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G. BAEZ.CAMARGO
BREUE HISTÍIRII
IIEt
IEI(Ifl BIBTIGO
(SEGUNDA EDTCTON REVTSADA
Y AMPLIADA)
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1984
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ria utit amptiar e! número de lectores y de estudiosos de
( ta Bibtia que podrian benef iciarse can un estudio sobre el
( terna, se ha preparado el presente trabaio. Sírvele elfolleta
( antes citada como una especie de bosqueio general, ya
que, sin hacerlo voluminoso, puss tiene un propÓsito de
(
divulgación poputar, se ha revisado y ampliado el material.
(
Con esfo se espera que también su utilidad sea mayor-
( Et autor se slenfe sumamente obligado con el Dr- Eu'
( gene A" Nida y et Rdo. Harald P. Scanlin, ambos de las
( Sociedades Bíblicas tJnidas, que revisaron el manuscrita
(
e hicieron muy imporfanfes observaciones, y quiere ex-
presarles aquí su profundo reconocimiento-
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lo cual aparece orig!nalmente en las lenguás que fueron [ói como hechas a mano por distintas personas, en distintos
(
sucesiva, o en ciertas épocas, simultáneamente, el habla lugares y en diversas épocas, no están libres de errores y
( común de ese pueblo: .hqbreo y arameo (Antiguo ¡eiia_ de alteraciones ya accidentales ya intencionales.
mento). y griego poputar, ---- Llega el momento, debido a ello, en que se hace nece-
(
_koine (Nluevo Teitaménio).
(
La historia der texto bíbrico es diferente de ra historia saria la revisión del material escrito, cotejando las copias
del .canon, que es el catálogo de los libros recár;;l;;; cuyas diferencias, técnicamente llamadas variantes, se
( oficialmente como sagradosl Ambas historias, sin ernoii armonizan unas veces, otras se combinan' todavía otras
( go, están estrechamente relacionadas, y hasta , ,uau, se conservan lado a !ado. Aparecen compiladores y "edi-
(
corren paralelas o se entrelazan, ya qusson tas m¡smái tores" que redactan de nuevo el material existente y a
autoridades q.ue finarmente áeterminan cuar és e'í veces le incorporan rnateriales que proceden de otras tra-
( canon oficial.lasy cuál es el texto autorizado. trluestrá asunü diciones orales o de otros documentos, que se consideran
aqur es ta nrstor¡a del texto, de modo que en ella nos de suf iciente autoridad. En las copias se hacen a veces al
(
con_
centraremos, y sóro arudiremos a ra historra oel-óanon margen anotaciones explicativas o glosas del revisor o
(
cuando sea necesario.* del copista.
(
Es ésta una fase en que el texto es fluido todavía, y en
(
'Para esta última, vease der propio autor la Breye
historia d€¡ canon biblico, edicio- que tiene lugar un proceso de evaluaciÓn y selecciÓn de
(
nes iuminar: Méx¡co. 1S80
copias más ó menos prolongado. Participan en él' en pri-
(
(
IV
rner término, quienes las usan, Y Que; gu¡ados po-r una es-
sus preferencias
ó"ó¡u J" sextó sentido, van acéntuando
be unas sobre otras. Pero al parejo de esa acción general'
ñán uprtecido ya guardianes ofiiiales de la fe, iudaica. en
un ca'io, cristiána en el otro, que aportan su sabiduría y
árrái"¡on, y aplican su discernimiento a las copias exis-
i;;t"; v ql" tlenen uso preferente en sus respectivas
prefiriendo, sobre todo para
cámun¡áacies. Entonces van
áiutá tittiigico, las copias que contienen el texto que les
pure"e habér conservádo la tradiciÓn más p.ura' Pe este
qY.9 es-aquella-en que se
'
fi s alteraciones el texto que
," ,a. aúténtico, en et sentido de más f iel a las
texto
"bni-io-"ráprimitivas, y se estabtece así un están-
iáJrc¡ó""1
dar,oficialmenteautorizado,ydeahíenadelantecelosa-
mente salvaguardado.
Historia del texto hebreo
fL pto"".ó que desemboca en ei establecimiento de ese
texto oficial asume diferente forma' como hemos de ver 1. Antecedentes
oá*ñré., pnra el Antiguo y para e.l Nuevo Testamento' Tie-
ne, sin embargo, máé o menos la misma duración: unos Aunquc el texto hebreo del Antiguo Testamento con-
sigtos. Ían targo lapso viene a ser una garantía del
""áti"addptado, pues quiere decir que para fiiar ese texto
üxto ticnc algunos pasajes en la lengua afín aramea' le llamamos
nó f,u habido pri'sas irreflexivas ni imposiciones autorita- ¡r,-rtt, ht'lrre'; solamente, en vista de que esos pasajes son
riár. rn realidád el texto final se ha impuesto por símismo' relativamente cortos y se haiian sólo por excepción
en
De hecho, las autoridades religiosas respectivas no ha- unos cuantos libros: casi seis capítulos de Daniel
(2.4b-1.28).
i*n ,a. que oficializar el texto que la cornunidad de los
creyentes, por consenso implícito pero evidente' ha pre-
dos pasajes cje Esdras (4.8-6. 18 1'12'26\' un versículo de
(31'47)'
ferido corn'o el que, a su parecer y sentir, tiene mayor Jeremías- (l0.ll) y un nombre propio en Génesis
autoridad. Ei periodo que hemos llamado la prehistoria del texto
Una vez fi con el sello ofici hebieo (véase la Introducción) puede considerarse termi-
nado hacia el año 300 a.C.. cuando .la trasrnisión oral
puede decirse prácticamente sustituida por la trasmi-
sión cscrita.
Excepto por ese dato escueto. no tenemos pruebas di-
rectas y concretas que nos permitan describir el
proceso
anteriorquellevódelatrasmisiónoraiaiaexciusivamen-
te escrita, pasando por la fase en que coexistieron
por largo
tiempo. No existe ningún rnanuscrito hebreo anterior al
siglo tercero a.C. Prominentes autoridades
judias y cris-
tiánas están ccncordes en que no es posible trazar con
certeza la línea seguida por ei proceso de formación del
texto bíblico en esa lejana etapa'
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO HISTOBIA DEL.TEXTO HEBREO
Dice el profesor Shemaryahu T'almón, de Ia Uqiversi- de los pueblos circunvecinos: la de Egipto, que habrían
I conocido en Ios largos años de esclavitud, y ahora la rica
dad Hebrea de Jerusalén: "Probablemente no hay, ningún
otro texto, antiguo o moderno' testificado por tantos di- literatura de Mesopotamia, puesta en escritura ct¡neifor-
versos tipos de fuentes, y cuya historia sea tan difícil de me. Al norte de Palestina han florecido Ios reinos de
elucidar como la del texto del Antiguo
'festame¡1to".I Ugarit y Ebla que han dejado también un rico material
El doctor M.H. Goshein-Gottstein -escribe por su partc: literaric. Mucho de esto lo absorbe !a cultura israelita en
"Es... cosa que se da por hecha, que todavía no poseemos formación, depurándolo de sus connotaciones paganas y
ninguna teoría que trate de integrar todos los hechos adaptándolo a su riguroso monoteísmo. Con el tiempo, los
conocidos en una sola armazón histórica".2 Y el erudito primeros escritores sagrados utilizarán este material. cu-
cristiano P. Dominique Barthélemy, O.P. habla del"inten- yos rastros pueden advertirse aquí y allá en el texto bíblico,
to ilusorio de construir una teoría de conjunto de la evo- especialmente en los códigos. en el libro de los Salmos y
lución de los textos bíblicos".r en la literatura de la sabiduría.
*Estamos ciertos, sin embargo' de que la primera fase fue No sabemos cuándo, en el caso de Israel. comenzaron a
la de trasmisión oral, que en el caso del texto hebreo duró ponerse por escrito materiales que provenían de la tradi_
muchos siglos. Todos los pueblos han preservado primero ción oral. En Egipto existía ya la escritura cuando "jacoLr
que todo por la tradición oral sus más antiguos recuerdos. y sus hijos se instalaron ahí, y aunque no es de esperarse
Cuando Jacob y sus hilbs se establecen en Egipto' hacia que ellos o sus descendientes pudieran leerla, pues era casi
principios del segundo milenio a.C., llevan ya sin duda un un monopolio de la clase sacerdotal, por lo menos Moisés.
tesoro de tradiciones del pasado patriarcal y de los antc- que recibió educación de príncipe, debió de haber podido
cedentes mesopotámicos de Nacor y Abraham. descifrarla, y de haber conocido por ello la historia v tra-
Ese tesoro. conservado oralmente, se habrá enriquecido dicioncs conservadas en documentos de ese país. ya en
durante los siglos de permanencia en Egipto' y los años dc Cana,in, los israelitas habrían entrado en contacto con tra-
la peregrinación por el desierto- Llegados a Canaán' y al diciones cananeas y mesopotámicas, y en una forma u
ponerse en contacto con su población' se sumergen en un otra, conocido el contenido de la ya para entonces rica
mar de tradiciones que provienen de horizontes más am- literatura de esas regiones.
plios. Cuando, para organizarse más estatrlemente como Es opinión comúnmente aceptada que las partes más
nación, complementan la legislación básica recibida en el antiguas de los escritos bíblicos pueden ser los cantos v
Sinaí con leyes y reglamentos más detallados, tienen co- poemas que se citan en los libros históricos. Por ejemplo,
nocimiento de la legislación de otros pueblos. especial- entre otros, el Di<'ho cle Inmec.{Gn.4.23,24);la Malttición
mcnte de Mesopotamia. c{e Canacin (Gn.9.25-27); las Benditiones tle lsoae'(Gn.
27.27-29, 3940) y de Jac'ob (Gn. 49.2-27); et Crínti<,o cle
. En esta época hallan, como parte de esas tradiciones Moi.sés (Ex. I5.l-18); el Poema ele los Rontancero.r (Nm.
nuevas, himnos y cantos épicos antiguos que se conservan
y trasmiten oralmente. pero también algunos por escrito. 21-27-3A): hs Prof'edas tle Balam (en Nm. caps. 23 y 24),
Sus sabios llegan de alguna manera a conocer la literatura el Cdn¡ico de fi,loisés (Dt.32.1-43); el Crinti<.r¡ tle Déhora
(Jue. cap. 5):\a Elegía cle David (2 S. I .19-27): el Crinti<.<¡
CHB (véase clave de abreviaturas al final)' vol. 1, pág- 161
Postrero de Davicl (2 S. ! .19-21): el Salnto cle Ezequías
Cit. por CTO. pá9. 43.
BEH. pá9. 294. (ls. 38.10-20)l el Sslma de Jc,nri.r (Jon. 2.2-10) y el Salnt<t
HISTORIA DEL TEXTO HEtsREO 5
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
Se citan en la Biblia documentos, hasta hoy perdidos,
de Hahat'uc (Hah. raP" 3)' que los redactores utilizaron en sus escritos, por ejemplo:
Parte de este maierial se habría recogido oralrnente' Libro de las guerras de Yahvéh (Nm. 21.14, l5); Lihrr¡
pero otra parte tai vez existía ya por escrito' aisladamente de Yasor (Jaser o "el Justo", Jos. 10.13;2 S. l.l8\; Historia
En las
t oo*o elernento integrante de algún documento'parte del profeta Nattin, Visiones del vidente Yedo o lddo (2 Cr"
propias Escrituras se mencionan viejos escritos' de
9.29); Libro de ls historía de Salom¿ín (l R. I l.4l); Libro
io, tuul", se citan a veces textualmente, que fuerorr utili- ele las crónicas de los reyes de Judd(l R'. 15.7); Librctele las
los eruditos creen
zados por los escritores. En el Pentateuco t'róni<'as de Israel(l R.. 15.31, diferentes de nuestros I y 2
discernir ciertos bloques dc material que se incorporaron
Cr.) y Lihrrs de Yahvéh (Is. 34"16)
ul de un libro, por ejemplo' el Det'rílogo' en dos hasta hoy, y después de tanto tiem-
"u".po
redacciones: (Ex. 20.1-17 y Dl 5'l-21); un Código
del -4r No se ha descubierto
cap' po es casi seguro que no exista ya, ningún manuscrito ori-
Pacto (Ex. 20-22-23-33); un Cótligo Ritual(Ex' 34);
ginal, de primera mano, sea del escritor sagrado mismo
un Cócligo de Sonticlad(Lv' caps' 18-26);un Código Deu- - -lo que llamaríamos un autógraÍ'o- o si los dictó, de su
(Nm'
teronómicr¡ (Dr- caps. t2'26) ¡' un Ritual del Arca amanuense. lo cual es verdad también en cuanto a los escri'
su res-
10.35-36), si bien no hay compieto acuerdo sobre tos del Nuevo Testamento. Sobre todo de los del Antiguo,
pectiva delimitación" ni siquiera sabemos con precisión, y en algunos casos ni
Entre los biblistas tiene general aceptación la teoría dc aun con aproximación, la fecha en que se escribió un libro
mc-
que en el Pentateuco háy material que proviene de al o parte de un libro bíblico. Incluso no hay seguridad de
n.s ,r*, grandes fuentes o tradiciones llamadas )'uhvista' que el verdadero autor de un libro sea aquel cuyo nombre
pre-
porque prefiere el nombre Yahvéh; elohista' porque lleva. Sólo en contados casos es tal cosa muy probable'
iiere Elohitn. \' 'acercloiczl. porque recalca la importancia
Por ejemplo, Esdras, Nehemías, Amós' quizá Ezequiel y
delsacerdocio.elsantuario,elritualylasfestividadesreli- por lo menos en partes, Jeremías, pues se menciona que
giosas. Pero hay mucha divergencia entre los eruditos
en
provienen de una y empleó como amanuense a Baruj Ben Neriyáh. En la re-
fuanto a qué porciones precisamente
lnclusive algu- dacción de los libros histéricos, y obviamente en casos
cuáles de otra fuente, en ciertos pasajes. como los Salmos y Proverbios. intervinieron varios auto-
nos autores sustentan la hipótesis de que las fuentes res, compiladores y revisores, hasta que los libros asumie-
yahvista y elohista no áon primarias sino que' a su vez'
se
por la letra G (del ron la forma finai.
turun en una fuente común designada
En los Salmos es posible hallar trazas de composiciones
alemán, Grunr)schrift, "escrito básico")' Y otros suponen muy antiguas y de adaptaciones de viejos hirnnos cana-
que pudo haber más fuentes que las tres antes menciona- neos, asirnilados o adaptados por los salmistas hebreos al
, Jur. Algunos entusiastas de laque teoria documental la han
han llegado a una ver- estricto monoteísmo que es la principal aportación reli-
aplicado ran mecánicamente giosa del pueblo de lsrael. Por ejemplo, se han señalado
no aprueban'
dadera disección minuciosa del texto, que ofros ciertas sernejanzas en las formas literarias del salmo 104 y
que
Pero el hecho mismo de esas discrepaneias rnuestra del Himno al Sol, del faraón Amen-hotep IV (siglo 14
pro-
ia mencionada teoría no ha podido explicar todos los a.C.). Por tradición oral o por rnedio de antiguos docu-
blemas. Los redactores del texto bíblico' si la teoría
es
de tal modo mentos, los hebreos conocieron y aprovecharon precep-
cierta, lograron en muchos casos combinar tos jurídicos de venerables códigos, pertenecientes a un
sus fuentes que no es pcsible discernirlas'
HiSTORIA DEL TEXTO HEBREO
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
siglo tercero a.C-
contexto cu¡tural común del área comprendida desde Me- Seguramente durante la cautividad de Babiionia ios
sopotamia, de donde eran oriundcs los patriarcas, hasta escrituristas judíos emprendieron con más ernpeño Ia
f,jipto, donde el pueblo estuvo en la esclavitud por lo tarea de reunir y organizar los escritos sagrados, e inicia-
*!no, cuatro siglos. De ahí algunas serne.lanzas de forma' ron la iabor de revisión y anotación. Fero sería un trabajo
al lado de grandes diferencias, entre la literatura bíblica elemental todavía. Excepto el Fentateuco, ni siquiera se
y la de otros Pueblos de esa zona'
daba aún por cornpletada la colección de libros sagrados.
2. De lo oral a !o escrito Faltaban, por supuesto, los escritos de Esdras y Nehemías
y dc los profetas posteriores al exilio: [{ageo, Zacarías,
Como antes dijimos, no sabemos ccn seguridad cuán- Abdías, Malaqurías y posiblemente Joel. Se nos dice que al
docomenzólaredaccióndelostextosbíblicos.Algunas regreso de Babilonia, Esdras traía consigo "la ley de Dios"
autoridades piensan que debió de haber sido ya bajo Ia (Esd. 7.G14), que Nehemías llama *Libros de Ia Ley de
monarquía, cuando no sólo quedó más for¡nalmente orga- Moisés" (8.1). Podria haben sido una copia del texto del
nizada ia nación como tal sino, junto con ello, asumió una Pentateuco en su primera redacción, que los deportados
forma más definida y estructurada el culto, con el templo habrían llevado al cautiverio, y que podemos llamar Pro-
de Jerusalén como centro, y un sacerdocio bien organi- topcntateuco, o una forma primitiva del Deuteronomio.
zado y establecido- Seguramente, como base de la organi- En cualquier caso, tampoco sabemos el estado del texto.
zación política y religiosa de Israel, se contaba ya con una La tradición atribuye a Esdras y sus escribas una gran
prin'rera redacción del texto bíblico del Fentateuco' Muy actividad escriturística, reuniendo y restaurando los libros
probablementeseibanponiendoyaporescritomateria- sagrados" Y en 2 Macabeos 2.13, se reflere que Nehemías
i., .o*o los salmos de que era autor David' En tiempos "fundé una biblioteca'o y reunió en ella los libros sagrados
de Ezequías (siglo 8) se pusieron por escrito unos prover- en su texto, es de suponerse, primitivo. Estas referencias
bios atiibuidos a Salomón (Pr. 25.1)' Y como dicho rey pueden tener una base histórica, en el sentido de que al
ordenó que en el templo se cantaran salmos de David y de regreso del exilio se dieron pasos importantes no sólo
Asaf (2 Cr. 29.30) es muy probable que hubieran de poner- para Ia forrnación del canon sino hacia la fijacién del texto
setambiénporescrito.Segúnparece,trsaíasescribióalgu- de los libros del Antiguo Testamento.
nos de sus áráculos (30.g). Jeremías dictó algunos de los De la forma del texto en esta etapa tenemos testigos
suyos (36.4, 8, 10, 32)- Para entonces ya existían por escri- importantes. Los eruditos biblicos llaman "testigos'" los
to Miqueas y Abdías, porque Jeremías los cita, textual- docurnentos y citas que arrojan luz sobre el texto. En este
mente al primero y casi textualmente ai segundo en 26' 18' caso, los testigos son, uno conternporáneo, y otros poste-
' Esto era a mediados del siglo 7. Y hay que recordar que en
*libro de la
riores. El primero es la versión griega llamada Septuaginta
ese rnismo sigio se halló, bajo el rey Josías' un (LXX), hecha principalmente en Alejandría aproximada-
ley" euando se reparaba el templo (2 R' 22'8)' Quizá mente entre los años 250 y 150 a.C. Decimos principal-
.o*o éstos habríu yu po. escrito otros mhteriales bíblicos, mente porque parece probable que algunos libros corno
pero, por supuesto, no tenemos manera de saber el estado Salmos, Samuel y Ester hayan sido traducidos en Pales-
.n qu. se hallaba entonces su texto' fg hemos {ic-hg-qqe tina y llevados a Egipto. Lcs testigos posteriores son los
tárgurnes, versiones al arameo, como el Seudojonatán, el
no e1i1e a f1 feg[nln-gún mSrnqqqri¡q-hebreo anterio.r"al
8 xlsroRtA DEL TExro xeeReo
Samarirano y el palestino (siglo I d.C.) y
HrsroFirA DEL TExro HEBREo I
el famoso de próximo pasado en un depósito de manuscritos en desuso,
Onkelos (siglo 2 ó 3 d.C.); Ias versiones griegas
de Aquila, ilamado gueniza, de una vieja sinagoga dei Cairo. Datan
Teodocíón y Símaco, det sigto 2 d.C.;tuJuirá"ui
*rplJ"l_ al parecer del siglo 10 d.C., pero iray autoridades que su-
menre Ia Ilamada peshitta (siglo 2 ó 3 d.C.),
y tuu r.Áion., ponen que algunos podrían datar dei siglo 5 d.C.
latinas: Ia ilamada Verus laiina. o Latiná
Ántigul (r-¡elo De todos los que existen hoy, los testigos más irnportan-
2 ó 3 d.C.) y Ia-Vutgara (frnes del sigto
4 d.C.).fiu,iii¡ilu
fue hecha,por San Jerónimo de bTebra¡"o tes son los manuscritos de Qumrán, en la ribera del mar
,"r¡tir,-"o*o Muerto, que empezaron a descubrirse en 1947, e incluían
él decía" o sea del texto hebreo por él eonocido. por
su_ dos de Isaías, uno de ellos prácticarnente completo, y nu-
puesto, estas traducciones revelan
la forma del texto en merosos fragmentos de todos los demás libros del Antiguo
que se basaron.
Otro testigo importante es el manuscrito samaritano Testamento, con excepción de Esfer. A estos manuscritos,
del y la luz que arrojan sobre la historia del texto bíblico nos
Pentateuco que se conserva en Nabiús.
Aunque fu aopi, referiremos más particularmente después.
es de la Edad Media (se le asignan
fechas entre el ,iglá.1 I
y el l4), el rexro dara, según W.f.. alU.ight, Del estudio de todos estos testigos se sacan dos princi-
del ,igl";pri_ pales conclusiones. La primera es que la fase en que co-
mero de nuestra era. Comparada con
el texto of¡ctl, ilu_ mienza a prevalecer la trasmisión escrita sobre la oral se
mado masorético. que se fijó rnás tarde,
6,000 diferencias o variantes, en unas
*u..rru unu.. marca más al regreso de la cautividad. Ya no existe enton-
2,000 de las cuales
coincide con la LXX. Según algurras ces un Estado Judío propiamente. dicho, así que ahora
autoridades esto son las Escrituras, especiaimente el Pentateuco ias que
podría indicar, en ambos casos, que existía
rior y diferente del que más tarde preferirían
,, ,.*,o oni._ sirven de base y fuerza a la identidad nacional. Durante los
y que finalmente desembocaría en el rexto lo, ,ut¡ro, dos siglos siguientes, la trasmisión escrita se refuerza. r'
¡rrtasor¿r¡cá. alrededor del año 300 a.C. acaba por imponerse. Fue en-
Pero otros autores. por el contrario, piensan
que el Surnu_ tonces cuando el texto bíblico sale. por decirlo asi, de su
ritano es una revisión del texto rabinico aludido.
Testigo de extraordinario valor es la prehistoria, y cmpieza su historia propiamente dicha.
He.rapla de Orí_ La segunda conclusión es que estos Íestigos dan fe de
genes, primera mitad der sigro 3
d.c. Tiene seis corumnas un hecho que ya se había establecido por otros indicios y
(de ahí su nombre), a saber, respectivam.nt.,
hebreo del Antiguo Testamento, el mismo
.l t.*io sobre otra base, y que ellos confirman fuertemente. Es el
transc.ito .n hecho de la existencia, desde muy antiguo, de diversas
caracteres griegos, y luego paraleiamente
las versiones tradiciones textuales. Esto es natural si se toma en cuenta
griegas de Aquila, Símaco y Teodoción.
Las uuriunt., J. que las tradiciones textuales son concreción de tradicionbs
éstas entre sí, y con er texto hebreo,
saltan u tu ,r.ta. uuf
además, fragmentos muy raros en papiro, oraies, y éstas, por razón del propio medio oral, no se tras-
como fo, á. miten en una línea uniforme e invariable sino que, de boca
Exodo y Deuteronomio adquiridos por
' W.L. Nash en en boca, se ramifican en varias líneas que con el tiempo
,Egipto, en 1902, y que llevan ,r rro*ürr. Según afUrighi
datan del siglo 2 a.C., aunque otros, como paul ofrecen diferencias, a veces apreciables. entre si. Es decir,
Kahle, io que ya ciesde la etapa de trasrnisión oral se van formando
fechan a mediados del siglo primero d.C.
Otros f.;;*;;_ diversas tradiciones. Con más razón a partir de la trasmi-
tos de rnanuscritos bíblicos que llamaron
mucho la aten_ sión escrita.
ción fueron ros descubiertos en ra segunda
mitad der sigio No hubo, pues, originairnente, un solo texto, algo así
e,
-l
I
H
HISTORIA DEL-T€XTO I-{EBREO 11
1O HISTORIA DEL TEXTO HEBBEO flr! t¡3-
por efec- por D. Barthélemy. Según la teoría, la pluralidad de
como el arquetipo, del cual se hubieran derivado' I ii.irn., o tipos textuales, existente hasta la estabilización
Estateoría'
to de revisián.r, diu"r,as tradiciones textuales' se habria reducido
p.upr.rtu por P.A. de Lagarde fue objetada por Paul i i'rn.i"lirr"i¿n ¿.1 Texto Masorético' por su presunto
iinalrnente a tres principales, llamadas
kuú1. y otios. El camino seguido por la trasmisión
del horno-
la inversa' Por un largo .l
I
t.ig.n habilonia, palestina y egipt'ia, con suficierrte(Barthé-
texto biblico ha sido más bien a-
g.u;idua cada una para poder discernirse entre sí'
pro..ro de revisión y cotejo, una d¡ las varias tradiciones i.*y u. inclina a pensar que hubo mayor variedad'uno en tanto
lograr
,. uu .rtr..hando e imponiendo a las demás' hasta qu."Sp*tU.r señála sólo dos, ambos palestinos; origi-
que la representa
suficiente aceptación para que el texto i"O. ., .Judá, que finalmente desemboca en el Texto Ma-
se convierta, primero en el preferido y más tarde en el al Fentateuco
sorético, y otros en Efraín, que va a dar
oficial.
escrito Samaritano)'
Por otra parte, en virtud de que el texto bíblico El tipo babilonio es realmente con3etu ral,
porque no hay
formando un solo
no se trasmitió primeramente en bloque' prr.Uu directa de él' Cross dice que "presumiblemente-"
volumen o códice' sino en rollos por Separado,
escritos El tipo palesti-
propendía a una redacción corta o concisa'
originalmente en diversas épocas' y copiándose después con propensión a la
no se describe como "expansionista"'
poir.putuao, en fin de cuentas e I texto cle cada libro tiene conflación, las glosas y las adiciones sinópticas' El egipcio
que su desarrollo algu-
il.-r propiu historia. No puede asegurarse se considera más parco y conservador'
Sin embargo'
el mismo curso que el del texto una rama del
hay'a ,;rutdo exactamente
nas autoridades lo consideran más bien
4 a'C" ya que
de los demás libros. palestino, que no persistió más acá del siglo
E.n el propio texto tríblico final' el
Texto Masorético' del y no conocían ya lo bastante el
en las i"r ¡rJi"t ie tos siglos 3 2
cual se ian hecho todas las versiones modernas h"#;" y esa fue j'íttam"nte la razón textuales
de que se hiciera ia
tradicioncs
varias lenguas' se hallan presentes diferentes versión lriega Septuaginta' Las familias
queda-
en términos gcne- ia
¡u", pult, Ieducidas á dou, y quizá a sólo una'
textuales [ue sin duda correspon<len pales-
Cornpárense' por
raies a diferentes tradiciones orales' ;;;;, ;, que la babiionia, como se ha dicho' es más bien
.¡.*pio, 2 S. cap. 22 conel Salmo l8; I Cr" l6'8-36 con Sal'
De todos modos, la teoría de las famiiias tex-
105.1-15;96. l-13; 106 l, 41.4l'También
2 R' l8'{3-20'19 "'on¡.iurui. y Talmon'
R' 25'l-22conJer' ,uuL, sigue siendo debatida' Goshen-Gottstein
con Is. 3,6.1-38.22y col2Cr'32'l-20;2 p*.;.*pf", la objetan' Las opiniones divergentesdelseñalan
Jer' 52'31-34; dentro Texto
39.1-10 y 52.4-21;2 R.25'27-30 con áo, ioriüitidades en cuanto a los antecedentes
del librá de ios Salmos mismo, Sal' 3l'2-4b con 7l'l-3; de la tradición tex-
masárético: que éste se haya derivado
6a.1-|4conl08'B-l4.Biensabidoes,porotraparte'que una tradición más
tradición dife- tual palestina o que proceda más bien de
los dos libros de Crónicas representan una urrtiguu, quizá de tiio corto )¿ no tan
expansionista como
' los dos
¡""r. A" la que representanencuentran
libros de Reyes' y de
en los pasajes para- la palestina.
ui,i tu. diferencias que se
Ielos resPectivos. 3. Labores de los escribas
llevado a
La consideración de los hechos indicádos ha
rextuales' pre' del texto bíblico tuvie-
la proposición de la teoria de las .fantilias En el largo Proceso de desarrollo
modifi-
,.niuAu por Faul Kahle y apoyada' con algunas ron una intervención decisiva los solerim o escribas. Su
ciertas reservas
caciones, por Albright y F'M' Cross' ¡r con
I
(
18 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
I{EBFIEO 19
HISTORIA OEL TEXTO
en la versión griega LXX ero Ir Ílat.rédeq ("Ciudad de jus- Original "Aplican el ramo a mis narices" (habla Dios).
ticia-). Pero este nombre podia equipararla con la santa Hah. I .l 2. Texto actual: '.No moriremos". Original: ..Tri
ciudad de Jerusalén. Se cambió' pues' primeramente, a (Dios) no trnueres". Se juzgó ofensivo decirle eso a Dios,
Ír i{a.ieres"(Ciudad del Sol", en griego Heliópolis)' y así aunque el paralelo den mismo versículo es sinónimo: ".Tri
aparece en Inanuscritos de Qumrán y algunas versiones eres eternon'.
antiguas. Como la h y la.i son muy parecidas en la escri- Zac. 2.8 (heb. 2.!2): Texto acrual: *La niña de su ojo,,.
tura hebrea. fue fácil carnbiar nuevamente a Ir Haheres. Original: "La niña de rni ojo" (habla Dios). Aunque la
Son tamtrién alteraciones intencionales las llamadas expresión original es muy tierna dice: ..EI que os
tiqquné so.ferint ("enmiendas de los escribas"). Se hicieron -Dios
toca. toca la niña de mi ojo"- Ios escribas quisieron en_
al parecer muy temprano, y a veces no es fácil dcducir cuál mendar esta expresión antropomórflca y oscurecieron la
era la lectura original. En los escritos rabínicos sc dan lis- belleza del original.
tas cle eilas que van desde sicte hasta l8' pero algunas auto- Alteraciónes por incertidumbre. Algunas veces, aunque
ridades rnodernas creen podcr localiz-ar otras quc no cstán la alteración era intencional, se debía más bien a una de_
en esas listas. algunas dc las cualcs indican cómo cra cl .cisión del copista ante un caso de incertidumbre. En el
criginal. También obedecieron al dcseo de cvitar faltas dc manuscrito del que copiaba, se hallaba con una nota al
respeto a Dios, incluyendo cicrtos ¿lntropomorfismos. E,n margen, que no sabía si debía insertarse en el texto, por_
cl aparato crítico de la. Ilihlia tlebrai<'u StutÍgartensia sc que el copista anterior la hubiera omitido por error. o era
anotan l4 dc csas enmicndas. La versión popular /)io'r sólo comentario suyo o de algún lector. A veces, por temor
hohla lro.t' registra algunas de ellas. Ejemplos: de dejar fucra del texto algo que a él pertenecía, el segundo
Gn. 18.22. El texto actual dice: "Abraham estaba aún copista la insertaba.
delante del Señor". lit. "en pie delante del Señor". El ori- Otras veces, al copiar un pasaje. el copista recordaba un
ginal decía: "el Señor estaba aún delante de Abraham". pasaje paralelo de la Escritura, en que había algo que no
Los escribas lo enmendaron porque en hebreo "cstar cn aparecía en la copia que tenía al frente. pensando que los
pie delante"' de alguien puede significar estar a su disposi- pasajes debían armonizarse, y que el escriba anterior había
ción y servicio. Había <¡ue evitar, pues, que se entendiera cometido una omisión por error, insertaba lo que le pare-
que el Señor estaba al servicio de Abraham., cía f'altar. Otras alteraciones eran por asociaciones de ideas,
1 .§. J./J. Texto actual (RVRl909): "Su5 hijos se han ya que los copistas, sabiéndose de memoria las Escrituras,
envilccido". Texto original: "Sus hijos han blasfemado a insertaban en un pasaje algo que realmente pentenecia a
Dios" (RVRl960). Esto pareció a los escribas demasia- otro. En otras ocasiones se producían lecturas dobles cuan-
do fuerte. do el copista tenía delante varios manuscritos con lecturas
Job 7-20. Texto actual: "Una carga para mí mismo". diferentes. Sintiéndose incapaz de decidir cuál era la au-
'Original: '"Una carga para ti mismo" (para Dios, a quien téntica, prefería, por reverencia al texto escritural, con-
Jdb se dirige). servar ambas lado a lado o combinándolas en una sola.
Jer. 2.//. Texto actual: "Mi pueblo ha trocado su g1o- Un caso notable es el de Sal. 10.3, en que ei texto hebreo
ria". Original: "Mi pueblo ha trocado mi gloria" {habla actual dice: "El codicioso bendice desprecia al Señor".
Dios). "Bendice" es una enmienda antigua por eufemismo, en vez
E:. 8.tV. Texto actual: "Aplican el ramo a sus narices". de '"maldice". La falta de conjunción copulativa entre am-
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO ?1
20 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
antes de la dcstrucción del Segundo Ternplo (70 d.C.) exis-
diferentes de
bos verbos parece indicar que son lecturas tía un arqueii¡;o depositaclo en el recinto sagrado. Ccn-
o le's escribas que revisa-
diversos manuscritos. Un copista sistía de tres manuscritos iroilos o códices), a los cuales
y optaron por
ron ei salmo no sc clecidieron por una u otra, alude el 'f almud, y que ¿l vecrs se mencionan como "el librc
clejar juntas las dos- (Vl'] restablece la
lectura original en
dei recinto" (del templo. Sé.ler Haazardh). Al parecer esos
el primcr caso' pcro también conseñ'a las dos)' manusc¡-itos fueron selcccionado:;, no se sabe por cluiénes,
Con nrcnos lrecuencia, el copista o el escriba rcvistlr'
¿rl
ent¡-e 76 y'' 67 a.C., cntre manuscritos que representaban
hallar un pasaje ciif'íci! de entender' trataba de aclararl<l
tradiciones textuales dilercntes, c¡uizá la babilonia. ia pa-
an()tacitln al
cxpandienclo el texto rnismo o haciendo una lestina f ia egipcia. Se rlepositaron e n el templo, para serl'ir
(luc cra una
,nurg"r',. que después otro copista' pcnsando como norrna dc las copias autorizadas para ieerse en l¿rs
quc dchía inscrtarsc' intro-
unliJión icl ccpista anterior' sinagogas v en ios actos rituales.
ducía en el texto- Ya para entonces había surgido y cobrado impcrtancia
sof t'rirtt
Según Barthélemy bucn número dc los tiqqune una nueva clase de autoridades bíblicas judías: los ¡rlr¡'rc-
l'uercn obra cle cscribas saduccos dc la ópoca ¿ls¡nonca r¿,tos. El nombre les viene de que eran redactores y custo-
(segunda mitacl tlclsiglo 2:t scgunda ¡nitad dclsigltl
la'C')'
clios de la .\f a.¡<¡ro ("trasmisiórr" o "tradición"). un sisrema
Los fariseos. quc iltlqtririeron prcpondcrancia hacia 75
ya
rlc comentarios 1, anotacic¡nes. que había comenzado en
corrcgi-
u.C. , quc sc aicnían ¿tl tcxtt'r original' aunquc tlabilonia. durantc la cautividad. v quc se había ido des-
pcitt )'a no conslntlcron quc sc pro-
clt'r, los conservaron, arrollando tanto ¿rllá con-lo cn Palestina. só[o que en dos
después' sc
du.ieran otros más. EI tcxto' como veremos
escuelas. [.as anotacic¡ncs se hacían generaimente en el
hatía venido haciendo más -v más estable' rnarscn dcl tcxto biblico. La !lasora palestina se cjividía
c¡ ,lÍa.st¡ru ntu,qttu (-erande) v .\Iasord pürva (pequeña)'
4' Entre R' X-lllleiY 70 d'e' principios del pnmer siglo de ia era cristiana. y al
A
parcccr debido principalmente a los trabajos de Hillel 1
y rnás todavía desde su escuela rabínica. apovacios por los iariseos. se acentuó
Desde el regreso de ia cautividad'
cuando la trasmisión escrita ia preierencia por un texto antiguo 1' conservacior. De ese
300 a.C. aproximadament'e, tipo cran casi seguramentc los manuscritos del templo.
hecho sentir la nece-
sustituyó por fin a ia orai, se había Como. según di.iimos antes. cn cste tienipo va no se permi-
sidad de un texto uniforme y definitivo
de las sagradas
las persecuciones tían los cambios en el texto. por 1o menos ma-v-ores. los
L-scrituras. Pero cuando sobrevinieron manuscrites bíbiicos pasaron de manos de los escribas
por eso ocurrió Ia destruc-
bajc los seléucidas de Siria' -v
(l6E-165 a'C')' ¡rropiamenle dichos ¿i los rnasoretas. Como entre los ma-
ción de numerosos rnanuscritos biblicos nuscritos clel arquetipo <icl templo había diferencias. ios
esa necesidad se hizo más aguda' masoretas decidian cuáles lecturas habian de considerarse
podían se-
Era necesario que la ctapa durante la cual mejores. Tomaban la decisión por simple mayoría numé-
proceso n-iismo
guir teniendo lugar alteraciones debidas ai rica: adoptaban aqueiia en que por lo menos dos de los
quedara cerrada' y
áe revisión y redacción final dei textq manuscritos coincidían. -v desechaban la tercera- Pero ya
los fariseos quie-
el texto ,* .rtuL,ili.ura. Fueron al parecer no tocaron ei texto mismo. Sus anoiaciones iban, como
nes hicieron mayor presión a ese respecto'
Gordis' citando de ios
postula la teoria de que .va se dijo, en ei margen. De esta manera derivában
pasajes de Ia literatura rabínica,
22 HISToFIIA DEL TExTo HEBREo HISTOBIA DEL TEXTO HEBREO 23
tres rollos r: códices del Sé.fer Haazartih, el arquetipo o tico" o que podríamns llarnar protomosoréÍi<'o, que luego,
textus re(?pÍus oficial.5 según Cross, seria proclamado hacia mediados de ese si-
Sin embargo, aunque primero aceptada por los círculos glo. Esto significa, pues, que el texto biblico podía consi-
oficiales deljudaísmo, esa norma no fue acatada inmedia_ derarse prácticamente fijado, en su forma consonántica,
tamente por todos. Desalentaría, pero no excluyó por com_ anfes de la destrucción del templo. Si le liamamos proto-
pleto, la confección y uso de copias no enteramente ajus_ rnasorético, y no de una buena vez, masorético, se debe a
tadas a ese patrón. Las copias ofióialmente autorizadas dos razones. I-a printera es que probablernente el Se./er
sacarían un costo fuera del alcance de la mayoría, de moclo Haszar¿h contenía sólo el Pentateuco, de manera que los
que ccntinuaron sacándose copias libres, Ilamadas ..vulga_ clemás libros de hecho quedaban todavía abiertos a revi-
res", más baratas. Y se usaron no sólo en la clirispcsra sino sión. La segunda es que ia vocalización del texto, que no
en ias comunidades de la propia Palestina c¡ue estaban dis_ quedé fijada hasta el siglo 9 ó l0 d.C., estaba expuesta a
tanciadas del.iudaísmo oficial, como los samaritanos y los producir variantes. No podía darse por realrnente fijado
qumranitas. Estas copias, como fuera de una rigurosa ins_ el texto hasta quc la vocalización quedara decidida. En
pccción of icial, estaban cua.jadas cje variantes debidas a rigor. por tanto, sólo puede hablarse de lextc-¡ ntasorétito
errores de copistas o motivos teológicos. pero también, a partir de entonces.
puesto que a veces se sacarían de manuscritos más anti_ En cuanto al "[.ibro del recinto" (del templo) no ha lle-
guos. o en cotejo con ellbs, contendrían lecturas preferibles gado copia de él hasta nosotros. Según una antigua le1'en-
y aún quizá originales. da los sacerdotes habrían logrado salvarlo de la destruc-
La marcha del desarrollo del texto hacia ün.textu.\ re_ ción de 70 d.C., y lo habrían llevado primeramenre a Beter,
(eptus trajo como consecuencia la revisión de la i_XX para y más tarde a Bagdad. donde se habrían sacado copias
ajustarla más al texto hebreo preferente. Hubo uno p.i*._ para distribuirlas c¡r la diáspora.
ra revisión en el siglo I A.C. y orra en riempos de Hillel.
Más tarde. como el n4ciente cristianismo había hccho de 5. El texto a la luz de Qumrán
la LXX su Biblia. dado que relativamente pronto preva_
lecieron en él los judíos heienizados conversos, y de ella se Uno de los hallazgos más notables de ios tiempos mo-
valían los apologistas cristianos en sus polémióas con los dernos fue el realiz-ado en la primavera de l94l de una ver-
judíos, los rabinos patrocinaron otras versiones griegas y dadera biblioteca manuscrita en cuevas de la región de
acabaron por repudiar totalmente la LXX. pero pár lo Qumrán. cerca de la orilla noroeste del mar l\{uerto. La
pronto se conformaron con la revisión, para lo cual. sesún importancia de este descubrimiento para la historia del
algunos autores, se empleó un texto hebreo de la tradición texto bíblico es en verdad extraordinaria, porque ios ma-
babilonia, introducida en palestina tal en la época nuscritos bíblicos encontrados ahí provienen de fines dei
macabea. Sería, según se cree, un texto de 'ez..tipo masoré_ siglo 3 a.C. al año 68 d.C., o sea que son más de l0 sigios
anteriores a los más antiguos que se conocían.
'se sabe que en el tempro existían otros manuscritos. Titoobsequió a Josefo con Tan pronto como fue posible estudiarlos con tranqui-
algunos de e¡los, y se ilevó uno del pentateuco a Roma como parte de su botin-
En
220 d.C. et emperador Severo to donó a una sinagoga de Romi. pero f""i""gáé" y lidad, pues hasta 1949 el nuevo estado de lsrael y sus veci-
el manuscrito desaparecieron después. En ra Biblioteia Nacionalde parls ex¡s"te"uná
lista de 32 variantes que aparecian en er rnanuscrito perdido. otra rista oe e[as
se
nos árabes estuvieron en guerra, eruditos judíos, catóiicos
da en el Midrash. G¡nsburg las enumera y estud¡a en GlM.
y protestantes colaboraron en el cotejo de los nuevos ma-
24 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
HISToRIA DEL TExIo F{EBREo 25
nuscritos con el texto tradicional llamado masorético. I a.C." ofiece un cuadro seme"jante de acuerdc¡s y desacuerrJos.
Sin esperar los resultados de ese estudio por expertos, el Caso por demás interesante es el de los manuscritos de
amarillismo periodístico se apoderó del tema. Algunos Salmos. Hay unos que se ajustan a la colección masorétiea
comentarios precipitado$ crearon Ia impresión de que el de 150 salmos, en tanto que otros contienen adiciones. El
texto de esos rnanuscritos era muy diferente. Hubo quien estudiado por J.A. Sanders (l lQPsa) incluye 2 S. cap" 23,
llegó a decir que por ello.". ¡habría que escribir de nuevo tres salmos que se conocían por versiones antiguas. un pa-
la Biblia! saje del deuterocanónico Sabiduría, tres salmos o himnos
Los rnanuscnitos bíblicos más extensos que aparecieron que eran desconocidos y una inserción en prosa que trata
en Qurnrán fueron dos de Isaías, a que se dieron las siglas de Ia actividad literaria de lfavid, y que le atribuye 3,600
IQI' y IQIsb el primero prácricamcnte complcto, y fiag_ salmos y 450 cánticos. (Por la versión siríaca se conocían
rnentcs muy numerosos de divcrsas copias de los demás dos salmos adicionales que el mss de Qumrán no tiene,
libros del Antiguo Testamcnto, excepto el de Ester, que todo lo cual indica la existencia de manuscritos de los Sal-
al parecer la comunidad dc eumrán no aceptaba como li_ mos que contenian 155 en vez de los I50 del libro canónico).
bro sagrado. [.o primero que llamó ra atención dc tos eru- [.os dos grandes manuscritos de Isaías representan tex-
ditos bíblicos es que los manuscritos de eumrán represen_ tos diferentes" IQIstr es de una tradición textual rnás anti-
tan varios tipos o tradiciones textuales. parece evidente gua y ofrece lecturas más difíciles. AI parecer en eurnrán
que en la comunidad düeña de tan rica biblioteca se lcían, se copiaba clc preferencia. Representa lo que se ha llamadc
y en su escribanía se copiaban, manuscritos de formas tcxto arcaico. Está más dc acuerdo con el 'f M que el otro
textuaies diferentes, aun del mismo libro, y al parecer to_ manuscrito. Su ortografia es casi idéntrca. lQIs" represen-
dos se consideraban como Sagrada Escritura. Algunos ta un texto más desarrollado. Su ortografía sigue una es-
parecen acercarse más al texto samaritano, en tanto que critura más plena. con muchas natre.t let'¡ir¡tti.s v iecturas
otros parecen seguir la tradición textual que sirvió de base rnás fáciles. Muestra nurnerosas correcciones. a r,eces de
a Ia versión griega LXX. La mayoría, sin cmbargo, parecen una mano posterior, no sóio de ietras sino en ocasiones
encuadrarse más en el tipo textuai que desembocó en el cie iíneas enteras que faltaban en la primcra copia. Sus lec-
Texto Masorético. Algunos auiores creen poder identifi_ turas debidas a error de copista son más numerosas que en
car en los manuscritos'de eumrán por lo menos tres tra_ el TIt{. Relativamente pocas de sus variantes se consideran
diciones textuales. superiores a las del TM. En general. su rexro es iníerior a
En el Pentateuco en el que, igual que se percibe en la éste. Parecería que sus correcciones fueron hechas para
versión LXX, el texto parece haber estarlo más estabiii_ ajustarse a é1.
zado, porque se muestra más compacto y reiativamente Del exarnen de los manuscritos de Qumrán puede deri-
con menos variantes. Los manuscritos de Samuei son los varse algunas importantes conclusiones. Muestran. en pri-
que parecen aiejarse más dcl tipo protcmasoréticr¡. Lo mer lugar, que el texto biblico se hallaba tcdavía cn un
mismo se observa en el Deuteronomio de la cueva 5. El estado reiativamente fluido. i:cr lo rnencs fuera de los
designado como 4QSarnt,, uno de losdnás antiguos (siglo
círculos oficiaies, si es que en éstos habia ya, el-ectivamente.
3 a.C.), ofrece lecturas que concuercian con LXX, otras un "arquetipo" o Íextus re{'€ptus. Al menos, ei texto no
que son como las eiel'fexto Masorético (TM), y otras que
estaba todavía tan definitivarnente fijado que dejaran de
difieren tanro de LXX corno de Tm. EI 4eSant', del siglo hacerse y de circularse copias diferentes, sobre todo las
,
i
ll'loisés ben Asher. el Laestto"' :*!1tl:: Después del sigio l0 se produieron otros mutchos
ma-
como un testlgo puro
hasta qué punto puede considerarse enurnera y describe
introducción a la tercera nuscritos del texto hebreo. Ginsburg
ciel texto dc Ben Asher' En la igual que el
Paui Kahie lo con- en detalie nada menos que 58 que consuitó' al
.ái.l¿n dela Biblia Hebraica de Kittel' confianza"' Pero en Or. 4445, ya citado' y el Códice de San Fetersburgo
(916
de
sideraba corno "un texto Ben Asher
d.C.), para preparar su edición masorético-crítica de
la
Stuttgartert'sia' suce-
i, in,ro¿u.ción a la Bíbtia Hebraita y Wilhelm Rudolph dicen Biblia hebrea. Fero ante el Ben Asher Ya nc tuvieron' de
sora de la ie Kütei' t<"t Eiliger
sigue siendo hecho, influencia irnportante que ejercer'
q;"-J" iodos **¿o' el Códice de l-eningradoy fechado que
el ¡nás antiguo de ia Biblia hebrea
completo 9. Hdieiones innpresas del texto hebreo
en
sea ei concepto que se tenga
se conoce, ''cuaiquiera que dei -'exto
';;;;;;;;, ..tu'ion con el texto de llen Asher"' Con la invención de la imprenta ia trasmisión
queda el tex- segura' aun-
Con la vocalización del texto consonántico hebreo ha sido. por supuesto, más expedita ]"
que siempre con el riego de las erratas' El
presta rnenos a las primer texto
to bíblico estaLliecido en forma que se í'ocalizado com- en Bolo-
leciuras diferentes o variantes'
Y el texto ñ.U..o irnprero fue el de Salmos' probabiemente
que poseemos es el en esa misma ciudad
pleto de la Bibiia h"U'"u más antiguo nia, ltalia (1477). En 1482 aparecié .ri
*!
36 HISTOBIA DEL TEXTO HEBHEO HISTORIA DEL TEXTO HEBREO 37
se imprime vocalizado, en tanto que la transcripción no.
la primera edición del Pentateuco. [¿ primera edición de
toda ta Biblia hebrea fue la impresa en Soncino, también También han aparecido dos ediciones de tra Soeiedad Bí-
Italia, en 1488, con sucesivas ediciones en Nápoles ( l49l-93), blica Británica y Extranjera de Londres, una preparada
Brescia (la usada por Lutero para su versión alemana) y
por Ginsburg y otra por Snaith. Para la Americon Bible
Pesaro (l5ll-17). El cardenal Cisneros incluyó el texto Sodet.y se hizo una tirada (1951) <Je la Biblia Hebraica,
hebreo en su famosa Políglota Complutense, imprenta cn 7a. ed., de Kittcl, texto al cuidado de Paul Kahle, publi-
Alcalá de Ftrenares de I514 a l5l7- cada por la Sociedad Bíblica Würtemberg, de Stuttgart,
t-a edición print'eps de la ilamada Biblia Rabínica' pu- Alemania, para cuya tercera edición se había adoptado el
blicada por Bomberg, apareció en Venecia (1516-17). Es texto de Ben Asher. Por último, después de una publica-
interesante que fuera preparada por el monje agustino ción en fascículos iniciada en 1967, se publicó en 1977 la
Félix Pratensis y dedicada al Papa. Para la segunda edi- Biblio Hehraica Stuttgartensia (BHS), considerada en
ción, Bomberg encomendó la preparación al eminente el Prefacio como "una nueva forma" de la de Kittel. cuyo
masoreta Jacob ben Jáyim. Se publicó en 1524-25 y vino aparato crítico ha sido completamente rehecho, y en que
a ser la de mayor autoridad en el judaísmo oficial. Fuc la masora aparece completa, pues por su muerte en 1929
también la base de las dcs primeras ediciones de la llihliu Kittel había de.jado inconclusa su preparación. La BHS ha
de considerarse, pues. como sucesora de la BH K. La prepa-
Hebraica de Kittel, publicada por las Sociedad Biblica
Wijrtemberg, de Stuttghrt, Alemania (la. ed., 1906). Otras ración de la BHS fue patrocinada por la Sociedad Bíblica
ediciones importantes de la Biblia hebrea, aparecidas du- Würtemberg, que asumió la responsabilidad de la publica-
rante los siglos l6 al l8 son las de Arias Montano (Ar¡rbc- cación. LLeva el pie editorial de la Sociedad Bíbiica Ale-
res. l57l), Athias ( 1659-61). Opitius ( I706),Norz.i (1732-441 mana. En esta edición se basan las nuevas versiones pro-
y Michaelis (172A), entre otras. La primera edición crítica, testantes, católicas y ecuménicas"
es decir, cotejando manuscritos (en este caso más de 600)' Por otra parte. en Israel está desarrollándose una inten-
fue la de Kennicot (1776-80), pero su valor es relativo por- sa actividad bíblica. especiaimente en la preparación de
que un cierto número de los manuscritos cotejados por ól nuevas ediciones del texto hebreo" Ltra aparecido, por ejem-
son de autoridad dudosa. pio. la de Casutto, la de Koren, basada en ia edición ale-
Del siglo l9 destacán las ediciones de Baer-Delitzsch, mana de 1880 de Heidenheim, yestá en pie ei proyecto de
Hahn y Letteris, esta última publicada originalmente en una edición crítica monumental dirigida por el doctor
Viena (1852) y actualmente por la Sociedad Bíblica Britá- M.H. Goshen-Gottstein, de la Universidad Hebrea de Je-
nica y Extranjera. De nuestro siglo existe una muy curio- rusalén. y de la que se ha publicado como avance el fascicu-
sa, cuyos ejempiares son hoy muy rarcs, publicada en lo de lsaías.
Constantinopla en i905. Es bilingüe, hebreo y español. El prollecto más importante de la actualidad en relación
' Pero éste es realrnente el sefardí" español arcaico que ha- con el texto hebreo, es quizá el denominado Pro1.,et'to del
blan todavia hoy los judios descendientes de los que fue- Texto Hebreo del Antiguo Testarnenro, patrocinado por
ron expulsados de España hace cuatro siglos. Lo intere- las Sociedades Bíblicas LJnidas y encomendado a un comité
sante es que el texto español está impreso en caracteres internacional e interconfesional. Está destinado principal-
hebreos sefardíes, con escritura y ortografia que no es mente a los traductores de la Biblia, y es un estudio de ios
exactamente igual a ia del texto hebreo. Desde luego, éste principales problemas textuales, con un cotejo de las soiu-
38 HtsronrA DEL Tex HEBREo
ser¡te trabaio. más antiguas de la LXX que existen son de mano cristia-
I
(
§*.--
)
40 HISToSIA DEL TEXTO GBIEGC DEI- N.T. HISTORIA DEL TEXTO G¡tRIEGO DEL N.T. 41
na, pe ro datan de los sigios 4 y 5 de nitestra era, cuando ya estudiara en la versirin griega.
el cristianismo se había difundido considerablemente en el En el Nuevo Teslamento hay rnás rie 2ü0 citas textuales
mur¡do occidental. de habtra latina, de modo que ya cxis- del Antiguo. Según Ffeiffer el 80 por ciento de ellas no se
tían y circuiabaa con profusión relativa versiones latinas hacer-r del texto hebreo sino directarneilte de la I-XX. De
primitivas. Prorrto serían sustituidas por una versión lati- las restantes, no todas se ajustan al protomasorétieo, sea
na oficial, la Vulgata, y la LXX sería sustituida por ella porque se hicieran tal vez. de memoria, o porque se habían
como la Biblia de la iglesia.r0 Como realmente no sabernos lcído en ccpias "popularcs" o "vulgares". no autcrizadas,
con alguna seguridad cómo era e I texto de la I-XX original, dcl texto hebreo, o en versiones griegas dif-erentcs de la
la cual, adernás, según vimos anteriormente, sufrió vanias t,XX según ésta ha llcgado hasta nosotros. o hasta de ver-
revisiones rabínicas para a-iustarla al texto hebreo, care- siones al arameo, conlo la de Sal. 22.1, citado por Cristo
cemos de punto tJe ref'erencia para precisar los cambios in- cn la cruz.
troducidos ¿r su vez cn cl tcxto griego por los cristianos.
1" Frehistoria del texto griego
l-o quc ahora nos concierne rcalmente es la historia del
texto griego del Nuevtl '[-estamcnto, ctryo inicio tardó al-
gunos decenios dcspués de la rnucrte de Jesucristo, y tardó Sólo a muy grandes rasgos puede trazarse la historia del
quizá algunos ciecenios más para considerarse como escri- tcxto del Nuevo Testamento. En algunos respectos apare-
tura sagrada" Pues potr un tiempo. culrndo los prirneros cc más compiicada que la del texto hebreo. En otros, pa-
rece más simple. Nc¡ obstante el gran número de manuscri-
cristianos hablan de *las Escrituras". aluden a las dc la
tos griegos que existen, c()mo sc verá más adelante. faltan
Biblia hebrea que ho.l, liarnamos Antiguo Testament«1. Sólo
sul'icientes anteriores al siglo 4 d.C., 1'los que existen son
en 2 P., que es un escrito tardío, se alude a las cartas de
solarnente fragmentos dc apenas 2l papircs. No t¡astan
Pablo, indirectamente, como "'Escritura", al denunciar a
para seguir aiguna línca ntá s o menos marcada de su des-
los que tuerccn su contenido, "como tuercen las demás
Escrituras".'Si bien este pasaje puede traducirse también arrollo. Con suma razón. pues, lra dicho C.M" N'lartini:
"[-a critica textual dcl Nucvo Testamento no puede preten-
"como tuercen los otros escritos" (de Fablo), parece que la
der todavía el habcr logrado una historia clara y detaila-
traducción preferible es la anterior, ya que aparte de sus
da del texto". ll
cartas no se sabe de "orros escriros" del gran apóstoi.
Aunque para los cristianos de la primera generación la
Los rollcs de la Sagrada Escritura que se leían en las si-
apelación a las Sagradas Escrituras (Antiguo Testamento)
nagogas, como el de Isaías que Jesús leyó en la de i§azaret,
tenía por objcto principal probar a sus opositores judíos
serían del texto protomasorético. El que iba leyendo el
que Jesris de Nazaret era ei Mesías en elias prornetido, no
funcionario etíope (FIch. 8.28) si éste no sabía hebreo, debe
podían conformarse sólo con ellas. Para el sostén positivo
de haber sido la L-XX. como casi seguramente en el caso de
de su propia fe necesitaban saber rnás y más sobre Jesús,
losbstudiosos bíbiicos de Berea (Hch. I7. !l). Apolo, oriun-
cómo había vivido, qué había hecho y dicho, cómo había
do de Ale-iandría, que "era muy versado en las Escrituras"
muerto y resucitado.
(i-lch. 18.24) posibiemente las leyera en hebi"eo, pero sien-
Como en el caso del texto hebreo hay una etapa, la de la
do jurdío helénico es probable que también o más bien, las
trasmisión oral, que hemos llamado la prehistoria del texto.
"Para ma'y'or explicación de este proceso. véase nuestra Breve hisioria del canon
biblico- "lDB. V (Supl.), pá9, 885
42 HISTORIA DEL TEXÍO GRIEGO DEL N,T, HISfOÍ]IA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 43
Fue relativamente breve, si se cornpara con la prehistoria docun:ento <; tradición escrita que se designa con ia letra
del texto hebreo, pues duró apenas algo más de tres dece- *Iruente-.
Q, inicial del alemán Quelle.
nios. Mientras vivieron los apóstoles y otros discípulos que 2. De lo oral a to eserito
habían conocido y escuchado personalmente a .lesús, y de
los que algunos lo habían acompañado en tcdo su minis- E,n todo caso, la etapa puramente oral que precerie a la
terio, o en parte de ó1, ellos se encargaban de referir lo f'ormación del texto del Nuevo 'lestanrento fue, como diji_
que habían visto y dc repctir Io que habían escuchado de lros antes. sunlamente brevc. Otro tanto es la ir¡termedia,
los propios labios del Señor. Al testinronio profético de las cn que se pasa de la tradición o¡al a la cscrita, al parecer
Escrituras judías añadían de viva voz su propio testimo- csos anonlmos y mtstenosos pnmeros escritos cuya exis_
nio. "Nosotros somos tcstigos", decía Pedrc ante el Sane- tcncia y contenido sólo puede conjeturarse por inf'erencia,
drín (l-lch. 5.32). Así se mantuvo viva por un tiempo la ya que no existe de ellos copia alguna. por otra parte, no
tradición oral. A ella recurría Pablo mismo, que no había parecen haber sido abundantes, quizá porque los creventes
conocido a Jesús en su hum¿rnidad, cuando aseguraba a de esa primera generación estaban tan ciertos de qi:e la
los corintios: "En primer lugar, os he trasmitido lo que yo Scgunda Vellida del Señor iba a ocurrir pronro, ial vez
¿r mi vez recibí'" (l Co. 15.3). antes de quc ellos murieran, que no sentían demasiado in_
No obstante que el periodo dc trasrnisión únicamentc tcrós cn poner por c'scrito, para más larga y permanente
oral fue tan breve, alcdnzaron a f'ormarse varias tradicio- prcscrvacitin. lo quc sabían de é1.
nes orales, cu¡;a variedad sc cchará de ver en los escritos
-l'cstamcnto.
[:l prinrcr cscrito del Nucvo -festamento que conocemos
misnros dcl Nucvo Así. por ejemplo, Pablo. cs lu primcra carta del apóstol Pablo a los tesalonicenses.
cn su cliscurso de dcspcdida en Milcto, cita palabras de l.a escribc dcsdc'Corinto hacia cl año 50 d.C. Con ella se
Jesús quc no llcgaron a inctlrporarse a los Evangelios: abre. pues, la ctapa de la tradición escriia. La actividaC
"Hay' más dicl-ra cn dar que cn rccibir" (Hch. 20.35). No cpistolar del gran apóstol crtntinúa hasta su muerte. ocu-
hav motivo para dudar de que sean auténticas y de que rrida entre los años 6l y" 67, v con ellas se forma una cuarta
Pablo las recibió por tradición oral. I)ronto, sin embargo. parte del texto neotestamentario y ciertarnente su núcleo
esas tradiciones oralcs e mpezarían a consignarsc por escri- doctrinal. Hacia el año 65 aparece el primer Evangelio. el
to y a circular en copias hechas libremente. en diversos de Marcos, al que siguen con poco intervalo Mateo y Lucas.
lugares y por diversas manos. No sabemos con certez-a cuá- Unos 20 años después, hacia el 90 d.C., aparece el Evange-
les fueron los primeros escritos. Quizá reseñas concisas de lio según San Juan. Entre tanto han aparecido las cartas
incidentes sueltos en la vida de Jesús. Tal vez colecciones llarnadas universales o católicas: Pedro, Juan y Judas. la
de sus dichos, memorias sucintas de ios testigos o apuntes de Santiago, el magnífico tratado de autor desconocido
de ios que oían hablar a éstos. Los eruditos bíblicos supo- que llamamos "A los hebreos", y finalmente, por el misn"lo
'nen la existencia primordial cle una colección de dichos de tiernpo que el Evangelio de Juan, o poco después, el Apo-
-lesús que se designa conjeturalmente como Logia (en grie- calipsis o Revelacién.
go, "Palabras"). Fragmentc,s de una vieja copia de esa Un estudio dei contenido de todos estos escritos muestra
colección podrian ser los dos del llamado Papiro Oxyrrin- la confluencia de diversas tradiciones orales y primitivas
co, halladas una en 1897 y otra en 1903, que datan del sigio documentales en la composición de su texto, aunque no
3 d.C. Con n-rás vaguedad se alude también a un primitivo puedan delimitarse siempre con cierta exactitud. Desde
\t--
44 HISToRIA DEL TExTo GRIEGo DEL N.T.
¡
HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 45
luego se advierten en los Evangelios, aun en los Ilamados I
sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, que son más pareci_ quía, y el llarnado occidental, que se desarrolló probable_
I mente en Africa, Italia y Calia. Algunas autoridades con_
dos entre sí. Las divergencias y aparentes contradicciones
I sideran que el tipo de Cesarea, no bien confirmado, podría
que hasta el lector casual encuentra en ellos se deber¡ sin
ser más bien una rama del occidental.
duda a esa diferencia de tradiciones que se perciben sobre
todo en los pasajes paralelos. Son mayormente diferencias I En caso de que efectivamente se hayan desarrollado y
puedan ser diferenciados esos tipos textuales, no existen,
de orden secundario o de detalle, pero existen. por ejem_ I
pio. ¿fue sólo un ciego (Mr. 10.4b-52: Lc. I8.35-43) o fueron como ya se indicó antes, suficientes testigos, o sea manus_
I
critos, de la época en que se habrían ido formando. l_os tes_
dos (Mt. 20.29-34) en cl milagro de Jericó? ¿Fue la purili-
tigos que se citan de cada uno de ellos son relativamente
cación del templo el nrismo día de la entrada triunfal (t_c.
tardíos. Ninguno da¿a de antes del siglo 4 d.C. Así, del pro_
19.45), o al día siguientc ( Mr. I 1.12, 15)? Más todavía, ¿,fuc
to alejandrino se rnencionan los códices B y Sinaírico (si_
al comienzo dc la semana última, como asientan los Evan-
glo 4), del alejandrino, L (siglo 9), T (siglo 5) y minúsculo l
.y'.,E
rl t
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46 HISToRIA DEL TExTo GRIEGo DEL N"T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEI. N.T. 47
A diferencia del caso tlei texto del A.T., existe unir rica y, 'festamento y con partes del Antiguo, printero descubierto
variada abundancia dc manuscritos «Jel Nuevo T'estamen- en 1844 y que data del siglo 4 d.C.; el Vaticano (B), de! nris-
to. Son de tres clases: papiros, los más antiguos, códices mo siglo, de cuya existencia en la Biblioteca del Vaticano
unciales o sea escritos solarnente con puras mayilsculas se sabía desde el siglo 15, pero no dado a conocer hasta
"y có-
dices escritos solamcnte con rninúsculas. Se conocen hoy oor 1889, con fragmenlos de toda Ia Biblia inciuso de algunos
lomenos [i6 papiros, 269 unciales y 2795 en minúsculas. libros deuterocanónicos, y el Alejandrino (A), det siglo 5,
Sólo 59 dc !o:; códices son de todo cl Nucvo Testamento, con cl Antiguc'Testamento y casi todo cl Nuevo. El Sinaí-
algunos que están todavía complctos, per() otros no. De tico y el Alejandrino se hallan en el Museo Británicr:. Los
los papiros, que consignan partes m:is () menos extensas tres pertenecen" con excepción de los Evangelios en el A,
dcl N.l-., hay dos colecciones f¿tmosas. la adquirida por al tipo textual llamado alejandrino o neutral.
I
Chestcr tseatty en 1930-31, cxistcntc en Dublín, y la de Hacia principios del siglo 4 aparece un textü cuya pre-
IVfartín Bodmer, adquirida cn 1955-56, actualmente en paración sc atribuye a Luciano de Antioquía, que sufrió el
Ginebra. Se identifican co¡l una p (de tipo gótico) y un martirio cn 312, y quc lleva su nombre. Se conoce también
número alzado. Son cuatro los nl¿is notablcs. El primero como bizantino, sirio o koiné. Proviene de una combina- it
de ellos es e! ps2 (Rytands) con f'ragmentos del Evangelio ción de textos alejandrinos, oricntales y occidentales. Vino it
'!ti
según San .Iuan. Data prob:.lblcnlcnte de la prinrera mitacl a ser el más usado por la lglesia Biz-antina, pero siendo se- IJ
del siglo 2 d.C., según algunas autoridades podrian ser clel cundario, los eruditos bíblicos consideran que es de menos
tiempo de Adriano (ll7-18) «r ral vez aun dei de Trajano autoridad que los antcs muncionados y que sólo muy raras
(98-ll7 d.C.). En todo cilso. cs el más antiguo manuscrito veces la lectura que únicamente é1 da es correcta. De este
griego de I Nuevo 'I-cstanlcnto que se conoLre" Contie ne Jn. tipo se consideran los unciales E. del siglo 6. F, G' H y V,
I8.31-33, 37. 38. Sólo unos cuantos versículos, como se ve. dcl siglo 9, y S, del siglo 10. Los Evangelios del Códice Ale-
pero esto ha sido sulicicntc para probar la antigüedad del .landrino (A) son de este tipc. Orígenes, en sus extraordi-
Evangelio y echar por ticrra tcorías antcriores de que da- narias labores escriturísticas de la primera rnitad dei siglo
taba. cuando rnuy temprano, de Ia segunda mitad del siglo 3 d.C., utiiiza de preferencia textos de tipo alejandrino y
2. Aquí tenemos, aun fijándole la fecha promedio, una co- oriental. La mayoría de ios cédices en minúsculas son del
pia que distaría iodo lo más unos dos o tres decenios de la tipo bizantino.
fecha de su composición. Esto no sólo confirma la fecha Testigos valiosos, pero naturalmente secundarios dei
generalmente aceptada de 90 d"C, sino que podría hacerla texto. son las versiones antiguas, como la Itálica o Vetus
retroceder quizá hasta el 80 d.C. Latina, que dei Nuevo Testamento contiene sólo fragmen-
Los otros tres más irnportantes papiros son el Bodmer tos, la Antigua Siríaca, en que hallarnos los Cuatro Evan-
p§6, también con fragmentos de Jn., de hacia el año 200, el gelios, la Peshitta y sobre todo la Vulgata. De sumo valor,
Bo'dmer p7r con -lud. 1' I & 2 P., dei siglo 3 o del 4, y el Bod- especialmente por su antigüedad, son las citas neotesta-
nler p7s con extensos fragmentos de [_c. y algunos de Jn. mentarias que se encuentran en los Fadres de la Iglesia pri-
For su antigüedad merecen citarse tambiéñ pou. p* y pu7, mitivos o anteriores al Concilio de Nicea (325 d.C.). tanto
los tres de hacia 200 d.C. griegos corno latinos. Otro ¡estirnonio valioso es el de los
Los códices unciales más importantes son el Sinaitico, le<'úonarias, o sea colecciones de pasajes selectos de la
designado con la letra hebrea dtel. única de todo el Nuevo Sagrada Escritura para la lectura pública en el cuito. Fer-
n
i
(
48 HISToRIA DEL TEXTO GFIIEGO DEL N.T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N,T. 49
f
tenecen a la época bizantina, relativamente tardía, y los ni siquiera serían creyentes, y que harían el trabajo más o
manuscritos existentes son en su gran mayoría medieva- menos rutinariamente, como cualquier otro, sin percibir
( les, pero son rnuy irnportantes, porque dado el carácLer lo delicado y menos lo sagrado de lo que copiaban- Habría,
( conservador y más o menos fijo de la liturgia, pueden re- en consecuencia, mayores posibilidades de errores de copia
( presentar tradiciones textuales comparativamente antiguas. o alteraciones accidentales muy semejantes a las incurridas
i
por los soferim al copiar el texto hebreo-
3. Labores de los copistas También en ia escritura griega hay letras de forrna muy
I
Tal parece que la labor, relativamente mecánica, de los parecida y que por falla de los ojos pueden confundirse.
(
copistas cristianos no puede compararse con los trabajos Por ejemplo, en la escritura uncial la theta y la ómicron.
más amplios de los so.ferim hebreos. Y sólo en líneas muy En la escritura griega, como en otras escrituras antiguas,
generales pueden compararse los comentaristas cristianos se acostumbraban las contracciones o abreviaciones de pa-
con los rnasoretas. La exégesis es distinta. Mientras éstos, labras, y una abreviación podía confundirse con otra pala-
corno hemos vist.o, se apegaban más a la letra, porque pen- bra cuya cscritura fuera parecida. Podía haber también
saban que cada letra y palabra de la Escritura tenían un transposiciones de ietras o de palabras, repetición u omi-
significado mistico y teológico, los Padres dc la lglesia, sión de palabras iguales próximas, omisión o repetición de
que fueron los comentadores, y hasta cierto punto. los lineas enteras cuando dos líneas próximas comenzaban o
guardianes de los escritos sagrados, atendieron más al fon- terminaban con la misma palabra, y otras faltas de orto-
do que a la forma, si bien no faltó a momentos el literalis- grafía. Todo esto explica algunas de las diferencias o va-
mo suficiente para buscar bases a las interpretaciones riantes que se hallan en los varios manuscritos. Y nattlral-
alegóricas. mente cualquier error propendia a repetirse en las nuevas
El proceso de trasmisión del texto por medio de copias copias. Y si el copista estaba copiando al dictado podía'
manuscritas estuvo, sin embargo, igualmente sujeto a ries- por falla dcl oído, escuchar y escribir una palabra por otra,
gos de error, y dio ocasión también a alteraciones inten- y producir una variante en su copia. El error de oído rnás
cionales. I-os copistas cristianos tenían y hasta cierto punto común en griego es el llamada itacisnto. pronunciar o es-
seguían el antecedente d.e los saferim en cuanto al respeto cuchar como i los sonidos de las vocales elo, ioto y úpsilon,
escrupuloso por el texto que copiaban, aunque su escrú- y los diptongos ei, oi y ui. La confusión más frecuente que
pulo nn fuera tan minucioso y refinado como el de aque- puede producirse por itacismo aparece en los pronombres
llos. Fero en ia prirnera etapa, al menos, de la trasmisión personales, por ejemplo, nosotros (gt. ienteis) y vosotros
por copias, no pudieron tener el mismo cuidado, por una (gr..iumeis), si arnbos se pronuncian jimis, pues el dipton-
simple razóil: no tenian conciencia de que lo que copiaban go ei llegó a convertirse en ¡.
er,a sonto escriÍura, sobre todo tratándose Ce las cartas. Otros errores del copista pueden no ser causados por
Podemos suponer que ai llegar, por ejempio, a una iglesia falla de ia vista o del oido sino por casual inadv-ertencia'
una carta de Pablo, y más si, como en el c¿so de las envia- De esta clase pueden ser a veces las transposiciones de le-
das a los corintios. trataban de problernas iocaies, habría tras o palabras. Asimismo, por rutina mental puede cam-
miembros prominentes de la congregación que desearían biarse una palabra por su sinónimo, o donde las palabras
tener una copia de su propiedad. La rnandarían sacar, en- siguen cierto orden cambiarse éste sin darse plena cuenta,
tonces, con escribas o copistas profesionales, algunos que srrores qlle no siempre resultan serios pero que a veces
-( ;,
l:
50 HrsroRrA DEL TExro GRtEGo DEL N.T. HtsrogtA DEL TExro GBtEGo DEL N.T. Sl
ocasionan un cambio de sentido. Otras veces el copista dejaban ahí esa palabra, así que cambíaron por *preciica-
cede a la tendencia, que puede ser inconsciente, de escribir dor y apóstol", mientras otros prefirieron las tres palabras
igual pasajes paraielos cuya forma verbal no es, sin embar- y escribir "predicador, apóstol y servidor" (o *ministros',),
go, exactamente iguál. Esto sucedió con cierta frecuencia que es lo que tienen algunos manuscritos. A otras copistas
sobre todo en las copias de los Evangelios sinópticos. Ies parecíó que a veces decir solamente *Jesús" podía pa-
Como en el caso del texto hebreo, algunas alteraciones recer irreverente. Y así en Gá. 6- l 7, donde la lectura prirni-
ocurren par incertidumbre, que es lo que ha pasado cuan- tiva parece haber sido simplemente "las marcas de Jesús,',
do una nota que un copista halló en el margen de su copia así que algunos copistas escribieron "las marcas del Señor
se inserta en el texto porque cl copista no supo dccidir si tal .lcsús"; otros, "las marcas del Señor Jesucristo", y todavía
nota era a.icna al texto o algo quc pcrtenccía a él y que el otros más, "las marcas de nuestro Señor Jesucristo,,, va-
copista antcrior olvidó insertar. riantcs todas que aparecen en los manuscritos.
No son tantas, como en el texto hebreo, pero no dejan
Quiz.:i los ejcmplos más notables de esta clase de altera-
de apareccr en el griego las "enmiendas de los escribas" o ción por motivos, cn sí respetables, de orden hermenéutico
sea las alteracit¡nes intencionales. Las rnenores de esta y teológico sean los de Juan. En 7.1, los mejores manuscri-
clase son las que tienen que ver con ia ortografía y la gra- tos dicen que Jesús "no queria andar por Judea". Un ma-
mática. Un copista al que le parecía defectuosa, en la una nuscrito del siglo 5, seguido por las versiones antigua latina
o la otra, la copia que tenía delante, corregía al hacer la "no podía (lit. "no tenia facuitad de') andar
-v- siríaca, dice
suya. a manera de una "corrección de estilo". Otras veces por .ludea". Algunas autoridades piensan que ésta bien
la corrección se hacía con el propósito deliberado de armo- pudo haber sido la lectura del texto original, pero que des-
nizar pasajes paralelos a fin de allanar aparentes contra- de muy temprano se cambió para no dar a entender que la
dicciones. También ocurrian cambios por el deseo de hacer voluntad y el poder del Señor tenían limitaciones. En Jn.
más inteligible una expresión dillcil u oscura. o de redon- 7.8, los rnanuscritos están divididos casi por mitad entre
dear frases que al copista le parecían incompietas, especial- "Yo no voy" (a la fiesta), probable texto original, y ..yo
mente en frases hechas o acuñadas a que el copista estaba todavía no voy", quizá cnmendado para que Jesús no apa-
acostumbrado. Otras veces el texto se ampliaba para expli- reciera, puesto que al fin fue a ia fiesta, diciendo mentira u
car o aclarar alguna refeiencia histórica o geográfica, di lo ocultando sus propósitos. Y adelante, en 7.10, el probable
cual han resultado variantes en los nombres de lugares, texto original es el que tienen algunos manuscritos: -Iesús
como en Jn. 1.28, donde en vez de Betania algunos manus- fue a la fiesta "no públicamente sino en secreto". Fero otros
critos leen Betdbarti, o en Mr. 8.31, en que algunos manus- dan un texto probabiemente enmendado, suavizan lo que
critos dicen "'al tercer día" en vez de "a los tres dias", por- parecía un encubrimiento de parte de Jesús. y dicen: "no
gue a algunos copistas les pareció rnás exacto. p{rblicamente sino conto en secreto". Es evidente que des-
Otros cambios intencionales eran rnotivados por reve- de el v. I el texto original ofrecía al parecer una imagen de
rencia, respeto o alguna razón teoiógica. En Col. 1.23, Jesús como indeciso o simulador a los copistas, y éstos lo
Fablo dice modestarnente que del evarrgelio él fue hecho enmendaron. Hecha la primera enmienda en v. i, se vieron
"ministro" (gr. ctidkonos, servidor). Como "diácono'" liegó obligados a enmendar tarnbién vv. B y i0.
a ser un orden ministerial menor quc el de apóstol, a algu-
Por otra parte, al igual que los so.ferim, prefirieron a
nos copistas les pareeió rebaiar la categcría de Pablo si
veces respetar los textos diferentes que tenían eleiante fun-
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54 HISToRIA DEL TExTo GRIEGo DEL N.T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 55
(
fue el texto latino de la Vulgata. Si iban, pues, a hacerse parecía convencer a nadie, y se le seguía anatematizando,
en adelante versiones del Nuevo Testamento directamente el sabio escriturista prornetió, en un estallido de disgusto,
I
I
del texto griego, era imprescindible que de las copias en- que si se le mostraba un solo manuscrito que contuviera la
I
tonces disponibles se eligiera un texto que sirviera de base. frase en cuestión, la insertaría en la siguiente edición de su
I Fue Erasmo quien acometió con tanta bravura como com- Nuevo Testamento griego. Y sucedió que justamen{e en
( petencia esa hercúlea tarea. Pero tropczó con una grave 1520 apareció en Dublín uno que aportaba ese requisito.
I li¡nitación. No pudo disponer de más de media docena de Fiel a su precipitada promesa, Erasmo incorporó la famo-
l rnanuscritos, de los que krs dos principales no eran ante- sa frase al texto de su tercera edicién, 1522. Pero todavía
(
riores al siglo 12, y para peor suerte, ninguno de ellos es- en una nota expresa sus sospechas de que el tal manuscrito
(
taba completo. Erasrno tuvo quc retraducir del latín los fuera una falsificación fabricada ex pro/'eso. Y así se ha
(
últimos seis versículos det Apocalipsis, que f'altaban en demostrado después. Autoridades modernas como Rendell
I
ellos. De este modo conrple tó su texto, el cual salió en l5 l6 Harris y C.H. Turner sustentan la probabilidad de que
en primera edición, y sigue en general la tradición textual haya sido escrito en Oxford, ese mismo año de 1520, por
I
bizantina. un franciscano de nombre Froy o Roy, que retradujo al
(
Como cn algunos pasajes aparecía apartándose de la sa- griego e insertó en este pasaje una frase que se había intro-
crosanta Vulgata, el Nuevo Testamento griego de Erasmo ducidc en la versión latina y que parece provenir de un
(
(
sufrió rudos ataques. Ciertamente, por lo apresurado dc tratado intitulado Liber apologeti(us, que se atribuye a
( su publicación, estaba plagado de erratas, pero se le ata- Frisciliano o a su discípulo Instancio de España. El manus-
I caba no sélo por éstas. En la segunda edición (1519) mu- crito de marras se enseña todavía en la biblioteca del l-ri-
I chas de csas fallas accidentales estaban corregidas. La nity College. de Dublín.
( acusación más dura que se le hizo a Erasmo fue quc se ha- Después de Erasmo se descubrieron )' examinaron los
(
bía atrevido a "mutilar" cl texto sagrado omitiendo cn grarides códices Sinaítico, Alejandrino ,v Vaticano, mu-
(
I Jn.5.7.8, lo que se ha llamado el to¡tlna Johanneunt cho más antiguos y autorizados. y taürbién se han hallado
("frase juanina"): "en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espí- y examinado otros muchos códices. tanto unciaies como
(
ritu Santo; y estos tres son uno. sY tres son los que dan en minúsculas. Asimisrno se han cotejado versiones anti-
(
testimonio en la tierra".'Esta frase, que aparecería después guas, incluyendo ediciones de ia Vulgata anteriores a la
(
en la edición clementina de la Vulgata, no se halla en ma- clementina. Se han escrutado además las citas de Fadres
I
nuscritos de esa versión anteriores a 800 d-C., y según pa- de la Iglesia de los más notables, entre ellos el propio San
rece se interpoló en ella hacia el siglo 5. Quizá fue original- .lerónimo, y leccionarios de varias épocas. Con esto ha
(
( mente una nota puesta al margen de algún manuscrito. Así quedado plenamente coniprobado que Erasrno no esta-L¡a
( aparece anotado por una mano dei siglo I7 en un manus- haciendo otra cosa que omitir en su texto griego lo qtle no
I crito del siglo 12. era sino una frase espuria, tardíamente interpolada en el
Erasrno defendió la omisión diciendo que no hallaba esa texto latino.
porción en ningún rnanuscriro griego. (§{ás tarde, entre El Nuevo Testamento griego del sabio humanista ho-
(
los millares de manuscritos que se conocen, se han hallado
I landés vio todavía una cuarta edición (1527), que fue la
(
sólo <Jos, uno del siglo l5 y otro del 16, que ios contienen t
base de las tres ediciones del farnoso impresor hugonote
en el texto mismo). Exasperado porque esa explicación no iI
Robert Estienne (Stefanus). La tercera (1550), revisada y
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(; HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N"T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N,T. 57
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cotejada con l5 manuscritos tardíos, vino a ser la base
de más notables y
nin- o menor extensión, se indican las variantes
formal y oficial de
un tlxto griego que, sin declaración o los cédices en que se originan' Se cotejan tam-
I
.r
(
guna Iglesiu, lt.gO a considerarse, por común y general bién las versiones antiguas y los escritos de los
"áJiot Padres de
I
á..puu"ión, como el textus rercptus' Persistió' sin embar- iulgf.tiu, asi como losleccionarios' En 1675 aparece' anó-
go, para las versiones la influencia dominadora de la Vul- ;i;", el Nuevo Testamento griego de John Fell' obispo de
.§-!¿.@aÉ..i@ffiffG:; - "
I -*"É
l¿-^**----. -- .
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f I
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, ),
r )'
( HlsronlA DEL TEXT0 GRIEGo tlEL N'T' 59
N'T'
HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL
publicó en
la critica textual. Su edición' en seis partes' se
(
' El pri*rr Nuevo Testamento griego publicado en -los fulJoi", textual fue í{enry Alford *la demolición de
por Caleb Alexander e im- ;;.ty, que trabajó, comc, él decia' por
fuá¿L, Unid«¡s es el preparado recibido' la
Jr', en 1800' Sigue e\ receptus' iu inaígnu y pedante reverencia por el texto palabra ge-
;;;;; p.t Isaiah Thomas, de cual eÁrbáuá lu oportunidad de descubrir
la
alemán J-J. Griesbach' en cambio' se aparta
I
Ll nuina de Dios.''I7
*r.t os pasajes en su edición de 1774-7' A éldesecritica
¿i*"rrái,o debe 'a
I,
la rnarcha de
rj de principios El siguiente paso de gran importanct; en
unu pri*"ru y urnptiu formutación esfuerzo por lo-
t"*tuuf , discernidos con germánica precisión'
Otras edicio- .r*ri.ri. aproximación, o al menosdeldelNuevo Testamento
y principios del l9{ueron grurlu, a la fornna original del texto
nes críticas de fines del siglo l8
lt
parte' había llamado des-
liuUoo que TischenJorf, por su
lasdeC.F.Matthaei,deFK'Atttt'ydeJ'M'A'Scholz' Metz-- a, uu 3uu"ntud la "tarea sagrada" de-su vida- Io dieron los
-;; de este último (1930-36).'marcó -según
ia e¿ición el Textus Urit¿rri"ot B.F. Westcott y F'J'A'
Hort con la edición que
;; retrogresién en la critica textual hacia publicada en l88l' No lleva un
iü* "f nombre de amboi,
Receptus". I
excepto la consig-
i' que puede aparato crítico propiamente hablando'
La prirnera revrsrón a fondo del texto griego, Pero al final
texlus re(eptus y nación sirnple tle variantes en el margen'
decirse que rompe abiertamente con el
I
(que probable-
del escriturista ale- ofrece una lista de lecturas "sospechosas"
produce un texto realmente nuevo' es la y una lista de notables
mente contienen un error primitivo)
I
lleva el más
I
L,drr,arclF,Hills'ensulibroT.fuKingJa¡ne-rL,ersionL}e-
60 H¡STORIA DEL TEXTO GBIEGO DEL N-T. fetttled:¿lChristiatlL/ielt'oltheT-esfamanlil|anus(ri¡lts
de f'endida: una opinión cris-
británicos y en las e<Jicioaes criticas posterirlrcs'
que siguen ii.t_o ,".rión clel Rey Santiago
principios y pautas quc elios es- tiana de los m¿rnuscritos del i{uevtl Tcstamento"' Des
en términos generales ios como se
tablecieron. [-o que ha sucedido sirnplemellte cs que el Moines. Iorva: Christian ltesearch)' Sc insinúa'
del autor
le-\lu.\ re(eptu.t ha dejaclo de ser considcrado
como el de vc. quc una opinión dif'ere¡lte de l¿i conse rvadora 'frt¡e t¡r [:olse?:
mavor autoridad y .o*o el que deba seguirse
y
total rigu- n,, ,'r¡.rlir, ,i. ftqat reciente mente apareciti
rosamente para las traduccioncs' Esto sc debc' cn primer l-h.",lv.r,.,)tt-Hort T e xtual Thcorv Exanrirted ("¿,Falso o ver-
especiallnente pa- dadcro'l: la teoría rjc Westcott-Hort e xanlinada"'
Grand Ra-
lugar, al gran número de manuscritos'
piior, haiiados después de la lejana ópoca cn quc e\ textus piJt. *itiligan: Gran R'apirls lnternational)' poi' l)avid
're(epÍu.\
cobró cuerpo; en segundo lugar' ai considerabie i),in Full.r. El movi¡niento cmprendido asi ha cobradi¡
el mundo de habla
p.oir.ro logrado en lo quc va clcl prcse Iltc siglo en el estu- mayor fuerza en años más próximos' En
castctlana. la clásica versión Reina-Valera'
fundada en el
aio".o-pu*tivo de csos docrrtllentos y de los <iemás testi-la
t(.ylu.\ receptLts de acuerdo con el estado de
de los conoci-
gos dcl i.*rn, talcs como ltls cscritos <ic los Padres dc Vui-
al nota- época' ha sido una especie
iglesia v los antig,Ltos lcccion¿tric¡s; cn tercer lugar' nrictrtos textualcs de esa
bíblicas y las rlisciplinas auxi- gata para la generalidad rlc los protestantes' l-a revisión
ble ¿esarrollo ¿e las cicncias
dc l9(r0. aunque no cambió la basc textual' es todavía
técnicas re-
de nuevas
liares, quc ha dado lrrgar a la aplicación Ia rcvisión i909' iia-
de la filología y la ctraz¿rda por algttnos' que pret'icrcn
fr.o ir'"uuluación clc los manuscritos. ylos vocablos de las Valera" (pcro esa s;ería la de 1602)' Han
arqueología para cl csclarccimicnto de rn/rndoia:'antigtra
autorizadas' y ias
l"nluas originalcs v dc las refe rcncias geográficas' histó- aparccido o se provcctan revisiolttt.ll
se basan cn
ricas v culturales. tliblias de Estudio cluc se cstán pubiicando
en alto gra- cl icha versión. La
prefcrencia. sin cnlbargo. no parece
E,-, suma, lo quc Westcott y [lort impulsaron
obedecer a un estudit¡ dctcnido dc [a
cuestión textual' sino
do. continuando la labor dc antecesores como ltls t¡ttc arraigada en ia costum-
hemos mencionado, fuc Ia clcpuración del texto
gricgo. simplementc a una tradici(ln muv
sin em-
reconstruyéndolo cn dirección dcl que debió de habcr sido b.e. Las mejores autoridades bíblrcas consideran'
bargo. que el movimiento para restaLrlecer
el te'Ylus re*
ei lexto primordial, con la aplicación de los
esclareccdores
las ciencias bíblicas de unos 150 ,rjrlrir,, a su antigua prinracía ), presun¡a
infaiibilidad es la
recursos con que cuentan mano perdida'
de ante
¿rños a esta parte. En su edición unilicaron la ortograf ía' acción de retaguarctia e n r-rna bataila
señalaron las quc y
Ncl tardaron eu scguir a \\'estcctt Hort
dos patrtarcas
anoiaron importantes lecturas alternas' cuya edición sale
probablenlente representan algún error primitivo'
ence- de Ia erudición bíblica. Bernhard weiss.
cn tres votrúmenes cntrc i89'l v 1900' ¡'
Eberhard Nestle'
'irr.nn cn corchetes las posibles interpolaciones' e indica- Wciss' al igual que
rón las lecturas que consicleraron necesario rechazar' Al iu" trna su primera edición en 1898'
Vaticano como el
texto griego tratado en lst¿l forma' para su depr"rración
r Westcott v Hort. consideraba ei Códicc
al de aciucllos
restauración, sc le ilama /ex¡r¡ t'rítit't.t, para diferenciarlo mejor, 1'por ello su texto es muv semejante
rnuch¿r autoridad -'-
del tradicional /c-r/¿l.s rec{plLts' ¿or. Et- texto dc Nestle ha alcanz'ado
pofufrridaO mediante nunlcrosas v sucesivas cdiciones'
En la actualidad ha habido una reacción en sentido de por la Sociedad
rcgresar a la primacia de dicho texto' r'a las
versiones' l-as prinleras cuatro t'uerc¡n pubiiciidas
que
.n-r*o 1a de1 King James, en el mundo de habla inglesa'
se basó en éi. Ya en i936 defendía ia KJ ,v ell¿-xl¿¿s
r€{(ptLts
62 HISTORTA DEL TEXTO GBIEGO DEL N.T, HISTOHIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 63
Württemberg (Sociedad t]íblica de Alernania), la cual cc- mento. de IVIünster, Alemania. A la f'echa han salido ya
dió despuós los dcrechi:s a la Sociedad Bíhlica lJritánica tres ediciones (196(r, 1968, I975). y a la tercera se ha ai¡a-
y Extranjera. que sacó la cuarta, al cuidado del propio dido una Introducción en castellan,:. Se le conoce como
'l-¿'stain€nÍ, y la terce ra edición lleva como
Nestlc. como la primera suya en 1904. Attnquc, (:otllo ya 1'lze Greek Ne;t'
hemos dichc¡. con Westcott y Hort pucdc darse por tcrnli- compañero el volumen intitulado A 7'extual Commentar.l'
'l't'sta¡7tení.
na<la la hegemonía del textus re('(plus. csto sucedía ¡n¿is on f he Greek Ne'^' ?aí Bruce M. N4etzger, uno
bien en los medios de la alta crtrdición bíblica- En cl ni¿is de cuyos proptisitos principales es dar las razoncs por las
L-xtenso cle las urliversidades, las iglcsias y las escuelas, to- cuales se incluyeron ciertas variantes en el texto y se remi-
ciavía mantuvo su preptlnderancia durante un cuarto dc tieron al aparato crítico otras. En su Tertera Edició¡t (Cr¡-
siglo rnás. Fue e I texto tlc Ncstlc, cspecialmente con sus cdi- rregicla, 1983) cl texto cs igual al de la vigésimosexta ecji-
'l-he Greek i\iew' Testatnent se can-
cioncs británicas succsiv¿ts, la quc puso fin a esa prcpoll- ción del Nestlc-Aland.
deranci¿t tambión cn cstc otr() sector. sidera a la fecha conlo cl que mejor representa el texto que
Nestlc basó su texto cn cl cotc.io de los textos de l'ischerl- se juzga más próxirno a los originales autógrafos, aunque
dori'. Westcott v FIort. y Wcvmouth (1886). Pero desdc stt no puede pretenderse que éstos se havan así reconstruido
segunda c«jición alct:t¡n¿t ( I902) sustituyó cste últinlo cort total y definitivamcnte.
el dc Weiss. Fornló su tcxto adoptando las lccturas quc Otras ediciones modcrnas dcl texto griego' e.jemplo de
estuvieran apovadas por lit mayoría dc est¿ts autoridadcs. una empeñosa labor cn cste campo. son las respectivas de
Dondc cada una dc ellas tcnía una lcctura dil'erentc adop- H. von Soden (1902-l-3)' A. Souter (1910). H"l' Vogels
taba una intermedia. Desde [¿r déci¡ilatcrccra cdicititt (1921) (1920), A. Merk, S.J. (1933) r'José Ma' Bover, S'F" des-
se hizo cargo dc la preparación sLr hijo Erwin. y dcsde ll tacado biblista español (1943). Las eciiciones de Vogeis I'
vigésintaprimera entró a colaborat' con éstc cl doctor Kul't Souter, no obstante . siguen alineadas con el lexlLts r?(ep-
Aland. Ilalo la direcciiin de este último aparcció crl 1979 l¿r 1¿l.§. )'se considcran valiosas más bien
por sus aparatos crí-
vigésimascxta cdición. con importantes mejoras. [)¿tra cl ticos. Las otras continúan los lincamientos trazados por
rnundo clc habl¿r castellana. es muv apreciable la novedad westcott y Hort.
de que en csta últinla cdición se ha añadido una lntroduc- De suma trascenrjcncia cn la historia contemporánea del
ción en nuestra lcngua. texto bíbiico, tlo s«lltl -uriego sino también hebreo, es la
En 1955 se inició la preparación de un texto pati-ocina- nueva posición <ie Ia Iglcsia Católica Romana por lo que
do por las Sociedadcs Bíblicas Iinidas y destinado muy toca a la Vulgata v a las Versiones directas de las lenguas
especiaimcnte a los traductores. En cstc respecto es el pri- originales de la Biblia, conforme a los documentos emana*
mero de su género. F.s particularmente valioso por su eva- rios del Concilio Vaticano il. El Concilio de Trento' por
'luación crítica de las variantes de mavor importancil. decreros emitidos cl I tic abrii de 1546, de hecho estaL¡leció
Pieparaclo por un contité formadc por Kurt Aland. Mat- el texto de la Vulgat¿t ccmo base suprema de las versiones'
therv Black. Bruce N4. N'lctz,gcr ¡- Allen Wikgren. a quienes al especilicar que los Iibros canónicos son "como se hailan
¡n¿is tarde se uniri el erudito católico ro"mano Carlo M. en la antigua versión latina llam¿rda l'ttlguta" i' que la Sa*
lvlartini. es reaiización de un proyecto iniciado e in.lpr"ilsa- grada Escritura de bía imprimirse "principalmente" en di-
clo por ei doctor Eugene A. Nida, con coiaboración del cha versión.
'fextual del Nr-revo Tcsta- En el prime r borrador de la Co¡z'r¡ itución dogmdtit'a so-
Institr,rto para la lnvcstigación
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BIBLIOGRAFIA SELECTA
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Obras ¿'itadas:
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' Würthwin, Ernest, T-he Text o./'the Old Testament,
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