Universidad Simón Bolívar

RESUMEN
El agua y el aceite son líquidos inmiscibles, los
cuales son fáciles de encontrar en aguas de
proceso en la industria petrolera. Sin embargo, por
normas de seguridad y de medio ambiente, deben
ser separados antes de que esta agua puede ser
reutilizada en el proceso o desechada al
ecosistema. En la actualidad existen muchos
TRATAMIENTO DE procesos de separación de aguas aceitosas, que
inclusive pueden lograr una remoción del 95% del
aceite, y de esta forma, hacerla útil nuevamente a
AGUAS ACEITOSAS la industria, suponiendo un ahorro económico, y al
entorno.

EN LA INDUSTRIA Christinne F. Maduro Rojas

PS6215: Refinación de Petróleo

PETROLERA
Introducción

El aceite y el agua son dos fases líquidas inmiscibles. La contaminación con aceite
del agua suele provocar una fase líquida oleosa que flota sobre la superficie del agua y con
cantidades muy pequeñas que se extienden y resultan engorrosas. La industria, por normas
de seguridad y de medio ambiente, debe realizar tratamiento a sus aguas residuales antes
de estas ser removidas o desechadas. En el caso de la industria petrolera no es la
excepción. Estas aguas residuales pueden contener compuestos químicos que podrían ser
un peligro para el medio ambiente como para los equipos y tuberías. Sin embargo, en un
sistema agua-aceite, no es difícil de separar. Mucho más difíciles son las emulsiones de
agua y aceite, que hoy en día se unen con alguna forma de polímero, que tienen un aspecto
lechoso.

En una emulsión en la que el agua es el componente mayoritario, el aceite

aparece como gotas dispersas de forma uniforme en toda la fase acuosa. La
concentración y el tamaño de las gotas de aceite dependen básicamente de la
agitación. Si la emulsión se deja reposar, los dos componentes tendrán tendencia a
separarse debido a la diferencia de densidad. Aunque generalmente no se
conseguirá una separación perfecta y parte de las gotas de aceite permanecerán en
suspensión en el agua.

Cabe destacar que en la industria petrolera se generan emulsiones aceitosas

debido a las aguas que se contaminan con los hidrocarburos, el a gua que es
inyectada en pozos de perforación para desplazar el aceite , lubricante en procesos
de mecanizado, utilizado para reducir el desgaste de las piezas metálicas y el agua
de enjuague en procesos y de tratamiento de superficies. Al remover el aceite de esta
agua en emulsión, se va a las líneas de producción evitando quedar en ríos, sitios de
disposición de residuos, enterramientos, etc. Además de esto, al tratar esta agua residual
removiéndole sales y otras impurezas, esta agua puede ser usada para el ecosistema o
para los procesos de perforación exploratoria.

Existen diferentes procesos que permiten este objetivo, si bien no hay ninguna
técnica que sea adecuada para todas las situaciones que se puedan dar, a excepción
de la evaporación al vacío. Lo procesos más utilizados para la separación del agua
del aceite se describen a continuación.

Procesos de Separación del agua-aceite

En la producción de hidrocarburos se producen 3 a 5 barriles de agua (477 a 795 L)

por cada barril de petróleo (159 L) por lo que se hace de suma importancia tratar tan
cantidad de agua residual. Existen diferentes procesos que pueden separar los aceites del
agua y producir un corriente de agua de elevada calidad que permita incluso su reutilización
o llegar al vertido cero. No existe alguna técnica completamente ajustada a todos los casos
que puedan presentarse, a excepción de la evaporación al vacío. Se presentan algunos a
continuación:

Flotación por Aire Disuelto (DAF)

En unas condiciones de ausencia de agitación, se aprovecha la diferencia de

densidad para separar el aceite del agua por flotación. A medida que se van
formando las gotas de aceite en el seno de la fase acuosa, van ascendiendo hasta
la superficie. Para acelerar el proceso de flotación del aceite, se burbujea aire por la
parte inferior del tanque.

La separación es eficiente, pero se requiere un gran espacio y equipos de

dimensiones considerables cuando el caudal a tratar es elevado. No obstante, esta
técnica no es viable cuando las emulsiones de aceite y agua son estables, casos en
los que se debe intentar previamente romper la emulsión mediante la adición de
algún producto químico, (ver Figura 1).

Figura 1. Flotación por Aire Disuelto (DAF)

Evaporación al Vacío

El proceso de evaporación es el único que permite separar el aceite del agua

sin la necesidad de pretratar el efluente y sin requerir más procesos posteriores,
puesto que el agua producida es de elevada calidad y permite su reutilización directa.
En cuanto a los residuos, a diferencia de los procesos de membranas, no genera
ningún otro efluente residual. Se genera un residuo semisólido que por su
composición se puede revalorizar en otros procesos . Otra gran ventaja de la
evaporación al vacío de los efluentes aceitosos es su elevada capacidad de
adaptación a las características cambiantes del efluente a tratar, lo cual hace que se
trate de una alternativa robusta y eficaz. Además, al operar en condiciones de vacío,
el consumo energético es contenido obteniéndose una elevada eficiencia energética.

Son equipos compactos y por lo general no se requiere de un gran espacio

físico y su utilización es sencilla y puede ser automatizada. Sin duda, es la alternativa
clave para el tratamiento de los efluentes aceitosos, (ver Figura 2).

Figura 2. Evaporación al Vacío

Tratamiento Biológico

La eliminación de aceites y grasas mediante degradación biológica, aunque

es posible, presenta una serie de dificultades que se deben salvar, tanto en
condiciones aerobias como en anaerobias. En primer lugar, el aceite y las grasas no
disponen de una composición que permita su biodegradación si no se dosifican
productos químicos o se mezclan con otros residuos, de manera que los
microorganismos hallen todos los nutrientes que necesitan para su crecimiento. En
segundo lugar, el proceso biológico no soporta bien fluctuaciones en el caudal o en
la carga de entrada.

Además, en un proceso aerobio, la biodegradación de aceites y grasas

conlleva un gran consumo de oxígeno, lo cual requiere un elevado consumo de
energía y unos costes de operación elevados. Y finalmente, el funcionamiento de
este proceso necesita de un operador cualificado.

Membranas VSEP

La utilización de membranas filtrantes potencialmente puede permitir la

producción de agua de gran calidad a partir de cualquier emulsión de aceite en agua.
No obstante, la filtración mediante membranas tiene una dificultad: el ensuciamiento
de las membranas, el cual es debido a la formación de una c apa constituida por una
biopelícula, materia orgánica, depósitos inorgánicos o de naturaleza coloidal, etc.
Esta capa se acumula sobre las membranas por procesos naturales durante el
proceso de filtración y produce una disminución en la capacidad de tratam iento.

Para subsanar este problema se han desarrollado las membranas vibratorias

VSEP. Se trata de una técnica alternativa en la que la producción de ondas de
cizallamiento en la superficie de la membrana tangentes a la superficie de ésta
realiza la acción de limpieza. La vibración de la membrana y la producción de las
ondas de cizallamiento consiguen que los sólidos depositados sobre la superficie de
la membrana se resuspendan en el líquido y sean arrastrados por éste, exponiendo
de nuevo los poros de la membrana al líquido. Una gran diferencia en relación a las
membranas convencionales consiste en que el diseño básico es vertical en vez de
horizontal, lo cual hace que el espacio necesario por unidad sea menor que en otros
sistemas de separación, (ver Figura 3).

Figura 3. Membrana patentada VSEP

Esta técnica, aunque genera un caudal de agua de gran calidad, también

genera un efluente concentrado que requiere su correspondiente gestión. Además,
para alargar la vida útil de las membranas vibrantes, es conveniente realizar un
pretratamiento del alimento. Como en cualquier proceso de membranas, el cuidado,
limpieza y mantenimiento de las membranas son factores muy importantes a tener
en cuenta.

Hidrociclón

Un hidrociclón es un dispositivo para clasificar o separar partículas en una

suspensión líquida según la relación de su fuerza centrípeta a la resistencia del fluido. Esta
relación es alta para partículas densas (donde se requiere separación por densidad) y
gruesas (donde se requiere separación por tamaño), y baja para partículas ligeras y finas.
Los hidrociclones también encuentran aplicación en la separación de líquidos de diferentes
densidades. La mezcla se inyecta en el hidrociclón de tal manera que se crea el
vórtice y, dependiendo de las densidades relativas de las dos fases, la aceleración
centrífuga hará que la fase dispersa se aleje del núcleo central del vórtice o hacia él,
(ver Figura 4).

Figura 4. Hidrociclón

En las corrientes de alimentación líquido-líquido, por ejemplo, en agua

aceitosa, las características principales de alimentación se basan en el tamaño y la
distribución de las gotitas de aceite, la densidad del aceite, la densidad del agua, la
concentración de aceite, la viscosidad y la temperatura.

Separación por Platos Corrugados (CPI)

Las plantas CPI se utilizan comúnmente para separar el aceite y las grasas con baja
gravedad específica. El agua fluye a través de placas corrugadas o placas coalescentes,
fabricadas en polipropileno. Las unidades prefabricadas en acero se pueden proporcionar
para caudales de hasta 500 m3/hora. Las partículas de aceite y grasas se adhieren a las
placas y gracias a la baja densidad, se mueven hacia arriba. Un sistema de rascado
superficial recoge el aceite y la grasa de la superficie del agua. Los lodos se recogen en
una sección separada para la extracción y eliminación.

Los aceites o hidrocarburos emulsionados no se pueden separar con el sistema CPI.

Por otro lado, a este punto, la idea es recuperar la mayor cantidad de aceite posible
del agua y con la menor cantidad de sólidos con el fin de estar aptos para la producción.
Se sabe por la experiencia de pruebas ya realizadas con emulsiones residuales de
producción que se puede lograr recuperar el 95% de los residuos aceitosos separados,
libres de agua y sólidos. Si bien el agua regenerada puede ser utilizada nuevamente en el
sistema industrial o ser desechada, el aceite regenerado se puede utilizar en maquinarias
o para la fabricación de otros productos.

Normativa de Desecho de Aguas Industriales

Sumado a los expuesto, es importa aclarar, que estos equipos pueden llegar a
realizar una separación eficaz del aceite en el agua. Pero de acuerdo a las normas de
desecho de aguas industriales en Venezuela, es importante la consideración de las
cantidades de residuos aceitosos en las aguas que ya no serán reutilizadas en los procesos
petroleros, e irán directo a efluentes de ríos, agua salada, etc.

En la Gaceta Oficial Extraordinaria, Decreto # 883 de octubre de 1995 (luego

revisada en febrero 2005), en la sección II, artículo 9 establece los grupos constituyentes
de los vertidos líquidos, se encuentran los aceites provenientes de hidrocarburos, y
dependiendo de su naturaleza, donde según la existencia teórica o práctica de su efecto
tóxico, agudo o crónico, degradables o de lenta descomposición, son añadidos en los
grupos I y II. Luego en el artículo 10 se establece las condiciones, rangos y límites máximos
de calidad de vertidos líquidos que sean o vayan a ser descargados, en forma directa o
indirecta, a ríos, estuarios, lagos y embalses, con un valor no mayor de 20 mg/L.

Conclusiones

Es conocido que, por factores ambientales, de seguridad y económicos, las

industrias reutilizan sus recursos al máximo. En el caso de la industria petrolera, en la que
es necesaria grandes cantidades de agua para la producción de barriles de petróleo, es de
esperarse que esa agua se contamine con aceites de hidrocarburos durante las distintas
etapas de obtención y mejoramiento del petróleo, es por ello que las emulsiones aceitosas
deben ser tratadas con anterioridad a su vertido. Y en este sentido, existen diferentes
procesos que pueden separar el aceite del agua e incluso producir un efluente de
agua de elevada calidad que permita su reutilización , alcanzando hasta un 95% de
efectividad. De entre todas las alternativas posibles, la que presenta mayores
ventajas es la evaporación al vacío, por su sencillez, flexibilidad, robustez y eficacia.

Igualmente, el tratamiento de aguas residuales de la industria del petróleo puede ser

beneficiosa para la misma industria mediante una recuperación secundaria, puede
reinyectarse en el subsuelo para su almacenamiento y posterior uso, reutilizarse, ahorrando
así las fuentes naturales de agua, reinyectarse para ser utilizada en las necesidades
internas y externas de la planta de producción petrolera, o de otras industrias, entre otros.

Cuando el tratamiento de agua cumple con los estándares de calidad del país,
puede incluso descargarse en fuentes naturales de agua, como océanos, lagos, ríos o
permitir su evaporación, y con respecto a Venezuela, este límite no puede superar 20 mg/L.

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