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Calidad educativa, ¿hacia dónde avanza?

Textos:
-La calidad educativa en Colombia sigue avanzando
https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-364324.html?_noredirect=1
“En el 2017, los estudiantes que presentaron las pruebas Saber 11 conservaron
el mismo nivel de logro que los estudiantes del año 2016, gracias al trabajo
conjunto entre rectores, profesores, estudiantes, padres de familia, Gobierno
Nacional y Secretarías de Educación.
Los que presentaron las pruebas Saber 11 en 2016 lograron un incremento de
siete puntos en el promedio nacional, al pasar de 250 en 2015 a 257 en 2016.
Estas pruebas evalúan las competencias de los estudiantes en las áreas de
matemáticas, lectura crítica, ciencias naturales, ciencias sociales y
competencias ciudadanas e inglés.”

-La Igualdad en la Revuelta Educativa: una conversación con Jacques


Rancière https://www.redalyc.org/pdf/3172/317245198016.pdf
Enclave que conecta los dos textos es la aplicación de las Pruebas Pisa como
dispositivo que demuestra internacionalmente los estándares de calidad, dentro
de los cuales las instituciones (básica y media) son evaluadas para conocer
sus resultados educativos, “es una rendición de cuentas para el capital
humano”. También, se inmiscuye la idea de concebir la institución escolar no
como un derecho o privilegio a su acceso, sino como un lugar de interacción
cuyos participantes se ven obligados a estar ahí, a eso Pierre Bourdieu (2005)
denomina illusio, a saber:
…La illusio es estar concernido, tomado por el juego. Estar
interesado es aceptar que lo que ocurre en un juego social dado
importa, que la cuestión que se disputa en él es importante (otra
palabra con la misma raíz que interés) y que vale la pena luchar
por ella […] Cada campo convoca y da vida a una forma específica
de interés, una illusio específica, bajo la forma de un
reconocimiento tácito del valor de los asuntos en juego y el
dominio práctico de sus reglas. Además, este interés específico
implícito por la participación en el juego difiere según a la posición
que se ocupe en él (dominante versus dominado u ortodoxo
versus herético) y la trayectoria que condujo a cada participante a
su posición (pp.174-175).
En la entrevista hecha a Jaques Rancière (2016) nos dice que el problema no
solamente radica en una estrategia de dominación intelectual que obedece al
mercado, sino también una confusión cultural cuya proyección no debe
justificar este tipo de mecanismos educativos alienantes, al respecto comenta
sobre el contexto latinoamericano y el auge de los estudios y análisis
postcoloniales:
En territorios como América Latina, donde la colonización ha
dejado su huella, la colonización pedagógica ha sido un factor
clave en lo que ciertos referentes postcoloniales o de-coloniales
llaman “epistemicidio” o “colonialidad del saber”. ¿Cuál es tu
mirada respecto a esta problemática que hoy se verifica, entre
otras cosas, en la reducción de la educación a estándares de
calidad internacional?
JR: No estoy seguro de que podamos pensar esta cuestión [sólo]
en los términos de la problemática postcolonial. El efecto de
agresión producido por los criterios de evaluación internacionales
(como por ejemplo las pruebas PISA) se ejerce también a través
de los sistemas educativos de la vieja Europa. Hay, en este
dominio, como en muchos otros, una coerción ejercida por las
instituciones internacionales. Esta coerción es llevada adelante en
nombre de normas deducidas de ciertas ciencias, cuyo poderío se
ha establecido haciendo prevalecer un cierto tipo de saber
internacionalizado y uniformado (economía neoliberal, ciencias
cognitivas, ciencias del lenguaje, filosofía analítica, ciencias
didácticas, etc.). Todo esto hace que el problema de sostener
saberes y formaciones no alineadas en torno de esas normas se
presente en todas partes, aunque específicamente pueda
inscribirse como la prolongación de una herencia colonial en
ciertos países.

*Neutraliza el presupuesto de entender la educación no como una barrera a


traspasar, sino como un elemento emancipatorio importante para nuestras
prácticas cotidianas y sobre todo comunitarias.

“Transmitir progresivamente los conocimientos que harán más


tarde al niño o al pueblo iguales a sus maestros es reproducir a
cada paso el dispositivo que vuelve indefinidamente a ahondar la
distancia. Es transformar la brecha entre el más y el menos saber
en diferencia de las inteligencias. La explicación es el método de
la desigualdad, el método por el cual la desigualdad de
condiciones se transforma en una creencia y esta creencia a su
vez se transforma en institución” (Rancière, 2012. 11’ 2’)

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