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su punto crítico. Se considera punto crítico aquél en el que la fase líquida y vapor se vuelven
indistintas, esto es, la fase crítica, determinada normalmente por los parámetros: presión crítica,
temperatura crítica y densidad crítica. En esta fase, el fluido tiene propiedades típicas que lo
hacen especialmente indicado como solvente de extracción, tales propiedades son: el hecho de
poseer viscosidades próximas a las del gas aumenta su poder de difusión. Su densidad próxima a
la del líquido favorece la interacción entre las moléculas de solvente y soluto. Con pequeñas
variaciones de presión y temperatura se puede variar la densidad del fluido, controlando así su
poder solvente. La separación del solvente puede ser hecha sencillamente por variación de la
presión y/o temperatura y poseer coeficientes de difusión próximos a los del líquido, lo que
Thomas Andrews, en sus estudios con CO2 a presión a distintas temperaturas, reconoció en 1869,
por primera vez la existencia del punto crítico (31.1 °C). En dicho punto, desaparecía el límite
entre gas y líquido. Andrews sugirió que existía una temperatura crítica para cada gas. En 1879,
supercríticos.
La extracción con fluidos supercríticos es una técnica que estudia las propiedades solvatantes de
solubilización de sólidos fue ya señalada por Hannay y Hogarth en 1879 al solubilizar sales
concretamente para eliminar las fracciones ligeras del residuo de la destilación del crudo. A partir
de los 70, la aplicación de los fluidos supercríticos a la industria agroalimentaria es uno de los
En comparación con otros tipos de extracción, las principales ventajas de la que utiliza fluidos
supercríticos son:
4) Fácil separación de los solutos del fluido supercrítico. Esto no es posible en las extracciones
la utilización o no de modificadores.
8) Solvente económico.
Los FSC presentan varias ventajas en los procesos de extracción, ya que por poder comportarse
como un líquido facilita la disolución de los solutos, a la vez que, su comportamiento como gas
permite una fácil separación de la matriz. Esto nos dirige hacia un proceso de extracción más
rápido, eficiente y selectivo, contrario a que tuviéramos que realizar una extracción líquido-
líquido.
De la misma manera, se pueden utilizar algunos “disolventes verdes” como el CO2 evitando de
esta manera el uso de los habituales disolventes orgánicos de las extracciones líquido-líquido.
La tecnología de FSC se inició a principios de 1960’s, cuando Zosel [1] desarrolló en Alemania
el primer proceso para extracción de cafeína a partir de granos verdes de café y de resinas de
lúpulo con CO2 supercrítico como medio de extracción, el cual años más tarde fue implementado
excelentes resúmenes sobre los sistemas estudiados se pueden encontrar en la literatura. Estos
continua del poder solvente del FSC permite la eliminación los solventes orgánicos y el costoso
Desde su descubrimiento, los FSC han sido objeto de interés como medio para realización
de reacciones químicas. En este caso el FSC ofrece muchas ventajas en comparación con los
solventes líquidos que tradicionalmente se emplean para tal fin. Por ejemplo, la velocidad de
difusión de un soluto en un solvente líquido es menor que en un FSC, debido a que el coeficiente
otros procesos a la reacción tales como extracción supercrítica, ya que el producto que se obtiene
está libre de contaminantes o solventes. Como ejemplos, se pueden mencionar el uso de agua
La instrumentación que se necesita para realizar una extracción con fluidos supercríticos se basa
principalmente en una bomba de alta presión, una celda de extracción, una zona en la cual se
temperaturas varían entre los 30 y los 150° C y el tamaño de las celdas de extracción puede variar
considerablemente.
La extracción puede ser llevada a cabo de forma estática o forma dinámica. En la forma estática,
la celda de extracción sufre una presurización. En el modelo dinámico, el fluido se deja fluir de
más usado por tener una presión crítica moderada (7,2 MPa) y baja temperatura crítica (31ºC),
siendo de elección para la extracción de compuestos termolábiles. Sin embargo, el CO2 también
necesidad de utilizar catalizador. Con esta estrategia se evitan algunos de los problemas presentes
en la síntesis tradicional (formación de jabones por la presencia de ácidos grasos libres o los
que esto conlleva. También se mejora la transferencia de materia (sólo se trabaja en una fase) y
Dióxido de carbono como fluido supercrítico: De entre los fluidos supercríticos más usuales el
que más se encaja con todas estas propiedades es el CO2, con la salvedad de su apolaridad que, en
Como todas las sustancias, el CO2 es susceptible de ser polarizado al variar la densidad, es decir,
al variar la presión y la temperatura. Pero la polarizabilidad del CO2 es mucho menor que la de
los hidrocarburos, por ejemplo, para conseguir una polarizabilidad por unidad de volumen que
sea comparable a la del ciclohexano líquido se necesita una presión de 2700 bar y 45 °C. Existe
una alternativa al uso de condiciones tan extremas que consiste en la adición de pequeñas
Como a manera de conclusión se puede inferir, que las posibilidades de aplicación de los FSC
son amplias en un país como Colombia que posee una enorme variedad de recursos vegetales. El
uso de esta tecnología permitiría la fabricación de productos con altos estándares de calidad, lo
cual es un factor clave a la hora de enfrentar los desafíos inherentes a economías abiertas y la
provocados se reducen haciendo que se mitigue el impacto ambiental causado en los procesos
tradicionales.
REFERENCIAS
Kurt C. Rolle.
[1] K. ZOSEL. Separation with supercritical gases: practical applications. Angew. Chem.,
[2] P.G. JESSOP and W. Leitner. Chemical Synthesis Using Supercritical Fluids. Wiley –
21(4):240–248, 1991.
PRESENTADO POR:
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS BÁSICAS
DEPARTAMENTO DE QUÍMICA
MONTERÍA- CÓRDOBA
2018