Вы находитесь на странице: 1из 6

Estructura Atómica y modelos atómicos

En el siglo V antes de Cristo, el filósofo griego Demócrito postuló, sin evidencia científica, que el
Universo estaba compuesto por partículas muy pequeñas e indivisibles, que llamó "átomos".
Átomo, la unidad más pequeña posible de un elemento químico. En la filosofía de la antigua
Grecia, la palabra “átomo” se empleaba para referirse a la parte de materia más pequeño que
podía concebirse. Esa “partícula fundamental”, por emplear el término moderno para ese concepto,
se consideraba indestructible. De hecho, átomo significa en griego “no divisible”. El conocimiento
del tamaño y la naturaleza del átomo avanzó muy lentamente a lo largo de los siglos ya que la
gente se limitaba a especular sobre él.
Sin embargo, los avances científicos de este siglo han demostrado que la estructura atómica
integra a partículas más pequeñas.

Así una definición de átomo sería:


El átomo es la parte más pequeña en la que se puede obtener materia de forma estable, ya que las
partículas subatómicas que lo componen no pueden existir aisladamente salvo en condiciones muy
especiales. El átomo está formado por un núcleo, compuesto a su vez por protones y neutrones, y
por una corteza que lo rodea en la cual se encuentran los electrones, en igual número que los
protones.
Protón, descubierto por Ernest Rutherford a principios del siglo XX, el protón es una partícula
elemental que constituye parte del núcleo de cualquier átomo. El número de protones en el núcleo
atómico, denominado número atómico, es el que determina las propiedades químicas del átomo en
cuestión. Los protones poseen carga eléctrica positiva y una masa 1.836 veces mayor de la de los
electrones.
Neutrón, partícula elemental que constituye parte del núcleo de los átomos. Fueron descubiertos
en 1930 por dos físicos alemanes, Walter Bothe y Herbert Becker. La masa del neutrón es
ligeramente superior a la del protón, pero el número de neutrones en el núcleo no determina las
propiedades químicas del átomo, aunque sí su estabilidad frente a posibles procesos nucleares
(fisión, fusión o emisión de radiactividad). Los neutrones carecen de carga eléctrica, y son
inestables cuando se hallan fuera del núcleo, desintegrándose para dar un protón, un electrón y un
antineutrino.
Electrón, partícula elemental que constituye parte de cualquier átomo, descubierta en 1897 por J.
J. Thomson. Los electrones de un átomo giran en torno a su núcleo, formando la
denominada corteza electrónica. La masa del electrón es 1836 veces menor que la del protón y
tiene carga opuesta, es decir, negativa. En condiciones normales un átomo tiene el mismo número
de protones que electrones, lo que convierte a los átomos en entidades eléctricamente neutras. Si
un átomo capta o pierde electrones, se convierte en un ion.
NIVELES DE ENERGÍA
En un átomo, los electrones están girando alrededor del núcleo formando
capas. En cada una de ellas, la energía que posee el electrón es distinta. En
efecto; en las capas muy próximas al núcleo, la fuerza de atracción entre
éste y los electrones es muy fuerte, por lo que estarán fuertemente ligados.
Ocurre lo contrario en las capas alejadas, en las que los electrones se
encuentran débilmente ligados, por lo que resultará más fácil realizar
intercambios electrónicos en las últimas capas.
El hecho pues, de que los electrones de un átomo tengan diferentes niveles
de energía, nos lleva a clasificarlos por el nivel energético (o banda
energética) en el que se encuentra cada uno de ellos. Las bandas que nos
interesa a nosotros para entender mejor el comportamiento del átomo son:

1. Existen 7 niveles de energía o capas donde pueden situarse los electrones,


numerados del 1, el más interno, al 7, el más externo.
2. A su vez, cada nivel tiene sus electrones repartidos en distintos
subniveles, que pueden ser de cuatro tipos: s, p, d, f.
3. En cada subnivel hay un número determinado de orbitales que pueden
contener, como máximo, 2 electrones cada uno. Así, hay 1 orbital tipo s, 3
orbitales p, 5 orbitales d y 7 del tipo f. De esta forma el número máximo de
electrones que admite cada subnivel es: 2 en el s; 6 en el p (2 electrones x 3
orbitales); 10 en el d (2 x 5); 14 en el f (2 x 7).
La distribución de orbitales y número de electrones posibles en los 4
primeros niveles se resume en la siguiente tabla:

Niveles de energía
1 2 3 4

Subniveles
s sp spd spdf

Número de orbitales de cada tipo


1 13 135 1357

Denominación de los orbitales


1s 2s 2p 3s 3p 3d 4s 4p 4d 4f
Número máximo de electrones en los
orbitales 2 2-6 2 - 6 - 10 2- 6- 10- 14
Número máximo de electrones por
nivel 2 8 18 32
• sharp : líneas nítidas pero de poca intensidad
• principal : líneas intensas
• difuse : líneas difusas
• fundamental : líneas frecuentes en muchos espectros La configuración
electrónica en la corteza de un átomo es la distribución de sus electrones en
los distintos niveles y orbitales. Los electrones se van situando en los
diferentes niveles y subniveles por orden de energía creciente hasta
completarlos. Es importante saber cuantos electrones existen en el nivel
más externo de un átomo pues son los que intervienen en los enlaces con
otros átomos para formar compuestos.

ORBITAL

En 1927 pudo comprobarse experimentalmente la hipótesis de De Broglie al


observarse un comportamiento ondulatorio de los electrones en los fenómenos
de difracción.
Podemos decir que un orbital atómico es una zona del espacio donde existe una
alta probabilidad (superior al 90%) de encontrar al electrón. Esto supone
considerar al electrón como una nube difusa de carga alrededor del núcleo con
mayor densidad en las zonas donde la probabilidad de que se encuentre dicho
electrón es mayor.
Para que la ecuación de Schrödinger tenga significado físico es necesario
imponerle unas restricciones que son conocidas como números cuánticos, que se
simbolizan de la misma forma que los obtenidos en el modelo atómico de Bohr:
Números cuánticos
n: número cuántico principal
l: número cuántico del momento angular orbital
m: número cuántico magnético
s: número cuántico del spin electrónico.
Estos números cuánticos sólo pueden tomar ciertos valores permitidos:
Valores permitidos
para n: números enteros 1, 2, 3,.
para l: números enteros desde 0 hasta (n-1)
para m: todos los números enteros entre +l y -l incluido el 0
para s: sólo los números fraccionarios -1/2 y +1/2
Los valores del número cuántico n indican el tamaño del orbital, es decir su
cercanía al núcleo.
Los valores del número cuántico l definen el tipo de orbital:
• Si l= 0 el orbital es del tipo s
• Si l= 1 los orbitales son del tipo p
• Si l = 2 los orbitales son del tipo d
• Si l= 3 los orbitales son del tipo f
Los valores del número cuántico m hacen referencia a la orientación espacial del orbital.
El cuarto número cuántico, s, que define a un electrón en un átomo hace referencia al
momento angular de giro del mismo.
El conjunto de los cuatro números cuánticos definen a un electrón, no pudiendo
existir en un mismo átomo dos electrones con los cuatro números cuánticos
iguales, por lo que una vez definido el tamaño, el tipo y la orientación de un
orbital con los tres primeros números cuánticos, es decir los valores de n, l y m,
sólo es posible encontrar un máximo de dos electrones en dicha situación que
necesariamente tendrán valores diferentes de su número cuántico de spin.

Electrones de Valencia
Sólo los electrones externos de un átomo pueden ser atraídos por otro átomo cercano. Por lo general,
los electrones del interior no se afectan mucho y tampoco los electrones en las subcapas d llenas y en
las f, porque están en el interior del átomo y no en la superficie.
Con la espectroscopía electrónica y de rayos X se han obtenido pruebas de la no intervención de los
electrones internos. La energía requerida para separar los electrones internos de un átomo casi es
independiente de si el átomo está en un compuesto o es de un elemento combinado. La energía
necesaria para separar los electrones externos depende mucho del estado de combinación del átomo.
Los electrones en los niveles de energía externos son aquellos que serán utilizados en la formación de
compuestos y a los cuales se les denomina como electrones de valencia.
Electrones de Valencia para Elementos Representativos

Para los elementos representativos el número de electrones de valencia corresponde al número


del grupo. Por ejemplo, el sodio tiene un electrón de valencia puesto que está ubicado en el Grupo IA,
el magnesio (Grupo IIA) tiene dos, el aluminio (IIIA) tiene tres, el silicio tiene cuatro, el fósforo tiene
cinco, el azufre tiene seis y el cloro tiene siete.
Electrones de Valencia para Elementos de Transición

Para los elementos de transición los electrones s (electrones en orbitales s) de los niveles de energía
más externos son utilizados en la formación de compuestos al igual que los electrones de orbitales d.
Para la primera mitad de la serie de transición, todos los electrones d son electrones de valencia, pero
a pesar de esto solamente algunos de los electrones d son utilizados, siendo seis el número máximo.
Por tanto, podemos decir que el escandio (Sc) en el grupo IIIB tiene tres electrones de valencia, el
titanio (Ti) tiene cuatro, el vanadio (V) tiene cinco, el cromo (Cr) tiene seis y el manganeso (Mn) tiec
ne siete.
Kernel

Para los elementos representativos, a menudo es conveniente presentar los electrones de valencia en
un átomo utilizando la notación denominada kernel o notación electrónica de punto. En esta notación
el símbolo para un elemento es usado para representar el núcleo y todos los electrones internos y el
punto para representar cada electrón de valencia. Encontraremos este método muy útil cuando se
discuta el enlace entre átomos para formar compuestos.

Electrón Diferencial
El electrón diferencial en un átomo es el electrón que hace que un átomo sea diferente del átomo
anterior a él en la tabla periódica. Puede también decirse que es el último electrón que se va
agregando al construir la tabla periódica siguiendo el orden de aufbau. En general, para los elementos
representativos el electrón diferencial esta en el orbital s o p, para los elementos de transición el
electrón diferencial se encuentra en el orbital d (con algunas excepciones como en el caso del Grupo
VIB y IB tal como se dijo anteriormente) y para los elementos de transición interna el electrón
diferencial está en el orbital f, con algunas excepciones como se explicó anteriormente. Tenga en
cuenta que recorriendo un periodo en la tabla, el electrón diferencial está en el nivel de energía más
externo en los elementos representativos; en los elementos de transición en el nivel de energía más
bajo y para los elementos de transición interna dos niveles de energía todavía más bajos.
Copyright © 2004 Portal Químico. Facultad de Ciencias Médicas.

Conductores.

Los conductores son materiales (generalmente metales), cuya estructura electrónica les permite
conducir la corriente eléctrica a bajas temperaturas o temperatura ambiente; su resistividad al
paso de la corriente eléctrica es muy baja. De acuerdo con la teoría de bandas, son aquellos
materiales cuyas bandas de valencia y de conducción, se encuentran muy próximas entre si, al
grado de que, en algunos casos, estas bandas se encuentran sobrepuestas. Los electrones de
valencia en un átomo, son los que se encuentran en el nivel energético más externo y ellos
permiten los enlaces entre los átomos en los compuestos o entre átomos del mismo tipo en una
molécula o un cristal. Por su parte, los electrones de conducción son los que se han promovido a
niveles energéticos vacíos, lo que da lugar a su mayor movilidad y, eventualmente, da origen a las
corrientes eléctricas. Veamos lo que sucede, tanto con los electrones en estados energéticos de
átomos aislados, como los que se encuentran en estados energéticos en un cristal (átomos inter-
actuantes).

Los aislantes

son materiales con una resistencia tan alta, que no es posible la conducción eléctrica a través de
ellos. Un caso extremo, de este tipo de materiales, es el diamante . En el diamante, debido a su
particular estructura cristalina, existe una barrera de energía de 6 eV entre la banda de energía
más baja 2p (llena con 2N electrones) y los restantes estados disponibles 2p (4N estados posibles),
por lo cual no se puede promover electrones de la banda de valencia hacia la banda de
conducción. Para este aislante no es posible ganar energía por absorción de fotones (con energías
menores a 6 eV). Por el contrario, en los materiales conductores, los electrones de valencia
pueden ser promovidos fácilmente hacia la banda de conducción por incidencia fotónica (también
por temperatura), ya que hay un continuo de estados disponibles inmediatamente arriba de la
banda de valencia. Por esta razón, los materiales conductores son opacos a la luz visible; el
diamante es, en especial, totalmente transparente a la luz visible.

Semiconductores. Los semiconductores se encuentran situados, por lo que hace a su resistencia,


entre los conductores y los aislantes, ya que a temperaturas muy bajas difícilmente conducen la
corriente eléctrica y más bien se comportan como aislantes pero, al elevar su temperatura o al ser
sometidos a un campo eléctrico externo, su comportamiento cambia al de los conductores. Estos
semiconductores son conocidos como intrínsecos y, en ellos, las bandas de conducción y valencia
se encuentran separadas por una barrera de energía (banda prohibida) más pequeña (comparada
con la del diamante), de aproximadamente 1 eV (1.1 eV para el Si y 0.7 eV para el Ge). En este tipo
de materiales, cuando se transfiere un electrón de la banda de valencia a la banda de conducción,
se crea un “hueco” que actúa como un "transportador" de carga positiva, fenómeno que
eventualmente puede crear una “corriente positiva. 4 Para entender el movimiento relativo de los
huecos, podemos imaginar a los electrones como esferas que se mueven por un tubo [Fig. 6, (a)].
Cuando una esfera (electrón) se disloca, deja un espacio vacío (hueco positivo), el cual es ocupado
inmediatamente por la esfera (electrón) adyacente, (b) y (c). El desplazamiento se repite hasta que
la última esfera (electrón) se mueve, dejando un último espacio vacío (hueco), (d). El movimiento
de las esferas hacia la izquierda, genera un movimiento aparente de los espacios vacios hacia la
derecha. De la misma manera, puede entenderse el movimiento, en sentidos opuestos, de los
electrones (negativos) y “huecos” positivos, en un semiconductor. En los semiconductores
intrínsecos, el número de electrones disponibles para la conducción y los correspondientes huecos
formados, se encuentran en igual número y los materiales de este tipo son de poca utilidad para la
electrónica. Sin embargo, cuando se agregan ciertos átomos (impurezas) a estos materiales, sus
propiedades eléctricas cambian notablemente. Así, cuando se agrega una impureza “donadora de
electrones”, la proporción de electrones será mayor que la de huecos, y el material se comportará
como un “portador de carga negativa” 1 (electrónica), aunque los huecos estarán presentes en
menor proporción. De la misma forma, cuando se agrega una impureza “aceptora de electrones”,
el material semiconductor se convertirá en un semiconductor “portador de carga positiva”
(huecos), con electrones presentes en menor proporción. Al proceso de controlar la calidad y la
cantidad de las impurezas, de una clase o de otra, se denomina “dopaje”. A los materiales
semiconductores con impurezas de un tipo u otro, se conocen como semiconductores extrínsecos.

Enlace covalente

Los enlaces covalentes son las fuerzas que mantienen unidos entre sí los átomos no metálicos (los
elementos situados a la derecha en la tabla periódica -C, O, F, Cl, ...).
Estos átomos tienen muchos electrones en su nivel más externo (electrones de valencia) y tienen
tendencia a ganar electrones más que a cederlos, para adquirir la estabilidad de la estructura
electrónica de gas noble. Por tanto, los átomos no metálicos no pueden cederse electrones entre sí
para formar iones de signo opuesto.
En este caso el enlace se forma al compartir un par de electrones entre los dos átomos, uno
procedente de cada átomo. El par de electrones compartido es común a los dos átomos y los
mantiene unidos, de manera que ambos adquieren la estructura electrónica de gas noble. Se forman
así habitualmente moléculas: pequeños grupos de átomos unidos entre sí por enlaces covalentes.
Ejemplo: El gas cloro está formado por moléculas, Cl2, en las que dos átomos de cloro se hallan
unidos por un enlace covalente. En la siguiente simulación interactiva están representados 2 átomos
de cloro con solo sus capas externas de electrones. Aproxima un átomo a otro con el ratón y observa
lo que ocurre:

Вам также может понравиться