiento se separa de una manera muy significativa respecto
de la fonna circular, es preferible usar la ecuación 35.29, en la hipótesis de
que !J.T. - O, que suponer una superficie circular de deslizamiento y utilimr
la ecuación 35.22.. No obstante, si se justifica un refinamiento mayor, los
valores de !J.T. pueden agregarse en la ecuación 35.29 y recalcular el factor
de seguridad . Los cálcuJos son laboriosos.
Si los valores de T y de E no son iguales a cero, deben satisfacer !u
condiciones de equilibrio del conjunto de la masa deslizante en las direc
ciones verticales y boriz.ontales, lo que significa decir que:
IAT, = O (35.30)
(35.31)
Más aún, para cada faja Ar. y !J.E. están relacionadas entre si de
acuerdo con los requerimientos del polígono de fuena (fig. 35.9c) de
modo que resolviendo en la dirección de S, se obtiene:
S = !J.E,.cosa+ (W. + w. +A.T.+ zby.,) sen a
y po"r tanto:
!J.E,. = S seca-(W. + w. + AT.) tan a - :by., tana (35.32)
ART, 35 ESTABILIDAD DE TALUDES 247
"("- ., 1 4 6
� • • • / • .,.. � ,y, • ,. w, 1', ar w,+w,+ar. (l◄l-" 06) ,y, fll+(lfl
--'--
....
1-
�-,.,...� ..,-..
,,-,('JO���(ao)
.
r,.. 3S.11. Forma tüuJ.ar p.,. n.lcadar el weflciente de HJuridad de un u.lud
por al método de lu íaju cundo la 1Rperfkle de d...U...,mlenlo no .,. cln:lllar.
�[�seca-{W1+W1+AT,.)tgn]=o (35.36)
f:VUll.lBJUO PLÁmCO Dll: LOS SUELOS
+
l(k) •O
F1,. SS.12. F_., wnil# para det.ermJaar 1U1 -JllDto �le de fa.-
laapndalM f' pan. -dhllr en la eeaedóa JS,29 eaaodo '- � de 6,T. no
... --'denn ......... -.
.ART, 35 EST.ABIJ.IDl'D DE T,\L\JDES 249
Flg. 35.13. Ro1ura il'I! un tal11d titaado encima de un■ dela:■d■ upa de
■rcUI■ muy bl■nd■•
�U:�==�:n ==�
Problem■1
l.Seefeetuóun.a■nchaexc■vaciónacieloabiertoenunterrenode superficie
horiwntal, adoptando taludes de so•. La roca se hallaba a 12 metmt deprofundi a
d d.
�-�¿:en����•1aP::!iJ: :�uro;::
�:'desi;lizamiento
�� ���¡�� ieui�um��!:, 't
y el Eoncfo de l a eJDvacióo?
Solud6n: 0,24 kglon'¡ drculo il'I! punto medio: 5,60 metros.
2. En el cuo del pn:,b1em■ 1, us póngue quela roe■ es ut vieseI una profundidad
EQIJlUBRIO PLÁSTICO DE LOS SUELOS
=
blandaque reposa sobre una caparesistentesituadal2metrosdeb.jode la1uperiicie
origin11I del terreno. La llJ'cilla tiene un peso unitario de 1820 kg por m' y u.na cohesión
de 0,35 kg/cm'. ¿Cuü es el 11.ngulo de talud que originaria la rotura prob.ble?
Smud6n: p = 7:5•.
4. En ardlla blanda de peso unitario 1920 l:g/a:n' y cohesión 0,W kg/cm', se
ª an n
�H'!s:C:::00 f�d:l � fi:;: s:n: :q:e �- �!!r!e�r q�é
distancia def'°borde superior del talud, el círculo de des�iento, intersectar, el
terreno natural?
Soluciw:2,80metros;2, 40 metros.
5. Un nibsuelo de arcilla oonsta de tre5 estratos horiwntales de 4,50 metrosde
n e
:,�
r
1��;::;., 1:;:�:Sme�te�
e
�'';!o ':ttariS: ttiu
P
::u :=• ':1:o
1:g/m. En este material se efectúa una e.cavad6n con taludes l (vertical): 3 (hori·
:;m:!��tor profundidad de e, o metros. ¿Cuál es el factorde seguridad contra
Soluci<m:l,24.
1 90
J•
•
60
1 JO
''
l.
' o
Fi,:. 36.1. Prerione. de poro,, en melnM meclidN en I• 1ona lmpermeab� de I•
p..- Crea! Mounla;n •l lermhio de la t0n•lnatt.lón (��n "'a•ker r O.ehn, 1948).
tiempo entre límites muy extensos. Para los propósitos del dimensionamiento
es conveniente distinguir, en lo que respecta al desarrollo de las presiones
de poros, entre tres estados diferentes: durante la construcción, y en parti
cular inmediatamente después que la construcción ha sido completada,
después que el embalse ha estado lleno durante un tiempo suficientemente
largo para desarrollar un estado de escu¡rimiento estable en el dique y su
fundación, y finalmente, durante o inmediatamente después de bajar el
nivel del embalse. Estos tres estados se distinguen brevemente como con.r•
tfficcló'n, embal.te lleno y deumbal.ae. La estabilidad del ta1ud agua arriba
puede también alcanzar un estado crítico durante el primer llenado del
embalse, especialmente si el dique tiene un núcleo inclinado. Además, en
algunos casos, para el talud agua arriba la situación más crítica puede
dC5éUTOllarse para un nivel intermedio, conocido como embalae parcial, en
lugar de darse para el nivel máximo.
._......._.. ..... n
�==e����:."�(��.:::= p:..:
coefficlent, in practk:i& , CeoUdmlq�, 4, p6g,. 148-152. El procedimimto de lH
tensiones totales NI describe ffl detalle en el M111ual EM 1110-2-1902, Stablllty o/
eorlh ond roekfiU dt,m.-H, Corpt, of Engineen, U. S. Army, Dec. 27, 1960, 67 págs.
El centro de la espiral se halla situado sobre una línea recta que pasando
por d forma un ángulo ,t, con la horizontal. Como la defonnación lateral
de la entibación hace que la cuña de tierra se deslice hacia abajo, la resul
tante del empuje resulta inclinada de un ángulo 3 con respecto a la horizontal.
Investigaciones teóricas íuera del alcance de este libro han demostrado que el
258 t.:l,)l:IUIIRJO l'l-ÁSTICO DE LOS SUEWS
fiJ<. :17. 2. Mi'·todo de la npirat lo,:aritmka para el eáleulo del empuje 10hre el
ren�timienlo de ex�avadon.,. a cielo ablerio, (o) Dlap-ama que repret1.:11la
••� hipélHis en que te ha... el eáleulo; (b) fuena1 que aclúan eobre la cuña
de dn1iumienlo: (e) compar11eióo de la �uperflele de de1liu.mien10 con la
1ap-• en la teoría de Coulomb,
Se efectúan cálculos similares para espirales que pasen por d2, d,, ...
(no indicadas) y se dibujan los valores de Pi, P2,••• etcétera, como ordenadas
que parten de d i, d2,, .. obteniéndose la cUJ"Va P. El empuje activo P. es
igual a la ordenada máxima, correspondiente al punto C, y la superficie
de deslizamiento pasa por el punto d. El ancho ad de la base superior de
Li cuña que ejerce el empuje máximo Pa es siempre mucho menor que el
ancho de cufia alxt. que corresponde a la teoría de Coulomb ( ver figura
37.Z.C).
ART. Jl EMPUJE CONTRA E1','Tff\ACJO�ES
FI,-. 37. 3. Diq:nma flllfl ilutra 1.. hlpóee,,i,, en que MI ..... el .,.;1,,.,1,. ,1.,1 en,p,o¡.,
J>II"'" t<>ll'I- en ar.eilla baju la n>ndlelón </, = O.
200 EQOILUIRIO PLÁSTICO DE LOS SUELOS
r - re- Como el circulo debe cortar la superficie del terreno con un ángulo
recto, su centro está al nivel de dicha superficie (fig. 37.3). La cara ab
del corte vertical está sometida al empuje P. y a la adherencia c0H entre
la arcilla y la pantaJla. El cálculo de P• se hace tomando momentos, res
pecto del centro del circulo, de todas las fuenas que actúan sobre la cuña
de deslizamiento. El momento actuante lo produce el peso de la cuña; el
resistente es igual a la suma del momento de las fuerzas de adherencia
c.H, del momento de las fuerzas de cohesión c.bd que actúan a lo largo
de la superficie de deslizamiento y del momento del empuje P•. El valor de
P. depende de la relación e.le y de "•· Mediciones efectuadas en excava
ciones para obras ejecutadas en arcillas saturadas blandas a medias han
demostrado que n0 varía por lo genera1 entre 0,30 y 0,50, estando su término
medio alrededor de 0,39, y que la distribución del empuje, por tanto, usual
mente no es triangular sino que, a semejanza con las arenas, aproximada
mente parabólica. El método para calcular el máximo esfuerzo a que pueden
estar sometidos los puntales se describe en el artículo 48.
fa! 3
H/8
(ó)
Fil', 37 .4, (a) S-6ón h'Utfte,..I de una exeavuión • rielo •hle110 en un espeM>
depó.110 de arcilla; (f,) valore11 del í•dor de capacidad de earl'• /V, pan, nllm■r la
eel■biJid■d del fondo del c:orCe re.peelo de un lev■nl■mienlo.
ARJ', � EMPUJE CONTRA ENTIBAOONES 261
del suelo para la condición ,t, - O puede tomarse igual a cNe (ecuación
33.7). El coeficiente de seguridad contra el levantamiento resulta entonces:
(37.4)
Problemas
l. Con el método de la espiral logaritmia. determínese el empuje total P. sobre
la entibaci6n de una e:i:eavaci6n de 9 metros de profundidad ejecutada en arena sin
cohesilm de peso unitario y = 1840 kg/m' y • = 30". El valor de � se supone Igual
a cero. El punto de aplicacl6n del empuje aU. a 4,80 metros del fondo. Determínese
también el empuje P• de Coulomb.
Soluci6n: 26.500 kg/m; 24.600 kg/m.
UU:�ll:i ��n u t ° � m c
� �
J':J'
debe�: x v �:� �¿¡ �": � •�•:!io� i
: �.:O Je�•'fo�.
:i ce;:
Soluc16n, 90.000kg/m.
J: dje !'��:tate 1■ r sulta
to e nte del empuj<J está
''" 1:QUILIBR.10 PLÁSTICO DI: LOS STJEL0S
en 9 m
clebe ��•tap����fi:ü<bdd:�:;o ::1-un � de�� dc�;il:
quetleneunal'ffistenclaalcortenodrenadode0,3k':}'::yunr.;::unltarlodel,9
UD
t:i:c� ':1:i, ta=:c:i:��
Solucl6,,0,95.
gu� e,)= ert!�� l'ffO:O:a ucava-
E l fondose levantar,C1111ndol a eiicavadón alca� l a profundidad
de 10 m.
-4. Silaexcavaci6ndelproblema3CDIISUtieseen UDII unja de 1,50 m de illdio
ro: �!.�rot!1iit l1�:!?
i oieficieiik de ¡eguridad (l)ntn el levantamiento del
Solución:1,13. La exC'l.vadón apenas JI podría hacerse.
.Flr. S8.I. (•) Obpo,,ilho J>flR inn1ll1■r defecto d,i, ■reo Mu na e■pa de aren■
lllu■d■ endma de un■ acotlla l eon po.a1■ deformableeo!or■da en un■ pl■l■íorm■
horis:onl■I; (lt) predon oobno la pla1■rorrn.■ 1 oobn la -111■anleo y deopuH d�
h.oberheeho.i.e-e.,det'U,:fflOleftlela p■erud�la-1U■ I •
ART. Jls EFECTO DE ARCO EN LOS SUF.LOS 26:J
ART. 39 INTRODUCCIÓN
Fin �neguldo con lo inve,ligoción ,ú lo, o,encamknt"
Se entiende por asentamlemo el hundimiento de una estructura pro
vocado por la compresión y deformación del suelo situado debajo de la
misma.
El cálculo de los esqueletos de edificios y de otras estructuras se basa,
salvo raras excepciones, en la hipótesis de que la estructura descansa sobre
una base indefonnable. En realidad, el peso de toda estructura comprime
y defonna el suelo situado debajo de la misma, de modo que las hipótesis
de cálculo no son nunca estrictamente satisfechas. Cuando la base de la
estructura pennanece plana, el asentamiento no tiene importancia, ya que
las tensiones en la misma no son alteradas, pero si como consecuencia del
peso de la estructura el área cargada se alabea, la base sigue dicho movi•
miento y toda la estructura se distorsiona. Las tensiones suplementarias
causadas por esta distorsión no son en general consideradas en el cálculo
de la superestructura, a pesar de que en muchos casos son suficientemente
importantes como para dañu la apariencia exterior del edificio y hasta causar
daños permanelltes e irreparables.
La complejidad de las propiedades mecánicas de los suelos y la hetero•
geneidad derivada ele su estratificación hacen que el asentamiento ele edifi
cios ·pueda preverse con exactitud solo en condiciones excepcionales. ll:ste
no es un impedimento para que el análisis teórico de los asentamientos sea
indispensable y útil, ya que sus rerultaclos permiten al ingeniero identificar
los factores que determinan la magnitud y la distribución de los mimlos.
El conocimiento de estos factores constituye un requisito previo para poder
convertir la experiencia de obra en reg]as semiempíricas para el cálculo de
las fundaciones (articulo 53).
p
, = q [ 1 - (1 + ¡R/%)•)"•] (40.3)
p.,
NI:D'p,.
.,.,
Di!t'l:fti
1
Ft.-. 40.S. Diqrama irue Uuetra 1■ diferencia entre la preeión ,·ertieal originad■
por una e■rs■ diatribuld■ oobre un árN cuadrada y la mi1m■ c■rs■ conoid.,.-■d■
como pW1tu■I y ■plk■d■ en el ttnlro del cuadrado. l.Q cnrvu repre■enlan l■
te,wion a kt lar•o de una luie■ vertl.,.,) por el cenll'O del" cuadrado.
�
A��'.�=f"-�---¼-A
A ,.,4
fil'., 41. l. C•) ÁHt>lamlenlo da un edificio fundado 11GbN1 11na pbtea qlle •poya
en an ,11h.uelo qae flOlltlene un Nll'llto �,up1'81rible • la pro(andidad D: (!,,)
dwribudón de la pn,oión �•• oobre ua plano horiUN>tal que paM por el
ttnlrO de b eapa Mmpraible.
Fig. '11.2. M�todo piílco pan cakolu .,¡ uc:nt..nit:nto prodacido por una
capa compr•ible t:vando la pralón p. y d co•íieif!Jllf! de CGltlpl'ellibllidad m,
Vll?Wl f!OP la profundidad,
2:74 ASENTAMIENTOS Y PRESJO?-'ES DE CONTACTO
o "º
#ndl-l��l11ro-ltlc""""""'1
FI,-. 41.3. Relaoot:I entre el ar,d,o de una upalfl cuadrada '1 el ■-1•mienl<>
,:mando la pre,aón o.nil&rla 1rumlllda al len-eno.,. wm;lflnle. (KO,Sltt, 1933).
=
ta a medida que lo hace el ancho de zapata. Por otro lado, la capacidad
de carga de la zapata y el valor medio del módulo tangente inicial de la
arena también aumentan. Como consecuencia de estos factores contrapues
tos, el asentamiento varia con el ancho de la zapata en la forma aproximada
en que lo indica la curva llena de la figura 41.3.
::n���
• Como renilta evidenll! de la flpa lS.3, el módulo Wlgaite iDldal et tam.biifui
da
la
!nor:!\t::.a;:-, pues :d!:n�
cª
,.,�J:::J �:!
de rec:ompr�lo que implica un m6dulo �uperior al que le (X)fl'elpcmde al
':'lfsmO material en primera carga. La � indica que el asentamjer,b:I de recarg,.
el
,ók, ak.nu.valoretqueestinen orden del temo al cuarto que., produce en primera
.,. va o el
�:�!:� �::ITit::J. deri=-(J;'tt��
276 ASENTAMIENTOS Y PRESIONES DE OONTACTO
=
tración (artículo 54' y ssr.
Prohlemu
l. La capa de an:illa descripta en el problema S. del artículo -40, tiene un
::�t esdcd��� �1�:U�ri�I�..=rn�dede ��tm�
El Divel de la n,,pa es el mumode la $Uperficie del terreoo. De ensayos de consóli.da
ción se ha determmado que C, es igual a 0,50. Caleúleme los aseota.m:ien!06 en el borde
==-·
yenelceotrodeledifido.
=�i:o
Soluci6n: 21; 31 centímetros.
2. Sobre la ruperficie natural del terreno se halla distribuida, en un úeamuy
�• una carga 1,5 kg por centímetro cuadrado. El subsuelo consta de un estrato
eii!::Ut J:lf� ;;. �':o� ef��e! :1t
arcil
c. ��1�0,ls�
t�·i �a �u:¡::,��r·-� :St caru
2000 kg pormetro eúblco, y se h� completamente sumergida. ¿Cu.Al es el asen ta
miento originado po r l a carga uniforme?
Soluci6n:38centímetros.
la carga del centro hacia las orillas, lo que significa que la presión de con•
tacto, en la base de una zapata rlg:ida que descansa sobre tales subrasantes,
aumenta del centro hacia los bordes. Si por el contrario, una carga uniforme
descansa sobre una subrasante compuesta solo de arena, el asentamiento
es mayor en los bordes que en el centro. Un asentamiento uniforme solo
puede obtenerse distribuyendo la carga de modo que su intensidad dismi•
nuya de un máximo en el oeotro a un mínimo en los bordes, lo que significa
que la distribución de la presión de oontacto en la base de zapatas rígidas
tiene Ju mismas caracterlsticas.
La figura 42.1 representa un corte trasversal de una base continua
rígida de ancho B que descansa sobre una subrasaote elástica y homogénea
de gran espesor. La carga que soporta la base por uWdad de longitud es
igual a q.B. Cálculos basados en la teorla de la elasticidad han demostrado
que la presión de contacto aumenta en la forma indicada en la figwa, de
un va1or menor de 0,7q. en el centro, hasta un valor infinito en 1os bordes.
Si la base descansa sobre un material elástico real, la presión en los bordes
no puede exceder un cierto valor fiWto q., para el cual el material pasa del
estado elástico al semiplástioo o plástico, de modo que la presión se dirtri•
huye en la realidad en la forma en que Jo indica la curva C1 de la figura 42.2a.
Sl se aumenta la carga sobre la base de la figura -12. 2a, el estado de
equilibrio plástico se extiende de los bordes hacia el centro y la distribución
de las presiones cambia. Cuando la superficie de contacto de la base de
fundación es lisa, la distribución se hace uniforme en el mismo instante en
que la subra.sante rompe por deformación plástica. La curva c. representa
la distribución de tensiones en este estado y la C, en un estado intermedio.
Si una zapata o base de fundación, sea rígida o flexible, descama en
la superficie de una masa de arena seca sin cohesión, la teoría indica que
la intensidad de la presión de contacto, para cualquier carga, decrece de
-�b.1
,
'
ffl'':�. ¡'.,,· r
fu) lb) fe)
l • ,
C- --¡-- -
1 U1 • e.i
L _:J-- 1
_J_l 1
(42.3)
con las cuales pueden calcularse P• y 1'•·
Debe notarse que las ecuaciones 42.2 y 42.3 no contienen el coeficiente
K, de reacción de la subrasante; es decir, que la distribución de la reacción
en la base de una zapata rígida es independiente de la compresibilidad de
la subrasante. Esto facilita visualizar la diferencia que existe entre la reacción
de la subrasante y la presión de contacto reaJ. Si la resultante Q de la carga
que actúa en una zapata pasa por el centro de gravedad de la misma, la
reacción de la subrasante se distribuye uniformeme11te en toda el área de
contacto y es igual a Q/A La distribución de la presión real de contacto,
por el contrario, puede estar lejos de ser uniforme (véase figura 42.2), ya
que depende de las propiedades mecánicas del suelo y de la intensidad de
l,=g,.
A pesar de estas evidentes discrepancias entre la teoría y la realidad,
las teorías que consideran la reacción de la subrasante pueden utilizarse
libremente en el cálculo de las zapatas y bases comunes, ya que los errore5
se hallan dentro del margen usual de seguridad y, además, como regla
general, dichos errores actúan del lado de la seguridad.
FJa-. 42.4. Zapata ellltilea de «nn lon,:itud, tomdld• • una e•f'fl• lineal y
•portad• por una aubraua1e elll,lka. Deformadón de la zapata bajo Hrp
y dutti.budón d111 la reaedóu d111 la .alH·•••Ue.
A.RT. 42 PIU!SIÓN DE OONTACJ'O Y llf.ACCIÓS- DE U. SUBRASA!\'TE 281
1-1- eel«do.ad..
�Íi5M. (19'6). BMmf on e/o,Hc � Ann Arbor, Univ. ol Michigaa Pr-,
Problemas de proyecto
y la construcción
.............
por el contrario, los lfmites son hTegulares, se dice que el perfil del suelo
1•>--+-+-...,..__,_,_,
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Grafllo, H. (1936), Some features in conoecdon witb the fowidation of Svtr 3 hydro-
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de lot mitodos pua adaptar el proyecto y la CXNUtrua:ión a las propiedades elúllcu
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Tower Latino Amt,rimna 1D
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euav,,:,�,l=� em
�on= f� :=�ff��-:\��
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e
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T �,..�"1}AS"t:E, ít;, �:)63-
7/;!'P and performance of Venn� dam",
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mmpreaiblefOUlldation.,C«iledrlliq�. 14, pigs..14-50.
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-.-bl(', ASCE /. Soil M�, 91, � SM4, July, pf.g¡. 1-40.
PerjorodoMa
Fonnat de perfora#'. Los procedimientos más rápidos y más económicos
para perforar se basan en el uso de la inyección de agua, el barreno o la
perforación rotativa. Para poca profundidad, basta unos 3 metros, se usa pre•
ferentemente el barreno; para profundidades mayores tienen aplicación los tres
procedimientos.
Perforacionu a inyeccfén ds agw. El equipo para efectuar perfora
ciones a inyección (Mobr, 1943) incluye generahnente un caño camba de
2,5 a 3 pulgadas de diámetro, en trozos de 1,50 o de 3 metros, que sirve de
soporte a las paredes de la perforación; un peso o martillo para hincar la
camisa en el terreno; un trípode para levantar los caiios y el peso; y un
caño de ioyeccl6n de una a una y media pul@da de diámetro en longitudes
de 1,50 ó 3 metros. El caño de inyeccl6n lleva en su extremidad superior
una cabeza giratoria que sirve de unión con la manguera de la bomba de
inyecci6n, y en ru extremidad inferior una punta o barreno de inyección que
tiene agujeros por donde se fuerza el agua que se bombea por la parte
superior ( figura 44. 2d). El equipo incluye también un recipiente para
almacenar agua y una bomba a mano o a motor.
Para iniciar una perforación a inyección (fig. 44.1) se insta.la el trípode
y luego se hioca en •el terreno un tren.o de caño de 1,50 metros basta una
profundidad de 1,20 metros. Se conecta a la parte superior del mismo una
T, en la forma que Jo indica la figura 44.1, de modo que el brazo bori7.ontal
de la T desemboque en el recipiente. Se levanta el caño de inyección a la
posición vertical por medio de una soga accionada a mano, a través de una
polea colocada en la parte superior del trlpode, y luego se baja hasta la
paltt'I superior del caño camisa. Se pone en marcha la bomba y se hace
ABT, 44 MÉToDOS ·DE EXI'LOll.A.ClÓN DEL SVELO 293
"""-""'-'_,¡,_..
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�i6n1rn...,,,,t,r;,a
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....11,n,.w<a'J,
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i
EXPWRACIÓK DEL SUELO
i g11
�
� !di
fis. 44.2. Hernmientn d., munlrro p■r■ perfonclonea uploraioriq; (a) harn,na;
(b) tonda;(e) lttpanoe¡ (,l) diafra,ma para -tenu la m11ettn¡ (e) __,,,....,._
partido;(/) cnch.uón n,pador.
/b)
flt'. 44.S. 8- de bun liueu. (•) Tapado m la panü eaando N ...ansa;
(/,) punta de«• iredracb, para lnHirUr � a f"1n de� ,___ p«
debajo de la ...,-undklad de •-ce.
Mriulreo
de sondeo, que puedeo o no ser las mismas utilizadas para el barreno o para
la punta de inyección. El sacamuestras es entonces forzado o hincado en el
terreno, para ser luego retirado con la muestra en su interior.
Los sacamuestras para perforaciones exploratorias suelen consistir en un
trozo de caño reforzado de aproximadamente 1,5 pulgadas de diámetro inte•
rior y de 30 a 60 centlmetros de largo que ha sido dividido longitudinal
men�e. en la forma en que lo indica.la figura 44..2e, y que por tal motivo se
distingue con el nombre de sacamuutrM partido. Para tomar la muestra,
las dos mitades del tubo se mantienen unidas por dos pequeños trozos de
caño enroscados a sus extremos; uno de éstos sirve de pieza de unión con
las barras de sondeo, y el otro, que ha sido afilado en· una de sus puntas,
como zapato que facilita la entrada del ucamuestras en el terreno.
.Según es práctica usual, el perforador extrae la muestra de la cuchara,
la inspecciona y clasifica guardando una porción en un frasco de vidrio
con tapa hermética, porción que luego envía al ingeniero para su inspección
visual. Como práctica, es preferible que las muestras a guardar en frasco
sean suficientemente grandes para que, bien selladas y cuidadosamente iden·
tificadas, puedan enviarse a un laboratorio para que se determinen sus
propiedades índice. Para los ensayos solo debe usarse un trozo de cada
muestra, guardándose el resto en frascos con cierre hermético, a disposición
de los contratistas que quieran examinarlas.
Las muestras de arcilla obtenidas con cuchara sacamuestras retienen al
menos parte de las caracterlsticas del suelo inalterado, pero tratándose de
suelos de alta permeabilidad, las muestras, al penetrar dentro del saca.
muestras, sufren una enérgica compactación, independientemente de si el
suelo in .ritu se halla en estado suelto o en estado denso. Por ello, dichas
muestras no alcanzan a informar al ingeniero sobre la densidad relativa del
suelo a pesar de que, como regla general, la determinación de esta propie
dad es mucho más importaote que las que se relacionan con las caracte
rísticas intrínsecas de los granos.
El método más simple para obtener al menos alguna idea sobre el
grado de compactación del suelo in ritu consiste en contar el número de
golpes que se requieren para hincar la cuchara sacamuestras 30 centímetros
en el terreno con un peso determinado y una altura de caída fija. La
figura 44.4 indica las dimensiones de una cuchara que se considera normal,
300 ZXPLOIIACÓN DEL SVELO
as
ª'
'º "
D•lorMt1�1"d,i, ¾
2() 2!
fog,,o)
1,1
t"i1. 44. 7. SauteeliSOII a pl,10n operado hldriullcamenlr. (11) Ck.a:nclldo en el
fondo da la perforKlón eon la barra de, -,deo sujda en pow:lón fil• en la .,.
períide; (b) tubo aealeatiSOI deepué. d111 oer forado en d lelftllG por la Pf'llll,lón
hldriulka ■plluda • 1n\ft de I■ barn de ..,ndt,o.
superior de la muestra no puede separarse del pistón sin crear un vacío, de
modo que, en ese instante, la presencia del pistón ayuda a hacer penetrar
la muestra dentro del tubo. Después que el tubo sacamuestras ha penetrado,
el pistón Mi fija en su nueva posición con respecto al tubo y ambos ciernen-
Coóks11jdPw,losupu.icir
P,,fflft'11t,r�morii,,;,.nk,
desctlll�rldpiNIÍII
7ulJOs«olesNgo,,¡u,,s,:
empu¡oll«IOol>ojo
Cinra.s (�Olr«laJor
V<'hperikrio}
Cobero,h»cvksligos
Fic- 44.S.
,
l>í•gran,,a cue mu"°'ra el prindplo en que ee � el •ut-i,:oe COQ
dnlN deeeru"Ollabla <•P• K1,.Jlm•n "'- aJ., 1950).
AftT. 44 Mi:roOOS DE EXPLORACIÓN DEI. SUELO '3fll
tos se hacen rotar para separar la muestra del suelo subyacente. El pistón
y el tubo se retiran luego unidos a la superficie.
Los sacamuestras a pistón con pequeños índices de áreas son capaces
de proveer muestras excelentes de suelos cohesivos aun cuando éstos sean
muy blandos y sensitivos. La necesidad de disponer para el pirtón de una
ba.rra que, pasando p:,r dentro de la barra de perforación, llegue a la super
ficie puede eliminarse por el uso de un mecanismo de operación hidráulica
(Osterberg, 1952).
Sacamue.rtrru de lámina enrollada. Aun con los sacamuestras a pistón,
la longitud de la muestra que .se puede obtener está limitada a unos pocos
decúnetros y el grado de alteración aumenta con el iocremento de la lon
gitud. Sin embargo, eliminando la fricción y adherencia entre la muestra
y el tubo, la muestra puede subir libremente deobo del tubo sin alterar el
· suelo de.?3jo de la cuchilla cortante y obtener de esta manera muestras
mucho más largas. Estos objetiVO! se alcanzan c;-on el ,ocatuHgo, ti,eco
de lámina enrolfuda (fig. 44.8), encamisando el interior de un tubo saca•
muestras con una serie de deJgadas cintas verticales de acero ( Kjellman y
otros, 1950). La! cintas, enrolladas en la parte inferior del sacatestigos,
permanecen en contacto con el suelo después que éste entra dentro del
tubo. No se mueven verticalmente respecto del suelo sino que permanecen
estacionarias mientras que el tubo sacamuestras se desplaza hacia abajo
circundándolas. Los rollos para las cintas están situados en una parte
ensanchada del zapato del sacamuestras, que está suficientemente separada
de la cuchilla cortante como para mantener un índice de área pequeño.
Aun cuando el aparato es complejo, con el mismo. se han obtenido mues
tras cootiouu virtualmente inalteradu de arcillas y limos blandos extTe
madamente sensitivos, con longitudes de basta 20 metros.
Mue,t.reo combinado con perforación. El muestreo por la introduc
ción forzada de tubos delgados no puede practicarse si el suelo es demasiado
resistente o compacto como para pennitir la penetración sin dañar la cuchi
lla cortante o hacer pandear el tubo. Aun cuando el tubo pudiese ser intro
ducido por hinca, la alteración producida en la muestra, especialmente en
materiales frágiles. podría resultar excesiva. En depósitos que contienen
capas sucesivaJ de consistencia blanda y dura, l a posibilidad de un mues
treo exitoso por medio de sacamuestras de tubos o a pistón es muy remota.
Bajo estas circunstancias, eJ sacatestigos Pitcher, en el cual Ju técnicas de
muestreo en roca se han adaptado al muestreo por medio de tubos, puede
resultar satisfactorio. Los eJementos esenciale! del sacatestigos se indican
en la figura 44.9. Al descender en la perforación, el tubo de pared delgada
se suspende del tubo exterior con cuchilla co•tante. El fluido de perforación
circula hacia abajo a través del tubo Interior y desplaza hacia arriba el
. material desmenuz.ado. Cuando el tubo interior toca el fondo, éste es
empu}lldo hacia aniba respecto del tubo exterior cortante, con lo cual la
inyección se desvía al espacio anular entre el tubo interior y el exterior,
308 EXPLOII.AClÓN l>EL SUELO
pasa por debajo de la cuchilla y sube por el espacio entre el tubo eiterior
y las paredes de la perforación. Si el suelo a muestrear es blando, el resorte
situado en la cabeza del tubo interior mantiene la cuchilla cortante del
mismo muy por debajo de la cuchilla cortante del tubo exterior y el primero
entra en el suelo de una manera similar a un sacamuestras ordinario. Si
(b)
F�. 44.9. Dlqram■ ""'l"em.ilko del .....1� Pitcher, (■) El tubo ue.1e11laoa
Qtá ,u1p,:,ndido del tubo pona<:Gf'OIUI rnientna baja en la pttfOl'aeion¡ (1,) el lubo
_.,alia-.., fuerza - el .tildo btan;:.,e.; •v•nee de la eo.-on■ por medio de un
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AJlT, 44 MÉToDOS DE EXPLORAÓ:ÓN DEL SUELO 300
Cam,�o
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Mnlle.ticmOeN....
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se
•• Hay otros impedimenlOI prictioos importantes que deriVl.11 de h, dificulbd que
a veces se presenta pan hacer pea,,trar el tubo ncamuestru por pr,=sión estitica sin
doblar !U e:rtremo lriferior, O bien de la imposibilidad de haoerlo entrar por falta rle
fuer.ta suficiente de empuje cuando la arena es gruesa y/o relativamente densa. Eo
i:dr::
e!lOI casos hay qll(l hacer instalaciones especiales, como lll!clar la miquioa al sueJ.:i para
e ¡
. : :,�jpes�naq�;: �u'n /';,::;,n'!"&: !-::0
la hloca a golpes alten la relid6n de vados de la IU"en&, no se justifica en ese Cl50 usar
un Acamuertras tan refinado. (N. da T.)
312
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-'ento del ..... por aire dentn, de la eampena; (b} ueat.,,,ti¡r- J.r:>,antado por
eeb,e dentro de J. campllll■ llena de aire (eqún Bbhop, 1948).
AJ\T. 44 MÉToDOS DE EXPLORACIÓN DEL SUELO 313
Au.cul&adone,
Propórito tu la.! awcultacionu. Las auscultaciones se utili.zan para
explorar capas de suelo con una estructura errática. Se U$8D además para
comprobar si el subsuelo oontíene o no lentes de material excesivamente
blando, situados eo el espacio entre perforaciones, y tambien para obte
ner alguna infonnación sobre la densidad relativa de suelos poco o nada
cohesivos.
La experiencia ha demostrado que los perfiles de suelo erráticos son
mucho más comunes que los regulares. Los resultados obtenidos de perfo
raciones reali:tadu en suelos con una estructura errática dejan un margen
demasiado grande a la interpretación libre, a menos que la distancia entre
perforaciones sea muy pequeña, en cuyo caso el costo de las mismas 1uele
314 EXPLORACJÓN DEL SUELO
ser prohibitivo, salvo que el área que se esté investigando sea también muy
pequeña. Pero por fortuna los cambios importantes en las características
del subsuelo van comúnmente asociados con un cambio en la resistencia
que el suelo ofrece a la penetración de un pilote, o de un caño obturado
con una punta en su extremo inferior, de modo que el margen mencionado
puede cerrarse auscultando el suelo con estos dispositivos.
El efecto que la densidad relativa de la arena ejeree sobre la resistencia
a penetración es un ·hecho bien conocido por todo ingeniero experimentado
en la hinca· d.e pilotes. Si la arena es muy densa, el pilote no puede ser
hincado a una profundidad mayor de 3 a 5 metros; la hinca es muy difícil,
y el número de golpes para una penetración dada aumenta rápidamente
con -la prohmdidad. Por el contrario, si la arena es muy suelta, es fácil
hincar pilotes cilíndricos hasta cualquier profundidad, ya que el aumento
de resistencia con la. profundidad es muy pequefio.
La variación de la resistencia a la penetración que ofrece el subsuelo
a lo largo de líneas verticales puede determinarse rápídamente, y con un
gasto moderado, por medio de ensayos conocidos como awcultacionu. Los
ensayos se realizan utilizando un dispositivo llamado el penetrómetro. Uno
de los pr�imientos más usados para medir la resistencia a penetración
es el ensayo normal de penetración, en el cual e_l penetrómetro es la cuchara
partida misma. En los artículos 45 y siguientes se trata de la aplicaci_ón
de los resultados de los ensayos normales de pe_netración.
Mientras que el ensayo normal de penetración provee solo un valor de
la resistencia cada metro o cada metro y medio de profundidad, o bajo
condiciones especiales un valor cada 5Q a cada 75 cm, muchos otros tipos
de auscultaciones del subsue)o provepn Tegistros de penetración continuos
o casi continuos. ·
Métodos improvisado., de auscultación. Por varias generaciones, los inge
nieros �an hecho crudoa /ntentos para conocer la consistencia del subsuelo
hincando varillas. caños o rieles de Íem>c::8-rril en el terreno y registrando
la penetración producida bajo cada golpe de martillo. Si el método es
inteligentemente utilizado en combinación con, por lo menos,_ una_s pocas
perforaciones exploratorias, puede ser muy útil a pesar de su simplicidad.
El siguiente incidente es un ejemplo.
Las perforaciones preliminares de una fundación sobre pilotes mos
traron un depósito errático, formado principalmente de arena suelta a media
con algunos pocos bolsones de limo o arcilla blanda. Durante la construc
ción de la fundación se notó que la profundidad a la cual se encontraba
el rechazo variaba entre limites sorprendentemente extensos. Se temía que
los pilotes más cortos hubiesen encontrado rechazo en depósitos resistentes
situados encima de bolsones de limo blando o de arcilla. Para determinar
sin mayor pérdida de tiempo si este temor estaba o no justificado, se utilizó
el método de la auscultación. El único equipo disponible con facilidad
era una provisión de rieles de acero de 43 kg por metro y un martillo de
calda libre de 1100 kg. El procedimiento adoptado consistió en hincar los
rieles, dejando caer ·et martillo desde 75 centímetros de altura, y anotar el
número de golpes para cada 30 centímetros- de penetración. Las auscul-
Alrr. 44. MÉroDOS ll.E EXPLORACIÓN DEL SUELO 315
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velocidad de 1 centímetro por segundo por uno o dos hombres que apliam
parte de ru peso a una barra trasversal unida al extremo superior del vástago
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no. donde .., ,....,._ J. •ut...ión en ........,.,.. • t. penetndón. (�• P.
Buen'-!, 1956).
por el cono holandés, en 1928 se desarrolló, para ser empleado en los traba
jos del subterráneo de Nueva York, un método que utilizaba una punta
con inyección de agua. El subsuelo estaba formado de arena limpia, media
na y gruesa. El penetrómetro estaba constituido por una punta cónica ( fig.
44.13d), con un diámetro de 7 cm, unida al extremo inferior de un caño
de inyección reforzado de un diámetro externo de 2 pulgadas. El caño, con
la punta cónica en su extremo, se introduce dentro de una camisa con UL
diámetro interno de 3 pulgadas (fig. 44.15a). El cono se hunde en el terreno
en una profundidad de 25 cm por medio de un gato hidráulico que actúa
en el extremo superior del caño. Se inyecta luego el agua, la que, al salir
por el cono a través de agujeros dirigidos hacia arriba trasforma en un semi
liquido un volumen cónico de suelo situado por encima de la punta ( figura
44.15b). Parte del suelo es arrastrada por el agua a lo largo del espacio que
queda entre el caño de inyección y la camisa. Mientras se hace circular el agua,
un esfuerzo pequeño es suficiente para bajar el caño camisa en una longitud
igual a la que previamente habla descendido la punta. Se interrumpe enton
ces la inyección y la punta cónica es nuevamente forzada en el terreno por
otros 2.5 centímetros. La presión ejercida por el gato, durante cada descenso
de la punta, se lee en un manómetro unido a la bomba de aceite y se dibuja
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m,_. de Boueton Streei. N...,... Yori<).
Lo.t ensayos se efectuaron a distintas profundidades, a medida que se
realiuba la excavación. Los resultados de los ensayos de calibración se
hallan indicados en la figura 44.16. Tanto dwante la ejecucl6n de los ensayos
de penetración como de los ensayos de carga se utilizaron las fundaciooes
de edificios existentes para proveer reacción a los gatos bidnlicos (Ter
ugbl. 1930).
Mhodo, dlndmicot. Los métodos clinAmicos de auscultación del terreno
consisten en la hinca de una barra con una punta., por medio de un martillo
de calda libre para medir el número de golpes por cada 30 centímetros
de penetración. Además del ensayo nonnal de penetración, se han desarro
llado otros ensayos más o menos oormalizados. En la mayoría de ellos, la
punta que se hinca es un cono de acero retractable o expandible. La gran
variedad de procedimientos en uso Indica que ningúD método de auscul
taci6n es igualmente adaptable a todas Ju condiciones del subsuelo que
pueden encontrarse en el terreno. Para un lugar dado debe ajustarse tam
bién el método al tipo de información que se necesitJ en la obra. Toda
vez que se usa un método nuevo se requiere cierta cantidad de experimen
tación para adaptar el procedimiento a las condiciones locaJes del suelo.
Los dep6sitos de estructura errática más comunes son los depósitos
fluviales y costeros, formados de lentes de limo o de arcilla embebidos en
arena o en arena y grava con densidad relativa variable. Se puede obtener
una información general sobre la estructura de tales dep6sitos hincando un
ca5o de acero emarrefonado de 2 pulgadas, provisto de una punta c6nica
(fig. 44.lle). El caAo se compone de secciones de 1,50 metros de largo
con juntas a tope, secciones que pesan 5 lcg cada una. La punta cónica
se continúa con un vástago corto que encaja en un agujero de media pulgada
practicado en otro ristago que se atornilla al extremo inferior del cafio.
tste se bÍDCa en el terreno por medio de un peso de 75 lcg, que cae de 75
centímetros de altura, y se anota el número de golpes necesarios por cada
30 centúnetros de penetración. Después de haber hincado el caf\o a rechazo,
éste se recupera mientras que la punta se pierde quedando en el terreno.
Utilizando un penetrómetro tan simple se pueden efectuar varias aus•
cultaclones por d[a, hasta una profundidad de 20 a 9S metros. Puede obte
nerse un rendimiento mayor utilit.ando un martinete mecAlllco equipado
con un dispositivo para registrar aulom&ticamente la penetración por cada
golpe. Como el diámetro del cono es mayor que el del caflo, la fricción
lateral es pequefia comparada con la resistencia de punta. A medida que
la profundidad de la punta aumenta, el peso del caño tambU:n aumenta.
Por ello la relación entre la densidad relativa y la resistencia a penetración
es en cierta medida dependiente de la profundidad.
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(e) •aiaa pan bcer penetrar la � _,, practicar ....., perfondón; (4) COl'te
r-7 por la nbu, anlel ck h- ,..._,..., la •eleta (..,.ün Cadffna: y Oden.lad, 1950).
F.o caso contrario, solo penetra parcialmente dentro del material permeable.
Cuando la zona penneable está debajo del nivel freático, el ensayo
puede realizarse agregando agua para levantar dicho nivel dentro de la
camisa y luego dejar que el mismo descienda hasta una posición de equili
brio. Se mide la elevación del nivel del agua en función del tiempo y el
coeficiente de permeabilidad se calcula por medio de la expresión;
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permubJe. (a) Grár.co para detenninu la reladón l.'lr.'. (b) y (e) Píleo para
deterrlÚllal' el eoefkiente e a - IUMO en la en111dón 44,2 (Npll Zan,:ar, 1953).
ART. 44 :,ri:roDOS DE EXPLOIIACIÓN DEL SUELO 325
Coruulerodone, ieol6gka,
La mayoría de los depósitos naturales de suelo se hallan comprendidos
en uno de los siguientes tipos principales: depósitos fluviales, depósitos de
inundación de planicies, depósitos de delta, depósitos costaneros, depósitos
glaciares, depósitos eólicos ( arenas de dunas y loess) y depósitos formados
por sedimentación en agua estancada. Los únicos que suelen mostrar una
estructura bastante regular son los depósitos de inundación y los eólicos,
además de aquellos fonnados en grandes extensiones de agua estancada
a distancia considerable de las costas. Todos los otros suelen distinguirse
por variaciones importantes y erráticas, al menos en la densidad y consis
tencia relativa, y comúnmente también en cuanto a su granulometría.
En las cercanías del nacimiento de los sistemas fluviales, los depósito.,
fluviales ocupan usualmente el fondo de valles cortados en la roca. Cerca
de la desembocadura suelen estar dispuestos en canales sinuosos y entre
lazados, cortados en anchas bandas de sedimentos finos que fueron deposi
tados con anterioridad por el río bajo condiciones de sedimentación distin
tas. El tamaño medio de los granos disminuye a medida que aumenta la
distancia a las fuentes del rio y, en un punto dado, generalmente aumenta
con la profundidad a que se halla el depósito. Desde luego, los detalles
de la estratificación son siempre erráticos y tanto la granulometría como
la densidad relativa varían de una manera imprevisible. Aún más abruptas
y notables son las variaciones que se presentan en los materiales aluvionales
depositados por las aguas derretidas en el borde de los campos de hielo
continentales. La figura 44 .18 ilustra sobre las variaciones en densidad
relativa de un estrato de arena íluvioglaciar, y la figura 44.12 sobre las
mismas variaciones para un estrato de arena y grava, también fluvioglaciar,
que se halla cubierto por un colchón de limo blando.
330
Los .edimento, de inundaci6n son depositados a ambos lados de los
cursos inferiores de los rlos, durante la época de las crecientes. Consisten
regularmente en capas continuas de limo o de arcilla, de espesor bastante
uniforme, separadas entre si por capas de sedimentos más gruesos. No obs
tante, la continuidad de estos estratos puede hallarse interrumpida en cual•
quier punto o línea por la presehcia de masas de sedimentos distintos que
rellenan depresiones o antiguos cursos de rfos (Kolb y Shockley, 1959). Si
una depresión de este tipo ocupa el espacio entre dos perforaciones, su
presencia puede pasar inadvertida. Varios accidentes bien conocidos, ocu
rridos con fundaciones, se han debido a esta causa.
Los dep6rito, de delta se forman en los puntos donde los cursos de
agua desembocan en masas de agua estancada. Las caracteristicas princi
pales de los deltas son simples, pero los detalles de su estructura pueden
resultar muy complejos, como lo muestra la figura 45.1, como consecuencia
del cambio continuo de lugar de las corrientes que trasportan los sedimentos.
Los dep6ritm costonerm se componen de sedimentos que fueron ero
sionados por las olas, o bien, llevados por ríos a una extensión de agua estan
cada, y luego trasportados y dep<isitados por las corrientes costeras. Común•
mente están fonnados de arena y grava, pero como resultado de importantes
fluctuaciones en el nivel del lago o del mar, combinadas con desplazamien
tos del talweg de los ríos que cruzan la costa, los depósitos de arena y
grava pueden alternar de una manera intrincada con capas o bolsones de
limo. arcilla o turba. Los depósito!: costaneros de este tipo se conocen
como dep6sitM costanerM compuuto.t. La figura 45. 7 y la parte superior de
la figura 43.2 ilustran sobre la. estructura de depósitos de este tipo.
Los constituyentes de los depóaito.t glaciare& fueron recogidos y tras
portados por las masas de hielo y depositados cuando éste se derritió. El
retroceso de los hielos sieñipre se alterna con periodos de temporario avan
ce. El avance de glaciares ara y deforma las capas de material glaciar
depositadas previamente y aún más, en el frente del glaciar las corrientes
de agua que emergen del fondo del mismo producen una separación, sin
orden alguno, de materiales que son desplazados de un lado a otro. Por
ello, los depósitos glaciares se encuentran entre los m.b erráticos con que
debe vérselas el ingeniero. Bolsones irregulares y lentes de materiales gra
nulares finos y gruesos mezclados con piedras grandes pueden presentarse
en continuidad de una manera absolutamente caótica.
En contraste con los depósitos glaciares, los sedimento, eólict» son
invariablemente de una uniformidad notable. No obstante, la forma de
sus límites puede ser muy irregular, pues el viento suele depositar su carga
en montones irregulares cuando encuentra superficies muy accidentadas.
Además, los sedimentos finos conocidos como loess (véase artículo 2) pue
den perder completamente su homogeneidad original como consecuencia
de lavado o descomposición local. Muchas de las fundacionc, defectuosas
construidas en loess se originaron como consecuencia de la omisión por parte
de los proyectístu a prestar atención a la existencia de tales alteraciones
pa,clalos.
ART. 45 PROCMMA PARA LA EXPLORACIÓN DEL SUELO 331
�,-noy9rD...,.'!"'J'9r�D
C<>rrN'� r,r,f,,vD/10 /u,r�
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JO 4D .!M HD l.5D M0 i'IO
1/ühnriD ,n �ll'Q,
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cionalmente alcanza valores mucho mayores; depende de la cantidad de
material aportado al lago durante el verano. Los depósitos de arcillas lami-
•..
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FI•• 45.2. Seo:eión longi1udinal de una muestra inallerada de an,illa
latrlirtada lomada ron un 511utrsti11CM de enatro pulgadH bien pro,-ertado
(eortreía deM, J. Hvonlev).
ART. 45 PROGRAMA PARA LA EXPLOI\A.CIÓN DEL SUELO 333
nares son muy comunes tanto en Europa como en Norteamérica, por encima
del paralelo 40, y son fuente prolífica de dificultades serias en las cons
trucciones.
Si en lugar de desembocar en un lago de agua dulce, ríos árticos simi
lares a los descriptm, desembocan en una bahía oceánica, la segregación
según tamaño de partículas es mucho menos pedecta, debido a que las
sales que contiene el agua de mar producen la floculación de las partículas
de arcilla. Por ello, la mayor parte de la arcilla se deposita simultáneamente
con el limo.
El análisis precedente demuestra que la naturaleza ha creado una
variedad infinita de formas estru.cturales, que van desde la estratificación
simple de depósitos formados en grandes lagos a las complejlsimas estruc
hlras de las masas de grava, arena y limo que primero fueron depositadas
y luego aradas, distorsionadas, parcialmente erosionadas y vueltas a depositar
en los bordes de las masas de hielo continental. Debido a variaciones en
el material que les da origen y en el grado de alteración producida por los
agentes atmosféricos, las características de los suelos residuales no son
menos complejas.
Cuando en una masa de suelo se ejecutan perforaciones en dos puntos
distanciados de 25 ó 50 metros. el ingeniero conoce las características y
el orden de sucesión de loa estratos a 1o largo de dos líneas verticales. Entre
estas dos lineas el orden de sucesión de los estratos puede ser continuo,
pero también puede ocurrir que dicho orden desaparezca a corta distancia
de cada perforación y que el perfil a mitad de distancia entre perforaciones
no tenga el más remoto parecido con ninguno de los perfiles anteriores.
Un programa inteligente de investigaciones suplementarias del subsuelo
solo puede prepararlo un ingeniero bien familiarizado con nociones de geolo
gía física y conocedor de la geología de la región donde está simada la obra.
En las ciudades grandes se puede usualmente encontrar una descrip
ción de la historia geológica recurriendo a museos locales de historia natural
u otras instituciones similares, como ser las Direcciones de Minas y Geología,
donde puede además recogerse información respecto a las publicaciones
relativas a la geologla de la zona. Como información general relativa a la
geología de distintas partes del mundo se citan las siguientes:
R. F. Legget, "'Geological Surveys of the World�, Apéndice B en Geo
logy and Engineering, segunda edición, Nueva York, 1962. Contiene breves
comentarios sobre investigaciones geológícas en diversos países, publicación
de los mismos y dirección postal a donde dirigirse.
R. F. Legget, "'Geological Societies and Periodicals", Apéndice C en
Geology and Engineeting.
Catalogue of Publi&hed Bibliowaphi& in Geology 1896-1900, Boletín del
National Research Couocil, 6, Parte 5, NO 36, 1923.
Muchas veces es posible hallar alguna publicación que describa la
geología del lugar donde va a estar ubicada la obra, sobre todo si ésta se
halla en alguna ciudad, cerca de un río importante, de una falla muy
334 EXPLORACIÓN DEL SUELO
.....,..,. ....,.,ddi_
....... ,......--i.s..
T•b'- 45.1
Oe,uifl"" ,ie .,..,.., ,ie •c••rcfo con lo. rualuuto. tie kN
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arena, la resistencia a penetración de un penetrómetro, o la energía nece
saria para producir una penetración dada, depende no solo de la densidad
relativa sino que también de las dimensiones de la punta y del vhtago
de prolongación, así como en cierto grado de la forma de los granos
y de la granulometría. Por ello, todo método nuevo de auscultaci6n, as!
como todo nuevo uso de un método dado en una localidad inexplorada.
requiere la realizaci6n de una serie de ensayos de ca1ibraci6n que propor
cionen datos que permitan interpretar los resultados.
Puede efectuarse una calibración aproximada haciendo una auscultad6o
al lado de una perforación donde se hayan realiudo ensayos de penetraci6n
normales. Mucho más engorrosa, aunque también mucho más eucta, es la
ejecución de una serie de ensayos de carga a distintas profundidades. ejecu
tados en una excavación a cielo abierto cercana al punto donde se ha reali
udo una auscultación. Los ensayos se efectúan sobre placas de 30 X 30 cm
que descansan sobre la superficie horizontal de la arena, sin colocar sobre
carga alguna hasta una distancia de por lo menm 90 centímetros a contar
desde el borde de la placa. La figura 45.3a muestra la relación entre la
carga unitaria y el asentamiento para ensayos reali:t.ados en distintas arenas.
Las curvas 1 y 2 fueron obtenidas de ensayos en arenas muy densas, la
curva 4 en arena de densidad mediana y la curva 5 en arena suelta. La
.u'r. 45 PIIOCJlAMA P..UV. L,\ EXPLORACIÓN DEL Sl11'1.0 339
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dentro de.., u.JVn de Íupdecion a 7,80 m� debajo del íondo de nn rio¡ I• cun•
% repreoea,trr, 11n• arau, Muy fina, moy deme, --..yad.• ea una u:ea•adón • delo
.Werto, 7,80 mee.... debajo de I• 1apttflde, ..., Lr.,.., Maw.; la tllrVII S repreeent•
un• an:n• hUmede de deaddad media, eompi1ct.ada a mano •pbon•ndo JIOI' eap11;
1• eu"9 4 n,p........,trr, un• arena �le denu enuj-ada .,.. el fondo de un
po�o de 9 metro1 de proíwulidad en la ealle HoUJton, de NaeYI York (el ána tom•
bread• Indica la a,1111 oeapada por lu e.....,u obtenfd .. ea e.te po:w entre 6,00 y
18,00 metroe de profu,..lldad) ¡ la cana S repre.enla una arena, 111elta, ,,...eu,
llmJNa , m111 upen, enr,a1ada en d fondo de llllll el<taYadon • delo .Weno, eeru
de Mu.i,.epn, Mkb.; (b) lffllleo pua de1ffDUllu I• d-.d•d relath·• ni J11ncioa
de loo l'fllllladae de -Y" normala de earp tobre ple!OII de SO X SO cm.
BXl'LORAC:IÓN DEL SUELO
pre deben realizarse ensayos de compresión simple oon las muestru obteni•
das con la cuchara partida. Los otros ensayos de rutina a realizar con las
muestras mencionadas, indicados en la tabla 9 .1, son también Obligatorios,
pues rus resultados se necesitan para correlacionar el material con otros
similares encontrados en obras anteriores. Los valores de q. o los de c.
determinados con las muestras obtenidas con la cuchara partida son gene
ralmente mucho menores que los reales, pues dichas muestras se hallan
apreciablemente alteradas •.
Rel«.6.. efftr. eotuidetodc "· crdUu .... rNU, nú...uo ,k p,... N "• le CMthcr,o
,,.,,u. ,, ,......de • le .,..,.,......,,. ,;,.,,,,. ••
q,enkg.lcm"
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pacta pacta
2-4 •-s
0.50-1,00
8-15
1,00-2,00
15-30
2,00-4,00
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Fif;. 45.6. Di-,rama indicador de IH nriac,ionea que, dcnlro de un "P"Or de
30 cc1:11.ÍmelNM de arcilla bl■1>d■ 1ladar, 111ín:n 1.. propiedadea índic:e.
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6 /(J h /kl# ,!O ,IO lkl# tl# M(t
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flt:. 45.8. rn..nm• que mul!IIIH Ju ...rl■don" = J'flQtencl■ • 1■ compre,iión
1lmple de un alr■to •'so o,l'TIÍtico de ■Kili■ flllei■r, en Oúca,o. (Seaún Tenachl,
1943,a).
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Arcifltrdura
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F,.. 45, 10. DepóAto emitico eotl■nero en el lago Erie, tttta de Oeveland,
IU.:.e�be�te=� �":'=i�•=�:..-:r=ti��ea!':
El resumen que ., acaba de hacer con respecto a las operaciones a
efectuar durante el reconocimiento del terreno demuestra que raramente el
mismo puede ejecutarse siguiendo procedimientos simples que solo e:dgen
obedecer en fonna consciente a un conjunto de reglas bien establecidas.
el
lrario. depmden también del tamaño de la fundaáóa y de la carga. (N. del T.)
354 EXPLORACIÓN DEL SUELO
Por ello, a menos que el ingeniero que las realiza posea un criterio de una
madurez acabada y haya tei;iido una experiencia práctica variada, puede
malgastarse mucho tiempo y dinero.
En cada una de las operaciones descriptas, un conocimiento cabal de la
geología de las masas sedimentarias no consolidadas es una ventaja de un
valor inestimable, debido a que el conocimiento real derivado de las inves
tigaciones del terreno se limita siempre a las condiciones del suelo a lo largo
de lineas verticales muy apartadas entre sí. Se ha dicho ya en el artículo 43
que los resultados obtenidos de la interpo�ación y de las estimaciones sobre
las posibles dispersiones pueden conducir a conclusiones muy erróneas, a
menos que el investigador tenga una concepción suficientemente clara de
lo que podríamos llamar la anatomía del cuerpo de suelo que está estudiando.
El conocimiento de la geología de la región se necesita también para deter•
minar si los estratos de arcilla que presenta el lugar de la obra han estado
alguna vez sujetos a cargas mayores que las que le impone en el presente
la cubierta y, en caso positivo, proporcionar elementos de juicio que sirvan
para estimar la magnitud que alcanzó dicha presión.
Cuanto mayor sea la obra, tanto mayor será la necesidad de suple
mentar los resultados de las investigaciones del suelo por medio de datos
derivados exclusivamente de fuentes geológicas, pues en obras grandes suele
resultar Hsicamente imposible -desde el punto de vista práctico- ejecutar
un estudio detallado del suelo.
L«su,..�
En )Q dgulentes publk:acioneiJ .o diac:ute o se dan ejemplos ,obn, la relacl6G entre
coodiclones�lógicas, propiedadesiPgenierlle. y prooedimifflloll empleado, p•r• I•
ezplon.ci6n.
c e of toil patterot", Pho&oqommMc
B h
d ���- �;1z ;.�;.\:�lcanoe
Lee, C.fl. (1953). •Building found.lions 1n Sm Frux:voo•, Proc. ASCE, 19 (Sepuate
325),Sllr. g,.
npou·,
�lems lD lhe JOuthem Piedmoat
�!: !sál�-(�-:1 !�:ti�
_lerrum, L. (195,4), •c:eotechnical propertia of No...-g:lan marioe cbys•, c.otWl niqw,
B ,, N9 2, pigs. -4g.a¡¡_
Peck, R. B. and W. C. Reed (1954).•EnglneeringJ:perties ol 0ucago 1ublioils•,
m , , de
TerQ:��� en, Bulleffn 423 62 p6p. ni�_ ��� ol
pigs.557-618.
Mlrlco. Unlvenldad
r.w. 46.1
t::
��:=
l. Suelo granular grueso, sin conttnido de p,.rtlculas flDlll (arena limpia o gnva).
2. de baja pc,rtnHbilldad, debido a 1U contenido do puilcu-
�� E':.
3. Suelo residual C\lll � afffl.l fina limosa y materiales granulares, COQ unn
cantidad visible de arctlla.
4. Ardn. blanda o muy blanda, 1mm orgánicos, arcillas limosas.
5
·�!'-1e;z'.�� e
ta1º r:";:'f.' c::Ccr� ;ne�n �¡ e;:
:ü,1: no�e!u;i:. ra
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vt d ª 1 1 ª
f:Se1 :C : �� 1:'. cC:.��
mú ODlnpactl. f:S la arcilla, ma)'OI' es el peligro de un.a rotura d� muro como
OODJeCUeDál. de la 1nfi1tr1clón die! agua.
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hs nikv/,:,s s, ,.1",,-hlt,11c11n
&Nl,t;,/11,e>r#tNm.n,,,m,r
(lv,tv,,o/.
Fi«. 46.l. Gráíieo para determinar el em"puje 1.obn mlll"OI que IOtitlenen un
rdleno coz, 1uperílclc Umlle plan1.
doode C es un coeficiente que depende del tipo de suelo y que viene dado
en la tabla 46.2.
Si la superficie del terraplén soporta una carga linea] q' por unidad de
loogitud y paralela a la cresta del muro (caso d), se considera que la carga
� sobre la Sttción vertical ah una fuerza horizontal:
P.' .. Cq' ('6.2)
('6.3)
,,,
•'
Fl11, 46.3. Diaanmu que llmtnn d meiodo inra calcular la mqnlt■d y 1;nea
de aeelón de la íucna de cmpuje prodaclda por nn• ...i.,_.r•• Uncal q', por
unidad da londtud, para.le!a a la .,__. del muro.
364 EMPUJE Dt: TIDIMS Y ESTABILmAD DE TALUDES
T•W. 46.!
r.to,n "• C •11 la fór11tlfMU 46.l T Mi.!
Tipo de JUelo
o�
0,30
O/l9
1,00
1,00
:·apa, den,,!,, d
/'.
)
fis. 46.-t (a) Acdt'..n de lao heladas en el relleno d,. un muro de 10otenimiento
•ue "°'º liene un drenaje lonlfiludina.l; (&) forma en que debe drenane el re'leno
para impedir la fonnar.i,in de upH de hido.
366 EMPUJE DE TIEBRAS Y ESTABILIDAD DE TALIJDES
• Es evidente que eata advertencia de loa autores tiene reladón con posiblr.s diA
c:ultades de pulverizad6o y mmp11cbldón. Poc ello, no es aplicable a lu arciJW que
nbiitantc, fl'llw:rlurse con relativa facilidad y compactarse
=ada ��l.':it.j
368 EMPVJE PE TllllllAS Y ESTABILIDAD DE TALUPES
fiJII, 46.S. Dia_.-r■m■ CfUI! Uot11'11 lq provldeneiu ■ lomar p■1'11 drenar lo. rellenos
1;1u■d0fl de1rá� de muro, de _,enimienlo, (a) C•p• veni,:,■I de drenaje¡ (b) c■p•
indln■da de dren■je p■1'11 relleno no coheoiV<>; (.,) dren■je horinml■I ron .,.P•
de sellado eombin■do con otro veflic■.I. p■rd■l para el drenaje de on relleno cohe,ii•o:
(el') dren•ie de fondo p■r■ •celerar l• eon!iOlid■dón de un rdleno eohe.tvo,
tan pequeña que no hay peligro de que los drenes lleguen a obstruirse como
consecuencia del anastre de partkulas de suelo por el agua. ,Por tanto, no
es necesario que las granulometrías de los materiales de las capas de drena
je cumplan con los requerimientos establecidos para los filtros (artículo 11).
Empufe cantra mW'os de sostenimiento rígidos. Los muros rígidos que
no permiten desplazamientos, tales como el frente de un estribo de puente
en forma de U con muros de vuelta, o las paredes de sótanos profundos, no
están sujetos al empuje activo sino al empuje de la tierra en reposo. La
magnitud de este empuje es mayor que el activo, y depende no solo de las
propiedades flsicas del relleno, sino en gran parte del método utilizado para
colocarlo, Por ello la intensidad del empuje que actúa sobre un muro
inamovible solo puede determinarse con ensayos, o calcularse en función
de la experiencia •. Hasta el momento, existen muy pocos datos empíricos
ART. 46 MUROS DE SOSTENIMIENTO 389
al respecto. El empuje que un relleno suelto ejerce contra una pared baja
y fija parece ser menor que el ejercido por el mismo relleno compactado
(Terzaghi, 1934a). Los resultados de mediciones con células de presión
realizadas en dos estribos en forma de U construidos en el norte de Alema•
nia indicaron que la presión unitaria ejercida, a una altura cualquiera, por
una arena mediana bien compactada era aproximadamente igual al valor de
Coulomb, más un valor constante igual a unos 0,13 kg/cm' (Müller, 1939).
Fundacione• de muro, de ,o,ienimienJo
Introducción. La experiencia ha demostrado que la mayoría de las
roturas y fracasos relacionados con muros de sostenimiento se originan como
consecuencia de fundaciones inadecuadas. Como no se puede proyectar una
fundación adecuada si no se tiene al menos algún conocimiento del tipo de
suelo situado debajo de la base del muro, es evidente que debe estudiarse
antes el subsuelo, aunque sea utilizando medios primitivos. El requeri
miento mlnimo para la exploración del subsuelo situado debajo de un muro
de sostenimiento consiste en ejecutar perforaciones con un barreno o alguna
otra herramienta adecuada, hasta una profundidad por debajo de la base
igual a la altura del muro. Si antes se encuentra un estrato duro, las perfora
ciones pueden suspenderse después de haber penetrado de 50 centlmetros a
un metro en dicho estrato, siempre y cuando la experiencia local o la
evidencia geológica del lugar no deje duda alguna con respecto a la exis
tencia de un estrato blando a mayor profundidad. Si, por el contrario, un
estrato blando se extiende hasta una profundidad mayor que la altura del
muro, las perforaciones deben continuarse hasta encontrar el fondo del estrato
blanao, o hasta que la resistencia del suelo aumente en forma apreciable.
El proyectista debiera también conocer la profundidad de penetración de
las heladas, como la profundidad hasta la cual el suelo es cuarteado por las
alteraciones volumétricas que se producen con el cambio de las estaciones
del año, de modo que pueda establecer la cota de su fundación por debajo
de estas profundidades (véase artículo 53). Cuando no se tienen datos del
subsuelo, las dimensiones de las fundaciones no deben aparecer en los pla
nos; en su legar, deben darse instrucciones simples para que el ingeniero
de obra fije las dimensiones después de haber obtenido los datos necesarios.
Lu fundaciones de muros de sostenimiento deben cumplir, por lo
menos, dos condiciones: tener un coeficiente de seguridad al deslizamiento
suficientemente adecuado, y una presión en el borde exterior de la base de
fundación igual o menor que la tensión admisible (véase artículo 54). Para
impedir que el muro se incline e,:cesivamente, se considera buena práctica
exigir que la resultante de todas las fuerzas que actúan por encima de su
base pase dentro del tercio medio de la misma. Además, si el subsuelo es
compresible, debe satisfacerse el requerimiento de que el asentamiento dife-
370 EMPUJE DE TIEIIRAS Y ESTABILIDAD DE TALUDOI
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fl,... 46.6. (•) Dl1tribución •pro.dnÍ•d• del• pffiliOn de eonlacto en I• b.oe de
w, muro de -lenimiento euando !• u,iultulle inte.-.eet• I• baoe en el e-=tuno<> del
tercio medio¡ (l,) di•.-r•m• que mueetra I• resial<:nci• opuelih al delliumienlo
�o b ...,.1auncla al eorte no dunado del 1uelo 1inaado deb.jo de 1• b.aoe ee
menor que la r«ille...,i• a írloekín ent.-e muro y 1uek,¡ (e) mllro fund•do mbn,
piloceevertiules efoclin.dos.
ART, 46 MUIIOS DE SOSTENlMIBiTO 371
cualquier observador puede notar. ,Por ello, los procedimientos para estimar
empujes sobre bases semiemplricas tienen todavía mucho lugar para mejo-
ras. La verdad es que solo podrá progresarse cuando se observe el com
portamiento de dichos muros en forma sistemática durante varios años, se
publiquen sus datos y se interpreten los resultados.
Los informes de las observaciones realuadas con el propósito de mejorar
el método semiemplrico de cálculo deben contener una descripción adecua
da del suelo que forma el relleno y del procedimiento usado en su cons
trucción, de las providencias tomadas para el drenaje, de la época del año
en que se construyó el relleno, del término medio de las lluvias anuales y
de la · profundidad de penetración de las heladas. Estos datos deben ir
acompañados de un croquis que muestre la sección trasversal del muro y
de un perfil del subsuelo que no deje dudas sobre las condiciones del suelo
de fundación. Las muestras de suelo del relleno pueden extraerse con un
barreno y la descripción del mismo debe contener los resultados de todos
los ensayos de identificación indk:ados en la tabla 9.1, página 43, que le
sean aplicables. Las observaciones del movimiento del muro deben incluir
mediciones de su inclinación y del desplazamiento de la cresta, mediciones
que deben efectuarse por lo menos cuatro veces al año, al finalizar cada
estación.
El despluamiento de muros de sostenimiento por efecto de Jas· heladas
es un fenómeno prácticamente inexplorado, que serla muy fácil estudiar con
mediciones periódicas de la inclinación y desplazamiento de algunos muros
de sostenimiento durante unos pocos años. Si se encontrase que el conge•
lamiento es la causa responsable de dichos movimientos, debería estudiarse
la estructura del hielo en la zona congelada, m:cavando detrás del muro
antes que se produzca el deshielo.
Los registros de observaciones efectuadas en muros de sostenimiento
grandes, calculados con la teoría del empuje, deben incluir también los
resultados de los ensayos de suelo efectuados antes de la construcción y
los resultados obtenidos de mediciones periódicas de la presión del agua
de los poros en varios puntos situados en forma estratégica en la masa del
relleno. La medición directa del empuje sobre el muro es un dato intere•
sante aunque no esencial. No es de esperar que las presiones �edidas Ñ'in
cuerden necesariamente con los valores del empuje activo calculado con la
teoría pues, debido al margen de seguridad con que se calcula un muro
bien proyectado, sus movimientos son menores que los necesarios para redu
cir la presión lateral a dicho valor. No obstante, antes que el muro pueda
fallar deben satisfacerse primero las condiciones de deformación del empuje
activo. Por ello, el cálculo en base a este empuje constituye un procedimiento
racional
No se tendrán elementos satisfactorios para calcular el empuje sobre muros
rigidos cuya cresta no puede desplaurse hasta que se hayan efectuado
.numerosas mediciones del empuje que la tierra ejerce sobre tales muros.
Los pocos datos que se tienen se han derivado de mediciooes con células
de presión que tenlan un área pequeña comparada con el paramento interno
374 EMPUJE DE TIDIRAS Y ESTABJLIDAD DE TALUDES
del muro y como consecuencia de ello sus resultados son más bien erráticos.
Se puede obtener una información que merece mucha más fe utilizando
dispositivos que midan la presión media sobre un área relativamente grande
(artículo 67).
Ten.aghl, K . (19:Wb). MRetaining•Wall Oesign for Fifteen-Mile FaUs DamM, Eng. New1-
&cord, vol. 112, pp. 63Z--636. Proyecto de un mmo de sostenimiento a graveda.d
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Utility of the Diffenmt 1Clnds of Cnbbing", Committee Reporl, Proc. /lm. Rwy.
Eng. Auoc., ,vol. 34, pp. 139-148. Un digesto de la experiencia de oonservadóo.
Kauf��- !'le�·- f �:;t!lri��di ?;f;.e�
0 rt
1 1�2� ��6�
s
d: r:; �:
ne$laterales�rci.da, por 1111n,llenodearenasobrf:elmurodeuna escluubajo
p
variu oondiciones de presión hldnl.ulica.
Introducción
En muchas obras, como ser la instalación de servicios públicos subte•
rráneos, la construcción de sótanos profundos para edificios y la preparación
de fundaciones de diques, el suelo debe ser excavado hasta cierta profundi
dad por debajo de la napa, de modo que se presenta la necesidad de elimi
nar o reducir a un mfnimo la filtración de agua hacia la excavación. Para
captar la entrada de agua, durante la excavación o con preferencia antes de
iniciarla, se coloca un sistema de drenes. Se puede entonces e�cavar en
seco, dando a las paredes de la excavación un talud adeeuado, o bien apun
talándolas con una entibación (artlcuJo 48), cuando las circunstancias las
requieren verticales.
En una excavación con dimensiones dadas, que se extiende hasta una
profundidad determinada por debajo del nivel freático, la cantidad de agua
que d�be extraeTse y el tiempo requerido para drenar d suelo circundante
dependen de la permeabilidad y de la compresibilidad del suelo. En obras
comunes, el proyecto de las disposiciones a tomar para el drenaje no requiere
que se disponga de datos exactos con respecto a la permeabilidad del sub
suelo, de modo que no se necesitan otras investigaciones de éste que no
sean los ensayos de rutina (tabla 9 .1) sobre muestras obtenidas con una
cuchara adecuada. En obras gfandes es común que se tengan que realizar
ensayos de bombeo. Sin embargo, cualquiera que sea la magnitud o impor
tancia de la obra, el método de drenaje y la posición de los puntos en que
el agua será bombeada requieren una consideratión cuidadosa.
Método, de drenaje
Para obtener resultados satisfactorios con el menor gasto, el método de
drenaje debe ser adaptado a la permeabilidad media del suelo que circunda
la excavación, a la profundidad con que ésta penetra dentro la capa freáti
ca y, en obras pequeñas, al tipo de equipo de bombeo más fácil de obtener
en el lugar. La permeabilidad de lw suelos que constituyen la mayoría
de los depósitos naturales, exceptuando quizás algunos de origen eólico.
varía considerablemente de punto a punto. La tabla 47. l indica los límites
376 EMPUJE DE TIFJIRAS y FSrABJUDAD DE TALUDES
T..blc 41.l
Dep6dtmfluvlolu
R6dano en Cemssiat ............... . h"" 0,40
,-\rroyos en los Alpes orientales . . 0,02 a 0,Hl
Misuri . ...... ;.... 0,02 a0,20
Misis!pl 0,02 a 0,12
Dep6,lto, glodaru
Oenamesíluvioglaciares. 0,05 a2,00
Esker,Westfiekl, Mass. 0.01 aO,lS
Delta, Chicope,e, Mus. . ................ .
---
0,0001 a0,015
Morena ........ - .... ............... ==do 0,0001
Depd,ito.teólkm
Arena de dunas. 0,1 a0,3
Loess ..... 0.001±
0,0001±
Dep6dlol colle-rol morino6 y rkp6,itm klcwlru
Arena muy fina uniforme (U= 5 a 2) 0,0001 a 0,0064
-=-�'..��:.'..�.�-�-:··
. Limo inorg&nico, Si.rth Ave. N. Y., U= 5 a 2 0,0001 a0,0050
0,00001 a 0,0001
=do 0,0000001
AllT.47 111\E."/AJE DE EXCAVACIONES :m
l'.W. 47.Z
La extracción del agua por bombeo desde sumideros tiene varias des
wntajas. Antes que nada provoca el ablandamiento y el derrumbe de la
parte inferior de los taludes, debido a que en esta región la velocidad de
filtración y, como consecuencia, la presión de filtración, alca07.a un mb:imo
(véanse artlcuJ05 23 y 24). Además, como tocio estrato natural de suelo
es más o menos heterogéneo, el agua emerge del mismo en forma de peque•
ños manantiales u ojos de agua. Si el suelo contiene capas o bolsones de
arena fina o limo grueso, los manantiales pueden descargar una mezcla
de suelo y agua en lugar de agua limpia. Cuando los manantia1es de este
tipo se producen en el fondo de la eicavación se denominan borbmonu.
Teniendo dlchos borbotones como punto de arranque, la erosión subterránea
puede retrogradar y formar túneles. La rotura del techo de estos túneles
lleva al hundimiento de la superficie del terreno que rodea la ezcavación,
produce el aplastamiento de los taludes o la rotura del apuntalamiento
{artículo 63).
Puede reducirse la probabilidad de que se formen borbotones rodeando
la excavación con un tablestacado hincado hasta una cota ·inferior a la del
fondo de la misma. El tablestacado intercepta la filtración que viene de
todos los estratos situados por encima de su punta y reduce el gradiente
hidráulico con que el agua se eleva hacia el fondo de la excavación. Sin
embargo, si las condiciones del suelo son desfavorables, ni siquiera el tables
tacado alcanza a impedir la formación de borbotones, con todas sus des11•
�?�fI.if
• Fi1<. 47. l. P.,.idUn de 1■ n•P• cuando H hombea de,;dc ,umidcN>!I (iz.quicrda) y
cu..ndo oc lo hKe d.,..I,. poUN íihrantd (J.,,....h■). A P"PJ" de! h•ben.e d"primido 1■
""'"ª• La,. condkic,n.,. dd �""'º conducen ■ la rotura por 1.,,..anl■miento del f..,.do.
a me.- que H in,1alcn loa pe.,- .,.n,rriu 8.
378 EMPUJE DE TIDIRAS Y ESTABJUo.u) DE TA.LUDES
Método "-'l,poüat"
El término inglés ..well-point" se refiere al extremo de un cai'io de 2 ó
ty. pulgadas, el cual se halla perforado en una longitud que generalmente
es de un metro, y que sin-e el doble propósito de camisa del pow y de
caiio de succión. La parte perforada de 1os caños se cubre con una malla
de alambre. Los caños se introducen en el terreno por inyección de agua
y se colocan a una distancia que varia entre 1.00 y 2,00 metros.
Cuando una serie de pozos filtrantes "well-points" atraviesan un estn\to
continuo de permeabilidad relativamente baja, el suelo situado por encima
de dicho estrato puede permanecer sin drenar. Para evitar este inconve
niente y mejorar la eficiencia de los pozos filtrantes, en suelos de baja per
meabllidad, se adopta comúnmente el siguiente procedimiento: despu6s que
el cafio ha sido inyectado en el terreno, se aumenta la presió,1 del agua de
inyección de modo de arrastrar por erosión el suelo que circunda el caño
y fonnar un hueco cilíndrico alrededor del mismo. Durv.nte este proceso,
todas las partículas finas del suelo que antes ocupaba el hueco son elimi
nadas por lavado, mieotras•que las partlculas más gruesas permanecen en
el lugar y se acumulan en la parte Inferior formando un filtro cllindrlco.
Cuando el agua de inyección no alcanza a producir la erosión deseada, se
hace el hueco por medios mecánicos y se construye el filtro arrojando arena
en el mismo.
El drenaje de una excavación angosta puede usualmente consegu�
bombeando en una sola fila de pozos filtrantes "well-points" colocado en
uno de los lados de la misma, siempre y cuando la profundidad de la exca
vación sea considerablemente menor que la profundidad a que puede bajarse
la napa con estos poms. De otra manera, se necesitan dos filas de pozos,
una a cada lado de la excavación. El gasto que demanda el bombeo es
generalmente pequeño comparado con el costo de trasporte e instalación
de lm pozos filtrantes, salvo que el suelo contenga capas muy permeables.
Cuando las perforaciones exploratorias denuncian la presencia de capas
excepcionalmente permeables, para ca1cular la capacidad de las bombas que
serio necesarias debe realizarse un ensayo de bombeo. En todos los otros
casos para elegir el equipo de bombeo basta el conocimiento pnictico que
proporcionan las reglas emplricas. Por regla general se instala una bomba
autocebante de 6 pulgadas cada 150 a 200 metros de longitud de la batería
ART. 4/ DIIE<\'AJE DE EXCAVAClO�ES 381
Flg. 47.2. Dr..n•je de un• exc•vuión profund•: (o) con b•ltt:ÍU eec.:lon•du
de po- íilir•n1e1; (b) eon bomba■ sumergidu proí•nd••·
Cuando el nivel freático debe deprimirse más de unos 4,5 a 6,00 me
tros y la permeabilidad es relativamente baja, de m...do que la cantidad de
agua por pozo es demasiado pequeiia para que resulte económico el uso
de bombas para pozos profundos de gran diámetro, puede resultar ventajoso
un sistema "well-point" con eyector a inyección. La bomba con eyector a
inyección situada inmediatamente por encima del "well-point" se opera por
medio de agua alimentada al eyector bajo alta presión. Se instala el "well-
ART. 47 DRENAJE DE EXCAVACIONES 383
poiot" en el fondo de una perforación encamisada de por lo menos 4"
(10 cm) de diámetro, en la cual se bajan los cafios de presión de descarga
del eyector. La camisa puede rodearse por un filtro.
Los "'well-points" a eyector se espadan usualmente entre 1,50 y 7,50 m
y descargan un máximo de alrededor de 40 a 60 litros por minuto cada uno.
Pueden deprimir la napa de 15 a JO m. La eficacia de los eyectores es
considerablemente menor que la que ofrecen las bombas centrííugas o las
bombas turbinas.
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Flr, 47. 3. Di■�ram■ que il1111r■ el prineípio del método de dn:n■je ■I vHtO.
384 EMPUJE JJF. TIERRAS Y �"TARILIDA.D DE TALUJJES
mente igual al doble del peso unitario y,. del agua, ele modo que, como regla
general, no se cumple la condición:
yh1 < 'f,.}1
que inicia el levantamiento o revienta el fondo, a menos que h (fig. 47.1)
sea mayor de Zh1. No obstante, en algunas formaciones de suelos, el agua
asciende en los tubos piezométricos a mayor elevación si éstos están situados
en los estratos acuiferos profundos que si se hallan colocados en estratos
más 5Uperficiales, situación que se conoce con el nombre de condición arte
riana. Cuando existe una condición de esta naturaleza puede producirse
el levantamiento o reventar el fondo, aun en el caso en que Ti sea conside
rablemente menor de 2h1.
Para descubrir si existe una coadición artesiana, las perforaciones explo
ratorias deben llevarse hasta una profundidad igual por lo menos a 11, y de
preferencia a l,Sh, por debajo ele la cota del fondo de la futura excavación.
Toda vez que se toma una muestra debe permitirse que el agua suba en la
perforación hasta que su nivel se estabilice y ano!ar la cota correspondiente.
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1711.,r,rrkSH s espoclodo.s
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F11. 47 .S. Di1pos.idón de .,1.,.,,....,¡..,, ad.,.;uada p■ra n1abllizar 11n ufod por
electroó1mD1i1.
ARI'. 47 DRENAJE DE EXCAVACIONES
a ª n
M n,c,_ �-. \.����{ �;-� �!�r:t�����;\�J?p�z:r�.:�:t::�
lente estudio sobre sistemas de dl"t'naje pa ra la amstrueción, que incluye detalles
decá!culo yconsh-uccióndelosmismos.
a
Roclc �:ij;¡�/·C:,��J��o�\ �n!:ar:=:tr�w::ti!!"�
operation of More�nch pumps and well-point y s te
s m� de Moretrench Corp., oon•
tiene n irúormación práctica útil de caráettr general relativa a los "'weil-poiots'".
Lll siguiente bibliogra fia oootiene referencias .'IOhre aspectos e.speclflcos de sistemas
dedren je:
a
Ca sagrande, L. ( 1949). �Eledro--OmlOsb in soil, , Ceotedmique 1, N9 3, págs. 159-177.
H
AJIT. 48 ENTUIACJÓN DE EXCAVACIONES A CIELO ABlERTO 389
Introducción
Las excavaciones a cielo abierto pueden ser permanentes, como los cortes
efectuados para la construcción de caminos o ferrocaniles, o pueden ser
solo temporarias, para ser rellenadas una vez que han servido el propósito
que detenninó su excavación. Las paredes de las eicavaciooes pennaoentes
se hacen comúnmente inclinadas con un talud de por lo menos 1 {- a 1
(artfou1o 49), o si no, se soportan con muros de sostenimiento (artículo 46).
Por el contrario, en excavaciones temporarias, las paredes se hacen lo más
paradas que las condiciones del suelo penniten sin riesgo de rotura para el
talud formado (fig, 47.4), o se hacen directamente verticales y se apuntalan
o acodalan una contra otra. La elecdón depende de los costos relativos
y de las restriociones impuestas por las condiciones locales sobre el ancho
que puede darse a la excavación.
rarias con paredes verticales. Si el foodo de la excavación est'
Este articulo trata del proyecto de la entibación de excavaciooes tempo
por debajo
del nivel de la napa, ésta se deprime durante o antes de excavar. Por ello,
el proyecto de la entibación puede hacerse normalmente sin considerar la
posición de la napa.
Los datos que son necesarios para proyectar en forma adecuada el siste•
ma de entibación dependen en primera instancia de la profundidad de la
excavación. Conviene, por tanto, hacer una distinción entre tneaoocionu
poco profunda.,, de una profundidad menor de unos 5 metros, y euauacíone,
profundu, de una profundidad mayor. El acodalamiento o apuntalamiento
de excavaciones poco profundas, tales como las zanjas para instalar conductos
maestros de agua corriente o de cloacas, se ejecuta según sistemas más o
menos nonnalizados. Los sistemas usuales pueden utilizarse sin peligro para
condiciones muy diferentes del subsuelo y, como los refinamieolos en el
proyecto de tales sistemas de acodalamiento resultarían antieconómicos, solo
se necesita efectuar un reconocimiento general del suelo antes de la cons
trucción, no requiriándose por otro lado c{lculo alguno con respecto al
empuje.
Si, por el contrario, se trata del proyecto del acodalamiento de una
excavación profunda, como las que se requieren en la construcción de subte
rrineos, deben considerarse tanto las dimensiones de 1a excavación como las
características del subsuelo, ya que la economía resultante puede ser mucho
mayor que el costo que demanda obtener los datos para el proyecto. La
· obtención de estos datos exige en general la extracción de muestras en tubos
de pared delgada, o efectuar ensayos especiales de penetración, además de
las perforaciones exploratorias nonnales.
390 EMPVJE DE TlEflR!'-!i Y ESTABILlOAI> DE TALUDES
UJff+W
sibles de acero. Los codales, que se colocan usualmente cada 2,50 metros,
F1.,. 43. l. Dla,:ramQ que ihulran diíttenll!tl m¿todo. para ar,odalar e,,:cavaciona
a eie1o abierto J,Mo profund,u. (a) Fila única de codale.¡ (!t) entablonado horimn!al;
(c) en1ablooado1ulkal.
ART. 48 ENTIBACIÓN DE EXCAVACIONES A CIELO ABIEBTO 391
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C'ool7/oJ)tP1!ál
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ftJ, 48.2. Diagnmu que ilustran diíel'1'nleo métodoa pan acodalu excavadona
• delo ableno profundu. (o) Con enlablonado horbonlal; (I>) eon pllot"' I;
{,:) eon table,,taclU.
Caryos
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puntales Otmens,one.s aparentes
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;, - 35º para las arenas más sueltas <le Nueva York. La excelente concor
dancia encontrada indica que el uso de la ecuación 28.l para calcular el
empuje total que actúa sobre cortes similares en arenas se encuentra plena
mente jwtificada.
Por otro lado, la distribución del empuje aparente en una sección v e r
ti ca l dada puede ser semejante a cualquiera de l o s diagramas de la figura
-48.4a. Cambia de lugar en lugar. Como cada puntal debe ser calculado
para la máxima carga a la cual puede llegar a estar sujeto, el proyecto de
lo, punta1es debe basarse en la envolvente de todos los diagramas aparentes
"de empuje, detenninados en base a las cargas medidas sobre los puntales.
En la figura 48. 5a está dibujado el empuje aparente máximo para cada una
de las tres obras. El empuje se calculó convirtiendo en empuje aparente la
carga iodividual máxima que solicitaba a un puntal panl un nivel dado.
Este empuje aparente se ha expresado en términos de la cantidad KAyH,
en la cual K.a es el coeficiente de Rankine: tg' (4.5º - 4>/2). La envolvente
más simple, que ajusta mejor, corresponde a una presión uniforme, igual a
0,65 KAyH, para todR la profundidad del corte.
Por lo tanto, para cortes similares en arena densa, los puntales deben
calcularse tomando en consideración cargas determinadas por medio del
diagrama aparente de empuje (fig. -48.Sb). Este procedimiento cubre la
máxima carga que puede ocunir sobre un puntal El valor más probable
para la carga de cualquier puntal individual es más o menos el 2S % Inferior
que el máximo.
398 EMPUJE DE TlEII.RAS Y ESTABILIDAD DE TALUDES
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yu;., exuHdonn • delo •Merlo pr11r1i...dH en •rrill• bl•nda a media rn Chlraa;o.
C.d• oe,:mento horizonl•I u,pr-nla el l�rmlno mNlio, el. mínimo y el nuíxlmo d�
la ,am• de lu ur1J•• en el ronjnnlo de pun1aln en 11na cxcaHcl6n dad• dnpue&
que I• mitm• h• ,Ido oomplet•da.
AHT. 48 E1',TlBACIÓN DE uc.,vACIDNES A CIELO AIIIERTO 401
v��s�<l-c/¡H
FI•• 48.8. Valora dd coeficiente de empuje K�=P./1/,yl/1 par• ...eloe areill..-,
ealeul•d0& en I• hipótHi■ de que l• 11,per!icle de d.,.li:unUrnto e!I eireular (línea,
llenN) r por medio de I■ u,ori• de Rankine (lineN punteadN).
*'
titud con la expresión de Ranldne:
KA .. 1 - (48.2)
actúan como una sobrecarga que acciona al nive] del fondo del corte verti
cal y tiende a desplazar lateralmente hacia la excavación la arcilla situada
debajo de ese nivel para provocar una rotura del fondo o base de la éxca
vaclón por levantamiento (artículo 37). Si la resistencia media de la arcilla
situada debajo del fondo de la excavación es igual a e, la base puede fallar
cuando la profundidad del corte alcanza un valor critico determinado por
la relación:
(48.3)
_
donde N. es el factor de estabilidad. De acuerdo con la ecuación 37.4, N,
tiene un valor del orden de 6 a 7. Como índice de la medida en que una
excavación se aproxima al punto de una rotura total por la base, se puede·
usar el número no dimensional N, obtenido de la expresión:
(48.4)
,.,�-�----�--�-�
·.�--.�,--.�,--.�,--.�.--,.
Cr.,/c11/odo K,. •I- !f¡
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Fls, 48.9. Companc:kin enln, loa emplljell medldoa en euavadonet: a cielo abi....io
pnelleaclu en ·an.lllH blanda,, a medl.u r Jo. empujes ealeulado. con la 1eoria de
Ranldne (..,p., Flaate, 1966)_.
404 EMPUJE DE TIERRAS Y ESTAlllLIDhD DE TALUDES
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de m M toma lcual a uno, ..1..., eoando para •rdllaa efec:tbamente -..in.-1e
eo_�ld.clu 'N = yff/e eii:ttde de 4, en eoyo ea.to m < 1; (b) diagrama tent.ativo
para ardll.. .,.,.qleatee O.orada: M poede 1111&1' 11na pn!tlÍÓn meQOr 90Jo euaJldo
la delormacfón b1.eral .., mandene : e:'i :"inlmo y el periodo de com--=eión
o
AIIT. 48 EN'TIBACIÓS DE l!:XCAVACONES A CIELO ABI.ERTO ,t{f1
tudes varias veces superiores a las que se habían desarrollado para el mismo
nivel de excavación antes de W heladas.
Cortu en otro, materiale.t: Se han rea1izado mediciones en dos cortes
.practicados en arcillas compactas fisuradas. Uno de ellos, una zanja en
OsJo, tenla solo 4,20 m de profundidad (DiBiagio y Bjcrrum, 1957). La
otra, en Park Village East en Londres (Colder, 1948), llegaba hasta uoos
16 m. Para ambos cortes la cantidad 1 - 4c/y1/ es negativa si e se determina
por medio de ensayos no drenados de muestras inalteradas. No obstante,
se desarrollan empujes apreciables. Sobre la base de la magra información
disponible, para el proyecto de los puntales se sugieren los diagramas, de
empuje aparente máximo muy tentativos indicados en la figura 48.llb.
El máximo empuje unitario se toma Igual a un valor comprendido entre
0,2yH y 0,4yH. Los va1ores menores son aplicables cuando el movimiento
del revestimiento se puede mantener en un mínimo y el tiempo de la OOIJ$
trocci6n va a ser corto. En caso contrario, son aplicables los valores mayores.
Se han efectuado mediciones en dos trincheras angostas realizadas cor
tando suelo residual y roca descompuesta hasta una profundidad de unos
2S m ( Humphreys, 1962) para ci:mstruir el endicamiento de una presa. Debi
do a que el ancho de las triocheras y por consiguiente el peso del suelo
excavado eran pequefios, el estado original de tensiones en el terreno puede
no haber sido alterado grandemente. La presión aumentó en forma casi
lineal con la profundidad, de acuerdo con una ley p. ,,. 0,35yff, en la que
p. es la intensidad del empuje unitario.
No hay todavía datos disponibles con respecto a cortes practicados en
arcillas compactas intactas o en suelos en cuya resistencia al corte aparecen
los dos térmiD05 e y ,P. Incluidos en la última categoría. se encuentran
las arcillas aren058.S, las arenas arcillosas, los limos cohesivos y una variedad
de otros suelos de ocurrencia común. No se podrán establecer reglas para
dichos materiales hasta tanfo se hayan efectuado observaciones adecuadas •.
1� li IJ líi ...,.,,
.,.....r. '•'"'"·�•
ferzaghl, l.'.. (1941b). "General wedge theory of earth pressure�. Tran,. ASCE, 106,
págs.68-97.
Peck, R. B. ( 1943). "E.arth•pressure measurements in open cuis, Chieago subways",
Trom. ASCE, 108, págs. 1008--1006.
and tu�r.= d c 1
����,!':ii���r :� i!s�:'.). 1:i�.'"Z���:i;;,.� ;
discusión del mismo en págs. 24•100, amtiene interesante información sobre observa.dones
e
hechas en trincheras abíerta.s en dHerentes clases de suelo. La parte teórica del articulo
y su discusión pueden tan .solo reclamar valor histórico y la infonnacióo sobre suelos
es Inadecuada.
En Twmica! El.epom Nº 1 9 - de! Norwegian Ceotechnlcal Institute se (U. infor
mación detallada sobre Ju mediciones de Oslo, sin interpretación de valores.
t;r�•••t_,-,t�
, ..c-q¡,,,...
�/ll>i.ZOIÑ
/�\.<A-,li,aniff/0
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Fis, 49 .1. 1-·orrn• IÍpiH de un dHliurnienl<> en un rn•leri•I _h.,.iwo.
.flQ rMPUJE DE TIERRAS Y P$TABIUDAD DE TALUDES
+
dad menor de 6 metros tienen ta1udes con dicha inclinación, y que lo
mismo ocurre con muchos desmontes más profundos y perfectamente esta•
bles. Por ello, puede considerarse la inclinación l a 1, como el talud
normal en la construcción de caminos y ferrocarriles. Cuando los taludes se
hallan sumergidos, como en los canales, dicha pendiente varia entre 2:1 y
3:l. Taludes más parados deberían con.rtruirse solo en roca, suelo arenoso
denso con cantos rodados y en loess.
Los taludes en roca están fuera de la competencia de este libro. En
suelos residuales densos y en meu:las densas de arena y grava con cantos
rodados graodes, los taludes 1:1 ruelep ser permanentemente estables. Los
taludes en loess se estudian más adelante.
Las estimaciones preliminares, relativas a la cantidad de excavación
necesaria para establecer-una nueva vla de comunicación, se realizan común
mente con la hipótesis- de que todos los- desmontes en tierra se ejecutaran
con taludes normales. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que los
taludes oormales s-olo son estables s.i los des-montes se realizan en terreno
favorable. El t!rmino terreno faoorable indica un suelo no cohesivo, un
suelo arenoso cohesivo o bien una grava cohesiva, situados en un clima
húmedo o seco. Tratándose de arcilla blanda o de arcilla resistente fisurada,
la e•cavación de un desmonte con taludes normales, aunque sea de poca
profundidad, puede dar origen a un movimiento del suelo hacia el desmonte,
movimiento que suele extenderse progresivamente hasta alcanzar una dis
tancia igual a varias veces- la profundidad del mismo. Las arcillas que con•
tienen ca.paf o bolsones de arena a�era pueden reaccionar a una alteración
de su equilibrio en una forma similar a la descripta. Los depósitos con esta
clase de propiedades cons-tltuyen lo que se denominan te"eno, diffcilu.
Los ingenieros experimentados tratan siempre de trazar las nuevas vías
de comunicación evitando, dentro de lo. posible, los des-montes en terrenos
difíciles, pues si un proyecto requiere la ejecución de largos desmontes en
terrenos potencialmente dificiles, es muy probable que el cálculo de ru
presupuesto indique que es antieconómico, salvo que la seguridad con res
pecto a la estabilidad de los taludes se reduz.ca a un valor mucho menor
{12 EMPUJE DE TIEJIRAS Y FSrABILlDAD DE TALtlDEI
�-=-Y- �:=·=.¡;
para iniciar un deslizamiento en arena puede tener origen en tm choque
o bien en un cambio ripido del nh•el del agua. Una vez iniciado el movi
miento, la arena fluye como si fuese un líquido y no se detiene hasta que
la inclinación del talud se hace menor de 10°.
. .-í��¡..-
.. ' ... .
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Fl•. 49.:Z. Se.don lonp1udin.a ele an dttlluialltflto por e><pan1k>n ,en arma, ""
l■ ,,_.. de ZdandL (Se.,io F, Miil'..,., 1898).
ART. 49 ESTABlLIDAJ> DE t.ADEIW'I Y TALUDD 413
Fi•- 49.5. �l<in • lr•vée de la n,a... de una an:111• n:sidente ílalll'•da. (a)
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�;::m:��:"•1ac:'"r�:�:� ��tco� ,:��&;�:uc�:: �: ,::,tJ::::: r��:a, °: �b rf: ::1
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••-•••elrcularDOl'IQmifln•,.,•hlanda la•rei'••de1u1p•....de..
ART. 49 ESTAll!Ui,AD DE LADERAS Y TALUDES 4)9
FJa:, 49.6, Futo¡rafi'.a d., 11n de1llumlenlo en ■ttÍlla mu7 rffi.ienle fi,und■.
FI� 49. '7. Fololff,fia d., .1111 deeliu.dento de detrito. .,-.,...un t.alud _.Ye cu-ea de
Barboun..:llle, W. Va. (Seaún C. E. Ladd. 1935,)
;_-
,;;,;.•;;,,."'"=ii_)��,\;· �;;;=·�
1
'-=:::,.""",....
f't,. 49.8. Pe.-fil de 1111 dediumiento dohle en detritua. (Se,:ün Ladd, 1935.)
.(24 EMPUJE DE TIEIIRAS Y ESTABILIDAD DE TALUDES
rido al agua, con lo cual las presiones efectivu y por consiguiente la resis
tencia al corte a lo largo de la superficie potencial de deslizamiento dismi
nuyen y se produce el movimiento del talud. Puede detenerse en forma
abrupta debido a que la sobrepresión de poros se disipa rápidamente como
consecuencia de la relativamente alta permeabilidad de la acumulación de
fragmentos de material rocoso,
En el otro extremo de los miembros de la familia de esquistos estin los
esquistos arcillosos pobremente cementados, como los que prevalecen en
algunas partes de las Dakotas, Montana y en las praderas del oeste ele
Canadá. Estos esquistos también deben sus propiedades ingenieriles pre
sentes a la intensa consolidación producida bajo la sobrecarga provista por
un espesor de dep6sito del orden de centenas de metros y la subsecuente
remoción de dicha carga. Por debajo ele una profundidad que se mide en
unos pocos metros. estos esquistos también son muy duros. En túneles prac
ticadru por debajo de esta profundidad se puede observar que su masa está
segmentada con diadasas cerradas muy espaciadas, como ocurre en los esquis•
tos bien cementados. En cambio, las modificaciones en el contenido de
humedad que se han producido en los metros superiores como consecuencia
de la descarga son radicalmente diferentes. Mientras que en los esquistos
bien cementados, éstos suelen ser casi imperceptibles, en los esquistos arci
llosos pobremente cementados puede alcanzar valores del 10 % y aún más.
Por ello, el resultado final que produce la remoción de cargas es también
muy diferente. Los esquistos bien �ntados se trasforman en un agregado
angular bastante permeable de fragmentos macroscópicos de roca, mientras
que las arcillas esquistosas pobremente cementadas se trasforman en arcillas
plásticas resistentes. El mecanismo de la trasformación, que lleva desde
un esquisto duro a un material con características de arcilla. es esencialmente
el mismo que conduce al deslizamiento en arcillas fisuradas resistentes y
que está ilustrado en la figura 49.5. Sin embargo, como la permeabilidad
del esquisto arcilloso es mucho más baja que la que le corresponde a una
arciJla preconsolidada bajo una carga relativamente menor, el proceso de
ablandamiento es también considerablemente mAs lento.
Debido a los grandes cambios de volumen que van asociados con la
descarga de los esquistos arcillosos pobremente cementados bajo condiciones
de deformación lateral nula, sus masas se tornan el asiento de tensiones
horizontales residuales intensas. A medida que la sobrecarga de la cubierta
es gradualmente erosionada, la relación entre las tensiones normales hori
zontales y verticales aumenta. Aun en depósitos de arcillas preconsolidadas
con menor intensidad, la relación puede acercarse al coeficiente � que
corresponde al empuje pasivo de la arcilla (Skempton, 1961b; Temlghi,
1961a). Estas tensiones contribuyen a 1a desintegración mecánica de los
esquistos adyacentes a los taludes de los valles fluviales, como de aquellos
situados detrás de cortes efectuados por el hombre.
Los taludes naturales en esquistos arcillosos pobremente cementados
retroceden principalmente por deslizamientos intermitentes y se toman cada
vez más chatos. A medida que decrece el ángulo del talud también lo hace
la tensión tangencial media que lo solicita a lo largo de las superficies poten-
ART. 49 ESTABILIDAD DE LA1l!l\AS Y TALUDES 42.5
hasta una altura de unos 00 metros por eocima del fondo del valle del río,
con una pendiente de 1 en vertical cada 8 a 12 en horizontal, y exhiben una
topografía de deslizamiento tfpica. La suavidad de los taludes y la larga
intermitencia entre desliz.amiento, indican que los mismos están ya en un
estado avanzado de desarrollo. Durante el período de observación ( 1944-
1964) no se produjo ningún deslizamiento fuera de la zona afectada por las
operaciones de construcción. No obstante, las fisuras trasversales a sen
deros existentes a lo largo del borde de las tierras altas se ensancharon pro
gresivamente. Toda ve-z que se alteró el eqw1ibrio del talud, por ejemplo,
con motivo de la excavación de un corte a media ladera, se produjo un desliu
mlento y la resistencia al corte puesta en juego se encontró que era tan
pequefia como aquella que habría resimdo una rotura de talud similar
debido a causu naturales. Se presentaron condiciones ezcepcionalmente
desfavorables en aquellos lugares en que los esquistos contenían capai
delgadas de bentooita, o bien en las moas donde enstían fallas geol6gicas
o zonas sometidas previamente a esfuer205 de corte. Como la permeabilidad
del esquisto es muy baja, el drenaje es pr6cticamente inefectivo.
sivamente por fluencia plástica lenta, y por debajo de la capa que fluye por
este fenómeno el suelo residual suele poseer una considerable cohesión, de
modo que se pueden efectuar cortes estables con taludes de hasta 1 horizon•
tal: 5 vertical.
Por contraste, las transiciones graduales desde la roca descompuesta a
la Intacta son earaeterlsticas de las rocas ígneas intrusivas, como el granito,
y de las rocas con a1to grado metamórfico, como el gneiss, que contienen un
bajo porcentaje de coostituyentes micáceos y un a1to porcentaje de materia•
les quúnicamente inestables, como el feldespato. EI desplazamiento de los
desechos insolubles se produce, como para las rocas solubles, solo por fluen
cia plástica lenta. Las pendientes con una inclinación de 3 en vertical por
cada 2 en boriumtal no resultan de ninguna manera inusuales, aun en cortes
profundos. Ocasionalmente se producen deslizamientos en puntos donde el
talud corta a través de zonu cizalladas descompuestas o bien la orientación
y la situación de las diadasas mayores son especialmente desfavorables. Los
lugares donde éstos se pueden producir raramente se conocen por anticipado
y evitarlos reduciendo la inclinación de todo el talud resulta demasiado cos
toso. Por ello, en la mayorla de los casos resulta más económico cortar los
taludes con inclinaciones tan fuertes como parece apropiado al material
intacto y disponer un ancho adecuado en la base del corte para permitir la
aeumulaclón del materia] de los desprendimientos ocasionales sin que lleguen
a obturar las zanjas de drenaje al pie del talud. El material así acumulado
se Jimpla de tanto en tanto.
Los lugares con antiguos deslizamientos se identifican comúnmente
por su topografía. En cuanto a los cortes que se practican en el material
deslizado son siempre difíciles porque éste llegó al reposo tan pron�o como
el coeficiente de seguridad respecto a un mayor desplazamiento se hizo
igual a uno. Si las situaciones de este tipo no pueden evitarse, la construc
ción debe ir precedida de un drenaje radica] y permanente.
Dentro de la zona de meteorización de rocas de tipo insoluble no resulta
de ninguna manera inusual que el coeficiente de penneabilidad de la roca
descompuesta aumente de valores muy pequeños cerea de la superficie a
428 EMPUJE DE TIERRAS Y E.STABIUDAD DE TALUDES
Flc. 49. 9. Seedón • tra'f'éade una lom■ de cnei• de1e011>pue■10 que KpaN el
embal.ede l■iz.quienhdelvalledel■der,ec,ha.
vaso llegó a cota 396, los pilares submurados volvieron a ceder y otros acom
pañaron también este movimiento. Asimismo apareció un pequeño ojo de
agua a cota 330, a una distancia de 240 m de la cresta de la loma. Cuando
el nivel del embalse llegó a cota 414 se produjeron nuevos afloramientos
de agua por encima de cota 330, y toda la parte inferior del talud, entre los
conductos de presión a nivel 375 y el ojo de agua a cota 330, se despla"Ul
hacia abajo a lo largo de una superficie cercana al límite superior de la
roca sana. No obstante, los taludes casi verticales de corte a media ladera
y la fuerte pendiente superior apuentemente no se movieron.
A medida que subió el nivel del embalse, también se levantaron los
niveles piezométricos en la capa penneable de contacto con la zona des
compuesta (fig. 49.9). La secuencia de los fenómenos descriptos en el
párrafo precedente indica que las presiones hidrostáticas en la :wna per
meable aumentaron pendiente abajo y que el deslizamiento comen-di al pie
del talud, aproximadamente a cota 330, donde la presión hidrostática superó
primero el peso de la cubierta superior.
la)
tos del tipo a, los del tipo b se producen de repente. F.s probable que Di
siquiera vayan prececlidos de movimientos perceptibles de la masa de suelo
en proceso de sufrir un deslizamiento, pues la superficie débil no se halla
situada dentro de la masa de arcilla, sino en la zona de separación entre
l!sta y su base. Además, la altura crítica de taludes en arcilla homogénea
depende solo del ángulo del talud y de la cohesión media e, mientras que
la altura crítica de ta1udes en arcilla situada encima de estratos o capitas
de suelo no cohesivo depende en gran parte de la presión u. del agua de
los poros de las capas no cohesivas. A medida que esta subpresión aumenta,
la altura crítica disminuye y se acerca al valor H. (fórmula 49.2), cualquiera
sea el ángulo del talud. Por ello, si la a1tura de un ta1ud en arcilla con
capitas acuíferas de arena n de limo es mayor que Hn resulta imposible
fom1arse una opinión segura con respecto al coeficiente de seguridad del
talud al deslizamiento sin conocer el valor de la subpresión "•·
El máximo valor posible de la subpresión u., del agua de las capitas
acufferas puede estimarse en forma apro,:imada estudiando la geología y
la fisiografía general de la región en que está situado el talud. Solo con
observaciones en el terreno, por medio de piezómetros, puede determinarse
el valor real de esta subpreslón, sin que sea posible hacerlo por cálculos
teóricos ni tampoco basándose en ensayos de laboratorio. Por ello, si se
concibe la existencia de condiciones que hagan posible un deslizamiento
del tipo b (fig. 49.11), el ingeniero debe reflezionar sobre cuáles serían las
consecuencias prácticas del mismo. Si éste solo originara una interrupción
del tránsito, por ejemplo, puede resultar justificable la ejecución de la obra
sin tomar precaución alguna, en pleno conocimiento de que se puede llegar
:i. producir un deslizamiento, a los pocos años o después de décadas de
-- '�- 1 ��
{b) Oef/uomirlútlpcreAr�,ón
. ....,,,,_ (S.prod<lce-porosmih<llbs)
-,�-
,,
;�ui: �1·
Close, U. y E. McC.ormlck ( 192.2). MWhere the mountalns wa\ked", Natural Geologicol
��b���:-na� :si: CMtuhniqU41, 5, Nº 1,
º
436 EMPUJE DE TIERRAS Y ESTABILIDAD DE TALUDES
que resta de este artículo casi no se trate de las propiedades de los suelos
compactados y solo se describan los procedimientos constructiYO!I.
En lo que sigue, los métodos corrientes de compactación de terraplenes
artificiales se dividen en tres grupos: los adecuados para suelos no cohesivos,
los adecuados para suelos arenosos o limosos con cohesión moderada y
los adecuados para arcillas. Finalmente, se tratan los métodos para com
pactar maw naturales de suelos en su lugar de origen.
n::�:tlis��J1�":,�•
función de la p las ticidad y constitución g ram,lométrica del s u el o . En s u el o s u niformes
m mayor es la superficie de b pata
�":!r.ci::n�o d� :��!s
Se esún U$11ndo también con buen �ultado rod illos p,ata de cabra vil.,rantes
y rodillos lisos vibrantes, similares a los utilizados para rompactar arena. Con rodillos lisos
deU11pesodeunas8t/m delongitudyu naf re<:Uencia deuna$ l200vibraciooosporminulo
:!:!� :;tt;::t'eat:��
b
30 4
� �osºI�!s��
es
ac!n ::'�� d::
n
vibraciones es la de au mentar el l'Íedo g ravitacional del peso del rodi l l o. (N. del 1".)
440 EMPUJE DE Tll!lU\,\S l" ESTAlllLIDAD DE TALUDES
¡H.fO.feco
fl•• 50.2. CurvH tipkq humedad-clu11ldad p,.... di9tlntoa oue•oe, (a) Ál'ffla bien
ataduada con peque,fo por,centaje de uelll•; (b) ardll.a de be.la plqdddad; (e)
limo l...,....nko - pliatlc:o¡ (4) uelll.a de allá plqtkidad.
Co,,.paceación tU arcilla.
Sherard. Woodward, Giriensld y Clevengef (1963): "'2-dl ..d � ._. .., Nueva
York, John Wlley & Sons, 725 Jn,gioas. Contiene una buena desaipdón de equipos
y pn>redimlento!I de compactación y c:ontrol de diques de tierra.
miento. A diferencia con los rieles, que pueden ser levantados en fonna
rutinaria compactando balasto adicional debajo de los durmientes, los pavi•
mentos de caminos solo llegan a ser nuevamente nivelados, reconstruyén.
dolos, cubriéndolos con UQa nueva superficie de rodamiento o. en alguna
medida, debajo de los pavimentos de hormigón, i:ecurriendo a su levanta•
miento por bombeo de barro. Por otro lado, en los terraplenes para caminos
no se daba ordinariamente un lapso de espera durante el cual el terraplén
pudiese asenlllrse antes de someter el camino al tránsito, de modo que en
el intervalo de una década, después de la introducción de los modernos
pavimentos firmes, 1a distribución en capas y la compactación por medio
de equipo de trasporte y de rodillos apropiados se fue haciendo práctica
común.
Poco a poco se fue descubriendo que el comportamiento de los terraple
nes compactados de esta manera dependía principalmente de las propieda
des físicas del material suelo utilli.ado. En consecuericia, varios de los depar•
tamentos de caminos estatales y el Bureau of Fublic Roads unieron sus
esfuerzos para correlacionar el comportamiento de los terraplenes compac
tados con las propiedades índices del material utilizado. Estos esfuerzos
condujeron a una práctica generalmente aceptada de juzgar Ta calidad del
suelo sobre la base de los valores de sus límites de Atterberg y de la densidad
máxima de compactación determinada con el ensayo Proctor normalimdo
n su equivalente local. De conformidad con la experiencia realizada • ·,
algunas localidades, se adoptaron requerimientos como los iridicados en !.1
tabla 51.1, los que, lamentablemente, fueron con frecuencia copiados en
otras localidades sin tener el beneficio de una experiencia similar. Raramente
se especificaba o requería que el contenido de humedad de compactación
estuviese situado en las cercanlas del contenido óptimo de humedad, pues
solo se establecla que se alcanzase el mlnimo porcentaje especificado de la
máxima densidad seca de Proctor.
'� < : � .
1300 ��---.-----.---r-----,c--r-��---.---�
1200
¿\
= \
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� 1100 _
do sa
tu =mn
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1 ,.,,
'"
',
',
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800 0 20 ,W 6(J 80 100 120 140 160 180 ?00
Fi1. 51. l. Cul'>'•� humerlad·den,ldad oblenid■s eon el o:nMyo Proc:tor normal pan
la ceniza P«J>«keo ck Hawall. (o.) Cur,,a ob1..,.,ida ..,.,ando oda una de IN
m11.e11rq IUCffi..M de,ide 1u eon1enido natural de humedad huta ll�•r • la hll
=
medad de compad■ción; (1,) e!>r>'a oblenlda cuando primero el auelo K _.
hqla w 10 %, loei,:o u &P'i'/f• •irn• y la nn1atr• K eompacui en la forma co-
nien1e uu.da en el enpyo de Proctor (�n Willi1, 1946).
Tabla 51.l
Condicién l Condici6n 11
Terraplenes hasta 3 metros de altura, Tt!naplencs de mW! de 3 metros de altura.,
no .sometidos a ioundacionf:$ de larga o de menor altura sujetos a periodo!,
duración. largos de inundación.
·r.r ·r.r
Exigencias mínimas Exigencias m¡ni.ma.,
Densidad seca m , Densidad seca m A de compactauóo en
xima de la.hora.torio de compactación en xima de laboratorio
e el terreno (porcen
t taje de densidad se
:je �ctenlt;¡ce;
ca de labora torio) ca de laboratorio)
".,
100 102
16ro-1759 98 1650-1759 100
1760-1919 1760-1919 98
1920 y mú 1920y mú 95
(') La mbima densidad seca se determina por el ensayo normal de Proctor de<icripto
en el articulo 50.
(') Los ,ueJo. con múima densidad seca menor de 1440 lcglm' se consideran
inadecuadosyno se deben utiluar en terraplenes.
{º) Los suelos con una densidad � mhima menor de 1520 kglm' se consideran
lnlldecuadosy nose deben utilizaren tenaplenes bajo la condición II ni en los 20centi
e u terrapl,!;n que constituye la subrasanle de un pavimento y que se
� �: ur=ci�n t
AdemW! de las condiciones indicadas más arriba, los suelo. a utilizar tendr,ín un
!n;:::re�tdo
e::� d; :�
límite liquido menos 9,0.
E
!r��� de� �a�: :� �s�I�
e 1 d d 1
sd: :�li-= l�'o/J��t���
La magnitud del hinchamiento de un terraplén depende de la capacidad
de expansión inherente al material y de otros factores como el contenido
de humedad al cual éste fue colocado, del método y la extensión de la com•
pactación y de la presión proveniente del peso de la parte superior del
terraplén que lo cubre. El efecto combinado de estas influencias sobre un
terraplén compuesto de cascotes compactados de arcilla compacta puede
ser investigado prepuand.o muestras representativas de la arcilla en su
estado inicial en el terreno. Cada una de las muestras se introduce en un
aro de consolidación y se la somete a una presión igual a la que va a actuar
sobre la arcilla en el punto que se coosidera en el terraplén. Se admite
entonces que el a� llegue a las piedras porosas que cubren la base y la
parte superior de la arcilla y se mide el incremento de volumen. La ad�ua-
452 EMPUJE DE TIERRAS Y t:STABILIDAD DE TA.LUDES
T11bl• 51.2
Capacidad po�ncial
Indic,,plá.stioo
de exp•nsión
0-15 Baja
10-35 Media
20-55 Al�
35- �lu�· 11-lta
Molet;:one,
Los malecones sirven para proteger las tierras bajas durante los períodos
de crecientes, de inundaciones, o de altas mareas, y difieren de los diques
de embalse en tres aspectos principales: su! t.;.iudes interiores se hallan
sumergidos solo durante un periodo de pocos días o de pocas semanas
por año; su ubicación viene determinada por las necesidades de protección
contra inundaciones, independienlemente de si las condiciones de fundación
son favorables o no; y finalmente, el material para el terraplén dt-be obte
nerse de préstamos poco profundos, situados cerca de la posición de los
malecones. Estas condiciones hacen que el proyecto de estas estructuras
deba efectuarse en condiciones que introducen mucha incertidumbre con
respecto a su comportamiento. En algunas regiones, la necesidad de cons-
ART. 51 TEI\M.PL.ENES Y MALECONES 453
truit malecones ha existido desde tiempos remotos, de modo que el arte de
construirlos ha llegado allí a un alto grado de perfección pese a las dificul
tades planteadas.
Si las características del suelo varían en el préstamo de punto a punto,
la sección trasversal del malecón se elige comúnmente en función de las
eii:igencias de los materiales más malos que deberán utilizarse. Se toma,
además, en cuenta el grado de libertad que se dará al contratista para elegir
el plazo y el método de construcción. En algunos lugares se controla rígi
damente la forma de colocar el materiaL mientras que en otros el contra
tista tiene libertad para elegir entre métodos de construcción muy distintos.
La influencia que el método de construcción tiene sobre el costo del male
cón depende principalmente de la relación entre el costo de la mano de
obra y el ele las máquinas. Como esta relación difiere en los diversos países,
los esfuerzos para construir malecones en la fonna más económica han
conducido a reglas distintas en las diferentes partes del mundo.
En países como Alemania y Holanda, antes de la Segunda Guerra Mun
dial, donde la mano de obra era barata, los malecones se compactaban
cuidadosamente y construían con taludes empinados. Por el contrario, en
el valle del Misisipí y t-n otras partes de los Estados Unidos ni siquiera se
intentó usar la compactación, pues alll los malecones no compactados, con
taludes suaves, son habitualmente más económicos que si se construyen
con secciones mucho menores y se compactan. En Europa y Asia se han
construido muchos malecones de arcilla con taludes 2:1, mientras que en
el valle del Misisipí se les daba comúnmente un talud interior de 3:1 y
uno exterior de 6:l. Ambos tipos de construcción se desarrollaron por un
proceso lento de tanteos, y sirven por igual su propósito bajo las condiciones
que prevalecen en las regiones en que tuvieron nacimiento.
Sin embargo, aun en los EE.UU. en las zonas altas de buen valor venal,
los taludes empinados pueden justificarse económicamente. Mientras que
los malecones a lo largo del río Misisipí se construyeron con taludes chatos.
los de la -zona industrializada del va11e del río Ohio se materializaron con
taludes mucho más empinados. Esta tendencia se ha hecho mucho más
pronunciada recientemente y ha justificado el aumento del uso de métodos
teóricos para el proyecto de malecones aun en regiones donde hay en exis
tencia un sistema de malecones. Por otro lado, si en tales regiones los
factores económicos no han cambiado en fonna significativa, la mecánica
de suelos puede utilizarse con ventaja solo para correlacionar la experiencia
constructiva y de conservación con las propiedades índice de los suelos que
sirvieron de material de construcción. La información obtenida de esta
manera conduce a eliminar la simple apreciación como método para clasifi
car los suelos encontrados en zonas de nuevos préstamos.
El uso de métodos teóricos para proyectar malecones asentados en
terreno estable se justifica plenamente, a menos de que los mismos se
encuentren situados en una región con amplia e,iperiencia calificada donde
se hayan construido malecones previamente y observado con detalle su
comportamiento. Excluyendo estos casos, el método de los tanteos es muy
lento y caro, y además la experiencia no calificada basada en los sistemas
454 EMPUJE DIE TlERR,U l' IESTA81UD.•-D DE TALUDES
fls. S2 .1. Diq:rvn• qull! mueolnl Ju faenu lf"-11! ac:11ia.n 1111bre 11!1 -lo en la
p•ne en1en-ad• de u11 ten-aplin cor11tnúdo por el método del d.-pluaodenao.
Fil!'.. 52.2. Seeeión h'QYenlll 1ípk• del canal de KM. (SeJiin J, Fiibc,her, 1898.)
458 l!:MPUJE DE TIENLU Y EST,1.81Ll0Al) DE TALUDES
-
.... SJ.4. Seeáon tnll>'enal de un' terrapl0,11 de lfl'&>'• eoa1uuldo eobre un
.-..-;alto de are.lila blanda ho"'°'Paea. La mitad b.quierd1 m11e1Ua ••• caraele,,
.wii- prindpalee de la rotura produdda d11ran1e la eollltrucdOn; la miled derecha,
al ...,_plén -,i11ntlclo ..tabllludo coa an fl>nlnPMO ele sn,n. (S...Ú,n E. ,-,
Co!tateln, 19S6,)
46() EMPUJE DE TIZlll\AS Y ESTAlHLlDAD DE TALUDES
th)
-:::r-�,,, --:
l't1Sm. c400,_--: .
Ftc. S2.S. Eacollendo rompeolu eoumúdo en el p11erto de Sped•, lt.U., ano
Jando bloquea de roe• aobN u,illl• bland•: (a) �ente --,br,, la upa. de
arcilla; (b) .obre un• eapa tle arena que"" babia depoti.tado preria,nente en una
o:ca�uión poeo proíunda .blerta por reíulado. (Sepn M. C. Barberl,, 193S,)
=
llllmD una resistencia a la compresión simple de alrededor de 0,5 kg por
cmdmetro cuadrado. La construcción se inició en 1862, pero a pesar de un
mentamiento rápido, para mantener la cresta del pedraplén a un nivel mfil
o menos constante fue necesario agregar más material al mismo, lo que a
• 't'l!:Z aceleró el asentamiento. El material que fue necesario agregar duran
be an periodo de 50 años equivalió a una capa de 18 metros de espesor. A
ulr:a;� :ºi!"a:: ;;��
taba, la base del pedraplén adquiría la
=
Se han registrado roturas por extensión solamente en el caso de terra
pleoes situados encima de depósitos estratificados que contienen capas de
ardlla blanda. Estos terraplenes, por lo común, tienen seguridad suficiente
o:m n,specto a su hundimiento en el terreno, pero oorren el peligro de
lOlllper por ertensión.
Durante los últimos 40 años este tipo de rotura ha sido el causante de
tllltratos de arcilla merece una atención especial. Las roturas por extensión
mú notables son las del dique Lafayette, en California, en 1928 (ENR, 1929) ¡
de la presa Marshall Creek, en Ka.osas, en 1937 (ENR, 1937) y del dique
Hartford de protección contra las inundaciones, en C.Onnecticut, en 1941
(ENR, 100).
El estudio de los informes referentes a la rotura de estas presas revela
la existencia de dos tipos de rotura por extensión. Uno de estos tipos se
distingue por el descenso relativamente lento de la cresta del terraplén. El
talud plano toma la forma de una S aJargada, como lo muestra la figura
4Ula., y el levantamiento del terreno natural se extiende solo sobre una dis
tanda oorta desde el pie del talud. La rotura del dique Chingford, cerca de
Londres (Cooling y Golder, 1942), y de la présa Lafayette proveen ejemplos
imtructiws de este tipo de fa1la. El otro tipo de rotura se produce muy
rápidamente y el levantamiento del terreno se eitiende hasta una gran dis
tancia a contar del ple del talud.
��/�=
462 EMPUJE DE TJDM.S Y ESTABlUDAD DE T..U.UDIS
�:�e:.
la cresta dex:endió 4,50 metros en tres dlas sobre una loDg:itud de 150 me-
�t:,1d�r� u:'na\:n�� �:V:�i
pie del talud y una corta distancia a contar del mismo. Por el contrario, en
la presa Hartford, de solo 9 mettos de altura, la rotura se produjo en un
tiempo de menos de un minuto. La cresta descendi6 4,50 metros en una
longitud de más de 300 metros y una fila de tablestacas situadas al pie del
talud fue desplazada lateralmente en 18 metros, mientras que el levanta
miento del terreoo se extendió basta una distancia de unos 45 metros a
contar de dicho pii
El anál.iJis de los desastres y el estudio de las causas que originaron las
fallas han demostrado que lu catastróficas roturas de tipo ripido no se
producen ni pueden producirse a menos que el estrato de arcilla contenga
capas continuas de limo grueso o de arena. Por ello, los detalles de estrati
ficación tieoen una importancia decisiva y debe hacerse una distinción entre
los estratos de arcilla que contienen capitas muy permeables v aquellos que
no contienen dichas capas. En lo que sigue, primero se analizan las causu
que pueden originar la rotura en cada caso y después se comideran los mé
todos para mejorar la estabilidad de terraplenes construidos encima de tales
estratos.
J1s, 52.6. Tipot1 de l'Olwa por la baM:, cuando el n11N-•a que -tiene "-"'
-pin, eonllene un d�o eotnlo de ....ma, (a) c"ando el calrato de arcilla no
� upll .. �hJ.,o¡ (b) cuando el catra10 de arcilla contiene capllh PI'...
� de llNlfta o limo.
fla:, S2. 7. Dla,nm• que mamn el efeeto que ..,Jwe l• -didoa• hidl"OlliitleM
eJ- la pNHIKI• de nn• upa dels•d• porou, ubicada denlro de 1111 •lnlo d�
uúUa lllhuldo ffl el fllhiinefo de un ternplái.
desplazan hacia afuera como una sola masa, y la parte central desciende
dejando uoa depresión cóncava, tal cual lo indica la figura 52..6b. Como
tu condiciones del suelo no son DUDCa exactamente simétricas con respecto
a la linea central del terraplén, la rotura se produce solo de un lado, sin que
sea posible predecir de qué lado ,e producirá. La depresión cóncava en
forma de batea, característica de este tipo de rotura, ha sido observada repe•
tidamente.
FJ coeficiente de seguridad al deslizamiento depende de la distribución
de la sobrepresión hidrortática dentro de las ca.pitas rmeables, la que a
su vez depende de
lles geol6gioos que
dumbres viene il
largo del eje del terraplén indica o en la figura y, como no ,e encontraron
ca.pitas permeables en ninguna de ellas, los proyectistas supusieron que,
durante la construcción; se producirlan las condiciones hidráulicas indicadas
por la linea piezométrica trau.da en punteado, condiciones que son normales
y que no comprometen la estabilidad de la base del terraplén. En la reali•
dad, la arcilla deba}O de la mitad derecha del dique contenla una ca.pita de
arena fina, y como las presiones hidrostáticas se trasmiten libremente a
través de dichas capitas, las presiones reales adquirieron las caracterlsticas
indicadas por la línea de trams y el dique se romoi6 en la fotma que indica
la figura 52.6b.
Por tanto, si la geología del estrato indica la posibilidad de que la arcilla
contenga capitas muy permeables, el riesgo de una rotura solo puede elimi
narse adoptando para el templén taludes muy tendidos, al costo de un
8%Ce!ivo volumen, o bien utiliundo uno de los erpedientes constructivos
indicados a continuación.
Re•unun
'-'-�
Porter, O. J. (1986) MStudies of fill conrtroction over mud flal:I including • descriptíou
of eq,erimentaJ OONtructicm using vertical ll&Dd draim lo buten 1tabilizalionn.
Procudlng, tk la PrltMra Con{trffldo Jnt.ffl!Odo,wd tk Mecánica tk Suelo,, Cam
bridge, Mua. 1, '-P 81· 229-235.
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Stam•::� 1�. J:o;. on ��Y �9r�tr¿ct11a S:c:?� :.:. ons
�- ..
.....,,.......,
t'tlmlJinlC>
,.,..-º""·
��-
las bases de la estructura deben estar por debajo de la zona en que el suelo
se halla sujeto a variacione, cíclicas anuales. de humedecimieoto y secado.
En general, la profundidad de dicha zona oo e:a:cede de. 1,50 metros, pero
hay eicepciones notables a esta regla, como ser la que se menciona en el
articulo 21 al tratar del hinchamiento y contracción cíclica anual de ciertas
arcillas de la parte central de Texas. Estas arcillas son suficientemente com
pactas como para soportar una tensión de 2 a 3 Jcg por centímetro cuadrado
sin un a.sentamiento perceptible, pero, debido a los cambios volumétricos
anuales, aun para estructuras livianas, hay que recwrir a fundaciones sobre
cilindros que se ertienden hasta una profundidad mayor de 6 metros { Simp•
son, 1934). Cambios volumétricos anuales similares, que se extienden hasta
de agua del terreno por parte de las raíces de árboles grandes situados cerca
de los edificios es otra de las causas que han originado importantes perjui
cios por asentamientos diferencia1es.
La cota de fundación. debe también estar situada debajo de la profun•
didad hasta la cual la estructura del suelo es debilitada en forma apreciable
por los agujeros de ralees o por las cavidades producidas por animales, como
ser roedores o gusanos. El limite inferior de la zona debilitada se distingue
fácilmente al observar las paredes de excavaciones de sondeo.
En las regiones con clima húmedo y frío, las fundaciones de las colum
nas y paredes exteriores deben llevarse basta una profundidad mayor del
nivel hasta el cual las heladas pueden producir un hinchamiento perceptible
(artículo 21). En la parte nordeste de Estados Un.idos , esta profundidad
alcanza hasta 1,50 metros. Por esta raz.ón, las paredes y columnas exteriores
pueden requerir fundaciones más profundas que las interiores.
Los pisos de sótanos se establecen comúnmente a una profundidad situa
da bien por debajo de la mínima exigida para las zapatas de edificios sin
sótanos. Por ello, en condiciones nonnaleii, la profundidad mínima de las
fundaciones situadas dentro de los límites de un sótano ( e y d en la figura
53.1) está condicionada únicamente a las necesidades estructurales. Solo
se presentan excepciones a esta regla cuando pueden producirse situaciones
que lleguen a afectar la integridad del suelo situado debajo de las zapatas,
como ocurrió en un caso en que la desecación gradual de· la arcilla media
namente compacta que rodeaba un cuarto de calderas profundo produjo el
asentamiento desigual del edificio.• Debido a la baja humedad y alta tem-
desigual dt:l sue1o dando rigida a la estroctura. En casas eoooómicu se suele usar en Ar-
�J:W 1ac:1;�U:-.�!CT;ª!7tf: eu�=\�dr;::J:S���u:
debajo de W vigas de apeo,colocad.ali 6stu al lvd del terreno natura� como lo indica
n
la figura, para tomar mejor el efedo de dilatación. Para los pisos interiore,, donde el hin
n
chamiento cui siempre es el efecto mb dañino. ,e adopta una solución que supone uo
riesgo calculado y que consiste en construir, sobre el nielo previamente hwnectado pOr
llSperstóo durante varios dW para provocar su expansión, un contrapisp ligeramente a r
mado sobre c l cual se coloca e l piso. Pal'II aminorar a ún m '- s el cost o ,e l contrapiso se
sustituye a vecesporunrelleno de suelo no eq,ansivo.Lasolución es aplicablea situa
dwes en W eualesel espesor del suelo expansivo es moderado y/o la magnitud de su
expansión no BUpen valores del orden de los 5 a 10 ao. (V5se O. Morello - Funda
ción de edificiot liviallOII sobre arcillas activu - I C:OUgreso Bnuileiro de Meclnica de
Sol os,Porto Alegre,1954. Tamblffl revista La lngeninfa., Buenos Aires. 1957. E11 zonas
donde existen fonnaciooell�cas de estructura muysuelta,llamadas"colapsibleit,la
profundidad de la dmentacióo esti frecuentemente rondicionada por el peligro de un
derrumbe de la citada estructura como COMeCUenda de una satunación fortuita resuJ.
tante de factores drcunstanciales, como ser la rotura de una cañerla de provisión de
:!:.:!,s"' :� ;ro�ciJ oo�nfl=-��¡: jiJ: 1e h:�t:
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laf1 y
470
peratura del aire del cuarto mencionado, el agua de la arcilla fue evapo-,
rándose a través de las paredes de hormigón. En otro caso, las :zapatas de
un edificio fundado en arena fina sufrieron un a.sentamiento originado por
una pérdida de agua en las juntas abiertas de un caño cloaca] mal construido,
situado a un nivel inferior a la cota de fundación. El agua IU'TastTÓ la arena
hacia la cloaca y el asentamiento se produjo por socavación. Por ello, antes
de decidir la profundidad mlnima de la fundación de un edificio con sótano
deben tomarse en consideración los posibles cambios artificiales de las con•
diciones del suelo soporte.
Profundidad, mínima tU la, /urufuciorcet de p-nu.
Toda vez que sube el nivel de las aguas de un río, se produce un des
plazamiento del suelo que constituye el fondo en casi tOOo el ancho y el
largo del mismo, y el fondo del rio baja. Este fenómeno se conoce con el
fa/
,,
lb/
Fl•. 53.2. Soen■donN pro-.d.. por lu er9d.,nles1 (•) en el euno aiH obo
táculoo del rio Color.do, ccru ele Yuma., Aria. (-,.in Ma.rpb.7, 1908), y (1,) entre
loe eotrlbo. d., un puenlft ...&re el ño Dnu, en J.,. Alpm orientalea. t. ...ula hori-
mntal ea dleir. veca iriayor que 1■ ffl'tkal.
ART, 53 FU:\'DACIONES DE ESTRUCTURAS 471
fi,.. Sl.3. Reaultado. oblea.Ido. con mode'o. hidriiulli:os p■ra i11v�tig■r d efei:10
'l"ll la forma del pil•r ejeree ...b.., ta H>cavadón. {Se.rin Th. Rehhock. 1931,)
bkicer reglas locales es una inversión excelente que debe ser fomentada.
Solo en esta forma puede el ingeniero sacar las máximas ventajas de las
mracteristicas del suelo local
Los artículos que siguen tratan de los métodos para adaptar los cuatro
tipos principales de fundación a las características del subsuelo.
Lectu.-..-"Cleeclonad..
Los movimientos de la fundación debidos II variaciones volum�tricu estacionales
1 b mttodos para evitarlos se tratan en las siguientes referen('ll$:
º P J
�ET�� ��9;¡1�n�l��� ,u�i::1:J::\ ;;�� 3:.
f
O.�-o:·�1959l� ��Cofu:'1;�í:,¡�M�theQua�, ºJ/º��ti�. �-8',.'�
lleaDs, R. E. (1�kBuildingi, oo e,:pansive clayM, Colo. Schóol of Miner Quorterly, 54,
N94, p,i,g:s.1-31.
Los artículos publi,:ados en el Simposium sohn! Suelos Expansivos, Afriea del Sur,
va
da
�ze3!es1os
1957-1958, contienen mucha información al respecto.
ref�d e;::::
e
datos sobre profundidad de socavación obser•
SchDei'ble, D. E. ( 1924) ...Sorne 'field eumples of soour al bridge plers and abutmentsM,
Better l.
of bridge-pier scourn, P�ngs
.,,,.,
Hubbud, P.
Launien, E. M. of bridge--p1er soour�, Procudirig.r
Hlghway rd, , p,i,gs 188-193
Neill, C. R. ( 1964). A review for bndge eogmeers", Canodi<m Cood Roads Aun,
Ottawa, Tech. Pub/. N� 23.
J 1 1 1 1 1 1 1 1 � 1 l
l,f,6t�� "'�l l l ot l l t t l l
1 .. 1 .. 1 1 r 1 1 1 1 1 r 1 1 1 1 1 1
1 1 1 1 CD 'I' 1 1 1 j 1 ... 1
1 1 1 J 1 1 1 1 1
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co!, 1 1 J 1 �
edificio no tienen importancia alguna. Hay ingenieros que hasta creen que
un edificio con :zapatas que ejercen sobre el suelo la presión admisible no
sufre asentamiento a1guno. En gran medida estos conceptos errados toda
vía prevaJecen en la actualidad.
Muchas de las fundaciones proyectadas en base a la tensión admisible
del suelo dada en las tablas se comportaron en forma completamente satis•
factoría, pero de tanto en tanto apareda alguna sorpresa y las estructuras
se asentaban en exceso. Como los iDgenieros creían que, si no se excedía la
presión admisible, las :zapatas no experimentaban asentamientos apreciables,
asignaban las fallas a una clasificación errónea del suelo. Supusieron que se
habla elegido una presión admisible equivocada, debido a que los ténninos
utilizados para describir el suelo en el terreno y en el código de edificación
no tenían el mismo significado. .Para evitar esta dificultad gradualmente se
hizo costumbre seleccionar o por lo menos verificar la tensión admisible del
suelo en base a los resultados de ensayos de carga.
Un ensayo de carga se ejecuta aumentando la carga sobre un plato, por
pequeños incrementos, y midiendo los asentamientos resultantes. El plato
de carga descansa en el fondo de una excavación al nivel de la cota de
fundación. Según cuál sea la preferencia del ingeniero que hace el ensayo,
el plato se rodea de un cajón y se rellena el pozo hasta la altura a que la
zapata quedará enterrada {fig. 54.la) o, en caso contrario, el pozo se hace
grande suficiente como para que el plato descanse en el medio de un áre11
plana. Los resultados de ensayo se representan por curvas presión-asenta
miento, similares a la indicada en la figura 54. lb. En lo que sigue se des,
criben dos de los métodos más utilizados para realizar ensayos de carga e
interpretar sus resultados.
El primer método consiste en cargar un plato cuadrado o circular d1.,
una dimensión cualquiera elegida por el investigador. La carga admisible
q. por unidad de área se considera igual a una fracción, como ser un medio,
de la presión media sobre el plato en el momento de producirse la rotura.
Este procedimiento es objetable por varias razones: en primer lugar, si la
curva carga-asentamiento se asemeja a la C2 (figura 33.l), no existe ningunu
Flg. 54 .1.
,: u�, �
�=11r�f� • JOx.JOrm.
1 <N
(a) Dbpo1itlvo de •n•ro para determinar la rel..:ión entre la pre1ió1•
unitaria '1 el ••e,uamiento de u.n plalo de enaayo, eon el íln de elegir la pt"Nión
admi1lble del suelo; (b) uno de lor metodo. eorrien1emenl.e ntlli...doa para r-epN!IMl!n•
lar loa reonhado,i del e,..10 de ursa.
...
carga definida de rotura; eo seguodo lugar, el tamaño del ira cargada, que
es optativo, puede ejeroer una gran influencia sobre la capacidad unitaria
de carga ( véase artículo 33). Por ello, utilizando este primer prooedimi�to,
dos investigadores diferentes pueden obtener valores muy distintos de q.
para un mimlo suelo.
El segundo método consiste en cargar un plato que cubre un ,rea de
30 por 30 centúnetros. La presión admisiOte q. se define arbitrariamente,
como la mitad de aquella carga unitaria que produce un hundimiento del
plato Igual a media pu]gada. ( En pabes que utilizan el sistema métrico, el
área del plato se hace comúnmente lgu,al a 1.000 centímetros cuadrados, y
el asentamiento determinante igual a l centímetro.) Este procedimiento,
aunque arbitrario, resulta preferible aJ anterior, pues, por lo menos dos
investigadores distintos ensayando el mismo suelo obtienen el mismo valor
para q•.
Existen muchos otro, métodos para realizar ensayos de carga y muchas
otras reglas para interpretar su, rm.iltados. Pero, cualquiera sea el método,
los resultados del ensayo solo reflejan Ju características del suelo situado
dentro de una. profundidad menor de dos veces el ancho del plato de carga,
mientras que el asentamiento de las zapatas depeode de las propiedades de
un espesor de suelo mucho mayor. Por ello, si las caracterúticas del suelo
cambian por debajo de una profundidad apfOmlladamente Igual a dos veces
el ancho del plato. como ocum, oon hecueocia. los resultados conducen a
oonclusiooes muy erróneas. Como es práctica casi universal elegir la presión
admisible sin considerar para nada el tamafio de las zapatas, ni el tipo de
superestructura ni otras caracterlstkas vitales de la fundación a construir,
no resu1ta sorprendente llegar a la conclusión de que la aplicación cada vez
más extendida de los ensayos de carga no redujo de una manera significativa
la frecuencia oon que se proyectaban zapatas inadecuadas. En efecto, a
pesar de la ejecución y aplicación cuidadosa de ensayos de carga, se han
producido varias fallas completas de las fundaciones de estructuras. Por ello,
para reducir el riesgo de un proyecto defectuoso, la presión admisible del
suelo debe elegirse no solo en función de los ensayos de carga o sus equi
valentes, sino tambi�n en función de las características del perfil del subsuelo
y de las de la fundación misma. Una parte de los conocimientos necesarios
puede obtenerse de las teorfu tratadas en los artícu1os 33, 40 y 41; el resto
se deriva de la experiencia constructiva.
Debido a la gran variedad de suelos y combinaciones de suelos que se
presentan en la práctica no resulta posible desanollar un �todo único
para determinar la presión admisible que resulte aplicable en todos los
ca.sos. El procedimiento a seguir debe siempre ser adaptado a las condi
ciones del subsuelo que revelan Ju perforaciones exploratorias, pero además,
y en particular, dicho procedimiento depende de la profundidad actioa. Esta
apresión se refiere a la profundidad hasta la cual la carga sobre la zapata
altera el estado de tensión en el suelo en una cantidad suficiente como para
producir una contn1rnci6n perceptib]e en su asentamiento.
La profundidad activa depeode no solo del tamaño de la zapata y de
All.T. 54 FUNDACIONEI SOBI\E. ZAPATAS 481
la carga que soporta, sioo también, en alto grado, del perfil del subsuelo
J de las propiedades físicas de los suelos que constituyen cada uno de sus
llllratos. Si el módulo tangente inicial del suelo (artículo 15) aumenta con
la profund.Jdad, a contar de la cota de fundación, la profundidad activa no
aaede el ancho B de la zapata; pero si por el contrario el suelo se hace más
laado con la profundidad, la profundidad activa puede resultar igual a
ftrias wices el ancho B.
En lo que sigue se consideran cuatro tipos principales de condiciones
del subsuelo:
a) Las zapatas descansan en arena o en arena y grava que no contienen
capas de arcilla blanda u otro suelo altamente compresible dentro de la
profundidad activa.
b) Las zapatas descansan en arcilla que hasta la profundidad activa es
bulant:e homogénea.
e) Las zapatas apoyan sobre un suelo con propiedades intermedias e n
be aquellas d e l a arena y d e l a arcilla, como ser limo, algunos ti pos de
n!llenos, o loess. Se supone que el submelo es bastante homogéneo en la
llllll delimitada por la profundidad activa.
d) Lu upa.tas apoyan sobre un suelo que contiene dentro de su• pro
fundidad activa una o más capas blandas.
T.W. 54.%
,.,._,,,.e, -� .....ie. � •rll!'II• (Códl,ro• ,e Ni/itt1d611 anteriorn • l9l0)
R-"'"" '• i.caW. 54.J
q. en kg/cm'
lAreoaíluida ..
8 Arena mojada
11 Arena fma, fume y sec:a
'
0,5
....
2,5-3
14 Arena fluida drenada ...
17ArenagnJt58.muyfirme ..........•.•....
24 Crava y � gruesa en mantl'>!I espesos
,_.
3
..,
ran la1 propiedades significativas. Por ejemplo, la expresión arena fluida no
describe ningún tipo de arena, pues ni siquiera indica una arena que nece
sariamente debe hallarse en estado suelto antes de iniciar la obra. En efecto,
una arena fina y uniforme situada por debajo del nivel de la napa, cerca de
Lynn, Massachu.setts, ilustra muy bien esta aseveración. Este material tenla.
entre los constructores de la zona, la fama de ser una arena fluida peligrosa,
pues, cuando en las obra, se utilizaban aún m�odos primitivos de drenaje,
el fondo de las excavaciones efectuadas en la misma se hacia tan blando
que la arena empe:zaba a bullir a la menor provocación. Sin embargo, depri
mida la napa con pozos filtrantes y realizado un ensayo de carga, los resul
tados. que son 1os indicados por la curva 2 de la figura 45.3a, demostraron
que se trataba de una arena firme y densa.
En este mismo sentido, la descripción del segundo suelo de la tabla
oo indica si el material se halla por encima o por debajo de la napa, a pesar
de que este factor es decisivo. Asimismo, el tamaño de los graoos indicados
para el tercero, quinto y sedo materia1e, DO tiene una Influencia directa
sobre su capacidad de carga. En efecto, la más pobre de las arenas repre
sentadas por la figura 45.3 a, e indicada por la curva 5, era limpia, gruesa,
de granulometría variada y seca; mientras que la mejor, representada por
la curva 1, era uniforme, fina y mojada.
Para establecer criterios más adecuados para proyectar zapatas en
arena, la presión admisible del suelo debe relacionarse, DO con Ju propie
dades sin importancia, sino con aquellas propiedades y condiciones que
tienen una influencia significativa sobre el comportamiento de la arena
bajo carga. Estas propiedades y oondiciones son la densidad relativa y la
posición del nivel de la napa con respecto a la cota de fundación de las
zapatu.
La densidad relativa til!ne una influencia decisiva sobre el ángulo de
fricción interna .; y sobre la forma de la curva carga-asentamiento. Depen
diendo de la densidad relativa, el ángulo .; de tma arena puede variar
dentro de un intervalo grande, como, por ejemplo, de 'rl�º a 46º (artículo
17), y la curva carga-asentamiento tener cualquier forma Intermedia entre
las C1 y C2 de la figura 33. l. La densidad relativa debe estimarse con ensa
yos normales de penetración, utilizando para ello la tabla 45.l de la página
337. Datos más completos, referentes ti variaciones en la densidad relativa,
pueden obtenerse rápidamente efectuando auscultaciones.
La posición que la napa freática ocupa con respecto al plano de fun
dación tiene influencia, tanto en la capacidad de carga a rotura de la arena
como en el asentamiento. Si la napa sube, de una cota inferior a la que
corresponde a la profundidad activa, hasta la base de la zapata, · el peso
unitario efectivo del suelo situado entre ambos niveles se' reduce· en aproxi
madamente un 50 por ciento (artículo 12) y, como consecuencia, disminuye
el coeficiente de seguridad con respecto a un hundimiento de ta zapata
por rotura del suelo (artículo 33) y el asentamiento aumenta sustancialmen
te (articulo 41).
Cálculos basados en la teoría presentada en el artícu1o 33 conducen a
las siguientes conclusiones relativas al coeficiente de seguridad F de upatas
calculadas teniendo en cuenta las presiones admisibles usuales en arena:
si la base de la u.pata descansa en arena suelta al nivel o por debajo de la
napa y si, además, el aocho B de la u.pata es menor de aproximadamente
1,50 ó 2.,00 metros, y la profundidad de la fundación por debajo del terreno
natura] o del nivel del sótano es menor que B, el valor de F puede resultar
menor del mínimo de 3 exigido. En los casos raros eo que estas condiciones
se satisfacen en forma simultánea, se debe realizar un cá.lcu1o de estabilidad
para determinar si se cumplen las exigencias de la seguridad. En todos los
otros casos el coeficiente de seguridad es mayor, y comúnmente mucho ma
yor de 3. Por ello, en condiciones normales la presión admisible en arena
viene determinada exclusivamente por razones de asentamiento.
La distribudón de los asentamientos, en el plano de fuodacióo de un
edificio apoyado en.zapatas de un ancho B, viene determinada principal
mente por las variaciones en la compresibilidad de la capa de arena de
espesor B, situada inmediatamente por debajo de las upatas (Wase artícu
lo 45). La figura 54.2., que muestra los asentamientos de varias zapatas
continuas de ancho constante, cargadas en forma uniforme, demuestra lo
importancia práctica de estas variaciones. Si los subsuelos hubiesen sido
uniformes, las u.patas se hubieran asentado en forma casi uniforme; la dife
rencia de asentamiento tuvo por causa las variaciones locales en la com¡
presíbilidad del suelo (Terzagh� 1938b).
El estudio de las observaciones de asentamientos, realizadas hasta el
momento, conduce a la conclusión de que el asentamiento difereacial de
zapatas continuas uniformemente cargadas, y de u.patas individuales de
tamaiio aproximadamente idéntico e igualmente cargadas, muy difícilmente
er.cede el 50 por ciento del asentamiento máximo. Pero en la práctica, el
tamaño de las u.patas que soportan las distintas columnas de un mismo
edificio suele ser muy distinto, pues las cargas que trasmiten las columnas
difieren mucho entre si, de modo que este hecho introduce una nueva fuente
de a.sentamiento diferencial
De acuerdo con ki expuesto en el articulo 41, en función de considera
ciones teóricas y de las características tensión-deformación de la arena, el
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(cJ ,/
/
/
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,,/
-'��------
/-··:.:...--��-;
oo>--+-"-!--.,--
, ,, -+�
Ancho 8<1�/tJzopql'o
Fi., 54.3. � aprosimad■ e,itn el ancho B de w:ui u.-1a en.,_. y el
caodenle S/S, entre d uentamimlO S de an■ upata de and,o 8 y .,1: -l.llmienlo
s, di, UII plato de so cm de ancho �-•• I■ ....i.m. praló,:, IUUuriL La H......
(a) N reflen a condklonN comuna. t. nuTa (b) �la la•.� -poeÜfie.
,..... an■ are.na u1ella, La e8"11 (e) M refiere ■ areau eo,- �io con1eol6o
Ol'p.ni,:o.
=���=
mitidas al suelo son iguales, el a.sentamiento de una zapata grande (mayor
de 6 X 6 metros) excede al de una zapata chica (de 1 X 1 ó 1,5 X 1,5
metros) en apro:limadamente un 30 por ciento. Además, para un ancho
dado B de la upata, el asentamiento disminuye algo a medida que aumen
tan los valores de la relacwn de profundidad D,IB, en la que D, es la pro
fundidad de la fundación (artículo 53). Teniendo en cuenta todas estas
;:�tU::Jlu1:C::t;i: ���:,n
de profundidad también muy distintas (fig. 53.l), el asentamiento diferen
cial llegue a exceder el 75 por ciento del asentamiento máximo. Normal•
mente será mucho menor.
La mayorla de las estructuras ordinarias, como ser edificios de oficinas,
casas de departamentos o f6.bricas, pueden absorber UD asentamiento dife•
rencial entre columnas adyacentes de unos 2 centlmetros de magnitud. Este
asentamiento diferencial no será excedido 1� siguiendo lo indicado en el
parágrafo anterior, se elige la presión-sobre el suelo de modo que el asen
tamiento de la mpata más grande del edificio no sea mayor de 2,5 cm, aun
en el caso de que la misma descanse en la parte más compresible del depó
sito de arena. Por tanto, para el proyecto de las mpatas de dichas estructuras
puede tomarse como presión admisible aquella que prodmca en la z.apata
más grande un asentamiento igual a 2,5 cm. Lo que sigue es una descrip
ción -de UD método aproximado para elegir la tensión admisible en arena,
toml!,Ddo como btse dicha hipótesis. SI se puede tolerar un asentamiento
=
ditcrencial AS mayor de 2 cm, la presión admisible dada por dicho método
puede multipücane por � , pero en tales casos es aconsejable investigar
si se cumple la condición de estabilidad (Terzaghi, 193.5).•
-:;:r:::;:; �
• La �pitud del ueotamleo to admis.lble et tambi& fUDCión de la dutaocia entre
t 1
U:.�oc1a�e�::: �:C1atªdis1:.� =
u
donad. sude (ll)fflCDtemente $ituan,e entre -t,00 y 8,00 m, IUI aseotamie11to difemicial
admisible de 2 <m JUJ)ODC una distorsióo angular múima del orden de 1/200 a 1/300
como valor admisible. La tendencia actual ,.. aoeptar V300 como r-20nable. (l\'. del T.)
486
��6t-�k---;---+-----,
�i,t--t-------'!-=-+
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¡ '• r-=+--+---+--1
ti!.
¡f,t---+::,,,---=:h,»i
ti • t---t--+--+------J
,¡ :t··>----= t-=1==�
. 1
••�,--,�,--!,.---',a-�,,
M<'ño8al>h�m�
fls. 54.4. Gr.,iíico para determinar I■ pre.Ión ■dmUihlo, d,,l suelo par■ up■I••
- arena, en función de loo ,-Q]1.■d011 de ell..yo,, normalea de penelraelón.
(54.3)
4_(!,p,11'.a/,¡,¡ftÍf!tl/N-... lJ
ltl lwwa;yÁ
Ta6a. 54.�
Prulona M'"'-6ko corri,,n&a en ardU.
R•
..'"""" N la 1.bla 54.l
Suelo q, en kg/cm'
2An:illablandaobúmeda,maiitodeallDl!CIOII
4,:Klmdee,pcsor- ................ . 12-
g �� �:ñ:::.Umo!��.::··
8An:illafinne ···•··•····•·•••••••••••••••
1-15
'.....
2
9 Ardlla en mantos e:,pe,os, modenidamenteleCa
IOArd.ilasóllda seca .......................
lSArcilladura .....
19Ardllasecadura ....................•..
......
3
•
20 Arcilla en mantos espesos, siempre seca HJ
�.!�n-�v:.=
depósito empezó a asentarse en fonna desigual y las paredes se agrietaron.
En la parte central de AJemania se construyó una casa de calderas en un
estrato de loess situado parcialmente por debajo del nivel superior de la
napa, y aquí también los pnlyectistas fueron engañados por la resistencia
aparente del suelo. Las zapatas fueron proyectadas para una presión admi
sible del suelo de 1,2 kg por centlmetro cuadrado, pero bajo presiones mucho
aU:=��er:'��
OISOS si el roe1oesmuy deformable o tiene una relación de vacfos alta se pueden desarro-
e
llar �=.r ei:�air:� dea,=-�
t ��:ie�t!� ��o:'; 1:5��� ral
:=on
::J:���y .,
fi«-. 54. 7. Dla¡rama que U...tn el método de eáleulo pan verificar iri. 111 presión
ll'al<mi1id11 • un u1bauelo conflltuldo de ucl.lla e11ntifielld11 M o no e•cuiva. La
cw-vll C .-.,prnenl.ll la vari.llcion eon 111 proíundid..d de la preeión vertieal debajo de
a.na up11la 1inlc11, de.pniciando la inOuencl11 de 1111 upatu ve,:lnas. La curva C,
r.¡,re.enla la preelón Yenieal debajo de la mi.m11 :upau eD..11ndo .e toma en ruenla
la inílaencl11 de laa :upah.1 vednu.
502
no se satisface, dichos valores dejan de tener validez, por las razones que
indica la figura 54. 7.
Esta figura muestra la distribución de· tensiones debajo de una zapata
que descansa en un estrato firme A situado encima de un estrato blando B.
Si el borde superi_or del estrato blando se halla cerca del plano de fundación,
la zapata puede llegar a punzonar el estrato firme y hundirse en el blando.
Este tipo de rotura no es raro (Skempton, 1942); puede evitarse daodo a la
zapata las dimemiones necesarias para qlJ.e la presión sobre el borde superior
del estrato B no exceda la presión admisible del mismo. La presión en
dicho borde puede calcularse con el método descripto en el artículo 40, o
en forma menos exacta, se puede suponer que la carga .sobre la zapata se
distribuye uniformemente según una pirámide truncada cúyas aristas nacen
en las aristas de la zapata y tienen una inclinación de 60° con la horizontal.
Si el límite superior del estrato blando B está situado a mucha profun
didad con respecto a la cota de fundación, la rotura por pumonamiento y
hundimiento en el teneno no se puede producir, pues el estrato A actúa
como si fuese una espesa platea que distribuye todo el peso del edificio
casi uniformemente sobre la ruperficie de B. La rigidez ·a flerión de esta
platea natural impide el levantamiento del plano ruperior del estrato B
fuera de la zona cargada, pero no es obstáculo para que el asentamiento
pueda llegar a ser muy grande. Por ejemplo, el peso del edificio represen
tado en la figura 54. 8 se trasmite por zapatas continuas a un estrato de
arena y grava densa que, a una profundidad de 7 metros por debajo de la
cota de fundación, descansa en una capa de arcilla blanda de 15 metros de
espesor. Las zapatas se calcularon para una presión admisible de 2,5 kg/cm1,
v 1 se
��:t e:lª ;:�"fci!�: � :::1: �::':,:!:S:��� s:is� tef°edifi��
era de 1,1 kg/cm•. Dura1.1te la construcción, que dUJ'Ó un ano. hu zapatas
se asentaron entre 2,5 y 10 centímetros y, en lns cuarenta años subsiguientes,
el asentamiento máximo aumentó hasta alcanzar casi un metro. Como el
piso del sótano, que descansaba en la arena entre las zapatas, no se agrietó
ni se desplazó respecto de estas ú1tímas, resulta evidente que la capa de
arena y las zapatas se asentaron en forma simultánea.
El deterioro que bahía sufrido el edificio, diez años después de cons
truido, era tan grande, que sus dueños decidieron refon.ar la fundación, pero,
a pesar de los síntomas mencionados, no se sospechó que la fuente de los
asentamientos estaba simada debajo de la arena, de modo que el ..refuerzo'"
se hizo aumentando el ancho de hu zapatas para reducir en un 30 por
ciento la presión trasmitida por las mismas. Como la presión sobre la
arcilla no se varió con estas medidas, las costosas alteraciopes ejecutadas
no tuvieron el menor efecto sobre la marcha de los asentamientos, que con
tinuaron según las curvas de la figura 54.Sc.
Años más tarde se extrajeron muestras inalteradas de la arcilla a cierta
distancia del edificio y se calculó, en función de los resultados de ensayos
de consolidación, la magnitud y velocidad media de asentamiento del edificio
en conjunto. La magnitud y velocidad teórica del asentamiento, represen
tadas por la curva de trazos interrumpidos en la figura 54.Sc, son muy
ART, 54 F1J;,,VACIO.\'ES 5011RE ZAPATAS 503
?km¡x,<'11aAN (e}
'.
l,H"'MiJ e
�t# o
fls. S4.8. (a) Se«lim 1r.,._.ulólll de la íundació n de una Hlru"""' apoyada en
�delll<ll,deb ajodela eualhay anmablanda; (b) p!anta delau1ruc1ura;
(e) eur,,H tiempo-,uentamlento obaer-vadu. La euna pu:,teada uprese nla lareladón
...,..,po-auntamlenlo,eak:ulada con ]09 reeultad,,.. de ne 1ay,,.. de conoo11ñadón.
(Sesún Terughi, 1935.)
tota1 cubierta por el edificio, puede resultar más económico dotar al edificio
con una fundaci ón sobre platea.
F' - 3 � (54.9)
AJIT. 54 roNDACIONES SOBJ\E ZAPATAS
(55.2)
- �
�
Fia", S.S,2. ffittribadon de 1.. Pl"f,ÑO- dentro del 1111elo ahucio deh.jo de u,i
edlflclo, (a} apoyado 10bN1 zap■lU muy eapadadu entre ti; (b) •poy•do 10bre
un• pl•tea de horml#ón. La preeion unitaria que te rn.nile al ■uelo e11 la mi■ma
en ambo. i:--.
ART. 55 PLATEAS DE t--UNDACIÓN 511
vari �ciooes �ue son siempre erráticas y que no pueden predecirse con ningún
medio práctico. Este hecho es e1 que determina Jas reglas que se estable
cen en el artículo 54 para fijar las presiones admisibles en fundaciones sobre
zapatas.
En una fundación sobre platea (fig. 55.2b) la profundidad activa se
extiende a una distancia mucho mayor y, dentro de la misma, los puntm
débiles están distribuidos al ll2'M, como lo muestra la figura 55.3. de modo
que sus efectos sobre el asentamiento del área cargada se contrarrestan
parciaJmente unos con otros. Por ello, la estructura se asienta como si el
subsuelo cargado fuese más o menos homogéneo. El asentamiento no es
necesariamente uniforme, pero adquiere una forma bastante definida en
luga:r de la erritíca que se observa en las zapatas. Esta forma difiere, sin
embargo, dependiendo de si el suelo situado dentro de la profundidad
activa es arena o arcilla•
T.W. SS. J
...
Muy densa
,
•·
N menor de 10
""'"""
req_uien,Q(lm-
0,7-2,5
m&sde.50
mú de 4,5
Los valores de las tensiones admisibles so basan en UD asenbuniento mblmo de
e;:1�:ce�
5ceofünetros.
Se el
pb.tu. ru� �pa ese:r=reade� O:t?'l
Í: qj'�-:i st a u!
º de
�-J� mucho menor de B/Jl hay roca, o D la D11pa esta a UDII. profuodidad mayor
¡-B/2,"w teosione$ admisibles pueden aumentane.
Se ,upone que las cargas 1e disbibuyeo eo forma pr6.cticamente uniforme en toda
la1uperflde ocupadaporlap1-tea. Si lasdistlntaspartesdeunagranplateaenarena
IOpOrtan � unltarw muy distintas, es aconsejable establecer juntu de eorutruc
ciÓrl en lósboniesde cada uoa de las partes.
_i_i_Jt
por una torre pesada y dos alas, en la que la cota de fundación está por
encima de la napa freática: Con estas hipótesis, la reacción total del suelo
M- M-�)M
--··--;,;,.
� +
,,_¡¿,._:.�.-$..,.,_
Flf. 55 .4. Dlapam.a q11e U...t n - mi:todo. dhlinUM pan p,07eclar p'au,.,. de
fundadún aobNl ..,b,r,.,..Jo. eom-lbleo, (a) 111pere'1:ntclura risida que a.e1un un
·-ntami.ento 1111lforme¡ (b) 111peN11lnlct11ra ílezible UlpH de tuírir 1randa
deíormae.lonft tln experimentar daño.¡ (e) All'U'fflnlCU•ra nc,dble en la que la
11nUornddad del -tamlento 1e ue...,.. dl,ponlendo IÓlanoa de una p,oíundid,d
proporc,lonal al PftO de la pute de la eotrudan que ae eon11ru� 1.ob..., lo. mi,,.,......_
516
�:-�:,a:=�'¡.
sótanos suficientemente profuodos oomo para satisfacer esta exigencia han
sido en realidad provistos con costOS&! fuodaeiones sobre pilotes, malgas
tando inútilmente el dinero dispuesto para los mismos.
n
Arm��lt:t,'ill. �EldeA='t, '1,��. cef;:tu': �tcli��
de lu plateQ adoptando v..-las dlstribudonel posi_bles y ruonables pan la moccián del
,11elo ¡,.111 cubrir luego con el dimensionamiento IDdas esas posibll!dadél. (N. del T.}
518
LeelUl'M .eleeeionada9
Colder, H. Q. ( 1965). �state-of-the-art of íloating foundationsM, ASCE /oom. Soil Me•
chama, 91, N9 SM2, pág,. 81-88.
alrededor de los grupos. Por ello, los pilotes de esta categoría se denominan
a veces pilotes de compactación.
2. Pilotes de fricción en suelo, de grano., muy fino3 de ba¡a pennea
bilidad, Estos pilotes trasmiten su carga al suelo por fricción lateral, pero
sin llegar a compactar el terreno en forma perceptible. Las fundaciones
sobre pilotes de este tipo se denominan comúnmente furidat:úmu sobre
pilotes flotantes.
3. Pilotes relistentes de punta. Estos pilotes trasmiten su carga a un
estrato firme situado a una profundidad considerable por debajo de la base
de la estructura.
s e r l
�j:}� :u: : pro;e ;;� :�� � �::s
n oc
t� car
$a
la información necesaria con un mínimo de gasto y de trabajo con dujeron
�b=;
a especulaciones teóricas que dieron como resultado un enorme surtido de
fónnu1as de hinca. Pero poco a poco se fue notando que las fórmulas de
hinca adolecen de defectos iutrm.secos y se hizo más y más usual, en las
obr as de alguna importancia, determinar la carga admisible por pilote ejecu
tando ensayos de carga en pilotes de prueba.
El número de pilotes necesarios para soportar una estructura dada se
determinaba por el procedimiento simple de dividir la carga total por la
admisible por pilote. Muchas de las fundaciones proyectadas en esta forma
resultaron satisfactorias, pero de vez en cuando algun a estructura sufrió
asentamientos inesperados y eicesivos. Estas circunstancias evidenciaron
que el asentamiento de una fundación no estaba, necesariamente, relacio nado
con e1 asentamiento del pilote único de prueba, aun en el caso de que la
cargi:. por pilote fuese igual a la de prueba. Naturalmente, estos hechos
llevaron a la conclusión de que el conocimiento de la capacidad de carga
de un pilote único es solo una parte de la infonnación necesaria para el
proyecto de una buena fundación sobre pilotes. Para dete rminar si el asen
tamiento de una fundación sobre pilotes permanecerá dentro de límites tole•
rabies, el proyectista debe considerar , además, las tensiones producidas en
el suelo por toda la carga trasmitida por la fundación, y calcular el asenta•
miento que originarán dichas tensiones. Este cálculo requiere un conoci
miento de los principios fundamentales de la mecánica de los suelos. Si los
resultados de esta investigación indican que el asentamiento puede exceder
un valor aceptable, el proyecto debe cambiarse.
Paso, a seguir en el proyecto de fundaciones sobre pil-Otu. Para el pro•
yecto preliminar de una fundación sobre pilotes se requiere, como primer
elemento, un perfil del suelo que represente los resultados de perforaciones
explo ratoria s . Los factores que determinan la profundidad a que deben
llevarse estas perforacio nes se tratan en el artlculo 45. Comúnmente, el perfil
del suelo provee toda la información necesaria para decidir si la fundación
puede establecerse sobre pilotes de fricción, hincados enteramente en arena,
sobre pilotes resistentes de punta, que atraviesan un estrato blando y se apo•
yan en uno firme, o sobre pilotes flotantes.
El pr6ilino paso del proyecto preliminar consiste en elegir la longitud
y el tipo de pilote a utilizar. Si los pilotes indicados son los resistentes de
punta, suele ser posible estimar la longitud necesaria con bastante exactitud,
eXttlllinando el perfil del suelo. Sin embargo, como los métodos para estimar
la longitud de pilotes de fricción en arena están aún en estado rudimentario,
para determinarla hay que hincar con frecuencia pilotes de prueba y, si se
trata de pilotes de fricción en arcilla blanda, hacer un cálculo del coeficiente
de seguridad de los grupos de pilotes con respecto a su falla total ( véase
página 535). La selección del tipo de pilote viene gobernada, al menos e n
parte, por consideraciones prácticas (Chellis, 1961).
Después de haber elegido en forma tentativa el tipo y la longitud de
los pilotes, se calcula, o determina con ensayos de carga. la capacidad
524
=:
paralelas, formando cuadrados, o en tresbolillo, y el área total requerida
para la solera cabezal de los mismos se obtiene multiplicando el número
de pilotes por ,:P. (disposición en cuadrado) o por + IJIV3 ( disposición
en tresbolillo). Si esta área es considerablemente menor de la mitad del
s
o
:e! :1����:n:!;e;!�����!ti�n!is:;: ;:x: ��
veniente proyectar una platea soportada por un solo grupo de pilotes, en cuyo
caso la dm:aocia entre los mismos se aumenta de modo de obtener uoa
distribución regular. Si la intensidad de la carga que actúa en las diferentes
partes de la platea es muy distinta, la distancia entJe pilotes se condiciona
en cada parte a dicha intensidad. Finalmente, si resulta dudoso saber de
entrada si la estructura debe fundarse con cabezales aislados o con platea,
la decisión se toma después de haber efectuado UDa comparación de costos
entre las dos alternativas.
Si la fundación va a ser soportada por pilotes de fricción en arcilla
blanda o en limo plútico, debe hacene un cálculo de la capacidad de carga
de los grupos de pilotes, a fin de cerciorarse de que la carga admisible no
es mayor de un medio, o preferiblemente de un tercio, de la máxima de
falla. Las consecuencias de ignorar esta condición pueden llegar a ser catas
tróficas. En efecto, en varias ocasiones, estructuras, jUDto con sus pilotes y
el suelo situado entre los mismos, se han hundido repentinamente en el terre
no, a pesar de que la carga por pilote no llegaba a eiceder la ..carga admi
sible-. El procedimiento para calcular la capacidad de carga de grupos de
pilotes se describe mb adelante.
Si la carga por pilote es meoor que la que provoca la falla de un grupo
de pilotes, la fundación no romperá por hundimiento repentino en el terreno,
pero esto no excluye la posibilidad de un asentamiento excesivo, pues el
asentamiento de toda uoa fundación sobre pilotes, a una carga dada por
· pilote, no tiene relación alguna con el asentamiento de un pilote único bajo
la minna carga. El uentamiento de la fuodadón puede variar entre menos
de un centlmetro y varios decímetros, según cuáles sean las coodiciones del
ART. 56 nJNDACIONU SOBRE PILO'IY.S 525
11
11,,
11
--·--ó
Q,
Fi., 56.1, (•) PU01e de í1fo::lón en •.,,;u. bl■nd■; (/1,J dulriblteión de la preáón
IObre el plano horiaontal cpe pUII por lti pgn...._
cortosr.
carga estitíca es del orden de 0,25 kg/cm1 para arena suelta (pilotes largos)
y de 1 kg/cm.1 para arena muy densa (pilotes
AIIT. 56 FUND.4.CIONES SOBRE PILOTES 527
��=
pilotes pemi..dos,
)' pllares fundación: /, _.. = 0,006 N {kg/cm')
Re.ri.rtenciadepunla:
pilotes hincados: qr = 4 (I0)'·•D,• {kg/cm')
&�: q,. = 1,5 {10)"·'º•' (kg/an')
igualmente se indica.a las relaciones apronnw:lu•
pilotes hincados: q,. = -4N kg/cm'
pilotesperl"orados )'
pilares de fundación: qr = l,5Nkg/cm'
�=;�
qr mU: o!, 200 kglcm'
teracdlm OOD el suelo - Revista Lallnoamerlcan• de C«ilot'nia, Vnl I, N1' 2, Caracu, 1971.
T1mblbi revilta La Ingeniería, & Al., 1972. (N. dd T.)
MIT, 56 FUNDACIONES SOJIJ\E PILOTES 529
,.�������I�
,. l-l-+--+-+- -¾-+-1
J./1
\Qn 1-+-+-+-,�c.!
,..,,,. c,.,,.
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�... e-+-_,._��-�� �
V t--t----1
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l ,,. h"=i-+-+-+-++---1
l'" I-W'i--+-+--
�,., �r---1-+-t--t-----t--1
(}(} $ /(} 1$ Z(} U 1' M
1/lrls-oto,vw'saft,h/""'°""1
fi,:, 56. 2. Di■p-■m■ q:lle muealr■ el aumento de c■p■eldad de c■rJ■ ■ rotura de
un pilote de írlcdón con el tiempo.
_...,,.,.�.
Tabi. 56.l
Yalornft'-: ....,_,d• á Jri«Vn, 1!1111 ,......ra,_.. � -...U..
......
11.1da o ala coo,pre- Frlo::tón lateral de
Material del pilote ti(m sim�de la ar• rotura entre pilote y
kg/cm' kw'='
her, 1963), una parte considerable de la carga sea res.islida por fricción
lateral, por lo menos temporariamente. Mas, si los _pilotes atraviesan un
suelo muy compresible, como arcilla o limo blando, la presión trasferida
al suelo por fricción lateral lo consolida gradualmente y, como conse<:uencia,
el pilote tiene tendencia a asentarse. Solo el suelo en que está embebida
la punta resiste dicha tendencia, de modo que, a medida que pasa el tiempo,
la presión sobre la punta aumentL Este proceso continúa hasta que la
mayor parte de la carga que actúa sobre el piJote es resistida JK)I" la punta.
Si la carga que tiene que soport31: el pilote es mayor que la resistencia de
532
punta, el aseotamlento puede llegar a ser muy grande. Los ensayos de carga
sobre un pilote único no llegan, sin embargo, a revelar el peligro, ni aun en
el caso en que se ejecuten varias semanas después de la hinca. Por ello, en
un pilote resistente de punta, es mú importante conocer la resistencia de
punta que la capacidad de carga total
Relacione, entre la re.riltencfa a la hinca y la JKofundldad. Si el número
de golpes requeridos por centímetro de penetración se representa en fuoclón
de la profundidad penetTada, se obtienen diagramas de resistencia a la pene•
tración o diagramas de hinca. como los indicados en la figura 56.3. La
forma de la curva de penetración indica de manera casi inequlvoca a cuál
de las tres categorías principales pertenece el pilote. La figura 56.3a mues
tra curvu típicas para pilotes hincados en arena suelta y en arena densa. En
ambos tipos de arena la resistencia a penetración aumenta con la prohmdi
dad. La figura 56.3d corresponde a un pilote hincado en arcilla blanda,
pudiéndose notar que la resistencia a penetración se toma pnicticamente
constante. A su vez, el rápido incremento de resistencia iD<licado en la curva
de la figura 56.3c puntuali7.a que la punta del pilote ha pasado de limo
suelto a arena bastante densa. Ofcho.1 incrementos acentuados son típioos
en pilotes resistentes de punta. Relacionando los diagramas de hinca con
el perfil del suelo, el ingeniero puede comúnmente derivar una concepción
fehaciente del material en que cada pilote ha sido hincado. En particular,
puede determinar si la punta del pilote ha alcanzado un estrato de apoyo
adecuado.
Uso de lar fórmula, de hinca para ca1cular la capacidad de carga. Cuan•
do un pilote resistente de punta encuentra un estrato firme, la resistencia
a penetración aumenta en fonna repentina ( fig. 56. 3c). En términos gene.
les, cuanto mayor es este aumento, tanto mayor suele ser la resistencia de
punta. Esta observación condujo a efectuar tentativas para establecer una
relación entre la capacidad· de carga de un pilote y su penetración por la
acción de los últimos golpes aplicados por el martinete. Los resultados
obtenidos se conocen con el nombre de fórmulas' de hincas (artículo 34),
En todas las fórmulas de uso coniente, como la desarrollada por Janbu
(ecuación 34.6) o la fórmula Engineering News (ecuación 34.9), la capa•
cldad de carga a rotura calculada depende de la penetración S bajo el último
golpe del martillo. De acuerdo con la figura 56.3d, el valor de S que aparece
en lu fórmulas es, para pilotes de fricción en arcilla, práctica.mente inde
pendiente de la profundidad y, por tanto, la aplicación de cualquiera de
las fórmulas conduce a la conclusión de que la carga de falla de dichos
pllotes es tamb�n independiente de la profundidad. La experiencia, sin
embargo, ha indicado que la capacidad de carga de pilotes de hicción en
arcilla aumenta aproximadamente en proporción directa con la longitud de
los pilotes, hecho que excluye en forma absoluta la aplicación de cualquier
fórmula de hinca al cllculo de la carga de falla de pilotes de hicción en
limo blando o en arcilla blanda.
La verdad es que, en ciudades como Shanghai y Nueva Orleáns, en las
que el predominio de espeso5 depósitos de suelo blando Mige el uso de
pilotes de frlcdón, ningún ingeniero experimentado llega siquiera a consi-
AJIT, 56 FtlNllAClOND SOBRE PIJ..OTES 533
:I
entre los dos extremos indicados en la figura 56.4. La curva de la figura
56.4a es típica de pilotes de fricción enterrados en suelos Je granos gruesos,
y de pilotes resistentes de punta que trasfieren su carga a un estrato de
[Jl ..
'
L,_J
.J
.
Fi•. S6.S. Dla1r■rna que muNlra l• ro.-rna coo,o.., produ« la r-o1ura orisinada
por hundlmlenlo de lodo t-1 pupo de piloteo, incluyendo el """'° eaicen-ad.> pcM'
losmi,moo.
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lfncl,o � lo /1111<1,nJOn •
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fl,. S6. 6. Reladó., empírica aprodmad■ enl.re el uw:ho B de 11.Q IJl'Upc> de pi
lotes ftl 8- 7 le relación S,IS. ea la que 51 rep.._..ta d uenurnüen10 d,, a.n ,.....
po de pilotea con anebo B, 7 S, el &KDl&Ol!ento de an plJoc., ■w.clo de _,o
aometldo • I■ rni,m■ ""l"I'ª que aetP 10bn cada lUIO de lot: � del l"'PG (_,...
Skempton, 19SS),
=�a�\
durante la hinca, al entrar en contacto con la roca, y se pierdan todas las
ventajas del apoyo rígido. Además. si las puntas de los pilotes llegan a dar
con una supemcie inclinada y lisa de la roca. existe la pos1billdad de que
se deslicen por la misma sin que aparezca Dmguna Indicación de su fle:idón
::r�t
e e
��S:cl:nªfi!:!r � �a� t:i�•
el
�:!t�:
deben utilizarse piJotes de madera; y hasta los pilotes de hormigón armado
pueden llegar a rompe-ne.
AJIT. 56 FUSDACIONES SOBRE PlLOTY.$
! ,1----= --c"c--+--
,.-------..-..,.,-==-7
-'--
tm�;=c--"---t-------i
,.,
l.1º�--'c--+.--------!�-�-
Fi , . S 6 .7. ( • } C 11n u de IIHlllr.mt
. . .to \ l e 11n edificio de ma.mp,Nteflll •poyado
oi. upa1u rondn.. u tobre pilole. eón'-, euyu po.ntu d� en un .,.1rato
de 1JTaH den.., 1- uenlamlento. dlbuJ•do. fuuon medido. on •Do ckapuff de
1ermlnad■ la obn1 (ft} e...,.u e■rs-tamlento pan. sn pilole de pruebta dw-11Dla
el en..yo de e.,..._, )' pan. el miano pi/ole eo- parte ln1e,na1e de la etl,ruetRn..
540
1
es igual a:
Q' - yH (56.3)
(56.4)
_.,,.
";;=-_:
: / ,.,
tJ
.
fe)
;
.
'
;
�JJhhtb(bJ
t'ia-. 56.8. C• y b) Planta y eorll! de un• e.tnu,lura apoyada en pikllee hinudoa
h"a.ia una upa de an,na denp 1i1uada etu:bna de an polen.le depósllo de arcilla;
(e) curvu de a,oer,1amJen.Jo d., la "91ructura. Lq ........., de la mitad i,.quierda n,pro
&enlan en pulsadM loa qenlamlen- o_...,ad°" al terminarse la obra¡ Ju cun.,
dela dereeha,la1li-deirual&Hnlamlenlocakaladaaconlr111n,,iuJtadOlldeloa
e.,_yo,, de, colllOHdación.
AllT. 9} FUNDACIONES SOBRE PILO'IES SIS
una carga total también dada, disminuye a medida que aumenta la longitud
de los pilotes, a pesar de que se necesita un menor número de pilotes para
absorber la carga. Estas conclUDOnes han sido confirmadas por la expe
riencia en todas las ciudades dorxle las condiciones del subsuelo exigen
COD!truir sobre fundaciones con pilotes flotantes (Clarke y Watson, 1936).
En las mitades izquierdas 'de la figura 56. 9a y b se indican la intensidad
y la distribución de las presiones en el suelo, en la hipótesis de que no
existiesen pilotes. Ahora bien, el asentamiento final de las fundaciones sobre
pilotes, como las indicadas en las mitades derechas de dichas figuras, puede
caJcularse en forma aproximada haciendo la siguiente hipótesis simplifica
tiva: los dos tercios superiores del espesor de suelo en que están embebidos
los pilotes no ezperimentan cambio alguno en su oontenido de humedad.
Por debajo de esta cota la oonsolidación se produce como si el edificio
estuviese apoyado a dicho nivel sobre una platea flexible y los pilotes no
existiesen.
Según esta hipótesis, la ventaja que se deriw de la hinca de pilotes
equivale al remplaw del subsuelo por un material prácticamente incom•
presible, que se eniende desde el cabezal de los pilotes hasta una profun•
dldad igual a los dos tercios de la longitud de los mismos. Si esta profun
didad es varias veces mayor que el ancho de las zapatas o cabezales y éstos
están muy separados entre si, el asentamiento de la fundación sobre pilotes
será pequeño, por malo que sea el suelo. Pero s� por el contrario, dicha
profundidad es mucho menor que el ancho del área cargada y esta área es
grande, el asentamiento final puede resultar excesivo aun ba}O una carga
muy moderada. Estas conclusiones han sido confirmadas repetidamente
por la experiencia. Asimismo, tanto la experiencia como la teoría han m os •
trado que las fundaciones sobre plateas, apoyadas e n pilotes d e fricción
..._,_,..,.Pf'Nio,,
Awó,.....�
,,,,;,t,v,a9"'"ar4"'�
h/_,¡,,.-_,,
fórmula de efkknda
En lo que antecede se ha demostrado que el asentamiento de una
fundación sobre pilotes no guarda ninguna relación ooo el asentamiento de
un pilote únioo, bajo una carga igua1 a la que soportan los pilotes de la
fundación. La oomprensión cada vez mú generali7.ada de este fenómeno
ha dado origen a varias tentativas para expresar, por medio de las llamadas
f6rmuJa., de eficiencia, la influencia que el número y la distancia entre
pilotes ejercen sobre el asentamiento de la fundación {Seiber y Xeeney,
1944; Master, 1943; Feld, 1943). Mas la extraordinaria variedad de suelos
que se presentan en la práctica excluye la posibilidad de establecer un
número limitado de fórmulas de eficiencia suficientemente en.etas y de vali
d� generaL pues el efecto que el número y la distancia entre pilotes ejercen
sobre la rt!lación entre el asentamiento de un pilote único, bajo una carga
dada. y el que le corresponde a un grupo, bajo la misma carga por pilote,
depende en gran parte del orden de sucesión y de las propiedades de los
estratos del subsuelo. Ademh, para una longitud y distancia entre pilotes
dadas, la relación mencionada cambia considerablemente con .la carga por
pilote. Ninguna de las fórmulas de eficiencia existentes considera en forma
adecuada estos factores vitales, de modo que, teniendo en cuenta el gran
número y la diversidad de los mismos, se estima dudoso, para decir poco,
que dichas fórmulas representen en realidad un paso correcto hacia la solu
ción de este problema.
Cuando se valora el estado actual de nuestro conocimiento, que por
otro lado no podrá sufrir variaciones radicales por muchos años, se llega a
la conclusión de que, en lugar de utilizar las fórmulas de eficiencia, parece
preferible considerar cada caso en forma individual, y determinar el asen
tamiento probable de la fundación sobre pilotes propuesta en fuoción de
lu propiedades físicas de los suelos a los cuales los pilotes trasmiten su
carga, siguiendo para ello los ejemplos que se dieron con anterioridad en
este artículo. Si el asentamiento probable llega a exceder el máximo tole
rable, el proyecto debe modificarse. El máximo asentamiento tolerable de
las fundaciones sobre pilotes viene detenninado por los mismos factores que
gobiernan el asentamiento admisible en fundaciooes sobre zapatas y plateas
(artículos 54 y 55).
Si la distribución de las cargas sobre la superficie que va a ocupar
una estructura es muy desigual, las tensiones secundarias producidas en la
misma por los asentamientos desiguales pueden disminuirse mucho dividien
do el edificio en bloques separados entre s{ por juntas verticales continuas.
ART. 56 FUNDACIOl','ES SOBRE PILO'JES 549
.,,.,.,
-
'°""
�:!E°:������:::::::::::::::
Madera .................................... .
.....
30-50•
,.,..
30-50'
Moldeado en sitio vaciando hormigón en un caño
.. ................. .
Accro,dobleT,alaalldi..
1-tuna .eleedon.ac:ta.
�Pik foundmioM" d e R. D. Chellis (1961), Nueva York, McCraw-Hill, constituye
un tratado completo sobre el lem•- A su ve7-, en lo, capltulos sobre fundaciones �bre
º ue
\�t
•lenci
1:! �tleydea!:-� ==:����: �,::�fp��� �:
�:�;�� �
. .. d e S. A. Thornley, 1951, Nueva York,
C.OlllDlbi• Univenity Press, 1e tratan ertensamenn,·aspectos económicos y pr,kticos, in-
cluidos a1terlos de elea::ión del tipo d e pilote.
En el Informe Ceoera.l .sobre fundaciones profundu presentado por A. Kezdi • b
��
el 1
n1
:::;:,.,:1edd�°:"do
de
':�.ití: ;:&!��fa�::::. M� �bu�� !: tr
que la resirtencla de punta de dicho pilote suele ser varias veces mayor que
la de un pilar de fundación de igual diámetro, pues el método de instalación
del pilar no solo no compacta la arena, sino que presenta condiciones favo•
rables para su eirpansión. Pero si, por el contrario, la capa de arena densa
está situada debajo de una sucesión de capas delgadas de arcilla blanda y
de capas espesas de arena, es probable que la mayor parte de la energía
disponible para la hinca sea conrumida por la fricción lateral y, por tanto,
que ésta deba interrumpirse cuando la resistencia de punta es todavía muy
pequeña. En tales condiciones es probable que los pilares sean más seguros
y más económicos que los pilotes resistentes de punta.
Si lo que se requiere es trasferir el peso de una estructura a la roca
madre, que está cubierta de una espesa capa de roca descompuesta que,
a su vez, está enterrada debajo de sedimentos blandos, los pilares de fun
dación pueden ser preferibles por ]as razones siguientes: a pesar de que
algunas rocas descompuestas son tan compresibles como la arcilla mediana
o blanda, contieDeD con frecuencia grandes fragmentos de material menos
descompuesto que impiden que la punta de los pilotes llegue a la roca
sana, de modo que los pilares se imponen por el hecho de que en este caso
no hay dificultad en retirar dichos fragmentos durante la excavación.
Si debajo de una estructura hay arcilla media que descansa a una pro
fundidad razonable sobre un espeso depósito de arcilla resistente, puede
convenir una cimentación que trasfiera la carga total de cada columna a
un pilar de fundación único con base ensanchada que descansa justo debajo
del borde superior de la arcilla resistente. El pilar se construye excavando
a máquina o a mano un pozo ci1lndrico que se llena de hormigón, sistema
ele cimentación que en algunos lugares se conoce como -de "pozos roma•
nos" o simplemente por "pozos... Tal tipo ele fundación puede resultar mucho
más económica que el uso de pilotes ele fricción en arcilla resistente. Por
otro lado, si el depósito de arcilla contiene capas de arena y limo acuffe.
ros, puede no resultar posible ensanchar las bases de los pozos sin que se
produzcan derrumbes o sin dar lugar a una invasión de material suelto y
húmedo que impida obtener un soporte firme, haciendo impracticable un
hormigonado seguro.
tales bolsones rueltos, rodeados de arena densa que tiene esencialmente las
mismas características granu1ométricas, es un fenómeno relativamente común.
Cuando el achique por bombeo desde el interior no es practicable, los
métodos de alternativa son: drenaje previo por medio de pozos filtrantes,
excavación con aire comprimido, excavación bajo agua o bien dentro del
lodo bentonitico que llena el pozo. Las investigaciones del subsuelo nece
sarias para determinar si un método dado de achique o drenaje es practi
cable en una obra determinada se describen en el articulo 47 al tratar de
los métodos de achique de excavaciones a cielo abierto. Si el suelo está
constituido de limo fino puede que ni aun el método del vacío sirva para
estabilizarlo. Debido al costo y a sus otras limitaciones, el aire comprimido
(página 55.5) se usa solo excepcionalmente. Como alternativa del bombeo
,e recurre, en cambio, a la excavación bajo agua o a la excavación con el
wo de lodos de perforación.
Cuando se excava bajo agua en arena, el volumen de suelo que se extrae
e:s generalmente mayor que el volumen del cilindro, y, si la arena es suelta,
la cantidad excavada puede llegar al doble del volumen desplazado. La
demasía en volumen de arena va asociada con un levantamiento del fondo
de la excavación y un asentamiento de la superficie del terreno alrededor
del cilindro. Puede ser casi completamente evitada con el simple expediente
de mantener el nivel del agua dentro del cilindro bien por encima del nivel
del agua en la parte de afuera, como lo indica la figura 57. le, La mayor
presión interior así obtenida hace que la circulacióo del agua se produzca
desde el cilindro hacia la arena situada debajo del fondo de la excavación
y que, por tanto, las presiones de filtración resultantes traten de anular la
tendencia de la arena a levantarse. Para mantener esta circulación de agua,
las herramientas de e:rcavaci6n deben ertraerse del cilindro lentamente.
Cuando se trata de e1egir entre el método de excaxación bajo agua, o
el método con aire comprimido, deben considerarse varios factores. Por
ejemplo, si se está ei:cavando bajo agua y aparece un obstáculo en el camino
de la cuchilla, las demoras que el mismo puede ocasionar son imprevisibles.
E método del aire comprimido evita este riesgo, pues los obreros tienen
acceso directo al obstáculo. Presenta además la ventaja adicional de que la
base del cilindro puede prepararse con cuidado y limpiarse de todo mate
rial suelto, pero presenta el inconveniente de que es mucho más costoso.
Cuando se construye el pilar de un puente no es raro bajar la parte
inferior del cajón excavando bajo agua hasta alcanzar o estar cerca del
estrato resistente, en cuyo momento se recurre al aire comprimido convir
tieodo adecuadamente el cajón a] efecto. De esta manera, se combina la
economia de la excavación bajo agua con la mayor segwidad que ofrece el
método neumático para la preparación de la superficie de apoyo y el vaciado
del hormigón.
El uso de lodo para estabilizar las paredes de un pozo pedorado
previene simultáneamente contra la inestabilidad del suelo situado debajo
del fondo a medida que se avanza en la excavación. Sin embargo, cuando
el pozo ha llegado a cota y se ha insertado la camisa para soportar las
paredes, el fondo puede reventar durante el bombeo del lodo, a menos que
560
T.W.51.l
Y.ro.. ú la frl«l/,n ,-,.,,., .,,. dll",lro, 'T �•Jonn IUI funllaclón
el'.,..,.,.,,. cl'uc.,...,
nas. a meoos que se 00007.CllD todos los deta1les relativos a la hinca de 'os
cilindros. En arcilla la &icción lateral suele aumentar con el tiempo.
La &icción entre cilindros de hormigón y suelos de granos finos, co1;1c
ser limo o ardlla, puede disminuirse considerablemente cubriendo la suptr
ficle externa del cilindro con un revestimiento que tenga una superficie
suave y aceitosa y que, además, sea suficientemente resistente como para
no desprenderse durante el descenso del ciliJldro. En los cajones de furnla
clón del puente San Fnmcbco-Oakland, se utilizó un revestimiento de este
tipo y los resultados de los ensayoe: de fricción efectuados antes de iniciar la
oonstrua:ión indicaron que la fri«:ióo entre el hormigón y una arcilla bas
tante compacta se reducía aproJ:imadamente en un 40 por ciento.
entre el borde del plato y las paredes del pozo se llenó de hormigón para
impedir hasta un levantamiento localizado de la arena cargada. Para una
carga de 2 kg/cm1, el asentamiento fue de 11,9 mm. De acuerdo con la
fórmula 54.1, el asentamiento de un plato de las mismas dimensiones, apo
yado sobre la supedicle de un depósito similar de arena sin ningún confi
namiento ni sobrecarga, seria de 15 mm (Terughi, 1930).
Estas y otru observaciones realizadas indican que el asentamiento de
la base de un pilar de fundación en arena, hhicado a cualquier profundidad.
mayor de 4. a 5 veces su ancho, suele ser.aproximadamente Igual a un medio
del asentamiento de una 7-apata sometida a la misma carga. que cubre un
área de igual tamaño, y que apoya sobre una arena de Ju mismas caracte
rlsticas. Por tanto, las presiones admisibles para pilares de fundación en
arena se pueden tomar igual al doble del valor que serla admisible para
una zapata que descansase sobre la misma arena en el mismo estado (artículo
S4). Si la presión neta en la base de los pilares de fundación no excede
de este valor, el asentamiento no será mayor de 2,5 centímetros y, además,
si las bases de todos los pilares de fundación tienen aproximadamente el
mismo ancho, el asentamiento diferencial entre pilares de fundación no
excederá de la mitad de dicho valor, es decir, de aproximadamente 1,2
centímetros. Si el proyectista cree que puede tolerar asentamientos mayores,
puede aumentar en forma proporcional las tensiones admisibles.
Si la base de un cilindro de un puente está situada bastante cerca de!
nivel previsto para la socavación, debe introducirse una modificación a este
proced.imiento. La socavación reduce la profundidad de la fundación a un
valor mucho menor de 4. ó 5 veces el ancho de la base, de manera que el
procedimiento descripto ya no tiene validez y la tensión admisible, a consi
derar en esos cilindros, no debe exceder la que es indicada para zapatas
de la misma área descansando en la misma arena en estado saturado.
valores mndllOII! a definir uentamientos del orden de 1,0 cm. La mperienda mú reciente,
lndulda la pn:ipla � por el traductor, tefiala que el 11se11tamiento necesario para
alcam.u lamhimafrici::16nea independiente del diámetro y adquiere valora del ordei:a
de un ceotbnetro y aún menores, tanto para � como pilara de hmdad6n e,,
arena o m an::illa.. V6- ráere:nda de la i:,ota cW traductorpara
de p6a:. 521. (N. dd T.J
565
2. Cuando se ezcava bafo agua, el nivel del agua dentro del cilindro
debe mantenerse lo más alto posible con respecto al nivel exterior. Esta
precaución reduce la tendencia de la arena a ascender hacia el fondo de
la excavación. Aun en el caso de que se impida dicha fluencia, el fondo
de la excavación terminada será muy irregular y se hallará parcialmente
cubierta de una capa de arena suelta. Por ello, si se excava bajo agua, debe
tenerse en cuenta que inevitablemente se producirá cierta alteraci611. en la
arena. Cuando se e1cava con aire comprimido, no hay necesidad de hacer
ninguna disminución en la presión admisible del suelo.
Si la excavación en arena se efectúa por medios mecánicos, mientru se
rea1iza este trabajo, lu paredes laterales y el fondo del pozo se pueden
mantener estables por medio de lodo de perforación. La provisión de una
camisa protege las paredes laterales durante la eitracción por bombeo del
lodo pero existe el peligro de que se torne inestable, a menos que se haya
entrado en un estrato cohesivo firme.
3. La arcilla normalmente consolidada no es adecuada para soportar
fundaciones sobre pilares. Las presiones admisibles para pilares de fundación
en arcilla preconsolidada pueden obtenerse con la ecuación 33 .17, si el
estrato resistente está situado debajo de depósitos blandos y compresibles,
o con la ecuación 34.1, ·en el caso en que la arcilla compacta es homogénea
y de gran espesor. Cuando el ancho de la superficie cubierta por la base
de cada pilar de fundación es mayor de 3 metros, debe hacerse un cálcuJo
de asentamientos.
4. Las fundaciones sobre pilares apoyados en plateas naturales deben
estudiarse en la misma forma como se estudian las zapatas sobre tales plateas.
. t.:1#
.. ·.f',dl/ac,,t��/b'
n.. 58,2. e-te -......i ele _. ""c.a....dó. a cH!�o .w.r.o,, pracdcacla en
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)lll'Ocladolo • la M..-tlln adyacente ro- -aenda ele! a-..mlento.
,.año
570 ASENl'AMut.'íl'OS DEBIDOS A CAUSAS NO COMUNES
sobrecarga. Bajo esta sobrecarga, la arcl1la situada cerca del fondo se defor
ma lateralmente hacia la excavación y el fondo de la misma se levanta.
Como consecuencia de estos movimientos, la superficie del terreno se asien
ta. Durante el espado de tiempo que pasa entre la excavación y la instalación
de los puntales, se produoe una deformación lateral adicional La magni.tud
de estos movimientos latera.1es, y de los asentamientos correspondientes,
depende principahnente de la relación ancho-profundidad de la e:scavación,
del procedimiento constructivo y del espesor del estrato de arcilla blanda
por debajo del fondo de la eu:avación.
Si la excavación es muy angosta (fig. 58.lb), o si el fondo está situado
cerca de la superficie de un estrato firme (fig. 58.lc), la deformación lateral
se eniende solo huta una corta distaocla de las paredes de la acavación,
ul que el asentamiento de la superficie ,e limita a fajas relativamente angos•
ARI'. 58 ASENTAMIENTOS POB PROCESOS CONSl'BUCllVOS 571
Fia. 58.S. C•) Dfap-a.... que mu- eó-" prochac• el •n11ee de la U'clll■
hHI• la. exu.,•dón, cuando • •tillu el aquí U.medo método de Oueap, ■.,anee q,ae
lr■.e �- eo,q,ecll.Uleie IUl m.■yor \'Olum� de uea.,eelon; (lt) -rw \'Olnrnen
FI.-. 58.6. (e) Col'te traavencl de la íund•dót1 de una Ntrud ..... durante I•
exc•>'M:!Ón pana pllua poi" d aqui Uam•do método de Chlca.-o; (1,) n,bodón enlre
•Mnlamlenlo de I• -,per(lele 7 dl.tud• .J bonle del Jote donde M eon11nti.a t. íun
rl•ciÓn¡ (e) rebodón entre la e..tidact el• 1uelo e,,can.do de Jo. �. d -
1.11mlento de b, euperrJde 7 el danpo.
a asentarse. llegando finalmente a la posición indicada en la figura 58.6b;
así que los edificios adyacentes tuvieron que apuntalarse temporariamente
y submurarse para poder mantenerlos en su posición original. La figura
58. 6c muestra el progreso con el tiempo de la excavación de los po7.0S y
también los asentamientos de dos puntos de refereocia, P1 y P2, situados,
respectivamente, en el centro de uno de los lados y en uno de los Vértices
del lote. La semejanza entre la curva de volumen excavado y las que repre
sentan asentanrlentos indica claramente que el a.sentamiento se debió prin•
cipalmeote a la deformación lateral que se produce al excavar los po20S-
Hay varios medios para reducir el asentamiento originado por la exca
vación de pozos para pilares de fundación que atraviesan arcilla blanda.
1) Usando tablestacas o cáscaras cilíndricas de revestimiento que eli•
minen la necesidad de cavar caras verticales no revestidas. Uno de estos
métodos está indicado en la figura r;T. l.
2) Usando herramientas de excavación mecánica y el método del lodo
o del liquido pesado de perforación ( articulo 57).
3) Usando aire comprimido. Como la presión del aire solo compensa
la presión del agua en el fondo, es inevitable que se produz.ca alguna defor
mación lateral, pero el asentamiento se reduce a una pequeña fracción del
que se origina con el aquí llamado método de Chicago ( fig. 57 .11).
4) U� un rewstimiento robusto de acero, que es hincado hasta
alcanzar la OOta de fundación y luego se deja perdido. Después de haber
hi'lcado este caño de gran diámetro o cilindro, el suelo se excava mecáni
camente; o si no, por medio de una inyección de aire o agua a presión. Se
limpia el revestimiento con herramientas adecuadas, como ser un cepillo
mecánico, y luego se llena de hormigón. Este método se ha utilizado con
frecuencia y con éxito en la construcción de pilares cilíndricos de fundación
que deben atravesu suelos muy blandos. Puede resultar más económico
que el uso del aire comprimido.
Valor prdctlco ds hu oblf!f'VtlClona de atentamientos efectuad08 durante
el periodo de excooación. El estudio que acaba de practicarse, relativo a
las varias causas que originan el asentamiento de la zona que rodea una
excavación, no deja duda alguna de que cierta cantidad de asentamiento
resulta inevitable. En efecto, a menos que se cambie todo el procedimiento
constructivo por una alternativa, como el método de las zanjas o trincheras,
nada se puede hacer para evitar el asentamiento debido a la deformación
lateral del suelo hacia la zona de lewntamiento del mismo por debajo del
fondo de la ei:cavación. Tampoco puede impedine la deformación lateral
o ei:pansi6n de las paredes de una e1cavación, cuando se excava desde el
nivel de una fila de puntales al nivel de la siguiente. Pero, en contraposición
con la defonnaci6n que se produce debajo del fondo, el valor del despla
zamiento lateral de las paredes depende en graa parte de la distancia verti
cal entre puntales, de la velocldad con que se excava y de varios otros deta•
Des del prooeso (:ODSf;ructivo¡ de modo que el �otamiento resultante puede
disminuirse en forma considerable modificaodo de manera apropiada dicho
proceso. Solo por medio de med.iciooes del asentamiento y un registro
detallado de todas las circunstaocias que pudieron influir en su desarrollo
y magnitud se pueden obtener datos que merezcan fe respecto a la impor
tancia relativa de las deformaciones laterales que se producen arriba y
abajo del fondo de una excavación dada. Haciendo observaciones de esta
naturaleza, el ingeniero adquiere elementos de juicio para decidir si el
asentamiento puede o no reducirse substancialmente con cambios posibles
en el procedimiento de trabajo. Además de servir su propósito en cada caso
particular, los registros de asentamientos tienen gran utilidad como elemen
tos de juicio para planear el procedimiento constructivo para otras excava
ciones a ejecutar en suelos similares, como asimismo para predecir los efectos
que la excavación ejercerá sobre las estructuras y las canalizaciones de ser•
vicios públicos situados en las cercanías.
i-1...... aeiettionadu
Las publicadoues q\111! se indicaD a oontinuadón COD�Dl!D nsultados de ínve$ti.p.·
dones reabdas para determinarelasentamiento queseproduce durante a l construcción
y bbctormquelosorlginan.
Tena��- !J��;:���1, SP';'.��t����e�:Wº���
deaoeiteejercíósobrebtanquesvecinos.
Terzaghi,K. (1942), "Shield Tunnels of theChlcago Subway", J. Borlon Soc. Cwil Engn.,
vol. 29 ( 1942),pp. 163-210. Obser,vaciones de levantamientos y axntamiento.,pro
°:::�::•r
ducidos porel avance deun escudoen arcilla blanda.
Peck,f�: j�l��-�).p:� ga�� de
b
. : :. ·� ..
Fig. 59. l.
{a) ·. f;1�J0•+ >:?}
(a) Revestimiento tipo louwe, usado con éxito en una parte de una
excavación a cielo abierto en arena acuífera con el objeto de evitar el sifonaje
de la arena por el fondo; (b) tablestacado metálico continuo, utilizado en otras
· BCCCiones de la misma excavación. Lu fundaciones indicadas en esta figura se
aaentaron como consecuencia de la invasión del material de los costados, producida
por la aeeión erosiva de lu venas aecendentes de agua. (� E. A. Prenti1J y L
White, 1950.)
.un'. 59 ASENTAMIENTOS POR LA DEPIU'.S!ÓN DE LA NAPA Sl9
este tipo pueden evitarse drenando por bombeo desde pozos filtrantes, o
bien disponiendo un filtro de revestimiento en el sumidero.
Si una ucavación está revestida con un tablestacado estanco, puede
también producirse por sifonaje una invasión hacia el foodo del material
de los costados. Dicha invasión tiene: origen en la acción erosiva del agua
que asciende hacia el fondo de la excavación siguiendo la cara Interna de
las tablestacas; puede evitarse disponiendo un revestimiento permeable para
las paredes de la excavaci6n, en lugu de hacerlo impermeable (Prentis y
White, 1950). La observación siguiente demuestra la eficacia del procedi
miento. En Nueva York, dunnte la construcción del subtenineo, se estaba
practicando una excavación en arena fina y limo grueso, cerca de edificios
con columnas fundadas sobre pilotes cuyas puntas no descansaban en un
estrato duro. En una parte de la excavación, la entibación era del tipo
indicado en la figura 48. .21, y el revestimiento consistía en tablones horizon
tales con UD espacio libre entre los mismos, como iodica la figura 59. la.
Estos espacios libres fueron rellenados con paja para permitir el escurri
miento libre del agua sin que arrastrue la arena. En otra parte de la excava
ción, el RNeStimiento consistla en tablestacas metálicas. El revestimiento
metálico obligó a que el agua de filtración entrase a la excavación dando
la vuelta por la punta de las tablestacas, como indica la figura 59.lb, pre
sent!ndose de este modo condicione1 favorables al desarrollo de la erosión
por la formación de manantiales, y las columnas de los edificios adyacentes
sufrieron un asentamiento de 15 centímetros. La excavación de la secclón
con revestimiento permeable, por el C011trario, no produjo ningún asenta
miento peroepb.1>le.
�-YH,
Flg. 59.2. Di.a,:ram.q que mo.•U-.n la e•..,. qo.e produe<:1 d. uenumlenla de
an.a oaper(lde de ardlla cuando N bo....bea ..,a• del •trata lníeriar de •ren•
aelliíen.
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W.ü,on, C. y H. Cnce (UM2), "'Tbe Rtt!ement ol l.oDdoo dueto utiderdninage ol the
E l
7.eevaert,�l�;•,�� �� !� 1�!!7�,ourmof�aee
��e� (�:ti. <?��:t:'-iif�nfi.=::, ��-���:
Poi..J;j_;.8:"5r¡9511), Ml...t.Pd tubsldenai dueto ground-wata devdopment-, ASCE J. lrr.
irmd Drainag• DII,., 84, Paper, ll pp.
plomo, de manera que si por esta razón la distancia fijada entre dos pilott'S
adyacentes aumenta más allá de unos 30 cm. los pilotes pueden quedar
separados dejando una abertura.
La exitosa construcción de una cortina de cualquier tipo, excluida la
zanja rellena de arcilla, en un lugar determinado, no es indicación de que
este mismo tipo no va a ser casi inefectivo en otro lugar por razones que
están más allá del control del proyectista, como la idoneidad del técnico
asignado al trabajo por el contratista. La literatura ingenieri1 contiene des
cripciones de una gran cantidad de cortinas impermeables de todos tipos.
pero muy pocas de ellas Incluyen una información adecuada respecto a
los va1ores de E obtenidos. En realidad es muy poco probable que W
determinaciones de E que resulten desfavorables lleguen a ser publicadas.
Por ello el lector puede obtener la impresión errónea de que la mayoría
de las cortinas fueron exitosas y que las fallas de las cuales puede haber
oldo fueron causadas únicamente por una supervisión inadecuada.
Las cortinas inyectadas se obtienen llenando, dentro de la wna corres
pondiente, los vaclos de los sedimentos con cemento, arcilla, productos
químicos o una combinación de estos materiales. Hasta aproximadamente
1925, la sustancia inyectada consistía casi invariablemente en cemento puro.
Pero, el cemento puro no penetra los vacíos de un material granular, a
menos que su tamaño efectivo Dio ezoeda de los 0,5 mm s i el material está
suelto, o de 1,4 mm si está denso, condiciones éstas que raramente se satis
facen, Por ello, a pesar de que algunas pocas cortinas así construidas fue
ron exitosas y muy publicitadas, la mayoría resultaron defectuosas y su
comportamiento mantenido, dentro de lo posible, en forma confidencial.
En 1925, Joosten patentó un procedimiento para solidificar e impenneabi
lizar por inyecciones sucesivas de soluciones de silicato de sodio y cloruro
de calcio. El procedimiento se u sa todavía, aun cuando su costo es común
mente prohibitivo para grandes cortinas. Siguió un periodo de e:rperimen
tacióo, realizado principabnente en Francia, que culminó con la práctica de
inyectar mezclas de cemento y arcilla en proporciones variadas con la
adición ocasional de productos químicos que actúan usualmente como
defloculantes. Más recientemente se han desarrollado algunas soluciones
como el AM-9 que se polimeriza en los vacíos y los obtura, soluciones éstas
que son todas muy onerosas•, Un aspecto esencial de todos los procedi
mientos es la inyección sucesiva, comúnmente desde una misma perforación,
de las mnas progresivamente más finas del depósito. Como no puede
hacerse penetrar la inyección dentro de los materiales más finos mientras
existen disponibles zonas más permeables, se tratan primero los materiales
gruesos, usualmente utilizando mezclas más gruesas y menos costosas Y
luego se cubren las partes más finas con fluidos menos viscosos,
AM". 61 Pl\E$AS l)E TlERRA 591
fa)
/b)
na. 61.1. C•) Seedon trMY-.i 7 (6) YUCa dnde ..... ab.jo de 1A ·- Stod<·
tc,., Cr.iu, en Call(onda. Rotlln por dfOMJe cauaade por el -ntamlenlO dlf�I
en eo....,.pondende C'Oft an■ ladera empinada (lle,fÚn Shenu-d., 195)),
�:t::::�= � =�:
el embalse (Marsa), 1960).
Leimtna NleedonadM
Lo$ tratados geoerales que dguen contienen mucha ioformacióll relltiv1 a !01 �
talks de proyecto y la comlrucci6n.
P'P
:�:.:::,��f&,C-pi�� ·
Shuard, Woodwvcl, Giziemlci y Clevmger (1989), �F.or1Ji ond � d.mu"', Nueva
York, Jolui Wiley aod Sons, 725 pip.
Ademb, los Anales de 1m Coo� ,obre Grandes �llllll contienen � gru va•
riedad de articub de mucho valor. Se rea1i.uroo ea Estocolmo, 1963; Wuhulit':; D. C.,
:.._Cortina deiny«cidn
1,1
t"I«. 62. 1. TI,- .te..,_ de -Uer:a UTOjada. (■} Dique Sah Spr:lng, C.Uí01"11la..
eo11 el tal11d apa Ul"ÜIII 1'8\"Slido de hormlp. C•) Diofuc KeaneT, C:.h,mlri• Bri
úini.,_, «MI "'"' ddpdo niclea iad1nacto. (e) Oiqpe w....,..., Tcnn-, ,..,., ■n
enr:ho nlkko central.
598
kg/cm1, wlo; que para el granito es muy bajo (Bauman, 1980). Cuando
el dique 1e había completado el 80 %, una fuerte lluvia causó un aseota
miento de uoos 2,S m en su cresta. El subsiguiente mofado a tra�s de
pozos de Infiltración aumentó el asentamiento en una magnitud variable
entre 2,tO y 3,BJ m.
Cualesquiera sean Ju especlficaciones utilizadas para seleccionar y colo
car los materiales de escoUera, las caracterlsticas de compresibilidad de la
escollera arrojada dependen en gran medlda de factores que están mh allá
del cooocimiento y el control del proyectista. No obstante, la precaución
de ateoerlfl a especificaciones derivadas de la experieocia reduce la impor•
tancia de la diferencia entre la escoTiera real y aquella que el proyectista
t!5penlba obtener. Por ello, las especificaciones cumplen un propósito útil,
a pesar de que no pueden ser aplicadas rígidamente y de que, en particular,
durante el proyecto no se pueden en realidad valorar los beneficio, que se
derivarán ajustúidose a las mbmas. No obstante, la experiencia ha demos
trado que en algunos casos desviarse de una manera conspicua de sus exi
gencias ha tenido efectos detrimentales.
J-\V�
/al
UVTJ
Cel'l'rc,:b-;:;
Conuol da ucarrlmknw
Las medidas que se toman para oontrolar el escurrimiento tienen dos
fuoclones independientes: reducir 1a pérdida a un valor compatible con las
funciooes de la obra y eliminar la ¡:mibilidad de una rotura de la ertructura
por sifonafe, Muchas presas han prestado un exitoso servicio por décadas,
a pesar de que las pérdidas alcanzan a más de 3 m'/seg. Por ello, el pro
yecto racional de las medidas necesarias para reducir las pérdidas debe
iniciane con una estimación de la mhima cantidad de agua que puede
escurrir del embalse cuando no se hace ningún intento para interceptar el
e!CUirimiento a través de otros mantos que no sean los estratos más evi
dentemente penneables encontrados durante la ejecución de las perfora
ciones de estudio. En muchos casos se descubre que el costo para reducir
las pérdidas de agua más allá de estos limites excede en mucho el valor
del agua adicional que puede ser retenida. Los medios para reducir las
pmlidas te describen en el artículo 61.
La seguridad de uoa presa respecto a una rotura por sifonaje no tiene
relación con Ia cantidad de agua que escurre desde el embalse. Grandes
pérdidas de agua pueden estar asociadas con un alto grado de seguridad
contra el sifonaje.• Por ello, los medios para eliminar los peligros de sifonaje
requieren consideración indepeodiente. Los peligros de rotura de un dique
por sifonaje aumentan rápidamente con el incremento de los valores del
gradiente hidráulico con que el agua escurre a través de laJ partes "imper•
'"
meables de la presa y a lo largo del contacto de éstas con el terreno natural.
En las presas de escollera los gra<ilentes hidráuJicos que llegan hasta 10 no
son, de ninguna manera, raros. El sifonaje a través del núcleo se puede
eliminar con seguridad por medio de zonas de transición adecuadamente
proyectadas y construid.u. Sin embargo, el impedimento del sifonaje a lo
largo del contacto entre el núcleo y el terreno natural requiere algo más
que la aplicación de procedimientos de rutina. Por ello, la atención del pro•
yectísta debe concentrarse en este contacto. Las precauciones que es ncce•
sacio adoptar se describen en los párrafos siguientes.
En la mayoría de los diques de escollera se puede limpiar la fundación,
por lo menos en la zona correspondiente al núcleo y a la capa de transición
e, hasta llegar a la roca madre (fig. 62.3). El núcleo se acuíia entonces
dentro de la roca hasta una profundidad que no excede la que se puede
excavar sin el uso de e,;plosivos.
Despu& que ha sido excavada la zanja de acuñamiento, la roca sana
pero fisurada situada debajo del fondo de la misma debe ser inyectada con
bajas presiooes, que DO excedan apreciablemente, a cua)quier profundidad,
el peso de la cubierta de roca. La orientación y el espaciamiento de las
perforaciooes de inyección se disponen en obra de modo de aprovechar con
ventajas la ettructura geológica conocida de la roca madre. No obstante,
ordlnariamente, en los planos de contrato se indican con una profundidad
Igual al ancho del foodo de la :zanja y un espaciamiento de unos 3 m en
ambos sentidos. Como las condidooes reales de la roca se van revelando
006
Leeturu llelettlonadu
E11 junio de 1958, la AlM,kan Soc:iety o( Civil E11gineen realim 1111 simposiu fObre
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1960. Este volumen � una fuente �ble de illformad&n. en todo. b upectm del
tema.
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Fig, 63.l. Diagrama cp,e munlr• cómo se produce I• rotura d., la fundadOn de
un dique por dfonaje.
Erodón ,ubterrán«,
La destrucción de los diques producida por sifona;e es por lo común
tan completa que raramente se puede reconstruir el orden de sucesión de
los fenómenos ocurridos. Pero la erosión subtenánea se puede también
producir achicando una excavación en fonna descuidada desde sumideros,
o por fenómenos natura1es, oomo ser la afloración de masas de agua subte•
rránea como oomecuencia de la erosión de las barra.ocas de un rio. En estos
casos, quedan generalmente rastros de la forma en que se producen los
fenómenos, rartros que pueden luego estudiarse y que constituyen en la
actualidad las fuentes principales del conocimiento exktente respecto de las
caracterlsticas de la erosión subterrioea. Lo que sigue es un resumen de
las observaciones efectuadas a este respecto.
La figura 63.2 ttpresenta una sección trasvena] de un manto ligera
mente inclinado de grava que descansa sobre un potente estrato de arena
muy fina, uniforme y suelta. En A se practicó una excavación para las
fundaciones de una nueva máquina y, a pesar de que la excavación estaba
rodeada de tablestacas que llegaban basta una profundidad mucho mayor
que la cota de fundación, la bomba descargaba una mezcla de agua y
arena, La cantidad de arena extraída fue muy superior al volumen de la
excavación. Antes de que con la excavación se llegara a la cota de furnia
ción, el edificio se derrumbó y al mismo tiempo se produjo en B, a 90 metros
de A, una depresión de 90 ceotímetros de profundidad y 6 metros de diá
metro. Entre A y B, la su¡>erficle del terreno permaneció Intacta. La depre
sión solo puede explicarse imaginando el trasporte de suelo a lo largo
de un conducto subterráneo relativamente angosto. Seguramente dicho
conducto estaba situado inmediatamente debajo del manto de grava, pues
como era ligeramente cementada, ésta podla formar el techo del túnel
horadado sin derrumbarse.
En la zona del río fün, durante 13 años se bombeó agua de un pozo
practicado en arena, cuyo fondo estaba entre 4,80 y 6,00 metros por debajo
del nivel original de la napa freátka. Durante este período, en tres de los
Fis, 63.J. Dlaara,,:ul que mue.Ira la forma eomo M prod11Jo un V&l1 hundimiento
oriP,nado por la ttOÚÓn aubterrine.a; C•) estado de bundimlento lneipiente¡ (!.), (e)
r (�) hund.lmlentot. de.pué. de Z4 horaa, doa m- r u.a ■ño. respecúv■menl■,
(a)
_..
Fi,, 63.S. Diap-ama ll(ae ladk,. loe ,,.,_ ..-e -e atUlaan pan eakalar la
loqhud d< la ñN de recónWo.
TabLr 63.1
cionan las cargas hidráulicu más pequeñas para las cua1es se ha producido
alguna vez sifonaje. Por tanto, la gran dispersión de valores de C., respecto
del término medio estadístico supone que, como regla general, el coeficiente
de seguridad de diques proyectados con la fórmula �-2 y la tabla 63.1
es muy grande. El coeficiente de seguridad de algunos de los diques debe
ser excesivo; el de otros puede resultar apenas admisible, de modo que
una coincidencia extraordinaria de varias circunstancias desfavorables podría
hasta llegar a producir su rotura.
fa/ fl;/
en la que
P - presión vertical total en la base det· dique, debida al peso del
mismo y a la componente vertical de la presión del agua sobr�
las caras inclinadas del dique (kg por metro lineal).
U - presión neutra total o subpresión en la base del dique (kg por
metro lineol).
+ - ángulo de fricción entre honnigón y arena.
Como el valor de tg lf, es comúnmente igual a 0,6 y com9, además, 1A
presión neutra U puede usualmente reducirse a un valor muy pequeño por
medio de medidas de drenaje adecuadas, es raro el caso en que es difícil
eliminar el peligro de deslizamientos.
Por el contrario, si el subsuelo contiene capas horiwntales de arcilla
blanda, o si el dique descansa sobre un espeso estrato de arcilla, puede
resultar muy difícil establecer uoa resistencia adecuada contra el desliza
miento. Oespu� que la arcilla situada debajo del dique se ha consolidado,
el deslizamiento es resistido confuntameote por la cohesión y por la fricción.
Sin embargo, debido a la baja permeabilidad de la arcilla, la consolidaci6n
progresa muy lentamente, a una velocidad que raramente puede predecirse
con exactitud. Por esta razón, es comúnmente aconsejable suponer que la
resistencia a fricción es aún despreciable (condición <f; - O) al tenninarse
la obra y contar solo con la cohesión (articulo 18).
Para asegurar el dique indicado en la figura 63.8 contra el desliu.
miento, antes de que la arcilla en que está fundado se hubiese consolidado,
se ensanchó la base de] mismo desde 33 hasta 75 metros, construyendo una
platea de hormigón armado del lado agua aniba. Como la platea fonnaba
618
Flt'. 63. 7. Corte 11"UTffWJ de I■ 1Ulna hJdroeléctri�a del: dlqoe Srir 111 (R111la).
dill(Ue qae deocanu aobr., w, depóaito pol�te de areilla .,.,ratifi.,.da,. La UÑllA
{«- p,trte lntqnnte del muo de -babe. (Scu.n H. Grahlo, 1936.)
una parte integral del dique, el desliumiento fue resistido por la cohesióo
sobre toda la longitud de los 75 metros. El coeficiente de seguridad aumen
tó en forma continua, debido a la oonsolidaclón de la arcilla bajo el peso
conjunto del dique y de] agua situada encima de la platea, pues, para
hacer el peso del agua efectivo, se drenó la parte inferior de la misma.
posible tolerar una unión rígida entre el cuerpo del dique y las plateas
del mismo.
Los cálculos preliminares de a.sentamientos indicaron también que, al
llenarse el embalse, la usina se inclinarla aguas arriba en aproximadamente
1°. Como las turbinas deblan Instalarse antes de llenar el embalse, y la
inclinación calculada era muy superior al valor considerado como admisible
por los proyectistas de las mismas, se decidió instalarlas COn sus ejes incli
•dos, de modo que se tomaran verticales cuando se llenase el embalse.
Para obtener un valor más exacto de la inclinación, los resultados de los
msayos preliminares del subsuelo fueron utilizados para calcular, para dife
rentes estados de la construcción. el desplazamiento de muchos puntos
.toados en o debajo de la superficie del terreno. A medida que progresaba
la construoción se medfa el desplaza.miento. Se descubrió que los despla
amientos reales, en forma coDJistente, eran Iguales a 0,35 veces los despla
samfentos calculados; así que los ejes de las turbinas fueron dispuestos con
una inclinación agua abajo de 0,35 ° y, cuando se llenó el embalse, se
lllmarOn prácticamente verticales.
La mayoría de las presas de embalse de tipo rígido están situadas
IObre depósitos aluviales de gran espesor con una estratificación relativa-
1De11te regular. Por ello, se satisfacen comúnmente los requisitos previos
para una predicción acertada del asentamiento.
,l9,,1uoM,1(�MfJ(lj
f•�-,
J1s- 63. 8. c-i., Íra.-.uul del dJqa., SYU' 111, de R...,b, que deeaau .obnl
- potent., depóeho de ....,UJa. La e.tabWdad al deaffsamlento -e aomenlO ln•la
lando una platM earpda - la parle -.u• arriba. (s.,,in H. Gnftio, 1936.)
620
los más altos vaJores compatibles con los resultados de ensayos de bombeo
suplementados con los registros de las perforaciones.
Si la roca madre está situada a una profundidad moderada, se usan
con frecuencia cortinas masivas de hormigón llevadas basta la misma. Si,
por el contrario, la profundidad de la roca madre es demasiado grande
para permitir la instalación de una cortina que llegue hasta la roca,. las
alternativas principales son las cortinas inyectadas o las soleras impermeables
dispuestas agua arriba (artícu1o 61).
l.«llll'U�
íntimo con la obra basta que el embalse haya sido llenado por primera vez.
El proyectista debe asegurarse también de que se mantenga un registro
continuo de todos los detalles significativos del proyecto y de la construc
ción que no fueron previstos en los planos y especificaciones originales.
,..golamienlo de excm,ac10,uu
La construcción de un dique va comúnmente precedida por una exca
vación y el desagüe del lugar. Si el lugar esti situado sobre roca, nada se
conoce antes de practicar la excavación respecto a la microtopografía de
su superficie o respecto a la situación o localización de los puntos donde
han de emerger manantiales de la misma, de modo que la distribución
de sumideros y drenes solo puede disponerse en la propia obra. Si se colocan
drenes en lugares donde resultan más convenientes y son inadecuadamente
inyectados después que han servido su propósito, se puede producir una
rotura por sifonaje muchos años después de completada la obra como
consecuencia de la erosión subterránea a lo largo de los drenes. Por ello,
la dirtribución de drenes y la técnica de su subsecuente inyección debe
ser el objeto de aprobación o modificación por el proyectista, después que
ha inspeccionado el lugar durante la comtrucción de la obra una vez practi·
cada la limpieza del terreno. La posición real de los drenes instalados debe
indicarse en los registros de obra.
Super/idea tk contacto
Después de haberlo limpiado, el fondo de la excavación realizada para
instalar la presa puede resultar desparejo. Para unir adecuadamente la
presa con la fundación se exige al contratista que coloque y compacte el
material de contacto en capas delgadas. Pero no puede hacerlo sobre una
superficie despareja utilizando el equipo normal, de modo que se ve tentado
a Uenar las depresiones con material inadecuadamente compactado. Por
ello, es importante que tenga instrucciones especiales de parte del pro
yectista sobre la forma en que debe proceder, y que, además, sea inspec
cionado cuidadosamente y sin interrupción hasta que se haya obtenido un
área· de trabajo suficientemente grande como para que opere sin dificultad
el equipo de compactación. Es necesario también que el proyectista provea
instrucciones especiales para la compactación del material del terraplén
en la adyacencia de aquellos taludes que quedan muy desparejos, instruc
ciones que solo pueden concretarse en forma específica después que éstos
se han limpiado y han sido examinados por el proyectista.
/tloteriale• de conalrucción
El proyecto de una presa de tierra presupone que cada parte de la
misma será razonablemente homogénea. Las desviaciones más dañinas en
cuanto a homogeneidad están constituidas por la presencia de capas are
nosas que atraviesan las partes impermeables o de capas limosas que cruzan
aquellas permeables. Para evitar estos inconvenientes se requiere una tarea
continua de muestreo y ensayo a medida que se construye el terraplén. El
proyectista solo puede preparar especificaciones ·adecuadas para que estas
operaciones se realicen en forma conveniente después que ha tenido una
oportunidad de examinar la forma en que se presenta la estratificación
del material de préstamo en el terreno. Todo material inadecuado debe
ser rechazado.
Antes de iniciar la construcción, las propiedades físicas de los mate
riales de la zona de préstamos suelen conocerse solamente a lo largo de
líneas verticales que pueden estar separadas entre sí en varias decenas de
metros. Por ello, es siempre posible que durante la construcción se descubra
que los volúmenes de materiales disponibles con las propiedades especi
ficadu sean mucho menores de los que habla previsto el proyectista. Cuan
do se descubre una situación de este tipo debe notificarse al proyectista
sin demora, a fin de que modifique los límites establecidos entre las dis
tintas zonas. Nunca debe dejarse una decisión de esta naturaleza en manos
del personal de obra.
Para obtener seguridades de que la compresibilidad de la escollera
arrojada será razonablemente uniforme, en las especificaciones se suele
establecer un porcentaje admisible mh:imo de "'finos'". No obstante, si la
cantera está situada en formaciones rocosas que contienen zonas que han
sido cizalladas por corte, o si el espaciamiento entre diaclasas cambia dentro
de distancias cortas, resulta difícil determinar si el contratista cumple o
no con las especificaciones. Solo se puede obtener una seguridad razona
blemente adecuada cuando inspectores conscientes vigilan las operaciones
de carga en la cantera, de modo que clasifican, aceptan o rechazan cada
montón de material durante la carga. Aun en estas condiciones no debe
esperarse una estricta adhesión a las especificaciones.
LecturM�adu
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Nueva York, John WiJey 6- Sons., pi,� �08. 11.ej,rodlJl'le uo informe de trabajo
e¡emplificando una cuidadosa supervisión de obn 0DII beDdaJ cuidado en los detalles.
Capitulo 12
OBSERVACIONES DE COMPORTAMIENTO
ln.uodwcdón
Las observaciones que se realizan en el terreno sirven en general
dos propósitos. En primera instancia permiten la eliminación, durante el
periodo de la construcción. de los defectos de proyecto resultante de los
inevitables claros en el conocimiento de las condiciones del subsuelo eliJ..
tentes en el momento que se preparan loJ plaoos de obra. En ,eguoda
instancia, proveen información durante y después de la construcción res.
pecto a los efectos que las operaciones de construcción originan en el sub
suelo y a las correspondientes acciones que los cambios producid05 en el
suhsuelo ejercen sobre la estructura. De acuerdo con sus funciones especlfi.
cas. las observaciones realizadas en el terreno se pueden clasificar y descri
bir en cinco categorías.
Conclruión
La práctica de hacer observaciones en el terreno ha aumentado última
mente en forma rápida, tanto entre las organizaciones públicas como entre
los contratistas, con efectos muy beneficiosos para el proyecto y la cons
trucción. En el estado actual de la técnica, un programa adecuado de
observaciones del terreno reduce generalmente el riesgo de accidentes por
sorpresa a una pequeña fracción del riesgo que se tenía antiguamente.
Este hecho no dejará de tener una Influencia decisiva en las actuaciones
legales que surgiesen como consecuencia de accidentes producidos durante
la oonstrucción de túneles, excavaciones a cielo abierto, presas y fundaciones.
Desde el punto de vista técnico, las observaciones en el terreno se
pueden dividir en cuatro grupos principales: medici6n de desplazamientos,
de la presi6n del água contenida en los poros, de la carga que soportan
puntales y otros métodos de acodalamiento, y medici6n del empuje unitario
o de la presi6n que ejercen las tierras por medio de células de presi6n.
Para preparar un programa satisfactorio para cualquier tipo de obser
vacl6n, el proyectista debe tener una clara concepción del propósito que
persigue y además ser capaz de predecir y anticipar los ttsultados de una
manera más o menos general. Caso contrario, es probable que indique
observaciones en puntos donde no se necesitan y no las especifique en otros
donde la informaci6n resulta esencial, de modo que los registros contendrán
una duplicaci6n innecesaria, a la vez que lagunas en la informaci6n.
La instalacl6n de puntos de referencia y pozos de observación puede
ser hecha por cualquier ingeniero o contratista competente sobre la base
de especlficai::iones detatladas, y su lectura es una cuesti6n de rutina.
La medici6n de las cargas que soportan los puntales requiere capacidad
para adaptar los procedimientos generales a las condiciones locales, raz6n
por la cual tal tipo de mediciones debe ser hecha por un Ingeniero bien
entrenado en ensayos a escala natural.
La instalaci6n de dispositivos para medir la presl6n del agua contenida
en los poros de arcilla y la de células de· presi6n para medir el empuje
unitario requiere un conocimiefíto Intimo de todos los factores que pueden
llegar a influir sobre el funcionamiento de los dispositivos de medici6n.
Un descuido simple o un pequeño defecto en la instalaci6n pu�e arruinar
· todo el trabajo. Por ello, la insta1aci6n de tal tipo de dispositivos no se
puede manejar como una cuestión de rutina. Requiere la supervisi6n con•
tinua y cuidadosa de un ingeniero competente con un conocimiento profundo
de los prooe,os ffsiros involucrados y de todas las particularidades de los
Instrumentos que se utilizan.
06.eri,oción th a,entamklllo•
El propósito de 1u · o�ciones de asentamiento es el de proveer
i.tonnaclón respecto a su magnitud, velocidad y disbibución. El asenta
aim.to de la bue de una estructura. y de puntos adecuadamente seleccio
.,Jo, situados por debajo de la rota a que apoya dicha base sirven al
.
630 OBSERVACK)NES DE COMPORTAMIENTO
Caño �rek,wu:,O
Msuperfic,e
V,;is!ago cen!ra/
Ft¡,. 66.1. P..nto fijo profondo y �f� ... pufieW ..t«uadoo: pan
niveladoneoi d., preridón el., lar¡:• dlll'lldon.
Niv�/�oguu
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1g-: -- _-·
�. 66.2. (a) � etq11em.itko de 1lll rdvd de •11•¡ (b) deialk de lo. la.boa
de ddrio r del lomillo micrométrico ull'l.wdo. pan. medir¡ (e) punto de obattv� ión;
(,l) detalle de l■ up■ de proleeelón utillud■ ant... de empotr■r el uño en 1111 ·1u1ar
(WCWI T-.M. 19386).
633
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ltnclajes mttAilk-o..
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60 ,e 60 C/TI O R>O!JOI"
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-l•mienlot denlf'o de..., dique. (•J Dupoaldoa de loo bruo. en ""ªl (6) lorpe
do pan mtdW (tepn U.S.8.R., 1963).
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Fla- 66. 7. í•J �de llutaladón ,.-n1 ob.,,n,.,. d ,-,.;.mJento de 1111 mal"O
de - ...
ladento¡ (/,) ddallede la bunde medldón 7 del tapón ck proteedón en
lacaraddmuro.
lb!
F'._, 66.10. Dlap-ama eequemitiw dd IJiellnó- Wl'-on. {•) Vi.i• del Ullllnl·
meato¡(/,) aecclón tnnn-1 � el inatramenlo dentro de IH nnu,.. ck la
eaml.. (eq,in Wllaon y Hancock, 1960),
642
.'ftNiin,�nloenar,
O l,S 5 7,5 JI')
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Ha:, 66.11. (•) Seedón ln_n,venal d., un de.Humiento .,., ff•wllil _..,....... Lo
poeldón de la c,ml.. del ineHnómeuo¡ (1,) ,,_1i..1o de -. oerie de oJ.en.aciona
que muatran qae le ,ron, d.-,1 móritrdenlo N conC<etUn a .,,.. prolllftdWad d., 8 m.
�t�
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13
1
t:.;� .Enginttring, G. A. Let,nards, ed., Nueva York, McGraw-
f.'
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1
1
w1i.:S.�i �C.:. :f:::!l{�l �;,:,�ta!¡!'� �ts wlthin
roddill dam1t, ASTM Spec;ol tech. Pvbl. 392, pl,g,. 11$-130.
contacto entre suelo y célula estuviese enrasada con la ruperficie plana del
concreto. Los resultados pueden ser engañosos debido a errores provenien
tes de Ju impe:rfeociooes propias de lu células de presión y también deri
vados del pequeño tamaiio de las células mismas y del área de contacto
entre ruelo y célula. Los errores asociados con la imperfección de las células
pueden evitarse oon una iruitaladón adecuadamente proyectada; en cambio,
aquello, debidos a la pequeña área de contacto pueden resultar tan grandes
como para necesitar el uso de un sistema totalmente diferente de medición.
como aislar una parte grande de una estructura enterrada y medir la carga
total que actúa sobre la misma. El U.50 de células de presión para medir
las tensiones que se desarrollan en el ioterior de masas de tierra también
conduce a errores, a menos que las células se proyecten e instalen en tal
manera que su presencia no akere el estado de tensiones de la mua. Cuando
el empuje que actúa contra un sostén es soportado por un sistema estructu
ral simple, como 10$ puntales de una excavacióo a cielo abierto (artículo
48), la magnitud y distnDUción de la presión pueden investigarse en forma
muy conveniente y segura midiendo Tas cargas que actúan sobre los puntales.
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· Flg. 67 .2. lutalado'in u..da pan medir la pn,dón de ......,_u,uo eri la ha. del túnel
del 111blen,I- CM Wc.co, (•) Media Medón -.,..,nsai por el ln1racltí. moe(nndo
IN lou., lle medk:icí111 (1,) -..dón -• de 4et.lle de ana .._.¡ (e) planta to11
la iliapcNid&a de ... lo.. (NC'UI Tenqhl, 1943.).
,\RT. fjl M.EDICIÓS' DE: lsMPUJES DE: TIDUU 649
r
A
Entre cada losa y la solera se colocaron tres células Carlson, por medio
de las cualc.5 se puede determinar la carga que soporta la cara de contacto.
En general, esta instalación operó de uoa manera exitosa y, con modi
ficaciones, es dable esperar que los priocipios utiliudos conduzcan a resul
tados fehacientes bajo otras condiciones. De preferencia, las losas de medi
ción, como las que se indican en la figura ffl. 2a, deben ser premoldeadas
o bien vaciadas en el lugar con la mayor antelación posible a su solicitación
por la presión de la tierra. En caso contrario, la deformación del hormigón
fresco de las losas puede llegar a causar una disminución en la presión
indicada, similar a la que se origina por deformación de las caras de con
tacto en tas viejas células hidráulicas. Después de endurecidas. las losas
deben ser práctica.mente rlgidas. Las losas de la instalación de Chicago
no eran suficientemente rlgidas, razón por la cual las células simples no
llegaron a soportar una carga proporcional a la que solicitó a las células
dobles combinadas. Parece probable que cuatro células por losa, en lugar
de tres, hubiesen dado resultados más satisfactorios.
Las cllulas Carlson, cuando se utilizan para medir reacciones en la
manera descripta, constituyen una de las diversas variedades de célul& de
carga. Otra variedad que hace uso de extensómetros de alambre vibrante
se describe a continuación al tratar de la medición de las cargas sobre los
puntales en excavaciones a cielo abierto.
La figura ff1 .3 sugiere un método para instalar losas similares para
medir la presión que e;erce la tierra contra una pared vertical. Cuando se
construye la pared se dejan rece50S verticales para colocar la losa y las célu-
650
Coj'a de protecc-ioñ
Fl.,, 67. S. O..P"idvo pu• medir 1■. ,:ar¡-■ .c,bn, punuln por inedlc,
de pt.,.hld..,;wJ-
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L...,.____,,.,__,_.,
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F°ig. 67 .6. (•) Reladon entre la c:■rt• q11e aoportan 11>1 ca1<>1 r la .,parall!On entre
eoclal y earrera; (b) y (J) métodos pan, provffr la reacdon para io. ralCM en el
eqo de eodala con carp pequeña; (e) upalO para p11ntad de mad..ra¡ (e) canela
pan, puntal de ilefl'O; (I} método pan, medir la aeparae.lOn (tefÚn Peck, 1941).
654
[l Coño
Ext¡,,.sdmetn:,
{al CUNO'o 11ihrr:,nk
FI«, 67. 7, (•) W•I• ele cara:• del tipo • euerd• vib...nte adaptada p■n. medir
I■ carp ooln-e un p11ntal ¡ (b) y (e) 11«don� tnruive...,.Je,, de la eélnl■ de ""rf■
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Nurlce��� 7;�f,"ft'�gsdam
5
284
!t hume!: invertigation and construction'', 1·,an._
50 ni
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1tt1tuio/a,ni,w,knteo
tkjodo..,..,.,
arpotRlcmWgulj,,
Tvbopld,;#co ,il1 :r',z,.,,,,
,,,..,$,.,_31,.¡_,,, 60 Al'fflOSllfvl'TKIOCl'rO¡uat,
thb�Ht,-WC5"'°
40 �IIO/kbt!n�i"7,:o,nooni/Jc
c..;,...-,_ .._,u;¡,,
loc,o,.,,·�,tu,._,,,.
�,...,,,.,,.
FI¡¡:, 68.1, Pluóm.tl'O ■hlerto tipo C.....,-.ndfi (oqún A. Ca..■.flr■nde, 1949),
seguirse en forma estricta, a menos que.las condiciones locales requ.ieran
o justifiquen desviaciones. Bajo ciertas condiciones, el lento y tedioso proci;
dimlento de formar los sellos de bentonita puede ser remplaudo por el
uso de una mezcla de caolinita y A M -9 de endurecimiento relativamente
rápido (Lambe, 19.59).
La posición del nivel heático se puede observar por medio de upa
sonda a cable formada por dos conductores aislados expuestos en su extre
mo inferior. Se hace descender el cable dentro del tubo de elevación hasta
que los extremos expuestos hacen contacto con el agua, en cuya circuns
tancia se cierra uñ circuito eléctrico, cierre que es acusado por un galva
nómetro. Para mantener el cable en estado tirante se arrolla un alambre
en forma de espiral en su ·parte inferior. Hay que tener cuidado de que
la presencia de gotas de agua adheridas a las paredes del caño de elevación
no den una falsa indicación del nivel freático. Se puede construir una sonda
ART. 68 MED!OÓN' DE LA PRESIÓN DE POROS 66}
Tt.16oplcf.slico
�/ni. 6mm; �eJtl.10""1
BorruE
Vdslogo�frol
�nogujeros
Fil". _68.2. PluómelN> abierto lipo Geonor (�,JÚn BJerrum e,I ■l., 1965).
662
los tubos plásticos tienen el menor diámetro con el cual es aún posible
realizar un sondeo fehaciente. En suelos blandos el piezómetro puede intro
ducirse por empuje en toda su longitud. En los suelos más 1esistentes, en
cambio, hay que practicar una perforación hasta una cierta profundidad
y luego introducir el piezómetro por empuje por debajo de la misma en la
longitud necesaria para asegurar un buen sellado del piezómetro y las barras
de sondeo.
7ul)os pl<isticos
�•Sm111
Coóeza � tJronce
Pldsfico "•38mm
fub � �
� �
� Piedra porosa
o;�
��22111m
/1•6,5111111 (Q}
Punlu de bronce
lb)
fl,. 68.3. Pk.:>inelrN hldriulieo., ttrradot. (•) Punla plútka P"r& len-aplcne.
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Pi�metrw eléclrioo,
.Magn�lo•ltk:hic:o
A1am�11ltJrcmld
Pie:,ómetro, neumático,
En los piezómetros eléctricos, la presión de poros actúa sobre un dia•
fragma que se deforma, deformación ésta que sirve de elemento de medi
ción. En los piezómetros neumáticos, el diafragma se somete por arriba a
una presión de aire que balancea la presión de poros. La sensibilidad del
instrumento depende de la magnitud de la deformación del diafragma nece
saria para balancear la presión de aire. Se construyen de dos tipos.
En ambos tipos, dos tubos de aire conducen a una dmara situada
666
JO"'a·"'
o,--a±c.,--+-,.,,-- --, �--,
1/J ,,!=--o
, --ct
,ooo
7/empopa,vvnare.,�slfldtJ'/90% ·Q"l<U
1-tuna s,,le,,donadu
lntrodiu:cl6n
Los capltulos precedentes hao demostrado el papel vital que las obser
vaciones de obra y del terreno tienen en la ingeniería de suelos y funda
ciones. No se puede, empero, obtener un beneficio total de tal$ obserya
ciones a menos que los registros que contienen la información se mantengan
de una manera cuidadosa e inteligente. Con frecuencia, se han ignorado
mediciones que eran avisos de desastres inminentes debido a que fueron
re.o:istrados eit los libros de o\>ra o en tablas complicadas, o no fueron llevadas
a la atención de un ingeniero en posición de apreciar_ su significado. En
muchos casos, información potencialmente valiosa hubo de descartarse como
inútil debido a unu pocas omisiones que escaparon a la atención de los obser
vadores en el momento en que se efectuaban los registros. Muchos registros
son inútiles debido a que los datos est{n tan pobremente presentados que
resulta demasiado oneroso gastar el tiempo necesario para organizarlos e
intel'pretarlos.
Para ser útiles los registros deben llevarse de tal manera que cualquier
in·geniero pueda obtener los datos sin mb consulta y sin posibilidad de equi
vocarse. Los apartados que siguen resumen los requerimientos mínimos qué
deben cumplir las observaciones de obra y del terreno.
ART. 89 I\ECISTIIO DI: LA O!IIIA Y DKL TERRESO 669
Frecuencia de bu ob,erl70Cione,
Si se efectúan observacionet demasiado frecuentes, se malgasta el dinero
y los registros se toman demasiado complejos. Por el contrario, si están
demasiado espaciados, los registros contienen vaclos que solo se descubren
cuando es muy 1arde.
En general, para una obra dada, et ventajoso efectuar observaciones
frecuentes hasta que las características del fenómeno que se quiere inves•
tigar se tornan evidentes. IlespUM se puede disminuir la frecuencia sin
reducir el valor de los resultados. La figura 69. la representa una sección
trasversal de un dique de carena, y la figura 69.lb el efecto que el llenado
y vaciado de un dique adyacente ejerce sobre el nivel piezométrico en el
estrato permeable situado debajo de amOOS diques. Cuaodo se llenó por
primera vez el dique adyacente se hicieron lectw-as cada seis horas, las que
mostraron que el retardo entre el cambio de nivel libre y el piezométrico
era pequefio. .En cowecuencia, toda vez que se repitió la operación de
llenado y vaciado las observaciones se limitaron a lecturas manométricas
reamadas inmediatamente antes y después de llenar el dique, antes y det
pués. iie vaciarlo, y una vez por semana mientras pennanecia vacfo.
670
(•)
� Uf----tb-Fc-:1:!>-c'l\c'-+-'-c----l
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Tlempo en o'10's
Fil'. 69. l. (11) S-N>D tr•nsvend de un• •u.suía apoyad• f!II •reill• q:ae det,,■nN
110bre arena¡ (b) rúv,:le■ plu.oméuie,x eonespondlenta a] nivel del AKU• en la arena
(aeg,Ía Fitz Hugh el al., 1947).
Fql'. 69.3. (a) Relación entre aHnlamiento, car(!'.• y tiempo para un punto de una
platea de fundaeión; (b) relaclén .,nu-e ....,,11aml.,n10 y car¡■ para el mUID>O pu.nlO.
TiempoMdia.s
(a)
(b)
Ft.., 69.4. Relaeion enll'e uentamiento, cusa y li"'mpo para un ponlo de la baee
de 11n el.,,.ador de snno. chnenlado aobre an dep6.oho de ª"'i'la blanda: (b) r,ela
dón "'"h'e prealón unitaria media y uentamlcnto de la .,.,ruc1ura en el r.entro de
snvedad dcla.no�rílde ..ar,:..t•.
074
Flg. 69, 5. Curv.. de i¡ual nivel pleu:,métrico p11ra el ellrato de auna aitnado
debtijo de to. dtqu" de canna de fl«. 69. l (o).
carga para reconsolidarla. Por ello, el asentamiento bajo las pequeñas cargas
iniciales fue relativamente pequeño y reflejó solamente las variaciones loca
les del estrato de apoyo, hecho que explica el carácter errático del diagrama
de la izquierda de la figura 69.2a. Con el incremento de la carga, el asen
tamiento adicional se debió a una ligera compresión del suelo situado inme
diatamente debajo de la capa ablandada por la excavación.
La depresión regular (fig. 69.2c) representativa del asentamiento bajo
la carga máxima indica, en cambio, que el estrato compresible es, término
medio, bastante homogéneo. La forma de la curva carga-asentamiento ( fig.
69.3b) demuestra, por otro lado, que la capacidad de carga a rohlra del
subsuelo excede de manera sustancial a la máxima carga aplicada, pues, en
caso contrario, dicha curva serla cóncava hacia abajo.
En la figura 69.4 se muestran curvas similares a las de la figura 69.3
para un punto de observación situado en la base de un gran elevador de
granos, obtenidas durante el período en que el elevador fue llenado por
primera vez. De nuevo, t.ianto la CUIVa tiempo-carga como tiempo-asenta
Jlliento (fig. 69.4a) indican solamente que el asentamiento aumenta, La
confrontación del asentamiento con la carga (fig. 69.4b) muestra, en
cambio, en forma clara el peligro inminente de una rotura. En la realidad,
la estructura se inclinó y resultó totalmente destruida_ El accidente no fue
previsto y sobrevino sorpresivamente debido a que la curva indicada en
último término no fue dibujada sino después de 1a catástrofe. Si el dibujo
1e hubiera hecho a medida que se cargaba, la aproximación del desastre
hubiese resultado evidente y se hubiese podido limitar la carga a un valor
menor que la capacidad máxima hasta que la resistencia del subsuelo se
·tomara adecuada por consolidación de la arcilla que lo constituye.
La figura 69. 5 es una representación gráfica de los resultados de medi
ciones de presiones hidrostáticas realizadas por debajo del borde inferior
del estrato de arcilla que oonstituye el fondo de los diques de carena que
ART. 69 REX:ISTIIO DE 1.-' OBRJl Y DEL TUUIENO 675
tfi�na�\�:�:
de punto a punto. Pero, cuando los datos se w.an para dibujar curvas de
l v r
��anl'.b i�:=�;•d=b��i¿::ic; : 1::a�t:�
el estrato de arcilla y el piso de los diques.
Después que se ha terminado una obra no se necesita más procesar
los datos pues la información esencial está ya contenida en gráficos a escala
reducida, similares a los que muestran las figuras 69.2 a 69.5. A estos
gráficos deben agregarse el plano general, los registros condensados de las
perforaciones y de. todos los ensayos realizados, como los de hinca o de carga
de pilotes, juotamente con algunas pocas páginas de texto que contengan
un resumen describleodo todas las observaciones realizadas y un comentario
de !OI resultados obtenidos. En su conjunto, estos elementos de información
constituyen el digesto de las observaciones de obra.
Cuando en un informe condensado y resumido de mediciones de obra
se inc1uyen datos de resultados obtenidos por cálculo haciendo algún tipo
de hipótesis, como la forma de la distribución de 105 empujes que actúan
sobre el revestimiento de un corte vertical en el cual se han medido los es
fuerzos sobre los puntales, la información que sirve de base para ef cálculo
debe aparecer en la misma hoja que muestra los resultados graficados.
Después que se ha terminado una obra, los registros condensados deben
prepararse en duplicado, guardando una copia en los archivos dedicados al
tema de las observaciones de obra y la otra junto con los datos originales
de la obra en cuestión. Esta última copia debe contener todas las relerencias
necesarias para localizar tales datos sin una pérdida excttiva de tiempo.
Todo buen artículo profesional relacionado con la conrtrucción de una
obra dada es esencialmente un resumen de mediciones procesadas. Poi
ello, la técnica respecto a1 procesamiento de mediciones de obra se puede
aprender leyendo tal tipo de artículos.
A continuación, se Incluye una lista de varios ejemplos.
Lecu•rulld«eion•du
de di;:i:��� t � ':�
tl los esio 10
�=�e;'.:: C::uo'ia,":��=
ci6n. Sl�n como ejemplo de la t� a seguir en la prepancilm de tales digest01 )' de
lll \lllor Informativo. •
Tena\';: < Shield tunneb of the Chicago iubway•, J. Bo,tcn Soc. Cloll En.i:n-.
: :p_ :�Ji�:
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INDICE DE AUTORES
Collina, J. f.,580,681
Cotm.n, R. B., 584,6'i17
Cooke, J. B., 564, 599, 600,601,693 �• H. Q., ff/1, 461, 5.21, 543, 681,
Coolin1t,,L F.,461,648, 855,681
Costes, N. C., 283,681 Gotutein,E. v.,4.59,683
C.Oulomb,C. A., 200, 681 Gould, J. P.,435,684
Crandell, F. J.. .585, 681 Cnoc, H., 580. 58!, fN1
Culma.nn, c., 201,681 Grútlo, H., 291, 618, 619, 684
Cummúig,, A. E., 228, 229, 529, 681 Gray, H., 181,684
Crim, R. E.,18, 27, 36,684
Crilll(!, C., 683
Cueltoo,M.,591,684
Daehn, W. W., 251,696
D'AppoJonr.. E� 444, 530, 682
Darcy, H.,48, 682 Haeldl, R., 120, 684
Davie,. W. W.,883
Hall, C. E., 445, 684
Davia,R. P.,566,685
Dawson, R. F., 475, 682
De Seer. E., SU, 682 :: B�-1�:
=
&, �\. 8:., �
Han.seo. J. B., 221,684
00'
1
��t:
Hi!teoyi. M., 282,684
fflJ, 879. 682 HJI{,J. w., 252, 664
�i. �9 Hiruhima, K. B., 4&1, 684
Endo, M., 403, 682 Hluhfeld, R. C., W, 127,681
Holrnteo,P.,4.16, 684
Holtt, W. C.,110, "52,684
aF dwn,R. E., 53,351, 681,682 Hom,H. M .• 100, 5!9,684,686
F'�• 313, 682
r,���f;., HouJt:h, B. K., Jr.,457,684
Hribar, J. A.,530, 682
J,'eld,J .. 548,682
Fellenius, w., 2.31, 235, :ns, 4H, ,ns, Hubbard, P. C., 475, 684
682 Huber, W, G.,8CM,606,685
Fittlfu#i,M. M.,23,291,«s,589,670, Hurophnys, J. D,. 407, 685
676,682 Huntingtoo_ W. C.,2.05, 374,685
Flute, K. S., 227, 393, 403, 683 HYOrslev, M. J., 12', 127,304, 327,332,
Forchhehner, P., 157, 883 656, 6ff1, 685
FOK,E., 683
Friihlich, O. K., 174, 179, 181, 696
Friih, C., 6M IISEE, 109, '89, 6&5
Fucile.. E.M.,007,683 lreland,H. O., 371, 501, STI,685, 690
ülscher
F , J., 457,683 Ishlh,.ra, K., 403, 885
lvel'S(ln, N. L., 127, 690
�=,,. r
����: i: T;375,
Martens. A.,514,682
""
Keeney,W. D.,5'8,89'l
382, 388,rna. 686, MI.Son, A. C.,574,687
Masters,F. M.,548,687
Maum,E. R., 374,696
�a.�.s:o.e:e
Kemi1.rd, M.F.,fn8 Mazari,M., 356,579,687
McConnick. E.,�. 681
McNamee, J.,181,683
Kerlchoff, G. O., 681 McNary,J. V.,$58,687
Kezdl,A.,5.53, 686 Means, R. E., 475,687
King,F. H., 138, 140, 686 Meem,J. C.,409,688
Kjaemsli,B.,438. 6«,655,679,6&5,686 Meesie,R. H.. 64-4,8m
K¡ellman,W., 306, 3'11,844, 686 Meg1.w,T. M., 400,688
Klenner,C.,395,686 Mehta, M. R., 271,688
Klolm,E. J.,5'6, ,na. 686 Meigh, A. C., 488,688
Koch,J. J.,642,686 Meiru:er, O. E., 150
1
�:;k�--¿-_, �::.
Kiide,,F., 275,686
Kolb,C. R.,330,686 221,.as, 489,509,
Kotzias,P. C.. 466,693 514,688
Krinpd. S., 110,879 Miles,R. D.,356,f1if1
Kurnmenefe, O., 110,679 Miller, J. S.. 291,686
Kyrieleu,W., 379, 686 MiloviC,D.,679
Mitchell, J. K., 18,127, flfff,692
Mohr. H. A., 292,- 293,557
Lacroix,.Y Monahan,C. J.,356,688
Ladd, G.
�=r.·
Moore, R.W.,317,688
Lambe,T. Moran,D. E.,-466,688
Lane, E. Morgenstem, N. R., 243,250, 678, 688
Lar.e, K. S., Morten.sen, K.,-216, 687
Larsen, E. S. , 687 Mown,J., 73,681
Laursen, E. M.,475,687 Mue:ser,W. M.,466,688
Lebedeff, A. F., 138, 687 Müller,F., 369,412,413,688
688
i1:. �as.4:S
Lee,C. H.,356,687 471,
Lee,K. L.,109,89'l
Le�!- R. F.,333,529,687
...
Leonards, G. A.,356,388,644,687,692,
,m Neill,C. R., 475,689
Leps, T. M.,291, 59'l, 616, 623, 676 Newland,D. H.,432,4M,-689
Lier. A.,694 Newmad::,N. M.,105,2.55,267,289,271,
Uljedahl, Y.,6«, 686
Lindberg,D. A.,664,867, 679 NGI. 4011, 571,572,577,655,689
Lo,K. Y.,110,687 Nhon,l. K.,488,688
I..o:dwood,M. G.,580, 582, 687 Nolet,C. A.,536,543,
Loos,w. c.. 438,687 Nonveiller,E., 244,689
Lorem:,H., 128,684,687 Nonllund, R. L.,52'7,689
Lovell,C. W.,Jr., 356,6fi17 Northey,R. D., 17, 18, 693
Lowe,J., 327,681 Odeml:ad,S.,321,679
Lumb,P.,181, 356,683,887 Ohde,J., 198, 689
Luod�,H.,216, 687,891,6f1t o,:;,,:-g.J. o., 105,1s1,211. 307,689,
Lundgren,R., 691, f1fT1
702 ÍNDICE DE MITOIIES
=::: k_
Peuman, A. D. M., 110,PR7, 678, 690. Skeinpton,A.W., 17,18,37,61. 71,89.
5 93,113,115,116,120,122,221,223.
·¡2��i21�i5. 690 40S,4i!4,425,43.5,4!M,498.501,537,
Pim, D., 647,680 538,564,591,683,88'2,693
Plantema,G., 536,543,690 Smith,E. A. L., 227. 693
Poland,J. F .. 579, 582,890 Smilh,E. B.,645,683
Pollack,V.,419,890 Smith, R., 447,693
Polubarinova-Jri'.oehina,P. Y., 168, 690 Smtth,T.W.,417,693
Porte,,O. J.,466,690 Sokolovsld,V. V.. 190,:Ul.693
Prandtl,L.,215.890 sere!lleJl,T.,226,227,693
Prmtil,E. A., 3915, 578, 579,690,l'lin Sowen, C. F.,356, 509,893
Pr-ea:, H., 537,890 Spilkn-,A.,394,693
Prioe, V, E .. 248,688 Stafrord,C. V.,417,693
Proctor,C.S.,"66,688
Proclor,R. R.,«I,891 Stamatopoulos, A. C., 486, 693
Staniford,C. W., 546,693
Steele, l. C., 599,600,601,693
Rankine,W. J. M., 185,691 Steuerrnan,S.,444,693
Reed, W. C.,356. 890 SteYens, W. C., 540,694
Rehbock,Th.,-471, 691 Swi�r.W. F., 525,694
'"
R�,H.,215,691 �yffert,O.,204. 694
Rlclwt, F. E., Jr., 130, 469. 584, 585, T1ber.S., 148,694
nylor, D. W., 2.34, 238,250, 645,694
Rivard,P. J., 127,690 Telxelra. A. H .. 3.56,8!M.
Rocbway. N. J., 388 Teng. C. Y., 690
Roh-r,C., 690 Teng. W. C., 371,566,604
Romualdi, J.P., 530,682 Ten:1ghi, X., 18, 23. 56, 58, 60, 78, 82,
Roae,A. C., 38,691 l()'l,117,170,174,179,181.271, 282,
Ro!etlqvist, l. Th., 17, 18, 73,687,691 290,291. 320,348,S49,3Ml.365,369,
Roftback,G.P., 686 371,374,375,409,424,435,450,483,
Rutledge, P. C.. 110,466,688,691 4&5,503,539,563.577,589,591,592,
595,f:01,604,611,616,620,823,648,
676,694. 695,696
S.llberg. J. R.,.f41,685 Thayer,D.P.,648, 696,
S.msloe,A. F.,165, 691 Thomas,E. W., 666, 696
San,;¡lerat, C.,317, 327, 691 Thoifinnson, S. T., 593,696
Santen,.C . W. v.. 68(1 Thomley, J. H.. 553,696
Scheidig,A.,93, 414,.501,.691 Todd, D. K., 325,696
Schmertmann,J. 11., 68, 76,105, 691 Tomlinson, M. J., 530,553,593,696
Schneible,D. E.. 475,891 Trautwine,J.• 374,696
Turnbull. W. J., 413,439,696
Schultze, E.,488, 691
Turnnure,F. E.,374,696
s-:1,H. B., 'ifl, 109,12-4, 127,255,"52,
691. 892
Seiler, J. F.,548, 692
Shanoon,W. L.,345,348,6«, 69'l
Sharpe,C. F. S.,•'17,429,43.5. 892
"'
USBR,39.40,55, 56.596,637,662,654.
�=�;;..:�m· 438
Agotamlento de exeavadones,621 dellmos,106
A¡;n,gadm de sudo,22 Aparato,anular de corte por torsl611, 124
delconoholandái,316
de COD1D1idaci6,:,., 62
Ai: ó':":i�,3:, decorteipaletu,321
j de palew,eou.,w,114
exeavad6n de pilans de fundación, 566 depermeabllidad,151
irétodo deex.cavadónDDll,566.S7tl triaxial.tn
pilara de fundad6n, 559 Arcilla(1),8,4S,üfi
Aireación,grada,138. ablandamiento, 121, 422
Alaska,5S3 aluviones,415
Akwwillas,efccto de arc:o,263 1muada, 29
ob9ervadóa de defonn1clotles,643 asentamiento,1 Jo.costado.de cilindrm
Aif;mania,500,583 Opozo$,575
==
Alpes. 429
Altend6n,pn-r 1gente.1tmod&icos.,Se3
de muestras, 289,301
t·��i:f=��
prodl.lcido1bo:o.tadoideex.tt.vacio
Altura, de ascensÍÓQ C11piLlr, 132 "",569
critiC11,de unc:ortevertlC11l,I95
de uotalud,en arciU1,431,432
inclinado,233
ca\':f:! � e;:,
blanda,desliuioñeotos,414
n,
de falla de UD pilar
piezom6trica, 47 de pi.wes de fUOOldón. 566
Aluviones,de arcilla, 415
materiales, 329 �d de upe.tas, 504
derocaila,429 comprensibilidad,349
Alleghanis.-423 mmistencia,'2:9,343
AM-9,inycca6n, 590 COOl()liciacil,n,82
Amuado,29,3()f oontenldo,de humedad,344
Ambuklan, dique,007 de ul, 17
Amplitud de la, vlbr1ciones,127 cortio.a impermeable, 588
Análisis,grmulo�trioo, 18 debilitamiento,419
meclnic:o,18 efecto de lu vibracioPeS,129
por via húinech, 19 ema)"OI,consolidados DO dmu.OOI,111
detensioues,efectivu(preJIS),25-4 conil vdeta torque(torvane),348
totales (djq-),254 entibac:ioaes,259
Anchorage,Awb,:MS e:stratifk:lldón, 3f4
706 ÍNDICE ALtABÍ:na)
� =�:ento,
cortes,4-06 deupatas,Z15
ílWdu, 16,00,llS,415 enzonasadyaoentes ancavaciones,
resistencia alcorte,115 569
fria:ión latcral dopilotes,528,530 auscultaciones,338
glaciar. 359 capacidad de carga de pilares de fonda-
ción,561,565
518 compactación. 437,444
inalteradas, nonnalmente ronsolidadas, l'0mpre,ibilidad,66
compresibilidad,ff7 densa, relación tensión-deformación, 91
preconsolidada1, compresibili<b.d, 7l densidad relativa,318,337,354
laminadas,8,33.2 efecto, del nivel de la napa frdtica so
deslizamientm,f32 bre el uentamientu, 504
levantamiento, de cortes,260 de las vlbriiclones,129
del fondo en cortes,402 empuje pasivo, 208
niawa, 24 ensa)'Oldecarga,338,504
marina,356 eotibaclone1,'1Sl
=:: L"t.':ti:!
no homogéneu, deslizan-lentos,416 err,tica,356
normalmente con,olidadu, ff7, S50
asentamitnto,504 trampa, 262
rebl-i6n tel\$i60-deform1dlm,90 fluida,6, 60, UJ1,ll6
no saturada,TeSJ.stencia al corte,122 f�kdón lateral de pilotes, 526
orginicas,6,43 midceas, 52
p&dida de resistencia,419 muestreo, 310
permeabilidad,52 penneabilldad, 340
pilamide fundación,563 pilare. de fundación. 561,566
preconsolidada.,319,SSI,4?5 presión admisible, 504
asentamienlo,504 de plateas de fundación,S13,520
::r::u�:r: ón de penos A, 93 relación tensión-deformación,91
resistenci.aa.lt"Orte,105
suelta, relación temión-deformadóo, 90
""""'""
fisUBdas, 120
resistencia aloort.e,ll7 sumergid.a, efecto en el empuje, 193
curva tensión-deformación, 91
presión•dmisible,504 y desmonts,412
propiedadcs!ndioe,346 upatll, 504
�tencia,aloorte,110 AJ«nSióncapllar,131
al corte no dm:iada,3-42 altura,133
a fricción,3.51 Asentam.iento(I),264,349,3.50
delsueloi«0,32 adyacentesalma carR•da,567
rt..-sistentes,182
deslium!entos, 418 causado. por,erosión retrógrada,581
fricción lateral en pilotes,530 ncav,.dón,568
satunda.s,DOm1almente consolidadu, �nes,584
li
asentamien!OS,496
preconsolidadu, a.sentamiento, 497 !��::ó:t ��:14
presión admisible,495 slfonaje,578
resisteoda aloorte,342 temmoto,s,583
sciuibilidad,16,96 trolns1to,582,583
taludes,233 vibraciones,582
"valores de N,S43 akiscostadosde excavaekmesmarena
Arco,efecto de,282 y en arcilla,589
de la escotilla otrampa,262 contro\por rebombeo, 581,582
Aru,Indice (muestno), 301 diferencial,pi.lares defundación eo11re
&.innll6Jda,21J7 °",562,563
707
de diques, de hormigón .10bre .sedimen perforactón,295
W, 618 devi.stago hueco,418
o pr-.s de tien1, 593 S.rro deperioraclón,294,309
di:1tlvos,en bnzos en cru:z del USBR, lbse flnne,233
Bélgica,317
en nivel de agua.,_,. medir, 637 Bentonltas,8.294
fuente de,829 Berllll, 393, 394, 398, 58.J
defondaciooes,en arena,536 subterrineo,896
de miquinas, 584 Bishop, plezómctrv hldriullco, 663
tnn= �=
.10brepilotes,�.536.538,546 ucatestigos,312
flotantes,546 Bomba, eyectora,379
oonpilotes resistentesde pnnta.538, a inyección,382
539 sumergible,379,382,388
aobre plateas,512 Bombeo,ensayo, 166,340,375
ei�:Úa5tt�. 3.l5
Bnrbotones, 377,387
Borde contra cua, estructura de contacto,
del tamaño del '1-ea cara:ada,275 15
de mwos desostenhn�to.371 Bonsele,413
observación,629 Boston,288, 351,630
durante el periodo de excavación,576 Bousslnesq, ecuadone1, 266
de pilares do,fundación, en arcillas, � Braui mi cruz., dltpo:dliYO para medir 11$Cn•
en arcilla y en arena,562,563 tamlentos, 636
de pilotes en ardlla causado por la alte Bulbo, pilotes con, 550
radón,529 Burbujas ,de aire, Influencia robre la�
de plateas de fundación, 51-4, 516, 520,
:Su:.
meabilldad, 50
671
de
la
�PJ!:.
11
ple,:órnctros a,666
Bure11u of Publk Roads,627
ll()r de la napa,
517
profundidad activa, 335
puntos de observación,631,634
JeCUndario,180
de la superficie del terreno adyacente a Calda de potencial, 1.59
una excavación a delo abierto, 402 Cajón,abierto,556
torpedo pan medir, 836 íricción latera\,560
deupatas,enarcUlas saturadas,<196 ne,.im,l,tioo, 556
en arena,275 Cilcu\o de la estabilidad, 182
enzonas adyacentesaucavaciones en Caliche,8
udlla,569 California, 563, 564, 580, .592, 594
Asentlmetro, de bru01 en cruz, 636, 637 Departamento de Caminos, 441
de placa, 635 c,mara, presión en eiuayo triulal, tI1
MWan, dique, 591 Cambridge, Mass., 630
Atterberg,dutJ límite füJuido,límite pli1- Cunden, N. J., 385
tioo, límite dit oont,-ccl6n Canad,I,,36,80,421
Auscuhación(es), 289, 3l3, 315, 334,340 Camisa,137
din.tmlcas,320 Canadi., 36,80,421
estitiai,métodol,316 Canal,entre Berlín y Stettln, 134
�todot:. di!Wllioos, 320 de fUtraclón,l.59
imPfOVW,dos,314 Cantos rodados, 5
Caño camUI, 292
Caolinitu, 12
·B Ca { 1��:i:.ª:Jcont01idaci6n), 175
J': 1
Bala.sto,roelidenlc,279 elecirica doble,14,14f:I
Balde rascador, 341 de espes0r compactadas,439
Barbacanas, 364 semlablertu {consoUdadón), 175
Barbourwille,W.Va,422 Capacidad,de carga, 213
Bm-eno(,),de barrahueca,296,m admisible,478
continuos, 295 factor de,215,219
708
.,�.,.2!�•
e Coeficiente, de balasto, 279
� �°ae ��de gr1005, de capacidad de cup, 219
de comprensibilidad,89
de ;r.&Pf:lu de fundación pooo profun voluml:trlca, 89
das,.213 de c:omoUdadon, 85,177
de intacambln de�. 13 dd mipuje, actiYO de la tlern,nn"
de reteoc16'1 de qua, 138 pa.llvo de hutienas,187
Capilares, 339 de estabWdad (ta'iudes),233
eu.cteristicu erridcu,348
���le!¡ !2•1.�- en u.
__ ,..
"''
Carga,admbible de un pilote,525,534,
célulu de,649
• pOIO,186
de poros,89,253
=r:,�;
IIDbre codales,e11 oorte en arcilla, 408 de reaod6n de la 111.1bruante,. 279
medlclón,"'1 de
aitka,U.pi.tu, 214 =��1¡l4
de
de fallapara unpiloteünico,5 2 5 al�t!:,�d=ontes o o:ca.
hklrl,ulic:a,47 vadonel en arcilla bluida, 415
dique,,617
�btitdad, en las fónnulu de tunea. 227,533
51,53 de Ullll plate,., cJe fundadón, 509, 51-4,
linet.l,<'!lllpuje pe,r, 200 Sl!O
pi-l:trlca,47
neta, 510
que .soportan to. puntales,medk:16n, 393
'"
respc,cto al levantamiento d� fondo.
rerpeetoarotura,.50e
toul efectiva,so.s al dfonaje, 171,613
Carbon,�ula, 649 del talud,230,2-41,2-48,3-47,423
C.,..,..,391 dezapatuenarena,50I
Casr.grande, ptez,6metro,M9,MIO,e68 de unlformidad,21
.. � ...
Catión,acborbido,12,H, , Cohesión, 103
c.v1ucl6n,856 aparente, IC77,143,339
CBula,de .-¡a,854 mmnento,2:.12:
a aliunbre vibnnte, 646 ordenad• al origen, 119
Colorado, 251
de Coldbeck,6'5, 646 Columbia Británica,591
de presión, &U,646 Con\pa,ctac!Ón,436,44-0
a alambre vibrante,647 de lfCIIl.u,«3
de C&mon,646 ormagua,438
CemenU.ntes cohes!V01,ül cooeq,losivos,4«
Cilindro,556 porhlr.eadepik,tea,4«
abierto, 556 de muun11lunles,4«
frlodón Ulteral,560 porpllotes de arena,«6
Circulo,critico,23Z porprecarga,445
defrloci6n (taludes),231 de terraplena existentes,444
de P:e. 233 por vtbnci6n, 127,12:9,4«
del punto medio, 233 Compactadores vibranter,4.37
de ta:lud,233 Compresibilidad, 375
Circunferencia de tensiooa, 101 de lu arcillal, 3-49
Cllllificad6n, ba.sllda en la granulometria, ertrll$ffiSitlvas,77
31 normalmeotceonsolldadu, 350
eos&)"05,:l
oocfk:lente,89
MIT, :r1 dcmln.eralestritwtdot, 63
sistfflla unmc:.do,39 de suelos amasados, 63
709
;�·�78
inicial,presióo,88
�����::w��
humedad-densidad seca,441
preslón,172 de recarga,119
prim aria,84 ó 7
i«undaria,84 Cu;�7i: �.:';, �
tensióo, 172
te,orla,172
tridim ensional, 181 CH
velocidad,175
Contacto, ángulo,132 Charlotte,N. C.,435
Cheakamus, dique, 623
con cl núcleodepresas,tratamlento,605
006 Cl
� 4
o cii�;i�,8s�:J:,1•�• 400, 404,
Contenido de hum edad, 25, 332, 346,350
natural,350 excavaciones a cielo abkrto,626
óp tim o,439 método de e¡¡cavación,depilare, de fon,
variación,288 dación, 5.56
de 111 de la arcilla, 17,416 depozosocilindrOl,574,576
Contracción, grietas, 145 poms de fundad.}n, 556
llm ite,32,141,143 5ub1erriaeo, 356, 577, 648, 675
Control de humedad,436 Chicope,e, Mus., 331
Corte{s), en arcll!ll$ compadu fisuradlU,
406,407 D
p
a untalados, en roca &scompuesta,407
l'n $Uelo re!!idual, 407 Oakota, 424
ronsolidado no drenado, ángulo de re Danubio. 565
$Utmcia, l12 Oarcy. ley,48, 156
710 ÍNDICE ALFABÉTICO
.............
i.onu,215 metaesbble, U17, 116
Erosión,55,428 eo nidos de a.beja,22
del loess, 413 paralela, 15
primaria,286
asentamlento,581 secunda.ria,'Jll!l
su: ,169,ffl,387,sg(,59'2,610, Evaporación, 141
5� drenaje, 137
Escaudinavia,16, 30, 80 velocidad, 142
r E�ca.va.ción(es), 1 cielo abierto,389
�'::u;' ::'¡ls�� empuje conh11 entibaciones, 256
caracteristicas temioo-deformación, apuntaladas proíunda.1 en arcillas, 399
598 a.sentamientos, 568
espedficaciones,600 bafo a.gua,pilares de fundaclón, 559,
coloeadónoon cl:iorrosde agua,601 566
presas,596 entiba.clón, 389
Exae�=.
Escurrimiento,del agua debajode los di levantamiento de1 fondo, 260
ques,619 método de la. zanja. o binchera, 573
rubterrineo,presas,587 observadón de a.sentamientos, 576
a tra""5 de lu presas en escollen,605 de pila.res de funda.ci6n, 556
Espado de aire,relación de, 138 poco profUDdas, 389
Espejos de fricción,28,2.87,419 profundas. 889, 391
Espe90!" de capas compactadas, 439 en arena.,394
�blca, 291, 356
�::!aTe����87.si:599
713
método, de resis tividad el6ctrica, 326Franklin Falls , dique, 346
�Ísmico, 32.6 Frecuencla,11.1tural, 12.7
F.ztosi� de::en r, rodlllos (vib111dore1), 437
ra :, 1:i m�as de de vibraciones, 12.7
arena,413 Frkdón, lateral, 2U
üplo&ivos, compaetaáóo, 4-44 en cajones o cilindro1, 560, 561
Extensómetros, Ml pilares de fundadón en arciUa, 564
Eyeciores,sistema -11 point, 382 50breun pi1oteúnico,525,526
negativa,541,542,543,552.
asentamiento, 543, 552
con el paramento interno de un muro,
199
Facior, de capacidad de carl(a, 215 pllote,22.4
de estabilidad, levantamknto del fon- cntn, suelo y muro,198,208
do de una uca,vadón,402 'ºRulo, 198
de profundidad (taludes),233 Fundaciones, aseolamiento, 271, 629
de uritlad de las fórmulu de hinm, de diques,sellado de fisuras ,uperficia-
,;;r, b, 606
detiempo,178 ílerihles,reacción de la subrasante,280
Faju, fuerus (taludes), 246 de muros de sostenimiento, S69
rr.étodo (taludes),239 pilaref, 553
Fenómeno capilar, 131 plateu,509,520
Ferrocurila, daneses, 316 pre�as, 586
5ue«1:1,Sl6
Filtradón,156
linea.l,'6
�t!ª•
profundidad, 214
D ó de 1a ,11h111sante, 279
p ��: �21
pretl6n,46,59,136,148,161,399,419 asentamkntos, 524,551
■trav&de losdiqueaenCk'l:lllera,805 flotantes,522
velocidad,47 íómiulu de eficiencia, 552
Filtro,55, 137,-418, 579 pasosa sq¡:uir en el ¡M'Oyecio,523
º 60
���!do, se
Inver
tido, 171,592, 616
de mallas meu\Jicas, tamaño de la.s
aberturas, 137 Canges,613
requcrirnientos,55 Catos hidráulicos para medir carRU so-
Fisuras, 23, 419 n
en ardlb.,419,42.2 c!'io,.r.: 3�•:. �
capilans,17,120,145,182,229, Ceonor, pie7.6metro, 661, 666
287,418 Goldbeck,célula,645
F 1uencla,425 Gow,pilar de fundación, 556
Jeoi., 124,639 Gradiente, de presión,47
plistica lenta,426 hidrii.ul!co,47
t'luldo de perforaclón,307 crltico,58
Fórmula.1 de eficiencia (pilotes), 54!1, Grado, de aireación, 138
5.52 deoonsolidación, 83,178
dehinca,224 de saturación, 26,122
coeficiente de sey;urldad, s.J3 C.rifiooh), para determinar el empu�
danesa,22!i detierru,361
: i�t:m� :2rsMr2
de ;,ilotes,532
,.,
de influencia pan pl'WOoe., verticales,
de!:i :t ��ges,32
dcSanders,225 í
fi o
frn�dón, coloidal, 36 Grandes La¡:os, 142
t'ina, 9 Granulometría,clulficación basada en. 37
¡i:ruesa, 9 Cr1nvil1c,dique,356
muy fina, 9, 11 Cravu,5,43
de sue1o, 9
Francfort,419 c:.:f:�:�aa
714
Creda, 8. 43 Jncllnaclón,medida,639
Green Mountaln,dique,251 lnclinómetro, 641
Grietas, 287 Tnvaslón de aire,drenaje,137
de contractión, 145 ln1�i:e�=li�::, 350
en diques,255,593
en el nÚ<:leo de prnas en eMOllmi,800 de hinehamiento,70
presas,587 de liqllklez,2.5,32
""
tonUde transici6n enpreusdee$('01kra,
Crupo depilotes,astnlamicnto,546
de pla.1ticldad,31,ll0,121
Ingenieros del Efúdto de Estados Unidos,
627
capacidad de car�,524,535 lnglaterra,399,405
Cunita, tratamiento del contacto del núcleo Intercambio, de bases, 13
de diquei; con lafundación,606 de catione:s,13
lnyección(es),de agua,292
n 2
der::: :;n � núcleo, diques, 605,
11......,_¡;,&12
.,.
de dttnes,621
Heladas. d:ttm nocivo,148 defundacionesde diquesopresu,621
Hidri\metro, 19 química,590
Hielo,lentes, 148 �uoesivas, 591
Hinca depilotes,413 lone$absorbidos,l3
rompactación. 4◄4 lsócrona,83,173
diai¡rama,.5.31
efecto en arcilla,529 hotrop[a truversal,23
resonan('Íaproducida,130
,·il,ncinnes,583
Hinchamiento, 16,14.5,518
porcongelación,l,';O Jackfield,435
� e.i:pa.nsión, 145 J�nbu,f&mula dehincl,2Z6
mdioe, 70
Hipóti:¡is de Dupuít, 167 Japón, 399,574
Hist&esi11,law,66 John Day,esclusa y dlque,356
Holanda,316, 41$. 581, 58.1 Joosten, procedimiento,590
Hon¡¡:KonR,� Julclos,observaciones paraevidenciaeu,627
Hori7.onte, 286 presa,595
A. 286
8,286
llormigonado<kpilJn:!ldt·fondación.358
Ho1-ton Strrel, .,uhll'rrineo, :-.ueva York,
319 Kenal,penín1111a,S83
Houi:ton, Texu, 5711, 582 Kenney, dique, 604, 606
Jludson, �ueva Yorl:, 432 presa,597
Hudson,vafü• dd rio, 432 Knld,erbod:CT,fibrica de cemento, 43.2
Humedad, de contacto. 135. 142
oontrol,436
hi�pica, 1(2
óptima, 436
relativa.141 1...deras,estabilidad,409
del suelo,l:31 tratamientoen diques,606
llundimienlo i:eneral, 579 Lago, Erie, 351
Maracaibo;580
Lavado por lirlviación,416
Lecho romso,�loraclón,M6
Leogua deundesliz.amlento,410
Identil'i(ación de los ,uelos,44 Levantarnlenro,pordrenaje,313
Jlltu,12 del fondo,en a,rtel O en't,Ylciones,-4()4
Imperial Valley, 142 pordrenaje,38 3
ÍNDICE .4-Ll"ABÉTIOO 715
de la excavacllmpa,. sótanos,517 M
en excavaclooet1,260,414,571
-por filtración,S78 Ma!hak, p�zómetro,864
observación,640 Mammoth Pnol, dique, 5 88
medida,640 Ma,u,ntiales, 3n, 429,578, 5 87,592,611,
l'DfUrU,169 615
Ley de Darcy, 48 Mangla, dique,591.
Uruaci6n, 108,229,355 Miquinu,-nlamiento de fundaciones,584
deslizamienloll,◄12 Marga,8,23,43
diques,255 Materia5",aluVK>nales, 329
espor1tlmea,107 para núcko,p�•de e5tflllera,602
por inversión de deformación, 108 plbticos.103
por terremotos, 109 depréstarro,diques,A22
por voladuras,109 Múim� densidad �.440
Lhn1te(1),de Atterberg,31, 148,:347 M�,;:;iad, 30, 80. 110,356,497,579,
decontracdón,32., Hl, 14◄
lk¡11ido,31,80,349,S52 Mcmphis,611
plútico,Sl,349 Menisco, 132
Umo(i), oompactadón,◄38 Meteoriución de lose,qui'llos,422
Método(s),de 111scuhad6n estditlca,316
�1:s�s.s.¡343 centrífu.-:o de drenaje,138
ilrenaje,385 de IH FajaJ (taludes), 239
pl&stlcos,5 del fluido equivalente (emp11ies),359
presiones admlslbles,◄98,504 geofisicos,292,326
l'e5islencla alcorte,105 si,micos de exploración del suelo,32A
Llnea(s),deoonsolldadónenelteneno,68 por succión, drenaje, 138
decorrieote,157 delv.clo (drenaje),3II0,384,388
de los ell"pujel,construcción de Culmao. Mic..,24,36
202 Cl'.lmpresibilidad, 64
equipotenciales,158 Minerales.arcillosos, 12,36
de filtración,◄6 Mi:,i�ipí, río,593, 611
"'
de pendiente,C011$ln.tce1Óo de Culman, Mission, dique, 676
de re«mido,613
�fünri, río,589,593
MIT., cla,ilicación, 37
deresi5tencia intrlnseca, 101 Módulo langente inlclal,92
derotura,101 Mohr, dia,;:rama d., rotura, 183,184
de saturación, ◄40
Liquidez,Indice,25,32 �:lt!°1e:ie...::a;:''�e;:·
Moolana,424,615
ao1
Lbiviaci6o,l7,117 Montmorilonitas,12.36,442
Lodo, ncavadón de pilares de fundación, Morcnas,7,43
559 MudMountain,dlque,443
de perforación,5.57,566,576
""'
excavación,de pUares de(undación, Mue&lra(s),alteración,289,301
cortada a mano, 310,311
utraldas con cuchar1 p1rtida,35,3
de pozos o cilindros,576 lnaltcradas,304
Loess,8, 43,330 ,;cllado,301
efecto de la satunclón, ◄14 talbda all"ano,310
estabilidad de taludes,413 en h1bo,347,348,350
Joam,8 de pattd del.-:ad.i,303,343
mndificado, 8,-◄3 Muntreo,298
presionesadrrtisibles,498,500 alteración,304
enel subsuelo de di,1ues,595,596 Munkh,393,396,583
Logan Airport,668,675 Muros de sostenimiento,150,353,357,392
I..ond=,407,563,584,580,582. asentamiento, 371
Long Beach,580,581 canlllever,192.
Losas decontacto,648 drenaje,364,365,367
Lower Stillwater Lake,62.3 efecto de las heladat,365
Lynn,Ma.u.,339 empuje, 191,357
716 ÍNDICE ALFAÚT100
..
Nueva York, 318,319,393,396,553,567, de arcillas, 53
579,596 de arenas micáceas,52
Nueva Zelandia,413 �ficiente,48,147,322
N-;,::,, del mu.yo normal do penetración, rormipondendacon la R"laci6n de vados.
pl��tad6agrifka,670,
674,680
t :�:m:i:,-:-, 5
90
Permdmetro de carga hkl.ri.ullca,constante,
1lmilcu, 583
euel terreoo,624.
'°·"'
clecredenl\'!,50,M
Ohio,423 Penelrldón,resisteoda,340
Ojosde■gua,377 Peso, específico absoluto de loe elementos
Ouh, ... s6lidol,'n
Oslo,127,398,399,401,405,571,577 l)fOpio• .505,514
717
unitar oi ,27
del suelo sumer gido,58
Piedmont ,3 56
'"
encima d e a r c i l l a blanda,a.entamiento,
cllSlyo deair ga,530,:541 ,551
Pled ras,bochu,5 flotant es,522
bol as, 5 asentamient o defundacionessobre,5-46
Piezóm ctro(1),abier tos. 658 fónnulu, de efi cienciaenfundaciones IO
u b re, 548
:e&u�.s� ma hidrá licocer rado, o& de hincll, 532
Cu;,.gnnde,659, 668 defrl c ción,224,521 ,522 ,526 ,528
a cuerda vibrante,664 a
l ert.l
t ,525 ,526
elktr!oos ,664 enar ci l a l ,528 ,529
C,,onor ,661,666 en arena,526 ,536
h id ráulioose c r rados,662 negatlva,541 ,541,543
Maihak, 664 fundacióo,521,546
neumáticos, 665 sobre ar cil a l blanda,asentamiento, 552
retar do ,667 dehor mig ón,549
seleccióndeltlpo,8e6 lnelinados, 371
USBR de p unta p A l stlca, ron disros poro de maden.,549
-, 662 e
r petici ón de lahiDCa,545
y pied ras porosas,662 ruistencia, a fric ción en arci.lla,530
Pilares defundación, 5.53 , 563 aa l h inca,532
apoyadosenarena,p e r siónadm i sible,561 de p unta,224 ,522 ,525 ,530,538
=�
enareilla,566 asentamiento de fundaciones, 538,539
capaci<hd de carRA, 564,566 Pisoncs,437
en '-«'nas, ase ntamiento,562 Pit c het-,acat s estigo,308
tn,..=�:�:���:�:!:s sobre,
la.hioca,528 del ag ua,156
efe c t o dellicmpo110br e laírkción late per siones neg1tlvas, 119
ral ,528 Porosidad , 24 , 28
Por! Albemi, V1DCOuver , B. C., 315
536, Por! Al len Lock, 676
de ,e;rupos de,539 Potencial, calda, 159
c:on bulbo,550 vel o ci dad , 158
capac idad de carga,221 ,525 Por.o,,556
amt ura,527 ilc al i vio, 592 , 6UI, 622
u:f:'t�t:'i�le, 524, 534, 551 asentamient oproducido ¡,or l a extrac-
cióode agw,,579
de oom pac taci{m,5� de d renaje, 137
con eyectores, 382
cc\nioo:o., 550 f!l trac ión o e$Cllrrlmlcnto, 166
cur v as car)(ll-ascntarnlcnto,534 fillTantes, 340, 378 , 382 , 388, 559
d,uioporce x eso dehlnca,537 fil t r o, 137, 382, 622
di•lant'Íamitnto,52◄,543 ,546 ,551 de fundación.500
d'ec t u de lahim.110:n1rdl ul ,529 de observación, 325, 658
deceión del tipo,549 p redicci6odelapm:ióodelagu.a,355
718
rr:=� ;-;e.
Pozos {Ccml.) cuerdavibrantc,647
382,388 eíectlva,57
de flltraci6n,46, 59, 13(1, 148, 159,
Precarga,COffll»iCUc:lón, ◄45 399
PT-e«>nsolidaclón,presión, 75 contra muros de sostenimiento, 367
fusa,601 inicial de consolidación,88
anilisisde tell5iones,eíectivu,254 latcnlea de Ju tluru,184
totales, 2.54 mhlma de precon,olidaeión, 75
cortinas Impermeables, 587 neutra, 57
drenaje, 592 de poros,57
de esrollo:ra, 396 coeficiente, 253
uentamiento,599 A, 93
control del t,SCUffirniento, 605 8, 89
materiales para núcleo, 600 en diques,251
con membrana, 597 medición, 655
con núcleo Impermeable, oenln.l, negativas, 119
591 inedición, 657, 664
indinado, 597 observación en diques de tierra,59:2
cie hormi¡¡:Ó1!. fundad•� sob,e �rnen- de premnsolidadón, 75
10$,608 relativ•devapor,141
Salt Sprinp, 599 en la1uperficie de oontacto entre za
de tierra, 586 patay •�lo. 5'11
cortinas impermeable�, 587 variación oon la profundidad, 266
hetero¡i;éoeas, 586
rotu,a por sifonaje, 587
solen, lmpenl'H:'ab\ei;, 587
,..
verticale,dcbajo delln:ascar¡¡:adas,
Pr.xedimlento de la observación en obn,
tratamiento del contacto del núcleo 290
la fundación y l!<li laderas,605, f'TOcesamiento de dato., 671
�
de observ1cioDellde obrasy del terre
Presión (es), admisibl�. 6z.6 no,ff75
para p\ate;u,en arcilla,514 Proctor,tl>Hlyo,modificado, 441
en arena, 513 normal,441
de fundación en 11rena, 520 Profundidad, activa, 511
p.,.n upa.tas,ren ardlla, 504 factor (taludes). 233
en 10rdlla 1<11turada, •196 de lafondación,214
enarcna,5™ relación, 504
de�,��:. �5
en limo, 498,504 Propiedades de los agre¡¡:ados de suelo,
en �. 498, 500 .
en suelo estratificado,SOi de los ¡¡:-ranos del suelo,◄
poros,158 indice,3,17,328, 346,850
Puhlic Loads, Bunau ol,38
aparcutes, diag,-ama de entibiación de Puente San Frandsco-Oakland, 561
ucavaciones,398 Puerta de p�ón por rebombeo,control
de clmara, 87 de uentamienlo!:,581,582
capilar,97,143 Punta cónica, 320
i,aracterística de paso de aire,6.11 Puntale:s,390
co!r.:i:, n:· 663 en excavaclOne!l a cielo abierto. 390
medición de cargas, 404,4ff1,650
a alambre o cuerda vibrante, 646 Punto (s), Borros para medir uenta
...
Carlson. 646,649 mlentos,635
,J., Goldbeclc,645,646 fijos,630, 031
Wes,640 de obsetvaeión subterráneos,.633, 634,
de oonsolidación, 172
de oontacto,265,50 para medir levantamientos, 640
en la base de upatalll,276
t'Of\C:: ::rdes w-,.ndes, fflffli.
, Q
debajo de ireas �. 265
producida por la capilaridad, 130 Quebec, ◄15
ÍNDICE ALFABÉTICO 719
R mirima pico,100
no drenada de ]� arcilla., 504
ti:i�
Radio de influencia., 166, 323 a penetración,286,334
eMayos de bombeo, 325
Radiolarios,10 lo e 2.24,525
Ra[z de un deslizamiento,410 1�'. � l:,
Randall, dique, 593 a la rotura,102
Rankine,estado, acth·o,187 del suelo seco,34
de equlllbrio pl!stioo, 185 Resistividad eléctrica, m.!todo de explo-
paslvo,187 ración del suelo,32.6
teoría del empuje de tiemu, 396,401 Resonancia, 128,437
Rayos X,9 Retardo hidrostitico, 656,666, 667
Reaccióo de la subrasante,278 Retén, 301, 341
Rerorrido, coeficiente, 613 Retención de agua,capacidad, 138
compensado, 613 Reventones,378
lloea, 613 Revestimiento, de excavaciones a cielo
Red de filtn.ción, 156, 161,252. abierto,movimientos, 402
construcción,161 de honnigón, escolleras arrojadas, 607
Registro,de observaciones de obra y del Rhin, 610
terreno, 668 Ripios,5,43
de perforaciones,296 Roca, 4
e lri descompuesta, 426
tf�:ón � =j,;sión, 350 deslizamientos, (26
espacio de aire,138 excavaciones entibiadas,407
deprea:,nsolidación,12.0 Rodillm, neumáticos, 437, 438
de profundidad,504 patas de cabra, 138,443
de vados, 24, 28 vibrantes, 437
crítica,106 Roma. 596
iníluencia sobre la permeabilidad, Rosengarten, 419
49 Rotura(s),por la base,231,2.38,2.37,414
Repetición de la hinca de pilotes, 545 de excavaciones,571
Resistencia,de adherencia,78 observación,640
de la arcllla seca,32. condiciones,99,184
a la oompresi6n,348 de diques,355
simple, 30, 343, 504 progresiva, 105, 117,415
al corte, 102 porsiÍOJU1je, 608. 622,616
ángulo, 103 simultáneas, 100
de arcillas, extraseruitivas, 116 de un talud,2.29,2.30
fisuradas, 120 Rusia,500, 618,619
fluidas, 115
no saturadas,123
preconsolidada.s, ll7, 121
saturadas, 342
co11S01idado no dren,ado, ingulo pa Sacamueslras, enterizo oon zapatos inter-
ra arcillas, 112 cambiables,300
efecio de la veiocidad de carga; 125 de J�mina enrol!ada, 307
de esquistos arcillosos pobremeote de pared delgada, 301
cementados, 425 partido, 296, 298, 299
in situ,321 a pistón,30 , 3 305
a rtir de desluamienlos ocurridos, Sacatestlgos, 294
J;;'2 Bishop, 312
dérellenosnog¡¡turados,122 con cintas o láminas dl'!ll!nrollables,
de suelos,cohesivos,110 306
cohesivos no E11turad011,122 Df,nison,309
no oohesivos, 105 enterúo con zapatos intercambiables,
dinámicadel pilote,2,24 300
a fricci6n lateral de un pilote único, aplst6u,J03,305
525 Pítcher,306
final,104 iueeo de lámina enrollada, 307
79IJ lNDl!X ALFABÉTICO
Mecánica· de Suelos
en la Ingeniería Práctica
5,12 pág,
381:J ,,,