Вы находитесь на странице: 1из 11

Historia natural y ecología de poblaciones

Ecología del cacomixtle (Bassariscus astutus)


y la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus)
Gabriela Castellanos Morales, Natalia García Peña y Rurik List
Instituto de Ecología,
Universidad Nacional Autónoma de México
rlist@ecologia.unam.mx

Introducción urbanas, aprovechando la reducción de los depreda-


dores naturales y la presencia de animales domésticos
y cultivos agrícolas como fuente de alimento. Dentro de
Una de las principales causas de la pérdida de la diversidad
los carnívoros, los cánidos y prociónidos hay especies que
biológica la constituye la destrucción y fragmentación de
se han reportado como beneficiadas por la construcción
los ambientes naturales, por lo que la protección medi-
de urbes y la destrucción del hábitat natural por el hu-
ante el establecimiento de áreas protegidas o reservas
mano, como es el caso del coyote (Canis latrans), la zorra
es una de las estrategias más importantes para la conser-
roja (Vulpes vulpes), la zorra del desierto (Vulpes macrotis), la
vación (Noss y Csuti, 1997; Riley et al., 2003). Las reservas
zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), el mapache (Procyon
urbanas representan paisajes alterados ya que la conec-
lotor) y el cacomixtle (Bassariscus astutus) (Leopold 1959;
tividad con otras áreas de vegetación natural se ha per-
Fritzell y Haroldson, 1982; Crooks, 2002; McKinney, 2002;
dido, los efectos de borde son pronunciados y muchos
Bol’shakov et al. 2004).
de los procesos ecológicos y especies han desaparecido
(McKinney, 2002), sin embargo, su importancia es fun-
Las zonas protegidas dentro de la Reserva Ecológica del
damental porque representan relictos de comunidades
Pedregal de San Ángel de Ciudad Universitaria (REPSA)
que, de lo contrario, hubieran desaparecido. En los siste-
se encuentran en constante amenaza debido al cre-
mas urbanos, ciertos recursos, como el alimento, pueden
cimiento urbano y a la ampliación de la infraestructura
ser muy abundantes y concentrados en parches (Prange
universitaria, además de la introducción de flora y fauna
et al., 2004), por lo que el impacto de la urbanización so-
exótica como el eucalipto y los perros y gatos ferales. La
bre la biota nativa es muy fuerte (McKinney, 2002).
reducción en el área que ocupaba el Pedregal ha llevado
a la extinción de diez de las 34 a 37 especies de mamífe-
Los carnívoros, y principalmente los de gran tamaño,
ros registradas históricamente en el área (Soberón et al.
suelen estar dentro de las primeras especies en desa-
1991; Negrete y Soberón, 1994; Chávez-Tovar, 1998). La
parecer ante los disturbios (Beissinger y Osborne, 1982;
permanencia de la REPSA es de importancia fundamen-
Friesen et al., 1995; Woodroffe y Ginsberg, 1998; Crooks,
tal para la persistencia del cacomixtle y la zorra gris en la
2002), por lo que se consideran especies indicadoras de
ciudad de México, y representa un sitio excelente para
la salud de los ecosistemas (Dugelby et al., 2001; Tigas
el estudio de la ecología de estos carnívoros medianos
et al., 2002; Randa y Yunger, 2006; Markovchick-Nichols
en condiciones urbanas. Además, como consecuencia
et al., 2007). Sin embargo, algunas especies de carnívo-
de la fragmentación del hábitat, se ha observado que la
ros medianos y pequeños pueden persistir en áreas
diversidad biológica se encuentra en paisajes alterados
alteradas, éstas suelen ser generalistas y oportunistas,
de manera creciente y su conservación en estos sitios
son tolerantes a la perturbación e incluso pueden ser
tiene gran relevancia (Daily et al., 2001; Ceballos y List,
parcialmente beneficiadas por la degradación del hábi-
2008).
tat, lo que les permite vivir en zonas rurales e incluso
371
Ecología del cacomixtle y la zorra gris Castellanos y colaboradores

En este trabajo se busca obtener información sobre la


ecología que permita determinar las necesidades para
la permanencia de las zorras grises y los cacomixtles en
la REPSA, en particular (1) el tamaño del área de activi-
dad, (2) el uso de hábitat, y (3) los hábitos alimentarios.

Métodos
La captura de carnívoros se llevó a cabo mediante
trampas de caja (Tomahawk) colocadas en la Zona Núcleo
Poniente de la REPSA (Fig. 1) y en los camellones del
Circuito Exterior de Ciudad Universitaria de esta misma
zona. Los individuos capturados fueron anestesiados
con una combinación de 0.1ml/kg de ketamina y 0.01
ml/kg de xilacina (Ponds y O’Gara, 1996; Evans, 2002).
A cada individuo capturado se le tomaron los datos
merísticos estándar y se les colocó un arete metálico
numerado, para su posterior identificación. A los adultos
también se les colocó un collar equipado con un radio-
trasmisor en frecuencia VHF (164 Mhz). Para llevar a cabo
el seguimiento de los individuos con radio-collares, se
utilizaron dos antenas de cuatro elementos con sistema
pico-nulo; una antena fija colocada en el techo del
Instituto de Ecología de la UNAM y otra montada en un
vehículo que se estacionaba sobre el circuito exterior
frente a los campos de prácticas deportivas de Ciudad
Universitaria. La localización de los individuos se llevó
a cabo mediante la toma simultánea del azimut desde
cada estación de telemetría, entre las 21:00 y las 06:00 h.
La radio-interferencia (estática e interferencia causada
por radios de dos vías de la policía, ambulancias, FIG 1. Sitios de captura de zorras grises y cacomixtles en la Zona de
camiones, aviones, helicópteros y otros) de la ciudad Amortiguamiento (A8) y en la Zona Núcleo Poniente de la REPSA.

hizo imposible seguir a los animales marcados durante


las horas del día.

La triangulación de las lecturas de radio-seguimiento se dad Universitaria, considerando seis hábitats diferentes
realizó en el programa Tracker 1.1 y se analizaron con la (Castellanos y List, 2005, Castellanos et al., 2008): 1) Ur-
extensión para el análisis de movimiento animal del pro- bano: áreas donde el ambiente ha sido completamente
grama ArcView 3.1 (ESRI). El área de actividad se obtuvo transformado, está dominado por casas y existe activi-
con los métodos Kernel Fijo y Polígono Mínimo Convexo dad humana las 24 h del día. 2) Caminos: áreas donde
(PCM), ambos con el 95% de los datos. La densidad de el ambiente ha sido completamente transformado, la
cada especie se estimó tomando la suma del PMC de to- vegetación natural ha sido reemplazada por pavimen-
dos los individuos de cada especie como base para cal- to o terreno compacto y las actividades humanas son
cular el número de individuos por kilómetro cuadrado, únicamente diurnas. 3) Jardines y campos: áreas ocu-
utilizando el Geoprocessing Wizard de ArcView. padas por los campos de prácticas de actividades de-
portivas y los campos de cultivo de pastos dentro del
Para determinar el uso de hábitat, se elaboró un mapa Jardín Botánico. 4) Edificios: son las instalaciones de la
de los hábitats de la zona oeste de la REPSA y de Ciu- Universidad como institutos, invernaderos y construc-

372
Historia natural y ecología de poblaciones

ciones pequeñas como paradas de autobús, que se lo-


calizan principalmente fuera de la Reserva y donde la
Resultados y discusión
actividad humana es muy reducida durante la noche. 5)
Perturbado: áreas que mantienen algunas característi- Captura
cas del Pedregal, pero también se encuentran árboles
Los únicos carnívoros nativos que cayeron en las
introducidos, como el arboretum del Jardín Botánico Ex-
trampas fueron los cacomixtles y las zorras grises.
terior y los camellones del Circuito Exterior. 6) Pedregal:
Durante el estudio no se registraron las otras especies
área con vegetación natural. La utilización del hábitat
de carnívoros reportadas para la REPSA: zorrillos
nos sirve para determinar la importancia que tiene un
(Mephitis macroura y Spilogale gracilis) y comadrejas
hábitat en particular para una población y nos propor-
(Mustela franata) (Negrete y Soberón, 1994), aunque
ciona una idea de la sensibilidad de la población a la
estudios posteriores han comprobado la persistencia
fragmentación (White y Garrott, 1990). Para estimarla
de los zorrillos en la REPSA (H. Bárcenas, com. pers.). La
se calculó la superficie de cada hábitat (disponibilidad)
fauna silvestre de la REPSA ha sido reducida, pues ya ha
y se determinó el número de radio-localizaciones de
perdido cuatro especies de carnívoros históricamente
cada individuo en cada hábitat (White y Garrott, 1990),
reportadas: el coyote (Canis latrans), el puma (Puma
determinando la proporción de hábitats o ambientes
concolor), el mapache (Procyon lotor) y el coatí (Nasua
utilizados en relación a su disponibilidad (uso diferen-
nasua), y aunque estas especies, excepto el puma, han
cial). Mediante una prueba de X2 y una prueba de Z de
sido reportadas como parte de la fauna urbana en otros
Bonferroni se determinó si el uso diferencial era signifi-
sitios, el tamaño de la REPSA y la conectividad con otras
cativamente mayor o menor al esperado, de acuerdo a
reservas es insuficiente para mantenerlas. Aunque,
su disponibilidad.
debido al reducido tamaño de la REPSA, es notable que
soporte a una población de zorra gris, ya que el área de
La alimentación de los carnívoros se determinó medi-
actividad más pequeña reportada para la especie es
ante el análisis de contenidos de excrementos, los cuales
de 384 ha en áreas suburbanas residenciales (Harrison,
fueron colectados en caminos y veredas de la Reserva y
1997) y la reserva tiene una extensión de sólo 237 ha
en sitios donde se localizaron letrinas de ambas espe-
distribuidas en parches discontinuos, que en apariencia
cies. Los excrementos se identificaron de acuerdo al
es insuficiente para mantener una población viable de
tamaño, forma y olor (Aranda, 2000). Para identificar
esta especie.
los componentes alimentarios, los excrementos fueron
desmenuzados a mano, separando los componentes en
Entre el 29 de abril de 2002 y el 15 de julio de 2003 se
fragmentos óseos, pelos, semillas, exoesqueletos de ar-
capturaron siete individuos de zorra gris (tres machos y
trópodos y materiales no alimenticios como papel, plástico
tres hembras adultos, y una hembra joven) y 11 de caco-
y aluminio. Los componentes fueron cuantificados en un
mixtle (ocho machos y una hembra adultos, y un macho
análisis de presencia-ausencia y se obtuvo la frecuencia de
y una hembra jóvenes). El peso promedio de los machos
ocurrencia (FO = (fi /N)100) y la frecuencia relativa (FR =
de zorra gris fue de 4.7 ± 0.6 kg, y las hembras 4.3 ± 0.1
(fi /∑fi)100) de cada uno, donde fi es el número de apari-
kg, que se encuentra dentro del rango reportado para la
ciones de cada elemento i que compone al excremento
especie (Servín y Chacón, 2005).
y N es el número total de excrementos colectados. Los
restos se clasificaron en las siguientes categorías: plan-
Para estimar el peso promedio de los cacomixtles de la
tas, mamíferos, aves, artrópodos, material no alimen-
REPSA se incluyó la información de captura de 11 indivi-
tario y material no identificado. La identificación de los
duos adicionales; cinco machos y seis hembras (Suzan-
pelos se realizó en un microscopio, identificando hasta
Aspiri, 1998). El peso promedio de los cacomixtles ma-
la categoría de género. Los restos óseos de mamíferos
chos fue de 1.6 ± 0.1 kg, el peso promedio de las hembras
fueron identificados por el M. en C. Juan Cruzado. Las
fue de 1.3 ± 0.2 kg, sin observar diferencias significativas
semillas fueron analizadas e identificadas en el Herbario
entre los sexos. Este peso es mayor al reportado para
Nacional por la M. en C. Martha Olvera.
la especie (Trapp 1978; Toweill y Teer, 1980; González-
Saldívar, 1982; Poglayen-Neuwall y Toweill, 1988; Trapp

373
Ecología del cacomixtle y la zorra gris Castellanos y colaboradores

y Wyatt, 1997; ). Para comprobar si el mayor peso de los Las áreas de actividad totales de los cuatro cacomixtles,
cacomixtles del Pedregal tiene que ver con el sitio, se calculadas con PMC, se encuentran completamente em-
compararon con datos de otras poblaciones. No se en- bebidas dentro del área de actividad total de las siete
contraron diferencias significativas entre los individuos zorras y representa un 45.6% de ésta.
del Pedregal y el Desierto de los Leones (1.5 kg), uno de
los bosques que rodean la ciudad de México, pero sí con La densidad máxima de zorras calculada para la REPSA
los de Nuevo León (B. astutus flavus: 0.82 kg) y con los de fue de siete individuos en 66.6 ha, que representa una
una población de California (0.9 ± 0.1 kg hembras y 1.1 ± densidad de 8 zorras/km2, las siete capturadas más una
0.1 kg machos; G.Trapp com. pers.; Castellanos-Morales, observada en el área (García-Peña, 2007); esta densidad
2006). La diferencia de pesos puede deberse a una mayor es muy superior a la reportada para la especie que es de
disponibilidad de recursos alimenticios en la REPSA y el 0.4 a 2.1/km2 (Fritzell y Haroldson, 1982). Sin embargo, po-
Desierto de los Leones, por los desechos antropogénicos, dríamos pensar que este valor es una sobreestimación, ya
o bien, a diferencias entre subespecies (B. a. astutus vs. B. que es posible que la densidad sea menor en el área no
a. flavus). Sin embargo, no existe suficiente información muestreada, ya que se cuentan con pocos registros de la
publicada sobre cacomixtles urbanos o sobre las dos sub- especie en el área este de Ciudad Universitaria.
especies para llegar a una conclusión definitiva.
Por otra parte, la densidad de cacomixtles calculada
Área de actividad y densidad para la REPSA fue de siete machos en 30.5 ha, equiva-
lente a 22.95 cacomixtles/km2, resultado que sugiere
Las áreas de actividad tanto para zorra gris como para que el cacomixtle es el carnívoro nativo más abundante
el cacomixtle fueron muy reducidas, de hecho para la de la REPSA. La densidad obtenida para este sitio, es la
zorra gris se trata del área de actividad reportada más primera reportada para un área urbana y la más alta re-
pequeña en un ambiente residencial suburbano al com- portada hasta el momento, ya que las densidades van
pararla con el área de actividad de 384 ha reportada por de 7 a 20 ind/km2 (Poglayen-Neuwall y Toweill, 1988). Es
Harrison (1997). El área de actividad promedio calculada necesario enfatizar que la estimación se basa en el área
con Kernel para las hembras de zorra gris fue de 25.8 de actividad de los individuos capturados en las áreas
ha, mientras que para los machos fue de 34.4 ha. El área de amortiguamiento de la zona oeste de la Reserva. Las
de actividad promedio calculada con PMC fue de 37 ha densidades estimadas pueden representar una subesti-
para las hembras y 55.6 ha para los machos (Castellanos mación de la densidad real de esta especie, ya que en
et al., 2008). La suma de las áreas de actividad de todos la misma área se registró un número indeterminado de
los individuos ocupaban 66.6 ha de la REPSA. cacomixtles que no fueron capturados.

Para los cacomixtles, éste representó el primer estudio Las reducidas áreas de actividad encontradas en am-
con telemetría en la especie para un ambiente urbano. bas especies, el alto porcentaje de sobreposición en el
El área de actividad promedio calculada con Kernel fijo área de actividad de los individuos y la alta densidad
para los machos de cacomixtle adulto fue de 9.2 ± 0.08 poblacional observada pueden deberse a una gran dis-
ha, y el juvenil tuvo un área de actividad de 3.1 ha (Cas- ponibilidad de recursos alimentarios. Además, las zorras
tellanos et al., en prensa). El PMC para tres cacomixtles capturadas se comportan como un grupo familiar, tal
macho adultos fue de 7.8 ± 1.9 ha y para el macho joven como está reportado para la especie (Trapp y Hallberg,
fue de 2.9 ha. Esta reducida área de actividad es la se- 1975; Fritzell y Haroldson, 1982), lo que sugiere que el
gunda más pequeña reportada, en comparación con la área de actividad reducida no afecta su dinámica grupal
reportada por Lacy (1983) de 8.8 ha y la reportada por y de población. Esto es consistente con otros estudios
Wyatt (1993) de 16.2 ha, ambos datos de poblaciones de que han relacionado áreas de actividad pequeñas con
California. La suma de las áreas de actividad de todos los la abundancia de recursos alimentarios en ambientes
individuos ocupaban 30.5 ha de la REPSA. Por otra par- urbanos para otras especies de zorras (Vulpes vulpes,
te, se observaron porcentajes de sobreposición impor- Macdonald, 1987; V. macrotis, Cypher y Frost, 1999), así
tantes entre las áreas de actividad de las zorras (23-92%; como en coyotes, donde existe una sobreposición im-
Tabla 1), y entre las de los cacomixtles (28-47%; Tabla 2). portante entre individuos del mismo sexo en tiraderos

374
Historia natural y ecología de poblaciones

Tabla 1. Porcentaje (negritas) y tiempo (meses; paréntesis) de sobreposición en áreas de actividad de cinco zorras
grises (Urocyon cinereoargenteus) de la REPSA.

Individuo UC780MA UC986MD UC324MG UC720HU UC325HA


UC780MA - 74 (4) 49 (2) 53 (4) *
UC986MD 44 (4) - 38 (8) 66 (4) 58 (6)
UC324MG 50 (2) 65 (8) - 92 (2) 59 (7)
UC720HU 23 (4) 49 (4) 40 (2) - *
UC325HA * 83 (6) 50 (7) * -

* Pares de individuos que no coincidieron temporalmente

Tabla 2. Porcentaje (negritas) y tiempo (meses; paréntesis) de sobreposición en áreas de actividad de cuatro caco-
mixtles (Bassariscus astutus) macho de la REPSA.

Individuo BA393M BA397M BA398M BA568M


BA393M - * * *
BA397M * - 28 (0.02) *
BA398M * 84 (0.02) - 47 (4)
BA568M * * 46 (4) -

* Pares de individuos que no coincidieron temporalmente

de basura (Hidalgo-Mihart, 2004). Estos datos coinciden Uso de recursos


con un estudio de mapaches, zorrillos y coyotes de un
parque urbano y de un área rural, donde también se en- El principal componente de los excrementos de las zorras
contraron diferencias entre pautas conductuales, den- fueron los artrópodos, seguido de mamíferos y plantas, y
sidad y tamaño de área de actividad y uso de hábitat sólo un pequeño porcentaje de material no alimentario
(Gehrt, 2004). (FIG. 2). Mientras que en los cacomixtles el componente
principal de los excrementos fueron las plantas, seguido
Otro factor que contribuye a la alta densidad de estas de los artrópodos y el material no alimentario fue promi-
especies es la desaparición de los grandes carnívoros ya nente, los mamíferos y las aves representaron los compo-
que provoca un fenómeno conocido como liberación nentes alimenticios menos frecuentes (FIG. 2). El alimento
de los meso-depredadores, a partir de la reducción en la antropogénico está subrepresentado, ya que no deja
mortalidad por depredación de las especies de carnívo- elementos identificables además de empaques y en-
ros medianos, como zorras y cacomixtles (Crooks y voltorios. Se observó en repetidas ocasiones a las zorras y
Soulé, 1999). los cacomixtles consumiendo alimento de origen antro-
pogénico en los contenedores de basura del estaciona-
miento del Jardín Botánico. Sin embargo, el 100% de los
excrementos de ambas especies presentaron elementos
de origen natural (Castellanos et al., 2008).

375
Ecología del cacomixtle y la zorra gris Castellanos y colaboradores

Las zorras utilizaron los distintos hábitats de acuerdo a alimenticios naturales y antropogénicos, así como en la
su disponibilidad (Fig. 3), mientras que los cacomixtles disponibilidad de oquedades que les sirven de refugio y
hicieron uso diferencial del hábitat, utilizando los una muy baja o nula densidad de sus depredadores na-
ambientes perturbados más de lo esperado (Fig. 4; turales. Es importante resaltar, que los patrones de ac-
Castellanos et al., 2008). Esta información representa tividad humana en la Universidad Nacional Autónoma
únicamente el horario de actividad de las zorras de México es otro factor que permite a estas especies
(crepuscular y nocturno) ya que durante las horas merodear las áreas circundantes a la REPSA durante la
de descanso (diurno) no fue posible obtener radio noche.
localizaciones.
De acuerdo a nuestros datos, tanto las zorras como los
A pesar de que tanto las zorras como los cacomixtles cacomixtles hacen uso de la Reserva para refugiarse
están utilizando áreas fuera de la Reserva y alimento de durante el día y para reproducirse, por lo que podemos
origen antropogénico, la mayor parte de la alimentación asegurar que la existencia de esta área es indispensable
la obtienen de elementos naturales como los que ofrece para la subsistencia de las poblaciones de ambas espe-
la REPSA y pasan la mayor parte del tiempo dentro de la cies, pero de manera más dramática en el caso de la
misma. Otros estudios han reportado el uso de alimentos zorra gris. Los cacomixtles son animales más pequeños
asociados a la presencia humana por parte de la zorra gris que requieren de un área menor para realizar sus activi-
y del cacomixtle (Fritzell y Haroldson, 1982; Poglayen- dades diarias, por lo que en la ciudad de México se han
Neuwall y Toweill, 1988). A pesar del aprovechamiento encontrado en sitios más perturbados, como el Bosque
del alimento de origen antropogénico, su consumo de Chapultepec (J. Cruzado, com. pers.). Por otro lado,
representa un riesgo, ya que el plástico puede causarles la ausencia de zorras en otras áreas verdes de la ciudad
la muerte por oclusión intestinal, tal como ocurre con puede indicar que los requerimientos de hábitat de la
aves y mamíferos alrededor del mundo (BBC News, zorra gris son mayores que los de los cacomixtles. En la
2004; Cohn, 2005), por lo que es recomendable regular REPSA, la irregularidad en el terreno limita el paso de las
el tipo de contenedores para la disposición de la basura personas y vehículos y forma gran número de oquedades
en las zonas adyacentes a la REPSA. ocupadas por diferentes especies, incluyendo las zorras
grises, característica que favorece la persistencia de estas
El atractivo de las áreas perturbadas para estas espe- especies en el área.
cies puede basarse en la presencia de mayores recursos

1.0

0.9

0.8

0.7
material no identificado
0.6 material no alimentario
aves
0.5
mamíferos
0.4 artrópodos
plantas
0.3

0.2

0.1

0.0
Urocyon cinereoargenteus Bassariscus astutus

FIG 2. Frecuencia relativa de cada categoría de alimento encontrada en los excrementos de zorra gris
(Urocyon cinereoargenteus) y cacomixtle (Bassariscus astutus) colectadas en la zona oeste de la REPSA.

376
Historia natural y ecología de poblaciones

Urocyon cinereoargenteus

0.60

0.50

0.40
utilizado
0.30
disponible
0.20

0.10

0.00
Pedregal Perturbado Jardines y Edificios Urbano Caminos
Campos

FIG. 3. Proporción de hábitat disponible y proporción de hábitat utilizado por las zorras grises (Urocyon
cinereoargenteus) de la REPSA.

Bassariscus astutus

0.35

0.30

0.25
utilizado
Proporción

0.20 disponible

0.15

0.10

0.05

0.00
Pedregal Perturbado Jardines y Edificios Urbano Caminos
Campos

FIG 4. Proporción de hábitat disponible y proporción de hábitat utilizado por los cacomixtles (Bassariscus
astutus) de la REPSA.

377
Ecología del cacomixtle y la zorra gris Castellanos y colaboradores

Conclusiones adecuados. Estas áreas además ofrecen una oportuni-


dad única para el estudio de la flora y fauna nativa de
la Cuenca del Valle de México en áreas rodeadas com-
La Reserva del Pedregal representa uno de los últimos
pletamente por una de las ciudades más grandes del
relictos de la vegetación característica del pedregal
mundo.
originado por la erupción del volcán Xitle y es, también,
uno de los últimos refugios que tienen especies como
La conservación de las especies del pedregal requiere
la zorra gris en la ciudad de México. Probablemente es
de un mayor esfuerzo de difusión sobre su importancia.
el único sitio totalmente rodeado por la ciudad, en el
El interés de la comunidad universitaria y de las auto-
que se encuentra esta especie, pues aunque la ciudad
ridades responsables mejorarían estas condiciones me-
de México cuenta con áreas naturales protegidas en las
diante acciones sencillas como reforzar la aplicación del
que podría estar presente, las áreas de mayor tamaño
reglamento de la REPSA y tener un control efectivo de
están conectadas con parches de hábitat o reservas que
acceso a la Reserva, evitar el depósito ilegal de basura y
se encuentran fuera de la ciudad, como los parques na-
cascajo, así como regular la construcción de infraestruc-
cionales Cumbres del Ajusco, Desierto de los Leones,
tura en zonas adyacentes a la Reserva para evitar, en la
e Insurgentes Miguel Hidalgo y Costilla (Secretaría del
medida de lo posible, la pérdida de sitios de refugio.
Medio Ambiente, 2007).

La persistencia de carnívoros medianos en la Reserva


Se ha registrado la presencia del cacomixtle en otras
Ecológica del Pedregal de San Ángel demuestra la im-
áreas de la ciudad, algunas de las cuales son áreas na-
portancia de los parches con vegetación natural para el
turales protegidas (Comisión de Recursos Naturales y
mantenimiento de la biodiversidad, incluso en las áreas
Desarrollo Rural, 2000). Sin embargo, se desconoce el
urbanas, por lo que es importante invertir recursos para
estado de sus poblaciones en otros sitios. Es necesario
el mantenimiento y restauración de las áreas protegidas
evaluar el estado actual de las poblaciones de carnívo-
urbanas, que además, proveen importantes servicios
ros silvestres persistentes en otras áreas protegidas de
ambientales a los habitantes de la ciudad.
la ciudad de México para establecer planes de manejo

Agradecimientos
Agradecemos a M. Olvera y J. Cruzado por la identificación de semillas y restos óseos. A H. Zarza por la asesoría para la
elaboración del mapa de hábitats y con el programa ArcView. A R. Bye y H. Hernández del Jardín Botánico del Instituto
de Biología por los permisos y facilidades para realizar el trabajo de campo. Al Dr. Gerardo Suzan por los datos de
cacomixtles capturados en el Pedregal y el Desierto de los Leones y al Dr. Gene Trapp por proveer los datos de peso de
los cacomixtles de California. El Programa de apoyo a Licenciatura (PROBETEL) otorgó becas para la realización de las
tesis. El equipo fue financiado por Lincoln Park Neotropical Fund e Idea Wild. Al Laboratorio de Ecología y Conservación
de Fauna Silvestre del Instituto de Ecología, UNAM por su apoyo para realizar el estudio. A Vigilancia UNAM por
garantizar la seguridad de las investigadoras durante el desarrollo del proyecto. Las observaciones preliminares se
realizaron en el Zoológico de Chapultepec. Agradecemos la invitación del Dr. Antonio Lot para participar en este libro
y al Dr. Zenón Cano por sus comentarios para mejorar el capítulo.

378
Historia natural y ecología de poblaciones

Literatura citada
ARANDA, M. 2000. Huellas y otros rastros de los mamífe- COMISIÓN DE RECURSOS NATURALES Y DESARROLLO
ros grandes y medianos de México. Comisión Nacio- RURAL. 2000. Programa General de Ordenamiento
nal para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Ecológico del Distrito Federal 2000-2003. Secretaría
Xalapa. del Medio Ambiente, México.
BBC NEWS. 2004. Scotts count cost of plastic bags. Consul- CROOKS, K. R. 2002. Relative sensitivities of mammalian
tado en: http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/tech/3959607. carnivores to habitat fragmentation. Conservation
stm (visitada en junio de 2007). Biology, 16: 488-502.
BEISSINGER, S.R. Y D.R. OSBORNE. 1982. Effects of ur- CROOKS, K. Y M. SOULÉ. 1999. Mesopredator release
banization on avian community organization. and avifaunal extinctions in a fragmented system.
Condor, 84: 75–83. Nature, 400: 563-566.
BOL’SHAKOV, V. N., O.A. PYASTOLOVA Y V. L. VERSHININ. CYPHER, B. L. Y N. FROST. 1999. Condition of San Joaquin
2004. Specific features of the formation of animal kit foxes in urban and exurban habitats. The Journal
species communities in technogenic and urbanized of Wildlife Management, 63: 930-938.
landscapes. Russian Journal of Ecology, 32: 315-325. DAILY, G. C., P. R. EHRLICH Y A. SÁNCHEZ-AZOFEIFA. 2001.
CASTELLANOS-MORALES, G. 2006. Sobre el ámbito hoga- Countryside biogeography: use of human domi-
reño y los hábitos alimentarios de un carnívoro en nated habitats by the avifauna of southern Costa
un ambiente suburbano. El cacomixtle (Bassariscus Rica. Ecological Applications, 11: 1-13.
astutus) en la Reserva Ecológica “El Pedregal de San DUGELBY, B., D. FOREMAN, R. LIST, B. MILLER, J. HUMPH-
Ángel”, Ciudad Universitaria, México, D. F. Tesis pro- REY, M. SEIDMAN Y R. HOWARD. 2001. Rewilding the
fesional. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Sky Islands Region of the Southwest. Pp. 65-81, en:
Autónoma de México, México. Maehr, D.S., R.F. Noss y J.L. Larkin (eds.). Large ma-
CASTELLANOS, G Y R. LIST. 2005. Área de actividad y mmal restoration: Ecological and sociological cha-
uso de hábitat del cacomixtle (Bassariscus astutus) llenges in the 21st century. Island Press, Londres.
en “El Pedregal de San Ángel”. Revista Mexicana de ESRI, ENVIRONMENTAL SYSTEMS RESEARCH INSTITUTE,
Mastozoología, 9: 113-122. INC. 1997. ArcView version 3.1. Redlands. (www.
CASTELLANOS, G., N. GARCÍA Y R. LIST. 2008. Uso de Re- esri.com/software/arcview/index.html).
cursos del Cacomixtle Bassariscus astutus y la Zorra EVANS, R. H. 2002. Racoon and relatives. En: Heard, D.
Gris Urocyon cinereoargenteus en una Reserva Ur- (ed.). Zoological restraint and anesthesia. Interna-
bana de la Ciudad de México. Pp.377-390, en: C. tional Veterinary Information Service. Consultado
Lorenzo, E. Espinoza y J. Ortega (eds.). Avances en en:www.ivis.org/special_books/Heard/evans/
el estudio de los mamíferos II. Asociación Mexicana chapter_frm.asp?LA=1 (visitado en enero de 2003).
de Mastozoología, A.C., México. FRIESEN, L. E., P. F. J. EAGLES Y R. J. MACKAY. 1995. Effects
CHÁVEZ-TOVAR, C. 1998. Los mamíferos silvestres de la of residential development on forest-dwelling Neo-
reserva “El Pedregal”: testigos del avance de la civi- tropical migrant songbirds. Conservation Biology, 9:
lización. Especies, 7: 24-25. 1408-1414.
CEBALLOS, G. Y R. LIST. En prensa. Manejo y conserva- FRITZELL, E. K. Y K. J. HAROLDSON. 1982. Urocyon cine-
ción de fauna silvestre en paisajes dominados por reoargenteus. Mammalian Species, 189: 1-8.
actividades humanas en la región del Parque El GARCÍA-PEÑA, M. N. 2007. Sobre el ámbito hogareño y los
Jaguaroundi, Coatzacoalcos, Veracruz. Pp. 157-169. hábitos alimentarios de un carnívoro en un ambien-
En: Nava, Y. e I. Rosas (coord.). El Parque Ecológico te suburbano. La zorra gris (Uroyon cinereoargenteus)
Jaguaroundi: Conservación de la selva tropical ve- en la Reserva Ecológica “El Pedregal de San Ángel”.
racruzana en una zona industrializada. Instituto Ciudad Universitaria. México, D. F. Tesis profesional.
Nacional de Ecología y Programa Universitario del Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autóno-
Medio Ambiente, Universidad Nacional Autónoma ma de México, México.
de México, México. GEHRT, S. 2004. Ecology and management of striped
COHN, J.P. 2005. Urban wildlife. Bioscience, 55: 201- 205. skunks, raccoons and coyotes in urban landscapes.

379
Ecología del cacomixtle y la zorra gris Castellanos y colaboradores

Pp. 81-104, en: Fascione, N., A. Delach y M.E. Smith lotor) movements and spatial distribution. Journal
(eds.). People and predators, from conflict to of Mammalogy, 85: 483-490.
coexistence. Defenders of Wildlife, Island Press, RANDA, L. Y J. A. YUNGER. 2006. Carnivore occurrence
Washington. along an urban-rural gradient: a landscape-level
GONZÁLEZ-SALDÍVAR, F. N. 1982. Estudio preliminar sobre analysis. Journal of Mammalogy, 87: 1154-1164.
el cacomixtle (Bassariscus astutus flavus) Rhoads (1984), RILEY, S. P. D., R. M. SAUVAJOT, T. K. FULLER, E. C. YORK,
en el Municipio de Agualeguas, Nuevo León, México. D. A. KAMRADT, C. BROMLEY Y R. K. WAYNE. 2003.
Tesis profesional. Facultad de Ciencias Biológicas, Uni- Effects of urbanization and habitat fragmentation
versidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey. on bobcats and coyotes in Southern California.
HARRISON, R. L. 1997. A comparison of gray fox ecology Conservation Biology, 17: 566-576.
between residential and undeveloped rural land- SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE DEL DISTRITO
scapes. Journal of Wildlife Management, 61: 112-122. FEDERAL. 2007. Áreas Naturales Protegidas del
HIDALGO-MIHART, M. G. 2004. Ecología espacial del coyote Distrito Federal 2007 INEGI. Consultado en: http://
(Canis latrans) en un bosque tropical caducifolio. Tesis www.sma.df.gob.mx/corena/index.php?ruta=c
de doctorado. Instituto de Ecología, A.C., Xalapa. onservacion&op=anp_conc_anpdf (visitada en
LACY, M. K. 1983. Home range size, intraspecific spacing, noviembre de 2008).
and habitat preference of ringtails (Bassariscus SERVÍN, J. Y E. CHACÓN. 2005. Urocyon cinereoargenteus
astutus) in a riparian forest in California. Tesis de (Schreber, 1775); zorra gris. Pp. 354, en: Ceballos,
maestría. California State University, Sacramento. G. y G. Oliva (coord.). Los mamíferos silvestres de
LEOPOLD, A. S. 1959. Wildlife of Mexico: the game birds and México. Fondo de Cultura Económica y Comisión
mammals. University of California Press, Berkeley. Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodi-
MACDONALD, D. W. 1987. Running with the fox. Unwin versidad, México.
Hyman, Londres. SOBERÓN, J., M. DEL C. ROSAS Y G. JIMÉNEZ. 1991.
MARKOVCHICK-NICHOLS, L., H. M. REGAN, D. H. DEUTSCH‑ Ecología hipotética de la reserva del Pedregal de
MAN, A. WIDYANATA, B. MARTIN, L. NOREKE Y T. San Ángel. Ciencia y Desarrollo, 99: 25-38.
HUNT. 2007. Relationships between human dis- SUZAN-ASPIRI, G. 1998. Rabia, toxoplasma y parvovirus
turbance and wildlife land use in urban habitat en mamíferos silvestres de dos reservas del Distrito
fragments. Conservation Biology, 22(1): 99-109. Federal. Tesis de maestría. Facultad de Ciencias, Uni-
MCKINNEY, M. L. 2002. Urbanization, biodiversity, and versidad Nacional Autónoma de México, México.
conservation. Bioscience, 52: 883-890. TIGAS, L. A., D. H. VAN VUREN Y R. M. SAUVAJOT.
NEGRETE Y., A. Y J. SOBERÓN. 1994. Los mamíferos silves- 2002. Behavioral responses of bobcats and coyotes
tres de la Reserva Ecológica El Pedregal. Pp. 219-228, to habitat fragmentation and corridors in an urban
en: Rojo, A. (comp.). Reserva Ecológica “El Pedregal environment. Biological Conservation, 108: 299-306.
de San Ángel” Ecología, historia natural y manejo. TOWEILL, D. E. Y J. G. TEER. 1980. Home range and den
Universidad Nacional Autónoma de México, México. habits of Texas ringtails (Bassariscus astutus flavus).
NOSS, R. F. Y B. CSUTI. 1997. Habitat fragmentation. Pp. Pp. 1103-1120, en: Chapman J.A. y D. Pursley (eds.).
269-304, en: Meffe, G.K. y R.C. Carroll (eds.). Prin- Proceedings of the worldwide furbearers conference.
ciples of conservation biology. Sinauer Associates, Fortsburg.
Sunderland. TRAPP, G. R. 1978. Comparative behavioral ecology of
POGLAYEN-NEUWALL, I. Y D.E. TOWEILL. 1988. Bassariscus the ringtail and gray fox in southwestern Utah. Car-
astutus. Mammalian Species, 327: 1-8. nivore, 1: 3-32.
PONDS, D. B. Y B. W. O’GARA. 1996. Chemical immobi- TRAPP, G. R. Y L. HALLBERG. 1975. Ecology of the gray fox
lization of large mammals. Pp. 419-444, en: Book- (Urocyon cinereoargenteus): A review. Pp. 164-178,
hout, T.A. (ed.). Research and management tech- en: Fox, M.W. (ed.). The wild canids. Van Nostrand
niques for wildlife and habitats. Wildlife Society, Reinhold, Nueva York.
Bethesda. TRAPP, G. R. Y D. WYATT. 1997. Ringtail (Bassariscus astutus
PRANGE, S., S. D. GEHRT Y E. P. WIGGERS. 2004. Influences raptor) density, morphology and longevity in the
of anthropogenic resources on Racoon (Procyon Central Valley of California. Pp: 376, Proceedings of

380
Historia natural y ecología de poblaciones

the Seventh International Thereological Congress,


Acapulco.
WHITE, G.C. Y R.A. GARROTT. 1990. Analysis of wildlife ra-
dio-tracking data. Academic Press Inc., San Diego.
WOODROFFE, R. Y J.R. GINSBERG. 1998. Edge effects and
the extinction of populations inside protected areas.
Science, 280: 2126-2128.
WYATT, D.T. 1993. Home range size, habitat use and food
habits of ringtails (Bassariscus astutus) in a Central
Valley riparian forest, Sutter Co., California. Tesis de
maestría. California State University, Sacramento.

381

Вам также может понравиться