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Por otro lado, es necesario ir haciendo, en forma paulatina, el desplazamiento de ese dios

equivocado que ha concebido el niño en sus primeros años de evolución, al pensar que sus
padres son dioses y por consecuencia están obligados a satisfacerle todos sus
requerimientos; con esta concepción equivocada se comienza a correr el riesgo de que el
Ego de este infante crezca en forma inmoderada, separándole, cada ves mas, de los
demás: por lo que cuando se percata de las limitaciones que tienen sus padres físicos, va
recibiendo frustraciones que lo llevan sin desearlo al enjuiciamiento de sus progenitores, y
por este simple hecho se va quedando cada ves mas en una soledad que solo puede ser
llenada por LA FE y el descubrimiento de la existencia de ese Poder Superior del cual no se
le ha enseñado.

El crecimiento del Ego, a partir de los seis años en adelante, si no es educado en un


“vientre espiritual”, es decir, entendiendo a la familia como el primer contacto que este
embrión en formación espiritual tiene, y la familia como la fuente de su evolución, para darle
identidad como ser y la seguridad de poder ser, es porque no le fue debidamente puesta en
su oportunidad en el vientre familiar se esencia de ser, es decir de ser hijo de Dios, y como
tal, ser uno mas en este mundo con derecho a todo lo que en él existe al igual que todos
sus demás hijos.

Una vez concebido lo anterior, el ser humano no tiene pretexto para lograr en su vida la
felicidad, ya que no tendrá las excusas del Ego, que son parte de la personalidad insegura;
es que no se, no puedo, y si lo pierdo, etc. Ya que haber encontrado un lugar en este
mundo le da derecho a disfrutar lo que en él hay.
*DEFINICIÓN DE EGO*

El ego es, para la psicología, la instancia psíquica a través de la cual el individuo se


reconoce como yo y es consciente de su propia identidad. El ego, por lo tanto, es el punto
de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior, los
ideales del superyó y los instintos del ello.

Ego
Para el psicoanálisis freudiano el ello (id) está compuesto por los deseos y los impulsos. El
superyó (superego), en cambio, está formado por la moral y las reglas que un sujeto respeta
en la sociedad. El yo (ego), por último, es el equilibrio que permite que el hombre pueda
satisfacer sus necesidades dentro de los parámetros sociales.

Todos conocemos a una persona que piensa que tiene siempre la razón, que no escucha y
que defiende siempre su opinión en cualquier circunstancia. Esa actitud es una de las
características de las personas con ego desmedido.

¿Qué tipo de ego tengo?

Sin embargo, en un plano espiritual, el excesivo ego o la conciencia individual perjudicaría


el crecimiento personal pues ni se entera que existe una conciencia universal. Algo así
como “un tapón que impide la ascensión de la mente a los estados superconscientes”,
afirma el investigador, Iván Durán Garlick, autor del libro “El Ego". Agrega que la mente de
una persona con poca autoconciencia es un hotel cinco estrellas para el ego. Entonces,
indica que para evolucionar es necesario conocer qué tipo de ego predomina en la
personalidad y trabajarlo.
Para adentrarse en ese conocimiento, invita a revisar estas categorías y enterarse en qué
clasificación se encuentra.

Ego SABELOTODO: Es aquel ego que siempre cree tener la razón, le gusta dar consejos
sobre todo, siempre contesta aunque no sepa, cree tener respuesta para todo, no se puede
quedar callado.

Ego INSACIABLE: Es el ego “centro de mesa”, no le gusta pasar desapercibido, hace


cualquier cosa para llamar la atención.

Ego INTERRUPTOR: Su necesidad de autorreferencia es tan fuerte que interrumpe


permanentemente, nunca deja que los otros terminen de hablar.

Ego ENVIDIOSO: Es el que no soporta los triunfos y éxitos de otros. Degrada a los que cree
que son mejores que él.

Ego PRESTIGIOSO: Es el ego que busca aplausos, reconocimiento y admiración en todo lo


que hace. Siempre quiere ser el mejor. Frecuentemente les dice a los demás: “te lo advertí”,
“yo sabía”, “te lo dije, pero tú nunca me escuchas”, etc.

Ego JINETE: Se monta de lo que dicen otros. Se aprovecha de los datos de los demás para
su propio beneficio. Saca partido de lo que otros dicen para estructurar sus propias
intervenciones. Es copión y usurpador.

Ego SORDO: Nunca escucha, le gusta hablarsólo a él, habitualmente finge escuchar.

Ego MANIPULADOR: Es aquel ego astuto que siempre se las arregla, ya sea tergiversando,
acomodando, engañando, mintiendo o justificando para que las cosas resulten siempre a su
favor.

Ego ORGULLOSO: Es aquel ego competitivo, discutidor, que no le gusta perder.

Ego PREMENTAL (silencioso): Es aquel ego que calladamente tiene un discurso paralelo,
es criticón, hipócrita y enjuiciador.

El Ego
A continuación unos escritos del Dr. Harry M. Tiebout acerca del tan traído, llevado e
incomprendido:
EGO
Favor de tener paciencia y leer con calma.

De acuerdo con la experiencia escrita del Dr. Tiebout, el ser humano tiene, durante los
primeros seis años, que ser educado dándole forma a esa fuerza, que al igual que el
espíritu, nace con el nombre de Ego, misma que cumplirá la función de ser un censor a
través de los sentidos para detectar los posibles peligros a que pueda el individuo
exponerse, es decir, que el Ego es una fuerza que se manifiesta en temores preventivos.

Al ignorar que función cumple el Ego en el desarrollo del hombre, así como el papel tan
importante que juega en la vida de éste, inconscientemente se deja que esta fuerza se
apodere del individuo, destruyendo en él todo intento que el espíritu pueda hacer para
ocupar su lugar de conductor del vehículo en el que viajan ambas fuerzas; de ésta forma, es
espíritu es desplazado por la fuerza del Ego, ya que este se alimenta con los deseos de los
instintos y esto no le causa ningún esfuerzo ni sacrificio alguno; de tal manera que cuando
el Ego se apodera del individuo, el Espíritu, que es el auténtico SER , desaparece casi por
completo, y el Ego es el que trata de ocupar este espacio que le corresponde al SER
GENUINO , iniciando el Ego una carrera loca en busca de suplantar al “DIOS” que llevamos
dentro, que es el autentico ser: pretendiendo llevar este espacio abandonando por el
hombre con nombramientos, títulos para revalidar su carencia de ser interior, y se ostentará
como el licenciado, el contador, el arquitecto, etc., a veces tratará de ser reflejo de lo que es
otra persona, soy hermano del doctor, del presidente, del coordinador, etc., en su familia
hará valer lo que piensa que es, soy tu padre, soy tu esposo, soy tu hijo, etc.,. Estas
manifestaciones del Ego son tan equivocadas como las que proceden de los complejos de
inferioridad; soy el peor, el más feo, el más pobre de la familia, el patito feo, el último, etc.;
ambas apreciaciones son producto del Ego y por consecuencia inciertas. Todo esto se da,
después de los seis años, por no haberse educado desde el punto de vista espiritual, es
decir, hacerle conocer al niño, que existe una superioridad que rige el universo y que este
es el encargado de proveer tanto la vida como los elementos que se requieren para la
misma.
El creer que se tienen todas las respuestas, o lo contrario, que no se necesita conocer
ninguna respuesta, sino únicamente seguir el programa de A.A., son dos indicadores de
problemas. En ambos casos está notablemente ausente la mente abierta. Tal vez la
manifestación más común del retorno del ego se manifiesta en el individuo que cae de su
nube rosada, ese estado mental tan familiar para todos ustedes. El estado de nube rosada
es una cosecha lógica de la rendición. El ego, que está lleno de problemas, se da por
vencido, y el individuo siente paz y tranquilidad interior. El resultado es una enorme
sensación de bienestar y descanso, y la persona rápidamente se siente en una nube rosa y
cree que ha encontrado el cielo en la tierra. Todos saben que está propenso a una recaída.
Pero tal vez no sea igualmente claro que es el ego, que vuelve lentamente a su posición
inicial, quien fuerza la caída de esa nube a la arena de la vida donde, con la ayuda de A.A.,
puede ahora aprender a convertirse en una persona sobria y no en un ángel. Yo podría
continuar con muchos más ejemplos conocidos por todos ustedes, para mostrar el peligro
de creer siempre que el ego está muerto y enterrado. Su capacidad de renacimiento es
pavorosamente sorprendente y nunca debe olvidarse.

Y finalmente:

El simple acto de la rendición puede producir la abstención por su efecto retardador en el


ego. Infortunadamente, el ego siempre volverá a mostrarse a menos que el individuo
aprenda a aceptar una forma de vida disciplinada, con lo cual esa tendencia de retorno del
ego estará controlada permanentemente.
Es el Ego una fuerza nacida de los instintos, cuya ventana al exterior es la mente del
individuo que le da vida, es decir, el vehículo que hace posible su manifestación; de ahí que
los problemas de tipo mental y físico que el individuo tiene, se deben precisamente a las
exigencias irrazonables de esta fuerza, que logran en algunos casos, causarle la muerte al
vehículo que la transporta, toda ves que su manifestación es a través de temores y miedos
de tipo patológico, que en la mayoría de los casos provocan infartos y otros males al
individuo que genera los miedos descoyuntados, es decir, miedos nacidos de la imaginación
enferma de un egoísta recalcitrante.

Enseguida algo del "AA llega a su Mayoría de Edad" respecto al Ego y su resurgencia:

Como ya he descrito, el hecho de tocar fondo para producir una rendición que reduzca el
ego a su tamaño real se hizo evidente en forma muy rápida. Con el tiempo se manifestaron
dos hechos adicionales. El primero, que un ego reducido tiene maravillosos poderes de
recuperación. El segundo, que la rendición es una función disciplinaria y una experiencia
esencial.

El primer hecho sólo repite algo que es conocido por todos ustedes. Es un lugar común que
el retorno del crecimiento del ego puede suceder en cualquier momento. Los años de
sobriedad no son un seguro contra su resurgencia. Ningún A.A., sin importar su veteranía,
puede bajar su guardia contra los golpes sostenidos de un ego que revive. Recientemente
un A.A., escribiéndole a otro, le informaba que estaba sufriendo de, "halo-tosis", en
referencia a la autocomplacencia y envanecimiento que pueden tan fácilmente hallar cabida
en el individuo que tiene muchos años de sobriedad en su favor.
En una relación siempre existen conductas que deseamos que nuestra pareja, hijo o
miembro de equipo cambie – por alguna u otra razón.

Estas conductas pueden ser cosas como “dejar la ropa en su lugar”, “pasar el domingo en
familia”, “que te avise si va a llegar tarde”, etc.
La mayoría de personas se sienten frustradas porque no logran el cambio que desean en la
otra persona pese a habérselo dicho en más de una ocasión.

Lo que muy pocos sabemos es que, contrario a lo que piensan, aún no se lo han dicho
realmente.

Qué hacer cuando “ya se lo has dicho y no entiende”


Mira esta breve guía sobre lo que se requiere para influir en la conducta de alguien de modo
que tengas mas claridad sobre lo que me refiero.

Si se lo has dicho:

Estando enojado(a), aún no se lo has dicho.


A través del lenguaje no verbal (con un gesto corporal), aún no se lo has dicho.
Con acciones (colgándole, alejándote de la conversación o cambiando de tema), aún no se
lo has dicho.
¿Qué quiere decir esto? Que si no se lo has dicho verbalmente de manera calmada,
entonces no se lo has dicho realmente.

La pregunta es, entonces, ¿se lo has dicho?

Si la respuesta es no, díselo. Y sí la respuesta es sí, debes tener en cuenta lo siguiente:

Le tomará a tu pareja, hijo o jefe, en promedio, de uno a tres meses cambiar la conducta
que deseas.

Por ello, durante ese tiempo deberás decírselo – de forma calmada y verbalmente – cinco
veces más, aproximadamente.

¿Por qué? Porque a las personas nos toma tiempo (y no solo voluntad) formar un nuevo
hábito. Sino, reflexiona sobre cuántas veces te has dicho a ti mismo(a) – sin éxito – que:

Irás al gimnasio, comerás más sano y te despertarás más temprano.


Con esto en mente, podemos tener mayor claridad sobre qué es lo se requiere para generar
un cambio. Y, lo más importante, el rol que cumple la paciencia (y la empatía) en este
proceso.

Un abrazo,
Nelson Portugal

🎊🐛🎊 LA MITOMANIA O PSEUDOLOGIA FANTASTICA: ES UNA PATOLOGIA


MENTAL Y UNA PERTURBACIÒN DE LA PERSONALIDAD.
💚 EN LA CUAL SE DESARROLLA UNA " MANIA O COSTUMBRE INCONTROLABLE
POR MENTIR"
🐖 LA MITOMANÌA: ES UNA COMPULSIÒN EN LA CUAL EL INDIVIDUO " MIENTE"
REPETITIVAMENTE PARA CONSEGUIR🐛BENEFICIARSE COMO LLAMAR LA
ATENCIÒN, MANIPULAR O GENERAR ADMIRACIÒN
🐯 SON PELIGROSOS ABUNDAN EN A.A.

🗣 NO ME CABE DUDA DE QUE UN HOMBRE QUE SE HA 🌱 CURADO, A SI MISMO DE


LA 🍃 OBSESIÓN POR EL ALCOHOL TIENE UN MAYOR PODER PARA 🌱CURAR 🌱
EL 🎄🌲ALCOHOLISMO DEL QUE TIENE UN MEDICO QUE NUNCA HA SIDO AFLIJIDO
POR LA MISMA PENALIDAD ( FOSTER KENNEDY)
💣 SOLO EL PRIMER PASO SE PUEDE PRACTICAR A LA PERFECCIÒN. .🎈LA
INGESTA 🎈NO BEBEMOS. ( PASO # 06)
💣YA EN LOS AŇOS 40 HABLABAN DE LA CURACION DE LA OBSESIÓN, DE LA
INGESTA ..Y NO DE LA ENFERMEDAD. .
🗑PORQUE EL EPICENTRO DE NUESTRA ENFERMEDAD ESTA EN LAS EMOCIONES,
PASIONES. .PSIQUIS

El ego en griego quiere decir YO


Y para hablar del Yo (ego) hay que hablar del ELLO y el SUPERYO
En el ELLO está en la psique donde están acumulados los instintos primitivos
El EGO es la parte racional
El super yo el montón de normas, principios y valores que guían mi conducta
Lo que me permite definir lo que es bueno
A eso se le conoce como el *"DEBER SER"* (el 4 gigante) 😉
¿Nacemos con ego?

Ciertamente, no. Solo es preciso sostener en brazos a un bebé y mirarle a los ojos para
darse cuenta de que es pura esencia.

¿Cuándo empieza a aparecer el ego?

El ego es un signo de identidad de la persona y empieza en el preciso instante en que el


bebé toma consciencia de que es un cuerpo separado de su madre.

Los padres le ponen un nombre y el bebé comprende que esa palabra sirve para
identificarlo.

A los pocos meses, cuando ya sabe hablar (o simplemente con gesticular o balbucear),
empezará a utilizar el pronombre posesivo mío y su ego irá desarrollándose.

Las personas de su entorno le enseñarán las reglas y costumbres para vivir adaptado en
“su mundo” (su país, su ciudad, su comunidad, su religión, su familia) y comportarse de
acuerdo al patrón establecido.
El niño empezará a oír palabras como sí y no o bien y mal e irá comprendiendo lo que
puede o no puede hacer y, con esta información, construirá una personalidad.

Además, siendo pequeño recibirá sus primeras etiquetas: qué niño más bueno o que niño
más travieso y con ellas irá modelando su ego, su identidad, su forma de relacionarse en el
mundo.

EL EGO

Pero… todavía no he contestado a la pregunta inicial: ¿por qué existe el ego? Aunque es
mucho más útil preguntarse ¿para qué existe el ego?

Para sobrevivir. Salimos del vientre de nuestra madre y nos sentimos desprotegidos,
necesitamos amor y atención, y… ¿cómo lo conseguimos? Adaptándonos al entorno y
aprendiendo las reglas del juego lo más rápidamente posible. Algunos se dan cuenta que
consiguen llamar la atención llorando, otros riendo, otros siendo buenos, otros siendo
malos…

El ego, nuestra identidad, está construida como base para obtener amor y atención de los
demás, y es un patrón que adoptamos desde niños y seguimos como pauta toda nuestra
vida.

Cuando nos damos cuenta (algunos a edad avanzada y algunos nunca) que tenemos una
cantidad inagotable de amor en nuestro interior y conectamos con él, dejamos de ser
esclavos de nuestro ego y vivimos conectados, la mayor parte del tiempo, a nuestra
esencia. ¡Es como volver a nacer!
Al ego se le conoce como el falso yo.

Critica, juzga y acusa a los demás constantemente


Manipula y quiere controlar a los demás
Se compara con los demás: “soy más que…”, “soy menos que” y ello le lleva a sentirse
superior o inferior al resto.
Espíritu competitivo. Necesita demostrar que sabe y que vale
Se enfada con facilidad, se irrita y siempre quiere tener la razón
Se queja constantemente.
Es pesimista y le cuesta encontrar el lado positivo a las cosas
Se identifica con posturas mentales . Necesita tener “enemigos” y aplica a menudo
etiquetas negativas a la gente
Demanda reconocimiento constantemente, le gusta que le feliciten o alaben por lo que hace
y se enfada si no logra el reconocimiento que le gustaría tener
Le da mucha importancia a lo material. Le gusta impresionar a través de posesiones
materiales, dinero, status, relaciones, atractivo físico, trabajo, etc.
Siempre quiere más, nunca está satisfecho
Siempre vive en el pasado o el futuro, nunca vive en el momento presente
Nunca está contento, siempre encuentra excusas para quejarse de algo y no ser feliz
Es individualista, y se siente un ser separado de los demás
Siempre quiere tener la razón y se ofende si los demás no piensan igual que él
Se toma las cosas personales y se ofende con facilidad
Es orgulloso y acostumbra a guardar resentimiento
Siente celos y envidia de los éxitos y logros de los demás
Puede llegar a ser bastante hostil y violento
Es intolerante socialmente con las cosas que él no considera correctas
Para ser utilizado de forma positiva es preciso que vaya acompañado de dos elementos
fundamentales: el autoconocimiento y la inteligencia emocional.
Tendemos a esconder nuestros miedos e inseguridades y construimos una máscara que
está muy alejada de lo que realmente somos.

Esta es una forma equivocada de alimentar el ego, puesto que los demás tendrán una
imagen irreal de nosotros.

Alimentar el ego de forma sana pasa por reconocer nuestros defectos, nuestro miedos ante
nosotros mismos y ante otras personas, aunque nos sintamos vulnerables. Debemos
recordar que mostrarnos como somos requiere valentía. Y eso, equivale a tener un buen
crecimiento personal.

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