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1
INTRODUCCIÓN
Waltraud Müllauer
Clark Wissler propuso el término Ethnohistory en el 1909 para distinguir la investigación histórica
concreta de la antropología evolucionista.
Los inicios de la etnohistoria como línea de investigación, a principios de los años 60 del siglo
pasado muestran geográficamente cuatro ámbitos de dedicación intensa:
- Estudios de Ethnohistory en los Estados Unidos
- Ethnohistoire de École des Annales en Francia
- Ethnohistorie en Viena
- La teoría y método del materialismo dialéctico de la etnología histórica en la temprana
Unión Soviética.
Objetivo central del ensayo: reflexionar acerca de la etnohistoria y de sus aportes para los estudios
regionales pensando en los modelos teóricos que la sustentan. Incluye, además, una apuesta a
favor de las prácticas interdisciplinares en las ciencias sociales.
Analiza los conceptos de clases y etnias como conceptos centrales que atraviesan las ciencias
sociales. Se añade, además, la interacción social como una nueva perspectiva metodológica.
Se entiende la etnohistoria como un campo del saber, cuya atención se concentra en un cierto
grupo de sociedades a las que estudia con específicos códigos y con un multiforme corpus de
información. En este sentido, sus dimensiones analíticas permiten que ésta sea instrumentada
para estudiar no sólo situaciones y momentos históricos variados sino, particularmente, la
conformación histórica de las sociedades regionales.
No podemos confundir la historia y la antropología, pero podemos decir que coinciden sobre todo
cuando toman como punto de partida el archivo.
Concepto de archivo: existe un acuerdo de mínimos por el que se establece que sólo los
documentos conservados por su valor permanente son archivo, es decir, los llamados
estrictamente fuentes documentales y fuentes diplomáticas.
Antropológicamente, el archivo comporta dos dimensiones:
1. Pragmática: es una reserva de información que puede ser objetivamente manipulada,
diseccionada, reutilizada para propósitos determinados independientemente del texto mismo o
sus circunstancias.
2. Teórica: es una categoría antropológica que determina una concepción documental de la
cultura y orienta metodológica y epistemológicamente la investigación.
El archivo da una existencia física a la historia y nos pone en contacto con la pura historicidad,
porque su valor no depende de la significación de los acontecimientos, sino de la representación
de quien lo manipula e inspecciona.
El debate sobre las fronteras entre antropología e historia ha llevado a fijar una tierra neutral en la
que ambas ciencias coinciden sin identificarse.
Antropología histórica:
Dos posiciones enfrentadas, una la hace coincidir con la historia étnica y la otra la considera dentro
de la historia científica.
Etnohistoria:
Para sus fundadores su origen es un método para el estudio de los pueblos ágrafos, pero existen
múltiples opiniones:
- Aquellos que consideran la etnohistoria como un falso problema, porque cualquier análisis
del pasado es exclusivamente historia o porque el estudio de los pueblos ágrafos es
objeto de la etnología.
- Los que reducen la etnohistoria a suministrar datos acerca de culturas pasadas y recursos
y técnicas antropológicas a la historia.
- Los que identifican etnohistoria y antropología de archivo.
Antropología de archivo:
Es antropología en su acepción más amplia (como un discurso crítico que muestra culturas) y más
restringida (como explicación de las diferencias culturales entre grupos humanos).
También es una antropología que tiene en su campo de información exclusivamente el archivo.
Semejanzas entre antropología de archivo, antropología histórica y etnohistoria:
Su implicación epistemológica con la historicidad.
Diferencias entre antropología de archivo y antropología histórica:
El concepto de historia es de mayor extensión lógica que el de archivo.
Diferencia entre antropología de archivo y etnohistoria:
La etnohistoria busca la reconstrucción histórica de las sociedades ágrafas y la antropología de
archivo se compromete en el análisis de las sociedades con abundante documentación escrita.
Procesos de acercamiento:
a) La historia hacia la antropología:
Años 20: Annales d’histoire éconómique et sociales. Dio origen a un nuevo tipo de historia. Se
alejaban de la historia política para analizar estructuras y representaciones colectivas
incorporando elementos de otras ciencias sociales.
Después de la II G.M: Los Annales sufren un cambio de orientación hacia campos más
sociológicos o antropológicos. Nuevo interés por al análisis de las estructuras mentales, la vida
cotidiana, la cultura material…
Puede decirse que hoy día esta distinción ha perdido su vigencia para convertirse ambos términos
en fenómenos intercambiables. No se debería buscar la relación entre la antropología y la historia
porque no debería haber una división entre ellas. Una teoría de la sociedad que no es al mismo
tiempo una teoría de la historia no puede ser una teoría.
No se trata de invadir u ocupar espacio asignados a otras materias, sino de la colaboración
interdisciplinar para un mejor cumplimiento de la aspiración holística de las investigaciones.
T. 2
ETNOHISTORIA EN EL ÁMBITO ALEMÁN
Resumen:
Como reacción al fracaso definitivo (1956) de la “Escuela Vienesa” (Áreas culturales) bajo el
liderazgo del padre W. Schmidt se comienza desde los años 70 del siglo pasado en Viena a
apostar por el desarrollo de la investigación etnohistórica como subcampo de la antropología
regional bajo la consideración especial de fuentes escritas, fuentes pictóricas y tradiciones orales.
En este capítulo se analizan los textos generados en el marco del Instituto de Antropología Social
y Cultural a lo largo de los últimos 40 años; los avances y retos metodológicos en la elaboración
de dos líneas complementarias, una Historia estructural combinada con los avances en el campo
de la Historia oral para superar el reduccionismo culturalista y la perspectiva distorsionada, tal y
como Karl Wernhart consideró la etnohistoria convencional de estos años.
Desarrollo:
Wilhelm Schmidt era el representante y fundador de las Escuelas misioneras de la orden SVD
(Societas Verbi Divini), que fomentó la expansión de la antropología defendiendo una separación
entre etnografía y antropología física.
En el año 1929 surgen dos institutos independientes, el Institut für Völkerkunde (etnología) y el
Institut für physische (antropología física).
Schmidt y Koppers diseñaron juntos la “Escuela de Viena”, denominación de la orientación
científica del instituto de etnología. Su línea de investigación estaba marcada teológicamente,
destacando la visión de que los pueblos más primitivos fueron los más cercanos a la creación de
Dios. A través de aquellos pueblos se quiso justificar la presencia de un monoteísmo original.
Entre los años 1950-60, el instituto de etnología busca renunciar a la escuela de Viena. Se
comienza a diseñar la rama de la etnohistoria y el instituto busca tomar una nueva orientación
empírico-histórica.
A partir de los años 70-80, en el instituto vienés, hasta entonces centrado en el historicismo de la
disciplina, se producen dos nuevos enfoques teóricos en el instituto: uno se centra en la dimensión
social y otro en la cultural. Además, se aspira a difundir y participar con un papel más activo en el
ámbito internacional y recuperar así el prestigio.
A finales de los años 90 se produce un cambio en la denominación del instituto que busca hacer
hincapié en un pluralismo contextual de tradiciones científicas e incluir los campos de
investigación coetáneos.
A partir del cambio de siglo, la tarea del análisis crítico de la propia historia institucional, la nueva
orientación internacional y la alta calidad de investigación y docencia impartida han cobrado
reconocimiento internacional.
Las teorías de Schmidt fueron perdiendo influencia con el tiempo. Algunos de los más importantes
colaboradores de Schmidt empezaban a quejarse del modo en que éste transformaba sus datos.
El año 1952 fue el inicio de la caída de la Kulturkreislehre, que tuvo su renuncia definitiva en el año
1957 por Haeckel.
A partir del año 1962 se puede decir que el instituto vienés puso su energía en el campo de los
estudios etnohistóricos, campo teórico que se convirtió en terreno de investigación importante
durante las décadas de los 60 y 70 en la Universidad de Viena.
El texto entra en la clase de fuentes “relatos biográficos” y retrata al personaje Hugo Obermaier
dentro de la evolución de la Antropología Española, que arranca hacia finales del siglo XVIII. Entre
los años 1910 y 1938 Obermaier introdujo en la universidad española la metodología histórico-
cultural, que tuvo una gran importancia en la concepción de una “historia primitiva del hombre”,
configurada ésta según las ideas postuladas por el P.W. Schmidt.
T. 3
DESARROLLO DE LA ETNOARQUEOLOGÍA Y LA ETNOHISTORIA EN
ESPAÑA
Matilde Fernández Montes
Prosigue con la visión de la península Ibérica plasmada en escritos de griegos y romanos, los
pueblos que identificaron, su caracterización y la utilización de estos datos por los antropólogos
de la primera mitad del siglo XX en su búsqueda de las identidades étnicas españolas.
De la Edad Media y Moderna, destaca en primer lugar la propiedad, reparto y uso de la tierra con
la formación de paisajes característicos, asociados a algún tipo de explotación tradicional del
medio y las transformaciones sufridas cuando las circunstancias históricas se alteran.
Prosigue con la enumeración de las fuentes con valores etnohistóricos desde la Edad Media
cristiana a la contemporánea, incluyendo ordenanzas, fueros, cartas pueblas, diccionarios
geográficos, relatos de viajes, etc.
A partir del siglo XVII raro era el reino o ciudad de cierta envergadura que no tenía una historia
confeccionada por algún erudito local, aunque con el objetivo de ensalzar el lugar del que
hablaban existía una tendencia clara a la exageración y muchas veces no contaban además con
una preparación intelectual suficiente que les permitiese aplicar la debida metodología científica.
Desarrollo:
Etnoarqueología y fuentes protohistóricas para el conocimiento de los pueblos
primitivos.
El origen de la Prehistoria como ciencia y su división en 3 edades (Piedra, Bronce y Hierro) se
produce gracias a los primeros descubrimientos arqueológicos que se suceden desde la primera
mitad del siglo XIX.
Desde el último tercio del siglo XIX a las primeras décadas del XX, una serie de hallazgos
arqueológicos tuvieron un papel decisivo en el desarrollo de la prehistoria en España y que, dentro
del contexto romántico del XIX, traerán consigo el surgimiento de la etnología, ya que la búsqueda
de los orígenes de la raza hispana se convirtió en una de las principales metas de la disciplina.
El origen de la prehistoria peninsular estuvo marcado por temas como el origen del hombre y el
evolucionismo que planteaba la disyuntiva entre la Ciencia y la Fe. O la acuñación del propio
concepto de prehistoria.
3 descubrimientos de la época:
Publicado por primera vez en el año 1997, la autora presenta un estudio centrado en noticias de
los siglos XVI aI XIX sobre la cerámica de Alcorcón (Madrid), que pone en evidencia el carácter
femenino de la actividad en la época y sus principales características, junto con la problemática
que acarreó su decadencia.
Además, al hilo de los datos aportados, se realiza una comparación y una reflexión generalizada
sobre la alfarería femenina en la Península Ibérica, comparando diversos centros y las posibles
migraciones que dieron lugar a su dispersión geográfica, que la autora postula como posible
explicación a su actual presencia en Mota del Cuervo (cuenca).
En los trabajos de tipo etnográfico lo normal es que los datos históricos, sobre el tema objeto de
análisis, se pongan al servicio de los obtenidos mediante el trabajo de campo, pero en esta
ocasión, Matilde Fernández Montes hace lo contrario; así su amplísima experiencia visitando
alfares y entrevistando a alfareros, adquirida tras minuciosas campañas de trabajo de campo en
Cuenca, Soria y Andalucía, se pone al servicio de la interpretación de los datos históricos sobre la
cerámica de Alcorcón.
T. 4
LA HISTORIA ORAL Y EL HISTORIADOR
P. Thompson
La historia oral es al mismo tiempo la más vieja y la más nueva forma de historia.
Aunque el historiador usa muchas clases de evidencia, Thompson resalta con una cita en su
artículo que toda historia fue primero historia oral.
El aspecto de novedad de la historia oral viene de la grabadora de cinta (ya no es necesario confiar
en las notas o en la memoria entrenada).
¿Por qué los historiadores han tardado tanto en aceptar la historia oral?
Los profesionales académicos de finales del s. XIX buscaban excluir a sus rivales estableciendo
habilidades especiales para sus disciplinas, por lo que enfatizaban la formación en métodos
particulares, en este caso el manuscrito (de ahí el slogan “sin documentos no hay historia”).
La reevaluación de las fuentes orales surge de los cambios en el mundo social después de
1945. Los dramáticos alzamientos políticos en África, Asia y Europa pusieron en el poder a grupos
y clases sociales sin una historia escrita.
De ahí comenzaron a salir los primeros estudios serios de fuentes orales para la historia, que se
reforzaron con la renovación de contactos entre la historia y las ciencias sociales.
Diversos autores, como Oscar Lewis, vieron el potencial de la nueva propuesta y no sólo tuvieron
acceso por primera vez a la experiencia de grupos sociales que habían estado excluidos de los
registros documentales, sino que fueron conscientes de que se abría la posibilidad de transmitir
la historia a través de la palabra de la gente común, una historia que respondía a la necesidad de
redescubrir raíces mediante las experiencias individuales compartidas.
El problema de la memoria, que sea selectiva y pueda estar dañada por la supresión
inconsciente, debe dirigir a los historiadores a mayores cuidados, a trabajar más y mejor la calidad
de la entrevista, y a evaluar el testimonio oral tanto en términos de su consistencia interna como
comparado con evidencias de otras fuentes.
Por otro lado, sabemos que los documentos dejados por el pasado no forman parte del azar, sino
que han sido seleccionados para la preservación, normalmente por grupos sociales gobernantes
o educados. Esos documentos reflejan la estructura de poder y los prejuicios de su tiempo. Y, en
cambio, poco se sabe de la información relativa a la población ordinaria.
Aquí aparece la importancia de la representatividad, en ser cuidadosos al decidir a quién
entrevistar y asegurar un balance de perspectivas.
Otros dos problemas relativos a la historia oral son la transcripción (que no es un medio de uso
práctico al ser caro y consumir tiempo) y la escritura del material (debido a la dificultad de
integrar las entrevistas de historia oral con otras formas de historia convencional).
Otras dos limitaciones son, además, el tiempo (ya que solo se puede recoger evidencia oral
sustancial y confiable para el periodo dentro de la memoria viviente directa) y los eventos (ya que
la fortaleza de la historia oral reside en describir lo que es normal, las redes sociales de la vida día
a día, que los incidentes excepcionales, en donde se enfocan mucho más los registros escritos
[no se centra tanto en lo que sucedió sino cómo sucedía]).
A pesar de todo ello, la historia de vida se mueve a través del tiempo con su propia narrativa,
cruzando las fronteras de temas interpretativos que tendemos a separar.
LA HISTORIA ORAL COMO HISTORIA DESDE ABAJO
R. Fraser
Crítica de Hobsbawn a la historia oral: el autor aprueba todas las formas de historia desde abajo
excepto la historia oral, ya que se basa en algo tan falible como la memoria y le falta una
metodología en general (necesitamos saber no sólo qué pasó, sino por qué pasó).
Considera el término Historia Oral como una técnica para la investigación histórica, aunque
prefiere el término Fuentes Orales.
Características de las Fuentes Orales:
-Están limitadas en el tiempo por la vida de los testigos, pero son casi inagotables en su extensión
(la vivencia humana).
-Suelen ser creadas entre grupos sociales que han sido privados (o no han tenido acceso a la
posibilidad) de crear sus propias fuentes: en general las clases o grupos no-hegemónicos.
Las Fuentes Orales se diferencian de las fuentes tradicionales de los historiadores por tres
motivos:
Describe tres metodologías que considera las más avanzadas en su intento de enfrentarse con
el problema de la memoria y la subjetividad a nivel histórico.
Metodología etno-sociológica, utilizan los relatos de vida con la finalidad de investigar las
relaciones, normas y procesos que estructuran la vida social, buscando pautas constantes.
Aunque la exactitud de los relatos de vida es de gran importancia para los etno-sociologistas y no
para los hermenéuticos, tanto unos como otros son capaces de utilizar aportaciones del campo
opuesto (los hermenéuticos no ignoran en total los datos aportados, ni los etno-sociologistas las
formas de la narración).
Y dos ventajas:
-Es mediante la praxis del sujeto que las fuentes orales pueden captar mejor la experiencia y la
subjetividad para fines históricos.
-Las fuentes orales, además, ponen en duda la tendencia a enfocar la investigación sólo en
términos de lo que logró imponerse y nos permiten restablecer las contradicciones y
ambigüedades de situaciones históricas.
Su comentario final resulta ser una crítica a los historiadores que se dirigen solo a otros
profesionales historiadores olvidándose del resto del público, y que, por otra parte, utilizan fuentes
orales y se sobrepasan en sus análisis, olvidándose de que el origen de estas fuentes proviene
de personas y experiencias vividas.
EL ENFOQUE BIOGRÁFICO
D. Bertaux
Entre las nuevas formas de investigación sociológica se encuentran los relatos de vida.
Distinción entre:
Life STORY (relato de vida que designa la historia de una vida tal como la cuenta la persona que
la ha vivido).
Life HISTORY (historia de vida para los estudios de caso sobre una persona determinada,
incluyendo no sólo su propio relato de vida, sino también otras clases de documentos).
¿Por qué hablar de enfoque biográfico y no de método de relatos de vida? Porque el investigador
que empieza a recolectar relatos de vida creyendo quizás utilizar una nueva técnica de
observación en el seno de marcos conceptuales y epistemológicos invariables, se verá poco a
poco obligado a cuestionarse estos marcos uno tras otros.
Lo que estaría en juego no sería sólo la adopción de una nueva técnica, sino también la
construcción paulatina de un nuevo proceso sociológico, un nuevo enfoque que, entre otras,
permitiría conciliar la observación y la reflexión.
-Según el tipo de objeto sociológico estudiado pueden ser socioestructurales (las estructuras
de producción, la formación de clases sociales, los modos de vida de medios sociales dados, etc.)
o de tipo sociosimbólicos (estudio de las religiones, mitos, ideología, etc.)
-Según el número de relatos de vida en los que se basa una investigación. El corte significativo
se sitúa en el punto de saturación, el cual es necesario sobrepasar para asegurarse de la validez
de las conclusiones.
Los relatos de vida orales se recogen en entrevistas, pero hay que ser conscientes de la
diferencia entre la orientación general de esta literatura (originada en el campo de la psicología
social, con interés sobre las actitudes e ideologías) y la orientación de la que hablamos aquí
(emparentada con el procedimiento etnográfico, donde se considera al interlocutor como un
informante y no interesa saber lo que él cree, sino lo que sabe).
Recopilación vs publicación:
La función del investigador es esencial, ya que suele ser él quien impone la forma autobiográfica
a lo que inicialmente no es más que la evocación de muchas escenas.
[Cuestionamiento sobre si la autobiografía es una forma occidental y burguesa]
Si los relatos de vida nos interesan es en la medida en que esas historias personales no son más
que un pretexto para describir un universo social desconocido. Esto significa que, una vez
adquirida, la postura autobiográfica debe transformarse, la mirada auto-gráfica debe
transformarse en mirada etnográfica.
Las grandes autobiografías indígenas pueden inspirarnos, pero no deben servirnos de modelo
sólo por el hecho de que más o menos propagan la ideología biográfica. Las formas de publicación
adecuadas al enfoque biográfico permanecen todavía a la espera de ser inventadas.
Texto elaborado en el año 1997 sobre los inicios de la Historia oral en España y su especial
aprovechamiento en nuestra disciplina, incluyendo los relatos biográficos y los estudios de vida,
preferiblemente sobre grupos marginados y de género hasta los primeros años del siglo presente.
La consolidación de la Historia Oral fue otro puente para el proceso convergente en las ciencias
sociales, de dar nuevamente al individuo la posición relevante (como objeto concreto del estudio),
la cual amenazaba con echarse a perder en la aplicación de excesivas abstracciones de la
concepción científica positivista. En esta concepción los hechos sociales no son otra cosa que
datos, los individuos, informantes o personas consultadas sin un trasfondo personal y, finalmente,
las relaciones sociales en simples conexiones entre las variables.
El artículo es uno de los resultados de una beca posdoctoral de la Universidad de Viena, dedicado
a la <traducción científica> sobre el status quo en varios campos de la antropología española,
apenas conocidos en territorio germanohablante. Nos ha parecido de interés su inclusión dado el
difícil acceso a una gran parte de las excelentes monografías sobre una <generación perdida>,
marcada y fallecida a causa de la droga, pero se ha ampliado la bibliografía de este artículo, para
dar una visión más completa sobre la obtención de datos sobre los temas centrales, y espejo vivo
de las nuevas preocupaciones temáticas en las ciencias sociales.
T. 5
LA ETNOHISTORIA EN AMÉRICA
E. Tavárez / K. Smith (2001)
En contraste con la historia, la etnohistoria en América sigue siendo concebida como una novedad
metodológica.
Tres tendencias principales:
1. Etnohistoria como disciplina híbrida resultante de la convergencia de cuestionamientos
antropológicos y metodologías históricas en la segunda mitad del siglo XX.
2. Etnohistoria como subdivisión de la historia.
3. Etnohistoria como parte de la antropología.
Podría afirmarse que los proyectos colonizadores europeos forman el inevitable punto de partida
del quehacer etnohistórico.
Cinco ensayos producidos por un grupo de investigadores cuyos trabajos representan un área
geográfica relativamente extensa (Mesoamérica, India, Perú y sureste de Estados Unidos).
Ensayos que pueden leerse como respuestas a cinco temas importantes que caracterizan a las
primeras generaciones de etnohistoriadores durante el último tercio de siglo y que se heredan a
las nuevas generaciones surgidas desde los 90:
1. Relaciones limitadas entre la antropología y la historia
2. Etnohistoriografía como aparato crítico y metodológico que permita reflexionar sobre las
tendencias en la investigación etnohistórica
3. Crisis de identidad de los etnohistoriadores
4. Problema con los etnohistoriadores autóctonos que investigan su propia cultura
5. Mejorar el diálogo entre etnohistoriadores latinoamericanos y estadounidenses.
Antropólogos e historiadores
Bernard Cohn “Un antropólogo entre los historiadores: un informe de campo”
Aunque la tarea de combinar la antropología y la historia pudiese parecer fácil, existen amplias
diferencias en el proceso de socialización, formación profesional y adquisición de supuestos
metodológicos por parte de antropólogos e historiadores.
A pesar de que el texto de Cohn fue redactado en los años 60, las limitaciones básicas en el
diálogo entre antropólogos e historiadores siguen reproduciéndose (aquí sería necesario tener en
cuenta que esta relación no siempre es provechosa).
Reflexiones
Los cinco temas se acercan a uno de gran interés para los etnohistoriadores, la relación entre el
contexto de producción de las fuentes coloniales y la madurez de la etnohistoria como empresa
intelectual independiente.
Dado el papel central de la subyugación colonial en la historia de las Américas, lo que ahora
llamamos etnohistoria tiene un pasado cruento y aciago.
No es posible presentar la etnohistoria como una disciplina que surge en un estado de completa
madurez, sino que surge de una temática y una metodología preexistentes en la historiografía de
las Américas. De esta forma, heredaría una serie de preguntas, temas y modos de operación que
existían en el quehacer histórico americano del periodo colonial y durante la emergencia de las
naciones-estado americanas en el siglo XIX.
Es dudoso que de la absorción de un pasado complejo y mal comprendido resulte el surgimiento
de una escuela etnohistórica que pueda complacer a todos, pero debemos estar preparados para
una etapa de madurez en el que la etnohistoria pueda arrojar resultados contenciosos y divisivos
sin que esto amenace su solidez epistemológica.
Estudio muy reciente (desde el año 2005 al 2010) en donde el autor teoriza sobre los aprendizajes
en relación a los métodos y técnicas de investigación en etnohistoria sobre las relaciones
humanas, con el fin de presentar un modelo reflexivo basado en la articulación de lo cognitivo con
las emociones y los sentidos, una perspectiva que nos lleva a los intereses e inquietudes actúales
de la línea de investigación.
Relata como en su trabajo de campo en el Cuzco (Perú), se hicieron inevitables una serie de
reflexiones teóricas y metodológicas sobre la eventual construcción de su tesis de licenciatura en
Antropología Social. En primer término, el ritual de paso del investigador, de una cultura propia tal
como la chilena a otra (esencialmente nueva) tal como la peruana. En segundo lugar, las
dificultades que todo antropólogo sortea para darse a entender y entender el nuevo mundo que
<entra> en su vida. Y, por último, la ambición de desarrollar un análisis de los datos etnográficos
de un microcosmos de 20 personas entrevistadas (fuera de las obras bibliográficas consultadas)
que fuese pertinente, empático y profundo.
Se presentó por primera vez en el año 2005 como avance de un estudio más exhaustivo, Beatriz
Vitar abre el comienzo de una serie de trabajos que muestran el quehacer etnohistórico en
América Latina, en su caso, en Argentina.
Basado fundamentalmente en la producción <etnográfica> de la Compañía de Jesús relativa al
Chaco indígena (siglo XVIII).
En este trabajo se aborda la vida de las mujeres en las diversas etnias de dicha región, así como
la particular visión de los jesuitas sobre el mundo femenino. Se analizan de modo paralelo el
discurso y las prácticas misioneras como un modo de construcción de las diferencias de género.
La autora nos ofrece un trabajo de campo sobre una feria popular de sanación celebrada en el
2006, que tenía una serie de reminiscencias antiguas que la incitaron a intentar responder a la
pregunta ¿Cómo se curaban los indios del Cuzco colonial allá por los siglos XVI y XVII?
Las referencias de algunos cronistas y nuestro trabajo sobre las prácticas indígenas sobre la forma
de tener hijos nos colocan en la línea de entender el sentido de muchas permanencias y de los
sutiles hilos que unen al presente con la tradición de mediana y larga duración.
T. 6
DIVERSIDAD CULTURAL ENTRE LOS INMIGRANTES PERUANOS EN
MADRID.
María Asunción Merino Hernando
Resumen: El texto de Asunción Merino nos lleva a un campo de actualidad más próxima donde
la autora hace un análisis de los criterios que organizan la sociabilidad de los inmigrantes limeños
en Madrid, devotos del Señor de los Milagros.
Este artículo indaga sobre el proceso de <reterritorialización> cultural, expone las continuidades
latentes que aparecen en las categorías de identificación y diferenciación puestas en juego en sus
relaciones sociales, y la relevancia de los contextos locales, de origen y de llegada, en las distintas
maneras en que estos inmigrantes experimentan su pertenencia nacional.
Contexto de análisis: el caso de las hermandades del Señor de los Milagros en Madrid como uno
de los espacios sociales más visibles que los peruanos han construido en la ciudad.
A través de entrevistas y de observación, ha tratado de reconstruir la sociabilidad de los
hermanos: cómo se estructura, cuáles son sus componentes, cuáles los criterios y contenidos.
A partir del análisis de las relaciones sociales de tres profesionales peruanos (una pareja y un
joven soltero) que emigraron a Madrid en momentos distintos y proceden de zonas diferentes de
Lima Metropolitana, pretende mostrar en al artículo la relevancia de los contextos locales, tanto
de partida como de llegada, en la producción de localidad de los sujetos migratorios.
Entre otras coordenadas que organizan su sociabilidad en el nuevo espacio, las múltiples
estratificaciones y diferenciaciones, sociales y culturales, que estos inmigrantes marcaban entre
sí en Perú se reproducen ahora y configuran distintas maneras de ser “peruano” en el ámbito local.
Empieza presentando las transformaciones de Lima Metropolitana durante las últimas décadas,
que explican la enorme complejidad y diversidad de la sociedad limeña.
A continuación, expone los diferentes orígenes socioeconómicos, culturales y de barrio de los
limeños en Madrid, lo que constata la diversidad de los contextos de partida de estos inmigrantes
(si frente a los españoles son “peruanos”, entre ellos se califican de diferentes maneras. Lo social,
lo cultural y lo económico se mezclan de modo que es imposible separarlos a nivel local).
Objetivo del artículo: ofrecer una panorámica sobre relatos e historias de vida en relación a los
procesos migratorios.
El artículo se centra en relatos e historias de vida a partir de grandes categorías: América,
Centroeuropa, y España.
Metodología: para ilustrar los procesos de inmigración o emigración, se han utilizado relatos
autobiográficos individuales o múltiples, y dentro de los múltiples los paralelos y/o cruzados.
En los años 60, Juan Francisco Marsal, sociólogo, se interesa por el gran drama del retorno de
los emigrantes: arrastrados por el mito del indiano enriquecido se lanzan a la aventura de las
Américas. Buscando biografías se encuentra con J. S., pseudónimo de un pobre inmigrante que
después de vegetar durante treinta y dos años por Argentina había regresado, sordo, solo y pobre,
y malvivía totalmente marginado por su familia, en un pueblecito de las afueras de Barcelona.
La obra, clásica, "Hacer la América. Biografía de un emigrante", es un contramito del indiano.
Juaco López Álvarez ha publicado un artículo "Cartas desde América. La emigración de los
asturianos a través de la correspondencia 1864-1925", donde aborda la temática de los
jóvenes que buscaban fortuna en ese continente. Situando que las emigraciones más numerosas
sucedieron a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX, dirigiéndose a Cuba, Argentina
y México. Entre las causas estaban huir de la pobreza, expectativas de enriquecerse, librarse del
servicio militar o de la guerra de África.
El autor recurre como fuente a las cartas que se cruzan los miembros de una familia, en donde se
interesa por las relaciones de sociabilidad a las que se incorporaban al llegar así como los fuertes
vínculos que se seguían manteniendo con el lugar de origen. Se estudia el desencanto que la
nueva vida genera al emigrante, la presión social a la que se sometió a muchos exigiéndoles un
enriquecimiento que no llegó nunca.
La historia del pastor Beltrán París, que triunfa en Wyoming, tras trabajar duro, es la única que
recoge la de un emigrante que tuvo éxito y no volvió a su región de origen, en este caso, el País
Vasco.
A partir de 1958, el gobierno español decide cambiar su política, lo que conlleva la superación de
la autarquía y la progresiva integración del Estado español en la economía de mercado, con el
correspondiente milagro del desarrollismo de los años sesenta. En este contexto se produce
el abandono del lugar de origen de los habitantes de las zonas más deprimidas en dirección a
aquellos lugares en los que se da un proceso de industrialización, donde se necesitaba mano de
obra barata y sin cualificación. Las tierras de promisión fueron Cataluña, País Vasco o Madrid, y
también Centroeuropa, Francia, Suiza y especialmente Alemania.
En 1973 el gobierno alemán prohibía la contratación de trabajadores extranjeros, junto a la crisis
del petróleo, las dificultades económicas y políticas en América Latina y el creciente desarrollo
económico de España, impulsaba a muchos emigrados a regresar.
Víctor Canicio, escritor español que vivió muchos años en Alemania, nos ha dejado una buena
historia de emigración protagonizada por Pedro Nuño (pseudónimo), en un libro titulado: Vida de
un emigrante español. El testimonio auténtico de un obrero que emigró a Alemania (1979).
Se destacan como temas la vivienda, el trabajo, las actitudes racistas de los alemanes, la nostalgia
de la propia tierra y la importancia de los grupos de sociabilidad inmigrante.
El factor económico será absolutamente clave en todos los casos como desencadenante de la
decisión de emigrar y el llamado “efecto demostración” ocupará un lugar importante. Se puede
resaltar, además, la dificultad en la condición de retornados, donde afloran los mismos problemas
de reinserción, pero ahora en la sociedad de origen.
Els altres catalans, de Francisco [Paco] Candel (2002) sobre la emigración de los años
sesenta. Expone que entre 1921 y 1927 se dieron una serie de oleadas de emigración a
Barcelona, motivadas por la construcción del Metro y de la Exposición Universal de 1929, con
procedencia mayormente de Murcia, en lo que posteriormente, ya en los años cincuenta, se
mezclaron con los andaluces y extremeños que llegaban a la búsqueda del paraíso
Recomençar la vida. Una memoria del procès migratori de les dones de Reus (1950-1970),
de Lídia Martínez y Jordi Roca (2004) añade la mirada y la perspectiva del género. Desde otra
perspectiva, los autores comparan las tres grandes fases del proceso migratorio con las tres fases
de los ritos de paso: separación, margen y agregación
Cuando hice las maletas. Un paseo por el ayer (1997) es la autobiografía del sindicalista y
político José Luis López Bulla, que emigró a Mataró, de joven, desde su Andalucía natal, y donde
se pregunta cuándo se produce la integración del emigrante en la sociedad de acogida.
II. Inmigrantes.
En los inicios de los años ochenta del siglo XX, se produce una transformación en las dinámicas
migratorias, en las que el Estado español deja de ser tierra emisora de emigrantes, para
convertirse en un centro receptor. Paralelo a un proceso de retorno de emigrantes españoles en
los setenta, empieza a registrar una lenta y continua entrada de inmigrantes marroquíes,
latinoamericanos, portugueses y senegaleses, que se unen a los europeos jubilados y
pensionistas. El fenómeno tiene unas repercusiones económicas, sociales, políticas y culturales
de primer orden, con la aparición de problemas sociales que afectan a nuestra sociedad.
La autora Eugenia Ramírez Goicoechea, aborda en “Inmigrantes en España: vidas y
experiencias” (1996), un completo estudio en diferentes comunidades del país, los temas
reiterados en anteriores trabajos, insistiendo en las redes de inmigración (formales e informales)
a las que acuden y las instituciones y centros de acogida con que cuentan.
“Mirando desde fuera. Historias de migración” (1999), del Colectivo Algarabía de Almería,
centra su interés en una única provincia, Almería, y narra las vivencias de ocho inmigrantes.
María Jesús Criado en “Historias de vida de migrantes” (2001), desarrolla la idea de que
marchar, de cambiar de lugar, es algo casi consubstancial con la humanidad y lo relaciona con el
deseo de vivir bien: quien vive satisfactoriamente no emigra, y sí lo hace quien piensa que puede
vivir mejor en otro lugar.
Analiza que la entrada del extranjero en el propio horizonte cotidiano del que recibe se acompaña
normalmente de un halo negativo y peligroso: se produce una construcción social del extranjero.
El rechazo social y político se vive en términos de invasión y amenaza, el inmigrante se asocia a
la alarma que genera por supuesta competencia laboral y social y su imagen negativa, que
además es magnificada por los medios de comunicación.
En cierta medida, en los textos tratados, se reconoce que cada persona es diferente y su vida
única, pero se tiende a situar el análisis de los procesos migratorios en un ámbito
socioantropológico en el que se buscan las estructuras comunes, y esos itinerarios se repiten una
y otra vez.
Otros tres textos que enfatizan el carácter individual y único del proceso.
Carmen Luque, en una publicación del año 2000, no habla de números sino de personas. La
elección de los protagonistas del libro ha sido completamente subjetiva. Son personas que no
representan a ningún colectivo, ni son la voz de ninguna asociación.
Los dos últimos textos que vamos a comentar tienen ambos un carácter autobiográfico y en cierta
medida son la cara y la cruz de una misma historia. El primero, Diario de un ilegal (Nini 2002),
sobre el inmigrante que decide regresar, y un caso contrario, “Enlloc com a Catalunya”. Una
vida guanyada dia a dia (2005), y está escrito por Mohammed Chaib, el primer diputado
marroquí en el Parlament autonómico catalán.
EL USO DEL ESPACIO VERDE URBANO: ENTRE LO PRIVADO Y LO
PÚBLICO, ESTÉTICA Y RENDIMIENTO ECONÓMICO. LA CASA DE CAMPO,
PARQUE DE MADRID.
Waltraud Müllauer
Analiza la dimensión estética y la -muchas veces poco conocida- dimensión económica del
parque de la Casa de Campo en Madrid. El trabajo muestra los intentos (en varias ocasiones
fallidos) de buscar un rendimiento económico de los espacios de recreo de la Corte española, a
veces fruto de una inoportuna necesidad de visibilizar por tratarse de las “tarjetas de visita” de
riqueza y poder del Estado, tanto en su uso aún privado por la Corte, y, más tarde, como espacio
público y parque municipal.