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Elizabeth Pstyga

MANUAL DE RUNAS
©Significados,
2013 by ElizabethInterpretación,
Pstyga Uso Mágico

Pstyga, Elizabeth
Manual de Runas : significados, interpretación, uso mágico .- 1a ed. - Olivos : el autor, 2013.
E-Book.

ISBN 978-987-33-4134-2

1. Runas. I. Título
CDD 133.33

© by Elizabeth Pstyga,2013, ©All Rights Reserved


EL LIBRO 2

LA AUTORA 3

1 MAGIA, DESAFÍO AL UNIVERSO 10

El Pensamiento Mágico como Camino de Vida

2 CUANDO LOS DIOSES VIVÍAN 17

Un Paseo por la Mitología Nórdica 17

3 EN LAS BRUMAS DE LA HISTORIA 53

Teorías Sobre el Origen de las Runas 55

4 EL PODER ESTÁ EN LAS RUNAS 88

Origen y Ordenamiento del Futhark Germánico 88

Los Aettires 92

Primer Aettir: El Mundo Material 93

Segundo Aettir: El Mundo de las Fuerzas Naturales 94

Tercer Aettir: El Mundo Espiritual 95

Simbolismo de las Runas

Primer Aettir: El Mundo Material


FEOH–FEHU 99

UR–URUZ 103

THORN – THURISAZ 106

OS–ANSUZ 109

RAD–RAIDHO 112

KEN–KENAZ 115

GYFU–GEBO 118

WYNN–WUNJO 120

Segundo Aettir: El Mundo de las Fuerzas Naturales

HAEGL–HAGALAZ 123

NYD-NAUTHIZ 126

IS-ISA 129

GER-JERA 131

EOH EIHWAZ 133

PEORD– PERTH 135

EOLH–ALGYZ 139

SIGEL–SOWELU 142

Tercer Aettir: El Mundo Espiritual

TYR–TEIWAZ 145

BEORC – BERKANA 148

EH–EHWAZ 151
MAN–MANNAZ 154

LAGU–LAGUZ 157

ING-INGUZ 160

ODAL-OTHILA 162

DAEG-DAGAZ 166

WYRD 168

5 CUANDO LOS SÍMBOLOS HABLAN 172

Tiradas, Lecturas, Interpretación

1. Oráculo Circular Descubierto. 179

2. Presente, Pasado y Futuro. 183

3. Sí o No. 185

4. Los Cinco Elementos de la Cruz Griega. 186

5. Los Planetas. 188

6. Aparición de un Problema. 191

7. Cruz Celta 193

8. Calendario Anual. 196

9. Tirada Astrológica 198

10. Arrojar las Runas Sobre un Paño 201

11. Un Consejo 207


6 RITUALES, SENDEROS INTERIORES 210

Iniciación en el Arte de las Runas 211

La Creación de un Ritual 224

Invocaciones a los Dioses 240

Simbolismo Mágico de las Runas 242

7 RUNAS, ESCUDOS DE PROTECCIÓN

Talismanes, Amuletos, Monogramas Rúnicos 256

8 COSMOVISIÓN MÁGICA 276

El Culto a los Árboles 278

La Energía de las Runas en Árboles y Piedras 281

Yoga Rúnico 306

Esoterismo Rúnico 311

9 EN LAS PUERTAS DEL INCONSCIENTE

C.G. Jung, Teoría del Inconsciente 321

El Inconsciente Colectivo 323

Arquetipos y Símbolos 324

El Arquetipo como Fenómeno de Masas 331

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 343


3

EN LAS BRUMAS DE LA HISTORIA

En medio de hechos monumentales, gestas heroicas,


conclusiones, hipótesis, divergencias, antítesis, acertijos,
vacilaciones, secretos, misterios y brumas de la historia,
discretas y enigmáticas centellean las runas.

Símbolos mágicos y signos fonéticos de los antiguos


pueblos teutones, de trazo sencillo y muy vigoroso, las runas
navegaron por innumerables dilemas. Prohibiciones, rescates,
olvidos, reencuentros, postergaciones, protagonismos. A
merced de estos claroscuros tan típicos de las variables
históricas, hoy existen no una sino dos, tres y hasta cuatro
teorías distintas que intentan explicar el origen y nacimiento
de estos símbolos ancestrales.

Los teutones eran tribus de espíritu bélico que, si bien


por su esencia nómade y conquistadora se distribuían por casi
toda Europa septentrional, desde el extremo este de las
costas del Báltico hasta el extremo oeste de las costas del Mar
del Norte, tenían como epicentro geográfico la zona de
Germania donde desemboca el rio Elba, justo frente a las
costas de Jutlandia –Tierra de los godos-.
INVASIONES TEUTONAS

Antiguamente, el término teutón no se refería


exclusivamente a los pueblos germanos, sino que incluía a
estos junto a los anglosajones, los godos y los escandinavos.
Esta multiplicidad de rasgos y creencias dio como resultado
una rica e increíble cosmovisión que se materializa y habla a
través de las runas.

Desde aquí hasta allá, para desandar el camino desde


nuestro presente hasta los orígenes de las runas, iremos
trasponiendo umbrales, comenzando con las teorías que le
adjudican un origen más reciente, y llegando hasta aquellas
que descubren rastros que se internan en las brumas y
tinieblas de la historia, y aun de la prehistoria.

Teorías Sobre el Origen de las Runas


Como ocurre con las teorías en general, su validez
depende de cuántos adhieren o no a sus conclusiones. Es
necesario recordar que la historia es una ciencia
interpretativa de hechos y sucesos humanos. Los hechos
cobran valor según cuánto y cómo hayan influido en su
sociedad o en la cultura de un pueblo. Y toda exposición
histórica depende, en definitiva, del historiador, desde que
visión e ideología interpreta los hechos, y de cuánta
importancia le adjudique a tal o cual suceso. Así es que, de un
mismo tema, es posible encontrar diversas hipótesis, y todas
ellas en algún sentido son correctas y válidas.

La primera de estas teorías, de corte enciclopedista,


asegura que las runas hicieron su aparición recién entre los
siglos II y III de la era cristiana. Tendrían su origen en
alfabetos de la familia greco-itálica. La relación de los pueblos
germanos con los griegos se estableció a través de los
reiterados viajes que realizaban las tribus teutonas a distintas
ciudades helénicas, básicamente con fines comerciales. Otro
punto geográfico de encuentro habrían sido las colonias
griegas de Crimea -de procedencia eubea- en el Mar negro,
región largamente visitada y habitada por los godos, que
pertenecían a una rama germana que desde tiempos antiguos
realizó migraciones y asentamientos en la Rusia meridional.

Sin adjudicarle valor ancestral ni mítico, esta teoría solo


acepta que las runas fueron producto de mutaciones de las
letras del alfabeto griego y, en parte, del latín. Luego de
asimilar estos alfabetos, los comerciantes germanos llevaron
consigo los signos a sus tierras del norte, adaptándolos a su
lenguaje y a su forma de escritura, básicamente en maderas
y piedras.

Allí, los sacerdotes y hechiceros confirieron a estos


signos simbologías y significados mágicos, circunscribiendo su
conocimiento solamente a grupos selectos de personas.
Convertidas en un alfabeto puramente simbólico e
inscripcional, y prácticamente no usado como escritura, su
pronta desaparición se debió no solo a la prohibición
eclesiástica sobre su uso sino también al rápido avance del
alfabeto latino, paulatinamente adoptado por los pueblos de
occidente.

La siguiente teoría se remonta hasta alrededor del siglo


V a. de C. Según esta interpretación, las runas surgieron de la
fusión de dos corrientes, una basada en signos y la otra en
símbolos. La primera, llamada corriente del sur, eran letras
del alfabeto etrusco, provenientes de la zona de los Alpes
italianos.

La segunda, llamada corriente del norte, eran


pictogramas e inscripciones cuyo origen se remonta al período
neolítico y de la Edad de Bronce. Eran símbolos puramente
mágicos que, en su mayoría, se encontraron grabados o
pintados en las cavernas.

Las tribus teutónicas utilizaban asiduamente estos


ideogramas mágicos, como ayuda para las batallas como
también para la caza y las cosechas. Si se analiza su
simbolismo, se revela que cada uno de ellos no tiene una
función específica sino bastante versátil, que los hacía
adaptables a las variadas circunstancias que pudieran vivir los
pueblos. Ideogramas que hablan de la fuerza y el valor, del
sol y la virilidad, de la creación y la fecundidad, de la
evolución y el continuo devenir cósmico. Símbolos que
expresan las fuerzas de la naturaleza y el intento de
dominarlas, muchos de ellos considerados pre-rúnicos, pues
han pasado a integrar el alfabeto rúnico sin sufrir
modificaciones ni de forma ni de contenido.

Unos quinientos años antes de la era cristiana, a través


del intercambio comercial de los germanos con pueblos del
sur, ambas corrientes se comunicaron y fusionaron. A los
símbolos ya utilizados por los teutones, se sumaron letras
etruscas, adaptadas con leves modificaciones. También se
reconoce una pequeña influencia del alfabeto latino

Se necesitó de más tiempo para que estos símbolos, que


continuaban siendo puramente mágicos, fueran también
adaptados a la función de lengua escrita por los sacerdotes y
magos teutones. Entonces, fue necesario crear y agregar
otros nuevos. Así, según el uso que se le diera, las runas
eran, por un lado, símbolos misteriosos y, por otro, letras,
fonemas y signos que representaban los sonidos del idioma.
La primera versión de las runas organizadas como un
alfabeto fue el futhark germano, formado por veinticuatro
símbolos-signos. Luego, con las sucesivas migraciones
normandas, este futhark se extendió hacia el este por toda
Escandinavia, y hacia el oeste hasta Britania e Islandia. A
medida que iba siendo adoptado por los distintos pueblos, fue
sufriendo modificaciones. Pero a pesar de esta adaptación a la
lengua escrita, la función predominante de las runas siempre
fue la de ser operadores mágicos.

Hasta aquí, se han mencionado dos teorías que intentan


explicar un mismo fenómeno: el origen de las runas. Y las
conclusiones a las que arriban una y otra no concuerdan.
Tratando de vislumbrar cuál de ellas es la correcta, la
segunda aparece como más verosímil y coherente, además de
que le adjudica un rol importante a los pictogramas e
ideogramas de orden mágico que ya pertenecían al legado
ancestral de los teutones. Y estos símbolos son los que, en
definitiva, confieren a las runas su máximo poder y misterio.

El panorama adquiere más significado cuando se la


complementa con la tercera teoría en……….. (…)
(…) La primera forma organizada de las runas fue el futhark
germano de veinticuatro símbolos. A través de las sucesivas migraciones
normandas, fue trasladándose por toda Europa septentrional siguiendo
las costas del Mar del Norte, hacia el este alcanzando toda la península
escandinava y, hacia el oeste, Britania e Islandia, y fue adaptándose en
las distintas regiones. Como cada runa era, a la vez, un signo fonético,
cada pueblo que las adoptaba iba introduciendo variaciones para
adaptarlas al idioma de la región. Si el sonido de una runa no
correspondía a ninguna de los de la lengua hablada, esta runa era
suprimida. Y el caso contrario, si no existía suficiente cantidad de
fonemas rúnicos para los sonidos del idioma hablado, entonces se
agregaban nuevos signos para representar esos fonemas.

La mayor disminución de runas ocurrió en Escandinavia, donde se


usó un futhark de dieciséis símbolos, y hasta existió otro, de menor
difusión, de quince runas. Y el mayor aumento se produjo en entre los
anglosajones, donde en un primer periodo, se amplió el futhark hasta
veintinueve runas y, finalmente, se llegó a uno de treinta y tres runas.

No fueron los únicos cambios introducidos en los futharks, porque


algunas runas tuvieron alteraciones en sus formas gráficas, también en
sus nombres y, algunas pocas, en su significado.

Por esta razón, cuando se estudia el significado de las runas, es


necesario saber a cuál futhark pertenece y tener en cuenta las sucesivas
evoluciones por las que pasaron los símbolos. Los casos más

característicos son, por un lado, el de runa Haegl y, por otro, el de

las runas Algys y Man.

En la zona de Escandinavia, Haegl se transformó en ,


alteración que no solo se manifestó en su forma gráfica sino también en
parte de su significado. Y en cuanto a las otras dos y también en

Escandinavia, Man desapareció como forma gráfica pero su

significado paso a ser representado por que tomó también el nombre


de Man. Y el nombre y significado de la antigua Algys desapareció casi
totalmente, sólo algunos aspectos de su simbolismo se agregaron al de
Man.

Las runas podían leerse de izquierda a derecha o de derecha a


izquierda, y también podían cambiarse la lateralidad de los símbolos y,

de esta manera era lo mismo que . El futhark antiguo, el


germano de veinticuatro runas, es el que se usa y describe en este
libro.(…)

………
4

EL PODER ESTÁ EN LAS RUNAS

Origen y Ordenamiento del Futhark Germánico

Las runas son la representación gráfica del poder. No una


sino todas en conjunto, indican los distintos pasos, las sucesivas etapas
que deberán ser superadas para obtener, al final del camino, el dominio
total de las fuerzas universales.
La creación de cada uno de estos símbolos no fue un proceso
rápido ni sencillo. Sin embargo, al verlos plasmados en su extrema
síntesis y brevedad, apenas unas líneas rectas trazadas como si fueran
movimientos espontáneos, son a menudo considerados como
improvisaciones de escasa solidez y bases frágiles por nuestra cultura
científica, tecnológica e intelectual acostumbrada a extensas
argumentaciones lógicas.

Por el contrario, miles de años fueron testigos del largo proceso


que llevó su gestación, nacimiento y evolución. Y cientos de
generaciones le fueron sumando sus capacidades de percepción,
entendimiento, síntesis y comunicación para lograr fundir todo el
torrente de pensamientos, creencias y sentimientos de la raza humana
en unas formas tan breves y sintéticas. En cada runa hay un mundo,
hay una vida.
Con los dibujos primitivos con que los primeros seres humanos
comenzaron comunicarse entre sí, se generó la escritura llamada
pictográfica. Eran los dibujos que miles de años después fueron
encontrados en las cavernas, y que básicamente tenían significados y
funciones mágicos. Estas formas eran copias representativas de objetos
concretos y de gran importancia en la vida diaria de aquellas épocas.
Así, cada objeto llevaba implícito un sentimiento y un valor. Pero el
significado total no aparecía en el dibujo sino que se completaba en el
relato oral, dependiendo de la memoria y el conocimiento que el relator
tenía del contenido de los símbolos.

Posteriormente, los dibujos


fueron enriqueciendo su
expresividad y sumando
significados, originando los
llamados Ideogramas, que
fusionaban en sus formas ya
no sólo el objeto sino la idea,
el sentimiento y la acción
que los acompañaban.

Cuando pensamos que, durante miles de


años, estos símbolos fueron grabados, pintados
y leídos por millones de personas, entonces no
caben dudas cuando afirmamos que ya
pertenecen a la memoria ancestral y colectiva
de la humanidad.
Esa es la razón por la que a los símbolos, para comprenderlos en
plenitud, es necesario primero sentirlos e intuirlos y luego, y sólo
después, razonarlos y explicarlos.

Las runas son una escritura picto-ideográfica, y su simbolismo se


activa y regenera toda vez que se produce la identificación de alguna de
ellas con los contenidos del inconsciente de una persona. Yen esta
cualidad está sustentado su máximo poder y sus posibilidades
ilimitadas.

El futhark antiguo es el que conserva los trazos más originales y


primitivos, y el que se utiliza habitualmente con fines adivinatorios y
mágicos. La palabra futhark surge de la unión fonética de las seis
primeras runas: F (fehu), U (ur), TH (thorn), A (ansuz), R (rad), K
(ken). Es el mismo proceso con que se han construido las palabras
alfabeto y abecedario, una surgida a partir de las dos primeras letras
del idioma griego, alfa) y beta), y la otra a partir de la
unión de a, b, c, d, letras usadas en los idiomas latinos.
Los Aettires
El ordenamiento de las runas dentro del futhark no es casual,
marca un camino que bien podría llamarse “El Camino de la vida”.
Este camino es una secuencia de ideas y pensamientos que, partiendo
de las situaciones más sencillas de la vida de una persona, se van
complejizando hasta finalizar en los estados más evolucionados a los
que puede llegar el espíritu humano.

Sin contar a la runa WYRD –la runa veinticinco (25), que no tiene
símbolo visible- el total de veinticuatro (24) runas se distribuye en tres
Aettir, cada uno de ocho (8) runas. Un Aettires una familia que
agrupa los símbolos e ideas de cualidades similares, que
corresponden a un mismo período de evolución. La división en tres
grupos representa, según una lectura, a las tres etapas en las que
podríamos dividir la vida ideal de una persona, desde su nacimiento
hasta su muerte. Según otra lectura, estas tres etapas también
representan el proceso de iniciación en una disciplina esotérica, y van
marcando las pautas según un orden y una coherencia para arribar al
estado de máximo conocimiento y sabiduría.

Primer Aettir:

El Mundo Material

El Primer Aettir es el Mundo Material, donde los pasos que


debe seguir la persona en el camino de la vidatienen relación con lo
más elemental del ser humano:
Obtener sustento y alimento; fortalecerse físicamente; descubrir

la diferencia entre el bien y el mal en las acciones diarias; concebir la

idea de dios, fuerza superior o autoridad; moverse y comunicarse con

otros libremente; lograr claridad mental y el pensamiento abstracto;

aprender a brindarse a otros ya recibir esa ofrenda de los demás; y,

por último, encontrar alegría en cada uno de estos pequeños logros.


Cuando se ha asimilado el conocimiento y la experiencia de cada una de
estas situaciones, entonces comienza a transitarse el siguiente Aettir.

Segundo Aettir:

El Mundo de las Fuerzas Naturales

El Segundo Aettir, el Mundo de las Fuerzas Naturales, es


donde la persona debe enfrentarse a todas las inclemencias y
sobresaltos con que el mundo la acosa. Fuerzas que se desatan y sobre
las que no tiene dominio, pero de las que obtiene una tremenda
fortaleza emocional si es capaz de soportarlas y llegar al final de esta

segunda etapa. Para eso deberá aprender a sobrellevar los problemas

imprevistos; a soportar las necesidades que surjan de esa situación;

a caer en trampas y engaños seductores por querer salir fácilmente

de la miseria; a aprender de la paciencia, la constancia y el respeto a


los tiempos para prosperar; a armar un escudo protector basado en

la honradez y en sus valores; a equilibrar la atracción inevitable por

los secretos y los deseos; a saber pedir y recibir protección siempre

que la necesite; y, al final de este segundo tramo, a saber respetar e


invocar las fuerzas del universo y de la justicia.

Si ha pasado bien este segundo tramo, se habrá convertido en un


ser con la habilidad y la templanza necesarias para manejarse entre las
fuerzas imprevistas de la naturaleza y de los hombres, siempre con
absoluta justicia y respeto. Y entonces podrá acceder al siguiente Aettir.

Tercer Aettir:

El Mundo Espiritual

El Tercer Aettires el del Mundo Espiritual. En esta última etapa,


la persona ya es capaz de afrontar cada circunstancia de la vida a través
de una visión intelectual y espiritual más elevada, encontrando otras

soluciones y asumiendo otros compromisos. En esta última etapa,


descubrirá en su interior la vocación y la decisión para acometer las

metas más importantes; aprenderá a amar verdaderamente y ese


sentimiento se transformará en crecimiento para sí mismo y para los

demás; podrá producir importantes cambios y progresos, externos e


internos; logrará seguridad intelectual y llegará al autoconocimiento;

entonces podrá dejar fluir sin temores ni riesgos las fuerzas del

inconsciente; descubrirá como adulto el significado de ser parte de

una familia y generar nuevas vidas; aceptará tradiciones heredadas,


como también romperá responsablemente con aquellas estructuras que
ya no le pertenezcan, para establecer nuevas normas y legados;

finalmente, dominará las claves y misterios que le permitirán


transmutarse en un ser total, y así renacer.

Metafóricamente, este proceso de los tres Aettires podría


resumirse como la infancia, la juventud y la madurez esotéricas. Y si
hacemos una interpretación más sintética de los tres Aettires,
podríamos descubrir que el orden de las runas nos indica, como primer
movimiento, un camino hacia adentro, hacia uno mismo, para
reencontrarse y refundarse como un ser nuevo. Y el siguiente
movimiento es, entonces, un camino hacia afuera, hacia las
personas que nos rodean y hacia toda la humanidad, para compartir
todo lo que se ha aprendido con el universo entero.

Cuando se compara este camino de la vida con las vidas reales


de las personas, no es fácil encontrar a muchos individuos que hayan
recorrido este camino de una forma ordenada y sin sobresaltos. Más
que una réplica de las vidas, es un modelo esotérico a seguir para
encontrar el buen camino de la vida. Las vidas reales no son tan
armónicas, muchas veces están enredadas en idas y vueltas, retrocesos
y caídas. Cuando todo parece indicar que una persona ya ha sorteado
una etapa y ha avanzado a la siguiente, las propias runas marcan que
ha vuelto a caer en aspectos o circunstancias que ya debería haberlos
dejado atrás. El camino del aprendizaje es único, individual, sigue un
ritmo interno que no se compara con el de ninguna otra persona, se
nutre de las propias caídas y de los propios saltos, y necesitara la
cantidad de repeticiones que haga falta para aprender cada etapa de la
vida.

En la interpretación de los símbolos, todas las runas tienen el


mismo valor e importancia, pero puede ser significativo cuando

aparecen FEHU , HAEGL y TYR , las runas que inician cada uno
de los Aettires, porque marcan la posibilidad de estar ante una nueva
etapa de la vida, y podrían tener predominancia en la lectura, indicando
que se está en la entrada, en el paso inicial de alguno de los Aettires.

El resto del capítulo está dedicado a tratar y analizar el simbolismo


mántico de cada runa, su utilización como claves para interpretar y
clarificar situaciones. En cuanto al simbolismo mágico, lo veremos en
otro capítulo dedicado a la magia y rituales rúnicos.

Cuando el futhark es usado para prácticas adivinatorias, se le


agrega una runa más que carece de dibujo. Esa ausencia de símbolo no
disminuye su valor ni su significancia sino que, por el contrario, su
aparición da a toda la lectura una interpretación más completa en
cuanto al tiempo de los hechos, ya que la runa WYRD es la fusión del
pasado, el presente y el futuro. Esta runa probablemente provenga de
una de las últimas formas agregadas al futhark anglosajón tardío.

Con respecto a los nombres, la diversidad de sitios por donde se


expandieron las runas con sus agrupaciones en distintos futharks,
explica porqué cada runa tiene más de un nombre. Aquí las presento
con el nombre anglosajón y con la versión más utilizada del alemán
arcaico. Existen otras variantes de nombres que aquí no he citado y que
son igualmente válidos. En la profundidad de las runas, no es relevante
cuál nombre sea usado, cada persona que se inicie en este arte irá
descubriendo y adoptando el nombre que más identidad y vibración le
produzca en su interior, o que más fácil le resulte pronunciar; no tiene
importancia si mezcla, en un mismo futhark, nombres de diversas
procedencias.



Simbolismo de las Runas

Primer Aettir:

El Mundo Material

FEOH – FEHU (f)

(Ganado)

(::☺
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LA DIOSA BLANCA. Historia Comparada del Mito Poético.


Robert Graves. Editorial Losada. 1970. Buenos Aires.

PRINCIPIOS DE FILOSOFÍA. Una Introducción a su Problemática.


Capítulo “Heidegger: Ser y Existencia”.
Adolfo P. Carpio. Editorial Glauco. Buenos Aires.

FILOSOFÍA, CULTURA Y VIDA. Tomo II.


Will Durant. Editorial Sudamericana. 1960. Buenos Aires.

LA RAMA DORADA. Magia y Religión.


Sir James Frazer. Fondo de Cultura Económica. 1944. México.

LOS VIKINGOS.
Frederic Durand. Eudeba. 1967. Buenos Aires

LAS RUNAS Y SU MAGIA.


Donald Tyson. Editorial Mirach, 1991. Madrid.

LAS RUNAS Y OTROS ALFABETOS MÁGICOS.


Michael Howard. Editorial Lidium. 1983. Buenos Aire

LA MAGIA DE LAS RUNAS. Sus Orígenes y Poder Oculto. Michael


Howard. Hemus Editorial Ltda. 1984 San Pablo.

RUNAS. Interpretación, Simbolismo y Adivinación.


Anthony Clark – Tony Willis. Editorial Pensamento. San Pablo.

LA MAGIA DE LAS RUNAS. Dentro del Arte Adivinatorio.


Ruth y Beatriz Adler. Editorial Sabda Espacio Cultural. 1991.San Pablo.

CURSO ABREVIADO DE RUNAS.


Vera Liebling. Atelier Vera Petropolis Ltda.1991. Petropolis.
ENCICLOPEDIA BRITÁNICA.

ENCICLOPEDIA AMERICANA.

HISTORIA DEL ALFABETO.


Barry A. Stein. Enciclopedia Popular Ilustrada. 1963. Barcelona.

LA RUTA DEL ÁMBAR.


Solano Peña Guzmán.

TRAGEDIAS.
Esquilo. Editorial Losada. 1964. Buenos Aires.

SIGNOS, SÍMBOLOS, MARCAS, SEÑALES.


Adrian Frutiger. Editorial Gustavo Gili. 1981. Barcelona.

AMULETOS Y TALISMANES.
Félix Llauge. Editorial De Vecchi. 1973. Barcelona.

CONSIDERACIONES SOBRE LA HISTORIA ACTUAL.


Carl G. Jung. Editorial Guadarrama. 1936. Madrid.

TEORÍA DEL PSICOANÁLISIS.


Carl G. Jung. Editorial Cultura. 1938. Santiago de Chile.

CARL GUSTAV JUNG. CLASES DEL PROFESOR LEON OSTROV.


Editorial Orbe. 1972. Buenos Aires.

LA RESURRECCIÓN DEL HÉROE.


Miguel Serrano. Edición del Autor. 1986. Santiago de Chile.

EL ÚLTIMO AVATARA.
Miguel Serrano. Edición del Autor. Santiago de Chile.

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