Lynch, K. (1972). La presencia del pasado. De qué tiempo es este lugar (pp.

34-
74). Barcelona: Gustavo Gilli.

Actualmente, en todo el mundo, existe el pensamiento de la preservación y

restauración de objetos físicos obsoletos con el fin de crear una imagen sobre la
existencia del pasado, sin embargo, este movimiento es relativamente nuevo, y
fue cogiendo fuerza debido al romanticismo que genera para la sociedad, la
conexión con la historia, y el convencimiento de que estos entornos ricos en
simbolismo, que responden al gran deseo de detener el pasado son lugares más
agradables para convivir a pesar de “herir” el gusto contemporáneo.

Sin embargo, existe el pensamiento de que, al restaurar un elemento con tan alto
contenido histórico, ya sea por medio de la imitación, la preservación, o la
eliminación, aunque en una mínima proporción, se pierde algo de su esencia.
Pero, ¿Existe otra manera? Otras doctrinas declaran que lo realmente importante
es el caparazón del monumento, conservando el exterior como algo público y
significativo, y convirtiendo el interior en nuevos usos privados y libres, pero…
¿Hasta qué punto es esto permisible?, y ¿En qué grado rompe esto la integridad
histórica por muy discretamente que sea aplicado? Y, ¿Qué elementos merecen
ser preservados, y cuáles no?, ¿Solo conservamos lo que consideramos es mejor,
o está asociado a acontecimientos importantes?

La percepción del pasado trae consigo una gran cantidad de confusión respecto a
lo que retiene la memoria, y a que este, es realmente relevante para la posibilidad
del presente. Sin embargo, con el auge de lo contemporáneo y las renovaciones
urbanas, se arrasa con áreas importantes a pesar de que poseen un gran costo
psicológico y social, generando nuevos asentamientos que carecen de muchos
rasgos, dando lugar al pensamiento de que es mejor crecer hacia las periferias, y
conservar estas áreas más antiguas, aunque la mayoría del tiempo sean algo
netamente sentimental para los habitantes, algo que no visitan, pero sin lo que no
pueden estar.

La implementación de una relación armoniosa entre el uso de lo viejo y lo nuevo

por medio de la intensificación de los recuerdos con los que estos son asociados,
es importante, ya que los cambios deliberados y la discontinuidad generan una
pérdida de identidad y alteración en los comportamientos. La preservación se
debe dar con el fin de explicar cómo cambia constantemente el mundo y cómo el
pasado puede enseñar sobre el futuro, con el único fin de entender para qué y
para quién se preserva el este.

Kevin Andrew Lynch fue un urbanista y escritor estadounidense nacido en

Chicago. Es célebre por sus contribuciones a la disciplina de planeamiento
urbanístico y diseño urbano mediante sus estudios sobre cómo la gente percibe y
se desplaza por la ciudad.