Planeación Estratégica

La planificación estratégica es un ejercicio disciplinado y de largo plazo, que

permite proyectar la situación futura de una organización, a partir de un
análisis de sus estado actual y del contexto en que se desenvuelve. En este
proceso, la identificación de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
juega un papel primordial.

El análisis FODA es una de las herramientas fundamentales de

la planificación estratégica, que permite reducir al mínimo el uso
de “corazonadas” en la elaboración de un plan y, por lo tanto,
minimizar el riesgo en la toma de decisiones. El FODA puede
emplearse como base para la elaboración de estrategias de
desarrollo en cualquier organización, lo mismo para elaborar el
plan de negocios de una empresa que el plan de desarrollo
económico de una región o la planificación de un partido de fútbol.

La realización del FODA comprende una evaluación de la

estructura interna de la organización y de una exploración del
contexto externo. La evaluación interna permite conocer las
fortalezas (F) y debilidades (D) de la organización, mientras que la
exploración externa permite identificar las principales amenazas
(A) y oportunidades (O) que se le presentan. Una vez identificados
estos aspectos, deben desarrollarse estrategias que permitan
aprovechar las oportunidades al máximo y responder
adecuadamente a las amenazas.
Las fortalezas son los elementos, tanto recursos como
capacidades, que pueden emplearse para desarrollar una
ventaja competitiva. Los elementos que constituyen las fortalezas
varían dependiendo del sistema. Entre las principales fortalezas
de una empresa o de una región, se encuentran el capital
humano con que cuenta, el acceso privilegiado a recursos
naturales, el acceso a redes de distribución y de proveeduría,
una buena reputación, etc.
Las debilidades son, de manera semejante, los elementos que
le restan competitividad a una organización. En muchas
ocasiones pueden expresarse como la ausencia de una
fortaleza, por ejemplo, una baja participación en el mercado, una
alta rotación de capital humano, la falta de actualización del
personal, etc. Asimismo, lo que en cierto momento o desde cierta
perspectiva puede ser una fortaleza, puede considerarse una
debilidad en otro momento o desde otro punto de vista,
por ejemplo, la disponibilidad de equipo especializado
que, en principio puede considerarse como una fortaleza, se
convierte en una debilidad si no se explota.

Las oportunidades son situaciones de posible beneficio que son

identificadas al observar el entorno. Entre las principales
fuentes de oportunidad se encuentran necesidades no
cubiertas satisfactoriamente, la llegada de nuevas tecnologías,
la desaparición de competidores importantes y la apertura de
nuevos mercados. Identificar las oportunidades requiere de un
proceso de observación permanente, puesto que, al ser un
elemento externo a la organización, puede no dar ninguna
muestra de existencia hasta que otra organización lo está
aprovechando.

Las amenazas, por otra parte, son situaciones que representan

peligros potenciales para la organización. También son
generadas por el medio ambiente, por lo que deben buscarse con
el mismo cuidado con que se exploran las oportunidades. Como
en el caso del análisis interno, las amenazas pueden provenir de
situaciones opuestas a las consideradas como oportunidades,
por ejemplo, una sobreoferta de soluciones para una misma
necesidad, el arribo de tecnologías ajenas a la organización y la
extinción de un mercado.

El análisis FODA proporciona una evaluación de la aptitud de la

organización en su medio ambiente. Por supuesto, la posibilidad de
aprovechar una oportunidad o sucumbir ante una amenaza
depende de las fortalezas y debilidades de la organización. Por
ello, al realizar este análisis conviene identificar grupos de
fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas vinculadas
entre sí. Es decir, dado un conjunto compacto de fortalezas, es
necesario identificar qué oportunidades pueden generarse
gracias a ellas y cuáles son las debilidades y amenazas que
evitarían aprovechar esas oportunidades.

El FODA, aunque siempre útil como ejercicio de introspección,

tiene un valor muy limitado por sí mismo. A partir de sus
resultados, deben definirse estrategias de desarrollo en las que
se maximicen las posibilidades de aprovechar las oportunidades
y se minimicen los efectos negativos de las amenazas.
Las estrategias que pueden derivarse de un perfil FODA pueden
clasificarse mediante la matriz FODA, como se muestra a
continuación:

Fortalezas Debilidades

Estrategias FO: Buscan Estrategias DO: Resuelven las

Oportunidades oportunidades adecuadas a las debilidades a fin de aprovechar las
fortalezas de la institución. oportunidades.

Estrategias FA: Identifican Estrategias DA: Buscan reducir la

Amenazas formas de utilizar las fortalezas vulnerabilidad de la institución
propias para reducir riesgos. generada por sus debilidades.

Mientras que las estrategias tipo FO son las deseables, ya

que identifican oportunidades que pueden ser explotadas
actualmente, las estrategias DA son planes de supervivencia.
Los planes de desarrollo más adecuados para una organización
dependen de su situación actual y de su capacidad para moverse
hacia estrategias tipo FO, eliminando sus debilidades para
estar en mejores condiciones de aprovechar las oportunidades
que se le presenten.