Вы находитесь на странице: 1из 4

INCLUSIÓN SOCIAL

La observación participante a través de la cartografía social como metodología


cualitativa

PRESENTADO POR:
NELSON ENRIQUE PARRA ACEVEDO
CODIGO: 88251713

TUTORA

OLGA ROCIO MORA

GRUPO: 40004_333

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA-UNAD


ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
2018
¿Cuáles son las causas de la Exclusión en Colombia?

Durante mucho tiempo, la pobreza y la degradación social que resultan de la exclusión


social se consideraron problemas meramente económicos. Sólo en los últimos años se le ha
dado mayor atención y análisis a una compleja serie de prácticas sociales, económicas y
culturales que tienen como resultado la exclusión social y el acceso limitado a los
beneficios del desarrollo para ciertos grupos de la población con base en su raza, etnia,
género o capacidades físicas.

Al certificar nuestro papel como partícipes de una sociedad en desarrollo, debemos pensar y
trabajar a diario con un sentido social, que nos permita hacer un pequeño aporte social y
logremos ser cada vez más incluyentes.

Si hablamos de las posibles causas de exclusión en Colombia podemos decir que entre estas
están el mal servicio que se le presta a la ciudadanía o la falta de eficacia como gestores de
los recursos públicos por parte del estado colombiano, donde sus administradores presentan
gran incapacidad para entender los problemas que deben gestionar; con unos partidos
políticos que prometen tener respuestas para todo en sus campañas políticas y al final no
solucionan nada.

Con una crisis moral, donde el fin justifica los medios. Históricamente, la relación de
exclusión e inclusión social está cimentada en las desigualdades sociales, y marcada por las
decisiones de un grupo socio-político predominante excluyente que no afectan solamente a
personas en particular, sino a colectividades enteras de excluidos.

Al hablar de las causas de exclusión social en Colombia, ratificamos en primer lugar la


deficiencia en las instituciones políticas que limitan de manera implícita el derecho a elegir
o a ser elegido, el control de la tierra y de la propiedad privada, el subdesarrollo propio de
nuestro nación que limita al amparo por parte del gobierno a las comunidades en condición
de vulnerabilidad, la diversidad étnica o de raza y por último, variedad de aspectos sociales
como la identidad de género, el estatus laboral y la edad pensional de las personas

Nuestra realidad es muy similar a muchos países de Suramérica; sin embargo, para el caso
específico de Colombia, tenemos una realidad marcada por un conflicto armado, no
solamente generado a partir de la triste exclusión ideológica y el posterior origen a la lucha
armada y los grupos guerrilleros, sino a la época de la violencia al final de la década de los
años cuarenta, en donde los extremos no eran el blanco y el negro, pero sí el rojo y el azul.

Con la defensa armada de los ideales ideológicos, se escaló el conflicto al dominio


territorial y posteriormente incluso a la expropiación territorial, como medio para la
búsqueda desesperada de medios de financiación y dejando mayor número de víctimas, y
víctimas mucho más excluidas que en un principio.
Ahora bien, con el ideal de cumplir los objetivos de desarrollo del milenio fijados por la
Organización de las Naciones Unidas en el año 2000 para sus países miembros, se han
logrado avances en materia de cobertura de la salud pública, en el acceso a la educación y
en la promoción de la igualdad de género, aunque aún estamos lejos de erradicar la pobreza
extrema, el hambre y el analfabetismo y de tener una mujer presidenta, indicadores claves
de la exclusión social, que son medidos a través del Departamento Administrativo Nacional
de Estadística (DANE), y que frecuente, y muy convenientemente, son presentados como
indicadores de gestión del gobierno de turno en los medios de comunicación.

Desde mi punto de vista, inclusive antes de los aspectos enmarcados dentro del ámbito
político y las consecuencias que ha dejado la exclusión ideológica a lo largo y ancho del
país, el primer indicador de la inclusión o exclusión puede ser aquello que llamamos
pobreza, representada primordialmente por el acceso a la tierra; no simplemente en el
campo para ararla, sembrarla y obtener una cosecha, pero sí representada como una casa,
como la vivienda de una persona en determinado espacio geográfico.

Y no se refiere meramente a tener un sector de terreno en el cual se pueda habitar, porque


inclusive las bases de los puentes y las alcantarillas representan espacios geográficos, sino
de la posibilidad de establecerse en un lugar que cuente con condiciones dignas y
habitables, con agua potable y servicios públicos, rutas de acceso, medios de transporte,
con centros de salud y centros educativos cercanos, y sin el riesgo manifiesto de una
catástrofe natural

Otra forma de exclusión social, que además refleja los síntomas de una sociedad atrasada,
es aquella generada por el acceso limitado a los servicios de salud y la imposibilidad de
acceder a la educación básica o superior, puesto que ello genera problemas relacionados a
la morbilidad de la población y la generación de barreras sociales a partir del
analfabetismo.

En ocasiones, tanto la salud como la educación, se perciben como un punto de divergencia


entre aquellos que tienen y aquellos que no tienen, como si nos refiriéramos a una camisa o
un pantalón, a activos, o incluso a lujos, y no a los derechos declarados en la carta
internacional de los derechos humanos.

En cuanto a la diversidad étnica o de raza, a pesar que en Colombia no existe un


radicalismo racial, que hacemos casi la misma fuerza tanto a James como a Cuadrado, sí es
claro que las poblaciones afrodescendientes e indígenas no tienen la misma participación
que el grupo mestizo; basta con imaginarnos un grupo de cien compañeros de estudio o de
trabajo, y pensar en que al menos deberían de haber diez afrocolombianos y dos de raíces
indígenas.

No olvidemos también están aquellos generadores de exclusión con los que convivimos a
diario, como a los grupos de cierta edad avanzada, el recelo hacia la comunidad LGBTI, y
un confuso mercado laboral, en donde a la falta de oportunidades, se suma la edad de los
candidatos y lo mucho o poco de experiencia que deban tener para acceder a un empleo.

El hecho de conocer factores de exclusión relativos a diferentes ámbitos en los que hemos
trabajado durante el proyecto, nos permite plantear alternativas y desarrollar propuestas que
hagan posible un cambio a todos estos niveles. De igual manera que las causas y los
elementos que originan pobreza y exclusión son multidimensionales, las medidas políticas
y de intervención que se planteen luchar para crear sociedades más justas e igualitarias
deberán abordar los problemas de forma integral, prestando atención a todos los elementos
que intervienen en cada situación.

Finalmente, si en la lucha contra la exclusión uno de los elementos es habilitar y capacitar a


las personas, las políticas públicas deben tender a incorporar procesos e instrumentos de
participación personal y comunitaria y de fortalecimiento del capital humano y social.

Вам также может понравиться