Вы находитесь на странице: 1из 26

T.

1
INTRODUCCIÓN
Waltraud Müllauer

La investigación antropológica (tradicional) se desarrolla en un contexto histórico en el cual


excepcionalmente investigadores e investigados comparten horizontes históricos o culturales.
Este encuentro ocurre en un terreno definido por las relaciones políticas de poder, colonialismo y
cuestiones de globalización. La concepción de etnohistoria como línea de investigación era, en
sus inicios, la de una investigación histórica plenamente empírica. De esta manera se podía
interpretar en clara oposición al enfoque evolucionista de la antropología histórica.

Clark Wissler propuso el término Ethnohistory en el 1909 para distinguir la investigación histórica
concreta de la antropología evolucionista.

Los inicios de la etnohistoria como línea de investigación, a principios de los años 60 del siglo
pasado muestran geográficamente cuatro ámbitos de dedicación intensa:
- Estudios de Ethnohistory en los Estados Unidos
- Ethnohistoire de École des Annales en Francia
- Ethnohistorie en Viena
- La teoría y método del materialismo dialéctico de la etnología histórica en la temprana
Unión Soviética.

La distinción entre historia y antropología se ha enfocado desde la perspectiva de la dicotomía


entre la interpretación ideográfica que se centra en lo específico, lo único, y la nomotética que
presta atención a lo general, lo abstracto. El interés histórico dentro de la antropología ha servido
como estímulo a los representantes de antropólogos e historiadores para esclarecer similitudes
metodológicas entre ambas disciplinas. Autores como Lévi-Strauss o Evans-Pritchard creen que
las diferencias se deberían buscar más en la orientación que en la finalidad de la investigación.
Las disciplinas se solapan en tantos aspectos que sus diferencias suelen ser expresadas en
términos de estilo, no de discrepancia de método.

La génesis del término “etnohistoria” no es clara y su aplicación varía generalmente en los


contextos a los que se aplica. Sturtevant sugiere tres dimensiones básicas que definen la
caracterización de la etnohistoria:
1. Su centro de interés en las condiciones históricas de las culturas.
2. El uso de sus tradiciones, escritas y narradas, como fuentes primarias.
3. El énfasis en la existencia del cambio de las culturas estudiadas (dimensión diacrónica).

La definición de etnohistoria depende primordialmente de consideraciones metodológicas. Se


puede definir la etnohistoria como conjunto de métodos y técnicas especiales para estudiar la
cultura, a través del análisis de tradiciones escritas y orales, y que se complementan no solo para
la arqueología, sino para los estudios lingüísticos, la etnografía y la paleobiología.
Su metodología se distingue por su eclecticismo, ya que su análisis de documentación está
formado por la combinación de las técnicas de acopio de datos aplicados en arqueología,
etnología, lingüística y demás campos afines.
Es pertinente insistir que la Etnohistoria no es la mezcla y unión de la antropología con la historia,
sino que se debe a la utilización antropológica de fuentes y datos del pasado para precisar la
dimensión temporal.
(Areces, 2008).

LA ETNOHISTORIA Y LOS ESTUDIOS REGIONALES


Nidia R. Areces

Objetivo central del ensayo: reflexionar acerca de la etnohistoria y de sus aportes para los estudios
regionales pensando en los modelos teóricos que la sustentan. Incluye, además, una apuesta a
favor de las prácticas interdisciplinares en las ciencias sociales.

Analiza los conceptos de clases y etnias como conceptos centrales que atraviesan las ciencias
sociales. Se añade, además, la interacción social como una nueva perspectiva metodológica.

Se entiende la etnohistoria como un campo del saber, cuya atención se concentra en un cierto
grupo de sociedades a las que estudia con específicos códigos y con un multiforme corpus de
información. En este sentido, sus dimensiones analíticas permiten que ésta sea instrumentada
para estudiar no sólo situaciones y momentos históricos variados sino, particularmente, la
conformación histórica de las sociedades regionales.

HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE ARCHIVO


Trias Mercant

No podemos confundir la historia y la antropología, pero podemos decir que coinciden sobre todo
cuando toman como punto de partida el archivo.

La constitución de la antropología de archivo se propone en la línea de tender puentes entre


ambas disciplinas, no obstante, es necesario tener en cuenta que la metodología será
completamente distinta a la antropología de campo (que exige un compromiso sostenido con la
comunidad). La antropología de archivo, en cambio, se fundamenta en un distanciamiento entre
el antropólogo y sus objetos de conocimiento.

Concepto de archivo: existe un acuerdo de mínimos por el que se establece que sólo los
documentos conservados por su valor permanente son archivo, es decir, los llamados
estrictamente fuentes documentales y fuentes diplomáticas.
Antropológicamente, el archivo comporta dos dimensiones:
1. Pragmática: es una reserva de información que puede ser objetivamente manipulada,
diseccionada, reutilizada para propósitos determinados independientemente del texto mismo o
sus circunstancias.
2. Teórica: es una categoría antropológica que determina una concepción documental de la
cultura y orienta metodológica y epistemológicamente la investigación.

El archivo da una existencia física a la historia y nos pone en contacto con la pura historicidad,
porque su valor no depende de la significación de los acontecimientos, sino de la representación
de quien lo manipula e inspecciona.

Tiene una triple semántica:


a) Archivo de área (cataloga y compara rasgos culturales)
b) Archivo folk (registra un pasado popular de tradición oral)
c) Archivo histórico (testifica la vida de una sociedad. Surge con el objeto de ordenar y clasificar
los antiguos depósitos documentales y ofrecer a la historia una base fundamental)

El debate sobre las fronteras entre antropología e historia ha llevado a fijar una tierra neutral en la
que ambas ciencias coinciden sin identificarse.

Diferencias entre antropología histórica, etnohistoria y antropología de archivo:

Antropología histórica:
Dos posiciones enfrentadas, una la hace coincidir con la historia étnica y la otra la considera dentro
de la historia científica.
Etnohistoria:
Para sus fundadores su origen es un método para el estudio de los pueblos ágrafos, pero existen
múltiples opiniones:

- Aquellos que consideran la etnohistoria como un falso problema, porque cualquier análisis
del pasado es exclusivamente historia o porque el estudio de los pueblos ágrafos es
objeto de la etnología.
- Los que reducen la etnohistoria a suministrar datos acerca de culturas pasadas y recursos
y técnicas antropológicas a la historia.
- Los que identifican etnohistoria y antropología de archivo.

Freedman plantea la posibilidad de una doble etnohistoria:


Etnohistoria como ejemplo de la historia (responde a intereses locales, étnicos y nacionales).
Etnohistoria como rama de la antropología (comporta tres versiones)

Antropología de archivo:
Es antropología en su acepción más amplia (como un discurso crítico que muestra culturas) y más
restringida (como explicación de las diferencias culturales entre grupos humanos).
También es una antropología que tiene en su campo de información exclusivamente el archivo.
Semejanzas entre antropología de archivo, antropología histórica y etnohistoria:
Su implicación epistemológica con la historicidad.
Diferencias entre antropología de archivo y antropología histórica:
El concepto de historia es de mayor extensión lógica que el de archivo.
Diferencia entre antropología de archivo y etnohistoria:
La etnohistoria busca la reconstrucción histórica de las sociedades ágrafas y la antropología de
archivo se compromete en el análisis de las sociedades con abundante documentación escrita.

DIÁLOGOS, ENCUENTROS Y MIXTURAS. RELACIONES ENTRE LA


ANTROPOLOGÍA Y LA HISTORIA
Fernández de Mata

Introducción: necesidad de la presencia de la antropología en los trabajos de investigación


histórica.
La historia y la antropología comparten objeto (la vida social) y propósito (una mejor comprensión
del hombre). Su método sólo varía en cuanto a la dosificación de los procedimientos de
investigación y sus perspectivas son complementarias (la historia organiza sus datos en relación
con las expresiones conscientes de la vida social y la antropología con las expresiones
inconscientes).

Procesos de acercamiento:
a) La historia hacia la antropología:
Años 20: Annales d’histoire éconómique et sociales. Dio origen a un nuevo tipo de historia. Se
alejaban de la historia política para analizar estructuras y representaciones colectivas
incorporando elementos de otras ciencias sociales.
Después de la II G.M: Los Annales sufren un cambio de orientación hacia campos más
sociológicos o antropológicos. Nuevo interés por al análisis de las estructuras mentales, la vida
cotidiana, la cultura material…

b) La antropología hacia la historia:


Años 20: Insistencia de Malinowski en el trabajo de campo y la observación participante. Un
nuevo método más científico que sin embargo no podía aplicarse al pasado.
Los mayores esfuerzos por superar esta dicotomía entre antropología e historia provienen de dos
ámbitos:
1. Reacción autocrítica en los años 80 en el campo anglosajón para superar el exceso de
presentismo.
2. La etnohistoria (cierta confusión con la antropología histórica, aunque ambas representan un
espacio común de investigación con idénticos materiales, fines y métodos. Es la referencialidad
del punto de partida del investigador lo que confiere un sentido al uso de un término u otro).
Posible definición de Etnohistoria como campo científico: Intento de reconstrucción de la
vida de los pueblos aborígenes antes y después del contacto con los europeos a través de fuentes
documentales, orales y arqueológicas, usando el marco conceptual y el enfoque de la
antropología.

Origen de la etnohistoria. Dos focos:


- El austro-alemán: en un primer momento autores difusionistas como Bastian y Ratzel, pero
cobra fuerza a partir de la corriente histórico-cultural alemana con Frobenius y Graebner. El
resultado hoy en día está en el Instituto de Viena, participando de lo que conciben como historia
cultural.
- El norteamericano: Clark Wissler acuñó el término en 1909. La promulgación de la Indian
Claims Act en 1946 fue el motor de desarrollo de tales estudios, dedicados a la historia de los
pueblos indígenas de territorio estadounidense. Cobran fuerza después de la II G.M. con un
sentido distinto al de la Escuela de Viena, enfatizando el uso interdisciplinario de la historia y
antropología para comprender las culturas del pasado en sus propios términos.

Proceso de definición de la Etnohistoria:


-Al principio ya se distinguía de la historia académica convencional por el uso crítico de conceptos
y materiales etnológicos.
-Otros lo centraban en los protagonistas anónimos de la historia (ignorados por la historiografía
convencional).
-Y otros en la forma en que una cultura trata de reconstruir el concepto de pasado.

Finalmente se hizo esta distinción:


Etnohistoria: para antropólogos que hacen de la historia su espacio de indagación
Antropología histórica: para historiadores que trabajan categorías antropológicas.

Puede decirse que hoy día esta distinción ha perdido su vigencia para convertirse ambos términos
en fenómenos intercambiables. No se debería buscar la relación entre la antropología y la historia
porque no debería haber una división entre ellas. Una teoría de la sociedad que no es al mismo
tiempo una teoría de la historia no puede ser una teoría.
No se trata de invadir u ocupar espacio asignados a otras materias, sino de la colaboración
interdisciplinar para un mejor cumplimiento de la aspiración holística de las investigaciones.
T. 2
ETNOHISTORIA EN EL ÁMBITO ALEMÁN

Resumen:
Como reacción al fracaso definitivo (1956) de la “Escuela Vienesa” (Áreas culturales) bajo el
liderazgo del padre W. Schmidt se comienza desde los años 70 del siglo pasado en Viena a
apostar por el desarrollo de la investigación etnohistórica como subcampo de la antropología
regional bajo la consideración especial de fuentes escritas, fuentes pictóricas y tradiciones orales.

En este capítulo se analizan los textos generados en el marco del Instituto de Antropología Social
y Cultural a lo largo de los últimos 40 años; los avances y retos metodológicos en la elaboración
de dos líneas complementarias, una Historia estructural combinada con los avances en el campo
de la Historia oral para superar el reduccionismo culturalista y la perspectiva distorsionada, tal y
como Karl Wernhart consideró la etnohistoria convencional de estos años.

Desarrollo:
Wilhelm Schmidt era el representante y fundador de las Escuelas misioneras de la orden SVD
(Societas Verbi Divini), que fomentó la expansión de la antropología defendiendo una separación
entre etnografía y antropología física.

En el año 1929 surgen dos institutos independientes, el Institut für Völkerkunde (etnología) y el
Institut für physische (antropología física).
Schmidt y Koppers diseñaron juntos la “Escuela de Viena”, denominación de la orientación
científica del instituto de etnología. Su línea de investigación estaba marcada teológicamente,
destacando la visión de que los pueblos más primitivos fueron los más cercanos a la creación de
Dios. A través de aquellos pueblos se quiso justificar la presencia de un monoteísmo original.

Entre los años 1950-60, el instituto de etnología busca renunciar a la escuela de Viena. Se
comienza a diseñar la rama de la etnohistoria y el instituto busca tomar una nueva orientación
empírico-histórica.

A partir de los años 70-80, en el instituto vienés, hasta entonces centrado en el historicismo de la
disciplina, se producen dos nuevos enfoques teóricos en el instituto: uno se centra en la dimensión
social y otro en la cultural. Además, se aspira a difundir y participar con un papel más activo en el
ámbito internacional y recuperar así el prestigio.

A finales de los años 90 se produce un cambio en la denominación del instituto que busca hacer
hincapié en un pluralismo contextual de tradiciones científicas e incluir los campos de
investigación coetáneos.
A partir del cambio de siglo, la tarea del análisis crítico de la propia historia institucional, la nueva
orientación internacional y la alta calidad de investigación y docencia impartida han cobrado
reconocimiento internacional.

Rechazo de la “Kulturkreislehre” en Viena: nuevas corrientes metodológicas:


En los años 20 y 30, el Instituto llegó a la cumbre del reconocimiento internacional con la llamada
“Escuela de Viena” o, lo que es lo mismo, Kulturhistorie creada por el Padre Schmidt.
Su impresionante sistema de Kulturkreise (círculos culturales) fue una valiosa y audaz apuesta en
su tiempo. La idea era, con la ayuda del método histórico creado por Fritz Grabner en el campo
antropológico y los Kulturkreise que se fundaron en ese método, ofrecer una visión profunda
histórica de la historia de la humanidad. De allí quiso, a través de especulaciones evolucionistas,
llegar a la descripción más objetiva posible de la evolución histórica de los pueblos primitivos.

Las teorías de Schmidt fueron perdiendo influencia con el tiempo. Algunos de los más importantes
colaboradores de Schmidt empezaban a quejarse del modo en que éste transformaba sus datos.
El año 1952 fue el inicio de la caída de la Kulturkreislehre, que tuvo su renuncia definitiva en el año
1957 por Haeckel.
A partir del año 1962 se puede decir que el instituto vienés puso su energía en el campo de los
estudios etnohistóricos, campo teórico que se convirtió en terreno de investigación importante
durante las décadas de los 60 y 70 en la Universidad de Viena.

Periodo 1962-1975: fase constitutiva de la etnohistoria en Viena como nuevo enfoque de


investigación. Durante estos primeros años de transición se inclinaron en la investigación exacto-
histórica de las fuentes, con interés en los relatos históricos de etnias.

Periodo 1975-1985: Werhnart centraba su trabajo en mejorar la metodología de la etnohistoria.


Por un lado, observar la validez y el uso de los términos “función y estructura” por el método
etnohistórico y, por otro, combinar las corrientes de la historia estructural y la historia oral como
complemento necesario para la superación de la estrechez culturalista y la distorsión de
perspectiva que padecía la etnohistoria.

Periodo 1985-2004: El enfoque transcultural en etnohistoria.

RELATO BIOGRÁFICO: HUGO OBERMAIER FALTA desarrollo

El texto entra en la clase de fuentes “relatos biográficos” y retrata al personaje Hugo Obermaier
dentro de la evolución de la Antropología Española, que arranca hacia finales del siglo XVIII. Entre
los años 1910 y 1938 Obermaier introdujo en la universidad española la metodología histórico-
cultural, que tuvo una gran importancia en la concepción de una “historia primitiva del hombre”,
configurada ésta según las ideas postuladas por el P.W. Schmidt.
T. 3
DESARROLLO DE LA ETNOARQUEOLOGÍA Y LA ETNOHISTORIA EN
ESPAÑA
Matilde Fernández Montes

Resumen: Enumeración exhaustiva de las fuentes con interés etnohistórico y etnoarqueológico


en España y los hitos principales de su desarrollo.
Trata desde el surgimiento conjunto de la prehistoria y la etnología a finales del siglo XIX y las
aportaciones de España a este fenómeno a través de tres importantes hallazgos: el paleolítico en
las terrazas del Manzanares, el arte prehistórico en la cueva de Altamira y el descubrimiento de la
Dama de Elche.

Prosigue con la visión de la península Ibérica plasmada en escritos de griegos y romanos, los
pueblos que identificaron, su caracterización y la utilización de estos datos por los antropólogos
de la primera mitad del siglo XX en su búsqueda de las identidades étnicas españolas.

De la Edad Media y Moderna, destaca en primer lugar la propiedad, reparto y uso de la tierra con
la formación de paisajes característicos, asociados a algún tipo de explotación tradicional del
medio y las transformaciones sufridas cuando las circunstancias históricas se alteran.

Prosigue con la enumeración de las fuentes con valores etnohistóricos desde la Edad Media
cristiana a la contemporánea, incluyendo ordenanzas, fueros, cartas pueblas, diccionarios
geográficos, relatos de viajes, etc.

A partir del siglo XVII raro era el reino o ciudad de cierta envergadura que no tenía una historia
confeccionada por algún erudito local, aunque con el objetivo de ensalzar el lugar del que
hablaban existía una tendencia clara a la exageración y muchas veces no contaban además con
una preparación intelectual suficiente que les permitiese aplicar la debida metodología científica.

En la actualidad se da una revalorización e interés por el conocimiento y uso de las fuentes


arqueológicas e históricas en busca de las identidades locales y autonómicas por parte de
investigadores. En ocasiones se trata de iniciativas personales, pero también pueden ser
encargos o peticiones realizadas por las instituciones del lugar.

Desarrollo:
Etnoarqueología y fuentes protohistóricas para el conocimiento de los pueblos
primitivos.
El origen de la Prehistoria como ciencia y su división en 3 edades (Piedra, Bronce y Hierro) se
produce gracias a los primeros descubrimientos arqueológicos que se suceden desde la primera
mitad del siglo XIX.
Desde el último tercio del siglo XIX a las primeras décadas del XX, una serie de hallazgos
arqueológicos tuvieron un papel decisivo en el desarrollo de la prehistoria en España y que, dentro
del contexto romántico del XIX, traerán consigo el surgimiento de la etnología, ya que la búsqueda
de los orígenes de la raza hispana se convirtió en una de las principales metas de la disciplina.
El origen de la prehistoria peninsular estuvo marcado por temas como el origen del hombre y el
evolucionismo que planteaba la disyuntiva entre la Ciencia y la Fe. O la acuñación del propio
concepto de prehistoria.

3 descubrimientos de la época:

1. Las terrazas del Manzanares


En la confluencia de los ríos Jarama con el Manzanares y el Henares se descubrió un único
yacimiento que fue utilizado durante todo el Paleolítico desde hace unos 600.000 años como
talleres de desvastado (el hombre se acercaba allí para abastecerse de la materia prima que
tallaba en el mismo lugar, pero no era allí donde vivía).
2. Las cuevas de Altamira
Su hallazgo, sobre el año 1880, fue demasiado pronto, porque aún se estaban descubriendo las
bases teóricas para el desarrollo de la prehistoria y su periodización, y la comunidad científica
nacional e internacional no creyó al hombre que las descubrió. Hasta que empezaron a aparecer
cuevas similares en el sur de Francia y se reconoció el error a principios del siglo XX, sobre el año
1902.
Hoy sabemos que las pinturas tienen una antigüedad de entre 12000 a 15000 años y pertenecen
al Magadaleniense, uno de los grandes periodos del Paleolítico Superior.
3. La Dama de Elche
Encontrada en Elche, en casa de un doctor en 1897, fue vendida al Museo del Louvre durante
estuvo expuesta durante más de 40 años. En 1941, gracias a un intercambio de obras de arte
entre España y Francia, se logra que la escultura quede en el Museo del Prado donde permanece
hasta 1971 cuando se traslada al Museo Arqueológico Nacional, donde sigue a día de hoy.
Si los descubrimientos de las terrazas del Manzanares o las cuevas de Altamira impulsaron el
nacimiento y desarrollo de la prehistoria en España, la aparición de la Dama de Elche nos introdujo
en el área de las influencias orientales y griegas, y nos proporcionó la primera identidad étnica a
la que poder adscribirse y reivindicar.

Civilización y barbarie de los pueblos protohistóricos:


La situación geográfica de la Península Ibérica ha hecho que sea mencionada en los escritos
procedentes de las grandes culturas y civilizaciones de Próximo y Medio Oriente.
Las primeras noticias proceden de los fenicios y griegos de Asia (Pueblos del mar) que se lanzan
a la navegación con fines comerciales. Los relatos se intensificarán y ampliarán a la costa del Mare
Nostrum cuando los griegos funden sus colonias y comiencen el comercio activo con esta parte
del Mediterráneo. Y más todavía a partir de la conquista romana.
Las fuentes procedentes de autores romanos dibujan un mosaico de culturas que se podrían
dividir en tres grandes grupos: Íberos, celtas y celtíberos.
Etnohistoria
Análisis etnohistóricos a partir de la edad media
Al llegar al periodo medieval, la documentación escrita se multiplica, convertida ya en la
herramienta necesaria para la regulación de la sociedad y la preservación de su memoria. Se trata
del registro por escrito de la constitución de nuevos modelos de organización social.
Además, su interés está reforzado porque somos herederos directos de las estructuras y pautas
sociales documentadas, de las identidades locales y regionales en las que nos inscribimos.

Metodología y problemática para el análisis de las fuentes etnohistóricas


Problemas al tratar de estudiar algunas localidades: no hallar ninguna referencia histórica hasta
tiempos muy recientes, o que la localidad haya cambiado de nombre.
Problema relacionado con su veracidad: como el fin con el que se redactaron fue de tipo fiscal, en
estos escritos existe una tendencia reiterada a la ocultación de datos o la disminución de las cifras
productivas. Sin embargo, en otros aspectos cuyo conocimiento no perjudica los intereses de los
vecinos se explayan más.
Mezcla de tradición oral: se incluyen muchas noticias que se avalan en los “usos y costumbres”
del lugar o en los relatos de personas ancianas que a su vez los han recibido de sus padres.

Formación y evolución del paisaje castellano


El paisaje rural es el resultado de las transformaciones que el hombre realiza en la naturaleza para
obtener todos los productos necesarios en el desarrollo de la vida social. Se trata de un paisaje
cultural y debe ser estudiado desde una óptica etnohistórica.
El periodo de expansión de los reinos cristianos tiene un enorme interés para el etnohistoriador
porque en la época, a medida que se van incorporando nuevos terrenos y poblaciones se están
estableciendo los modelos sociales y las pautas para la obtención de todos los recursos
necesarios para la subsistencia y desarrollo de la nueva sociedad, con la consecuente nueva
ordenación del paisaje.
Según el derecho político medieval, todas las tierras y localidades conquistadas pertenecen al
rey, pudiendo organizarlas o donarlas según sus intereses o criterios.
La toma de la Península por los reinos cristianos se prolongó desde el siglo VIII al XV. En este
periodo se aplicaron al menos dos sistemas administrativos diferentes para la distribución de la
tierra en Castilla, que han configurado dos prototipos de paisajes.
Notas: en el sur de España fue donde menos acceso a la tierra tuvo el campesino.

Valores etnohistóricos de las fuentes de la edad media a la contemporánea


Algunas han sido transcritas y publicadas (sobre todo a partir del siglo XIX) debido a su interés
histórico o a la exaltación de las tradiciones e identidades locales que buscan en la recuperación
de la historia del lugar sus señas identitarias. Otras ya nacieron como obras impresas, pero la gran
mayoría permanecen en los archivos desde donde progresivamente van siendo digitalizadas.
FUEROS: escritos casi siempre en latín medieval, regulan con todo detalle los derechos y deberes
que los monarcas otorgan a los habitantes de comunidades con cierta entidad (villas y ciudades).
CARTAS PUEBLAS: del mismo tipo que los fueros, pero para un enclave de menor envergadura.
ORDENANZAS DE VILLA Y TIERRA: cumplen las mismas funciones que los Fueros, pero están
destinadas a las comunidades de Villa y Tierra que fueron cedidas a la nobleza o el clero.
ORDENANZAS DE MONTES: dedicadas a regular el uso y aprovechamiento de los recursos
forestales. Contienen información valiosa sobre recursos naturales, minerales, vegetales y
animales, etc.

APORTACIÓN AL ESTUDIO DE LA ALFARERÍA FEMENINA EN LA


PENÍNSULA IBÉRICA: LA CERÁMICA HISTÓRICA DE ALCORCÓN
(MADRID)
Matilde Fernández Montes

Publicado por primera vez en el año 1997, la autora presenta un estudio centrado en noticias de
los siglos XVI aI XIX sobre la cerámica de Alcorcón (Madrid), que pone en evidencia el carácter
femenino de la actividad en la época y sus principales características, junto con la problemática
que acarreó su decadencia.
Además, al hilo de los datos aportados, se realiza una comparación y una reflexión generalizada
sobre la alfarería femenina en la Península Ibérica, comparando diversos centros y las posibles
migraciones que dieron lugar a su dispersión geográfica, que la autora postula como posible
explicación a su actual presencia en Mota del Cuervo (cuenca).

En los trabajos de tipo etnográfico lo normal es que los datos históricos, sobre el tema objeto de
análisis, se pongan al servicio de los obtenidos mediante el trabajo de campo, pero en esta
ocasión, Matilde Fernández Montes hace lo contrario; así su amplísima experiencia visitando
alfares y entrevistando a alfareros, adquirida tras minuciosas campañas de trabajo de campo en
Cuenca, Soria y Andalucía, se pone al servicio de la interpretación de los datos históricos sobre la
cerámica de Alcorcón.

T. 4
LA HISTORIA ORAL Y EL HISTORIADOR
P. Thompson
La historia oral es al mismo tiempo la más vieja y la más nueva forma de historia.
Aunque el historiador usa muchas clases de evidencia, Thompson resalta con una cita en su
artículo que toda historia fue primero historia oral.
El aspecto de novedad de la historia oral viene de la grabadora de cinta (ya no es necesario confiar
en las notas o en la memoria entrenada).

¿Por qué los historiadores han tardado tanto en aceptar la historia oral?
Los profesionales académicos de finales del s. XIX buscaban excluir a sus rivales estableciendo
habilidades especiales para sus disciplinas, por lo que enfatizaban la formación en métodos
particulares, en este caso el manuscrito (de ahí el slogan “sin documentos no hay historia”).
La reevaluación de las fuentes orales surge de los cambios en el mundo social después de
1945. Los dramáticos alzamientos políticos en África, Asia y Europa pusieron en el poder a grupos
y clases sociales sin una historia escrita.
De ahí comenzaron a salir los primeros estudios serios de fuentes orales para la historia, que se
reforzaron con la renovación de contactos entre la historia y las ciencias sociales.

Diversos autores, como Oscar Lewis, vieron el potencial de la nueva propuesta y no sólo tuvieron
acceso por primera vez a la experiencia de grupos sociales que habían estado excluidos de los
registros documentales, sino que fueron conscientes de que se abría la posibilidad de transmitir
la historia a través de la palabra de la gente común, una historia que respondía a la necesidad de
redescubrir raíces mediante las experiencias individuales compartidas.

Sin embargo, la historia oral presenta también dos dificultades:


la confiabilidad de la memoria y la representatividad.

El problema de la memoria, que sea selectiva y pueda estar dañada por la supresión
inconsciente, debe dirigir a los historiadores a mayores cuidados, a trabajar más y mejor la calidad
de la entrevista, y a evaluar el testimonio oral tanto en términos de su consistencia interna como
comparado con evidencias de otras fuentes.

Por otro lado, sabemos que los documentos dejados por el pasado no forman parte del azar, sino
que han sido seleccionados para la preservación, normalmente por grupos sociales gobernantes
o educados. Esos documentos reflejan la estructura de poder y los prejuicios de su tiempo. Y, en
cambio, poco se sabe de la información relativa a la población ordinaria.
Aquí aparece la importancia de la representatividad, en ser cuidadosos al decidir a quién
entrevistar y asegurar un balance de perspectivas.

Otros dos problemas relativos a la historia oral son la transcripción (que no es un medio de uso
práctico al ser caro y consumir tiempo) y la escritura del material (debido a la dificultad de
integrar las entrevistas de historia oral con otras formas de historia convencional).

Otras dos limitaciones son, además, el tiempo (ya que solo se puede recoger evidencia oral
sustancial y confiable para el periodo dentro de la memoria viviente directa) y los eventos (ya que
la fortaleza de la historia oral reside en describir lo que es normal, las redes sociales de la vida día
a día, que los incidentes excepcionales, en donde se enfocan mucho más los registros escritos
[no se centra tanto en lo que sucedió sino cómo sucedía]).

A pesar de todo ello, la historia de vida se mueve a través del tiempo con su propia narrativa,
cruzando las fronteras de temas interpretativos que tendemos a separar.
LA HISTORIA ORAL COMO HISTORIA DESDE ABAJO
R. Fraser

Crítica de Hobsbawn a la historia oral: el autor aprueba todas las formas de historia desde abajo
excepto la historia oral, ya que se basa en algo tan falible como la memoria y le falta una
metodología en general (necesitamos saber no sólo qué pasó, sino por qué pasó).
Considera el término Historia Oral como una técnica para la investigación histórica, aunque
prefiere el término Fuentes Orales.
Características de las Fuentes Orales:
-Están limitadas en el tiempo por la vida de los testigos, pero son casi inagotables en su extensión
(la vivencia humana).

-Suelen ser creadas entre grupos sociales que han sido privados (o no han tenido acceso a la
posibilidad) de crear sus propias fuentes: en general las clases o grupos no-hegemónicos.

Las Fuentes Orales se diferencian de las fuentes tradicionales de los historiadores por tres
motivos:

-Son la creación conjunta del testigo y del historiador


-Están basadas en los recuerdos del testigo en forma de narración
-Tratan de la vivencia de una persona singular

Describe tres metodologías que considera las más avanzadas en su intento de enfrentarse con
el problema de la memoria y la subjetividad a nivel histórico.

Metodología hermenéutica, caracterizada por la subjetividad, en el sentido de que la


significación de los hechos (que debe captarse a través de la narración) es más importante que la
recuperación de los hechos.

Metodología etno-sociológica, utilizan los relatos de vida con la finalidad de investigar las
relaciones, normas y procesos que estructuran la vida social, buscando pautas constantes.
Aunque la exactitud de los relatos de vida es de gran importancia para los etno-sociologistas y no
para los hermenéuticos, tanto unos como otros son capaces de utilizar aportaciones del campo
opuesto (los hermenéuticos no ignoran en total los datos aportados, ni los etno-sociologistas las
formas de la narración).

Metodología de Niethammer, donde la experiencia sustituye a la subjetividad y la única forma


de proceder es mediante una cantidad considerable de relatos de vida para ver si ciertas pautas
de respuesta subjetivas aparecen con regularidad para un periodo de tiempo específico.
Fraser destaca también la interdisciplinariedad de la Historia Oral que, en su propia praxis, puede
servir para romper las barreras bastante artificiales de las disciplinas académicas.
Además, todos los que utilizan fuentes orales saben que estas fuentes no bastan por si mismas,
hay una labor previa imprescindible que es la de la consulta de todas las otras fuentes primarias y
secundarias que pueden tener relación con su campo de investigación.
Distintos ejemplos sobre el funcionamiento activo de la memoria colectiva.

Aporta algunas consideraciones:


-En la entrevista nos encontramos más bien en el campo la interpretación que en el de la
explicación.
-Son los investigadores quienes han contribuido a investigar las fuentes que analizan, por lo que
de alguna manera el investigador tiene que estar presente en el texto final para así descubrir la
praxis política de la entrevista y en consecuencia entender el contenido ideológico de las
interpretaciones y su contexto.

Y dos ventajas:
-Es mediante la praxis del sujeto que las fuentes orales pueden captar mejor la experiencia y la
subjetividad para fines históricos.
-Las fuentes orales, además, ponen en duda la tendencia a enfocar la investigación sólo en
términos de lo que logró imponerse y nos permiten restablecer las contradicciones y
ambigüedades de situaciones históricas.

Su comentario final resulta ser una crítica a los historiadores que se dirigen solo a otros
profesionales historiadores olvidándose del resto del público, y que, por otra parte, utilizan fuentes
orales y se sobrepasan en sus análisis, olvidándose de que el origen de estas fuentes proviene
de personas y experiencias vividas.

EL ENFOQUE BIOGRÁFICO
D. Bertaux

Después de la II G.M. convivieron en el seno de la sociología norteamericana el surgimiento


paralelo del método de encuestas (survey research) y del funcionalismo parsoniano,
reduciendo así las otras formas de observación y teorización a una existencia marginal.
Lo que puso fin a esta doble hegemonía fueron los levantamientos sociales de finales de los
años 60, que, por su impacto ideológico masivo, lograron sacudir la base.
Ahora atravesamos un periodo pluralista en el cual ninguna noción, teoría o método puede aspirar
a la hegemonía.

Entre las nuevas formas de investigación sociológica se encuentran los relatos de vida.
Distinción entre:
Life STORY (relato de vida que designa la historia de una vida tal como la cuenta la persona que
la ha vivido).
Life HISTORY (historia de vida para los estudios de caso sobre una persona determinada,
incluyendo no sólo su propio relato de vida, sino también otras clases de documentos).
¿Por qué hablar de enfoque biográfico y no de método de relatos de vida? Porque el investigador
que empieza a recolectar relatos de vida creyendo quizás utilizar una nueva técnica de
observación en el seno de marcos conceptuales y epistemológicos invariables, se verá poco a
poco obligado a cuestionarse estos marcos uno tras otros.
Lo que estaría en juego no sería sólo la adopción de una nueva técnica, sino también la
construcción paulatina de un nuevo proceso sociológico, un nuevo enfoque que, entre otras,
permitiría conciliar la observación y la reflexión.

El campo actual del enfoque biográfico:


Los estudios sociológicos basados en relatos de vida presentan una gran variedad tanto según
las escuelas de pensamiento, el tipo de objeto sociológico o la población entrevistada.

Dimensiones estructurantes en las que se pueden clasificar estos diversos estudios:

-Según el tipo de objeto sociológico estudiado pueden ser socioestructurales (las estructuras
de producción, la formación de clases sociales, los modos de vida de medios sociales dados, etc.)
o de tipo sociosimbólicos (estudio de las religiones, mitos, ideología, etc.)

-Según el número de relatos de vida en los que se basa una investigación. El corte significativo
se sitúa en el punto de saturación, el cual es necesario sobrepasar para asegurarse de la validez
de las conclusiones.

[La saturación es el fenómeno por el cual después de un cierto número de entrevistas el


investigador tiene la impresión de no aprender nada nuevo, al menos en relación al objeto
sociológico de la entrevista].

Consideraciones sobre las preguntas metodológicas:


¿A cuántos entrevistar? La respuesta reside en el concepto de saturación, con la seguridad,
además, de haber diversificado al máximo los informantes.
¿Directivo o no directivo? La autobiografía escrita constituye la forma óptima de relato de vida, ya
que conlleva una conciencia reflexiva en el narrador. Los relatos de vida orales son una
aproximación, pero se dan más fácilmente.

Los relatos de vida orales se recogen en entrevistas, pero hay que ser conscientes de la
diferencia entre la orientación general de esta literatura (originada en el campo de la psicología
social, con interés sobre las actitudes e ideologías) y la orientación de la que hablamos aquí
(emparentada con el procedimiento etnográfico, donde se considera al interlocutor como un
informante y no interesa saber lo que él cree, sino lo que sabe).

La transcripción inmediata de las entrevistas, su examen en caliente y la totalización del saber


sociológico a medida que se acumula parece ser la via ideal. Mejora el proceso de formulación de
preguntas y permite la pronta aparición de la saturación.
Carácter incompleto de los relatos de vida:
Si el objeto es del tipo relaciones socioestructurales, el segmento de la vida que interesa es el que
ha sido vivido en el seno de esas relaciones.
Si, por el contrario, el objeto es uno u otro tipo de relaciones sociosimbólicas, puede ser esencial
conocer la totalidad de la existencia (aunque en este caso no interesa la vida como totalidad
concreta, sino la significación que le es conferida a posteriori).

El problema del análisis:


El proceso se relaciona mucho más con el de los antropólogos de campo que con el de los
sociólogos que realizan encuestas mediante cuestionarios. El análisis continúa a lo largo de toda
la investigación y consiste en construir progresivamente una representación del objeto
sociológico. Cuando la representación se estabiliza, se concluye el análisis.

Recopilación vs publicación:
La función del investigador es esencial, ya que suele ser él quien impone la forma autobiográfica
a lo que inicialmente no es más que la evocación de muchas escenas.
[Cuestionamiento sobre si la autobiografía es una forma occidental y burguesa]
Si los relatos de vida nos interesan es en la medida en que esas historias personales no son más
que un pretexto para describir un universo social desconocido. Esto significa que, una vez
adquirida, la postura autobiográfica debe transformarse, la mirada auto-gráfica debe
transformarse en mirada etnográfica.
Las grandes autobiografías indígenas pueden inspirarnos, pero no deben servirnos de modelo
sólo por el hecho de que más o menos propagan la ideología biográfica. Las formas de publicación
adecuadas al enfoque biográfico permanecen todavía a la espera de ser inventadas.

Valor sociológico de la experiencia humana:


En la época del doble imperialismo del estructural-funcionalismo y del survey research
(investigación por encuestas), los relatos de vida no eran considerados de interés sociológico.
El cambio se produce al reconocer en los saberes indígenas un valor sociológico. Tratar al hombre
ordinario no como un objeto de observación, de medición, sino como un informante y, por
definición, como un informante mejor informado que el sociólogo que interroga, es poner en duda
nuestro monopolio institucional sobre el saber sociológico y es abandonar la pretensión de la
sociología como ciencia exacta; monopolio y pretensión en los que reposa la legitimidad de la
sociología como institución.
Puesto que la experiencia humana es concreta; puesto que es experiencia de las contradicciones,
de las incertidumbres de la lucha, de la praxis, de la Historia, tomarla en serio es ponerse en
posición de aprehender no solamente las relaciones sociales (socioestructurales y
sociosimbólicas), sino también su dinámica, o mejor, su dialéctica.
Se exigirán amplios desarrollos para construir una etno-sociología dialéctica, histórica y concreta,
fundada sobre la riqueza de la experiencia humana. Pero el objeto de este artículo era mucho más
modesto, puesto que sólo intentaba hacer entrever dicha posibilidad.
HISTORIA ORAL COMO FUENTE EN EL CAMPO DE LA ANTROPOLOGÍA
ORAL EN ESPAÑA
Waltraud Müllauer

Texto elaborado en el año 1997 sobre los inicios de la Historia oral en España y su especial
aprovechamiento en nuestra disciplina, incluyendo los relatos biográficos y los estudios de vida,
preferiblemente sobre grupos marginados y de género hasta los primeros años del siglo presente.

La consolidación de la Historia Oral fue otro puente para el proceso convergente en las ciencias
sociales, de dar nuevamente al individuo la posición relevante (como objeto concreto del estudio),
la cual amenazaba con echarse a perder en la aplicación de excesivas abstracciones de la
concepción científica positivista. En esta concepción los hechos sociales no son otra cosa que
datos, los individuos, informantes o personas consultadas sin un trasfondo personal y, finalmente,
las relaciones sociales en simples conexiones entre las variables.

El artículo es uno de los resultados de una beca posdoctoral de la Universidad de Viena, dedicado
a la <traducción científica> sobre el status quo en varios campos de la antropología española,
apenas conocidos en territorio germanohablante. Nos ha parecido de interés su inclusión dado el
difícil acceso a una gran parte de las excelentes monografías sobre una <generación perdida>,
marcada y fallecida a causa de la droga, pero se ha ampliado la bibliografía de este artículo, para
dar una visión más completa sobre la obtención de datos sobre los temas centrales, y espejo vivo
de las nuevas preocupaciones temáticas en las ciencias sociales.

T. 5
LA ETNOHISTORIA EN AMÉRICA
E. Tavárez / K. Smith (2001)

En contraste con la historia, la etnohistoria en América sigue siendo concebida como una novedad
metodológica.
Tres tendencias principales:
1. Etnohistoria como disciplina híbrida resultante de la convergencia de cuestionamientos
antropológicos y metodologías históricas en la segunda mitad del siglo XX.
2. Etnohistoria como subdivisión de la historia.
3. Etnohistoria como parte de la antropología.
Podría afirmarse que los proyectos colonizadores europeos forman el inevitable punto de partida
del quehacer etnohistórico.
Cinco ensayos producidos por un grupo de investigadores cuyos trabajos representan un área
geográfica relativamente extensa (Mesoamérica, India, Perú y sureste de Estados Unidos).
Ensayos que pueden leerse como respuestas a cinco temas importantes que caracterizan a las
primeras generaciones de etnohistoriadores durante el último tercio de siglo y que se heredan a
las nuevas generaciones surgidas desde los 90:
1. Relaciones limitadas entre la antropología y la historia
2. Etnohistoriografía como aparato crítico y metodológico que permita reflexionar sobre las
tendencias en la investigación etnohistórica
3. Crisis de identidad de los etnohistoriadores
4. Problema con los etnohistoriadores autóctonos que investigan su propia cultura
5. Mejorar el diálogo entre etnohistoriadores latinoamericanos y estadounidenses.

Antropólogos e historiadores
Bernard Cohn “Un antropólogo entre los historiadores: un informe de campo”
Aunque la tarea de combinar la antropología y la historia pudiese parecer fácil, existen amplias
diferencias en el proceso de socialización, formación profesional y adquisición de supuestos
metodológicos por parte de antropólogos e historiadores.
A pesar de que el texto de Cohn fue redactado en los años 60, las limitaciones básicas en el
diálogo entre antropólogos e historiadores siguen reproduciéndose (aquí sería necesario tener en
cuenta que esta relación no siempre es provechosa).

Notas para una etnohistoriografía crítica: eventos y procesos.


Si la etnohistoria se concibe como una disciplina paralela e independiente de la historia,
necesitaría un aparato crítico y metodológico que permita reflexionar sobre las tendencias
principales en la investigación etnohistórica. Ese aparato, aun en vías de construcción, podría
llamarse etnohistoriografía.
Raymond Fogelson “La etnohistoria de los eventos y de los eventos nulos” 1988
¿Cómo construyen los historiadores un evento histórico? ¿Cuál es el papel que juegan o dejan de
jugar las percepciones de los actores históricos en la definición de tales eventos?
Para Fogelson, el significado histórico reside en el contexto social, simbólico y estructural que
permite a los miembros de diversas sociedades conmemorar (o suprimir) el pasado, no en una
narrativa o en una serie discreta de sucesos.

El leve desajuste existencial de los etnohistoriadores


La condición de ilegítima para la etnohistoria (que desajusta a los etnohistoriadores) proviene de
un doble rechazo.
Los antropólogos rechazan la etnohistoria por ser una forma parcial e indirecta de resolver
problemas antropológicos, y los historiadores pueden creer que da una visión incompleta para
aquellos que hacen historia con mayúscula. Por tanto, la etnohistoria quedaría relegada a una
posición institucional secundaria.
Cuenta con un número mínimo de espacios institucionales en el campo académico de
Norteamérica.
En México existen licenciaturas con una fuerte tendencia etnohistórica, así como diversos grupos
de etnohistoriadores.
En Estados Unidos existen programas de antropología o historia latinoamericana en algunas
universidades donde un etnohistoriador puede formarse, aunque profesionalmente se le
reconocerá como antropólogo o historiador.
El número de publicaciones donde proliferan contribuciones etnohistóricas es reducido.
María de los Ángeles Romero Frizzi “La historia es una”
Examina la crisis de identidad de los etnohistoriadores desde una perspectiva mesoamericanista.
Puede decirse que presenta una guía implícita para el desarrollo de nuevos objetivos de
investigación.
Presenta las estrategias de dominio colonial como el hecho histórico central que define, para bien
o para mal, el campo de acción empírico de la etnohistoria.
Presenta la existencia providencial de fuentes históricas en diversas lenguas y sistemas de
escrituras mesoamericanos como un punto ontológico de referencia absoluta.
Para ella la etnohistoria representa el estudio de fuentes en lenguas indígenas, por lo que la crisis
existencial del etnohistoriador desaparece al reconocer esta realidad. El dilema sería cómo llevar
a cabo el análisis en un contexto histórico colonial complejo.

El problema del historiador autóctono o la etno-etnohistoria


Etno-etnohistoria: problema que los etnohistoriadores formados en el mundo académico
profesional encuentran el confrontar la conciencia histórica de los historiadores locales dentro de
un grupo étnico o social bajo estudio.
¿Podemos llamar etnohistoriadores a los intelectuales autóctonos que investigan su propia
cultura? ¿Cómo conciliar la interpretación autóctona de un pasado reclamado como propio y la
labor sistemática pero foránea del etnohistoriador?
Frank Salomon “Una etnohistoria poco étnica: nociones de lo autóctono en una comunidad
campesina peruana”
Muestra interés en demostrar la complejidad de una definición autóctona de identidades locales.
Con su método busca llevar a cabo un proceso de contextualización de narrativas históricas
localistas.

Las fuentes en lenguas mesoamericanas y la “nueva filología” estadounidense


Los intereses de investigadores europeos y norteamericanos en una etnohistoria propia para
América Latina llevaron a los investigadores latinos a revalorizar la historia social y cultural de
grupos indígenas y a buscar vías para analizar el pasado prehispánico y colonial de las Américas
a finales del siglo XIX.
Durante las décadas de 1930 y 1940, algunas investigaciones empiezan a abrir espacios para una
nueva visión disciplinaria de la etnohistoria tanto en México como en Estados Unidos.
A partir de la década de los años 30, el estudio de fuentes coloniales con textos en lenguas
mesoamericanas empieza a emerger como una temática de investigación especializada dentro
de la investigación etnohistórica.
Estos esfuerzos continúan durante los años 40 y 50, gracias a nuevas contribuciones.
Hacia finales de los 60, el mayor interés en esta corriente etnohistórica corresponde al Valle de
México y otras áreas de habla náhuatl. Esta orientación geográfica y lingüística cautivó a un grupo
de especialistas estadounidenses que crean una corriente novedosa (dedicada al estudio
sistemático de todo tipo de fuentes coloniales en lenguas mesoamericanas) en el mundillo
conservador de los historiadores norteamericanos.
Matthew Restall “Filología y etnohistoria: una breve historia de la “nueva filología” en
Norteamérica”
Esta corriente (la nueva filología) surge a mediados de los años 70 en el mundo académico
norteamericano.
En contraste con la cooperación y comunicación que existió desde los años 30 hasta los 60 entre
el reducido grupo de especialistas mexicanos y estadounidenses, la nueva filología responde a
los intereses académicos norteamericanos de los 70 y 80, de ahí que incluso siga existiendo una
comunicación limitada entre las corrientes etnohistóricas mexicanas y estadounidenses
contemporáneas.
El ensayo de Restall es útil para reflexionar sobre la emergencia y desarrollo de una escuela que,
a pesar de tener Mesoamérica como objeto de estudio, está firmemente anclada en un contexto
académico foráneo que presenta muchas diferencias con la labor académica en Latinoamérica
(es necesario contribuir al desarrollo del diálogo más directo entre los etnohistoriadores
latinoamericanos y estadounidenses).

Reflexiones
Los cinco temas se acercan a uno de gran interés para los etnohistoriadores, la relación entre el
contexto de producción de las fuentes coloniales y la madurez de la etnohistoria como empresa
intelectual independiente.
Dado el papel central de la subyugación colonial en la historia de las Américas, lo que ahora
llamamos etnohistoria tiene un pasado cruento y aciago.
No es posible presentar la etnohistoria como una disciplina que surge en un estado de completa
madurez, sino que surge de una temática y una metodología preexistentes en la historiografía de
las Américas. De esta forma, heredaría una serie de preguntas, temas y modos de operación que
existían en el quehacer histórico americano del periodo colonial y durante la emergencia de las
naciones-estado americanas en el siglo XIX.
Es dudoso que de la absorción de un pasado complejo y mal comprendido resulte el surgimiento
de una escuela etnohistórica que pueda complacer a todos, pero debemos estar preparados para
una etapa de madurez en el que la etnohistoria pueda arrojar resultados contenciosos y divisivos
sin que esto amenace su solidez epistemológica.

ETNOGRAFÍA EN EL CUZCO CONTEMPORÁNEO


Sergio Alejandro Herrera Villagra

Estudio muy reciente (desde el año 2005 al 2010) en donde el autor teoriza sobre los aprendizajes
en relación a los métodos y técnicas de investigación en etnohistoria sobre las relaciones
humanas, con el fin de presentar un modelo reflexivo basado en la articulación de lo cognitivo con
las emociones y los sentidos, una perspectiva que nos lleva a los intereses e inquietudes actúales
de la línea de investigación.
Relata como en su trabajo de campo en el Cuzco (Perú), se hicieron inevitables una serie de
reflexiones teóricas y metodológicas sobre la eventual construcción de su tesis de licenciatura en
Antropología Social. En primer término, el ritual de paso del investigador, de una cultura propia tal
como la chilena a otra (esencialmente nueva) tal como la peruana. En segundo lugar, las
dificultades que todo antropólogo sortea para darse a entender y entender el nuevo mundo que
<entra> en su vida. Y, por último, la ambición de desarrollar un análisis de los datos etnográficos
de un microcosmos de 20 personas entrevistadas (fuera de las obras bibliográficas consultadas)
que fuese pertinente, empático y profundo.

LAS INDÍGENAS CHAQUEÑAS BAJO LA MIRADA JESUÍTICA


Beatriz Vitar

Se presentó por primera vez en el año 2005 como avance de un estudio más exhaustivo, Beatriz
Vitar abre el comienzo de una serie de trabajos que muestran el quehacer etnohistórico en
América Latina, en su caso, en Argentina.
Basado fundamentalmente en la producción <etnográfica> de la Compañía de Jesús relativa al
Chaco indígena (siglo XVIII).
En este trabajo se aborda la vida de las mujeres en las diversas etnias de dicha región, así como
la particular visión de los jesuitas sobre el mundo femenino. Se analizan de modo paralelo el
discurso y las prácticas misioneras como un modo de construcción de las diferencias de género.

LA SALUD DEL INDÍGENA EN LA HISTORIA CULTURAL DEL CUZCO


REPUBLICANO
Imelda Vega-Centeno

La autora nos ofrece un trabajo de campo sobre una feria popular de sanación celebrada en el
2006, que tenía una serie de reminiscencias antiguas que la incitaron a intentar responder a la
pregunta ¿Cómo se curaban los indios del Cuzco colonial allá por los siglos XVI y XVII?
Las referencias de algunos cronistas y nuestro trabajo sobre las prácticas indígenas sobre la forma
de tener hijos nos colocan en la línea de entender el sentido de muchas permanencias y de los
sutiles hilos que unen al presente con la tradición de mediana y larga duración.

T. 6
DIVERSIDAD CULTURAL ENTRE LOS INMIGRANTES PERUANOS EN
MADRID.
María Asunción Merino Hernando

Resumen: El texto de Asunción Merino nos lleva a un campo de actualidad más próxima donde
la autora hace un análisis de los criterios que organizan la sociabilidad de los inmigrantes limeños
en Madrid, devotos del Señor de los Milagros.
Este artículo indaga sobre el proceso de <reterritorialización> cultural, expone las continuidades
latentes que aparecen en las categorías de identificación y diferenciación puestas en juego en sus
relaciones sociales, y la relevancia de los contextos locales, de origen y de llegada, en las distintas
maneras en que estos inmigrantes experimentan su pertenencia nacional.

Su trabajo indaga sobre el proceso de reconstrucción del sentido de pertenencia en los


inmigrantes limeños en Madrid:

- cómo se activan sus múltiples niveles


- en qué consiste analíticamente su diversidad interna
- cómo se reconstruye un lugar en un nuevo espacio a partir de la memoria de otro lugar
- cuáles de las categorías de identificación que entran en juego son continuidades latentes.

En este proceso de reterritorialización local le interesa también la vivencia de lo nacional.

Contexto de análisis: el caso de las hermandades del Señor de los Milagros en Madrid como uno
de los espacios sociales más visibles que los peruanos han construido en la ciudad.
A través de entrevistas y de observación, ha tratado de reconstruir la sociabilidad de los
hermanos: cómo se estructura, cuáles son sus componentes, cuáles los criterios y contenidos.

A partir del análisis de las relaciones sociales de tres profesionales peruanos (una pareja y un
joven soltero) que emigraron a Madrid en momentos distintos y proceden de zonas diferentes de
Lima Metropolitana, pretende mostrar en al artículo la relevancia de los contextos locales, tanto
de partida como de llegada, en la producción de localidad de los sujetos migratorios.
Entre otras coordenadas que organizan su sociabilidad en el nuevo espacio, las múltiples
estratificaciones y diferenciaciones, sociales y culturales, que estos inmigrantes marcaban entre
sí en Perú se reproducen ahora y configuran distintas maneras de ser “peruano” en el ámbito local.

Empieza presentando las transformaciones de Lima Metropolitana durante las últimas décadas,
que explican la enorme complejidad y diversidad de la sociedad limeña.
A continuación, expone los diferentes orígenes socioeconómicos, culturales y de barrio de los
limeños en Madrid, lo que constata la diversidad de los contextos de partida de estos inmigrantes
(si frente a los españoles son “peruanos”, entre ellos se califican de diferentes maneras. Lo social,
lo cultural y lo económico se mezclan de modo que es imposible separarlos a nivel local).

EN BUSCA DEL PARAÍSO: HISTORIA DE VIDA Y MIGRACIÓN


Joan Prat i Caros

Objetivo del artículo: ofrecer una panorámica sobre relatos e historias de vida en relación a los
procesos migratorios.
El artículo se centra en relatos e historias de vida a partir de grandes categorías: América,
Centroeuropa, y España.

Metodología: para ilustrar los procesos de inmigración o emigración, se han utilizado relatos
autobiográficos individuales o múltiples, y dentro de los múltiples los paralelos y/o cruzados.

Emigrantes: Vidas de emigrantes a América.

Desde 1885 a 1936, la emigración a países latinoamericanos alcanzó un volumen considerable,


por el sueño o mito del indiano enriquecido, y por las afinidades lingüísticas y culturales

En los años 60, Juan Francisco Marsal, sociólogo, se interesa por el gran drama del retorno de
los emigrantes: arrastrados por el mito del indiano enriquecido se lanzan a la aventura de las
Américas. Buscando biografías se encuentra con J. S., pseudónimo de un pobre inmigrante que
después de vegetar durante treinta y dos años por Argentina había regresado, sordo, solo y pobre,
y malvivía totalmente marginado por su familia, en un pueblecito de las afueras de Barcelona.
La obra, clásica, "Hacer la América. Biografía de un emigrante", es un contramito del indiano.

Juaco López Álvarez ha publicado un artículo "Cartas desde América. La emigración de los
asturianos a través de la correspondencia 1864-1925", donde aborda la temática de los
jóvenes que buscaban fortuna en ese continente. Situando que las emigraciones más numerosas
sucedieron a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX, dirigiéndose a Cuba, Argentina
y México. Entre las causas estaban huir de la pobreza, expectativas de enriquecerse, librarse del
servicio militar o de la guerra de África.
El autor recurre como fuente a las cartas que se cruzan los miembros de una familia, en donde se
interesa por las relaciones de sociabilidad a las que se incorporaban al llegar así como los fuertes
vínculos que se seguían manteniendo con el lugar de origen. Se estudia el desencanto que la
nueva vida genera al emigrante, la presión social a la que se sometió a muchos exigiéndoles un
enriquecimiento que no llegó nunca.

La historia del pastor Beltrán París, que triunfa en Wyoming, tras trabajar duro, es la única que
recoge la de un emigrante que tuvo éxito y no volvió a su región de origen, en este caso, el País
Vasco.

Vidas emigrantes a Centroeuropa:

A partir de 1958, el gobierno español decide cambiar su política, lo que conlleva la superación de
la autarquía y la progresiva integración del Estado español en la economía de mercado, con el
correspondiente milagro del desarrollismo de los años sesenta. En este contexto se produce
el abandono del lugar de origen de los habitantes de las zonas más deprimidas en dirección a
aquellos lugares en los que se da un proceso de industrialización, donde se necesitaba mano de
obra barata y sin cualificación. Las tierras de promisión fueron Cataluña, País Vasco o Madrid, y
también Centroeuropa, Francia, Suiza y especialmente Alemania.
En 1973 el gobierno alemán prohibía la contratación de trabajadores extranjeros, junto a la crisis
del petróleo, las dificultades económicas y políticas en América Latina y el creciente desarrollo
económico de España, impulsaba a muchos emigrados a regresar.

Víctor Canicio, escritor español que vivió muchos años en Alemania, nos ha dejado una buena
historia de emigración protagonizada por Pedro Nuño (pseudónimo), en un libro titulado: Vida de
un emigrante español. El testimonio auténtico de un obrero que emigró a Alemania (1979).

Se destacan como temas la vivienda, el trabajo, las actitudes racistas de los alemanes, la nostalgia
de la propia tierra y la importancia de los grupos de sociabilidad inmigrante.

“Historias de Migraciones. Análisis de los discursos de emigrantes granadinos


retornados de Europa”, libro que firman Olga Labraga y Javier García Castaño (1997).
Recoge los relatos de vida de ocho personas pertenecientes a la Asociación Granadina de
Emigrantes Retornados (AGER).

El factor económico será absolutamente clave en todos los casos como desencadenante de la
decisión de emigrar y el llamado “efecto demostración” ocupará un lugar importante. Se puede
resaltar, además, la dificultad en la condición de retornados, donde afloran los mismos problemas
de reinserción, pero ahora en la sociedad de origen.

Vidas de emigrantes en España:

Els altres catalans, de Francisco [Paco] Candel (2002) sobre la emigración de los años
sesenta. Expone que entre 1921 y 1927 se dieron una serie de oleadas de emigración a
Barcelona, motivadas por la construcción del Metro y de la Exposición Universal de 1929, con
procedencia mayormente de Murcia, en lo que posteriormente, ya en los años cincuenta, se
mezclaron con los andaluces y extremeños que llegaban a la búsqueda del paraíso

Cinquanta-quatre relats d’immigració, de Jaume Botey (1981) que aporta la variante


cívicopolítica de unos emigrantes que luchan para defender un barrio que sienten suyo. Para todos
el proceso puede que resultara duro, con sensaciones de soledad y anonimato, pero la mayoría
vinieron con una explícita voluntad de ruptura con el pasado y de integrarse. En la última parte del
libro se habla de la vida del barrio y la conciencia de clase, en el que se detalla el proceso de
integración a la nueva vida en Cataluña, y la capacidad de crear una nueva comunidad humana
capaz de auto organizarse.

Recomençar la vida. Una memoria del procès migratori de les dones de Reus (1950-1970),
de Lídia Martínez y Jordi Roca (2004) añade la mirada y la perspectiva del género. Desde otra
perspectiva, los autores comparan las tres grandes fases del proceso migratorio con las tres fases
de los ritos de paso: separación, margen y agregación

Cuando hice las maletas. Un paseo por el ayer (1997) es la autobiografía del sindicalista y
político José Luis López Bulla, que emigró a Mataró, de joven, desde su Andalucía natal, y donde
se pregunta cuándo se produce la integración del emigrante en la sociedad de acogida.
II. Inmigrantes.
En los inicios de los años ochenta del siglo XX, se produce una transformación en las dinámicas
migratorias, en las que el Estado español deja de ser tierra emisora de emigrantes, para
convertirse en un centro receptor. Paralelo a un proceso de retorno de emigrantes españoles en
los setenta, empieza a registrar una lenta y continua entrada de inmigrantes marroquíes,
latinoamericanos, portugueses y senegaleses, que se unen a los europeos jubilados y
pensionistas. El fenómeno tiene unas repercusiones económicas, sociales, políticas y culturales
de primer orden, con la aparición de problemas sociales que afectan a nuestra sociedad.
La autora Eugenia Ramírez Goicoechea, aborda en “Inmigrantes en España: vidas y
experiencias” (1996), un completo estudio en diferentes comunidades del país, los temas
reiterados en anteriores trabajos, insistiendo en las redes de inmigración (formales e informales)
a las que acuden y las instituciones y centros de acogida con que cuentan.
“Mirando desde fuera. Historias de migración” (1999), del Colectivo Algarabía de Almería,
centra su interés en una única provincia, Almería, y narra las vivencias de ocho inmigrantes.
María Jesús Criado en “Historias de vida de migrantes” (2001), desarrolla la idea de que
marchar, de cambiar de lugar, es algo casi consubstancial con la humanidad y lo relaciona con el
deseo de vivir bien: quien vive satisfactoriamente no emigra, y sí lo hace quien piensa que puede
vivir mejor en otro lugar.
Analiza que la entrada del extranjero en el propio horizonte cotidiano del que recibe se acompaña
normalmente de un halo negativo y peligroso: se produce una construcción social del extranjero.
El rechazo social y político se vive en términos de invasión y amenaza, el inmigrante se asocia a
la alarma que genera por supuesta competencia laboral y social y su imagen negativa, que
además es magnificada por los medios de comunicación.
En cierta medida, en los textos tratados, se reconoce que cada persona es diferente y su vida
única, pero se tiende a situar el análisis de los procesos migratorios en un ámbito
socioantropológico en el que se buscan las estructuras comunes, y esos itinerarios se repiten una
y otra vez.
Otros tres textos que enfatizan el carácter individual y único del proceso.

Carmen Luque, en una publicación del año 2000, no habla de números sino de personas. La
elección de los protagonistas del libro ha sido completamente subjetiva. Son personas que no
representan a ningún colectivo, ni son la voz de ninguna asociación.
Los dos últimos textos que vamos a comentar tienen ambos un carácter autobiográfico y en cierta
medida son la cara y la cruz de una misma historia. El primero, Diario de un ilegal (Nini 2002),
sobre el inmigrante que decide regresar, y un caso contrario, “Enlloc com a Catalunya”. Una
vida guanyada dia a dia (2005), y está escrito por Mohammed Chaib, el primer diputado
marroquí en el Parlament autonómico catalán.
EL USO DEL ESPACIO VERDE URBANO: ENTRE LO PRIVADO Y LO
PÚBLICO, ESTÉTICA Y RENDIMIENTO ECONÓMICO. LA CASA DE CAMPO,
PARQUE DE MADRID.
Waltraud Müllauer

Analiza la dimensión estética y la -muchas veces poco conocida- dimensión económica del
parque de la Casa de Campo en Madrid. El trabajo muestra los intentos (en varias ocasiones
fallidos) de buscar un rendimiento económico de los espacios de recreo de la Corte española, a
veces fruto de una inoportuna necesidad de visibilizar por tratarse de las “tarjetas de visita” de
riqueza y poder del Estado, tanto en su uso aún privado por la Corte, y, más tarde, como espacio
público y parque municipal.

Вам также может понравиться