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UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA

Jornada de Experiencia Grupal


Facultad de Psicología – Psicología de los Grupos

Coordinadora
Calafate Agostina

Comisión
N° 10

20/11/2018

Integrantes
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¿Cómo hacemos lazos hoy? ¿Qué son las jornadas de experiencias grupales? ¿Te gusta el
Psicoanálisis? Esto y más en Psicología de los Grupos.
“... es imposible impartir enseñanzas grupales
sin atravesar experiencias grupales”

El presente trabajo tiene como objetivo dar cuenta de lo vivenciado en la


jornada de experiencias grupales propuesta por la cátedra de Psicología de los
Grupos; estos son los distintos momentos atravesados, las consignas que se
llevaron a cabo, y, tanto las afectaciones como los múltiples sentidos que tuvieron
lugar en el encuentro. Asimismo se realizará una breve articulación teórica.

La jornada en sí misma alude a un dispositivo pedagógico experiencial en


donde se tiene en cuenta que aprender es poder recibir, elaborar y experimentar
conocimientos, afecciones, formas de pensamiento, prácticas diferenciales, etc. , de
acuerdo con nuestros mecanismos personales de captarlas y potenciarlas
transformativamente (ficha 14073). En otras palabras, el sentido de reunirnos todos
responde a un hecho concreto: que los alumnos transiten experiencias grupales en
su aprendizaje. Como menciona Ana María Fernández… “ya no se trata sólo de
enseñar grupos ‘grupalmente’ sino de crear las condiciones pedagógicas que hagan
posible producir pensamientos sobre lo grupal, la subjetividad, las instituciones, etc.”
De esta manera el dispositivo, entendido en este caso, como un instrumento de
intervención, apunta a cumplir determinados objetivos y producir efectos específicos
dentro de un marco institucional y comunitario. Se trata de una modalidad de trabajo
que es puesto en marcha por el coordinador, que se atiene a un cronograma
pautado; los tiempos de cada momento, los modos presentar las consignas, cómo
debe llevar el registro, la modalidad misma de trabajo, entre otros. Es decir, hay una
secuencia ordenada y un porqué de estas acciones previamente programadas. No
se está dejando al azar el despliegue de un agrupamiento de personas, sino que
justamente se están creando las condiciones necesarias para la producción y
reproducción de sentidos, significados, fantasías, experiencias, imaginarios sociales,
todo acorde a un fin – siendo ésta la consigna: ¿cómo hacemos lazos hoy? Por un
lado permitiéndonos experimentar colectivamente la construcción de vínculos o lo
más cercano a formar algo con un otro desconocido. De alguna manera es vencer
los miedos y/o los prejuicios a la involucración social, a hacer contacto con alguien
que nunca hablamos, a ir más allá de un saludo; y sin embargo sólo es raro en este

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contexto, donde los participantes pueden sentir cierta presión producto de la
demanda/consigna; pero que en su día a día es algo que hacen normalmente. Por
otro lado, el cómo operan los grupos en diversas circunstancias y el hecho de que
todo este relevamiento resulta fructífero a la luz de evidenciar cómo se terminan
expresando o enunciando estas representaciones, o escenificaciones. En este
sentido la modalidad en la que se apoya el dispositivo es la multiplicación dramática,
que refiere a (re)presentar una escena inicial que actúa como disparadora de una
sucesión ininterrumpida de escenas donde se pondrá en juego toda la carga
histórica, institucional, política y social que atraviesa a los participantes. Y esto a su
vez permitiría el surgimiento de una multiplicidad de nuevos sentidos, que dicho sea
de paso es lo que termina conformando la matriz grupal.

La jornada estuvo dividida en 3 momentos. En primer lugar se dio el


Plenario de Inicio, donde el equipo de la cátedra recibe a los alumnos e inaugura la
actividad; lo siguiente es explicar aquello que se llevará a cabo así como los
objetivos y los distintos momentos que se transitará a lo largo del encuentro. En esta
ocasión nos reunimos en el aula 20 de la Facultad de Psicología, siendo el aula más
grande, y por tanto, la más indicada para albergar a todas las comisiones de la
materia. Previo al encuentro se nos fue solicitado llevar a elección una cinta de al
menos un metro y/o agua; al principio se pudo notar cierta incertidumbre, al margen
de las expectativas que pudiera tener cada uno de los participantes. Éramos
muchos, y eran muchas voces. La jornada, que estaba programada para las 09:30
am de un sábado, empezó un poco tarde, tal vez por la difícil tarea de organizar a
un gran número de personas, y aún más por el bullicio que predominaba. Sin
embargo una vez que el equipo docente se dispuso a presentar las consignas se
hizo silencio. Empezamos con unas actividades para romper el hielo , es decir un
caldeamiento o entrada en calor, para generar un buen clima de trabajo, para
distendernos, en definitiva, se busca que los estudiantes logren ir construyendo el
escenario o campo común donde tendrá lugar las distintas producciones, las
emociones despertadas, las identificaciones, la espontaneidad respecto de cómo
uno se apropia o entiende las consignas; se intenta facilitar o aumentar la
predisposición a la modalidad dramática. Estos ejercicios consistían en recorrer el
aula, al principio caminando, después más rápido, alternando el ritmo en muchas
direcciones, tratando de que se pierda el miedo a hacer el ridículo o la exposición a

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través del contacto, a través de un mismo recorrido grupal. Una vez acondicionado
el espacio continuamos con otra actividad, ahora usando las cintas que llevamos.
Se nos pidió levantarlas, ir moviéndolas, caminar con ellas, literalmente “hacer
lazos”. Pasado unos minutos se detuvo la actividad y nos dispusimos a observar lo
realizado entre todos, o más bien, lo que esporádicamente fue producido. Así
finaliza este primer momento, habiéndonos preparado para una tarea posterior, no
sin antes – del lado de la cátedra – aportar una breve reflexión de lo hecho hasta el
momento.

En segundo lugar están los Talleres, destinados a profundizar la cuestión


que nos reúne: vivenciar experiencias grupales de un modo más específico y
ordenado – también se realiza sobre un diseño pautado y tiene sus propios
momentos. Sucede en simultáneo bajo la dirección de los coordinadores en
diferentes aulas; se vuelve a presentar la consigna y a realizar un nuevo
caldeamiento. Es necesario destacar que en este caso nos quedamos en el aula 20
acompañado de otra comisión; dicho eso, nuevamente se recorre el espacio,
seguido de distintas simulaciones que promovían la imaginación y su
representación; por ejemplo, imaginar un paisaje, un río, cambios de relieve,
caminos difíciles de transitar donde se hacía necesaria la ayuda de un Otro, entre
otros. Se puede apreciar que se dirigía a un acercamiento físico de modo que se
sintiera comodidad en lo que hacíamos, y con el resto de los participantes –
probablemente lo que generó mejores resultados fue el hecho de jugar a la
‘mancha’. Luego se nos ordenó dividirnos en subgrupos, donde teníamos que
mantener el enfoque en la consigna ‘cómo hacemos lazos hoy’, e imaginar
situaciones que permiten el vínculo entre personas. Por cada subgrupo debía
elegirse una escena que después, por votación de todos, una de ellas sería
representada dramáticamente. Entre las escenas estaban: crujir, refiriéndose a una
reunión familiar o entre amigos para comer un asado; fogón, que insinúa un grupo
de gente alrededor de un fuego; iron win, aludiendo a personas que crean vínculos
en un gimnasio; telaraña, que sostiene a diferentes personas; resistencia
latinoamericana, que no se entendió a qué apuntaba, aún así puede tomarse como
punto de partida para una articulación; dos escenas sobre tomar mate, jornada y
tarde estudio; y, gol, reflejando el momento en el que todos se abrazan incluso entre
desconocidos, pero que comparten una misma pasión. Esta última fue la más

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votada, y una vez que nos integramos a una ronda amplia, fue llevada a cabo la
dramatización. Como se mencionó anteriormente, esta escena inicial serviría como
disparador de múltiples escenas; esto es, la multiplicación dramática que nace de
las impresiones y ocurrencias que se despiertan en el público. Al principio hubo
silencios, lo cual es normal dado el nivel de exposición que suponía pasar al frente,
pero que una vez rota esa barrera, las escenas iban surgiendo. Ciertamente
siguiendo la línea de la primera representación; el festejo y la desgracia,

Este dispositivo de intervención refiere a un artificio inventado para cumplir


determinados objetivos, que implica una articulación teórico/ técnica, la cual se pone
en marcha por el coordinador, permitiendo una conformación de la matriz grupal,
proponiendo una connotación escénica en donde circulan la mirada, la palabra, el
uso de la espacialidad, la dramática. EL dispositivo como una construcción
intencional de una singular “máquina de hacer ver” y “hacer hablar”. Es poner a
trabajar problemáticas, proyectos con Otros, junto a otros, entre otros. Produciendo
efectos y respondiendo a una demanda.

Y ciertamente se expusieron escenas, al principio continuando la línea de la primera


representación; en otro momento, después de unos silencios, continuaron las
representaciones, ahora según las ocurrencias y deseos propios de cada uno. Así
se pudieron observar proyecciones de algo que molesta, que hace ruido, de algo
que está presente, de algo que se nos ocurrió producto de una representación
anterior, entre otros.

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