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RIOSUCIO - CALDAS
LA UNIÓN DEL PUEBLO DE LAS DOS PLAZAS:
UNA MIRADA DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL
A PARTIR DE LA FUNDACIÓN DE RIOSUCIO, CALDAS.
Paula Tatiana Pantoja Suarez
LA UNIÓN DEL PUEBLO DE LAS DOS PLAZAS: UNA MIRADA DE LA
INDEPENDENCIA NACIONAL A PARTIR DE LA FUNDACIÓN
DE RIOSUCIO, CALDAS
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El Cantón de Supía se encontraba en la región noroccidental del actual departamento de Caldas en la
margen izquierda del Río Cauca. El nombre de Supía surgió por los indígenas Zopía que habitaron esta parte
de la gran región Quimbaya y que fueron dominados por los grupos de españoles y extranjeros, según los
relatos de Pedro Cieza de León en la Crónica del Perú.
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INDEPENDENCIA NACIONAL A PARTIR DE LA FUNDACIÓN
DE RIOSUCIO, CALDAS
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El País de los Quimbayas fue la denominación dada por el conquistador Jorge Robledo a los sectores
poblados por este grupo precolombino, que ocupaba las actuales jurisdicciones de Quindío, Risaralda,
Caldas y parte del Valle del Cauca.
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En la época colonial los centros mineros fueron espacios para el comercio, el intercambio y
mercantilización de los metales preciosos, situación que repercutía a su vez en una serie de patrones de
poblamiento, con sitios destinados a la ubicación de los europeos y criollos, indígenas o esclavos según su
jerarquía social. El Real de minas de San Sebastián de Quiebralomo se ubicó en la población que
actualmente se denomina Quiebralomo, a unos dos kilómetros de la cabecera municipal de Riosucio. El
pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria de La Montaña se encuentra en el actual resguardo indígena de
San Lorenzo, una de las poblaciones más representativas del departamento.
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INDEPENDENCIA NACIONAL A PARTIR DE LA FUNDACIÓN
DE RIOSUCIO, CALDAS
los conflictos entre los pobladores y por las dificultades para obtener las
autorizaciones respectivas que legitimaban una fundación colonial. Así, la
fundación sólo se llevó a cabo en las primeras décadas del s. XIX por las nuevas
situaciones generadas con la Independencia.
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Los sacerdotes que lideraron la fundación de Riosucio fueron criollos formados en el territorio colombiano
y que siguiendo las leyes de la época debían dirigirse a diversos poblados con el fin de ser los líderes
espirituales de sus habitantes. José Ramón Bueno, proveniente de Popayán tenía una formación realista
opuesta a los cambios que se produjeron con las juntas de gobierno a comienzos de siglo XIX. Por su parte,
José Bonifacio Bonafont, oriundo de Socorro, Santander, tenía un pensamiento republicano, influenciado
por la Revuelta de los Comuneros y por las ideas de la Ilustración a tal punto de ser nombrado en los escritos
del científico Jean Baptiste Boussingault como un pionero del pensamiento republicano en la región.
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puede entender desde su historia personal. Aquel sacerdote, según los datos de
Purificación Calvo, llegó como encargado de la vida espiritual de los habitantes de
La Montaña en el año de 1814, sin embargo este hombre “era un sacerdote
republicano poco ortodoxo” (Appelbaum 2007 23).
Los datos del historiador Albeiro Valencia Llano sustentan la asistencia y firma del
cura de La Montaña en el acta de Socorro el 15 de agosto de 1810, poblado
esencial para comprender los procesos revolucionarios de la Nueva Granada
debido la historia comunera de Santander a finales del siglo XVIII. Bonafont, fue
un sacerdote poco tradicional que al llegar a la región de la Vega de Supía trajo
consigo los postulados de la Independencia, los cuales se habían alejado de las
primeras ideas de las juntas provisionales de gobierno. El defendía la necesidad
de crear una República Independiente del Gobierno Monárquico.
Las luchas del sacerdote junto con su colega, el presbítero Ramón Bueno, con
quien no compartía ideas políticas, propiciaron sin duda alguna la fundación del
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pueblo bajo la peculiaridad que aún posee. Tanto los pobladores de La Montaña
como de Quiebralomo consideraban acertados los postulados de sus respectivos
líderes religiosos, es decir, los enfoques políticos emancipadores de Bonafont o
los realistas bajo la perspectiva de Bueno. Este hecho no permitió una verdadera
unión territorial bajo la jurisdicción del nuevo municipio, sino la ejecución de un
traslado doble de las poblaciones, ya que la Calle Real separó el antiguo
vecindario de Quiebralomo del de la Montaña.
La adopción del siete de agosto de 1819, como la fecha de fundación, pudo ser
causada por la influencia del cura Bonafont sobre los habitantes de La Montaña y
por sus ideas independentistas en relación directa con el triunfo patriota en
Boyacá, a diferencia del sacerdote Ramón Bueno, quien tuvo que huir de la región
cuando finalizaron las guerras de Independencia ante las persecuciones que
ejercieron los ejércitos patriotas sobre aquellos que respaldaron el poder
monárquico.
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La causa específica que motivó a unificar la fecha de fundación de Riosucio
respecto a la Batalla de Boyacá no pudo determinarse, aunque representó, tanto
para los habitantes nativos como para los vecinos del poblado, la identidad de este
naciente territorio con la causa y con la construcción republicana. Para los
habitantes de Riosucio fue un motivo de orgullo que el surgimiento de su patria
chica coincidiera con un hecho de vital importancia que representó el verdadero
comienzo del período republicano. Aquel dato fundacional no fue una fecha
efímera o una simple coincidencia, pues fue la forma de evidenciar las dinámicas
nacionales en un pequeño poblado de una región fronteriza y compleja que posee
un pasado mucho más antiguo que la mayoría de municipios del departamento
caldense y que relata entre las calles de sus plazas y los atrios de sus Iglesias, no
la historia de un pueblo, sino lo múltiple y contrastante de la formación Nacional.
LA UNIÓN DEL PUEBLO DE LAS DOS PLAZAS: UNA MIRADA DE LA
INDEPENDENCIA NACIONAL A PARTIR DE LA FUNDACIÓN
DE RIOSUCIO, CALDAS
Bibliografía
Academia Caldense de Historia. Archivo Historial Tomo II, Acuerdo del Municipio
de Riosucio sobre su Primer Centenario de Fundación, Acuerdo N°66.
Gärtner, Álvaro. Los místeres de las minas. Crónica de la colonia europea más
grande en Colombia en el siglo XIX, surgida alrededor de las minas de Marmato,
Supía y Riosucio. Manizales: Editorial Universidad de Caldas, 2005
Robledo, Emilio. Orígenes de Riosucio. En: Archivo Historial, Órgano del Centro
de Estudios Históricos de Manizales. Volumen II. Manizales: Academia Caldense
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de Historia, 1919.
Sánchez Jaramillo, Luis Fernando. Un pueblo, dos plazas, tres cementerios: Los
conflictos entre la Iglesia y el Estado a través del estudio de los cementerios de
Riosucio, municipio caldense del centro occidente colombiano. Manizales:
Universidad de Caldas (inédito), 2009