TRASTORNOS DEL ESPECTRO DEL AUTISMO (TEA) 609
— Antecedentes familiares
— Datos pre y neonatales
— Historia evolutiva
— Antecedentes en el Ambito de la salud
— Aspectos familiares y psicosociales
— Consultas y tratamientos anteriores
La Entrevista Diagndstica Revisada de Autismo ADI-R (Autism Diagnostic
Interview, ADER, Lord y cols. 2000; traduccién espafiola en TEA, 2006) per-
mite valorar las principales 4reas de funcionamiento que se alteran en los
‘TEA: la interaccién social recfproca, la comunicacién y el lenguaje y compor-
tamientos restrictivos y estereotipados, mediante una entrevista semiestruc-
turada a los adultos que estén al cuidado del nifio del que hay sospechas de
que presente un TEA. Se puede utilizar a partir de los 18 meses de edad
mental.
En el segundo paso hay que administrar pruebas para conocer, més en
profundidad, la sintomatologia y el perfil psicol6gico de la persona. En la Guia
de Buena Practica para el Diagnéstico (op.cit, 2005) se recogen y se describen
mumerosas pruebas, tanto especificas como generales, que se utilizan en los
TEA para valorar diversos ambitos (comportamiento presente, desarrollo cog-
nitivo, comunicativo, lingiiistico, conducta adaptativa...). Una de esas pruebas,
es el Programa General de Observacién para el Diagndstico de Autismo Genérico,
ADOS-G (Lord y cols. 2000; traduccién espaiiola en TEA, 2008). Se trata de un
instrumento para el diagndstico cuando se sospecha que una persona puede
presentar un TEA, Se basa en observar como se comporta la persona evaluada
‘en.una serie de situaciones que le presenta el evaluador y que estén planifica-
previamente para tratar de elicitar ciertos comportamientos 0 conductas
ie tienen significacién de cara al diagnéstico. El instrumento consta de cuatro
lulos diferentes que se aplican en funcién del nivel de lenguaje expresivo
de la edad cronolégica de la persona. Estos médulos cubren un amplio ran-
, desde nifios con ausencia de lenguaje hasta adolescentes 0 adultos con
suaje fluido.
La aplicacién del ADOS-G resulta muy compleja y requiere una formacién
‘fica, al igual que el ADER.
El tercer paso consiste en la evaluacién psiquidtrica y biomédica. En la Guia
Buena Practica para el Diagnéstico (op. cit., 2005) el lector interesado puede
rar cudles son sus objetivos y los aspectos y pruebas que se deben incluir
este tipo de exploracién.
El cuarto paso se refiere a la elaboraci6n del informe y su entrega; en el
iro 5 se ofrecen algunas directrices propuestas por el GETEA (2005). Ven-
y Brioso (2007) analizan informes de valoracién realizados por Angel
dre y extraen las claves que deben guiar el proceso de valoracién en los