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Jason Andrés Bedolla Acevedo 11 de febrero de 2019

Maestría Historia UNAL


Seminario Teórico I
Hugo Fazio, La historia del tiempo presente: historiografía, problemas y métodos.
Bogotá: Universidad de los Andes, 2010. 178 P.
Hugo Fazio Vengoa es un historiador egresado de la Université Catholique de Lovain y
actual profesor titular de la universidad de los andes. Director del grupo de investigación
en historia del tiempo presente se ha dedicado a estudios de situaciones actuales tanto
en Colombia como en un ámbito mundial. Entre sus textos más conocidos se hayan “la
historia global y la globalidad histórica contemporánea”, “El presente de medio oriente”,
“Rusia de los zares a putin” y “La Unión Europea y América Latina”.1
El texto es escrito durante una estancia en la ciudad de Florencia entre el 2009 y el 2010.
Su objetivo general es ofrecer una visión de conjunto acerca de la historia que se interesa
por el estudio del presente, la cual se encuentra bastante reducida en América Latina
cuyo papel se ha reducido dentro de la ciencia histórica. Esta proposición de Vengoa es
Transdisciplinar, que incluye diferentes elementos y experiencias provenientes de
diferentes ciencias sociales, con un enfoque histórico como eje de la misma.
El valor de este tipo de investigaciones se halla en el dinamismo y a su renovación en las
fuentes, el entendimiento del concepto de lugar y tiempo al igual que ha permitido abordar
nuevos espacios y temas que tendían a ser ignorados en la historiografía tradicional.
El texto se divide en cuatro capítulos donde el autor realiza un desglose conceptual
acerca de lo que significa la historia del tiempo presente. Esta propuesta no es, como
aclara el autor, una moda historiográfica, sino que su éxito radica en los modernos medios
tecnológicos, la expansión de la globalización y la gravitación del presente como un
asunto mundial. Esta propuesta se ha posicionado como una necesidad social de primer
orden, entendiendo el presente como un proceso en el que solo la perspectiva histórica
permite reconstruir los puntos de referencia del hoy.2
El autor reconoce tres procedimientos para aproximarse a la idea del tiempo presente.
Primero es a través de un ejercicio relacional comparativo que permita determinar las
características que diferencian al presente de otros conceptos similares. Así, el autor
diferencia esta nociónn de ideas como moderno, inmediato o contemporaneidad.
A pesar de que el presente ha sido asimilado a contemporáneo, su delimitación temporal
ha sido un problema general. Pierre Chanau lo equipara a los últimos cincuenta años
mientras otros autores a una vida humana. Sin embargo, ninguna de estas ideas sirve
para dar una delimitación de lo que es el presente.

1
Universidad de los andes. Hugo Fazio Vengoa [en línea], 7 nov 2018, disponible en:
https://historia.uniandes.edu.co/index.php/profesores/hugo-fazio
2
Hugo Fazio, La historia del tiempo presente: historiografía, problemas y métodos. Bogotá: Universidad de los
Andes, 2010, 178 P., pp. 24-25.
A diferencia de otras porpuestas historiográficas que surgen de intereses y preferencias
la historia del tiempo presente nace como una empresa académica institucional con un
sello francés, con un leve desarrollo en Alemania y Gran Bretaña. Esta débil ampliación
se debe a las experiencias nacionales, traumáticas en ciertos casos, que fueron factores
inhibidores que alejaron a los historiadores del estudio de la contemporaneidad.3
Según esto, la historia es el campo de conocimiento que estudia lo social a través de la
interacción entre registros disimiles espaciotemporales, y se forja en la en la permanente
interpretación entre el observador y lo observado. Es un conocimiento de tipo reflexivo
debido a que el presente interviene de manera dinámica de dos maneras: como principio
y finalidad de la historia.4
Ante este concepto de historia, el autor define presente como un régimen temporal
abierto, que incluye elementos de diacronía y sincronía, que no ciñe a ninguna
experiencia histórica, que presupone una multitud de estratos de tiempo que se
corresponden con distintas formas de experiencia. Este ocupa un lugar gravitante en
cuanto los demás componentes del tiempo lo constituyen en un régimen temporal que se
realiza en el “tiempo y espacio” de manera simultánea.5
El presente constituye una condición espaciotemporal que abraza todo elemento tanto
mundial como local. No es un tiempo geométrico como tiende a asumirse dentro de las
ciencias puras, sino topológico, debido a que su representación está conformada por
relieves de diferentes extensiones espaciales. El presente implica un nuevo régimen de
historicidad que se entiende como la expresión del orden dominante según sea la orden
de la estructura socio-cultural preponderante. Esto es el centro de la articulación del
pasado, presente y futuro, el cual representa una globalidad, ya que encierra una amplia
gama de elementos de sincronía y diacronía al igual que de temporalidades y
espacialidades.6
La dilatación del presente incentivado por la ideología del presentismo, la liberalización
del mercado, el consumismo, el diseño temporal que promueven los medios de
comunicación, el desencanto frente a la idea de progreso y la contemporaneidad histórica
en sustituto a la europeización son factores que han contribuido a forjar un escenario
mundial, en el cual se han vigorizado la expresividad de las situaciones diacrónicas y
sincrónicas, que le revisten un fundamento a la unidad del presente histórico. Así, la
historia del tiempo presente es la historia adaptada a esta realidad que constituye un
nuevo régimen historiográfico que reconsidera la relación de la historia con el tiempo.
Fazio afirma que la historia del tiempo presente no es algo en sí mismo novedoso, pues
la disciplina misma nació narrando acontecimientos del presente. Desde la Antigua
Grecia, pasando por Maquiavelo, en los albores de la Edad Media, hasta el siglo XIX y la
idea del nuevo tiempo (Zeitgeschichte); y La Historia de la revolución Rusa de Trotsky, o
la Historia del siglo XX de Hobsbawm, entre otros, en el pasado siglo, se comprueba que
entre los historiadores siempre hubo una preocupación por mantener el vínculo del

3
Ibíd., pp. 42-45.
4
Ibídem, pp. 53.
5
Ibídem, pp. 70.
6
Ibídem, pp. 86.
pasado con el presente en la historia.7 Sin embargo, en el transcurso de los dos últimos
siglos, el pasado empezó a ocupar un lugar protagónico dentro del estudio histórico; y
sería hasta el último tercio del siglo XX cuando se reabriría de nuevo el interés por el
presente, a causa de las grandes transformaciones que venía experimentando el mundo
en su conjunto.
La historia del tiempo presente, a pesar de sus numerosas inconsistencias, de las que
Fazio es consciente, recoge la reflexión metahistórica de Koselleck sobre la variabilidad
en las formas de escribir de la historia, las cuales corresponden a estratificaciones y
experiencias temporales específicas, y puede ser de tres tipos, la de una historia que
registra, la de una la historia que desarrolla, o la de una historia que reescribe; variabilidad
que se fundamenta, según el historiador alemán, en que la historia trata sobre las
experiencias y los distintos modos en que las historias son contadas. La historia del
tiempo presente es un enfoque global y transdisciplinar, que se propone historizar
experiencias colectivas de acuerdo con la cadencia temporal de los fenómenos sociales
que acontecen durante el intervalo de tiempo definido como presente histórico
contemporáneo.8 Es un concepto que pone su centro de gravedad, no en el origen, sino
en la “actualidad”, y en la voluntad de hacer inteligible el presente.
Finalmente, Fazio hará un análisis sobre la relevancia de 1989 en la coyuntura mundial,
el cual es considerado por nuestro autor, así como una importante cantidad de
historiadores como un macroacontecimiento que marcó el desarrollo de la sociedad
occidental, y que marca el fin del siglo XX corto, según la denominación de Eric
Hobbsbawm. Analiza el tiempo histórico de forma no lineal ni cronológicamente, basado
en la teoría braudeliana. Concluye que la historia del tiempo presente es un concepto que
permite interpretar el presente histórico, donde la contemporaneidad es entendida como
una extensión del tiempo que se convierte en una herramienta heurística, pues a través
de ella se pueden visualizar los movimientos subterráneos del presente histórico.9
Como tal, la propuesta de la historia del tiempo presente no es algo que se encuentre
muy bien definido. Como tal, las expectativas de este pueden ir cambiando
temporalmente como lo demuestra el mismo autor a la hora de revisar cual año vendría
siendo el punto de partida de este tipo de historia. Su proyecto muestra grandes rasgos
de interdisciplinariedad entre la historia y el resto de las ciencias sociales para poder
analizar el presente, lo que ayuda a realizar una mirada social en perspectiva histórica.
Sin embargo, la definición de esta historiográficamente es difícil de establecer al igual de
quienes serían sus precursores.

7
Ibidem., pp. 131.
8
Ibidem., pp. 142-144.
9
Ibidem., pp. 152.

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