Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
1
Entra un conferenciante elegantemente vestido (pantalón de frac, chaleco,
corbata...) y con una bata blanca de científico. Lleva gafas.
2
Pero esta relación entre espiritualidad y medio ambiente no es un patrimonio
exclusivo de las culturas indígenas.
(Se quita las gafas y coge una corona de yedra y un báculo de madera)
3
y el cabello de miel ondulante cubriendo sus caderas blancas.
Una verde savia primaveral agitándose en el bosque joven
se prepara a celebrar a la Madre Montaña,
cada pájaro cantor trinará un rato para ella;
pero a nosotros se nos ha dado, aún en noviembre,
la estación más cruel, tal agudo sentido
de su magnificencia desnuda
que olvidamos la crueldad y la traición pasadas,
sin importarnos donde puede caer el próximo rayo.”
4
parte y de forma paradójica actuamos constantemente, y además, y por
desgracia, a menudo para perjudicarlo...
O sea que pensamos una cosa, cuando nos paramos a pensar en ello, y
sentimos y actuamos como si pensáramos otra. Es decir; tenemos una doble
personalidad, una personalidad esquizoide. Y además autodestructiva.
O dicho de otra forma: damas y caballeros, estamos turulatos perdidos.
Pero nos llamamos Homo sapiens…
Aunque estamos turulatos perdidos…
¿Y esto por qué es así?, ¿por qué estamos tan trastornados?, ¿por qué
hemos perdido la consciencia de formar parte del medio ambiente?, ¿por qué
hemos perdido nuestra conexión con la naturaleza?
Pues, entre otras razones, porque hemos olvidado que el ser humano es un
animal.
Esta máscara y “la magia del teatro” nos van a ayudar a recordarlo.
Veamos...
5
(Mira la máscara, se la pone y se transforma en un ser primitivo, una
especie de “eslabón perdido” entre los pre-homínidos y los homínidos...
Desde ahí se relaciona con el público, a partir de los cinco sentidos y los
sentimientos. Improvisación...)
(Se quita la máscara vuelve a ponerse las gafas y vuelve a la normalidad)
6
¿No sería más razonable, y sobre todo más saludable, olvidarnos de su
conquista y centrarnos en cuidarla y habitarla en armonía?
Conquistar la naturaleza... Pero si hasta nos planteamos “la conquista del
espacio”... Y nos creemos que hemos conquistado la luna... Conquistar la
naturaleza...
Es una idea absurda, damas y caballeros.
Veamos, veamos cuan absurda puede llegar a ser esta idea.
(Se quita las gafas y se pone una nariz roja de Clown y unas gafas y un
gorrito a juego. Coge un teléfono, lo descuelga, marca y se pone a hablar)
7
¿No? Entonces ya me dirá ¿Que es eso de que está en todas partes? ¿Se
está burlando de mí?
¿Cómo que sería como burlarse de sí mismo?
¿Qué usted es yo mismo?
Ah, que yo soy parte de usted.
No, que usted es yo.
¿Qué yo soy usted? ¿Seguro?
Vaya, que sorpresa. ¿O sea que estoy hablando solo, o sea conmigo mismo?
¿Sí? Pues habérmelo dicho antes.
Ya, que podía habérmelo dicho yo mismo. Sí, claro tiene usted razón...
Pero ahora que lo pienso, vamos a ver una cosa. Si yo soy yo mismo y estoy
hablando conmigo mismo, ¿cómo me voy a conquistar a mi mismo?
Desde luego...
¿A quien se le habrá ocurrido esta tontería?
8
PROYECCIÓN: Imagen de jefe Seattle.
(Al tiempo que lanza al aire bolsas de plástico y juega con ellas)
9
Y después lo dejamos todo hecho una porquería, hecho una mierda…
Perdón, he dicho mierda y eso no se dice. Pero claro, si lo dejamos todo hecho
una mierda, habrá que decirlo.
Esto parece (…) después del botellón.
Bueno, vamos a recoger esta porquería que esto no se puede quedar así.
Como tampoco se puede quedar como se queda (…) después del botellón.
Damas y caballeros, ¿por qué somos como somos?, ¿por qué pensamos
como pensamos?
(Se quita las gafas y la bata de científico, y se pone una vieja chaqueta de
traje y unas gafas a juego, transformándose en un viejo apasionado y un tanto
extravagante)
10
que yo lo entendiera bien y se lo pudiera explicar luego a cualquiera, incluso al
Angelillo, mi compañero de habitación que es bastante obtuso, y que lo
entendiera, claro.
Pues este “análisis” viene a decir, “aproximativamente”, según lo vine a
entender yo, que todos tenemos una especie de televisión en la cabeza que
nos dice lo que tenemos que hacer y lo que no tenemos que hacer.
No me dijo si tiene mando a distancia... Seguro que sí, claro.
Pues el caso es que esta televisión tiene dentro una programación, y esta
programación tiene un guión.
Y aquí, ojo de halcón, el guión este nos lo han introducido ahí nuestros
padres. Y ellos nos han introducido ahí este guión, porque a ellos a su vez se lo
introdujeron los abuelos. Estos en lugar de una televisión tenían una radio en la
cabeza. Otros tiempos, otras técnicas.
Y los tatarabuelos el mismo guión. Estos con un periódico en la cabeza. Y
sus antecesores tenían el guión en un libro antiguo. Y más antiguamente en un
papiro. Y antes aún grabado en piedra. Y más anteriormente a voces. Y antes a
pedradas. Y así llegamos hasta Adán y Eva, nuestros primeros padres, con su
guión en la cabeza.
¿Y a estos? ¿Quién les puso a estos el guión en la cabeza? Pues Dios. ¿Y a
Dios? Pues muy buenas. Hemos llegado al confín, compañeros y compañeras.
Nadie. La nada. Nunca. Hemos topado con el misterio...
11
la acumulación compulsiva de grandes patrimonios por parte de unos pocos
patriarcas...
Estos con el tiempo se hicieron banqueros, inventaron la burbuja inmobiliaria,
explotó y todo se fue a la mierda, con perdón.
Con perdón o sin perdón pero se fue a la mierda. Y esto es así...
Pero me pregunto más, y es más, damas y caballeros les invito a preguntarse
conmigo: ¿Qué supone esta desconexión para nuestra salud psico-física, para
nuestro bienestar emocional, para nuestra calidad de vida?...
Y sigamos haciéndonos preguntas: ¿Cómo somos más felices?, ¿tratando de
conquistar el medio ambiente o tratando de vivir en armonía con él?
Bueno, nos queda otra posibilidad, que es la que mucho me temo que hemos
adoptado la mayoría de nosotros, vivir en el limbo, damas y caballeros. Ni
dedicarse a conquistar el medio ambiente ni tratar de vivir en armonía con él,
únicamente dejarse llevar por la inercia de la corriente, de la moda, de la
costumbre...
Esa costumbre que nos ha acostumbrado a consumir de forma compulsiva
todo tipo de productos y de servicios.
12
Porque realmente estamos turulatos perdidos…
¿Y qué podemos hacer? ¿Podemos hacer algo?
Porque esta es otra, damas y caballeros. La hipnosis colectiva en la que
vivimos, nos induce a creer que no podemos hacer nada para cambiar esta
realidad que no nos gusta.
Pero esta idea no es más que parte de esa visión distorsionada de la realidad
que tenemos. Es producto del pensamiento negativo inducido por la hipnosis
colectiva. Lo cierto es que sí podemos cambiar esta tendencia.
Y una de las personas que tiene esto más claro es mi tío Antolín.
Escuchémosle.
13
Por que el medio ambiente también somos nosotros, compañeros y
compañeras. Y no van a poder con nosotros...
He dicho.
Y ya para terminar y concluir, voy a cantar un himno compuesto por un
ecologista conocido como “El Cabrero”. Vamos allá:
“Soy amigo del silencio,
me gusta la soledad.
Soy amigo del silencio,
adoro la libertad
y le tengo envidia al viento
que nadie lo puede parar.
Soy amigo del silencio.”
Bien, pues a lo dicho, salud y hasta la próxima compañeros y compañeras.
14
Damas y caballeros ¿No les parece que como diría mi tío Antolín, ya va
siendo hora de que nos dejemos de zarandajas y decidamos de una vez por
todas pasar a la acción?
¿No les parece que ya va siendo hora de que nos planteemos en serio hacer
algo a nivel local, pensando en tratar de influir algo a nivel global?
Tal vez ha llegado el momento de que tratemos de aprender a vivir más
sencillamente, para que en el futuro nuestros hijos puedan, sencillamente, vivir
de una forma aceptable.
Damas y caballeros, gracias por su atención.
A por cierto, se me olvidaba… Me ha dicho mi tío Antolín que les diga que si
alguien quiere organizarse para hacer algo, les espera en el bar tomándose
unas cañas.
Amigos y amigas, muchas gracias por vuestra atención. Ha sido un placer.
Hasta la próxima.
FIN
15