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R E V I S TA D E P O E S ÍA
Primavera 2007
Nueva época
a
Dirección
alforja ARTE y
L I T E R AT U R A
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
Rector
DE SINALOA
José Vicente Anaya y José Ángel Leyva Héctor Melesio Cuén Ojeda
Consejo Editorial
Ludmila Biriukova, Miguel Ángel Echegaray,
Evodio Escalante, Juan Gelman,
Eduardo Langagne, Carlos Maciel Sánchez,
Carlos Montemayor, José Emilio Pacheco,
María Vázquez Valdez
, Tres poemas sobre poesía , La juerga de los ansiosos
materia humilde y humillada, porque el canto no puede ser una traición a la vida, y próximo posible a la experiencia sensorial del
sólo es justo cantar si nuestro canto arrastra consigo a la gente y a las cosas que no mundo. Sentí que era imposible seguir ade-
tienen voz. lante por ese camino y consideré acabada mi
experiencia poética. Estábamos en .
Después vino la experiencia concreta, neo-
Mi padre era un puestero y en mi casa no había libros. Conocí la poesía en las an- concreta, y finalmente mi adhesión a la
tologías escolares: algunos poemas y sonetos que venían desde Camões hasta los poesía política, cuando el Brasil ardía en la
simbolistas y parnasianos, pero no pasaban de allí. Cuando empecé a escribir —al- lucha por las reformas sociales.
rededor de los trece años— pensaba que todos los poetas habían muerto, y aun así Abandonar las experiencias de vanguar-
me entregué con entusiasmo a ese oficio de difuntos. Iba a la Biblioteca Municipal dia para entregarse al poema comprometido,
y leía sólo poetas maranhenses. Todos los demás, incluso los brasileños, no me ése fue el viraje que realicé, más consecuen-
despertaban el menor interés. Un día, no sé bien cuándo, descubrí la existencia del te de lo que parecía a simple vista: mi
resto del mundo —las grandes ciudades distantes— y desde entonces empecé a sen- búsqueda de un lenguaje no conceptu-
tir que vivía al margen de la Historia. al implicaba el rechazo de los con-
São Luís do Maranhão, mi ciudad, con sus días luminosos y azules, permanecía tenidos ideológicos del universo
entre el deslumbramiento y la desesperación: la vida era bella y destituida de finali- cultural que me había cabido como
dad. La literatura, que me prometía una respuesta al enigma de la vida, me recorda- herencia. Al retomar, en otro nivel, el
ba a la muerte, con su mundo de letras negras impresas en páginas amarillentas. contacto con la realidad social, a partir de
Comprendí que la poesía debía captar la fuerza y la vibración de la vida o no ten- una visión crítica de sus fundamentos, se
dría sentido escribir. Ni vivir. Me zambullí así en una aventura cuyas consecuen- me volvió necesario, como poeta,
cias eran imprevisibles. empezar de nuevo. Me volqué hacia las
Estábamos a fines de los años ’, principios de los ’, y los poetas que entra- formas poéticas rudimentarias de los can-
ban en escena se volverían herméticos y fríos, pero eran los poetas de la metrópolis y tores de ferias y de los romances “de cordel”,
eso, a mis ojos, les otorgaba prestigio. Aun no tenía juicio alguno a respecto de que habían fascinado mi infancia nordestina. El
ellos y seguía el rumbo de mis indagaciones y mis perplejidades. Pienso haber com- movimiento de cultura popular, que buscaba elevar
prendido, más tarde, que esa generación era producto, por un lado de la posguer- la conciencia política de las masas proletarias de la ciu-
ra, y por otro, del nivel al que Carlos Drummond de Andrade y Jorge de Lima dad y el campo se extendió por todo el país durante los
habían conducido la experiencia poética en Brasil. El fin de la guerra fue el fin de dos últimos años del gobierno de João Goulart.
una pesadilla y había llevado a los poetas a la participación, a las efusiones de la Si es cierto que, por dar prioridad al factor
rebeldía y la solidaridad. Muchos de ellos ahora deseaban recogerse en su intimi- político, ese movimiento se resintió de una
dad, auscultar el lado oscuro y silencioso de la vida. Más aún porque la guerra fría visión simplificadora del problema cultural y
dividía a los compañeros de ayer, aguzaba los conflictos ideológicos y reiniciaba la estético, también le abrió perspectivas renovado-
persecución a los comunistas. Todo aconsejaba que los poetas se alejaran de los ras al arte brasileño: la poesía, el teatro, el cine y la música popular resultaron
acontecimientos. Se retomó la búsqueda de la poesía pura, de esa poesía que no se extensamente fecundados por él. El golpe militar de cerró los Centros
alimenta de lo cotidiano sino de las palabras mágicas y de la forma verbal rebusca- Populares de Cultura y sometió a sus principales integrantes a un proceso policia-
da. Ese interés por la forma ya se había manifestado en la madurez del lenguaje co-militar. De hecho, fue ese movimiento de cultura popular lo que me ofreció la
poético que surgió espontánea e irreverente con los modernistas de . salida para el impasse estético de la poesía. Como siempre, la solución de ese pro-
Aquella necesidad mía de que la poesía captara la compleja vibración de la vida blema no se encuentra en el progresivo refinamiento de los elementos formales y sí
me alejaba del formalismo y me estimulaba a bajar a niveles en que zozobraba la en el retorno a la materia sucia y compleja de la vida.
propia estructura del discurso. Por otro lado, esa misma necesidad me llevaba a Durante aquellos años, manteniendo mi repudio a las concepciones metafísi-
querer captar la experiencia descontaminada de pasado y, para eso, era necesario cas, busqué que mi poesía expresara esos cambios y esa profundización de mi
repeler toda y cualquier manera, todo estilo listo, como si fuera posible recrear visión de la realidad. El lenguaje simple del comienzo de esta fase comprometida
integralmente el lenguaje a cada poema. Terminé por desintegrar el discurso y fue volviéndose denso poco a poco hasta asimilar la complejidad de la experiencia.
reducir las palabras a oscuros aglomerados de fonemas y rugidos en la tentativa de El Poema sucio, que escribí en en Buenos Aires, tal vez realice la mejor síntesis
encontrar un lenguaje menos abstracto, no conceptual, no manipulado y lo más de ese largo y difícil esfuerzo para expresar la complejidad en un lenguaje ase-
Canto para adelantó nuestro Pedro Dantas. Me parece que, además de esto, con
excepción de algunas piezas de Mário de Andrade y también de
Carlos Drummond de Andrade (especialmente en Rosa do povo), es
muchas voces nuestro único poeta mayor de los tiempos que corren. Pero en Gullar la voz públi-
ca no se separa nunca de su toque íntimo, de su timbre personal, de esperanzas y
desesperanzas, de los recuerdos de infancia en una ciudad azul, evocada en
medio del triste exilio porteño. Hoy (1978) sólo le es comparable, en Brasil, la
men, capta al poeta entre su nombre y su de los años siguientes, hasta el “golpe duro” de . Los Centros Populares de
vasta búsqueda estética: “Vivo la prehistoria Cultura (CPC) eran entonces un hervidero de ideas y de artistas. El joven presidente
de mí / Por poco poco / yo era yo / José de del CPC de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), que militaba entonces junto a
Ribamar Ferreira Gullar / No fue suficiente / nombres importantes de la cultura nacional (el dramaturgo Oduvaldo Viana Filho,
El Gullar que bastase / no nació.” Si José de los cineastas León Hirchman, Cacá Diegues, Arnaldo Jabor, entre otros), compro-
Ferreira Gullar, a los veinte años, , San Luis. Ribamar era insuficiente, la obra de Gullar metido en la militancia hasta la misma afiliación formal en el Partido Comunista
que “no nació”, la que se rehusó siempre a Brasileño, en , el mismo día del golpe, abandona su etapa concretista y se abre
estar “pronta”, sigue renovándose desde a otra voz que también constituye una investigación estética. Se trata del rescate de
hace medio siglo. la poesía popular, los romances épicos de la literatura “de cordel”, la que en el
Después de Um pouco acima do chão, una edición del autor de en su San nordeste se lee y se vende en ferias, y donde el poeta ve un instrumento de concien-
Luis natal, la poesía de Gullar, ya instalado en Río de Janeiro desde y donde tización de las masas. Quedan de esa etapa y de esa voz ediciones del CPC-UNE como
trabaja como periodista, atravesaría varias crisis, cambios de rumbo que con- João Boa Morte, cabra marcado pra morrer (que sería después filmado por Eduardo
vierten su biografía poética en una especie de muestrario de las corrientes estéticas Coutinho) y Quem matou Aparecida, ambas de . La reflexión más elaborada de
que atraviesan la poesía brasileña del post-“modernismo” local. A partir de A luta la violencia que Brasil y el continente sufrieron en aquellos años aparece en los
corporal (Río, ), su obra se convierte en la expresión misma de una procura: el poemas que serán reunidos y publicados en bajo el título Dentro da noite
soneto clásico, “camoniano”, el verso libre, el poema en prosa, y aun la negación veloz, que también es el nombre de la más conmovedora elegía por la muerte de
de los contenidos ideológicos impuestos, lo que lo llevaría al célebre poema Ernesto Che Guevara que produjera la poesía brasileña. Dentro da noite veloz es, sin
tico Gonçalves Dias, otro marañense). La voz de Gullar es, en ese extenso poema,
la de todos, la de las calles, la de los suburbios, pero es también la que se eleva y
contempla al hombre frágil bajo “la Vía Láctea”. ja y que da inicio al dossier (p. ). El “poeta de la casa del puestero Newton
Primor de técnica, de ritmo, de yuxtaposición emocionada de discursos, Poema Ferreira”, su padre, daba allí la clave fundamental para su lectura: la relación
sujo tenía todo para convertirse en un emblema privilegiado de su tiempo, como intrínseca, física, orgánica del arte y la vida. La solución para los impasses estéticos
también lo será, en otro nivel, la música popular que incorporará textos de Clarice (como los momentos que siguieron a su ruptura con el movimiento concretista) “no
Lispector o del mismo Gullar, en esa feliz incapacidad brasileña de separar con se encuentra en el progresivo refinamiento de los elementos formales y sí en el re-
nitidez autoritaria el arte popular del erudito. Y es seguro también que a partir de torno a la materia sucia y compleja de la vida”. Se definía entonces como “un fugitivo
Poema sujo, la obra y la persona de Gullar se convirtieron en una especie de ícono y un sobreviviente. Alguien que logró escapar del anonimato, que viene del su-
nacional (probablemente muy a su pesar). Vendrían después poemarios como el frimiento menor, de la tragedia cotidiana y oscura que transcurre bajo los techos de
tenso Na vertigem do dia (), Crime na flora, un texto escrito treinta años antes, mi patria ahogada en sollozos; la tragedia de la vida-nada, de la vida-nadie”. El
que el poeta publica a instancias de su editor en , y Barulhos (), que ante- tema de la incorporación en la escritura de esa vida “menor”, que incluye la casa, el
cede, en la polifonía, al actual Muitas vozes. También advendría una parte consid- cuerpo, los vecinos, el pueblo, volvía en otro momento de aquella nota reveladora:
erable de su obra como ensayista, crítico de artes plásticas, dramaturgo, traductor, “la historia humana no transcurre sólo en los campos de batalla y en los gabinetes
cronista. Pero el Gullar-ícono —que el Gullar “no nacido” tal vez no acepte nun- presidenciales. Transcurre también en las quintas, entre plantas y gallinas; en las
ca— quedaba definitivamente instalado entre las referencias culturales brasileñas calles de suburbios, en las casas de juego, en los prostíbulos, en las escuelas, en las
con su biografía, su tematizada calle Duvivier en Copacabana, sus apariciones fábricas, en los noviazgos de esquina. De todo eso quise hacer mi poesía, de esa
mediáticas, a veces polémicas, siempre inteligentes. materia humilde y humillada, porque el canto no puede ser una traición a la vida,
y sólo es justo cantar si nuestro canto arrastra consigo a la gente y a las cosas que
no tienen voz”.
En cuanto a las “muchas voces” que componen diacrónicamente su obra, no
suponen, según el poeta, una contradicción. Abordando su evolución estética,
En El País Cultural pidió a Gullar un texto donde él mismo presentara su obra decía Gullar: “Abandonar las experiencias de vanguardia para entregarme al poe-
al público uruguayo que, por las barreras idiomáticas o la consabida distancia ma participante fue un cambio radical que ejecuté y que era más consecuente de lo
cultural, pudiera no conocerla. Escribió entonces una nota especialmente inspira- que podía parecer a primera vista: mi búsqueda de un lenguaje no-conceptual
da, de momentos casi líricos, que el lector puede encontrar en este número de alfor- implicaba el rechazo a los contenidos ideológicos del universo cultural que me
displicente y eterno
Extravío
Reflexión
¿Dónde empiezo, dónde acabo,
Está fuera si lo que está afuera está dentro
de mi alcance como en un círculo cuya
mi fin periferia es el centro?
Me extravié en el tiempo.
¿Dónde estarán mis pedazos?
Mucho se fue con los amigos
que ya no oyen ni hablan.
Infinito silencio
Estoy disperso en los vivos,
en su cuerpo, en su olfato, hubo
donde duermo hecho aroma (hay)
o voz que tampoco habla. un enorme silencio
anterior al nacimiento de las estrellas
Ah, ser sólo el presente:
esta mañana, esta sala. antes de la luz
materia de la materia
Ramón Muñiz
F erreira Gullar es un nombre por el cual todos los poetas de mi generación (de
a años) sienten respeto, y muchos, admiración. Hay por lo menos dos
peculiaridades suyas que pueden sustentar ambas actitudes. Una es el hecho de
que el autor ilustra, una vez más, el importante lugar que el estado de Maranhão
exhibe en la literatura brasileña entre los siglos XIX y XX, la tierra de Gonçalves Dias,
Hoy el verso de Gullar es sólo de
Gullar, su marca registrada, y
desarrolló una flexibilidad expre-
siva considerable. Pensemos, por
ejemplo, que llegó a publicar, al
de Sousândrade, Odorico Mendes y Maranhão Sobrinho, estos tres últimos inicio de su carrera, con los
rescatados del olvido por los poetas concretistas y poéticamente más importantes poetas de la llamada generación
que el romanticismo oficial de las antologías. Por otro lado, Gullar fue el único en del ’; pero retros-
salir no sólo intacto sino también prestigiado después de discordar frontal y públi-
camente con los caminos propuestos por el concretismo. Peor: el heresiarca creó la
disidencia neoconcreta, ya que pertenecía al grupo original del que fue después un
crítico vehemente. Esto no es poco en el medio exiguo y disputadísimo de la poesía
brasileña, sobre todo en un tiempo en que se pretendía definir quién estaba del
La trayectoria literaria y vital de Ferreira Gullar es una de las más ricas
lado de la brillante novedad y quién era favorable al moho.
de la poesía brasileña contemporánea. Atraviesa los experimentalismos
Después de haber sobrevivido a lo peor, lo que sí hubiera podido dañar la imagen
radicales de la poesía concreta en porosa convivencia con las transfor-
exterior de la evolución poética de Gullar —una carrera sólida que se extiende des-
maciones paralelas de la plástica, incursiona en las encrucijadas que se
de los años de la década de hasta el presente— fueron ciertas marcas, evi-
le presentan al artista por las preocupaciones que le plantean su concien-
dentes en su poesía, del compromiso político, una poesía comprometida inscrita
cia social y su deseo de participación política, y culmina en un equilibrio armo-
en la tradición del “cordel”, oral. Había sin duda un desajuste en la estética creada
nioso en que el sujeto lírico proyecta sobre el laberinto de la realidad su dimensión
por un poeta del vehículo escrito y de mentalidad cosmopolita tratando de compon-
existencial y cósmica, sin que el contexto social colectivo se desdibuje por comple-
er como un cantador repentista “nordestino”, con el resultado advertido por Julio
to. Ferreira Gullar combina la mirada penetrante de Cabral de Melo Neto, su
Cortázar en Algunos aspectos del cuento, cuando deslindaba la diferencia de alcance
capacidad imagética abstractizante —en especial su visión del nordeste con
y de estructura entre la tradición de cuentos orales argentinos y los de registro
una proximidad con el lector, similar a la que tuvieron Bandeira y Drummond de
escrito, cada cual con sus especificidades. Se trata, en cualquier caso, de una parte
Andrade. Sin duda, uno de sus méritos es haber conservado hasta el día de hoy su
muy pequeña de la obra de Gullar, reunida bajo el título Romances de cordel (-
impulso poético, pues haber pasado por registros a veces no sólo diferentes sino
), y también algunos poemas políticos de Dentro da noite veloz. Son, además,
encontrados es una de las pruebas de su vitalidad y calidad, las cuales le tienen
textos concebidos con finalidad panfletaria, y esto, en los tiempos durísimos de la
garantizada su permanencia en el panorama poético brasileño.
dictadura militar (-), precisamente el tipo de acontecimiento que desfigura
el arte de una época y de un lugar. Con aquella dictadura —y todo lo que implica: RODOLFO MATA
Fagner grabó algunas composiciones con letras y versos suyos. ¿Cómo nació esta
alianza?
La complicidad con mi querido amigo Fagner nació por iniciativa de él, que
puso música a un poema mío. A partir de eso trabajamos juntos un par de poemas
míos, que gracias a eso ganaron enorme popularidad.
Volviendo a Poema sucio, hable un poco sobre esta figura menudita, vestido flori-
do, entre sábanas lavadas y la alquimia del fogón: Bizuza.
Bizuza era tía de mi madre y ayudó a criarnos, a mí y a mis hermanos. Se encar-
gaba de la cocina y de todo lo demás. Me acuerdo de ella con enorme ternura y
mucha culpa. No sé si le di el cariño que ella merecía. Cuando publiqué me primer
Foto de Luciano Bomwell
libro de poemas y el nombre de ella estaba allí, sonrió feliz. Al menos eso.
Eleuda de Carvalho. Periodista cultural, trabaja para el periódico O Povo, de Ceara, Brasil.
El amigo Gatinho, . Originaria de Bahía, reside en la ciudad de Fortaleza. Estudió la maestría en letras y es auto-
Ferreira Gullar,
la deidad inconsciente
del poeta
Siempre quise traducir al español Poema sujo de Ferreira Gullar. Me pareció,
en su primera lectura, un libro de dramática ironía; un hombre que lleva a cuestas su
destino y lo celebra dejando sobre las cosas que le fueron vitales una mirada
profunda, que orada la materia del horizonte creando un jardín de flores
melancólicas. Conocí a José de Ribamar Ferreira y él era su obra, estaba en
su mirada, en lo lánguido y tímido de sus gestos que escondían a un hombre
que ha sufrido y que, sin embargo, fluye sobre la vida, que transporta un enorme saco
de esperanza en una leve y consistente canoa por un río constante, de cauce enérgico.
* Pablo del Barco, traduc- Poesía, ¿detener la vida con palabras? Ferreira Gullar, nacido José de Ribamar Ferreira el de septiem-
tor de la versión española No, liberarla,
de Poema sucio, Visor,
bre de en São Luis de Maranhao, comenzó a escribir poemas a
Madrid, . hacerla voz y fuego en nuestra voz. los quince años. Desde entonces, su tierra, las gentes y los paisajes
De Dentro da noite veloz, . formarán parte nuclear de su obra, fundamentalmente en verso:
1 Introducción a Ferrerira
Gullar, Toda poesía (-
0), ª ed., Civilizaçao
V inícius de Moraes definió a Ferreira Gullar como “el último
gran poeta brasileño”. Sergio Buarque de Hollanda, autor de
Visión del Paraíso, dijo de él: “Es nuestro único poeta mayor
de los tiempos actuales (con excepción de Mario de Andrade y Dru-
mmond de Andrade) […] sólo comparable, en Brasil, a la prosa de
ciudad de Sao Luis de Maranhao… Un forajido y un superviviente.
Alguien que consiguió escapar del anonimato… de la tragedia cotidi-
ana y oscura que se desarrolla bajo los techos de mi patria…; la trage-
dia de la vida-nada, de la vida-nadie. Si algún sentido tiene lo que 2 Ferreira Gullar, Uma luz
do chao, Avenir Editora,
Brasileira, Río de Janeiro,
escribo es dar voz a ese mundo sin historia.2 Río de Janeiro, ,
. Guimaraes Rosa.”1 pp. -.
otra crisis de creación: el abandono de esa vía y la fijación en otra for- “Ferreira Gullar: poesía y
persona”, en Cuadernos
ma de expresión que se mantiene aún viva en todo el nordeste de Hispanoamericanos,
Brasil: la literatura de cordel. Es una tentativa de llegar a su objetivo,
el viejo y constante objetivo: que la poesía llegue a todo el mundo,
que se responsabilice del papel tranformador del poeta, que no pier-
da sentido de la realidad de lo cotidiano: “Intenté reencontrar mi
10 Entrevista en Jornal de
Letras, año XI, núm. ,
lenguaje de poeta a partir del lenguaje coloquial.”10
Lisboa, octubre-noviem- Romances de cordel11 es la muestra específica de esa forma de hacer
bre de , p. .
poesía, no tan opuesta como a primera vista parece de los Poemas
11 En Toda poesia, op. cit., concretos / neoconcretos.12 La semejanza temática es evidente y, en la
pp. -.
fortuna de un lenguaje poético nuevo para Ferreira Gullar (que es el
12 Poemas de los años viejo lenguaje de los romances), la elección e insistencia de algunos
-. En Toda poesia,
op. cit., pp.-.
términos nos avisa sobre la permanente búsqueda del poeta de un
lenguaje vivo.
13 Civilizaçao Brasileira,
Río de Janeiro, .
En esa progresión hacia el hallazgo definitivo de la expresión
Reúne poemas de los años personal, Dentro da noite veloz 13 resume estas preocupaciones y mar-
-.
ca el camino hacia la madurez temática y formal de Poema sucio. “Mi
pueblo, mi poema” puede sintetizar esa integración de voluntades:
Mi pueblo en mi poema
Foto de Walter Craveiro
se refleja
como la espiga se funde en tierra fértil.
14 En Toda poesia, op. cit., Al pueblo aquí su poema le devuelvo
De tierra
* El Código das Aguas fue decretado en Brasil el de julio de , bajo la jefatura del
donde para siempre se apagará gobierno provisional de Getulio Vargas, para un uso más racional del agua en el país.
la forma de esta mano ** El Palacio da Alvorada es la residencia oficial del presidente de la República de Brasil, pri-
ardiente por ahora. mer edificio de Brasilia, inaugurado en junio de y proyectado por Oscar Niemeyer.
Literatura y sociedad
Poesía rusa de la segunda mitad del siglo XX
estación lo esperaban Diego Rivera y otras personas.1
quedado las esperanzas y el entusiasmo surgidos de la desestalin-
También se conocen las visitas de Evguéni Evtushenko y Andréi ización y la liberalización relativa de la vida de finales de la década de
Voznesenski, poetas surgidos en los años de desestalinización y y comienzos de la de . Estos años generaron el boom de la
quienes posteriormente se convirtieron en “…poetas estrellas (pero joven poesía de “farándula”: los estadios llenos de miles de especta-
2 Hermann Bellinghausen, iconoclastas) del sovietismo […] quienes vinieron a México y decla- dores escuchando poesía no fueron ninguna leyenda. Pero el viento
“Pulgas y dragones: alforja fresco de oposición y fe en el futuro, lo cual era vital en esas grandiosas
de poesía rusa”, La
maron ante grandes audiencias, al estilo ‘poesía en los estadios’”.2
veladas poéticas, se coloreaba con el sonido de los versos, desaparecía
Jornada de Enmedio, de No faltó la presencia poderosa de Joseph Brodsky, premio Nobel
enero de , p. a. sin dejar huella y los versos resultaron en parte no ser profundos
de literatura, más conocido en estas latitudes. Emigró de Leningrado (Evtushenko) y en parte comenzaron sólo a perseguir el éxito acos-
[ahora San Petersburgo] a Estados Unidos a principios de la década tumbrado (Andréi Voznesenski) […].
de , perseguido por el régimen soviético en su etapa del “estanca-
Las circunstancias externas no favorecieron los descubrimientos poé-
miento”. Apoyado por Octavio Paz, y a partir de su segunda lengua,
ticos. Como cualquier régimen agotado, el soviético del final tendió ca-
el inglés, Brodsky se hizo frecuente colaborador de revistas y suple- da vez más a un conservadurismo estático, que en las condiciones de 3 Alekséi Aliojin, “La poe-
mentos culturales de México (ídem). una total censura se reflejó directamente en la producción de las sía rusa en el cruce de dos
siglos”, alforja Revista de
Estos temas inevitablemente nos llevan a la problemática de la publicaciones. Esto no significa que no hubiera logros creativos poesía, núm. XXX, otoño
poesía en lengua rusa que cuenta con algo más de dos siglos de edad, valiosos. Pero ellos no surgieron en las corrientes “principales” […].3 de .
y a tratar de comprender el impacto que tuvieron sobre la misma los
acontecimientos sociales durante el siglo XX, “desde la primavera de la
revolución hasta su gris ocaso” […]. Hay que resaltar que en estas condiciones sociales —según Mijail Ái-
senberg— la actitud poética, como el arte en general, se convirtió en
Hablamos de la tragedia de la revolución. De grandes his-
Rusia, por lo menos hasta finales de los años de , en una posi-
torias de amor transfiguradas en un corpus poético
equivalente a nuestro Siglo de Oro, sólo que en un
ción especial de la vida, permitiendo la existencia de un artista dentro
mundo con la libertad hipotecada. Amantes de la sociedad, pero no según sus leyes. “Eran tiempos —dice este 4 Mijail Áisenberg, Mira-
da sobre un artista libre.
incansables, los poetas del llamado Siglo de Plata autor— que, en el caso de la poesía, los versos reflejaban una forma Prólogo para una guía
(Pasternak, Mandelstam, Ajmátova, Tsvetáieva) de vida y no una profesión, y los representantes del arte querían inédita, Gandalf, Moscú,
.
hicieron del amor su universo, y uno y otro entender cómo un hombre común podía aspirar a lo extraordi-
toparon con esa desgracia llamada Stalin, que les nario.”4
marcó vidas y muertes (ídem). Es conocida la importancia del samizdat (autoediciones, a veces
escritos a máquina y en pocos ejemplares) y del tamizdat (publica-
También es un recorrido hacia la libertad, ciones fuera de Rusia). En la clandestinidad la palabra se mantenía
hazaña de la poesía y la emoción. Aquí viva gracias a una serie de departamentos privados llamados salones.
viene al caso una reflexión de Vladislav La poeta Natalia Ósipova, quien a mediados de la década de fue
Jodasévich, uno de los poetas rusos fun- propietaria de uno de los salones literarios caseros, recuerda:
damentales de la primera mitad del siglo
pasado, sobre el papel que desempeña y Los oyentes que no alcanzaban lugar, se acomodaban en el piso. Una
la importancia que puede tener un poeta vez, una jovencita delgada y de una estatura no muy alta se puso incluso
en la sociedad: “…está vivo sólo aquel en pose de turco encima de un librero al lado del busto de Voltaire. Ya
no me era posible conocer a todos los presentes, y éstos no siempre se
poeta que respira el aire de su siglo, oye
conocían entre sí. Surgía la idea de conseguir lugares más amplios, unas
música de su tiempo”. salas […]. Posteriormente solía encontrarme con la gente que eventual-
Alekséi Aliojin, director de la revista de mente asistía a dichas reuniones, quienes afirmaban haberme visitado
poesía Arión, de Moscú, opina que en en mi salón de disidente. Se debe recordar que en aquellos años, en
5 N. Ósipova, “Sobre el
la década de los años de : víspera de la perestroika, el movimiento disidente sufría dificultades, que ‘salón’ en Pushkinskaia”,
incluso ahora algunos de los autores lo llaman el tiempo de la des- NLO [Nueva Revisión
trucción. Los disidentes, como regla general, estaban en la cárcel. En Literaria] núm. , abril
El imperio soviético entró en su último de , pp. -.
mi casa no se hablaba de política, y aunque a veces no era tan difícil
periodo, caracterizado con suma precisión
adivinar las simpatías de un interlocutor, las reflexiones siempre eran
por la palabra “estancamiento”. Atrás habían
Es urgente la comprensión de estos fenómenos en Rusia (en Europa en ¡Pero, para nosotros, el honor, el checo y el diablo
general) y también en regiones como América Latina, donde la fasci- Son espacios desconocidos!
nación por la Revolución rusa ha sido importante; estudiar sus reper- ¡Y para nosotros, el homenaje y la estima
cusiones en la vida privada y en los espacios culturales (idem). Por lealtad a la común infamia!
En el momento actual es imposible no percibir una discusión in- ¡Y nosotros mecemos a los nietecitos,
tensa entre intelectuales latinoamericanos relativa a estos problemas. Y asistimos a las asambleas,
Se llega a formular una idea muy sencilla en apariencia —válida para Y nuestras voces de soprano resuenan 10 Martin Amis, Koba el
Temible. La risa y los
9 Trad. de Ludmila Biriu- los escenarios contemporáneos del mundo que vivimos—: el crimen Cada vez más pulcras! veinte millones, Anagra-
kova, publicado por pri-
mera vez en Arquitrave,
como causa del fracaso de los movimientos revolucionarios y la im- ma, Barcelona, [del
texto en la contraporta-
núm. , febrero de , posibilidad de construir una nueva sociedad sobre campos de extermi- Se conoce una vasta obra escrita sobre este tema que comprende da]. Título original: Koba
Colombia, p. .
nio. Algunos intelectuales podrían argumentar que desconocían estas libros de arte y análisis histórico. Uno de ellos, de Martin Amis, se the Dread: laughter and
the twenty million, Lon-
atrocidades, mientras que a otros —aquí y allá y en todas partes— refiere al hundimiento del valor de la vida humana. “Se centra en un dres, .
simplemente no les interesó saber. En este sentido, resulta ilustrativo el importante punto débil del pensamiento del siglo XX: la tolerancia de
poema “El siglo actual y el que pasó”, de Aleksandr Gálich, escrito en los intelectuales occidentales ante el comunismo”.10
:9 Aunamos a esta perspectiva una tercera particularidad: el desco-
nocimiento y la incomprensión por parte de los intelectuales
Al comprender lo inútil de las justificaciones latinoamericanos de las condiciones de vida pública y privada de los
Y saber que la ignominia es la oscuridad completa y no hay salida, habitantes de la ex Unión Soviética y de sus espacios culturales. [Hubo
Nuestros antepasados a la hora de la muerte escribían agónicas cartas intelectuales de México que sí conocieron y denunciaron los
Y después de orar: crímenes de Stalin; algunos de ellos fueron José Revueltas, Eunice
“Por los siglos de los siglos…” Odio y Rubén Salazar Mallén.] Mientras que nos pronunciemos por la
defensa de la diversidad frente al mundo globalizado, ojalá que no se
nos olvide que en el tiempo “soviético” el fenómeno monolítico era
generalizado y aplanador de las más mínimas diferencias.
Existen innumerables testimonios acerca de -, los años del
terror, escritos en aquella época. Uno de ellos es del escritor Demián
Bedni:
sobre las mentes. ¡Pero es justamente el más deseado, el más dulce po- hechos ni la sinceridad emocional que requiere la creación literaria.
der! La literatura soviética, incluyendo la crítica, siempre fue, como […]
dicen en la actualidad, “una estructura de poder”. Cualquier construc- Por el momento, lo único que sabemos es que, al igual que ciertos ani-
ción lineal después de unos pasos aparece fuera de la realidad —en la males salvajes, la imaginación no se reproduce en cautiverio (ibid.: pp.
región de las ideologías— y, para advertir esta frontera, el pensamien- y ).
to debe mirar atrás, chocar y cambiar el rumbo, entrar al diálogo. Con
otras palabras cambió la apreciación de la materia de la que se confec-
21 Mijail Áisenberg, “Los
ciona la verdad.20 Un escritor normal, reencarnación de la plena libertad, continúa Ái-
vendedores del aire”, Mi-
rada sobre un artista libre,
senberg:
Gandalf, . En agresiones contra el underground —dice Mijail Áisenberg— el
crítico Evgueni Schvartch escribió: “¡Sombra! Conoce tu lugar” […]. […] sospecha de sí mismo diferentes cosas poco halagadoras, se reco-
Pero cómo olvidar “de aquel lenguaje que se construía en un intento noce como un ser extraño, algo monstruoso. Que el talento carcoma
de defender al pensamiento de la inercia de todas las reglas, incluyen- alguna materia del alma que lo alimenta, y este lugar o se cicatriza, se
petrifica, o se cubrirá de la carne salvaje, la locura. El artista absorbe al
do las propias”. Sería un pecado:
hombre en el autor y entonces, aunque sea por esta razón, no vale la
24 Rayfield, op. cit., p. .
22 George Orwell, “Los
pena que él asuma el papel de líder popular, ni de asesor del soberano.
impedimentos de la litera- Bajo la luz de la literatura soviética, la anterior clandestinidad se parece a
Pero los escritores soviéticos, que no conocen la reflexión, indivisibles
tura”, Letras Libres, agos- la región de las sombras. Aquí no hay nada que pueda ofender: ya Pla-
to de , año VIII, núm. como un núcleo, de nada de esto se dan cuenta. […].
, p. .
tón consideraba la poesía como sombra de la sombra. Las sombras, en
efecto, deben conocer su lugar […]. En la Tierra no existe un tal lugar. Es el miedo ante la vida. Y cuando éste se mezcla con una insoportable
condiciones en que puedan llevarse a cabo esos fines positivos: es sacre des ecrivains sovie-
28 Samizdat. Voces…, op, tiques”, Fusill’es a
cit., p. .
despejar un espacio que, sin los fines que vale la pena perseguir en sí Moscou. Zinoviev,
La destrucción de los derechos del hombre, la muerte en el hombre de
mismos, permanecería vacío.27 Kamenev, Smirnov…
la persona jurídica, es un prerrequisito para dominarlo enteramente. Y Lettres inédites, Spartacus,
ello se aplica no sólo a categorías especiales, tales como las de delin- París, nov.-dic. de .
En recibió mucha difusión la información sobre las “clínicas cuentes, adversarios políticos, judíos, homosexuales, sobre quienes se 31 Víctor Serge, Obras
siquiátricas especiales” de la Unión Soviética. Amnistía Internacional realizaron los primeros experimentos, sino a cada habitante de un escogidas, p. .
participó en esta difusión. Estado totalitario […].
[…] cuando se quiere excluir a alguien de la sociedad se lo declara A la verdadera naturaleza de los regímenes totalitarios corresponde
mentalmente enfermo si las autoridades están convencidas de su exigir el poder ilimitado. Semejante poder sólo puede ser afirmado si
culpabilidad y la investigación no ha podido probarla. La Corte no es- literalmente todos los hombres, sin una sola excepción, son fiable-
tablece el periodo de internación, que puede extenderse indefinida- mente dominados en cada aspecto de su vida […].
mente. A personas totalmente sanas se las interna en estos hospitales a
causa de sus opiniones, junto a otras realmente enfermas. De este mo-
do pierden el derecho a defenderse ante un tribunal y viven en condi-
ciones mucho peores que las de las prisiones y los campos.
El primero de estos “hospitales” ya existía antes de la guerra, en Kazan.
Aún mantiene una sección especial para los internados políticos creada
en esa época. Después de la guerra se estableció una colonia en
Sistjovka, en la región de Smolensk. […] A los internos de esta colonia
se los hunde en un completo colapso mental.28
Zamiatin, Serguei Esenin, Maiakovski, Pasternak, Danil Jarms (su “Estando solo”, CN, Stoli-
chnie novosti, versión
cuñado) y Mandelstam, en lugar de los realistas como Gorki, empa- electrónica, núm. ,
rentado [con él] por el lado materno, y Alexei Tolstoi. Pero en , (), - de septiem-
bre de .
cuando Serge comenzó a escribir narrativa, la nueva era milagrosa
prácticamente había acabado, destruida por los censores, y pronto los
propios escritores, en su mayoría, fueron detenidos y asesinados o se
suicidaron.
*** ***
NOTA: Este poema recibió el premio “Elección del lector”, de Arión, revista de poesía
de Moscú, cuyo director es Alekséi Aliojin. [N. de la T.]
* Especie de ravioles. Vladímir Strochkov. .
*** ***
Como el cielo sobre la ensenada, corazón, deja de latir, Hay en la vida vegetal del poeta
No alteres el curso de las libélulas. Una época infausta, cuando
Dios para un palmo de tierra tiene Intenta evadir la luz celestial
Una columna de almas proyectadas. Y teme al juicio de los hombres.
Él quitará con la pala un estrato de tierra, Y desde el pozo de una metrópoli,
Descubriendo los siglos. Vertiendo a las palomas grises el mijo limpio,
Pero, Señor, ¿qué se podría hacer conmigo, Jura con un juramento terrible,
Si estoy vivo por ahora? Desquitarse si llega el caso, pero
No pongas la casa más rica que la paterna, Gracias a Dios, en la veranda de una casa de campo,
Aun más penosa será tu frustración. Donde el jazmín acaricia la mano,
Así las hormigas no cambian su orden Del violín exaltado de Vivaldi
Y las aves entre los claros de los tejados. Aprendíamos a volar —y he aquí
Está en llamas la pared, El vacío alcanza la altura,
De los ojos apagados sale humo. Y el alma desde la altura del vacío
Pero sobre mí, ¿qué podrán decir ustedes Se precipita a la tierra y queda sin pulso,
Que yo mismo no haya dicho? Pero las flores rozan el codo…
***
La verdad.
El horizonte.
No el vacío frente a la mirada,
lontananza afín.
Locos en verdad,
hombres deshabitados, marchitos,
endiablados —por decir.
Silbos,
habitantes universales,
encajonados.
De cartón piedra su piel.
Incendiarios
de los mejores días y malas noches,
cerebrales cuando se oponían las razones.
No había porqués.
Acción para las dudas.
Cuánto hilacho tirado de la nada. volcados hacia ellos están los iluminados:
Bajan en triciclos aquellos que no tuvieron hambre,
tirados por sus perros… que no necesitaron agua en el camino,
A pie, ciegos, que perdonaron lo necesario.
tirados por sus perros.
Montados unos sobre otros, enredados, Bajo la cuesta y allí están otra vez.
como manojos de aire, como Son alientos moribundos.
resoplidos…
Ocres y negros, el vestido es un delantal, Santiago de Querétaro,
Divinas perversiones describía ambientes que remontaban a las servidoras de las musas en Lesbos:
Tal intento se frustra porque la amante mantiene “una dieta muy estricta”; las […] puede existir un hotel
dietas que son, sobre todo en los últimos tiempos, atormentantes ocupaciones con un cuarto
citadinas. Sin embargo, de no haber tenido que congelar “en la memoria el menú y dos mujeres
del deseo”, a esta cena le hubieran venido de maravilla las copas de vino tinto que, o una sola a ambos lados de la puerta,
en el poema que ese título lleva —“Copas de vino tinto”— comparte Raquel
que extienden las manos al mismo lugar
Rolando Souza (Brasil, ) con la mujer de sus amores mientras sus rostros se
para reencontrarse siempre.
avecinan y una lengua unta a la otra y los cabellos de ambas se entretejen.
Y como para gustos se han hecho los colores y los grosores, mientras unas Entonces la muerte
cuidan su peso, Tatiana de la Tierra (Colombia, ) nos confiesa, en su “Oda a será la sombra que pasa
Carlos Edmundo de Ory se volvió a mí y me dijo: “Tranquilícese, señora, que el niño está bien y será un talento
cuando sea mayor.” Esto lo predijo Rodrigo Labin, aquel señor de las barbas largas.
[Marín, de junio de .]
¿Yo qué soy? Y su padre, el poeta modernista Eduardo de Ory, quien fue amigo de Rubén Darío y
Amado Nervo, escribió un poema a su hijo en el que afirma: “Tú serás poeta, /
poeta preclaro; / ¡serás… mi obra magna / y mi mejor lauro!” Y en efecto, Carlos es,
por sobre todos los oficios, poeta.
“…
cuando me interno en el terreno de la voluntad o del pensamiento
espeso, yo no sé todavía el mensaje que traigo, pues el espíritu que
sale por mi letra es por el momento un espíritu revolucionario,
más bien destructor y característicamente demoniaco. No soy más que un poeta,
un lírico feroz y una voz iluminada que canta libremente…”.
El párrafo anterior fue escrito el domingo de diciembre de . Su autor con-
taba con años. Hacía cinco que había llegado a Madrid proveniente de su natal
Cádiz. A los años se preguntaba: “¿Por qué estamos rodeados de auroras de la
muerte?” Y a los años afirmaba con clara visión delirante: “¡Jóvenes algo pro-
fundos, me oiréis! Tarde o temprano saldré yo con mis libros, como ahora salgo con
mis barbas. Como mis barbas de fuego turbador serán mis ideas y mis profecías.”
Carlos Edmundo de Ory nace el de abril del . Gaditano con raíces marinas
y árbol universal. Poeta de posguerra, representa en España una de las voces de las
vanguardias europeas. De hecho, junto con Eduardo Chicharro hijo y Silvano Serne-
si fundan en el “postismo”, y en , junto con el pintor Darío Suro, funda el
“introrrealismo”. Estos dos movimientos lo hacen en sí mismo ser “la vanguardia”
en la España de posguerra. Carlos Edmundo de Ory “pertenece a una estirpe de es-
critores para quienes vida y obra forman una indisoluble unidad”. Esto lo dice
Gloria Rey Faraldos refiriéndose a Gérard de Nerval, pero creo que es igual de váli-
do cuando hablamos de Ory, ya que su poesía, cuentos, novela, ensayos, diarios y
vida son un solo ser, un Golem maravilloso que nos lleva de la mano a visitar el
mundo del hombre y los mundos del más allá.
La historia del poeta Carlos Edmundo de Ory comienza desde sus padres. Su
madre le escribe contestando a la pregunta del poeta sobre su nacimiento:
Carlitos, tu hora de llegar al mundo fueron las seis de la tarde, creo que era viernes,
pero exactamente no te lo puedo decir, pero por la mañana fui a misa y tengo idea de
que era viernes: ya sabes que te caíste al suelo al nacer, y por poco me muero yo, y que
cuando tenías un mes te salió un bulto en la cabeza y por poco me vuelvo loca, y
Aerolito:
“Si te gusta ser llamado poeta desde joven, cuida de vivir poco.
Toda una vida con un pequeño mote es ridículo.”
Para un poeta demiurgo como Carlos Edmundo de Ory la misión no ha sido fácil, La pequeñísima muestra poética a continuación es una invitación personal a bus-
pero ha sido plena y llena de magia. Su comienzo con la creación del postismo en car al poeta que vuelve a hacer de la palabra una invocación y evocación mágica
fue aplaudido por Eugenio d’Ors, Vicente Aleixandre, Cirlot y otros escritores para entrar en el poema.
y poetas que llevan con su nombre la calidad de su obra y la visión. Fue rechazado Carlos Edmundo de Ory nos dice: “El cansancio hace inocentes a los hombres.” Y
por esa España sumisa y llena de miedo. Y escritores que ahora nadie guarda en la con esa inocencia nos convertimos en sabios que están por saber y conocer todo.
memoria ni en el corazón hicieron que se cerraran todas las puertas para no dejar La respuesta al “¿yo qué soy?” que nos lanza Carlos Edmundo de Ory es: soy el que
III
Bajo mi lámpara de trabajo Hubo un varón en tierra de Hus
Y Job dijo: Aburríme no he de vivir eternamente
I Déjame pues que mis días son vanos
Azúlate divino chimpancé Me levanto del pan para ganarme la cama
que el ángel acaricie tus cabellos heroicos Tengo que comer ir vestido por las calles
La hora del humanista ha pasado hace tiempo dormir bajo techado en un viejo colchón
Es menester vivir al borde del abismo a ras del suelo soñar sueños
El viento se levanta ¿quién se cruza de brazos? Nunca tuve casa propia
Toco el muro de las lamentaciones Por eso vagabundeo y me alejo
¡Ay de mí! ¡Ay de ellos! ¡Qué dolor! Me alejé de la familia un sábado
Busca el hombre la leche y la miel No dije adiós al mar
Lodo y sangre salpican nuestras bocas No dije adiós a nadie
Me da pena mirar la corbata del mundo Caí en manos de la infinita angustia
Fantasmas con zapatos de charol Poco a poco subía mi cuesta
A cada despertar agoto mis pupilas y sentí mi rostro pudrirse
Encuadernando lágrimas estoy Pasé el tiempo gozando goces materiales
Poeta atareado al fin me consolé siempre prisionero de la basura tridimensional
diciendo quintaesencias diciendo tonterías Conocí el extraño secreto de la conciencia
I El viejo observa,
Laúdes me habla con lenguaje de farola.
Sobre el friso de su frente
No sabía se eleva alto un papalote.
que tu voz sigue
la ondulación de los peces bajo las naves.
Me has dicho tu nombre,
me sentaré en la quilla
y veré a tu rostro imposible ensombrecer la gavia.
II
El juego
Apenas un telar
de luz retiene los muebles
las desleídas cosas.
Nombrada está la casa.
No, mujer.
No entrarán del huerto enardecido
los pájaros del Norte.
No abrirán los ojos
las setas del bosque adentro. Claudia Santa-Ana. Ciudad de México, . Poeta y arquitecta. Realizó también estudios
en restauración y conservación del patrimonio cultural. Recibió el Premio Nacional de Litera-
Sólo aprieta los puños tura Salvador Gallardo Dávalos en poesía y fue becaria del Fondo Estatal para la
Cultura y las Artes de Aguascalientes. Ha publicado los libros de poesía Quinta estación y Un
mientras deslizo el agua sable en la memoria. Actualmente dirige el Centro de Investigación y Estudios Literarios de
y el jabón sobre tus hombros. Aguascalientes Fraguas.
Mi amigo Peter pule un pedazo de metal frente a la ventana. ¿Se trata de la pieza En el escenario de mi cabeza, una mujer dentro de un círculo de espigas rotas.
de una maquinaria desaparecida hace mucho tiempo? ¿Del fragmento perdido Busca y recolecta las no tocadas por la siega. Nadie en este teatro. Al terminar de
del yelmo? El metal brilla como agua que nunca volveré a ver. ¿Será la figura de espigar, la alforja llena, levanta agradecida su mirada hacia el poniente. Cae el
un pájaro que extiende una sola ala o será el contorno de un cometa en su última telón. Todos los silencios. En ese instante, comienza el incendio, fragante y violento.
noche sobre la tierra? Con un paño azul, Peter construye el irrepetible astro de Abandono en calma el edificio. El teatro en llamas es la única luz en la isla.
este instante. Tal vez se trate de la silueta fugitiva del otoño o de un amuleto para Lentamente, la isla se pierde en la noche. Un punto de fuego cada vez más pequeño,
atraer el verbo blanco de la lluvia. ¿Y si fuera una llave para abrir las puertas de la cada vez más nítido, punza en mi cabeza.
niebla? ¿O una esquirla de la bomba que durmió sumergida hasta escuchar la voz
de esa mujer? ¿Podría ser el número de bronce arrancado de la fachada del labo- *
ratorio central? En la superficie del oro, Peter abre el reflejo de su mirada: la onda
sin final del espejo contra el espejo. Ahí está el alma. Del otro lado del océano te alcanzarán estas imágenes. Allá el viento estará cortado
por espadas. Como pan de guerra. Te escucho repetir tus líneas en una habitación
vacía. En el fondo de un espejo la isla, la lluvia: otra manera de decir la memoria.
¿Por qué punto llegará la tan ansiada Gracia? Miraré al este y aguardaré. Te adivino
dormida, oculta entre las ondulaciones del centeno en un invierno extrañamente
tibio. El lucero que se apaga sobre mí en esta hora, en tu cielo se enciende con
otra fuerza. Sé que hoy la Gracia te posee.
Del cuarto contiguo, abandonado, escucho el oleaje de los trigales blancos. La se-
creta oración del invierno en la isla desierta.
Del árbol de hierro, el fruto más suave. Lo depositó una ola vacía en la orilla, Gaspar Orozco. Chihuahua, . Poeta, músico, traductor y diplomático. Estudió literatu-
frente a mí. En una habitación solitaria memorizas ahora las líneas de la piedra, ra en la Universidad de Texas en El Paso, y relaciones internacionales en El Colegio de
México. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas literarias, así como en el
los murmullos de la sal. Pródiga en apariciones es la frontera entre el otoño y el número II de alforja REVISTA DE POESÍA. Ha trabajado varias formas de poesía experimental.
Foto: JAL
ah Pablo iluso de , y los recuerdos de una infancia con imágenes de prodigio.
no tienes contrato Sin conocer los sitios y la fauna que Efraín describe de su estado
. con los dioses, natal que tanto ha recorrido —ríos, selva, montañas,
el tamaño del tiempo cafetales, llanuras, caseríos, ruinas prehis-
no prevengas
predice las angustias; pánicas—, al leerlo sentimos que sus
el hierro del azar; experiencias son las nuestras.
aquí todo es grande, quiero ser su amante, Escindido entre la gran ciudad
la vida está me prostituye el destino, y el paraíso perdido de la
colgada de un vaivén; ser policía deseas? infancia de su natal
como un tonto escribo versos: ser atlante Ocosingo, entre la llama
no encuentro otra manera del cuerpo de la mujer y
por encima
de encontrarme; la sombra destructora
de la pobre existencia? del ángel, entre el len-
imagino en la letra o arreglador de flores guaje imaginativo de
un oasis del ruido para fiestas galantes la poesía y los dédalos
una música leve de quienes ignoran de la ciencia de la
y posesiva; el olor de la fresca rosa? psicología, pocos
así me explico el mundo, poetas entre
no la toques más:
las palabras conciertan nosotros han creí-
el suyo es tu destino do como él en la
paladares y lógicas,
misión del poeta
escancian sentimientos en la tierra y en
realidades la poesía como
sueños; México, - diciembre, . la lengua
Foto: JAL
las de “El sombrerón”, “El cadejo” y “La mala mujer”. Algunas de esas atmós-
feras están en Ojo de jaguar. Las de adolescencia están más en Cuadernos contra el Efraín Bartolomé y Guadalupe.
Usted ha hecho vivir, en versos de tersura y cadencia, aun con nombres propios, la pequeño territorio selvático con ceibas, cedros, sapotáceas y ramones. Creo que ya
naturaleza chiapaneca: selva, volcanes, montañas, árboles, ríos. Parece haber recorrido a es el único manchón verde en la parte alta del pueblo, pero si no lo hubiera hecho
pie, a caballo y en barcas el estado de Chiapas. ¿Qué le da la naturaleza de su estado no habría ninguno. Con eso creo honrar el misterio central de la poesía. Vivo de
natal? esa manera y un día, de pronto, cuando menos lo espero, la experiencia se trans-
Me dio el sentido de la poesía y luego todo el sentido de la vida: el contacto con la forma en poema.
naturaleza (con minúscula) me puso al servicio de Deméter, la magna madre Na- Usted ha visitado y escrito asimismo sobre las ruinas de las ciudades mayas. ¿Cómo
turaleza (con mayúscula). Si dejamos de honrarla, ella deja de cumplir su función siente usted su pasado prehispánico?
bienhechora y se acaba la vida vegetal. Sin ésta se acaba la vida animal, y sin ambas, Como un tesoro con el que no sabía que contaba. Empecé a leerlo a partir de
se pone en riesgo la vida humana. Amenazada la vida humana se pone en riesgo los años. Estaba ahí desde siempre e incidía en mi alma pero no lo veía. No, al
también la existencia misma de los dioses. Esto me dijeron los misterios poéticos menos, con la luz de la razón. Se aparecía en los sueños pero la vigilia parecía
de Eleusis muchos años más tarde, gracias a la cultura; pero todo había comenza- obviarlo. La poesía me ha ayudado a integrar ese pasado a mis emociones.
do en el contacto directo con los ríos, con la tierra, con el fuego y con el viento con
los que me tocó dialogar de niño en la tierra natal. De modo que mi pueblo fue el ¿De quién se siente cerca y quién lo ha influido de los poetas chiapanecos?
cuaderno de apuntes de mi ontología personal y mi laboratorio de experi- He leído bien a mis paisanos y me siento cerca de todos los que con algunos de
mentación en carne viva de que la violación de los misterios produce monstruos. sus versos han pulsado notas de mi laúd interno y me han producido emociones
hondas. Puedo citar desde Rodulfo Figueroa y Héctor Eduardo Paniagua, hasta los
Si cuando tenía años hablaba de lo que fue y se fue, ¿qué siente ahora a los , más jóvenes, pasando por Daniel Robles Sasso, los Espigos y Joaquín Vázquez
que la destrucción de la naturaleza en Chiapas es avasalladora? Aguilar. Me siento cerca de Sabines, Rosario Castellanos y Enoch Cancino
En Chiapas, en México y en el resto del planeta… A veces siento desolación Casahonda.
pero no me dejo llevar por ella. Me sobrepongo y siembro y escribo y rescato y
hago conciencia. Siembro aunque otros destruyan. Estoy cultivando ahora un Pero para usted la gran ciudad, en este caso la ciudad de México, la ha mirado a la
bosquecito de bambú que espero dure por lo menos un siglo. Ahí va mi proyecto, inversa de la naturaleza, como la pérdida del paraíso, como imágenes sucesivas de una
paso a pasito. Mi cabaña de Chiapas se ha convertido en una montañita, un pesadilla de la que no se puede huir. Sin embargo sólo ha escrito un libro sobre ella
Gran parte de su poesía está marcada por el deseo. ¿Qué ha significado para usted
la mujer? ¿Cómo lo marca en su poesía?
Dios es mujer, dice el rumor entre los siglos. Por el amor humano he llegado al
divino, dijo Rubén Darío, pararrayos celeste. Eso me ha pasado. Mi primer tem-
blor ante lo femenino se dio a una edad en que aún no disponía de palabras para
nombrarlo. Para mí han encarnado en lo femenino el agua, la tierra, la montaña, la
noche, la mujer, el alma. Maravillas del monte, el viento ardiendo entre los oco-
tales, el fuego sobre los cerros, el poder de la diosa hablando desde la transparencia
del agua, la noche pronunciando constelaciones. Esa convivencia cotidiana con los
elementos debió producir incisiones, estigmas y cicatrices en mi alma infantil.
Desde entonces, entre los cinco y los nueve años, recuerdo mi temblor ante lo
femenino humano, el quinto elemento: el misterio encarnado en la belleza de cier-
tas mujeres (niñas, adolescentes, hembras en plenitud). La clara percepción de un
dulce misterio en cuya presencia mis emociones se agudizaban y me llevaban del
deslumbramiento a la parálisis. Creo que descubrí la poesía por el lado luminoso
del mundo. En cuanto pude comencé a interrogar esos misterios y a lo largo de mi
vida he sido un oficiante dedicado y gozoso.
Usted ha estado cerca del elemento tierra, pero ante todo del fuego. Su poesía está
llena de soles, relámpagos, resplandores, luces, destellos, llamas, oros. El oficio del
poeta es para usted el de arder y así tituló, con un verso suyo, su poesía reunida
(Oficio: arder). La escritura del poeta debe ser de fuego. ¿Ve usted el mundo como una
gran llamarada?
No exactamente. Lo veo como un fluir constante de energía viva en los tres rei-
nos: el mineral, el vegetal y el animal. Lo veo como un horno o como una fuente
de lava no violenta. También como una fogata con tres piedras: con tizones,
brasas, llamas y ceniza. El fuego puede cocer nuestro pan, hablar con nosotros, ilu-
minarnos, acompañar el amor, ser alivio contra el frío, ser el corazón de la casa —
el hogar—, pero también puede ser, si se le descuida o se le trata sin respeto,
presagio del incendio que lo devore todo.
Owen, Lizalde y Roca— es el ángel. Pero usted escribe por él, con él, contra él. ¿De
L
a trayectoria de Benjamín Domínguez (Ciudad Jiménez, Chihuahua, )
transita por diversos momentos iconográficos que, poco a poco, se hunden en el
universo onírico donde él adquiere carta de pertenencia. Naturalezas muertas,
alacenas, trasteros, telas con todos sus pliegues y bordados, monjas floridas, personajes
flamencos y renacentistas en convivencia con sujetos del mundo contemporáneo con
todo y sus utilerías, desde la familia de los Arnolfini hasta un elenco fabuloso de ángeles y
demonios que juegan a un ilusionismo convincente. La pintura de Benjamín Domín-
guez elabora escenas cargadas de dramatismo, escenografías y atuendos caprichosos a
la vez que seductores y sugerentes. La magia, el sueño, el tiempo, el gesto, el símbolo,
aderezados con salpicaduras de surrealismo, conforman la sustancia expresiva del artista
que apuesta al virtuosismo de la técnica y a la imaginación. La obra de Benjamín
Domínguez suele mostrar una fuerte carga hiperrealista entreverada con el poder de su
paleta. Colores —especialmente rojos y dorados— y texturas al servicio de un juego de
imágenes emblemáticas y objetos dotados de un carácter propio ensamblan un discur-
so barroco, seductor, elocuente. La filigrana plástica de Domínguez entra en conexión
con el deseo del cuerpo y su extrañeza, plasma literariamente sus pieles y sus lienzos,
genera una sintaxis donde lo insólito invoca los sentidos. Esta es nuestra conversación.
Benjamín Domínguez en su estudio, . Foto: JAL
Benjamín, tienes un discurso visual muy identificable, además de una paleta y un esti-
lo muy definidos. ¿Cómo descubriste e iniciaste tu trabajo en ese sentido?
Estuve mucho años sin pintar, navegaba a la deriva sin tener una idea de quién
era yo. Un día aprendí a leerme a mí mismo. Durante mucho tiempo estuve
acumulando conocimiento y enriqueciendo la calidad de mi espíritu. Descubrí que
en mi interior convivían varios personajes que formaban parte importante de mí.
Supe entonces lo que tenía que pintar, descubrí mi propio lenguaje. Con éste he
pintado durante cuarenta años mi propia historia.
Has transitado por diversos épocas pictóricas. ¿Cómo las definirías y describirías? Me
refiero a que tu trayectoria y el proceso de definición de un discurso propio te ha coloca- real o fantástico de la idea. No creo en el arte antiguo y moderno; el arte es contin-
do en momentos específicos de actitud frente al arte, de disposición y de interlocución uo y es posible hablar con el lenguaje de hace quinientos años, en un diálogo
con tu obra. completamente contemporáneo. Los historiadores y los críticos han conceptualiza-
Dialogar con el cuadro es parte del placer del artista plástico, crea una do el discurso del arte en cada época y escuela para clasificarlo. Sin embargo, artistas
comunicación primero con el espacio vacío de la tela que te propone infinitas como Bill Viola (videoasta) se basa en la obra de Fra Angelico y Giotto para realizar
probabilidades de movimiento para ubicar tus personajes. El diálogo es continuo, sus videos. Picasso creó los fundamentos del arte moderno conversando con el
aquel espacio blanco es el umbral del laberinto que guarda en el centro el mundo lenguaje del arte africano antiguo. Yo hice video con la idea de Jan van Eyck.
Por último, ¿hacia dónde te gustaría orientar tu trabajo plástico? ¿Cuál es la ambi-
Cuatro poemas
ción del artista Benjamín Domínguez?
Tengo un tiempo experimentando con la fotografía y el video. Sin dejar de pin-
tar, quiero utilizar otros lenguajes para decir lo que quiero comunicar, esto va a
dar otro valor a mi pintura. Llegué al video como una continuidad de mi propia Casa vacía
pintura, mis cuadros tiene la idea de que algo va a suceder. El video servirá como
vehículo para que eso ocurra.
Liberada del peso de las cosas
la casa es apenas su recuerdo:
un cubo inhabitado de memoria,
el vacío escondido tras el eco…
Advertencia
Yo mismo no adivino
la voz que me impone la marea.
(y en lo qué vino a terminar el pan de cada día) con el odio entre los dientes
La hiel —de quién— ha escrito en la pared estas frases lapidarias: la puerta abierta del suicidio
de las calles
que incendian rosas
en los días de polvo
Rubén Macías. Ciudad Juárez, Chihuahua, . Estos poemas son de su libro La
contemplación del suicidio.
si calla
el lenguaje pierde su equilibrio
si apenas baja los ojos
los jardines se olvidan de su vuelo
su ausencia funde
las blandas historias de la noche
Colección Azor ( x cm) Colección Poesía en el Andén ( x cm, pp.)
Carlos Montemayor
Los poemas de Tsin Pau
pp.,
CLAUDIA POSADAS
alforja
es una revista trimestral de poesía
OBRA GRÁFICA
Para información sobre precios y adquisición de grabados,
consultar la página en Internet (www.alforjapoesia.com) o llamar al .
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