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Primada
DE CUBA
laCiudad
Primada
DE CUBA
Alejandro Hartmann
compilación y asesoría histórica
Julio A. Larramendi
fotografía
Fernando López
edición
2006
prólogo
diseño
pepe nieto
corrección de estilo
Karin Reinecke
colaboradores
dirección editorial
isbn: 84-933615-3-4
depósito legal:
Greta Editores
Lleida. España
info@gretaeditores.com
www.gretaeditores.com
impreso por
Escandón Impresores
Sevilla, España
escrita de la editorial.
Este libro es la obra de muchos: profesionales, músicos, choferes,
En Santiago de Cuba: Dr. Cs. Nicasio Viña, Dr. Cs. Orlando Joel Reyes
y Belkis Espinosa.
Prólogo
11
capítulo 1
Sumario
Aborígenes
13
capítulo 2
Los Días deColón
59
capítulo 3
La Cruz de Colón
O LA SANTA CRUZ DE LA PARRA
73
capítulo 4
Historia
85
capítulo 5
Arquitectura
125
capítulo 6
Cultura
149
capítulo 7
Comidas Típicas
189
capítulo 8
Naturaleza
UN PARAÍSO VERDE
199
presentación
Los días de Colón y la Santa Cruz de la Parra son símbolos del encuentro de nuestras
culturas e inicio de la crónica de estos cinco siglos caribeños, donde se forjó la nacionalidad
cubana en medio de las luchas libertarias, el recuerdo perdido de una efímera época de
oro, los años de penurias y abandono, en un presente de renovación, con un pueblo alegre
y orgulloso.
La cultura baracoana es reflejada a través sus artistas, su arquitectura ecléctica y sus platos
típicos, los viejos sones aún tocados y bailados, las leyendas de personajes pintorescos y
tradiciones vivas.
Y la naturaleza virgen, siempre presente, dueña y señora, prístina en sus aguas y en sus
lomas, única en animales y plantas.
Todo esto y más hemos tratado de brindar en este libro apasionante que nos ha embrujado
a todos.
«Baracoa de Cuba, la Ciudad Primada» es un sueño hecho realidad gracias a Caja Madrid,
que con entusiasmo y generosidad acogió la propuesta y la hizo suya.
Los Autores
9
prólogo
Tuve el privilegio de disfrutar por unos días del precioso trabajo «Baracoa de Cuba, la Ciudad
Primada», cuando todavía sus pliegos y fotografías no habían llegado a la imprenta. Sin
dudas, es esta una valiosa contribución al conocimiento de ese sitio entrañable de nuestra
nación, inolvidable para quienes alguna vez han tenido la suerte de contemplarlo y descubrir
su enorme valor histórico.
Siempre he creído que Alejandro Hartmann —quien ganó, por su consagración al patrimo-
nio baracoano, la condición de historiador de la Villa Primada— posee un don particular,
que consiste en transmitir a los que le escuchan o acompañan en sus recorridos por las vías
y montes, un sentimiento de amor infinito a la naturaleza y a los pueblos indígenas que
una vez habitaron tan bellísima comarca. Seguirle en su andar por las arenas de las playas
o atisbando en el horizonte la silueta misteriosa e indescriptible del Yunque, es experiencia
que queda en la memoria para siempre.
Gracias a él, más que caminante, peregrino, percibí con nitidez las voces de Maceo y sus
compañeros aquella noche de abril de 1895 al tocar las costas de Duaba y he sido testigo de
cómo le cuentan los arcanos del pasado, los viejos campesinos que al verle pasar se quitan
ceremoniosamente el sombrero.
La fotografía de este libro ha logrado captar la mágica relación entre la luz, los objetos, los
edificios y el paisaje natural y humano de Baracoa. El artista nos conquista con su honda y
sutil mirada, escrutadora de un universo muy cercano, pero ante el cual conserva invaria-
blemente el asombro propio de la más inocente criatura. Julio Larramendi es un maestro
del lente, un descubridor persistente, cuyo acento cubano se asienta en el conocimiento de
la diversidad, el dominio de los colores autóctonos y de sus singulares luces y sombras.
Ellas dibujan el hermoso rostro de una ciudad que conquista al forastero y aviva a diario la
pasión de sus pobladores.
Fernando López, viejo conservador de nuestro Patrimonio, ha sabido, ahora, hilvanar esta
obra fluida y amena, interesante y bien documentada, devenido como excelente editor,
centro y guía de este empeño.
Hartmann, Larramendi y Fernando, han creado este libro, cuyo magisterio debemos ofren-
darlo a las escuelas y bibliotecas, no sólo para los hijos de Baracoa sino para los cubanos
que saben venerar la Patria toda.
11
capítulo 1
Aborígenes
13
descendiente actual de aborígenes.
Mezcla de español
y africano, con ascendencia aborigen, apellidos franceses y ojos achinados;
la nación cubana surge sobre una tierra fértil de naturaleza exuberante, crisol de
tradiciones importadas y recreadas, de religiones adoptadas en cultos sincréticos y
nuevas costumbres adquiridas, en medio de una arquitectura ecléctica y el ancestral
bohío de palma.
Cuando Cristóbal Colón visita la costa de Baracoa en Cuba encuentra una abundan-
te población indígena, la cual formaba parte de los cientos de miles de pobladores
aborígenes que habitaban todo el territorio desde mucho antes.
15
1.1
los ancestros más remotos
Con el paso del tiempo los diferentes grupos humanos establecieron contacto entre
sí, e intercambiaron experiencias sobre su adaptación al medio ambiente cubano,
mezclando además sus formas de vida, sus similares creencias, sus tradiciones y su
sangre.
17
pinares, la farola
1.2
llegada de los taínos a baracoa
Hoy existen sólidas razones para considerar que al final de aquellas primeras déca-
das de la presencia española en Cuba, la mayor parte de la población indígena que-
dó viva gracias a que es-
capó, huyendo hacia los
19
1.3
¿cómo eran?
Con relación a los descendientes cubanos de los taínos, es notable el hecho de que
—en el caso de la muestra de esta población estudiada antropológicamente 1. Rivero de la
Calle, Manuel:
en 1973—1 la estatura promedio de los hombres era de 1,52 m y en las mujeres de “Supervivencia de
descendientes de
indoamericanos en
1,43 m. De igual modo, los estudios actuales han confirmado en ciertos sectores de la zona de Yateras,
Oriente”, en Cuba
la población cubana de hoy, la presencia de otros rasgos físicos de ascendencia indí- Arqueológica,
volumen I,
gena: pelo lacio, oscuro y grueso, abundante en la cabeza pero escaso en el resto del Editorial Oriente,
Santiago de Cuba,
cuerpo, tórax mediano o ancho, piernas delgadas y cortas, pómulos salientes, cara 1978, p.149-176.
ancha, cierta oblicuidad en los ojos (estos de color siempre oscuro) y color broncea-
do de la piel. Similar descripción había hecho Cristóbal Colón
en su diario de viaje, cuando dijo que los taínos eran «muy
bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras:
los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballos», y de
su piel nos dijo: «son de la color de los canarios, ni negros ni
blancos»2, comparándolos con los nativos de Islas Canarias. 2. Colón, Cristóbal:
Diario de navegación.
Comisión Nacional
Al agradable aspecto físico de los indígenas cubanos, se agre- Cubana de la
UNESCO.
gaba en el caso de los taínos, como costumbre, un conjunto La Habana, 1961,
p.49
de elementos que se adicionaban al cuerpo, generalmente con
fines de protección mágica (como expresión de sus creencias
totémicas y mágico-animistas), aunque en determinados casos
también para señalar entre ellos el rango social del portador
(el cacique, la esposa principal del cacique y otros), así como la
familia de aborígenes cubanos
pertenencia a alguna colectividad en parti-
cular (tribu, familia). Parte de dichos elementos simbólicos era julio larramendi
junto a una
descendiente
una riquísima variedad de collares (elaborados con cuentas pu- de aborígenes.
nótese la
baja estatura,
lidas y talladas que podían ser de concha, de piedra, de hueso, rasgo físico
distintivo de sus
antepasados.
de dientes o vértebras de tiburón), brazaletes tejidos con hilos de
algodón teñidos en colores o adornados con coloridas plumas de
aves, ajustados en los brazos (a nivel de las axilas) y/o debajo de las
rodillas; pendientes en forma cilíndrica o bicónica (tallados en
piedra, concha o hueso), atravesando los lóbulos de las orejas
y/o la nariz. En el caso particular de las mujeres casadas, ellas
empleaban cierto tipo de falda o delantal tejido de algodón
blanco, que les cubría el frente desde
la cadera hasta los muslos; a veces
decorado con determinados tintes
y diseños de dibujos en líneas, pa-
ralelos al borde.
Parecido al resto de las comunidades indígenas de toda América, los taínos con fre-
cuencia usaban coronas con plumas de aves de bellísimos colores (catey, papagayo,
cotorra) entretejidas con fibras de algodón. Este conjunto armonioso de elementos
accesorios, por su gran belleza y como muestra de creación estética, son con-
siderados obras del arte indígena cubano.
caney
indígena) con una dimensión que calcularon los españoles permitía transportar 150
personas. Todo ello parece indicar que hacia el interior de aquel territorio las comu-
nidades eran mayores que las observadas a lo largo del litoral.
Tanto la construcción de los caneyes como la de los bohíos era a base de madera y fi-
bras vegetales, entre las que predominaban las hojas y otras partes obtenidas de los
diferentes tipos de palmas (el yarey y la macana sobre todo). Con las hojas de estas
se cubrían los techos, y con las yaguas de la palma real (Roystonea regia) se forraban
batey o plaza. lugar donde se cantaba y bailaba, y se jugaba al batos.
Como elementos de unión utilizaban juncos y otras fibras vegetales que elaboraban a
partir de la corteza de árboles como la majagua y el magüey. Asombra observar que
el tipo de materiales empleados y las técnicas de construcción de aquellas viviendas
indígenas se usan todavía; no sólo en la región de Baracoa, sino en toda Cuba, sobre
todo la variante rectangular del bohío. Llama la atención también que Baracoa es
una de las pocas regiones en Cuba donde todavía puede verse el modelo de cons-
trucción en forma de caney, utilizado para diversas funciones colectivas.
Otros aspectos interesantes de las viviendas taínas, que igualmente han quedado en
la región como herencia campesina, son el uso y la distribución de algunos espacios
interiores de las mismas: a veces el dormitorio es un área colectiva dentro de la vi-
vienda, y la cocina se encuentra fuera del bohío. A ello se suman otros detalles como
el buen orden y la limpieza interiores, el ajuar doméstico colgando ordenadamente
del techo y de las paredes, todo lo cual hace recordar la descripción que hizo Colón
sobre el interior de la vivienda taína, cuando señaló que estaban «muy barridas y
cubierta del diccionario yucayo
(inédito) concluido en 1917. limpias, y sus aderezos muy compuestos».5
25
Entre los útiles del hogar de aquel pueblo taíno se destacaban las vasijas hechas a 5. Colón, Cristóbal:
ob. cit., p. 75.
partir del fruto de la güira —previamente vaciados y secados al sol— con el que
hacían recipientes denominados jícaras o jigüe-
ras utilizados para contener líquidos —agua o
café, según su tamaño—, guardar sal u otras
especias y semillas, e incluso como cucharas
—también acorde con su tamaño—. Todo ello
en la misma forma en que todavía se emplean
en muchos hogares campesinos.
jibe tejido con hebras finas de yagua dibujo de aborígenes con cesta.
café recolectado en CATAUROS de yagua.
27
1.4
¿qué comían?
Según los cronistas españoles, los taínos confeccionaban el ajiaco hirviendo en agua
diversos tubérculos —yuca, boniato— junto a otros ingredientes entre los que pre-
dominaba el ají picante. A ese caldo le añadían el zumo de la yuca agria, maíz, car-
nes rojas y pescado. La adopción del ajiaco por los colonizadores españoles desde
fechas tempranas hizo que se convirtiera en un plato tradicional de la comida cuba-
na hasta el presente.
proceso actual de confección del casabe: se pela, se raya, se exprime y se cuece para formar la torta.
guayo o
rayador
burenes
29
Entre los productos agrícolas cultivados por los taínos, se hallan la yuca amarga (la varie-
dad dulce llegó a Cuba poco después de 1492), el boniato, el maíz, la malanga, el ñame,
el maní (que mezclaban a veces con la masa de la yuca rallada para darle un gusto
6. Los plátanos y
especial al casabe), la bija (como condimento), la cala- algunas otras
frutas mencionadas
baza, el ají, diversos tipos de frijoles (negros, colorados, aquí, habían sido
traídas por los
caritas) y el algodón, que empleaban para hilarlo y tejer españoles muy
tempranamente
hamacas, hacer ciertos adornos corporales (brazaletes), en el siglo xvi,
por eso las vemos
aclimatadas en
así como cierto tipo de vestimenta femenina (pequeño Cuba a fines de ese
siglo.
delantal para las mujeres casadas). De las abundantes
frutas cubanas, preferían la guayaba, considerada el 7. Escobedo, Fray
Alonso Gregorio
de: La Florida
manjar selecto de los difuntos. Según sus creencias, en (poema de
1598-99). CD-
el mundo de los muertos al que un día todos irían para ROM La Florida,
versión digital
disfrutar y descansar, había cantidades abundantes de elaborada por el
Departamento de
guayaba durante Automatización
Guayaba vi infinita que madura de la Biblioteca
sembrando yuca valiéndose de la coa. todo el año. es su comer dulcísimo y sabroso,
Nacional José
Martí. Ciudad de
La Habana, Cuba,
y plátanos maduros de dulzura
Igualmente comían piñas, cocos, mameyes, gua- 2006. Canto XV,
que tienen el sabor maravilloso,6 estrofas 20, 21 y 22.
nábanas, nísperos, marañones, caimitos, ano- y piñas cual de pino su figura,
nes, papayas, corojos, chirimoyas, palmitos, así que quien los come queda tan gustoso
que de fruta el sabor más regalado
como los frutos de la macagua, el uvero, el hi-
dejará por comer este bocado.
caco, el jobo, la yagruma, la pitahaya, la parra De naranjales vi tanta maleza
y otros. De lo anterior nos ha dejado constancia que parece ser número infinito
escrita el fraile español Alonso Gregorio de Es- cada naranja como una cabeza.
En toda la montaña y su distrito
cobedo, quien durante un viaje por las Antillas
verlas cuando maduran es belleza.
a fines del siglo xvi, hizo escala precisamente (...)
en Baracoa, y allí compartió varios días con los Por el monte verá quien tiene cuenta
Infinidad de limas y limones,
indígenas y los criollos del lugar. En su extenso
que a la vista el remedio le presenta
poema titulado La Florida, donde describe sus por que le tengan todas sus pasiones.
experiencias en suelo cubano y sus observa- Verá cidra y toronja que acrecienta
ciones sobre los habitantes y la naturaleza del gran gusto en afligidos corazones;
comerá del mamey, fruto gustoso
lugar, se detiene también a describir con placer
a los melocotones comparado,
las frutas que vio durante los días de su estan- colorado cual ellos y oloroso;
cia en Baracoa. Dicen así sus versos, curiosa- tiene dos huesos, uno en cada lado.
Verá el papayo, árbol muy vistoso,
mente comenzando por la guayaba:
su sabor al mastuerzo asimilado,
aguacate es comida regalada,
cual manteca de vacas extremada.7
aborígenes pescando
pescador
31
1,5
sus creencias religiosas y su relación
con el medio ambiente
33
dades, artísticamente tallados en materiales diversos como
la madera, las conchas marinas, diversos tipos de piedras,
huesos de animales, o modelados en cerámica o confeccio-
nados con materiales textiles.
los sitios donde habitaron los taínos. Por su forma, por su decoración y también por
la técnica de confección que revelan dichos objetos, la cerámica taína se destaca de
la realizada por el resto de las comunidades indígenas. En primer
lugar, los taínos llegaron a elaborar una amplia varie-
dad de vasijas, tales como ollas o cazuelas, potes,
platos o escudillas y cuencos, todas con notable
diversidad de tamaños, formas y decoraciones;
incluso existen ejemplares que constituyen ver-
daderas miniaturas, de las que se piensa fueron
juguetes.
35
De igual forma es común observar en la cerámica taína el buen
pulimento de sus superficies, así como la riqueza de su deco-
ración incisa y sobre todo la variedad de diseños en las asas.
37
1.7
el culto a los muertos
y las cuevas de baracoa
39
La Cueva de los Bichos contiene interesantes petroglifos (dibujos rupestres tallados
en las paredes rocosas) realizados a unos quince metros de la entrada de la cueva,
y frente a una fuente de agua interior, en un espacio rodeado por estalactitas y
estalagmitas. La pared con los dibujos forma una especie de mural donde pueden
verse al menos cinco representaciones abstractas, una de las cuales parece tener
forma de animal. Algunos de los otros dibujos pueden ser interpretados como ros-
tros —quizás de animales—, en combinación con figuras geométricas imprecisas.
Acompañan a estos petroglifos en la pared, otros realizados sobre la superficie de
las estalagmitas cercanas, que al parecer son representaciones
de cemíes, pues representan rostros humanoides. Uno de ellos
fue cortado en varias partes y secuestrado por el arqueólogo
estadounidense Mark Raymond Harrington en su expedición
de 1915, para depositarlo después en el Museo del Indio de
Nueva York, donde aún se encuentra junto a muchos otros
especímenes arqueológicos cubanos. Es notable el hecho de
que el rostro dibujado en esta estalagmita recibía, en ciertas
épocas del año, los primeros rayos de sol que entraban en la
cueva por la mañana, como si fuera un saludo del astro a esta
deidad de los taínos, y todavía puede verse la base de la es-
talagmita de donde fue sustraído «el ídolo», como le llamó
Harrington. Por suerte, en la cueva permanecen otras estala-
gmitas también dibujadas con rostros al parecer de deidades
estalagmita cortada por m. r. harrington.
que los taínos adoraban.
Otras cuevas fueron utilizadas para depositar cadáveres, dispuestos muchas veces
con la cabeza o el rostro dirigidos hacia el este (el sol naciente) y en posición acu-
clillada o fetal, postura que parece confirmar la creencia taína en el viaje del difunto
al mundo iluminado de los muertos, y que además podría considerarse como una
forma de devolver al ser humano a las entrañas de la ma-
dre tierra de donde había surgido, en la misma posición en
que se encontraba dentro del útero materno.
Por otro lado, existe también en algunas cuevas la representación de figuras huma-
nas claramente definidas como tales, dibujadas solas o en grupo, que al parecer
reflejan momentos importantes en la vida de la comunidad.
Nada debe extrañarnos, pues, que las cuevas de la región de Baracoa guarden en su
silencio misteriosos recuerdos que todavía subsisten en la conciencia de los campe-
sinos del lugar.
41
pictografía de la cueva de punta del este, isla de la juventud.
43
1.8
el humo del tabaco
Una de las
ceremonias colectivas de espe-
cial importancia en la comuni-
dad taína era la denominada
cohoba. En ella el cacique, sen-
tado en su asiento ceremonial
(dujo) bellamente tallado, y
cohoba o ceremonia colectiva
en medio de una silenciosa
comitiva, se comunicaba con el espíritu del gran cemí protector, o con
los espíritus de los antepasados más importantes, quienes le respondían
sus preguntas sobre importantes asuntos de interés colectivo (la proximi-
dad de un huracán, o una etapa de sequía, o los resultados de una cose-
cha), que a la vez comunicaba a los presentes. Para lograr dicha comuni-
cación espiritual, el cacique, previa etapa de ayuno y vaciado su estómago,
inhalaba el humo del tabaco (posiblemente mezclado con otras sustancias
dujo que perteneció
a cayamaguaco, cemí del
cacique de baracoa alucinógenas) al tiempo que invocaba al espíritu (o espíritus) por su nom- tabaco
en 1492.
bre, todo lo cual contribuía a lograr el estado de trance necesario para la
comunicación y la ac-
ción mágica.
45
1.9
la rebeldía indígena
Este era el jefe militar encargado de ocupar oficialmente el territorio cubano e ini-
ciar su primer gobierno colonial en Cuba. Para ello Velázquez debía comenzar fun-
dando la primera villa, Baracoa, y esto no era posible porque el cacique Hatuey y
bartolomé de las casas
sus seguidores los atacaban constantemente y mantenían en rebeldía a los demás
taínos de la región. Por tal motivo, Velázquez organizó a sus soldados y combatió
fieramente contra los indígenas, empleando
caballos, perros de presa y un armamento
muy superior al de los taínos, quienes con
el tiempo fueron cediendo terreno hasta ser
desplazados de la región.
Más tarde, en 1522, comenzó también en la región de Baracoa otro gran alzamien-
to de sus taínos, dirigidos esta vez por el cacique baracoano Guamá. Este era
un cacique joven y muy aguerrido, cuyo ejemplo de rebeldía hizo que se suma-
ra a la sublevación una gran cantidad de indígenas, que no sólo destruían los
bienes y haciendas de los españoles con sus ataques y asal-
monumento
a guamá
tos sorpresivos, sino
que sobre todo po-
nían en peligro la
vida de los españoles
y la de aquellos es-
clavos indígenas que
por miedo no se re-
belaban también.
Tan organizada se
mantuvo la subleva-
ción del cacique Gua-
má desde Baracoa,
que la misma duró
cerca de diez años.
En ese tiempo llegó a
el cacique canaboney fue víctima de la crueldad de los conquistadores
extenderse por todo
el territorio oriental de Cuba, aproximadamente hasta la región
que hoy conocemos como Camagüey. Baracoa en particular
fue asaltada en más de una ocasión por los rebeldes de Gua-
má, así como otras villas. Estos hechos fueron el anteceden-
te histórico más importante de otras muchas sublevaciones
indígenas que continuaron ocurriendo en Cuba a lo
largo del siglo xvi.
47
1.10
la herencia taína del «areíto»
Según la descripción de los cronistas españoles que las presenciaron, durante los
areítos se reunían todos los miembros de la comunidad, o sólo los hombres, o sólo
49
1.11
otros rasgos de la herencia taína
entre los baracoanos de hoy
51
mural de la cueva patana
restos óseos rescatados
53
La gente es dadivosa y tan cumplida
que da con mucho gusto lo que tiene
al caminante que a su casa viene.
Aunque nuestro español vaya de paso,
le darán diez caballos con presteza.
Nada puede extrañarnos que en las montañas de Yateras, colindantes con Baracoa,
vivan varios cientos de campesinos quienes, además de presentar rasgos físicos de
inconfundible y demostrada ascendencia taína, conservan dos apellidos españoles
procedentes de quienes tuvieron, por motivos diferentes, particular incidencia en
sus vidas en el siglo xvi: Rojas y Ramírez. El apellido Rojas, originario de un escla-
vista radicado inicialmente en Baracoa, quien otorgó dicho nombre a sus esclavos
aborígenes, según lo establecido por la ley; y el apellido Ramírez, proveniente de
un obispo de Santiago de Cuba que en sus peregrinaciones por aquellas montañas
orientales, en época también remota, otorgaba su apellido mediante el bautizo a los
miembros de aquellas familias indígenas que vivían dispersas por esas zonas tan
apartadas.
Como resultado de la forma de vida endogámica, propia de aquellos taínos que du-
rante siglos escaparon de la esclavitud y se ocultaron de la presencia española, tanto
los taínos bautizados por Rojas, como los bautizados con el apellido Ramírez, unie-
ron sus sangres y se mantuvieron por siglos viviendo en dichas montañas, cuyo
acceso ha sido difícil incluso hasta en los tiempos presentes. Actualmente son más
de 2 000 remotos descendientes de los taínos los que viven todavía dispersos en la
región.
55
En particular para los descendientes de taínos cubanos, uno de los frutos más va-
liosos de esos contactos fue el rescate de los restos óseos de indígenas taínos, que
habían sido extraídos del territorio cubano en el año 1915 por el célebre arqueólogo
estadounidense Mark Raymond Harrington, antes mencionado, durante una de sus
exploraciones arqueológicas en la provincia de Guantánamo. Dichos restos huma-
nos, junto con incontables objetos arqueológicos valiosos obtenidos en excavaciones
en Cuba, permanecían desde entonces en los fondos del Museo Nacional del Indio
Americano, en Nueva York, perteneciente al Instituto Smithsonian.
De tal forma, en enero del año 2003 fueron recibidos dichos restos en la sede de la
Fundación Núñez Jiménez, en La Habana, y seguidamente fueron trasladados ha-
cia el Museo Matachín de Baracoa. Desde allí, Panchito y su familia, acompañados
por asistentes a la reunión del Legado Indígena trasladaron la reliquia hasta el ce-
menterio de la comunidad campesina de La Caridad de los Indios, en las montañas
de Yateras. En dicho lugar, los presentes celebraron una solemne ceremonia de dan-
za y cantos para invocar a los espíritus de los antepasados taínos, y finalmente se
depositaron los restos. Con este acto se hacía volver a las montañas de Baracoa un
valioso símbolo de la identidad cultural de los cubanos.
Pero de igual forma que han vivido y que viven los descendientes de indígenas en
Baracoa y en las montañas que le rodean, otros muchos se encuentran hoy distri-
buidos en campos, pueblos y ciudades de toda Cuba, formando parte del conjunto
homogéneo que constituye desde hace mucho la población cubana actual. Algunos
saben —muchos no— que tienen en su remoto pasado la herencia digna y hermosa
de quienes fueron en Cuba los primeros pobladores, los primeros hombres de esta
tierra. Desde hace mucho, todos forman parte de una misma cultura que siglos
atrás definió su perfil propio a partir de la fusión entre taínos, españoles y negros
africanos: los primeros hijos resultantes de la temprana mezcla que constituye el
cubano de hoy.
ceremonia fúnebre aborigen.
57
capítulo 2
LosDías deColón
59
monumento a colón, baracoa.
Desde finales del siglo xix, Baracoa se consideró como el primer sitio
visitado por Colón en Cuba. Pero la fecha exacta nos la indica Colón el
27 de noviembre de 1492 en su bitácora del primer viaje:
61
vista de baracoa desde el yunque. la bahía de miel (a la izquierda) y la ensenada de miel (a la derecha)
Miel…» 5
«… el primer
de Cuba que
Ensenada de
Baracoa,en la
navegante, fue
visitó el ilustre
puerto de la Isla
Miel
63
Aunque los cuatro diarios de a bordo desaparecieron, se conoce que el diario del pri-
mer viaje tuvo dos versiones: una hecha por Hernando Colón, hijo del Navegante,
—hasta el momento desaparecida— y la otra por Fray Bartolomé de las Casas. De
él hay un consenso general por los colombistas, investigadores e historiadores rela-
5. Cuevas Morrillo,
cionado con la coincidencia de las descripciones geográficas y los lugares visitados. Ernesto de
las: Narraciones
Es incuestionable dudar de su exactitud cuando Colón describe en su recorrido, de históricas de Baracoa,
Imprenta La
Crónica, Baracoa,
Moa a Baracoa, a los «nueve puertos muy señalados» y «cinco ríos grandes» que 1919, p.23
«Esta era ‹El Yunque› la montaña en forma de yunque que puede ser vista desde 50 mi-
llas de distancia, una guía conocida por todos los que navegan por esta agua.» 9
hermoso amanecer en la bahía de baracoa.
Para él, el día 27 es intenso. Con avidez recorre, observa, describe, compara y nada
se le escapa. Visita la Bahía de Miel según podemos leer en su Diario: «parecía
una gran entrada que mostraba dividir una tierra de otra y hacía como una isla
65
que aunque no es llana de llano que va al Sursureste, pero es
llana, de montes llanos y bajos la más hermosa cosa del mundo
y salen por ella muchas riberas de aguas descienden de estas
montañas».11
Ha transcurrido un día de Colón en Baracoa. «Y dice que allí era su propio lugar
para hacer una villa o ciudad y fortaleza por el buen puerto, buenas aguas, buenas
tierras, buenas comarcas y mucha leña.»13
río macaguanigua
Miércoles, 28 de noviembre de 1492.
«Estuvose en aquel puerto aquel día porque llovía y hacía gran cenazón, aunque podia
correr toda la costa con el viento, que era Sudeste, y fuera a popa; pero porque no
pudiera ver la tierra y no sabiéndola es peligroso a los navíos, no se partió. Salieron a
tierra la gente de los navíos a lavar su ropa; entraron algunos de ellos un rato por la
tierra adentro.»14
14. Diario de Colón.
Ob. cit., f.30
16. Ibídem.
Por las mismas causas no puede salir. El viento contrario y la
mucha lluvia. Sus hombres se adentraron en las poblaciones
cercanas y descubren costumbres relacionadas con la cosmo-
visión y simbolismo fune-
página del diario de colón.
rario de los pobladores.
Viernes, 30 de noviembre.
«Vieron una almadía o canoa de noventa y cinco palmos de longura de un soplo de ma-
dera, muy hermosa, y con ella cabrían y navegarían ciento cincuenta personas.»16
67
El Dr. Antonio Núñez Jiménez, junto con un grupo de especialistas, realizaron la
expedición En Canoa del Amazonas al Caribe (1987—1988), que demostró como los
aruacos poblaron las Antillas Menores y Mayores y el Archipiélago de Las Lucayas
o Bahamas. Ellos viajaron desde América del Sur en canoas similares a las confec-
cionadas por los indios quichuas de la Selva Oriental del Ecuador. La travesía fue
17. Núñez Jiménez
de 17 422 kilómetros a lo largo de veinte países.17 Antonio: En Canoa
por el Mar de las
Antillas. Colección
Quinto Centenario
Santo Domingo,
Rep. Dominicana,
1994, pp., xxxiv
— xxxv.
Sábado, 1 de diciembre
Todavía no había podido partir por las mismas condiciones del tiempo. Este día se
va a producir un gesto de Colón que preconizó la evangelización y fue símbolo de
los intereses de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel.
«Asentó una cruz grande a la entrada de aquel puerto, que creo llamó Puerto Santo,
sobre unas peñas vivas.»18
Esta cruz conocida como la Cruz de la Parra o Cruz de Colón, se encuen-
tra en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa.
«Por causa de que hacía siempre tiempo contrario, no partía de aquel puerto y acordó
de ir a ver un cabo muy hermoso un cuarto de legua del puerto de la parte del Suoeste.
Fue con los barcos y alguna gente armada. Al pie del cabo había una boca de un buen
río, puesta la proa al Sueste para entrar, y tenía cien pasos de anchura; tenía una braza
de fondo a la entrada o en la boca, pero dentro había doce brazos, y cinco, y cuatro, y
dos, y cabían en él cuantos navíos hay en España.»20
69
En su recorrido hacia el «sueste»ascendió a las terrazas emergidas de Yara y Majaya-
ra. «Subió una montaña arriba y después hallóla toda llana y sembrada de muchas
cosas de la tierra y calabazas, que era gloria verla, y en medio de ella una gran po-
blación.» 21 Este día describe con precisión las características de los indios:
«…eran muchos, todos teñidos de colorado y desnudos como sus madres les parió, y
algunos de ellos con penachos en la cabeza y otros plumas, todos con sus manojos de
azagayas.»22
bahía de mata
Martes, 4 de diciembre
la que considera un río. «Del Cabo del Monte a 23. Núñez Jiménez
bahía de boma Antonio: El
legua y media hay un río algo angosto, pareció Almirante en la
Tierra más Hermosa.
que tenía buena entrada y era muy hondo…». El Dr. Antonio Núñez Jiménez al Ob. cit., p.125
«El ‹gran río algo angosto› debe ser el Boma y su ría llamada Ensenada de Boma está
25. Diario de Colón.
situada a 8,5 kilómetros de Punta Rama (Cabo del Monte); Colón los sitúa ‹a legua y Ob. cit., f.32
«Y de allí a tres cuarto de legua, vide otro grandísimo río y debe venir de muy lejos.
En la boca tenía cien pasos y en ella ningún banco, y en la boca ocho brazas y buena
entrada». Sin lugar a dudas es la Bahía de Mata. Núñez Jiménez, quién estudió todo
el litoral costero de Baracoa, afirma que: «La descripción colombina de Mata es también
correcta».24 Este día, nos describe: «…una grande bahía «.25 Incuestionablemente
debe ser la desembocadura fluvial del río Yumurí, pues ya no hay en el litoral cos-
tero hasta Maisí otra ensenada o río.
Miércoles, 5 de diciembre
El Almirante quien ha pasado toda la noche sin alejarse de Cabo Lindo (Punta Fraile)
se percató de otro cabo.
«Toda esta noche anduve a la corda sobre el Cabo Lindo, adonde anocheció, por ver la
tierra que iba al Leste; y al salir del sol vide otro cabo al Leste (Punta Azules) a dos
leguas y media».
«Yendo así miro al Sueste y vide tierra y era una isla muy grande, de la cual ya tenía diz
que información de los indios aquel llamaban bohío, poblada de gente.»
Sin lugar a dudas Antonio Núñez Jiménez, Paolo Emilio Taviani, Mauricio Obregón,
Consuelo Varela, Juan Gil, Robert M. Fuson y Samuel Eliot Morison, colombistas
de prestigioso aval han confirmado las coincidencias entre el diario de a bordo del
primer viaje del Almirante y los lugares visitados por él en Baracoa.
río yumurí
71
capítulo 3
LaCruz deColón
O LA SANTA CRUZ DE LA PARRA
73
Después de más de quinientos años del encuentro entre las dos cultu-
ras, ¿qué perdura por estas tierras como evidencia del hecho? En
1. Noticias Históricas
de la Parroquia de
Baracoa. Archivo
Eclesiástico de la
Iglesia Parroquial
Nuestra Señora de
la Asunción, f. 4.
2. De las Cuevas
la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa se Morrillo,
Ernesto: Baracoa
en la Exposición de
ha conservado, de generación a generación, la Cruz de Colón, la Sevilla, Imp. La
Crónica, Baracoa,
misma que fué colocada por el Gran Almirante, en el puerto de 1924, p. 58
vegetación la arrancó zaran a venerar y fue objeto de culto de Fray Bartolomé de las
del suelo, en donde había Casas «el protector de los indios» y, como símbolo del dominio
sido plantada, elevándola español, la Cruz fue empleada para cristianizar a los aborígenes
75
Porto Santo «Asentó una
cruz grande a
la entrada de
aquel puerto
que creo llamó
Puerto Santo
sobre unas
peñas vivas
(...)»34
playa de porto santo, sitio donde colón colocó la cruz.
77
interior de la iglesia parroquial nuestra señora de la asunción de baracoa, donde se conserva la cruz de la parra.
obispo pedro agustín «Hize trasladar á uno de los dos Altares Colaterales con su Nicho de ma-
morell de santa cruz
dera á la mencionada Cruz de la Parra, cuio alto es de una vara, y su ancho
dos quartas, y quatro dedos y seis su grueso, forrada de plata por detrás. Hallavasé
á espaldas del Sagrario del Altar mayor sin verse formalmente, y por este motivo, y
ser tanta la veneración del Pueblo, practiqué esta diligencia para que se aumentase el
culto, quedando franca su vista.» 6
campanario de la
iglesia parroquial
nuestra señora
de la asunción de
baracoa
79
y muy especialmente en la época de los bucaniers o filibusteros que ocupaban la parte
Norte de Santo Domingo, y la Isla Tortuga, los cuales varias veces invadieron a Baracoa,
pero aunque incendiaron o hicieron mucho daño, no hubo alguno personal, y cuando los
ingleses hicieron un repentino desembarco de trescientos hombres en la Playa de Miel al
Este de la ciudad, dirigiéndose a tambor batiente contra ella en 1807 época en que solo
había de guarnición un piquete del Regimiento del fijo en Cuba, mandado por un tenien-
te, hallándose en el fortín de Matachín el artillero natural de esta ciudad, Manuel Durete,
sin mandato de persona alguna cargó a metralla un cañón al verlos que se aproximaban y
al momento que vio que los ingleses hicieron una
descarga, dio fuego al cañón, invocando antes a la
Santa Cruz de la Parra y fue tanta la mortandad
causada por la metralla, que los pocos que no mu-
rieron huyeron precipitadamente y fueron hechos
prisioneros. Certifico finalmente que la citada re-
liquia entregada a S.E. mide sesenta y cinco milí-
metros o sea tres pulgadas y una línea. Y para que
conste doy la presente que firmo en unión del Pre-
bístero D. Miguel Escott, Teniente de Cura de esta
8. Castro Lores,
Parroquia y D. Francisco Galano, Cura interino de José Ignacio:
ob. cit., pp. 64-65
S. Juan de Mata de Moa en Baracoa a 2 de abril de
croquis hecho por el párroco
valentín sanz en 1987 con las 1860. Firmado: Luis Francisco Pérez.8 9. Noticias Históricas
dimensiones actuales de la cruz.
de la Parroquia de
Certifico: Que a pedimento del Sr. D. Joaquín Pri- Baracoa, ob. cit.,
f. 19
mo de Ribera, Magistrado de la Exma. Audiencia
Territorial, extraje del leño de la Santa Cruz que
10. Castro Lores,
existe en esta Santa Iglesia con el título de la Pa- José Ignacio:
ob. cit., p. 66
rra, un pedazo de pulgada y media de Burgos de
largo y uno de grueso. Dicha Santa Cruz, se su-
pone por la tradición fue la que plantó en esta D.
Cristóbal Colón en su arribada a este puerto, y es
desde remotísimo tiempo venerada por todo el
vecindario y tenida como milagrosísima y favo-
recedora del mismo para mitigar sus angustias,
particularmente en grandes sequías, en cuyo
caso habiendo acudido a su intercesión con fe
sincera y fervorosa súplica, ha sido por ella cons-
réplica de la cruz de la parra
tantemente atendida, haciendo que interviniesen
copiosas lluvias en remedio de todos los daños
que la privación absoluta por más tiempo del que correspondía, ocasionaba. Y para que
conste en mejor forma lo firmo y sello con el de esta Parroquia Baracoa.9
También figuras como el general español Arsenio Martínez Campos extrajo trozos de
la cruz, hasta que la Señora Dolores Delábat, con permiso del vicario, propició que
sus partes extremas se enchaparan con plata, para evitar de esta manera las constan-
tes extracciones que se hacían de la misma.10 Actualmente mide 67 centímetros de
altura por 57 de ancho.
Cuando en la Primera Villa se festejó el cuarto centenario de la llegada del Almi-
rante Cristóbal Colón a América, se honró a la cruz plantada por él. En los días 11,
12 y 13 de octubre de 1892; las calles, plazas, comercios, puertas y ventanas fueron
engalanados. El escudo de Baracoa presidió las festividades, junto al Alcalde Luis
Columbié y al Teniente Coronel Santiago Pérez, Jefe de la Plaza.
81
bahía a remos luciendo su antigua vela cuadrada y conduciendo la cruz de Colón y
el Pendón de Castilla. Se realizó como un desembarco simbólico que rememoró el
encuentro entre las dos culturas.
«La procesión de la tarde del doce –más cívica que religiosa– ha sido, sin disputa, el
acto más concurrido. El ayuntamiento, las autoridades civiles y militares, el foro, to-
dos ocupaban en ella un lugar y detrás con orden admirable venían más de cuatro mil
personas.»
detalle de la uvilla, utilizada en la confección de la cruz.
El día 13 continuaron las fiestas con retretas, cu-
cañas, corrida de cintas y de sacos y verbenas
por doquier, rememorando la llegada del Al-
mirante a las tierras americanas y venerando la
«Al llegar a la isla donde fue plantada hace ya más de 500 años la Cruz de Cristo �Cruz
celosamente conservada hoy como un tesoro en el templo parroquial de Baracoa, en el
extremo oriental del país– saludo a todos con particular emoción y gran afecto.»12 12. Castro Ruz,
Fidel: Presencia en
Cuba de Juan Pablo
Tres días después, en Santiago de Cuba en la Plaza de la Revolución «Antonio Ma- II, Editora Política,
La Habana, 1998,
ceo», Su Santidad celebró la tercera misa en suelo cubano y la coronación de la Vir- p.6
La Cruz de Colón, o la Santa Cruz de la Parra, es la única que se conserva de las vein-
te y nueve que plantó el Almirante en sus cuatro viajes a través de América.
83
capítulo 4
Historia
85
La historia
de Baracoa nos retrotrae al primero que escribe acerca de las posibilidades
de la región para fundar en ella una ciudad. Fue Cristóbal Colón, quien el 27 de
Noviembre, después que conoce la bahía, rodea el río Macaguanigua y todo lo en-
bahía de baracoa
tusiasma, le encanta, dice de ella que es «la más hermosa cosa del mundo (...) y que
allí era el propio lugar para hacer una villa o ciudad y fortaleza por el buen puerto,
buenas aguas, buenas comarcas y muchas leñas».1 Otro detalle apoya la expresión
1. Diario de Colón,
ob. cit., f. 30
anterior escrito también por el Almirante el 30 de Noviembre de 1492: «Vieron mu-
chas poblaciones y tierra fertilísima y toda labrada».2 2. Ibídem.
87
nuestra señora de la asunción de
4.1
baracoa, primera villa y obispado de cuba
3. Pichardo Viñales,
Hortensia: La
Pasaron años de
fundación de las
Primeras Villas de la
la visita de Colón a estas tierras y la corona Isla de Cuba.
española decidió comenzar la conquista y colonización de Cuba. Diego Colón, de- 4. De las Cuevas,
Ernesto:
signado Virrey de la Española en 1509, había recibido las instrucciones Narraciones
históricas de Baracoa.
de averiguar si había oro en la mayor de las islas descubiertas. Después Imprenta La
Crónica, Baracoa,
de valorar el resultado del bojeo que había hecho Sebastián de Ocampo 1919, p.24
«Fiesta de la Patrona
Aproximándose el día de la
Excelsa Patrona de esta ciu-
dad y después de haberse dis-
cutido varias proposiciones
presentadas sobre los festejos
que debían tributársele en vis-
mapa del caribe y parte de suramérica. 1513 ta de la falta de recursos de
5. Pichardo Viñales,
la Municipalidad se resolvió Hortensia: La
fundación de las
destinar dos onzas de oro para la fiesta de Iglesia: Conceder gratis toda clase de diver- Primeras Villas de
siones licitas a los vecinos para que la víspera y el día puedan entregarse a ellos. la Isla de Cuba. Ob.
cit., p.89
Rifar una novilla para destinar el producto a mejorías de la cerca del cementerio de la
6. Museo Matachín.
Ciudad, comisionándose para el acto a los Sres. Concejales D. José F. Lama y D. Jeróni- Libro de Actas de
mo Abril, así como para la distribución de papeletas y por último que por el Sr. presi- Ayuntamiento de
Baracoa, 1881-1883,
dente se hagan las invitaciones de costumbre a las autoridades y funcionarios públicos folio II. Sección
Documentos 2-567
para la mayor solemnidad de la fiesta religiosa.»6
7. Pereyra, Carlos:
Con el mismo día y diferente año que Baracoa, Juan de Zalazar fundó el 15 de agosto Historia de América
Española. Editorial
de 1537 el Fuerte Nuestra Señora de la Sta. María de la Asunción, en la margen iz- Saturnino Calleja,
Madrid, 1924, t. IV,
quierda del río Paraguay. El poeta Martín Barco de Centenera escribió en 1575 estos p.45
versos:
89
El historiador cubano Martín Félix Arrate se refiere a esta práctica cuando el Adelan-
tado empieza a ocupar La Habana el 25 de julio de 1515:
«...llamándola villa de San Cristóbal por haberla comenzado a poblar su propio día, que
es el veinticinco de julio aunque aca se celebre por especial indulto de la Silla Apos-
tólica, a dieciséis de noviembre, porque no embarace la festividad con la de Santiago,
patrón de España y de la Isla.»8
El Gobernador General de Brasil, Joao Men de Sá logró sacar a los franceses de aque-
lla tierra mediante un ataque furtivo el 10 de enero de 1657, y:
«...en conmemoración del día en que se operó la restauración, la ciudad fue denomina-
da San Sebastián (actual Río de Janeiro).»9
8. Arrate, José
Martín Félix de:
Llave del Nuevo
Mundo, antemural
de las Indias
Occidentales, La
Habana, Comisión
Cubana de la
mapa de las américas. 1585
UNESCO, 1954,
p.24.
9. Navarro
Lamarca, C:
Apuntes de Historia
Americana,
Ángel Estrada y
Cía. Editores,
Buenos Aires, 1923,
p.127
«(...) y en este mismo año (1548), día de San Bernabé, a once de junio se descubrió la beta
de plata y en este mismo año, día de San Benito, se descubrió la Beta de la Albarrada
de San Benito.»10
Siendo Baracoa la capital su posición se fortalece, porque Velázquez prepara las condi-
ciones de abastecimiento que le servirían para la ocupación total de la Isla. Otros fac-
tores, como la existencia de una población aborigen numerosa y la más desarrollada 12. Venegas Fornias,
Carlos: «Baracoa:
caracterización del
del país, permiten apoyar las condiciones materiales para emprender los movimien- Centro Histórico
Urbano», Revista
tos de conquista y colonización. No debemos dejar de mencionar que un elemento El Yunque; a. I y II,
no. 2 y 3, especial,
importante fue la cercanía con La Española, donde estaba enclavado el Virreinato. (Jul.-Dic., 1980-En.-
Dic., 1981) p.11
Otro aspecto relevante fue su ubicación geográfica privilegiada, por estar frente al
12. Arrate, José
Canal Viejo de Bahamas, cerca del Paso de los Vientos y de rutas fundamen- Martín Felix de:
«Llave del Nuevo
Mundo, antemural
tales entre las grandes Antillas y la metrópoli.11 También desde este de las Indias
Occidentales». La
territorio salieron las tres expediciones que emprenderían la crea- Habana descripta:
Noticias de
ción del resto de las primeras villas cubanas, dirigidas por su fundación,
aumento y estado.
Pánfilo de Narváez, Francisco de Morales y el propio Impr. y Librería de
rutas de las Andres Pego, La
expediciones que Habana, 1876, p.35
crearon el resto Adelantado.
de las villas.
13. Idem.
En 1515, por decisión de su fundador, se tras-
lada la categoría de capital del país a la Villa de Santiago de Cuba: 14. Idem
«Considerando que el lugar donde aquella se encontraba era el más céntrico de los que
existían entonces en la Isla.» 12
El Obispo Morell de Santa Cruz se refiere a la petición del monarca español: «Este
invictísimo emperador pasó sus oficios a la corte romana, en solicitud de la erección
91
de una iglesia catedral en la Villa de la Asunción de esta Isla de Cuba. Es el primer
lugar que se plantificó en ella por el año once, en el puerto de Baracoa, y donde por
entonces se estableció el gobierno superior de la misma isla, por la inmediación á la
Española.» 15
El 11 de febrero de 1517 el Papa León X (Juan de Médicis) con la Bula «Super Specu-
la», erige la primera diócesis en Cuba bajo la advocación de Nuestra Señora de la
Asunción y le da el rango de Ciudad a la sede primada.
Leo X
Ad perpetuam rei
memorian
Para que quede para
siempre
resolución de 1978 que le
otorga a baracoa el título de 15. Morell de Santa
monumento nacional Super specula...Para Cruz, Pedro
Agustín: Primeros
el bien de la iglesia, historiadores. Siglo
para que se conozca XVIII. Biblioteca
de clásicos
parroquia de nuestra sra. de la asunción de baracoa, décadas
al Dios Todopode- cubanos. Imagen
Contemporánea,
roso de la verdad y misericordia cristiana, y difundir luz en nuestros tiempos, he- La Habana, 2005,
mos reflexionado con paterno amor sobre aquellos lugares donde manifestar dignos p.289
títulos par las raíces de la religión cristiana, para beneficio en cuanto a la fé, de los
16. Copia de la Bula
habitantes del lugar y los nuevos llegados... siendo Fernando de Aragón rey de tierra Super Specula.
Papa León X, del
cubana... 15 de febrero de
1517. Cortesía de
Hemos consultado a nuestros venerable Hermanos Cardenales y tomado la decisión... Valentino Ferrari,
padre de la Iglesia
con nuestra autoridad apostólica de nombrar en la misma isla cubana en que viven Nuestra Señora
de la Asunción de
fieles cristianos, una Ciudad, y en la misma, una Iglesia Catedral, bajo la advocación
Baracoa.
de Nuestra Señora de la Asunción, nombrando al mismo tiempo un Obispo (Juan de
Witte Hoos Ubite O.P.) que se responsabilice de la difusión y mantenimiento de la fé 17. Anuario General
de Baracoa. 1940,
Católica, en la Iglesia, en la Ciudad y en la Diócesis... 16
Vol. No.1, p.2
93
4.2
piratas y corsarios
«No tardó en capitular con ellos y abrirles su embarcadero, y cambiarles en trueques sus 22. Núñez Jiménez,
Antonio: Piratas
víveres y ganado por telas y otros efectos. Es por esto que en 1602, el maestro de campo en el Archipiélago
Cubano. Editorial
Don Pedro Valdés venía de España al gobierno de La Habana, dando en su rumbo Gente Nueva, La
Habana, 1986, p.45
caza a los corsarios, arribó a Baracoa donde fue cumplimetado por el padre Carmelita
y Vicario del Pueblo Fray Alonso de Guzmán «uno de los mayores rescatadores con 23. Ullivari,
herejes y enemigos que habían en todas Las Indias» según expresión textual del mismo Saturnino: Piratas
y corsarios en Cuba.
Valdés, recogida por el historiador español Pezuela».23 Maza Caso, La
Habana, 1931, p.68
nes y los obligaron a huir. Se destacó en esta acción el hábil artillero Simón
Bravet, quien con tiros certeros contribuyó a diezmar la mitad de la fuerza que
desembarcó. En este combate fue decisiva la respuesta por parte de los milicia-
nos, hombres del regimiento Habana y emigrados franceses. Todos los atacantes
fueron vencidos y apresados junto a su capitán Sitgeral.26
95
4.3
la presencia francesa en baracoa
En la última
Geográfico,
Estadístico-histórico
de la Isla de Cuba.
década del siglo xviii, Madrid, 1813,
p. 115
debido a la Revolución Haitiana, arribó a nuestras cos-
tas una oleada de «más de 100 familias que establecieron 28. Padrón, Carlos:
«Franceses en
el suroriente de
allí sus domicilios, mejorando con su industria a aquel Cuba». La Rueda
dentada. Ediciones
pueblo atrasado que servía entonces de amparo a mu- Unión, 1997, p.20
En el año 1802, Baracoa fue visitada por el Visconde de Noaillés y 700 hombres del cuerpo
de ejército de Leclere (General enviado por Napoleón para restablecer el poder colonial
y la esclavitud en Haití). Estuvieron unos días y partieron para Santiago de Cuba.30
30. Urrutia y
Montoya, Ignacio
José de: Teatro
Histórico, Jurídico y
En el 1803 la más alta autoridad de la Isla informaba a la colonia del movimiento de Político Militar de la
Isla Fernandina de
embarcaciones que entraba a Santiago de Cuba y a Baracoa. Cuba. La Habana,
1876
Como Santiago de
Cuba era la Capital
del Departamento
Oriental y Baracoa el
más cercano puerto al
Mulo de San Nicolás,
el número de refugia-
dos en ambas ciuda-
des fue considerable,
por lo que el Gober-
nador General deter-
minó aumentar las
tropas para el control ruinas del cafetal «brasil»
libro de contaduría de negocios
franceses asentados en baracoa.
de las mismas.
«Estas ocurrencias extraordinarias, y las atenciones que piden, han obligado por la es-
casez de tropa veterana en esta Ysla, y la poca fuerza que tiene el Batallón Segundo
del Regmto de la Habana que guarnice á Cuba, a poner sobre las armas en Baracoa un
subteniente y quarenta y siete individuos de aquella milicia por ahora y he dado orden
97
para que en la misma Plaza de Cuba haga el servicio el número de tropa de milicias
que sea absolutamente preciso: De todo lo que doy cuenta á V.E. para la noticia y reso-
lución de S.M. esperando sea de su agrado lo determinado por mi en la materia.
99
4.4
del siglo xix al presente
El Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, quien iniciara nuestras luchas li-
bertarias en 1868, fue desterrado durante cinco meses en Baracoa. Independentistas
como el maestro Manuel Borges Navarro, fusilado en Sagua de Tánamo en 1869 por
su adhesión a la causa, e innumerables baracoanos compartieron con él y apoyaron
sus doctrinas.
«Lo primero que viene a mi memoria es la quema del poblado de Sabanilla, situado a tres
leguas de Baracoa, me parece estar viendo el batey de la casa de mi abuela el resplandor 34. Lores y Llores,
34 Eduardo F: Relatos
rojizo que se destacaba en el cielo en plena noche. Tendría yo unos 7 años.» Históricos de la
Guerra del 95,
La segunda es el ataque y conquista de Baracoa por las tropas de Maceo el 7 de enero Impr. Siglo XX,
La Habana, 1955,
p.11
de 1877. Diezmó la guarnición española que protegía la ciudad. El botín de guerra
consistió en 209 fusiles, 3 200 tiros, 144 machetes, 5 000 raciones y 400 caballos. 35. Cardosa Arias,
Santiago: «La
toma de Baracoa,
Acerca de este combate, el periodista baracoano Santiago Cardosa Arias, escribe: audaz acción del
general Antonio
Maceo». Periódico
«Su acción habló elocuentemente de su fervor revolucionario y de su gran imaginación Granma, Enero 7,
para llevar la guerra hasta el lugar entonces más incomunicado de la Isla: Baracoa.» 35 1977
101
El 11 de abril de este propio
año, arriban José Martí y
Máximo Gómez por Playi-
tas de Cajobabo; Francisco
Sánchez Hechavarría lo hace
el 19 de agosto por Playa Ni-
bujón y el 24 de Marzo de
1896 llega la expedición de
Calixto García por la bahía
de Maraví.
josé martí
desembarco de martí y gómez por playita de cajobabo, en 1895.
«La fiebre del guineo parecía no tener fin. Cada día los hombres dueños de 39. Datos de la
Oficina Municipal
tierras o simples obreros, recorrían los platanales machete en mano para cortar los de Estadística de
Baracoa.
racimos. Las locomotoras persistían en violar el silencio de las montañas con sus sil-
batos y el rítmico golpeteo de las ruedas de acero. Por el Toa, cargadas de guineos 40. Padura Fuentes,
descendían cayucas y balsas piloteadas por hombres que cantaban en voz baja para Leonardo. Ob. cit.,
p.61
serenar las intranquilas aguas del río más caudaloso de Cuba. Había sueños y espe-
ranzas sostenidos por los billetes que circulaban de bolsillo en bolsillo, de banco en 41. Padura Fuentes,
40 Leonardo. Ob. cit.,
banco. Baracoa era rica.» p.63
105
En los años 40 el decaimiento económico de Baracoa fue tal que un sobrenombre la
hizo famosa en Cuba: «La Cenicienta de Oriente». Pero la cultura popular de los
desposeídos no decayó; los artesanos tejían sus sueños y sus cestas; las tripas de
jutías sustituyeron las cuerdas de los tres y de las guitarras; las leyendas de las co-
munidades se transmitían de boca en boca; el cangrejo con leche de coco continuaba
degustándose y el tetí era esperado en la luna menguante, para llenar el ansia de los
alimentos que faltaban en la mayoría de las casas.
La tradición oral vivía; las décimas rememoraban los tiempos de los mambises, ha-
blaban de la angustia, del hambre, de las muertes infantiles y del desosiego del
recorrido de la vía mulata.
hombre; en sus rimas no faltaban las palabras injusticia, tristeza, desesperación.
109
río duaba
paseando en balsa
armando una balsa
en cayuca por el río toa
113
atarrazanas en el río miel
115
río sagua
secando el cacao
fermentacion
la escogida
117
Sus plantaciones de coco, árbol conocido por sus
cien usos, representan el 85 por ciento de las que
existen en la Isla. Esta muy vinculado con las
comidas locales, la artesanía, las construcciones
vernáculas y las festividades laico religiosas.
los ricos
cucuruchos de
coco.
subiendo al cocotero
119
El café no falta en ninguna de las casas y, desde su introducción
por los franceses, se degusta a cualquier hora del día. En todas
las fincas y cooperativas separando los granos en la gaveta de secado.
recogiendo café
121
123
cafetal
capítulo 5
Arquitectura
125
La herencia aborigen aportó un elemento básico
para nuestra arquitectura: el bohío, que aun
existe en muchas de las comunidades rurales
de Cuba.
El endemismo de nuestra floresta contiene el 50% de las maderas que posee Cuba
y la mayor diversidad botánica. Estas condiciones naturales han coadyuvado a la
sostenibilidad constructiva de esta vivienda.
«En el campo, la mayoría de las El techo generalmente de dos aguas se cobija con el yarey, el gua-
casas son de madera y guano, no, el yuraguano o la palma cana (Sabal paruiflora Becc) la palma
porque hay posibilidad de estos justa o boba (Geonoma intermedia gris, Wendl) y la palma de manaca.
materiales, que nos brinda la Cuando se usan las pencas del cocotero (Cocos nucífera) tienen que
naturaleza y porque de nuestros
estar secas.
bisabuelos hemos aprendido
a construir, un bohío, una
barbacoa, un vara en tierra, un 1. Clemente Moreira
caney y un bajareque.» 1 Rodríguez.
Descendiente de
indio de Las Minas.
Entrevista
127
Si el bohío se construye en una loma, el frente del mismo se sitúa
al este u oeste y se hace de norte a sur; pero si la edificación es en
un terreno llano, se pone mirando al camino real, carretera o terraplén.
Alejandro Matos
Samón, de 92 años,
descendiente de padres indios,
contó que su papá le pedía per-
miso a la palma antes de cortarla
cuando iba a construir el bohío y que fue costumbre
por muchos años bendecirlo cuando se terminaba.
Se buscaba un padrino y una ma-
drina, que debían ser personas
mayores y respetadas y era una
condición indispensable el saber
rezar. Los padrinos le rociaban
agua y decían al unísono ora-
ciones. Generalmente se hacía la
bendición los sábados y se invita-
ban a los familiares y amigos.
131
bohío con panel solar
133
atarrazanas
Cuando entran por la estrecha boca de la bahía las embarcaciones de Diego Veláz-
quez se establece el asentamiento original: la Plaza, en la que se encontraba el Cabil-
do, la Iglesia y la casa del Adelantado. Estas construcciones eran de madera, guano
y embarrado.2
Después que Baracoa dejó de ser capital en el 1515, fue olvidada duran-
te dos siglos por las autoridades españolas y asediada constantemente
por los filibusteros, corsarios y piratas que pululaban por las aguas del
Caribe. El puerto fue base del comercio de rescate en el siglo xvii. Lue-
go, «todos los navíos de España, el Caribe y las colonias norteñas cuyos
puertos miran al este, entraban allí a buscar prácticos para atravesar el
Canal de Bahamas y el Paso de los Vientos, en una y otra dirección».3
muro y garita del
Entre el 1739 y 1742 se construyó un sistema defensivo en Baracoa, como castillo seboruco
135
cañón que protegía la ciudad
fuerte matachín
fuerte matachín
torreón de joa
entorno urbano: «Redúcese al presente á 158 casas todas de paxa con
mucho fondo en que tienen sus labranzas. Forman tres calles y diez
callejones». Al referirise a la Iglesia, escribe: «... está fabricada sobre
horcones con techo de texa, y paredes de tabla. Consta de una sola
nave; y su longitud incluso un Caidizo que sirve de Atrio á la puerta
principal y la Sacristía se compone de 25 varas; su latitud de Siete y
su altitud de tres.»5 Esto ilustra acerca de la pobreza del territorio, y de
que todavía se estaba construyendo a la usanza de nuestros ancestros
aborígenes con la consabida influencia hispánica. Si la comparamos con Trinidad, 5. Morell de Santa
Cruz, Pedro
otra de las primeras villas que existieron en Cuba, entre 1700 y 1725 ya existían ca- Agustín: La
visita eclesiástica.
Editorial de
sas de mampostería y tejas. Ciencias Sociales,
La Habana, p.120.
La llegada de una considerable población de franceses entre el 1791 y 1804, que sa-
lían de Haití debido al proceso revolucionario que allí se desarrollaba, produjo en
Baracoa una prosperidad en su vida económica. Ejemplo de esto es la decisión de
137
tiempo había causado en aquella determinaron los fieles de común
acuerdo derribarlo en mil ochocientos cinco. Contribuyendo cada
vecino, con arreglo de sus posibilidades a levantar el nuevo templo,
que es el hoy existente; fue abierto para el culto en mil ochocientos
siete; es de horcones y mampostería; se compone fuera del Prebis-
terio de una nave principal y dos laterales; su arquitectura tanto en
lo interno como en lo externo en nada llama la atención.»6
139
141
En las cuatro primeras décadas del siglo xx se produjo un moderado florecimiento
que condujo a ciertas capas de la población a imitar los modelos neoclásicos, ecléc-
ticos y del art déco, produciendo un mejoramiento en las construcciones civiles, do-
mésticas, comerciales y religiosas. En las décadas del veinte y treinta se reedifican
las tiendas El Mundo, La Moderna, La República y El Ayuntamiento, y el cine teatro
Encanto. Muchas viviendas cambian sus fachadas con balaustradas de mampostería
y columnas dóricas, jónicas y corintias. Pero lo
vernáculo de la arquitectura de madera preva-
leció, y todos los elementos que conformaron
su especificidad urbana se mantuvieron.
mampara
balaustres de madera en portal
143
«ven t il a do r es»
Los vientos alisios del norte constantemente bañan el lugar y refrescan el estadio de
calor. Es por eso el uso de los llamados «ventiladores», comunes en nuestras vivien-
das: los hay de cruceta, calados, horizontales, verticales, de distintas dimensiones.
Otros de los valores urbanísticos es el trazado de sus calles. Marchan paralelas las
principales, Maceo y Martí, y las acompañan en la trama urbana 12 transversales
irregulares. Este recorrido peculiar le da una fisonomía distintiva. Desde la centuria
del xix, La Plaza de la Victoria �(hoy llamado el Parque de Victoria) y la Plaza de Ar-
mas �(actualmente Parque de la Iglesia)� se configuraron en forma de triángulo. En
la década del treinta, cuando se edificó el Par-
que Maceo y después, en el cuarenta, el Parque
Martí, adquirieron esta misma anomalía.
145
hotel castillo
Cultura
149
El aislamiento
geográfico de Baracoa, implica un proyecto de convivencia que ha obligado a
los baracoanos a encerrarse en si mismos; donde el sentimiento patrio, la herencia
aborigen, la cordialidad, la hospitalidad, la cortesía y la lealtad a sus raíces han ido
dejando una huella llena de múltiples bases de identificación.
151
153
Personajes reales sublima-
dos por el tiempo, leyen-
das y tradiciones que siguen
corriendo de boca en boca,
canto y baile que ya no oímos ni bailamos, costumbres ligadas
al entorno, artistas que ahora buscan y recrean con una vitalidad
propia.
155
157
6.1
las primeras bodas
dor de sus intereses en tal grado que solía decir con gran frescura que por su servicio dará
dos otres tumbos en el infierno. Fue Da. María, dama de Da. María de Toledo, Virreina de
Santo Domingo. Por su nobleza y virtud mereció su estimación y la de todos y para
colmar su mérito celebro esponsales con Velázquez.»3
Dícese de Catalina que era dama andaluza, gentil y bondadosa, de estatura media-
na, envuelta en carnes, con graciosas proporciones. Era una morena con mezcla
atrayente de árabe y de íbera. En la negrura de sus ojos, parecían embrujar las ca- 4. De las Cuevas,
Ernesto:
ricias ardientes del gitanismo, mientras la canela rosada en sus mejillas, revelaban Narraciones
históricas de
el pudor de la Virgen. Acaso aquella mezcla, emotiva y turbadora, rindió a Hernán Baracoa. Imprenta
La Crónica.
Baracoa. 1919. t.I,
Cortés, el bravo mozo extremeño.6 pp.27-28
6. Yero Martínez,
Pelayo: Ob. cit.,
pp.54-55
159
6.2
la leyenda del río miel
7. El Capitán General
de la Isla en 1808
determinó que
los galos tenían
que salir de Cuba,
pues Napoleón
Bonaparte con
sus tropas había
invadido España.
La noche sería testigo y guardián de la huida. Los ligeros pies de los aman-
tes apenas si pisaban los senderos que la misma naturaleza había abierto
entre helechos gigantes y blancas mariposas. De pronto ante ellos y como
protegido por el lomerío aparece el río Miel, río que sería de ahí en adelante
el lecho que arropara el decidido y a la vez tierno amor de los adolescentes.
Embriagados por la pasión se sumergen en sus cristalinas aguas sin saber
que estaban sellando así su destino.
La entrega total y el dulce ensueño que les trajo la felicidad consumada, los
aisló de este mundo. En el amanecer, el estridente llamado de la sirena los
vuelve a la realidad. ¿Qué hacer? Han burlado la custodia, han roto cáno-
nes y han defendido su amor. De pronto atónitos escuchan la ancestral voz
del río Miel:
quial Nuestra Señora de la Asunción. Ese día, la comunidad de emigrantes france- Castro Lores, José
Ignacio: Baracoa.
ses y los coterráneos de Juana de León, sintieron júbilo y alegría. Sus nupcias fueron Apuntes para su
historia. Editorial
publicadas en los periódicos de la localidad y de Santiago de Cuba. Arte y Literatura,
La Habana,
1977, p.59
Pero esta relación de la pareja se frustró cuando la esclava doméstica de confianza
Montoto Mayor,
de Juana, al entrar en el cuarto donde se estaba bañando el Dr. Faber, descubrió con Oscar:
La increíble historia
grandísima sorpresa que éste era una mujer. del Dr. Faber.
Editorial El Mar
y la Montaña,
El Dr. Faber, al verse descubierto trató de sobornarla con una cantidad de dinero Guantánamo, 2005.
para que no contara a nadie lo que había visto, sin embargo ésta no pudo resistir Yero Martínez,
Gabriel Pelayo:
la tentación de darle cuenta del hecho a una tía suya; quién resultó ser no muy re- Enriqueta Faber:
médico y mujer. Casa
servada y comunicó, sin pérdida de tiempo, a más de dos personas la impactante Editora
La Semana,
noticia que escandalizó a franceses, españoles, indios y criollos de la ciudad. Baracoa, s/a.
Uno de sus tíos, furioso, se dirigió inmediatamente a la casa de su sobrina Juana y le
dijo que tenía el pleno conocimiento de que el Dr. Faber pertenecía al sexo femenino
y había cometido el delito de ocultar su identidad, además de falsear los papeles
oficiales que él había presentado, por lo que iba a denunciar el hecho a los tribuna-
les de justicia, no solamente para que castigaran el grado de delito cometido, sino
para alcanzar la anulación del matrimonio, encontrándose entonces ella
en libertad de acción para separarse del marido, unirse a sus padres
y contraer nuevo matrimonio. Juana, en medio del mayor sufrimiento,
anegada en llanto, le rogó a su tío que no hiciera nada en contra de su esposo,
quién siempre se había mostrado cariñoso y
amable con ella.
El Dr. Faber regresó a Santiago de Cuba donde se presentó ante las auto-
ridades de justicia y declaró que pertenecía al sexo femenino, por lo que el tribunal
aceptó la confesión hecha, y la sancionaron a 10 años de reclusión en la Casa de
Recogidas de Mujeres de La Habana.
163
Por informaciones que se tuvieron posteriormente, se supo que se había casado
con un médico distinguido de Francia que murió en campaña, prestando su ser-
vicio en los ejércitos de Napoleón. El nombre y apellidos de Enriqueta de Faber
eran otros, pero ella los había adoptado para usar su título de Doctor en Medicina,
pudiendo de ese modo ocultar su estado civil y ejercer la profesión de médico
lejos de Francia.
Ocho años después en la Ciudad Primada, Juana de León vuelve a contraer matri-
monio con un joven de la localidad, a quien deja viudo. Este vuelve a casarse que-
dando viudo nuevamente. Todo lo que consta en su acta de defunción.
165
El moderado florecimiento en los pri-
meros cuarenta años del siglo xx, hizo
caer esta leyenda en el olvido. No fue
así para la gran mayoría desposeída 11. Fermín Rodríguez.
Entrevista.
de los servicios sociales. En los perió-
dicos y revistas de esta época no hay
mención a este personaje, aunque
nunca fue preterido en la memoria
colectiva.
167
6.3.3
los personajes de baracoa
Cayamba
Parte de estas reflexiones las tenía escritas en sus guitarras, una de ellas regalo del
músico cubano Leo Brouwer.
«Lo del estuche es una necesidad, lo tengo escrito así para enseñar a las personas.
169
Son pensamientos que invento para que cada cual los aplique según sus conoci-
mientos.»14
MagdalenaRovenskaya,
vino acompañada de su apuesto esposo ruso judío Alberto
Menasse, de quien tomó su apellido, llegando a Baracoa en
el año de 1930; cuando ésta era la capital del Oro Verde. En
esos momentos la Ciudad Primada exportaba entre dos y tres
millones de racimos de guineos (banano) por año hacia los
Estados Unidos como destino principal. 17
171
los primeros tiempos de su llegada la acusa-
ron de espía y también la relacionaron con
la famosa prostituta francesa Rachel, pero
después se percataron que todos aquellos
comentarios eran solo fabulaciones.
Tanto ella como Albert amaban la naturaleza y sentían una fuerte atrac-
ción por los paisajes de Baracoa, por sus ríos y playas y en las excursio-
nes que hacían. Mima tenía como hobby recoger caracoles, piedras que
guardaba celosamente.
registro de huéspedes del hotel. en la primera línea se observa la firma del cmdte. fidel castro
173
Mima tenía un trago preferido, tomaba bebida seca: una línea de whis-
ky, otra de menta y le añadía hielo frappé. También degustaba de los
mejores vinos y las comidas exóticas.
«Mima y Albert fueron mis verdaderos padres porque a partir de los nueve años me 19. René Frómeta
Jiménez. Entrevista.
dieron calor, comprensión, abrigo, cariño, cultura, educación. Me pusieron en el mejor
de los colegios y me enseñaron a ser organizado, cumplidor, amar a Cuba y Baracoa.
Jamás los podré olvidar.» 19
Mima: La Rusa
Oscar Romero
175
playa duaba
6.4.1
la música
El Nengón y Kiribá (Quiribá)
Es bueno destacar que la fiesta duraba de tres a cinco días y los gastos eran colectivos,
o sea, cada participante pagaba una cuota que se fijaba anteriormente. Durante el de-
sarrollo de la misma, si alguien deseaba participar, debía pedir permiso al dueño de
la casa y ser aprobada su entrada por los hombres que se encontraban en ella. Como
señal de que su solicitud era aceptada, le era recogido el sombrero por el dueño de la
vivienda. Esto era una costumbre practicada por nuestros campesinos.
En estas fiestas se usaban los llamados «huevos perfumados» que consistía en abrir un
pequeño hueco al huevo por donde se le botaba su contenido y se le introducía perfu-
me o talco de olor, se tapaba el hoyo con cera y se le tiraban a los bailadores en medio
de sus evoluciones».21
Pa’tí, Nengón
El fuerte de Matachín
Con el fuerte de La Punta
El castillo Seboruco,
Mirando hacia el malecón
Con la estatua de Colón
Allí bailando el Nengón
177
El Nengón y Quiribá también se cantaba en las labores agrícolas:
«Aquí en las montañas también los viejos cuando sembraban o limpiaban o cosechaban,
les gustaba cantar, era costumbre. Eso era el Quiribá, el Nengón, el Manajú. Mientras
se va cosechando, trabajando en el campo, se cantaban unos a otros.
Muchos de esos cantos eran improvisados, de aquellos entonces sacaban todos esos
cantos. Sembrando tú lo oías en los cañadones sembrando. O si no, oías el Quiribá:
«Quiribá de noche y día, Quiribá, Quiribá/ Quiribá por la mañana, Quiribá, Quiribá/ Quiribá
de noche y día, Quiribá, Quiribá/ Quiribá por la mañana/ a levántate Juliana, Quiribá, Quiri-
bá/ a hacerme mi Matalojete, Quiribá, Quiribá/ que me voy ya de viaje, Quiribá.» 22
El investigador Víctor Oscar Pérez nos da un detalle específico del Kiribá en una
zona urbana:
Kiribá, Kiribá.
23. Pérez, Victor
Y mañana es Navidad Oscar: «El Kiribá
de Goya». Artículo
Kiribá, Kiribá inédito.
Prepárame la botella
Kiribá, Kiribá, 24. Alejandro Matos
Samón. Entrevista.
Que me voy a emborrachar
Kiribá, Kiribá
(se repite incansablemente)
Ella entonaba la parte fija del estribillo y los participantes improvisaban versitos y es-
trofas a su antojo, con la misma música del sabroso Kiribá que terminaba siempre con
un montuno.
Estas expresiones fueron muy populares en las últimas décadas del siglo xix y las
cinco primeras del xx en Caleta, Montecristo, Jauco, el Naranjo (actual municipio de
Maisí) y en Baracoa. De bisabuelo a biznietos se transmitieron oralmente.24
Las nuevas realidades de nuestra sociedad han variado la duración de estas fiestas,
que ahora se desarrollan de un día para otro; festividades familiares, fechas patrió-
ticas, jornadas por la cultura cubana, festejos por la Fundación de la Villa y conme-
moración del Día del Campesino. Cuando comienza la música, todo el vecindario
acude, en una plena identificación de orgullo.
cuerdas hechas de tripa jutía, las que se tendían a secar en un alambre con un contra-
26. Eugenio
peso debajo para estirarlas, posteriormente se abrían con un cuchillo y se entorchaban Ramírez Palmero.
Entrevista.
con cera de abeja buscando grosores diferentes, que producían un sonido parecido a la
cuerda de nylon actual. Se tocaba rayado, no punteado. 27. Roché Lores,
grupo nengón y kiribá Teresa: «El
El Guayo era construido con Nengón y el
Kiribá, variantes
una pequeña plancha de me- del Son». Ponencia
tal ahuecada con un clavo en presentada en el
Evento Música del
toda su extensión y después Caribe, Casa de las
Américas, 17 de
se le daba forma uniendo un abril de 1992, p.4
extremo al otro.
Los hombres llevaban camisas de mangas largas de color entero o guayabera. El panta-
lón, blanco; los zapatos, negros. Llevaban un pañuelo en la mano derecha que impedía
el contacto directo con su pareja.»27
179
Después de las primeras décadas de la última centuria, las ropas han estado acordes
a las distintas modas y épocas.
Para ti nengón,
Pero báilalo,
Para ti nengón
Hay menéalo
Para ti nengón
Hay sacúdelo
Para ti nengón
Allá en el Güirito,
Para ti nengón
Con un bacancito
Para ti nengón
Yo vi vender un bacalao,
En la tienda de Pedrito.
El rabo llegó a Guandao
Y la cabeza al Güirito.
río güirito, zona del nengón y quiribá.
28. Integrantes del
grupo Nengón
y Quiribá.
Siempre se ha degustado en estas actividades las tradiciones culinarias que carac- Entrevistas.
terizan a la región: el típico congrí oriental, puerco asado en púa, gallina, carnero
29. Cruz Díaz,
Rigoberto: «Con
o chivo en fricasé, viandas hervidas, ensaladas de vegetales, tostones de plátano o el Grupo Turquino
Toa Abajo», en
guapén, tamal de maíz, enchilado de cangrejo con o sin leche de coco, habichuelas Bohemia, no.6,
No.72, febrero 8 de
en salsa, croquetas de guapén, bacán perdido, bacán, guanimo, bolas de guapén, 1980, p. 46
frituras de plátano con cangrejo, arroz con tasajo ahumado, carne de puerco ahu- 30. Ibídem
Rigoberto Cruz Díaz, escudriñando en una expedición por el río Toa, pudo compro-
bar que en esas zonas de la Amazonia cubana, los toaenses lo tocaban y bailaban,
con características de tonada campesina y que generaba «porfías» en cuartetas.29
Rigoberto Cruz plantea que «el Quiribá es el resultado de la mezcla del changüí y la
controversia campesina: así, mientras al compás del changüí los bailadores entre-
lazados por los hombros, bailaban llevando el compás de la música con la cabeza,
que hacían mover a derecha e izquierda, dos improvisadores entonaban versos «en
porfía» al final de los cuales los bailadores se secundaban con la tonada: Quiribá/
Quiribá en apoyo a cada verso cantado.»30
181
Desde el punto de vista danzario, en el Nengón el paso es arrastrado por el piso y
en su movimiento se hace un círculo que daba la sensación de estar «pilando café».
El Kiribá tiene más libertad de movimiento y se marca en tiempo delante con el pie
derecho, un contratiempo con el izquierdo, para caer nuevamente en el derecho,
con una pequeña elevación del pie al trasladarse. Da una vuelta la mujer alrededor
del hombre en el lugar. Su baile es en círculo, aunque en ocasiones se desplazan.29
En las fiestas del Nengón y Quiribá siempre ha sido costumbre despedirlas con la
música y verso del Quiribá:
Kiribá, Kiribá
Ya viene saliendo el sol
Kiribá, Kiribá 31. Rodríguez,
Luis Eliades,
Adiós que me voy, adiós. Teresa Roché
Lores, Yolanda
Adelina Quintero
Estos cantos fueron muy populares en la década del cincuenta, cuando Baracoa era Guilarte, María
Court Hernández,
conocida como «La Cenicienta de Oriente» por su depauperación socioeconómica, Guillermo Orlando
Piedra Labañino:
tristeza campesina y obrera, analfabetismo, inanición y escasos servicios sanitarios Ob. cit., pp.7-8
«Desde niña lo aprendí a bailar con mis padres. Ellos lo conocieron por mis abuelos.
A su vez, mis abuelos me contaron que en la zona desde Yumurí hasta Las Minas, se
bailaba y tocaba en todas las fiestas campesinas que en aquel entonces duraban de dos
a tres días.»32
«Pienso que el Nengón, el Quiribá y el Changüí son del mismo complejo del son, pero
ninguno es variante del otro. Las formas ancestrales del Nengón y Quiribá se deben
a sus células rítmicas que son primitivas. Estas expresiones músico-danzarias se de-
sarrollaban en la antigua región de Baracoa que abarcaba los actuales municipios de
Imias, Maisí, parte de San Antonio del Sur y parte de Yateras. No podemos olvidar que
Baracoa es la cuna del Tres».33
Manuel Borges Font, decano de los periodistas de la Ciudad Primada describe aque-
lla noche: «El Himno a Baracoa nos sorprendió a todos. Sinesio no era de Baracoa,
pero en cuatro estrofas sintetizó los valores más significativos de nuestra historia,
desde Colón, Velásquez, los desembarcos de Martí y Gómez. Maceo y Calixto Gar-
cía hasta nuestros próceres más sobresalientes en las guerras por la Independencia.
No prescindió tampoco de nuestra montaña mayor: El Yunque. Es un himno car-
gado de patriotismo, es un himno que nos hacía falta, es un himno que nos llenó
de orgullo. El teatro estaba lleno y todos los que tuvimos el privilegio de estar en
aquellos momentos, nos sentimos regocijados».34
Esta canción la
«Conversando
con la Trova de
Baracoa». Revista
dedicó Sindo Garay (1897-1968), el gran maestro Revolución y
Cultura, No.72,
de los trovadores cubanos a la mujer de Baracoa y la compuso en una de las visitas agosto, 1978, p.24
La baracoesa
185
6.6
las artes plásticas
el vendedor de naranjas
187
capítulo 7
Comidas Típicas
189
1. Elucrecia
Leyva Londres.
Entrevista.
2. Víctor Oscar
Pérez. Entrevista.
Se confecciona con plátano o guineo rallado. A esta masa se le añade zumo de na-
ranja agria o limón, para que la misma no se oscurezca. Se le agrega leche de coco y
diferentes especias: tomate, ají, bija, culantro, orégano. Se le da un punto de sal ade-
Un pregón lo hizo cuado al gusto y se rellena con carne de puerco o cangrejo, se envuelve en ho-
191
Es un pececillo transparente
de dos centímetros de longitud
por cuatro milímetros de ancho
aproximadamente. Tiene la pe-
culiaridad de entrar por las des-
embocaduras de los ríos, cuando
la luna es menguante, desde julio
hasta enero.3
4. Pérez, Víctor
El Tetí
Oscar: «Los
¡Vaya tetí! Poetas, trovadores y escri- pregones». En
revista Maguana.
Tetí fresco, tores se han inspirado en él, Año 3, No.10 Oct.
Dic., 1980, p. 13
Tetí...,
como este son-pregón de Uli-
Tetiseroooooo (bis)4 5. «Poesías y
ses Mario Sánchez: canciones a
Baracoa». Casa de
la trova Victorino
Calle arriba, calle abajo
«Entre los peces que se obtienen río adentro hay Rodríguez.
también por el malecón Imprenta de
una variedad peculiar de esta zona baracoesa, Industrias Locales,
voy pasando señorita Baracoa, 1984. p.5
es un pez de tamaño minúsculo, más peque-
escuche usted mi pregón.
ño que las manjúas, que se venden fritas en los 6. Gutiérrez, Dr.
Tetí fresquecito
puestos de chinos, y que le llaman «tetí». Martín: Baracoa:
a veinte centavos, señores La Primada y la
Postrera. Editorial
La época en que se pesca es por los meses de ve- el jarrito América,
La Habana, 1945,
rano y según nos cuenta el cayuquero durante a veinte centavos, señores pp. 18-19
el jarrito.
ella se pone el río negro de la cantidad tan ex-
Según es de menudito
traordinaria de estos pececillos. Es tan diminuto es sabrosito también
el «tetí» que no se puede pescar con redes, uti- Si usted nunca lo ha probado
pruébelo que es por su bien.
lizando los pescadores de «Boca de Miel» para
Es en la Ciudad Primada
atraparlos un pedazo de tela tupida».5 donde usted lo ha de comer.6
Su origen tiene una estrecha relación con el desarrollo de los cocoteros en Baracoa,
quien ha sido siempre la primera productora de este fruto en Cuba.
Se dice que allá, por el siglo xviii, cuando la flota española o los navíos de otras nacio-
nalidades hacían una parada de tránsito en la Playa de Miel, para luego continuar
viaje hacia Europa o La Habana, sus viajeros y tripulantes se deleitaban con ese rico
dulce de coco rallado, al que se añade naranja, fruta bomba, guayaba, azúcar o miel 7. Carmen Paumier.
Entrevista.
y se pone a hervir hasta que esté listo para comer.
8. Martínez, Mayra
El Cucurucho
Beatriz y Froilán
Una peculiaridad del mismo es que se envuel- Escobar: «José
Martí, Diarios
ve la masa cocinada en un envase cónico, he- de campaña».
Edición crítica.
cho con la yagua de la palma real, lo que sirve Casa Editora Abril,
Ciudad de la
Habana, 1996. p.24
de conservante natural. Esto le permite estar apto
para comer durante 60 días. Es el símbolo de los dulces populares de la región.7
193
El Frangollo (raspadura de plátano) 9. Pelagia Ramírez
Lores. Entrevista.
«De mañana, frangollo, el dulce de plátano y queso, y agua de canela y anís caliente.»10
Esta bebida se hace de la «bola del cacao» y sólo se consu-
me en la Ciudad Primada.11 En el 1757, cuando el Obis-
Chorote
po Morell de Santa Cruz visita el territorio, nos describe el consumo del mismo:
«...todos tienen en su Estancia, trapiche de mano para moler Guarapo, y hacér el furrio,
q. equivale á Chocolate.»12
195
Bolas
deCacao
Esta se elabora del cacao tostado, secado,
descascarillado y molido. A la masa se le
adiciona como aglutinante harina de Cas-
tilla y se empaca en hojas de papel.15
Ha estado presente en las festividades campesinas del Nengón y Kiribá, en los Alta-
res de Cruz, en los Montecalvarios y en las actividades político-culturales.
Es una comida de herencia indígena que se degusta generalmente, en las casas cam-
pesinas.
picotea, y se le agrega cebolla, ají, ajo, tomate y pimiento, carne ahumada o de otro 18. Andrés López
Hernández.
tipo, pescado o cangrejo. Generalmente se come con arroz blanco y viandas.18 Entrevista.
197
capítulo 8
Naturaleza
UN PARAÍSO VERDE
199
Cuba, la mayor de las Antillas, se caracteriza por la diversidad
de su medio natural, así como por el alto grado de exclusividad de
sus especies de plantas y animales, lo que en términos científicos
se denomina «endemismo». Sus causas hay que buscarlas en el
aislamiento geográfico, como isla al fin, su variedad de suelos y
rocas y sus características climáticas.
«La Isla tiene de luengo 300 leguas y se puede andar toda debajo de
los árboles»1, escribió el Padre Bartolomé de Las Casas, poco des- 1. Colón, Cristóbal:
Diario de Colón. Ob.
pués del descubrimiento. No obstante esta afirmación del ilustre cit., f.28
201
A pesar de la rapiña de los recursos naturales que caracterizó a este medio milenio
caribeño, Cuba todavía cuenta con una flora compuesta por 6 500 especies de plan-
tas, de las cuales algo más de la mitad es endémica. Solo la región del Cabo, Hawai,
Madagascar y algunas zonas de Australia le aventajan en este aspecto. Esta riqueza
está contenida en sus diferentes ecosistemas, de los cuales el 75% son llanuras, el
18% son montañas y el 7% restante, humedales. La alta biodiversidad también pue-
de observarse en sus variados paisajes, que van
desde los semidesiertos y montes secos, hasta
los bosques húmedos tropicales.
Baracoa ha sido llamada también «la Ciudad de las Aguas». Es la zona donde más
llueve en Cuba, lo que alimenta a los numerosos ríos afluentes del Toa, el más cau-
daloso del país y considerado como la más importante fuente de agua dulce del
Caribe insular.
Al viajar hacia la ciudad de Baracoa desde el sur se hacen notables las diferencias
entre la región costera, semidesértica, con una vegetación escasa y poco común para
nuestro país y la exuberancia y el verdor del otro lado de la montaña. El paisaje,
hermoso e impresionante en todo momento, varía en la medida que se asciende por
el viaducto La Farola desde el mar azul con su acantilado rocoso, subiendo por las
laderas secas y pobres, hasta la punta del Alto de Cotilla donde con frecuencia las
nubes cubren los bosques y numerosos riachuelos fertilizan la tierra. Por el Circui-
to Sur, rodeando la costa acantilada, salpicada de pequeñísimas playas de blancas
arenas, se pasa por la Punta de Maisí, el extremo más oriental de de la Isla, y donde
pueden observarse, muy cerca del faro, las Terrazas de Maisí, formaciones escalo-
nadas emergidas del mar.
Baracoa es la primera en recibir al sol. Entonces, por unos minutos, la mar, los ríos y
las nubes se cubren de oro y comienza el despertar a la vida de hombres, plantas y
animales.
203
el yunque, monumento nacional
8.1
histórico natural
En cientos de años vio cruzar y arribar las canoas taínas, las dos carabelas del Almi-
rante Colón y los navíos de corsarios y piratas que saquearon a Baracoa en varias
ocasiones. Siempre ha sido constante inspiración para músicos, poetas y escritores.
El Maestro de la Trova cubana, Sindo Garay, cuando se pasó «un tiempecito en Bara-
coa» en 1926, no dejó de visitarlo: «Me fui al famoso Yunque, allí donde la vegeta-
6. León, Carmela
de: Sindo Garay
ción es cosa maravillosa, y mucho me acordé de cuando yo era muchacho y andaba : memorias de un
trovador. Editorial
por esos parajes haciendo maromas».6 Oriente, Santiago
de Cuba, 2002,
p.150
La Comisión Nacional de Monumentos de Cuba, el 25 de Diciembre de 1979, lo de-
claró Monumento Nacional, por sus valores históricos y naturales y constituye el
símbolo de la Ciudad Primada de Cuba.
205
El bardo baracoano Juan José
Guilarte escribió estos versos:
YUNQUE
Navegante solitario,
que te empinas al fondo
de la bahía.
Verde sitial
que una india cinceló
en tu pecho bravo,
el naufragio de su piel.
Peñasco de amor
donde cantó el cimarrón
sus poemas al ritmo
de tambor.7 7. Guilarte Gámez,
Juan José:
«Yunque». Revista
Maguana. a.3,
no.10, (Oct.-Dic.,
1980), p. 24
207
parque nacional
8.2
alejandro de humboldt
209
8.3
la biodiversidad
Los libros Aves de Cuba, editado por Hiram González Alonso, Anfibios y Reptiles de
Cuba, editado por Lourdes Rodríguez Schettino, Las Orquídeas de Cuba, de Juan Lla-
macho Olmo, Cuba y sus palmas, de Ángela Leiva Sánchez y Cuba, el paraíso de los
moluscos terrestres, de Adrián González Guillén, se utilizaron para complementar la
descripción de las especies.
Debe señalarse que por su importancia, se han incluido algunas especies que habitan
en zonas aledañas a la ciudad de Baracoa, fuera de los límites del área protegida.
Para comprender las causas que propician la riqueza faunística y florística de esta zona
es imprescindible conocer algunos de los factores que influyen sobre la misma.
el relieve
La compleja evolución geólogo-geomorfológica de la zona ha
dado lugar a la existencia de varios tipos de relieves donde se
abra del río yumurí
211
el clima
El clima de los sectores más orientales está clasifi-
cado como Tropical Lluvioso Típico, propiciado por
su ubicación geográfica en la porción nororiental del
territorio y más próximo a la costa, y por los vientos
alisios, que al interactuar con el relieve resulta en
altas precipitaciones. Los sectores más occidentales
presentan condiciones intermedias entre el clima
Tropical Lluvioso y el clima Tropical de Sabana; por
encontrarse situados más al sur, los vientos llegan
menos cargados de humedad.
213
La ocurrencia de precipitaciones casi diarias en Baracoa impide que las temperaturas
bajen considerablemente. Las temperaturas mínimas y medias son relativamente
elevadas debido al calor latente de condensación que evita el enfriamiento excesivo.
La diferencia en temperatura entre los meses más fríos (enero y febrero) y los más
cálidos (julio y agosto) oscila entre 4º y 5ºC.
yunque de baracoa
la hidrología
La influencia de los vientos alisios y el relieve provocan la caída de abundantes llu-
vias en el Parque. Estos factores han propiciado la existencia de una rica red hidro-
gráfica representada por 7 cuencas de primer orden; las de los ríos Toa, Sagua, Moa,
Jaguaní, Nibujón, Santa María y Taco y 15 cuencas de segundo orden. La cuenca del
río Toa es una de las siete con prioridad a nivel nacional y su nacimiento se encuen-
tra en el sector Cupeyal del Norte, en la parte más occidental del Parque.
La orientación del cauce del
río Toa es de oeste a este, e in-
cluye las subcuencas Jaguaní,
Naranjo, Quiviján y otras más
pequeñas, con una extensión
de 1 061 km. Esta región es la
de mayor alimentación plu-
vial de Cuba y se extiende por
los municipios Yateras, San
río duaba Antonio del Sur y Baracoa.
Las cuencas hidrográficas de segundo orden son las de los ríos Jaguaní, Castro, Ma-
caguanigua, Yarey, Piloto, Jaragua, Riíto, Arroyo Prieto, El Toro, Calentura, Limo-
nes, El Naranjo, Mal Nombre, Palmarito, y Jucaral.
río toa
215
8.4
la flora
Los días con lluvia al año son alrededor de 200. Los meses más lluviosos son de oc-
tubre a enero, y mayo, con promedios entre 300 y 500 mm; los menos lluviosos son
febrero y marzo con más de 200 mm. Los años que menos llueve se sobrepasan los 2
200 mm; por el contrario, ocasionalmente se superan los 5 000 mm. También aquí se
produce la mayor humedad relativa de la nación:
los valores varían durante el año entre 90 y 95%.
El mes más húmedo es octubre y el más seco, julio.
La evaporación es menor de 900 mm. Las tempera-
turas son elevadas, entre 22 y 26°C, lo que junto a
las frecuentes y largas calmas produce una fuerte
sensación de calor sofocante.
217
Los helechos merecen una mención especial en este estrato, debido a la gran riqueza
de especies.
bosque siempreverde
En el Bosque Siempreverde la mayoría de los árbo-
les mantienen su follaje durante el período poco
lluvioso.
río jiguaní
bosque de
galería
El bosque de galería se
observa en las orillas
de algunos ríos, bajo
la influencia directa
de su humedad. Su
composición varía en
las diferentes zonas,
y por tanto su fisio-
nomía.
uveral
El uveral es una faja
con predominancia
de Coccoloba uvifera
que se presenta en
algunas partes de la
costa del Parque.
manglar
Los manglares con-
forman una formación que se halla en las áreas con suelos pantanosos, influencia-
dos por el mar. En el Parque, esta formación conforma un tipo particular, pues está
compuesto sólo por Rhizophora mangle; ocasionalmente se hallan Avicennia ger-
minans, y Laguncularia
racemosa y Conocarpus
erecta. Su mayor exten-
sión se encuentra en la
desembocadura del río
Jaguaní, y en la Bahía de
Taco.
219
bosque semideciduo
Se considera como bosque semideciduo aquel en
que la mayor parte de las especies arbóreas (más
del 30%) tienen hojas caedizas en la estación poco
lluviosa. Sólo se observan pequeños relictos en las
calizas costeras entre Nibujón y la Bahía de Taco.
pinares
de PINUS
CUBENSIs
zona climáticamente de
latifolias. Los suelos ferro-
magnesiales provienen de
las rocas ultramáficas, que
son muy pobres y ácidos.
En los primeros, se hallan
los pinares más extensos
y productivos; y en los
segundos se observa una
ecomorfosis con un fenoti-
po diferente de la forma tí-
pica. Dentro del Parque se
presenta una considerable
diversidad de comunida-
des, cuya composición florística varía en dependencia de las condiciones ecológi-
cas, y del aislamiento geográfico.
charrascales
de baja altitud
(típicos)
Se hallan desde el nivel del mar
hasta cerca de los 500 msnm,
y no presentan estera radical.
Con frecuencia cambian su as-
pecto debido a la presencia de
Pinus cubensis (achaparrado), convirtiéndose en-
tonces en un charrascal de baja altitud con pinos.
Dentro del Parque la mayor extensión se encuen-
tra en Yamanigüey.
221
matorral de
galería
En la zona directamente influencia-
da por las grandes crecientes de los
ríos y arroyos de la parte central del
Parque, hay una comunidad carac-
terística. Se estudió principalmente
entre La Melba y el río Los Lirios,
es decir, en rocas del complejo me-
tamórfico, y en la zona de mayor
pluviosidad de Cuba.
complejos de vegetación
En esta región los complejos de vegetación pueden encontrarse
en disímiles condiciones. Los complejos de vegetación costeros
varían en función del substrato. El complejo de costa arenosa
se presenta en las playas de arena, mientras que el complejo de
costa rocosa en las zonas de diente de perro, influenciada funda-
mentalmente por la salpicadura del oleaje.
herbazal de humedal
Se presenta en lugares donde la profundidad del agua permite el enraizamiento y
desarrollo de algunas plantas. En esta zona está constituido por pequeños cayos
aledaños al manglar.
vegetación cultural
La vegetación cultural es la que se produce por la acción antrópica directa, y que se
mantiene debido a la intervención continua del hombre. Está constituida por los
diferentes cultivos puros y sus mezclas (conucos). Los más extensos son los pastos
(con árboles, y/o arbustos, y/o palmas) que se presentan en los alrededores de la
confluencia de los ríos Naranjo y Toa; los cultivos en Cayo Verraco; y los Cocales en
la parte norte. Además hay pequeños conucos en otras partes del Parque.
ejemplos de la flora
Como ejemplos de la riqueza florística de la zona, mostraremos varias especies que
habitan el Parque: los helechos, las orquídeas y las palmas.
223
8.4.1
la flora
Los helechos
ENCYCLIA MOEBUSI
ren de mucha sombra, otras
pueden crecer a pleno sol.
drum jamaicense.
229
ENCYCLIA HOWARDII
DILOMILIS OIGOPHYLLA
SPECKLINIA MUCRONATA
LEPANTHES SP .
ATOPOGLOSSUM EXCENTRICUS
231
8.4.3
la flora
Las palmas
233
palma cana ( SABAL
COCOXTRINA YUNQUENSIS
DOMINGENSIS )
cocal
palmar en la montaña
gasteracanta cangriforme
p. audax
viuda negra (latrodectus mactans
argiope argentata
237
8.5.2
la fauna
Otros Arácnidos
amblipigio
Los arácnidos constituyen
entre los artrópodos un gru-
po ecológicamente muy im-
portante, tanto por la gran
cantidad de especies que lo
forman como por su carác-
ter mayoritariamente depredador en los ecosis-
temas. Son por tanto uno de los elementos más
susceptibles a sufrir los efectos de la acción an-
trópica. Este riesgo se incrementa por la con-
vergencia de otros dos factores igualmente im-
portantes: la reducida distribución geográfica
de la mayoría de las especies, y el hecho de que
los mayores valores de riqueza y endemismo
en el grupo se concentran en zonas áridas o de
vegetación costera, todas de elevada fragilidad
ecológica.
MICRATATENA MILITARIS
solífugo
araña peluda
SELONOPS SP .
trapdoor
239
8.5.3
la fauna
Las Mariposas
Posee una enorme variedad de mariposas, diurnas y nocturnas, que exhiben las más
variadas formas, tamaños y colores.
greta cubana
Desde la pequeña y de-
licada Greta, hasta la
EUEIDES MELPHIS colorida Parides gundla-
chianus, las mariposas
alegran todas las for-
maciones vegetales del
área, contribuyendo a la
polinización de numero-
sas especies de plantas.
ATLANTEA PEREZI
PARIDES GUNDLACHANUS
PHOEBIS AVELLANEDA
HELICONIUS CHARITONIUS
ANARTIA JATROPHAE
PROTESILAUS CELADON
241
8.5.4
la fauna
Anfibios y Reptiles
ELEUTHERODACTYLUS IBERIA
oriental: en la Sierra Maestra
Sierra Maestra y en el Macizo
de Nipe-Sagua-Baracoa.
ANOLIS SAGREI
ANOLIS SAGREI
cópula de
ANOLIS PORCATUS
ELEUTHERODACTYLUS LIMBATUS
ELEUTHERODACTYLUS EILEENAE
C YCLURA NUBILA
ELEUTHERODACTYLUS ATKINSI
243
OSTEOPILLUS SEPTENTRIONALIS ELEUTHERODACTYLUS IBERIA
OSTEOPILLUS SEPTENTRIONALIS
ANOLIS LUCIUS
OSTEOPILLUS SEPTENTRIONALIS
ANOLIS
ALISONI
verde
245
8.5.5
la fauna
Moluscos Terrestres
CARACOLUS SAGEMON
XENOPOMA AGUAYOI
UROCOPTIDAE
da hasta el momento por otra isla. Tal diversi-
dad inspiró al renombrado científico Henry A. Pilsbry a acuñar la frase: «Cuba es el
paraíso de los malacólogos».
247
las polimitas
Las polimitas pueden encontrarse en seis formaciones vegetales diferentes sobre sue-
los predominantemente calcáreos: en manglares, charrascales, matorrales xeromor-
fos costeros, bosques siempreverdes micrófilo y semideciduo tropical, pluvisilvas,
y se adaptan exitosamente a agroecosistemas como los cafetales. De las 820 especies
arbóreas de Cuba, unas 200 están relacionadas con el género Polymita.
POLYMITA VENUSTA
249
8.5.6
la fauna
Los Mamíferos
el almiquí
La existencia de remanentes intactos y bien conservados
de selvas tropicales lluviosas han garantizado la super-
vivencia y confinamiento de poblaciones de almiquí, un
animal muy «primitivo» y de significativa importancia
científica y ecológica para la fauna cubana actual. Esta
es una especie amenazada, y muy difícil de observar.
los murciélagos
Se han observado siete especies de murciélagos en el Parque, con una dominancia
total de las especies de la familia Phyllostomidae con seis, y sólo una de la fami-
lia Molossidae. Se estima que existen
al menos el doble de las especies hasta
ahora reportadas.
El manatí.
Existe una población de manatí (Trichechus manatus manatus) en la Bahía de Taco,
ubicada en el sector Baracoa. El manatí es una especie autóctona amenazada con cate-
goría de Vulnerable en la Lista Roja de la UICN e incluida en el Apéndice I de CITES.
Históricamente, esta especie ha sido víctima de la pesca furtiva por el valor de su
carne. Además, muchos mueren por colisión con las hélices de embarcaciones.
Las jutías
Las condiciones biológicas del Parque, más
algunos aspectos del relieve, la geomorfolo-
gía, y el estado de conservación y diversidad
de la vegetación, han contribuido a brindarle
nicho a dos especies de roedores endémicos:
la jutía andaraz (Mysateles melanurus) y la
jutía conga (Capromys pilorides). Ambas es-
pecies son objeto de la caza furtiva por parte de los habitantes de las localidades
adyacentes que incursionan al interior del Parque.
251
8.5.7
la fauna
Las Aves
pedorrera
253
zunzún
palome perdiz
del rojo en la garganta y el blanco grisáceo con
algunas plumas rosadas en los laterales de la
región ventral, le aporta un toque distintivo y
único entre las aves. En el Caribe Insular exis-
ten otras cuatro especies de este género muy
similares, pero la diferencia fundamental es
que la nuestra presenta unas manchas azules
a ambos lados de la parte superior y lateral
del cuello.
carpintero jabado
cernícalo
255
8.6
el mar
La plataforma marina de la
zona, muy poco estudiada y
en excelente estado de con-
servación, presenta grandes
extensiones de arena en la
desembocadura de sus numerosos ríos, en contraste con las grandes profundidades
que comienzan a poca distancia de la costa. El arrecife coralino, en su estado virgi-
nal, nos ofrece una gran variedad de formas y colores.
Bajo el mar, la fauna marina de Cuba se caracteriza por una alta diversidad de espe-
cies y poblaciones en comparación con otras zonas del Atlántico Centro Occidental.
En el ambiente marino el endemismo local es muy raro debido a la continuidad e
interrelaciones del medio acuático.
257
259
Hoy los pescadores, al igual que
nuestros aborígenes, hacen más
diversa la mesa baracoana, cap-
turando en sus aguas cobos,
langostas, camarones e infini-
dad de peces de deliciosa carne.
261
263
oculta entre nubes y montañas, baracoa de cuba, la ciudad primada.