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CENTRO UNIVERSITARIO

EMMANIEL KANT

MAESTRÍA EN PSICOTERAÍA
PSICOANALÍTICA DE NIÑOS

ALUMNO: ILSE ANDREA CARRANZA RAMÍREZ


MATERIA: DESARROLLO IV: PUBERTAD Y ADOLESCENCIA
FECHA DE ENTREGA: 09/02/2019
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DESARROLLO DE LA ADOLESCENCIA

TEORÍAS BIOLOGISISTA

Desarrollo físico (Prado Martínez, 1994)

Cuatro tipos básicos de crecimiento y maduración, en los que puede comprobarse la


disincronía de estos procesos: linfoide, neural, general y genital.

 El tipo general se caracteriza por un período de aumento rápido en los primeros


años, seguido de un intervalo de incremento regular pero lento, luego acontece el
crecimiento notable de la adolescencia. Este tipo de crecimiento es seguido por la
estatura, musculatura, esqueleto (sin incluir la cabeza), etc.

 El tipo neural es característico del cerebro y estructuras anexas. En él la curva de


crecimiento en los primeros cinco años es muy rápida, a los 6 años se ha alcanzado
un 90 % del valor adulto. Este modo de crecimiento lo presentan, además, la médula
espinal, el aparato óptico, las distintas porciones del aparato auditivo, así como
muchas dimensiones de la cabeza salvo la región facial.

 El tipo linfoide, circunscrito al desarrollo del sistema linfático, desempeña un


importante papel en la protección del organismo contra los agentes patógenos. Su
crecimiento es rápido y su máximo se alcanza entre los 11 y los 12 años.

 El tipo genital, opuesto al neural y característico de los aparatos genitales masculino


y femenino. Su crecimiento es muy lento durante la primera década de vida (10 %),
sufriendo una brusca aceleración en la pubertad. Durante el período puberal se
producen una serie de cambios en la morfología directamente relacionados con la
función sexual y la maduración del aparato reproductor. El niño y la niña dejan de
serlo y pasan a convertirse en individuos aptos para reproducirse.
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El autor A. Aguirre Baztan (1994) propone la siguiente división de etapas en el periodo


Adolescente:

a) La Preadolescencia (11-12 años), vendría vinculada: al desarrollo puberal, al despertar


pulsional, a la elaboración del duelo. El desarrollo puberal está representado por las hondas
transformaciones que experimenta el cuerpo humano.
La pubertad es considerada, por casi todos, como un factor etiológico de la adolescencia,
por el ajuste psicológico que representa, aunque no siempre el cambio físico-corporal
conlleva el cambio psicológico.

b) La Protoadolescencia (12-15 años), periodo al que podemos llamar «grupal» ya que en


estos años el grupo de pares sustituye en parte a lo que representaba el grupo familiar en la
infancia, comprende tres subfases:

 La Homosexualidad individual (12-13 años), es un proceso de interacción


individual con otra persona del mismo sexo: la chica tiene una «amiga íntima» a la
que cuenta sus secretos, el chico tiene un «amigo» que le comprende. Defiende al
nuevo adolescente de la heterosexualidad parental edípica: se trata del abandono,
por parte de la niña, del padre posesivo de la infancia y de la madre perturbadora;
mientras que el niño huye de la madre posesiva y del padre amenazador Supone,
pues, la superación de los objetos incestuosos del complejo de Edipo «positivo» y
un cierto rechazo («no me comprenden») de las figuras parentales.

 La Homosexualidad colectiva (13-14 años), supone un desarrollo del subperiodo


anterior, dándole un matiz más acusadamente grupal, en términos de grupos
primarios o camarillas y de grupos secundarios o bandas. Siguen siendo
interacciones unisexuales, como medida psicológica de autoprotección. En los
colegios, se reconocen porque los chicos tratan a las chicas de «estúpidas» y las
chicas a los chicos de «bestias».

 La Heterosexualidad colectiva (14-15 años), supone la coronación de la


protoadolescencia grupal, ya que, aunque de una manera colectiva, comienza a
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descubrirse el objeto heterosexual, propio de una primera maduración de la


personalidad adolescente. El grupo heterosexual constituye la plataforma de la
futura pareja. Nuestra realidad primera es, desde el nacimiento, grupal. Hay
muchos adolescentes que no superan esta fase grupal protoadolescente,
articulándose en bandas.

c) La Mesoadolescencia (16-22 años), comienza con el «duelo» por la pérdida de la vida


grupal. Así como al final de la infancia se elabora un «duelo» por la pérdida de la vida
infantil y parental, así también, ahora, hay un «duelo» por la vida grupal protoadolescente.
Este duelo suele ir acompañado de estados depresivos y de dificultades de carácter
angustioso. Los quince años suelen constituirse en la edad de riesgo por antonomasia,
básicamente por las dificultades inherentes a la construcción de la identidad, que ha dejado
de ser («cómodamente») grupal, para tener que realizarse («costosamente») individual.

Es la edad de los pensamientos de suicidio, como llamadas de socorro o miedos a la


realidad, a causa de malas notas, de amores desgraciados pensados como trágicos, de
rechazos parentales que no pocas veces originan brotes esquizofrénicos, etc. Una edad
difícil esta del paso de la vida grupal a la vida individualizada, donde los mecanismos de
defensa como el ascetismo (anorexias, rituales y fidelidades grupales, etc.) o el
intelectualismo (adolescentes solamente «estudiosos», aplicados, serviciales, etc.), retardan
la solución del tema principal: la construcción de la «identidad» individual.

A pesar de que los mesoadolescentes comienzan a disfrutar de creciente autonomía


económica (dinero para divertirse), de la casa parental (viajes, llegar tarde), afectiva
(relaciones de pareja, de amigos), etc., conviene no perder de vista muchos de los
importantes problemas que surgen: maternidad precoz, abortos, fugas de casa, mortalidad
en accidentes de tráfico, drogas y un largo etcétera y que hacen de la mesoadolescencia una
constante preocupación para los padres.

d) La Postadolescencia (23-29 años), en la realidad socio-cultural de nuestra actual


sociedad, donde casi un tercio de la vida se dedica a aprendizajes, puede prolongarse hasta
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casi los 30 años. La prolongación de los estudios (terminar la carrera, especialización


laboral, etc.), la dificultad económica para adquirir vivienda, la necesidad de madurar el
proyecto de pareja, etc., hacen depender al postadolescente de los padres, tanto económica
como psicológicamente. A veces, el miedo al «nido vacío» hace a los padres
«sobreproteger» a los hijos postadolescentes para que permanezcan más tiempo en la casa
parental. La postadolescencia no es un periodo en sí, es la etapa de permanencia en la casa,
mientras llega la hora de salir, de realizar el tercer gran duelo, el abandono de la vivienda
parental. Dos grandes temas dan contenido a la postadolescencia: La consolidación de la
pareja y el acceso a la independencia económico-social.

Aparejarse es un acto exogámico, pues los dos salen del domicilio parental para crear un
núcleo familiar o amical, como trasunto del núcleo familiar parental. La postadolescencia,
en este aspecto, es un periodo poco estudiado, como residual de la adolescencia y, sin
embargo, lleno de celadas.

Los momentos de duelo más importantes, a lo largo de la adolescencia, pueden ser cuatro:
-Duelo ante la pérdida de la infancia (11-12 años aprox.), que comporta: duelo por
la pérdida del cuerpo infantil y por la pérdida de los padres de la infancia.
-Duelo por la pérdida del grupo de pares (15-16 años), que comporta: duelo por la
pérdidade la grupalidad, por la referencia homosexual.
-Duelo ante la pérdida de la libertad adolescente (22-24 años), que comporta: duelo
por la pérdida de la libertad (pareja) y duelo por la libertad corporal.
-Duelo por la pérdida de la casa paterna, que comporta: duelo por la pérdida de la
protección paterna y duelo por la pérdida de la soltería.
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TEORÍA DEL DESARROLLO COGNITIVO

Inhelder y Piaget (1955) centran el estudio de los estadios del desarrollo infanto-juvenil a
través de los progresos del pensamiento: sensoriomotor (0-2 años), preoperacional (2-7
años), operaciones concretas (7-11 años) y operaciones formales (11-15 años) dejando para
ulteriores investigaciones el periodo 15-20 años.

LA ADOLESCENCIA SEGÚN ERIKSON

El propone una serie de estadios del desarrollo desde la infancia hasta la veces, tomando
como principales conceptos los siguientes:

 Identidad del yo: El yo hace referencia al sentido consciente de uno mismo que
desarrollamos a través de la interacción social. Según Erikson, nuestra identidad del yo
está en constante cambio debido a las nuevas experiencias e información que adquirimos
a través de nuestra interacción diaria con los demás.
 Competencia: Además de la identidad del yo, Erikson cree que un sentido de
competencia motiva conductas y acciones. Cada etapa de la teoría de Erikson pone
interés en cómo adquirir competencias en un área de la vida. Si la etapa se maneja bien,
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la persona se sentirá satisfecha y segura. Si la etapa se gestiona mal, en la persona va a


surgir un sentimiento de inadecuación.
 Conflictos: Erikson cree que la gente experimenta en cada etapa un conflicto que sirve
como punto de inflexión en su desarrollo. En opinión de Erikson, esos conflictos se
centran bien en el desarrollo de una cualidad psicológica o en no lograr desarrollar esa
cualidad. Durante esos momentos, el potencial para el crecimiento personal es alto, pero
también lo es el potencial para el fracaso.
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Estadío V- Adolescencia

Esta etapa es la de la adolescencia, empezando en la pubertad y finalizando alrededor de los


18-20 años. La tarea primordial es lograr la identidad del Yo y evitar la confusión de roles.
La identidad yoica significa saber quiénes somos y cómo encajamos en el resto de la
sociedad..

Erikson dice que cuando un adolescente pasa por una confusión de roles, está sufriendo una
crisis de identidad. De hecho, una pregunta muy común de los adolescentes en nuestra
sociedad es “¿Quién soy?”. Existe un problema cuando tenemos demasiado “identidad
yoica”. Cuando una persona está tan comprometida con un rol particular de la sociedad o de
una subcultura, no queda espacio suficiente para la tolerancia. Erikson llama a esta
tendencia mal adaptativa fanatismo. Algunos adolescentes se permiten a sí mismos la
“fusión” con un grupo, especialmente aquel que le pueda dar ciertos rasgos de identidad:
sectas religiosas, organizaciones militaristas, grupos amenazadores; en definitiva, grupos
que se han separado de las corrientes dolorosas de la sociedad. Pueden embarcarse en
actividades destructivas como la ingesta de drogas, alcohol o incluso adentrarse seriamente
en sus propias fantasías psicóticas. Después de todo, ser “malo” o ser “nadie” es mejor que
no saber quién soy.

LA ADOLESCENCIA NORMAL

Arminda Aberastury y Mauricio Knobel en 1971 proponen lo siguiente:

Síndrome de la adolescencia. El adolescente atraviesa por desequilibrios e inestabilidades


extremas, éste síndrome es producto de la propia situación evolutiva, surgiendo y
manifestándose en la interacción del individuo con su medio, en este proceso va a
establecer su identidad que es un objetivo fundamental de este momento vital.
Duelos fundamentales en la adolescencia. El adolescente debe desprenderse de su mundo
infantil en el cual y con el cual vivía cómoda y placenteramente, se podría decir que el
adolescente realiza tres duelos:
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-Duelo por el cuerpo infantil perdido. Habiendo confusión extrema, negando la


realidad y actuando roles fantaseados que siente como verdaderos. (el hijo maduro y
con responsabilidades o el hijo que aún es un niño y necesita que hagan todo por él)

-Duelo por el Rol y la identidad infantiles. (Renuncia de la dependencia y a una


aceptación de responsabilidades que muchas veces desconoce) La exageración o
fijación de este proceso por la no elaboración este duelo explica las conductas de
desafecto y crueldad hacia las figuras parentales, ya que piensan que estos actúan
con poca responsabilidad. “es que porque me ponen a limpiar mi recámara si soy un
niño”

-Duelo por los padres de la infancia (Tratando de retener a los padres, buscando el
refugio y protección que ellos significan) El pensamiento se reduce a: Necesidad
inmediata del auto de la familia (dependencia), para mostrarse como adulto ya que
lleva el auto de la familia (seudodependencia), habiendo una demanda de dinero
(para dependencia), que probablemente utilizará para la gasolina del automóvil
(seudodependencia).

La necesidad de elaborar los duelos básicos, obligan normalmente a manejos en su


conducta que no parecieran ser normales, en dónde el pensamiento lógico no concuerda con
la acción del adolescente, éstas se manifiestan de forma fugaz y no permanente, lo que hace
referencia a que efectivamente son unos adolescentes normales.

Característica de la adolescencia

 Necesidad de intelectualizar y fantasear. Recurre a este pensamiento para


compensar las pérdidas que ocurren dentro de sí mismo que no puede evitar.
AUTISMO POSITIVO, aislamiento que ayuda en el proceso de duelo.
 La desubicación temporal. Relacionado con la idea de que si se niega el tiempo o
paso del tiempo, se puede conservar al niño interno, al que no quieren dejar crecer.
Se viven conductas donde las urgencias son enormes y las postergaciones
aparentemente irracionales. (Ejemplo del vestido para los 15 años)
 Separación progresiva de los padres. La presencia internalizada de buenas imágenes
parentales, con roles bien definidos, permitirá una buena separación del adolescente
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con los padres, haciendo un desprendimiento útil y facilitará al adolescente el pasaje


a la madurez. Sin este ambiente, los padres pueden aparecer ante el adolescente
como desvalorizado y lo obliga a buscar identificarse con personalidades más
consistentes y firmes, artistas, deportistas, maestros, etc. Como lo mencionábamos,
por un lado busca refugio en los adultos, por otro busca independencia.
 Constantes fluctuaciones del humor y del estado de ánimo. La cantidad y calidad de
la elaboración de los duelos de la adolescencia determinarán la mayor o menor
intensidad de esta expresión y de éstos sentimientos. Los cambios de humor son
típicos de la adolescencia y es preciso entenderlos sobre la base de los mecanismos
que el adolescente utiliza para enfrentar los duelos típicos de esta etapa.

ETAPAS DE LA ADOLESCENCIA

Peter Bloss (1971) define algunas etapas que el joven atravesará, en ocasiones con gran
rapidez e inevitablemente:

1. Preadolescencia (de 9 a 11 años). En este periodo cualquier experiencia puede


transformarse en estímulos sexuales; de hecho, los pensamientos, fantasías y actividades
que no tienen connotaciones eróticas obvias tienen la función de descarga. Hombres y
mujeres no dirigen tanto su curiosidad a la anatomía y contenido del cuerpo, en cambio el
interés se acentúa en la función y el proceso del mismo. En esta etapa aumenta el
significado de la creación de grupos. Se presentan características de descargas emocionales,
como frecuentes dolores de cabeza y de estómago, morderse las uñas, taparse la boca,
tartamudear, jugar con el cabello, tocar constantemente las cosas y, en algunos casos,
chuparse el pulgar.

Asimismo, los hombres tienen conductas típicas como ser hostiles con las mujeres: las
atacan, tratan de evitarlas y junto a ellas se vuelven presumidos y burlones, tratando de
negar la angustia que les produce estar con ellas, antes de intentar establecer una relación.

2. Adolescencia temprana (de 12 a 15 años). En esta etapa los cambios fisiológicos se


presentan en forma brusca. La característica principal es el inicio del alejamiento de los
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objetos primarios de amor (madre y padre) y la búsqueda de nuevos objetos; se establecen


nuevas relaciones. El interés se centra en la genitalidad; en la amistad se mezclan la
idealización y el erotismo en un sentimiento especial. La adopción de valores, reglas y
leyes adquiere cierta independencia de la autoridad parental. El autocontrol amenaza con
romperse, ya que se experimentan sentimientos de vacío y tormento internos, donde se
suele recurrir a pedir ayuda del medio con la idea de encontrar el alivio.

En cuanto a la amistad, se idealiza al amigo y algunas de las características de éste son


amadas y admiradas; se obtiene una sensación placentera al pensar que le pertenece. En los
hombres se da la idealización y se combina con el erotismo, dando como resultado una
sensación de perfeccionamiento de lo que se carece. En las mujeres se vive como un
"flechazo", la falta de amistad provoca desesperación y la pérdida causa depresión y falta
de interés en la vida.

3. Adolescencia (de 16 a 18 años). Aquí el hallazgo, en la mayoría de los casos, es un


objeto heterosexual, y se abandonan las posiciones bisexuales y narcisistas, característica
del desarrollo psicológico de la adolescencia. Se desarrolla la capacidad para un amor
heterosexual maduro, la vida emocional es intensa y profunda. Ocurren dos procesos
afectivos: "el duelo" y "el enamoramiento". La elaboración del duelo deberá llegar a la
aceptación de la pérdida de los objetos de amor (padres), hasta la liberación. El proceso de
estar enamorado dará la pauta al acercamiento a nuevos objetos de amor, dando como
resultado un sentimiento de estar completo, acentuándose los rasgos masculinos o
femeninos. Los procesos cognitivos parten del principio de realidad, se vuelven más
objetivos y analíticos. En la mayoría de los casos pueden descubrirse, cultivarse y
desarrollarse intereses, capacidades, habilidades y talentos individuales que ayudan al
mantenimiento de la autoestima; comienzan a aparecer las ideas de la elección vocacional.
La recurrente pregunta del adolescente de "¿Quién soy yo?", cambia al final de esta etapa
por "Ese soy yo".

4. Adolescencia tardía (de 19 a 21 años). Es una fase de consolidación, un punto de


cambio decisivo en un tiempo de crisis. Las principales metas del individuo son: lograr una
identidad del Yo (o sentido del ser) e incrementar la capacidad para la intimidad. El
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individuo gana una integración social, constancia en sus emociones y estabilidad de la


autoestima, a pesar de que en ocasiones sólo está definida superficialmente, al igual que la
capacidad del pensamiento abstracto. Se presenta una actitud crítica frente al mundo
externo y a los adultos en general; él no quiere ser como determinados adultos, a quienes
rechaza con vehemencia, y elige en cambio un ideal. El mundo interno que ha ido
desarrollando a través de toda su infancia, identificándose con aspectos de sus padres,
maestros o figuras sustitutivas de ambos, le servirá de "puente" para reconectarse con un
mundo externo que es nuevo para él, a consecuencia de su cambio de estado.

5. Posadolescencia (de 21 a 24 años). Esta fase es la precondición para el logro de la


madurez psicológica; a quienes están en esta etapa se les conoce como "adultos jóvenes".
El rol social tiene metas definidas para la vida, las relaciones personales se tornan
permanentes, así como la selección del medio donde se quiere interactuar. Se mantiene el
énfasis en los valores, que se consolidan de acuerdo con las experiencias pasadas y la
planeación del futuro. El joven adulto se anclará sólidamente a la sociedad de la cual se
siente parte integral; es una fase intermedia con la futura etapa de la edad adulta.

CONCLUSIONES

Han sido muchos los autores que han planteado etapas de la adolescencia, así como
características que se van dando durante este desarrollo, de acuerdo a lo revisado puedo
concluir que desde mi perspectiva la Adolescencia podría definirse como un periodo de
transición de la vida infantil a la vida adulta, en donde atraviesan por diversos cambios
tanto biológicos como psicoemocionales que generan confusión y sentimientos que los
hacen sentir y ver desadaptados.

Son muchos los factores que se juegan en toda esta etapa que abarca desde los 10 hasta los
25 años, aproximadamente. Este proceso está marcado directamente también por las
cuestiones sociales y culturales en las que vive el adolescente, en donde me parece que los
sentimientos y conductas que son “normales” la sociedad las maximiza a una forma tal que
los hacen ver como si estuvieran mal o no tuvieran remedio, pero también la sociedad es un
aparte crucial ya que de alguna forma contribuye al proceso de cambio en el adolescente, ya
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que él comienza a desprenderse de sus padres para comenzar a socializar más y comenzar a
ser parte de grupos que lo ayudaran a identificarse y responder a la pregunta crucial de esta
etapa ¿quién soy?

De los autores revisados puedo concretar que el planteamiento que realiza Peter Bloss tiene
las etapas que considero abarcan de una manera más concreta y formal la adolescencia a las
que atribuiría sin lugar a dudas los duelos planteados por Aberastury y Knobel (1971) ya
que me parece una forma muy realista de explicar toda las características que se aprecian en
esta etapa, dando peso a todo lo que ocurre a nivel inconsciente y psicoemocional, el único
estadio que no tomaría en cuenta sería el de la Postadolescencia, ya que considero que ya se
está hablando de una edad adulta, aunque sigan viviendo bajo el techo de sus padres. De
manera inconsciente hay un movimiento que trae de vuelta la resolución edípica que se dio
durante la infancia, en donde dependiendo de cómo se haya resuelto, o no, la etapa
adolescente manifestará algunos de los conflictos resueltos o no resueltos de la infancia.

Es importante mencionar que no solo es el adolescente quien sufre estos cambios, sino
también los padres, se dice que la etapa adolescente del hijo revive ciertos recuerdos de la
adolescencia de los padres y pudiera ser una de las principales resistencias que se presentan
durante este periodo, los padres también viven duelos ya que dejan de ser los padres del
niño y se convierten en los padres del adolescente que pareciera ser muy difícil de
complacer.

Con todo lo anterior puedo concretar que es una etapa muy rica en cuanto a procesos y
material de análisis, el hecho de que también se mencione esta etapa con similitudes a una
psicopatología hace énfasis de que es un proceso doloroso y difícil en la vida del ser
humano que se ha ido estigmatizado culturalmente, y pudiera ser, me parece, que si le
quitamos ese estigma a esta etapa y todas las etiquetas que atribuíamos como sociedad al
adolescente, podría ser una etapa un poco menos conflictiva.
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Bibliografía

Erikson, E. ( 1972) Sociedad y Adolescencia, Siglo XX1


Aberasturi, A. Knobel, M. (1988) La adolescencia normal, Paidos
Bloss, P. ( 1981) Psicoanálisis de la adolescencia, Joaquín Mortiz
Bastán, A. A.(1994) Psicología de la adolescencia, Boixareu Universitaria

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