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Historial completo
Ejercicio espiritual
La frase de la oración y la reconciliación
Sobre el peregrino ruso
Al iniciar el ejercicio espiritual
Día 1 ‒ La humildad
Concentrar la atención
Día 2 ‒ Acostumbrarse
Humilde perseverancia
Día 3 ‒ Oración no divagación
La chispa de Dios
Día 4 ‒ Fidelidad a la oración
Renuncia al diálogo interior
Día 5 ‒ Simplicidad de corazón
Día 6 ‒ Ya no estaba en la indigencia
Vivir en ese recogimiento
Día 7 ‒ Sencillez de espíritu
Dile que lo amas
Día 8 ‒ Desapego y libertad
Reuníos en vosotros mismos
Día 9 ‒ Reemplazar un hábito por otro
Conocer la propia debilidad
Día 10 ‒ El lugar del corazón
Viaje al corazón
Día 11 ‒ Vigilar la buena semilla
Entrar el espíritu en el corazón
Día 12 ‒ Los misterios de la sagrada escritura
¡Oh fuego que abraza!
Día 13 ‒ Certeza de su cercanía
La providencia en todo
Día 14 ‒ Santa indiferencia
El alma humilde
Día 15 ‒ ¡Dios mío, qué misterioso es el hombre!
No cesar de invocarle
Día 16 ‒ No pongas tu esperanza sino en Dios
Sacramento del momento presente
Día 17 ‒ Una oración misteriosa
Lo único necesario
Día 18 ‒ Descubrir la luz interior
Confianza en la Voluntad
Día 19 ‒ En la flaqueza se perfecciona mi poder
Serenarse
Día 20 ‒ ¿Tú rezas la oración de Jesús?
Plegaria
Día 21 ‒ Encontrar el corazón
Silencio y paz inexpresables
Tomando impulso
Día 22 ‒ Luz en el interior del alma
Un fuego que devora
Día 23 ‒ El hombre interior
Experiencias con la luz divina I
Día 24 ‒ Hacia la dicha inefable
Haz bien lo que haces…
Día 25 ‒ Todo está bien en mi corazón
Experiencias con la luz divina II
Día 26 ‒ Andar en la divina presencia
Camino sencillo a la oración continua
Día 27 ‒ Un altar en el corazón
Experiencias con la luz divina III
Día 28 ‒ No te inquietes por nada
Desposeer
Día 29 ‒ ¡Que no enmudezca el corazón!
La huella de la voluntad de Dios
Día 30 ‒ Permanecer a la escucha
Los ojos del corazón
Fin de los ejercicios
Ejercicio espiritual
” Da gracias a Dios, hermano muy amado, por haberte Él revelado esa invencible
atracción que existe en ti hacia la oración interior continua.
Reconoce en eso el llamamiento de Dios y tranquilízate pensando que así ha sido
debidamente probado el acuerdo de tu voluntad con la palabra divina; te ha sido
dado comprender que no es ni la sabiduría de este mundo ni un vano deseo de
conocimiento lo que conduce a la luz celestial la continua oración interior, sino al
contrario, la pobreza de espíritu y la experiencia activa en la simplicidad del
corazón…”
Extraído de “Relatos de un peregrino ruso”
La frase de la oración y la reconciliación
Habrá quien pida misericordia, fuerzas, fe profunda, la gracia del Espíritu, la paz del
corazón… otros el don del silencio; la conformidad con lo que vendrá, la gracia de la
caridad fraterna…
Es importante que la frase elegida resuene en nuestro corazón entrañablemente. Al
concebirla debe conmovernos, debe manifestar lo que como hijos nos sentimos
movidos a orar.
Por supuesto que quién esté asentado en la oración de Jesús y habituado a una frase
determinada no tendrá porque plantearse algún cambio.
Cada día hay que efectuar una práctica al menos de la oración de Jesús.
Habrá quién pueda más y quién menos, pero como mínimo un momento
al día habrá que dedicar a esta forma de oración si es que queremos
crecer en ella. Este tiempo no debería ser menor a 30 minutos.
Será parte importante del ejercicio espiritual, que cada uno comente lo
vivido, con sinceridad, al final de su jornada o de su momento de
oración.
Quién pueda acérquese al blog dos o tres veces en el día para leer los
comentarios o lo que vamos agregando.
Día 1 – La humildad
“Por la gracia de Dios soy hombre y soy cristiano; por mis actos, gran pecador;
por estado, peregrino de la más baja condición, andando siempre errante de un
lugar a otro.
Mis bienes son: a la espalda, una alforja con pan duro, la santa Biblia en el bolsillo
y basta de contar.
El domingo vigésimo cuarto después de la Trinidad entré en la Iglesia para orar
durante el oficio; estaban leyendo la epístola de San Pablo a los Tesalonicenses, en
el pasaje en que está escrito: Orad sin cesar.
Breves notas:
Ejercicio básico:
Concentrar la atención
del día 1 –
En la oración vocal, debemos intentar por todos los medios posibles mantener
nuestro intelecto fijado sobre las palabras de la oración, pronunciándolo sin prisa
y concentrando toda nuestra atención sobre el sentido de las palabras.
Cuando el intelecto comienza a ser tironeado por pensamientos extraños, debemos,
sin desanimarnos, volverlo a traer hacia las palabras de la oración.
Día 2 – Acostumbrarse
para el 23 de agosto
Breve comentario
Si queremos iniciar un fuego duradero pero contamos con leños húmedos y verdes y
casi no tenemos yesca, será necesario un esfuerzo de perseverancia y de fe. Habrá
que intentar muchas veces, airear la leña, buscar la ayuda de algo combustible,
proteger las pequeñas llamas del viento…
Pero una vez que el fuego ha comenzado y se ha vigorizado, ¡Qué fácil resulta
encender nuevos leños! Solo basta acercarlos al centro del fuego para que se sumen
a la hoguera.
Ejercicio básico
Los treinta minutos de oración concentrada resultan más fáciles de efectuar cuando
hemos pasado el día recordando la necesidad de la oración y repitiéndola cada vez
que nos acordamos.
Humilde perseverancia
Del día 2 –
Al comienzo, la Oración de Jesús es una oración vocal como todas las otras.
para el 24 de agosto
«Si, no obstante tus esfuerzos, hermano mío, no te es posible entrar en la región del
corazón, como te lo tengo recomendado, haz lo que te digo y con la ayuda de Dios
hallarás lo que andas buscando.
Tú sabes bien que la razón de todo hombre está en su pecho… Quítale, pues, a esta
razón todo pensamiento (esto puedes hacerlo si quieres) y pon en su lugar el “Señor
Jesucristo, ten piedad de mí”.
Breve comentario
Estas resultan ahora notorias debido a que estamos poniendo intención y atención
concentrada en un lugar donde antes reinaba el caos de los vientos diversos.
Ejercicio básico
Vamos a empeñarnos con más decisión aún en repetir la oración de Jesús durante
todo el día. (Vocal, mental o de la manera que nos sea posible) tomando como
referencia lo dicho en el texto de hoy por Monje Nicéforo.
La chispa de Dios
del Día 3 –
Cuando la chispa divina cae en el corazón, la Oración de Jesús sopla sobre ella y
hace brotar la llama.
La oración no produce por si misma la chispa, sino que nos ayuda a recibirla;
¿cómo lo hace?