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Introducción al

Derecho de las
obligaciones

Derecho
privado II
Introducción al Derecho
de las Obligaciones

Las relaciones jurídicas


Definición de relación y de relación jurídica
A fin de comprender el instituto de las obligaciones, es necesario ubicarlo
dentro del ámbito general de las relaciones jurídicas que son su género, para
luego arribar a su concepto.

La “relación” es una conexión entre una o más cosas o entes vinculados. Es


“intersubjetiva” cuando conecta a dos o más personas, y es “jurídica” cuando
está regulada por el ordenamiento positivo (Constitución Nacional, Leyes,
Decretos, Ordenanzas, Reglamentos, etc.).

La relación jurídica es la especie de relación intersubjetiva en


virtud de la cual, determinados supuestos de hecho son
considerados por el legislador aptos para satisfacer ciertos
intereses dignos de tutela, reconociéndose, en consecuencia,
una tutela estable y organizada, que se plasma en los
correlativos derechos y deberes (Pizarro y Vallespinos, 2014,
p.44).

Clasificación de las relaciones jurídicas


Según si el objeto de la vinculación entre las personas reguladas por el derecho
tiene o no contenido económico, las relaciones jurídicas se clasifican en:

Patrimoniales: su objeto es susceptible de apreciación pecuniaria, de tener un


valor económico.

A su vez, estas se subclasifican en:

1
o Relaciones jurídicas obligatorias: entre dos o más personas. Ej.:
compraventa, donación, locación, deber de reparar un daño
causado a otro, etc.

o Relaciones jurídicas reales: entre una persona y una cosa. Ej.:


Dominio de un automotor o inmueble, posesión, usufructo, etc.

o Derechos intelectuales: para algunos autores también integran


las relaciones jurídicas patrimoniales. Refieren a los derechos de
autor sobre obras artísticas, literarias o intelectuales, regulados
por Ley 11.723.

Extrapatrimoniales: objeto sin contenido patrimonial, sino sobre bienes o


intereses no económicos. Ej.: derechos personalísimos, derechos derivados de
las relaciones de familia.

Las relaciones jurídicas patrimoniales. La


obligación como una especie de relación jurídica
patrimonial
De la clasificación realizada en los apartados anteriores se puede concluir que la
obligación es una relación intersubjetiva, jurídica, de contenido patrimonial, y
que implica la determinación de derechos personales.

Deber jurídico y obligación


El hombre es un ser social, y por ello, necesita reglas para convivir, que se
traducen en derechos y obligaciones.

El deber jurídico es la necesidad de ajustar nuestra conducta a los mandatos


–reglas– de una norma legal, conlleva la idea de sujeción.

Conforme lo señalan Pizarro y Vallespinos (2014), los deberes jurídicos se


clasifican en:

a) Generales: se imponen a toda la comunidad, no son de contenido


patrimonial, y quien lo trasgrede es sancionado. Por ejemplo: no cruzar
el semáforo en rojo, no robar, no ocasionar daño a otro.

b) Particulares: se atribuyen a determinados sujetos en particular, quienes


deberán cumplirlos. Importa una conducta de contenido no patrimonial.
Por ejemplo: reconocer un hijo, brindar alimentos al cónyuge, a los
padres o hermanos.

2
c) Obligaciones: se trata de un deber jurídico más específico impuesto a
determinados sujetos que deben realizar una conducta determinada, de
contenido patrimonial, para satisfacer el interés de otro. Por ejemplo:
asesorar a una empresa, llevar la contabilidad de una sociedad anónima
unipersonal, entregar la cosa comprada, no hacer competencia desleal.

Definición de obligación
Definición legal: art. 724 del Código Civil y
Comercial (CCC)
El Código Civil de Vélez Sarsfield no brindaba una conceptualización de
obligación, por lo que hasta el 2014, la noción fue doctrinaria. Por el contrario,
el Código unificado define el instituto del siguiente modo:

Artículo 724 CCC:


“Definición: La obligación es una relación jurídica en virtud de la
cual el acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación,
destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el incumplimiento, a
obtener forzosamente la satisfacción de dicho interés”1.

De la lectura del concepto se advierte que la obligación tiene dos polos: uno
activo, cuyo titular es el acreedor, quien tiene derecho a exigir el cumplimiento
de la prestación, y otro pasivo: el deudor, sobre el que pesa el deber de cumplir
con el proyecto de conducta comprometida para satisfacer el interés del
acreedor y liberarse.

Acepciones Impropias
El término “obligación” puede ser utilizado con distintos sentidos, de
conformidad con el contexto en el que se ubique su enunciación, por lo que,
técnicamente –como lo estudiamos en esta materia– no se debe utilizar como:

a) Sinónimo de deber jurídico general, como por ejemplo: no matar.

1
Art. 724. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

3
b) Modo de designar sólo un aspecto de la obligación: el pasivo: la deuda;
ni el activo: el crédito. La obligación comprende ambas figuras: el
crédito y la deuda, como las dos caras de una misma moneda, por lo
que es impropio utilizar el vocablo sólo para denominar a uno de estos.

c) Expresión equivalente al instrumento que prueba la existencia de una


obligación, tal como es el caso de las obligaciones negociables que
constan en pagarés o cheques.

Importancia del derecho de las obligaciones


Es un instrumento vital para la consecución de fines individuales
–alimentación, vestimenta, negocios– y sociales –satisface las necesidades del
hombre–, pues posibilita que las personas puedan realizar actividades de
cooperación social, aptas para satisfacer sus intereses.

Es una herramienta fundamental para el intercambio, distribución y


comercialización de bienes y servicios.

Es un vehículo de transmisión de los derechos reales, por ejemplo, en el


boleto de compraventa las partes se obligan a un hacer: la escritura traslativa
de dominio del inmueble.

Naturaleza jurídica. Distintas doctrinas


Tal como explican Pizarro y Vallespinos (2014), existen diversas doctrinas que
explican la naturaleza de la obligación, sólo desde el análisis de uno de los
elementos esenciales: el vínculo jurídico, para encontrar el fundamento de su
existencia. Las posturas fueron evolucionando durante la historia y pueden
sintetizarse en las siguientes:

Subjetivistas: nace en el derecho romano con Savigny. El acreedor ejerce el


poder sobre la persona del deudor. Admite la sujeción personal como
garantía de cumplimiento.

Objetivas: no admiten el poder sobre la persona del deudor, sino que


trasladan el epicentro a su patrimonio, que es indisoluble de la persona. El
ordenamiento jurídico reconoce medios para agredir el patrimonio del
deudor, quien es libre de cumplir o no hacerlo, pero en tal caso será
responsable.

Del débito y la responsabilidad: hay que distinguir los dos aspectos del
fenómeno: la deuda y la responsabilidad, como dos momentos de la vida de

4
la obligación. En la primera, el deudor tiene la libre disponibilidad de su
patrimonio, no así en el segundo, cuando los acreedores pueden agredirlo.

Intentos revisionistas: que tienen por fin superar las doctrinas subjetivas y
objetivas, destacando el contenido de la relación obligatoria, que es la
conducta o actividad del deudor como derecho subjetivo.

La naturaleza jurídica de la obligación se define por “la estructura


institucional de la obligación”, la que se integra por la deuda y la
responsabilidad, aspectos unidos, como dos etapas de un único y
mismo fenómeno: “se debe y por eso se es responsable, se es
responsable porque se debe”. En definitiva, sostienen que el
derecho subjetivo del acreedor es un “poder institucionalizado”
para satisfacer sus intereses (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Caracteres esenciales de la obligación


Bipolaridad: existen dos polos contrapuestos: el activo, en el que el acreedor
es el titular del derecho de crédito; y el pasivo, donde el deudor es quien
tiene a su cargo el deber jurídico.

Abstracción: las obligaciones engloban una multiplicidad de supuestos de


hecho, que habilitan realizar una abstracción para determinar los rasgos
comunes del instituto “obligación”.

Atipicidad: no se regulan subespecies de obligaciones o figuras típicas


–como ocurre en los contratos como el de compraventa, locación, cesión,
etc.–, sino que existe una categoría única, general, abstracta y universal de la
figura “obligación”.

Temporalidad: la obligación nace para morir, para ser extinguida, y no puede


disociarse del factor tiempo. El código estipula que si las prestaciones no se
cumplen en un determinado plazo, se extinguen por prescripción.

Autonomía: el Código diferencia la obligación de su causa fuente, que puede


ser el contrato. Vélez Sársfield advirtió el error en que incurrían otros códigos
de la época y lo aclaró. Cada uno tiene sus requisitos, consecuencias, efectos.

5
Derecho personal o de crédito y derecho real. Sus
conexiones y diferencias. Distintas doctrinas
La doctrina clásica y el Código Civil y Comercial distinguen entre derechos reales
y personales.

Los derechos reales son los que establecen una relación directa e
inmediata entre un sujeto y una cosa, permitiendo que su titular
pueda obtener un provecho de esta, sin intervención de otra
persona (Pizarro y Vallespinos, 2014).

El artículo 1882 del Código Civil y Comercial lo conceptualiza como:


“(…) el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce
directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a
su titular las facultades de persecución y preferencia, y las demás
previstas en este Código”2.

Por su parte, el derecho personal u obligación ya fue definido en apartados


anteriores como una relación jurídica intersubjetiva de contenido patrimonial.

A fin de advertir las diferencias entre ambos tipos de derechos, presentamos el


siguiente cuadro:

Tabla 1. Diferencias entre derechos personales y reales

Derechos reales Derechos personales


Absoluto: impone un deber Relativo: solo entre
Carácter general “erga omnes” partes y ciertos
terceros
Mediatez Inmediatos Mediatos
Elementos Sujeto y objeto Sujeto, objeto, vínculo
esenciales jurídico y causa fuente

2
Art. 1.882. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

6
Objeto Cosa individualizada La prestación:
conducta humana (dar,
hacer, no hacer)
Forma de creación Exclusivamente por ley: art. Autonomía de
1887 CCC voluntad de las partes
Régimen legal Determinado por ley Autonomía de la
voluntad
Posesión Indispensable para su No es necesaria. No
ejercicio. Gozan de “ius existen
persequendi” y “ius
preferendi”
Prescripción Adquisitiva: obtiene el Liberatoria: extingue la
derecho obligación
Nacimiento Título y modo, o título solo Causa fuente
Publicidad Necesaria para oponibilidad No
Duración Pueden ser perpetuos o Siempre temporarios
temporales
Pérdida de la cosa Extingue el derecho No necesariamente
Interés de la Es estable, duradera Es dinámica
relación
Función económica Resuelve la distribución de Resuelve el problema
y social bienes de cooperación o
reparación en caso de
responsabilidad civil
Fuente: Elaboración propia.

Conexiones entre ambos tipos de derechos

La obligación es el medio a través del cual operaran las mutaciones en los


derechos reales. Ej.: en el boleto de compraventa consta la obligación por la
que se perfeccionará el derecho real de dominio.

La relación real puede ser accesoria de una obligación. Ej.: prenda o hipoteca.

Las lesiones al derecho real (prenda para garantizar el pago de las cuotas del
auto comprado) hacen nacer una obligación (reparar o indemnizar los daños
causados).

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En los títulos valores (pagarés, por ejemplo), el derecho personal (obligación)
queda subsumido en el instrumento que le da forma, que es una cosa (por su
carácter representativo).

Obligaciones y derechos intelectuales.


Comparación
Los derechos intelectuales se encuentran regulados en la Ley 11.723 de
Propiedad Intelectual, y para cierta doctrina se tratan de una tercera categoría
que se suma a la de los derechos reales y personales.

LLambías definió a los derechos intelectuales como “los que tiene el autor de
una obra científica, literaria o artística para disponer de ella y explotarla
económicamente por cualquier medio” (citado por Pizarro y Vallespinos, 2014).

Diferencias con los derechos reales y personales:

Tabla 2

Derechos reales Derechos intelectuales


Objeto Cosas materiales Bienes inmateriales
Tiempo Son perpetuos Temporales: vida del autor y
70 años posteriores para sus
herederos
Prescripción adquisitiva Si No
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 3

Derechos personales Derechos intelectuales


Efectos Relativos: entre partes Absolutos
Régimen de No. Salvo excepciones Si
publicidad
Fuente: Elaboración propia.

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Obligaciones y derechos de familia. Comparación
Tabla 4

Derechos personales Deberes del derecho de


familia
Son relaciones jurídicas Particulares: alcanzan a
Carácter
patrimoniales determinados sujetos
Transferibilidad Sí (cesión, asunción de Son personales e
deuda, etc.) intransferibles
Ante Ejecución forzada (directa o Hay sanciones retributivas
incumplimiento indirecta) o resarcimiento (pérdida de la patria potestad,
etc.)
Fuente: Elaboración propia.

Relaciones jurídicas intermedias: las obligaciones


“propter rem”. (Definición, Naturaleza Jurídica, Admisión
en el Derecho Argentino. Efectos. Distintos supuestos)
Concepto

Son relaciones jurídicas que conectan un derecho real con uno


personal, que existen en razón o con motivo de una cosa, y que
gravitan sobre una persona mientras ésta se encuentre en
relación de propiedad o posesión de esa cosa. (Moisset de
Espanés, 2004, p. 36).

Son ejemplos o supuestos de las obligaciones propter rem:

Contribuir en los gastos de conservación del muro medianero y el crédito


correlativo, artículos 2014 y 2032 del CCC

Contribuir a los gastos de conservación o reparación de la cosa común, art.


2027 del CCC

La de los copropietarios en el derecho real de propiedad horizontal de


contribuir al pago de las expensas comunes, arts. 2048 a 2050 del CCC

Caracteres:

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Ambulatoriedad: la obligación propter rem se relaciona directamente con la
propiedad o posesión de la cosa, por lo que la transmisión de ésta importan
también la de aquella. “La obligación viaja con la cosa” (Alsina Atienza, citado
por Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 69).

Abandono: es la facultad del deudor de liberarse de la obligación haciendo


abandono de la cosa, al enajenarla, transmitir la posesión o destruirla. Esta
facultad no vale para todos los supuestos de obligaciones propter rem, pues
es de carácter excepcional y sólo es admisible cuando esté expresamente
prevista por ley (Ejemplo: el art. 2028 del CCC la admite, y por el contrario, se
prohíbe en propiedad horizontal, art. 2049 del CCC). Ante la duda, no se
permite.

Evolución y fuentes del derecho de las


obligaciones
Sobre la base de la bibliografía obligatoria de la materia, la evolución y fuentes
del derecho de las obligaciones pueden sintetizarse en los siguientes puntos
(Pizarro y Vallespinos, 2014):

Derecho romano: nace el concepto que luego se va modificando según el


contexto social, económico y cultural. Teoría subjetivista.

La codificación en el Corpus Iuris de Justiniano brinda el primer concepto,


sobre la base de una noción personalista: la persona física del deudor se
vincula con el acreedor, es intrasmisible, salvo sucesión mortis causa. Existe
tipicidad: numerus clausus, catalogado de obligaciones.

Patrimonialización del vínculo obligacional: Teoría objetiva: desvinculación de


la persona física del deudor respecto del poder de agresión del acreedor: sólo
puede atacar el patrimonio del deudor, no su persona. A favor de la dignidad
humana.

Influencia del derecho canónico: fuerte moral cristiana influye en el derecho:


incorporación de principio de buena fe, teoría de la lesión, imprevisión,
rechazo de usura.

Decodificación (S. XIX): Revolución Francesa: la obligación contractual es la


regla, sociedades en masa: fuertes y poderosos vs. débiles y pequeños genera
que la autonomía de la voluntad no sea justa.

Consecuencia: surge el Estado intervencionista y solidario que interfiere en las


relaciones contractuales, revitaliza el abuso del derecho, imprevisión, lesión y
objetiviza la responsabilidad civil.

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Actualidad: contratación masiva por adhesión a condiciones generales,
intereses colectivos y supraindividuales. La persona humana y su dignidad es
el epicentro del derecho.

Responsabilidad tres funciones: prevención, reparación y sanción.

Proliferación de microsistemas de responsabilidad: ambiente, consumo.

Necesidad de fijar bases comunes para armonizar legislación nacional: Código


Civil y Comercial de la Nación y también con la supranacional.

La unificación del derecho privado

La Codificación de nuestro sistema jurídico tuvo lugar sobre la base de dos


grandes ordenamientos: el Código Civil (1869) y el Código de Comercio (1859),
y con el tiempo3 se admitió la necesidad y conveniencia de unificarlos sobre la
base de principios y reglas generales que pueden ser deducidos del
ordenamiento vigente, con un importante rol del juez, lo que finalmente se
consiguió con la sanción del Código Civil y Comercial en 2014, mediante Ley
26.994, que derogó los dos códigos anteriores, reemplazándolos con 2.671
artículos.

Metodología
Método del Código Civil y Comercial. Nociones
generales. Importancia
El método es la manera de hacer con orden una determinada actividad, y tiene
en materia legislativa mucha importancia porque permite: agrupar
instituciones, mostrar qué es lo general y qué es lo particular, caracterizar
figuras por su género próximo (Pizarro y Vallespinos, 1999).

3Los antecedentes de proyectos son los siguientes:


El Anteproyecto de 1926 preparado por Juan Antonio Bibiloni.
El Proyecto de 1936.
El Anteproyecto de 1954, redactado bajo la dirección del Dr. Jorge Joaquín Llambías.
El Proyecto de Unificación de la Legislación Civil y Comercial, proveniente de la Cámara de
Diputados de la Nación de 1987 (Proyecto 1987).
El Proyecto de 1993 de Unificación de la Legislación Civil y Comercial, elaborado por la
denominada Comisión Federal de la Cámara de Diputados de la Nación (Proyecto 1993 CF).
El Proyecto preparado por la Comisión creada por decreto del Poder Ejecutivo Nacional 468/92
(Proyecto 1993 PEN)
El Proyecto de 1998, preparado por la Comisión creada por decreto del Poder Ejecutivo Nacional
685/95 (Proyecto 1998).

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El Código Civil y Comercial de 20144 innovó con respecto al Código Civil de
Vélez Sársfield, pues incorporó un “Título Preliminar”, que antecede a los
diversos Libros y Capítulos, y que dispone las bases del derecho privado: reglas,
principios generales y valores, que servirán para interpretar la totalidad de las
normas del código.

En cuanto al método externo –forma en que se distribuyen las distintas ramas


del derecho privado–, el Código se organiza del siguiente modo:

TÍTULO PRELIMINAR

LIBRO PRIMERO: PARTE GENERAL

Título I. Persona humana

Título II. Persona jurídica

Título III. Bienes

Título IV. Hechos y actos jurídicos

Título V. Transmisión de los derechos

LIBRO SEGUNDO: RELACIONES DE FAMILIA

Título I. Matrimonio

4 La Comisión Redactora del Anteproyecto de Código explicó en los Fundamentos presentados


con el texto lo siguiente con respecto al método seguido:
El Anteproyecto unifica los códigos civil y comercial, aspecto sobre el cual hay una amplia
coincidencia en la doctrina jurídica argentina.
Contiene un Título Preliminar y luego una Parte General para todo el Código, así como partes
generales para las diversas instituciones que regula. En este aspecto, se sigue la opinión de
muchos juristas, entre ellos, Freitas, quien introdujo en su proyecto para Brasil una parte general.
En esta posición cabe computar todos los proyectos de reforma integral realizados en el país: el
Anteproyecto de Reformas de Bibiloni de 1926, el Proyecto de 1936, el Anteproyecto de 1954, y
los Proyectos de 1993 (PEN) y de 1998.
Se decidió no incluir notas, al igual que el Proyecto de 1998 y por las mismas razones.
Se ha tratado de incluir sólo aquellas definiciones que tienen efecto normativo y no meramente
didáctico, en consonancia con la opinión de Vélez Sarsfield, primer codificador, expresada en la
nota al artículo 495 del Código Civil.
La Comisión ha puesto una especial dedicación para que la redacción de las normas sea lo más
clara posible, a fin de facilitar su entendimiento por parte de los profesionales y de las personas
que no lo son. Por esta razón, se han evitado, en la medida de lo posible, las remisiones, el uso
de vocablos alejados del uso ordinario, las frases demasiado extensas que importan dificultades
de lectura. Se ha tratado de conservar, en lo posible, las palabras ya conocidas y utilizadas por
la doctrina y jurisprudencia. Sin embargo, hay numerosos cambios sociales, científicos,
culturales, económicos, que demandan el uso de palabras ajenas al lenguaje jurídico. Por estas
razones, ha sido inevitable recurrir a nuevas expresiones para reflejar nuevos fenómenos.
También se ha puesto énfasis en la gramática y, en especial, se ha tratado de emplear el tiempo
presente en la redacción de todo el articulado, porque es el que más se adapta a la buscada
claridad expositiva.
Los Fundamentos completos se hallan disponibles en: http://www.nuevocodigocivil.com/wp-
content/uploads/2015/02/5-Fundamentos-del-Proyecto.pdf.

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Título II. Régimen patrimonial del matrimonio

Título III. Uniones convivenciales

Título IV. Parentesco

Título V. Filiación

Título VI. Adopción

Título VII. Responsabilidad parental

Título VIII. Procesos de familia

LIBRO TERCERO: DERECHOS PERSONALES

Título I. Obligaciones en general

Título II. Contratos en general

Título III. Contratos de consumo

Título IV. Contratos en particular

Título V. Otras fuentes de las obligaciones

LIBRO CUARTO: DERECHOS REALES

Título I. Disposiciones generales

Título II. Posesión y la tenencia

Título III. Dominio

Título IV. Condominio

Título V. Propiedad comunitaria indígena

Título VI. Propiedad horizontal

Título VII. Conjuntos inmobiliarios

Título VIII. Tiempo compartido

Título IX. Cementerios privados

Título X. Superficie

Título XI. Usufructo

Título XII. Uso

Título XIII. Habitación

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Título XIV. Servidumbres

Título XV. Derechos reales de garantía

Título XVI. Acciones posesorias y acciones reales

LIBRO QUINTO: TRANSMISIÓN DE DERECHOS POR CAUSA DE MUERTE

Título I. Sucesiones

Título II. Aceptación y renuncia de la herencia

Título III. Cesión de herencia

Título IV. Petición de herencia

Título V. Responsabilidad de herederos y legatarios. Liquidación del pasivo

Título VI. Estado de indivisión

Título VII. Proceso sucesorio

Título VIII. Partición

Título IX. Sucesiones intestadas

Título X. Porción legítima

Título XI. Sucesiones testamentarias

LIBRO SEXTO: DISPOSICIONES COMUNES A LOS DERECHOS PERSONALES Y


REALES

Título I. Prescripción y caducidad

Título II. Privilegios

Título III. Derecho de retención

Título IV. Disposiciones de derecho internacional privado

REFORMAS AL TEXTO DE LA LEY GENERAL DE SOCIEDADES

Método en materia de obligaciones


Por su parte, en cuanto al método interno –distribución de las distintas
materias que hacen al derecho de las obligaciones–, los codificadores
establecieron el siguiente orden:

LIBRO TERCERO: DERECHOS PERSONALES

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Título I. Obligaciones en general

Título II. Contratos en general

Título III. Contratos de consumo

Título IV. Contratos en particular

Título V. Otras fuentes de las obligaciones

A su vez, también encontramos regulada la materia obligacional en:

Libro sexto: Disposiciones comunes a los derechos personales y reales

Título I. Prescripción y caducidad

Título II. Privilegios

Título III. Derecho de retención

Título IV. Disposiciones de derecho internacional privado

El derecho de las obligaciones y la


protección jurídica del consumidor
Derecho del consumo. Nociones generales.
Evolución. Características
El Estatuto del Consumidor se fue construyendo como un sistema que, en
cuanto derecho privado, sin ser exclusivamente derecho comercial ni
comercial, toma lugar entre ambos, con carácter interdisciplinario, con
principios propios, con jerarquía constitucional (art. 42 C.N) y de orden público
(art. 65 Ley 24.240) (Junyent Bas, Molina Sandoval, Garzino y Heredia Querro,
2013).

El derecho del consumo comprende el conjunto de normas y


principios que regulas las relaciones jurídicas de consumo entre
los consumidores y los proveedores profesionales de bienes y
servicios. Se trata de una disciplina nueva, dinámica y flexible,
orientada a coordinar los distintos institutos jurídicos y que
tiende a asegurar una protección eficaz de los derechos de los
consumidores (Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 88).

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Caracteres:

Interdisciplinario

Autónomo

Comprende la protección de intereses individuales, supraindividuales,


colectivos y difusos

Flexible, dinámico y mutable

No es objetivo: marcada tendencia a favor de la protección del consumidor y


usuario.

Busca el equilibrio en el mercado entre la parte débil y la fuerte.

Bases Normativas: Constitución Nacional, Código Civil


y Comercial de la Nación, Ley 24.240 y modificatorias,
demás normativas nacionales y provinciales
Existen diversas normas que se ocupan del derecho del consumidor en
Argentina. De conformidad con la jerarquía de estas, se establece el siguiente
orden:

Constitución Nacional, art. 42, y Tratados Internacionales con jerarquía


constitucional, art. 75 inc. 22.

Código Civil y Comercial de la Nación.

Ley 24.240 de Defensa del Consumidor y Usuario y modificatorias.

Normas provinciales y municipales sobre la temática.

El impacto de la incorporación del derecho del consumo al Código Civil y


Comercial

El Código Civil y Comercial de la Nación (CCC) incorporó el derecho del


consumidor en el Libro III: De los derechos personales, Título III: Contratos de
consumo, en los artículos 1092 a 1122, destacándose el principio protectorio y
principio “in dubio pro consumidor” en los arts. 1094 y 1095, respectivamente.

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Stiglitz (2015) enfatizó que lo trascendental de la nueva compilación es la
incorporación del derecho del consumidor en el “Título Preliminar” del Código,
siendo el primero en el mundo que lo tiene, en tres normas:

 Art. 7: aplicación de la ley en el tiempo, “in dubio pro consumidor”,

 Art. 11: protección al consumidor respecto al abuso de la posición


dominante,

 Art. 14: derechos de incidencia colectiva.

El jurista citado enfatizó que será necesario analizar el derecho del consumo
como “sistema”, realizando el “diálogo de fuentes” que se impone por las
diversas normas en las que regulan la temática, todas en pos de la defensa de
los derechos del consumidor.

Por último, cabe destacar que en el “Anexo” del CCC, bajo el título “Leyes
complementarias”, se modificaron cuatro artículos de la Ley de Defensa del
Consumidor (LDC), a saber: el 1, 8, 40 bis y 50.

Nociones fundamentales

Sobre la base de este régimen jurídico, el objeto de protección del Estatuto del
Consumidor es el consumidor o usuario en la relación de consumo, lo que
requiere definir los siguientes conceptos:

1. Relación de consumo: es el vínculo jurídico entre consumidor y


proveedor, art. 3 de la LDC y art. 1092 del CCC. Ejemplos: compraventa
de electrodomésticos, vestimenta, inmuebles, automotores, adquisición
de servicios de turismo, transporte, bancarios, de seguro, etc. La noción
es más amplia que la de contrato de consumo (art. 1093 CCC), que
queda comprendida en aquella.

2. Consumidor: Arts. 1 de la LDC y 1092 del CCC.

Es la persona humana o jurídica que adquiere o utiliza, en forma


gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social. Queda
equiparado al consumidor quien, sin ser parte de la relación de
consumo, como consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o
utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como

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destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o
social.5

El primer supuesto es el denominado “consumidor directo”, pues es el


contratante que por sí mismo adquiere y utiliza el bien o servicio.

El segundo sujeto es llamado “consumidor indirecto, conexo o equiparado”,


pues a pesar de no resultar el contratante, utiliza o se beneficia de lo adquirido
por el consumidor directo. Ejemplo: familiares que consumen alimentos
adquiridos por quien los compró en el supermercado.

Además, existe la figura del “consumidor expuesto” o “bystander”, que con la


reforma de la LDC del año 2008 había sido incorporado en el art. 1, pero que
fue eliminada de esta norma por la sanción del CCC, que desplazó a esta figura
al ámbito de las prácticas abusivas en el art. 1096.

3. Proveedor: Art. 2 de la LDC.

Es la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que


desarrolla de manera profesional, aun ocasionalmente,
actividades de producción, montaje, creación, construcción,
transformación, importación, concesión de marca, distribución y
comercialización de bienes y servicios, destinados a
consumidores o usuarios.6

No están comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que


requieran para su ejercicio título universitario y matrícula otorgada por colegios
profesionales reconocidos oficialmente o autoridad facultada para ello, pero sí
la publicidad que se haga de su ofrecimiento.

Principios fundamentales del derecho del


consumo

Pizarro y Vallespinos (2014) destacan que los principios del derecho del
consumo son:

Equilibrio: entre las partes de la relación de consumo, real y no formal,


facultad del juez para intervenir en los contratos.

Favor consumatoris o “in dubio pro consumidor”: principio de interpretación


más favorable para el consumidor. Fundamento: art. 42 CN, art. 3 y 37 LDC, y

5
Art. 1.092. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
6
Art. 2. Ley Nº 24.240. Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

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art. 1094 y 1095 CCC. Válido para apreciación de los hechos, aplicación del
derecho y cargas probatorias.

Orden público: jerarquía imperativa, es un derecho que no puede ser dejado


de lado ni aun por convenio de partes, art. 65 LDC (Rusconi, 2009).

Protección de la salud y seguridad de los consumidores y usuarios: art. 42 CN


y 40 LDC.

Prevención: del daño normas que lo impidan, disuadan, sanciones.

Veracidad: información cierta, objetiva y veraz respecto de los bienes y


servicios que se ofrecen y comercializan, art. 42 CN, 4, 6, 9, 10, 11, y
concordantes de la LDC, 1100 a 1103, 1107, 1111 del CCC.

Confianza en la apariencia desplegada: por la actuación del proveedor.

Adaptación de la actividad económica y del mercado a las exigencias sociales.

Los derechos fundamentales del consumidor


Stiglitz (citado por Pizarro y Vallespinos, 2014) explica que los derechos del
consumidor se pueden clasificar del siguiente modo:

1. Derechos fundamentales: importan deberes irrenunciables del Estado


moderno, derivados del art. 42 CN, e incluyen:

a) Acceso al consumo y a la libertad de elección.

b) Educación para el consumo.

2. Derechos sustanciales: son reconocidos por normas de fondo,


sustantivas, que hacen a los principales aspectos de la relación de
consumo, previstos en CN, LDC y CCC:

a) A la protección de la salud, a la seguridad y a la prevención y


reparación de daños.

b) A la información adecuada y veraz.

c) A la protección de los legítimos intereses económicos de los


consumidores. Al trato digno y equitativo.

3. Derechos instrumentales: representan las vías para ejercer los derechos


sustanciales, orientados a hacerlos efectivos. Consagrados en la CN, LDC
y el CCC. Los más importantes son:

a) A la organización

19
b) A participar

c) A ser representado

d) A acceder a la jurisdicción

20
Elementos de la
obligación
Elementos esenciales de las
obligaciones. Definición
Los elementos esenciales de la obligación son aquellos componentes
indispensables para su configuración, sin los cuales no es posible concebir su
existencia. (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Son 4:

1. Sujetos

2. Objeto Internos o estructurales

3. Vínculo jurídico

4. Causa fuente Externo, no estructural

Primer elemento esencial: los


sujetos
Sujeto activo y pasivo (Requisitos. Determinación.
Casos de indeterminación relativa. Capacidad)

Concepto: Son las personas humanas o jurídicas que están


vinculadas por la obligación: son como mínimos dos: acreedor:
titular del derecho de crédito y el deudor: sobre quien pesa el deber
jurídico o prestación.

Es un requisito de los sujetos que como mínimo existan dos, uno en cada polo,
y que esta dualidad se mantenga durante toda la vida de la obligación –sean las

21
mismas personas u otras, pero siempre dos contrapuestas–. Sin embargo,
puede haber más de un sujeto en cada uno de los polos o en ambos, es decir,
supuestos de pluralidad de sujetos, lo que se estudiará en la Unidad 8.
Pueden ser sujetos de la obligación:
 Persona humana: art. 19 y siguientes del CCC Incluso puede serlo la
persona por nacer, bajo la condición de que nazca con vida, art. 21 del
CCC
 Persona jurídica: art. 141 del CCC y Ley General de Sociedades;
incluyendo: públicas y privadas: arts. 145, 146 148; las asociaciones
civiles 168 y ss.; y fundaciones: 193 y ss. del CCC

Requisitos de los sujetos

 Capacidad:
a) de derecho: aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos,
art. 22 Y 141 del CCC La falta de esta provoca la nulidad absoluta de la
obligación (art. 387 del CCC).
b) de ejercicio: para ejercer por sí misma sus derechos (art. 23 del CCC).
Esta puede ser suplida por un representante legal (padres que ejercen la
responsabilidad parental, el tutor o el curador). La falta de esta
capacidad genera la nulidad relativa de la obligación (art. 388 del CCC),
pues es subsanable si la convalida el representante legal.
 Determinación: los sujetos deben estar individualizados, identificados
completamente al momento del nacimiento de la obligación, o deben
poder serlo en un momento posterior –siempre antes del pago–, como
por ejemplo, en el caso de ofertas al público en general u oferta de
recompensa.
Si existe indeterminación absoluta del sujeto, la obligación no podrá
existir por falta de uno de sus elementos esenciales: sujetos.
Son supuestos de indeterminación relativa los casos de obligaciones
(Pizarro y Vallespinos, 2014):
o Ambulatorias: como los títulos al portador que se transmiten por
endoso o simple entrega. Ej.: Cheque al portador: se conoce al
librador (deudor de la obligación), pero hasta que no se presente
al pago el portador (acreedor) el día del vencimiento, se
desconoce a quién debe pagarse.

o Propter rem: el sujeto cambia según quién es el propietario o


poseedor (Unidad 1).

22
o De mancomunación disyuntiva o alternativa: existe pluralidad
originaria de acreedores o deudores excluyente entre sí,
cualquiera puede dejar sin efecto el crédito o la deuda de los
demás (Unidad 8).

o Promesa de recompensa: a favor de quien encuentre alguna cosa


perdida, quien será el acreedor de la prestación comprometida.

o Oferta al público: dirigida a un número indeterminado de sujetos


(acreedores), que serán identificados al momento de aceptar la
oferta (art. 972 CCC y art. 7 de la Ley de Defensa del Consumidor).

El fenómeno de la pluralidad de personas en la


relación obligatoria. Remisión
En la obligación puede haber más de un sujeto en uno o ambos polos –activo y
pasivo–, lo que genera el fenómeno de la pluralidad de sujetos. La pluralidad
puede ser en cualquiera de los polos: originaria, desde el momento del
nacimiento de la obligación (Ej.: dos personas humanas se obligan –deudores–
a realizar un trabajo de diseño arquitectónico de un inmueble) o sobrevenida
(Ej.: por fallecimiento del acreedor, quien será reemplazado por sus tres hijos
que son sus herederos).

El estudio de esta temática será profundizado en la Unidad 8.

Segundo elemento esencial: el


objeto
Definición
Antes de la sanción del CCC, el Código Civil carecía de una norma que brindara
una noción del objeto, y por ello se debatía respecto de su contenido, y
concretamente, si este estaba constituido por la cosa o bien, por la prestación o
comportamiento a realizar por el deudor, y si incluía o no al interés del
acreedor. Ahora, el art. 725 del CCC deja en claro cuál es la noción y requisitos
del objeto de la obligación:

Art. 725: Requisitos: La prestación que constituye el objeto de la


obligación debe ser material y jurídicamente posible, lícita,

23
determinada o determinable, susceptible de valoración económica y
debe corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial del
acreedor.7

El objeto de la obligación es el comportamiento debido por el deudor (la


prestación: dar, hacer o no hacer) y el interés perseguido por el acreedor que
debe ser satisfecho a través de aquella. Ambos componentes –conducta e
interés– forman el objeto de la obligación (Pizarro y Vallespinos, 2014).

El interés del acreedor es la necesidad objetivamente valorable de bienes o


servicios que la prestación del deudor debe satisfacer, puede ser de contenido
patrimonial o extrapatrimonial (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Los autores citados explican que el interés es relevante, pues sirve para
determinar si hubo cumplimiento o incumplimiento al momento del pago, y
aquel se determina según: la causa fuente de la obligación, las circunstancias
del caso y la causa fin.

Requisitos del objeto


Si bien eran definidos por la doctrina, ahora están expresamente receptados en
el art. 725 del CCC

Posibilidad: que la prestación sea “material y jurídicamente posible”. Lo


primero significa que no sea contraria a las leyes físicas o a la naturaleza, por
ejemplo: no cruzar el mar a nado, volar a otro planeta. Lo segundo implica
que no esté prohibido por la ley, como vender bienes del dominio público del
Estado (Campagnucci de Caso, 2014).

La obligación será nula por carecer del elemento esencial: objeto, si la


imposibilidad es: originaria: desde el origen la obligación; absoluta: respecto
a la totalidad de la prestación, y objetiva: que la imposibilidad no sea
imputable al deudor, sino que sería así para cualquier persona que se
encuentre en su lugar.

Moisset de Espanés (2004) aclara que si la imposibilidad es sobrevenida


cuando tiene origen con posterioridad al nacimiento de la obligación, por
culpa del deudor o caso fortuito o fuerza mayor. Ej.: Incapacidad o muerte del
deudor, guerra, inundación.

7
Art. 725. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

24
Licitud: posible jurídicamente, es decir, respetar la totalidad del
ordenamiento jurídico integralmente considerado (Constitución Nacional,
Tratados Internacionales con jerarquía constitucional, Leyes de la Nación,
Provincia y Municipio, principios y valores jurídicos como la moral y los usos
buenas costumbres), arts. 1, 2, 279, 958, 1004 del CCC

Si existe ilicitud, el deudor debe alegarla y probarla a fin de que la obligación


sea declarada nula, pero nunca puede alegar la propia torpeza (ej.: error de
derecho que es inexcusable). (Pizarro, Vallespinos, 2014).

Determinación: al igual que los sujetos, el objeto debe ser identificado al


momento del nacimiento de la obligación, o al menos antes de su pago, tal
como ocurre en las obligaciones facultativas o alternativas. Si es
indeterminado de manera absoluta, la obligación será nula (art. 725 y
concordante con el 1005 del CCC).

Patrimonialidad: implica que la prestación debe tener un contenido


patrimonial: ser susceptible de apreciación pecuniaria, tal como lo prevé el
art. 725 del CCC, concordante con los arts: 279, 958, 1004.

El requisito es objetivo y depende del contexto jurídico y social de la


obligación –que lo reconozca o no como patrimonial–. Este requisito es
necesario a los fines del resarcimiento de la obligación en caso de
incumplimiento, pues permite traducir la prestación en la suma de dinero a
indemnizar (Pizarro, Vallespinos, 2014).

Utilidad para el acreedor: “corresponder a un interés patrimonial o


extrapatrimonial del acreedor”8, según el art. 725 del CCC Se incluyen
intereses económicos, humanitarios, de familia o amistad, etc. También
resulta importante a los fines de la reparación en caso de incumplimiento, ya
que la indemnización podrá incluir daño patrimonial o extrapatrimonial (arts.
1737 a 1741 del CCC).

Tercer elemento esencial: el vínculo


jurídico
Definición. Importancia
El vínculo jurídico es el elemento no material que une a ambos
polos de la relación jurídica, es decir, conecta al acreedor con el
deudor, y especialmente con su patrimonio. El vínculo recae

8
Art. 725. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

25
exclusivamente en el acreedor y el deudor y nunca sobre
terceros. La relevancia de este elemento esencial se traduce en
que desde su configuración operan los diversos efectos que el
sistema jurídico establece entre las partes. (Pizarro, Vallespinos,
2014, p. 124).

Caracteres del vínculo obligacional


El vínculo jurídico permite precisar, cuantitativa y cualitativamente, hasta
dónde llega la limitación de la libertad del deudor y el poder del acreedor.

Además, impone cargas a cada parte: al deudor, cumplir con la prestación


principal y accesorios asumida, y si no las cumple, sufrirá las consecuencias
jurídicas sobre su patrimonio; al acreedor, colaborar con el cumplimiento y
liberación del deudor, bajo apercibimiento de caer en mora él mismo (Pizarro,
Vallespinos, 1999).

Atenuaciones
El vínculo jurídico, en determinadas circunstancias previstas por la ley, puede
verse debilitado, a saber:

 Favor debitoris: impone una presunción a favor del deudor, máxime


cuando existen dudas acerca de si está o no obligado, o respecto a los
alcances de la obligación. Expresamente previsto en el art. 727 del CCC.

 Favor debitoris o “in dubio pro consumidor”: tiene por objeto la


protección de la parte débil en las relaciones jurídicas, y
específicamente en las de consumo. Es una derivación del primer
principio, pero acá el débil coincide en general con el acreedor y allá con
el deudor. Consagrado en: art. 42 CN, arts. 3 y 37 LDC, y arts. 1094 y
1095 CCC

 No violencia sobre la persona del deudor: en obligaciones de hacer y no


hacer el acreedor cuenta con todos los medios legales para exigir al
deudor el cumplimiento de la prestación, pero con este límite.

 Principio de buena fe: es un principio general del derecho, no sólo de


las obligaciones. Expresamente elevado como tal en los arts. 9, 961 y
1061 del CCC, que imponen a las partes comportarse de acuerdo con lo
pactado, dispuesto por la ley o usos y costumbres. Implica no asumir
conductas sorpresivas o contrarias a lo previsiblemente esperado por la
otra parte.

26
El elemento personal y el coactivo en el vínculo
jurídico. El débito y la responsabilidad. Remisión
Figura 1

Cumplimiento

Etapa del débito Etapa de la responsabilidad

El deudor: libre disponibilidad Patrimonio del deudor es prenda


respecto de su patrimonio común de acreedores: pueden
atacarlo (garantía)
El acreedor: sólo facultades de
control de gestión (conservación)

Fuente: Elaboración propia.

Unidad y pluralidad de vínculos. Disociación de estos

El vínculo jurídico de las obligaciones puede ser:

 Único: existe un acreedor, titular del crédito, y un solo deudor, titular


del débito. Ej.: Obligaciones simples o unilaterales como la que deriva
de una donación o un legado.

 Plural: puede darse en dos casos: que exista un solo acreedor y un solo
deudor, pero que existan dos vínculos jurídicos. Ej.: Obligaciones
recíprocas: compraventa: ambas partes son acreedor y deudor al
mismo tiempo. O puede ocurrir que existan diversos vínculos por el
carácter divisible del objeto de la obligación o por tratarse de una
obligación simplemente mancomunada (sujetos múltiple que cada uno
debe su cuota parte).

27
Obligaciones recíprocas. (Definición. Caracteres.
Efectos)
“Son aquellas en virtud de las cuales dos partes se obligan recíprocamente la
una con la otra, en virtud de una causa fuente común” (Pizarro y Vallespinos,
2014, p. 126). Ej.: contratos bilaterales, regulados en el art. 1081 del CCC, como
la compraventa, la locación, mutuo, cuenta corriente bancaria, etc.

La principal característica de las obligaciones recíprocas es que hay pluralidad


de vínculos, pues cada obligación tiene el suyo propio, están interconectados o
superpuestos, y además, hay interdependencia causal.

Los principales efectos de las obligaciones recíprocas son:


 Principio de cumplimiento simultáneo. Una parte no puede
demandar el cumplimiento a la otra si no cumple u ofrece
cumplir o demuestra que su obligación es a plazo (arts. 1031 y
1032 del CCC).

 Facultad resolutoria: una de las partes tiene la facultad de


resolver total o parcialmente el contrato si la otra lo incumple,
de conformidad al art. 1083 del CCC Se trata de la figura del
“pacto comisorio”, que se regula hasta el art. 1087 del CCC

Cuarto elemento esencial: la causa


fuente
Distintas acepciones de la palabra causa. La causa
fuente
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la palabra “causa” puede ser utilizada,
en el ámbito jurídico, con tres significados distintos:

 Causa fuente: es el conjunto de fenómenos aptos para generar una


obligación, y por ello, es su elemento esencial externo. Son causa
fuente: los contratos, los hechos ilícitos, la ley, entre otros.

 Causa fin: es la finalidad más próxima e inmediata que persiguen las


partes al contratar, forma parte de la estructura del acuerdo, es
conocido por ellas. Se trata de un elemento esencial del acto jurídico, y
no de la obligación. Es común a todos los actos de la misma especie, es
objetivo, por ejemplo, en la compraventa la causa fin es transmitir el
derecho real de dominio. Art. 259 del CCC: “…tiene por fin inmediato la

28
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones
jurídicas”9.

El CCC ha definido la figura en el art. 281:

La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento


jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También
integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y
hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente
si son esenciales para ambas partes.10

Si bien esta temática ya ha sido estudiada en Derecho Privado I, cabe


aclarar que la principal modificación introducida por el código único es
que: “la causa fin abarca tres posibilidades: a) fin inmediato
determinante de la voluntad; b) motivos exteriorizados e incorporados
expresamente; c) motivos esenciales para ambas partes, supuesto en el
cual, aunque no sean expresos, pueden ser tácitamente deducidos”11
(Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial).

 Causa motivo: es el móvil subjetivo o motivo determinante que las


partes tuvieron en cuenta de manera mediata al celebrar el negocio
jurídico. Es subjetivo, por lo que es distinto en cada obligación, ya que
depende del sujeto y sus intereses. Ej.: un mismo acto puede tener
distintas causas motivos: adquirir un inmueble: a) para instalar un
dispensario barrial, b) para donarlo a un hijo, c) para vivir en él.

“La causa fuente es el presupuesto de hecho al cual el


ordenamiento jurídico le otorga idoneidad para generar
obligaciones” (Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 128).

La causa fuente es un elemento de la obligación con las siguientes


características:

 Esencial: requisito necesario para su nacimiento.

 Dinámico: la determinación de los hechos que pueden ser “fuente” de


las obligaciones se trata de una cuestión de política legislativa, depende
de la evolución histórica. De hecho, el CCC incorporó expresamente

9
Art. 259. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
10
Art. 281. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
11

29
como fuentes a: la gestión de negocios, el empleo útil, el
enriquecimiento sin causa, a la declaración unilateral de voluntad, a la
promesa pública de recompensa, al concurso público, y a las garantías
unilaterales.

 Externo: es distinto a la obligación. Ej.: compraventa: la causa fuente es


el contrato, y las obligaciones que de este nacen son: entregar un
automotor individualizado con sus accesorios, entregar el dinero
estipulado como precio de aquel.

Causa de la obligación y causa del acto jurídico


El tema de la causa es uno de los que más debates jurídicos generó desde el
derecho romano, y existían distintas posturas respecto a cuál era la que se
constituía elemento esencial de la obligación y cuál la del acto jurídico.

Vélez Sarsfield, en el Código Civil, si bien distinguió entre la obligación y su


causa, al momento de regularlas lo hizo conjuntamente en los arts. 499 a 502,
lo que generó problemas de interpretación, y concretamente se debatió si la
causa fin era o no un elemento esencial de la obligación.

Ossola explica que el CCC establece con claridad que en materia de causa, el
único elemento esencial de la obligación es la causa fuente o eficiente,
reiterándose en los arts. 726 y 727 las soluciones de los arts. 499 a 501 del Cód.
Civil, en lo sustancial; y que la causa final es un elemento esencial de los actos
jurídicos, art. 281 del CCC (Ossola, 2015).

Fuentes de las obligaciones. Remisión


Tradicionalmente, desde la sanción del Código Civil, las fuentes de las
obligaciones fueron cinco: contratos, cuasicontratos, delitos, cuasidelitos y la
ley.

El CCC establece reglas generales relativas a la causa fuente de las obligaciones,


las que analizaremos en esta unidad, e incorporó las denominadas “otras
fuentes de las obligaciones”, en el Título V, del Libro 3, las que estudiaremos en
las unidad 20.

El art. 726 del CCC aclara que la causa fuente de las obligaciones deriva de
“algún hecho idóneo para producirla”12. Recordemos que el hecho jurídico, de

12
Art. 726. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

30
acuerdo con el art. 257 del CCC, es: “el acontecimiento que, conforme al
ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de
relaciones o situaciones jurídicas”13.

De tal modo, la fuente de las obligaciones puede ser cualquier hecho,


incluyendo los tradicionales contratos y los delitos. Además, los antes
denominados “cuasicontratos” son ahora incorporados expresamente como
“otras fuentes de las obligaciones”, como fuente nominada, entre los que se
regula la responsabilidad civil, la gestión de negocios, el empleo útil, el
enriquecimiento sin causa, etc.

En definitiva, en el código unificado se incluyeron tanto las fuentes


tradicionales como las modernas en un desarrollo ordenado de las diferentes
figuras (Campagunucci de Caso, 2014).

Interpretación restrictiva en cuanto a la existencia de la


obligación y falta de expresión de causa. Sus efectos.
La cuestión en los procesos concursales
En caso de que las partes nada manifiesten respecto a la causa fuente de la
obligación, el código establece el “principio de presunción de causa”. El
fundamento de la regla se funda en cuestiones lógicas, pues nadie se obliga a
realizar una prestación sin causa.

“ARTÍCULO 727.- Prueba de la existencia de la obligación.


Presunción de fuente legítima. La existencia de la obligación no se
presume. La interpretación respecto de la existencia y extensión de
la obligación es restrictiva. Probada la obligación, se presume que
nace de fuente legítima mientras no se acredite lo contrario”14.

Conforme lo señala Campagnucci de Caso (2014), la norma contiene tres


cuestiones:

13
Art. 257. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
14
Art. 727. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

31
 La no presunción de la existencia de la obligación: la ley no puede
presumir que existe una obligación civil, en consecuencia, quien alegue
su existencia debe probarla.

 Estricta interpretación en cuanto a la existencia de la obligación:


interpretación restrictiva, ante la duda sobre la existencia misma de la
relación jurídica: no hay obligación.

 Presunción de causa fuente: probada la existencia de la obligación, y


retomando el principio de necesidad de causa del art. 726, se presume
que existe una causa fuente. Se trata de una presunción “iuris tantum”,
que puede dejarse de lado si se demuestra lo contrario.

Por el contrario, en materia concursal, la Ley 24.522, al regular el “proceso


concursal”, limita el principio de presunción de causa, pues exige en los arts. 32
y 200, que todos los acreedores verifiquen su crédito, y a tal fin, deben
acercarse, invocarlo, indicar y acreditar la causa de este.

Necesidad de causa. El art. 726 CCC


El art. 726 del CCC recepta el principio de necesidad de causa, relativo a la
“causa fuente” de las obligaciones, receptándola expresamente como un
elemento esencial de estas.

“ARTÍCULO 726.- Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin


que derive de algún hecho idóneo para producirla, de conformidad
con el ordenamiento jurídico”15.

El deber moral como justa causa de retención. Art 728


CCC.
El Código Civil de Vélez Sársfield regulaba las obligaciones naturales como
aquellas fundadas sólo en el derecho natural y la equidad (art. 515 del CC), que
habilitaban una justa causa para retener lo recibido en virtud de una obligación

15
Art. 726. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

32
prescripta –ya no exigible–, o un resarcimiento de daño a quien no tiene
legitimación para solicitarlo, entre otros casos.

El CCC elimina la categoría de obligaciones naturales y sólo establece en el art.


728 la irrepetibilidad de lo entregado en cumplimiento de un deber moral o de
conciencia.

Campagnucci de Caso (2014) explica que el fenómeno de la “solutio retentio”


actúa como una causa suficiente y lícita de la atribución patrimonial que se
realiza.

Los elementos esenciales de la obligación en un caso en concreto

Un consorcio accionó contra la sociedad propietaria de una unidad funcional a


fin de solicitar un resarcimiento por los daños ocasionados con motivo de la
alteración de la estética y de uniformidad arquitectónica del edificio sin
autorización. La Cámara condenó a la accionada a realizar obras tendientes a
devolverle su composición original. (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil,
sala G, 21/03/2011, Consorcio Av. Córdoba 1616/20 Esquina del Carmen
775/79/91/95 c. Editorial Claridad S.A., AR/JUR/5921/2011).

En este supuesto, los requisitos esenciales de la obligación son:

Sujetos: son dos: el acreedor: consorcio de copropietarios; y el deudor: la


sociedad propietario de la unidad que provocó las modificaciones no
autorizadas.

Objeto: prestación de hacer: volver las cosas al estado anterior a las


modificaciones no autorizadas, cumpliendo con el interés del acreedor de
recuperar la estética y uniformidad arquitectónica del edificio.

Vinculo jurídico: simple, sólo uno de los sujetos tiene a su cargo una
prestación. Es una obligación pura y simple, pues no está sujeta a ninguna
modalidad (condición, plazo ni modo: unidad tres).

Causa fuente: contrato de copropiedad horizontal en el que se prohíbe


realizar este tipo de mejoras en la fachada del edificio sin autorización del
consorcio.

33
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35
Clasificación de
las obligaciones
en relación al
vínculo jurídico

Derecho
privado II
Clasificación de las
obligaciones en relación
al vínculo jurídico

Clasificación de las obligaciones.


Nociones generales
Las obligaciones se clasifican en distintos tipos, de conformidad con los cuatro
elementos esenciales que las conforman, con fines didácticos y para una mejor
comprensión de cada una de ellas. En esta unidad estudiaremos la clasificación
de acuerdo con el vínculo jurídico de la obligación.

Según el vínculo jurídico, las obligaciones se clasifican:

 Según la autosoficiencia o conexión con otros vínculos

Recíprocas –compraventa, locación, etc.

Principales o accesorias: obligación de pagar suma de dinero y


sus intereses por la mora en el pago

 Según las modalidades del vínculo

Puras y simples

Modales

Condición

Plazo

Cargo (obligación accesoria)

1
Autonomía o interdependencia
Obligaciones principales y accesorias. (Definición.
Fuentes y clases. Efectos. Excepciones al principio
general)
Por la autonomía o interdependencia del vínculo jurídico, las obligaciones
pueden ser, de acuerdo con el art. 856 del CCC:

 Principales: aquellas cuya existencia, régimen jurídico, eficacia y


desarrollo funcional son autónomos e independientes de cualquier otro
vínculo obligacional. Ej.: redactar un contrato de locación, pagar una
determinada suma de dinero, entregar un automotor.

 Accesorias: el Código aclara que tanto las obligaciones como los


derechos son accesorios a una obligación principal cuando dependen de
ella en cuanto a su existencia, régimen jurídica, eficacia y desarrollo
funcional, o cuando resultan esenciales para satisfacer el interés del
acreedor. Ej.: la obligación de pagar intereses por mora, la constitución
de la obligación de fianza, la constitución del derecho real de prenda o
hipoteca, el cargo.

Campagucci de Caso (2014) explica que los casos de accesoriedad son:

o Obligaciones accesorias con relación al objeto: cuando se


constituye para asegurar el cumplimiento de una obligación
principal. Ej.: cláusula penal.

o Obligaciones accesorias con relación a las personas: cuando para


garantizar el cumplimiento de la prestación, al lado del sujeto
deudor se coloca a un tercero, accesorio: fiador o garante.

o Derechos accesorios: se constituyen para garantizar la obligación,


por el propio deudor o por un tercero, caso de prenda e hipoteca.

Las fuentes de la accesoriedad, de acuerdo con el art. 856, pueden ser: la ley o
la voluntad de las partes, y en este último sentido se refiere la norma cuando
señala: “o cuando resulten esenciales para satisfacer el interés del acreedor”16.

16
Art. 856. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

2
El fin de la constitución de obligaciones o derechos accesorios es la función de
garantía del cumplimiento de la obligación principal, es decir, se crean para
brindar mayor seguridad al acreedor respecto al pago de la deuda.

El art. 857 del CCC establece los efectos de las obligaciones accesorias: “la
extinción, nulidad o eficacia del crédito principal, extingue los derechos y
obligaciones accesorios, excepto disposición legal o convencional en contra”17.

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que existen dos reglas fundamentales:

1. La interdependencia por accesoriedad constituye una excepción, por


lo que, ante la duda respecto a si una obligación es accesoria o principal,
se debe estar por lo segundo;

2. Lo accesorio sigue la suerte de lo principal, salvo los supuestos legal o


convencionalmente previstos.

o Regla general: éste es el principal efecto de la accesoriedad,


previsto en el art. 857, es decir, la obligación o derecho accesorio
depende de la obligación principal, y no al revés, salvo supuestos
expresamente consagrados –por la ley o las partes- .

Así, la extinción de la obligación principal por pago, transacción,


novación, etc. produce la extinción de la accesoria; la nulidad de
la obligación principal conlleva también la de la accesoria; por el
contrario, el pago o la nulidad del derecho u obligación accesoria
no afecta la principal.

o Excepciones: cuando las partes, sobre la base del principio de la


autonomía de la voluntad incluyen una alteración a la regla, o
cuando lo dispone expresamente la ley como por ejemplo, en los
siguientes casos que reseña Campagnucci de Caso (2014, p. 254):

1. Si la obligación principal es nula por falta de capacidad


del deudor, subsiste la cláusula penal (es accesoria) contraída
por otra persona (art. 801 del CCC).

2. La cláusula penal tiene efecto, aunque haya sido puesta


para asegurar el cumplimiento de una obligación que al tiempo
de concertar la accesoria no podía exigirse judicialmente,
siempre que no sea reprobada por ley (art. 803 del CCC).

3. La extinción parcial de la obligación principal, no extingue


proporcionalmente los derechos reales accesorios de prenda o

17
Art. 857. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

3
hipoteca, que subsisten indivisiblemente en tanto no se ejecute
íntegramente la prestación principal (art. 2194 CCC).

Obligaciones y deber moral


Definición. Diferencia con el supuesto del deber
moral: Art. 728 del CCC. Efectos
Antes de la sanción del Código unificado, las obligaciones se clasificaban en
civiles y naturales, según sean o no exigibles, respectivamente –en cuanto a
concesión al acreedor de poder de agresión al patrimonio del deudor–, y se
regulaban detenidamente los supuestos contenidos en la última categoría.

Sin embargo, la nueva definición de obligación del art. 724 excluye la existencia
de la obligación no exigible, y en consecuencia, desaparece la categoría de
“obligación natural”.

La única “reminiscencia” o supuesto relacionado con estas se prevé en el art.


728 del CCC, que establece que: “Deber moral. Lo entregado en cumplimiento
de deberes morales o de conciencia es irrepetible”18.

En consecuencia, el que “paga” entregando una cosa –pues en la prestación de


hacer o no hacer sería difícil conseguir la repetición– en cumplimiento de un
deber moral o de conciencia, no tiene derecho a repetir, es decir, a exigir que le
devuelvan lo dado.

No se trata del cumplimiento de una obligación, sino que la entrega actúa como
una “justa causa de atribución” (Pizarro y Vallespinos, 1999, p. 216).

En este sentido, existen dos supuestos a los que se le aplica la regla del art. 728,
expresamente consagrados en el Código, que antes engastaban en la noción de
“obligación natural”:

En el art. 803 se establece la validez y plenos efectos de una cláusula penal


aunque sea puesta para asegurar el cumplimiento de una obligación que al
tiempo de la creación de aquella “no podía exigirse judicialmente, siempre
que no sea reprobada por la ley”19. En definitiva, se trata de la consagración o
habilitación de la cláusula penal –obligación accesoria– para garantizar una
obligación no exigible, supuesto antes concebido como “obligación natural”.

18
Art. 728. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
19
Art. 803. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

4
Art. 2538: que ordena la irrepetibilidad del pago espontáneo de una
obligación prescripta, típico caso de obligación natural en el anterior régimen
de Vélez Sársfield.

Obligaciones condicionales
Tal como ya se explicó, las obligaciones tienen cuatro elementos esenciales, sin
los cuales no pueden existir. Si sólo presentan estos elementos, se las
denomina “obligaciones puras y simples”.

Sin embargo, además de los elementos esenciales, las obligaciones pueden


tener “elementos accidentales”, es decir, contener una modalidad especial con
respecto al vínculo jurídico que puede o no estar. Estas obligaciones se
denominan “modales” y se subclasifican en obligación sujeta a condición, a
plazo o con cargo.

Si bien estas modalidades de los actos jurídicos fueron estudiadas en Derecho


Privado I, en esta oportunidad se realiza un repaso por la influencia de la
temática en materia obligacional.

Ossola (2015) explica que las normas sobre modalidades (condición, plazo y
cargo) se encuentran en la Parte General, en el Libro Primero, en la parte
destinada a los actos jurídicos (arts. 343 a 357), aunque aclara que tanto el
plazo como la condición (no así el cargo) pueden constituir modalidades no sólo
del acto jurídico sino también de una obligación.

Condición. Definición. Clases. Requisitos.


Características
Pizarro y Vallespinos (2014) distinguen tres situaciones distintas que se
relacionan con la locución condición, que corresponde distinguir:

 Condición: como cláusula inserta en el acto jurídico, de la que se hace


depender la eficacia o extinción de la obligación, art. 343 CCC

 Hecho jurídico condicionante: es el acontecimiento futuro e incierto al


cual se supedita la eficacia o extinción, es el presupuesto fáctico de la
condición, art. 343 CCC

 Obligación condicional: es la que emerge –tiene por causa fuente– de


un acto condicional, cuya eficacia o extinción depende de la producción
o frustración del hecho condicionante. “La condición actúa sobre el acto

5
jurídico generador de la obligación, y desde allí proyecta sus efectos a
ésta”.

Moisset de Espanés (2004) explica que en materia de obligaciones cuando


existe una condición, lo que está en juego es la existencia misma de la
obligación, pues esta nacerá o se extinguirá según el papel que las partes hayan
puesto a aquella modalidad.

La obligación será condicional cuando su eficacia jurídica o


resolución dependan del advenimiento de un hecho futuro e
incierto.

La obligación condicional se clasifica en:

 Suspensiva: cuando lo que se subordina al hecho condicional es la


eficacia de la obligación, es decir, su propia existencia, que comienza
cuando aquel ocurre. El acreedor tiene un derecho en expectativa. Ej.:
te prestaré mi automotor cuando obtengas el carnet de conducir
habilitante; la venta de un automotor por una concesionaria, bajo
condición que el cliente obtenga el crédito bancario para su compra; o
la de conceder la franquicia de una marca bajo condición de que el
franquiciante adquiera –por compra o locación– el local que el
franquiciado le exige de antemano.

 Resolutoria: supedita la extinción de la obligación a un hecho futuro e


incierto. La obligación nace y tiene eficacia, es exigible, hasta que
acontece el hecho, luego de lo cual se extingue. Ej.: te prestaré mi
automotor siempre que no cometas ninguna infracción; no te cobraré el
alquiler hasta que el departamento esté definitivamente restaurado.

Los requisitos del hecho condicionante, en virtud de los arts. 343 y 344, son:

1. Futuro: tal como lo exige el art. 343, debe ser un hecho que todavía no
haya acontecido al momento del nacimiento de la obligación –acto
jurídico–, o que si bien fuese presente o pasado, las partes lo
desconocían.

2. Incierto: es el elemento caracterizante de la condición; implica que las


partes no tengan seguridad sobre la efectiva producción del hecho, que
exista incertidumbre, que pueda o no ocurrir.

6
3. Posible: materialmente susceptible de ocurrir.

El art. 344 expresamente dispone que la condición de no hacer un hecho


imposible “no perjudica la validez de la obligación, si ella fuera pactada
bajo modalidad suspensiva”20.

4. Lícito: que no sea contrario al ordenamiento jurídico íntegramente


considerado, a la moral ni a las buenas costumbres.

Específicamente, el art. 344 exige que no viole la libertad de las


personas: como “elegir domicilio, religión, o decidir sobre su estado
civil”21: casarse o mantenerse soltero, bajo sanción de tenerse por no
escritas estas condiciones.

5. No absolutamente potestativo para el deudor: que la ocurrencia del


hecho condicionante no dependa exclusivamente de la voluntad del
deudor, pues podría hacer que no acontezca para no cumplir.

Los caracteres de la condición son (Pizarro y Vallespinos, 2014):

 Voluntaria: pues surge de la autonomía de la voluntad de las partes que


pueden o no pactarla.

 Accidental: es una modalidad del acto jurídico a la que sujeta la


obligación, y no un elemento esencial de esta.

 Excepcional: ante la duda no se presume su existencia sino que es de


interpretación restrictiva y la obligación será pura y simple.

 Incoercible: las partes no pueden forzar que el hecho condicionante


ocurra.

Inejecución de la condición
El art. 345 del CCC aclara que: “el incumplimiento de la condición no puede ser
invocado por la parte que, de mala fe, impide su realización”22, como una
sanción por el obrar contrario al principio de buena fe.

Este supuesto estaba antes expresamente previsto como un caso de


“cumplimiento ficto”, en el que Vélez había establecido en el art. 537 del CC

20
Art. 344. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
21
Art. 344. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
22
Art. 345. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

7
diversos casos en los que la ley tenía por cumplida la condición, pese a que
efectivamente el hecho condicionante no ocurrió.

El CCC modifica esta cuestión, pues no dispone el cumplimiento ficto, sino que
impide que se pueda usar como defensa que la condición no se ha cumplido,
cuando el sujeto actúe de mala fe impidiendo el hecho (Kitainik, 2014).

Efectos de la condición. Distinción entre condición


pendiente y cumplida
Con respecto al tiempo en que se producen los efectos de la ocurrencia del
hecho condicionante, el art. 346 establece como regla que “no opera
retroactivamente”23, es decir, que son para el futuro desde el día en que
aconteció.

Sin embargo, la misma norma establece que excepcionalmente si podrá tener


efectos retroactivos si las partes así lo pactaron expresamente.

Los efectos de la condición deben distinguirse en dos momentos: antes de la


ocurrencia del hecho condicionante y después de ella.

Mientras la condición esté pendiente de cumplimiento, es decir, que el hecho


condicionante todavía no aconteció, quien se beneficiará con su ocurrencia
–interesado– tiene derecho a pedir medidas conservatorias de su derecho de
crédito (art. 347 CCC). Ej.: embargo, medida de no innovar, inhibición, etc. Estas
facultades se justifican para asegurar al acreedor la eficacia de su derecho de
crédito y para mantener indemne el patrimonio del deudor.

Por su parte, el art. 349 aclara que si el acto celebrado bajo condición
suspensiva se hubiese ejecutado antes del acontecimiento del hecho
condicional, y este no se cumple, las partes deben restituirse el objeto con sus
accesorios, pero no los frutos percibidos.

La norma exige que la parte que “se perjudicará” con la verificación del hecho
condicionante debe actuar de buena fe, para no perjudicar a la contraria.

Después que el hecho condicionante ocurrió, es decir: en caso de condición


cumplida, las partes deben entregarse –suspensiva– o restituirse –resolutoria–
recíprocamente las prestaciones convenidas, y los efectos se producirán de
conformidad a la naturaleza de estas, a sus fines y su objeto. En definitiva,
habrá que estar en el caso concreto al tipo de prestación que constituye el

23
Art. 346. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

8
objeto de la obligación, como a sus fines, para determinar los efectos concretos
entre partes y respecto a terceros.

Tabla 5

Condición suspensiva Condición resolutoria


No hay eficacia, pues la La obligación es exigible entre
obligación no es exigible partes. También se habilitan
Pendiente entre partes. El interesado actos de conservación por el
sólo puede realizar actos de interesado.
conservación.
Cumplida La obligación se transforma Se extingue el derecho por
en pura y simple. Es exigible y resolución desde el día que
produce efectos plenos. ocurrió el hecho condicionante.
Las partes deben restituirse lo
entregado.
Frustrada La obligación nunca será Se adquiere el derecho
eficaz. irrevocablemente.
Fuente: Elaboración propia.

Obligaciones a plazo
El plazo. Nociones generales
El plazo es otra de las modalidades a la que puede estar supeditada una
obligación. Pizarro y Vallespinos (2014) lo definen como el elemento accidental
del acto jurídico en virtud del cual sus efectos se difieren o limitan en el tiempo.

El CCC no define el plazo, pero sí lo hacía el art. 566 del CC en los siguientes
términos: “La obligación es a plazo, cuando el ejercicio del derecho que a ella
corresponde estuviere subordinado a un plazo suspensivo o resolutorio”. Ej.:
título de crédito “pagaré” con fecha a seis meses desde su creación; cheque al
portador pagadero a un mes de la fecha de libramiento, todas las obligaciones
que se pagan en cuotas: alquileres, colegio, mutuo; obligaciones emergentes
del contrato de tarjeta de crédito, obligación de pagar cuando mejore la
fortuna del deudor, etc.

En definitiva, el plazo influye en la exigibilidad o extinción de la prestación, art.


350 del CCC, pero no sobre su eficacia.

9
El “plazo” es el conjunto de unidades temporales (días, meses, años), mientras
que el “término” es el punto final o momento de vencimiento de esas unidades
temporales.

Las características del plazo son:

 Futuro: transcurrirá con posterioridad al nacimiento de la obligación.

 Cierto: fatalmente habrá de transcurrir, sí o sí, existe certeza absoluta.

 No retroactivo: sus efectos operan siempre para el futuro, desde el día


del vencimiento o término del plazo.

Beneficiario del plazo. Principio general y


excepciones. Consecuencias
El art. 351 del CCC expresamente dispone:

 Regla general que el plazo se presume a favor del obligado, es decir, del
deudor “a cumplir o a restituir a su vencimiento”24.

 Excepcionalmente, de conformidad a la naturaleza del acto, o por otras


circunstancias, resulte que ha sido fijado a favor del acreedor, o de
ambas partes. De la lectura de la norma se advierte la amplitud de
supuestos –“por otras circunstancias”– que pueden caer en estos casos
excepcionales.

Esta cuestión adquiere relevancia al momento de determinar los efectos de las


obligaciones, si es válido o no un pago antes del término, si existe mora del
deudor, etc.

Una consecuencia derivada de la regla general es que si el plazo es a favor del


deudor, este puede renunciar a él y pagar antes de su vencimiento, es decir,
realizar un pago “anticipado” con respecto a la fecha prevista originariamente.

Por ejemplo: si el deudor debía pagar $ 10.000 en el plazo de un año


–estipulado de acuerdo con sus ingresos mensuales–, y si aquel recibe una
herencia o gana un premio en el mes seis y quiere pagar antes del año para
liberarse de la deuda, puede renunciar al plazo y hacerlo.

24
Art. 351. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
En este supuesto, el art. 352 del CCC aclara que el obligado que cumple antes
del plazo no puede repetir lo pagado, es decir, que no puede luego arrepentirse
y solicitar la devolución de lo entregado y la vigencia del plazo. Esta es una
consecuencia lógica derivada principio de los propios actos y del hecho que el
deudor, al pagar antes, renunció al plazo y extinguió la obligación.

Clasificación de los plazos


En los Fundamentos del Anteproyecto de Código unificado, la Comisión
redactora explicó que: “se ha preferido no ingresar en la caracterización de las
diferentes especies de plazos, más afín a la labor de la doctrina”25, razón por la
cual aclaró que no definía ni clasificaba los plazos. Sin embargo, en algunas
normas establece alguna clasificación, siendo las demás determinadas por la
doctrina.

El art. 350 establece la clasificación más importante, pues al regular los efectos
del plazo distingue entre:

 Suspensivo: cuando la exigibilidad del acto jurídico –y en consecuencia,


la obligación– se difiere al término del plazo. Es un plazo inicial, la
prestación no será exigible hasta que venza. Ej.: te entregaré el
escritorio a medida en 20 días, antes de ese tiempo no podrá ser
exigido.

 Resolutorio: el plazo determina la extinción o expiración del acto


jurídico, y de la obligación. Es un plazo final, la prestación será exigible
hasta el día del vencimiento. Ej.: contrato de locación, al término de dos
años –plazo de la locación– ya no será exigible ni el pago del canon ni el
derecho de posesión del inmueble.

La doctrina también realiza otras clasificaciones que son de utilidad para


analizar los efectos de las obligaciones:

1- Según el origen: Convencional: introducido por las partes.

Legal: surge del ordenamiento jurídico.

Judicial: determinado por el juez.

25
Recuperado el 10 de octubre de 2015 de: http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-
primero.PDF

11
2- Según el interés Esencial: sólo es útil en el plazo pactado; vencido,
del acreedor hay inejecución. Ej.: Fotógrafo para casamiento.

(objeto) No esencial: vencido, la prestación sigue siendo


útil, mantiene interés. Ej.: Dar $ 5.000.

3- Según la determinación (importante para determinar la mora)

(Art. 887) Determinado: ha sido estipulado, precisado por las


partes, ley o el juez.

Cierto: se conoce con precisión la fecha del


término, pues fue fijado con día, mes y año, o
próximo acontecimiento –próximo día del
trabajador–. Ej.: te pagaré el 15.3.2018, a los 30
días de la fecha de factura.

Incierto: fijado con relación a un hecho futuro,


que sí o sí ocurrirá, pero no se sabe cuándo. Ej.: la
pista de sky se abrirá al público cuando nieve.

Indeterminado: no fue fijado de manera precisa, sino


según el caso de define de acuerdo con:

Tácito: según la naturaleza y circunstancias de la


obligación, en la fecha que según los usos y buena
fe deba cumplirse. Ej.: te compraré un automotor
cuando crezcas –sería cercano a los 18 años–.

Propiamente dicho: requiere fijación judicial,


luego de lo cual se transforma en plazo
determinado cierto. Ej.: obligación de escriturar.

4- Según surja o no del acto jurídico

Expreso: definido de manera inequívoca en el negocio. Ej.:


pagar la renta el día 10 de cada mes.

Tácito: surge implícitamente de la naturaleza de la obligación

12
Efectos del plazo suspensivo y extintivo
En general, de las características del plazo se deriva que, en primer lugar, no
afecta la existencia ni eficacia de la obligación, sino que define su exigibilidad o
extinción, y, además, que sus efectos se producen siempre para el futuro y
nunca con efectos retroactivos.

El art. 352 del CCC establece una regla general en materia de pago anticipado,
es decir, cuando el deudor paga o restituye antes del vencimiento del plazo, en
cuyo caso no puede repetir lo pagado argumentando que todavía no se había
alcanzado el término.

Pizarro y Vallespinos (2014) distinguen los efectos del plazo según este sea:

Tabla 6

Plazo suspensivo Plazo resolutorio


- Suspende el ejercicio hasta el - La obligación nace como
vencimiento. La obligación pura y simple: la prestación
existe pero no es exigible. es exigible, hasta el término
- El deudor no puede hacer del plazo.
actos de disposición. Debe - Es una obligación de
conservar y no afectar el ejecución inmediata.
crédito. - El acreedor tiene todos los
Pendiente - El acreedor puede: 1.solicitar derechos y acciones para
medidas conservatorias del obtener el cumplimiento.
crédito; 2.transmitirlo entre
vivos o mortis causa.
- No corre la prescripción ni es
procedente la compensación.
- La parte a quien beneficia
puede renunciar al plazo.
Cumplido (de - La obligación se transforma en - La obligación deja de
pleno derecho pura y simple: es exigible. producir efectos para el
por el - El deudor tiene el deber y futuro, se extingue.
transcurso del derecho de pagar. - los actos cumplidos y las
tiempo) prestaciones ejecutadas
antes del vencimiento del
plazo constituyen derechos
adquiridos.
Fuente: Elaboración propia.

13
Caducidad del plazo: Definición. Distintos
supuestos. Efectos
La caducidad de los plazos ocurre en los casos en que se produce la decadencia
del plazo, y se lo considera vencido aunque no haya transcurrido aún (Moisset
de Espanés. 2004).

El fundamento es proteger los derechos del acreedor frente a determinados


actos del deudor.

La caducidad de los plazos debe ser invocada y probada por el acreedor.

El art. 353 del CCC estipula la caducidad de los plazos y algunos supuestos, no
taxativos sino ejemplificativos, dada la redacción de la norma que alude a “…
entre otros supuestos relevantes”26. La norma impone que el deudor no puede
invocar la pendencia de los plazos cuando:

 Se ha declarado su quiebra. La caducidad no se produce en caso de


concurso según la propia norma, pese a lo cual se requiere la
integración con la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras.

 Si disminuye por acto propio las seguridades otorgadas a los


acreedores para el cumplimiento de la obligación: por ejemplo, si
menoscaba los bienes objeto de prenda o hipoteca provocando que
disminuya su valor.

 No ha constituido las garantías comprometidas.

Estos serían supuestos de caducidad legal, pero las partes también pueden
disponer convencionalmente otros supuestos, como por ejemplo, en los
mutuos o préstamos de dinero, cuando se pacta que la restitución será en 12
cuotas, pero que el incumplimiento de tres cuotas consecutivas producirá la
caducidad de los plazos y el acreedor podrá reclamar la totalidad del monto
adeudado.

El efecto de la caducidad de los plazos es que la obligación se torna de


exigibilidad inmediata en el caso que sea suspensivo, o se extingue si es
resolutorio.

26
Art. 353. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

14
Cómputo del plazo
La operación de cálculo del día del vencimiento de la obligación debe realizarse,
de conformidad con el art. 6 del CCC que establece las siguientes reglas:

 Día: como unidad temporal, “es el intervalo que corre de medianoche a


medianoche”27.

 “En los plazos fijados en días, a contar de uno determinado, queda este
excluido del cómputo, el cual debe empezar al siguiente”28.

 “Los plazos de meses o años se computan de fecha a fecha. Cuando en


el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del
cómputo, se entiende que el plazo expira el último día de ese mes”29.

 “Los plazos vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento


respectivo”30.

 “El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, y no se


excluyen los días inhábiles o no laborables”31.

 “En los plazos fijados en horas, a contar desde una hora determinada,
esta queda excluida del cómputo, el cual debe empezar desde la hora
siguiente”32.

 “Las leyes o las partes pueden disponer que el cómputo se efectúe de


otro modo”33.

27
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
28
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
29
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
30
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
31
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
32
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
33
Art. 6. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

15
Obligaciones con cargo
El cargo. Nociones generales. Clases. Presunción
El art. 354 del CCC define al cargo como: “una obligación accesoria impuesta al
adquirente de un derecho”34.

El cargo o modo es una “obligación accesoria y excepcional que se


impone al beneficiario de una liberalidad y a las instituciones de
heredero o legado. Se traduce en un deber de prestación que limita
el beneficio concedido por un acto a título gratuito” (Pizarro y
Vallespinos, 2014. p. 212).

Si bien la norma citada no aclara a qué tipo de derecho puede ser impuesto el
cargo, la doctrina mayoritaria nacional (Pizarro, Vallespinos, Moisset de
Espanés, Borda, Bueres, Trigo Represas, etc.) entiende que sólo puede ser en
casos de obligaciones a título gratuito: donaciones –entre vivos–, herencia o
legados –mortis causa–. Moisset de Espanés (2004) explica que no puede
ocurrir en actos a título oneroso, pues el pago de la suma y el cumplimiento del
cargo integrarían el precio o contraprestación.

El objeto del cargo es una prestación que puede ser de dar, hacer y no hacer.
Ej.: heredarás un inmueble x si cuidas de mi hija hasta que cumpla la mayoría
de edad; te dono mi auto con el cargo de permitirme usarlo los fines de
semana.

El art. 357 del CCC ordena que los cargos que tengan por objeto hechos que no
pueden ser condiciones –por estar prohibidas– se tendrán por no escritos, no
provocando la nulidad del acto. En consecuencia, si la prestación objeto del
cargo es prohibida, la obligación será pura y simple, sin obligación accesoria de
cargo.

El cargo puede estar establecido a favor de un tercero o del propio estipulante


(donatario, causante).

Los caracteres del cargo, de acuerdo con el art. 354 del CCC, son los siguientes:

 Obligatorio: es una verdadera obligación que puede ser exigida por el


beneficiario o sus herederos.

34
Art. 354. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

16
 Accesorio: de una obligación principal.

 Accidental: es una modalidad de los actos jurídicos, puede o no estar.

 No afecta la eficacia del derecho adquirido por la obligación principal,


salvo que haya sido estipulado como condición.

Las clases de cargo son:

 Cargo simple: no afecta la adquisición del derecho ni su ejercicio. Los


beneficiarios están facultados para reclamar su cumplimiento forzoso.

 Cargo condicional: está impuesto como hecho condicionante, tanto


suspensivo o resolutorio, y su no producción afecta la adquisición del
derecho en el primer caso.

El art. 354 dispone que, ante la duda, el cargo será simple y no condicional.

Resulta importante distinguir el cargo de la condición para no incurrir en


confusiones:

Tabla 7

Cargo Condición
Es coercitivo, es una obligación No coercitiva.
accesoria
No suspensivo Suspensivo
Fuente: Elaboración propia.

Cumplimiento. Tiempo
El cargo debe ser cumplido por el beneficiario de la liberalidad –el obligado y
sus herederos–, y a favor del estipulante o del tercero; en consecuencia, son
legitimados activos para exigir el cumplimiento: beneficiado, los herederos del
beneficiario, el instituyente, los herederos del instituyente.

El plazo de ejecución del cargo se rige por las normas de los arts. 350 y
siguientes del CCC, según si existe o no plazo para su cumplimiento, tal como
expresamente lo señala el art. 355.

17
Transmisibilidad
El art. 356 regula la transmisibilidad de la obligación principal y del cargo.

Como regla general, el derecho adquirido es transmisible por acto entre vivos o
mortis causa, y con él se traspasa la obligación del cargo, como consecuencia
del principio: “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”.

Excepcionalmente, cuando el cargo se trata de una obligación inherente a la


persona del obligado, “y este muere sin cumplirlo, la adquisición del derecho
principal queda sin efecto, volviendo los bienes al titular original o a sus
herederos”35.

Revocación de los cargos por incumplimiento


Tal como ya analizamos, el incumplimiento del cargo no impide los efectos del
acto principal, salvo que se haya estipulado como condición resolutoria, en
cuyo caso, el derecho queda extinguido (art. 354 CCC).

35
Art. 356. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

18
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20
Clasificación de
las obligaciones
con relación al
objeto

Derecho
privado II
Clasificación de las
obligaciones con
relación al objeto
Clasificación de las obligaciones con
relación al objeto
Las obligaciones según el objeto pueden ser clasificarse según:

Naturaleza de la prestación: dar (entregar una cosa o bien), hacer


(realizar una actividad) y no hacer (abstenerse de realizar algo).

Naturaleza y determinación de los bienes: dar cosas (ciertas, inciertas


no fungibles o género), de dar sumas de dinero, de valor.

Complejidad de objeto: simple o plural (conjuntivas-disyuntivas:


alternativas y facultativas).

El interés comprometido: de medios o de resultado.

El comportamiento del deudor: positivas o negativas

Aptitud del objeto para ser fraccionado: divisibles o no divisibles

Obligaciones de dar cosas ciertas


Definición. Clasificación según la finalidad
“La obligación es de dar cosas ciertas cuando el objeto consiste en la entrega de
una cosa que se encuentra determinada en su individualidad, y en
consecuencia el deudor sólo cumple entregando esa cosa y no otra”. (Pizarro y
Vallespinos, 2014. p. 237).

1
La obligación de dar, si bien en todos los casos tiene como acto la entrega de
una cosa, puede tener tres finalidades, y cada una de ellas tiene un régimen
jurídico distinto:

 Constituir derecho reales: por ejemplo, entrega de una computadora


para transferir el derecho de propiedad sobre esta;

 Transferir sólo el uso o la tenencia: por ejemplo, préstamo de cochera


para su uso nocturno, locación de inmueble; o

 Restituirlas a su dueño: por ejemplo, entrega del inmueble al final de la


locación.

Disposiciones generales del CCC y principios que rigen


el cumplimiento
En los arts. 746 a 749, el Código estipula disposiciones generales para este tipo
de obligaciones de dar, antes de regular las cuestiones específicas según la
finalidad del “dar”, las que se resumen en las siguientes:

1. Deber del deudor de conservación de la cosa a entregar en el estado en


que se encontraba al contraer la obligación (art. 746).

2. Deber del deudor de entregar la cosa con sus accesorios (art. 746).

3. Derecho de las partes a inspeccionar la cosa en el acto de la entrega. La


recepción por el acreedor hace presumir la inexistencia de vicios
aparentes y la calidad adecuada de la cosa, sin perjuicio de la obligación
de saneamiento (art. 747).

4. Derecho del acreedor a reclamar por defectos de cantidad, calidad o


vicios aparentes en cosas muebles cerradas o bajo cubierta, dentro del
plazo de 3 días desde que la recibió (art. 748).

5. En las obligaciones de dar con el fin de transmitir el uso o la tenencia, se


aplican las reglas específicas de los títulos especiales (derechos reales)
(art. 749).

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que los principios que rigen el


cumplimiento de las obligaciones de dar, en general, son los siguientes:

1. Las cosas mejoran, se pierden o deterioran para su dueño, es decir,


como regla el deudor, salvo en las obligaciones de dar para restituir, en
las que el dueño es el acreedor (art. 755 CCC).

2
2. Antes de la tradición el acreedor no adquiere ningún derecho real (art.
750 CCC). Excepto: derechos reales de garantía: prenda e hipoteca.

3. Los frutos son cosas muebles, entonces su posesión vale por título, salvo
que sean robados o perdidos (arts. 233 y 754 del CCC).

4. En transmisión de derechos, rige el principio del “nemo plus iuris”, es


decir: “nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso
del que goza”36.

5. Para que exista indemnización es imprescindible que se den los cuatro


presupuestos de la responsabilidad civil: daño, antijuridicidad, factor de
atribución y relación de causalidad (arts. 1716 y siguientes del CCC).

6. El género nunca perece.

7. En las obligaciones de género, efectuada la elección, opera la


concentración, y la obligación se rige por las reglas de las obligaciones
de dar cosas ciertas (art. 762 CCC).

Obligaciones de dar cosas ciertas para transferir o


constituir derechos reales
En este supuesto, la entrega de la cosa se realiza a fin de constituir un derecho
real: dominio, condominio, uso, habitación, etc. El deudor es el dueño de la
cosa, quien debe entregarla con tal fin.

A los fines de la constitución de los derechos reales, tal como estudiaste en la


materia correspondiente, existen tres sistemas en el derecho comparado:

1. Romanista: título (acto jurídico de instrumentación de voluntades:


contrato) y modo (tradición, acto material de entrega de la cosa que
otro recibe).

2. Francés: consensualista (el derecho se transmite con el mero acuerdo de


voluntades: consentimiento).

3. Alemán: distingue: para muebles: tradición; inmuebles: registral: efectos


entre partes y respecto a terceros desde la inscripción de la transmisión
en el Registro correspondiente.

36
Art. 399. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

3
En nuestro sistema jurídico se consagra el régimen de la tradición para la
constitución del derecho real, tanto para muebles como para inmuebles, por lo
que resulta insuficiente la mera declaración verbal de uno o ambos sujetos, art.
1892 párrafo 3º y art. 1924 CCC (Campagnucci de Caso, 2014).

Sin embargo, para la oponibilidad a terceros en algunos supuestos se exige la


inscripción. Por ello, hay que distinguir según el tipo de cosa cuyo derecho real
se transmita:

 Inmuebles: sistema del título y modo (para tener efectos entre partes) y
registro (para oponibilidad frente a terceros). Arts. 1892 y 1893 CCC

 Muebles No registrables: título y modo, art. 1895 CCC

Registrable: efecto Declarativo: para oponibilidad a terceros:


buques, aeronaves y semovientes.

Constitutivo: consolida el derecho entre partes y


frente a terceros (automotores).

La cuestión reviste importancia, pues desde el nacimiento de la obligación y


hasta la efectiva tradición o entrega de la cosa, esta puede sufrir diversas
vicisitudes que la afectan, y es necesario saber quién se beneficia o carga con
estas, según el caso.

Las reglas específicas que el Código brinda para la obligación de dar para
constituir derechos reales se encuentran en los arts. 750 a 758, que regulan los
efectos de esta entre partes –vicisitudes que la cosa puede sufrir desde el
nacimiento de la obligación y hasta la entrega de la cosa: mejora, frutos,
riesgos– y cuando hay conflicto con otros acreedores, es decir, con terceros
ajenos a la obligación con los que el deudor también se obligó.

Los efectos entre partes, de conformidad con los arts. 750 a 755, son:

1. Antes de la tradición no se adquiere ningún derecho real, art. 750.

2. Mejoras: es el aumento del valor intrínseco de la cosa, art. 751. Son:

a) Naturales: por efecto de la naturaleza, son las que el Código de Vélez


denominaba “aumentos” (Ej.: aluvión: art. 1959, que hace aumentar la
dimensión del terreno). Autorizan al deudor a exigir un mayor valor, y si
el acreedor no acepta, se extingue la obligación sin responsabilidad para
ninguna de las partes, art. 752. De tal modo, se concilian los intereses de
ambas partes sin que ninguno se perjudique.

4
b) Artificiales: provienen del hecho del hombre, art. 751. (Ej.: construcción
de habitación o pileta, reparación de inmueble, colocar llantas a un
automotor). Se clasifican en:

o Necesarias: son esenciales para la conservación de la cosa; el


deudor está obligado a realizarlas –art. 746–, sin derecho a
percibir su valor, art. 753 (Ej.: mantenimiento de instalaciones de
gas, luz, agua en un inmueble).

o Útiles: generan un provecho o benefician a cualquier poseedor de


la cosa (Ej.: instalación de aires acondicionados, conexión al
servicio de teléfono, colocación de alarma en inmueble o
automotor).

No hay obligación de pago para el acreedor, y el deudor puede


retirarlas siempre que no deteriore la cosa, art. 753.

o De mero lujo, recreo o suntuarias: en principio, beneficia a quien


la realiza, pues implican un lujo u ornamentación (Ej.: instalación
de puertas internas con vitraux, marcos de puertas dorados a la
hoja, colocación de llantas o techo descapotable en un
automotor).

Rige la misma regla de las útiles: no hay obligación de pago por el


acreedor y el deudor puede retirarlas, art. 753.

3. Frutos: conforme el art. 233 del CCC, son los objetos que un bien
produce, de modo renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia.
Se clasifican en: civiles (rentas que produce la cosa), naturales
(espontáneos de la naturaleza), industriales (se producen por la
industria del hombre o el cultivo de la tierra).

Hasta el día de la entrega de la cosa, los frutos percibidos pertenecen al


deudor, después de esa fecha, los devengados y no percibidos y los
futuros le corresponden al acreedor (art. 754).

4. Riesgo de la cosa: es la contingencia o probabilidad de daño de la cosa


(por pérdida o deterioro) o del contrato (Pizarro y Vallespinos, 1999).

o La pérdida: puede consistir en la destrucción material total o


parcial de la cosa, la destrucción jurídica (es sacada del comercio)
o la desaparición sin que se sepa de su existencia. Ej.: choque
–destrucción– o robo del camión objeto de venta.

o El deterioro: es la alteración de la estructura de la cosa, no de su


esencia, y provoca la disminución de su precio. Depende del

5
interés del acreedor. Ej.: desgaste de las cubiertas del camión por
utilización en caminos inapropiados.

De acuerdo con el art. 755, el propietario, es decir, el deudor, soporta


los riesgos de la cosa. La pérdida o deterioro se rigen por lo dispuesto
para la imposibilidad de cumplimiento, estipulada en los arts. 955 y
siguientes –según haya sido con o sin culpa del deudor–.

En caso de conflicto entre acreedores por la promesa del deudor de entregar la


cosa a más de un acreedor, si todos son de buena fe y a título oneroso, se debe
resolver según las siguientes reglas que brindan los arts. 756 a 758:

1. Bienes inmuebles:

a. el que tiene emplazamiento registral y tradición;

b. el que ha recibido la tradición;

c. el que tiene emplazamiento registral precedente;

d. en los demás supuestos, el que tiene título de fecha cierta anterior.

2. Bienes muebles:

a. el que tiene emplazamiento registral precedente, si se trata de bienes


muebles registrables;

b. el que ha recibido la tradición, si fuese no registrable;

c. en los demás supuestos, el que tiene título de fecha cierta anterior.

Por último, cabe destacar que el resto de los acreedores de buena fe que no
consigan la entrega de la cosa tienen acción de daños y perjuicios contra el
deudor (art. 758).

Obligaciones de dar cosas ciertas para restituirlas a su


dueño
En este supuesto, la prestación también consiste en la conducta del deudor de
dar una cosa cierta, pero con la finalidad de restituir la cosa a su dueño, que es
el acreedor. Ej.: devolución del automotor por parte del mecánico luego de la
reparación, del inmueble objeto de la locación al vencimiento del plazo del
contrato.

6
Entre partes, se aplican las mismas reglas generales analizadas en los apartados
anteriores, teniendo en cuenta que los roles de acreedor y deudor se invierten.
En especial, que las cosas mejoran, disminuyen y se pierden para su dueño
(acreedor). El nuevo código eliminó la doble regulación que existía en el de
Vélez y unificó los supuestos.

Por su parte, el conflicto entre acreedores para este supuesto se rige por las
reglas de los arts. 759 a 761 del CCC

El primer artículo establece la regla general, que impone que si quien debe
restituir se obligó a entregar la cosa a más de un acreedor, el deudor debe
entregarla al dueño, previa citación fehaciente a los otros que la hayan
pretendido, a fin de que tengan conocimiento de la situación e inicien las
acciones que estimen pertinentes.

Luego, el Código distingue según el tipo de cosa que deba restituirse:

Bien mueble no registrable: prevalece el derecho de quien recibió la tradición,


si la recibió a título oneroso y de buena fe, pues el dueño tendrá acción en su
contra, salvo que la cosa haya sido robada o perdida.

En definitiva, el dueño tiene acción para reclamar la cosa en tres supuestos:


cuando el tercero es de mala fe, cuando recibió a título gratuito o cuando la
cosa fue robada o perdida, vía acción real reivindicatoria del art. 2259 y ss.
(Danesi, 2014).

Bienes inmuebles y muebles registrables: el acreedor –dueño con inscripción


registral– tiene acción real reivindicatoria contra terceros que sobre ella
aparentemente adquirieron derechos reales, o que la tengan en su posesión
por cualquier contrato hecho con el deudor.

De tal modo, se consagra el principio del nemo plus iuris del art. 399.

Obligaciones de dar cosas ciertas para transferir el uso o


la tenencia de la cosa.
El último supuesto es el de la obligación de dar con la finalidad específica de
transferir sólo el uso o la tenencia de la cosa. En este supuesto, el art. 749
dispone que se aplican las normas de los títulos especiales de modo genérico,
sin expresar los tipos contractuales específicos como lo hacía el Código de
Vélez, atento las críticas recibidas en tal sentido.

7
Obligaciones de género
Definición y caracteres
Las obligaciones de género son aquellas cuyo objeto está designado por un
grupo o categoría de cosas y por el número de individuos pertenecientes a
dicha especie que deben entregarse. El art. 762 brinda una definición precisa:
“la obligación de dar es de género si recae sobre cosas determinadas sólo por
su especie y cantidad”37.

En estas, el objeto se encuentra inicialmente indeterminado, provisoria y


relativamente, el que luego y antes del pago deberá determinarse mediante la
“individualización”.

“Género es cualquier categoría de cosas, integrada por una


pluralidad de objetos que reúnen determinadas características y
condiciones que son homogéneas. Representa un concepto
abstracto, que permite contener un número ilimitado de casos
individuales”. (Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 273).

Tal como ya lo señalaba la doctrina, el Código incluye dentro de las obligaciones


de género a aquellas cuyo objeto (cosa/s a dar) es determinado por:

Su pertenencia a un género o número de individuos de una especie: cosas


inciertas no fungibles. Ej.: dos Códigos Civil y Comercial 2014 de la editorial
“m”; una heladera marca “x”, modelo “y” de color gris; cinco raquetas de
tenis de mujer marca “w”.

La cantidad, peso o medida: denominadas: “obligación de dar cantidades de


cosas” en el Código de Vélez, que también eran genéricas. Ej.: 100 quintales
de soja, 20 kilos de cemento, 5 metros de seda, 20 litros de agua mineral.

La relevancia de este tipo de obligaciones deriva de su función económica, pues


posibilita la producción en masa de bienes y servicios seriados, en los que uno
puede ser sustituido o reemplazado por otro, cuestión que expresamente prevé
la Ley de Defensa del Consumidor, cuando en el art. 10 bis habilita que ante
incumplimiento se pueda solicitar otro producto o prestación equivalente.

Los caracteres de las obligaciones de género son:

37
Art. 762. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

8
1. El objeto es sólo determinado por el género.

2. El objeto son cosas fungibles: art. 232 del CCC: “aquellas en que todo
individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y
pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad”38.

3. Antes de la individualización rige el principio “el género nunca perece”,


lo que implica que no se puede alegar incumplimiento si la cosa se
pierde o destruye, pues puede ser reemplazada por otro individuo de la
especie.

4. Después de la individualización, la obligación se rige por las normas de


las obligaciones de dar cosas ciertas, por el principio de
“concentración”.

La individualización. A quién responde. Principio de la


calidad media. Forma de realización
En las obligaciones de género, al momento de cumplir habrá que determinar la
cosa debida (Borda, 2008). El Código señala en el art. 762 que: “las cosas
debidas en una obligación de género deben ser individualizadas”39.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la elección es “el acto por el cual se
individualiza y determina el objeto de la obligación” (p. 276), el que puede
consistir en elegir y separar las cosas, pesarlas, medirlas o contarlas, según el
caso.

Con respecto de cuál de las partes debe realizar la elección, la misma norma
establece como regla general que corresponde al deudor, y excepcionalmente,
a quien resulte del acuerdo de partes –sobre la base del principio de la
autonomía de la voluntad–.

La facultad de elección del deudor –o del sujeto al que corresponda– no es


arbitraria, sino que tiene como límite el principio de la calidad media, derivado
del principio de buena fe, en virtud del cual no se puede escoger la cosa de
mejor calidad ni la de peor dentro de la especie.

El art. 762 del Código señala que la individualización puede ser realizada
mediante manifestación de voluntad expresa o tácita.

38
Art. 232. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
39
Art. 762. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
En relación con el momento en que se realiza, el Código nada dice, se entiende
que debe ser en el previsto por las partes, o en cualquier tiempo antes del
cumplimiento o pago de la obligación. Pizarro y Vallespinos (2014) entienden
que la individualización se produce en el momento mismo en que llega la
notificación al domicilio de la otra parte, sin requerir el conocimiento ni la
conformidad para producir efectos.

Efectos de las obligaciones de género antes y


después de producirse la individualización
El art. 763 del Código regula la cuestión, y concretamente distingue dos
momentos con respecto a la individualización de la cosa debida, que tendrá
diversas consecuencias en la relación entre las partes:

 Antes: el caso fortuito no libera al deudor, pues rige la regla: “el género
nunca perece”, y como las cosas se pierden y destruyen para su dueño,
el deudor no puede alegar la ocurrencia del caso fortuito para liberarse,
sino que deberá entregar otro individuo de la especie para no incurrir
en mora.

 Después: se aplican las reglas de las obligaciones de dar cosas ciertas,


pues el objeto de la obligación ya fue determinado, se produjo la
concentración.

Obligaciones relativas a bienes que no


son cosas
El Código unificado de 2014 incorporó la regulación de las obligaciones que
tengan por objeto transmitir o poner a disposición del acreedor bienes que no
son cosas en el art. 764.

Campagnucci de Caso (2014) aclara que la norma hace extensivas las reglas de
las obligaciones de dar cosas ciertas y de género a toda obligación que tenga
por objeto transferir objetos incoporales.

Los bienes y las cosas están expresamente reguladas en los arts. 15 a 17 del
CCC, y luego en los arts. 225 a 256 de manera específica.

El art. 16 del Código distingue entre “bienes” y “cosas”. En consecuencia, el


patrimonio de una persona está constituido por los “bienes susceptibles de

10
valor económico”40, y dentro de estos, los bienes materiales, que se denominan
cosas; y por los bienes que no reportan utilidad ecónomica, sino alguna otra,
como terapéutica, artística, científica o cultural. Ej.: bienes del art. 17 del CCC
(cuerpo humano), que están fuera del comercio, y por ello no pueden ser
objeto de obligaciones.

En síntesis, se establece que las obligaciones que tengan por objeto bienes que
no sean cosas se rigen por las reglas de dar cosas ciertas y las de género,
brindando reglas claras y llenando el vacío que existía en este sentido.

40
Art. 16 Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
Clasificación de las obligaciones
con relación al objeto.
Obligaciones dinerarias y de
valor. La prestación de intereses

Obligaciones de dar sumas de dinero

El dinero. Definición. Funciones económicas y


jurídicas. Caracteres
Dentro de las clasificaciones de las obligaciones, con respecto a su objeto, las
obligaciones de dar incluyen la opción de la entrega de “sumas de dinero”.

En esta categoría se ubican las obligaciones dinerarias, que son aquellas cuyo
objeto es la entrega de una suma de dinero, cuya cantidad o suma se encuentra
determinada desde el origen (ej.: entregar $ 2.000), y las obligaciones de valor,
en las que lo que se debe es un valor abstracto o una utilidad constituida por
bienes, que habrá de medirse necesariamente en dinero al momento del pago
(ej.: indemnización por daños y perjuicios derivados de un accidente de tránsito
o laboral). (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Borda (2008) señala que “el dinero es el medio normal de que se sirve el
hombre para procurar otros bienes” (p. 389), y explica que “a la inversa de lo
que sucede con las demás cosas, no le proporciona ningún placer por sí mismo”
(p. 389).

El dinero es la moneda que autoriza y emite el Estado, con la


finalidad primordial de: servir como unidad de medida del valor
de todos los bienes, como instrumento de cambio y como medio

12
de pago de las obligaciones patrimoniales. (Pizarro y Vallespinos,
2014, p. 290).

Los caracteres del dinero en nuestro país son:

1. Cosa mueble: arts. 16 y 1883 del CCC

2. Fungible: art. 232 del CCC

3. Consumible: gastable: se extingue con su utilización.

4. Divisible: puede ser fraccionado

5. Genérico: su existencia se indica por su importe o suma, de modo


cuantitativo.

6. Tiene curso legal: es sancionado y proclamado por el Estado, por lo


que no se puede rechazar como instrumento de pago. En Argentina,
sólo el “peso” tiene esta calidad.

7. Tiene curso forzoso: es inconvertible, hace a la relación poseedor


del dinero-emisor, y dispensa a este último de efectuar reembolso
alguno de los billetes por oro o divisas. Rige en Argentina desde el
fin de la convertibilidad.

Las funciones del dinero, según Pizarro y Vallespinos (2014), se distinguen en:

1. Económicas

o Unidad de medida o valor: permite apreciar el valor de todos los


bienes patrimoniales y aspectos económicos de la actividad
humana (trabajo).

o Instrumento de cambio: permite a quien lo dispone adquirir


bienes o servicio con él.

2. Jurídicas: constituye un instrumento de pago porque siempre es apto


para solventar la obligación que lo tiene por objeto, e incluso cuando no
lo tuviere, por vía del equivalente en dinero.

13
Distintas clases de moneda. La moneda en
nuestro país
A lo largo de la historia y en las diversas sociedades se fueron utilizando
distintos objetos para el intercambio de bienes y servicios, hasta llegar a la
moneda que conocemos en la actualidad. Borda (2004) enseña que se la
clasifica en:

Metálica: es la confeccionada con metales como oro o plata, que tiene un


valor en sí mismo. El valor intrínseco se corresponde con el valor
representativo.

Moneda de papel: consiste en el papel emitido por el Estado con respaldo en


oro, o algún otro valor o divisa, de modo que el propio Estado se obliga a
canjear dicho papel por su equivalente en el metal o valor que se establezca,
a su presentación ante un banco oficial donde se encuentra el encaje. Tiene
curso legal, no forzoso.

Papel moneda: es emitido sin respaldo en oro ni otro valor. El tenedor carece
de derecho a canjearlo: tiene curso forzoso. Es el sistema que rige
universalmente, pues la firmeza del signo monetario no depende ya del canje
por oro, sino de la confianza que merece en la comunidad el Estado que lo
emite, por la seriedad con que se manejen las finanzas públicas, la solidez de
la economía, etc. Tiene curso legal y forzoso. Este es el tipo de moneda que
rige en nuestro país: peso.

La inflación y el papel moneda


Uno de los inconvenientes que puede afectar a las obligaciones de dar sumas
de dinero es la inflación, definida por Samuelson (citado por Pizarro y
Vallespinos, 2014) como “el aumento sostenido del nivel general de los
precios” (p. 295), es decir, la media ponderada de los bienes y servicios de una
economía. La principal característica es la abundancia general y excesiva del
circulante monetario.

Las causas de la inflación, que pueden darse de modo unívoco o conjunto,


pueden sintetizarse en:

1. Emisión de moneda por el Estado para financiar un gasto público


descontrolado.

2. Aumento excesivo de demanda y sin oferta correlativa que equilibre los


valores.

3. Aumento de los costos de producción.

14
4. Expectativas inflacionarias, como componente psicológico que aumenta
la escalada de precios.

Los efectos de la inflación son:

1. Económicos:

o Decrece la demanda de dinero.

o Inestabilidad de precios.

o Redistribuye la riqueza de los acreedores a favor de los deudores


(que no pagarán porque no podrán hacerlo).

o Distorsión de los precios.

2. Jurídicos

o No sirve como unidad de medida y capacidad de cambio de


bienes y servicios, por la inestabilidad y falta de confianza en ella.

o No sirve como instrumento de cambio.

o Se producen los fenómenos de la depreciación (fenómeno


económico: pérdida del poder adquisitivo de la moneda) y
desvalorización (producto del acto legislativo que establece la
relación de cambio entre las divisas extranjeras y la unidad
monetaria en un nivel inferior).

Nominalismo y valorismo. La cuestión en las leyes de


Convertibilidad, Emergencia, en el Código Civil y en el
Código Civil y Comercial
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la cuestión de la inflación y las
obligaciones de dar sumas de dinero impone el análisis de la extensión de la
deuda cuando se altera el valor adquisitivo de la moneda desde el nacimiento
de la obligación y hasta que se hace exigible, lo que tendrá implicancias en
cumplimiento o pago de la prestación. Existen dos posiciones:

Nominalismo: otorga relevancia al valor nominal del dinero –fijado por el


Estado– y prescinde del verdadero valor adquisitivo de la moneda. El deudor

15
de la suma de dinero debe $ 1.000 y se libera pagando $ 1.000, cualquiera sea
la fluctuación del poder adquisitivo de la moneda.

El riesgo de pérdida del valor o beneficio de su incremento pesa sobre el


acreedor.

Ventaja: seguridad jurídica: acreedor y deudor saben cuánto se debe.


Además, permite al Estado influir en la inflación.

Desventaja: cuando la moneda pierde valor adquisitivo es injusta y


perjudica a los acreedores.

El valorismo: la extensión de la obligación no se determina por su valor


nominal, sino en función del poder adquisitivo de la moneda.

Ventaja: ante inflación es más justa que el nominalismo.

Desventaja: es más complicada que el nominalismo y no se justifica en épocas


no inflacionarias.

En nuestro país, desde la sanción del Código Civil de Vélez rigió el principio
nominalista, el que se mantuvo a pesar de las diversas leyes que modificaron la
regulación de las obligaciones dinerarias, las que pueden sintetizarse en los
siguientes puntos:

1. Código Civil argentino: 1869: art. 619: “el deudor cumple dando la
especie designada”41; se debatía qué doctrina adoptaba, si el
nominalismo o el valorismo, opinando la mayoría de los especialistas a
favor del primero, pero por la nota al artículo se dejaba abierta la opción
al valorismo en caso de cambio de valor adquisitivo de la moneda.

2. Ley 23.928 de Convertibilidad: 1991: fin del debate: consagra el


principio nominalista a ultranza, rígido e inequívoco. Art. 7: “El deudor
(…) cumple con su obligación dando (…) la cantidad nominalmente
expresada”42. Modificó el art. 619 del CC. Además prohíbe la
actualización monetaria. Con respecto a la moneda extranjera,
estableció la equiparación de un peso a un dólar.

3. Ley 25.561 de Emergencia económica: 2002: mantiene el principio


nominalista y la prohibición de indexar, pero determina especie de
obligaciones dinerarias según la fecha de su creación (antes o después
del 6 de enero de 2002), y según la naturaleza del dinero a entregar
(moneda nacional o extranjera), y estableció reglas diferenciadas para

41
Art. 619. Ley Nº 340. Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
42
Art. 7. Ley Nº 23. 928. Ley de Convertibilidad del Austral.

16
cada caso. Con respecto a la moneda extranjera, se mantiene el criterio
de la ley de convertibilidad, y se definió que no tiene curso legal, que no
puede ser utilizada como cláusula de estabilización, y dejó el valor del
dólar a su determinación por el mercado y ya no por ley.

4. Código Civil y Comercial: 2014: principio nominalista, art. 765: “la


obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de
moneda, determinada o determinable…”43; el art. 766 define la
obligación del deudor, al señalar que: “debe entregar la cantidad
correspondiente a la especie designada”44.

Obligaciones dinerarias y obligaciones de valor.


(Definición. Régimen legal de cada una. Carácter de la
distinción. Las deudas de valor: Código Civil, leyes de
Convertibilidad y Emergencia y Código Civil y Comercial).
Entre las obligaciones de dar sumas de dinero, se pueden distinguir dos
supuestos:

Obligaciones dinerarias: “son aquellas cuyo objeto es la entrega de una suma


de dinero, y desde su nacimiento el monto es determinado. Se debe dinero y
se paga dinero” (Pizarro y Vallespinos, 2014. p. 303). Ej.: cuota de $ 1.000 por
el seguro del auto, $ 5.000 por la compras de un televisor.

Estas obligaciones están reguladas en los arts. 765 del CCC, tal como
analizamos en los puntos anteriores.

Obligaciones de valor: “son aquellas que tienen por objeto un valor abstracto
o una utilidad constituida por bienes, que habrá de medirse necesariamente
en dinero al momento del pago” (Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 303). Se debe
un valor, se paga en dinero. Ej.: indemnización por daños y perjuicios de una
mala praxis médica en el que se requiere cuantificar el grado de incapacidad
física o de la lesión ocasionada; o la determinación del daño por
incumplimiento de un contrato.

El objeto es determinable, luego del nacimiento de la obligación y antes del


pago, no se rige por el nominalismo pues se debe un valor, que luego de su
cuantificación se rige por las reglas de las obligaciones de dar sumas de
dinero.

43
Art. 765. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
44
Art. 766. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

17
Las obligaciones de valor están previstas en el art. 772 del Código:

Cuantificación de un valor. Si la deuda consiste en cierto valor, el monto


resultante debe referirse al valor real al momento que corresponda tomar en
cuenta para la evaluación de la deuda. Puede ser expresada en una moneda
sin curso legal que sea usada habitualmente en el tráfico. Una vez que el valor
es cuantificado en dinero se aplican las disposiciones de esta Sección.45

En estas obligaciones lo importante es el momento de su determinación, pues


como el monto no está fijado al origen, si existió una variación del valor
adquisitivo de la moneda entre el nacimiento de la obligación y su
cumplimiento, puede habilitarse la “actualización” del valor –que se realiza al
cuantificarlo–. Ej.: en un juicio por daños y perjuicios, la obligación nació el
día del hecho ilícito –rotura de caño de agua que provocó el hundimiento de
la casa–, pero el juez deberá realizar la cuantificación del daño al dictar la
sentencia.

La norma establece como límite que la determinación no puede exceder el


“valor real” que corresponda a la cosa, para evitar la indexación en casos de
actualización que desvirtúen el objeto de la prestación –por exceso–, lo que
impide la aplicación de índices de reajuste (Campagnucci de Caso, 2014, p.
104).

Pizarro y Vallespinos (2014) destacan que la distinción entre las obligaciones


dinerarias y de valor funciona como una “válvula de escape” al sistema
nominalista, pues mientras las dinerarias son insensibles a las oscilaciones del
poder adquisitivo de la moneda –el deudor debe pagar idéntica suma a la
obligada–, en las de valor permanece al margen del nominalismo, pues lo que
se debe es un valor y no dinero, lo que permite su actualización al momento del
pago.

Obligaciones en moneda extranjera. Régimen legal:


Código Civil, Leyes de Convertibilidad y Emergencia,
art. 765 Código Civil y Comercial. Críticas. Relevancia
de la calificación como “cosa” o como “dinero”. Reglas
aplicables. Problemas de la cotización

45
Art. 772. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

18
Ossola (2015) explica que antes del Código unificado, si bien la moneda
extranjera no tenía curso legal, le era aplicable el régimen de las obligaciones
de dar sumas de dinero, pero esto se modificó tal como analizaremos en este
apartado.

La calificación del “dinero extranjero” tiene importantes consecuencias


prácticas, pues no será lo mismo si se lo equipara a la moneda de curso legal
que si se lo equipara a “cantidades de cosas” o “género”, por ejemplo, en lo
que respecta a: facultad del deudor de pagar en moneda de curso legal
–equivalente–, las consecuencias del incumplimiento: intereses, facultad del
deudor de realizar el pago por consignación, etc.

1) Código Civil argentino: 1869: art. 619: “el deudor cumple dando la
especie designada”46. Las obligaciones de dar sumas de dinero en
moneda extranjera se consideraban como de “dar cantidades de cosas”
y no dinerarias.

2) Ley 23.928 de Convertibilidad: 1991: Con respecto a la moneda


extranjera, estableció la equiparación de un peso a un dólar.

Las obligaciones de dar sumas de dinero en moneda extranjera son de


“dar sumas de dinero”, y deben pagarse y ser cumplidas en esa especie y
calidad de dinero, no pudiendo el deudor sustituirla por otra.

3) Ley 25.561 de Emergencia económica: 2002: Con respecto a la moneda


extranjera, se mantiene el criterio de la ley de convertibilidad, y se
definió que no tiene curso legal, que no puede ser utilizada como
cláusula de estabilización, y dejó el valor del dólar a su determinación
por el mercado y ya no por ley.

4) Código Civil y Comercial: 2014: el art. 766 define la obligación del


deudor, al señalar que: “debe entregar la cantidad correspondiente a la
especie designada”47.

La obligación en moneda extranjera se regula en el art. 765, cuya


redacción no es la originaria de la Comisión Redactora, sino que se
alteró por el Poder Ejecutivo, produciéndose un retroceso en la materia,
pues se asume la postura del Código originario: “… si por el acto por el
que se constituyó la obligación se estipuló dar moneda que no sea de
curso legal…”48, y establece dos reglas:

46
Art. 619. Ley Nº 340. Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
47
Art. 766. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
48
Art. 765. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

19
o La obligación se considera como de “dar cosas ciertas”: pero
como esta categoría se eliminó del código, debe entenderse que
remite a las reglas de las obligaciones de género, en las que
aquellas quedan comprendidas. Esto genera un cambio de
régimen jurídico, pues a las obligaciones de dar sumas de dinero
que no sea moneda de curso legal no se les aplican las normas de
las obligaciones dinerarias sino las de género.

o “El deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de


curso legal”: se lo autoriza a pagar en pesos, a pesar de haberse
obligado en dólares, euros, yens, etc. El problema se genera ante
la restricción de venta de moneda extranjera por el denominado
“cepo cambiario” –establecido por diversas Comunicaciones del
Banco Central de la República Argentina y Resoluciones de AFIP–
que rige en nuestro país en la actualidad, lo que complica la
cotización del cambio al que se pagará, que no puede ser otro
que el oficial, pues cualquier otro es ilegal.

Esto afectaría el derecho del acreedor, pues podría verse


afectado su derecho de propiedad, lo que habilitaría a que
solicitara, por ejemplo, la teoría del esfuerzo compartido (Funes,
2015).

Ossola (2015) sostiene que se consagró una obligación facultativa


de origen legal (arts. 786 a 789), pues el deudor debe la moneda
extranjera bajo el régimen de las obligaciones de género, pero si
quiere puede liberarse de otra manera, pagando en el
equivalente en moneda nacional, sin que el acreedor pueda
oponerse.

La cuestión central radicará en definir si estas normas son de orden público, o


por el contrario, se trata de normas supletorias, disponibles por las partes, que
pueden pactar el pago en moneda extranjera –sin curso legal– como condición
esencial del contrato –renunciando a la facultad de conversión al peso– en
virtud del art. 962 del Código que establece que: “Las normas legales relativas a
los contratos son supletorias de la voluntad de las partes, a menos que de su
modo de expresión, de su contenido, o de su contexto, resulten de carácter
indisponible”49 (Funes, 2015).

49
Art. 962. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

20
Cláusulas de estabilización. Nociones. Régimen
jurídico actual
Las cláusulas de estabilización o indexación son las que introducen las partes en
los contratos “a fin de prevenir los efectos de la inflación sobre la moneda
utilizada” (Moisset de Espanés, 2004, p. 286). Se utilizan en contratos que
deben ser pagados a mediano o largo plazo, en los que las oscilaciones del valor
de la moneda de curso legal pueden aparejar perjuicios para el acreedor –por la
desvalorización–. Ej.: canon locativo, cuota de crédito hipotecario o prendario.

En general, se utilizan “con la finalidad de preservar, en forma progresiva y real,


el valor de las prestaciones de dar dinero, que se proyectan en el tiempo, y de
sustraerlas del rigor del principio nominalista” (Pizarro y Vallespinos, 2014, p.
315).

En nuestro país, desde la sanción de la Ley de Convertibilidad, en 1991,


modificada por la Ley 25.561 (arts. 7 y 10), se encuentran prohibidas por la
adopción de un sistema nominalista absoluto y rígido que no admite
mecanismos de ajuste o repotenciación de deudas dinerarias.

Son cláusulas de ajuste, a modo de ejemplo, las siguientes:

Ajuste en función de la evolución de la cotización de una moneda extranjera.


Ej.: Precio de la locación según la cotización del dólar.

De escala móvil, según índices estadísticos elaborados por entes públicos o


privados. Ej.: precio de un departamento según el índice de la construcción.

Las que toman en cuenta la evolución en el precio de un determinado


producto. Ej.: precio de la tarjeta de una fiesta según el valor del kilo de lomo.

De pago en oro.

El Código, en el art. 772, rechaza la indexación al señalar que los índices de


precios no podrán usarse "exclusivamente" para la cuantificación de la
obligación. Además, en los Fundamentos del Anteproyecto se explica que: “Esta
norma es importante para evitar distorsiones derivadas de la aplicación de
índices, tema sobre el cual hubo una extensa experiencia en la historia
argentina. El valor real es el que tiene prioridad”50.

50
Recuperado el 10 de octubre de 2015 de: http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-
primero.PDF

21
La deuda de los intereses
Definición de interés y caracteres
Los intereses son la ganancia o beneficio que produce un capital dinerario de
modo paulatino por su importe y el transcurso del tiempo. Son el fruto civil que
produce un capital y se traduce en el rendimiento financiero que genera
(Pizarro y Vallespinos, 2014).

Los caracteres de los intereses son:

Pecuniarios: tal como lo es la obligación dineraria principal.

Porcentuales: relación con el monto de la obligación principal y el tiempo


transcurrido.

Periódicos: dependen del tiempo, mientras más transcurre, mayor será el


interés.

Accesorios: de la deuda principal.

Diversas clases de interés (Convencional, legal y


judicial. Compensatorio, moratorio, punitorio y
sancionatorio). La tasa de interés (Concepto y
clasificación). Facultad judicial
Los intereses pueden clasificarse sobre la base de diversos parámetros, según:

1. Su origen Voluntarios: pactados por las partes (contrato)

y quién Legales: impuestos por ley

determina la tasa Judiciales: fijados por el juez en la sentencia

2. La función económica Compensatorios: se adeudan como


contraprestación o precio por la utilización del
dinero ajeno. No se relacionan con la
responsabilidad alguna. Sólo para obligaciones de
dar sumas de dinero. Ej.: préstamo o mutuo.

22
Moratorios: se deben en caso de mora del deudor
en el cumplimiento de la obligación, para reparar
el daño causado. Requiere incumplimiento
imputable al deudor.

Punitorios: son una pena privada, sanción ante la


mora que agrava, aumenta el monto a pagar por
intereses. Son un “plus económico”. Pueden ser
convencionales o legales.

La tasa de interés es “el rendimiento de la unidad de capital en una


determinada unidad de tiempo” (Pizarro y Vallespinos, 1999, p. 414), y es de
fundamental importancia para determinar la deuda de intereses, pues su
monto se mide por una tasa que se expresa en un porcentaje. Ej.: en un
contrato de tarjeta de crédito, se pacta que la compra en doce cuotas llevará
un interés del 2%; en un contrato de mutuo, se acuerda una tasa del 12% anual.

Con respecto a la tasa de interés, si bien en principio las partes son libres en su
determinación, el art. 771 del Código, aplicable a todas las clases de interés,
determina que los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa o el
resultado de su aplicación exceda injustificada y desproporcionalmente el costo
medio del dinero para deudores y operaciones similares en el lugar donde se
contrajo la obligación. También ordena que los intereses pagados en exceso se
imputarán al capital, y una vez extinguido este son repetibles.

Régimen legal de los intereses compensatorios en el


CCC
El art. 767 del Código dispone que las partes pueden, sobre la base del principio
de la autonomía de la voluntad, pactar intereses compensatorios y la tasa sobre
la base de la cual estos se calcularán.

Este tipo de interés no se presume sino que deber surgir de la voluntad de las
partes –contrato– o incluso de la propia ley –como ocurre en el caso del
contrato de mutuo, que en el art. 1527 el Código consagra expresamente,
incluso definiendo la forma de pago de los intereses; o del interés que puede
exigir en el reembolso el fiador que pagó la deuda (art. 1592)–.

En cuanto a la tasa, la norma aclara que si no fue pactada por las partes, ni
surge de la ley, ni resulta de los usos, entonces el juez tiene facultad para
determinarla. En consecuencia, si del contrato surge que las partes pactaron el

23
interés compensatorio, sin definir la tasa, habrá que estar a las opciones que da
el Código o podrá finalmente el juez establecerla.

Régimen legal de los intereses moratorios. (Los


intereses moratorios como límite de la responsabilidad
del deudor. Resarcimiento del daño mayor). Régimen
legal de los intereses punitorios: remisión.
Los intereses moratorios están legislados en el art. 768 del Código, que señala
que se deben a partir de la mora del deudor, que por el art. 886 es por regla
automática, por el mero transcurso del tiempo, salvo los supuestos del art. 887.

Pizarro y Vallespinos (2014) aclaran que el acreedor puede reclamar todo daño
que se invoque y acredite derivado del incumplimiento dinerario, y que el
interés moratorio es sólo el piso mínimo.

Con respecto a la tasa de este interés, la norma expresamente consagra que se


determina en el siguiente orden:

a. por lo que acuerden las partes;

b. por lo que dispongan las leyes especiales;

c. en subsidio, por tasas que se fijen según las reglamentaciones del Banco
Central.

Este último punto genera controversias por la remisión que realiza a las
reglamentaciones del Banco Central. Campagnucci de Caso (2014) explica que
existen diferentes tasas fijadas por la entidad, por lo que, a su juicio, ante
ausencia de previsión convencional y legal, la determinación quedará como
tarea para los jueces. Por otro lado, Ossola (2014) entiende que desaparece la
facultad judicial de fijarlos, pero aclara que la validez de la norma dependerá de
que la tasa fijada por el BCRA se ajuste a la realidad económica imperante.

Intereses punitorios. Remisión. Régimen legal


Campagnucci de Caso (2014) señala que los intereses punitorios son los
moratorios pactados por los contratantes, y por ello se justifica el reenvío que
la norma del art. 769 realiza a la cláusula penal, y así se recepta la postura
doctrinaria mayoritaria en nuestro país, que así lo entendía.

24
De acuerdo con el art. 790, la cláusula penal “es aquella por la cual una
persona, para asegurar el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena
o multa en caso de retardar o no ejecutar la obligación”51.

En definitiva, cuando las partes pacten un interés punitorio, que será aplicable
en caso de mora, y que se adiciona a los moratorios propiamente dichos, se
aplican las normas de la cláusula penal, arts. 790 a 803 del Código.

Curso de los intereses: Reglas aplicables según los


distintos tipos de intereses. La deuda de valor y los
intereses. La deuda en moneda extranjera y los intereses

El tema es relevante, pues importa determinar cuándo nacen los intereses y


desde cuándo son exigibles, lo que puede ocurrir o no en el mismo momento,
según el tipo de interés de que se trate, tal como explican Pizarro y Vallespinos
(2014):

1. Compensatorios

a) Convencionales: se distinguen los dos momentos. Se devengan desde la


fecha pactada, luego van generando en forma gradual y sucesiva a lo
largo del tiempo, y el acreedor puede exigirlos según lo acordado en el
contrato.

b) Legales: se devengan y son plenamente exigibles desde que se hizo la


erogación, de pleno derecho, pues así lo dispone la ley.

2. Moratorios y punitorios: tanto de origen convencional como legal, se


devengan y son exigibles en el mismo momento: desde la mora del
deudor (arts. 768, 886 y 887 del CCC). Si la causa fuente de la obligación
es un hecho ilícito, se devengan y son exigibles desde el mismo día del
hecho.

Un supuesto particular ocurre en caso de concurso o quiebra del deudor, pues


la Ley 24.522 dispone en los arts. 19 y 129, respectivamente, que la apertura
del concurso y/o la declaración de la quiebra producen la suspensión de todos
los intereses anteriores a dichas declaraciones.

51
Art. 790. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

25
Por otro lado, cabe aclarar que la liquidez no es un requisito para que opere la
mora del deudor, por lo que los intereses corren aun cuando la deuda fuera
ilíquida.

Con respecto a las deudas de valor, Pizarro y Vallespinos (2014) explican que
pueden llevar intereses, pues la actualización de la deuda de valor obedece al
mantenimiento del poder adquisitivo de la moneda, en tanto los intereses
hacen a la productividad que se ha frustrado a raíz de permanecer impago el
capital adeudado, y afirman que el curso de los intereses se sigue por las reglas
generales.

La usura (Caracterización. Represión en el derecho


privado y penal. La cuestión en la Ley de Defensa del
Consumidor)
La usura es una palabra cuyo significado ha variado a través del tiempo, hace
siglos era sinónimo de interés, pero luego adoptó un calificativo peyorativo al
aplicarse a los “intereses excesivos” (Moisset de Espanés, 2004, p. 299).

El origen de esta práctica se fundamenta en la libertad con que cuentan las


partes para determinar los intereses que regirán su negocio, lo que puede
llevar a que se impongan cláusulas con intereses abusivos, exorbitantes,
desproporcionales con respecto al capital.

Tal como ya estudiamos, en el art. 771 del CCC se le conceden facultades a los
jueces para reducir los intereses cuando la tasa o el resultado que provoque la
capitalización de intereses exceda, injustificada y desproporcionalmente, el
costo medio del dinero para deudores y operaciones similares en el lugar
donde la obligación debía cumplirse.

En consecuencia, ya no será un requisito probar que existe “lesión” subjetiva


como vicio de la voluntad (art. 332) para que proceda la declaración de nulidad
de la cláusula, sino que el juez puede aun de oficio morigerar el interés cuando
sea usurero.

Por su parte, cuando la obligación de la que surgen los intereses usureros


derive de una relación de consumo, que torna aplicable las previsiones
especiales del CCC: arts. 1117 a 1122 y la Ley 24.240, la cláusula que lo imponga
deberá ser analizada a la luz estas reglas, y en especial del art. 36 de la LDC, que
le exige al proveedor el deber de información específico en operaciones de
venta a crédito, bajo pena de nulidad del contrato o de una o más cláusulas, y
el art. 37, que habilita la declaración de abusividad de la cláusula (se tiene por

26
no escrita). En ambos supuestos, declarada la nulidad parcial de una o más
cláusulas el juez debe integrar el contrato.

El Anatocismo: Definición. Régimen legal y facultades


judiciales: arts. 770 y 771 del Código Civil y Comercial

El anatocismo es la capitalización de los intereses que se acumulan con el


capital, constituyendo una unidad productiva de nuevos intereses; también se
los denomina “interés compuesto” o “interés del interés” (Pizarro y Vallespinos,
2014, p. 339).

Colmo (1920) explica que la capitalización de intereses es demasiado onerosa,


sobre todo cuando se produce al cabo de períodos breves (cada tres meses,
cada mes), en los que se parte de acumularlos al capital al fin de cada período,
para convertirse en capital y producir a su turno, con el capital primitivo,
nuevos intereses.

En nuestro derecho, el Código Civil prohibía el anatocismo –desde la ley de


convertibilidad– salvo excepciones previstas en el art. 623, y por el contrario, el
Código de Comercio lo autorizaba expresamente en distintos supuestos como
el mutuo, la cuenta corriente bancaria o comercial.

El Código unificado regula el anatocismo en el art. 770 y establece como regla


general que “No se deben intereses de los intereses”52, a lo que agrega cuatro
excepciones, a saber:

a. una cláusula expresa autorice la acumulación de los


intereses al capital con una periodicidad no inferior a seis meses;

b. la obligación se demande judicialmente; en este caso, la


acumulación opera desde la fecha de la notificación de la
demanda;

c. la obligación se liquide judicialmente; en este caso, la


capitalización se produce desde que el juez manda pagar la suma
resultante y el deudor es moroso en hacerlo;

d. otras disposiciones legales prevean la acumulación.53 (Ej.:


1950 y 2030).

52
Art. 770. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
53
Art. 770. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

27
En definitiva, en todos estos supuestos, y del modo en que se regula cada caso,
se permite el anatocismo, pero siempre con el límite del art. 771 al que ya
hemos referido, es decir, con las facultades del juez de morigerar el resultado
de la capitalización de intereses si resulta desproporcionada e injustificada.

Extinción de los intereses


Una de las características de los intereses es que son accesorios del crédito
principal al que acceden, por lo que rige el principio: “lo accesorio sigue la
suerte de lo principal”, art. 857 del CCC, que impone que la extinción de la
obligación principal conlleva la de los intereses.

En este sentido, el art. 869 del CCC impone que el objeto del pago de la
prestación debe cumplir con el principio de integridad, que importa que el
acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, y que el deudor debe la
prestación principal con más los accesorios, incluidos los intereses.

Específicamente, el art. 870 del CCC indica que “si la obligación es de dar sumas
de dinero con intereses, el pago sólo es íntegro si se incluye el capital más los
intereses”54.

Además, en las presunciones del recibo de pago que establece el art. 889, en el
inc. “c”, se incluye: “si se extiende recibo por el pago de la prestación principal,
sin los accesorios del crédito, y no se hace reserva, éstos quedan extinguidos”55,
la que constituirá una presunción “iuris tantum”.

En definitiva, los intereses pueden extinguirse de manera directa por cualquiera


de los modos extintivos de las obligaciones –y siempre que el acreedor acepte
el pago parcial–, o indirectamente por la extinción de la obligación principal.

54
Art. 870. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
55
Art. 889. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

28
Clasificación de las
obligaciones. Obligaciones de
hacer, no hacer, alternativas y
facultativas. Obligaciones
divisibles e indivisibles

Obligaciones de hacer

Definición. La prestación de un servicio. La realización de


un hecho. Diferencias con las obligaciones de dar

La obligaciones con relación al objeto, según la naturaleza de la prestación, se


clasifican en de dar, hacer o no hacer. En las unidades anteriores ya estudiamos
las de dar, en esta realizaremos lo propio con las que faltan.

La obligación de hacer es la que se traduce en un compromiso positivo de


energía de trabajo físico o moral del deudor, orientada a satisfacer el interés
del acreedor, que puede o no garantizarse, como ocurre en los contratos de
locación de obra, locación de servicios, concesión, distribución, franquicia,
agencia, cuenta corriente, consultoría, seguros, etc. (Pizarro, Vallespinos, 2014).

El art. 773 del Código la define como aquella cuyo objeto consiste en la:

1) prestación de un servicio: interesa la actividad en sí misma, en la que


asegure o no un resultado, es un compromiso de energía de trabajo
físico o moral del deudor. Puede consistir en cualquiera de las opciones

29
del art. 774 del Código. Ej.: brindar asesoramiento legal, atención
médica especializada a un paciente enfermo, asegurar una vivienda por
robo o incendios, mantenimiento del software de una empresa,
turismo, agua, luz, gas, etc.

2) realización de un hecho: la energía de trabajo está orientada a un


resultado concreto. Ej.: la realización de una joya, de una escultura, la
construcción de un barco, de una vivienda, el músico que canta en un
acto público o fiesta.

La norma aclara, en concordancia con el art. 775, que el hacer debe cumplirse
en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes, o en los que surjan de la
índole de la obligación.

La diferencia entre estas obligaciones y las de dar se sintetizan en el siguiente


esquema:

Tabla 8
DAR HACER

PRESTACIÓN Entregar una cosa Prestar un servicio o


realizar un hecho

FACULTADES Amplias: art. 730 Amplias: arts. 776 y 777.


ACREEDOR Límite: no violencia
sobre la persona del
deudor

PERSONA DEL DEUDOR En general es irrelevante Es importante, máxime


en las “intuitu personae”

Fuente: Elaboración propia.

En la práctica, existía cierta controversia con respecto al régimen jurídico


aplicable a las obligaciones de hacer, que concluían con la entrega de una cosa,
como por ejemplo: realizar un mueble a medida y entregarlo, confeccionar un
traje por un sastre o un vestido por una diseñadora y entregarlo. Se decía que
eran obligaciones “mixtas” en las que había un hacer y un dar. El Código define
esta cuestión en el art. 774 “in fine” que manda: “Si el resultado de la actividad

30
del deudor consiste en una cosa, para su entrega se aplican las reglas de las
obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales”56.

Obligaciones de medios y de resultado


El Código Civil de Vélez no contenía esta clasificación de las obligaciones, sino
que se trata de una creación doctrinaria y jurisprudencial que tiene vigencia en
nuestro país hace años, y que el Código unificado recepta expresamente en el
art. 774.

Esta clasificación tiene gran importancia con la responsabilidad civil, pues según
el tipo de obligación comprometida será el factor de atribución de aquella, y
también definirá la carga de la prueba.

Para que exista responsabilidad, tal como estudiaremos en la unidad 21, los
presupuestos son: daño, antijuridicidad, factor de atribución y relación de
causalidad.

El criterio de la clasificación se funda en los deberes que tiene que cumplir el


deudor para satisfacer el interés del acreedor, de acuerdo con lo que se
comprometió.

En las obligaciones de resultado el deudor se compromete a obtener un


resultado, un opus, y en caso de no lograrse, habrá incumplimiento con
presunción de responsabilidad para el deudor por el hecho de no haberlo
alcanzado. Ej.: obligación de seguridad en un parque de diversiones, el realizar
los balances de una sociedad, la construcción de una vivienda.

El factor de atribución de la responsabilidad es objetivo (se presume el


incumplimiento) y será el deudor quien deba probar su “no culpa” mediante la
acreditación de la existencia de caso fortuito o fuerza mayor, o la
responsabilidad de la víctima o de un tercero por quien no debe responder. Art.
1723 del CCC: “Responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la
obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener
un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva”.

En las obligaciones de medios el deudor no se compromete a obtener un


resultado, sino a realizar todo lo necesario y poner los medios idóneos para
alcanzarlo, sin garantizarlo. Ej.: asesoramiento legal, diagnóstico médico.

El factor de atribución es subjetivo, y el deudor sólo será responsable si el


acreedor demuestra que obró con culpa o dolo. Art. 1724:

56
Art. 774. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

31
Factores subjetivos. Son factores subjetivos de atribución la
culpa y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia
debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias
de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia,
la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se
configura por la producción de un daño de manera intencional o
con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.57

Analicemos ahora la recepción legal de esta clasificación en el Código. Vázquez


Ferreyra (2015) resume las consecuencias de esta clasificación y su relación con
el derecho de daños del siguiente modo:

“El Código Civil y Comercial recoge expresamente el distingo de


las obligaciones según sean de medios o de resultado. En las
obligaciones de medios el factor de atribución es subjetivo y en
las de resultado es objetivo. La prueba de los factores de
atribución como regla general está en cabeza del acreedor
víctima del daño. En situaciones excepcionales los jueces pueden
aplicar la teoría de las cargas probatorias dinámicas a los efectos
de tener por comprobado el factor de atribución”.

De conformidad con el art. 774, de acuerdo con el contenido de la prestación,


la obligación de hacer puede consistir en:

a) Realizar cierta tarea con la diligencia apropiada, independientemente


de su éxito. Ej.: Cláusulas que comprometen buenos oficios, o aplicar los
mejores esfuerzos. Son las obligaciones “de medios” propiamente
dichas. Como restaurar la obra de arte al mejor estado posible y fiel a la
obra de su autor, el asesoramiento de un abogado en juicio.

b) Procurar al acreedor cierto resultado concreto, con independencia de


su eficacia: se trata de una obligación “intermedia” entre las de medios
y de resultado. Ej.: para algunos podría ser la cirugía plástica Esta
subclasificación resulta extraña a la mayoría de las previstas en la
doctrina y jurisprudencia nacional que sólo refieren a de medios y
resultados. Campagnucci de Caso (2014) expresó que se trata de una
obligación de garantía o seguridad intermedia y a su entender es una
cuestión un poco ajena a nuestras tradiciones jurídicas que puede traer
alguna dificultad interpretativa.

57
Art. 1.724. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

32
c) Procurar al acreedor el resultado eficaz prometido. La cláusula “llave
en mano” está comprendida en este caso. Es la típica obligación de
resultado propiamente dicha. Ej.: el abogado, de redactar un contrato
de locación; el arquitecto, realizar un plano de una casa de tres
dormitorios y dos baños; el ingeniero, de calcular la estructura de la
casa, etc.

Esta clasificación se relaciona con los contratos de servicio y de obra que se


definen en el art. 1252 del CC, del que se deriva que el primero conlleva una
obligación de medios, mientras que el segundo una de resultado.

Pizarro (2012) explica que recepta, de tal modo, con ligeros matices y variantes,
la distinción entre obligaciones de medios y de resultado, cuya importancia se
proyecta claramente para la determinación del factor de imputación de la
responsabilidad. También destaca que tratándose de obligaciones de resultado,
en cualquiera de sus posibles manifestaciones (en virtud de las dos opciones
que consagra en art. 774), o sea de aquellas en las que el deudor “debe obtener
un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva”58.

En síntesis, la diferencia entre ambos tipos de obligación de hacer radica en:

Tabla 9
Obligación de resultado Obligación de medios

El deudor se Resultado/ opus Obrar diligentemente en


compromete a: miras al resultado

Incumplimiento No obtención del resultado No realización de la


conducta diligente

Responsabilidad Se presume ante Sólo si se prueba su culpa o


del deudor incumplimiento dolo

Factor de Objetivo. Sólo se libera con Subjetivo: culpa o dolo


atribución prueba de la causa ajena

Prueba Si el acreedor alega y El acreedor debe probar la


prueba la existencia de la culpa o dolo del deudor en
obligación y su la no diligencia de su obrar.
incumplimiento. Se
presume la responsabilidad

58
Art. 1.723. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

33
del deudor.

Fuente: elaboración propia.

Clasificación de las obligaciones de hacer


1. Según importe o no la persona del deudor (art. 766):

a) Fungibles: el interés del acreedor se satisface con la realización de la


actividad, sin importar la persona del deudor. Ej.: mantenimiento de la
vía pública, pago de impuestos por administrador, acompañar prueba
documental al expediente. Existe posibilidad de cumplimiento por un
tercero para el cumplimiento de la obligación.

b) No fungibles: son las prestaciones “intuitu personae”: el interés del


acreedor sólo se satisface si el propio deudor realiza la prestación, por lo
que no hay posibilidad de cumplimiento por un tercero. Ej.: cirugía
plástica con el Dr. “X”, música para la fiesta de casamiento por el DJ
“M”, defensa en juicio por el abogado al que consulté y quien me
asesoró en su estudio. El carácter infungible puede ser expreso, por
convenio de partes, o presunto: surge de la naturaleza y/o
circunstancias de la obligación.

2. Según el tipo de prestación:

a) De servicio: importa un compromiso de energía de trabajo física o


moral, independiente del resultado. Ej.: asesoramiento jurídico.

b) De obra: actividad orientada a un resultado sin el cual no se tiene por


cumplida la prestación. Ej.: confección de balances, realización de
escritura por contador.

3. Según el resultado esperado (estudiadas en el punto anterior):

a) De medios

b) De resultado

4. Según su duración:

34
a) Instantáneas: se consuman en un sólo momento, no hay tiempo entre el
comienzo del acto y su cumplimiento. Ej.: pago al abogado, certificación
de firma por escribano.

b) Permanentes: se prolongan a lo largo del tiempo, pues la prestación


requiere de cierto tiempo para su cumplimiento. Ej.: construcción de un
edificio, servicio de tarjeta de crédito, asesoramiento anual a empresa.

Cumplimiento específico: tiempo y modo de


ejecución. Sanciones por el mal cumplimiento de las
obligaciones del hacer
La obligación de hacer debe ser cumplida por el deudor en el tiempo, lugar y
modo acordado entre las partes o de acuerdo con la índole de la obligación, tal
como expresamente lo exigen los arts. 773 y 775 del Código.

Con respecto al tiempo, habrá que determinar si la obligación es a plazo, y en


su caso, de qué tipo se trata.

El modo de cumplimiento comprende todas las particularidades sustanciales y


circunstanciales de la ejecución de la prestación, que debe serlo de
conformidad al principio de buena fe, a lo convenido, a la intención de las
partes, a los usos y costumbres (Pizarro y Vallespinos, 2014).

El art. 775 señala que si el obligado no cumple en el tiempo y modo previsto la


prestación, se tiene por incumplida, y le concede al acreedor la facultad de
exigir la destrucción de lo mal hecho, siempre con el límite de no incurrir en
abuso del derecho, principio general del Código receptado en el art. 10. En
consecuencia, para el ejercicio de este derecho debe tratarse de casos de
gravedad que lo justifiquen. Ej.: se contrató para construir una cochera pero el
deudor realizó una habitación, cerrando las cuatro paredes, impidiendo el
ingreso del automotor, lo que justifica el derecho a exigir que derribe la pared.

Por otro lado, si la obligación emana de una relación de consumo, la Ley 24.240
brinda principios que rigen el modo de cumplimiento:

a) Interpretación más favorable para el consumidor (art. 3 de la ley y 1094


y 1095 del CCC).

b) Obligación de seguridad en la prestación del servicio, de modo tal que


no presenten riesgos para la vida y salud del consumidor (art. 5).

c) La oferta es vinculante (art. 7).

d) Respeto a los términos de la negociación (art. 19).

35
e) Regulación especial de los servicios públicos domiciliarios (art. 25 y ss.).

Facultades del acreedor ante incumplimiento


imputable al deudor. Ejecución forzada: límite. La
ejecución por otro. Daños y perjuicios
Si el deudor no cumple con la prestación a su cargo, siempre que la conducta le
sea reprochable (de modo subjetivo u objetivo), el acreedor tiene derecho a
ejercer las opciones del art. 730, que específicamente reitera en las
obligaciones de hacer el art. 777, es decir:

a) exigir el cumplimiento específico: si bien el código no reitera la


previsión de Vélez, debe mantenerse la limitación que establecía que en
esta facultad del acreedor, no puede ejercer violencia sobre la persona
del deudor. Lo dicho encuentra fundamento en que el sujeto pasivo
responde con su patrimonio y no con su persona, tal como ya
estudiamos, por lo que, el poder de agresión del acreedor está enfocado
a aquél y no puede obligar físicamente al deudor a realizar la actividad o
hecho comprometido contra su voluntad.

b) hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor: también surge del art.
776, salvo la obligación fuere “intuitu personae”. El acreedor podrá
hacer ejecutar la prestación por otro, y luego reclamar al deudor el
reembolso de los gastos que hubiera efectuado. Pizarro y Vallespinos
(2014) enseñan que se requieren tres requisitos para ellos: a) mora del
deudor (imputabilidad), b) interés del acreedor (prestación fungible), c)
autorización judicial que el acreedor debe obtener como regla antes de
efectivizar la realización de la prestación por el tercero, salvo casos de
urgencia. Si bien esta última exigencia no está prevista en el Código, se
recomienda a los fines de facilitar la obtención del reembolso, cuyo
monto habrá autorizado de antemano el juez.

c) reclamar los daños y perjuicios: la doctrina (Colmo, 1920; Pizarro y


Vallespinos, 2014; Campagnucci de Caso, 2014, etc.) entiende que el
reclamo es subsidiario, luego de fracasada las opciones anteriores. Se
rige por las reglas de la responsabilidad civil. En este supuesto, para
Pizarro y Vallespinos (2014), se produce una modificación del objeto de
la obligación, que pasa de ser una prestación de hacer a una de dar una
suma de dinero, pero no hay novación.

36
Pago por un tercero
Esta es una alternativa que se deriva del art. 776, que habilita la incorporación
de terceros a la obligación. En este supuesto, a diferencia del caso anterior del
inc. b, es el deudor o el propio tercero quien ofrece la satisfacción del interés
del acreedor por el tercero.

En consecuencia, si la prestación es fungible, el deudor podrá imponer al


acreedor ese pago por un tercero, pero si es “intuitu personae”, el acreedor
puede oponerse al pago por un tercero.

Incumplimiento no imputable al deudor


Ante incumplimiento de la obligación de hacer no imputable al deudor, la
obligación se extingue, tal como lo establece el art. 955, por imposibilidad de
cumplimiento. Ej.: Caso fortuito o fuerza mayor; o en las obligaciones “intuitu
personae”, ante la muerte, enfermedad o incapacidad del deudor.

La obligación de escriturar. Régimen legal en


Código Civil y Comercial. Nociones
Una de las principales obligaciones de hacer surge –tiene por causa fuente– del
boleto de compraventa, previsto en los arts. 1170 y 1171 del Código. Se trata
del contrato consensual de compraventa por el cual las partes se comprometen
a realizar la escritura traslativa de dominio requerida para la transmisión del
derecho real de dominio sobre bienes inmuebles.

En este sentido, existen dos normas que consagran esta obligación: el art. 969 y
el 1018 del Código.

Obligaciones de no hacer
Definición. Clasificación
La obligación de no hacer se encuentra conceptualizada en el art. 778 del
Código como “aquella que tiene por objeto una abstención del deudor o tolerar

37
una actividad ajena”59. Ej.: no hacer competencia en un determinado espacio
geográfico, no hacer mejores suntuarias en un inmueble, no hacer ruidos
molestos, dejar pasar por mi terreno a quien tiene una servidumbre de paso a
su favor.

Las obligaciones de no hacer se clasifican según los siguientes parámetros:

1. Según su duración:

a) Instantáneas: o tracto único, pues se cumplen mediante un solo hecho.


Ej.: participar en un sorteo.

b) Duraderas o tracto continuado: el cumplimiento se proyecta en el


tiempo, sin interrupciones. Ej.: no hacer competencia por 2 años.

c) Periódicas: el cumplimiento se fracciona en el tiempo. Ej.: tolerar el paso


por mi terreno los fines de semana o en verano.

2. Según la entidad del hecho comprometido:

a) Abstención: el deudor no debe realizar determinados actos materiales,


que normalmente podría hacer de no existir la obligación. Ej.: no realizar
ruidos molestos pasadas las 22 horas por reglamento de copropiedad
del edificio.

b) De tolerancia: el deudor debe soportar que otro realice algo que hubiera
podido impedir. Ej.: servidumbre de paso.

3. Según su fuente:

a) Legal: surgen de la ley. Ej.: art. 2151 en el usufructo.

b) Convencional: emanan de la voluntad de las partes. Ej.: el deber de no


competencia impuesto a los socios de una sociedad.

Facultades del acreedor. Remisión


Las prerrogativas del acreedor surgen por aplicación de las reglas generales de
los arts. 730, y en particular de los arts. 774, 775 y 776 del Código, siempre que
ello fuera posible.

En la ejecución forzada, se mantiene el límite de la no violencia sobre la


persona del deudor.

59
Art. 778. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

38
La ejecución por otro, en principio, no es posible, pues no resulta lógico que el
acreedor se beneficie de una abstención de un tercero en lugar del deudor
(Pizarro y Vallespinos, 2014).

Incumplimiento y mora en las obligaciones de no


hacer
El incumplimiento de la obligación de no hacer imputable al deudor legitima al
acreedor a reclamar la destrucción física de lo hecho, y los daños y perjuicios
(art. 778 CCC).

En ambos supuestos se aplican las reglas ya analizadas en las obligaciones de


hacer: la destrucción es limitada al no abuso del derecho y los daños y
perjuicios son subsidiarios y se rigen por las reglas de la responsabilidad civil.

Se debate si puede existir mora en las obligaciones de no hacer. Pizarro y


Vallespinos (2014) distinguen dos supuestos: si la prestación es inmediata,
habrá directamente incumplimiento; pero si es duradera o continua, puede
haber mora si el acreedor mantiene el interés en que el deudor cumpla la
obligación de no hacer.

Obligaciones alternativas
Ahora ingresamos al estudio de las obligaciones de objeto plural o compuesto,
las que se clasifican en:

1) Conjunto: llevan la conjunción “y”. Debo $ 1000 y una moto.

2) Disyunto: llevan la conjunción “o”. Debo $ 1.000 o una moto. A su vez,


estas obligaciones se subclasifican en:

a) Alternativas

b) Facultativas

Definición. Modalidades
El art. 779 del Código brinda la definición de la obligación alternativa, al
expresar que es aquella que tiene por objeto una prestación entre varias que
son independientes y distintas entre sí, pero el deudor está obligado a cumplir

39
una sola de ellas. Ej.: pagar $ 30.000 o brindar asesoramiento jurídico durante
un año.

Además, el art. 784 aclara que las opciones o contenido de cada prestación no
sólo pueden diferenciarse por la heterogeneidad, una de dar y otra de hacer,
sino que pueden hacer referencia a modalidades o circunstancias de
cumplimiento de la obligación (Campagnucci de Caso, 2014), al que se le
aplican iguales reglas. Ej.: pagar $ 30.000 en efectivo o en 12 cuotas con tarjeta
de crédito.

La alternatividad, que puede surgir de la ley o de la voluntad de las partes,


favorece a ambas partes pues el deudor puede liberarse con mayor facilidad al
tener opciones, y el acreedor tiene mayor seguridad respecto al cobro.

Pizarro y Vallespinos (2014) señalan que la importancia de estas obligaciones es


la función económica y social, pues:

1. Son instrumento para crear vínculos dejando un margen de libertad al


titular de la elección.

2. Tienen una función asegurativa, pues el acreedor tiene más


posibilidades que el deudor cumpla.

3. Muy utilizadas en la contratación moderna, entre empresas y entre


estas y consumidores.

4. Permiten crear negocios jurídicos cuando todavía hay resoluciones


pendientes.

Naturaleza Jurídica
Existen diversas teorías que justifican el vínculo jurídico en las obligaciones
alternativas.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que en las obligaciones alternativas se


trata de un vínculo único, disyunto, y que hay que distinguir dos momentos:

a) Nacimiento de la obligación: hay pluralidad de prestaciones


indeterminadas (todas integran el objeto hasta la elección). “Pluralidad
in obligatione”.

b) Cumplimiento de la obligación: hay unidad de prestación determinada.


“Unidad in solutione”.

40
Caracteres
Unidad de vínculo: es una obligación con una causa fuente.

Objeto plural “in obligatione”: son distintas las unas y las otras e
independientes, no subordinadas entre sí.

Cumplimiento: ejecución de una sola de las prestaciones.

Las prestaciones son independientes entre sí: ya sea por el objeto, ya sea por
las circunstancias de cumplimiento (modo, tiempo, lugar).

Elección: concreta el objeto una entre las prestaciones debidas “in


obligatione”. Determinación definitiva: esa es la prestación exigible y se
descarta el resto.

La elección
La elección es la declaración unilateral recepticia, expresa o
tácita, emitida por quien está facultado para practicarla, por la
que se determina cuál de las prestaciones que integran
alternativamente el objeto habrá de ser cumplida, y al mismo
tiempo, se descartan las que queden al margen de dicha
elección. (Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 385).

Con respecto a la persona quien tiene a su cargo la elección, el art. 780 brinda
algunas reglas:

En principio, es el deudor quien tiene la facultad de elegir la prestación con la


que cumplirá la obligación, sobre la base del principio del “favor debitoris”.
Excepción: pacto en contrario a favor del acreedor o un tercero.

La opción que corresponde a varias personas: exige la unanimidad de todas.

Mora en la elección: la falta de elección en tiempo oportuno (antes del pago)


produce que luego de la intimación y constitución en mora, la facultad de
elegir pasa a la contraparte. Si debía elegir un tercero, pasa al deudor.

En las obligaciones periódicas: en cada período renace el derecho de elegir.

Los principales efectos de la elección se prevén en el mismo art. 780 del Código
que establece:

41
1) “La elección es irrevocable desde que se la comunica a la contraparte, o
desde que el deudor ejecuta alguna de las prestaciones, aunque sea
parcialmente”60.

2) Realizada la elección, “la prestación escogida se considera única desde


su origen, y se aplican las reglas de las obligaciones de dar, hacer o no
hacer según corresponda”61. Esto impone que la elección produce
efectos retroactivos al día del nacimiento de la obligación por expresa
manda legal (Campagnucci de Caso, 2014).

Imposibilidad de cumplimiento
Desde el nacimiento de la obligación y hasta la elección, pueden ocurrir
diversos hechos –sobrevenidos– que determinen la imposibilidad de
cumplimiento de una o más de las prestaciones originariamente previstas, o su
deterioro, lo que es analizado en la teoría de los riesgos, que el Código regula
detalladamente en los arts. 781 y 782.

El art. 783 aclara que la facultad de elegir del deudor y del acreedor también
puede ser ejercida por un tercero a favor de aquellos, sobre la base del
principio de la autonomía de la voluntad.

A tal fin, las obligaciones alternativas se clasifican en regulares: cuando es el


deudor el que realiza la elección, y en irregulares: cuando lo hace el acreedor, y
siguiendo a Campagnucci de Caso (2014) las consecuencias en cada caso son
cuando existan dos prestaciones como opciones:

Alternativas regulares (art. 781):

1. Imposibilidad de UNA de las prestaciones:

a) por caso fortuito o responsabilidad del deudor: principio de


concentración: debe la otra que queda.

b) por responsabilidad del acreedor: el deudor puede elegir cumplir


señalando la ya extinta, o con la otra que queda, y reclamar los daños
que le causa si es de “mayor onerosidad”.

2. Imposibilidad de AMBAS prestaciones, de modo sucesivo:

60
Art. 780. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
61
Art. 780. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

42
a) por responsabilidad del deudor o caso fortuito o fuerza mayor:
concentración en la última.

b) Por responsabilidad del acreedor en alguna de ellas: el deudor elige con


cuál queda liberado.

3. Imposibilidad de AMBAS de modo simultáneo:

a) por responsabilidad del deudor: se libera entregando el valor de


cualquier de ellas.

b) por responsabilidad del acreedor: el deudor tiene derecho a dar por


cumplida la obligación con una y reclamar los daños y perjuicios
emergentes de la mayor onerosidad que le ocasione el pago realizado
con relación a la que resultó imposible.

4. Imposibilidad de AMBAS por caso fortuito o fuerza mayor: la obligación


se extingue.

Alternativas irregulares (art. 782)

1. Imposibilidad de UNA de las prestaciones:

a) Por responsabilidad del acreedor: concentración en la segunda.

b) Por responsabilidad del deudor: el acreedor puede optar por reclamar la


que quedó o el valor de la que se hizo imposible.

2. Imposibilidad de AMBAS, de modo sucesivo:

a) Sin responsabilidad del deudor: concentración y debe cumplir con la


última.

b) Con responsabilidad del deudor por la imposibilidad de la primera


prestación: el acreedor puede reclamar el valor de cualquiera de las
prestaciones.

3. Imposibilidad de AMBAS, de modo simultáneo:

a) Responsabilidad del acreedor: este elige con cuál define el


cumplimiento, pero debe indemnizar al deudor los perjuicios que le
cause por la mayor onerosidad de la otra.

b) Responsabilidad del deudor: el acreedor elige ya no la prestación


específica sino su valor. También puede exigir daños y perjuicios.

4. Imposibilidad de AMBAS por caso fortuito o fuerza mayor: se extingue


la obligación.

43
Obligaciones de género limitado. Definición.
Reglas aplicables
Las obligaciones de género limitado son aquellas en las cuales la posibilidad de
elección de los individuos que integran una misma especie se circunscribe a un
determinado ámbito o a un número reducido de cosas (Pizarro y Vallespinos,
2014). Ej.: entregar dos automotores de los expuestos en la concesionaria, el
género está limitado por los que posee el concesionario, entre los cuales
deberá elegir y entregar dos unidades.

Para Pizarro y Vallespinos (2014), estas obligaciones no son de género, pues lo


genérico debe ser siempre una categoría ideal con aptitud de comprender un
número ilimitado de casos particulares, sino que se tratan de obligaciones
alternativas, pues hay indeterminación de la cosa dentro de un grupo de cosas
determinadas.

El art. 785 del Código las define como “las obligaciones en las que el deudor
debe entregar una cosa incierta pero comprendida dentro de un número de
cosas ciertas de la misma especie”62. Además, dispone que se les aplican las
mismas reglas de las obligaciones alternativas.

Obligaciones facultativas
Definición. Diferencia con las obligaciones
alternativas: regla en caso de duda
La obligación facultativa tiene por objeto una sola prestación, pero permite al
deudor facultativamente sustituirla por otra distinta (Pizarro y Vallespinos,
2014). Es decir que hay dos prestaciones: una principal, que es la que puede
exigir el acreedor, y una accesoria, con la que puede –si quiere– cumplir el
deudor. Ej.: Te donaré $ 500.000 o la casa de campo de mis abuelos.

El objeto de la prestación en facultad de pago puede ser una de dar, hacer o no


hacer, y además, el art. 789 expresamente autoriza a que la opción recaiga
respecto de modalidades o circunstancias de la obligación principal.

En cuanto a la naturaleza jurídica de estas obligaciones, Pizarro y Vallespinos


(2014) señalan que son de objeto único: la prestación principal adeudada; pero

62
Art. 785. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

44
distinguen dos momentos: al nacimiento hay unidad de prestaciones “in
obligatione”, pero al cumplimiento hay pluralidad “in solutione”.

Los caracteres de estas obligaciones son:

Unidad de objeto, vínculo, causa y sujetos.

Sólo el deudor puede sustituir la prestación por otra, el acreedor no tiene


facultad de exigir sino sólo la principal.

La prestación debida y la accesoria no están en el mismo plano, se rigen por


las reglas de las principales y accesorias.

Resulta relevante distinguir este tipo de obligaciones con las alternativas


estudiadas en el apartado anterior, a cuyo fin se presenta el siguiente cuadro
comparativo:

Tabla 10
ALTERNATIVAS FACULTATIVAS
Objeto Pluralidad “in obligatione”, Prestación única, pluralidad
unidad “in solutione” “in facultate solution”
Plano de las Igualdad Disparidad: principal-
prestaciones accesoria

Naturaleza Según la prestación elegida Según la prestación


jurídica de la principal
obligación

Facultad de Deudor, acreedor o tercero Sólo al deudor


elección

Nulidad de una No afecta la otra De la principal acarrea toda


la obligación

Derecho del Sólo puede exigir el Sólo puede exigir la


acreedor cumplimiento de alguna de prestación principal
las previstas en el objeto

Extinción Si todas las prestaciones Por imposibilidad de pago


perecen de la principal, no
imputable al deudor, aun
cuando pueda cumplir la
accesoria

Fuente: Elaboración propia.

45
El código único incorporó una norma expresa que resuelve el problema ante
duda respecto de si la obligación es alternativa o facultativa, haciendo
prevalecer la primera en el art. 788.

La opción: titular del derecho. Tiempo de


efectuarla
Tal como se señaló, en las obligaciones facultativas sólo el deudor tiene el
derecho a elegir si sustituye la prestación principal por la accesoria. De acuerdo
con el art. 786 del Código, este derecho puede ejercerlo al tiempo del pago.
Según Campagnucci de Caso (2014), el fundamento de dicha solución se
encuentra en la protección del acreedor, ante la eventualidad que trae una
elección previa por la accesoria y su extinción ante caso fortuito.

Efectos de las obligaciones facultativas


El art. 787 del Código manda que la “obligación facultativa se extingue si la
prestación principal resulta imposible, sin perjuicio de la responsabilidad que
pueda corresponder”63.

En este sentido, cabe recordar que la obligación tiene una única prestación
exigible por el acreedor: la principal, por ello su imposibilidad de cumplimiento
extingue la relación jurídica.

De cualquier modo, habrá que analizar si existió o no responsabilidad del


deudor respecto del incumplimiento, y en caso afirmativo, este deberá
responder por los daños y perjuicios causados.

Campagnucci de Caso (2014) aclara que en caso de incumplimiento imputable


al deudor, el acreedor mantiene las facultades de exigir el cumplimiento por un
tercero, un bien que subrogue lo prometido, o los daños y perjuicios.

63
Art. 787. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

46
Clasificación de las
obligaciones con relación
al objeto. Obligaciones
divisibles e indivisibles,
obligaciones de medios y
de resultado

Obligaciones divisibles
Definición. El criterio de divisibilidad
En esta unidad se estudiará la clasificación de las obligaciones según la aptitud
del objeto para ser fraccionado (faz estática) y la manera en que la obligación
debe ser cumplida (faz dinámica), que importa la distinción entre obligaciones
divisibles e indivisibles, receptadas en el Código en los arts. 805 a 824.

El Código, tal como lo hacía el de Vélez, reglamenta la divisibilidad e


indivisibilidad con relación a las obligaciones (art. 805 y ss.) y con relación a las
cosas materiales (art. 228), lo que impone realizar una aclaración al respecto.

La divisibilidad de las cosas materiales está reglada en el art. 228:

Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones


reales sin ser destruidas, cada una de las cuales forma un todo
homogéneo y análogo tanto a las otras partes como a la cosa
misma.

Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte


en antieconómico su uso y aprovechamiento. En materia de

47
inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento parcelario
corresponde a las autoridades locales64.

Este criterio es uno de los que se tienen en cuenta para determinar si una
obligación es o no divisible, pero no el único, tal como analizaremos (art. 806).

La terminología adecuada, conforme Busso (1951), no es “obligaciones


divisibles e indivisibles”, sino que lo exacto hubiera sido referirse a obligaciones
“de prestación divisible o indivisible”, que comprende ambas fases: estática y
dinámica.

También hay que distinguir la divisibilidad con la división. La divisibilidad es la


simple aptitud de la prestación de ser dividido, mientras que la división importa
ya el fraccionamiento.

El art. 805 del Código define a la obligación divisible como “la que tiene por
objeto prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial”65.

Esta conceptualización debe ser relacionada con el art. 806, que establece los
requisitos de las obligaciones divisibles, y con el 807, que impone que las
obligaciones de sujetos singulares (un acreedor y un deudor) son siempre
indivisibles.

Desde ya, cabe adelantar que el criterio que sigue el Código para determinar la
divisibilidad o indivisibilidad se proyecta sobre la base de dos parámetros
(Pizarro y Vallespinos, 1999):

El objeto de la prestación: su aptitud para ser fraccionado, si admite o no


cumplimiento parcial

Los sujetos: para que sea divisible se requiere pluralidad, de lo contrario, la


obligación será siempre indivisible (art. 807), pues el acreedor no está
obligado a recibir pagos parciales (art. 869), aun cuando la prestación sea
divisible.

En síntesis, siguiendo a los autores citados y de acuerdo con las normas del
Código, hay que distinguir obligaciones:

Divisibles: depende exclusivamente de la naturaleza de la prestación, y su


aptitud para ser fraccionada materialmente, pues no hay otra divisibilidad

64
Art. 228. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
65
Art. 805. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

48
que la natural, y se descarta la ideal o intelectual (art. 805 y 806). Ej.: entregar
100 Códigos Civil y Comercial de la Nación, pagar $ 10.000, trabajar 6 horas
diarias en la programación de un software.

Indivisibles: puede surgir de la naturaleza de la prestación o de la voluntad de


las partes o la ley, que pueden determinar que una prestación que
naturalmente es fraccionable por convenio o ley no lo sea (art. 813 y 814). Ej.:
entregar un perro Beagle recién nacido o un horno eléctrico marca “Z”, pagar
$ 10.000 en efectivo en una cuota, cantar en un show internacional, prestar
servicio de catering para un evento, no hacer competencia desleal.

Requisitos de la divisibilidad
Los requisitos que deben concurrir para que exista una obligación divisible son
sintetizados en el art. 806 del Código:

1. Ser materialmente fraccionable: que cada una de sus partes tenga la


misma calidad del todo. Es la aptitud física o material de la cosa o del
hecho para ser dividido.

2. Inalterabilidad económica: que el fraccionamiento no altere el valor de


la cosa, ni haga antieconómico su uso y goce.

Pizarro y Vallespinos (2014) agregan otros requisitos que, si bien no fueron


expresamente consagrados en el Código, merecen atención para facilitar la
comprensión de la identificación de este tipo de obligaciones, a saber:

Homogeneidad: que cada parte sea homogénea a otra, tenga la misma


calidad, que puedan juntarse y volver a formarla.

Inalterabilidad del objeto: que el fraccionamiento no transforme a cada parte


en una cosa distinta a la debida.

Utilidad: que la división sea útil social o familiarmente.

Por otro lado, la ley exige que en la obligación haya pluralidad de sujetos, pues
si hay sólo un acreedor y un deudor la obligación es indivisible (art. 807).

49
La divisibilidad e indivisibilidad en las obligaciones de
dar, hacer, no hacer, alternativas y facultativas
El Código se ocupa de clasificar obligaciones en divisibles e indivisibles según la
naturaleza de la prestación adeudada en el art. 815, cuadro que es completado
por la doctrina.

Obligaciones de dar cosa cierta: es por regla indivisible, salvo pacto en


contrario. Ej.: entregar un automotor, un electrodoméstico.

Obligación de dar sumas de dinero: la regla en este caso es la divisibilidad,


pues el dinero es fungible y divisible. Ej.: se puede fraccionar los cien pesos en
diez pagos de diez.

Obligaciones de valor: son por regla divisibles. Ej.: indemnización de daños y


perjuicios se termina pagando en dinero, y en consecuencia se aplica el caso
anterior.

Obligaciones de género: por regla son indivisibles. Serán divisibles cuando el


número de cosas que se deben entregar sea igual o múltiplo exacto al número
de acreedores y deudores. Ej.: dos deudores deben dar 100 kilos de cemento
a cuatro acreedores.

Obligaciones de hacer: son por regla indivisibles, salvo las convenidas por
unidad de medidas, como puede ser por días o metros cuadrados.

Obligaciones de no hacer: por regla son indivisibles. Hay que distinguir el tipo
de obligación de no hacer, y tener presente el interés del acreedor. En
principio, no se acepta un no hacer parcial o a medias, por lo que son
indivisibles, salvo que al acreedor igualmente le interese que a pesar del
incumplimiento le sirva que siga cumpliendo.

Obligaciones alternativas: según la prestación elegida.

Obligaciones facultativas: según la prestación principal.

Obligaciones accesorias: es indivisible si así lo es la principal.

Efectos de la divisibilidad en las relaciones entre


acreedores y deudores. El principio de división. Límite
En las obligaciones divisibles rige el principio del fraccionamiento o de división,
en virtud del cual se fracciona en tantos créditos o deudas iguales, como
acreedores y deudores haya (art. 808 del Código).

50
La excepción a la regla es el acuerdo de partes en sentido contrario, autorizado
por el principio de la autonomía de la voluntad de las partes. Esto significa que
las partes pueden, de común acuerdo, establecer cuotas partes no iguales.

El art. 809 prevé el caso del codeudor que se hace cargo de pagar la totalidad
de la deuda, y aclara que no puede invocar la divisibilidad, en consecuencia, se
trata de una excepción al fraccionamiento del pago.

En relación con la exigibilidad, cada una de las partes equivale a una prestación
diversa e independiente, y cada acreedor sólo tiene derecho a exigir y cobrar la
parte que le corresponde en el crédito, y recíprocamente, cada deudor sólo
debe cumplir con la parte que le toca (art. 808).

Como consecuencia del principio de división, las vicisitudes que puedan afectar
a una de las relaciones en principio no afecta a las demás, no hay efecto
expansivo sino personal (Pizarro y Vallespinos, 2014) lo que se proyecta en las
siguientes cuestiones:

La extinción de cualquiera de las relaciones no produce efecto con respecto a


las demás.

La insolvencia de un codeudor debe ser soportada por el acreedor, quien no


puede reclamar más a los codeudores por la parte del insolvente.

La interrupción y suspensión de la prescripción

Cosa juzgada

Culpa y dolo

Cláusula penal

Efectos de la divisibilidad en las relaciones


internas
El primer supuesto que cabe analizar es el pago en exceso. Si uno de los
deudores paga más de lo que le corresponde, tendrá derecho al reintegro, pero
tal como lo hace el art. 810, habrá que distinguir según el caso las reglas
aplicables a tal fin:

a) Si lo hace sabiendo que paga una deuda ajena: reglas de la subrogación


por cumplimiento por un tercero (arts. 914 y ss. del Código).

b) Si lo hace creyendo ser deudor del todo, paga sin causa, entonces se
rige por las reglas del pago indebido (arts. 1796 y ss).

51
Por su parte, el art. 811 del Código dispone que si uno de los acreedores recibe
más de lo que le correspondía, se determina según las reglas del art. 841, es
decir, de acuerdo con las reglas de la solidaridad. La norma aludida señala que
la cuota se determina según la autonomía privada, según la fuente y finalidad
de la obligación, según las relaciones de los interesados entre sí, o según demás
circunstancias, si de todo ello no fuera posible determinarlo, entonces será en
partes iguales.

Finalmente, el Código prevé en el art. 812 un supuesto particular, cuando la


obligación divisible es además solidaria, en cuyo caso manda a aplicar
directamente las reglas de las obligaciones solidarias, pasiva o activa, según el
caso.

Obligaciones indivisibles
Definición. Indivisibilidad material e ideal
La obligación es indivisible cuando no es susceptible de cumplimiento parcial,
sino que sólo puede ser cumplida por entero (art. 813 del Código).

Negri (2014) explica que el criterio no radica solamente en el objeto (el bien
debido) sino también en la posibilidad de cumplimiento parcial o no de la
prestación (contenido de la prestación).

Casos de indivisibilidad: de acuerdo con el criterio para definirla, el art. 814


dispone las siguientes opciones:

Material: Objetiva u ontológica, responde a un criterio fáctico: si la prestación


no puede ser materialmente dividida, según su naturaleza. Ej.: redacción de
un contrato de locación, la entrega de una cámara de fotos.

Ideal: Intencional o voluntaria, prescinde de la naturaleza de la prestación, es


determinada por la voluntad de las partes. Ej.: entrega de $ 2.000 en un solo
pago, dar 10 notebooks el 1 de agosto de 2020.

Legal: surge de una disposición expresa de la ley que determina que una
obligación es indivisible, independientemente de que la prestación pueda ser
divisible o no. Ej.: entrega de una cosa cierta (art. 815).

52
Efectos en la indivisibilidad en las relaciones entre
acreedores y deudores
En las obligaciones indivisibles se establece un comportamiento colectivo de
cada uno de los polos de la obligación, que impone la vigencia del principio de
propagación o concentración de efectos.

Pizarro y Vallespinos (2014) señalan que la propagación de efectos es el


principio en virtud del cual ciertos hechos ocurridos entre un coacreedor y un
codeudor proyectan sus consecuencias a los restantes, como consecuencia del
carácter compacto y no divisible de la prestación. Los autores aclaran que en
cambio no propagan los efectos los hechos independientes de la prestación
ocurridos entre el coacreedor y el codeudor, que solo producen efectos
personales.

Los arts. 816 y 817 del Código disponen que cualquiera de los acreedores tiene
derecho a exigir la totalidad del pago a cualquiera de los codeudores o a todos,
simultánea o sucesivamente, y recíprocamente, cada uno de los codeudores
tiene derecho a pagar la totalidad de la deuda a cualquiera de los coacreedores.

De igual modo, la prescripción extintiva cumplida propaga sus efectos y puede


ser invocada por cualquiera de los deudores contra cualquiera de los
acreedores (art. 822 del Código).

Con respecto a otros modos extintivos que no hagan al pago propiamente


dicho, el art. 818 exige la unanimidad de los acreedores para extinguir el
crédito por transacción, novación, dación en pago, remisión y cesión de crédito,
no así la compensación.

El fundamento de dicha exigencia se encuentra, conforme Negri (2014), en que


los coacreedores no son individualmente dueños del crédito; en consecuencia,
si uno hubiera perfeccionado alguno de estos modos extintivos, los demás
conservan su derecho para reclamar el pago íntegro del crédito, siendo
inoponible el acto al acreedor que no prestó su consentimiento.

Por el contrario, con respecto a la responsabilidad de los codeudores, rige el


principio de la personalidad en la mora, culpa y dolo, es decir, no se produce la
propagación de efectos (art. 819 del Código).

53
Efectos de la indivisibilidad en las relaciones
internas
Los efectos internos en cada uno de los polos de la obligación indivisible se rige
por las reglas de los arts. 820 y 821, que consagran los principios de
contribución y de participación, recíprocamente.

En primer lugar, si uno de los deudores paga la totalidad de la deuda, o repara


la totalidad de los daños, o realiza gastos en interés común, tiene derecho a
reclamar a los demás la contribución del valor de lo que invirtió a favor de
todos, de conformidad a las reglas de las obligaciones solidarias: art. 841, a los
fines de definir la cuota de cada uno.

En segundo lugar, si uno de los acreedores recibe la totalidad del crédito, o de


la reparación de los daños, o más que su cuota, los demás tienen derecho a
que les pague el valor de lo que les corresponde a cada uno, con igual criterio
del art. 841.

Régimen jurídico aplicable subsidiariamente


Dada la estrecha relación entre los efectos de las obligaciones indivisibles y las
solidarias que estudiaremos en la próxima unidad, el art. 823 del Código
expresamente dispone que las normas de las obligaciones solidarias son
subsidiariamente aplicables a las indivisibles.

El fundamento de la remisión se justifica en la necesidad de no reiterar reglas


que son aplicables a ambos tipos de obligaciones, lo que justifica su estudio en
conjunto a fin de comprender adecuadamente los efectos de ambos tipos de
obligaciones, distinguiendo las diferencias entre cada una de ellas.

Las obligaciones indivisibles impropias. Definición.


Régimen jurídico. Efectos
Las obligaciones indivisibles impropias son aquellas “cuyo cumplimiento sólo
puede ser exigido por todos los acreedores en conjunto, o realizado por todos
los deudores en conjunto”66, de conformidad al art. 824 del Código Civil.

La norma prevé que excepcionalmente se puede otorgar a cada uno el derecho


de cobrar o pagar individualmente.

66
Art. 824. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

54
El típico ejemplo es la obligación de escriturar, que pesa sobre varios
condóminos de un inmueble. La venta traslativa de dominio no puede ser
otorgada, sino por todos los dueños del inmueble, ya que uno solo no puede
traspasar el dominio de la cosa en común. También puede mencionarse la
obligación del equipo médico ante una cirugía, o la de la banda musical en un
recital.

El efecto de estas obligaciones es que tanto los deudores como los acreedores
deben actuar de manera conjunta, los primeros para cumplir con la prestación,
y los segundos para recibir el crédito.

55
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56
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https://goo.gl/80klIg

57
Clasificación de
las obligaciones
con relación a
los sujetos

Derecho
privado II
Clasificación de las
obligaciones con
relación a los sujetos
Obligaciones de sujeto único y de
sujeto múltiple
Las obligaciones pueden tener como sujetos a un acreedor y un deudor, pero
también pueden existir varios acreedores y/o varios deudores, dándose una
pluralidad de personas en cualquiera de los dos polos de la relación jurídica o
aun en ambos a la vez. Estas variantes pueden graficarse así:

Figura 2

A D A D A D A D

A D A D

Fuente: Elaboración propia.

Definición. Clasificación
La obligación puede ser de sujeto único cuando está compuesta por un solo
deudor en favor de un sólo acreedor (primer caso del esquema).

Por otro lado, podemos tener una obligación de sujeto múltiple, que relaciona
más de un acreedor y/o más de un deudor. En este caso, se habla de
“obligaciones mancomunadas”, lo que significa que varias personas se unen
para una finalidad común (Moisset de Espanés, 2004).

Llambías (2005) explica que:

la pluralidad de sujetos puede ser originaria o sobreviniente. Es


originaria cuando desde la constitución de la obligación hay

1
varios acreedores o varios deudores. Es sobreviniente cuando
habiendo comenzado la obligación con un único sujeto, activo o
pasivo, pasa a tener un sujeto múltiple, generalmente por
incorporarse a la relación obligacional los herederos del
originario acreedor, o deudor, que hubiese fallecido67.

Las obligaciones de sujeto plural pueden contraerse de una manera conjunta o


disyuntiva.

Es conjunta cuando las personas que estipulan o que prometen se hallan


unidas junto con los otros; existe la conjunción “y”. Juan y Pablo deben $ 100.
La obligación conjunta a su vez se subdivide en simplemente mancomunada
cuando hay pluralidad de vínculos disociados que provocan el fraccionamiento
del objeto de la prestación; solidarias, cuando la pluralidad de vínculos es
coligado entre sí, la prestación se debe por entero, con una única causa fuente;
y concurrentes, en las que varios deudores deben a uno o varios acreedores el
mismo objeto en razón de causas fuentes diferentes.

Por su parte, las obligaciones disyuntas son aquellas en las que los sujetos se
excluyen entre sí, se representan con la conjunción “o”. Juan “o” Pablo deben $
100. Es una pluralidad aparente, originaria, pues en realidad hay sujeto único,
pero inicialmente indeterminado, por ello no son de sujeto múltiple.

Figura 3

SUJETO ÚNICO (A-D)

MÚLTIPLE CONJUNTA (“Y”) SIMPLEMENTE MANCOMUNADAS

MANCOMUNACIÓN SOLIDARIA

CONCURRENTES

DISYUNTA o aparente pluralidad (“O”)


Fuente: Elaboración propia.

Paralelo entre las obligaciones solidarias y las


obligaciones indivisibles. Semejanzas y diferencias

67
Recuperado el 10 de octubre del 2015 de: http://goo.gl/iAtd0r

2
La regulación de las obligaciones divisibles e indivisibles y las de sujeto múltiple
tiene, ya desde el Código de Vélez Sársfield, una relación y remisión en diversos
efectos, que hace necesario su estudio en conjunto.

El Código velezano establecía en el art. 668 que “la solidaridad estipulada no da


a la obligación el carácter de indivisible, ni la indivisibilidad de la obligación la
hace solidaria”68. Si bien el código unificado no incluyó una norma que así lo
disponga, de la regulación de los diversos tipos de obligaciones se advierte que
se mantuvo el criterio, distinguiendo cada una de las clases de acuerdo con el
criterio de clasificación, a pesar de los efectos similares o comunes (entre las
simplemente mancomunadas y las divisibles, y entre las solidarias y las
indivisibles).

De tal modo, de la combinación de los cuatro criterios se desprende que puede


haber cuatro tipos de obligaciones:

1. Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisibles. Ej.: Ana


y María deben a Pablo $ 1.000.

2. Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto indivisible. Ej.:


Ana y María deben a Pablo un automotor X, modelo Y, color Z.

3. Obligaciones solidarias de objeto divisible. Ej.: Ana y María deben


solidariamente a Pablo $ 1.000.

4. Obligaciones solidarias de objeto indivisible. Ej.: Ana y María deben


solidariamente a Pablo un automotor X, modelo Y, color Z.

La doctrina destaca que el fundamento de la similitud de efectos se encuentra


en que: para que sea posible el cumplimiento fragmentado es necesario que el
objeto sea divisible, de lo contrario la obligación actúa como indivisible
(Campagnucci de Caso, 2014, p. 194; Moisset de Espanés, 2014, p. 24; Pizarro y
Vallespinos, 2014, p. 445), de allí la relación entre ambas clasificaciones.

La afirmación se justifica, pues Vélez Sarsfield sólo concebía la clasificación de


divisibles e indivisibles mientras hubiera pluralidad de acreedores o deudores,
tal como lo aclaró en la nota al artículo 673 C. Civil.

En definitiva, resulta imprescindible diferenciar unas de otras obligaciones.

68
Art. 668. Ley Nº 340. Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

3
En las obligaciones divisibles e indivisibles el criterio de clasificación,
y en consecuencia, lo que las distingue, es la aptitud del objeto para
ser fraccionado –material o idealmente según el caso–, tal como se
estudió en la unidad 7. Se trata de una clasificación objetiva.
En las obligaciones de sujeto múltiple, el criterio es la pluralidad de
sujetos y la estructura del vínculo jurídico (simplemente
mancomunado o solidario). Es una clasificación subjetiva.

Caracteres de las obligaciones de sujeto plural en


general
Las obligaciones de sujeto plural simplemente mancomunadas y solidarias
tienen en común los siguientes caracteres:

Pluralidad de sujetos: en cualquiera de los dos polos de la obligación o en


ambos. Puede ser originaria o sobrevenida.

Unidad de objeto: la prestación debida es por todos los deudores a todos los
acreedores, independientemente de su carácter divisible o indivisible.

Unidad de causa fuente: es la misma para todos los sujetos, un contrato, un


hecho ilícito que generó la responsabilidad de más de una persona, la ley.

Pluralidad de vínculos: es una sola obligación, pero con pluralidad de vínculos:


disociados (simplemente mancomunadas) o coligados (solidarias).

Por el contrario, en las obligaciones de sujeto plural concurrentes, si bien los


caracteres son casi idénticos, la diferencia radica en que en estas existe
pluralidad de causa fuente.

Método del Código Civil y Comercial


La Comisión Redactora del Código aclaró en los Fundamentos que: “La
regulación de las obligaciones de sujeto plural también ha perseguido el

4
objetivo de hacer más claras las reglas y los conceptos. A tales fines se dividen
en simplemente mancomunada, solidaria y concurrente”69.

En general, las clasificaciones de las obligaciones se ubican en el Libro Tercero:


“Derechos personales”, Capítulo 3: “Clases de obligaciones”.

En particular, con respecto a las clases de obligaciones que estudiamos en las


Unidades 7 y 8, se mantiene la doble regulación, por un lado, de las
obligaciones divisibles e indivisibles: en la Sección 6, y por otro, la de las
obligaciones simplemente mancomunadas (aunque en esta se remite a las
reglas de las divisibles e indivisibles según el objeto de la prestación), solidarias
y concurrentes en la Sección 7.

Obligaciones simplemente
mancomunadas
Definición
La obligación simplemente mancomunada se encuentra definida en el art. 825
como “aquella en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones
como acreedores o deudores haya”70; y las cuotas y créditos se consideran
distintos los unos de los otros.

En estas obligaciones hay vínculos disociados, fraccionados entre sí, como las
“piezas de un todo”, según Pizarro y Vallespinos (2014, p. 446), quienes aclaran
que cuando además es de objeto divisible, el fraccionamiento opera con
plenitud.

Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto


divisible e indivisible. Régimen general. Remisión
Las obligaciones simplemente mancomunadas se clasifican según su objeto, y
esto determina el régimen jurídico aplicable, del siguiente modo:

69
Recuperado el 10 de octubre del 2015 de : http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-
primero.PDF
70
Art. 825. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

5
Objeto divisible: opera el fraccionamiento del objeto y del vínculo jurídico, se
aplica el régimen legal de las obligaciones divisibles, por expresa remisión del
art. 826.

Objeto indivisible: el fraccionamiento es más reducido, pues sólo tiene


efectos respecto al vínculo jurídico y no en relación con el objeto, en
consecuencia, cualquier acreedor puede reclamar la totalidad de la prestación
porque el objeto es indivisible. Se aplica el régimen legal de las obligaciones
indivisibles por manda del art. 826.

El art. 826 del Código dispone un régimen jurídico claro y sencillo de las
obligaciones simplemente mancomunadas, pues realiza una remisión a las
reglas de las obligaciones divisibles e indivisibles, según cuál sea la calidad del
objeto de la relación jurídica mancomunada. Campagnucci de Caso (2014)
expresa que: “importa una extensión y aplicación normativa de otro tipo de
relaciones jurídicas” (p. 196).

Obligaciones solidarias
Definición. Caracteres. Clases de solidaridad.
Fuentes. Prueba. Criterio de aplicación
Las obligaciones solidarias son aquellas con pluralidad de sujetos, originadas en
una misma causa fuente: en razón de un título constitutivo (contrato) o de la
ley, y que su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores
por cualquiera de los acreedores (art. 827 del Código).

Los caracteres de la solidaridad de clasifican en:

Generales

o Pluralidad de sujetos

o Unidad de objeto

o Unidad de causa fuente

Especiales

o Exigibilidad total de la prestación por cualquiera de los


acreedores a cualquiera de los deudores.

6
o Carácter expreso de la solidaridad

o Pluralidad de vínculos coligados que justifica la propagación de


efectos (art. 830 y 837).

Hay distintas clases de solidaridad:

Activa: existen pluralidad de acreedores y un solo deudor.

Pasiva: existe pluralidad de deudores y un solo acreedor.

Mixta: pluralidad en ambos polos activo y pasivo.

El código establece disposiciones comunes para las obligaciones solidarias en


general (arts. 827 a 832), y luego específicas para los tipos pasiva (arts. 833 a
843) y activa (arts. 844 a 849).

El fundamento de la solidaridad radica en la idea de representación recíproca


entre quienes integran el frente de acreedores o deudores, derivado del interés
común que existe entre ellos en el cumplimiento de la prestación (Pizarro y
Vallespinos, 1999).

El Código dispone en el art. 828, como regla general, que “la solidaridad no se
presume y que debe surgir inequívocamente de la ley o del título constitutivo
de la obligación”71. Por ello, existiendo más de un acreedor o más de un deudor
la obligación será mancomunada, salvo pacto o ley en contrario. En
consecuencia, quien alegue la solidaridad debe probarla y en caso de duda será
simplemente mancomunada.

Ossola (2014) señala que el fundamento de la no presunción de solidaridad


radica en el principio “favor debitoris”, por la menor propagación de efectos, y
tiene tradición jurídica en nuestro país.

Las fuentes de la solidaridad pueden ser:

Título constitutivo: la autonomía de la voluntad plasmada en el acuerdo de


partes, bilateral en un contrato o unilateral en una donación o testamento,
por ejemplo.

La ley: surge del ordenamiento jurídico. Sólo puede crear obligaciones


solidarias pasivas, para proteger al acreedor, nunca activa. Ej.:
responsabilidad directa de varias personas en la producción de un hecho con
causa única (art. 1751), o la responsabilidad solidaria del fiador cuando así se

71
Art. 828. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

7
convino expresamente o cuando el fiador renuncia al beneficio de excusión
(art. 1590), entre otros.

Efectos: circunstancias de los vínculos, defensas, cosa


Juzgada
El Código establece un criterio de aplicación de las obligaciones solidarias en el
art. 829, en virtud del cual se produce la propagación de efectos entre los
diferentes vínculos.

El fundamento se encuentra en la representación que la ley impone a cada uno


de los codeudores solidarios en la solidaridad pasiva, y a cada uno de los
acreedores en la activa, siendo que en ambos casos cada individuo representa a
la totalidad del polo al que pertenece.

El vínculo jurídico que genera la obligación solidaria puede verse afectado por
diversas vicisitudes y extinguido.

Por otro lado, se establece que la incapacidad o capacidad restringida de


alguno de los acreedores o deudores NO perjudica ni beneficia a los demás, ni
tampoco la existencia de modalidades en la obligación (art. 830). Lo dicho
implica que producen efectos personales, y no propagan sus efectos al resto de
los sujetos que siguen obligados o con derecho a reclamar por el todo.

Con respecto a las defensas que pueden oponer los codeudores, el código
distingue entre las comunes que puede oponer cualquiera de ellos a cualquiera
de los coacreedores (ej.: pago, prescripción, nulidad del acto), y las personales
que sólo pueden oponerse exclusivamente por el deudor o acreedor a quien
corresponda, y sólo tiene efecto entre ellos, (ej.: vicio de la voluntad,
modalidad especial de la obligación a favor de un codeudor como puede ser un
plazo sólo para este, confusión, renuncia parcial a la solidaridad a favor de un
codeudor, etc.), todas previstas en el art. 831 del Código.

Cabe aclarar que las defensas personales producen una cierta expansión
limitada de sus efectos al resto, pues reducen el monto total de la deuda hasta
la concurrencia de la parte de la deuda del codeudor que invocó aquella, pues
“disminuye el importe total de la obligación” (Campagnucci de Caso, 2014, p.
204).

Otro efecto expresamente consagrado en el art. 832 del Código es el de la cosa


juzgada.

Campagnucci de Caso (2014) señala que la cuestión tiene lugar cuando entre un
deudor y un acreedor se dicta sentencia, con autoridad de cosa juzgada, si surte

8
efectos respecto al resto de los codeudores y coacreedores que no
intervinieron en el juicio.

La regla legal dispone que la sentencia “no es oponible a los demás, pero estos
pueden invocarla cuando no se funda en circunstancias personales del
codeudor demandado”72.

Siguiendo al autor citado, la norma establece que cuando la sentencia favoreció


al deudor, los codeudores que no tuvieron intervención en el juicio no pueden
invocar la cosa juzgada que se sustentó en defensas personales del deudor en
juicio.

Por su parte, si bien los acreedores que no intervinieron le pueden oponer al


deudor que intervino la sentencia, este tiene derecho a alegar otras defensas
personales que tenga contra los coacreedores que no estuvieron en juicio.

Luego, el Código regula separadamente los efectos de cada tipo de solidaridad,


pasiva y activa.

Solidaridad pasiva (Noción. Efectos: Derecho a cobrar y


pagar. Modos extintivos. Responsabilidad. Interrupción y
suspensión de la prescripción. Contribución.
Determinación de la cuota de contribución. Insolvencia.
Muerte de un deudor)
En la obligación solidaria pasiva, en la que existe un acreedor y varios
deudores, el principal efecto es que aquel tiene derecho a cobrar el pago a
uno, varios o todos los deudores, de modo simultáneo o sucesivo (art. 833).

Recíprocamente, cualquiera de los codeudores tiene derecho a pagar la


totalidad de la deuda (art. 834). La norma aclara que si uno de los codeudores
fue liberado de la solidaridad por renuncia del acreedor a esta sólo respecto de
su persona, este paga entregando la parte que le corresponde; y los demás
pagarán de modo íntegro si lo hacen descontando la parte de ese deudor del
todo.

Con respecto a los modos extintivos de la obligación, cabe distinguir entre los
que:

Trasladan sus efectos a todos los deudores: pago, novación, compensación y


dación en pago.

72
Art. 832. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
Tienen efectos relativos: pues la obligación sólo se extingue entre los sujetos
que tienen intervención. Comprende la confusión entre el acreedor y uno de
los codeudores y la transacción que sólo produce efectos entre los que
participaron de ella, aunque el resto puede adherir, sin derecho del acreedor
a oponérsela.

Otra clasificación deriva de la extinción de la solidaridad y ya no de la


obligación propiamente dicha. En este supuesto, el acreedor tiene derecho a
renunciar a las características específicas del vínculo solidario y transformar la
obligación en una simplemente mancomunada. La extinción de la solidaridad
puede ser:

Absoluta: art. 836: “Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia


expresamente a la solidaridad en beneficio de todos los deudores (…),
consintiendo la división de la deuda, ésta se transforma en simplemente
mancomunada”73. Campagnucci de Caso (2014) entiende que lo que debe ser
expreso es la renuncia a la solidaridad, pero que la voluntad puede expresarse
de manera expresa o tácita.

Relativa: art. 835: Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresa o


tácitamente a la solidaridad en beneficio de uno solo de los codeudores. En
este caso, este deudor tiene derecho a liberarse pagando su parte, y la deuda
se mantiene solidaria respecto de los demás codeudores, con deducción de la
parte del beneficiado con la renuncia.

El Código también regula de manera especial el efecto de la responsabilidad de


los codeudores en caso de incumplimiento, en el art. 838, en cuyo caso hay que
distinguir:

La mora –retardo en el cumplimiento imputable al deudor– de uno perjudica


y se propaga a los demás. Deben la prestación más los daños por la mora.

Ante incumplimiento absoluto:

a) Si es imputable a uno de los codeudores a título de culpa, los demás


responden por el equivalente de la prestación y los daños y perjuicios.

b) En caso de dolo, las consecuencias propias de este sólo son soportadas


por quien incurrió en él y no por los demás, pues en virtud del art. 1728
el resarcimiento va más allá de las consecuencias previsibles
(Campagnucci de Caso, 2014).

73
Art. 836. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
En cuanto a la interrupción y suspensión de la prescripción, el código realiza
una remisión a las normas específicas que regulan la temática (arts. 2540 y
2549, respectivamente).

En las relaciones internas, una de las cuestiones de mayor relevancia es la


acción de contribución y determinación de la cuota que corresponde a cada
uno de los codeudores en el cumplimiento de la prestación única (arts. 840 y
841 del Código).

Si un deudor paga la totalidad de la deuda, puede repetir de los demás


codeudores la participación que cada uno tiene, salvo que se hubiera remitido
gratuitamente la deuda, pues resultaría injusto que le intente cobrar a sus
pares lo que no pagó. Esta es la denominada acción de contribución, que
tomará la forma de la relación jurídica que relacione a las partes, pues puede
ser subrogación, gestión de negocios, acción societaria, etc. (Campagnucci de
Caso, 2014).

Pizarro y Vallespinos (1999) definen las acciones recursorias o de regreso como


“las que el ordenamiento jurídico reconoce al codeudor que pagó la totalidad
de la deuda solidaria para reclamar a los restantes la parte que les corresponde
en dicho pasivo” (p. 596).

Con respecto a la forma de determinar la cuota que corresponde a cada


codeudor, el art. 841 brinda reglas claras en sus cuatro incisos, y aclara que si
no fuera posible definirlo de conformidad a los criterios que establece, será en
partes iguales. Campagucci de Caso (2014) detalla que los criterios normativos
que determinan la cuota parte, “sucesivamente” (p. 222) son:

Lo pactado: se otorga prioridad a la autonomía de la voluntad de las partes,


es decir, lo que emerge del contrato.

La fuente y finalidad de la obligación, o en su caso la causa de la


responsabilidad: que entiende son tres pautas de interpretación, sin prelación
entre ellas.

Las relaciones de los interesados entre sí: impone analizar la vinculación entre
los codeudores.

Las demás circunstancias: que puedan válidamente utilizarse para definir la


cuota de cada uno.

Por otro lado, en caso de insolvencia de un codeudor, la cuota correspondiente


a este debe ser asumida por el resto de los obligados (art. 842).

11
Por último, la muerte de un codeudor que deja varios herederos genera que la
deuda ingrese a la masa indivisa, y habilita al acreedor antes de la partición a
impedir que se entreguen bienes a los herederos o legatarias hasta que no se
pague su crédito. Sin embargo, luego de partición cada heredero está obligado
a pagar según la cuota que le corresponde en el acervo (art. 843).

De lo dicho se desprende que la muerte de un codeudor produce la extinción


de la solidaridad respecto de su parte, y los herederos sólo deberán cumplir en
la proporción de su cuota parte en el haber hereditario.

Solidaridad activa (Noción. Efectos: Derecho al


cobro. Prevención de un acreedor. Modos extintivos.
Participación y cuotas. Muerte de un acreedor)
La solidaridad activa importa la existencia de un deudor y más de un acreedor.
Los efectos de estas obligaciones en particular están previstos en los arts. 844 a
849 del Código.

El principal derecho que consagra la solidaridad activa es a cobrar al deudor la


totalidad de la prestación que tiene individual o conjuntamente cada uno de
los acreedores.

Cabe recordar que este tipo de solidaridad sólo puede tener como causa fuente
la voluntad de las partes, que establece la intención de actuación común de
todos.

El límite a este libre derecho al cobro está dado por el principio de prevención
que introduce el art. 845 del Código, en virtud del cual se establece que si un
acreedor demanda al deudor y lo notifica de dicha acción, este solamente
podrá pagar a quien lo demandó, pues si lo hace a otro el pago no será
oponible al accionante.

Con respecto a los modos extintivos, el código vuelve a clasificar sus efectos
–tal como lo hace en la solidaridad pasiva– en el art. 846, según cada uno de
ellos:

Propagan sus efectos al resto de los deudores: pago, renuncia, novación,


compensación y dación en pago.

No propagan: confusión –solo libera a los que son parte de esta– y


transacción –sólo beneficia a las partes de este contrato, el resto puede luego
adherir–.

12
Los efectos internos de la solidaridad activa imponen el principio de la
participación, cuyos alcances están previstos en el art. 847 del Código:

Si uno de los acreedores recibió el pago total o la reparación del daño (cobra
la totalidad de la prestación o su equivalente) o más de lo que le correspondía
(pago parcial), los demás tienen derecho a reclamarle la parte que le
corresponde a cada uno.

En caso de renuncia, novación, dación en pago o compensación, el resto de


los acreedores tienen derecho a reclamar la participación al actor de esos
actos extintivos de la obligación (Campagnucci de Caso, 2014).

Si un acreedor realiza gastos en interés común, tiene derecho a reclamar a los


demás la participación en el reembolso de su valor.

La forma en que debe determinarse la cuota de participación resulta de las


reglas del art. 841 sobre el que ya hemos referenciado supra, por expresa
remisión del art. 848 del Código.

Finalmente, en caso de muerte de un acreedor el crédito se divide entre sus


herederos en la proporción a su participación en la herencia. También se
distingue –como en el caso de la solidaridad pasiva– que luego de la partición
cada heredero tiene derecho a percibir según su cuota parte en la herencia (art.
849).

Campagnucci de Caso (2014) destaca que en este supuesto se produce un


efecto extraño, pues cada heredero pierde el carácter de solidario del crédito, y
sólo puede reclamar la parte que en la proporción le corresponde en la
herencia.

La solidaridad en el derecho comercial. Nociones


En caso de concurso o quiebra de un codeudor, la Ley 24.522 establece reglas
específicas que determinan que no se propagan los efectos al resto de los
codeudores por imperio de la ley, es decir, el resto queda obligado.

Con respecto al concurso, el art. 55 de la ley dispone la novación legal de todas


las obligaciones del concursado con anterioridad al estado de cesación de
pagos, por el acuerdo homologado. Y aclara que no se extingue la obligación de
los fiadores ni de los codeudores solidarios.

Por su parte, el art. 128 señala que la sentencia de quiebra produce la


caducidad de los plazos otorgados al fallido, y no altera el derecho de los
acreedores que pueden reclamar al resto de los codeudores o ir a la quiebra a

13
verificar. Esta norma debe ser analizada a la luz de la caducidad de los plazos
regulada en el Código unificado que podría afectar estas consecuencias
previstas.

Comparación de las obligaciones solidarias con la


fianza
Tabla 11
SOLIDARIDAD FIANZA

INTERÉS PROPIO AJENO (del fiador)

OBLIGACIÓN PRINCIPAL ACCESORIA (garantiza una


principal)

DEFENSAS NO PUEDEN OPONERSE EL FIADOR PUEDE OPONER


OPONIBLES DEFENESAS PERSONALES SUS DEFENSAS PERSONALES Y
DE OTROS CODEUDORES LAS DEL DEUDOR PRINCIPAL,
SALVO INCAPACIDAD

Fuente: Elaboración propia.

Obligaciones concurrentes
Definición. Casos. Naturaleza jurídica
Las obligaciones “concurrentes”, “conexas” o “indistintas” son aquellas en las
que varios deudores deben el mismo objeto en razón de causas fuentes
distintas. Están expresamente reguladas en los arts. 850 a 852 del Código.

El Código Civil no regulaba expresamente este tipo de obligaciones, pero sí


tenía diversas normas que las contemplaban (art. 1113: responsabilidad por el
dependiente y responsabilidad del dueño o guardián; art. 1117: responsabilidad
de establecimientos educativos; art. 1646: responsabilidad del constructor,
director y proyectista de obra, etc.) y que hoy se reiteran en el Código unificado
(1753 a 1756: responsabilidad por el hecho de terceros; y arts. 1757 a 1759:
responsabilidad derivada de la intervención de cosas y actividades riesgosas;
entre otras).

14
Este tipo de obligaciones tiene un rol trascendental en materia de
responsabilidad civil. El típico ejemplo es ante un accidente de tránsito, en el
que la víctima (acreedor) tiene derecho a reclamar contra el conductor del
vehículo que lo chocó (por ser el responsable material del hecho: causa fuente:
hecho ilícito) y contra la compañía aseguradora de este (causa fuente: el
contrato de seguro que celebró el propietario con la compañía de seguros para
tener cobertura de seguro frente a terceros). La prestación debida es la misma:
la indemnización por los daños y perjuicios, y el acreedor es la víctima del
siniestro, pero los deudores son dos y este puede accionar contra cualquiera de
ellos.

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que a diferencia con las obligaciones


solidarias, que son por naturaleza una relación jurídica única, en las
concurrentes existe pluralidad de obligaciones que presentan los caracteres
comunes de tener identidad de objeto debido y de acreedor. Esto determina la
naturaleza jurídica de estas obligaciones.

Diferencia con las obligaciones solidarias


En la doctrina nacional se ha debatido la similitud de las obligaciones
concurrentes con las solidarias, e incluso si debía aplicarse el régimen de éstas
aquellas. El Código resuelve esta cuestión, pues si bien las distingue en cuanto a
su noción, características y efectos, en el art. 852 termina disponiendo que a
subsidiariamente se aplican las reglas de las obligaciones solidarias.

Sin embargo, resulta necesario distinguir con claridad cada obligación para
poder identificarla adecuadamente en un caso concreto.

Tabla 12
SOLIDARIAS CONCURRENTES
NATURALEZA Una sola obligación con Varias con objeto único
pluralidad de vínculos e identidad de acreedor.
coligados.
CAUSA FUENTE Una sola común. Distintas.

EFECTOS (en general) Propagan. No hay propagación.

RELACIONES INTERNAS Se rigen por el principio No hay relaciones


de participación y internas.
contribución.

PAGO DE LA Derecho al reembolso a No. Quien paga puede

15
TOTALIDAD DE LA los demás codeudores, ser el único responsable
DEUDA POR UN según la cuota parte de y no tener derecho a
CODEUDOR cada uno. repetir. No hay conexión
entre deudores.

PRESCRIPCIÓN Propaga efectos Efectos personales,


incluso pueden tener
distintos plazos
distintos.

Fuente: Elaboración propia.

Efectos
Los efectos de las obligaciones concurrentes están expresa y detalladamente
contemplados en el art. 851 del Código, que establece las siguientes reglas:

a. el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a


varios o a todos los codeudores, simultánea o sucesivamente.

b. el pago realizado por uno de los deudores extingue la


obligación de los otros obligados concurrentes: este es el
principal efecto distintivo de este tipo de obligación.

c. la dación en pago, la transacción, la novación y la


compensación realizadas con uno de los deudores concurrentes,
en tanto satisfagan íntegramente el interés del acreedor,
extinguen la obligación de los otros obligados concurrentes o, en
su caso, la extinguen parcialmente en la medida de lo satisfecho;

d. la confusión entre el acreedor y uno de los deudores


concurrentes y la renuncia al crédito a favor de uno de los
deudores no extingue la deuda de los otros obligados
concurrentes;

e. la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión


de su curso no producen efectos expansivos respecto de los
otros obligados concurrentes;

f. la mora de uno de los deudores no produce efectos


expansivos con respecto a los otros codeudores;

g. la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada


contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero

16
éstos pueden invocarla cuando no se funda en circunstancias
personales del codeudor demandado;

h. la acción de contribución del deudor que paga la deuda


contra los otros obligados concurrentes se rige por las relaciones
causales que originan la concurrencia.74

Con respecto a este último punto, habrá que determinar cuál es el vínculo que
los liga, si es que existe, y en su caso, si corresponde o no la acción de
contribución.

Por su parte, el art. 852 del Código manda que subsidiariamente, para las
cuestiones no previstas de modo expreso en el artículo 851, se aplican las
reglas de las obligaciones solidarias, por la similitud que existe entre ambos
tipos de obligaciones, lo que la doctrina y la jurisprudencia nacional venía
sosteniendo antes de la sanción.

Obligaciones disyuntivas
Definición. Clases de disyunción. Características
Las obligaciones disyuntivas son aquellas que se establecen a favor de un
acreedor que se encuentra indeterminado entre varios sujetos, o sobre un
deudor indeterminado entre varios sujetos determinados (Pizarro y Vallespinos,
2014). Se caracterizan por la conjunción “o” en la previsión de los sujetos. Estas
obligaciones están estipuladas en los arts. 853 a 855 del Código.

Tal como ya señalamos al inicio de la unidad, se trata de una pluralidad de


sujetos aparente, pues luego de la elección entre las distintas personas, será
parte de la relación jurídica sólo ese determinado.

De lo dicho, se advierte que pueden existir dos clases de disyunción:

Activa: cuando la obligación debe ser cumplida a favor de uno entre varios
sujetos (acreedores). Ej.: Juan le debe $ 5.000 a Ana o Laura.

Pasiva: si la obligación debe ser cumplida por uno de varios sujetos


(deudores). Ej. Lucas o Mauro deben $ 5.000 a Pedro.

74
Art. 851. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

17
Las características comunes a ambos tipos de disyunción son:

Pluralidad originaria de vínculos

Indeterminación de los sujetos, hasta la elección.

Unidad de objeto debido: el pago por uno o a uno extingue la obligación.

Condicionalidad: Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que en la disyunción


pasiva la obligación asumida alternativamente está condicionada –
resolutoriamente– a que pague el objeto debido otro deudor, en cuyo caso, la
obligación se extingue para todos, incluso los que no pagaron.

Diferencia con las obligaciones solidarias


Tabla 13
SOLIDARIAS DISYUNTIVAS

CONJUNCIÓN “y” “o”

RELACIÓN Concurrentes porque sus Se excluyen entre si


ACREEDOR- deudas coexisten
DEUDOR

INTERÉS Común o grupal No

PRINCIPIOS Distribución y No rigen. El pago realizado


participación por uno no beneficia ni
perjudica al resto. No hay
derecho a distribución ni
reembolso por quien paga

Fuente: Elaboración propia.

Régimen jurídico. Remisión


Las obligaciones disyuntivas están reguladas en los arts. 853 a 855 del Código.
Los alcances y efectos se clasifican en:

Específicos: según el tipo de disyunción:

18
1. Activa: En principio, el deudor elige a cuál realiza el pago, salvo
estipulación en contrario. La demanda de un coacreedor no limita el
derecho del deudor a elegir, es decir, no rige el principio de prevención.
El acreedor que recibe el pago no está obligado a participarlo con los
demás (art. 854 del Código).

2. Pasiva: El acreedor elige cuál deudor debe pagar, salvo convenio en


contrario. Mientras el acreedor no demande a uno, cualquiera tiene
derecho a pagar, y quien lo haga no tiene acción de reembolso respecto
de los demás (art. 853).

Generales: se aplica subsidiariamente las reglas de las obligaciones


simplemente mancomunadas por expresa remisión del art. 855. Esta cuestión
era debatida en la doctrina antes de la sanción del código, pues parte de
aquella entendía que se asemejaba más a las solidarias y parte a las
simplemente mancomunadas, ante lo cual el Código da prevalencia a la
segunda y así lo manda.

Obligación de rendir cuentas


Definición. Requisitos. Sujetos obligados
La obligación de rendir cuentas se ubica metodológicamente en la Sección 11,
del Capítulo 3, del Título I, del Libro Tercero, es decir, dentro de las clases de
obligaciones, lo que ha sido criticado por la doctrina que entiende que no se
trata de una de estas sino más bien de un efecto de determinadas obligaciones,
por lo que no debió ubicarse en este Capítulo, sino en el siguiente (Negri, 2014,
quien cita con igual opinión a Heredia, Gómez Leo, Martorell, Gómez Alonso de
Díaz Cordero).

De cualquier modo, la regulación legal de la rendición de cuentas se encuentra


en los arts. 858 a 864 del Código.

La rendición de cuentas es una obligación que surgió del derecho comercial, y


se imponía a todo comerciante, y en materia civil se exigía a quien realizaba
una actividad a nombre de otro como en el mandato, o al tutor, curador, etc.
En materia contractual, se estableció como un cumplimiento del deber de
informar todo lo relacionado con el encargo o actividad a favor de otro.

La fuente de la obligación puede ser legal o convencional.

Lo primero que corresponde es distinguir entre:

19
Cuenta: es la descripción de “los antecedentes, hechos y resultados
pecuniarios de un negocio, aunque consista en un acto singular”75. Es la forma
ordinaria en que se cumple con la obligación de rendir cuentas, el modo de
cumplimiento es indiferente al derecho (Negri, 2014). Es la descripción gráfica
de los diversos hechos y resultados pecuniarios relativos a una operación
(Siburu, citado por Negri, 2014).

Rendición de cuentas: es poner en conocimiento de la persona interesad (art.


858). La definición legal debe completarse, pues “es un deber de poner en
conocimiento del dueño del negocio los resultados y circunstancias en que el
negocio se ha realizado” (Negri, 2014, p. 257).

La naturaleza jurídica de la obligación de cuentas es una obligación de hacer,


de fuente legal o convencional, que comprende a toda operación realizada en
interés ajeno (Negri, 2014).

Si bien no se establece la forma concreta y precisa de cómo debe hacerse la


rendición de cuenta, el legislador sí estableció cuáles son sus requisitos
indispensables en el art. 859:

1. Ser hecha de modo descriptivo y documentado: que sea clara, completa


y por escrito o en formato digital o similar, a fin de que pueda
conservarse y volver a analizarse en el tiempo.

2. Incluir referencias y explicaciones razonablemente necesarias para su


comprensión: con el objetivo que su destinatario pueda entenderlas y
no sólo sirvan a quien las realizó.

3. Acompañar los comprobantes de ingresos y egresos, excepto sea de


uso no extenderlos: para acreditar los actos realizados gastos e
ingresos.

4. Concordar con los libros que lleve quien las rinda: si es que el
comerciante o persona lleva libros contables (art. 323 del Código).

Además, se dispone que la rendición puede ser privada, excepto que la ley
disponga que debe ser realizada ante un juez (art. 860).

Por otro lado, los sujetos obligados a rendir cuentas están expresamente
consagrados en el art. 860, que reúne todos los supuestos antes previstos en el
Código Civil, en el de Comercio, y los definidos por la doctrina y jurisprudencia,
a saber:

75
Art. 858. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

20
Quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio.

Quienes son parte en relaciones de ejecución continuada, cuando la rendición


es acorde al negocio en cuestión.

Quien debe hacerlo por manda legal: Ej.: se impone al mandatario en el art.
1334, al tutor en el 130 ante el juez, al gestor de negocios ajenos en el art.
1782 inc. e, entre otros.

Oportunidad y aprobación. Relaciones de


ejecución continuada
La rendición de cuentas tiene por fin informar al interesado (quien encargó el
negocio o actividad o el juez en su caso cuando está de por medio el orden
público como en la tutela) sobre las actividades y gestiones realizadas. Una vez
presentada la cuenta, el interesado debe analizarla, y en su caso, aprobarla y
abonar lo que correspondiere al sujeto que llevó a cabo la actividad. Todo este
proceso está previsto en los arts. 861 y 862 del Código.

Con respecto al momento u oportunidad en que deben rendirse las cuentas,


rige el principio de la autonomía de la voluntad de las partes, que pueden
pactarlo de modo expreso en el contrato fuente de la relación jurídica. Si la
obligación surge de la ley, generalmente esta dispondrá la oportunidad para
hacerlo.

Sin embargo, si las partes nada dijeron o si la ley no lo prevé expresamente,


supletoriamente el Código brinda reglas a tal fin en el art. 861:

Al concluir el negocio

Si es de ejecución continuada o al concluir cada período

al final de cada año calendario

La aprobación de las cuentas puede ser realizada de dos modos:

Expreso: cuando el interesado manifiesta su voluntad y acuerdo con las


cuentas presentadas por el obligado.

Tácito: cuando el interesado recibe la cuenta y deja pasar el plazo legal o


convencional establecido, o en su defecto a los 30 días de presentada, sin
hacer observación alguna.

21
La aprobación tácita importa una presunción “iuris tantum” que admite
prueba en contrario (Negri, 2014).

En ambos casos, las cuentas quedaran aprobadas, y surtirán los efectos que
establece el art. 864.

De lo contrario, el interesado puede realizar observaciones por estar en


desacuerdo con alguna cuenta, en cuyo caso el que las rindió podrá prestar o
no su consentimiento, si lo hace quedarán aprobadas con la observaciones, de
lo contrario se puede generar un pleito (Negri, 2014).

Una cuestión particular ocurre en las relaciones de ejecución continuada, en las


que la ley establece que la aprobación de la rendición de cuentas del último
período hace presumir que también lo fueron los anteriores (art. 863) también
tratándose de una presunción que admite prueba en contrario.

Saldos y documentos del interesado


Una vez aprobada las cuentas, nacen dos obligaciones en cabeza de las partes
del negocio:

El interesado debe pagar el saldo en el plazo convenido o dispuesto por ley, o


en su defecto en el de 10 días (art. 864). El plazo comienza a correr desde la
aprobación de la cuenta.

El obligado a rendirlas debe devolver al interesado los títulos y documentos


que le hayan sido entregados, excepto las instrucciones personales.

Por ejemplo: si se celebra un contrato de mandato a los fines de la inscripción


de la venta de un automotor entre el propietario y un gestor, luego de la
rendición de cuentas el dueño del vehículo deberá pagar al tramitador los
gastos que surjan de la rendición y, a su vez, este deberá restituir toda la
documentación del auto a su dueño, pues ya finalizó su labor, y le pertenecen y
son necesarias al titular.

22
Bibliografia de referencias
Borda, G. A. (2008). Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Tomo I. 9º Edición.
Argentina: La Ley.

Busso, E. B. (1951). Código Civil Anotado. Obligaciones. Tomo IV. Argentina: Ediar.

Biblioteca Jurídica Eldial.com. (2000-2015). Buenos Aires, Argentina. Recuperado de:


http://www.eldial.com

Campagnucci de Caso, R. H. (2014). En: Código Civil y Comercial de la Nación


Comentado. Rivera Julio C. y Medina Graciela (Directores), Tomo III. Argentina: La Ley.

Colmo, A. (1920). De las obligaciones en general. Argentina: Librería y Casa Editora de


Jesús Menéndez.

Danesi, C. (2014). AAVV: Código Civil y Comercial de la Nación, analizado, comparado y


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24
Dinámica
funcional de la
obligación. Efectos

Derecho
privado II
Dinámica funcional de
la obligación. Efectos

Efecto de las obligaciones en general


En las unidades anteriores, se estudió la faz estática de las obligaciones, es
decir, su nacimiento, elementos constitutivos y accidentales y las diversas
clasificaciones. Ahora ingresamos al estudio de la faz dinámica, que comprende
las diferentes manifestaciones por medio de las cuales el ordenamiento jurídico
otorga al acreedor las herramientas para que el crédito se torne efectivo.

Siguiendo la Bibliografía obligatoria de la materia (Pizarro y Vallespinos, 2014),


los efectos de la obligación con respecto al acreedor serán estudiados a través
del agrupamiento de sus facultades en cuatro grandes tutelas que analizaremos
infra.

Definición. Diferencia con los efectos de los


contratos.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que los efectos de las obligaciones son las
consecuencias de índole jurídica que emanan de la relación obligacional, y que
se plasman en los distintos medios con los que cuenta el acreedor para
satisfacer su interés, y posibilitar que el deudor ejercite regularmente su
derecho y su deber de cumplir.

Los autores destacan que no se deben confundir estos efectos de las


obligaciones con los efectos del contrato –que es causa fuente de aquellas–,
que son normas convencionales por las que se crea, regula, modifica, transfiere
o extingue una determinada obligación.

1
Tiempo de producción de los efectos. Efectos
inmediatos y diferidos, instantáneos y permanentes.
Remisión
La obligación puede producir efectos desde distintos momentos, según cómo
surja del convenio de partes –contratos– o de la ley que la crea –causa fuente–.

Los efectos pueden producirse de modo:

 Inmediato: desde el nacimiento de la obligación, es decir, no hay lapso


de tiempo entre su creación y la exigibilidad. Ej.: compra de
medicamente en farmacia: me entregan el remedio y debo abonar el
precio, sin tiempo en el medio.

 Diferido: luego de cierto tiempo. Son los casos de obligaciones a plazo.


Ej.: compraventa de celular a plazo, me lo entregan hoy pero la primera
cuota debo abonarla el mes que viene.

 Instantáneos: ocurren en un solo acto. Ej.: pago al contado, entrega de


escritura.

 De duración: se prolongan en el tiempo. Ej.: pago en cuotas,


asesoramiento jurídico anual.

Entre quiénes se producen los efectos de la


obligación
 Las partes: La obligación produce efectos directo sobre las partes
titulares de la relación obligacional, estos son: deudor y acreedor, no
existiendo propagación respecto a los terceros ajenos a la misma.

 Sucesores: Se los define como aquellos a quienes se les transmiten los


derechos de otros. Estos pueden ser:

o Mortis causa o entre vivos según se requiera o no la muerte del


transmitente para que operen los efectos.

o Universales o singulares: en el primer caso, cuando se transmite


todo el patrimonio o una parte alícuota; en el segundo, cuando se
transmite un objeto particular. La sucesión universal es sólo
mortis causa, mientras que la singular puede ser mortis causa o
entre vivos.

 Terceros: Excepcionalmente, los efectos pueden extenderse a terceros:


personas ajenas al vínculo obligacional. En general, se extiende a estos
cuando sea válido el pago realizado por un tercero o cuando existe

2
incorporación de terceros al contrato, regulado en los arts. 1027 a 1025 a
1030 del Código.

Los terceros pueden ser:

o Interesados: poseen un provecho lícito en el cumplimiento de la


obligación sea o no de contenido patrimonial, en consecuencia,
se perjudica si el deudor no cumple. Ej.: fiador está interesado en
que el deudor cumpla.

o No interesado: no se perjudica si la prestación no se cumple. Ej.:


un amigo del deudor.

El contenido del crédito y la deuda


El derecho de crédito: Naturaleza y contenido
El derecho de crédito es un verdadero derecho subjetivo del acreedor, que
adquiere desde el nacimiento de la obligación. Este derecho se materializa en
un conjunto de derechos-poderes (derecho a la prestación, poder de agresión
patrimonial) que hacen a la tutela de su crédito a fin de satisfacer su interés,
pero a la vez, conlleva un conjunto de cargas o deberes secundarios que deberá
realizar para permitir que el deudor cumpla y se libere.

La facultad del acreedor: tutelas satisfactiva,


conservatoria, resolutoria y resarcitoria
A los fines de satisfacer su derecho de crédito, el acreedor cuenta con las
siguientes facultades o tutelas:

 Tutela satisfactiva: derecho al cumplimiento de la prestación debida.


Puede ocurrir de manera ordinaria mediante el cumplimiento voluntario
y espontáneo del deudor, o también mediante el pago realizado por un
tercero –salvo que se trate de obligaciones “intuitu personae” que no lo
permiten–, o de manera extraordinaria, ante incumplimiento del deudor,
mediante la ejecución forzada, o en defecto de ello mediante el reclamo
del contravalor dinerario de la obligación debida.

 Tutela conservatoria: es también llamada cautelar o preventiva. Es el


conjunto de facultades que tiene el acreedor con el fin de prevenir
incumplimiento futuro del deudor, antes que ocurra. Por tal razón, la
tutela conservatoria posee un doble propósito. El objetivo de estas
facultades es: asegurar la existencia del crédito, brindar certidumbre y
eficacia al derecho, y defender la integridad patrimonial del deudor. El

3
acreedor puede realizar actos precautorios como solicitar garantías
reales o personales al deudor, preconstituir prueba, etc.

 Tutela resolutoria: tienen lugar en las obligaciones recíprocas, a fin de


proteger el interés del contratante cumplidor, a quien se le permite
desligarse de una relación contractual incumplida y recuperar la
posibilidad de volver a contratar para poder satisfacer su interés. La
tutela resolutoria está regulada en el art. 1083 y siguientes del Código.

 Tutela resarcitoria: Incluye todas las cuestiones relacionadas a la


prevención y reparación el daño derivado del incumplimiento
obligacional en cualquiera de sus manifestaciones. Ante el
incumplimiento definitivo, le da derecho a obtener la reparación integral
de la prestación con más los daños y perjuicios ocasionados por la
conducta del deudor.

Los límites del derecho de crédito


El derecho de crédito no es absoluto, sino que está sometido a un conjunto de
límites a los cuales debe atenerse. Algunos de ellos son:

 Naturaleza de la prestación debida: La naturaleza de la prestación va


más allá del derecho del acreedor de pretender que el deudor cumpla
con algo diferente a lo que se obligó.

 Principio de buena fe: como principio general del derecho, establece


límites al accionar de las partes (arts. 9, 961, 968, 991, 1061, 1063 del
Código).

 Abuso del derecho: también es un principio general, impide el ejercicio


del derecho del acreedor contrario al ordenamiento jurídico o que
exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres (arts. 10, 11, 240 del Código).

 Orden público: importa que las partes no pueden apartarse de las


disposiciones que ostentan este carácter, pues incurrirán en fraude a la
ley (art. 12 del Código). Ej.: Ley de Defensa del Consumidor (art. 65)
establece que es una ley de orden público.

Deberes y cargas del acreedor. Definición.


Importancia

4
El acreedor no sólo tiene derechos y potestades, sino que también tiene
deberes jurídicos y cargas, que siguiendo a Pizarro y Vallespinos (2014) se
distinguen del siguiente modo:

 Cargas: son imperativos del propio interés del sujeto sobre quien pesan,
a fin de evadir una consecuencia desfavorable a sus intereses. Su
observancia no puede ser exigida compulsivamente y sólo afecta al
gravado. Ej.: deber de controlar la cosa entregada luego de la reparación
realizada por el servicio técnico, de lo contrario, luego no podrá alegar
vicios manifiestos.

 Deberes: son deberes jurídicos en sentido estricto, principalmente de


cooperación, como contrapartida de su derecho de crédito y su
incumplimiento acarrean la “mora del acreedor” que se estudiará más
adelante. Ej.: estar en el lugar y tiempo del cumplimiento de la obligación
para recibir la prestación, emitir y entregar el recibo al deudor para
liberarlo.

La deuda. Naturaleza y contenido


Es definida por Pizarro y Vallespinos (2014) como el deber jurídico específico,
de contenido patrimonial, denominada “prestación” que asume el deudor cuya
realización tiende a satisfacer el interés del acreedor acarreando como
consecuencia su liberación.

Su contenido se integra por:

 El deber de cumplir la prestación debida.

 Deberes secundarios de conducta orientados a hacer posible la


prestación, son accesorios de la prestación principal como: entregar la
cosa envuelta, conservarla en buen estado, etc.

 Diversos derechos que se le reconocen al deudor, tales como a pagar,


liberarse, a constituir en mora al acreedor, no violencia sobre su
persona, etc.

Principio “favor debitoris”


Pizarro y Vallespinos (1999) explican que el adagio tiene sus orígenes en el
derecho romano, e implica que en caso de duda acerca de la existencia o
inexistencia de la obligación, se estará por lo último, en virtud de que el deudor
es la parte más débil de la relación jurídica. Es una “vía de morigeración
razonable”.

5
Los autores citados entienden que esta presunción está hoy superada, pues no
responde a los imperativos de justicia actuales que no justifican el trato
privilegiado.

Si bien el Código no recepta este principio en forma expresa, sí existen diversas


normas que lo consagran, como por ejemplo: art. 762, la facultad de elección
en las obligaciones de género corresponde al deudor; art. 780, en las
alternativas también como regla le corresponde elegir al deudor; art. 900, la
imputación del pago corresponde al deudor; etc.

Retomando la postura de Pizarro y Vallespinos (1999), vale aclarar que este


principio ha ido modificándose a fin de adaptarse a las nuevas formas de
contratación: en masa o por adhesión a cláusulas generales predispuestas y los
contratos de consumo, en los que se protege a la “parte débil”, que es el
adherente y consumidor o usuario, respectivamente. En estos casos, la parte
débil no es el deudor sino el acreedor, y por ello la modificación. El Código
consagra esta protección en los arts. 987 y 1094 y 1095, respectivamente, así
como también en el art. 3 de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor.

6
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7
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8
Tutela
satisfactiva

Derecho
privado II
Tutela
Satisfactiva

El cumplimiento. Importancia
El cumplimiento importa la realización de la prestación debida por el deudor,
de manera fiel y exacta de acuerdo con la conducta comprometida, y la
consecuente satisfacción del interés del acreedor y liberación del deudor. Es el
desenlace o fin natural de la obligación, nace para ser cumplida.

El Código utiliza el término “pago” como sinónimo de “cumplimiento”, por lo


que se utilizan indistintamente. Concretamente, el art. 865 define al pago como
“el cumplimiento específico de la prestación que constituye el objeto de la
obligación”1.

La importancia del cumplimiento de la obligación radica en que si este no


ocurre, el acreedor se encuentra facultado para ejercer las diversas tutelas
antes vistas a fin de conseguir que aquel tenga lugar.

Distintos modos de cumplimiento


específico
El cumplimiento específico de la prestación que satisface el interés del acreedor
puede conseguirse por la actuación voluntaria y espontánea del deudor, o por
el contrario, mediante los medios de compulsión que el ordenamiento jurídico
le concede al acreedor para obtenerlo (arts. 730 y 731 del Código). En este
último caso se incluye la ejecución forzosa y el cumplimiento por un tercero.

1
Art. 865. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

1
El pago

Definición
Existen distintas acepciones de la palabra pago:

1. En sentido vulgar: por pago entendemos el cumplimiento de una


obligación de dar, y más concretamente de dar sumas de dinero: “voy al
bar tomó un café y luego se lo pago al mozo”, “voy a la farmacia, me
entregan las aspirinas y pago por ellas al cajero”.

2. En sentido jurídico amplio: el pago es la extinción por cualquier medio,


que libera al deudor, sea el cumplimiento específico o no de la
obligación.

3. En sentido jurídico estricto: según Pizarro y Vallespinos (2014): el pago


es el cumplimiento de la prestación que hace al objeto de la obligación y
que debe ser fiel y exacto de lo pactado, en casi idéntico sentido a la
definición legal del art. 865 del Código.

En definitiva, el pago o cumplimiento implica una coincidencia entre lo debido y


lo prestado, que satisface el interés del acreedor, extingue el vínculo jurídico y
libera al deudor (Negri, 2014).

Funciones del pago


El pago tiene diversas cuestiones según desde la perspectiva con que se lo mire:

 Función jurídica: importa la satisfacción del interés del acreedor y la


liberación del deudor, por lo que produce la extinción de la obligación.

 Función económica: es un instrumento para la transformación del


patrimonio de ambas partes. La prestación sale del patrimonio del
deudor e ingresa al del acreedor.

Naturaleza jurídica

2
Antes de la sanción del Código Civil y Comercial se debatía la naturaleza jurídica
del pago, si consistía en un hecho jurídico o si se trataba de un acto jurídico, y
dentro de esta última opción, que es la mayoritaria en la doctrina nacional, se
dividían dos posturas, quienes entendían que es bilateral y quienes pensaban
que es unilateral:

 Según Pizarro y Vallespinos (2014), es unilateral, ya que requiere la


voluntad del deudor solamente, y si el acreedor no coopera, puede el
deudor pagar por consignación (depósito judicial).

 Para Moisset de Espanés (2004), es bilateral porque se requiere además


de la voluntad del deudor, la colaboración del acreedor como regla
general. El acreedor debe aceptar el pago del deudor, y para ello debe
estar presente en el lugar indicado, listo para otorgarle el recibo
liberatorio correspondiente. Además, agrega el autor, que en el caso que
el acreedor se niegue a colaborar, el deudor puede realizar el pago por
consignación donde el juez suple al acreedor, ocupa su lugar y lo
reemplaza a los fines de la recepción del pago, por lo que siempre el
pago es bilateral.

El Código pone fin al debate al señalar que al pago se le aplican las reglas de los
actos jurídicos (arts. 259 y ss.), con sujeción a lo previsto en el Capítulo especial
del “pago”, por lo que toma postura y define la naturaleza del pago como un
acto jurídico. Sin embargo, no se determina si se trata de uno bilateral o
unilateral, por lo que en este aspecto el debate se mantendrá vigente según la
postura que se adopte.

Presupuesto y elementos del pago


El presupuesto del pago es la existencia de una obligación preexistente, cuyo
objeto es la prestación debida por el deudor en miras a satisfacer el interés del
acreedor.

Por su parte, los elementos del pago son:

1. Sujetos: acreedor debe ser quien recibe el pago sí o sí, el deudor


debería ser quien realiza el pago, aunque se admite que el pago sea
realizado por otro (pago por un tercero). Ambos sujetos deben tener
capacidad de ejercicio.

2. Objeto: principio de exactitud: identidad, integridad, pago exactamente


a lo que me obligué en igual cantidad y calidad; y también principios de
localización y puntualidad (art. 867 del Código).

3
El pago no debe realizarse en fraude a los acreedores (art. 876); y el
crédito debe encontrarse expedito (art. 877).

Si la prestación consiste en la entrega de una cosa cierta para constituir


derechos reales sobre ella, es requisito que quien la entregue sea el
propietario de la cosa (art. 878).

3. Causa fin: el animus solvendi o la intención de pagar del deudor,


recordemos que el pago es un acto jurídico voluntario.

Legitimación activa. Terceros habilitados a realizar el


pago: clases de terceros, derecho a pagar y límite,
oposición de las partes, efectos del pago realizado por el
tercero
Lo lógico y natural es que el deudor sea quien realiza el pago, aunque también
se admite que puedan realizarlo terceros en los supuestos que analizaremos, en
todos los casos, quien paga es el “solvens”.

Para que el pago sea válido, se requiere que quien lo realice sea una persona
con “capacidad para disponer”2, conforme el art. 875 del Código, de lo
contrario se estará ante un supuesto de nulidad relativa (arts. 23, 24 y 388).

La legitimación activa para realizar el pago está prevista expresamente, de


modo unificado, en el art. 879 del Código, del que se deriva que:

1. Deudor: tiene el deber y el derecho de pagar. Puede hacerlo


personalmente o por su representaste legal o voluntario, también
pueden pagar los sucesores del deudor.

La norma aclara que si son varios deudores, el derecho de pagar de cada


uno de ellos se rige por las disposiciones correspondiente a la categoría
de su obligación, por lo que habrá que estar a las normas que regulan la
mancomunación simple y solidaria, y si la prestación es divisible o
indivisible.

2. Tercero: la ejecución de la prestación puede ser realizada por un tercero


(art. 881 del Código) que asume la calidad de “solvens” o sujeto activo
del pago, pues satisface la prestación y desinteresa al acreedor. Con
respecto a esta alternativa, hay que aclarar:

o El tercero es quien no es parte de la relación obligacional (no es


deudor ni acreedor).

2
Art. 875. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

4
o Por regla, el acreedor no puede rechazar el pago hecho por un
tercero, salvo que la obligación fuere “intuitu personae”.

o El tercero debe pagar con intención de pagar una deuda ajena


(voluntad) y debe tener capacidad para disponer (art. 875).

Existen dos tipos de terceros:

1. Interesado: es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede


causar un menoscabo patrimonial (art. 881 del Código). En otras
palabras, se perjudica si la obligación no se cumple, por ello tiene un
interés patrimonial en su cumplimiento.

El código de Vélez incluía en esta categoría, en el 768 y por exclusión a:


quien siendo acreedor le paga a otro que le es preferente, el que paga
una deuda al que estaba obligado a pagar con otros o por otros, el que
adquirió un inmueble, y paga al acreedor que tuviese hipoteca sobre el
mismo inmueble, el heredero que admitió la herencia con beneficio de
inventario, y paga con sus propios fondos la deuda de la misma. Si bien
el nuevo código no reedita esta norma, los supuestos son idénticos.

2. No interesado: no se perjudica con el incumplimiento de la obligación.


Podrá pagar sólo si el acreedor voluntariamente le recibe el pago.
Ejemplo: quien por interés afectivo le paga una deuda a su hermano o
hijo.

El derecho del tercero a pagar tiene dos límites que surgen del art. 881 del
Código:

 Si la obligación es “intuitu personae”.

 Si ambas partes de la obligación se niegan al pago por el tercero.


Excepción: si es tercero interesado, igualmente puede pagar.

Por otro lado, debemos analizar el caso de la oposición al pago por un tercero,
pues pueden darse distintas alternativas:

1. Oposición del acreedor: como regla, está obligado a aceptar el pago,


salvo obligación “intuitu personae”, y conforme Pizarro y Vallespinos
(2014), aun en las obligaciones de hacer, donde puede que no le dé lo
mismo al acreedor que la realice un tercero, aun cuando no sean intuitu
personae.

5
2. Oposición del deudor: como regla, no impide ni afecta la eficacia del
pago realizado por un tercero, sea interesado o no.

3. Oposición conjunta del acreedor y del deudor: el art. 881 del Código
dispone que ante dicho supuesto cesa el derecho del tercero de pagar,
salvo que sea interesado.

Los efectos del pago realizado por un tercero están previstos en el art. 882.

El principal efecto es que se satisface el interés del acreedor, siempre que haya
cumplido con las características que requiere el pago (identidad, integridad,
localización y tiempo), pero no se extingue el crédito. En consecuencia, el
tercero tiene acción contra el deudor según si este consintió, ignoró o rechazó
ese pago, tal como se estudiará.

Negri (2014) explica que se produce un desdoblamiento en la relación


obligacional que permite distinguir los efectos entre los distintos sujetos
(acreedor-deudor-tercero).

 Relación entre el tercero y el deudor: el deudor queda obligado frente al


tercero, quien tendrá distintas acciones para reclamar el reembolso
según cuál haya sido la voluntad del deudor al respecto, así puede darse:

o pago con asentimiento del deudor: reglas del mandato (arts.


1319 y ss.).

o pago con ignorancia del deudor: reglas de la gestión de negocios


(arts. 1781 y ss.).

o pago contra la voluntad del deudor: sólo puede exigir mediante


la acción del enriquecimiento sin causa (arts. 1794 y ss.).

 Relación entre el tercero y el acreedor: como regla general, el acreedor


no puede negarse a recibir el pago de un tercero, siempre que se den los
requisitos para ello, como vimos antes.

Una vez cumplido el pago, es irrepetible, salvo: el tercero: fuera incapaz,


hubiera pagado por error o no hubiera dado aviso al deudor.

 Relación entre el deudor y el acreedor: el acreedor queda


desinteresado, pero no se cancela el crédito ni se libera el deudor.

Legitimación pasiva (El acreedor. Distintos


supuestos. Representante del acreedor. Terceros

6
habilitados para recibir el pago. Tenedor de un título al
portador. Acreedor aparente)
El titular del “ius accipiendi”, es decir, la persona que tiene legitimación pasiva
para recibir el pago, es en principio el acreedor, pues es el titular del derecho
de crédito. Sin embargo, también puede haber terceros habilitados para recibir
el pago de manera eficaz.

El art. 883 del Código sintetiza las diversas alternativas de los sujetos a los que
puede realizarse el pago con efecto extintivo:

 Acreedor, o a su cesionario o subrogante: el cesionario es la persona a la


cual el acreedor le transmitió el derecho de crédito; el subrogante es
quien sustituya al acreedor, y también están legitimados sus sucesores a
título universal o singular.

La norma también aclara que si hay varios acreedores, el derecho al


cobro de cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes
a la categoría de su obligación, con lo cual se remite a las reglas de las
simplemente mancomunadas o solidarias, y a las divisibles e indivisibles.

 A la orden del juez que dispuso el embargo del crédito: si un acreedor


del acreedor ante la interposición de una demanda de pago y solicitud de
embargo consiguió que el juez dicté la medida cautelar, el deudor no
puede pagarle al acreedor, sino que debe depositar la deuda a la orden
del juez que ordenó aquella.

 Al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte: cuando el


acreedor haya dado poder, mandato o autorización a otra persona para
recibir el pago en su nombre. Incluye al representante voluntario o legal.

 A quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en


blanco: por ejemplo un cheque o un pagaré en el que no se encuentra
identificada la persona que lo cobrará, por ser justamente “al portador”
o “en blanco”, recién se determinará al momento de la presentación
para su cobro el día del vencimiento del título.

Se aclara que el pago es válido excepto sospecha fundada de no


pertenecerle el documento, o de no estar autorizado para el cobro a su
portador;

 Al acreedor aparente: es quien se comporta como si fuera el acreedor,


pero no lo es. Ej.: Acreedor cede su crédito pero no lo notifica al deudor.
Este paga a quien cedió su crédito por no haber tenido conocimiento de
la cesión, quien lo recibe –sabiendo que ya no tenía derecho a hacerlo–.

Si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias resulta


verosímil el derecho invocado; el pago es válido, aunque después sea

7
vencido en juicio sobre el derecho que invoca (en el caso del ejemplo,
podría iniciar juicio el cesionario, quien era el titular del ius accipiens).

Efectos que produce el pago a terceros no


autorizados: derecho del acreedor frente al tercero
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que si el deudor cumple con la prestación
a un tercero no autorizado, la regla es que el pago le es inoponible al acreedor,
quien conserva su crédito; el deudor podrá repetir el pago si actuó de buena fe,
de lo contrario: “quien paga mal paga dos veces”. Excepciones: que el pago le
sea útil al acreedor, o que el acreedor ratifique el acto hecho por el tercero:
aprueba el acto que realizó el tercero en su nombre y sin mandato.

El art. 884 del Código expresamente prevé este supuesto, y señala que el
acreedor tiene derecho a reclamar el valor de lo que ha recibido contra el
tercero, sobre la base de las siguientes reglas:

 en el caso del inciso c) del artículo 883, es decir, si el tercero había sido
indicado para recibir el pago, pero de modo parcial y lo hace totalmente,
el acreedor puede reclamar conforme a los términos de la relación
interna entre ambos, como puede ser por el mandato;

 en los casos de los incisos d) y e) del artículo 883: el poseedor del título
de crédito o el acreedor aparente, el acreedor reclamará conforme a las
reglas del pago indebido, arts. 1796 a 1799 del Código.

Negri (2014) aclara que el derecho a reclamar el “valor de lo recibido” no obsta


a la posibilidad de reclamar los mayores perjuicios causados por el accipiens
que actuó de mala fe o que le originó un daño injustamente causado.

Capacidad para recibir pagos. Efectos del pago


realizado a un sujeto con capacidad restringida y a un
tercero no legitimado
El acreedor o tercero habilitado para recibir el pago debe tener capacidad de
ejercicio de sus derechos, de lo contrario, rige lo dispuesto en el art. 885 del
Código.

La regla es que el pago hecho a una persona declarada incapaz o con


capacidades restringidas, no autorizado por el juez para recibir pagos, o si se
trata de un tercero no autorizado por el acreedor para recibirlo, no es válido.

8
Dentro de estos supuestos, Negri (2014) menciona al incapaz, a quien tiene
restricciones a su capacidad, y específicamente para recibir el pago, a quien se
encuentra en un proceso concursal, por los arts. 15, 16, 107, 118 y 119 de la Ley
24.522.

La excepción tiene lugar cuando el pago realizado a las personas antes


mencionadas sea ratificado por el acreedor con posterioridad, lo que valida el
acto y torna eficaz el pago. La ratificación es la manifestación de voluntad del
acreedor mediante la cual convalida lo realizado por quien no tenía capacidad
para recibir el pago.

Por último, la norma citada también señala que el pago produce efectos
cuando sea beneficioso para el acreedor, lo que deberá ser analizado en el caso
concreto.

Objeto del Pago. Principios que rigen el cumplimiento.


Otros requisitos: pago en fraude a los acreedores,
carácter expedito del crédito, propiedad de la cosa

Básicamente, el objeto del pago es el exacto cumplimiento del programa de


actuación del deudor, que satisface el interés del acreedor. Acreedor y deudor
se obligaron a algo eso mismo es lo que debe cumplirse. Los requisitos del pago
deben coincidir con los elementos de la obligación: con los sujetos y con el
objeto.

Lo dicho nos lleva a analizar los siguientes principios que deben cumplirse en el
pago. El art. 867 del Código señala que el objeto del pago debe reunir los
requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización. Los dos primeros
son exigencias sustanciales, mientras que los dos segundos circunstanciales.

Cabe aclarar que estos principios imponen reglas que deben cumplirse, pero
siempre con el límite impuesto por los principios generales de la buena fe y del
no abuso del derecho.

1. Principio de identidad: Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que


responde a la pregunta: ¿qué se debe pagar? Es la adecuación
cualitativa de lo debido con lo pagado, e implica confrontar lo pagado
con aquello a lo que me obligué. Ej.: no puedo entregar un aparato de
teléfono fijo en lugar de un celular, que era lo comprado, ni un auto por
una moto.

9
El acreedor no puede ser obligado a recibir y “el deudor no tiene
derecho a cumplir una prestación distinta a la debida”3, aunque sea de
mayor valor (art. 868).

Sin embargo, este principio no puede llevar a abusos de derecho, por lo


que el acreedor no puede rechazar el pago por diferencias
insignificantes. Sin embargo, este principio tiene una excepción en el
caso de las obligaciones facultativas (en las que el deudor conserva la
facultad de elegir una u otra cosa con la que pagará).

Existen supuestos controvertidos como son el pago con cheque, o


cualquier título de crédito, o el pago por depósito en cuenta bancaria, o
por giro bancario, casos en que el acreedor puede negarse a recibirlo
por el riesgo de insolvencia que traen aparejados.

2. Principio de integridad: responde a la pregunta: ¿Cuánto se debe


pagar? En virtud de este el pago debe ser completo, no fraccionado
(implícitamente incluye el principio de indivisibilidad), debe llevar los
intereses y demás accesorios. Ej.: si en juicio el deudor realiza la
consignación judicial del capital demandado, sin incluir los intereses, el
pago no será íntegro, pues faltan los intereses por la mora, y otros si
existieran.

Ello importa que el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales,


salvo que la ley o un acuerdo de partes lo autorice –ej.: pago en cuotas–
(art. 869). La norma aclara que si la deuda es parcialmente líquida, el
deudor sí puede hacer pago parcial de esta y adeudar la ilíquida.
Además, Negri (2014) indica que algunas excepciones legales a este
principio están dadas por el pago con beneficio de competencia (arts.
892 y 893), es decir, lo que el deudor buenamente pueda.

Por su parte, se aclara que si la deuda es de dar una suma de dinero, y


esta lleva intereses, el pago sólo es completo si incluye el capital más los
intereses (art. 870).

El fundamento es que la obligación no puede modificarse, salvo acuerdo


de partes. Las excepciones al principio, casos en los que se admite un
pago parcial es cuando hay acuerdo de partes o la ley así lo establece,
cuando existe deuda parcial ilíquida, o ante pago parcial de un cheque.

3. Principio de puntualidad: Este principio marca el tiempo de


cumplimiento, y para ello debemos recordar la clasificación de los
plazos en las obligaciones, pues en cada uno de estos el momento del
cumplimiento será diferente. Si el pago no es realizado en el tiempo
propio, el deudor incurrirá en mora e incumplimiento, habilitando al
acreedor a ejercer las facultades que le concede el código.

3
Art. 868. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
Este principio está contemplado en diversas reglas claras que establece
el art. 871 del Código, que señala cuándo debe hacerse el pago:

a. si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento


de su nacimiento;

b. si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su


vencimiento;

c. si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según la naturaleza y


circunstancias de la obligación, debe cumplirse;

d. si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez, a


solicitud de cualquiera de las partes, mediante el procedimiento
más breve que prevea la ley local.4

Por su parte, el art. 872 regula los efectos del pago anticipado aceptado
por el acreedor, es decir, el realizado con anterioridad al momento del
vencimiento del plazo legal o convencionalmente establecido en la
obligación, y se aclara que aquel no concede al deudor derecho a exigir
descuento alguno.

o Principio de localización: alude al lugar del pago, es decir, aquel


donde debe realizarse la prestación, en donde se debe cumplir.

La regla está dada por el principio de la autonomía de la voluntad que


impone pagar en el lugar establecido de manera expresa o tácita por
las partes (art. 873). En el primer supuesto, surgirá del contrato; y en el
segundo, de la naturaleza, circunstancias de la obligación.

Subsidiariamente, en caso de que las partes nada hubieran previsto, el


art. 874 establece la siguiente regla y dos excepciones:

o Regla: el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del


nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor
tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el
anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar de
pago sea el domicilio del acreedor.

o Excepciones:

Esta regla no se aplica a las obligaciones:

a) de de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es


donde la cosa se encuentra habitualmente;

4
Art. 871. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo;
en este supuesto, lugar de pago es donde debe cumplirse la
prestación principal.5

Otros requisitos relacionados con el objeto del pago se prevén en los arts. 876,
877 y 878 del Código, los que imponen:

 El pago no puede ser realizado en fraude a los acreedores: de lo


contrario, se habilita la acción de ineficacia, que puede ser individual: se
aplicarán las normas de la acción revocatoria; o si es colectiva, las de la
Ley concursal 24.522.

Negri (2014) explica que se trata de un requisito negativo de validez del


pago y que hace al principio de buena fe.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que el pago fraudulento se


configura cuando quien lo realiza, a través del mismo, provoca o agrava
su insolvencia, y dicha erogación no tiene para el deudor carácter
necesario o forzoso, en razón de que no genera el riesgo de una
inminente ejecución individual o colectiva de sus bienes. Ej.: quien paga
una gran deuda que se funda en un deber moral o de conciencia (art. 728
del Código) o quien paga una deuda anticipadamente, pues su plazo
todavía no venció.

 El crédito debe encontrarse expedito: que sea disponible por el


acreedor, lo que implica que no esté, por ejemplo, embargado o
prendado por sus acreedores por alguna deuda. Pizarro y Vallespinos
(2014) justifican la medida en el hecho que todo crédito forma parte del
patrimonio de una persona, y en consecuencia, es garantía común de los
acreedores.

Negri (2014) señala que se trata de una orden dirigida al deudor, a fin de
que se abstenga de pagar al acreedor en tales hipótesis.

El art. 877 dispone que el pago del crédito embargado o prendado es


inoponible al acreedor prendario o embargante. Lo que remite a las
reglas del art. 396 y 397, y si hay fraude, art. 338 y siguientes.

 Propiedad de la cosa con que se paga: este requisito rige en las


obligaciones de dar cosa cierta con el fin de constituir derechos reales
sobre esta. El pago de una cosa que no es de propiedad del deudor
impone la aplicación de las reglas de la compraventa de cosa ajena.

5
Art. 874. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

12
Se trata de una derivación del art. 399 del Código, que nadie puede
transmitir un derecho mayor o más extenso del que posee.

Gastos del pago


Refiere a todo desembolso necesario tanto para la preparación de la prestación
como para su exacto cumplimiento (ej.: Custodia, transporte, entrega,
acondicionamiento, etc.).

Si bien esta cuestión no está expresamente contemplada en el Código, la


doctrina nacional entiende que, en principio, son a cargo del deudor, salvo
pacto en contrario.

Prueba del pago


El Código regula la prueba del pago de manera concreta y detallada en los arts.
894 a 899, normas que consagran la doctrina y jurisprudencia imperante en la
materia, pues el Código de Vélez no traía normas al respecto.

Cabe aclarar algunos conceptos que tienen relevancia en cuanto a la prueba del
pago, siguiendo a Pizarro y Vallespinos (2014), relacionándolos con las
disposiciones legales al respecto:

 Carga de la prueba: pesa sobre el deudor que alega haber pagado. Si


bien no se presume, puede probarse por medio de presunciones. En
cuanto a la carga de la prueba incumbe, el art. 894 dispone dos reglas
según el tipo de obligación de que se trate:

a. en las de dar y de hacer, sobre quien invoca el pago;

b. en las de no hacer, sobre el acreedor que invoca el


incumplimiento.6

 Objeto de prueba: el cumplimiento de la conducta debida cualitativa y


cuantitativamente. Se presume que es tal cuando el acreedor recibe sin
reservas.

 Medios de prueba: implica cómo puedo probar el pago. Rige el principio


de libertad de medios probatorios y la rigurosidad en la apreciación,

6
Art. 894. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

13
“excepto que de la estipulación o de la ley resulte previsto el empleo de
uno determinado, o revestido de ciertas formalidades”7.

 Recibo: “es un instrumento público o privado en el que el acreedor


reconoce haber recibido la prestación debida”8.

Los autores citados señalan que es la constancia escrita que emana del
acreedor, destinada a documentar el pago. Es el medio de prueba por
excelencia, el más perfecto: es la confesión del acreedor de que se pagó.

Con respecto al recibo se aclara que:

o “El cumplimiento de la obligación confiere al deudor derecho de


obtener la constancia de la liberación correspondiente. El
acreedor también puede exigir un recibo que pruebe la
recepción” o solicitar un contrarrecibo. La negativa del acreedor
de conceder recibo habilita la declaración de la mora del
acreedor.

o “El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y el


acreedor está obligado a consignarlas. La inclusión de estas
reservas no perjudica los derechos de quien extiende el recibo“9.

Finalmente, existen presunciones, “iuris tantum” de origen legal, que el Código


dispone en el art. 890 y que refieren a las siguientes circunstancias en las que
se presume el pago:

1. si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas


correspondientes a la obligación por la cual fue otorgado;

2. si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están


cancelados los anteriores, sea que se deba una prestación única de
ejecución diferida cuyo cumplimiento se realiza mediante pagos
parciales o que se trate de prestaciones sucesivas que nacen por el
transcurso del tiempo;

3. si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los


accesorios del crédito, y no se hace reserva, estos quedan extinguidos;

4. si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace


reserva a su respecto, la deuda por ese daño está extinguida.

7
Art. 895. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
8
Art. 896. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
9
Art. 898. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

14
Efectos del pago. Principales, accesorios e
incidentales
Los efectos del pago, conforme Pizarro y Vallespinos (2014), son las
consecuencias que provoca el pago con relación a las partes y los terceros.

Los efectos se clasifican en:

 Principales: previstos en el art. 880 del Código: “el pago realizado por el
deudor que satisface el interés del acreedor, extingue la obligación y lo
libera”10, esto es de manera irrevocable, ya que los efectos del pago son
definitivos. De igual modo, el art. 731 establece que: “el cumplimiento
exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a obtener la
liberación y el de rechazar las acciones del acreedor”11. En cambio, el
pago realizado por un tercero, tal como ya vimos, no extingue la
obligación.

 Secundarios: se proyectan en las relaciones de las partes con


independencia de la función cancelatoria. El pago como:

1- Acto de reconocimiento: implica que el deudor admita ser deudor, ya


que quien paga quiere extinguir, sólo se extingue lo que existe. Por ello
la importancia de lograr el reconocimiento de la deuda ante la
posibilidad o sospecha del incumplimiento del deudor, o ante pérdida o
robo del contrato, por ejemplo. Requisitos para que tenga plena eficacia
probatoria:

o causa de la obligación: contrato de alquiler, por ejemplo

o el quantum de lo debido (monto)

o tiempo en que fue contraída (importante para la prescripción).

Así, es un acto jurídico declarativo, cuyos efectos son:

o probatorio: para acreditar la relación obligacional

o acto interruptivo: de la prescripción.

10
Art. 880. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
11
Art. 731. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

15
Por todo ello conviene admitir un pago parcial si con ello se logra el
reconocimiento de la deuda (siempre que haga recibo de ello con copia
y aclarando el saldo adeudado). Así, a pesar de que la mora sea
automática, conviene antes del vencimiento del plazo intimar al deudor
a que cumpla, a lo que contestará que no paga porque no venció la
obligación, pero en ese acto reconoce la existencia de la misma.

2- Acto de consolidación del contrato: si en el contrato estaba la


posibilidad de arrepentirse, no podrá realizarse luego del pago. Ej.:
entrega de la cosa a prueba por 10 días, si paga antes, ya no podrá
devolverla luego, pues consolidó el negocio con el pago.

3- Importante a los fines de interpretar el contrato: se realiza según la


literalidad del contrato, según los usos y costumbres, pero también
según los comportamientos de las partes, y el pago es uno de ellos.

4- Interrumpe la prescripción.

5- Pago como acto de confirmación tácita del acto inválido. Ej.: Contrato
celebrado por sujeto con capacidad restringida para disponer de sus
bienes, luego ratificado por quien ejerce el “apoyo” necesario.

 Incidentales: se producen con posterioridad al pago, se origina una


nueva obligación. Son por ejemplo:

o reembolso de lo pagado por el tercero: que tiene acción contra


el deudor originario.

o repetición del pago indebido: el acreedor tiene el deber de


restituirlo con más los daños y perjuicios (arts. 1796 y ss.).

o inoponibilidad del pago por cosa embargada (art. 877).

o Restitución al acreedor de lo pagado a un tercero.

Pago a mejor fortuna (Principio. Carga


de la prueba. Muerte del deudor)
El pago a mejor fortuna implica que las partes pueden acordar que el deudor no
pague en el tiempo que corresponde a la obligación, sino “cuando pueda o

16
mejore su fortuna”12. La norma aclara que en dicho caso se aplican las reglas
del plazo indeterminado.

Santarelli (2014) destaca que:

en el régimen anterior se discutía la naturaleza de esta cláusula,


podría considerarse una condición, dado que el deudor puede o
no mejorar en sus condiciones patrimoniales, sin embargo, para
otros autores, la cuestión campea en el ámbito de la exigibilidad
sin poner en vilo a la obligación misma que quedó perfeccionada,
considerándola, pues, como una obligación de plazo incierto 22,
para otro sector de la doctrina, se trata de una obligación de
plazo indeterminado 23; solución que sigue el art. 889. (p. 508).

En definitiva, el código tomó posición con respecto al debate y consagró que el


pago a mejor fortuna consiste en una modalidad del plazo y no se trata de una
condición.

El efecto de este pacto es diferir el cumplimiento de la obligación para cuando


el deudor pueda cumplir o tenga los medios para hacerlo; la constitución en
mora exige para este caso la fijación del plazo e interpelación por el acreedor,
véase el art. 887 inc. b del Código (Negri. 2014).

Con respecto a la carga de la prueba de esta concesión, el Código dispone en el


art. 890 que el acreedor puede reclamar el cumplimiento de la obligación, y le
“corresponde al deudor demostrar que su estado patrimonial le impide
pagar”13. El fundamento se encuentra en que es un imperativo del propio
interés.

Además, se autoriza al juez fijar el pago en cuotas para facilitar el cumplimiento


al deudor.

Finalmente, se aclara que en caso de muerte del deudor, al tratarse de una


concesión “intuitu personae” que tiene en cuenta la situación patrimonial del
deudor, es exclusiva para este, y por ende, no se traspasa a sus herederos,
quienes reciben la deuda como obligación “pura y simple”14.

12
Art. 889. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
13
Art. 890. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
14
Art. 891. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

17
Pago con beneficio de competencia
(Definición. Personas incluidas)
El beneficio de competencia es un “derecho que se otorga a ciertos deudores
para que paguen lo que buenamente puedan, según las circunstancias, y hasta
que mejoren de fortuna”15.

El fundamento de la figura se encuentra en razones de humanidad, solidaridad


y familia, que imponen que el deudor no pueda exigir el pago a personas
cercanas que no se encuentren en condiciones económicas de afrontar la
deuda. Colmo (1951) destaca que el carácter humanitario se funda en “el
derecho a la subsistencia del pobre deudor, que antes que tener que pagar a
sus deudores tiene que vivir” (p. 514).

Negri (2014) entiende que el favor legal que se concede, a pedido de parte –el
deudor debe alegar y probar que no puede pagar– importa dos consecuencias:
reduce la obligación para el deudor dentro de lo que buenamente puede pagar,
y circunscribe el derecho del acreedor que no podrá reclamarle más que eso; y
por otro lado, el deudor deberá el saldo insoluto sin quedar liberado de este,
pues únicamente se difiere su exigibilidad hasta que mejore su fortuna.

Las personas incluidas en este beneficio, que en general son aquellas a las que
el acreedor les debe alimentos, son determinadas en el art. 893, que dispone
que debe concederse a:

a. sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el


segundo grado, si no han incurrido en alguna causal de
indignidad para suceder;
b. a su cónyuge o conviviente;
c. al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación.16

Moisset de Espanés (2004), desde hace tiempo, manifestó que este instituto

en la actualidad carece de razón de ser, no porque cerremos los


ojos ante situaciones de esta naturaleza, de extrema indigencia,
de la miseria más absoluta a que puede ser llevado un deudor y
el núcleo familiar del cual es jefe o cabeza, sino porque hay otros
remedios, por ejemplo, la inembargabilidad de ciertos bienes, de
los muebles de uso indispensable, ropas, alimentos, etc. (…) y
también de cierta porción de los sueldos… (p. 45).

15
Art. 892. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
16
Art. 893. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

18
De cualquier forma, el código unificado recibe la figura y habilita su solicitud.

Imputación del Pago


Definición
Es el conjunto de reglas y principios que dan solución a los problemas que se
suscitan entre acreedor y deudor cuando existen varias obligaciones de la
misma naturaleza pendientes de cumplimiento y tiene lugar un pago que no
alcanza a cubrir a todas (Pizarro y Vallespinos, 2014). Estas reglas determinan
quién elige y cuál será la obligación que se extinguirá con el pago.

Los presupuestos de la imputación del pago son:

 Varias obligaciones pendientes de pago.

 Que vinculen a las mismas personas.

 Que su objeto sea de la misma naturaleza.

 Que el pago no sea suficiente para extinguir a todas.

Imputación por el deudor. Oportunidad para


hacerla. Limitaciones
La regla general, con fundamento en el principio del “favor debitoris” es que
corresponde al deudor realizar la imputación del pago, es decir, elegir qué
obligación cancela con su pago. Este derecho debe ejercerlo declarando al
acreedor, al momento de hacer el pago, por cuál de ellas lo hace (art. 900 del
Código).

Sin embargo, la norma aludida tiene dos limitaciones:

1. De oportunidad: sólo puede elegir hasta el límite del momento del


pago. Salvo acuerdo de partes.

2. De contenido: la elección debe recaer:

a. Sobre deuda líquida y de plazo vencido: el fundamento está en que en


las deudas ilíquidas es imposible conocer si ese pago es o no íntegro
porque todavía no se sabe cuál es el monto de la deuda. Tampoco se
puede obligar al acreedor a tener por cumplida una obligación a plazo
antes de su vencimiento.

19
b. Si adeuda capital e intereses el pago no puede imputarse a la deuda
principal sin consentimiento del acreedor: el fundamento está en el
principio de integridad del pago, y tiene relación con la norma del art.
903.

Imputación por el acreedor: Oportunidad para


hacerla. Limitaciones
Subsidiariamente, si el deudor no realizó la imputación del pago al momento de
realizarlo, dicha facultad se transmite al acreedor, que puede hacerlo cuando lo
recibe, según las siguientes reglas que manda el art. 901:

a. debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y


exigibles: tal como tenía derecho el deudor a hacerlo.

b. una vez canceladas totalmente una o varias deudas,


puede aplicar el saldo a la cancelación parcial de cualquiera de
las otras.17

La imputación por el acreedor es una manifestación de voluntad mediante un


acto unilateral recepticia, por el que hace saber al deudor qué deuda considera
extinguida con el pago (Negri, 2014).

Imputación legal
Nuevamente, y de modo subsidiario, cuando ni el deudor ni el acreedor hayan
elegido o determinado cuál es la obligación que se extinguió, tiene lugar la
imputación legal que concreta el art. 902 del Código, del siguiente modo:

1. “en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para


el deudor”18. Ej.: la que tenga intereses o cláusula penal, la que lleva
prenda o hipoteca, etc. No se tiene en cuenta la antigüedad de la deuda.

2. “cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a


prorrata”19: es decir, se divide en partes iguales a cada deuda.

17
Art. 901. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
18
Art. 902. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
19
Art. 902. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

20
Pago a cuenta de capital e intereses
El Código también establece una regla o limitación a la facultad de elección del
deudor, pues impone en el art. 903 que si el pago se hace a cuenta de capital e
intereses –es decir, es un pago parcial– y no se precisa su orden, se imputará en
primer término a intereses.

El fundamento de este principio se encuentra en el principio de integridad del


pago.

La excepción tiene lugar cuando el acreedor dé recibo por cuenta de capital, en


el que se entiende que tuvo la voluntad de dejar de lado la disposición legal y
así hacerlo.

21
Tutela satisfactiva. Tutela
resolutoria del crédito

Ejecución específica. Definición.


Importancia. Modos de hacerla efectiva
En la unidad anterior se hizo referencia a que el deudor podría cumplir con la
prestación a su cargo de modo voluntario, en tiempo y forma, satisfaciendo el
interés del acreedor.

Sin embargo, si el deudor no lo hace, e incurre en mora e incumplimiento, el


acreedor tendrá derecho a satisfacer su crédito mediante el cumplimiento
específico o pago “in natura”, por medio de las diferentes herramientas que el
ordenamiento jurídico le proporciona para satisfacción de su interés, y que
constituyen la tutela satisfactiva del crédito.

En consecuencia, el deudor se ubica en la etapa de la responsabilidad por


incumplimiento.

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que la ejecución específica son las vías que
el ordenamiento jurídico le reconoce al acreedor, ante incumplimiento del
deudor, para hacer compeler a este a cumplir, mediante:

a) ejecución forzada: exigir compulsivamente un determinado


comportamiento del deudor.

b) ejecución por un tercero: satisfacer el interés por otro.

Estas alternativas están previstas en el art. 730 del Código y le permiten al


acreedor satisfacer su interés obligando al deudor a cumplir o consiguiendo la
ejecución por otra persona –cuando igualmente le sirva al acreedor, es decir,
que la obligación no sea intuitu personae–.

La ejecución en especie es distinta al pago del equivalente de la prestación con


más los daños y perjuicios (art. 730 inc. c), pues en este supuesto no se
satisface el interés del acreedor mientras que en aquella si se consigue.

22
La ejecución forzada

“La ejecución forzada es el conjunto de acciones legales orientadas


a alcanzar la satisfacción del interés del acreedor a través de la
realización compulsiva de la prestación”. (Pizarro y Vallespinos,
2014, p. 45).

Esta ejecución tiene una doble justificación, como se expone en el esquema del
principio:

 Sustancial: Es la que deriva el inc 1º del art. 730 del Código, se justifica
en la garantía de cumplimiento de la que goza el acreedor por su
derecho de crédito y la responsabilidad del deudor por incumplimiento.

 Procesal: basada en la necesidad de utilizar una vía para el cumplimiento


coactivo del derecho sustancial. Hace a las normas que regulan el
proceso de ejecución.

Sin embargo, la ejecución forzada presenta límites según el tipo de obligación


de que se trate:

 Obligaciones de dar sumas de dinero: el juez sustituye la voluntad del


deudor, mediante el embargo, secuestro y remate de algún bien de
aquel a fin de que el acreedor se asegure de manera suficiente el cobro
de la suma adeudada. También puede embargarse una suma de dinero,
por ejemplo, en una cuenta bancaria, luego el juez librará la orden de
pago. El límite en este supuesto está dado por los bienes inembargables
del deudor (arts. 744, 2110, etc.).

 Obligaciones de dar cosa cierta: la conducta del deudor es incoercible,


pero el bien si lo es, puesto que con auxilio de la fuerza pública, el juez
puede disponer su entrega. Las acciones judiciales a tal fin son: embargo,
secuestro de la cosa mueble o desalojo en caso de que el bien sea
inmueble. Es necesario que la cosa exista, que esté en el patrimonio del
deudor ejecutado y que el demandado tenga la posesión de la cosa.

 Obligaciones de hacer: el límite es la no violencia sobre la persona del


deudor, a no ser que fuese necesaria violencia contra este. Ante
incumplimiento, el acreedor sólo podrá conseguir la ejecución por otro,
o podrá pedir perjuicios e intereses.

23
 Obligaciones de no hacer: Si todavía le interesa, puede exigir el
cumplimiento forzoso, existe la misma limitación de la no violencia. De lo
contrario, al acreedor le quedan los daños y perjuicios.

La ejecución forzada en la Ley de Defensa del Consumidor está prevista en el


art. 10 bis, que de modo similar al 730 del Código, le concede al consumidor
ante incumplimiento del proveedor el derecho a exigir:

a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre


que ello fuera posible;

b) Aceptar otro producto o prestación de servicio


equivalente;

c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo


pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, considerando la
integridad del contrato.20

Y todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan.

Con respecto al quid de la preferencia entre la ejecución forzada o la


indemnización de los daños y perjuicios, el Código no dispone un orden de
prelación entre las opciones que tiene el acreedor en el art. 730, por lo que este
es libre de elegir, según su propio interés, la que más lo satisfaga.

En consecuencia, no es necesario que el acreedor primero intente la ejecución


forzada y luego recién pueda reclamar los daños y perjuicios, pues si ya perdió
interés, por ejemplo, porque la obligación era de plazo esencial –musicalizador
en la fiesta de casamiento–, no será necesario que exija al deudor el
cumplimiento sino que directamente puede reclamar los daños.

Cabe destacar que aun cuando consiga el cumplimiento forzoso, siempre tiene
derecho a reclamar además los daños y perjuicios si existen –los que debe
alegar y probar–.

Ejecución por un tercero (Definición. Prestaciones


fungibles e infungibles. La ejecución por un tercero en
las obligaciones de dar, hacer y no hacer. La

20
Art. 10 bis. Ley Nº 24.240 Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

24
autorización judicial. Aspectos procesales. Nociones.
Casos en los que es posible prescindir de ella)
La ejecución por un tercero es otra de las opciones de las que dispone el
acreedor para conseguir el cumplimiento de la prestación y satisfacer su
interés, siempre que la obligación no sea intuitu personae, es decir, que le sirva
que otra persona distinta al deudor la cumpla en su lugar, a costas de este.
También está prevista en el art. 730 inc. b del Código.

El acreedor tendrá derecho a solicitar el reembolso de los gastos efectuados al


deudor, con más los daños y perjuicios ocasionados.

De acuerdo con el tipo de prestación que se haya comprometido, se presentan


diversas particularidades que merecen distinción:

1. Obligaciones de dar:

o cosas ciertas en poder del deudor: No es posible, porque la cosa


la tiene el deudor. Ej.: estatua que se encuentra en su jardín.

o Cosas inciertas no fungibles: si es posible porque siguen las reglas


del género y son reemplazables. Ej.: cámara de fotos nueva de
determinadas características y marca.

o Sumas de dinero: si es posible.

2. Obligaciones de hacer: sólo cuando el deudor pueda ser sustituido. No


en caso de intuitu personae.

3. Obligaciones de no hacer: muy excepcionalmente un tercero se


abstenga, pero podría suceder si le interesa al acreedor.

Una cuestión relevante es si el acreedor requiere o no autorización judicial para


conseguir el pago por un tercero. El Código no regula la cuestión.

Pizarro y Vallespinos (2014) opinan que la regla es que el acreedor no puede


por su sola voluntad sustituir al deudor por un tercero para la realización de la
prestación, con fundamento en el principio de que nadie puede hacer justicia
por mano propia, y en consecuencia, se debe requerir autorización judicial.
Esto, además, es recomendable a los fines de la posterior obtención del
reembolso de los gastos, pues el juez ya autorizó la realización por el tercero y
seguramente también el costo.

La excepción está dada cuando se trata de un caso de urgencia, que impide la


tramitación judicial.

25
Las sanciones conminatorias o
astreintes
Definición. Caracteres. Supuestos de aplicación y
exclusión
Las sanciones conminatorias o astreintes son condenas pecuniarias que los
jueces aplican a quien no cumple con el deber jurídico impuesto en una
resolución judicial –decreto, auto o sentencia–. Están reguladas en un único
artículo del Código: el 804.

Estas sanciones se incluyen en la tutela satisfactiva del acreedor, pues son una
herramienta más para obligar al deudor al cumplimiento específico, aunque
cualquiera de los sujetos puede ser condenado a ellas –y no sólo el deudor–.

Los caracteres de las astreintes son:

 Conminatorias: son medio de compulsión procesal.

 Discrecionales: el juez puede o no aplicarlas y es libre de fijar su cuantía.

 Progresivas: aumentan día a día mientras se mantenga el


incumplimiento.

 No retroactivas: siempre corren para el futuro desde el día en que se


disponen.

 Revisables: porque dependen de la conducta del sujeto pasivo, el juez


puede disminuirlas o dejarlas sin efecto mientras no estén firmes si el
deudor cumple o justifica su imposibilidad de no hacerlo.

 Pecuniarias: sólo consisten en sumas de dinero.

 Transmisibles: por acto entre vivos o mortis causa.

 Ejecutables: una vez firmes, por el procedimiento de ejecución de


sentencia.

 No son subsidiarias: pueden aplicarse aunque existan otras vías para


lograr el cumplimiento de la resolución.

Las condiciones de aplicación de las sanciones conminatorias, según


Campagnucci de Caso (2014), son:

 El hecho por el que se impone la penalidad debe ser de cumplimiento


posible, pues nadie puede ser obligado a lo imposible;

26
 La conducta –incumplimiento de la resolución judicial– debe ser
injustificada, obstinada y caprichosa.

 A los fines de la cuantificación, se debe tener en cuenta el caudal


económico de quien debe satisfacer la resolución judicial (art. 804).

Con respecto al factor de imputación del incumplimiento, Pizarro y Vallespinos


(2014) señalan que es suficiente la mera negligencia del sujeto pasivo, que se
presume por el incumplimiento.

Los sujetos de las astreintes son:

 Activo: el beneficiario, titular del derecho, en general será el acreedor,


pero puede no serlo.

 Pasivo: la parte que no cumple, un tercero ajeno al litigio (Sociedad,


Institución, etc., de carácter privado).

Se excluye por expresa manda legal del art. 804 a las autoridades
públicas, quienes no se rigen por esta norma sino por las del derecho
administrativo, lo que ya ha sido criticado21 respecto a su
constitucionalidad, por tratarse de una distinción sin fundamento.

Las astreintes pueden cesar si el deudor justifica su comportamiento o desiste y


cumple con la resolución judicial, en cuyo caso los jueces pueden dejarlas sin
efecto o disminuirlas (art. 804).

Los supuestos de aplicación de astreintes, según Borda (2008), son a cualquier


obligación de dar, hacer o no hacer; pero aclara que en las de dar es mucho
más eficaz el embargo y la ejecución del bien, por ejemplo, pero que en las
obligaciones de hacer y no hacer encuentran su campo específico. Ej.: Ante la
negativa del demandado de acompañar informes internos que acrediten una
determinada situación de hecho como balances de una empresa, libros de
comercio, videos de cámaras de seguridad, etc.

Por su parte, Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que se aplican a todo tipo de
obligaciones, de contenido patrimonial, no patrimonial e incluso derivadas del
derecho laboral.

21 En este sentido, Campagnucci de Caso (2014) entiende que la exclusión “… es improcedente


y fuera de lugar. En principio porque desconoce la unidad del plexo normativo, y segundo porque
pareciera crear una especie de ius singulare para las que se denominan “autoridades públicas”,
que considero que serán los funcionarios públicos a cargo de las dependencias administrativas o
algo similar” (p. 168).

27
Doble regulación procesal y sustantiva. Régimen legal
en Código Civil y Comercial
Las astreintes tienen un doble carácter sustancial y procesal, pues si bien están
estipuladas en el art. 804 del Código Civil y Comercial, los diversos códigos de
procedimiento provinciales y el nacional establecen el modo de aplicarlas y
ejecutarlas a fin de tornarlas eficaces.

Liquidación y ejecución de las astreintes.


Acumulabilidad con la indemnización de daños y
perjuicios
Las astreintes se establecen en dos etapas:

1. Conminatoria: refiere a la decisión judicial de imponer la condena por la


cual se hace saber al incumplidor que se le aplicará la sanción
conminatoria, es decir, el costo de su resistencia (amenaza).

2. Sancionatoria: si el sujeto no cumple con el deber, se hace efectiva


imposición de la sanción, actúa como una pena (efectivización). En este
momento quedarán firmes y podrán ser ejecutadas por el beneficiario.

Por otro lado, la sanción conminatoria se acumula a la indemnización de daños


y perjuicios, pues constituyen un concepto distinto, y un fenómeno autónomo
con respecto a estos por tener carácter punitivo (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Aspectos procesales. Nociones


Pizarro y Vallespinos (2014) destacan los siguientes aspectos:

 Pueden darse antes de la sentencia y en consecuencia se pueden


establecer a través de decreto, auto o sentencia.

 No requiere formalidades especiales, pero la decisión debe estar


fundada.

 Corren desde que está firme y ejecutoriada la resolución que las impone.

 La naturaleza de las astreintes no impide que puedan ser declaradas de


de oficio según los autores citados, aunque otros consideran que debe
ser a petición de parte interesada. El Código unificado nada dispone al
respecto.

28
 La vigencia de las astreintes se mantiene hasta que el deudor acabe el
deber objeto de la intimación o se dicte una nueva resolución que las
modifique o termine.

 Son apelables.

 La decisión que las impone es sentencia definitiva para el recurso


extraordinario.

Acción directa
Definición
El Código unificado define a la acción directa en el art. 736 como: “la que
compete al acreedor para percibir lo que un tercero debe a su deudor, hasta el
importe del propio crédito”22.

La acción directa integra la tutela satisfactiva del crédito, pues es otra


herramienta o facultad con la que cuenta el acreedor para hacer efectivo su
crédito y satisfacer su interés.

En consecuencia, existen dos obligaciones, una entre el acreedor y el deudor, y


otra entre el deudor y otro sujeto (tercero respecto a la primera obligación).

La ley habilita al acreedor del deudor a demandar directamente al deudor de su


deudor, siempre que se den los requisitos legales, a fin de hacer efectiva su
propia acreencia.

Figura 1

Ingresa directamente al patrimonio

Acreedor 1 Deudor 2 Tercero

(actor) (demandado)
Reclama al

Fuente: Elaboración propia.

22
Art. 736. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

29
Fundamentos
Los fundamentos de la acción directa son:

1. Evitar el enriquecimiento sin causa del deudor.

2. Economía procesal: se evita el desgaste jurisdiccional que importaría la


doble demanda, en primer lugar, al deudor originario; y luego, al
tercero.

Caracteres
Los caracteres de la acción directa son los siguientes:

 Excepcional: porque “sólo procede en los supuestos expresamente


previstos por la ley”23.

 Interpretación restrictiva: en caso de duda no procede, y no es aplicable


por analogía (art. 736).

 Medio de ejecución: Es una forma que tiene el acreedor para satisfacer


su crédito de un tercero.

Requisitos
Para que el acreedor pueda accionar directamente contra el tercero, se
requieren los presupuestos previstos en el art. 737 del Código:

1. “Un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor”24: que no


esté sujeto a plazo, condición y que sea líquido.

2. “Una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del


deudor”25: y que esté subsistente al momento de entablar la acción.

3. “Homogeneidad de ambos créditos entre sí”26: de igual naturaleza, en


general son prestaciones de dar sumas de dinero.

23
Art. 736. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
24
Art. 737. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
25
Art. 737. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
26
Art. 737. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

30
4. “Ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo
anterior a la promoción de la acción directa”27: deben encontrarse
expeditos y disponibles.

5. “Citación del deudor a juicio”28: a fin de hacerle extensivos los efectos


de la condena.

Efectos
El nuevo código unifica los efectos que produce la acción directa respecto a
todos los sujetos involucrados en una sola norma, el art. 738:

1. “la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del


demandante”29;

2. “el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos
obligaciones”30: pues no puede exigirle al tercero más de lo que éste
debe a su deudor, ni tampoco el acreedor puede reclamar un monto
mayor a su propio crédito. En consecuencia, se deben analizar los
montos de ambas obligaciones y la demanda procede por el menor de
éstos.

3. “el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las


defensas que tenga contra su propio acreedor y contra el
demandante”31;

4. “el monto percibido por el actor ingresa directamente a su


patrimonio”32: esta es la característica más particular de la acción
directa, y que la distingue de la subrogatoria (ingreso al patrimonio del
deudor).

5. “el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que


corresponda en función del pago efectuado por el demandado”33: habrá
que analizar si fue por el monto total de la deuda con el acreedor o por
uno menor (en atención al crédito que el deudor tenía con el tercero).

27
Art. 737. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
28
Art. 737. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
29
Art. 738. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
30
Art. 738. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
31
Art. 738. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
32
Art. 738. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
33
Art. 738. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

31
Casos legislados
Tal como se describió supra, la acción directa es de carácter excepcional, y sólo
procede en los casos expresamente consagrados por la ley, los que pueden
sintetizarse con fines didácticos en el siguiente cuadro (pueden existir otros
casos previstos en leyes especiales):

Tabla 1

CASO ACREEDOR DEUDOR TERCERO

SUBLOCACIÓN Locador Locatario Sublocatario


DE COSAS (1216)
Sublocatario Locatario Locador

SUSTITUCIÓN Mandante Mandatario “Reemplazante”


DEL MANDATO del mandatario
(1327)

SUBCONTRATO SUBCONTRATADO. CONTRATADO. PROPIETARIO. Ej.:


(1071) Ej.: Trabajador Ej.: empresario dueño de la obra
de la
construcción

COBRO DE Abogado Cliente Condenado en


COSTAS. Ley costas
21.839 (contraparte del
cliente)

Fuente: Elaboración propia.

Paralelo con la acción subrogatoria


La acción directa se diferencia de la acción subrogatoria en múltiples aspectos:

Tabla 2

Aspectos DIRECTA SUBROGATORIA

TUTELA Satisfactiva pues se Tutela conservatoria del


ejecuta el crédito y patrimonio del deudor.

32
satisface el interés del
acreedor.

INGRESO DEL BIEN Patrimonio del acreedor Patrimonio del deudor


subrogado

FACULTADES DEL Indisponibilidad del Deudor puede disponer


DEUDOR crédito objeto del juicio. del crédito.
Queda embargado.

MONTO DEL CRÉDITO. Por el monto de la Sobre la totalidad del


LÍMITE deuda menor. crédito del deudor con el
tercero.

REPRESENTACIÓN Demanda en nombre Demanda en


propio representación de su
deudor (al que subroga)

Fuente: Elaboración propia.

Acción de inoponibilidad
Nociones generales. Su importancia como vía de tutela
satisfactiva del crédito
Si el deudor actúa con fraude y, por ejemplo, provoca su estado de insolvencia
o lo agrava –o incluso empeora su situación patrimonial sin llegar a tal
situación–, en fraude a sus acreedores, con el fin de no pagar su deuda, estos
tienen derecho a ejercer la antes denominada “acción revocatoria o pauliana”.

Pueden declararse inoponibles los actos jurídicos válidos de contenido


patrimonial, en general se trata de actos de disposición (compraventa,
donación, cesión, permuta, no contestar la demanda en un juicio y permitir la
ejecución del bien objeto de la obligación).

Si bien este instituto fue estudiado en la materia correlativa anterior, Derecho


Privado I, aquí simplemente se hace referencia a este como una de las
facultades con las que goza el acreedor a fin de hacer efectivo su crédito, pues
está dentro de la tutela satisfactiva.

33
Remisión a las normas del fraude en el Código Civil y
Comercial. Inoponibilidad (Requisitos. Efectos.
Extinción)
El Código unificado regula el instituto de la acción de Inoponibilidad al tratar el
fraude en los actos jurídicos, en los arts. 338 a 342 del Código.

La primera de las normas, bajo el título de “Declaración de Inoponibilidad”


dispone que:

Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de


los actos celebrados por su deudor en fraude de sus derechos, y
de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que
hubiese podido mejorar o evitado empeorar su estado de
fortuna.34

El fundamento de esta facultad se encuentra en el principio según el cual el


patrimonio del deudor es prenda común de los acreedores (art. 242 del
Código).

Los presupuestos para el ejercicio de esta facultad son los previstos en el art.
339:

a. que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado,


excepto que el deudor haya actuado con el propósito de
defraudar a futuros acreedores;

b. que el acto haya causado o agravado la insolvencia del


deudor;

c. que quien contrató con el deudor a título oneroso haya


conocido o debido conocer que el acto provocaba o agravaba la
insolvencia.35 (Es decir, haya actuado de mala fe, en connivencia
con el deudor).

La acción de Inoponibilidad no puede oponerse a los acreedores del adquirente


que “de buena fe hayan ejecutado los bienes comprendidos en el acto”36. La
norma agrega que:

34
Art. 338. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
35
Art. 339. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
36
Art. 340. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

34
La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos
obtenidos por el acto impugnado sólo procede si adquirió por
título gratuito, o si es cómplice en el fraude; la complicidad se
presume si, al momento de contratar, conocía el estado de
insolvencia.37

La prueba del fraude pesa sobre el acreedor que lo alega, aunque se presume
en caso de insolvencia (art. 340). Por su parte, el deudor desvirtúa la prueba
demostrando que no está en estado de insolvencia. En este sentido, las
presunciones juegan un rol sumamente importante, ya que muchas veces la
prueba del fraude en sí misma puede resultar una de las denominadas “prueba
diabólica” por su dificultad.

Los efectos del pedido de Inoponibilidad son regulados en el art. 340 del Código
del siguiente modo:

El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el


deudor responden solidariamente por los daños causados al
acreedor que ejerció la acción, si los derechos se transmitieron a
un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se
perdieron para el acreedor. El que contrató de buena fe y a título
gratuito con el deudor, responde en la medida de su
enriquecimiento.38

Por su parte, el art. 342 del Código aclara la extensión de la Inoponibilidad, que
sólo beneficia al acreedor que promovió la acción, y en la medida de su crédito.

Finalmente, cabe aclarar que la acción de Inoponibilidad cesa “si el adquirente


de los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o da garantía
suficiente”39, tal como lo dispone el art. 341.

La ejecución forzada colectiva


En materia de tutela satisfactiva, el acreedor puede intentar ejecutar la
prestación que el deudor le adeuda en un juicio en particular, en los que las
partes son el acreedor –actor– y el deudor –demandado–, por ejemplo:
demanda de cumplimiento de contrato.

37
Art. 340. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
38
Art. 340. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
39
Art. 341. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

35
Sin embargo, puede suceder que el deudor se encuentre en estado de cesación
de pagos o insolvencia, lo que implica que no sólo incumple con un deudor,
sino que no puede asumir en general con su activo las obligaciones asumidas.
En este supuesto, la ejecución de sus deudas ya no es individual sino colectiva,
mediante los procedimientos consagrados en la Ley 24.522 de Concursos y
Quiebras (LCQ).

En ambos procedimientos concursales, la regla es que los acreedores se


encuentran en pie de igualdad frente al patrimonio del deudor, como
consecuencia del principio de la “par conditio creditorum” (a pesar que luego
habrá algunos privilegiados, según lo determina la propia ley).

Los procedimientos son:

 Concurso preventivo: el estado de insolvencia no es definitivo, tiene por


fin lograr un acuerdo entre el concursado y sus acreedores a fin de
cumplir con las prestaciones a su cargo, pero de un modo distinto al
previsto originariamente, por ejemplo, en un plazo mayor y en cuotas.

 Quiebra: el estado es irreversible, se produce el desapoderamiento de


pleno derecho de los bienes del deudor, se nombra un síndico que
administra su patrimonio a los fines de la liquidación y pago a los
acreedores hasta donde alcance con su producido.

El estudio en profundidad de estos procedimientos tendrá lugar en la materia


pertinente.

Tutela Resolutoria del Crédito.


Definición. Importancia. Supuestos
Hasta ahora hemos visto la tutela satisfactiva del crédito, que es la que le
permite al acreedor perseguir el cumplimiento de una obligación y satisfacer su
interés.

Sin embargo, puede ocurrir que el cumplimiento ya no sea posible o que el


acreedor no mantenga el interés en la prestación. En este, el acreedor posee la
tutela resolutoria como forma de desvincularse de la obligación, extinguiendo
el contrato por esta vía. De esta manera, el acreedor recupera la posibilidad de
realizar un nuevo contrato que le facilite la consecución de su fin.

Para que proceda la resolución, se requiere la presencia de un contrato


bilateral, con que genere obligaciones recíprocas entre las partes, como puede
ser la compraventa, o la locación, en donde ambas tienen a su cargo una
prestación.

36
Por otro lado, es necesario que quien reclama haya cumplido, demuestre que
su obligación es a plazo, u ofrezca cumplir, y por otro lado, que el
incumplimiento de su co-contratante sea importante.

Esta tutela es denominada por la doctrina “pacto comisorio” y está regulado en


los arts. 1083 a 1089 del Código, que establecen que puede estar prevista de
modo expresa en una cláusula del contrato, o implícita en caso de contratos
bilaterales, así como también puede surgir de la ley, como ocurre en el caso del
art. 10 bis de la Ley de Defensa del Consumidor, que brinda al consumidor,
como alternativa ante incumplimiento, la facultad de resolver el contrato.

El art. 1083 establece una noción de la figura al expresar:

Una parte tiene la facultad de resolver total o parcialmente el


contrato si la otra parte lo incumple. Pero los derechos de
declarar la resolución total o la resolución parcial son
excluyentes, por lo cual, habiendo optado por uno de ellos, no
puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha ejecutado una
prestación parcial, el acreedor sólo puede resolver íntegramente
el contrato si no tiene ningún interés en la prestación parcial.40

Este instituto será estudiado en profundidad en la materia Contratos, pues es


una forma de extinción de estos, que tiene relación con la materia ahora
estudiada, pues al ponerle fin elimina la causa fuente de la obligación.

40
Art. 1.083. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

37
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Argentina: Infojus.

Biblioteca Jurídica Eldial.com. (2000-2015). Buenos Aires, Argentina. Recuperado de:


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Ley Nº 340. Código Civil de la Nación. Poder Legislativo de la Nación.

Ley Nº 24.522. Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley Nº 24.240. Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación


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38
Ley Nº 24.430. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


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http://www.infojus.gob.ar/

39
Tutela
conservatoria
del crédito

Derecho
privado II
Tutela conservatoria del
crédito
El patrimonio del deudor como
garantía común de los acreedores
Definición y fundamentos del principio. Inclusión en el
Código Civil y Comercial
En esta unidad se estudia la Tutela Conservatoria del Crédito, es decir, el
conjunto de facultades que tiene el acreedor a fin de asegurar la existencia de
su crédito y mantener incólume el patrimonio del deudor que constituye su
garantía.

El Código Civil de Vélez Sársfield no consagraba de modo expreso este principio,


sino que recién fue consagrado en el Código unificado 2014, en dos normas.

Los arts. 242 y 743 del Código receptan el principio.

El primero fundamenta la “función de garantía común”, sobre la base de que:

Todos los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de


sus obligaciones y constituyen la garantía común de sus
acreedores, con excepción de aquellos que este Código o leyes
especiales declaran inembargables o inejecutables.41

La norma también señala que en caso de patrimonios especiales –como puede


ser un fideicomiso– la garantía de los acreedores sólo alcanza los bienes que
conforman ese patrimonio especial –y no el resto de los bienes de los sujetos
que son parte de él–.

En igual sentido, el art. 743 aclara que aquella está constituida por “todos los
bienes presentes y futuros del deudor. El acreedor puede exigir la venta judicial

41
Art. 242. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

1
de los bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su
crédito”42.

Además, la última norma incluye otro principio ya antes mencionado, que es de


la “par conditio creditorum” o de igualdad entre los acreedores, al establecer
que: “Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición
igualitaria, excepto que exista una causa legal de preferencia”43, es decir, un
privilegio.

En definitiva, y tal como enseñan Pizarro y Vallespinos (2014), el principio es


una consecuencia lógica y directa del carácter patrimonial que tiene la
responsabilidad del obligado, y que por ello:

 El deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros.

 Todos los acreedores concurren en situación paritaria frente al


patrimonio del deudor, salvo que medien causas de preferencia.

 Los acreedores están legitimados para satisfacer su interés sobre


cualquier bien del deudor que no haya sido declarado inembargable.

Figura 2

Inembargables

Patrimonio
del deudor

A1 A2 A3 A4

Fuente: Elaboración propia.

Limitaciones: bienes excluidos de la garantía común


(bienes inembargables, bien de familia, pago con
beneficio de competencia, otros supuestos. Nociones)

42
Art. 743. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
43
Art. 743. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

2
El principio de la garantía común de los acreedores posee límites, legalmente
impuestos, que se definen por bienes que no pueden ser atacados por los
acreedores: bienes inembargables, es decir, los que no pueden ser ejecutados
por aquellos.

El fundamento de esta limitación se encuentra en la necesidad de proteger la


dignidad de la persona del deudor y permitirle mantener las condiciones
mínimas de subsistencia de él y su familia.

Antes de la sanción del Código Civil y Comercial, por un lado, existía una serie
de normas dispersas que establecían la inembargabilidad de determinados
bienes del deudor, y por otro, había una doble regulación procesal
–inconstitucionales, según Pizarro y Vallespinos (2014), pues las provincias no
tienen competencia para regular las relaciones entre acreedores y deudores,
art. 75 inc. 12 de la CN– y sustancial.

Ossola (2012) explica que el primer límite es de carácter objetivo y se deriva de


la autorización para la venta judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la
medida del crédito del acreedor (art. 743 del Código). Además, señala que
existe otro límite derivado del no ejercicio abusivo de los derechos (art. 10).

Los bienes que se excluyen del patrimonio del deudor como garantía común
son:

1. Se unificó en un solo artículo, el 744, los bienes inembargables –origen


sustancial– y a título ejemplificativo y no taxativo, tal como se
desprende del último inciso del artículo:

a. las ropas y muebles de uso indispensable del deudor, de su


cónyuge o conviviente, y de sus hijos;

b. los instrumentos necesarios para el ejercicio personal de la


profesión, arte u oficio del deudor;

c. los sepulcros afectados a su destino, excepto que se reclame


su precio de venta, construcción o reparación;

d. los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el


Estado;

e. los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las


servidumbres prediales, que sólo pueden ejecutarse en los
términos de los artículos 2144, 2157 y 2178;

f. las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño


moral y por daño material derivado de lesiones a su integridad
psicofísica;

3
g. la indemnización por alimentos que corresponde al cónyuge,
al conviviente y a los hijos con derecho alimentario, en caso de
homicidio;

h. los demás bienes declarados inembargables o excluidos por


otras leyes.44

2. El art. 243 dispone una limitación para el caso de los bienes de


particulares afectados a la prestación de un servicio público, como
pueden ser colectivos de una empresa que se utilizan para el servicio
público de transporte de los ciudadanos de una ciudad. En este caso, al
poder de agresión de los acreedores no puede perjudicar la prestación
del servicio, por lo que seguramente se autorizará, por ejemplo, el
embargo de los colectivos, pero no su ejecución o subasta.

3. Protección de la vivienda: art. 244 a 256. Se habilita la afectación de un


inmueble destinado a vivienda, por su totalidad o hasta una parte de su
valor.

La afectación es solicitada por el titular registral, puede ser decidida por


un juez –juicio de divorcio o conclusión de convivencia– si hay
beneficiarios incapaces o con capacidades restringidas.

Debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble a fin de dar


publicidad a terceros al respecto.

Los beneficiarios de la afectación son el titular, su cónyuge o


conviviente, sus ascendientes y descendientes, y en defecto de ellos, los
pariente colaterales hasta el tercer grado que convivan con el
constituyente.

Es requisito que al menos uno de los beneficiarios viva en el inmueble.

El efecto principal de la afectación es la inejecución de la vivienda por


deudas posteriores a su constitución, excepto los casos previstos en el
art. 249. La afectación es inoponible a los acreedores con causa –fuente
de la obligación– anterior a su inscripción.

Con igual finalidad, existe la Ley 14.394 de “Bien de familia” y las


inscripciones de inmuebles bajo este régimen –anterior al Código– se
mantienen a pesar de la nueva regulación.

Pandiello Molina (2012) destaca que hay provincias donde se ha


adoptado un sistema de afectación automática de protección de la
vivienda, cuando se reúnen los requisitos previstos por la ley: así las
provincias de Córdoba: Constitución de 1987 y Ley 8067/1991; de
Santiago del Estero, Ley 6317/1996; de Formosa, Ley 1334/2000; de
44
El destacado es nuestro. Art. 744. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
Honorable Congreso de la Nación Argentina.

4
Chaco, Ley 5052/2002; de Entre Ríos, Ley 9543/2004. En esos casos, es
necesaria la manifestación de voluntad contraria del titular del dominio
a fin de evitar que el bien quede afectado bajo el régimen especial.

4- Pago con beneficio de competencia. Remisión. Véase Unidad 9.

Prioridad del primer embargante


Si bien la regla es, tal como se estudió, que los acreedores concurren en pie de
igualdad, la excepción legalmente prevista consiste en la existencia de una
causa de preferencia respecto del crédito del acreedor.

Los privilegios, que son legítimas causas de preferencias de un crédito por


sobre otros, serán estudiados en la unidad siguiente.

Sin embargo, el Código dentro de la regulación de la garantía común de los


acreedores incluye la prioridad del primer embargante, en el art. 745, y le
otorga derecho a cobrar su crédito, intereses y costas antes que otros
acreedores.

El embargo es una medida cautelar que debe solicitarse judicialmente, tal como
analizaremos en esta unidad, que otorga a quien la consiga una preferencia
para cobrarse su crédito con garantía sobre el bien –o suma de dinero–
embargado. Ej.: inicio demanda por cobro de alquileres y, a fin de asegurarme
el cobro de la deuda, solicito embargo del automotor del locatario.

Este privilegio es oponible en juicios individuales –ejecución de un contrato por


ejemplo– y no en los colectivos –concursos y quiebras–.

Puede suceder que el bien objeto de embargo tenga otros embargos, en cuyo
caso, la ley concede prioridad al primero que consiguió la medida cautelar.

La norma aclara que si varios acreedores embargan un mismo bien, el rango se


determina por la fecha de la traba, y rige el principio: “primero en el tiempo,
mejor en el derecho”. Los embargos posteriores al primero sólo pueden afectar
el sobrante que quede después de haberle pagado los créditos a los acreedores
anteriores.

Tutela conservatoria del crédito


Definición

5
La tutela conservatoria del crédito es el conjunto de facultades y
acciones que el ordenamiento jurídico atribuye al acreedor en
procura de preservar la integridad patrimonial del deudor y prevenir
un eventual incumplimiento. Tiene por objeto conservar el
patrimonio del deudor a fin de garantizar el cobro de su crédito.

Medidas de tutela preventiva del crédito en


general (Definición. Importancia. Clases)
Las medidas de tutela preventiva son todas aquellas facultades y medidas que
tienden a mantener íntegro el patrimonio del deudor, a fin de que llegado el
momento del cumplimiento, pueda satisfacerse el interés del acreedor, cual es
el cumplimiento de la obligación.

La finalidad de estas medidas es lograr el ingreso y evitar el regreso de bienes


del patrimonio del deudor, para conservar el patrimonio como garantía común,
es decir, pretenden mantener la solvencia del deudor y poniendo al resguardo
el cumplimiento de la obligación.

Se diferencian de las acciones ejecutivas que procuran la satisfacción directa y


coactiva del derecho de crédito.

Según los efectos que cada una produce, se clasifican en:

1- Medidas cautelares: tienen carácter judicial y están dirigidas a evitar


que un determinado bien del deudor salga de su patrimonio. Los
requisitos –procesales– para su procedencia son: verosimilitud en el
derecho, peligro en la demora, contracautela o fianza para asegurar el
resarcimiento en caso que resultare improcedente. Son medidas
cautelas: embargo, inhibición general de bienes, indisponibilidad de un
bien, anotación de la litis, prohibición de innovar, medidas cautelares
innovativas, intervención judicial, prohibición de contratar, etc.

2- Medidas precautorias: su objetivo es asegurar la existencia y


certidumbre del derecho de crédito del acreedor, sin afectar la
integración actual o futura del patrimonio del deudor (Pizarro y
Vallespinos, 2014). Son medidas precautorias: documentación del
crédito –reconocimiento de la deuda– (art. 733 del Código); la
confección de balances e inventarios (en donde conste la deuda o
crédito), la interrupción de la prescripción por demanda (art. 2546),
constitución en mora del deudor por interpelación auténtica, etc.

3- Medidas de garantía: ver punto siguiente.

6
4- Medidas de integración: a fin de mantener o recomponer la solvencia
del deudor, restituyendo bienes a su patrimonio. Se materializan en la
acción de simulación, acción de Inoponibilidad y acción subrogatoria.

5- Medidas autosatisfactivas: son urgentes y excepcionales, se solicitan y


autorizan judicialmente, y tienen por finalidad ordenar la satisfacción
inmediata del interés del acreedor, aun antes de la sentencia definitiva.
Ej.: la autosatisfactiva solicitada en un amparo de salud a fin de que se
entregue una prótesis para una operación de urgencia, por estar en
riesgo la vida de una persona.

Medidas de garantía del crédito


Definición. Caracteres
Las medidas de garantía de crédito tienden a asegurar el eficaz
cumplimiento de la obligación, mediante la creación de un
derecho subjetivo o una facultad que se adosa al derecho de
crédito como accesorio a él; son seguridades adicionales por las
que el deudor reduce el riesgo de incumplimiento al acreedor.
(Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 105)

Los caracteres de las medidas de garantía son:

 Voluntarias: provienen del libre acuerdo de partes (fianza, prenda,


hipoteca etc.), aunque también pueden ser de origen legal (derecho de
retención). Excepcionalmente pueden ser unilaterales (aval).

 Vinculadas con la prestación principal: en general, son accesorias a esta


(fianza, hipoteca), pero pueden no serlo (aval).

 A través de la garantía se crea un nuevo derecho a favor del acreedor:


que se adiciona al que se quiere asegurar.

Distintos tipos de garantías: reales y personales.


Nociones. Modernas formas de garantía. Las garantías a
primera demanda o simple requerimiento. Las garantías
"autoliquidables". Otros supuestos
Las garantías pueden clasificarse en:

1. Las garantías personales le otorgan al acreedor el derecho de ir contra


la persona del deudor o un tercero que compromete su patrimonio para

7
dar seguridad al acreedor. Ej.: fianza, aval, cláusula penal, privilegios. Las
garantías reales confieren al acreedor un derecho real: sobre una cosa,
que le confiere a aquel facultades de persecución (ejecutarla del poder
de quien se encuentre) y preferencia (de cobro sobre otros acreedores).
Ej.: constitución de prenda o hipoteca, etc.

2. Las garantías específicas se constituyen para asegurar el cumplimiento


de un crédito determinado e individualizado, cuyo riesgo se procura
acotar, por ejemplo, fianza en el contrato e locación. Las generales o
permanentes son las otorgadas para un conjunto de créditos, o para
todos los créditos que el acreedor tome para el futuro, durante el
término de vigencia de la garantía, por ejemplo, las exigidas por los
bancos a los socios de las sociedades por las deudas que esta asuma en
la entidad financiera (Pizarro y Vallespinos, 2014).

3. Las modernas formas de garantía tienen fundamento en la necesidad


de percibir créditos de manera expedita, sin dilaciones ni costos
significativos, habilitan la liquidez inmediata. Son otorgadas sobre
fondos depositados en el banco prestamista, o en otro banco, o sobre
instrumentos que acreditan la existencia de un depósito de dinero como
los certificados de plazo fijo o sobre títulos públicos o acciones que
cotizan en bolsa, que son dados en “caución” como seguridad del
cumplimiento de los créditos (Pizarro y Vallespinos, 2014). Incluyen las
garantías autoliquidables, las garantías a primera demanda y seguros de
afianzamiento tomados por el deudor.

Medidas de compulsión
Definición e importancia
Son facultades que adquiere el acreedor a fin de forzar la voluntad del deudor
tendiente a lograr el cumplimiento de su obligación mediante una “amenaza”
–legalmente autorizada– dirigida contra su patrimonio y obviamente no contra
su persona.

Estas modalidades son previstas por las partes o de origen legal, y buscan que
el deudor cumpla por voluntad propia a fin de no resultar sancionado y
perjudicado por la “efectivización de la amenaza”. Ej.: pagar la suma de dinero
extra por día de demora en el pago del alquiler, prevista en el contrato como
una cláusula penal, que se suma al monto del canon que adeuda.

La cláusula penal. Principales cuestiones

8
El concepto de cláusula penal está expresamente consagrado en el art. 790 del
Código, que dispone: “La cláusula penal es aquella por la cual una persona, para
asegurar el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en
caso de retardar o de no ejecutar la obligación”45.

Un ejemplo de cláusula penal (moratoria) es la que se inserta en los contratos


de mutuos –préstamos de dinero– o de tarjeta de crédito o de locación, en los
que se estipula que por cada día de demora en el pago de la cuota se deberá
abonar $ X, los que se acumulan hasta el día del pago.

El Código unificado ha ubicado a la cláusula penal en los arts. 790 a 803, dentro
de la clasificación de las obligaciones, lo que es cuestionable, pues en realidad
se trata de una de las herramientas de la tutela conservatoria y la resarcitoria
del acreedor (Ossola, 2015).

Campagnucci de Caso (2014) explica que la cláusula penal puede tener dos
funciones:

 Compulsiva: implica que su contenido gravoso ejerce una especie de


presión psicológica sobre el deudor para que este cumpla de manera
voluntaria la prestación;

 Resarcitoria: se trata de una forma práctica de determinar a priori el


importe de los daños y perjuicios que derivan del incumplimiento.

Los caracteres de la cláusula penal se pueden sintetizar, conforme Pizarro y


Vallespinos (1999), en los siguientes:

 Voluntaria: sólo ante previsión expresa de partes, sobre la base del


principio de la autonomía de la voluntad.

 Accesoria de la obligación principal: tiene como consecuencia que la


nulidad de la obligación principal acarrea la nulidad de la cláusula penal,
y la nulidad de la cláusula penal no acarrea la de la principal (art. 801)
–efecto de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal–. Excepción: la
nulidad de la principal no apareja la de la cláusula penal, si esta fue
contraída por un tercero para el supuesto de nulidad de la principal por
falta de capacidad del deudor.

Además, el art. 802 expresamente manda que la extinción de la principal


sin culpa del deudor acarrea la extinción de la cláusula penal.

 Subsidiaria: en las obligaciones con cláusula penal, lo que se debe


principalmente es la prestación de la obligación, por lo que el deudor no
puede pretender liberarse del cumplimiento pagando la cláusula penal,

45
El destacado nos pertenece. Art. 790. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
Honorable Congreso de la Nación Argentina.

9
salvo así se haya previsto expresamente (art. 796). Tampoco el acreedor
puede pretender que se le pague la cláusula penal antes del
cumplimiento de la obligación.

 Condicional: toda vez que su existencia depende de que el deudor no


cumpla voluntaria y debidamente con la prestación principal a su cargo.

 Interpretación restrictiva: en caso de duda no procede.

 Relativamente inmutable: ya que no se puede reclamar una


indemnización mayor, aunque se pruebe que el daño fue mayor, ni el
deudor puede pretender una disminución probando que el daño fue
menor. La cláusula penal sólo puede ser morigerada por el juez, cuando
su monto sea desproporcionado con la gravedad de la falta que se
sanciona, de acuerdo con el valor de las prestaciones, las circunstancias
del caso y se configure un accionar abusivo en contra del deudor (art.
794).

 Definitiva: una vez fijada es exigible, ingresa al patrimonio del acreedor.

 Preventiva: las partes la estipularon para prever las consecuencias de la


mora o del incumplimiento definitivo.

Del artículo 790 se desprende que las clases de cláusula penal son:

 Compensatoria: sustituye el valor económico de la prestación principal


(la reemplaza) y los daños y perjuicios. El acreedor debe optar por
reclamar el incumplimiento de la prestación principal o por una pena o
multa que reemplaza a aquella (art. 797). Ej.: en un contrato de servicio
de catering para la fiesta de fin de año de una empresa, se prevé que
ante la no realización de la obligación principal –si no cumplen el día del
evento– la empresa contratante tendrá derecho a exigir una pena de $ x
(que al ser compensatoria, será equivalente al valor de la prestación del
servicio con más los daños y perjuicios).

 Moratoria: para el supuesto de retardo imputable al deudor,


incumplimiento defectuoso o parcial. El acreedor puede reclamar la
prestación y la pena, ya que este sólo sustituye la indemnización por los
daños y perjuicios derivados del incumplimiento no definitivo. Ej.: el
dado al comenzar a estudiar el tema.

Con respecto al objeto de la pena que se consagra en la cláusula penal, el art.


791 habilita que pueda ser una suma de dinero o cualquier otra prestación que
pueda ser objeto de las obligaciones. En consecuencia, se debe estar a los
requisitos analizados en la Unidad 2, que serán aplicables al caso.

10
Además, la norma citada dispone que el beneficiario de la cláusula penal puede
ser, tal como ocurre en la mayoría de los casos, el propio acreedor, pero
también autoriza que lo sea un tercero.

La imputabilidad del incumplimiento del deudor debe ser analizada sobre la


base del factor de atribución objetivo, por expresa manda del art. 792, que sólo
habilita como eximente al pago de la cláusula penal el caso fortuito, el que
aclara que debe ser interpretado de modo restringido.

El Código prevé expresamente la cláusula penal que garantiza obligaciones de


no hacer, y aclara que “el deudor incurre en la pena desde el momento que
ejecuta la prestación a la cual se obligó a abstenerse”46.

Una cuestión trascendente deriva de la relación entre la cláusula penal y la


indemnización (art. 793), y entre aquella y el cumplimiento específico (art.
797).

Si la cláusula penal es compensatoria, rige el “principio de la no acumulación”,


pues la regla es que la pena suple o reemplaza tanto el cumplimiento específico
como la indemnización de los daños y perjuicios, de lo contrario se exigiría dos
veces lo mismo. Campagnucci de Caso (2014) explica que es una aplicación del
principio de inmutabilidad, que tiene como efecto práctico dejar firme lo
convenido por las partes. La regla es que el acreedor no puede pedir las dos
cosas, debe elegir una u otra. Excepciones: cláusula moratoria o cuando las
partes expresamente pactaron que ante incumplimiento el deudor deba
cumplir ambas, con el límite que no sea abusivo (art. 797).

Si la cláusula penal es moratoria la pena reemplaza la indemnización por el


retardo imputable, y el acreedor mantiene la facultad de solicitar el
cumplimiento específico (art. 797).

La extinción de la cláusula penal puede ocurrir por dos vías:

 Directa: por cumplimiento de la cláusula penal. Pago la multa estipulada.

 Indirecta: por extinción de la obligación principal –por ser accesoria a


esta–.

En caso de pago parcial o defectuoso de la prestación o en lugar o tiempo no


pactado, siempre que este sea aceptado por el acreedor, el deudor tiene
derecho a una disminución proporcional de la cláusula penal (art. 798).

La relación entre cláusula penal y las obligaciones divisibles-indivisibles,


simplemente mancomunadas y solidarias está regulada en los arts. 799 y 800
del Código.

46
Art. 795. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
La primera de las normas impone que independientemente del carácter
divisible o indivisible de la obligación principal, cada uno de los codeudores o
herederos del deudor no incurren en la pena, sino en la proporción de su parte,
siempre que la prestación de la cláusula penal sea divisible. En este sentido,
Campagnucci de Caso (2014) explica que:

si ambos son divisibles, y todos los deudores incumplen se aplica


el efecto del artículo, pero si algunos cumplieron nada deben de
la pena, pues por la divisibilidad o mancomunación, hay tantas
obligaciones como sujetos haya, y cada uno responde en su
proporción. (p. 160).

Por su parte, el art. 800 prevé una misma consecuencia: cada uno de los
codeudores debe la pena por entero, para dos supuestos:

 Cláusula penal con objeto indivisibilidad.

 Cláusula penal solidaria, pero con objeto divisible.

Otra cuestión relevante es la de la nulidad prevista en el art. 801, que establece


que la nulidad de la cláusula penal no acarrea la de la obligación principal
–consecuencia de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal–. Y por el
contrario, la nulidad de la principal sí conlleva la de la cláusula penal, con
excepción de que esta haya sido contraída por un tercero, para garantizar la
obligación en caso de falta de capacidad del deudor.

Campagnucci de Caso (2014) entiende que no se trata de una excepción a la


regla, porque el deber de cumplir resulta propio y directo del tercero que
establece una especie de garantía de la validez del acto.

Por último, y tal como ya señalamos al estudiar la Unidad 3, el art. 803 estipula
la validez y plenos efectos de una cláusula penal aunque sea puesta para
asegurar el cumplimiento de una obligación que al tiempo de la creación de
aquella no podía exigirse judicialmente, siempre que no sea reprobada por la
ley. En definitiva, se trata de la consagración o habilitación de la cláusula penal
–obligación accesoria– para garantizar una obligación no exigible, supuesto
antes concebido como “obligación natural”, clasificación eliminada del Código.

Otras vías de compulsión. El derecho de


retención. Remisión
Este tema será estudiado en la Unidad 13, pese a lo cual cabe tener presente
que se trata de una facultad del acreedor que tiene una función de compulsión
al deudor para que pague.

12
Dinámica de la garantía común.
Tutela conservatoria del crédito.

El poder del acreedor sobre la gestión


patrimonial del deudor. Acciones
conservatorias del patrimonio del
deudor: remisión
En la unidad anterior, ya se definió que las acciones conservatorias son
aquellas que tienden a mantener la integridad del patrimonio actual del
deudor, impidiendo que salgan los bienes de su activo o que se disminuya el
mismo para preservar la garantía común de los acreedores, es decir, el
patrimonio del deudor.

Dentro de la tutela conservatoria, se encuentran las medidas de integración del


patrimonio del deudor, que incluyen las acciones: subrogatoria y de simulación,
que serán objeto de estudio en esta unidad.

Acción subrogatoria: medida de


integración del patrimonio del deudor
Definición
La acción subrogatoria, indirecta u oblicua es un derecho que la ley le concede
al acreedor, cuyo deudor por negligencia o inactividad no ejercita derechos que
le son propios, con lo que desmejora su patrimonio, para exigirlos judicialmente
en su nombre. Por medio de esta acción, el acreedor “se coloca en lugar de”
–subroga– su deudor y ejercita sus derechos, a fin de impedir que se pierdan y
lograr que ingresen bienes a su patrimonio, para conservar la garantía (Moisset
de Espanés, 2004).

Cabe aclarar que en esta acción el acreedor no goza de preferencia alguna


sobre los bienes obtenidos por esta vía, sino que si así lo pretende debe luego

13
embargarlos, por ejemplo (véase cuadro sobre diferencias con la acción directa:
Unidad 10, punto 10.3.7, en la que lo reclamado ingresa directamente al
patrimonio del acreedor que demanda).

En este caso, existen tres sujetos y el ejercicio de la acción puede graficarse del
siguiente modo:

Figura 3

Acreedor Deudor 1 E crédito ingresa


Tercero. Deudor
subrogante (actor) (subrogado) 2 (demandado)
al patrimonio

Reclama al deudor de su deudor

Fuente: Elaboración propia.

La importancia de esta acción tiene lugar cuando la prestación adeudada son


objetos distintos a una suma de dinero, de lo contrario, es mucho más eficaz
obtener el embargo que impide el empobrecimiento del deudor y le concede al
acreedor preferencia de cobro.

Ej.: Ana (deudor 1) compra x cantidad de mercadería para su local comercial a


Paula (acreedor) por la suma de $ 5.000. A su vez, Ana le venció y entregó la
mercadería a María (deudor2 del deudor) por la suma de $ 8.000, pero no
cobró ni realiza ningún acto a fin de exigir el cumplimiento de su deudora, pues
adquirió muchas deudas y no quiere perder esos ingresos pendientes.

En consecuencia, la ley le permite a Paula a demandar a María por la deuda que


esta tiene con Ana, y en caso de vencer en juicio, el monto ingresará al
patrimonio de Ana, del que luego Paula podrá cobrar su crédito.

Fundamento de la acción subrogatoria


El fundamento de la acción subrogatoria se encuentra en los principios: “el
patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores” y “la
responsabilidad universal del deudor” que responde con todos sus bienes (arts.
242 y 743), por tal razón se los faculta a lograr el efectivo ingreso de bienes al
patrimonio del deudor cuando este no lo realiza, a fin de cobrar su crédito.

Naturaleza Jurídica

14
Se debate la naturaleza jurídica de la acción subrogatoria si se trata de un título
propio, si se fundamenta en una sustitución procesal o si existe representación
legal en interés del representante.

Pizarro y Vallespinos (2014) sostienen que se trata de un instituto complejo,


que participa de las características de otras instituciones, sin identificarse
plenamente con ellos. Es una representación legal, en interés del
representante. Explican que hay representación porque el subrogante ejercita
un derecho ajeno, que mantiene tal calidad, e incluso el producido ingresa al
patrimonio de su deudor. En consecuencia, la ley imputa los actos del
representante al representado, mientras este permanezca inactivo.

Caracteres de la acción
Las características de la acción subrogatoria son:

 Conservatoria: impide el empobrecimiento del patrimonio del deudor.

 Individual: la ejerce cualquier acreedor, y cesa cuando se activa el


deudor.

 Indirecta: el acreedor actúa en representación del deudor cuyos


derechos ejerce.

 Facultativa: el acreedor puede optar entre esta y otras herramientas que


le concede el ordenamiento.

 No subsidiaria: de otras vías que tenga el acreedor.

 No es de orden público: las partes pueden pactar que el acreedor no


podrá ejercer esta acción o restringir su aplicación.

Condiciones de ejercicio (Relativas al acreedor y al


deudor. Relativas al objeto. Derechos susceptibles de
ser ejercitados por vía subrogatoria. Excepciones)
Los requisitos para ejercer la acción pueden distinguirse según los sujetos y el
objeto de la acción del siguiente modo:

1. Con respecto al acreedor del subrogante: ser acreedor del deudor, por
un crédito cierto, sea o no exigible, incluso puede accionar si es a plazo
o sujeto a condición (art. 739). El acreedor debe acreditar un interés
legítimo para que el juez habilite la subrogación.

15
2. Con respecto al deudor subrogado: debe ser inactivo, en el sentido de
ser remiso en cobrar el crédito cierto que podría incrementar su
patrimonio (art. 739). Alcanza la negligencia, no se requiere dolo o culpa
del deudor en dicha inacción.

3. Relativos al objeto: la regla es que el acreedor puede ejercer todos los


derechos y acciones del deudor, salvo los expresamente excluidos por el
art. 741:

o los que, “por su naturaleza o por disposición de la ley, solo


pueden ser ejercidos por su titular”47. Ej.: personalísimos,
extrapatrimoniales como alimentos futuros.

o los “sustraídos de la garantía colectiva de los acreedores”48


(relación con el art. 744 del Código y otros previstos en distintas
leyes);

o “las meras facultades, excepto que de su ejercicio pueda resultar


una mejora en la situación patrimonial del deudor”49. Ej.:
contratar un inmueble que tiene desocupado, explotar los
derechos de un invento.

Efectos de la acción subrogatoria con relación al


acreedor, al deudor y al tercero
Los efectos de la acción subrogatoria pueden distinguirse sobre la base de las
distintas relaciones habidas entre los tres sujetos existentes (Pizarro y
Vallespinos, 2014):

 Entre acreedor subrogante y su deudor subrogado: se produce una


sustitución en los derechos, la gestión beneficia al deudor, pues los
bienes ingresan a su patrimonio. El deudor puede recuperar el ejercicio
de sus derechos en cualquier momento –cesa la inactividad– y puede
disponer libremente de sus bienes.

 Efectos entre subrogante y el tercero: la acción subrogatoria no cambia


la obligación existente entre el subrogado y el tercero. La demanda debe
ser por el monto que este le debe al subrogado, ni más ni menos. El
tercero demandado tiene derecho a oponer todas las defensas que le
correspondían contra el subrogado. El acreedor no puede disponer del

47
Art. 741. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
48
Art. 741. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
49
Art. 741. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

16
crédito, sólo embargarlo para evitar que otros acreedores de su deudor
cobren antes que él.

 Efectos entre el subrogado y el tercero: no cambia para nada la relación


entre ellos. Con la citación del deudor queda alcanzado por los efectos
de la sentencia y el pago del crédito tendrá efecto extintivo.

 Entre el acreedor subrogante y los demás acreedores del deudor


subrogado: quien ejerce la acción subrogatoria no obtiene ningún
privilegio respecto del crédito que intenta cobrar del deudor. La acción
beneficia a todos los acreedores, por ello se recomienda al subrogante
embargar el crédito.

Cesación
La acción subrogatoria cesa en cualquier momento por la actividad del deudor
que justificaba su ejercicio, es decir, que el deudor desplaza al acreedor
subrogante y actúa por sí mismo, sin que pueda volverse atrás ninguna etapa
procesal.

Pizarro y Vallespinos (2014) aclaran que si luego del cese de la subrogación el


deudor abandonara el juicio, el acreedor tiene derecho a retomar las
actuaciones en su lugar.

Aspectos procesales. Citación del deudor.


Defensas oponibles. Nociones
Tal como se señaló, la acción subrogatoria sólo puede ejercerse por vía judicial,
por ello resulta imprescindible conocer los aspectos procesales básicos para su
ejercicio.

 No se requiere autorización previa, es una facultad que el ordenamiento


jurídico le concede al acreedor.

 Entablada la demanda, se requiere la citación a juicio del deudor para


que tome intervención (art. 740 del Código). Como consecuencia de ello,
se garantiza que el deudor pueda reasumir por sí sus derechos, de lo
contrario, que pueda ejercer su defensa, y además, la sentencia tendrá
efectos de cosa juzgada.

 Defensas oponibles: de acuerdo con el art. 742: “Pueden oponerse al


acreedor todas las excepciones y causas de extinción de su crédito, aún
cuando provengan de hechos del deudor posteriores a la demanda,

17
siempre que éstos no sean en fraude de los derechos del acreedor”50.
Campagnucci de Caso (2014) opina que la norma debió ser más explícita
y aclarar si se trababa de las defensas contra su propio deudor o el
verdadero titular del derecho que reclama.

 En caso de cese de la subrogación: el acreedor puede conservar su


intervención en el proceso, con distinta participación, como tercero.

 El juez competente: es el que lo hubiera sido si el propio deudor hubiera


iniciado la acción.

Acción de simulación
Nociones generales. Su importancia como vía de tutela
satisfactiva del crédito. Remisión a las normas de los
actos jurídicos. Características. Clases: lícita o ilícita.
Acciones entre partes y ejercidas por terceros. Efectos
de la acción
El Código regula esta medida de integración del patrimonio del deudor al
regular los vicios de los actos jurídicos, en los arts. 333 a 337. Si bien esta acción
ya fue estudiada en Derecho Privado I, vale recordar sus principales aspectos.

La primera de las normas referenciadas establece la caracterización de la acción


de simulación en los siguientes términos:

La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico


de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene
cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o
cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas
interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se
constituyen o transmiten.51

Moisset de Espanés (2004) explica que en la simulación hay una discordancia


entre lo que se declara y lo que se hace, lo que puede menoscabar el
patrimonio del deudor, por ejemplo, creando deudas inexistentes, o haciendo

50
Art. 742. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
51
Art. 333. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

18
desaparecer bienes que deben integrar la prenda común de los acreedores, y
por ello se les concede la acción en su contra.

Benavente (2015) afirma que la simulación es un defecto contrario a la buena


fe. Consiste en un acto o negocio jurídico que, por acuerdo de partes, se
celebra exteriorizando una declaración recepticia no verdadera, que tienen por
finalidad engañar a terceros.

En consecuencia, en la simulación existen dos actos: el “negocio simulado”, en


el que las partes son consientes que se trata de un acto no real o aparente, y el
“acuerdo simulatorio”, que encierra la verdadera intención de las partes.

Las clases de simulación se encuentran receptadas en el art. 334 del Código:

 Lícita: cuando el acto simulado no perjudica a nadie, es autorizada por la


ley.

 Ilícita: si el acto es en sí mismo contrario a la ley o si perjudica a terceros.


Acarrea la nulidad del acto.

Otra clasificación, según la extensión de la simulación es en:

 Absoluta: no hay nada de real en el negocio;

 Relativa: sólo alguno de los elementos es simulado.

Los elementos de la simulación que justifican la acción son los siguientes,


conforme Pizarro y Vallespinos (2014):

1. Es un verdadero acto jurídico.

2. Requiere un acuerdo simulatorio entre las partes, por el que se


aparenta o simula la realidad, o se oculta o disimula. Marca la
contradicción entre la apariencia y la realidad.

3. No se agota en el acuerdo simulado, se complementa e integra con el


negocio disimulado.

4. El fin de la simulación es engañar a terceros, aun cuando no generen


perjuicios.

La acción de simulación tiene por fin lograr que el negocio jurídico sea
declarado nulo en sede judicial. La acción es un medio conservatorio a fin de
integrar el patrimonio del deudor, para que regrese un bien que salió mal, y es
declarativa, pues da certidumbre a una situación jurídica real.

19
El código distingue las acciones según sea interpuesta entre las partes del
negocio o por un tercero, en los arts. 345 y 336, respectivamente:

 Acción entre partes: no procede ningún tipo de acción entre ellas si el


acto es ilícito o perjudica a terceros –simulación ilícita–, excepto si las
partes no pueden conseguir ningún beneficio con el ejercicio de la
acción.

Quien alega la simulación en principio debe probarla con el respectivo


contradocumento en el que consta el acto verdadero, excepto se
justifiquen las razones por las que este no existe o no puede presentarse,
en cuyo caso sólo procederá cuando medien circunstancias inequívocas
respecto de la simulación.

 Acción de terceros: cuyos derechos o intereses legítimos son afectados


por el acto simulado pueden demandar la nulidad. Ej.: los acreedores del
deudor que realiza un acto simulado para insolventarse.

En este caso, el tercero puede probar la simulación por cualquier medio


de prueba.

Los efectos de la acción de simulación están consagrados en el art. 337 del


Código.

Benavente (2015) señala que se regulan los efectos de la sentencia de


simulación con relación a terceros, ya sean subadquirentes o acreedores del
ficticio enajenante o del ficticio adquirente. Se protege la buena fe y la
apariencia sobre cuya base obró el tercero que adquirió derechos sobre la cosa
o bien, por supuesto siempre que sea de buena fe y a título oneroso. No se da
relevancia a la fecha del crédito protegido. El artículo contempla dos supuestos:
por un lado, cuando el bien que fue objeto de la simulación es ejecutado a
pedido de los acreedores del adquirente, y, por otro, cuando el ficticio titular lo
transmite a un tercero.

Concretamente, se dispone que la simulación no es oponible a los acreedores


del adquirente simulado que de buena fe hayan ejecutado bienes
comprendidos en el acto.

Además, la acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos


obtenidos en el acto impugnado sólo procede si se adquirió a título gratuito o
de mala fe –es cómplice en la simulación–.

Finalmente, se establece la responsabilidad solidaria del deudor y del tercero


subadquirente de mala fe por los daños causados al acreedor que inició la
acción si los derechos se transmitieron a un adquirente de buena fe y a título
oneroso, o si se perdieron para el acreedor.
El tercero que contrató de buena fe, pero a título gratuito, responde en la
medida de su enriquecimiento.

20
Bibliografía de referencia
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Ley Nº 24.522. Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley Nº 24.240. Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

21
Ley Nº 24.430. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

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Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. Argentina: Abeledo
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Sistema Argentino de Información Jurídica. Buenos Aires, Argentina. Recuperado de:


http://www.infojus.gob.ar/

22
Dinámica de la
garantía común

Derecho
privado II
Dinámica de la
garantía común
Derecho de retención
Definición. Justificación
El derecho de retención es otra de las facultades que el ordenamiento jurídico
otorga al acreedor, integrante de la tutela conservatoria de su crédito, y
también se lo ubica como una medida de compulsión.

Si bien no se encuentra definido en el Código, y lo conceptualizamos como: “la


facultad conferida al acreedor para rehusar la entrega de la cosa que tiene en
su poder en virtud de un crédito nacido por esa misma cosa, a los fines de
garantizarse el cobro del mismo” (Brandalise, Garzino, Monjo, Robledo, 2008,
p. 4). Ej.: el tallerista que conserva en su poder el automotor arreglado hasta
que se le pague el valor de las reparaciones; el locatario que no restituye el
inmueble hasta que el locador abone las mejoras necesarias realizadas.

El instituto se encuentra regulado en Código en el Libro Sexto: “Disposiciones


comunes a los derechos personales y reales”, Título III: “Derecho de retención”,
en los arts.2587 a 2593 en el que se consagran todas las reglas sobre esta
facultad, y cabe destacar que se eliminar los casos particulares de ejercicio uqe
preveía en diversos supuestos el Código Civil.

El art. 2587 reza: “Todo acreedor de una obligación cierta y exigible puede
conservar en su poder la cosa que debe restituir al deudor, hasta el pago de lo
que éste le adeude en razón de la cosa. (…)”52.

Las funciones que cumple el derecho de retención son dos:

 Medio de garantía: para el acreedor que puede retener la cosa hasta


que se le pague lo que se le debe por ella;

 Medio de compulsión y constreñimiento indirecto para que el deudor


cumpla, pues hasta que no lo haga no tendrá la cosa.

Condiciones de ejercicio
52
Art. 2.587. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

1
Todo acreedor podrá ejercer el derecho de retención siempre que se den sus
condiciones de ejercicio:

1. Tenencia de una cosa: ajena como regla general, aunque


excepcionalmente puede ser propia. La tenencia debe ser de una cosa
(art. 16), cuya tenencia esté en el comercio (Leiva Fernández, 2012), y
siempre que deba restituirse y pueda ser embargable (art. 2588).

Es importante tener presente que la facultad sólo la tiene quien obtiene


la detentación de la cosa por medios lícitos, es decir, se requiere buena
fe en el comienzo de la tenencia de la cosa; “y carece de ella quien la
recibe por una relación contractual a título gratuito, salvo que sea en
interés del otro contratante”53.

2. Existencia de un crédito contra el acreedor a la restitución: debe ser


cierto y exigible. El acreedor que pretende su ejercicio debe alegar y
probar la existencia del crédito, que se encuentra insatisfecho y que
guarda conexión con la cosa.

3. Conexión del crédito con la cosa: es preciso que el crédito se haya


generado en virtud de la cosa. Ej.: gastos de mantenimiento, reparación,
mejoras, etc. Leiva Fernández (2012) señala que el nuevo código remite
a una conexidad objetiva relativizada porque el crédito puede estar
vinculado no sólo con la cosa, sino también con la tenencia de la cosa
(Ej.: por daños causados por la cosa).

Por su parte, el art. 2589 aclara que el ejercicio de la retención no requiere


autorización judicial ni manifestación previa del retenedor.

Caracteres
 Legal: El derecho de retención nace de la ley, la cual establece sus
condiciones de ejercicio.

 Accesorio: depende del crédito que está garantizando, es decir que,


extinguida la obligación principal, este derecho desaparece.

 Facultativo: el acreedor no está obligado a ejercerlo.

 No subsidiario: su ejercicio es indiferente de que el acreedor posea o no


otras vías de reclamo.

53
Art. 2.587. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

2
 Indivisible: el pago parcial no importa la extinción parcial de este
derecho, y el acreedor puede conservar la cosa retenida. Así lo establece
el art. 2592: “se ejerce sobre la totalidad de la cosa cualquiera sea la
proporción del crédito adeudada al retenedor”54.

 Transmisible: Su transmisibilidad opera tanto por acto entre vivos como


mortis causa. Expresamente, el art 2592 dispone que “la facultad se
transmite con el crédito al cual accede”55, lo que se fundamenta en el
hecho de ser accesoria a él.

 Sustituible: el juez puede autorizar que la cosa objeto del derecho de


retención sea sustituida por una garantía suficiente (art. 2589).

En general, se ejerce judicialmente por vía de excepción, aunque nada obsta


que pueda ser como acción

Derechos y obligaciones del retenedor


El Código estipula expresamente los derechos del retenedor en el art. 2590:

1. “Ejercer todas las acciones de que dispone para la conservación y


percepción de su crédito, y las que protegen su posesión o tenencia con
la cosa retenida”56. En estas últimas, se incluyen las acciones posesorias
para recuperar la tenencia y repeler cualquier pretensión de entrega del
deudor o de terceros.

2. “Percibir un canon por el depósito, desde que intima al deudor a pagar


y a recibir la cosa, con resultado negativo”57. Es una consecuencia del
deber de conservación de la cosa, y un derecho a recuperar los gastos
que le ocasiona la tenencia.

3. Finalmente:

“Percibir los frutos naturales de la cosa retenida, pero no está


obligado a hacerlo. Si opta por percibirlos, debe dar aviso al
deudor. En este caso, puede disponer de ellos, debiendo imputar

54
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
55
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
56
Art. 2.590. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
57
Art. 2.590. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

3
su producido en primer término a los intereses del crédito y el
excedente al capital” 58.

Se trata de una opción que tiene el acreedor cuando la cosa produce


frutos.

Por su parte, las obligaciones del retenedor están consagradas en el art. 2591:

1. “No usar la cosa retenida, excepto pacto en contrario, en el que se


pueden determinar los alcances de dicho uso, inclusive en lo relativo a
los frutos”59. El Código Civil prohibía terminantemente el uso de la cosa,
el que causaba la extinción del derecho, sin embargo, ahora se permite
que por acuerdo de partes se autorice al acreedor retenedor a usar la
cosa, lo que ha sido criticado por la doctrina60.

2. “Conservar la cosa y efectuar las mejoras necesarias a costa del


deudor”61, pues este es el propietario de la cosa. Si no cumple con este
deber, será responsable por los daños y/o destrucción de la cosa;

3. “Restituir la cosa al concluir la retención y rendir cuentas al deudor de


cuanto hubiera percibido en concepto de frutos”62.

Derechos y deberes del deudor propietario de la cosa

Si bien el Código no consagra expresamente los derechos y deberes del deudor,


la doctrina se ocupó de estipularlos y pueden sintetizarse del siguiente modo:

A) Derechos:

1. A ejercer el derecho de propiedad sobre la cosa.

2. A la restitución de la cosa.

58
Art. 2.590. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
59
Art. 2.591. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
60 Leiva Fernández (2012), especialista en el tema, sostiene que las partes pueden acordarlo y

como pacto sería válido, pero dejaría de ser retención, pues desnaturalizaría la facultad del
instituto —esencialmente legal—, acercándola a la prenda o a la anticresis según se trate de
cosa mueble o inmueble. La retención regular o pura retención prohíbe el uso de la cosa
retenida. Si las partes acuerdan lo contrario, deja de ser un supuesto de retención.
61
Art. 2.591. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
62
Art. 2.591. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

4
3. A oponerse al resurgimiento de la retención en caso de restitución o
abandono voluntario del retenedor.

B) Deberes del deudor:

1. Cumplir con la deuda que generó la retención.

2. Abstenerse de turbar la retención.

3. Indemnizar al retenedor por los gastos de conservación y mejoras


necesarias y los originados por el depósito.

Efectos del derecho de retención


Están previstos en el art. 2592 del Código, algunos de los cuales ya han sido
analizados en puntos anteriores:

a. “se ejerce sobre toda la cosa cualquiera sea la proporción del crédito
adeudada al retenedor”63. Carácter indivisible de la retención.

b. “se transmite con el crédito al cual accede”64. Es transmisible.

c. “no impide al deudor el ejercicio de las facultades de administración o


disposición de la cosa que le corresponden, pero el retenedor no está
obligado a entregarla hasta ser satisfecho su crédito”65. El deudor puede
vender la cosa, por ejemplo, pero deberá hacer saber al adquierente
que no podrá entregarla porque es objeto del derecho de retención,
hasta que no pague el crédito.

d. “no impide el embargo y subasta judicial de la cosa retenida, por otros


acreedores o por el propio retenedor. En estos casos, el derecho del
retenedor se traslada al precio obtenido en la subasta, con el privilegio
correspondiente”66. Aquí se regula la relación entre el acreedor
retenedor y el resto de los acreedores del deudor, por ejemplo, uno que
tenga una prenda sobre el automotor retenido, quien puede
válidamente hacer subastar el bien asiento de su privilegio, pero el
retenedor también tiene privilegio, tal como se analizará luego.

63
El destacado nos pertenece. Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
Honorable Congreso de la Nación Argentina.
64
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
65
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
66
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

5
e. “mientras subsiste, interrumpe el curso de la prescripción extintiva del
crédito al que accede”67 (ver art. 2544 del Código).

f. “en caso de concurso o quiebra del acreedor de la restitución, la


retención queda sujeta a la legislación pertinente”68, es decir, habrá
que estar a las reglas previstas en la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras
y, específicamente, al modo en que se regula el privilegio del retenedor.

Extinción
El derecho de retención puede concluir por vía directa, es decir, por cuestiones
atinentes al mismo, o por vía de consecuencia, por la extinción del crédito
principal que acarrea el accesorio.

El art. 2593 del Código los unifica en los siguientes casos:

1. “extinción del crédito garantizado”69: obligación principal, recordando


que para extinguir el derecho, el pago debe ser íntegro.

2. “pérdida total de la cosa retenida”70: deja de existir uno de sus


presupuestos de ejercicio.

3. “renuncia”71: manifestación expresa del acreedor, voluntariedad, de no


ejercer el derecho.

4. “entrega o abandono voluntario de la cosa”72. No renace aunque la


cosa vuelva a su poder”: si el acreedor abandona la cosa o la devuelve al
deudor, luego no puede pretender ejercer la retención.

5. “confusión de las calidades de retenedor y propietario de la cosa,


excepto disposición legal en contrario”73. Ej.: si el retenedor compra la
cosa retenida.

6. “falta de cumplimiento de las obligaciones del retenedor o si incurre


en abuso de su derecho”74. Ej.: si no la conserva o si la usa si no estaba
pactado.
67
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
68
Art. 2.592. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
69
Art. 2.593. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
70
Art. 2.593. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
71
Art. 2.593. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
72
Art. 2.593. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
73
Art. 2.593. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

6
Transmisibilidad
Si bien esta alternativa no estaba regulada en el Código Civil, se receptaba
doctrinal y jurisprudencialmente. El Código unificado habilita la transmisibilidad
de modo expreso en el art 2592, que dispone que la facultad de retener se
transmite con el crédito al cual accede, lo que se fundamenta en el hecho de
ser accesoria a él.

En consecuencia, el retenedor puede ceder el crédito contra el deudor, y con


este, el ejercicio de retención.

Otro supuesto es en caso de muerte del retenedor, pues sus herederos al


recibir el crédito también conservan el derecho de retención.

Posibilidad de sustitución
A fin de evitar que la retención se convierta en un instrumento de coacción
arbitraria para el deudor, el Código señala que el juez puede autorizar que la
cosa objeto del derecho de retención sea sustituida por una garantía suficiente
(art. 2589), lo que deberá analizar y valorar en el caso concreto.

Esta posibilidad es de gran importancia, por ejemplo, si el objeto de la


retención es imprescindible para el deudor por constituir una herramienta de
trabajo (taxi, remis, camión en el taller) o una cosa imprescindible para su vida
cotidiana familiar (lavarropas).

Con la redacción del nuevo artículo se cuestiona si debe ser a pedido de parte o
si el juez puede de oficio ordenar la sustitución en caso de abuso del derecho.
Sin embargo, en todos los casos se requerirá el ofrecimiento de otra garantía
suficiente para el acreedor (fianza de un tercero, prenda de algún automotor,
hipoteca, etc.).

El privilegio de retenedor en el Código Civil y Comercial


en la Ley de Concursos y Quiebras Nº 24.522
Tanto en el Código como en la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras, el
retenedor detenta un privilegio para cobrar su crédito con preferencia a otros
acreedores.

74
Art. 2.593. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

7
En caso de ejecución –juicio– individual se aplicarán, las reglas del Código, y en
caso de ejecución colectiva –concurso o quiebra–, las de la ley especial.

El Código lo regula en el art. 2582, en el cuarto grado, que dispone: “lo


adeudado al retenedor por razón de la cosa retenida, sobre ésta o sobre las
sumas depositadas o seguridades constituidas para liberarla”75.

Por su parte, la LCQ dispone en el art. 131:

La quiebra suspende el ejercicio del derecho de retención sobre


bienes susceptibles de desapoderamiento, los que deben
entregarse al síndico, sin perjuicio del privilegio dispuesto por el
artículo 241, inciso 5. Cesada la quiebra antes de la enajenación
del bien continúa el ejercicio del derecho de retención,
debiéndose restituir los bienes al acreedor, a costa del deudor.76

Mientras que el art. 243 establece el rango de los privilegios especiales, y ubica
en tercer lugar al retenedor: “el crédito de quien ejercía derecho de retención
prevalece sobre los créditos con privilegio especial si la retención comenzó a
ejercerse antes de nacer los créditos privilegiados”77.

Privilegios
Definición
Como consecuencia del principio que “el patrimonio es la garantía común de
los acreedores” (art. 242 y 743), y ante la circunstancia de que este no alcance
para cubrir todas las deudas que mantiene con diversos acreedores, surge la
teoría de los privilegios, dentro de la tutela conservatoria del crédito, como una
excepción a la regla de la par conditio creditorum –principio de igualdad entre
todos los acreedores–, pues otorga preferencia a algunos créditos sobre otros.

Es importante destacar que mientras el patrimonio del deudor tenga


suficientes bienes para pagar sus deudas, no se justifica que un acreedor, aun
cuando tenga un privilegio, interfiera en la ejecución de un bien por otro
acreedor (Borda, 2009).

75
Art. 2.582. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
76 Art. 131. Ley Nº 24.522. Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.
77
Art. 243. Ley Nº 24.522. Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

8
Pizarro y Vallespinos (2014) destacan que el privilegio es objetivo, pues no está
determinado por la persona del acreedor, sino que son concedidos por ley en
función de la naturaleza del crédito que se hace prevalecer. Ej.:
indemnizatorios, laborales, alimentarios, etc.

El Código define a los privilegios en el art. 2573:

“Privilegio es la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado


con preferencia a otro…”78.

Método del Código Civil y Comercial


El Código regula los privilegios en el Libro Sexto: “Disposiciones comunes a los
derechos reales y personales”, Título II: “Privilegios”, lo que ha sido
cuestionado, pues en realidad se afirma que debió ubicarse junto con las
obligaciones por tratarse de una calidad especial que se otorga a determinados
créditos –derechos personales– y por ende, integran la tutela conservatoria del
crédito (Ossola, 2015; Padilla, 2014).

Los artículos específicos que establecen las reglas en materia de privilegios son
desde el 2473 al 2586. En primer lugar, el Capítulo 1 consagra las “Disposiciones
generales”, y luego en el Capítulo 2 se establecen los “Privilegios especiales”.

Cabe destacar que el Código Civil establecía un régimen complejo, con


clasificaciones y reglas que colisionaban en algunos casos con las normas de la
ley de Concursos y Quiebras, lo que ha sido superado con el Código Civil y
Comercial que, como explica Ossola (2015), simplifica notablemente la
temática, pues sólo regula los privilegios especiales y no los generales, que sólo
son invocables en procesos universales y, por ende, se rigen por la Ley
Concursos y Quiebras, que también resulta aplicable en materia sucesoria.

En definitiva, tenemos básicamente dos regímenes que regulan los privilegios:

 Código Civil y Comercial: sólo define los privilegios especiales que rigen
en los procesos de ejecución individual;

 Ley 24.522 de Concursos y Quiebras: regula los privilegios generales y


especiales para procesos colectivos –incluso para sucesorios–. El Código
hace expresa remisión a esta en los arts. 2579 y 2580.

78Art. 2.573. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
En conclusión, la regulación unificada del Código que se asemeja a la de la LCQ,
tiende a la unidad de sistemas en materia de privilegios, y sólo deja en leyes
especiales la definición de otros supuestos que no merecen tutela específica en
el Código, como puede ser: Ley de Navegación, Ley de Defensa del Consumidor,
etc., que establecen su propio régimen.

Caracteres
 De creación legal exclusiva: sólo pueden ser previstos por ley, por
seguridad jurídica (art. 2574).

 Excepcionales: constituyen una excepción al principio de la igualdad de


los acreedores, por eso en esta materia no se aplica la analogía y, en caso
de duda, se está por la menor extensión o por su inexistencia.

 Restrictivos: no se extienden “a los intereses, ni a las costas, ni a otros


accesorios del crédito, excepto disposición legal expresa en contrario”79.

 Inseparabilidad del crédito: no pueden ser separados del crédito que


garantizan, pues son una calidad de este.

 Objetividad: existen independientemente del sujeto que no interesa a


los fines de la creación del privilegio, sólo se fundamentan en la
naturaleza del crédito –objetivos–.

 Accesoriedad: dependen del crédito que garantizan. No son una


obligación accesoria, sino que son una calidad accesoria del crédito.

 Indivisibilidad: expresamente consagrada en el art. 2576: “son


indivisibles en cuanto al crédito y en cuanto al asiento,
independientemente de la divisibilidad del asiento o del crédito”80.

 Esto produce dos consecuencias: 1. el pago parcial no lo extingue; 2. si se


pierde o deteriora parcialmente la cosa asiento del privilegio, este
subsiste parcialmente sobre lo que se mantiene.

 Transmisibilidad: consagrada en el art. 2576: “la transmisión del crédito


incluye la de su privilegio”81. Es una consecuencia de los caracteres de
inseparabilidad y accesoriedad.

79
Art. 2.577. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
80
Art. 2.576. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
81
Art. 2.576. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
El asiento del privilegio
El art. 2573 refiere al denominado asiento del privilegio, que: “es el bien o
conjunto de bienes sobre cuyo producido recae el privilegio” (Pizarro y
Vallespinos, 2014, p. 167), al disponer que este:

(…) puede ejercitarse mientras la cosa afectada al privilegio


permanece en el patrimonio del deudor, excepto disposición
legal en contrario y el supuesto de subrogación real en los casos
que la ley admite. El privilegio no puede ser ejercido sobre cosas
inembargables declaradas tales por la ley.82

Por ejemplo: el asiento del privilegio de los gastos de conservación del


inmueble recaen sobre ese inmueble; los créditos de los trabajadores
determinados por el Código, sobre las mercaderías, materias primas y
maquinarias que se encuentren en el establecimiento del deudor o sirven para
su explotación.

Iturbe (2012) explica que como el privilegio puede:

(…) ejercitarse mientras la cosa afectada permanece en el


patrimonio del deudor, (lo que avalaría la postura de quienes
entienden que el asiento del privilegio es la cosa), excepto
disposición legal en contrario y el supuesto de subrogación real
en los casos que la ley lo prevea de tal forma. Queda descartado,
entonces, como regla, el carácter reipersecutorio del privilegio,
aunque como se deja a salvo la posibilidad de que exista una
disposición legal en contrario. (p. 1164).

Subrogación real
Tiene lugar cuando el asiento del privilegio es sustituido por otros bienes que
ingresan al patrimonio del deudor en reemplazo de la cosa que constituía el
asiento originariamente.

El art. 2573 sólo la admite en casos que admite la ley, como excepción a la regla
que el privilegio sólo puede ejercerse mientras la cosa esté en el patrimonio del
deudor. En consecuencia, es de interpretación restrictiva.

De cualquier modo, cabe aclarar que sólo procede en caso de privilegios


especiales, en la que se reemplaza la cosa (por eso es real), el bien originario

82
Art. 2.573. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
debe haber salido del patrimonio y en su lugar ingresado otro, es decir, debe
haber vinculación directa entre ambos (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Naturaleza jurídica
Durante la vigencia del Código de Vélez, se debatía si el privilegio se trataba de
un derecho real o de un derecho personal, por la ubicación metodológica del
tema y por las características del instituto. También se opinaba que consistía en
una cualidad del crédito o una facultad del acreedor.

El nuevo código puso fin al debate doctrinario, pues en la propia definición del
privilegio determina que se trata de una “cualidad del crédito”. Por ello, no son
derechos reales ni personales, pues no constituyen derechos subjetivos contra
el deudor, sino meras cualidades, propiedades o modos de ser de ciertos
créditos que les permiten ser pagados con preferencia a otros (Pizarro y
Vallespinos, 2014).

Legítimas causas de preferencia y privilegios. El


llamado privilegio del primer embargante: remisión
Se debate si existen diferencias entre los privilegios y las legítimas causas de
preferencia.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican las diferencias entre ambos:

Tabla 2
PRIVILEGIOS LEGÍTIMAS CAUSAS DE
PREFERENCIA
NATURALEZA JURÍDICA Calidad del crédito Resultan de derechos
reales de garantía
(prenda, hipoteca, etc.)

ORIGEN Legal Convencional

CAMPO DE ACTUACIÓN Derechos personales Derechos reales

IUS PREFERENDI No Por regla sí lo conceden

Fuente: elaboración propia.

12
Los autores citados explican que toda legítima causa de preferencia importa un
privilegio, pero no a la inversa, y para ellos no tiene sentido la distinción, pues
afirman que hay unidad entre ambas categorías, que no tiene consecuencias
prácticas la distinción, y entienden que las primeras son también privilegios.

La cuestión relativa al primer embargante ya fue analizada en la Unidad 11,


punto 1.3, a donde se remite.

Fuente legal. Competencia para legislar en


materia de privilegios
Por el carácter excepcional de los privilegios, que rompen con la igualdad entre
los acreedores, no se admite margen para la autonomía de la voluntad en este
ámbito, sino que sólo pueden ser creados por ley.

El art. 2374 expresamente consagra el origen legal de los privilegios, y aclara


que el deudor no puede crear a favor del acreedor un derecho para ser pagado
con preferencia a otro, sino del modo que la ley lo establece, lo que hace
referencia a la posibilidad del deudor de constituir derechos reales de garantía,
como prenda e hipoteca, que le conceden privilegios al acreedor. Sin embargo,
cabe aclarar que siempre es la ley la que lo crea.

La competencia para legislar en materia de privilegios deriva del art. 75 inc. 12


de la Constitución Nacional, es decir: sólo puede hacerlo el Congreso de la
Nación, lo que fue confirmado por fallos de la CSJN en diferentes
oportunidades.

El fundamento se encuentra en que se trata de una cuestión de derecho


común, que regula derechos sustanciales, de contenido patrimonial entre
acreedor y deudor (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Renuncia y postergación
Estas posibilidades están previstas en el art. 2575 del Código:

El acreedor puede renunciar a su privilegio. El acreedor y el


deudor pueden convenir la postergación de los derechos del
acreedor respecto de otras deudas presentes o futuras; en tal
caso, los créditos subordinados se rigen por las cláusulas
convenidas, siempre que no afecten derechos de terceros. El
privilegio del crédito laboral no es renunciable, ni postergable.83

83
Art. 2.575. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

13
Padilla (2014) señala que si bien el deudor no puede crear privilegios, si puede
convenir con el acreedor la “postergación” (subordinación) de los derechos
respecto de otras deudas, en cuyo caso se van a regir por lo convenido, siempre
que no se afecten derechos de terceros.

La subordinación se relaciona con el orden de los privilegios que estudiaremos


en esta unidad, y admite que acreedor y deudor pacten una modificación en
ese orden, siempre que no se perjudique a terceros (otros acreedores
privilegiados o no).

La renuncia se admite, pues se trata de una preferencia que favorece al


acreedor, y se admite por ser un derecho disponible. Cabe aclarar que se
renuncia a la calidad privilegiada del crédito y no a este, que pasará a ser uno
común o quirografario –sin preferencia–. Ej.: acreedor prendario que renuncia
a la calidad privilegiada que le otorga el derecho real de prenda y se mantiene
como acreedor común.

La última parte del artículo impide el ejercicio de estas facultades en materia


laboral a fin de proteger al trabajador.

Extensión
Una cuestión relevante la constituye la extensión del privilegio. Antes de la
sanción del Código unificado, la temática generaba debate, pero ahora el art.
2577 del CCC es claro y resuelve definitivamente la cuestión al establecer que
los privilegios sólo alcanzan al crédito al que otorgan preferencia de cobro, y no
se extienden a los intereses, costas, ni otros accesorios, excepto disposición
legal en contrario.

De este modo, se adopta el régimen previsto en la LCQ, que ya consagraba este


principio restrictivo de los privilegios.

Cómputo
El artículo 2578 determina el modo de contar el tiempo en los casos de
privilegios que se conceden por lapsos de tiempo, como el de los trabajadores,
que es por seis meses (art. 2582 inc. b).

La norma manda que el lapso se cuenta retroactivamente desde el reclamo


judicial, excepto disposición legal en contrario.

78

14
Procesos universales y privilegios generales. Créditos
quirografarios
Estas cuestiones se encuentran reguladas en los arts. 2579 a 2581, y son una
consecuencia de lo analizado en la metodología de los privilegios.

En síntesis, el Código dispone que en los procesos universales –concursos,


quiebras y sucesorios– el régimen aplicable es el de la Ley 24.522 de Concursos
y Quiebras, exista o no cesación de pagos. Además, el Código aclara que los
privilegios generales sólo pueden hacerse valer en estos tipos de juicio.

Extinción
La extinción del privilegio ocurre cuando desaparece la calidad preferencial
para el pago del crédito al que favorecen. Puede ocurrir por dos medios:

 Directo: sólo se extingue el privilegio, no el crédito. Son medios de este


tipo: renuncia, pérdida o destrucción total de la cosa, salida del bien del
patrimonio del deudor, insuficiencia del precio.

 Indirecto: por extinción del crédito al que conceden preferencia. Puede


ser por cualquiera de los modos extintivos previstos en el Código: pago,
compensación, confusión, etc.

Clasificación de los privilegios


Clasificación de los privilegios en el Código Civil y
Comercial
Tal como señalamos, el Código si bien recepta la clasificación de los privilegios
en generales y especiales, sólo regula los especiales y remite a la LCQ para los
generales.

Cabe aclarar que los créditos que no tienen privilegio alguno se denominan
“quirografarios” o comunes, pues no tienen ninguna preferencia para cobrar
antes que los demás y, de acuerdo con el art. 2581, todos estos créditos
concurren a prorrata entre sí –se les paga por partes iguales–, excepto
disposición expresa en contrario. Aquí también se advierte que el Código otorga
la calidad de quirografarios a los créditos y no a los sujetos (acreedores).

15
Privilegios generales y especiales. Diferencias
Los privilegios pueden ser de dos tipos:

 Generales: recaen sobre todo el patrimonio del deudor –todos los bienes
muebles e inmuebles–. Ej.: los gastos funerarios según el uso; b) los
gastos de enfermedad durante los últimos SEIS (6) meses de vida (art.
246 LCQ).

 Especiales: sólo afectan determinados bienes del deudor. Ej.: hipoteca:


un inmueble del deudor; prenda: un automotor.

Si bien ambos tipos detentan las características estudiadas al comenzar el


tema, existen diferencias (Borda, 2009) que pueden graficarse del siguiente
modo:

Tabla 3

GENERALES ESPECIALES

Juicio en el que Sólo en procesos En ejecuciones individuales


se aplican universales: concursos, –Ej.: tercería de mejor
quiebras y sucesorio. derecho– y en universales.

Subrogación No se admite. Sí, cuando la ley lo admite.


real

Concurso No procede. Se debe Sí, en caso de garantías reales.


especial esperar la liquidación Hay un procedimiento
(ejecución del general del patrimonio del especial para ejecutar el bien
bien asiento). deudor. que le permite cobrar antes.

Rango Menor Prevalecen sobre los generales

Fuente: elaboración propia.

Los privilegios especiales en el Código Civil y


Comercial. Supuestos. Extensión. Subrogación real.
Reserva de gastos.

16
Antes de ingresar al análisis de los diversos casos, cabe destacar que la
regulación de los privilegios especiales se realizó tomando como base la de la
LDC, de modo casi idéntico.

El art. 2582 del Código enumera los privilegios especiales en el siguiente orden,
y sobre los bienes resaltados en negrita –asiento–:

a. los gastos hechos para la construcción, mejora o


conservación de una cosa, sobre esta. Se incluye el crédito por
expensas comunes en la propiedad horizontal;

b. los créditos por remuneraciones debidas al trabajador


por seis meses y los provenientes de indemnizaciones por
accidentes de trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y
fondo de desempleo, sobre las mercaderías, materias primas y
maquinarias que, siendo de propiedad del deudor, se
encuentren en el establecimiento donde presta sus servicios o
que sirven para su explotación. Cuando se trata de dependientes
ocupados por el propietario en la edificación, reconstrucción o
reparación de inmuebles, el privilegio recae sobre estos;

c. los impuestos, tasas y contribuciones de mejoras que se


aplican particularmente a determinados bienes, sobre estos;

d. lo adeudado al retenedor por razón de la cosa retenida,


sobre esta o sobre las sumas depositadas o seguridades
constituidas para liberarla;

e. los créditos garantizados con hipoteca, anticresis,


prenda con o sin desplazamiento, warrant y los
correspondientes a debentures y obligaciones negociables con
garantía especial o flotante;

f. los privilegios establecidos en la Ley de Navegación, el


Código Aeronáutico, la Ley de Entidades Financieras, la Ley de
Seguros y el Código de Minería.84

Esta enumeración es casi idéntica a la de los privilegios especiales del art. 241
de la Ley 24.522, se innova al agregar el caso del anticresista, que no estaba ni
en esta ley ni en el Código Civil.

Por su parte, Iturbide (2012) señala que la unificación en materia de privilegios


especiales supone la eliminación de algunos que preveía el Código Civil y que
han desaparecido de la ley concursal, como el del vendedor de inmuebles y el
del locador, que ya no gozan de privilegio ni en la LCQ ni en el nuevo Código.
84
Art. 2.582. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

17
La extensión de los privilegios especiales sigue la regla antes expuesta, es
decir, comprende sólo el capital de la deuda exclusivamente salvo en los casos
previstos expresamente en el art. 2583:

1. “los intereses por dos años contados a partir de la mora, de los


créditos laborales mencionados en el inciso b) del artículo 2582”85.

2. “los intereses correspondientes a los dos años anteriores a la


ejecución y los que corran durante el juicio, correspondientes a los
créditos mencionados en el inciso e) del artículo 2582”86: hipoteca,
prenda, warrants, anticresis, debentures, obligaciones negociables con
garantía especial o flotante.

3. “las costas correspondientes a los créditos enumerados en los incisos


b) y e) del artículo 2582”87: laborales y del artículo anterior;

4. “los créditos mencionados en el inciso f) del artículo 2582, cuya


extensión se rige por los respectivos ordenamientos”88: Ley de
Navegación, Código Aeronáutico, Ley de Entidades Financieras, Ley de
Seguros y Código de minería.

Esta norma guarda relación con el art. 242 de la LCQ.

Con respecto a la posibilidad de subrogación real de los privilegios especiales,


el art. 2584 lo manda específicamente al disponer que: “El privilegio especial se
traslada de pleno derecho sobre los importes que sustituyen los bienes sobre
los que recae, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que
permite la subrogación real”89. Esto implica, por ejemplo, que si se vende el
automotor sobre el que recaía el asiento de la prenda, el valor que ingresa al
patrimonio del deudor en su lugar queda afectado por idéntico privilegio
especial; lo mismo ocurriría si el automotor es robado, y el propietario recibe
una indemnización de la compañía aseguradora, sobre ese monto tendrá
privilegio especial el acreedor prendario.

Es importante tener presente que cualquier acreedor con crédito con privilegio
especial, antes de cobrar el producido del bien asiento del privilegio, se verá
afectado por la disminución correspondiente a la denominada “reserva de
gastos” del art. 2585.

85
Art. 2.583. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
86
Art. 2.583. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
87
Art. 2.583. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
88
Art. 2.583. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
89
Art. 2.584. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

18
De conformidad a esta norma, antes de pagarle al acreedor se deberá realizar
la reserva de gastos para pagar:

1. Gastos de su conservación, custodia, administración y realización.

2. Gastos y los honorarios generados por las diligencias y tramitaciones


llevadas a cabo sobre el bien y en interés del acreedor.

Este es uno de los supuestos de excepción en cuanto a la extensión de los


privilegios por estar expresamente previstos por ley (Padilla, 2014).

Estos son los “gastos de justicia” generados a los fines del cobro del crédito por
el acreedor, por la conservación de la cosa y los trámites del juicio para su
remate y posterior cobro de su producido (depósito si corresponde, martillero,
publicidad, edictos, honorarios de aquel y demás sujetos intervinientes, etc.).

Clasificación de los privilegios en la Ley de Concursos y


Quiebras 24.522: nociones de los privilegios generales y
especiales en la Ley de Concursos y Quiebras

La Ley 24.522 se ocupa de la regulación de los privilegios en el Capítulo I, del


Título IV. Los créditos con privilegio en el concurso mantienen tal calidad en
caso de quiebra. Se trata de un sistema cerrado, pues, de acuerdo con el art.
239, sólo se aplican los privilegios previstos en esa ley, a excepción de los tres
casos expresamente consagrados: Ley de Entidades Financieras, Seguros y
Código Aeronáutico.

Los créditos en caso de concurso o quiebra se dividen en:

 Gastos de conservación y justicia: son los créditos contra la masa: que es


una entidad ideal que se forma una vez que el fallido o concursado es
desapoderado de sus bienes. Son créditos causados en la conservación,
administración y liquidación de los bienes del concursado en el trámite
del juicio (art. 240 de la LCQ, véase abajo). Ej.: conservación de los bienes
del patrimonio de propiedad del deudor, honorarios de síndico,
martillero, etc. Estos créditos son automáticamente exigibles desde que
se generan, y no necesitan verificación, prevalecen a los créditos contra
el deudor, salvo respecto a los que tienen privilegio especial.

 Créditos contra el deudor: son anteriores a la apertura del concurso o la


quiebra, y pueden ser de tres tipos:

19
1. Con privilegio especial: art. 241 LCQ: (son los mismos supuestos y en el
mismo orden del actual art. 2582 del Código, que lo tomó como fuente
para su regulación)

o Gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de


una cosa, sobre esta mientras exista en poder del concursado;

o Remuneraciones debidas al trabajador por 6 meses;


indemnizaciones por accidente de trabajo, antigüedad, despido,
falta de preaviso o fondo de desempleo; mercaderías, materias
primas o maquinarias en el establecimiento de explotación;

o Impuestos y tasas que se aplican particularmente a determinados


bienes, sobre estos.

o Créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrants, los


correspondientes a debentures y obligaciones negociables con
garantía especial o flotante;

o Lo adeudado al retenedor;

o Créditos de leyes especiales.

2. Con privilegio general: art. 246 LCQ: Estos créditos son satisfechos con
la mitad del total de los bienes del deudor, excluidos los que constituyan
créditos con privilegio especial y gastos de conservación y justicia. Son:

o Remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador por


6 meses, indemnizaciones de accidentes de trabajo, antigüedad,
despido, falta de preaviso o fondo de desempleo, vacaciones,
SAC; capital por prestaciones adeudadas al Sistema de Seguridad
Social, Persona física: gastos funerarios, enfermedad, gastos de
necesidad por 6 meses anteriores al Concurso o la Quiebra;
capital por impuestos y tasas; Capital por facturas de créditos por
hasta $ 20000 por cada vendedor o locador (Ley 24.760).

3. Créditos quirografarios: art. 248 LCQ: son los que no tienen ningún
privilegio, y comprende a los que:

o Nacen como tales.

o Devienen en tales: en el caso del remanente cuando no se alcanza


a cubrir el monto total del privilegio con el producido de su
asiento.

Conflicto de Privilegios

20
Definición
El conflicto de privilegios tiene lugar cuando el patrimonio del deudor no
alcanza para cubrir la totalidad de sus deudas, y concurren diferentes
acreedores con privilegios de diferente categoría, clase o rango, que impone la
necesidad de determinar, entre los créditos privilegiados, cuál prevalece o cuál
es el orden para pagar.

Antes de la sanción del Código unificado existían diversas normas jurídicas


aplicables a la cuestión, dentro del Código Civil y en otras leyes especiales, que
generaban grandes inconvenientes a la hora de determinar el orden de pago. El
nuevo ordenamiento simplifica la cuestión definiendo en un solo artículo (el
art. 2586) las reglas aplicables a los privilegios especiales.

La norma en cuestión establece como regla general que los privilegios


especiales tienen la prelación que resulta de los incisos del artículo 2582, en el
que se enumeran cuáles son los créditos con preferencia especial. Además, el
último inciso de la norma dispone otra norma general al señalar que: “si
concurren créditos comprendidos en un mismo inciso y sobre idénticos bienes,
se liquidan a prorrata”90, lo que importa que con el producido se pagará en
partes iguales a todos los acreedores.

Sin embargo, también dispone excepciones a la primera regla que tienen lugar
en los casos:

1. los créditos mencionados en el inciso f) del artículo 2582 tienen el


orden previsto en sus respectivos ordenamientos: hace referencia a los
creados por otras leyes especiales (Navegación, Seguros, etc.);

2. el crédito del retenedor prevalece sobre los créditos con privilegio


especial si la retención comienza a ser ejercida antes de nacer los
créditos privilegiados: aplicación de la regla: primero en el tiempo,
mejor en el derecho, lo que llevará a comparar ambos créditos y definir
su prevalecencia según la fecha en que comenzó la retención y los
demás privilegios especiales;

3. el privilegio de los créditos con garantía real prevalece sobre los


créditos fiscales y el de los gastos de construcción, mejora o
conservación, incluidos los créditos por expensas comunes en la
propiedad horizontal, si los créditos se devengaron con posterioridad a
la constitución de la garantía;

4. los créditos fiscales y los derivados de la construcción, mejora o


conservación, incluidos los créditos por expensas comunes en la
propiedad horizontal, prevalecen sobre los créditos laborales
posteriores a su nacimiento;

90
Art. 2.586. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

21
5. los créditos con garantía real prevalecen sobre los créditos laborales
devengados con posterioridad a la constitución de la garantía.

Conflicto entre acreedores con privilegios especiales


en la Ley de Concursos y Quiebras 24.522. Nociones

La Ley 24.522 establece su propio régimen ante conflicto de privilegios, el que


resuelve en:

1. Gastos de conservación y justicia: primero los del art. 244 (por


ejecución de bienes asiento de privilegios especiales) y luego los del art.
240 (demás gastos generales del concurso o quiebra).

2. Privilegios especiales: art. 241.

3. Luego de pagados los anteriores, el remanente se divide en dos para


pagar:

a. con el 50%: a los créditos con privilegio general.

b. con el otro 50%: a los créditos quirografarios y a los que


quedaron sin pagar de los casos anteriores (privilegios especiales
que no alcanzó el producido de su asiento, y generales impagos
con el 50% anterior).

22
Bibliografía de referencia
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23
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24
Incumplimiento de
las obligaciones.
Nociones
generales

Derecho
privado II
Incumplimiento de
las obligaciones.
Nociones generales

Incumplimiento de las obligaciones.


Nociones generales

El incumplimiento obligacional. Definición


De la relación de los arts. 724 y 730 del Código, principalmente, se deriva que la
obligación impone al deudor el deber jurídico de cumplir con la prestación a su
cargo –con todos los requisitos que la ley le impone- (Unidad 9), satisfaciendo
el interés del acreedor; de lo contrario, ante incumplimiento, este tendrá todas
las herramientas que le brinda el ordenamiento jurídico.

El cumplimiento supone la ejecución de la prestación fiel, exacta y puntual por


parte del deudor, el desinterés del acreedor y la extinción de la obligación; de
lo contrario, ingresamos a la esfera del incumplimiento obligacional.

A tal fin resulta imprescindible tener presente cuál es el objeto de la obligación,


es decir, la prestación que debía realizar el deudor y cuál es el interés del
acreedor para verificar si existe o no incumplimiento.

El tema del incumplimiento se relaciona con la responsabilidad civil, o tutela


resarcitoria, que impone al deudor el deber de reparar los daños causados

1
como consecuencia de su incumplimiento, lo que si bien será estudiado en la
materia de “Daños”, debemos analizar en la nuestra: Unidad 21.

En esta unidad ingresamos al estudio de las consecuencias del incumplimiento


de la obligación por parte del deudor.

Ossola (2015) explica que el Código se encuentra regulado en tres partes


diferentes:

1. Mora: art. 886 a 888: en el Capítulo del Pago.

2. El incumplimiento absoluto: en los modos extintivos de las obligaciones


(arts. 888, 955, etc.).

3. Responsabilidad por daños: arts. 1708 y siguientes.

Retomando la noción de incumplimiento, este puede ser definido en dos


sentidos:

 En sentido amplio: cuando el deudor no ajusta su conducta al


comportamiento debido, solo la exacta realización de la prestación será
cumplimiento, y la inejecución absoluta o relativa serán incumplimiento
(Pizarro y Vallespinos, 2014).

 En sentido estricto: importa una lesión al derecho de crédito:


antijuridicidad. Hay que analizar en qué medida la conducta del deudor
se ajustó a la conducta debida según el interés del acreedor.

Diferentes manifestaciones. Incumplimiento absoluto y


relativo. Distintas especies de incumplimiento relativo

Existen dos manifestaciones del incumplimiento con efectos distintos según el


caso (Pizarro y Vallespinos, 2014):

 Incumplimiento ABSOLUTO: es definitivo, la prestación no es susceptible


de ser específicamente cumplida. Es material, jurídica u objetivamente
imposible. Es una situación irreversible. En materia de resolución
contractual, es un requisito que el incumplimiento sea “esencial”, y este
se define en el art. 1084, que debe ser relacionado con el “absoluto”,
pues los supuestos se reiteran.

2
o Imposibilidad sobrevenida, objetiva y absoluta, no imputable al
deudor (art. 955). Efecto es la extinción de la obligación, sin
responsabilidad para el deudor.

o En caso de que la imposibilidad cumpla los mismos requisitos


pero sea imputable al deudor –subjetiva u objetivamente–, la
obligación modifica de objeto originario por el de pagar
indemnización por los daños y perjuicios. Si se trata de una
obligación contractual, también existirá la facultad resolutoria.

o Imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y excesivamente


prolongada, en caso de plazo esencial (art. 956). Efecto: se
extingue la obligación.

o Frustración irreversible del interés del acreedor (art. 956): se


extingue la obligación.

o Voluntad manifiesta del deudor de no cumplir, en cuyo caso, si


el acreedor mantiene interés, puede exigir el cumplimiento
forzoso.

 Incumplimiento RELATIVO: es no definitivo, pese a la infracción del


deudor, admite todavía posibilidad de cumplimiento específico tardío,
idóneo para satisfacer el interés del acreedor. Supuestos:

o Incumplimiento retrasado: el deudor se retrasa temporalmente.


No hay imputación subjetiva a la conducta del deudor. Es una
cuestión objetiva: no cumplió en el tiempo de pago (art. 871):
simple retraso.

o Incumplimiento defectuoso: la prestación no reúne los requisitos


de acuerdo con el plan de conducta futura en relación con el
sujeto, objeto, lugar. Ej.: cumple con la prestación principal pero
no con la accesoria, cumple parcialmente con la prestación, la
entrega en un lugar distinto, etc.

El acreedor tiene derecho: a examinar y a no recibirla si no


cumple con los requisitos del pago, con límites: no abuso del
derecho.

3
Incumplimiento en la Ley de Defensa del
Consumidor
La Ley Nº 24.240, Ley de Defensa del Consumidor (LDC) estipula las opciones
del consumidor o usuario, principalmente en dos artículos, similares al art. 730
del Código.

En caso de incumplimiento del contrato por el proveedor, salvo caso fortuito o


fuerza mayor, el consumidor tiene derecho, de acuerdo con el art. 10 bis, a
optar por:

a. Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre


que ello fuera posible;

b. Aceptar otro producto o prestación de servicio


equivalente;

c. Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo


pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, considerando la
integridad del contrato.1

Y la norma aclara que en todos los casos, además, el consumidor tiene derecho
a reclamar los daños y perjuicios que correspondan.

Por su parte, se prevé que en caso de reparación no satisfactoria del producto


por parte del proveedor, el consumidor tendrá derecho, de acuerdo con el art.
17, a:

a. Pedir la sustitución de la cosa adquirida por otra de idénticas


características. En tal caso el plazo de la garantía legal se
computa a partir de la fecha de la entrega de la nueva cosa;

b. Devolver la cosa en el estado en que se encuentre a cambio


de recibir el importe equivalente a las sumas pagadas,
conforme el precio actual en plaza de la cosa, al momento de
abonarse dicha suma o parte proporcional, si hubiere
efectuado pagos parciales;

c. Obtener una quita proporcional del precio.2

En todos los casos, la opción por parte del consumidor no impide la


reclamación de los eventuales daños y perjuicios que pudieren corresponder.

1
Art. 10 bis. Ley Nº 24.240. Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

2
Art. 17. Ley Nº 24.240. Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

4
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5
Mora del deudor.
Nociones

Derecho
privado II
Mora del deudor. Nociones
Definición
El código no brinda una noción de la mora. Pizarro y Vallespinos (2014) la
definen como: “la situación específica de incumplimiento relativo, en donde se
afecta el término de cumplimiento, con responsabilidad en el deudor,
caracterizado por el interés que aún guarda el acreedor” (p. 602). Los autores
aclaran que es una situación dinámica y transitoria: porque todavía se admite el
cumplimiento, el acreedor conserva el interés.

La mora está regulada en el Código por los arts. 886 a 888, en el Libro Tercero,
Título I, dentro del Capítulo 4: “Pago”, lo que ha merecido críticas de la doctrina
por considerar que se debió haber regulado en un capítulo específico de los
efectos de las obligaciones (Ossola, 2015; Negri, 2014).

Presupuestos
1. Existencia de un deber jurídico específico derivado de una obligación:
la prestación concreta.

2. Exigibilidad de la prestación: que el acreedor se encuentre en


condiciones de reclamar su cumplimiento.

3. Cooperación del acreedor: si existen deberes secundarios de conducta,


que los cumpla, de lo contrario puede haber mora del acreedor.

4. Posibilidad y utilidad del cumplimiento tardío.

Elementos
1. Retardo o retraso: ligado a la demora: dilación temporal que constituye
objetivamente una conducta antijurídica (Pizarro. Vallespinos. 2014).

o Presupone la situación de deuda exigible.

o Distinto a la mora: es imputable subjetivamente (dolo o culpa) u


objetivamente (riesgo creado, deber de seguridad, equidad, etc.)
al deudor.

1
2. Factor de atribución: es un requisito para la mora, para que califique el
retardo material como moratorio y permita atribuir las consecuencias
dañosas que genera a una persona determinada (véase punto siguiente
de la unidad).

3. Constitución en mora: (género) es la regla general (art. 886), ocurre por


el mero transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la
obligación, es automática o “ex re”.

4. Interpelación: (especie) es excepcional, en los casos previstos en el art.


887, ocurre por un acto del acreedor, ya que el sólo transcurso del
tiempo no produce efectos. Es necesaria en las obligaciones a plazo
tácito o indeterminado propiamente dicho.

El retardo o retraso y la mora


Pizarro y Vallespinos (2014) explican la diferencia entre:

a. el retardo o demora: situación de deuda exigible, fuera del tiempo


estipulado, no requiere factor de atribución, la prestación es todavía
posible de cumplir. Es el paso previo a la mora –uno de sus
elementos–.

b. la mora: necesariamente requiere de un factor de imputación


subjetivo u objetivo. Es el retardo imputable al deudor.

Los autores explican que otra diferencia se basa en las consecuencias de cada
uno. La simple demora autoriza al acreedor a exigir el cumplimiento específico
de la prestación tardío, la facultad de oponer la excepción de incumplimiento
contractual, la falta de legitimación para constituir en mora, la resolución por
incumplimiento, etc.

Mora objetiva y mora subjetiva. La cuestión en el Código


Civil y Comercial
Tal como se señaló, además del retardo, para que exista mora se requiere su
imputación al deudor. Antes de la sanción del nuevo código, se debatía si debía
ser: a) Subjetivo; b) Objetivo, o c) De cualquiera de los dos tipos, tal como
sostenían Pizarro y Vallespinos (2014): a pesar de que en la mayoría de los
casos es objetivo, también puede ser subjetivo. Las diferencias entre ambos
tipos de reproche son:

2
Tabla 1
MORA SUBJETIVA MORA OBJETIVA

FACTOR DE Deudor debe incurrir en Prescinde de la culpa.


ATRIBUCIÓN culpa o dolo. Es atribuida a Es por el riesgo creado,
la conducta del deudor. garantía, equidad,
seguridad.

EXIMENTE Probando que no incurrió Probar causa ajena, la


en culpa: obró ruptura del nexo causal:
diligentemente. culpa de la víctima, de un
tercero por quien no
responde o CCFF o FFMM.

TIPO DE De medios De resultado


OBLIGACIÓN
Fuente: elaboración propia.

Negri (2014) señala que para determinar el factor de atribución que


corresponde imputar a la mora del deudor, habrá que estar al tipo de
obligación, si es de medios o de resultados, ejemplo: art. 1723 (resultado: es
objetivo), pues de ello dependerá la forma en que el deudor podrá exonerarse
de la responsabilidad.

En cuanto a la exoneración, el art. 888 del Código, al regular la posibilidad de


eximición de las consecuencias de la mora, afirma que el deudor debe probar
que no le es imputable, sin aclarar si de modo subjetivo y objetivo. Ossola
(2015) sostiene que esto resulta técnicamente adecuado, pues permite
considerar ambos factores de atribución.

Regla general de la mora automática y


excepciones: interpelación
Ya se advirtió que el régimen legal de la mora se encuentra en los arts. 886 a
888 del Código, en el que se estipula una regla general y luego casos de
excepción a esta.

a. Constitución en mora: (género) es la regla general, ocurre de pleno


derecho, por el mero transcurso del tiempo, es automática o “ex re”
(art. 886).

3
b. Interpelación: (especie) es la excepción ocurre por un acto del acreedor,
ya que el sólo transcurso del tiempo no produce efectos. Es necesaria en
las obligaciones a plazo tácito o indeterminado propiamente dicho (art.
887). La norma aclara que en caso de duda sobre el si el plazo es tácito o
propiamente dicho, se estará por lo primero.

Supuestos en los que procede:

a. sujetas a plazo tácito; si el plazo no está expresamente


determinado, pero resulta tácitamente de la naturaleza y
circunstancias de la obligación, en la fecha que conforme a los
usos y a la buena fe, debe cumplirse;

b. sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no


hay plazo, el juez, a pedido de parte, lo debe fijar mediante el
procedimiento más breve que prevea la ley local, a menos que el
acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y de
cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en
mora en la fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento
de la obligación.3

Concepto

“Es una declaración de voluntad unilateral, no formal, recepticia, facultativa del


acreedor, por la cual le reclama en forma categórica al deudor el cumplimiento
de una prestación exigible” (Pizarro y Vallespinos, 2014, p. 610).

Naturaleza jurídica:

1. Es un hecho jurídico.

2. Es un simple acto voluntario lícito.

3. Es un acto jurídico unilateral que tiene por fin producir la mora del
deudor, para Pizarro y Vallespinos (2014).

a. Sujetos: activo: acreedor; pasivo: deudor.

b. Formas de interpelar: acto no formal, escrito o verbal, judicial o


extrajudicial.

3
Art. 887. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

4
c. Requisitos:

o Intrínsecos: a) ser un reclamo categórico: imperativo de pagar; b)


ser apropiado en cuanto a modo, tiempo y objeto; c) ser factible
o posible de cumplir.

o Extrínsecos: a) cooperación del acreedor; b) obligaciones


recíprocas, si uno no cumple el otro no incurre en mora.

Efectos y Eximición
Los efectos de la mora del deudor son:

1. Determina la responsabilidad civil: el acreedor puede pretender la


ejecución forzada, la ejecución por otro o la indemnización por los
daños y perjuicios. En definitiva, el acreedor puede ejercer las
facultades que le da el ordenamiento jurídico en los arts. 730, 1716,
1737 a 1740 y art. 10 bis LDC.

2. Se trasladan los riesgos fortuitos al deudor: que puedan afectar la


prestación (arts. 746, 755 y concs). El deudor se exime de
responsabilidad por daños e intereses por falta de incumplimiento por
caso fortuito, salvo que esté en mora (art. 1733 inc. c.).

3. Posibilita la resolución contractual: en caso de contratos bilaterales, el


acreedor puede invocar la resolución (art. 1083, 1086 y 1087 del
Código). Por el contrario, el deudor en mora no puede invocar la
resolución (art. 1091).

4. Procede la cláusula penal si estaba prevista convencionalmente (arts.


790 y ss.).

5. Pierde la facultad de ejercer el arrepentimiento: (arts. 1059 y 1060).

6. Suspende el curso de la prescripción (art. 2541).

7. Impide al deudor alegar la imprevisión.

8. Constituye un hecho revelador de la cesación de pagos del deudor: art.


79 de la Ley de Concursos y Quiebras (LCQ).

9. Determina la imposición de costas: en caso de proceso judicial.

5
Por otro lado, el deudor puede eximirse de los efectos negativos de la mora, de
acuerdo con el art. 888 si prueba que no le es imputable, cualquiera sea el
lugar de pago de la obligación.

Con esta última aclaración se cierra todo el debate doctrinario con respecto a la
relación entre la mora y el lugar de pago que había generado el Código de
Vélez, ahora independientemente del lugar de pago, la regla de la constitución
en mora es la misma (Negri, 2014).

Cesación de la mora del deudor


Puede ocurrir por diversas causas:

1. Pago: integro de la prestación (capital e intereses).

2. Pago por consignación (arts. 904 a 913).

3. Realización de ofertas reales de cumplimiento: purga la mora.

4. Renuncia del acreedor a los derechos que le otorga la mora.

5. Imposibilidad de pago (arts. 955 y 956).

Incumplimiento no imputable al
deudor. Nociones
En materia de incumplimiento, también puede ocurrir que este no sea
imputable al deudor, en cuyo caso los efectos de aquel serán distintos. Existen
distintos supuestos que importan incumplimiento no imputable al deudor:

a. la mora del acreedor;

b. caso fortuito o fuerza mayor;

c. la imprevisión;

d. la imposibilidad de pago.

Mora del acreedor (Definición. Requisitos. Supuesto


contemplado en el Código Civil y Comercial)
La mora del acreedor tiene lugar cuando por hecho u omisión culpable el
acreedor hace imposible o impide la ejecución de la obligación. Pizarro y

6
Vallespinos (2014) explican que “es el retraso en el cumplimiento de la
obligación, motivado por la injustificada falta de colaboración, adecuada,
oportuna y necesaria, del acreedor” (p. 231).

El tema se relaciona directamente con los deberes secundarios de conducta y


las cargas que la obligación apareja para el acreedor, que analizamos al estudiar
el contenido del derecho de crédito.

Los presupuestos de la mora del acreedor son:

1. Obligación exigible.

2. Actos de colaboración del acreedor requeridos: para que el deudor


pueda cumplir y liberarse. Ej.: necesidad que reciba la cosa, que esté en
el lugar de cumplimiento, que pose para la pintura o foto, etc.

3. Posibilidad y utilidad del cumplimiento tardío: la obligación debe


subsistir y su cumplimiento fuera de tiempo debe ser posible y útil para
el acreedor.

Por su parte, los requisitos de la mora del acreedor son:

1. Oferta real y posible de pago: que el deudor ofrezca cumplir, de


acuerdo con el art. 867, es decir, de acuerdo con los principios de
identidad, integridad, puntualidad y localización. Fuera de tales
condiciones, la oferta no está sujeta a ninguna formalidad, puede ser
extrajudicial o judicial, escrita o verbal –aunque este supuesto
dificultará la prueba–.

2. Que el acreedor se rehúse injustificadamente: supuesto de falta de


cooperación del acreedor.

En definitiva, debe darse el supuesto que el deudor ofrezca pagar y el acreedor


lo rechace o no cumpla con los deberes a su cargo.

Los efectos de la mora del acreedor son:

1. Autoriza al deudor a realizar el pago por consignación: arts. 904 a 913.

2. Cesación del curso de los intereses moratorios y punitorios: requieren


imputación a la conducta del deudor, y en este supuesto no la hay.

3. Traslación de los riesgos al acreedor: por caso fortuito o fuerza mayor.

7
4. Resarcimiento de los daños y perjuicios: sufridos por el deudor a cargo
del acreedor. Ej.: depósito de la cosa a entregar, gastos extras
ocasionados por la no recepción, etc.

La mora del acreedor puede cesar por las siguientes causales:

a. Su voluntad: cuando hace saber al deudor que recibirá el pago o que


realizará los actos necesarios para que pueda cumplir.

b. Por extinción de la obligación: si se hace imposible, ya no habrá mora


sino situación de incumplimiento definitivo, no imputable al deudor.

c. Por renuncia: del deudor a los efectos de la mora.

Caso fortuito o fuerza mayor (Definición.


Régimen legal. Caso fortuito y ausencia de culpa.
Diferencias. Efectos)
El Código unifica los conceptos de caso fortuito y fuerza mayor, aclarando que
serán utilizados como sinónimos, y los define en el art. 1730, al regular la
responsabilidad civil del siguiente modo: “Se considera caso fortuito o fuerza
mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto,
no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de
responsabilidad, excepto disposición en contrario”4.

El caso fortuito era asimilado al hecho de la naturaleza, como una inundación,


terremoto, mientras que la fuerza mayor era entendida como una
consecuencia del hecho del hombre, como podía ser una guerra.

En ambos supuestos, hoy asimilados, el deudor no podía cumplir con la


prestación a su causa porque le era imposible independientemente de su
voluntad de cumplir, y cualquier persona que se encontrara en su lugar iba a
verse impedido de hacerlo. Es decir, se trata de una circunstancia objetiva y no
relativa a las condiciones del deudor.

Picasso (2015) explica que el fundamento de la eximición de responsabilidad se


encuentra en la fractura total de la cadena causal, por resultar un hecho
imprevisible o inevitable. El autor señala que los caracteres son:

a. Imprevisibilidad: relacionado con la teoría de la causalidad adecuada


–en materia de responsabilidad– (arts. 1726 y 1727). Que no haya sido

4
Art. 1.730. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

8
objetivamente previsible para un hombre medio que estuviera en
conocimiento de las circunstancias del caso.

b. Inevitabilidad: es el carácter más importante de la eximente. El hecho


debe constituir un obstáculo invencible para el sujeto.

c. Ajenidad: que el daño no haya sido facilitado por culpa del responsable,
ni constituir una consecuencia propia del riesgo de la cosa o actividad.

Los requisitos son:

1. ser imprevisible, inevitable, ajena a la persona del deudor.

2. Sobreviniente al nacimiento de la obligación: de lo contrario la


obligación no hubiera nacido por falta de uno de sus elementos: objeto.

3. Subsistente al momento del cumplimiento: si la causal de eximición


cesó, no es posible alegarla.

Los efectos de la existencia del caso fortuito o fuerza mayor son: como regla
general eximen al deudor de responsabilidad (art. 1730), excepto disposición en
contrario –legal, como por ejemplo, 1371, 1273; o convencional, si se pactó
asumir las consecuencias negativas de aquellos, siempre que no sea abusiva–.
Cabe destacar que quien alega, debe probarlo.

El art. 1732 del Código expresamente dispone que:

El deudor de una obligación queda eximido del cumplimiento, y


no es responsable, si la obligación se ha extinguido por
imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable
al obligado. La existencia de esa imposibilidad debe apreciarse
teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y la prohibición
del ejercicio abusivo de los derechos.5

Con respecto a los supuestos de excepción, el art. 1733 expresamente señala


que el deudor sí es responsable por el caso fortuito en los siguientes casos:

a. si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito


o una imposibilidad;

5
Art. 1.732. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
b. si de una disposición legal resulta que no se libera por caso
fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;

c. si está en mora, a no ser que esta sea indiferente para la


producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;

d. si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento


sobrevienen por su culpa;

e. si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de


cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia
propia del riesgo de la cosa o la actividad;

f. si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho


ilícito.6

Imposibilidad de pago. Remisión


Esta es otra de las causales de incumplimiento no imputable al deudor, que
será estudiada detenidamente en la Unidad 18.

Teoría de la imprevisión. Nociones generales


Esta cuestión será estudiada específicamente en la materia Contratos. Sin
embargo, aquí se brindarán nociones generales.

La regla es que los contratos –fuente de las obligaciones– nacen para ser
cumplidos, pero como explican Pizarro y Vallespinos (2014), puede suceder, de
modo excepcional, que cuando proyectan sus efectos en el tiempo, cambien
radicalmente las circunstancias tenidas en cuenta por las partes, y de manera
sobreviniente, imprevisible y extraordinaria se altere la ecuación negocial
tornando la prestación excesivamente onerosa para una de las partes.

El Código Civil no estipulaba expresamente esta circunstancia, mientras que el


Código nuevo la regula en el art. 1091, que otorga derecho a la parte
perjudicada “a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o
como excepción, la resolución total o parcial del contrato o su adecuación”7.

6
Art. 1.733. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
7
Art. 1.091. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
En consecuencia, quien se ve afectado por el hecho sobreviniente que lo
perjudica económicamente de manera desproporcional puede pedir que se
readecúe su prestación de acuerdo con las nuevas circunstancias que
modificaron la situación originaria, o si considera que ello no es viable, también
puede solicitar la resolución del contrato, todo lo cual deberá ser primero
analizado y resuelto por las partes, y de lo contrario por el juez.

La teoría de la imprevisión ha sido utilizada en materia contractual ante


imposibilidad de pago en contratos de locación, mutuos, compraventas, etc., en
reiteradas situaciones en nuestro país, ante las diversas crisis económicas,
como el denominado “corralito financiero” de 2001; ante medidas de
restricción a la compra de moneda extranjera, cuando antes de su vigencia se
habían celebrado contratos en dólares u otra moneda, etc., a fin de que el juez
autorice la resolución del contrato o, en su caso, la actualización o equiparación
de las deudas.

11
Bibliografía de referencias
Borda, G. A. (2008).Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Tomo I. 9º Edición.
Argentina: La Ley.

Campagnucci de Caso, Rubén. (2014). En: Código Civil y Comercial de la Nación


Comentado. Tomo III. Rivera Julio C. y Medina Graciela (Directores). Argentina: La Ley.

Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. (2011).


Buenos Aires, Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/DDXM9j

Frustragli, S. & Arias, M. P. (2015). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado.


Dirigido por Ricardo L. Lorenzetti. Tomo VIII. Argentina: Rubinzal Culzoni.

Ley Nº 340. Código Civil de la Nación. Poder Legislativo de la Nación.

Ley Nº 11.867. Transferencia de fondo de comercio. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley Nº 24.240. Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley Nº 24.430. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Negri, N. J. (2014). “Mora y Pago con subrogación”. En Rivera Julio C. y Medina G.


(Directores). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Tomo III. Argentina: La
Ley.

Ossola, F. A. (2012). “Obligaciones en general. Acciones y garantía común de los


acreedores. Acción subrogatoria”. En Rivera, J. C. (Director). Comentarios al Proyecto
de Código Civil y Comercial de la Nación. Argentina: Abeledo Perrot.

Ossola, F. A. (2015). La teoría general de las obligaciones en el nuevo Código Civil y


Comercial de la Nación. SJA 2015/03/04-3; JA 2015-I.

Picasso, S. (2015). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Dirigido por


Ricardo L. Lorenzetti. Tomo VIII. Argentina: Rubinzal Culzoni.

Pizarro, R. & Vallespinos, C. (2014). Compendio de obligaciones. Tomo 1 y 2.


Argentina: Hammurabi.

Sistema Argentino de Información Jurídica. Buenos Aires, Argentina. Recuperado de:


http://www.infojus.gob.ar/

12
Dinámica de la
obligación.
Modificaciones,
transmisión y
reconocimiento

Derecho
privado II
Dinámica de la
obligación.
Modificaciones,
transmisión y
reconocimiento

Modificación de la obligación
Las modificaciones en la obligación. Definición.
Diferencia en la novación
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la modificación de la obligación no
implica la extinción de la misma, sino que una obligación sufre una
transformación o cambio en alguno de sus elementos estructurales o
funcionales. Se presenta durante la vida de la obligación, entre su nacimiento y
extinción.

Los caracteres esenciales de la modificación son:

a. Alteración de algunos de los elementos estructurales o funcionales de la


obligación.

b. Subsiste la relación jurídica de modo idéntico, salvo por lo modificado.

c. Puede ser objetiva o subjetiva: pues el cambio se puede producir en el


objeto –alteración cuantitativa o cualitativa– o en alguno de los sujetos
–sucesión– de la relación obligacional.

Son ejemplos de modificación: la cesión de créditos, el pago por subrogación, la


asunción de deuda, la dación en pago.

1
Si bien la modificación podría ser confundida con la novación (arts. 933 a 941),
esta es un modo extintivo de las obligaciones en la que se reemplaza una
relación jurídica –que deja de existir– por una nueva, distinta. En la novación es
imprescindible el “animus novandi”, es decir, la voluntad de las partes
expresamente manifestada de extinguir; en caso de duda, no habrá novación
sino modificación (art. 934).

Específicamente, el art. 935 estipula supuestos de modificación de las


obligaciones que no importan novación: “La entrega de documentos suscriptos
por el deudor en pago de la deuda y, en general, cualquier modificación
accesoria de la obligación primitiva, no comporta novación”8.

La diferencia entre la modificación y la novación se advierte en el siguiente


cuadro:

Tabla 2
NOVACIÓN MODIFICACIÓN
OBLIGACIÓN Es siempre extintiva Existencia previa y posterior
de una misma obligación.
VÍNCULO Nace uno nuevo, distinto. Es un mismo vínculo jurídico
que subsiste.
EFECTOS Extinción de la obligación y La obligación se mantiene
sustitución por una nueva. válida y eficaz con idéntico
régimen jurídico.
Fuente: Elaboración propia.

A los fines de distinguir si se está ante una modificación o una novación, Pizarro
y Vallespinos (2014) señalan que debe analizarse la voluntad de las partes y la
significación económica de la modificación.

Distintos tipos de modificación


De conformidad con el elemento mutado de la obligación, las modificaciones
pueden ser:

a. Subjetiva: cuando opera un cambio de sujeto activo (cesión de crédito y


pago con subrogación) o pasivo (asunción de deuda), o ingresan sujetos

8
Art. 935. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

2
nuevos (cofiador, codeudor) o egresa alguno (remisión parcial de la
deuda a un codeudor).

b. Objetiva: variación en el objeto por sustitución, reducción o aumento,


determinación ulterior de un objeto inicialmente indeterminado. Ej.: art.
955, ante imposibilidad de cumplimiento imputable al deudor se
modifica el objeto por el de pagar daños y perjuicios.

c. Causal: se cambia la función económica y social según el interés de


ambas partes. Ej.: si al depositario se le permite usar la cosa depositada,
el contrato deja de ser de depósito para ser de comodato.

d. Circunstancial: alteración en las modalidades del negocio constitutivo y


en la ejecución propiamente dicho: tiempo, lugar, modo de
cumplimiento, condiciones. Ej.: se pacta que en vez de la entrega del
dinero en una sola vez, se realizará en dos cuotas, o se modifica de pura
y simple en condicional.

e. Relativas al contenido de la relación: se agregan o suprimen derechos y


deberes de las partes titulares de la relación por medio de un acuerdo.
Ej.: se agrega una cláusula penal o determinados deberes secundarios
de conducta en cabeza del acreedor.

Modificación convencional y legal


Según su origen, la modificación puede ser:

 Legal: surge de la propia ley, como el caso del art. 955, que modifica el
objeto ante incumplimiento imputable al deudor. La regla es que no se
produce de modo compulsivo, sino que es una opción de las partes
(Pizarro y Vallespinos, 2014).

 Convencional: con fundamento en el principio de la autonomía de la


voluntad de las partes, que así como crean pueden modificar de común
acuerdo lo pactado, siempre que sean derechos disponibles, según las
reglas de los contratos.

La modificación de la relación
obligatoria por cambio de sujetos
Transmisión de derechos. Nociones generales

3
Cada modificación de sujetos implica una transmisión de los derechos, y existen
diversas clases:

Según su origen, puede ser:

 Legal: surge de la ley. Ej.: transmisión de derecho de crédito por una


indemnización que correspondía a la persona que fallece –causante– a
sus herederos.

 Voluntaria: convencional, surge por disposición y voluntad de los


sujetos. Ej. cesión de un crédito que una empresa realiza a un acreedor.

Según la extensión de la transmisión:

 Universal: comprende el todo o una parte alícuota del patrimonio de una


persona. Sólo ocurre por causa de muerte, cuando todos los créditos y
deudas de una persona se transmiten a sus herederos.

 Particular: se transmiten determinados bienes del patrimonio de una


persona. Ej.: un auto tal, un inmueble x. Puede ser mortis causa (por
ejemplo, un legado) o por acto entre vivos (cesión de crédito).

Según la causa de la transmisión:

 Mortis causa: art. 2277: “La muerte real o presunta de una persona
causa la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las
personas llamadas a sucederle por el testamento o por la ley…”9.

 Entre vivos: depende de la voluntad de las partes y no del fallecimiento


de alguna.

El principio de transmisibilidad de los derechos. Sus


limitaciones
El principio general es que todos los derechos y obligaciones son transmisibles,
por acto entre vivos, art. 1616 o mortis causa. Sin embargo, también existen
excepciones, es decir, derechos que son intransmisibles, a saber:

a. Por la naturaleza del derecho: obligación es “intuitu personae”, no se


puede transmitir el derecho porque depende de la calidad de la

9
Art. 2.277. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

4
persona, que es irremplazable. Tampoco se pueden transmitir los
derechos extrapatrimoniales, los inherentes a la personalidad por ser
inescindibles de la persona. Ej.: art. 1617: de creación legal: inherentes a
la persona humana.

b. Por disposición legal: que limita por razones sociales o familiares la


posibilidad de transmitir algunos derechos. Ej.: derecho sobre una cuota
alimentaria, los derechos del trabajador a una remuneración, etc.

c. Por voluntad de las partes: que acuerdan la intransmisibilidad. Ej.: en


un contrato de locación de obra que solo esa persona puede realizar la
tarea encomendada, o en una locación de inmueble se limita el derecho
a subalquilar.

La modificación de la relación obligatoria por


cambio de sujetos (Evolución. Los tipos de cambio
acreedor. Cesión de créditos. Nociones generales)
Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que la modificación subjetiva importa una
alteración en la obligación por mutación del acreedor o del deudor, o de
ambos; supone una sucesión en la calidad de acreedor o deudor,
permaneciendo intacta la relación.

Los autores reseñan que el cambio de acreedor puede producirse por distintas
vías:

1. Por transmisión del crédito vía hereditaria a los herederos del acreedor,
mediante título universal o mediante legado a título singular.

2. Por el contrato de cesión de créditos.

3. Por cesión de la posición contractual.

4. Si es un título valor (pagaré, cheque o letra de cambio), por medio del


endoso (que consiste en que el beneficiario firme atrás del documento
con todos sus datos así lo puede cobrar el portador del mismo).

5. Por subrogación: ejecución de la prestación por un tercero.

6. Por intervención judicial: si el derecho del acreedor es embargado por


sus acreedores y vendido en subasta.

7. En los demás casos que la ley dispone.

5
La cesión de créditos, si bien será estudiada en la materia Contratos, adquiere
en la temática una importancia trascendental, lo que justifica brindar unas
nociones básicas sobre esta.

Se encuentra regulada en los arts. 1614 a 1640 en general –cesión de créditos,


de deudas y de la posición contractual–, en la regulación de los contratos en
particular.

El art. 1614 lo define como: “Hay contrato de cesión cuando una de las partes
transfiere a la otra un derecho”10, y determina cuáles son las reglas que se
aplican a la cesión según la contraprestación dada:

a. De la compraventa: si la contraprestación fue un precio en dinero.

b. De la permuta: a cambio de la transmisión de la propiedad de un bien.

c. De la donación: si se realizó sin contraprestación alguna.

Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que el derecho transmitido no


experimenta mutación alguna por el hecho de la cesión, y en consecuencia, el
cesionario puede exigir el cumplimiento de la misma manera en que podía
hacerlo el cedente, con similares extensión y limitaciones, y correlativamente,
el deudor cedido no ve mutada su situación por la circunstancia de haber
operado la cesión, y puede oponer al cesionario las mismas defensas y
excepciones que tenía contra el cedente.

Por su parte, el art. 1620 aclara que “La cesión tiene efectos respecto de
terceros desde su notificación al cedido por instrumento público o privado de
fecha cierta”11.

Pago por subrogación


Definición. Fundamento e importancia práctica
Subrogar significa sustituir, y la subrogación puede ser real –relativa a bienes– o
personal –sujetos–. Dentro de esta última, puede ser por el deudor: acción
subrogatoria (por sus acreedores) o por el acreedor: pago con subrogación (por
un tercero).

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que:

10
Art. 1.614. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
11
Art. 1.620. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

6
Hay subrogación por ejecución de la prestación por un tercero (o
pago con subrogación) cuando la prestación es satisfecha por un
tercero, quien por esa vía desinteresa al acreedor y toma su
posición jurídica, sustituyéndolo en el ejercicio de sus derechos,
acciones y garantías contra el deudor, por disposición de la ley o
por convención, hasta el límite de lo efectivamente
desembolsado. (p. 291).

Figura 1

Acreedor Deudor

Tercero
(paga)

Fuente: Elaboración propia.

Un ejemplo sería si Manuel compra un automotor en una concesionaria,


mediante el pago parcial en efectivo, y el saldo en cuotas con garantía
prendaria. Si pasados tres meses consecutivos sin que abone la cuota, y
habilitada la concesionaria para ejecutar el vehículo, el mejor amigo de Manuel,
que sabe que utiliza el auto para trabajar, decide pagar la deuda a la
concesionaria para ayudarlo, subrogándose en los derechos del acreedor.

Negri (2014) entiende que el deudor no se libera de la obligación, sino que


queda constreñido al crédito, ahora del subrogado, en el crédito del acreedor
desinteresado, por lo que constituye un modo de transmisión de obligaciones y
no un modo extintivo.

El instituto se encuentra regulado en los arts. 914 a 920 del Código, dentro del
“Pago”, y como una de las alternativas para su realización.

El fundamento del pago con subrogación se encuentra en razones de justicia,


equidad y de orden práctico para legitimar al tercero a reemplazar al acreedor
(Pizarro y Vallespinos).

Los requisitos para que proceda son:

7
1. Satisfacción del interés del acreedor: que el objeto de la obligación sea
efectivamente satisfecho al acreedor (cumplimiento de los principios del
pago), aun cuando sea un pago total o parcial.

2. Pago por un tercero: a) que tenga capacidad para pagar, b) que conozca
que la deuda es ajena.

3. Que el solvens (el tercero que paga) pague con fondos que no sean del
deudor y no tenga ánimos de liberarlo, sino que pretenda recuperar lo
abonado.

4. Que el crédito sea existente y transmisible.

5. La transmisión de los derechos al acreedor subrogado a partir del


pago: por expresa manda legal si se dan los requisitos anteriores (art.
914).

Naturaleza jurídica
Existen distintas teorías que justifican el pago por subrogación, para Pizarro y
Vallespinos (2014) la naturaleza jurídica se encuentra en una sucesión a título
singular fundada en una razón de justicia, en cuanto la deuda permanece
impaga, sólo hay transmisión de derechos para beneficiar al deudor.

Los autores explican que no hay estrictamente cumplimiento, pues la deuda


subsiste pendiente de ejecución por el deudor, pero se satisface el interés del
acreedor, y por ello, se le transmite tal calidad al tercero que lo hizo.

Distintas especies de pago por subrogación (Legal.


Convencional por el acreedor. Convencional por el
deudor)
La subrogación puede ser de dos tipos, tal como se establece en los arts. 914 a
917:

 Legal: art. 915: por expresa manda de la ley, “ipso iure”, no exige
conformidad del acreedor, ya que el efecto jurídico se produce por la
voluntad del tercero. Tiene lugar a favor de:

1. Tercero interesado: casos:

o codeudor realiza el pago de deuda a la que estaba obligado con


otros (esto se da en la obligación solidaria, excepto el cofiador) o
por otro (fiador);

8
o tercero que paga con asentimiento, ignorancia y aun con la
oposición del deudor,

o el heredero con responsabilidad limitada que paga con sus


propios fondos una deuda del causante.

2. Tercero no interesado: paga con asentimiento o con ignorancia del


deudor.

 Convencional: por acuerdo de partes. Puede ser:

1. Por el acreedor: art. 916: “El acreedor puede subrogar en sus derechos
al tercero que paga”12. Es facultativa para el acreedor, que recibe el
pago y transmite sus derechos al tercero.

2. Por el deudor: art. 917: cuando el “deudor paga al acreedor con fondos
de un tercero, puede subrogar al prestamista”13. Es un acuerdo entre el
deudor y el tercero que le presta el dinero para realizar el pago. No
exige voluntad del acreedor, que queda al margen de este acuerdo.

Requisitos:

a. tanto el préstamo como el pago consten en instrumentos


con fecha cierta anterior;

b. en el recibo conste que los fondos pertenecen al


subrogado;

c. en el instrumento del préstamo conste que con ese


dinero se cumplirá la obligación del deudor.14

12
Art. 916. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
13
Art. 917. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
14
Art. 917. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
Comparación con la cesión de créditos
Tabla 2
CESIÓN DE CRÉDITOS PAGO POR SUBROGACIÓN

FINALIDAD Circulación de riquezas y Recuperación de un


del crédito desembolso

LEGITIMACIÓN Cesionario puede reclamar El subrogante sólo puede


PARA todo el monto del crédito reclamar la suma
RECLAMAR cedido efectivamente
desembolsada

GARANTÍA Cesionario garantiza la No se garantiza nada, salvo


existencia y legitimidad del pacto en contrario
crédito

ORIGEN Convencional Convencional o legal

FINALIDAD DEL Se procura un beneficio Se busca recuperar lo


TERCERO abonado

Fuente: Elaboración propia

Efectos del pago por subrogación


Son iguales para ambos tipos de subrogación legal y convencional, y están
expresamente previstos en los arts. 918 a 920.

Principio general: art. 918:

 Se transmiten todos los derechos, acciones y accesorios del crédito del


acreedor al tercero. Expresamente se aclara que el tercero “mantiene las
acciones contra los coobligados, fiadores, y garantes personales y reales
y los privilegios y el derecho de retención si lo hay”15.

 No se agrava la situación del deudor (queda obligado por lo mismo).

Límites: art. 919:

15
Art. 918. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
 Derecho de reembolso para el que pagó solo respecto de lo
efectivamente desembolsado: opera para la subrogación legal y
convencional;

 En caso de obligaciones solidarias, el codeudor solo puede reclamar al


resto la parte que le corresponde a cada uno de los coobligados;

 En la subrogación convencional, se pueden limitar los derechos y


acciones (Ej.: transmisión del crédito principal, sin la garantía).

En el caso de pago parcial, es decir, si el acreedor es desinteresado pero no


íntegramente –cosa que él mismo acepta–, el tercero y el acreedor concurren
frente al deudor de manera proporcional, por expresa disposición del art. 920,
es decir, la obligación se transforma en una de sujeto plural en el polo activo.

Asunción de deudas
Definición e importancia
La figura de la asunción de deudas no estaba regulada en el Código de Vélez,
pero ahora se encuentra definida expresamente en el art. 1633 del nuevo
ordenamiento: “Hay asunción de deuda si un tercero acuerda con el acreedor
pagar la deuda de su deudor, sin que haya novación…”16.

Se trata de la transmisión de la deuda por modificación del sujeto pasivo. Es


imprescindible la voluntad del acreedor, al que no le da lo mismo tener por
deudor a una persona que a otra, y por ello la última parte del artículo
expresamente señala que si no presta su conformidad para liberar al deudor “la
asunción se tiene por rechazada”17.

Frustragli y Arias (2015) explican que se trata de “un acto bilateral –entre el
acreedor y el tercero- puesto que el deudor no participa en la negociación…el
tercero asume la obligación de éste, lo desplaza y sustituye ocupando su lugar”
(p. 65).

Con respecto al método del Código, y tal como se advierte de la numeración


del artículo, la asunción de deudas está regulada en los contratos particulares,
bajo la figura de la “cesión de deudas”.

16
Art. 1.633. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
17
Art. 1.633. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
Esta manera de transmisión de derechos o modificación de las obligaciones es
frecuente, porque facilita la posibilidad de cobro por parte de los acreedores.
Un ejemplo muy gráfico es en caso de venta de departamento y el PH tiene
deudas por expensas comunes con el consorcio (acreedor). La asunción de
deudas tendría lugar si entre el consorcio y el comprador se pacta que este
asumirá el pago de la deuda, liberando al vendedor.

La asunción de deudas debe ser relacionada con el pago por un tercero previsto
en el art. 881 del Código, ya estudiado con anterioridad.

Requisitos de la asunción de deuda


Los requisitos de la asunción de deuda se derivan de los arts. 1633 y 1634 y
son:

1. Acuerdo entre el tercero y el acreedor: el deudor no participa del


acuerdo, es bilateral entre ellos. No se admite en contratos por
adhesión (art. 1634).

2. Expresa liberación del deudor por el acreedor, en un contrato que no


sea por adhesión: ya no existen, como la doctrina señalaba antes de la
regulación en el Código unificado, distintas clases de asunción
(liberativa, acumulativa o simple o interna) según la conformidad que
prestaba o no el acreedor. Sólo hay asunción si el acreedor
expresamente libera al deudor, por lo que la única posibilidad es la
asunción liberativa, en la que el deudor es sustituido por el tercero.

Por su parte, el art. 1634 exige que la conformidad del acreedor sea
anterior, simultánea o posterior a la cesión, pero dispone que es ineficaz
si es realizada en un contrato celebrado por adhesión.

3. Ausencia de “animus novandi”: que las partes tengan la intención de


mantener intacta la obligación, salvo por la modificación del cambio de
sujeto.

Efectos
La asunción de deudas regulada en el Código, al exigir la liberación expresa del
deudor, produce como efectos (Pizarro y Vallespinos, 2014):

1. El deudor queda liberado de la obligación, y es sustituido por el


tercero que se convierte en nuevo deudor.

12
2. El acreedor sólo puede accionar contra el tercero, su “nuevo”
deudor.

3. El tercero puede oponer todas las defensas y excepciones del


deudor originario y hacer valer también las propias contra el
acreedor.

4. Las garantías personales y reales constituidas por terceros sólo


subsisten si los garantes otorgan su consentimiento.

5. Las garantías constituidas por el deudor originario y las obligaciones


accesorias (ej.: cláusula penal) a su cargo se mantienen.

Otros supuestos de transmisión de


obligaciones
Cesión de posición contractual. Nociones
generales
Este es otro supuesto de modificación de la obligación subjetiva, en el que se
produce la sustitución de la posición contractual o del contrato. Este tema será
estudiado en profundidad en la materia Contratos.

Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que se trata de un fenómeno complejo,


que sólo es viable en los contratos bilaterales en curso de ejecución, pues
implica directamente la sustitución en un tercero de la posición jurídica de uno
de los contratantes; es una transmisión plena de derechos y obligaciones como
un todo y requiere el acuerdo de partes y del tercero.

El Código estipula este modo de modificación de las obligaciones –cambio de


sujeto en el contrato fuente de estas– dentro de los contratos particulares, en
los arts. 1636 a 1640.

De tal modo, el art. 1636 reza:

En los contratos con prestaciones pendientes cualquiera de las


partes puede transmitir a un tercero su posición contractual, si
las demás partes lo consienten antes, simultáneamente o
después de la cesión. Si la conformidad es previa a la cesión, ésta
sólo tiene efectos una vez notificada a las otras partes, en la
forma establecida para la notificación al deudor cedido18.

18
Art. 1.636. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

13
Transmisión de patrimonios integrales o especiales:
Transmisión mortis causa, transmisión de fondos de
comercio. Nociones generales
No es lo mismo hablar de patrimonios integrales que especiales, los integrales
consisten en la transmisión de la totalidad o parte alícuota del patrimonio de
una persona; y los patrimonios especiales son los que sólo abarcan bienes
determinados.

Cada una de estas transmisiones implica además transmitir los derechos


inherentes a los bienes que componen el patrimonio. Existen diferentes
supuestos:

 Transmisión mortis causa: sucesores a título universal a quienes se les


transmite el patrimonio del causante integralmente considerado.

 Transferencia de fondo de comercio: es una transferencia de patrimonio


parcial, consiste en la venta de un negocio en funcionamiento. Se
encuentra regulada por la Ley Nº 11.867. Esta ley establece un
procedimiento especial y tiene una triple importancia:

o Protege el giro comercial: porque lo transmite en


funcionamiento.

o Protege a los acreedores: porque les garantiza que sus deudas


serán pagadas.

o Protege al adquirente: porque limita su responsabilidad al


momento de la transmisión (que es cuando se realiza la
inscripción en el Registro Público de Comercio).

Reconocimiento
Definición. Régimen del Código Civil y Comercial
El reconocimiento se encuentra regulado dentro de las “Disposiciones
generales” de las obligaciones, y específicamente definido en el art. 733 del
Código en los siguientes términos: “El reconocimiento consiste en una
manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que el deudor admite estar
obligado al cumplimiento de una prestación”19.

19
Art. 733. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

14
Bibliografía de referencias
Borda, G. A. (2008).Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Tomo I. 9º Edición.
Argentina: La Ley.

Campagnucci de Caso, Rubén. (2014). En: Código Civil y Comercial de la Nación


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15
Reconocimiento

Derecho
privado II
Reconocimiento
Definición. Régimen del Código Civil y Comercial
El reconocimiento se encuentra regulado dentro de las “Disposiciones
generales” de las obligaciones, y específicamente definido en el art. 733 del
Código en los siguientes términos: “El reconocimiento consiste en una
manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que el deudor admite estar
obligado al cumplimiento de una prestación”19.
Borda (2009) afirma que el reconocimiento “puede ser concebido como una
confesión de una obligación anterior o como una fuente constitutiva de una
nueva” (p. 497). El Código Civil sólo receptaba la primera opción, pero el nuevo
admite expresamente ambas.

El reconocimiento es de vital importancia si el acreedor se ve ante la


imposibilidad de acreditar la existencia del crédito, por ejemplo, si este
constaba en un pagaré y lo perdió. En ese caso, puede intimar por carta
documento al deudor para que pague, aunque la obligación no sea exigible, a
fin de que este al contestar afirme que el plazo no venció, y de ese modo
obtener el reconocimiento de la deuda y tener un medio de prueba para
exigirlo oportunamente.

Las vías para realizar el reconocimiento de una obligación pueden ser: acto
entre vivos, disposición de última voluntad (testamento o legado), instrumento
público o privado.

19
Art. 733. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

1
También cabe señalar que puede ser realizado de modo expreso (el deudor
reconoce por escrito su calidad de tal, en una carta documento, contrato,
testamento, etc.) o tácito (surge de las circunstancias que rodean el accionar
del deudor: realiza un pago parcial, inicia gestiones para pagar la deuda, pide
prórroga para satisfacer la obligación). En este sentido, Ossola (2012) explica
que el reconocimiento puede ser expreso o tácito, tal como lo dispone el art.
733, simplificándose el régimen del antiguo código, pues no requiere otros
requisitos de manera expresa.

La importancia de este acto radica en que es el mejor medio de prueba de


existencia de la obligación, y además, interrumpe el curso de la prescripción
(art. 2545 del Código).

Naturaleza jurídica

Doctrina mayoritaria: es un acto jurídico unilateral por el que se emite una


declaración de voluntad destinada a producir efectos jurídicos,
específicamente, admitir la existencia de una obligación (Pizarro y Vallespinos,
2014).

Requisitos
 Acto jurídico unilateral: manifestación de voluntad del deudor, libre de
vicios del consentimiento.

 Sujeto a los requisitos del acto jurídico: en cuanto a la capacidad del


sujeto, objeto y forma. Por lo tanto, se aplican los requisitos de

2
capacidad y voluntad para los sujetos, el de licitud para el objeto (y que
no sea contrario a la moral ni a las buenas costumbres y que sea posible)
y el de forma para el caso en que se reconozcan deudas sobre bienes que
se instrumentan formalmente. Ej.: escritura pública.

Caracteres
 Acto unilateral: requiere la voluntad del deudor.

 Irrevocabilidad: como regla una vez realizado no puede ser abdicado por
el deudor, ni privado de sus efectos.

 No formal: como regla, puede serlo si lo exige la naturaleza de la


obligación que se reconoce.

 De interpretación restrictiva: en caso de duda habrá que estar por la


inexistencia del reconocimiento.

 Carácter declarativo o constitutivo: lo primero, si admite la existencia de


una obligación preexistente; lo segundo, en caso de promesa abstracta
de deuda, pues crea una nueva obligación.

Clases: reconocimiento y promesa autónoma


Campagnucci de Caso (2014) explica que a diferencia del Código Civil, el nuevo
ordenamiento recepta dos modalidades de reconocimiento:

 El reconocimiento causal: encuentra sustento en el negocio primordial


anterior que le da causa (art. 734). Por ello, tal como lo señala el art. 735,
ante diferencias entre ambos títulos, prevalece el original.

 La promesa autónoma de deuda: esta es una novedad legislativa.


Importa que el acto tiene el carácter “abstracto” de su causa, y por ello
resulta autónomo. El reconocimiento o promesa es constitutivo de una
nueva obligación (Art. 734).

Efectos. Reconocimiento causal


Los efectos del reconocimiento varían según la clase referida en el apartado
anterior.

3
Si es un reconocimiento causal, actúa como prueba de la obligación, no agrava
ni disminuye la responsabilidad del deudor e interrumpe la prescripción, tal
como se refirió al comenzar el tema.

Por el contrario, si es una promesa autónoma de deuda genera la obligación de


cumplir con la prestación que constituye su objeto. Faculta al acreedor a
demostrar la existencia del crédito, pues lo prueba.

Comparación con otras figuras afines


 Novación: el reconocimiento no extingue una obligación como la
novación.

 Renuncia de derechos: también es un acto jurídico unilateral, pero su


efecto es extinguir un derecho, mientras que el reconocimiento lo
declara o crea –según la clase de que se trate–.

 Confesión: es un medio de prueba procesal, en la que el demandado


reconoce en un proceso su culpa o dolo; en cambio, el reconocimiento es
un acto jurídico sustancial en el que se admite la existencia de una
obligación (no de forma).

 Confirmación: tiene como objeto subsanar un defecto que ha producido


la nulidad en un acto (por ejemplo, si un acto es nulo porque ha sido
celebrado por un menor y luego este lo reconoce, se produciría la
confirmación). En cambio, el reconocimiento tiene otro fin y es del de
aceptar la calidad de deudor (no posee el “ánimus confirmandi”).

4
Bibliografía de referencias
Borda, G. A. (2008).Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Tomo I. 9º Edición.
Argentina: La Ley.

Campagnucci de Caso, Rubén. (2014). En: Código Civil y Comercial de la Nación


Comentado. Tomo III. Rivera Julio C. y Medina Graciela (Directores). Argentina: La Ley.

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5
Dinámica
extintiva de la
obligación

Derecho
privado II
Dinámica extintiva de
la obligación
Modos extintivos
Definición. Supuestos
Las obligaciones nacen para ser cumplidas, por lo tanto, su extinción es el fin y
conclusión natural y lógico.

La importancia práctica de la extinción de la obligación se advierte en dos


sentidos, pues, por un lado, beneficia al acreedor, quien ve satisfecho su
crédito; y por otro, al deudor, quien se libera y recupera su plena libertad
–patrimonial–.

El modo de extinción principal es el cumplimiento o pago, que ya estudiamos


en la Unidad 9, es decir, la realización de la prestación debida, o de dar, de
hacer o no hacer.

Antes el Código Civil brindaba un listado de todos los “otros modos extintivos”
en el art. 724, pero esta norma no fue reproducida en el nuevo ordenamiento,
aunque sí las regulación de cada uno de estos. Así, se regulan en el Libro
Primero, Título I, Capítulo 5: “Otros modos de extinción”, a saber:
Compensación, Confusión, Novación, Dación en pago, Renuncia y remisión,
Imposibilidad de cumplimiento, los que estudiaremos a continuación.

Cabe aclarar que la transacción, modo extintivo en el Código de Vélez, deja de


ser regulada como tal, y se traslada al ámbito contractual, donde la doctrina
recomendaba su tratamiento.

Otros posibles modos extintivos


Existen otros modos de extinción que la doctrina debatió en atención a que
afectan a las obligaciones:

 Cumplimiento de la condición resolutoria: acontecimiento futuro e


incierto que una vez cumplida extingue un derecho (Unidad 3). Cumplido
el hecho futuro condicionante, se extingue la obligación.

1
 Vencimiento del plazo extintivo: Pizarro y Vallespinos (2014) aclaran
que la doctrina mayoritaria entiende que extingue la obligación, pero
ellos afirman que sólo impide que siga produciendo efectos jurídicos, y el
deudor no se libera simplemente por la extinción del plazo.

 Anulación del acto jurídico: Convenimos en que el acto jurídico es una


de las causas fuentes de las obligaciones, Pizarro y Vallespinos (2014)
consideran que la nulidad del acto es originaria y lo priva de efectos,
entonces no hubo obligación por falta de causa fuente, no se puede
extinguir lo que nunca existió.

 Prescripción liberatoria: es un modo de extinción de las obligaciones, de


conformidad con la definición del art. 724.

Extinción por vía de consecuencia


En las obligaciones que tienen por causa fuente un contrato, aquellas pueden
verse extinguidas como consecuencia de diversas vicisitudes que afecten al
negocio jurídico y que provocan que ya no produzca efectos. En consecuencia,
se extinguen las obligaciones de modo indirecto o por vía refleja:

 Rescisión: es la extinción del contrato por acuerdo bilateral de las partes


(art. 1076). También puede ser unilateral. Ej.: en la locación, la
posibilidad de rescindir a los 6 meses: conformidad anticipada de las
partes, entonces una o ambas tienen derecho a rescindir el contrato por
su sola voluntad.

 Resolución: Se trata de la extinción en virtud de un hecho que se


produce con posterioridad a la celebración. Este hecho puede ser
voluntario (por ejemplo, cuando se celebra el contrato con pacto
comisorio expreso o se somete el mismo a un plazo resolutorio,
transcurrido el mismo, acarrea la extinción del contrato) o derivado de la
ley (por ejemplo, el pacto comisorio tácito o la excesiva onerosidad
sobreviniente).

 Revocación: Es la forma de extinción de los contratos unilaterales, es


decir, los que generan obligaciones para una sola de las partes. Ej.: una
donación puede revocarse por injurias graves hacia la persona del
donante.

Modos extintivos propios de cierto tipo de


obligaciones: (Muerte, incapacidad, imposibilidad,
abandono)

2
 Muerte: la regla es que no provoca efecto alguno en materia
obligacional, es decir, no extingue. Sin embargo, excepcionalmente ello
sí ocurre: obligaciones “intuitu personae”. Ej.: locación de obra,
mandato. Pizarro y Vallespinos enseñan (2014) que el contrato no sigue
generando obligaciones, pero las ya gestadas son válidas.

 Incapacidad sobreviniente o restricción a la capacidad que le imposibilite


ser parte de la obligación: los efectos son iguales al caso anterior.

 Imposibilidad: ver punto 18.1.

 Ejecución individual o colectiva: ejecución forzada individual, directa o


por equivalente del art. 730, o la colectiva en caso de concurso o
quiebra, funcionan como un modo extintivo para Pizarro y Vallespinos
(2014).

Clasificación
Con fines didácticos, los modos extintivos pueden clasificarse del siguiente
modo:

1. Según su naturaleza jurídica:

o Hecho jurídico: no interviene la voluntad de las partes. Ej.: los


que tenga como origen la ley: confusión, novación legal,
compensación legal, prescripción, plazo extintivo y condición
resolutoria.

o Acto jurídico: se requiere la voluntad de las partes. Ej.: la


novación, la compensación, la remisión de deuda, la dación en
pago.

2. Según su contenido:

o Satisfactorios: desinteresan al acreedor: pago, novación,


compensación y confusión.

o No satisfactorias: se libera el deudor pero sin satisfacer el interés


del acreedor: imposibilidad de pago y remisión de deuda.

3. Por la manera en que actúan: según si producen efectos de pleno


derecho o si requieren pedido de parte:

o De pleno derecho: independientemente de su alegación: la


condición resolutoria o el plazo extintivo.

3
o Por vía de excepción: requieren alegación: prescripción,
compensación.

Pago por consignación


Definición. Clases

Tal como se estudió en la Unidad 9, el deudor tiene el deber jurídico de pagar,


pero además tiene el derecho de hacerlo a fin de cumplir y liberarse, en
consecuencia, el acreedor tiene deberes y cargas con el objeto de colaborar
para ello.

Borda explica que:

si el acreedor no quiere (por ejemplo, por pretender que el


deudor le pague más de lo que desea pagar) o no puede (por
estar ausente o ser incapaz) recibir el pago que el deudor quiere
hacer, la ley ha establecido un procedimiento especial que le
permite al deudor liberarse: la consignación de lo que se debe.
(Borda, 2009, p. 565).

También puede ocurrir que el acreedor sí pueda y quiera recibir el pago, pero el
deudor se encuentre en alguna de estas situaciones:

 Derecho dudoso o acreedor desconocido (ej.: muerte del acreedor y no


determinación de los herederos).

 Deuda embargada, prendada o retenida en poder del deudor.

 Pérdida del título del crédito.

 Pago al acreedor hipotecario por el adquirente del bien hipotecado (ante


su negativa).

 Litigio sobre el objeto del pago.

 Acceso al lugar del pago difícil o peligroso.

4
Un ejemplo sería si el locatario se ve impedido de abonar el canon locativo por
dos meses seguidos, por no encontrar al acreedor en su domicilio, ni lugar de
trabajo, a fin de evitar un eventual desalojo posterior, puede realizar el pago
por consignación judicial o extrajudicial, alegando tal circunstancia.

El Código de Vélez sólo preveía que este procedimiento tuviera lugar en sede
judicial, es decir, mediante un procedimiento ante un juez, en el que se cita al
acreedor, y en el que –en líneas generales– el deudor está habilitado para
depositar la suma de dinero o la cosa adeudada a la orden del tribunal a fin de
liberarse. Sin embargo, el nuevo Código regula la consignación habilitando dos
alternativas:

 Judicial: arts. 904 a 909, en los que se prevé los casos en que procede,
los requisitos, la forma y los efectos.

 Extrajudicial: arts. 910 a 913, como innovación, pues se habilita al


deudor de una suma de dinero (exclusivamente) a consignarla ante un
escribano de registro, a nombre y a disposición del acreedor. También se
regulan los requisitos, los derechos del acreedor y los impedimentos.

Los caracteres generales de la consignación –en sus dos modalidades– son


(Pizarro y Vallespinos, 2014):

 Es un procedimiento de realización forzosa de la prestación, y actúa


como un subrogado del pago: debe cumplirse con todos los principios
relativos a este (art. 905).

 Es opcional o facultativo para el deudor, que no está obligado a hacerlo,


es una alternativa que le brinda el ordenamiento para facilitar su
liberación.

 Es excepcional: lo normal es el pago directo al acreedor o su


representante, sólo es viable cuando este no lo habilita. El deudor debe
alegarlo y probarlo.

 Puede ser un procedimiento judicial contencioso o extrajudicial ante un


escribano de registro.

Consignación judicial
Es el modo de extinción de las obligaciones que se verifica
mediante la intervención judicial solicitada por el deudor, que
ejerce coactivamente su derecho a liberarse para suplir la falta

5
de cooperación del acreedor o para salvar obstáculos que
imposibilitan el pago directo espontáneo. (Negri, 2014, p. 326).

La consignación judicial procede en los casos expresamente previstos en el art.


904, que consagra las opciones antes referidas, pues lo habilita cuando:

a. el acreedor fue constituido en mora;

b. existe incertidumbre sobre la persona del acreedor;

c. el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por


causa que no le es imputable.1

Los requisitos que la ley establece para la consignación judicial son, por expresa
remisión del art. 905, los generales del pago.

Con respecto a la forma de realizar esta modalidad de pago, la demanda debe


ser interpuesta ante el juez del lugar de cumplimiento de la obligación, y el
Código establece reglas concretas (art. 906) que unifican el procedimiento en
todas las jurisdicciones:

 “si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito


a la orden del juez interviniente, en el banco que dispongan las normas
procesales”2: Banco Nación si es tribunales federales, Banco de la
Provincia de que se trate si es jurisdicción provincial.

 “si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y este es


moroso en practicar la elección, una vez vencido el término del
emplazamiento judicial hecho al acreedor, el juez autoriza al deudor a
realizarla”3: aquí habrá dos intimaciones judiciales: una para que el
acreedor elija la cosa, y luego la consignación se sigue como si fuera de
cosa cierta, y requerirá de otra intimación para que la reciba.

 “si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina


gastos excesivos, el juez puede autorizar la venta en subasta, y ordenar
el depósito del precio que se obtenga”4. Ej.: entrega de mercadería

1
Art. 904. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
2
Art. 906. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
3
Art. 906. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
4
Art. 906. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

6
perecedera, o de un toro por un deudor que no tiene campos ni lugar
donde conservarlo y custodiarlo.

Negri (2014) destaca que en las obligaciones de dar cosas ciertas, la liberación
coactiva del deudor comienza con la intimación judicial al acreedor para que
reciba la prestación, pues no es necesario que el deudor se desprenda de la
posesión material de la cosa: queda convertido en simple tenedor y la pone a
disposición del acreedor.

En caso de deudor en mora, este tiene derecho a consignar, pero deberá


cumplir con el principio de integridad, y en consecuencia, debe también incluir
los accesorios devengados hasta el día de la consignación (intereses, cláusula
penal) (art. 908).

La ley habilita al deudor a desistir del pago por consignación –retirando lo


depositado– (art. 909), pero puede hacerlo como regla antes de que el
acreedor la acepte o se dicte sentencia admitiéndolo. Con posterioridad a ello,
sólo puede desistir con consentimiento del acreedor, que perderá la acción
contra los codeudores, garantes y fiadores.

Los efectos de la consignación judicial es la extinción de la deuda, la que se


tiene por producida, según el art. 907:

 con efecto retroactivo al día en que se notifica la demanda: si la


consignación no fue impugnada por el acreedor o es declarada válida por
el juez por reunir los requisitos del pago;

 desde la fecha de la notificación de la sentencia que la admite: si la


consignación es defectuosa –no cumple con los requisitos del pago–,
pero luego el deudor subsana los vicios.

La consignación extrajudicial
La Comisión Redactora del Anteproyecto de Código explicó que se innovó al
incluir esta alternativa en el Código a fin de disminuir la litigiosidad.

Se trata de un modo extintivo de la obligación mediante el depósito de la suma


adeudada de modo privado, sin intervención de un juez, sino ante un escribano
de registro, a nombre y disposición del acreedor.

Los requisitos para esta vía están consagrados en el art. 910:

a. notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente,


del día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito;

7
b. efectuar el depósito de la suma debida con más los
intereses devengados hasta el día del depósito; este depósito
debe ser notificado fehacientemente al acreedor por el
escribano dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles de
realizado.5

La consignación extrajudicial tiene tres límites o impedimentos, que impiden su


prosecución y sólo habilitan el modo judicial:

 Sólo es posible para consignar el pago de obligaciones cuya prestación


consista en la entrega de sumas de dinero, excluyendo las de dar cosas
ciertas, inciertas, hacer o no hacer (art. 910);

 Que el acreedor no haya optado por la resolución del contrato o


demandado judicialmente el cumplimiento de la obligación antes del
depósito (art. 913).

 Si es imposible practicar la notificación fehaciente del depósito por


parte del escribano dentro de las 48 horas de realizado (art. 910 in fine).

Luego de realizado el depósito, y debidamente notificado el acreedor, este


tiene derecho dentro de los cinco días posteriores a:

 aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del


deudor el pago de los gastos y honorarios del escribano;

 rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del


acreedor el pago de los gastos y honorarios del escribano: y puede
reclamar judicialmente lo que considere que es su derecho –de crédito–,
incluso los gastos y honorarios del escribano. En este caso, debe dejar
constancia en el recibo de las salvedades por las que rechaza el
procedimiento, es decir, hacer reserva de su derecho para ulterior
reclamo (art. 912). La norma establece un plazo de caducidad para
demandar de 30 días a partir de la fecha del recibo con reservas.

 rechazar el procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos


casos, el deudor puede disponer de la suma depositada para consignarla
judicialmente: ante el fracaso de la vía privada.

5
Art. 910. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

8
Consignación cambiaria. Nociones
Se denomina consignación cambiaria a la que tiene por objeto el pago de
sumas de dinero originadas en títulos de crédito: cheque, pagaré o vales.

El Decreto-Ley 5.965/93 autoriza, en su art. 45, a depositar judicialmente el


importe cuando el documento no se presenta al término fijado, pues el deudor
no sabe quién lo tiene, y por ende, quién es el acreedor al que debe pagar. Ej.:
cheque endosado o al portador.

En este caso, el simple depósito de la suma libera al deudor.

El pago por consignación en las obligaciones de hacer


y de no hacer. Noción
En las obligaciones de hacer, la consignación no procede, salvo que la actividad
tenga por resultado la entrega de una cosa, previstas en el art. 774 in fine, que
manda: “Si el resultado de la actividad del deudor consiste en una cosa, para su
entrega se aplican las reglas de las obligaciones de dar cosas ciertas para
constituir derechos reales”6.

En consecuencia, será consignable judicialmente la cosa resultado del hacer,


pero no es posible consignar un mero “hacer”.

Por otro lado, la consignación es improcedente en las de no hacer, pues basta


que el deudor se mantenga inactivo para cumplir.

Compensación
Definición
La compensación, como el modo extintivo de las obligaciones, es definida en el
art. 921 del Código, que señala que tiene lugar “cuando dos personas, por
derecho propio, reúnen recíprocamente la calidad de acreedor y deudor
recíprocamente, cualesquiera sean las causas de una y otra deuda”7.

La norma también determina el efecto principal de la compensación, cual es: la


extinción con fuerza de pago de ambas deudas “hasta el monto de la menor,

6
Art. 774. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
7
Art. 921. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
desde el tiempo en que ambas obligaciones comenzaron a coexistir en
condiciones de ser compensables”8.

Moisset de Espanés (2004) explica que, etimológicamente, la palabra proviene


del latín: compensare, que podría significar balancear, pesar. En este caso, lo
que se “balancea” son las dos obligaciones entre los mismos sujetos,
neutralizándolas. La ley se hace cargo de la inutilidad que resultaría de imponer
a uno de los sujetos el cumplimiento de su propia obligación, para recibir,
luego, el cumplimiento de la otra, disponiendo la extinción de las dos
obligaciones recíprocas (sin necesidad de que se cumplan ambas prestaciones)
hasta la concurrencia del monto de la menor, y subsistiendo en cuanto al resto.

Ejemplo: si José le debe $ 1.000 a Felipe –contrato de mutuo– y, a su vez, Felipe


le debe $ 2.000 a José –por contrato de alquiler–, se equiparan ambas
obligaciones y mediante un simple cálculo aritmético, se concluye que la deuda
de José se extingue totalmente y la de Felipe se reduce a $ 1.000.

De conformidad con la regulación legal de la compensación, esta puede ser de


distintas especies (art. 922):

 Legal

 Convencional

 Facultativa

 Judicial

Por su parte, el art. 929 establece que las partes de común acuerdo pueden
pactar la exclusión de la compensación, es decir, pueden obligarse
convencionalmente a no alegarla como modo extintivo de las obligaciones.

Funciones
La compensación es un medio de extinción de las obligaciones cuyas funciones
son (Pizarro y Vallespinos, 2014; Moisset de Espanés, 2004):

 Elimina todas las molestias y dificultades de un doble pago: de no


existir la compensación, el deudor debería pagar para que luego el
acreedor, que a la vez es deudor suyo, le pague nuevamente, lo que no
tiene sentido lógico. Es así que se simplifican las operaciones, se ahorran
tiempo y gastos.

8
Art. 921. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
 Se reduce el circulante: lo que en épocas inflacionarias es de gran
importancia, ya que evita que se hagan desembolsos de dinero de un
lado y del otro.

 Actúa como defensa procesal: ante demanda por pago de una


obligación, se puede oponer como excepción la compensación.

 Envuelve la idea de garantía o seguridad: porque un deudor que recurre


a la compensación, al abstenerse de pagar a fin de compensar su deuda,
a la vez está cobrando lo que a él se le debe. Además, si uno de los
deudores cayera en estado de insolvencia con posterioridad a la época
en que se pudo haber operado la compensación, que tiene lugar desde el
mismo momento en que ambas obligaciones comenzaron a existir, así la
compensación habrá impedido que el crédito de uno se vea arrastrado
por las consecuencias del concurso o quiebra del otro. En consecuencia,
el acreedor habrá satisfecho su acreencia sin tener que formar parte de
la masa de acreedores del concurso o quiebra, situación que obviamente
le sería desfavorable (se le hubiera pagado seguramente menos y en un
plazo mucho mayor).

Importancia práctica
Tiene gran relevancia como modo extintivo de las obligaciones dinerarias por su
dinamismo y practicidad, que se adecuan a la realidad económica y social. Es
muy utilizada en el ámbito bancario e interempresario.

Fundamento jurídico
Lo constituye el principio de buena fe, es decir, impedir el reclamo de
cumplimiento a quien no ha cumplido aún con su contraparte.

Naturaleza jurídica
Antes que nada, hay que dejar en claro que el Código regula la compensación
dentro de los modos extintivos de las obligaciones. Pero existen distintas
posturas en relación con la naturaleza jurídica de esta institución.

Pizarro y Vallespinos (2014) comentan que tradicionalmente se la consideró


como un pago abreviado o doble pago automático. Sin embargo, hoy no
podemos hablar de pago, ya que este es un acto positivo, mientras que, por el
contrario, en la compensación el acto es negativo: se evita el doble pago, no
hay actividad. Otros consideran que por la crítica antes expuesta, se está en

11
presencia de un modo autónomo de extinción obligacional, que constituye un
subrogado del cumplimiento, y no hay entonces un pago real o cumplimiento.
Esta es la postura a la que adhieren los autores citados y en la que se enmarca
el nuevo Código.

Obligaciones no compensables
Por razones de orden público, el Código establece una serie de obligaciones
que no pueden ser objeto de compensación –de ninguna especia–, y las
enumera en el art. 930:

a. las deudas por alimentos;

b. las obligaciones de hacer o no hacer;

c. la obligación de pagar daños e intereses por no poderse


restituir la cosa de que el propietario o poseedor legítimo fue
despojado;

d. las deudas que el legatario tenga con el causante si los bienes


de la herencia son insuficientes para satisfacer las obligaciones y
los legados restantes;

e. las deudas y créditos entre los particulares y el Estado


nacional, provincial o municipal, cuando:

i. las deudas de los particulares provienen del remate de


bienes pertenecientes a la Nación, provincia o municipio; de
rentas fiscales, contribuciones directas o indirectas o de
otros pagos que deben efectuarse en las aduanas, como los
derechos de almacenaje o depósito;

ii. las deudas y créditos pertenecen a distintos ministerios o


departamentos;

iii. los créditos de los particulares se hallan comprendidos en


la consolidación de acreencias contra el Estado dispuesta
por ley

(…).9

9
Art. 930. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

12
Compensación legal
Es la que dispone la ley aun contra la voluntad de las partes; funciona
ministerio legis y se configura cuando se dan todos los requisitos que la ley
exige para ello, aunque requiere la alegación de parte interesada y no puede
ser declarada de oficio. Es la forma típica y la que mayor importancia tiene.

Los requisitos de la compensación legal, de acuerdo con el art. 923, son:

1. “ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar”10: en


calidad de titulares, es decir, por derecho propio.

2. “los objetos comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos


entre sí”11: es preciso que ambas deudas consistan en cantidades de
dinero, o en prestaciones de cosas fungibles entre sí, de la misma
especie y calidad (ej.: 200 quintales de soja y 500 quintales de soja).
Pero no sería posible compensar una obligación de dar sumas de dinero
con una de hacer, porque son prestaciones heterogéneas

3. “los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que


resulte afectado el derecho de terceros”12: son exigibles cuando el
deudor puede inmediatamente accionar judicialmente para obtener el
cumplimiento. Por lo tanto, hay que destacar que no son exigibles y, por
lo tanto, no pueden ser objeto de compensación, por ejemplo:
obligaciones bajo condición suspensiva, si todavía no se sabe si va a
ocurrir o no, obligaciones a plazo mientras este se encuentre pendiente.

Con respecto a la libre disponibilidad, implica que los créditos y deudas


puedan ser dispuestos por las partes, sin que un tercero tenga
adquiridos derechos en virtud de los cuáles pueda oponerse
legítimamente a la compensación. Ej.: no puede compensarse un
crédito que ha sido embargado.

4. Falta de impedimentos legales: este requisito se deduce de las


prohibiciones especiales del artículo 930, que es aplicable a todos los
tipos de compensación (ej.: deudas por alimentos, obligaciones de hacer
y no hacer, etc.).

La compensación legal, una vez opuesta, “produce sus efectos a partir del
momento en que ambas deudas recíprocas coexisten en condiciones de ser

10
Art. 923. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
11
Art. 923. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
12
Art. 923. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

13
compensadas, aunque el crédito no sea líquido o sea impugnado por el
deudor”13.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que el efecto principal de la compensación


es que extingue de pleno derecho –es decir, sin necesidad de intervención de
un órgano judicial–, con fuerza de pago, ambas obligaciones, hasta el límite de
la menor, desde que ellas comenzaron a coexistir en condiciones de ser
compensadas: instantáneamente.

Es importante destacar que si bien los efectos se producen de esta forma, es


imprescindible la alegación u oposición de la misma por la parte interesada:
siempre. Luego, una vez que la compensación fue invocada, actuará
retroactivamente, el efecto se producirá desde que se dio el hecho de la
coexistencia de los requisitos.

De lo antes dicho, se deriva como consecuencia que como toda extinción de la


obligación principal conlleva la de sus accesorias (hipotecas, fianzas, privilegios,
etc.), aquí ocurre lo mismo; y en la parte extinguida, ambas obligaciones dejan
de devengar intereses desde el momento de la coexistencia, subsistiendo estos
respecto del saldo impago.

En la compensación es el único supuesto en el que el acreedor está obligado a


recibir un “pago” parcial.

Con respecto a la posibilidad de declarar la compensación de oficio, cuando el


juez advierte su existencia, existe consenso en la doctrina nacional en el sentido
de que no es procedente, lo que refuerza el requisito de que la misma debe ser
invocada por las partes.

En caso de obligación con fianza, “El fiador puede oponer la compensación de


lo que el acreedor le deba a él o al deudor principal. Pero este no puede oponer
al acreedor la compensación de su deuda con la deuda del acreedor al fiador”14.

Por último, cabe aclarar que el Código brinda una solución para el supuesto de
que exista pluralidad de deudas de un mismo deudor, a cuyo fin, remite a las
reglas de la imputación del pago (art. 926).

Compensación facultativa
“La compensación facultativa actúa por la voluntad de una sola de las partes
cuando ella renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que
juega a favor suyo. Produce sus efectos desde el momento en que es
13
Art. 924. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
14
Art. 925. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

14
comunicada a la otra parte”15. Ej.: si una de las deudas está sujeta a plazo no
vencido, pero quien se beneficia con este renuncia y lo tiene por cumplido para
poder compensar las deudas.

La otra parte no puede alegarlo, impedirlo ni oponerse a ello.

Los efectos de la compensación facultativa son los mismos que los de la legal,
sólo que se modifica el tiempo de su producción, en virtud del art. 927, que
expresamente dispone que ocurre desde que quien renuncia al requisito
faltante lo comunica a la contraria.

Compensación judicial
Cualquiera de las partes tiene derecho a requerir a un juez la
declaración de la compensación que se ha producido. La
pretensión puede ser deducida simultáneamente con las
defensas relativas al crédito de la otra parte o, subsidiariamente,
para el caso de que esas defensas no prosperen.16

Santarelli (2012) señala que “consiste en el pedido en sede judicial de la


declaración de la compensación ya operada” (p. 516).

Moreno (2014) explica que se trata de la compensación que decretan los jueces
en sus sentencias, declarando admisible y procedente, total o parcialmente, un
crédito alegado por el deudor demandado, y afirma que la doctrina mayoritaria
entiende que los efectos se producen desde la traba de la litis.

La compensación en el derecho comercial.


Nociones
En materia comercial, específicamente, se reconoce la compensación de modo
expreso en distintos contratos, como por ejemplo: en materia bancaria: en la
cuenta corriente (art. 1405), también en materia de títulos valores (arts. 1822 y
1836).

Por su parte, la ley de Concursos y Quiebras (LCQ) regula en el art. 130 que “La
compensación sólo se produce cuando se ha operado antes de la declaración

15
Art. 927. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
16
Art. 928. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

15
de la quiebra”17, por lo que limita este modo extintivo de acuerdo con las reglas
que rigen la situación especial del fallido.

Confusión
Definición
“La obligación se extingue por confusión cuando las calidades de acreedor y de
deudor se reúnen en una misma persona y en un mismo patrimonio”18. Se
trata de una cuestión de hecho. Ej.: acreedor que hereda a su deudor y, en
consecuencia, al recibir la herencia se confunde el crédito con la deuda en su
patrimonio.

El fundamento de este modo extintivo radica en que deja de existir el elemento


esencial de la obligación relativo a los sujetos: que sean dos como mínimo, pues
se unifican en el patrimonio de una misma persona el crédito y la deuda.

Requisitos
Conforme a Pizarro y Vallespinos (2014), para que opere la confusión se
requiere:

 Sucesión del deudor en la posición del acreedor, o a la inversa: en la


titularidad del crédito, ya sea por un acto entre vivos –cesión de
créditos– o mortis causa.

 Debe tratarse de una única obligación.

 El crédito y la deuda deben pertenecer a una misma persona por


derecho propio, y a un mismo patrimonio: en la que los sujetos dejan de
ser dos, que es el mínimo que requiere la existencia de una obligación.
Las calidades de acreedor y deudor deben reunirse por derecho propio,
pues si en una de ellas se actúa como representante de otra persona, no
opera la extinción por confusión.

Naturaleza jurídica. Distintas teorías

17
Art. 130. Ley Nº 24.522. Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
18
Art. 931. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

16
Existen diversas teorías que determinan la naturaleza de la confusión, tal como
lo explican en su obra Pizarro y Vallespinos (2014). Sin embargo, para los
autores la correspondiente es la que afirma que la confusión es un hecho
jurídico extintivo de la obligación, lo que ha quedado confirmado
definitivamente por la redacción del Código unificado que así lo impone, por lo
que el debate pierde fuerza en la actualidad.

Causas que pueden determinar la confusión


La confusión, tal como se señaló, puede ocurrir por:

 Sucesión universal: por causa de muerte de una persona

 Sucesión singular: por cesión de créditos por el acreedor a favor del


deudor, o al revés, o si un tercero recibe la cesión del crédito y de la
deuda.

Especies
La confusión, según se transmita o no la integridad de la deuda/crédito, puede
ser (art. 932):

1. Total: respecto a la integridad de la deuda. Ej.: único heredero que


recibe en su patrimonio todo el crédito pendiente de pago de su
deudor.

2. Parcial: sólo se confunden en un mismo patrimonio una parte de la


deuda. Ej.: obligaciones simplemente mancomunadas, de objeto
divisible, si se confunde el patrimonio del único acreedor con el de uno
de los codeudores, se confunde la deuda sólo respecto a la cuota parte
de ese deudor, quedando pendientes las de los demás.

Efectos
El efecto de la confusión es la extinción de la obligación de moto total o parcial
en la proporción a la parte de la deuda en que se produce, según el caso.

Si la confusión es total, se extingue el crédito con todos sus accesorios.

El Código de Vélez contemplaba el supuesto de extinción de la confusión


cuando por un acontecimiento posterior se restablecía la separación de las
calidades de acreedor y deudor reunidas en una misma persona, y producía la
retroactividad o cesación de la extinción, pero el nuevo Código no estipula esta
alternativa.

17
Modos extintivos de las
obligaciones
Novación
Definición
“La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva,
destinada a reemplazarla”19, tal como específicamente lo define el art. 933. Se
trata de la sustitución de una obligación por otra que se crea en su lugar. Por
ejemplo: extinción de las obligaciones emergentes del contrato de locación y
creación de contrato de compraventa del inmueble que era objeto de aquel.

El requisito esencial de este modo extintivo, y que lo distingue de la


modificación de las obligaciones, es la “voluntad de novar” o animus novandi,
que las partes deben manifestar, ya sea de modo expreso o tácito, pero nunca
se presume. “En caso de duda, se presume que la nueva obligación contraída
para cumplir la anterior no causa su extinción”20.

La novación está regulada bajo el capítulo de “Otras formas de extinción” de las


obligaciones en los arts. 933 a 941 del Código.

Naturaleza jurídica
La doctrina nacional mayoritaria entiende que es un acto jurídico bilateral que
tiene por finalidad extinguir una obligación primitiva y crear otra en su
reemplazo. Es extintiva, y así lo regula el Código.

Fuentes
La regulación legal de la novación se centra en la de carácter convencional, es
decir, la que surge del acuerdo de partes sobre la base del principio de la
autonomía de la voluntad. Sin embargo, expresamente el art. 941 consagra la
posibilidad de la novación legal, que surja de la ley, opera ministerio legis,
independientemente de la voluntad de las partes. En este último caso,

19
Art. 933. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
20
Art. 934. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

19
18
subsidiariamente se aplican las reglas que el Código establece para la
convencional. Ej.: art. 55 de la Ley 24.522, en el concurso preventivo la
homologación del acuerdo produce la novación de todas las obligaciones
originarias del concursado con sus acreedores –por las nuevas que emergen del
convenio–; consolidación de las deudas del Estado: ej.: Ley 23.982: deuda
pública interna. Se extinguen las deudas y son reemplazadas por títulos
públicos.

Elementos. Modificaciones que no importan


novación
Los requisitos de la novación, tal como enseñan Pizarro y Vallespinos (2014) son
los siguientes:

1. Existencia de una obligación primitiva: cuya extinción sirva de causa a


la nueva. Debe ser válida y eficaz. El art. 938 impone requisitos
necesarios de esta, pues, de lo contrario, no habrá novación si la
obligación anterior:

a. está extinguida, o afectada de nulidad absoluta; cuando


se trata de nulidad relativa, la novación vale si al mismo tiempo
se la confirma;

b. estaba sujeta a condición suspensiva y, después de la


novación, el hecho condicionante fracasa; o a condición
resolutoria retroactiva, y el hecho condicionante se cumple; en
estos casos, la nueva obligación produce los efectos que, como
tal, le corresponden, pero no sustituye a la anterior.21

2. Creación de una nueva obligación: de forma simultánea, que también


debe ser válida y eficaz. Con respecto a esta, el art. 939 aclara que la
obligación anterior no se extingue y subsiste si la nueva:

a. está afectada de nulidad absoluta, o de nulidad relativa y


no se la confirma ulteriormente;

b. está sujeta a condición suspensiva, y el hecho


condicionante fracasa; o a condición resolutoria retroactiva y el
hecho condicionante se cumple.22

21
Art. 938. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
22
Art. 939. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

20
19
3. Animus novandi: intención de las partes de sustituir una obligación por
otra, supone una renuncia a la obligación primitiva. No requiere
formalidades, puede ser expresa o tácita, pero nunca se presume, pues
requiere certeza sobre la finalidad. Ante la duda, no hay novación (art.
934).

4. Capacidad de los sujetos: para contratar. Si se quiere realizar a través


de representante, debe tener poder especial, pues se trata de la
extinción de una obligación.

Además, el Código se ocupa de señalar que la “entrega de documentos


suscriptos por el deudor en pago de la deuda y, en general, cualquier
modificación accesoria de la obligación primitiva, no comporta novación”23.
Esto significa que las simples modificaciones de alguno de los elementos de la
obligación no importan su extinción y creación de una nueva si no se dan los
requisitos antes expuestos. En este sentido, se remite al punto 15.1.1, donde se
esquematizaron las diferencias entre la novación y la modificación de las
obligaciones.

Con respecto a la prueba de la novación, debe ser alegada y probada –por


cualquier medio escrito en principio–, pues no se presume su existencia (art.
934).

Diferentes especies de novación (Novación por cambio


de deudor. Novación por cambio de acreedor)
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la novación puede ser de cuatro
especies, en relación con los cuatro elementos esenciales de la obligación:

 Por cambio de objeto: novación objetiva: en la segunda obligación se


debe una prestación distinta a la primera, debe ser trascendente, por
ejemplo, un dar por un hacer: debo $ 10.000, lo reemplazo por la
obligación de brindar asesoramiento técnico por dos meses.

 Por cambio de causa fuente: el deudor se obliga a una prestación


similar, pero por una causa distinta. Ej.: conversión de préstamo de una
máquina –puede usarla– en depósito –conserva la tenencia y guarda,
pero ya no puede usarla–.

23
Art. 935. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

21
20
 Por cambio de vínculo o naturaleza: se sustituye una obligación con un
vínculo determinado por una con uno distinto. Ej. se convierten
obligaciones modales a puras y simples o viceversa; o se extingue la
obligación solidaria y se crea una mancomunada.

 Por cambio de sujetos: permanecen idénticos el resto de los elementos:


objeto, vínculo y causa fuente. Resulta de un acuerdo entre acreedor-
deudor que consienten la extinción y creación de una nueva obligación
con el tercero que ingresa a la relación a ocupar el lugar de alguna de las
partes. Están expresamente contempladas en el Código y pueden ser por
cambio de:

1. De deudor: art. 936: requiere el consentimiento del acreedor, que


debe liberar al deudor originario y extinguir la obligación. Puede ser
de dos modos.

o Delegación: el deudor propone otro sujeto en su lugar.

o Expromisión: el nuevo deudor se ofrezca a asumir la deuda.

2. De acreedor: art. 937: el acreedor original es reemplazado por otro


diferente con consentimiento del deudor, se diferencia de la cesión
de créditos porque en la novación se extingue el crédito anterior con
todos sus accesorios y nace uno nuevo, mientras que en la cesión es
la misma obligación que cambia de sujeto en el polo activo.

Efectos
La regla es que la novación produce la extinción de la obligación primera con
todos sus accesorios (privilegios, garantías, etc.).

Sin embargo, por expresa autorización legal (art. 940), el acreedor puede
impedir la extinción de las garantías personales o reales de la primera
obligación si hace reserva de estas. A tal fin, hay que distinguir quién otorgó las
garantías:

 Si fue el deudor: con la reserva se transfieren las garantías en la segunda


obligación.

 Si fue un tercero: (fiador, avalista, por ejemplo): además de la reserva


del acreedor se requiere el consentimiento del tercero que garantizará
una nueva obligación que sustituye a la anterior. En consecuencia, el
tercero debe participar del acuerdo novativo a tal fin.

Novación legal. Régimen jurídico

22
21
La novación legal se produce como consecuencia de una disposición legal que
así lo impone, por ejemplo, en materia de concursos y quiebras, la
homologación del acuerdo entre el concursado y sus acreedores produce –por
disposición expresa de la Ley 24.522- la novación de todas sus obligaciones
anteriores a la declaración en quiebra.

El Código Civil no regulaba las consecuencias o efectos de este tipo de


novación, pero si lo hace el código unificado, en el art. 941, en la que se
dispone que si la novación tiene origen legal, supletoriamente se aplican las
reglas establecidas en los arts. 933 a 940.

22
23
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25
26
Dación en
pago

Derecho
privado II
Dación en pago
Definición
“La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago
una prestación diversa de la adeudada”24. El cambio de la prestación se
produce en el momento de la ejecución o cumplimiento de la obligación.

Originariamente, el Código Civil sólo preveía la dación como la extinción de la


obligación de dar sumas de dinero por la entrega de bienes, pero el nuevo
código amplía la noción, tal como lo sostenía la doctrina y la jurisprudencia, al
cambio de la prestación de cualquier tipo.

Naturaleza jurídica
Santarelli (2014), citando a Llambías, aclara que la dación en pago supone una
novación objetiva, en donde el acreedor ha consentido reemplazar su crédito
antiguo por uno nuevo con objeto diferente. Así es que la figura condensa la
novación aludida y el pago de la obligación sustitutiva de aquella.

Pizarro y Vallespinos (2014) sostienen que la dación en pago es una figura


compleja, en la que convergen la novación y el pago inmediato de la nueva
obligación. El fundamento lo encuentran en que cuando el acreedor acepta,
tácitamente está manifestando su voluntad de sustituir la prestación originaria.

Requisitos
1. Existencia de una obligación válida.

24
Art. 942. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

1
2. Cumplimiento de una prestación distinta de la debida: de cualquier
naturaleza: dar, hacer, no hacer.

3. Acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor: en virtud del


principio de autonomía de la voluntad. Se produce mediante la oferta de
pago del deudor de una prestación distinta y la aceptación por el
acreedor.

4. Intención de pagar: del deudor, es decir, de cumplir la obligación.

5. Capacidad: según las normas de los contratos.

Reglas aplicables según el Código Civil y


Comercial
La dación en pago se rige por las reglas aplicables al contrato con el que tenga
mayor afinidad, es decir, según cuál sea el objeto de la prestación nueva: si es
una cosa, por las reglas de la compraventa, si es un crédito por otro, de la
cesión de créditos, etc.

Efectos
El principal efecto de la dación en pago es la extinción de la obligación (con
todos sus accesorios). Sin embargo, cabe tener presente que el “deudor
responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos efectos
no hacen renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio
de terceros”25.

En consecuencia, si el deudor entregó a cambio de la suma de dinero que debía


una heladera o un auto, debe responder ante el acreedor si luego estos
presentan vicios que no era posible advertir con la entrega, los que hacen que
la cosa sea impropia para su uso, etc. (arts. 1051 y ss. y cds.).

Si bien el deudor deberá responder por estos defectos, esto no implica que
renazca la obligación, salvo que las partes así lo hubieran pactado y siempre
que no perjudique a terceros.

Comparación con la novación y el pago

25
Art. 943. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

2
 Con la novación por cambio de objeto: la novación crea una nueva
obligación, la dación en pago es extintiva de la única obligación
existente.

 Con el pago: este es un acto jurídico unilateral en el que se cumple con la


misma prestación que se acordó –principio de identidad–; en la dación
en pago se presenta un acuerdo de voluntades y una prestación
diferente, exceptuándose la identidad por expresa aceptación del
acreedor.

Renuncia de derechos
Definición. Caracteres
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la renuncia puede ser entendida en
dos sentidos:

 Amplio: es el acto por el cual una persona, en forma libre y espontánea,


abdica de un derecho disponible, cualquiera sea su naturaleza, por su
exclusivo interés.

 Restringido: es el acto de abdicación voluntario y espontáneo de un


derecho de crédito. Esta es la denominada “remisión de deuda”.

Resulta necesario tener presente que la renuncia a derechos está


expresamente prevista en el “Título Preliminar” del Código, que forma su
“núcleo duro”. El art. 13 admite expresamente la posibilidad de renunciar a los
efectos de la ley en el caso particular, excepto que el ordenamiento jurídico lo
prohíba, y específicamente impide la “renuncia general de las leyes”26.

Por su parte, la renuncia es regulada por el Código como uno de los “otros
modos extintivos” de las obligaciones (en los arts. 944 a 954) juntamente con la
remisión de deuda.

Renuncia y remisión de la deuda. Diferencias


Santarelli (2014) explica que las figuras deben ser explicadas desde la relación
entre “género” y “especie”; pues la renuncia abarca todos los derechos

26
Art. 13. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

3
susceptibles de abandono, y la remisión sólo el derecho de crédito (Pizarro y
Vallespinos, 2014).

Cabe aclarar que para su perfeccionamiento y efecto extintivo, tal como


estudiaremos, ambas requieren la aceptación del deudor.

Naturaleza jurídica. Distintas doctrinas


Con respecto a la naturaleza jurídica de la renuncia, se debatía si esta se trataba
de un acto jurídico unilateral (Ej.: Pizarro y Vallespinos, 2014) o bilateral (Ej.:
Moisset de Espanés, 2004), según se requiriera sólo la voluntad del acreedor o
la de este y el deudor, respectivamente.

El Código unificado define el debate al exigir, a los fines de la extinción de la


obligación por medio de la renuncia, la aceptación de esta por el deudor
(beneficiario) (art. 946).

En síntesis, la renuncia es un acto jurídico bilateral, pues para tener efectos


extintivos requiere la aceptación.

Especies
La renuncia puede ser:

 Mortis causa: en este caso, es una renuncia impropia, pues en realidad


es una liberalidad y se rige por las normas de esta.

 Por acto entre vivos: por manifestación del acreedor y posterior


aceptación del beneficiario.

Además, esta última puede ser, de acuerdo con el art. 945:

 Gratuita: se realiza sin ningún beneficio ni contraprestación a cambio.


Sólo puede realizarla quien tiene capacidad para donar, es decir, quienes
pueden disponer de sus bienes (art. 1548).

 Onerosa: si se hace por un precio o a cambio de una ventaja cualquiera.


En este caso, se rige por las reglas de los contratos onerosos. Pizarro y
Vallespinos (2014) entienden que este supuesto no sería una renuncia,
pues pierde tipicidad.

4
Elementos (Capacidad. Objeto. Principio general.
Excepciones. Derechos irrenunciables. Aceptación.
Retractación)
1. La capacidad requerida para realizar la renuncia dependerá del tipo de
que se trate: si es gratuita, será la necesaria para donar; y si es onerosa,
la contractual.

2. El objeto puede ser cualquier derecho conferido por ley, siempre que:

o no esté prohibido. Ej.: alimentos, derechos personalísimos, etc.

o sólo afecte intereses privados: es decir que no puede estar de por


medio el orden público.

El art. 944 expresamente prohíbe la renuncia anticipada de las


defensas que pueden hacerse valer en juicio.

3- En cuanto a la forma, “La renuncia no está sujeta a formas especiales,


aun cuando se refiera a derechos que constan en un instrumento
público”27. Es decir, no es un acto formal, puede ser escrita o verbal,
rige el principio de libertad de formas.

Prueba
La regla es que la voluntad de renunciar no se presume y la interpretación de
los actos que permiten inducirla es restrictiva. El fundamento es que se trata de
un acto por el cual se extingue un derecho de modo definitivo, y en principio,
sin contraprestación alguna –gratuita–, por lo que no se admite su presunción.

A tal fin, al ser no formal, puede ser probado por cualquier medio de prueba,
pero si es por medio de un contrato, deberá ser por escrito.

Efectos
El principal efecto de la renuncia es la extinción de la obligación con todos sus
accesorios, a cuyo fin es imprescindible la aceptación por parte del beneficiario
(art. 946).

Hasta que el deudor no acepte, el acreedor tiene derecho a retractarse de la


renuncia (art. 947), siempre que no se perjudiquen derechos de terceros.

27
Art. 949. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

5
Remisión de deuda
Definición
Es el acto jurídico por el cual el acreedor abdica su derecho de crédito,
provocando la extinción de la obligación, sin satisfacción del interés del
acreedor y con liberación del deudor (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Moisset de Espanés (2004) afirma que la remisión tiene lugar cuando el


“acreedor perdona la deuda” (p. 151).

El Código regula la remisión en los arts. 950 a 954, luego de la renuncia.

El art. 950 expresamente establece como supuesto se considera remitida la


deuda cuando “el acreedor entrega voluntariamente al deudor el documento
original en que consta la deuda”28 (ej.: pagaré sin que haya sido cumplido).

La norma aclara que si el documento es un instrumento protocolizado y su


testimonio o copia se halla en poder del deudor, sin anotación del pago o
remisión, y tampoco consta el pago o la remisión en el documento original, el
“deudor debe probar que el acreedor le entregó el testimonio de la copia como
remisión de la deuda”29.

Régimen jurídico aplicable


A la remisión de deuda se le aplican las disposiciones relativas a la renuncia
–arts. 944 a 949–, por expresa manda legal del art. 951.

Efectos
La remisión de deuda produce como regla los efectos del pago, es decir, la
extinción de la obligación –recordando que, tal como la renuncia, requiere la
aceptación por el beneficiario–.

Supuestos especiales:

 El art. 952 aclara que en caso de remisión de una deuda en la que


existen fiadores, la remisión en favor del fiador no aprovecha al deudor,

28
Art. 950. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
29
Art. 950. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

6
y “la hecha a favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los
demás”30. Se trata de un efecto personal que no propaga los efectos por
su carácter restrictivo.

 Por otro lado, se aclara que si un “fiador que pagó una parte de la deuda
antes de la remisión hecha al deudor, no puede repetir el pago contra el
acreedor”31.

 En caso de obligación garantizada con el derecho real de prenda, si el


acreedor entrega de la cosa dada en prenda (ej.: automotor), sólo la
remisión de la prenda, pero no la remisión de la deuda principal. Es una
aplicación de la interpretación restrictiva de la remisión. Además, Pizarro
y Vallespinos (2014) afirman que la prenda es un accesorio, y la remisión
de este no puede extenderse a lo principal.

30
Art. 952. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
31
Art. 953. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

7
Modos extintivos de las
obligaciones

Imposibilidad de cumplimiento
Definición
Este tema comenzó a desarrollarse en la Unidad 14 (véase punto 14.3), pues
guarda estrecha relación con la mora y el incumplimiento, tópicos con los que
debe estudiarse conjuntamente.

En dicha oportunidad, analizamos que existen dos manifestaciones del


incumplimiento con efectos distintos según el caso (Pizarro y Vallespinos,
2014), y que el incumplimiento ABSOLUTO: es definitivo, la prestación no es
susceptible de ser específicamente cumplida. Es material, jurídica u
objetivamente imposible. Es una situación irreversible. En materia de resolución
contractual, es un requisito que el incumplimiento sea “esencial”, y este se
define en el art. 1084, que debe ser relacionado con el “absoluto”, pues los
supuestos se reiteran, y se especificó que los casos eran:

 Imposibilidad sobrevenida, objetiva y absoluta, no imputable al deudor


(art. 955). Efecto es la extinción de la obligación, sin responsabilidad para
el deudor.

 En caso de que la imposibilidad cumpla los mismos requisitos pero sea


imputable al deudor –subjetiva u objetivamente–, la obligación modifica
su objeto al de pagar indemnización por los daños y perjuicios. Si se trata
de una obligación contractual, también existirá la facultad resolutoria.

 Imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y excesivamente


prolongada, en caso de plazo esencial (art. 956). Efecto: se extingue la
obligación.

 Imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y excesivamente


prolongada, que provoca la frustración irreversible del interés del
acreedor (art. 956): se extingue la obligación.

 Voluntad manifiesta del deudor de no cumplir, en cuyo caso, si el


acreedor mantiene interés, puede exigir el cumplimiento forzoso.

8
El art. 955 brinda una definición, los requisitos y efectos de imposibilidad de
cumplimiento en los siguientes términos:

La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la


prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue
la obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene
debido a causas imputables al deudor, la obligación modifica su
objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los
daños causados.32

En definitiva, si se produce alguno de los supuestos de imposibilidad de


cumplimiento, el efecto es la extinción de la obligación, con o sin
responsabilidad del deudor según el caso, y por ello su estudio en esta unidad.

Método del Código Civil y Comercial


El Código Civil y Comercial sistematiza la imposibilidad de cumplimiento como
“otros modos extintivos” de las obligaciones, es decir, en el Libro Tercero,
Título I, Capítulo 5, arts. 955 y 956.

Requisitos
La imposibilidad de cumplimiento puede ser de dos tipos: definitiva, es decir,
que ya no admite posibilidad de cumplimiento de modo irreversible; o
temporaria, si bien podría llegar a superarse y el deudor podría cumplir, por
tratarse de una obligación con plazo esencial, o sin serlo su prolongación
excesiva en el tiempo afecta el interés del acreedor, quien lo pierde, se torna
en un supuesto de imposibilidad de cumplimiento.

En consecuencia, los requisitos de la imposibilidad son:

1. Sobrevenida: debe surgir con posterioridad al nacimiento de la


obligación, de lo contrario, no se cumpliría con el requisito del objeto:
que la prestación sea posible material y jurídicamente.

2. Objetiva: debe ser independiente del sujeto del deudor, es decir, que
cualquier persona que se encuentre en su situación se vería
imposibilitado de cumplir.

32
Art. 955. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
3. a) Absoluta y definitiva: en el primer caso, no es susceptible de
cumplimiento de modo irreversible, no puede ser superada.

b) Temporaria en caso de plazo esencial o que frustre el interés del


acreedor: si bien comienza siendo transitoria, y podría ser superada, se
produce la imposibilidad por:

o tratarse de una obligación con plazo esencial: ante su


vencimiento, sin que se haya cumplido la prestación. Ej.: traslado
en avión de un disertante para un Congreso, que por razones
climáticas no puede despegar de su ciudad. Aunque pudiera
viajar al día siguiente, ya no llega para la conferencia el día que
correspondía.

o excesiva prolongación en el tiempo que frustra el interés del


acreedor –ya no le sirve que cumpla–. Ej.: compraventa por
boleto de un lote en barrio cerrado que requiere habilitación
municipal, si los trámites se prolongan por más de diez años, sin
que consiga la habilitación por razones ajenas a la voluntad o
diligencia del desarrollista, el comprador (acreedor de la
escritura) puede ver frustrado irreversiblemente su interés si ya
no le sirve, pues tuvo que construir su hogar en otro lugar,
porque necesitaba solicitar un préstamo y sin escritura no se lo
conceden.

Prueba de imposibilidad sobrevenida


La regla es que quien alega la imposibilidad debe probar su existencia, en
principio, con libertad de medios probatorios para ello.

En consecuencia, será el deudor ante el reclamo de cumplimiento quien alegará


que no cumplió por imposibilidad ajena a su voluntad, y debe acreditar cuáles
son las causales: ej.: caso fortuito, fuerza mayor.

Efectos que produce la imposibilidad sobrevenida de la


prestación
La imposibilidad del cumplimiento –en sus dos alternativas– es una causal de
extinción de la obligación, siempre que resulte inimputable al deudor, por lo
que no será responsable por ello por no presentarse los presupuestos de la
responsabilidad (se estudiarán en la Unidad 21).

10
Por el contrario, tal como explica Santarelli (2012), si la imposibilidad de
cumplimiento deviene por causas imputables al deudor, se ingresa en el
escenario de la responsabilidad, modificándose el objeto de la obligación
originaria por el de indemnizar los daños producidos por el incumplimiento (se
sugiere relacionar con la modificación de la obligación en la Unidad 15). Esta
regla surge expresamente del art. 955.

Transacción
Definición. Método. Caracteres
La transacción es estudiada como uno de los modos extintivos de las
obligaciones, pues a pesar de ser un “contrato especial”, que será analizado en
la materia pertinente, en esta adquiere gran relevancia, pues es otra de las
formas de extinguir obligaciones, concretamente las que son de carácter
dudoso o litigioso.

Con respecto al método, cabe aclarar que el Código de Vélez regulaba la


transacción como uno de los modos extintivos de las obligaciones (en los arts.
832 y siguientes), pero el nuevo Código, en atención a la naturaleza jurídica del
instituto (contrato extintivo de obligaciones dudosas o litigiosas), lo traslada a
los contratos en particular, en los arts. 1641 a 1648. En consecuencia, se rige
por las reglas especiales allí establecidas y subsidiariamente por las normas
generales relativas a los contratos que son su “género”.

“La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un


litigio, o ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen
obligaciones dudosas o litigiosas”33, tal como la define el art. 1641
del Código.

La importancia de esta figura radica en que a través de ella se confiere


certidumbre a los derechos o situaciones jurídicas litigiosas o dudosas, a fin de
extinguir obligaciones. Ej.: en caso de incertidumbre sobre las causas del daño
ocurrida en la pared medianera de un inmueble –es decir, a cuál de los
inmuebles es atribuible el daño–, antes de ir a juicio, las partes pueden acordar
que los gastos de la reparación sean afrontados en partes iguales o en una
proporción determinada (transacción extrajudicial). O en caso de juicio por

33
Art. 1.641. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
mala praxis, si durante el proceso las partes llegan a un acuerdo, el demandado
ofrece pagar menos del monto objeto de la demanda pero al actor le conforma
y satisface su interés, pueden realizar el contrato y presentarlo al juez para
poner fin al litigio (transacción judicial).

Los caracteres de la transacción son:

 Es contractual: requiere acuerdo de voluntades de las partes con el fin


de extinguir las obligaciones dudosas o litigiosas (art. 1641).

 Es de interpretación restrictiva: pues al tratarse de renuncia a derechos,


como especie del género, sólo comprende la de los derechos
expresamente consagrados en el contrato, y en caso de duda sobre algún
derecho, no habrá transacción sobre este (art. 1642). Frustragli y Arias
(2015) afirman que no se presumen las renuncias, desistimientos o
pérdidas de derechos que forman la sustancia de ella, y que debe estarse
a los términos literales empleados por las partes. Esto último se condice
con el art. 1062 del Código.

 Formal: se impone la forma escrita (art. 1643), que es requisito para toda
clase de transacción, y además, en caso de la judicial, se exige la
presentación del contrato ante el juez donde tramita la causa.

 Es declarativa: pues brinda certidumbre a la situación dudosa o litigiosa.

Naturaleza jurídica
La doctrina nacional debatía la naturaleza jurídica de la transacción, si se
trataba de un acto jurídico bilateral, de un contrato, de una convención
liberatoria, etc.

Sin embargo, el nuevo código resuelve definitivamente la cuestión al


encuadrarla como un contrato y regularla como uno “especial”.

En definitiva, y tal como señalaban Pizarro y Vallespinos (2014), la transacción


es un contrato extintivo de obligación por fijación de certidumbre de la
situación entre las partes, y es no satisfactivo del interés del acreedor en forma
total, pues este abdica de parte de su derecho para poner fin a la cuestión.

Clases de transacción
De conformidad con la regulación legal de la transacción, se advierte que esta
puede ser de dos clases:

12
 Judicial: recae sobre derechos que se están debatiendo en un proceso
judicial, por eso se los denomina “litigioso”. Las partes llegan a un
“acuerdo” antes del dictado de la sentencia y le ponen fin al proceso.

 Extrajudicial: tiene por objeto la extinción de derechos dudosos entre las


partes, pero sin que exista juicio todavía. El objetivo de la transacción, en
este caso, es precisamente evitar el litigio.

Elementos
Los elementos necesarios para que se configure la transacción son:

1. Acuerdo entre partes: sobre todos los puntos discutidos que se traduce
en el contenido del contrato, con la finalidad de extinguir obligaciones.

2. Concesiones recíprocas: cada parte debe abdicar parcialmente a su


pretensión originaria. Debe existir un sacrificio de ambas partes y no de
una sola, esto la distingue claramente del reconocimiento de derechos.
Las concesiones pueden ser en las proporciones que las partes
negocien, no es necesario que sean en partes iguales ni equivalentes.

3. Debe recaer sobre obligaciones litigiosas o dudosas: se requiere de una


situación previa de incertidumbre, que es despejada por la transacción.
Ya hemos dicho que “litigio” significa “juicio”, es decir, requiere una
demanda judicial ante un Tribunal. Por su parte, “dudosas” importa que
subjetivamente las partes consideren que le corresponden derechos
distintos, sin ponerse de acuerdo sobre la magnitud de cada uno de los
mismos, sin que puedan tener certeza al respecto.

La incertidumbre puede ser:

o Objetiva: la cuestión está sujeta a juicio y por ende a un


pronunciamiento judicial.

o Subjetiva: se ponderan las dudas que las partes puedan tener con
respecto a la existencia o extensión de un derecho, no sujeto a
controversia judicial.

4. Capacidad para transar: como regla, la necesaria para disponer o


enajenar bienes. El Código prohíbe expresamente transar a
determinados sujetos (art. 1646):

a. las personas que no puedan enajenar el derecho respectivo;


[es la regla general a la inversa].

13
b. los padres, tutores o curadores respecto de las cuentas de su
gestión, ni siquiera con autorización judicial;

c. los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que


confiere el testamento, sin la autorización del juez de la
sucesión.34

5. Objeto: se rige por las reglas aplicables al objeto de los actos jurídicos
en general, y de los contratos en particular (Frustragli y Arias, 2014). El
art. 1644, expresamente, como regla general, puede ser cualquier tipo
de derecho de contenido patrimonial, dudoso o litigioso. Excepciones:
está prohibido transar en los siguientes supuestos:

o Orden público de por medio: principio general del derecho


reiterado en diversos artículos del Código: 12, 279, 1004, 1644,
etc.

o Derechos irrenunciables: por expresa manda legal. Ej.: renuncia


general a las leyes (art. 13 del Código).

o Derechos que versan sobre relaciones de familia o estado de las


personas. Ej.: patria potestad. Esta excepción tiene a su vez una
excepción, pues sí admite la transacción sobre derechos
patrimoniales derivados de estos o cuando el código
expresamente lo permite.

6. Forma: se requiere que sea por escrito (art. 1643) para toda clase de
transacción. En caso de ser judicial, también se exige la presentación del
contrato ante el juez donde tramita la causa para tener eficacia plena.

En este último caso, como consecuencia de este requisito, las partes


pueden desistir de la transacción, dejándola sin efecto, hasta antes de la
presentación ante el juez.

Frustragli y Arias (2015) señalan que es un contrato formal no solemne,


pues la forma escrita no se exige bajo pena de nulidad, y por ello, si es
celebrada verbalmente, o en instrumento privado en caso de
inmuebles, vale como acto en el que las partes se han obligado a
cumplir las formalidades que exige la ley y una vez verificadas tiene
plena eficacia (arts. 285, 384 y 1018).

34
Art. 1.646. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

14
Nulidad de la obligación transada
Siendo la transacción un contrato que tiene por objeto extinguir obligaciones
–dudosas o litigiosas–, se requiere que estas sean válidas. Esta cuestión se
encuentra regulada en el art. 1645.

De lo contrario, si adolecen de algún vicio en alguno de sus elementos


esenciales –sujeto, objeto, vínculo, causa fuente– que causa la nulidad
absoluta de la obligación, la transacción es inválida.

Si el vicio de la obligación ocasiona una nulidad relativa, si las partes a pesar de


conocer el vicio deciden transar, el contrato será válido, pues mediante este
confirmaron el defecto que afecta a la obligación.

Se trata de la invalidez de la transacción por vía “indirecta” por la nulidad de la


obligación que es su objeto.

Nulidad de la transacción
Una situación diferente se presenta cuando la nulidad es “directa”, pues afecta
al propio contrato de transacción.

El art. 1647 establece que sin perjuicio de la nulidad prevista en el Código


respecto de los actos jurídicos, la transacción es nula en los siguientes casos:

1 “si alguna de las partes invoca títulos total o parcialmente inexistentes o


ineficaces”35: hay ausencia de causa fuente.

2 “si, al celebrarla, una de las partes ignora que el derecho que transa
tiene otro título mejor”36: incurre en error esencial, vicia el
consentimiento;

3 “si versa sobre un pleito ya resuelto por sentencia firme, siempre que la
parte que la impugna lo haya ignorado”37.

Efectos de la transacción
El principal efecto de la transacción es la extinción de las obligaciones dudosas
o litigiosas que son objeto del contrato (art. 1641). Los efectos son declarativos

35
Art. 1.647. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
36
Art. 1.647. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
37
Art. 1.647. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

15
como regla, pues reconoce derechos y les concede certidumbre, sin crear un
título nuevo, y excepcionalmente puede tener efecto traslativo, si atribuye un
derecho de una parte a favor de la otra en materia que no era objeto de
controversia o duda (constitutivo).

En consecuencia, si luego alguna de las partes pretendiera desconocer el


acuerdo y reabrir el conflicto, sería procedente el planteo de la transacción
como excepción para el progreso de la acción (Frustragli y Arias, 2015).

Además, el Código expresamente señala que “produce los efectos de la “cosa


juzgada” sin necesidad de homologación judicial”38.

El fundamento de esta manda se encuentra en que la homologación judicial


sólo habilita la ejecutoriedad del acuerdo a través del procedimiento de
ejecución de sentencia, pero no constituye un requisito de eficacia del contrato
(Frustragli y Arias, 2015).

En consecuencia, si no es homologada, será válida y eficaz, pero las partes


podrán requerir el cumplimiento por vía ordinaria, salvo que el instrumento en
el que consta traiga aparejada ejecución (Pizarro y Vallespinos, 2014).

En este sentido, compartimos la opinión de Andrada (2012), quien explica que


existen diferencias entre la transacción y la cosa juzgada:

La transacción puede ser extrajudicial, mientras que la cosa


juzgada es predicable de un decisorio firme emanado en un
proceso judicial; la transacción es producto y resultado de la
autonomía privada, al tiempo de que la cosa juzgada dimana de
un decisorio dictado por un magistrado judicial; la transacción
puede ser impugnada por vicios de la voluntad, mientras que la
sentencia de la que emana la cosa juzgada se encuentra regida
por otras reglas; la transacción es impugnable por acción de
nulidad; la sentencia, en cambio, por vía de recurso o de
incidente de nulidad; la sentencia lleva ínsita la fuerza coactiva
del imperium, de la que no está provista la transacción. (p. 754).

En consecuencia, y tal como señala el autor citado, para una importante


doctrina, sólo la transacción judicial homologada adquiere la autoridad de la
cosa juzgada, lo que resulta lógico porque ocurre dentro de un proceso y es
una resolución judicial que puede adquirir tal carácter.

Las partes pueden presentar un pedido judicial de homologación de un acuerdo


judicial o extrajudicial, pero por sí sólo, y antes de ello, no puede tener efectos

38
Art. 1.642. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

16
de cosa juzgada, por tratarse de una calidad de la sentencia y que requiere
procesalmente de determinados requisitos.

Errores aritméticos
En el supuesto de que de los términos de la transacción se advierta que existe
uno o más errores aritméticos, el art. 1648 establece que estos “no obstan a la
validez de la transacción, pero las partes tienen derecho a obtener la
rectificación correspondiente”39.

39
Art. 1.648. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

17
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20
Extinción de las
obligaciones

Derecho
privado II
Extinción de las
obligaciones
Prescripción liberatoria
Definición. Clases de prescripción
El transcurso del tiempo, como hecho fatal que ineludiblemente ocurrirá,
afecta la vida de las obligaciones, e incluso habilita que se adquieran o pierdan
derechos.

Borda (2008) explica que:

La ley protege los derechos subjetivos, pero no ampara la


desidia, la negligencia, el abandono. Los derechos no pueden
mantener su vigencia indefinidamente en el tiempo, no obstante
el desinterés de su titular, porque ello conspira contra el orden y
la seguridad. (p. 7).

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la prescripción puede ser de dos tipos:

 Adquisitiva: es el modo por el cual se adquiere un derecho real por la


posesión continua e ininterrumpida de una cosa, por el transcurso de
tiempo que fija la ley. Ej.: para inmuebles por el plazo de 10 años si se
tiene justo título y buena fe (arts. 1897 y 1898). Es la llamada
“usucapión”.

 Liberatoria: es la pérdida de un derecho por el transcurso del tiempo y la


inactividad del titular. Es extintiva del derecho.

En esta materia se estudia la prescripción liberatoria por tratarse de un modo


extintivo del derecho de crédito –obligaciones–, que requiere de dos
elementos:

1. Inactividad de acreedor: que no utilice ninguna vía efectiva para realizar


su derecho, para reclamarlo, predica el desinterés del sujeto titular del
crédito. También se requiere la inacción del deudor, pues si este
reconoce la deuda, por ejemplo, interrumpe la prescripción.

1
2. Transcurso del tiempo: el Código establece que toda acción prescribe
como regla en el plazo de 5 años, “excepto esté previsto uno diferente
en la legislación local”40.

Fundamento de la prescripción liberatoria


Lo constituyen el orden y la paz social, es necesario asegurar las relaciones
jurídicas de manera que no queden dudas, no se puede admitir que el acreedor
puede ejercitar indefinidamente sus derechos, esto iría en contra de la certeza
de los mismos y en desmedro del deudor.

Método del Código Civil y Comercial. Ámbito de


aplicación. Competencia para legislar en materia de
prescripción liberatoria. Regla general y excepción art.
2532 del CCC
El Código Civil y Comercial estatuye la prescripción en el Libro Sexto:
“Disposiciones comunes a los derechos personales y reales”, Título I:
“Prescripción y Caducidad”.

Dentro de este Título, se prevé el Capítulo 1 que regula las “Disposiciones


comunes a la prescripción liberatoria y adquisitiva”, que incluye normas
generales, la suspensión, interrupción, dispensa de la prescripción, y algunas
reglas procesales al respecto.

El Capítulo 2 establece las reglas de la prescripción liberatoria: el comienzo del


cómputo del tiempo, los plazos de prescripción.

El Capítulo 3, titulado: “Prescripción adquisitiva”, remite a los derechos reales


(arts. 1897 y siguientes).

El Capítulo 4 establece las directrices relativas a la “Caducidad de los derechos”.

La competencia para legislar en materia de prescripción es exclusiva del


Congreso de la Nación, en virtud del art. 75 inc. 12 de la Constitución Nacional.
Esto generó la declaración de inconstitucionalidad41 de diversas leyes o códigos
tributarios provinciales o municipales que estipulaban plazos de prescripción de
tributos en contra de aquella manda.
40
Art. 2.560. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
41
Incluso con pronunciamientos de nuestro Máximo Tribunal Federal: CSJN. “Filcrosa S.A. s/
quiebra s/ incidente de verificación de Municipalidad de Avellaneda”, Fallos 175:300, 30/9/2003.
Procuración General de la Nación. Recuperado de:
http://www.csjn.gov.ar/jurisp/jsp/fallos.do?usecase=mostrarHjFallos&falloId=68955.

2
Sin embargo, el nuevo Código termina con el debate y autoriza expresamente
que las legislaciones locales podrán regular plazos de prescripción de tributos
(art. 2532). Asimismo, cuando se fija el plazo general de la prescripción en 5
años, se aclara “excepto que esté previsto uno diferente por la legislación
local”42. Cabe aclarar que esta autorización no se encontraba en el texto
originario presentado por la Comisión Redactora del Anteproyecto de Código
único, sino que fue agregado por el Poder Ejecutivo de la Nación.

Caracteres
 Origen legal y carácter imperativo: sólo la ley puede crear plazos de
prescripción. Las partes no pueden modificarlos por convención, ni a fin
de acortar ni de ampliar los legalmente establecidos (art. 2533). Está de
por medio el orden público.

 Irrenunciabilidad: como regla, las partes no pueden renunciar a la


prescripción. Excepcionalmente, pueden hacerlo con respecto a la
prescripción ya ganada –vencida–, a cuyo fin se requiere de capacidad
para otorgar actos de disposición (art. 2535).

 No se puede declarar de oficio: sólo procede por petición de parte


interesada, como acción o excepción (arts. 2551 a 2553).

 De interpretación restringida: no se presume ni se aplica la analogía por


tratarse de un medio extintivo de derechos y obligaciones. Ante la duda,
no habrá prescripción.

 Es extintiva del derecho: causa la extinción del derecho que emana de la


obligación, y en consecuencia, también de las acciones para reclamarlo.

Sujetos de la prescripción liberatoria. Invocación de la


prescripción
En principio, la prescripción puede ser invocada por y en contra de cualquier
persona humana o jurídica, privada o pública (incluido el Estado en todos sus
niveles), pues el art. 2534 dispone: “La prescripción opera a favor y en contra
de todas las personas, excepto disposición legal en contrario”43. Ej.: no podrá
oponerse entre cónyuges por existir causal de suspensión entre ellos (art.
2543).

42
Art. 2.560. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
43
Art. 2.534. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

3
Además, se aclara en el art. 2534 que: “Los acreedores y cualquier interesado
pueden oponer la prescripción, aunque el obligado o propietario no la invoque
o la renuncie”44. Esto significa, tal como explica Colombres (2014), que como el
patrimonio del deudor es prenda común de los acreedores, estos pueden hacer
valer la prescripción que el deudor no invoca, como medida conservatoria de su
patrimonio. Ej.: por vía de la acción subrogatoria.

Renuncia
En materia de prescripción, existe un limitado ámbito para la autonomía de la
voluntad de las partes, que no pueden alterar las disposiciones legales ni sus
plazos.

Sin embargo, la ley expresamente autoriza, de modo excepcional, la renuncia a


la prescripción, como la “abdicación unilateral del deudor del poder jurídico de
invocar” cuando ha operado el plazo de prescripción. Esto implica que a pesar
de que podría invocar la prescripción a su favor –porque transcurrió el tiempo
previsto en la ley y el acreedor no le reclamó la deuda–, decide renunciar a ella
y hacer subsistir con eficacia la obligación.

En este caso, los acreedores del deudor pueden ejercer la facultad del art. 2534
antes señalada.

La posibilidad de renuncia a la prescripción está expresamente consagrada en


el art. 2535 del Código y requiere capacidad para otorgar actos de disposición.
Cabe aclarar que no se puede renunciar a la prescripción para el futuro, es
decir, cuando todavía no transcurrió el plazo legalmente previsto.

En caso de obligaciones de sujeto plural, la renuncia a la prescripción por uno


de los codeudores o coposeedores no surte efectos respecto de los demás, es
decir, no propaga los efectos por el carácter restrictivo que posee.

En tal caso, el codeudor que renuncia a la prescripción no puede pretender


ejercer la acción de regreso por lo que pagó al acreedor –como consecuencia
de la renuncia y subsistencia de la obligación– contra sus codeudores liberados
por la prescripción (pues ellos no renunciaron a ésta).

44
Art. 2.534. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

4
Objeto: invocación de la prescripción
Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que el principio general es que todas las
acciones son prescriptibles, salvo que la ley declare su imprescriptibilidad o
que ella surja de la propia naturaleza o carácter de la acción.

En este sentido, el Código establece en el art. 2536 que la prescripción puede


ser invocada en “todos los casos”45 –genéricamente y sin aclarar nada más–,
con excepción de los supuestos previstos por ley.

En cuanto a las excepciones, Colombres (2014) señala que algunas de las


acciones imprescriptibles previstas en el Código son:

 Por la naturaleza de la acción: art. 2247, acciones reales como la


reivindicatoria o la de deslinde; art. 2166, reclamo de constitución de
servidumbre forzosa; arts. 1996 y 1997, acción de división de
condominio, etc.

 Por la naturaleza de los bienes a adquirir: art. 237, bienes públicos; art.
2032, inmuebles sujetos a propiedad indígena.

 Por la naturaleza de los derechos en juego: derechos personalísimos


(acción de prevención del daño, protección de la dignidad de la persona
humana, protección del nombre, etc.).

Modificación de los plazos por ley posterior


El Código posee una norma: el art. 2537, que hoy podemos denominar
“transitoria”, pues prevé el modo de aplicar la nueva ley a las situaciones en
curso en materia de prescripción, pero que en el futuro servirá como criterio
para cualquier eventual modificación de los plazos.

1. La regla general es que “Los plazos de prescripción en curso al


momento de entrada en vigencia de una nueva ley se rigen por la ley
anterior”46.

Ej.: contrato de compraventa que todavía no ha sido cumplido al 1 de


agosto de 2015, tiene un plazo de prescripción de 10 años con
fundamento en la ley anterior: art. 4023 del Código Civil de Vélez
Sarsfield.

45
Art. 2.536. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
46
Art. 2.537. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

5
2. Excepción: “Sin embargo, si por esa ley se requiere mayor tiempo que el
que fijan las nuevas, quedan cumplidos una vez que transcurra el
tiempo designado por las nuevas leyes, contado desde el día de su
vigencia”47.

El supuesto es el siguiente: que la ley vieja –Código Civil– establezca un


plazo mayor –Código Civil y Comercial: 10 años– al que estipula la ley
nueva, tal como ocurre en el ejemplo dado, pues el CCC impone la
prescripción de 5 años (art. 2560) para las acciones emergentes del
contrato.

La solución en este caso es que la prescripción queda cumplida una vez


que transcurra el tiempo más corto de la ley nueva, contado desde que
entró en vigencia.

Ello impone la necesidad de analizar desde cuándo era exigible la


obligación a fin de determinar el dies a quo para poder contar el plazo
de los 5 años en nuestro ejemplo –o el plazo que fuera según el caso–.

En el ejemplo, si la obligación era exigible desde el 1 de agosto de 2012.


Por el Código de Vélez, la prescripción operaría el 1 de agosto de 2022
(10 años), pero como la excepción que estamos estudiando se aplica al
caso, pues el Código nuevo establece un plazo menor de 5 años, que
debe computarse desde la vigencia de esta ley: 1 de agosto de 2015. La
prescripción de la acción derivada del contrato de compraventa será a
los 5 años de esta fecha, es decir, 1º de agosto de 2020 (antes del
tiempo previsto por la ley vieja, por expresa disposición legal).

Figura 1

10 años
5 años
2012 2015 2020 2022
“Dies Vigencia CCC Vence Vence
a quo” 5 años 10 años
CCC Cód. Civil

Fuente: Elaboración propia.

47
Art. 2.537. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

6
3. Excepción de la excepción: “… el plazo fijado por la ley antigua finalice
antes que el nuevo plazo contado a partir de la vigencia de la nueva ley,
en cuyo caso se mantiene el de la ley anterior”48.

Para comprender este supuesto, necesitamos modificar el plazo de


exigibilidad de la obligación derivada del contrato del ejemplo, el que
será el 1º de agosto de 2007.

Si aplicamos la ley vieja (Código de Vélez), la prescripción operaría el 1º


de agosto de 2017; si aplicamos la ley nueva (CCC), la prescripción
operaría el 1º de agosto de 2010 (plazo menor de 5 años, desde la
entrada en vigencia en el 2015). Pero por aplicación de la excepción de
la excepción, la prescripción de la acción derivada del contrato de
compraventa será el 1º de agosto de 2017. Es decir, a pesar de que el
plazo de la ley nueva es más corto (5 años), el de la ley vieja (10 años) se
cumple antes que transcurra el más corto, y por ello prevalece y se
mantiene ese.

Figura 2

10 años 5 años
2007 2015 2017 2020
“Dies Vigencia CCC Vence Vence
a quo” 10 años 5 años
Cód. Civ. CCC

Fuente: Elaboración propia.

A modo de síntesis, para determinar cuál es el plazo de prescripción de una


acción que comenzó a correr con el código anterior, será necesario analizar en
el caso concreto y valorar las siguientes cuestiones:

 Dies a quo: momento a partir del cual la obligación era exigible.

 Plazo de prescripción previsto en la ley vieja: Código Civil o Comercial.

 Plazo de prescripción previsto en la ley nueva: Código Civil y Comercial.

48
Art. 2.537. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

7
Pago espontáneo
El art. 2538 del CCC establece un caso especial, pues dispone que si el deudor
paga de modo espontáneo una obligación prescripta, ese pago no es repetible.

En el Código Civil, esta era uno de los típicos casos de obligaciones naturales:
art. 515 inc. b: obligaciones que comenzaron siendo “civiles” pero que luego se
convierten en naturales por cumplirse el plazo de prescripción.

Sin embargo, en atención a que esta categoría de obligaciones fue eliminada


del nuevo Código, el fundamento de la irrepetibilidad de lo pagado voluntaria y
espontáneamente por el deudor se encuentra en el cumplimiento de un deber
moral o de conciencia (art. 728 del Código).

Curso de la prescripción. Vicisitudes


Moisset de Espanés (2004. P. 182) explica que el transcurso del tiempo es uno
de los requisitos esenciales de la prescripción, y siendo tan importante es
trascendental conocer cuándo comienza a correr: es decir, el momento inicial, y
cuándo termina.

Pizarro y Vallespinos (2014) definen que entre ambos extremos, momento


inicial y término final, encontramos el curso de la prescripción extintiva, etapa
trascendental, en la cual pueden operar dos vicisitudes: la suspensión y la
interrupción del plazo de prescripción, tal como se estudiará en los puntos
siguientes.

Cabe aclarar que:

 el plazo inicial es denominado dies a quo: día en el que comienza a correr


el plazo de la prescripción (véase punto 19.6).

 El plazo se computa siempre por días corridos, y se aplican las reglas


generales del art. 6 del Código.

Suspensión de la prescripción (Efectos.


Alcance subjetivo. Suspensión por
interpelación fehaciente y por pedido de
mediación. Casos especiales)
Noción. Efectos. Alcance subjetivo

8
La suspensión de la prescripción detiene, paraliza, el cómputo del tiempo que
está corriendo por el lapso que dura la causal legalmente prevista, pero cuando
desaparece, el plazo continúa corriendo y aprovecha el período transcurrido
antes que ella haya comenzado –se suma–, y se encuentra prevista en el art.
2539.

Moisset de Espanés (2014) aclara que la prescripción es una consecuencia de la


inactividad de las partes, y si esta se justifica en una imposibilidad material o
jurídica de obrar, no es justo sancionar la pasividad con la pérdida de la acción,
por ello, el derecho admite que se suspenda el plazo de la prescripción.

En caso de obligaciones de sujeto plural, el art. 2540 expresamente consagra el


alcance subjetivo de la suspensión, y aclara que cuando esta procede respecto
de uno de los sujetos, no se extiende a favor ni en contra del resto, “excepto
que se trate de obligaciones solidarias o indivisibles”49.

Colombres (2014), con cita de López Herrera, Spota y Leiva Fernández, explica
que la suspensión se trata de un beneficio personal e intransferible, que sólo
puede ser invocada por la persona a quien la ley atribuye ese efecto suspensivo
contra la persona que deba soportarlo.

El autor citado señala que en los Fundamentos del Anteproyecto del Código se
aclaró que las causas de suspensión prevén circunstancias personales de los
interesados que justifican la paralización del cómputo, y que sólo aprovechan a
estos sujetos especialmente considerados.

Causales de suspensión del curso de la


prescripción
Se encuentran expresamente previstas en los arts. 2441 a 2543 del Código, y
son:

 Por determinados actos que reportan actividad, interés en ejercer la


acción o bien circunstancias que le impiden ejercerla –expresamente
previstas en el Código–:

a. Por interpelación fehaciente:

se suspende, por una sola vez, por la interpelación fehaciente


hecha por el titular del derecho contra el deudor o el poseedor.

49
Art. 2.540. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

9
Esta suspensión sólo tiene efecto durante seis meses o el plazo
menor que corresponda a la prescripción de la acción.50

Colombres (2014) explica que la solución limitativa a una sola vez es


correcta, de lo contrario, el acreedor podría convertir ese beneficio en
un modo de ampliar indebidamente el plazo de prescripción hasta
hacerlo imprescriptible.

b. Por pedido de mediación: suspende desde la expedición por medio


fehaciente de la comunicación de la fecha de la audiencia de mediación
o desde su celebración, lo que ocurra primero. “El plazo de prescripción
se reanuda a partir de los veinte días contados desde el momento en
que el acta de cierre del procedimiento de mediación se encuentre a
disposición de las partes”51.

Esta causal tiene lugar cuando la mediación es requisito previo para


iniciar una demanda, por ello se justifica la suspensión mientras dure el
procedimiento, pues hasta su culminación el acreedor no puede
entablar la demanda.

Colombres (2014) sostiene que la causal de suspensión es aplicable


tanto a las mediaciones obligatorias por ley como a las facultativas a las
que las partes se someten.

 En razón de la calidad y relación de determinadas personas: para evitar


suscitar pleitos entre ellas:

a. Entre cónyuges, durante el matrimonio: para evitar el litigio entre ellos.


Pizarro y Vallespinos (2014) aclaran que funciona aunque estén
separados, pero se reanuda ante divorcio, pues ya no hay vínculo.

b. Entre convivientes, durante la unión convivencial: se asimila al caso


anterior.

c. Entre las personas incapaces y con capacidad restringida y sus padres,


tutores, curadores o apoyos, durante la responsabilidad parental, la
tutela, la curatela o la medida de apoyo: para no obligar a demandar
colocando en situaciones delicadas, de violencia moral, y riesgosas para
los sujetos “débiles”.

50
Art. 2.541. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
51
Art. 2.542. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

10
d. Entre las personas jurídicas y sus administradores o integrantes de sus
órganos de fiscalización, mientras continúan en el ejercicio del cargo:
como consecuencia de los intereses involucrados de por medio.

Colombres (2014) relaciona esta causal con las previstas en la ley


General de Sociedades, y aclara que en el CCC sólo se regula la acción
social –perteneciente a la sociedad contra los administradores o
integrantes del órgano, y no la individual de cada socio en su contra–.

e. A favor y en contra del heredero con responsabilidad limitada,


respecto de los reclamos que tienen por causa la defensa de derechos
sobre bienes del acervo hereditario.

Colombres (2014) entiende que el fundamento de esta causal se


encuentra en la nota al art. 3972 del Código de Vélez, en el que
explicaba que sería inútil forzar al heredero beneficiario a provocar
condenaciones contra la sucesión que está encargado de administrar,
sería una acción contra sí mismo.

Interrupción de la prescripción (Efectos.


Interrupción por reconocimiento y por
petición judicial. Duración de los efectos.
Interrupción por solicitud de arbitraje.
Alcance subjetivo)
Definición. Efectos. Alcance subjetivo
La prescripción se interrumpe cuando por una causa de ley se corta y borra
todo el tiempo ya transcurrido desde el dies a quo hasta el momento en que
aparece la causal, y una vez desaparecida, el curso de la prescripción empieza a
correr nuevamente desde cero.

El art. 2544 señala que el efecto de la interrupción es “tener por no sucedido el


lapso que la precede a iniciar uno nuevo”52.

Con respecto al fundamento de la causal, mientras la suspensión se produce


porque hay alguna situación de hecho que impide que corra la misma, en la
interrupción el fundamento es la voluntad de las partes de mantener viva la
relación jurídica.

52
Art. 2.544. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

11
En las obligaciones de sujeto plural, el art. 2549 reitera la regla prevista para
los casos de suspensión de la prescripción, al establecer que “no se extiende a
favor ni en contra del resto de los sujetos, excepto en caso de obligaciones
solidarias”53 o de objeto indivisible.

Causales de interrupción
Están previstas de modo expreso en los arts. 2545 a 2548 del Código:

 Por reconocimiento: es la voluntad del deudor que admite el derecho del


acreedor (art. 2545).

 Se trata del reconocimiento voluntario, ya sea expreso o tácito, que


realiza el deudor de su calidad de tal. Provoca que se borre el tiempo
transcurrido y que renazca el dies a quo desde que se manifestó en tal
sentido.

 Por petición judicial: voluntad del acreedor.

 (…) interrumpe toda petición del titular del derecho ante autoridad
judicial que traduce la intención de no abandonarlo, contra el poseedor,
su representante en la posesión o el deudor, aunque sea defectuosa,
realizada por persona incapaz, ante tribunal incompetente o en el plazo
de gracia previsto en el ordenamiento procesal aplicable. 54

 Se pone fin a las controversias en este sentido, pues comprende todos


los tipos de petición: demanda propiamente dicha o cualquier solicitud
que demuestre la intención de exigir el cumplimiento: medida cautelar,
prueba anticipada, preparación de la vía ejecutiva, etc.

 Los efectos interruptivos del curso de la prescripción permanecen hasta


que deviene firme la resolución que pone fin a la cuestión, mediante
resolución con autoridad de cosa juzgada formal (art. 2547). Luego de
ella comienza a computarse de cero nuevamente.

 Excepcionalmente, “La interrupción del curso de la prescripción se tiene


por no sucedida si se desiste del proceso o caduca la instancia”55, es
decir, no se perfecciona la causal y se tiene como si nunca hubiera

53
Art. 2.549. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
54
Art. 2.546. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
55
Art. 2.547. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

12
ocurrido. El fundamento se encuentra en que no se utilice esta causal
para no dejar prescribir su derecho, pero no tenga real intención de
ejercerlo.

 Por último, cabe aclarar que los reclamos administrativos no se


equiparan a la “petición” del artículo que requiere que esta sea realizada
en “sede judicial”, salvo expresa previsión legal (ej.: art. 50 de la Ley
24.240 de Defensa del Consumidor: expresamente otorga efecto
interruptivo al inicio de las acciones administrativas, mientras dure el
proceso).

 Por solicitud de arbitraje: voluntad de ambas partes de mantener viva la


relación. Los efectos de esta causal se rigen por lo dispuesto para la
interrupción de la prescripción por petición judicial, en cuanto sea
aplicable (art. 2549). Este medio alternativo de solución de conflictos al
que se someten, que el código regula como un “contrato especial” en los
arts. 1649 y ss., se asimila al reclamo judicial en cuanto a la interrupción,
y se sigue por sus reglas.

Dispensa de la prescripción
(Noción. Requisitos. Efectos)
El art. 2550 del Código faculta al juez a:

(…) dispensar de la prescripción ya cumplida al titular de la


acción, si dificultades de hecho o maniobras dolosas le
obstaculizan temporalmente el ejercicio de la acción, y el titular
hace valer sus derechos dentro de los seis meses siguientes a la
cesación de los obstáculos.56

Se trata de un supuesto de excepción, pues el acreedor estuvo inactivo por


cuestiones ajenas a su voluntad; no reclamó porque no pudo hacerlo. Ej.:
estuvo un año internado en terapia intensiva o estaba amenazado para no
iniciar acciones contra su deudor, entre otras. Por ello se justifica y autoriza al
juez a “perdonarle” la prescripción ya cumplida –pues ya venció el plazo
legalmente previsto–.

Colombres (2014) señala que si bien se debatía si la imposibilidad debía tratarse


de una “de hecho” o también se admitía que fuera una “de derecho”, la nueva

56
Art. 2.550. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

13
regulación sólo contempla las dificultades de hecho de modo expreso, con lo
cual seguirá debatiéndose si con las otras funciona la dispensa.

Sin embargo, para que proceda la dispensa, se exige que el titular –acreedor–
reclame su crédito, se active, dentro de los 6 meses siguientes al día en que
cesó la imposibilidad.

En este sentido, la norma citada aclara que en el caso de personas incapaces


sin representantes el plazo de seis meses se computa “desde la cesación de la
incapacidad o la aceptación del cargo por el representante”57.

Esta disposición es aplicable a las sucesiones que permanecen vacantes sin


curador, si el que es designado hace valer los derechos dentro de los seis meses
de haber aceptado el cargo.

En definitiva, Pizarro y Vallespinos (2014) señalan que los requisitos para que el
juez pueda resolver la dispensa son:

1. Debe existir dificultad para iniciar la acción: para ellos puede ser de
hecho o de derecho, de suficiente gravedad como para justificar que el
acreedor no haya reclamado, debe valorarse con criterio de
razonabilidad. Se aproxima a los casos de fuerza mayor.

2. El impedimento debe existir al momento del término de la


prescripción: que le haya impedido accionar hasta el día final del plazo
de la prescripción –término–.

3. Solicitud del acreedor de la dispensa en el plazo de caducidad: que el


acreedor se active apenas pueda hacerlo, dentro de los seis meses
desde que se cesó la imposibilidad.

Disposiciones procesales relativas a la


prescripción (Crítica. Vías procesales.
Facultades judiciales. Oportunidad
procesal para oponerla)
Adviértase que las provincias conservan las facultades de legislar en materia
procesal, pues no se trata de una cuestión delegada al Congreso de la Nación,
que en principio no está autorizado para hacerlo por la Constitución Nacional.

57
Art. 2.550. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

14
Sin embargo, el nuevo Código dispone en tres artículos: 2551 a 2553, reglas
básicas de carácter procesal a los fines de unificar el ejercicio de la prescripción
en todo el territorio de la Nación.

De tal modo se definen cuestiones debatidas en la doctrina y jurisprudencia con


la redacción del Código de Vélez, aclarando y definiendo la cuestión. Las reglas
son:

La prescripción puede hacerse valer en juicio como acción (facultad de iniciar


un proceso a fin de que se declare la prescripción que beneficia al actor) o
como excepción (al contestar la demanda, como defensa para que no prospere
el reclamo del acreedor de una obligación prescripta).

El juez no puede declarar de oficio la prescripción: aun cuando advierta que


una obligación está prescripta, esta debe ser solicitada a pedido de parte, que
debe alegar y probarlo.

Sin embargo, el juez sí puede –y debe–, sobre la base del principio “iura novit
curia”, aplicar el plazo de prescripción correspondiente independientemente
del alegado por la parte.

Oportunidad procesal para oponerla: se establecen distintos supuestos:

 En los procesos de conocimiento: dentro del plazo para contestar la


demanda.

 En los procesos de ejecución: dentro del plazo para oponer excepciones.

Los terceros interesados que comparecen a juicio, vencidos los términos


aplicables a las partes, deben invocarla en la primera presentación en juicio.

Comienzo del cómputo


Tal como se estudió, el curso de la prescripción tiene un punto de inicio, en el
que comienza el cómputo del plazo fijado por la ley. La determinación del “diez
a quo” es trascendental, y por ello se regula detenidamente en los arts. 2554 a
2559. Cabe aclarar que también existen fijaciones especiales en diversos
supuestos dentro de la regulación de los plazos de prescripción propiamente
dichos –arts. 2560 y ss.–.

La regla está prevista en el primer artículo citado, y establece que el transcurso


del tiempo comienza el día en que la prestación es exigible, poniendo fin a las
discrepancias existentes al respecto. El fundamento se encuentra en que si se

15
va a analizar la inactividad del acreedor, no puede comenzar a computarse
antes que este pueda actuar.

En consecuencia, si es una obligación pura y simple sin ninguna modalidad,


corre desde el día de su nacimiento; si tiene plazo, desde que este vence; si
está sujeta a condición, según el caso: desde que el hecho se cumple si es
suspensiva o desde que nació si es resolutoria.

El Código también prevé casos especiales en los que el legislador consideró


necesario aclarar el dies a quo para no dejar lugar a dudas:

1. Rendición de cuentas: art. 2555: comienza el día en que el obligado


debe rendirlas: según lo fijado por las partes o por la ley: art. 861. Si
nada se estableció: cuando cesa en su función.

Posteriormente, una vez aprobadas, se aclara que el plazo para


reclamar el cobro del resultado de la cuenta comienza a contar desde
que hubo conformidad de la parte o decisión del juez de aprobarlas con
autoridad de cosa juzgada.

2. Prestaciones periódicas: art. 2556: “El transcurso del plazo de


prescripción para reclamar la contraprestación por servicios o
suministros periódicos comienza a partir de que cada retribución se
torna exigible”58.

Estamos ante obligaciones de hacer con prestaciones periódicas. Ej.:


servicio de teléfono, luz, agua, etc. Con el vencimiento de cada período
de pago –mes a mes–, comienza el plazo para reclamar ese mes
vencido.

3. Prestaciones a intermediarios: art. 2557: “para reclamar la retribución


por servicios de corredores, comisionistas y otros intermediarios se
cuenta, si no existe plazo convenido para el pago, desde que concluye la
actividad”59.

Franchini (2014) entiende que la norma abarca de modo genérico otros


intermediarios, como mandatarios, comerciantes, martilleros, gestores,
etc.

4. Reclamo de honorarios por servicios prestados en procedimientos: art.


2558; para los abogados y demás auxiliares de justicia –peritos,
martilleros, etc.–, y para los árbitros, mediadores, etc., a fin del reclamo
de sus honorarios, sean judiciales, arbitrales o de mediación, comienza a
correr:
58
Art. 2.556. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
59
Art. 2.557. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

16
o Si hay resolución que los regula: desde que vence el plazo fijado
en resolución firme; si no fija plazo, desde que adquiere firmeza.

o Si no son regulados en la resolución: “el plazo comienza a correr


desde que queda firme la resolución que pone fin al proceso; si la
prestación del servicio profesional concluye antes, desde que el
acreedor tiene conocimiento de esa circunstancia”60.

5. Créditos sujetos a plazo indeterminado: art. 2559: se considera exigible


a partir de su determinación.

Y aclara que el plazo de prescripción “para deducir la acción para la


fijación judicial del plazo se computa desde la celebración del acto. Si
prescribe esta acción, también prescribe la de cumplimiento”61, por vía
de consecuencia.

En este caso hay que distinguir, pues hay dos plazos: uno para exigir la
determinación judicial del plazo –dies a quo desde la celebración del
acto–, y otro para exigir el cumplimiento de la prestación –desde que el
juez fija cuál es el plazo y lo convierte en determinado–.

6. Acción de declaración de nulidad relativa, de revisión y de


Inoponibilidad de actos jurídicos: el plazo se cuenta, de acuerdo con el
art. 2563, según estas reglas:

a. si se trata de vicios de la voluntad, desde que cesó la


violencia o desde que el error o el dolo se conocieron o pudieron
ser conocidos;

b. en la simulación entre partes, desde que, requerida una


de ellas, se negó a dejar sin efecto el acto simulado;

c. en la simulación ejercida por tercero, desde que conoció


o pudo conocer el vicio del acto jurídico;

d. en la nulidad por incapacidad, desde que esta cesó;

e. en la lesión, desde la fecha en que la obligación a cargo


del lesionado debía ser cumplida;

f. en la acción de fraude, desde que se conoció o pudo


conocer el vicio del acto;

60
Art. 2.558. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
61
Art. 2.559. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

17
g. en la revisión de actos jurídicos, desde que se conoció o
pudo conocer la causa de revisión.62

Plazos de prescripción
El Código establece los plazos de prescripción en los arts. 2560 a 2564, y dentro
de estos en algunos casos también define el dies a quo del supuesto.

La Comisión Redactora en los Fundamentos del Anteproyecto de Código explicó


que:

El Anteproyecto ha seguido la metodología del Código Civil


vigente, estableciendo un plazo de prescripción genérico y
regulando casos específicos. En todos los casos se ha procurado
la actualización de los plazos regulados, intentando la unificación
y la reducción en cuanto resulta conveniente y ajustado al valor
seguridad jurídica y a la realidad actual.63

La regla general: el plazo de prescripción es de 5 años, excepto que esté


previsto uno diferente (art. 2560). Esto significa que todas las obligaciones
prescriben a los 5 años desde que comenzaron a ser exigibles, salvo que haya
un plazo menor, y si existen dudas, será de 5 años.

Las excepciones pueden estar previstas en el propio Código –arts. 2561 a 2564–
como también en otras leyes: Seguros (1 año), Tarjeta de Crédito (1 año),
Transporte terrestre de personas (1 año), Defensa del Consumidor (3 años), etc.
Los casos previstos en el Código son:

 Son imprescriptibles: las acciones derivadas de los delitos de lesa


humanidad (art. 2561). También otras fijadas expresamente por ley (ej.:
acción de nulidad absoluta: art. 387 del propio Código).

 Plazo de 10 años: reclamo de resarcimiento de daños por agresiones


sexuales infligidas a personas incapaces. El dies a quo es: desde que cesa
la incapacidad (art. 2561).

 Plazo de 3 años: reclamo de indemnización de daños derivados de la


responsabilidad civil (art. 2561).

 Plazo de 2 años: comprende distintos supuestos (art. 2562):

62
Art. 2.563. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
63

18
a. el pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de
actos jurídicos;

b. el reclamo de derecho común de daños derivados de


accidentes y enfermedades del trabajo;

c. el reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos


periódicos más cortos, excepto que se trate del reintegro de un
capital en cuotas;

d. el reclamo de los daños derivados del contrato de transporte


de personas o cosas;

e. el pedido de revocación de la donación por ingratitud o del


legado por indignidad;

f. el pedido de declaración de inoponibilidad nacido del


fraude.64

 Plazo de 1 año: art. 2564:

a. el reclamo por vicios redhibitorios;

b. las acciones posesorias;

c. el reclamo contra el constructor por responsabilidad por ruina


total o parcial, sea por vicio de construcción, del suelo o de mala
calidad de los materiales, siempre que se trate de obras
destinadas a larga duración. El plazo se cuenta desde que se
produjo la ruina;

d. los reclamos procedentes de cualquier documento endosable


o al portador. Y se aclara que el dies a quo es desde el día del
vencimiento de la obligación;

e. los reclamos a los otros obligados por repetición de lo pagado


en concepto de alimentos;

f. la acción autónoma de revisión de la cosa juzgada.65

64
Art. 2.562. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
65
Art. 2.564. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

19
Plazos de Caducidad
Definición
La caducidad -al igual que la prescripción- requiere del transcurso del tiempo
para que se produzca la pérdida o extinción de un derecho. La caducidad tiene
su origen en el derecho procesal, en el que por no realizar algún acto en el
plazo fijado se pierde el derecho a hacerlo (ej.: plazo para oponer excepciones,
vencido –es fatal– ya no pueden plantearse).

Moisset de Espanés (2004) entiende que son plazos de caducidad aquellos que
fijan un término para el ejercicio de la acción, cuyo cómputo es fatal (no puede
ser alterado por suspensión o interrupción) y vencido el cual sin que se haya
ejercitado el derecho o facultad, éste se pierde de manera inexorable. Además,
concluye que “se trata de un plazo resolutorio fijado por la ley o por acuerdo de
partes, a fin de que un derecho o facultad, con una duración preestablecida,
caduque si no se ejerce dentro del plazo” (pp. 233 y 237).

Para Pizarro y Vallespinos (2014) cuando existe plazo de caducidad existe un


“tener que para ser titular de un derecho” (p. 559), y afirman que el derecho
sólo se configura mediante la realización de actos positivos o negativos, que de
no realizarse no nace el derecho.

El Código de Vélez no regulaba la caducidad de derecho, por lo que, la doctrina


se fue ocupando de ella y de su distinción con la prescripción.

El Código Civil y Comercial sí la regula en los arts. 2566 a 2572.

Los autores del Anteproyecto en sus Fundamentos aclaran que:

La caducidad de los derechos ha sido ubicada


metodológicamente con posterioridad a la prescripción y se han
regulado expresamente sus diferencias e interrelación. Se
incorporan normas que protegen la igualdad de las partes en
este aspecto y otras que impiden la frustración del régimen de
prescripción mediante convenios de caducidad66.

Antes de ingresar expresamente al estudio de la caducidad conviene tener


presente cuales son las diferencias con la prescripción.

López Herrera (2012) explica que: “… la prescripción extingue el derecho y deja


subsistente un deber moral. Pero no lo aclara en ningún lado. En cambio sí dice
que la caducidad extingue el derecho (art. 2566)” (p. 1130).

66 Recuperado el 10 de octubre del 2015 de: http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-


primero.PDF

20
Tabla 1
CADUCIDAD PRESCRIPCIÓN
EFECTO Extingue el derecho (art. Extingue el derecho,
2566). No subsiste nada. queda subsistente el
deber moral (López
Herrera, 2012).

ORIGEN Legal o convencional Sólo legal

SUSPENSIÓN E No proceden Sí
INTERRUPCIÓN

DECLARACIÓN DE Si, cuando es legal y materia Nunca


OFICIO indisponible por las partes.

RENUNCIA No es posible cuando se Es posible renunciar


trata de caducidad legal, y sólo a la prescripción
está sustraído de su ganada.
disponibilidad.

PROTEGE Individuales Sociales


INTERESES

Fuente: Elaboración propia.

Bitar (2014) diferencia las figuras al señalar que la especie de omisión o


inactividad del sujeto titular del derecho es distinta en cada caso: en la
prescripción se castiga la omisión en la continuación del ejercicio del derecho
durante un cierto tiempo, mientras que en la caducidad se priva del derecho a
quien ha omitido ejercitarlo por primera vez, o aquella sola vez que la ley exige,
y de ejercitarlo dentro de aquel término.

A modo de ejemplo, López Herrera (2012) señala los siguientes supuestos de


caducidad previstos por el Código:

a) Compensación económica en el matrimonio: seis meses de haberse


dictado la sentencia de divorcio (art. 442).

b) Asentimiento conyugal: seis meses de haberlo conocido, pero no más


allá de seis meses de la extinción del régimen matrimonial (art. 456).

c) Defectos de cantidad, calidad o vicios aparentes cuando se entrega una


cosa mueble cerrada o bajo cubierta sin inspeccionar: tres días (art.
748).

21
Efectos
El art. 2566 expresamente dispone que “La caducidad extingue el derecho no
ejercido”67.

En consecuencia, ya no es posible sostener que el derecho no existió, pues la


norma expresamente consagra su fin.

Suspensión e interrupción
“Los plazos de caducidad no se suspenden ni interrumpen, excepto disposición
legal en contrario”68.

Nulidad de la cláusula de caducidad


De acuerdo con el art. 2568 del CCCN:

Es nula la cláusula que establece un plazo de caducidad que hace


excesivamente difícil a una de las partes el cumplimiento del
acto requerido para el mantenimiento del derecho o que implica
un fraude a las disposiciones legales relativas a la prescripción.

Actos que impiden la caducidad


De acuerdo con el art. 2569 del CCCN

 el cumplimiento del acto previsto por la ley o por el acto jurídico;

 el reconocimiento del derecho realizado por la persona contra la cual se


pretende hacer valer la caducidad prevista en un acto jurídico o en una
norma relativa a derechos disponibles.

Caducidad y prescripción
Si bien ya se señalaron las diferencias entre ambos institutos, el Código aclara
que “Los actos que impiden la caducidad no obstan a la aplicación de las
disposiciones que rigen la prescripción”69.

67
Art. 2.566. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
68
Art. 2.567. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

22
Bitar (2014) aclara que ello implica que una vez impedida la caducidad, se debe
tener en cuenta el plazo para la prescripción; un mismo derecho está expuesto
a la caducidad y a la prescripción, y los plazos corren simultáneamente.

Renuncia a la caducidad
El CCCN regula esta cuestión en el art. 2571 en los siguientes términos:

“Las partes no pueden renunciar ni alterar las disposiciones legales sobre


caducidad establecidas en materia sustraída a su disponibilidad. La renuncia a
la caducidad de derechos disponibles no obsta a la aplicación de las normas
relativas a la prescripción”.

En consecuencia, la renuncia es válida siempre que se trata de caducidad


convencional o supuestos de derechos disponibles, de lo contrario, al estar de
por medio el orden público no es posible renunciar a estos plazos (ej.:
caducidad en los derechos de familia).

Facultades judiciales
“La caducidad sólo debe ser declarada de oficio por el juez cuando está
establecida por la ley y es materia sustraída a la disponibilidad de las partes”,
tal como expresamente lo regula el art. 2572.

En este sentido, Bitar (2014) destaca que en las hipótesis en que estén en juego
intereses privados, la caducidad no podrá ser declarada de oficio sino a pedido
de parte interesada, no correspondiendo al juez suplirla oficiosamente.

Por el contrario, en los casos de caducidad dispuesta por ley y no disponible por
las partes, por estar de por medio el orden público, el juez sí debe declararla de
oficio.

69
Art. 2.570. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

23
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26
La gestión de
negocios

Derecho
privado II
La gestión de negocios
Noción. Incorporación al Código Civil
y Comercial
El nuevo código incorpora en el Libro III: “Derechos Personales”, Título V:
“Otras fuentes de las obligaciones”, por lo que recepta como “fuente autónoma
de las obligaciones” a la gestión de negocio, enriquecimiento sin causa,
declaración unilateral de voluntad, pago indebido, etc.

En este sentido, en los fundamentos del Anteproyecto se señala que:

(…) la mayoría de la doctrina actual considera innecesarias las


categorías híbridas del cuasicontrato y cuasidelito y se propone
regular la gestión de negocios como una fuente autónoma y la
repetición del pago de lo indebido como una especie del
enriquecimiento sin causa. Esta es la tesis predominante,
adoptada en el Proyecto de 1998 y que seguimos en este
Anteproyecto.71

En definitiva, antes de la sanción del Código se debatía si las figuras que


estudiaremos constituían en sí mismas fuentes de obligaciones o no, lo que ha
quedado terminantemente definido, pues expresamente así se las consagra y
sistematiza.

Cabe aclarar que en todos los supuestos se trata de obligaciones que no tienen
origen contractual sino extracontractual –a pesar de la eliminación de la
distinción que el código realiza, pero con fines didácticos vale la referencia–, es
decir, que no surgen de un contrato o acuerdo de partes.

La gestión de negocios
Noción. Requisitos

70
La totalidad de este capítulo tiene como fuente un trabajo de la autora en comentario a los
artículos del Código que regulan la temática: Véase Garzino, M. C. (2015).
71
http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-primero.PDF
El Código brinda una definición legal de la gestión de negocios ajenos,
receptando las nociones doctrinarias que existían en el derecho nacional. El art.
1781 establece: “Hay gestión de negocios cuando una persona asume
oficiosamente la gestión de un negocio ajeno por un motivo razonable, sin
intención de hacer una liberalidad y sin estar autorizada ni obligada,
convencional o legalmente”72.

Un ejemplo típico que se utiliza en la doctrina es el del vecino que sabiendo que
su colindante se encuentra de vacaciones, al advertir que el tanque de agua
está perdiendo, y a fin de evitar el daño que se generará el dejarlo así hasta que
vuelva, resuelve hacerlo arreglar, luego tendrá derecho a reclamar al
propietario el reembolso de los gastos ocasionados en su beneficio.

El fundamento del instituto no es unánime, y se ha hallado, conforme Alterini,


Ameal y López Cabana (2000), en: la ley, la equidad, el consentimiento
presunto del gestor y del dueño, el hecho de la gestión, entre otros.

Los requisitos de la gestión de negocios son:

1. Que no haya mandato: entre el “dueño” del negocio y el gestor, sino


que se trate de una gestión espontánea, “oficiosa” del gestor (art. 2288
CC);

2. Que el gestor se proponga hacer un negocio de otro: debe tener


conciencia de que se trata de un negocio ajeno, y no creer que es propio
(art. 2289 CC).

Según Borda (2008), se protege a quien obró por un impulso altruista, y


la voluntad de hacer la gestión para otro se presume de la mera
circunstancia de tener conocimiento y conciencia de que el bien o
negocio es ajeno, aun sin conocer al dueño.

3. Que exista un motivo razonable: que justifique la intromisión del gestor


en los negocios ajenos, este es el fundamento de la gestión de negocios
ajenos, tal como referimos supra: ante la imposibilidad del dueño de
tutelar sus propios intereses, ya sea con fines altruistas o porque exista
un interés común entre el dueño y el gestor;

4. Que el gestor no tenga intención de hacer una liberalidad: sino que


tenga intención de obligar al dueño del negocio por los actos, y de
solicitarle el reembolso de los gastos realizados (art. 2289 CC);

5. Que no exista autorización ni obligación convencional ni legal: el


gestor debe actuar voluntariamente, sin estar obligado por la ley ni un

72
Art. 1.781. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
contrato, ampliando la simple exigencia del Cód. Civil respecto a que no
hubiere “mandato” entre las partes;

6. Que la gestión haya sido útil: este requisito no surge expresamente de


esta norma sino del art. 1785, y la doctrina y jurisprudencia nacional lo
destacan como fundamental. La utilidad se juzga al momento de la
iniciación del negocio, independientemente de que exista cuando este
concluya (arts. 2301 y 2297 CC; Borda, 2008);

7. Que no exista oposición del dueño: esta condición tampoco surge de la


norma, pero si la ha establecido la doctrina anterior al Código. Implica
que si el dueño del negocio se opone a los actos del gestor, este sólo
tendrá disponible contra aquel la acción que deriva del enriquecimiento
sin causa, pero no la de la gestión de negocios ajenos (Borda, 2008).

Obligaciones de las partes


Las obligaciones del gestor están previstas expresamente en el art. 1782 y son:

a. avisar sin demora al dueño del negocio que asumió la gestión,


y aguardar su respuesta, siempre que esperarla no resulte
perjudicial;

b. actuar conforme a la conveniencia y a la intención, real o


presunta, del dueño del negocio;

c. continuar la gestión hasta que el dueño del negocio tenga


posibilidad de asumirla por sí mismo o, en su caso, hasta
concluirla;

d. proporcionar al dueño del negocio información adecuada


respecto de la gestión;

e. una vez concluida la gestión, rendir cuentas al dueño del


negocio.73

Por su parte, cabe aclarar que “El gestor queda personalmente obligado frente
a terceros. Sólo se libera si el dueño del negocio ratifica su gestión, o asume sus
obligaciones; y siempre que ello no afecte a terceros de buena fe”74.

73
Art. 1.782. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
74
Art. 1.784. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Desde otro costado, las obligaciones del dueño del negocio frente al gestor
son, siempre que la gestión haya sido conducida útilmente:

a. a reembolsarle el valor de los gastos necesarios y útiles, con


los intereses legales desde el día en que fueron hechos;

b. a liberarlo de las obligaciones personales que haya contraído


a causa de la gestión;

c. a repararle los daños que, por causas ajenas a su


responsabilidad, haya sufrido en el ejercicio de la gestión;

d. a remunerarlo, si la gestión corresponde al ejercicio de su


actividad profesional, o si es equitativo en las circunstancias del
caso.75

Borda (2008) expresó que la utilidad debe apreciarse con un criterio objetivo, y
que nuestro derecho positivo no requiere que la gestión sea necesaria, pero sí
útil.

Conclusión de la gestión
Por su parte, el Código establece cuándo concluye la gestión:

a. Cuando el dueño le prohíbe al gestor continuar actuando. El gestor, sin


embargo, puede continuarla, bajo su responsabilidad, en la medida en
que lo haga por un interés propio: regla lógica, pues el dueño es quien
tiene el derecho a administrar y disponer de sus bienes, y a oponerse a
toda “intromisión” en sus negocios. La gestión ajena es excepcional, en
consecuencia, anoticiado si no está de acuerdo, tiene el derecho a
oponerse y poner fin a la gestión de negocios ajena.

b. Cuando el negocio concluye: recién se tendrá por concluida luego de la


aprobación de la rendición de cuentas presentada por el gestor.

Kemelmajer de Carlucci (1994) advirtió que existen otras causas de conclusión


de la gestión, a saber: muerte del gestor, asunción del negocio por los
interesados, etc., y agregamos, en general, por cuestiones ajenas al negocio en
sí mismo, sino relativas a las partes o su capacidad, o por imposibilidad

75
Art. 1.785. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
sobrevenida de cumplimiento de la prestación a su cargo que no le sea
imputable, entre otras.

Régimen de responsabilidad
Existen distintos supuestos de responsabilidad expresamente consagrados en el
Código en materia de gestión de negocios.

 Responsabilidad del gestor por culpa

 El gestor es responsable ante el dueño del negocio por el daño que le


haya causado por su culpa. Su diligencia se aprecia con referencia
concreta a su actuación en los asuntos propios; son pautas a considerar,
entre otras, si se trata de una gestión urgente, si procura librar al dueño
del negocio de un perjuicio, y si actúa por motivos de amistad o de
afección.76

 Se mantiene como regla la culpa como factor de atribución subjetivo, y


se le exige la diligencia que hubiera puesto en sus propios negocios.

 Sin embargo, se agregan ciertos parámetros a fin de la valoración de la


responsabilidad del gestor, y en su caso liberarlo. A modo de ejemplo,
pues la misma norma señala que es a “…entre otras...”, se destacan: si la
gestión es urgente, si trata de librar al dueño de un perjuicio o si lo hace
por amistad o afección.

 El art. 1724 brinda la siguiente noción de culpa: “(…) consiste en la


omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las
circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la
imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión”77.

 Responsabilidad del gestor por caso fortuito. Consagrada en el art. 1787:

 El gestor es responsable ante el dueño del negocio, aun por el daño que
resulte de caso fortuito, excepto en cuanto la gestión le haya sido útil a
aquél:

a. si actúa contra su voluntad expresa;

76
Art. 1.786. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
77
Art. 1.724. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
b. si emprende actividades arriesgadas, ajenas a las habituales
del dueño del negocio;

c. si pospone el interés del dueño del negocio frente al suyo;

d. si no tiene las aptitudes necesarias para el negocio, o su


intervención impide la de otra persona más idónea.78

 La regla es que el gestor no responde ante el dueño del negocio por caso
fortuito, pues se trata precisamente de un eximente, por aplicación de la
regla general de la responsabilidad civil –estipulada en el art. 1730–. Sin
embargo, el artículo prevé supuestos excepcionales donde sí deberá
responder ante aquel, lo que constituye una de las opciones del art. 1733
inc. b –responsabilidad aun ante caso fortuito por expresa manda legal
que lo impone–.

 Además, se estableció una “excepción a la excepción”, es decir, a pesar


de la existencia de una causal que torna responsable al gestor por caso
fortuito, este no responderá si la gestión le ha sido útil al dueño.

 Responsabilidad solidaria, está expresamente prevista en el art. 1788.


Son solidariamente responsables:

a. los gestores que asumen conjuntamente el negocio ajeno;

b. los varios dueños del negocio, frente al gestor.79

 El fundamento de esta responsabilidad se justifica en las reglas de las


obligaciones solidarias definidas en el art. 827.

 La regla general es clara y queda unificada en el nuevo Código, que


impone la solidaridad de la responsabilidad tanto para el caso de
pluralidad de gestores como de dueños.

La ratificación por el dueño


“El dueño del negocio queda obligado frente a los terceros por los actos
cumplidos en su nombre, si ratifica la gestión, si asume las obligaciones del
gestor o si la gestión es útilmente conducida”80.

78
Art. 1.787. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
79
Art. 1.788. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
La ratificación hace referencia a los casos en que el dueño del negocio se vuelve
responsable frente a terceros, incluyendo como una de las opciones el caso de
la ratificación.

Trigo Represas y López Mesa (2004) señalaron que existe ratificación cuando
alguien, sin tener poder o ante insuficiencia del facultamiento con que cuenta,
realiza un acto en nombre de otro, quien ulteriormente hace suyos los efectos
del acto celebrado, y por dicho acto, asume todas las derivaciones de la gestión
realizada y cumplida en su beneficio.

La ratificación está regulada en el CCC, entre los hechos y actos jurídicos, bajo
el título “Representación voluntaria”, específicamente en los arts. 369 a 371.

En este supuesto en particular, la ratificación sí es oponible a terceros, pues el


dueño asume las obligaciones del gestor para con estos, lo que se fundamenta
en la utilidad y el carácter altruista de la gestión realizada en su beneficio.

Régimen legal subsidiario


El art. 1790 dispone que las normas del mandato se aplican supletoriamente a
la gestión de negocios, es decir, los arts. 1319 a 1334.

Si el dueño del negocio ratifica la gestión, aunque el gestor crea hacer un


negocio propio, se producen los efectos del mandato, entre partes y respecto a
terceros, desde el día en que aquella comenzó.

El empleo útil
El art. 1791 brinda una caracterización del instituto en los siguientes términos:

Quien, sin ser gestor de negocios ni mandatario, realiza un gasto,


en interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a que le sea
reembolsado su valor, en cuanto haya resultado de utilidad,
aunque después ésta llegue a cesar. El reembolso incluye los
intereses, desde la fecha en que el gasto se efectúa.81

Las características del empleo útil son:

80
Art. 1.789. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
81
Art. 1.791. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
a) Que es realizado por quien no es gestor de negocios ni mandatario:
diferenciándose de ambos institutos, pues de lo contrario, se regiría por
las normas de aquellos. Borda (2008) destacó que en el empleo útil no
interesa la intención con que se haya realizado el gasto, aunque se lo
hiciera creyendo que se trata de un negocio u obligación propia, hay
acción igualmente, y esta subsiste aunque el dueño esté presente.

b) Importa la realización de un “gasto”: en principio la noción importa sólo


los referidos a dinero. Galmarini (2014) consideró que al emplearse en
el art. 1791 el término “gasto” –con relación al empleo útil– y, en el art.
1794, “beneficio” –en la caracterización del enriquecimiento sin causa–,
el empleo útil sólo comprende sumas de dinero, dejando los servicios
para la figura del enriquecimiento sin causa.

c) En interés total o parcialmente ajeno: la utilidad es exclusivamente a


favor del titular del bien mejorado, y/o con quien el que realizó el gasto
comparte el interés o titularidad. El art. 2306 del CC sólo refería a los
gastos “a favor de otra persona”, por lo que se ha ampliado la
legitimación a los casos en los que el interés es parcialmente ajeno y
parcialmente propio.

d) Concede acción de reembolso de su “valor” a quien lo realizó, si resultó


de utilidad, aunque esta haya cesado: el agente tiene derecho a
reclamar del beneficiario del empleo el valor de lo gastado, en la
medida en que haya generado una utilidad para aquel, aun cuando lo
haya sido sólo inicialmente y hubiera cesado. La acción se relaciona con
la del enriquecimiento sin causa, que importa el fundamento de la
legitimación.

La acción no puede superar lo que se ha gastado, aun cuando la utilidad sea


mayor.

El Código prevé un caso particular de gastos funerarios, en el art. 1792: “Están


comprendidos en el artículo 1791 los gastos funerarios que tienen relación
razonable con las circunstancias de la persona y los usos del lugar”82.

En este caso, los obligados al reembolso son:

a. quien recibe la utilidad;

b. los herederos del difunto, en el caso de gastos funerarios;

82
Art. 1.792. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
c. el tercero adquirente a título gratuito del bien que recibe la
utilidad, pero sólo hasta el valor de ella al tiempo de la
adquisición.83

Enriquecimiento sin causa


Caracterización
La figura del enriquecimiento sin causa está caracterizada en el art. 1794 del
Código del siguiente modo:

Toda persona que sin una causa lícita se enriquezca a expensas


de otro, está obligada, en la medida de su beneficio, a resarcir el
detrimento patrimonial del empobrecido.

Si el enriquecimiento consiste en la incorporación a su


patrimonio de un bien determinado, debe restituirlo si subsiste
en su poder al tiempo de la demanda.84

El enriquecimiento sin causa, que no tenía previsión expresa en el Código Civil,


es ahora “fuente de las obligaciones”.

López Mesa (2001) explicó que el enriquecimiento sin causa: “es un


desplazamiento patrimonial sin correlato o contraprestación, por lo que se
produce el empobrecimiento en una persona y un enriquecimiento correlativo
en otra, sin causa legítima que los vincule” (p. 11).

Moisset de Espanés (2004) aclaró que siempre el enriquecimiento sin causa


tiene una “causa fuente” que lo origina, pero que esta no es justa o legítima. En
consecuencia, el derecho brinda la acción in rem verso a quien se empobrece a
fin de solicitar al enriquecido la restitución de la cosa o monto correspondiente.

En definitiva, la ley impone a toda persona que sin una causa lícita se
enriquezca a expensas de otro, la obligación de resarcir el detrimento
patrimonial del empobrecido, en la medida de su beneficio, aclarando que si el
enriquecimiento se traduce en un bien, debe restituirlo siempre que todavía lo
conserve en su poder al tiempo de la demanda.

83
Art. 1.793. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
84
Art. 1.794. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Los presupuestos de la acción “in rem verso”

En cuanto a los requisitos para el ejercicio de la acción derivada del


enriquecimiento sin causa, la doctrina proponía los siguientes (López Mesa,
2001; Moisset de Espanés, 2004):

a) enriquecimiento del demandado: de cualquier tipo: bien o servicio,


positivo o negativo;

b) empobrecimiento del demandante: por pérdida efectiva de bienes, de


trabajo o tiempo;

c) relación causal entre el enriquecimiento y el empobrecimiento: uno


debe ser efecto del otro;

d) causa injusta o prohibida que justifique el desplazamiento patrimonial:


pues si está justificado no hay acción;

e) carencia de toda acción para reclamar: la acción es subsidiaria –hoy en el


art. 1795–;
f) que la ley no prohíba el ejercicio de la acción.

Improcedencia de la acción
El Código prevé expresamente el carácter subsidiario de la acción de
enriquecimiento sin causa en el art. 1795: “Improcedencia de la acción. La
acción no es procedente si el ordenamiento jurídico concede al damnificado
otra acción para obtener la reparación del empobrecimiento sufrido”85.

En consecuencia, sólo procede si no existe otra acción prevista por el


ordenamiento jurídico para que el empobrecido pueda solicitar la restitución
de lo perdido.

De tal modo, el legislador tomó postura al respecto y definió la cuestión a favor


del carácter subsidiario de la acción y, en consecuencia, se pone fin al debate.

Pago indebido. (Casos. Irrelevancia del


error. Alcances de la repetición.
Situaciones especiales)
85
Art. 1.795. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
En los fundamentos del Anteproyecto de este Código, se señaló que en este
tema se siguió la regulación prevista en el Proyecto de 1998, y en consecuencia:
“se incluye el pago indebido dentro de este Capítulo. La doctrina ha estudiado
este tema y ha señalado que, en realidad, no hay pago, porque no se da el
cumplimiento de una obligación ni concurren los elementos tipificantes (…)”86,
pese a lo cual, curiosamente, se lo titula “pago indebido”.

El nuevo Código regula el “Pago indebido” dentro del enriquecimiento sin


causa, como un supuesto de este y como fuente autónoma de obligaciones, es
decir: de la de repetición.

El Código no brinda una noción del pago indebido, sino que se limita a regular
la acción de repetición que concede a quien lo realizó, en los casos que estipula
en el art. 1796: y manda que en estos el pago es repetible si:

a. la causa de deber no existe, o no subsiste, porque no hay


obligación válida; esa causa deja de existir; o es realizado en
consideración a una causa futura, que no se va a producir;

b. paga quien no está obligado, o no lo está en los alcances en


que paga, a menos que lo haga como tercero;

c. recibe el pago quien no es acreedor, a menos que se entregue


como liberalidad;

d. la causa del pago es ilícita o inmoral;


e. el pago es obtenido por medios ilícitos.87

Una cuestión de trascendental relevancia resulta de la irrelevancia del error a


los fines de la repetición, expresamente consagrada en el art. 1797:

La acción de repetición regulada por Vélez Sársfield dependía de la existencia


de un “error” para algunos esencial, para otros no necesariamente, que la
justificase; por el contrario, el nuevo Código elimina el requisito del error, que
ahora se torna “irrelevante” a los fines del ejercicio de la acción de repetición.

López Mesa (2014) sostuvo que se simplifica notablemente la materia del pago
de lo indebido, eliminando directamente la categoría del pago por error.

Con respecto al alcance de la repetición, el art. 1798 aclara que la “repetición


obliga a restituir lo recibido, conforme a las reglas de las obligaciones de dar
para restituir”88.

86
http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-primero.PDF
87
Art. 1.796. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Con esta remisión específica a las obligaciones de dar cosas ciertas para
restituirlas a su dueño, se confirmaría el criterio que el pago indebido sólo
comprende la entrega de cosas o cantidades de dinero, lo que se confirma con
la redacción del art. 759 del Código: “en la obligación de dar para restituir, el
deudor debe entregar la cosa al acreedor”89, excluyendo la prestación de
servicios, lo que se derivaba de la letra del art. 784 del CC, y que había
generado cierto debate en la doctrina.

Ahora bien, la restitución tiene límites expresamente previstos en las


situaciones especiales del art. 1799:

a. la restitución a cargo de una persona incapaz o con capacidad


restringida no puede exceder el provecho que haya obtenido;

b. en el caso del inciso b) del artículo 1796, la restitución no


procede si el acreedor, de buena fe, se priva de su título, o
renuncia a las garantías; quien realiza el pago tiene subrogación
legal en los derechos de aquel;

c. en el caso del inciso d) del artículo 1796, la parte que no actúa


con torpeza tiene derecho a la restitución; si ambas partes
actúan torpemente, el crédito tiene el mismo destino que las
herencias vacantes.90

Declaración unilateral de voluntad


Noción. Regla general. Reconocimiento y
promesa de pago. Cartas de crédito
El Cód. Civil no regulaba de modo expreso la declaración unilateral de voluntad
como fuente autónoma de obligaciones, y tal carácter fue debatido por la
doctrina en general. Los fundamentos del Proyecto de 1998 expresaron que:
“…Algunos Códigos, como el francés y el argentino, no contemplan
específicamente la figura, pero consagran soluciones que sólo se explican a
través de ella, como las atinentes a la oferta a término y a la promesa de
recompensa”91. Por su parte, en los Fundamentos del actual CCC se destacó
que: “La declaración unilateral de voluntad como fuente autónoma de las

88
Art. 1.798. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
89
Art. 759. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
90
Art. 1.799. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
91 Recuperado el 10 de octubre del 2015 de: http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-

primero.PDF
obligaciones ha sido ampliamente aceptada en el derecho argentino”92, y que:
“Por lo tanto, es necesario regular este instituto de modo sistemático,
superando las deficiencias que presenta actualmente y en ello hemos seguido
el Proyecto de 1998”93, lo que fue reasumido por los redactores de este Código.

López Mesa (2001. P. 3) definió la declaración unilateral de voluntad como el


acto jurídico que crea una obligación a cargo de una persona por su sola
voluntad.

El Código expresamente dispone en el art. 1800 que la regla general es: “La
declaración unilateral de voluntad causa una obligación jurídicamente exigible
en los casos previstos por la ley o por los usos y costumbres. Se le aplican
subsidiariamente las normas relativas a los contratos”94.

De tal modo, la declaración unilateral de voluntad causa una obligación jurídica


exigible, en dos casos: cuando la ley expresamente lo prevé o cuando así se
establece sobre la base de los usos y costumbre –que son ahora fuente de
derecho, art. 1 del CCC–.

Uno de los supuestos de declaración unilateral de voluntad lo constituye el


reconocimiento y promesa de pago, consagrado en el art. 1801: “La promesa
de pago de una obligación realizada unilateralmente hace presumir la
existencia de una fuente válida, excepto prueba en contrario. Para el
reconocimiento se aplica el artículo 733”95.

El supuesto legal hace alusión al reconocimiento o promesa de pago, y por


tratarse este del típico modo extintivo de las obligaciones, resulta lógica la
presunción en cuanto a que exista una fuente válida, salvo que se pruebe lo
contrario. Concretamente, de conformidad al art. 865, el pago es el
cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación, y en
consecuencia, su promesa habilita presumir que existe una.

Para esta declaración unilateral de voluntad, la ley exige una forma especial,
esto es: el reconocimiento de conformidad al art. 733, el que lo define como la:
“manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que el deudor admite estar
obligado al cumplimiento de una prestación”96.

Otro supuesto legalmente consagrado en el art. 1802 son las cartas de crédito:
“Las obligaciones que resultan para el emisor o confirmante de las cartas de
crédito emitidas por bancos u otras entidades autorizadas son declaraciones

92
http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-primero.PDF
93
http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-primero.PDF
94
Art. 1.800. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
95
Art. 1.801. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
96
Art. 733. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
unilaterales de voluntad. En estos casos puede utilizarse cualquier clase de
instrumento particular”97.

El nuevo Código no brinda una noción ni regulación de la figura, sino que se


limita a constituir a las cartas de crédito como fuente autónoma de
obligaciones, como consecuencia de su inclusión dentro de las declaraciones
unilaterales de voluntad.

Fontanarrosa (1997) explicó que las cartas de crédito son documentos emitidos
por una persona a otra para que la destinataria entregue a la persona indicada
en el texto cierta cantidad de dinero, y que el Código de Comercio les ha
atribuido carácter mercantil en el art. 8 inc. 10.

En consecuencia, se trata de un negocio financiero, en el que el banco o la


institución de crédito se compromete, declara su voluntad unilateral de pagar
un crédito a un tercero –en las condiciones estipuladas en la carta–, y de tal
modo, lo asegura.

Promesa pública de recompensa


El Código incluye a la promesa pública de recompensa como una modalidad de
declaración unilateral de la voluntad, es decir, dentro de las fuentes autónomas
de obligaciones, por lo que se desvanece el debate doctrinario que existía en
torno a la naturaleza de la figura. Además, se dedican cuatro artículos a su
regulación: relativos a su carácter obligatorio, al plazo de vigencia, a la
revocación y a la posibilidad de concurso de más de una persona.

El art. 1803 dispone la obligatoriedad de los anuncios públicos en los que se


promete recompensar, con una prestación pecuniaria o una distinción, a quien
ejecute determinado acto, cumpla determinados requisitos o se encuentre en
cierta situación, y manda que su autor queda obligado por esa promesa desde
el momento en que llega a conocimiento del público.

En cuanto a los requisitos de la promesa, que son válidos conforma a la nueva


regulación, Campagnucci de Caso (1997) señaló que lo constituyen:

a) la publicidad: pues su finalidad es llegar a un número de personas


indeterminadas;

b) indeterminación del destinatario: que vaya dirigida a una pluralidad de


personas;

97
Art. 1.802. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
c) inclusión de un supuesto fáctico a cumplimentar: fijación de un hecho a
realizar por quien aspira a obtener la recompensa.

Cabe destacar que la promesa de recompensa engasta en la noción de


obligación condicional, pues la eficacia de la prestación está subordinada a un
hecho futuro e incierto, tal como lo define el art. 343.

La obligación unilateral que surge de la promesa nace o se torna obligatoria, en


el momento en que esta llega a conocimiento del público. En consecuencia,
desde su publicación cualquier persona que cumpla con el acto o requisitos
será titular del derecho de crédito respecto de la prestación comprometida.

Con respecto al plazo de la promesa, el art. 1804 reza: “La promesa formulada
sin plazo, expreso ni tácito, caduca dentro del plazo de seis meses del último
acto de publicidad, si nadie comunica al promitente el acaecimiento del hecho
o de la situación prevista”98.

El Código dispone que la promesa puede ser retractada en el art. 1805.

Si tiene plazo, sólo puede revocarse antes del vencimiento, con


justa causa. En ambos casos, la revocación surte efecto desde
que es hecha pública por un medio de publicidad idéntico o
equivalente al utilizado para la promesa. Es inoponible a quien
ha efectuado el hecho o verificado la situación prevista antes del
primer acto de publicidad de la revocación.99

La norma establece que, en todos los casos, la retractación surte efectos recién
desde su publicación, la que se exige que sea realizada por el mismo o
equivalente por el que se dio a conocer la promesa –televiso, radial, gráfico,
internet, etc.–.

La retractación no será oponible a quien antes de que esta se hiciera pública ya


hubiere cumplido con el hecho o requisitos objeto de la promesa.

En relación con la atribución de la recompensa, el art. 1806 establece cuáles


son las reglas en caso de que varias personas hayan participado.

Así:

98
Art. 1.804. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
99
Art. 1.805. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Si varias personas acreditan por separado el cumplimiento del
hecho, los requisitos o la situación previstos en la promesa, la
recompensa corresponde a quien primero lo ha comunicado al
promitente en forma fehaciente.

Si la notificación es simultánea, el promitente debe distribuir la


recompensa en partes iguales; si la prestación es indivisible, la
debe atribuir por sorteo.

Si varias personas contribuyen a un mismo resultado, se aplica lo


que los contribuyentes han convenido y puesto en conocimiento
del promitente por medio fehaciente.

A falta de notificación de convenio unánime, el promitente


entrega lo prometido por partes iguales a todos y, si es
indivisible, lo atribuye por sorteo; (…).100

Concurso público
Un supuesto especial de promesa de recompensa es la realiza en un concurso
público, que el Código regula de modo expreso en el art. 1807 a 1809.

En este caso,

La promesa de recompensa al vencedor de un concurso requiere


para su validez que el anuncio respectivo contenga el plazo de
presentación de los interesados y de realización de los trabajos
previstos.

El dictamen del jurado designado en los anuncios obliga a los


interesados. A falta de designación, se entiende que la
adjudicación queda reservada al promitente.

El promitente no puede exigir la cesión de los derechos


pecuniarios sobre la obra premiada si esa transmisión no fue
prevista en las bases del concurso.101

López Mesa (2001) define al concurso como una promesa dirigida a quienes se
encuentren en determinada situación, acrediten cierta experiencia o solvencia
en alguna rama científica, reúnan ciertas condiciones, o desarrollen alguna

100
Art. 1.806. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
101
Art. 1.807. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
actividad especial, y afirmó que quien convoca al concurso promete a los
participantes que a quien resulte triunfante en la competencia, le adjudicará un
premio, previa apreciación de méritos por parte de un jurado designado al
efecto.

La primera regla que contiene el art. 1807 es referida a los plazos.


Concretamente, se establece como requisito para la validez del concurso que
en su anuncio se establezcan dos plazos: uno, el de presentación de los
interesados; y dos, el de realización de los trabajos previstos.

En segundo lugar, se estipula una regla relacionada con los jurados. Si el


anuncio contiene la designación de sus miembros, la decisión de estos obliga a
los interesados, pero si no fuera así, se establece que el promitente será quien
realice la adjudicación, sin referir a si la decisión en tal caso es o no vinculante.

La norma dispone que el promitente no puede exigir la cesión de los derechos


pecuniarios sobre la obra premiada, salvo que esta hubiera estado prevista en
las bases del concurso.

Finalmente, el Código aclara, en el art. 1808, que la promesa

(…) puede ser efectuada respecto de cualquier persona o


personas determinadas por ciertas calidades que deben ser
claramente anunciadas. No pueden efectuarse llamados que
realicen diferencias arbitrarias por raza, sexo, religión, ideología,
nacionalidad, opinión política o gremial, posición económica o
social, o basadas en otra discriminación ilegal.102

Garantías unilaterales
Las garantías unilaterales no tenían recepción normativa específica en los
códigos Civil ni Comercial, sino que surgieron de la práctica comercial, y los
Proyectos de modificación desde 1987 ya preveían su incorporación.

Boretto (2012) destacó que la práctica ha demostrado la conveniencia de


separar la garantía de la obligación principal garantizada, creándose un título
abstracto, desvinculado del contrato base.

El nuevo Código las estipula en el art. 1810, y establece tres cuestiones: brinda
una noción de la figura, luego aclara cuáles son las acciones derivadas del pago,
y finalmente, prevé el caso de su utilización fraudulenta o abusiva.

Trigo Represas y López Mesa (2004), con cita de Grosso, señalaron que estas
garantías se dan generalmente por compañías de seguro, habitualmente por
102
Art. 1.808. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
medio de los seguros de caución, por lo que se trata más bien de un contrato
de garantía que de uno de seguro, que son una forma de fianza por cuanto se
garantizaba el cumplimiento de las obligaciones a cargo de una de las partes del
negocio, sólo para el supuesto de incumplimiento de aquella, por lo que se
asume una deuda futura, que anticipadamente toma la entidad que cauciona,
por el monto por el que se otorga la garantía, durante el plazo pactado, y sin
ningún desembolso de capital de su parte, que sólo hará si debe efectivizar su
garantía. Los autores también destacaron que era viable la incorporación de la
figura en la declaración unilateral de voluntad.

En definitiva, se trata de una obligación autónoma de garantía que tiende a


eliminar riesgos para el acreedor, al habilitarle el cobro ante el mero
requerimiento.

Los sujetos que pueden emitir estas garantías están expresamente


establecidos en el art. 1811:

a. las personas públicas;

b. las personas jurídicas privadas en las que sus socios,


fundadores o integrantes no responden ilimitadamente;

c. en cualquier caso, las entidades financieras y compañías de


seguros, y los importadores y exportadores por operaciones de
comercio exterior, sean o no parte directa en ellas.103

Atento la relevancia y consecuencias de la garantía unilateral, el legislador


consideró necesario limitar los sujetos habilitados a emitir estas declaraciones
unilaterales de voluntad. De tal modo, sólo pueden ser garantes los sujetos que
tengan solvencia económica como para asumir tal compromiso.

Con respecto a la forma en que deben constar, el art. 1812 señala que debe ser
por escrito en instrumento público o privado, es decir, de conformidad a las
disposiciones del Código, arts. 289 y 313, siguientes y concordantes, que
regulan la forma de los actos jurídicos.

Si son otorgadas por entidades financieras o compañías de seguros, la exigencia


es menor, pues se los autoriza a obligarse mediante cualquier clase de
instrumento particular, firmado o no, de conformidad con el art. 286 del
Código.
Por último, se prevé expresamente el carácter irrevocable de esta garantía
unilateral, “a menos que se disponga en el acto de su creación que es
revocable”104.

103
Art. 1.811. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
104
Art. 1.814. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Régimen general de la
responsabilidad civil

Definición. Funciones de la
responsabilidad civil: preventiva,
resarcitoria y punitiva
Noción. Antecedentes. Método del Código Civil y
Comercial
En esta última unidad se estudian las nociones básicas de la responsabilidad
civil o derecho de daños, pues si bien constituye una materia de la Carrera en sí
misma, está íntimamente relacionada con las obligaciones.

La responsabilidad civil es una de las fuentes –causa fuente– de las


obligaciones, tal como ya lo determinamos en unidades anteriores.

Durante la vigencia del Código de Vélez, la doctrina y jurisprudencia, sobre la


base de su regulación, distinguía entre la responsabilidad contractual, que
derivaba del incumplimiento de las reglas o estipulaciones de un contrato
–acuerdo entre partes– y extracontractual, que derivaba del deber de
responder por la violación del deber genérico de no dañar a otro.

En la doctrina y en diversos congresos y simposios sobre el tema, se proponía la


unificación de ambos tipos de responsabilidad, la que finalmente consagra el
Código 2014.

En este sentido, en los Fundamentos del Anteproyecto se aclaró que:

El texto proyectado confiere unicidad al régimen de la


responsabilidad contractual y extracontractual. Comparando con
el Proyecto de 1998, se suprime la referencia al “deber de
cumplir”, recogiendo las observaciones efectuadas acerca de que
esa mención (deber de cumplir) excede el ámbito de la
responsabilidad civil y es materia de las obligaciones en general.
Además, por la misma razón, se suprime el inciso a) del artículo
1584.105

La tesis que se adopta es la unidad del fenómeno de la ilicitud, lo


cual no implica la homogeneidad, ya que hay diferencias que
subsisten. Con la solución que proponemos, se unifican
claramente los supuestos que han generado dificultades serias,
como ocurre con los daños a la persona en el ámbito de la
responsabilidad contractual (ejemplo, responsabilidad
médica).106

Moisset de Espanés (2004) enseña que, en sentido amplio, la


responsabilidad es una noción en virtud de la cual se atribuye a un
sujeto el deber de cargar con las consecuencias de un evento
cualquiera.

Pizarro y Vallespinos (1999) conceptualizan a la responsabilidad civil


como “la obligación de resarcir todo daño injustamente causado a
otro” (p. 449).

En cuanto al método, el Código regula la responsabilidad civil en el Libro


Tercero: “Derecho personales”, Título V, “Otras fuentes de las obligaciones”,
Capítulo 1: “Responsabilidad Civil” (arts. 1708 a 1780).

Las funciones de la responsabilidad civil


La responsabilidad civil ya no cumple sólo la función originaria de carácter
resarcitorio, sino que con el correr del tiempo se advirtieron otras funciones
que la complementan: la preventiva y la punitoria o sancionatoria.

Zavala de González (2011) señaló que:

105
http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-primero.PDF
106
http://www.biblioteca.jus.gov.ar/fundamentos-primero.PDF
La responsabilidad por daños puede ser resarcitoria o
compensadora cuando se refiere a los causados, preventiva si se
refiere a menoscabos evitables por completo o en su continuidad
o agravación, o sancionadora toda vez que se impone como una
pena privada por haber dañado.

En orden lógico, en primer lugar, debe ubicarse la función preventiva, que


ostenta rango constitucional, tal como ya advertimos, en el principio de “no
dañar a otro” previsto en el art. 19 de nuestra Carta Magna. En este sentido,
Zavala de González (2011) explicó que: “el objeto preventivo no entorpece ni
neutraliza el sistema. Al contrario, complementa enriquece y se interrelaciona
armónicamente con sus presupuestos y efectos”

El Código recepta expresamente esta función del derecho de daños en la


Sección 2, del Capítulo 1, Título V, arts. 1710 a 1713.

En segundo lugar, una vez que el daño ya ha acaecido, cobra relevancia la


función resarcitoria, que tiene por objeto la reparación del perjuicio
injustamente causado, y consiste en el cumplimiento de una obligación a cargo
del responsable y a favor del damnificado, tal como la conceptualizan Pizarro y
Vallespinos (1999), ámbito en donde rige el principio de la reparación plena e
integral.

El Código prevé expresamente esta función en La Sección 3, del Capítulo 1,


Título V, art. 1716 en adelante.

La tercera función de la responsabilidad civil es la punitiva o sancionatoria, tal


como explica Prevot (2009), tiene lugar ante determinadas situaciones lesivas,
cuando la mera reparación del perjuicio puede resultar insuficiente para
desmantelar los efectos nocivos del ilícito, en particular, cuando quien daña a
otro infringiendo el ordenamiento jurídico, lo hace deliberadamente con el
propósito de obtener un rédito o beneficio. Ej.: daños causados por productos
elaborados, en los que al proveedor, fabricante o distribuidor les resulte más
barato pagar las indemnizaciones a los consumidores que afrontar controles de
calidad u otras técnicas demasiado onerosas; o los inferidos por los medios de
prensa, en los que el resarcimiento por la difamación periodística sea inferior a
las ganancias por la venta de la noticia sensacionalista.

Esta función deriva en una pena privada, expresamente prevista por la ley o la
voluntad de las partes, que sanciona graves inconductas mediante la
imposición al responsable de una suma de dinero a favor de la víctima, del
Estado u otros terceros (Pizarro y Vallespinos, 1999).

La función punitiva está expresamente consagrada en nuestro derecho en la


Ley de Defensa del Consumidor, en el art. 52 bis. En el Código, si bien la
Comisión Redactora la había previsto, luego al modificarse el texto originario se
eliminó la regulación concreta de esta función del derecho de daños –inclusive
su recepción en el art. 1708–, aunque se mantienen dos normas que hacen
referencia a esta: 1714 y 1715, relativas a la punición excesiva y a las facultades
del juez de dejar sin efecto total o parcialmente la medida en tal caso.

En síntesis, las tres funciones de la responsabilidad civil son la preventiva, la


resarcitoria y la punitiva.

Los presupuestos de la
responsabilidad civil
Noción
Vázquez Ferreyra (2012) explica que se ha tratado de encontrar los requisitos
comunes para que tenga nacimiento la obligación de reparar o indemnizar un
daño. En esto consisten los presupuestos; son los elementos necesarios en todo
supuesto de responsabilidad civil. Y aclara que una vez delineadas sirven al
jurista y al juez, pues alrededor de ellos se puede realizar un estudio
sistemático de la responsabilidad civil.

En consecuencia, existe consenso en nuestro país en que los presupuestos de la


responsabilidad, sin los cuales esta no procede, son: 1. Daño, 2. Antijuridicidad,
3. Relación de causalidad y 4. Factores de atribución.

El daño
El primer presupuesto para que exista el eventual deber de reparar se trata del
daño, que fundamenta el famoso principio: “sin daño no hay responsabilidad”.
Nicolau (2009) señala que: “si quien reclama no acredita el daño padecido no es
necesario continuar indagando los otros presupuestos, pues no habría
responsabilidad civil” (p. 359), por lo que siempre el daño es el primer
presupuesto a determinar.

Vázquez Ferreyra (2012) explica que el daño “es la lesión a un interés, ya sea
patrimonial o espiritual” (p. 1).

Galdós (2012), al comentar el Anteproyecto, explica que se concibe al daño


como la lesión a un derecho o a un interés no reprobado por el ordenamiento
jurídico que recae sobre la persona, el patrimonio o un derecho de incidencia
colectiva que produce consecuencias resarcibles en el ámbito patrimonial o en
el no patrimonial o en ambos simultánea o disyuntivamente (arts. 1737, 1738,
1739, 1741). Recepta el daño colectivo cuando media afectación a un derecho
de incidencia colectiva que recae sobre un bien colectivo y diferencia entre el
daño-lesión y sus consecuencias indemnizables.

En definitiva, en el art. 1716 se contempla el deber general de no dañar a otro,


y en los arts. 1737 a 1748 se regula el “daño resarcible”.

El art. 1737 define al daño en los siguientes términos: “Hay daño


cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el
ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el
patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”107.

Antijuridicidad
El concepto fue explicado por la doctrina de manera extensa, y así podemos
decir que la ilicitud o antijuridicidad, tal como la conceptualizan Trigo Represas
y López Mesa (2004) consiste en un proceder que infringe un deber jurídico
preestablecido en una norma o regla de derecho y que causa daño a otro,
obligando a su reparación a quien resulte responsable en virtud de una
imputación o atribución legal. De tal modo, los autores citados explican que el
comportamiento humano que contraría el ordenamiento jurídico configura el
substratum del hecho ilícito, y constituye a la vez el elemento material u
objetivo imprescindible para que nazca la responsabilidad civil.

En materia contractual, el incumplimiento del deber asumido contractualmente


es la conducta antijurídica. Es una acción contraria a derecho en sentido amplio
y unitario: todo el ordenamiento jurídico.

Pizarro y Vallespinos (1999) explican que “se trata de un concepto netamente


objetivo, que deriva de la contrariedad de la acción con el derecho, por lo
tanto, independiente de la voluntariedad y de la culpabilidad del agente” (p.
480).

En definitiva, la ilegalidad debe ser determinada en el caso concreto, ante algún


incumplimiento contractual o legal que haya ocasionado un daño.

107
Art. 1.737. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
El Código prevé este requisito en el art. 1717, que establece:
“Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica
si no está justificada”108.

Factor de atribución
Este requisito también es denominado “imputabilidad”, ya que hace referencia
al modo de atribuir a una persona una conducta antijurídica, o la forma de
imputarle el daño ilícito a ella.

Zavala de González (1999) define que los factores de atribución son las razones
que justifican que el daño que ha sufrido una persona sea reparado por alguien,
es decir, sea trasladado económicamente a otro.

Por su parte, Pizarro y Vallespinos (1999) conceptualizan el factor de atribución


de la siguiente forma: “constituye el elemento axiológico o valorativo, en virtud
del cual el ordenamiento jurídico dispone la imputación de las consecuencias
dañosas del incumplimiento obligacional o de un hecho ilícito ‘strictu sensu’ a
una determinada persona” (p. 575).

Los factores de atribución se clasifican en subjetivos y objetivos.

Los primeros se basan en la culpa o dolo del sujeto a quien se le imputa


responsabilidad, es decir, que existe una reprochabilidad hacia el sujeto
dañador. En estos casos, la responsabilidad que se deriva es de carácter
subjetiva.

Por otro lado, el factor de atribución puede ser objetivo, es decir, cuando el
reproche se fundamenta en valoraciones sociales, económicas, políticas, etc.,
que el legislador ha tenido en cuenta a fin de asignar responsabilidad a
determinado sujeto. Entre los factores objetivos de atribución se pueden
mencionar: el riesgo creado, la garantía, el deber de seguridad, la equidad.

Desde este punto de vista, resulta útil relacionar el tema con la clasificación de
las obligaciones según sean de medios o de resultado, tal como analizamos en
unidades anteriores.

En las obligaciones de medio el sujeto sólo se compromete a prestar su mayor


diligencia, empeño y dedicación para alcanzar un resultado, pero sin asegurar la
obtención de este, en consecuencia, el factor de atribución será siempre
subjetivo, ya que será necesario analizar si el sujeto cumplió con su obligación o
incurrió en culpa o dolo.

108
Art. 1.717. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Por el contrario, en las obligaciones de resultado, el agente sí asegura un opus,
un fin determinado, es decir, el objeto de la prestación es justamente la
consecución de ese resultado, y en consecuencia, ante incumplimiento, el
factor de atribución será objetivo, sin que interese si obró con culpa o dolo, ya
que simplemente importa que no arribó al resultado prometido que era el
interés del acreedor.

El Código regula los factores de atribución de la responsabilidad en los arts.


1721, estableciendo que la regla es el subjetivo, basado en la culpa y el dolo,
art. 1724; y en el 1722, en relación al objetivo. Luego, en diversas normas se
refiere a estos en forma dispersa.

Relación de causalidad
Para que una persona pueda ser tenida civilmente como responsable por un
acto ilícito dañoso, es necesario que ese perjuicio pueda ser objetivamente
atribuido a la acción u omisión de un hombre o al hecho de una cosa (Trigo
Represas y López Mesa, 2004), lo que determina la existencia de la relación de
causalidad entre el daño y el autor.

Pizarro y Vallespinos (1999) señalan que la relación de causalidad vincula


materialmente al incumplimiento con el daño, y que es una cuestión fáctica y
objetiva, que enlaza un hecho antecedente (causa) y otro consecuente o
resultado (efecto).

Además, los autores citados indicaron que la relación de causalidad además de


imputar la autoría del hecho dañoso, brinda los parámetros objetivos
indispensables para calibrar la extensión del resarcimiento, mediante un
régimen predeterminado de imputación de consecuencias (arts. 520, 521 y 901
a 906 del Código Civil).

Tal como enseña Nicolau (2009), existen diversas teorías relativas a la relación
de causalidad que buscan determinar la manera más justa posible de limitar
hasta dónde responde la persona a quien se imputa la conducta dañosa, ya que
de lo contrario, las consecuencias pueden ser infinitas.

El Código, en el art. 1726, recepta la teoría denominada “teoría de la causa


adecuada”: “Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo
adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición
legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas
previsibles”109.

109
Art. 1.726. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Esta teoría indica que al analizar la relación de causalidad, se realiza un juicio de
probabilidad “ex post facto” y en abstracto, prescindiendo de lo que
efectivamente ha ocurrido en el caso concreto, y computando únicamente
aquello que sucede conforme el curso normal y ordinario de las cosas, tal como
lo explican Pizarro y Vallespinos (1999), es decir, equivale a la determinación de
la denominada “prognosis póstuma”.

Por su parte, el art. 1736 regula la prueba de la relación de causalidad y afirma


que corresponde “a quien la alega, excepto que la ley la impute o la
presuma”110. Además, señala que la carga de la prueba de la causa ajena, o de
la imposibilidad de cumplimiento, recae sobre quien la invoca.

110
Art. 1.736. Ley Nº 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
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