Вы находитесь на странице: 1из 4

El arte se banaliza

Vargas Llosa presenta su libro y amplifica la rebelión contra la trivialización de la cultura


El artista británico Damien Hirst es puesto por Vargas Llosa como símbolo del triunfo de la cultura trivializada
(Propias)

JOSEP MASSOT

18/04/2012 00:28Actualizado a19/04/2012 14:18

La crisis económica ha arramblado con rapidez muchos clichés creados en España durante el boom
de los años 90: ni la economía española estaba a la altura de la alemana, ni habíamos superado el
atraso cultural con los otros países europeos. Ha bastado que el contexto internacional haya virado
de forma masiva hacia la culturadel espectáculo de la que ya hablaba Guy Debord, ¡en 1967!, para
que quienes simulaban sumarse por prestigio social a los creadores que, al renovarlo, daban
continuidad al canon de la tradición cultural, ahora lo ignore o lo pongan en la picota. Si la cultura
dominante es la que sólo entretiene o si el valor de la cultura se reduce al número de
consumidores, de visitantes, de lectores o al porcentaje de participación en el PIB, será fácilmente
ninguneada y suprimible. ¿El siglo XXI será el siglo de una nueva desculturización?

JORDI LLOVET

"La educación inmuniza contra la seducción de la baratija"

El profesor y ensayista Jordi Llovet, con su reciente Adéu a la Universitat, ya puso el dedo en la
llaga. "Además de ser muy partidario de todas las manifestaciones de la cultura popular -dice- soy
un firme defensor de lo que ha venido en llamarse alta cultura porque estoy convencido de que una
civilización se estanca en materia espiritual y en muchas otras dimensiones si no conoce y es capaz
de asimilar los logros más altos de los pueblos y los hombres en un terreno más substancioso y
permanente que el deporte, el chismorreo o los vaivenes de la economía y las finanzas". "Pero
antes que defensor de esa alta cultura -que viene a ser como el vértice la pirámide cultural de toda
civilización- soy un más firme defensor, aún, de la educación. Naturalmente que estoy en contra del
carácter espectacular de la cultura de nuestro tiempo en todo el orbe llamado desarrollado; pero
que los usuarios de la cultura prefieran consumirla, hoy, bajo el aura desgastada de lo espectacular
procede del hecho de haber sido educados también de una manera muy superficial y con muchas
técnicas pedagógicas y tecnologías deslumbrantes. El día en que nuestros escolares de secundaria
puedan realizar una visita al Prado o al Louvre y entender los mitos bíblicos y clásicos que se
encuentran representados o glosados en las telas que cuelgan en ellos, ese día podrá decirse que la
población está inmunizada contra la seducción cultural de baratija que nos domina. Un ser capaz de
discernir o establecer una diferencia de criterio entre Petrarca, Ausiàs March o Proust y un escritor
de circunstancias, o entre un Tàpies y cualquier mamarrachada, es un ser vacunado contra toda
forma de cultura banalizada y trivial", concluye Llovet.

JAIME ROSALES

"Ha habido una destrucción sistemática del canon"

Hay un debate no resuelto entre alta y baja cultura iniciado con el pop, y que ahora ha revivido con
fuerza, sobre todo en la narrativa que nivela géneros de serie B con alta literatura. El cineasta
Jaime Rosales, que arrasó en los Goya con La soledad, dice que la dinámica actual se inició con
Warhol y con la reproductibilidad de las expresiones culturales, y que ahora se ha agudizado en la

1
era digital: "el propio medio -dice- facilita la difusión de todo tipo de escritos, fotos o vídeos y que
todo se banalice, Al final todo el mundo se siente legitimizado para ser un artista. Me quedé
perplejo al saber que Raphael cantaba en el Liceu. Ha habido una destrucción sistemática de todas
las referencias y del canon. Al final, ningún texto antiguo tiene valor, sólo importa lo actual, lo
frívolo, la moda, los espectáculos, la pornografía. Esta situación nos puede llevar a una degradación
cultural y lo que más me inquieta es que haremos una cultura tan endeble que no dejará huella
alguna. Incluso los materiales parecen efímeros. Se pierde el papel en la literatura, el celuloide en
cine, la piedra en arquitectura, el óleo en pintura. Todos los materiales que pesan, que son difíciles
de trabajar se pierden en beneficio de materiales más ligeros y perecederos".¿La lógica de la
economía de mercado lleva a la desculturización? "No de forma calculada -dice Rosales-, pero es
verdad que cierto mercado, en su voracidad, tira a lo fácil, lo rápido. El problema de España es que
nuestras élites, económicas, financieras y políticas, son muy paletas. No tienen conocimiento del
movimiento de la modernidad. Sólo les interesa la casa, el coche y el garaje".

JOAN FONTCUBERTA

"La cultura crítica no recibe la atención de los reflectores"

El artista Joan Fonctuberta distingue dos conceptos de cultura. "En términos de producción de
cultura -dice-, hay una cultura de creación y una cultura de consumo. Hay una cultura que nos hace
pensar y otra encaminada a la evasión. Hay una cultura crítica y otra convertida en un género que
se rige por las leyes del mercado y de la industria del entretenimiento. La cultura crítica no recibe la
atención de los reflectores ni transita por alfombras rojas, pero es la que instaura formas
inteligentes de estar en el mundo. De ella no se ocupan las crónicas de sociedad pero es el germen
del futuro. Margaret Thatcher dijo que una pintura que no se vende es una pintura que no debería
ser pintada. Para los neoliberales, una cultura que no sea rentable es una cultura inútil que no
debería incentivarse. Tanto da si la cultura más rentable desarticula nuestra memoria y nuestro
sentido de colectividad". Fontcuberta opina que "la mentalidad política dominante privilegia hoy el
mercado y la industria del entretenimiento sobre la cultura de creación: por desgracia, eso no hace
sino empobrecer espíritus, personas y ciudadanos".

ALBERT ROIG

"Sólo tienes sueldo mínimo pasando por la banalización"

Albert Roig, un poeta que nunca se ha dejado domesticar, cree que "la banalización de la cultura es
una clara evidencia. Quienes reivindican su derecho a banalizarla tienen razón. Se ha hecho
siempre, desde Pitarra hasta el pop y el rap y los ácratas del perrito y la flautita de hoy, porque en
realidad se trata de una loable profesionalización del creador. Alegan que los artistas tenemos
derecho a una vida digna, pero la única manera de tener hoy el sueldo mínimo es pasando por la
banalización. me maravilla ver cómo escritores o directores teatrales o artistas plásticos que han
comenzado haciendo una obra digna e interesante, acaban produciendo como desgraciados -
perdonadme, pero esta es la palabra- un libro o una exposición o tres espectáculos cada uno o dos
años porque ha firmado un contrato con un agente cultural". Roig matiza que "nunca ha habido
tantos nuevos creadores y tan buenos como ahora. El problema es que los agentes culturales sean
tan ciegos, obtusos y, lo peor, perezosos". En tercer lugar, Roig culpa al "descrédito de la tradición:
los críticos y profesores universitarios han convertido la tradición en algo aburrido y académico y la
experimentación en algo grotesco. No hay maestros ni jóvenes promesas a la vista. Pregunte a un
pintor por un poeta, tal vez le diga que le gusta Martí i Pol o Joan Margarit. ¿Rilke? ¿Quién es?
Hablo de un poeta, porque, ya ve, han desaparecido de los medios de comunicación".

2
BENET CASABLANCAS

"Descrédito del pensamiento ante el peaje del utilitarismo"

Para el compositor Benet Casablancas, "cultura son aquellas herramientas que permiten a la
persona realizar su potencial, reconocerse a sí misma y ejercer su libertad en convivencia feliz y
fecunda con sus conciudadanos.¡Necesitamos más Ilustración! En el terreno musical, Goethe pone
un ejemplo maravilloso: la audición de un cuarteto de Haydn. Relativismo de los valores, descrédito
y debilitamiento del pensamiento, desprestigio de las Humanidades, sometiendo su capacidad
inestimable de interpelar la condición humana al peaje del utilitarismo más inmediato, la pérdida de
prestigio social del esfuerzo sostenido, de la excelencia, a menudo invocada, pero pocas veces
exigida, y la demora en la necesidad urgente de regeneración de la vida pública, no parece que
ayuden nada a avanzar en esta dirección. Posiblemente sea esta la verdadera crisis, la más
profunda y que más daño puedo hacernos, diluyendo toda esperanza".

XAVIER ALBERTÍ

"No hay ningún problema si no intentamos unificar experiencias"

El director de teatro Xavier Alberti ya trató el tema de la banalización de la cultura cuando puso en
escena la obra de Thomas Bernhard Los maestros antiguos. Según Albertí, "la cultura sirve para:

-Recordar que hemos de morir


-Crear desde lenguajes convencionales, realidades que conformen pensamiento.
-Sentirnos miembros de una colectividad tan grande o tan pequeña como necesitemos.
-Sentirnos inscritos en unas tradiciones que noes ofrecen su patrimonio histórico yi la posibilidad de
dialogar con él.
-Elaborar el balance entre ética y estética y producir nuestra ideología.

Es evidente que existe un consumo de productos llamados culturales que no tiene nada que ver con
los instrumentos profundos e imprescindibles que la cultura nos ofrece para entender, cuestionar ,
modificar, crear o conformar la personalidad Intelectual de cada individuo.

De la misma manera que hay personas altas y bajas, delgadas y gordas, hay muchos niveles
culturales. No todo el mundo puede analizar de la misma manera los acontecimientos que la cultura
provoca. No hace falta. La cultura nos hace diferentes, singulares dentro de nuestras
colectividades.Hay quien va al Prado y sólo mira el marco de los cuadros y hay quien puede estar
horas ante un solo cuadro. No hay ningún problema si no intentamos unificar las experiencias".

VALERIA BERGALI

"Calidad y democracia no están reñidos"

La editora de Minúscula, una editorial que cuenta con un catálogo de repleto de joyas literarias,
entiende que "es difícil precisar qué se entiende por cultura de calidad, como a veces se la
denomina". "En cualquier caso -comenta- , será aquella capaz de proporcionar significados a
personas muy variadas, de construir elementos para la reflexión y el placer para un público amplio,
pues calidad y democracia no están reñidos. El problema de la banalización es que todo se
convierte en previsible, en más de lo mismo, y entonces nos quedamos sin claves para lidiar con lo
imprevisible y para transformar lo demasiado previsible".

3
JOSÉ LUIS PARDO

"De nuestra miseria cultural no tiene la culpa Merkel"

José Luis Pardo, autor de "Las reglas del juego", ha renovado el pensmiento español con una obra
basada en sólidos cimientos filosóficos y con un enfoque original, nada vicario respecto al de otros
pensadores que le antecedieron. Su visión sobre el estado de la cultura en España es pesimista:
"Me resulta difícil recordar, en nuestros tiempos, otro momento histórico en el cual el país haya
estado más desorientado y como discapacitado en materia cultural y educativa", comienza su
análisis. Y argumenta: "Y no es solamente que los poderes públicos, por tener que atender
necesidades excepcionales, hayan dejado de transferir fondos a las partidas culturales de los
presupuestos, no. Ni la cultura ni la educación son necesariamente buenas por el hecho de llevar el
adjetivo públicas (por ejemplo, no lo son cuando se entiende por inversión cultural pública el pasear
por el mundo entero, a costa del erario público, a una colección de escritores y artistas inventados
que se exhiben ante un público inexistente; o cuando se entiende por inversión pública en
educación la erección de cientos de facultades universitarias para las cuales no hay demanda real y
que no obedecen más que al cálculo demagógico-electoralista).

Desde bastante antes de que comenzase esta crisis se ha venido mareando a la ciudadanía, en
materia cultural y educativa, con la letanía de que se aproximaba una nueva época en donde todas
las jerarquías y estructuras que habíamos conocido hasta ahora para la educación y la cultura se
vendrían abajo, desaparecerían y serían relevadas por un nuevo orden infinitamente superior al
antiguo. Y así se ha hecho un perjuicio constante y sistemático a las instituciones culturales y
educativas modernas, mientras que las posmodernas no han llegado a instalarse y ni siquiera se las
adivina en el horizonte (por ejemplo, se nos han calentado cada día las orejas con el final de los
libros, de los periódicos, de los apuntes, de las carreras, de la erudición o de la reflexión, y con ello
se ha conseguido, hasta cierto punto, que la gente abandone las librerías, que se desmantelen
kioscos y aulas para construir foros virtuales , y que nos compremos todo tipo de adminículos
electrónicos para enriquecimiento a corto plazo de quienes los fabrican; pero, una vez logrado ese
objetivo inmediato, el libro electrónico no representa más que un porcentaje ridículo de la lectura
globalmente considerada, y los foros están llenos del más espantoso vacío, que pulula también con
gran alboroto por todas las aplicaciones informáticas). Y, mientras sucedía eso, nadie se
preocupaba demasiado por la obra de destrucción que se estaba llevando a cabo en el territorio
cultural y educativo.

Ahora que el nuevo orden ha llegado y nos hemos enterado de que era tan viejo como su nombre,
miseria, nos encontramos con que ya no podemos volver a todo eso que destruimos y
abandonamos (los periódicos, los libros, las universidades, etc.), pero tampoco hemos construido
nada nuevo ni hemos llegado al planeta futuro. De ahí la terrible desorientación. Y de esto no tiene
la culpa Angela Merkel".

Вам также может понравиться