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“Intercectando Latinoamérica con el

latinoamericanismo: discurso académico y


critica cultural”
Nelly Richard
Mtro. Fidel Salatiel Zequeira Torres

La autora coincide con Mignolo en que a partir del


poscolonialismo se está produciendo una transfor-
mación “espacio intelectual” de la metrópoli hacia los
alrededores en cuestiones políticas y académicas, acota
que en el ultimo aspecto hay una paradoja, porque la
academia metropolitana se religitima apelando a lo
otro -marginalidades– lo contradictorio está en que los
intelectuales del centro analizan la alteridad desde el
ángulo de mirada metropolitano.
El propósito de la autora es deconstruir el discurso
globalizador que se hace desde el centro sobre América
Latina, para hacer notar que en aras de lo hegemónico-
homogéneo, deja de lado la riqueza viva del devenir
latinoamericano; ante el análisis que soslaya la plura-
lidad intercultural, Nelly sugiere rescatar y analizar
nuestras culturas en su diferencia “diferenciadora”; es
decir, en las historias interactivas multiculturales que
tensan las relaciones entre “identidad–alteridad” para
forjar el devenir del ser latinoamericano.
Como su nombre lo indica, el universo es uno, pero
lo fraccionamos para tener acceso a él, de la misma

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manera la ciencia es una, pero la dividimos para
apropiarnos los conocimientos; en ocasiones es difícil
delinear el ámbito de los problemas, tomando en
cuenta que las cosas están imbricadas, los problemas
que se detectan son.
1.- No es posible una teoría latinoamericana que se
piense independientemente del discurso aca-
démico metropolitano –problema teórico–.
2. El modelo global amenaza con borrar la parti-
cularidad de la teoría latinoamericana –problema
teórico–.
3. Repensar cada localización teórica. Empla-
zamiento del sujeto y mediación de códigos
entre ubicación de contexto y posición del
discurso –problema teórico y epistemológico–.
4. Las acciones y los juegos de lenguajes siguen
condicionados por divisiones asimétricas de
poder –problema de relación entre poder y
discurso–.

Con respecto al primer punto, Nelly hace una extensa


exposición en lo que coinciden los estudios culturales –la
academia metropolitana– y los estudios latinoamericanos,
escribe que las dos instituciones mezclan de manera
colaborativa la pluridisciplinariedad y la transcultu-
ralidad. Así responden a los nuevos deslizamientos de
categorías entre lo dominante y lo subalterno, entre lo

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culto y lo popular, lo central y lo periférico, lo global y
lo local. Las categorías tránsfugas de lo local hacia lo
transnacional o viceversa, producen alteraciones en los
territorios culturales, deshacer las fronteras para formar
lo híbrido, por lo anterior los límites culturales y las
culturas mismas son efímeras, están en constante devenir.
El segundo punto es consecuencia del anterior –no
es posible pensar a América Latina fuera de la
conceptualización metropolitana– porque entre otras
cosas, el discurso global a hecho suya la categoría de
subalternidad periférica; el problema está en que los
estudios culturales justifican su actuación expresando
que detecta las diferencias culturales, pero realmente
resalta lo semejante, lo equivalente; soslayando los
detalles de las historias particulares; la “crítica” a los
estudios culturales rescatará las memorias locales.
En el tercer punto se trata de repensar las vivencias,
de volver a teorizar las experiencias, mediadas por el
código lingüístico –de la crítica a los estudios culturales–
que nos ubica en el contexto y en el “ángulo de
mirada” desde el cual se analiza a América Latina.
El cuarto punto es producto de las relaciones fluidas
transversales del poder; lo global expande su ideología
legitimada a través de la academia metropolitana, en
Latinoamérica se expresa a través de lo global y lo
local, lo central, y lo periférico, lo dominante y lo
dominado, lo colonizador y lo colonizado; percibiendo

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con un poco de detenimiento las dicotomías mencionadas,
se notan con claridad meridiana las relaciones asimétricas
del poder en el lenguaje; por un lado esta la hegemonía
global, y por el otro lo subalterno, se dan casos en que
lo particular se resiste a asimilar lo transnacional, entonces,
se produce un rompimiento del diálogo y las esferas se
cierran sobre sí mismas; pero el común denominador
es que la ideología hegemónica se expande a través del
lenguaje, alterando de manera permanente, fluida y
transversal las fronteras de todas las culturas.
El problema fundamental es la “globalización” y los
derivados son: “Latinoamérica”, “la amenaza de perder el
detalle de lo local”, “emplazamiento del sujeto”, “la
asimetría del poder en los códigos del lenguaje”, entre otros.
En esta época de globalización es difícil –mas no
imposible– rescatar la idiosincrasia de lo local; a pesar de
ello, lo esencial del articulo es rescatar lo latinoamericano
frente a lo exótico.
En el primer problema que enumero, la relación entre
la academia metropolitana y las disertaciones latinoame-
ricanas es clara; una vez que los estudios culturales se
hacen a partir de la categoría de la subalternidad periférica,
lo latinoamericano queda atrapado en la conceptuali-
zación global; y ya sea para conocer un punto de vista
diferente sobre sí, o para entrar en diálogo con la
academia metropolitana, se toma en cuenta esta postura.

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En el segundo punto también hay una relación
importante –lo global amenaza con borrar lo particular– le
corresponde a la crítica de los estudios culturales,
rescatar el mosaico cultural y las interacciones intercul-
turales en Latinoamérica, para que no se olviden al
pasar desapercibidas por la visión metropolitana.
En el tercer punto la autora dinamiza al sujeto –lo
reactiva– lo hace el centro del proceso, es el que recon-
ceptualiza sus vivencias en relación con lo internacional, el
medio es el código lingüístico intercultural transversal
híbrido entre lo central y lo periférico; el sujeto podrá
analizar su estar en el mundo frente al horizonte de la
globalización, se crea una epistemología con categoría
dinámica para captar las nuevas interacciones de las
partes con el todo y viceversa.
El lenguaje es la manera de ser del individuo y de la
especie, hay distintos conceptos y categorías porque
diferentes son los entes que usan los códigos; el lenguaje
metropolitano tiene su sello que lo caracteriza, del otro
lado, el discurso subalterno tiene sus particularidades, es
cierto que en la cotidianidad, ambas conceptualizaciones
se imbrican e influyen entre sí, para presentarse como
cultura híbrida, pero el núcleo duro de donde emergen las
categorías y las concepciones ideológicas se conserva, con
un poco de detenimiento se identifica si se originaron en el
centro, en la periferia, o en las relaciones transversales
del poder.

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Categorías principales: globalización, Latinoamérica,
estudios culturales, estudios latinoamericanos, crítica cultural,
pluridisciplinariedad, transculturalidad, subalternidad peri-
férica, metadiscurso globalizador, centralidad descentrada,
hablar sobre y hablar desde Latinoamérica, micro experiencia
subjetiva, realidad, marginalidad, localización teórica, plus,
identidad y diferencia.
Conceptos importantes: alteridad Subalteridad,
hegemonía, múltiple, jerarquía, diferencia diferenciada,
poder-de-representación, academia internacional, antidis-
criminatorio, monovalente, excedente e intraducible.
El esquema contestatario de centro y periferia ya no
funciona, porque las relaciones de poder cada día se
descentran mas; en algunos casos las categorías que
usa siguen funcionando de acuerdo al esquema
binario; por ejemplo hay una estrecha relación entre la
globalización y Latinoamérica, la autora no oculta su
preocupación por recuperar la vivencias particulares
de lo latinoamericano, ante la mirada pragmática del
centro que todo lo quiere uniformar.
Los estudios culturales y los estudios latinoameri-
canos tienen como común denominador la pluridiscipli-
nariedad y la transculturalidad; sin embargo, cuando
propone hacer la “critica critica” de los estudios
culturales sugiere resaltar las diferencias que le dan
originalidad a las culturas de esta región, frente a la

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mirada de los estudios culturales que dicen distinguir
las particularidades, pero que realmente no lo hacen.
En la misma dinámica de los dos casos descritos
con antelacion, pueden agruparse y entenderse la
subalternidad periférica y el metadiscurso globalizador
La categoría de centralidad descentrada, para hacer
notar que el poder se esta diseminando del centro hacia
la periferia, pero acota que en algunos casos estos hechos
son aparentes, porque en esencia el poder sigue estando
donde siempre.
De manera dicotómica también están planteadas las
categorías de hablar sobre y desde Latinoamérica; el primer
aspecto se desarrolla desde la academia metropolitana,
los intelectuales que representan el centro del poder, se
refieren a América Latina con los siguientes conceptos:
espontaneidad vivencial, reverso de la razón, rebalse
vivo de una energía prestada, fuente primera de acción
e imaginación, lucha y resistencia, el afuera radical y
primario; ante la conceptualización anterior, la autora le
apuesta a los pensamientos originales de los habitantes
de esta región geográfica, sin importar que el intelectual
metropolitano le de al quehacer cultural latinoame-
ricano el visto bueno.
La micro experiencia subjetiva, realidad marginalidad y
localización teórica están correlacionadas; se trata de
reactivar la subjetividad a partir de las vivencias
locales, tomar conciencia de la relación que se tiene con

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el epicentro del poder, tener claridad sobre el ser
metropolitano y el ser periférico; teorizar para que a pesar
de estar inmersos en la globalización se siga conservando
la identidad que nos distingue ante las otras culturas del
mundo.
Plus designa las características peculiares de los
textos latinoamericanos que los intelectuales metropolitanos
no pueden traducir al lenguaje hegemónico
Con la identidad y diferencia la intelectual hace notar
que el latinoamericano es semejante a él mismo, pero
dicha equivalencia no está dada de una vez y para siempre,
por el contrario en esa igualdad se da la diferencia;
vale decir, el latinoamericano se autorrealiza, cambia
su situación al forjar su propia historia, va de lo marginal
hacia disfrutar un reparto mas equitativo de los bienes
materiales y espirituales.
Los conceptos se pueden dividir del centro a la pe-
riferia mediados por los transversales. El primer conjunto
lo forman: la hegemonía, jerarquía, academia internacional
y monovalente. Los conceptos transversales son: subalterno,
latinoamericano, subalteridad. Conceptos periféricos:
múltiple, pode-de-representación, antidiscriminatorio,
excedente e intraducible.
Richard revalora lo que hacen los estudios culturales,
en cierta medida les aplaude porque han servido como
interlocutores entre la metrópoli y Latinoamérica, no están
de acuerdo con la discriminación, tienen la intención

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de reformular una epistemología que capte los pliegues
de las culturas latinoamericanas, pretenden descubrir
categorías para aprehender a Latinoamérica desde su
propio ángulo de mirada; sin embargo, Nelly argumenta
que eso no vasta, porque después de todo es la concepción
que tienen los metropolitanos sobre sus alrededores,
percepción que se oficializa y se hace rígida, dogmatica
y pragmática. La alternativa es la “crítica cultural”, como
el término lo indica, es crítica y autocrítica, entre sus
actividades están: deconstruir los discursos de los estudios
culturales para mostrar su esencia, democratizar el
organigrama de esa institución y buscar un diálogo
franco, abierto y claro entre la metrópoli y sus alredores;
interrogar al sujeto del conocimiento para reactivarlo y
que sea actor en el rescate y estudio de las particularidades
de las culturas que habitan esta región del planeta. La
crítica cultural estará atenta para que el lenguaje y el
saber no se conviertan en el nuevo realismo.
Nelly plantea hacer crítica cultural para deconstruir
los dogmas de los estudios culturales metropolitanos.
La crítica cultural es la visión de los latinoamericanos,
resalta los detalles, las particularidades, los pliegues que
no distinguen los intelectuales del centro, lo intercultural y
la interdisciplina que caracteriza a nuestra cultura, en
contraposición con los estudios culturales, que para
hacer mas útiles sus esquemas, resaltan las semejanzas
y ocultan las diferencias.

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Tomando en cuenta lo escrito en el párrafo anterior,
se puede decir que el artículo de Nelly es coherente con
el punto de vista de la autora. Se queda en una región
–Argentina y Chile– frente a la academia metropolitana
“internacional”. Desde otro punto de vista Latinoamérica
no está formada sólo por Argentina y Chile, la muestra
de Richard es pequeña con relación al ente que pretende
representar.
El problema se complica cuando nos damos cuenta que
la problemática está enfocada solo hacia Chile, justificado
por algunos intelectuales que no representan la cultura
global ni la local.
El artículo de Nelly también es funcional y pragmático,
trata de acomodarse al momento coyuntural; con la
crítica que propone sólo cubre el espacio que deja vacio
la academia metropolitana; en ningún momento propone
pensar y actuar para lograr la segunda independencia
–como propone Martí–.
Para llegar a la autarquía se tienen que hacer algunos
sacrificios, si no hay disposición para hacerlos, no se
llegará a la autosuficiencia y seguiremos siendo el “patio
trasero” de los angloamericanos.
Nelly hace una diferencia entre latinoamericano y
latinoamericanismo, por lo primero entiende la capacidad
crítica para fusionarse con lo otro, haciendo causa común
con Moreiras entiende por latinoamericanismo “la
relación social de administración del conocimiento”, el

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primer aspecto devela la manera del latinoamericano,
mientras que el segundo es el punto de vista de los
académicos metropolitanos.
La experiencia es parte importante en el discurso
intelectual de Richard, la divide en dos partes: “teorizar la
experiencia y la experiencia teórica”1.
Por la primera entiende el acto de repensar las
vivencias para darles significados en rangos analíticos;
con las experiencias teóricas pretende volver a analizar
las teorías para depurarlas o en su caso ponerlas en
consonancia con la realidad.
A lo largo del escrito Nelly remarca que se deben
teorizar las vivencias particulares para que no queden
ocultas ante la percepción estandarizante de la academia
metropolitana, con lo escrito en el párrafo anterior se
remarca la importancia que tiene esta base epistemológica
en la conceptualización de Richard.
El plus es la parte original del texto latinoamericano,
que permanece mas allá de los esquemas de la academia
metropolitana, tiene su base en la reconceptualizacion
de la experiencia; esta también es fundamental para
hacer la “critica critica” de los estudios culturales.
Una de las partes fundamentales de la propuesta
de Richard, es la experiencia del latinoamericano, por
lo anterior es obvio que la autora toma en cuenta a los

1Nelly Richard. “Intersectando Latinoamérica con el latinoamericanismo”. En


Santiago Castro Gómez, et al., Teorías sin disciplinas…, p.256.
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sujetos históricos de la metrópoli y de sus alrededores;
pero su escrito se enfoca principalmente a los autores
latinoamericanos, para que hagan la crítica de la
concepción que tienen sobre la cultura latinoamericana los
intelectuales de los estudios culturales, les recomienda
no perder el detalle ni la originalidad frente a la
academia del centro, que todo lo quiere estandarizar
para que funcione de acuerdo a sus esquemas pragmáticos.
El titulo del articulo -“Intersectando Latinoamérica
con el latinoamericanismo…”- devela un movimiento
del epicentro cultural hacia las periferias y viceversa, por
lo anterior aseguro que la autora concibe a la realidad
en movimiento, en el devenir las partes no permanecen
inmutables, por el contrario en sus interacciones mutan
su ser y devienen en lo otro, esto es valido para las
partes y en consecuencia para el todo.

CONCLUSIONES
Se está produciendo una transformación “espacio inte-
lectual” de la metrópoli hacia la periferia y de lo subalterno
hacia lo dominante.
Sólo es posible pensar a América Latina en relación
con la academia internacional; el papel de los intelec-
tuales que adoptan la ideología de la cultura que tiene
su quid al Sur del Rio Bravo, es rescatar la interculturalidad
y las diferencias especificas de lo nuestro.

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El latinoamericanismo tiene su fuente de estudios
en lo latinoamericano, por eso coinciden en cuestiones
generales, a pesar de esto, la academia metropolitana
legitima el lenguaje que se usa en esta área de estudios,
por eso en lo latinoamericano queda un plus que no puede
ser captado por los esquemas pragmáticos hegemónicos.
La Crítica cultural rescata la idiosincrasia de lo
latinoamericano, frente a la percepción estandarizante
del epicentro cultural, reactiva al sujeto del conocimiento
para que diseñe estrategias epistemológicas y método-
lógicas, para develar, difundir, rescatar y defender lo
peculiar de lo latinoamericano.

Fidel Salatiel Zequeira Torres

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BIBLIOGRAFIA

- Di Tella Torcuato S., “La función política de la


intelligentsia latinoamericana”.
- Marsal Juan F., “Los intelectuales políticos” Nueva
Visión, B. A.
- Mallorquín C., “…entrevista a Celso Furtado”.
- Mallorquín C., “Poder, descensos y la genealogía…”
- Richard Nelly. “Intersectando Latinoamérica con el
latinoamericanismo”. En Santiago Castro G. et. al.,
Teorías sin disciplinas. Latinoamericanismo, poscolo-
nialidad y globalización en debate. M. A. Porrúa,
México 1998.

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