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Introducción.

La vía lagrimal es el órgano encargado de la drenaje de las lágrimas, que es una de las
partes fundamentales para el correcto funcionamiento del globo ocular y que una alteración
en ella puede provocar diferentes patologías. Se clasifica en dos porciones la proximal y la
distal.

La porción proximal o secretora la forman la glándula lagrimal principal, las glándulas


lagrimales accesorias de Wolfring o la de Krause y las glándulas de Meibomio. La distal o
excretora la forman los puntos lagrimales, los canalículos, el saco lagrimal y el ductus
lacrimonasal.

La fisiología normal de la vía lagrimal consiste en la excreción de la lágrima que se realiza a


nivel del canto medial palpebral, lugar donde se encuentra el sistema de drenaje lagrimal.
Este sistema está constituido por los puntos lagrimales superior e inferior, que es por donde
entra la lágrima a su canalículo respectivo, el que primero haciendo un breve recorrido
vertical se hace horizontal, midiendo unos 8 mm de largo. Los canalículos posteriormente se
unen para formar el canalículo común, el cual llega al saco lagrimal, que se encuentra
orientado perpendicularmente a los canalículos y mide 10 mm aproximadamente. El saco
reposa en su fosa ósea y se continúa hacia la nariz con el conducto nasolagrimal, que mide
unos 18 mm de extensión, y llega al meato inferior de la nariz.

La obstrucción de la vía lagrimal se puede dar ya sea por un estrechamiento o cierre total
en algún punto de su trayecto que impiden el drenaje de forma natural de las lágrimas.
Puede ser una obstrucción congénita o adquirida, siendo la segunda más común, suele
afectar a personas adultas y puede producirse por multitud de causas (infecciones,
conjuntivitis, etc.). Este tipo de obstrucción de la vía lagrimal es más frecuente a medida que
aumenta la edad del paciente. Y la obstrucción congénita afecta a niños y se produce a
causa de una membrana que impide el paso de la lágrima hasta la fosa nasal.
Desarrollo.

Cualquier alteración en alguna de las porciones de la vía lagrimal tiene como principal
síntoma la epifora que puede darse por:

1. Malposición de los puntos lagrimales


2. Ocupación del menisco lagrimal
3. Obstrucción a lo largo del sistema de drenaje
4. Fallo de la bomba lagrimal

Para poder evidenciar alguna alteración en la vía lagrimal existen diferentes exámenes que
se pueden realizar frente a la sospecha de obstrucción, se puede hacer:

1. Examen externo: idealmente bajo el biomicroscopio, se evalúan puntos lagrimales y


los párpados en búsqueda de estenosis del punto lagrimal, ectropión, obstrucción de
los puntos lagrimales, una carúncula de mayor tamaño, punto lagrimal que supure,
etc. Además debe palparse el saco lagrimal en busqueda de algun reflujo de
material mucopurulento, cálculo o tumor.
2. Prueba del aclaramiento de fluoresceína: se realiza mediante la instilación de gotas
de fluoresceína en ambos sacos lagrimales, al cabo de 5 min prácticamente no
queda colorante. Una retención prolongada del colorante indica un drenaje lagrimal
deficiente.
3. Sondaje e irrigación: se realiza luego de comprobar la permeabilidad del punto
lagrimal, aquí se instila anestésico local en el saco conjuntival, se dilata el punto
lagrimal inferior y se inserta una cánula lagrimal con una jeringa con 2 ml de suero
salino en el punto lagrimal. La imposibilidad de introducir la punta de la sonda en el
punto lagrimal indica la existencia de estenosis u obstrucción. Si la irrigación
confirma la obstrucción lagrimal, puede intentarse pasar la punta de la sonda al
interior del saco lagrimal, cuya pared medial se apoya contra el hueso de la fosa
lagrimal. La cánula puede llegar a un tope duro o blando. tope blando si la cánula se
detiene cerca o en la unión del canalículo común y el saco lagrimal, es decir, en la
pared lateral del saco. Tope duro si la cánula entra en el saco lagrimal. Llega a un
tope en la pared medial del saco, a través de la que se puede percibir el hueso
lagrimal rígido.
4. Prueba de tinción de Jones: indicada para pacientes con posible obstrucción parcial
del sistema de drenaje, no tiene valor diagnóstico en los casos de obstrucción total.
Existen dos tipos:
● Prueba primaria: diferencia entre una obstrucción parcial del paso lagrimal y
una hipersecreción primaria de lágrimas. Primero, se instila una gota de
fluoresceína en el saco lagrimal. Después de unos 5 min se inserta una tórula
de algodón humedecida con anestésico local por debajo del cornete inferior
en la abertura del conducto nasolagrimal. Positiva en caso de fluoresceína en
la nariz que indica permeabilidad del drenaje. Negativa en caso de ausencia
de colorante en la nariz e indica obstrucción parcial de localización
desconocida o fallo en un mecanismo de la bomba lagrimal y en este caso se
realiza la prueba secundaria.
● Prueba secundaria o de irrigación: identifica la probable localización de la
obstrucción parcial basándose en si la fluoresceína tópica instilada para la
prueba primaria ha entrado en el saco lagrimal. Se instila un anestésico
tópico y se procede al lavado para recuperar la fluoresceína residual.
Después se irriga el sistema de drenaje con suero fisiológico y con una
torunda de algodón colocada bajo el cornete inferior. Es positiva cuando la
aparición en la nariz de suero fisiológico teñido con fluoresceína indica que la
fluoresceína ha penetrado en el saco lagrimal, lo que confirma una
obstrucción parcial del conducto nasolagrimal. Es negativa cuando la
aparición de suero fisiológico que no está teñido en la nariz indica que la
fluoresceína no ha entrado en el saco lagrimal. Esto implica que existe una
obstrucción parcial de los conductos lagrimales superiores (punto lagrimal,
conductos lagrimales o canalículo común) o una bomba lagrimal defectuosa.
5. Dacriocistografía con contraste (DCG): Inyección de un medio de contraste radio
opaco en los canalículos, seguido por la captura de imágenes ampliadas. Se realiza
para ver si la vía lagrimal está permeable, y a través de imagenología se evalúan de
manera magnificada todas las estructuras. Los resultados se pueden interpretar
dependiendo si el contraste alcanza o no la nariz. Si no alcanza la nariz, indica una
obstrucción anatómica cuya localización suele ser evidente. Si alcanza la nariz es
una DCG normal en presencia de epífora sugiere una obstrucción funcional o un
fallo de la bomba lagrimal.

Obstrucción de la vía lagrimal congénita

1.- Obstrucción del conducto nasolagrimal o dacrioestenosis

Obstrucción del conducto nasolagrimal es la canalización retrasada del conducto


nasolagrimal. El extremo final del conducto nasolagrimal (en la válvula de Hasner) es la
última porción del sistema lagrimal que se canaliza, y la permeabilidad completa se produce
habitualmente poco después del nacimiento. La epífora afecta aproximadamente al 20% de
los recién nacidos, aunque se resuelve de forma espontánea en el 96% de casos durante
los primeros 12 meses.

Es la patología del sistema lagrimal más frecuente en los niños, con una frecuencia de 2-6%
de los recién nacidos y hasta 20% de los prematuros. Se produce por una falla en la
canalización del conducto lagrimal en su extremo distal, a nivel de la glándula de Hasner.

Características

❖ La epífora y las pestañas pegadas del ojo pueden ser constantes, o intermitentes, y
se produce especialmente cuando el niño está resfriado o tiene una infección del
tracto respiratorio superior.
❖ La presión suave sobre el saco lagrimal produce el reflujo de material purulento por
el punto lagrimal.
❖ La dacriocistitis aguda asociada es poco frecuente
Diagnóstico diferencial

❖ Glaucoma congénito, que se presenta con epifora, fotofobia y blefaroespasmo, es de


derivación urgente.
❖ El dacriocistocele congénito es producido por una obstrucción multicausal del
conducto lacrimal y se presenta como una masa azulada de 10 a 12 mm.

Tratamiento

En la literatura está descrito que el 90-95% de las dacrioestenosis se resuelven en forma


espontánea durante el primer año de vida y un 60% de las restantes durante el segundo
año.
a. El masaje del conducto nasolagrimal aumenta la presión hidrostática y puede romper la
obstrucción membranosa.

b. El sondaje del sistema lagrimal debe retrasarse hasta los 12-18 meses de edad, porque
la canalización espontánea es probable. El objetivo es superar manualmente la membrana
obstructiva en la válvula de Hasner.

2.- Dacriocele congénito

Acumulación de líquido amniótico o moco en el saco lagrimal producida por una válvula de
Hasner imperforada. Se presenta en tiempo perinatal

Signos

❖ Saco lagrimal tenso lleno de moco acompañado de epifora que puede infectarse.
❖ Tumefacción quística azulada en el área cantal medial o por debajo de ella,
acompañada de epifora.

Tratamiento

La única solución es quirúrgica, con el objetivo de liberar la válvula de Hasner para que
salga ese líquido

Obstrucción de la vía lagrimal adquirida

1.- Estenosis primaria del punto lagrimal

En la estenosis primaria el punto lagrimal se encuentra en su posición correcta, pero se


encuentra muy poco dilatado o completamente tapado, ya sea por tumor, virus o algo que
produzca inflamación del punto.

Causas

❖ Blefaritis crónica
❖ Estenosis primaria idiopática del anciano
❖ Infección palpebral
❖ Por irradiación de tumores palpebrales malignos
❖ Tracoma
❖ Conjuntivitis cicatricial

Tratamiento

● Dilatación del punto lagrimal


● Puntoplastia

2.- Estenosis secundaria del punto lagrimal

Corresponde a la eversión del punto lagrimal que generalmente ocurre posterior a


inflamaciones muy severas a nivel del borde palpebral, tumoraciones o un ectropión.

Tratamiento

❖ Punciones con cauterio de Ziegler (para eversión pura del punto lagrimal)
❖ Cirugía del punto: consiste en hacer un agujero que tenga contacto con el
canalículo, para que así la lágrima pueda filtrar por esa zona.

3.- Estenosis canalicular

Corresponde a una obstrucción del canalículo que puede ser generada por las siguientes
causas:

❖ Fibrosis idiopática
❖ Dacriocistitis crónica
❖ Trauma
❖ Virus
❖ Fármacos
❖ Irradiación
❖ Congénita

Tratamiento

El tratamiento a seguir va depender del lugar de las obstruccion y de la gravedad que


presente, ya que puede ser de forma parcial o total.

Obstrucción parcial: El tratamiento será realizado con sonda de silicona, la cual debe ser
colocada en canalículo por un periodo de tiempo entre 3-6 meses, con la finalidad de
generar una dilatación de este último. Posteriormente se retira la sonda y queda permeable.

Obstrucción total: Se realiza Canaliculodacriocistorrinostomia (CDCR), donde se genera


una apertura en el canalículo, mediante un procedimiento cercano a la nariz. (Se realiza una
anastomosis de la parte permeable del canalículo con el saco lagrimal.)
4.- Obstrucción del conducto nasolagrimal

Causas

❖ Estenosis idiopática
❖ Traumatismo nasoorbitario
❖ Granulomatosis de Wegener
❖ Infiltración por tumores nasofaríngeos

Tratamiento

Dacriocistorrinostomía (DCR): puede ser penetrante o externa. Es una cirugía compleja e


invasiva para desobstruir el saco: se rompe el tabique nasal por un lado, genera una
perforación y en el saco ponen una malla; también se puede hacer con láser.

5.- Dacriolitiasis (cálculos lagrimales)

La dacriolitiasis o cálculos lagrimales, se cree que es secundario a obstrucción inflamatoria


que puede precipitar la formación de un dacriolito y la metaplasia escamosa del epitelio del
saco lagrimal

Presentación

A menudo se presenta al final de la vida adulta y puede ser con epífora intermitente,
ataques recurrentes de dacriocistitis aguda y distensión del saco lagrimal.

Signos

❖ El saco lagrimal distendido y es relativamente firme, pero no está inflamado ni es


doloroso como en la dacriocistitis aguda.
❖ Puede o no existir reflujo de moco a la presión.

Tratamiento

Se realiza Dacriocistorrinostomía

Infecciones de la vía lagrimal

1.- Canaliculitis crónica

Trastorno infrecuente causado habitualmente por Actinomyces israelii, una bacteria


anaerobia.

Presentación

Epífora unilateral acompañada de conjuntivitis mucopurulenta crónica.

Signos

❖ Un punto lagrimal purulento es una clave diagnóstica en los casos leves


❖ Inflamación pericanalicular caracterizada por edema del canalículo y secreción
mucopurulenta al presionar sobre el canalículo
❖ Secreción mucopurulenta al presionar sobre el canalículo
❖ No existe obstrucción del conducto nasolagrimal ni inflamación.

Tratamiento

❖ ATB tópico (para tratar la infección).


❖ Canaliculotomía (es abrir el canalículo que está tapado)

2.- Dacriocistitis

Infección del saco lagrimal que suele ser secundaria a la obstrucción del conducto
nasolagrimal. Se Puede presentar de forma aguda o crónica y habitualmente está causada
por estafilococos.

Características

❖ Suele presentarse en lactantes o en mujeres menopáusicas


❖ Es una enfermedad frecuente
❖ Es unilateral y siempre secundaria a la obstrucción del conducto nasolagrimal

2.1.- Dacriocistitis aguda


Es la que más consultan los pacientes, porque en etapas tempranas produce mucho dolor,
mucha inflamación y secreción al palpar la zona.

Presentación

Dolor de inicio subagudo, enrojecimiento y tumefacción en el canto medial acompañado de


epifora.

Signos

❖ Tumefacción muy sensible, roja y a tensión en el canto medial, que puede asociarse
con celulitis preseptal.
❖ Pueden formarse abscesos

Tratamiento

❖ Compresas tibias: ​Es lo que más se usa, para aliviar y liberar el saco obstruido.
❖ ATB orales:​ Muy efectivos, en cambio los ATB tópicos no sirven de mucho debido a
que no van a penetrar bien en el punto si está todo inflamado.
❖ Incisión y drenaje
❖ DCR:​ Es uno de los procedimientos más usados, cuando es muy recurrente la
dacriocistitis por una infección estafilocócica en el conducto.
Dacriocistitis Crónica

Presentación

Epifora que puede asociarse con una conjuntivitis unilateral crónica o recurrente.

Signos

❖ Una tumefacción indolora en el canto interno que está causada por un mucocele.
❖ Inflamación que no es roja.
❖ Puede que no haya una tumefacción evidente, aunque la presión sobre el saco suele
dar lugar al reflujo de material mucopurulento a través de los canalículos.

Tratamiento

Se realiza Dacriocistorrinostomía.
Conclusión

Se puede concluir que la vía lagrimal cumple una función fundamental del punto de vista
macro en la visión de los pacientes, ya que es la estructura que permite el correcto flujo de
la lágrima.

Por otra parte se pudo ver que las patologías que están ligadas a la vía lagrimal,
específicamente una obstrucción, ya sea adquirida o congénita, no son menores, ya que
pueden abarcar las distintas porciones que la componen, como el canalículo lagrimal, el
punto lagrimal o el conducto nasolagrimal entre otros, generando molestias en el paciente
que dificultan sus labores del día a día.

Finalmente, y no menos importante el rol del tecnólogo médico en la correcta exploración de


un paciente que refiera molestias que puedan asociarse a una alteración en la vía lagrimal,
haciendo correcto uso de los equipos para poder realizar una sospecha diagnóstica o
diagnóstico confiable para así entregar un tratamiento adecuado que se requiera.

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