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LAS REVOLUCIONES HISPANOAMERICANAS.

1808-1826
RESUMEN DE LOS CAPÍTULOS 1, 2 Y 3.

John Lynch

CAPÍTULO 1: LOS ORÍGENES DE LA NACIONALIDAD HISPANOAMERICANA


1.- EL NUEVO IMPERIALISMO
John Lynch da inicio a su obra indicando que en Hispanoamérica las revoluciones independentistas –
entre 1808 y 1823- fueron repentinas, violentas y universales, además señala que generaron el
surgimiento de nuevas naciones. Pese a que las independencias fueron precipitadas a causa de la crisis
española, fueron el remate de un largo proceso de descubrimiento de la identidad propia americana; y
aunque inicialmente no se negó la soberanía de la corona, sí se cuestionaron las bases de la fidelidad
americana.
A fines del XVIII, luego de un periodo de inercia y baja intervención imperial o independencia de facto,
España intentó acrecentar la dependencia de América a ella a través de un nuevo imperialismo: reformó
la administración, reorganizó la defensa y reavivó el comercio. Mas estas medidas atentaron contra los
intereses locales, trayendo grandes costos para España ya que había surgido en América una élite criolla
con identidad regional y un comercio intercolonial. En definitiva, surgió un nuevo equilibrio de poderes,
por lo que Carlos III se propone detener esta emancipación con el absolutista y centralista régimen
Borbón.

2.- RESPUESTAS AMERICANAS


Lynch califica este proceso como una segunda conquista y la describe como burocrática; pero señala que
esta política fue saboteada durante la colonia. Cuando la Corona permitió a susfuncionarios volverse
mercaderes y tener indios bajo su jurisdicción se abrió paso al peonaje, un violento sistema que fue
respondido con rebeliones como la de Tupac Amaru en 1780.
Los Borbones se esforzaron en delimitar el poder de la Iglesia, siendo un ejemplo de esto la expulsión de
los jesuitas en 1767, acto considerado despótico. Pero la Iglesia reaccionó y del bajo clero surgieron
guerrilleros, como lo fue el cura Morelos, en México. Ante las rebeliones, España redujo el papel de las
milicias locales y potenció al ejército regular. Determinó que los altos oficiales debían ser españoles y
restringió el fuero militar a los no-blancos. Además, la corona estatizó el impuesto alcabala y amplió el
monopolio estatal del tabaco.
Pero entre 1765 y 1776 se desmantelaron los sistemas restrictivos del comercio colonial y se
abandonaron reglas seculares: bajaron tarifas, se abolió el monopolio, se abrió comunicación libre y se
autorizó el comercio intercolonial. Sin embargo, los americanos se dieron cuenta de que todavía estaban
sujetos a un monopolio y que dependían del control español. La economía americana no respondía con
suficiente rapidez a los estímulos externos, había muchas importaciones y pocas exportaciones. La
función de América se centró en las materias primas. El autor indica que “la política española creó un
dilema de intereses entre los exportadores agrícolas y los manufactureros locales, un conflicto entre
libre comercio y protección que fue transferido casi intacto a las nuevas repúblicas”, la Industria pedía
protección y laagricultura más mercado para la exportación. La emancipación, es de considerar, no era
sólo por libertad de comercio: deseaban un gobierno que cuidara intereses americanos y protegiera
libertad y propiedad.
Entre los grupos de presión a la corona estaba el Cabildo, institución que representaba los intereses
criollos; y los estancieros, aliados de los mercaderes criollos en contra del monopolio español. Pero
América tenía conflictos entre y dentro de las colonias a raíz de sus distintos intereses. El antagonismo
criollo-peninsular se agravó, principalmente a causa de la rivalidad por empleos políticos y beneficios
eclesiásticos. Además, la sociedad era jerárquica y los criollos temían que los esclavos se rebelaran, por
o que no abandonaban su ligera protección imperial. En México la revolución de 1810 fue tanto para
arrebatarle el poder a España como para evitar que los pardos se hicieran de él.
En América hubo resistencia a las innovaciones y abusos de poder (como protestas en Perú, Nueva
Granada y Venezuela en 1780 y 1781), pero estas no fueron antecedentes de la independencia, sino más
bien utopías de tiempos pasados. En este sentido, diferimos del autor pues aunque estas rebeliones no
hayan apuntado a la independencia sí sientan antecedentes en el sentido de cuestionar y criticar a la
autoridad real. Pese a esto, socavaron la lealtad al gobierno borbónico.

3.- EL NACIONALISMO INCIPIENTE.


Las exigencias básicas de los criollos eran poder político y orden social. Este grupo tenía sentido de
identidad, un pre-sentimiento denacionalidad que respondía a las unidades administrativas, no a
América en su conjunto. La geografía -con la dificultad de comunicaciones que implicaba- favorecía el
arraigo local. Además existían rivalidades interregionales, como la de Chile y Perú por el trigo. Pese a
esto, se hacía cada ve más distinción entre americanos y españoles y a estos últimos se les llamaba
despectivamente gachupines o chapetones.
Las fuentes intelectuales del americanismo eran por una parte las ideas de la filosofía francesa,
relacionadas con la Ilustración, pero los criollos las aceptaban como instrumento de reforma y no de
destrucción y sólo algunos criollos eran revolucionarios (entre ellos Simón Bolívar). Para Lynch “la mayor
amenaza contra e imperio español procedía de los intereses americanos más que de las ideas
europeas”. Luego el autor plantea que la influencia de Estados Unidos fue más benéfica y duradera.
La crisis del gobierno español fue el otro factor necesario para el crecimiento del americanismo. El
monopolio español terminó de hecho entre 1797-1801 y acercó la independencia económica de las
colonias. Además del ocaso del comercio España-América, los ingleses querían compensar la pérdida de
mercados europeos por bloqueo napoleónico, por lo que impulsaron con ímpetu el contrabando en
América.
Cuando en 1808 Napoleón designó a Pepe Botella para la corona española, la resistencia se organizó en
juntas provinciales. La junta central fue arrinconada por los franceses y se disolvió en enero de 1810,
dejando en su lugar a una regencia con mandato para convocar acortes en las que estuvieran
representadas tanto España como América. Sin embargo se le negó una igual representación a los
americanos.
Haciendo un plano general, las revoluciones avanzaron más rápidamente en el sur, desde el Atlántico al
Pacífico. El norte fue más hostigado por España, se desvió de Venezuela a Nueva Granada y volvió al
origen. Finalmente convergieron en Perú. La Insurrección mexicana siguió su curso propio.

CAPÍTULO 2: REVOLUCIÓN EN EL RÍO DE LA PLATA

1.- COMERCIANTES Y MILICIAS


En el Río de la Plata la Independencia llegó apresurada y preparada por la naturaleza:, pues la colonia
estaba débilmente poblada y mal. Tras el triunfo ante Inglaterra los criollos constituyeron su poder
militar y demostraron, señala John Lynch, que los americanos no querían cambiar un amo imperial por
otro, y que la administración sur era frágil y su defensa débil. Los criollos le tomaron gusto al poder y
adquirieron sentido de identidad. España quiso luego restaurar el antiguo equilibrio, pero la milicia
criolla ya era un nuevo núcleo de poder y una molestia para ellos; fueron constantes las discrepancias
entre criollos y peninsulares. Luego, ante la detención de Fernando, las provincias proclaman lealtad al
rey, una actitud poco realista y se reconoce a la Junta CentralLos criollos se dividían en dos tendencias:
intelectuales y militares; aunque estos grupos eran permeables entre sí. Las ideas liberales eran muy
corrientes en círculos criollos, incluso creían que el liberar el comercio no dañaría la industria local (y si
la dañó).El contrabando fue reemplazado por el libre comercio, las mercancías fueron mejores y más
económicas. La emancipación económica de Buenos Aires fue anterior a la política y causó grandes
pérdidas a los peninsulares.
En el Alto Perú surgió el primer movimiento hacia independencia política. Tras la crisis imperial de 1808
hubo disputas por el poder, se extendieron desórdenes, se depuso al intendente y al obispo, se formó
una junta de gobierno presidida por un mestizo y se redactó un Plan de Gobierno. La revuelta era radical
y buscaba autonomía del Alto Perú y Buenos Aires. Pero el movimiento rompió por cuestiones sociales y
raciales: criollos y mestizos se disputaron mando militar. Se impuso entonces un reinado del terror.
Lynch explica que Perú no estaba preparado para independencia pues su pensamiento era conservador,
impregnado de valores señoriales y los criollos no se comprometieron lo suficiente con el movimiento
revolucionario, prefiriendo dominio el español al mestizo.

2.- LA REVOLUCIÓN DE MAYO


Buenos Aires cambió; su administración perdió terreno, la Iglesia fue reducida mediante regalismo, la
clase acomodada española fue derrotada. Criollos -militares e intelectuales- se abrían camino y tenían
un movimiento clandestino. Tras la ocupación de Andalucía y la dispersión de Junta Central en España
empiezan la revolución. Se llama a un congreso general para el 22 de mayo para nombrar un nuevo
gobierno, una asamblea representativa en un sentido limitado pues era selecta. En esta asamblea se
habló de la reversión de derechos de laSoberanía al pueblo, doctrina que en opinión del autor era
revolucionaria para una colonia. Se resolvió que el virrey debía abandonar su cargo y que la autoridad
residiría en el cabildo hasta nombrar una junta de gobierno. La revolución era criolla, una élite que no
consultaba pueblo pero hablaba en su nombre. Según el autor, asumían la “máscara de Fernando”,
asegurándose impedir una contrarrevolución española y el apoyo inglés: no era un sacrificio someterse a
un gobernante que no gobernaba. La máscara fue quitada cuando Fernando volvió despóticamente.
Dice el autor respecto a la lealtad al rey: “La Revolución de Mayo fue algo más que una extensión de la
resistencia y del movimientos de las juntas de España; más que una propuesta de autogobierno bajo la
corona, fue la rebelión de una colonia dirigida por revolucionaros violentos y radicales, cuya lealtad
hacia el rey cautivo no podía ser tomada en serio”.

3.-BUENOS AIRES Y EL INTERIOR


El nuevo gobierno tuvo dos presiones: la división de las filas revolucionarias y la oposición de las
provincias, que veían la revolución de mayo como un movimiento regional en beneficio de Buenos Aires.
En el Río de la Plata se desarrollaron economías regionales basadas en distintos recursos y las provincias
preferían una economía que protegiera productos locales, opuesta al libre comercio de Buenos Aires;
además defendían la jerarquía patrón-peón contradictoria a la movilidad social de la Buenos Aires. En
Enero de 1812 se disolvieron las juntas provinciales: “eran el reino del centralismo y liberalismo
porteños;eran la versión americana del despotismo ilustrado”. Pero pronto esta oligarquía intelectual
perdió el apoyo de importantes sectores del pueblo y llegaron algunos emigrados de regreso: José de
San Martín, entre otros. San Martín se puso a trabajar para darle a la revolución un nuevo cuerpo
militar, instaló un segundo triunvirato bajo las consignas de independencia, constitución y democracia,
convocó al pueblo para una asamblea general constituyente, pero se agudizaron los conflictos entre
centralistas y provincianos y no se produjo ni unidad ni nueva constitución. En 1813 triunfaron los
realistas, que querían volver a la antigua situación colonial, pero Buenos Aires se resistió. El gobierno se
recuperó gradualmente y el gobierno central pasó a manos de Gervasio Antonio de Posadas en enero de
1814. Las provincias exigían autonomía o federación y Buenos Aires era intransigente, el autoritarismo
era el principal obstáculo para la unidad.
Lynch se pregunta ¿Quién ganó con la rev. De 1810? Primero, el comercio ultramarino pues se eliminó el
monopolio español. Ganaron los consumidores, la clase mercantil y la industria ganadera. El Río de la
Plata surgió, pero las provincias interiores sufrieron una crisis a causa de su dificultad para transportar
mercancías ante el aislamiento. Para prosperar necesitaban políticas proteccionistas, o sea, poder
político e independencia respecto a Buenos Aires. En 1816 San Martín, al estar al borde de la disolución
de las Provincias Unidas, señalaba que era moralmente imposible el que nosotros mismos
nosconstituyésemos. Algunas provincias declararon su independencia y otras se unieron a Artigas,
formando pequeñas repúblicas. Los unitarios buscaron la ayuda de San Martín y Belgrano, pero se la
negaron, por lo que fueron derrotados.

4. RIVADAVIA Y LA NUEVA ECONOMÍA


Luego de años de violencia y de la anarquía de 1820, en Buenos Aires consiguieron la independencia
política, por lo que ahora debían esforzarse en su desarrollo económico e intelectual o educativo. Para
el gobernador liberal Rodríguez, la independencia no era garantía de libertad, por lo que promovían la
propagación de escuelas y universidades. Además, Rodríguez en relación al papel de la Iglesia proponía
la secularización, cuestión que desató la reacción católica. Este gobierno pretendía generar políticas de
desarrollo económico factibles y liberales, pero para conseguirlo se veía en la necesidad de aplicar
políticas autoritarias desde el propio Estado para, por un lado, crear condiciones para el desarrollo de
los individuos y, por otro, reprimir a las masas populares que ofrecían resistencia.
El comercio de Buenos Aires se abrió al mundo y fue destacada la participación de ingleses en la
economía nacional, que obtuvieron grandes ganancias y tenían la posesión de las propiedades más
valoradas. Esto condujo a la economía bonaerense a la dependencia de Gran Bretaña, que en pos de su
conveniencia fomentaba un Estado unitario y centralista para no someterse a limitaciones provinciales.
Pero finalmente las políticas llevadas a cabo por Rivadavia fracasaron, pues el plan –en su
sentidoteórico- no era apto para la realidad local: era acelerado, no juicioso y no consideraba el
regionalismo; proponía una industrialización que no hallaba en Argentina ni las materias primas ni el
capital necesario. Por otra parte., Rivadavia no contaba con el apoyo de los estancieros –los hombres
nuevos de la revolución-, quienes se negaron a ser parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Todo esto condujo a Rivadavia a abandonar su cargo en 1827 y ante el vacío de poder asumió el
federalista Borrego. Lynch explica que “el federalismo respondía a intereses económicos y representaba
beneficios inmediatos”, además de dejar estos beneficios en las provincias y no en Buenos Aires.

5. LOS ESTANCIEROS Y LA NUEVA SOCIEDAD


Como ya señalaba el autor, pese a la indepencia, la función empresarial en manos de los británicos y no
de los nativos, que estaban en desventaja en relación a los extranjeros. Adquirió importancia la estancia,
que producía recursos ganaderos y agrícolas para el mercado extranjero. Se aplico la enfiteusis,
permitiendo el arriendo de tierras públicas a largo plazo; a raíz de esto algunas familias emigraron de la
ciudad al campo para hacerse latifundistas. Era la fiebre de la tierra, era una verdadera reforma agraria
desde cuyo seno surgía la nueva clase dominante: la oligarquía terrateniente, que no tardaría en llegar
al Estado. En esta época de relativa estabilidad se desarrolló una suerte de peonaje; surge también el
gaucho, contra quien arremetía la ley; en cuanto a los indios, fueron declarados libres a iguales, pero
estono se vio sino en el papel. Algo similar ocurrió con los esclavos que, a pesar de las medidas como la
libertad de vientre, siguieron siendo explotados. Mestizos y pardos, por su parte, continuaron siendo
discriminados y excluidos. En definitiva, era necesario un cambio social y los revolucionarios no fueron
concientes de ello.

CAPÍTULO 3: REVOLUCIÓN CONTRA EL RÍO DE LA PLATA

1. INDEPENDENCIA DE URUGUAY
“La revolución engendró más revolución y la independencia se alimentó de sí misma”. Así nuestro autor
nos introduce al hecho de que las provincias periféricas hayan rechazado asociaciones con el nuevo
estado y que iniciaran la búsqueda de soluciones políticas propias. Así -ayudados por la geografía-,
Uruguay, Paraguay y Bolivia declararon su independencia, con el fin de realizar sus intereses con
autodeterminación. En la Banda Oriental surgió una clase terrateniente cuya principal riqueza provenía
de la ganadería; este desarrollo rural atrajo a comerciantes peninsulares. Este territorio tenía
importancia estratégica, política y comercial para la corona, por lo que desarrolló rivalidad y sospecha
mutua con Buenos Aires que condujo a un intento de Liniers por deponer a Elío. Luego de
reconciliaciones y más pleitos, Elío declaró la guerra a Buenos Aires y esto, junto a la preparación de
intelectuales y clérigos de oposición abrieron paso al movimiento independentista. Pero la base del
movimiento de Artigas fueron los estancieros y gauchos, que propagaron el movimiento por toda la
provincia. Hacia 1813 Montevideo estaba en manos de losespañoles y era asediado tanto por porteños
como por artiguistas. Este último grupo tenía un plan centrado en lo político; y las provincias debían
tener plena soberanía con autonomía militar y económica. Ante la negativa de la asamblea
constituyente de aceptar diputados orientales Montevideo se alzó en armas contra Buenos Aires y en
1815 Artigas se hizo gobernador de la Provincia Oriental.
Al mismo tiempo se forma la Liga Federal, que declaró a Artigas defensor de los Pueblos Libres. Pero
luego de la guerra la Provincia Oriental se había vuelto prácticamente un desierto y no alcanzaba para
alimentar a la población y el comercio estaba debilitado. Esto condujo a Artigas a promover la libertad
de comercio para las provincias, abriendo sus puertos pero no el comercio interior. Esta política
federalista tenía matices raciales y implicancias sociales. Se había concentrado la propiedad en un grupo
minoritario mientras la mayoría de la población estaba empobrecida. El gobernador, calificado como
caudillo populista por Lynch, concedió tierras y ganado a quienes los trabajaran, privilegiando a negros,
zambos, indios y blancos pobres. . A nuestro parecer, el autor hace una mención ligera de estas
implicancias sociales y raciales sin establecer nexos; sería interesante ahondar en que el estatus social
estaba prácticamente determinado por el fenotipo.
Los portugueses de Brasil seguían deseosos ex extender sus fronteras hasta el Río de la Plata y tenían el
poder necesario por lo que finalmente una oleada de estos invasores puso un violento fin a la joven
PatriaVieja. Las Provincias Unidas y Brasil combatían, mas sus poderes estaban equilibrados, por lo que
la Provincia oriental surgió como una nación independiente, con ayuda de mediación británica. Si Gran
Bretaña se inmiscuyó en el asunto fue porque su comercio en el sur del Atlántico estaba siendo afectado
por la guerra El mediador fue John Ponsonby, quien opinaba que Montevideo estaba preparado para su
independencia y condujo a ambas partes beligerantes a una mesa de negociación para tratar el tema. En
1828 se firmó un tratado de paz y se declaró la independencia; en 1830 el Estado Oriental del Uruguay
dictó su primer Constitución y culminó su proceso independentista. Entre otras cosas se decretó libertad
de comercio, prensa y opinión, además de aboliciones de fueros y mayorazgos.

2. PARAGUAY, LA DICTADURA IMPENETRABLE


Al igual que Uruguay, Paraguay repudió la autoridad bonaerense, primero apoyando a España y luego su
propio independencia, conseguida en 1811. Pero entró en una “dictadura seudopopulista bajo el
gobierno del siniestro doctor Francia”. Geográficamente aislado y con una economía bastante primitiva
basada en los recursos naturales Paraguay vivió en evidente pobreza. Además cargaba un anticuado
sistema militar donde todos los colonos debían cumplir servicio militar; los peninsulares tenían a su
favor los cargos públicos y el comercio y era constantemente intervenido por la administración
bonaerense. La clase dominante era estanciera, con altos cargos en la milicia provincial y con las
dirigencias patriarcales de un pueblo dócil y mayoritariamente mestizo. En 1814 el doctor Francia fue
nombrado Dictador Supremo de la República por cinco años; además existiría un poder judicial
independiente y un congreso; pero en 1816 tras sus presiones fue nombrado Dictador Perpetuo y
disolvió el congreso. En el personalista y centralista gobierno de este criollo la Iglesia fue sometida, la
clase estanciera desapareció como fuerza política, creo una red de espionaje que colaborara con el
ejército, bloqueó y aisló el país aplicando la autarquía, censuró, concentró la propiedad de la tierra,
mantuvo bajos niveles de vida, aplicó una política de mestizaje forzoso, continuó el peonaje, etc.
“Paraguay se había asegurado la independencia y la nacionalidad, pero a un cruel precio” asegura el
historiador hispanista y americanista John Lynch. Pese a todo, una élite criolla logró sobrevivir.

3. LA GUERRA DE GUERRILLAS EN EL ALTO PERÚ


Buenos Aires estaba interesado en el Alto Perú, antes parte del virreinato del Río de la Plata. Con la
Revolución de Mayo Lima inmediatamente comenzó a exigir su antiguo patrimonio, pero Buenos Aires
se opuso. Además, el Alto Perú era un punto estratégico para las acciones de contrainsurgencia
española. En este lugar, hecho geográficamente para la guerra irregular, la independencia se manifestó
inicialmente como guerrilla. Los monteros realizaban juntas espontáneas, mantenían sus fidelidades y
propósitos comunes, eran inconformistas, aventureros y delincuentes. En 1809 se declaró la revolución,
pero Antonio González instaló un régimen del terror que alarmó hastaa los propios patriotas, se fusiló a
los funcionarios reales, castigó a españoles y trató a los patriotas como meros provincianos. Este
gobierno reformó la administración, mas no consideró los intereses regionales. Lo que Castelli ocasionó
finalmente fue que las personas se cuestionaran la liberación, mientras continuaba la guerra con el
ejército realista. En 1815 el soldado José Rondeau toma a su cargo la tercera expedición al Alto Perú,
pero Pezuela, conservador absolutista, lo derrotó, ratificando la reconquista española.
Hacia 1809 en La Paz y en el norte los revolucionarios buscaban alentar a las masas indígenas y
movilizarlas, mas era un propósito interesado pues se pretendía acabar con la servidumbre indígena,
pero para convertirlos en obreros asalariados y consumidores. Pero entre 1815 y 1816 las fuerzas
peninsulares derrotaron a las guerrillas y los criollos permanecieron leales a la metrópoli. Respecto a los
criollos Lynch explica que “Fue en sus manos y no en las de porteños ni en las guerrillas, que cayó la
independencia del alto Perú”. Finalmente indica que Pezuela, al reforzar el ejército apartó tropas de
Chile y Perú, influyendo a Marcó a anticiparse a expedición de San Martín aumentando el ejército.
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