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Comunicación

La palabra comunicación proviene del latín communicatio, communicatiōnis, que, a


su vez, deriva del verbo latino communicare, que significa compartir, intercambiar
algo, poner en común.

La comunicación surge por diferentes necesidades, tales como el contacto, la


persuasión y la expansión. En primer término, por la urgencia de comunicar a otros
sus pensamientos, sentimientos, angustias o necesidades básicas: compartir. En el
segundo caso, predomina la urgencia de modificar los pensamientos de los demás y
hacerlos coincidir con el propio: persuadir. En el tercero, la tendencia de perpetuar
la hegemonía como ser natural: informar.

Aunque en un principio la comunicación no fue oral, los gestos, movimientos


corporales, símbolos y las representaciones murales, ya presagiaban un tipo de
comunicación más elaborado.

Los y las habitantes tienen diferentes formas de pensar y actuar; sin embargo, existe
una forma fluida de comunicación entre cada uno, porque existe un elemento común
entre los participantes: el lenguaje.

La comunicación se define como un proceso sistémico que permite la interacción


entre dos o más personas mediante un mismo código. Este proceso de caracteriza
por interrelacionar, aparte de los agentes actuantes, un mensaje, un canal, un
referente, una situación; todos ubicados dentro de un mismo contexto.

“La comunicación es un acto dinámico en el que los sujetos entran en contacto, cada
uno con su forma de ser […] Es, por tanto, un encuentro de mentes y realidades”
Hernández, (1999), (p.6).

Ahora bien, el proceso de comunicación tiene ciertos componentes que son:

El emisor (agente) es el ser que construye y transmite el mensaje; sin embargo,


como agente también puede recibirlos, pero dentro del proceso ya no es emisor,
sino receptor. El receptor (agente) es quien recibe e interpreta el mensaje; sin
embargo, como agente, e igual que el emisor, dentro del proceso, ya no es receptor,
sino que se convierte en emisor y, entonces, está en condición de construir y
transmitir mensajes.

El mensaje es la información que el emisor transmite al receptor. El canal es el medio


por el que circula el mensaje. El código es el sistema de signos con el que se
construye el mensaje y el que debe ser común entre los sujetos comunicantes. El
referente es la realidad externa a la que se refiere el mensaje. La situación es el
conjunto de circunstancias que rodean el acto de comunicación. El contexto es el
entorno lingüístico que acompaña a una palabra, expresión o enunciado.

Si los agentes comunicantes no tienen un código común, es imposible que se


concrete el proceso. Los elementos del proceso no cambian; el usuario sí puede
alternar su función.

La comunicación verbal se refiere a las palabras que utilizamos y a las inflexiones


de nuestra voz, si esta es oral. Pero si la comunicación es escrita, alude a la
disposición gráfica y estratégica de las palabras.

Elementos vocales: los aspectos vocales se vinculan con todo lo relacionado con
las articulaciones y modulaciones de a voz, “son las modulaciones que percibimos
en la voz, como la entonación, la velocidad, el volumen, el énfasis o la fuerza, el
ritmo, la proyección y la resonancia” (Fonseca y otros, 2011, p. 43)

La voz se define estrictamente como la producción de sonidos por las cuerdas


vocales, por un proceso de conversión de energía aerodinámica, la cual es generada
en el tórax, el diafragma y la musculatura abdominal, a una energía acústica
originada en la glotis. El principio fundamental en la producción de la voz es la
vibración de las cuerdas vocales, debido a un acoplamiento y modulación del flujo
de aire que pasa a través de ellas generando su movimiento. La eficacia en la
transformación de energía está dada por la tensión y la configuración glótica. Hablar
se definiría como el resultado del sonido generado en la laringe y modificado por la
resonancia de las estructuras supraglóticas.
1.1. CONCEPTOS GENERALES

Es un tipo de comunicación que se hace en base al lenguaje verbal, a lo que decimos


y lo que hablamos, puesto que esta disciplina considera a los elementos que
intervienen en el proceso de comunicación como hechos y capacidades que se
encuentran estrechamente unidas a la oralidad, es decir a la capacidad que tiene un
individuo de generar y comprender un determinado lenguaje el cual, a su vez, está
conformado de signos lingüísticos.

Se relaciona con la palabra hablada, los signos orales y fonológicos, que indican la
tonalidad del uso de la voz como expresamos nuestras inquietudes o necesidades,
la manera en que abordamos a los demás.

Es el uso de las palabras para la interacción entre los seres humanos, el lenguaje
propiamente dicho, expresado de manera hablada o escrita. Constituye un nivel
primario de comunicación y se centra en lo que se dice. La base de este tipo de
comunicación está en la utilización de conceptos.

La comunicación verbal puede realizarse de dos formas

 Oral (a través de signos orales y palabras habladas). Se refiere a las palabras


habladas en el proceso de comunicar, puede ser cara a cara o por teléfono,
o bien en chat de voz por internet los cuales son influenciados por la
modulación de voz, el tono, volumen, rapidez y claridad de voz.
Hay múltiples formas de comunicación oral: los gritos, silbidos, llantos y risa,
los cuales pueden expresar diferentes situaciones anímicas y son una de las
formas más primarias de la comunicación.

 Escrita (por medio de la representación gráfica de signos). Es toda la


representación gráfica de los signos aprendidos. Puede ser enviada vía
correo, la efectividad de esta depende de los estilos de escritura, vocabulario
usado, gramática, claridad y precisión del lenguaje. Las formas de
comunicación escrita también son muy variadas y numerosas (ideogramas,
jeroglíficos, alfabetos, siglas, logotipos, etc.)
1.2. PRINCIPIOS Y FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN

Si queremos conseguir que nuestro discurso, mensaje o exposición sea


comprendido de una forma sencillas por nuestros/as interlocutores, debemos
tener en cuenta una serie de principios

 Definición. Debemos indicar brevemente el motivo de nuestra exposición


antes de comenzarla, lo que pretendemos conseguir en ella, las razones que
nos llevan a intervenir, etc.
 Estructura. Tenemos que procurar en todo momento que el mensaje que
tratamos de emitir esté bien ordenado por etapas y de una forma coherente.
 Énfasis. Trataremos de enlazar aquellas palabras o frases que refuerzan
nuestra exposición, aplicando estrategias como elevar un poco más el tono
de voz o realizar pequeñas pausas.
 Repetición. Conviene ahondar y repetir todas aquellas palabras y frases que
nos ayuden a captar la atención de nuestro interlocutor, y así posibilitar una
mejor comprensión de nuestro mensaje.
 Sencillez. Procuraremos exponer nuestras ideas de la forma más clara y
sencilla y utilizar el vocabulario más accesible para nuestro interlocutor.

Además de los principios anteriormente señalados, debemos intentar que el


mensaje que tratamos de emitir posea las siguientes características:

 Claridad. Evitar palabras rimbombantes, expresiones técnicas y emplear


párrafos y frases cortas.
 Brevedad. Es importante centrarse en el tema
 Cortesía. Hay que saludar y presentarse antes de comenzar a hablar,
mantener una actitud positiva durante la exposición.
 Cercanía. Se debe utilizar expresiones en primera persona y evitar el
tratamiento impersonal del receptor.

Función referencial o cognoscitiva. Pretende brindar información verídica y


objetiva. Es cuando damos información precisa

Función emotiva o expresiva. Expresa la actitud del hablante hacia aquello de lo


que está hablando, expresa sentimientos y emociones sean reales o fingidas. Está
función le permite al emisor la exteriorización de sus actitudes, de sus sentimientos
y estados de ánimo. Esta función se cumple, cuando el mensaje está centrado en el
emisor.
Función connotativa. Está orientada al receptor, se enuncia en forma imperativa.
Tiene como objetivo influir en el comportamiento del receptor. La usamos cuando
inducimos a otro a realizar algo.

Función fáctica o de implicación. Está orientada a través de la palabra para


iniciar, mantener, prolongar o interrumpir un acto comunicativo. Incide sobre el
canal de comunicación, o sea el conducto físico por donde circula el mensaje.

Función poética o estética. En esta función se aplican principios especiales de


estilística semiótica. Función característica de la lengua literaria, en la que el factor
dominante es la propia forma del mensaje.

Función metalingüística. Está centrada en el código que hace comprensible el


mensaje.

1.3. SIGNIFICADO CONNOTATIVO Y DENOTATIVO

La connotación es de carácter subjetivo y se da en el plano del habla, porque es


el significado personal e individual que le da cada persona concreta en contextos y
situaciones determinados.

La connotación es el uso de una palabra tomada en un sentido inusual, en sentido


figurado, circunstanciales, que siempre depende del contexto. Es la asociación
subjetiva, cultural y/o emocional, que está más allá del sentido estricto o literal de
una palabra, frase o concepto. Es el significado de las palabras de una manera
inusual, figurada, circunstancial, que siem

pre depende del contexto.

Una palabra se usa en el connotativo (en sentido figurado) cuando tiene diferentes
significados, sujetos a diferentes interpretaciones dependiendo del contexto frástico
en el que aparece.

Se llama denotación al tipo de significado de una palabra que es objetivo y se da


en el plano de la lengua. Es el significado universal, el que una palabra tiene para
todos los conocedores de una lengua, sin que exista la más mínima discrepancia
entre ellos. Propiamente dicho, se trata del significado tal como se presenta fuera
de cualquier contexto.
La denotación se encuentra en la naturaleza de los textos de información, como
noticias o textos científicos, ya que el emisor pretende informar al receptor de
manera objetiva. Es el uso de las palabras en su propio sentido, común y corriente,
es necesario. Principalmente es informativo, es decir, no produce emoción.

Una palabra se usa en denotativo (propio o literal) cuando presente su significado


original, independientemente del contexto frástico en el que aparece.

1.4. PRÓPOSITOS DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Los propósitos generales con que debe cumplir cualquier proceso comunicativo
son los siguientes.

 Informar (función representativa) Utiliza la función representativa del


lenguaje, ya que con él se intenta explicar algún suceso o término,
describir relaciones entre conceptos o bien instruir sobre algún proceso o
conocimiento. Algunos ejemplos son: instrucciones, informes,
demostraciones, explicaciones sobre fundamentos de máquinas, etc.

 Entretener (función expresiva) Usa la función expresiva del lenguaje, ya


que con él se intenta lograr el encuentro y la comprensión entre hablante
y oyente a través de la propia naturaleza social del lenguaje. Cumple el
fin humano -origen de la comunicación-, que es precisamente acercarse a
otros, compartir alguna idea, sólo para llegar a un entendimiento o
identificación. Algunos ejemplos son: una charla de café, el humor de un
comediante ante una audiencia, las confidencias de dos amigos, la
narración de experiencias personales, etc.

 Persuadir (función apelativa) Usa la función apelativa del lenguaje, ya


que la persona, al comunicarse, quiere influir, hacer un llamado al
pensamiento del oyente para formar alguna idea, provocar un cambio de
actitud o reforzar creencias y valores. Este propósito se dirige al
convencimiento racional y emotivo de las personas para que piensen de
cierta forma. Ejemplos son: convencimiento a la gente; participar en una
discusión y expresar nuestro punto de vista, etc.

 Actuar (función apelativa/directiva) Intenta dirigir o llevar al oyente a un


grado de motivación que lo impulse a realizar alguna acción. Este
propósito se considera también persuasivo, ya que procura influir en las
creencias o actitudes de las personas, por medio de argumentos bien
estructurados que atiendan las necesidades o expectativas del oyente.
Ejemplos son: la cátedra de un maestro para motivar a sus alumnos para
que estudien más sus materias; el entrenador que motiva; el jefe que
promueve a sus empleados para que sean más productivos, etc.

Pueden ser muchos los objetivos que la gente tenga para comunicarse en forma
más específica, pero los propósitos generales representan las intenciones que tienen
las personas al comunicarse oralmente.

1.5. LA CONVERSACIÓN

Este vocablo está compuesto del verbo neutro intransitivo “conversar” y del sufijo
“ción” que indica efecto, hecho o acción de, también procede del latín “conversatĭo
“.

La conversación es una actividad comunicativa oral en la que dos o más hablantes


se alternan los papeles de emisor y receptor y negocian el sentido de los enunciados.
Conversar implica interaccionar tanto verbal como no verbalmente (con gestos,
miradas, etc.), si bien hay conversaciones en que no intervienen elementos no
verbales (como en la conversación telefónica o algunos intercambios en internet,
por ejemplo).

Es un tipo de interacción verbal que constituye la forma fundamental de la


comunicación oral, es el modo de comunicación más general y menos marcado. Al
conversar se pone en funcionamiento toda la competencia comunicativa. Se
caracteriza por ser, además de un proceso lingüístico, un proceso social, a través
del cual se construyen identidades, relaciones y situaciones.

1.6. CUALIDADES DE LA VOZ

La voz se define estrictamente como la producción de sonidos por las cuerdas


vocales, por un proceso de conversión de energía aerodinámica, la cual es generada
en el tórax, el diafragma y la musculatura abdominal, a una energía acústica
originada en la glotis. El principio fundamental en la producción de la voz es la
vibración de las cuerdas vocales. Si bien la voz debe de tener ciertas cualidades, que
son:

 Modulaciones.
La afluencia de la voz implica un recorrido del aire emanado de los pulmones, a
través de distintas partes del aparato fonador: tráquea, glotis, faringe, laringe,
alvéolos, paladar, lengua, dientes, cavidad nasal y otros. Esto permite darle forma a
las distintas características de los sonidos que componen tanto las palabras como el
discurso general.

 Velocidad.

Este aspecto hace alusión a la rapidez o lentitud con que se pronuncian las palabras
en un período determinado.

Hernández (1999) “el comunicador oral debe atender como punto de importancia la
velocidad y el ritmo de su hablar. Ni tan rápido que fatigue, ni tan despacio que
provoque monotonía”

 Volumen

Está relacionado con la captación del sonido por medio del oído. Se le califica como
fuerte, débil, suave, bajo. Estos calificativos están relacionados con la energía
utilizada en la emisión de los sonidos.

El orador debe usar adecuadamente la intensidad de su voz, “hablar con intensidad


suficiente para ser oído por todo el auditorio, pero no gritar” (Hernández, 1999, p.
54)

El volumen debe controlarse aumentarse o disminuirse de acuerdo a la intención


que se quiera dar y a la manera como se espera sea recibido. El volumen de la voz
se controla mediante la respiración y la impostación de la voz, De esta manera, el
sonido tendrá un buen volumen y una mejor nitidez. La gama de volúmenes es tan
amplia como lo admite la extensión de la voz, pero basta distinguir tres clases: el
medio, alto y bajo.

 Tono

Se clasifica según la forma de hablar. Si decimos que una persona tiene una voz
“gruesa”, es sinónimo de un tono grave, pero si la persona tiene una voz “menos
gruesa”, corresponde a un tono agudo.

Para los efectos de un orador, debe aprender a manejar su voz, para que haya
variaciones tonales para atraer al auditorio.

Corresponde a los diversos timbres graves como el bajo y agudos como el soprano
que la voz humana produce. Las vibraciones que la voz produce y que son originadas
por las cuerdas vocales, deben emitir un tono adecuado al momento de la expresión
oral.

 Ritmo

La persona que diserta en forma oral, deberá hacer variaciones rítmicas en su


discurso, según las pausas para respirar o a la vehemencia con la cual expresen
ciertas ideas de importancia.

Es la armonía y acentuación grata y cadenciosa del lenguaje que resulta de la


combinación y sucesión de voces y cláusulas escogidas convenientemente,
diferenciadas por pausas y cortes.

 Pausa

Permite agrupar las palabras, de forma que el orador pueda tomar aire para
continuar en su acto discursivo, Hernández (1999, p. 54) afirma, “el comunicador
debe dejar el tiempo suficiente para que cada sonido, palabra o idea se perciban
con claridad, en vez de amontonarlas o saturar el discurso, dispersar la información
y evitar que los oyentes encuentren su núcleo”.

 Énfasis

Recae sobre la fuerza que se pone en ciertas expresiones del discurso para
resaltarlas. Si bien es cierto todas las partes del texto son importantes, algunas ideas
sostienen el contenido o mensaje y sobre ellas recaerá el énfasis o fuerza expresiva.

Poner énfasis equivale a subrayar (como en los escritos); es dar más fuerza a
aquellas sílabas, palabras (o ideas) con las que queremos llamar la atención de los
que nos escuchan. (Fonseca y otros, 2011, p. 53)

 Dicción

Es pronunciar claramente. Las palabras deben entenderse sin ninguna duda. Cada
fonema obliga a articular debidamente; de tal manera que los que escuchan no sean
obligados a hacer inútiles esfuerzos para comprender. La falta de una buena dicción
entorpecerá la captación de lo que se lea o se diga. La dicción hace clara y entendible
la lectura y la expresión oral, permite que el mensaje llegue a los oídos receptivos.
La dicción se somete a varias reglas, de las cuales las principales son: Claridad.
Corrección. Variedad melodiosa
 Expresividad

Este aspecto se trasluce en la expresión vocal y actitudes corporales. Hace referencia


a la agitación pasajera que sufre una persona cuando se impresiona con lago, ya
sea alegría, sorpresa, medio, etc. Lo deseable en una exposición académica es
conservar la buena interpretación se logra teniendo pleno conocimiento del tema
que estamos interpretando o haber interiorizado las características y sentir de un
personaje en particular.
En conclusión: la comunicación es fundamental para la vida, sin ella no
sobreviviríamos en la sociedad, es por eso que durante todo el desarrollo debemos
de reforzarlo. La comunicación es un proceso que genera la interacción entre los
individuos y las diferentes sociedades.

Ahora bien, la comunicación verbal también llamada comunicación oral tiene la


capacidad de utilizar la voz para expresar lo que se siente o se piensa a través de
las palabras; los gestos y todos los recursos de expresividad de movimientos del
hablante forman parte de aquello que inconscientemente acompaña a nuestras
palabras, pero que son comunicación no verbal.

Ya que muchos trabajos acerca de la comunicación verbal se refieren a esta como


un proceso muy sencillo en que intervienen un hablante y un oyente, quienes se
comunican a través de un mensaje. Este mensaje debe construirse a partir de un
contexto, estar cifrado en un código, referirse a algo y transmitirse a través de un
canal.

Esto es un proceso que conlleva a la práctica social que se manifiesta en la mayoría


de las actividades cotidianas del hombre. Práctica a través de la cual se expresan y
se hacen posibles otras prácticas. La conversación es un tipo particular de interacción
verbal en el amplio conjunto de interacciones verbales. Es una interlocución en
presencia, se trata de una interacción cara-cara, es inmediata, actual, no existe toma
de turno predeterminada, es dinámica, o sea, los hablantes toman el turno de
manera inmediata, lo que provoca una tensión dialógica; por lo tanto, los
participantes de la conversación hacen uso del turno de manera sucesiva y
simultánea.

La forma más evolucionada de comunicación oral es el lenguaje articulado, los


sonidos estructurados que dan lugar a las sílabas, palabras y oraciones con las que
se comunican los seres humanos entre sí.

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